Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Modulo 3 y 4 Principios de La Economia
Modulo 3 y 4 Principios de La Economia
La microeconomía se encarga de estudiar la forma en la cual los hogares y las empresas toman
decisiones, así como la forma en la cual interactúan unas con otras en los mercados.
El PIB tiene la capacidad de medir dos cosas a la vez: el ingreso total de todas las personas en la
economía y el gasto total en los bienes y servicios producidos en la economía. Este indicador
puede desempeñar la doble tarea de medir tanto el ingreso como el gasto total, debido a que
ambos representan lo mismo. Entonces, “para una economía como un todo, el ingreso debe ser
igual al gasto”. Este hecho (ingreso = gasto) ocurre porque “el ingreso de una economía es lo
mismo que su gasto debido a que cada transacción involucra a dos partes: un comprador y un
vendedor”. Los hogares compran bienes y servicios a las empresas y éstas utilizan su ingreso para
pagar su salario a los trabajadores, el alquiler a los propietarios del factor tierra y las utilidades a
los propietarios de la empresa. El PIB es igual a la cantidad total gastada por los hogares en el
mercado de bienes y servicios. También es igual a los salarios totales, el alquiler y las utilidades
pagadas por las empresas en los mercados de factores de producción.
El dinero se mueve continuamente de los hogares a las empresas y después regresa nuevamente a
los hogares. El PIB es el encargado de medir este flujo de dinero. Lo podemos calcular para esta
economía en una de las dos formas que se enunciaron al comienzo de esta sección: sumar el gasto
total de los hogares o sumar el ingreso total (salarios, alquiler y utilidades) pagado por las
empresas. Finalmente el PIB es el mismo sin importar cómo lo calculemos. Los hogares no gastan
todo su ingreso; le pagan una parte del mismo al gobierno en forma de impuestos y ahorran otra
para utilizarla en el futuro. Además, los hogares no compran todos los bienes y servicios
producidos en la economía; los gobiernos compran algunos bienes y servicios y otros los compran
las empresas que planean utilizarlos en el futuro para fabricar sus productos.
El PIB mide al mismo tiempo la renta total de todos los integrantes de la economía y el gasto total
en los bienes y servicios producidos. Puede medirse si se suma los gastos de todos los agentes o se
agregan todas las retribuciones pagadas por las empresas a las familias.
En primer lugar, mide el valor de mercado, ya que la consideración de bienes y servicios de muy
diferente naturaleza hace necesaria una medida común para su cuantificación. La elección natural
parece ser un numerario, es decir, un bien en el cual todos los bienes puedan ser expresados: el
dinero. No están incluidos los productos ilegales, ni los bienes de autoproducción. En suma, “el
PBI incluye todos los artículos producidos en la economía y vendidos legalmente en los mercados…
también incluye el valor de mercado de los servicios de vivienda proporcionados por el acervo de
inmuebles de la economía en este caso, se conoce que para las casas en alquiler: se calcula
fácilmente: el alquiler es igual tanto al gasto del inquilino como al ingreso del arrendador. El
alquiler imputado está incluido tanto en el gasto del propietario de la vivienda como en su ingreso
y, por tanto, se suma al PIB. Sin embargo, hay algunos productos que el PIB excluye porque es muy
difícil medirlos. El PIB excluye la mayoría de los artículos producidos y vendidos ilícitamente, como
las drogas ilegales. También excluye la mayoría de los artículos que se producen y consumen en el
hogar y que nunca ingresan al mercado.
Sólo se considerarán en la medida del PIB los bienes intermedios que estén en stock y que aún no
fueron incorporados a ningún bien final al momento de la medición. El PIB tiene en cuenta todos
los bienes producidos dentro de las fronteras de un país, sin considerar la residencia de los
individuos y/o empresas que los produjeron. El PIB se mide para un cierto período de tiempo, en
general un año. “El producto interno bruto (PIB) es el valor de mercado de todos los bienes y
servicios finales producidos dentro de un país en un periodo determinado”. El mismo debería
verificar la correspondencia entre ingresos y gastos de los agentes económicos; sin embargo, a
menudo observamos que estos valores difieren entre sí. “La diferencia entre los dos cálculos del
PBI se llama discrepancia estadística”. Esto ocurre debido a que las fuentes de datos no siempre
son perfectas.
Producto nacional bruto (PNB): renta nacional percibida por los residentes permanentes
de un país (incluye la renta que los ciudadanos del país hayan obtenido en el resto del
mundo y excluye la renta obtenida en el país por residentes de otros países). Por ejemplo,
cuando un futbolista brasileño trabaja temporalmente en Argentina, su producción es
parte del PBI de Argentina, pero no es parte del PNB de Argentina, sino que es parte del
PNB de Brasil.
Producto nacional neto (PNN): renta nacional bruta, el ingreso de todos los residentes de
una nación (PNB) menos las pérdidas ocasionadas por depreciación o desgaste del stock
de equipo y estructura. “La depreciación es el uso y el desgaste de las existencias de
equipo y estructuras de la economía, como la oxidación de los camiones.
Renta nacional: renta total que perciben los residentes del país por la producción de
bienes y servicios. Se calcula como la diferencia entre el PNN menos los impuestos
indirectos sobre las empresas más los subsidios a las empresas.
Renta personal: renta que reciben los hogares y las empresas que no son sociedades
anónimas. Se computa restando de la renta nacional los beneficios no distribuidos por las
sociedades anónimas y los impuestos sobre la renta de las sociedades y las contribuciones
a la seguridad social. Sí incluye los intereses obtenidos por las familias que poseen títulos
de deuda pública y las transferencias recibidas del sector público.
