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ACTIVIDADES OUTDOORS

Método de aprendizaje o pérdida de tiempo?


Luis María Cravino

“Dale, remá más fuerte! “grita el director de marketing a su colega de finanzas. Las
actividades “outdoors” son frecuentes en las empresas. Pero, sirven realmente?

Durante la década del 90 se popularizaron las actividades de entrenamiento basadas en juegos


al aire libre o “outdoor” (puertas afuera). En aquel momento a muchos les parecieron una
alternativa a las clases aburridas. Así, en distintas empresas, los “outdoors” se convirtieron no
sólo en el mejor método para entrenar a participantes en el desarrollo de habilidades de
trabajo en equipo sino también en el único método.

De los juegos tradicionales se pasó a escalar montañas, cruzar ríos, hacer rafting, atravesar
selvas, navegar en alta mar, eliminar adversarios en batallas de paintball, imitar el
entrenamiento de Rambo, Rocky Balboa o el de un astronauta camino a la Luna. Los
consultores fueron desplazados por profesores de educación física, deportistas o aventureros.
El frecuente uso de sogas en los juegos hizo que estas actividades empezaran a llamarse
“ropes” (sogas, en inglés). Y, al sumarse la altura como otros componente clave, los “outdoors”
mudaron su nombre por el de “high ropes”.

No obstante, tras algunos años de gloria, el ciclo ascendente de esta modalidad parece haber
llegado a su techo (y tal vez haya empezado su decadencia).

Primero, las empresas empezaron a cuestionar la efectividad del método, tanta plata invertida
y que pasó después? no será demasiado riesgo? esto estará cubierto por la ART? Muchas
compañías empezaron a prohibir estas actividades por considerarlas peligrosas (rafting,
alpinismo, high ropes), instigadoras de agresividad (paintball) y discriminatorias (cualquiera
donde la fuerza física sea un factor clave de éxito).

Luego, las preguntas se hicieron más sutiles pero también más recurrentes, por parte de los
participantes: “Ok, ya jugamos…y ahora que hacemos?” , “Me divertí…pero teníamos otro fin
además de ése?”. Algunos facilitadores improvisados se preguntaban a sí mismos: “Qué cosa
será un debrief?” O bien hacían planteos del tipo: “Quedó tiempo libre, hacemos una carrera de
embolsados?”. Algún emprendedor ha intentado compensar las carencias del proceso reflexivo
inventando juegos con inflables. Otros imaginan extravagantes actividades, como organizar una
murga, hacer una torta en la cocina de un importante hotel o servir café a los pasajeros del tren
Sarmiento.

Pero, a pesar de todos estos intentos, una investigación de la ASTD (la sociedad americana de
capacitación y desarrollo) señala que el retorno de la inversión de los outdoors se acerca a cero.
Así, en otra investigación, se proponen tres maneras efectivas de resolver problemas grupales:

 Hablar del tema que preocupa al grupo con los integrantes del equipo siguiendo alguna
metodología. Hablando se entiende la gente.
 Cuando el problema radica en una persona que perjudica el desempeño del equipo, lo
conveniente es hablar con ella, brindarle coaching, capacitación, un traslado o lo que se
considere más conveniente, pero para esa sola persona.
 Cuando el problema del equipo es el jefe, valen todas las recomendaciones del punto 2,
pero siempre trabajando con la persona en cuestión.

En definitiva, sirven las actividades outdoors? Tienen futuro como herramienta de aprendizaje
en la empresa? La respuesta dependerá de la forma en que se encaren. Básicamente, existen
dos tipos de consultores para facilitar el desarrollo de los grupos.

Por un lado, están los que sólo hacen juegos (simples o sofisticados) y nada más. Éstos deberían
preguntarse: cuánto más resistirá la soga?

Por el otro, están los que trabajan con el desarrollo del equipo de manera profesional,
utilizando las técnicas que crean más convenientes (incluidos los juegos como un instrumento
más), considerando que la reflexión es el verdadero aprendizaje y no el juego en sí mismo. Este
grupo está condenado al éxito.

Luis María Cravino

Director de AO Consulting. Co-director del diplomado en desarrollo organizacional del ITBA.

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