Renta personal disponible: renta personal menos los impuestos directos a las familias o
impuestos personales. Se corresponde al monto que le queda a los hogares después de
cumplir sus obligaciones con el gobierno.
Diferentes tipos de gastos que componen el PBI. Para ello, se denota al PIB con la letra Y y se
divide en cuatro componentes: Consumo (C) inversión (I), compras de gobierno (G) y saldo de la
balanza comercial la cual comprende exportaciones (X) menos importaciones (M)
Y=C+I+G+X–M
El PIB por persona indica el ingreso y el gasto de la persona promedio en la economía. Debido a
que la mayoría de las personas preferiría recibir un ingreso más alto y disfrutar de un mayor gasto,
el PIB por persona parece una medida natural del bienestar económico de la persona promedio. El
PIB no mide aquellas cosas que proporcionan bienestar a los individuos, “pero sí mide la habilidad
para obtener muchos de los insumos que hacen que una vida valga la pena vivirla. Algunas de las
cosas que contribuyen a una buena vida están fuera del alcance del PIB. Una de ellas es el tiempo
de ocio. Debido a que el PIB utiliza los precios de mercado para valuar los bienes y servicios,
excluye el valor de casi toda la actividad que tiene lugar fuera de los mercados. En particular, el PIB
omite el valor de los bienes y servicios producidos en el hogar. Otra de las cosas que excluye el PIB
es la calidad del ambiente. El deterioro en la calidad del aire y del agua contrarrestaría en exceso
las ganancias de una mayor producción. Podemos decir entonces que el PBI es un buen indicador
del grado de crecimiento económico, ya que observa la evolución del mismo en el tiempo, pero no
resulta un indicador suficiente para evaluar el grado de desarrollo económico de un país. Para
hacerlo, es necesario considerar otros indicadores fundamentales, como por ejemplo: la esperanza
de vida al nacer de los habitantes e indicadores de calidad sanitaria y educativa, entre otros.
Si se quisiera comparar el valor de lo producido en dos momentos del tiempo, es posible que el
valor correspondiente a la producción se haya modificado también por cambios en los precios de
mercados de los bienes. Por lo tanto, no se podría saber a ciencia cierta si los cambios se debieron
a modificaciones en la producción o en los precios. Si el gasto total de una economía aumenta de
un año a otro, puede deberse a:
Se suelen distinguir dos maneras de medir el PIB: en términos nominales (considerando los
precios de mercado vigente al momento de la medición: precios corrientes);
En términos reales, cuando se fijan los precios de la economía en uno de los períodos,
denominado año base, y se calcula a partir de este momento el índice de precios que regirá para
los demás períodos. Al evaluar la producción actual con precios establecidos en niveles pasados, el
PIB real muestra la forma en la cual la producción total de bienes y servicios de una economía
cambia con el tiempo.
Para calcular el gasto total en esta economía se deben multiplicar las cantidades del bien A y del
bien B por sus precios. El gasto total en la economía, es decir, la suma del gasto en bienes A y del
gasto en B fue de $11,500. Se le llama PIB nominal a la cantidad de producción de bienes y
servicios valuados a los precios actuales.
Buscamos entonces: obtener una medida de la cantidad producida que no se vea afectada por los
cambios en los precios, [para ello] se utiliza el PIB real, que es la producción de bienes y servicios
valuados a precios constantes. Calculamos el PIB real designando primero un año como el año
base. Después utilizamos los precios de los A y B en el año base para calcular el valor de los bienes
y servicios en todos los años. Supón que se decide que 2012 es el año base en este ejemplo.
Entonces, podemos utilizar los precios de A y B en 2012 para calcular el valor de los bienes y
servicios producidos en 2012, 2013 y 2014.
Es así como, para calcular el PIB real para 2012, utilizamos los precios de A y B en 2012 (el año
base) y las cantidades de A y B producidas en 2012. Para calcular el PIB real para 2013, utilizamos
los precios de A y B en 2012 (el año base) y las cantidades de A y B producidas en 2013. De manera
similar, para calcular el PIB real para 2014, utilizamos los precios en 2012 y las cantidades en 2014.
El PIB nominal utiliza los precios actuales para asignarle un valor a la producción de bienes y
servicios en la economía. El PIB real utiliza los precios constantes del año base para asignarle un
valor a la producción de bienes y servicios en la economía. Debido a que el PIB real no se ve
afectado por los cambios en los precios, los cambios en el PIB real reflejan sólo los cambios en las
cantidades producidas. Nuestra meta al calcular el PIB es medir qué tan bien se está
desempeñando la economía en general. Debido a que el PIB real mide la producción de bienes y
servicios de la economía, refleja la capacidad de la economía para satisfacer las necesidades y los
deseos de las personas.
La relación entre las magnitudes nominales y reales del PIB da origen a un indicador de los
cambios en los precios de los bienes y servicios producidos en determinada economía: el deflactor
del PIB.
Con estos dos indicadores es posible determinar el valor que adopta el deflactor del PBI, indicador
“que sólo refleja los precio de los bienes y servicios”. Su cálculo se efectúa mediante la obtención
del cociente entre el valor nominar del PBI y su valor real, resultado que luego se multiplica por
100 para poder obtener un número más representativo; en caso contrario, el valor obtenido al
deflactar es un número muy pequeño.
PIB real
El deflactor del año base siempre adquiere el valor 100, dado que en el año base siempre el PIB
nominal coincide con el PBI real. Al dividir PBI nominal por el mismo valor (PBI real) se obtiene
como resultado el valor uno (1); al multiplicarlo por 100, según indica la fórmula, se observa que el
valor del deflactor en el año base es 100.
Por su parte, el deflactor del PIB es una medida utilizada para monitorear el nivel promedio de los
precios en la economía y, por consiguiente, la tasa de inflación. El deflactor del PIB obtiene su
nombre debido a que se puede utilizar para eliminar la inflación del PIB nominal, es decir, para
“desinflar” el PIB nominal del aumento debido a los incrementos en los precios. “El deflactor del
PIB mide el nivel actual de los precios en relación con el nivel de precios en el año base”.
Para monitorear la evolución de los precios de consumo, se controlan los precios de los productos
que constituyen la canasta básica de consumo en un país y a esto se le llama costo de vida. La
construcción de este indicador implica, en primer lugar, definir una canasta de bienes
representativa de los consumidores del país. Generalmente, se realiza un estudio para determinar
esa canasta típica que contendrá los bienes que se consumen habitualmente. Para cada período
en que se miden los precios, se averiguan los precios de todos los bienes que conforman esa
canasta.
La mayoría de los países ha optado por medir qué porcentaje de la población se encuentra con
problemas para sobrellevar sus gastos dentro de los parámetros considerados como “normales”.
Analizan el porcentaje de familias cuyos ingresos totales le permiten sufragar el valor de la canasta
básica de consumo. De este indicador surge un nivel denominado línea de pobreza, que implica
establecer el umbral bajo el cual una familia es considerada “pobre” desde el punto de vista de las
estadísticas de sus ingresos (pobreza monetaria) si estos son insuficientes para adquirir la canasta
básica para solventar la familia según la cantidad de miembros que posea y las edades y sexos de
ellos.
Esta homogeneización pretende considerar a todos los habitantes en relación a una medida de
“adultos equivalentes”, a fin de tener en cuenta si la familia está conformada por individuos que,
por sus actividades probables en función de su edad y rol social, tienen un alto consumo, un
consumo moderado o bajo. Asimismo, los países suelen distinguir dos categorías dentro de la
población bajo la línea de pobreza: pobres indigentes y pobres no indigentes. El grupo más
vulnerable corresponde a la población que reside en hogares con ingresos insuficientes para
adquirir una canasta básica que solo tiene en cuenta alimentos considerados dentro de las
llamadas “necesidades básicas o elementales”.
Como resulta conocido la actividad económica de un país fluctúa de un año a otro. [En muchos
casos] la producción de bienes y servicios aumenta. Debido al crecimiento de la fuerza laboral, los
incrementos en la inversión de capital y los avances en el conocimiento tecnológico, la economía
puede producir cada vez más a medida que pasa el tiempo.
Cuando esto ocurre, decimos que el PBI real de la economía ha crecido. Sin embargo, también
existen años donde “la economía experimenta contracciones en lugar de crecimiento. Las
empresas no pueden vender todos los bienes y servicios que ofrecen” y deciden reducir la
producción debido a eso. Además, suceden despidos de trabajadores y el desempleo aumenta.
Entonces, el PIB real disminuye porque se producen menos bienes y servicios en la economía.
Este período en el cual sucede una caída en los ingresos reales de la economía acompañado de
episodios de desempleo en ascenso, es conocido como recesión. Pero si la situación se agrava, se
denomina depresión.
En primer lugar las fluctuaciones económicas son irregulares e impredecibles. Las fluctuaciones de
la actividad económica se conocen a menudo como el ciclo económico. Como el término indica, las
fluctuaciones económicas corresponden a cambios en las condiciones económicas. Cuando el PIB
crece rápidamente, la economía se encuentra bien. En esos periodos de expansión económica, las
empresas se encuentran con niveles de rentabilidad en ascenso. Durante las recesiones, cuando el
PIB real se contrae, las empresas tienen problemas. Durante esos periodos de contracción
económica, la mayoría de las empresas experimentan reducciones en sus ventas y en
consecuencia, reducción de sus beneficios.
En segundo lugar, la mayoría de las cantidades macroeconómicas varían juntas. El PIB real es la
variable que se usa con mayor frecuencia para monitorear los cambios a corto plazo en la
economía, ya que es el indicador más completo de la actividad económica. Mide el valor de todos
los bienes y servicios finales producidos en un tiempo determinado. También mide el ingreso total
de todos los actores de la economía. Sucede que para monitorear las fluctuaciones a corto plazo
no importa qué indicador de la actividad económica se utilice. La mayoría de las variables
macroeconómicas que miden algún tipo de ingreso, gasto o producción fluctúan a la vez. Cuando
el PIB real se contrae en una recesión, también se reducen el ingreso personal, las utilidades de las
empresas, el gasto de consumo, el gasto de inversión, etc. Debido a que las recesiones son un
fenómeno que afecta toda la economía, se reflejan en una gran cantidad de datos económicos.
Aunque muchas variables macroeconómicas fluctúan a la vez, lo hacen en diferentes grados.
No obstante, se debe tener presente que la curva de demanda agregada representa todos los
bienes que desean comprar los hogares, las empresas y el Estado, a diferentes niveles de precios.
La curva oferta agregada indica las cantidades de todos los bienes y servicios que se deciden
producir en la economía a los diferentes niveles de precios.
La demanda agregada
La curva de demanda agregada (DA) presenta la inclinación propia de una curva de demanda
convencional (pendiente negativa), lo cual significa que, si todo lo demás permanece sin cambio,
una caída “en el nivel general de precios en la economía aumenta la cantidad demandada de
bienes y servicios. En cambio, un incremento en el nivel de precios reduce la cantidad demandada
de bienes y servicios”. Esta curva está compuesta por los cuatro componentes del PIB: consumo,
inversión, gasto del Estado y exportaciones netas.
Existen tres razones por las cuales la representación de la demanda agregada se presenta como
una relación inversa entre el nivel de precios y el producto (lo cual se expone gráficamente
mediante su pendiente negativa):
Efecto riqueza: Se refiere al efecto que tiene el aumento de los precios de los bienes sobre
la riqueza de los consumidores. Por el contrario, en periodos deflacionarios (en los que el
precio disminuye) aumenta el poder adquisitivo y, por lo tanto, aumenta la demanda
agregada de bienes y servicios. Esto reduce los gastos de consumo y determina que, a
mayores precios de la economía, los componentes de la DA serán más reducidos.
Efecto tipo de interés. Si los precios aumentan, las personas y las empresas necesitarán
más dinero para adquirir los bienes que requieren para satisfacer sus necesidades. Como
el dinero es, en general, un bien muy escaso, al haber una mayor demanda de dinero, el
precio que se paga por el mismo debe aumentar. En este sentido, el precio del dinero es
constituido por la tasa de interés. Si hay una mayor tasa de interés, las familias no
tomarán créditos para comprar electrodomésticos, autos o hasta comprar una nueva
vivienda y, en consecuencia, será menor la cantidad demandada de estos bienes. En forma
similar las empresas, cuando una tasa de interés se incremente, no tomarán créditos para
invertir en nuevos bienes de capital y la inversión caerá, lo que reducirá al mismo tiempo,
como se presume, a la demanda agregada.
Efecto tipo de cambio o comercio exterior: Si los precios de los bienes en un país
aumentan relativamente más que en el resto de los países del mundo, los compradores
locales tratarán de adquirir más bienes importados. Asimismo, si los bienes producidos en
el país son más caros que los del resto del mundo, será muy difícil vender bienes en el
exterior. Por otra parte, una reducción de los precios, reduce el tipo de interés; por ello,
algunos inversores tratan de obtener mejor rentabilidad en inversiones fuera del país y
demandan moneda extranjera. Esta mayor demanda eleva el tipo de cambio y la
depreciación o pérdida de valor de la moneda local hace más atractivos los productos
locales para el resto del mundo, ya que ahora son más baratos.
Aunque los tres efectos se complementan, el efecto tipo de interés suele ser el más relevante en
términos cuantitativos. Si a cualquier precio posible se produce un aumento de alguno de los
componentes de la DA, la curva se desplazará hacia la derecha. Por el contrario, si a cualquier
precio se produce una reducción de alguno de los componentes, la curva se desplazará hacia la
izquierda.
La oferta agregada
La pendiente de la curva de oferta agregada (OA) está determinada por el horizonte temporal que
se analice. A largo plazo, la curva de oferta agregada es vertical, es decir, la cantidad de
producción agregada no se altera de acuerdo con el nivel de precios; mientras que a corto plazo,
tiene pendiente positiva.
La producción a largo plazo está determinada finalmente por la dotación de factores con la que
cuenta la economía y por la tecnología productiva con la cual esos factores son transformados en
bienes y servicios. Estos factores no dependen de los precios de los bienes y servicios. Los
aumentos en las dotaciones de recursos desplazan la curva de OA hacia la derecha, así como
destrucciones o disminuciones en las cantidades de recursos disponibles la contraen hacia la
izquierda. A corto plazo, en cambio, una serie de situaciones pueden derivar en que la cantidad
ofrecida por toda la economía reaccione de manera positiva a aumentos en el nivel de precio. Es
decir, la curva de oferta agregada de corto plazo presenta pendiente positiva por:
Teoría de las percepciones erróneas: Los cambios en los precios a corto plazo pueden
generar cierta confusión en los oferentes de los distintos sectores de la economía,
quienes, al creer que se trata de cambios en los precios de los bienes y servicios que ellos
comercializan, aumentarán la cantidad ofrecida en respuesta a un estímulo
macroeconómico.
Teoría de la rigidez de salarios: Las distintas regulaciones de los salarios ocasionan que los
cambios en estos se produzcan de manera más lenta que lo que ocurre con el nivel de
precios. Ante un aumento del nivel de precios, que genera un aumento en la producción
durante cierto tiempo, los productores obtienen beneficios adicionales, ya que algunos de
sus costos no tienen cambios a la misma velocidad.
Teoría de la rigidez de precios: En razón de la existencia de los denominados costos de
menú - los precios de algunos bienes y servicios no se ajustan tan rápidamente.
Una vez presentadas las funciones de oferta agregada (OA) y demanda agregada (DA) es posible
obtener el equilibrio global de la economía al analizar el punto en que ambas funciones se
interceptan.
Una disminución en el nivel general de precios aumenta la cantidad total demandada de bienes y
servicios. Existen otros factores que influyen en la curva de oferta y demanda agregada y que
determinan desplazamientos de la curva de demanda agregada en forma similar a lo que sucedía
cuando se analizó la demanda de un bien en forma individual.
Según Mankiw (2012) estos desplazamientos pueden ser provocados por distintos tipos de
cambios:
Cambios en el consumo.
Cambios en la inversión.
Cambios en las compras de Estado.
Cambios de las exportaciones netas.
Cambios en la inversión: Los fenómenos que inciden en la cantidad de bienes de capital que
adquieren las empresas para ampliar o renovar su capacidad de producción modificarán la curva
de demanda agregada. Como ejemplo:
Tecnología. Imagina que una industria introduce una nueva máquina, mucho más rápida y
eficiente. Es probable que la mayoría de las empresas del ramo decidan adquirir esta
nueva tecnología para no quedarse sin posibilidades de competir con sus rivales.
Expectativas de crecimiento económico. Si las empresas prevén que la situación
económica general mejorará, tendrán incentivos para aumentar los niveles de producción
y, por lo tanto, es muy probable que adquieran nuevos bienes de capital, la curva se
desplazará hacia la derecha. Por el contrario, si las expectativas no son favorables, las
empresas ni siquiera repondrán aquellas máquinas que han cumplido con su vida útil y, en
consecuencia, el desplazamiento de la curva será hacia la izquierda.
Impuestos. Una reducción de impuestos o la posibilidad de que las inversiones de las
empresas puedan ser descontadas de los impuestos, favorecerá las decisiones de
inversión. Si el Estado, apremiado por su necesidad de recursos para hacer frente a los
gastos, decide aumentar los impuestos al sector corporativo, es casi seguro que las
empresas invertirán menos.
Expectativas de beneficio. Las empresas decidirán invertir si con esta adquisición de
bienes de capital ampliarán sus beneficios. Si las expectativas de beneficio son favorables,
habrá mayor inversión y la curva de demanda agregada se desplazará hacia la derecha. Es
muy común medir esta expectativa de beneficio con un indicador denominado
rentabilidad. Habitualmente la rentabilidad se expresa en porcentaje.
Tasa de interés: Una menor tasa de interés ofrecida por los bancos abaratará el costo de
los préstamos y, por lo tanto, las empresas tendrán mayores incentivos para solicitar
créditos y ampliar su inversión. Si la tasa de interés aumenta, se producirá el efecto
contrario: la curva de demanda agregada se retrotraerá.
Relación rentabilidad y tasa de interés. Si la rentabilidad de la inversión es mayor que la
tasa de interés, las empresas se aseguran la posibilidad de devolución del préstamo y por
lo tanto habrá mayor inversión. De forma contraria, si la rentabilidad es menor a la tasa de
interés, no será conveniente desarrollar la inversión.
Capacidad ociosa. Si las empresas no ocupan totalmente sus instalaciones productivas,
seguramente no pensarán en realizar la adquisición de nuevos bienes de capital. Por el
contrario, si la capacidad de producción de la firma está agotada y se presenta alguno de
los fenómenos ya mencionados las empresas, probablemente, querrán invertir. En este
caso, la demanda agregada se expandirá.
Disponibilidad de financiamiento. La posibilidad de que las empresas accedan a fondos es
una condición que favorece notablemente las posibilidades de inversión.
Cambios en las compras del Estado: La forma más directa a través de la cual los responsables de la
política económica afectan la curva de demanda agregada es realizar compras para el Estado o
mediante políticas de expansión del gasto público.
Cambios en las exportaciones netas: Cualquier acontecimiento que modifique las exportaciones
netas determinará un aumento o disminución de la demanda agregada. Entre los factores más
determinantes en este sentido se distinguen:
Crecimiento económico. Considera, por ejemplo, que la Unión Europea presenta un fuerte
crecimiento en su actividad económica; esto implicará una mayor demanda de bienes y
servicios de todo tipo. En este caso, es posible que las exportaciones netas de Argentina
hacia ese destino aumenten y, por lo tanto, se desplazará la demanda agregada hacia la
derecha. Por el contrario, una recesión en Brasil determinaría, posiblemente,
exportaciones netas negativas y un desplazamiento de la demanda agregada hacia la
izquierda.
Valor relativo de las monedas de los países o tipo de cambio. Si el tipo de cambio
aumenta, se encarecen los bienes importados y del mismo modo aumenta el valor
monetario de los bienes que se exportan. Este aumento en el tipo de cambio se denomina
devaluación o depreciación y contribuye a que mejore el saldo de exportaciones netas
(más exportaciones que importaciones, lo que podría traducirse en un saldo de
exportaciones netas positivas) y que haya un aumento de la demanda agregada.
Según Mankiw (2012), los cambios que determinan modificaciones en la oferta agregada a largo
plazo son cuatro: Cambios en el trabajo. Cambios en el capital. Cambios en los recursos naturales.
Cambios en la capacidad de gestión.
Cambios en el capital: El ingreso de capital a una economía podría reflejarse en mayor cantidad de
máquinas y, por lo tanto, en mayores posibilidades de producción y un desplazamiento de la curva
de oferta agregada hacia la derecha.
La oferta monetaria es controlada por el Banco Central, quien la altera a través de diferentes
instrumentos de política monetaria:
Una vez que el Banco Central decide la cantidad de dinero ofrecida en la economía, ésta
permanecerá fija a ese nivel, sin depender, por ejemplo, del tipo de interés. En el mercado, esto
implica que la función de oferta de dinero resulte vertical. La demanda de dinero se explica por el
deseo de utilizar este activo para comprar otros bienes. Justamente la propiedad de un bien de
poder convertirse fácilmente en otros bienes, a través del intercambio, es lo que llamamos
liquidez. El dinero es el bien más líquido, ya que con este se pueden comprar los demás bienes. La
liquidez explica por qué la gente mantiene dinero como medio de pago, en lugar de depositarlo en
cuentas. Sin embargo, justamente la relación entre la cantidad de dinero que el público demanda y
el costo de oportunidad es lo que determina la pendiente negativa de la curva de demanda de
dinero. El equilibrio en el mercado monetario se establece al nivel de dinero definido por el Banco
Central y al tipo de interés correspondiente a la intersección entre las funciones de oferta y
demanda.
La política fiscal involucra las decisiones sobre impuestos y gasto público. Estas decisiones
impactan directamente en la DA, ya que el gasto público es uno de sus componentes. Un cambio
en el gasto público no sólo genera el efecto correspondiente a la cuantía del cambio en este
componente, al desplazar la demanda agregada; sino que opera, además, lo que se denomina
efecto multiplicador. Existe un efecto de la política fiscal expansiva que tiene un sentido contrario
al del efecto multiplicador: el efecto expulsión. Si el sector público, para financiar el aumento en el
gasto, recurre al mercado monetario y se endeuda y esto implica un aumento en el tipo de interés
de equilibrio, la inversión se retraerá y el efecto final del aumento del gasto en el nivel de la DA
dependerá de cuál de ambos efectos descriptos prevalezca.
Las políticas descriptas, monetarias y fiscales, suelen usarse de manera combinada o no, a fin de
estabilizar la producción, el nivel de precios y el empleo. En lo que sí acuerdan los especialistas,
más allá de sus desacuerdos en la selección de los modelos que creen que explican mejor la
realidad económica, es en que si una medida de política tarda en aplicarse, su efecto será mucho
menor que si se aplica en el momento oportuno. Por ello, se suelen implementar instrumentos de
aplicación automática: los estabilizadores automáticos, que tienden a corregir las inestabilidades
apenas se producen.
¿Qué es el dinero?
Es el conjunto de activos de la economía que utilizan los individuos normalmente para comprar
bienes y servicios a otras personas. Por ejemplo, el efectivo que llevamos en la billetera es dinero
porque podemos utilizarlo para comprar un bien o pagar un servicio. En cambio, por ejemplo, si
fuéramos dueños de una empresa muy grande seríamos muy ricos, pero ese activo no se
consideraría dinero; es decir, no podríamos comprar camisas o pagar una cena con ese activo.
Una propiedad fundamental del dinero es la liquidez, que justamente da cuenta de la facilidad con
que puede intercambiarse un bien por otro. En economía, cuando un bien o derecho se puede
convertir en efectivo fácilmente, estamos diciendo que es un activo líquido. El dinero es el activo
más líquido, pero ello no significa que sea perfecto como depósito de valor. ¿Por qué? porque
cuando suben los precios de los bienes de la economía, el valor del dinero disminuye, es la
principal consecuencia de la inflación. Es decir, cuando los bienes y servicios se encarecen,
podemos comprar menos con cada billete que llevamos en la billetera. Por otro lado, el dinero no
rinde ningún tipo de interés ni genera rendimiento alguno, algo que un bono o una acción si lo
permite.
Tipos de dinero
Dinero mercancía. Es cuando el dinero adopta la forma de una mercancía que tiene un
valor intrínseco. El término “intrínseco” significa que el bien tendría valor, incluso aunque
no se utilizara como dinero.
Dinero fiduciario. Es el dinero que carece de valor intrínseco y que se utiliza como dinero
por un decreto gubernamental. Es el dinero “de curso legal que sirve para pagar todas las
deudas, públicas y privadas”. La participación de gobierno es fundamental para que exista
un sistema monetario fiduciario. Pero también son necesarios otros factores para que
tenga éxito un sistema monetario, como la aceptación del público en general del dinero
creado por el gobierno.
Si necesitamos medir el dinero circulante en una economía, deberíamos comenzar por el efectivo,
es decir los billetes y las monedas que hay en manos del público. “El efectivo es claramente el
medio de cambio más común y aceptado en nuestra economía”. Sin embargo, el efectivo no es el
único activo que podemos utilizar para comprar bienes y servicios. Muchos negocios también
aceptan cheques. Por ello, también debemos considerar los depósitos a la vista, que son los saldos
de las cuentas bancarias a los que pueden acceder los depositantes extendiendo simplemente un
cheque. Si consideramos los saldos de las cuentas corrientes como parte de la cantidad de dinero,
tenemos que considerar los otros tipos de cuentas bancarias y en otras instituciones financieras.
Ejemplo de ello son las Cajas de Ahorros y Plazos Fijos. En nuestra economía existen varias
medidas de la cantidad de dinero, pero normalmente se muestran las dos más importantes con las
que se trabaja, las cuales conocerás como M1 y M2.
M2: M1 + depósitos Caja de Ahorro + depósitos en Plazos Fijos + Fondos de inversión + otras
categorías de menor importancia.
¿Las tarjetas de crédito y débito forman parte del dinero? La respuesta es: no. Las tarjetas de
crédito no son un medio de pago, sino un método de pago diferido. Más tarde, tenemos que
devolver ese dinero al banco y, normalmente, con intereses. Cuando llega el momento de pagar el
resumen de cuenta de la tarjeta de crédito, usualmente lo hacemos con efectivo o,
alternativamente, con un cheque de nuestra cuenta corriente. Entonces, ese efectivo y el saldo de
la cuenta corriente son los que forman parte del dinero de la economía. Las tarjetas de débito son
muy diferentes a las tarjetas de crédito porque aquellas retiran fondos de una cuenta bancaria
para pagar los artículos comprados. En este sentido, se parece más a un cheque que a una tarjeta
de crédito. Siempre que una economía recurre a un sistema de dinero fiduciario, tiene que existir
un organismo responsable de regularlo. En Argentina es el Banco Central de la República Argentina
(BCRA).
El Banco Central
La cantidad de dinero de que un individuo dispone, incluye tanto efectivo (los billetes en su
billetera y las monedas en su monedero) como los depósitos a la vista (el saldo en su cuenta de
cheques). “Debido a que los depósitos a la vista se almacenan en los bancos, el comportamiento
de los bancos puede influir en la cantidad de depósitos a la vista en la economía y, por
consiguiente, en la oferta de dinero”.
Escenario simple: Bancos que operan con reservas del 100%
El propósito del banco es proporcionar a los depositantes un lugar seguro para guardar su dinero.
Siempre que una persona deposita algún dinero, el banco lo guarda en su bóveda hasta que el
depositante lo retira, gira un cheque o utiliza una tarjeta de débito contra su saldo. A los depósitos
que los bancos han recibido, pero que no han prestado se les llama reservas. En esta economía
imaginaria, todos los depósitos se guardan como reservas, de manera que este sistema se llama
banca de reservas del cien por ciento. Ya no existe efectivo en circulación, debido a que todo está
en la bóveda del banco. Cada depósito en el banco reduce el efectivo y aumenta los depósitos a la
vista exactamente por la misma cantidad, dejando sin cambios la oferta de dinero. Por
consiguiente,]: si los bancos tienen todos los depósitos en reserva, entonces no influyen en la
oferta de dinero.
Las familias que compran casas, las empresas que construyen nuevas fábricas y los estudiantes
que pagan por su universidad estarían felices de pagar un interés por pedir prestado algo de
dinero durante un tiempo [Por ello, el Primer Banco de Argentina] debe mantener algunas
reservas de manera que haya dinero disponible si los depositantes quieren efectuar retiros. Pero si
el flujo de nuevos depósitos es aproximadamente el mismo que el flujo de retiros, [el banco]
necesita conservar sólo una fracción de sus depósitos en reserva. Por consiguiente, adopta un
sistema llamado banca con reservas fraccionarias. A la fracción de depósitos totales que guarda un
banco como reservas se le conoce como razón de reservas, la cual se determina mediante una
combinación de regulaciones del gobierno y de política bancaria [El Banco Central] establece una
cantidad mínima de reservas que los bancos deben tener, llamada requerimiento de reservas.
Además, los bancos pueden tener reservas por encima del mínimo legal, llamadas exceso de
reservas, de manera que puedan estar más confiados en que no se quedarán cortos de efectivo.
Cada vez que el dinero se deposita y se hace un préstamo bancario, se crea más dinero. La
cantidad de dinero que genera el sistema bancario con cada [peso] de reservas se llama
multiplicador del dinero. ¿Qué determina el volumen del multiplicador del dinero? el multiplicador
del dinero es el recíproco de la razón de reservas.
A largo plazo, el nivel general de precios debería ajustarse al nivel para el cual la demanda de
dinero resulte equiparada con la oferta de dinero. Esto se denomina equilibrio del mercado
monetario.
Las variables económicas reales no cambian ante modificaciones en la oferta monetaria, aunque sí
lo hacen las variables nominales. En suma, los autores se refieren a que los cambios monetarios
(modificaciones en la cantidad de dinero en la economía) no generan efectos reales sobre las
variables económicas; esto se denomina neutralidad monetaria. Un hecho típico por el cual puede
incrementarse la oferta monetaria de una economía es la monetización de un déficit fiscal.
Como el gobierno es el único con autoridad para emitir moneda, si recurre a la emisión como
modalidad de financiamiento, dada la relación presentada entre emisión e inflación, impondrá a
los ciudadanos el costo de la inflación que, en definitiva, puede asociarse con un impuesto
adicional ya que le restará poder de compra o ingreso disponible. En este caso, este gobierno
obtendría ingresos mediante la impresión del mismo y gravaría a todos aquellos que tienen dinero
en sus bolsillos por una alícuota equivalente a la tasa de inflación correspondiente. Este hecho
puede definirse como el cobro de un impuesto inflacionario recaudado por el gobierno sobre
todas las tenencias de efectivo de la población. Otro efecto, conocido como efecto de Fisher, se
origina a partir de la inflación: es el crecimiento de las tasas de interés nominales. Este hecho se
refiere a que existe un ajuste “uno-a-uno” entre la tasa de inflación de una economía y la tasa de
interés nominal. En términos algebraicos: i = r + π.
La curva de Phillips pareciera ofrecer a los políticos un menú de posibles resultados de inflación y
desempleo. Según la teoría clásica, el crecimiento de la cantidad de dinero es el principal
determinante de la inflación. La teoría clásica también afirma que el crecimiento monetario no
produce efectos reales: altera simplemente todos los precios y las rentas nominales
proporcionalmente. En particular, el crecimiento monetario no influye en los factores que
determinan la tasa de desempleo de la economía, como “el poder de mercado de los sindicatos, el
papel de los salarios de eficiencia o el proceso de búsqueda de empleo”. Ahora bien, ¿qué ocurre a
largo plazo, donde la teoría clásica tiene validez incuestionable? la inflación y el desempleo no
están relacionados en el largo plazo. Como resultado, la curva de Phillips a largo plazo es vertical y
está posicionada sobre el nivel de la tasa natural de desempleo. Así, la política monetaria podría
ser eficaz para expandir la demanda agregada y reducir el desempleo a corto plazo, pero no a
largo plazo.
El ciclo económico
Cualquier sociedad se preocupa por su crecimiento económico, es decir, que exista el mayor nivel
de producción de bienes y servicios posibles con la dotación de factores productivos disponibles
para aplicar al proceso productivo. El crecimiento económico medido a través del análisis de la
información histórica sobre la evolución del Producto Bruto permite comprobar que es existe una
tendencia o comportamiento general, que habitualmente es creciente, dentro de la cual se
alternan periodos de marcado crecimiento económico y etapas en las cuales la actividad
disminuye considerablemente.
La evolución del PBI evidencia estos momentos de aumento y de disminución de la actividad, lo
cual da forma a lo que se denomina “ciclo económico”. Los ciclos económicos varían en duración e
intensidad, según cada contexto histórico, pero se reconocen las siguientes fases o etapas:
Cima o auge: esta fase se refiere las situaciones en las cuales la actividad económica es
elevada con relación a la tendencia. La economía funciona con el uso de la mayoría de los
recursos que tiene disponibles y se establece una competencia entre los distintos sectores
por el uso de los factores de la producción. Esta situación puede estar acompañada de un
aumento en el nivel de precios debido a una elevada demanda de bienes y servicios que
no puede ser compensada con mayores niveles de producción, ya que las empresas se
operan al límite del uso de los recursos disponibles en la economía.
Recesión: reducción de la producción y de la actividad con relación a la situación anterior.
Se presenta una contracción en todas las actividades. Como hay exceso en los factores de
la producción y una disminución de la demanda, puede llegar a observarse una reducción
en el nivel de precios, dado que la demanda de bienes y servicios se encuentra muy
retraída.
Depresión: cuando la recesión se prolonga en el tiempo o es muy marcada, se está ante la
presencia de una depresión económica.
Fondo o valle: en esta fase, la producción y el empleo alcanzan sus niveles mínimos. Se
reducen los inventarios, no hay producción ni inversiones. La falta de ventas y la
abundancia de factores de producción sin utilizar determinan la existencia de una
disminución en el nivel de precios.
Recuperación o expansión: Luego de una etapa de recesión o depresión y después de
haber pasado por el fondo o valle del ciclo, como consecuencia de algún cambio de
magnitud en alguno de los componentes del gasto, se produce un cambio en la situación
que determina un aumento de la producción y un crecimiento en la demanda de factores
productivos, de manera que puede iniciarse una recuperación y visualizarse un
crecimiento de la actividad económica.
Para tratar de explicar las causas de los ciclos económicos, los economistas han ensayado distintas
explicaciones. Los grandes cambios tecnológicos han sido determinantes para el desarrollo de los
procesos de producción, el aumento de la productividad y una correspondiente disminución de los
precios de los bienes que los hicieron más accesibles para todos los consumidores. También se
sugiere que es importante la sucesión de hechos políticos que afectan directamente la actividad
económica. Este caso, a nivel mundial, puede comprobarse fácilmente cuando se observan los
ciclos económicos y su relación. La mayoría coincide en que los principales determinantes de la
producción y utilización de factores son los componentes de gasto. En un sistema económico de
tipo capitalista o mixto, las empresas producirán bienes si pueden venderlos, es decir, si existe una
familia del país, una empresa, el gobierno o extranjeros dispuestos a pagar para adquirir ese bien.
El gobierno podrá, desde su función de regulador de la actividad económica o como demandante
de bienes y servicios, incidir sobre esta situación.
Políticas de crecimiento económico
La productividad es la cantidad de bienes y servicios que puede producir un trabajador por cada
hora trabajada. Las economías serán más productivas si cuentan con capital físico, recursos
naturales y desarrollo del capital humano. Los hacedores de política productividad de los factores,
de manera que sea más fácil lograr el crecimiento económico que hace posible una situación de
mayor bienestar para la sociedad. La generación de capital requiere básicamente destinar
recursos que podrían ser consumidos en el presente para producir bienes de capital que permitan
una mayor producción en el futuro. Esta acumulación se genera a través del ahorro.económica
intentan elevar la
Dada la presencia de rendimientos decrecientes, las adiciones sucesivas de capital al stock que un
país posee incrementan proporcionalmente cada vez menos su productividad. Este fenómeno,
conjugado con el efecto de recuperación que enfrentan aquellos países muy pobres, que poseen
un stock de capital muy reducido, determina lo que se denomina la convergencia en cierto plazo
de tiempo hacia una situación intermedia entre economías ricas y pobres.
Una serie de aspectos resulta clave desde las políticas para facilitar el crecimiento económico:
¿El Producto Interno Bruto (PIB) es una buena medida del bienestar económico?
La respuesta es que un PIB grande nos ayuda a llevar una buena vida. El PIB no mide la salud, pero
las naciones con un mayor PIB pueden costear mejores cuidados de la salud. El PIB no mide la
calidad educativa, pero las naciones con un mayor PIB pueden costear un mejor sistema de
educación. El PIB no toma en cuenta el valor, la sabiduría o la devoción hacia su país, pero es más
fácil fomentar todos estos atributos loables cuando las personas están menos preocupadas por
satisfacer las necesidades materiales de la vida. Sin embargo, el PIB no es una medida perfecta del
bienestar. Algunas cosas que contribuyen a una buena vida están fuera del PIB. Una de ellas es el
tiempo de ocio.
Debido a que el PIB utiliza los precios de mercado para valuar los bienes y servicios, excluye el
valor de casi toda la actividad que tiene lugar fuera de los mercados. En particular, el PIB omite el
valor de los bienes y servicios producidos en el hogar. El trabajo voluntario también contribuye al
bienestar de la sociedad, pero el PIB no refleja estas contribuciones.