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13-10-15 Normas y Estructura de La Tesis PDF
13-10-15 Normas y Estructura de La Tesis PDF
a) Las mayúsculas se acentúan siempre igual que las minúsculas, sin excepción alguna.
b) Si se opta por acentuar los pronombres demostrativos (éste/a, éstos/as, ése/a, ésos/as,
aquél, aquélla, aquéllos/as) deberá mantenerse ese mismo criterio en todo el trabajo, y
viceversa. Lo mismo ocurre con ‘solo’ o ‘sólo’, en caso de que esta palabra vaya en función
adverbial, pues, como es sabido, en función adjetival nunca se acentúa.
d) Si el texto se justifica a ambos márgenes, todo el trabajo se hará con este formato. En
caso de que se elija el formato de texto sin justificar al margen derecho, de acuerdo con la
norma de la American Psychological Association (APA), deberá mantenerse así en todo el
trabajo.
f) El formato de letra debe ser en estilo Times New Roman o Arial, tamaño: 12 puntos. El
interlineado será a un espacio y medio (1.5).
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g) Si se separan los párrafos nunca debe hacerse sangría; sin embargo, en caso de que no se
separen los párrafos, sí debe hacerse sangría.
h) Todas las páginas deben ir numeradas, salvo la portada, que no se numera. Después de la
portada debe ponerse una página en la cual se escribe sólo el título, que es la página número
1, aunque por razones de estética el número no debe aparecer físicamente, y se omite.
i) Después de dos puntos siempre se escribe en minúscula, con excepción de los siguientes
casos: cuando se trata de líneas o listas que van en párrafo aparte, así como en las citas
textuales, por ejemplo: “En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”.
j) Al final de cada elemento que forme parte de listas o enumeraciones que vayan en líneas
independientes, se debe poner un punto.
k) Las referencias se pondrán dentro del texto, entre paréntesis, y en ellas ha de indicarse el
autor y año de publicación de la obra, así como los números de las páginas de donde se
hayan extraído los textos citados. Ejemplo: (Gutiérrez García 1983: 18-20). Si el autor
aparece mencionado en el texto, dentro del mismo párrafo en el que está la cita, no será
necesario poner los apellidos del autor en el paréntesis, sino sólo el año y las páginas. Por
ejemplo: según Aróstegui, resulta necesario subrayar que los datos “no son informaciones
sobre algo, sino intentos de evidenciar algo” (1995: 290).
Lo anteriormente señalado se refiere a todas las citas, tanto a las textuales (es decir, las
entrecomilladas), como a las parafraseadas (las que no llevan comillas), siempre que estén
localizadas en unas páginas concretas de la fuente consultada. Las únicas citas que no
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llevan número de página son las que engloban la totalidad o una parte muy extensa de una
obra: su temática, la teoría general que plantea el autor, etc., así como las extraídas de
Internet, siempre que no tengan número de página, o bien cuando la referencia sea citada
por otro autor, y éste no indique el número de la página.
l) Cuando queramos llamar la atención sobre una determinada palabra, se usarán las
‘comillas simples’, mientras que las dobles quedarán sólo para las citas textuales: “En un
lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”.
ñ) La negrita sólo se utilizará para títulos y subtítulos, pero nunca dentro del texto.
o) Después de los puntos de las abreviaturas hay que dejar un espacio. Por ejemplo: R. D.,
Santo Domingo, D. N., art. 8, No. 6, etc.
p) La primera vez que se utilicen unas siglas debe indicarse lo que éstas significan, es decir,
sólo pueden utilizarse después de haber sido desarrolladas. Por ejemplo: la Universidad
Católica Santo Domingo (UCSD) es una institución educativa de nivel superior de carácter
privado, dependiente de la Iglesia Católica. En la UCSD son impartidas diversas carreras...
q) En el caso de los subtítulos, éstos deben indicarse por medio de números, con sus
correspondientes puntos, tanto en medio como después de dichos números: 2.3.; 2.3.1.;
2.3.1.1. Como ven, entre los números y los puntos no debe dejarse ningún espacio.
r) Los diversos títulos y subtítulos se numeran, y todos ellos deben incluirse en el índice.
Sólo se excluyen de esta numeración el resumen y las palabras clave, aunque dichos
apartados también deben aparecer en el índice. Los cuadros, tablas, gráficos y fotografías se
numeran igualmente, pero cada tipología lleva su propia numeración por separado.
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-Primer nivel de subtítulos (1.1., 2.3., 4.6.): en mayúsculas y con negrita, a 12 puntos.
-Segundo nivel de subtítulos (1.1.2., 2.3.1., 4.6.3.): en minúsculas y con negrita, a 12 puntos.
-Los nombres de los cuadros, tablas, gráficos, figuras y fotografías: en minúsculas y con
negrita, a 12 puntos y con un punto al final. Las fuentes respectivas deben ponerse al pie de
cada elemento, en minúsculas y sin negrita, también a 12 puntos y con un punto al final.
t) Las listas y las demás series de elementos incluidos dentro del texto, que no deban ir en
el índice, no se numerarán, sino que se les pondrán guiones, letras y/o viñetas o bullets.
u) Todas las referencias bibliográficas deben mantener el mismo formato y orden en sus
elementos. En las referencias de libros se indicará, ordenados de forma alfabética, el autor o
los autores (primero los apellidos y después el nombre, este último, desarrollado, no sólo la
inicial, siempre que sea posible); el año de publicación (entre paréntesis); el título de la
obra (en cursiva); el número de edición (sólo a partir de la 2da.); el lugar de publicación (la
ciudad, no el país, y en el caso de los Estados Unidos, también debe indicarse el estado); y
la editorial.
artículo; el nombre de la revista o el periódico (en cursiva); sus datos de volumen y/o
número (en caso de que aparezcan ambos datos, siempre en este mismo orden); y los
números de las páginas en que aparece el artículo, es decir, la primera y la última, unidas
mediante un guión: 35-67.
Las referencias que no tengan autor se pondrán por el orden alfabético de su título. En el
caso de los documentos oficiales, debe considerarse como autor de los mismos la
institución responsable: un ministerio, el gobierno de un país, una organización
internacional, una organización no gubernamental (ONG), etc., o poner directamente la
referencia sin autor, en caso de que resulte difícil especificar una autoría concreta. Sólo
pueden incluirse en la bibliografía final aquellas referencias que se hayan citado dentro del
cuerpo del trabajo.
-Las obras publicadas en los EEUU deben incluir el estado (salvo en los casos de las
ciudades más conocidas):
Álvarez López, Luis (2009). The Dominican Republic and the beginning of a revolutionary
cycle in the Spanish Caribbean, 1861-1898. Lentham, Maryland: University Press of
America, Inc.
-Obras en las que aparece otro responsable intelectual, además del autor:
Galván, Manuel de Jesús (2000). Novelas cortas, ensayos y artículos. Estudio, notas y
compilación: Manuel Núñez. Colección de Autores Clásicos Dominicanos, vol. I, Santo
Domingo: Consejo Presidencial de Cultura.
-Varias obras del mismo autor (se indican en primer lugar las más antiguas):
Sabino, Carlos A. (1987). Cómo hacer una tesis. Guía para la elaboración y redacción de
trabajos científicos. Caracas: Panapo.
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Sabino, Carlos A. (2003). El proceso de investigación. Santo Domingo: Editora Alfa &
Omega/Panapo.
-Artículos de revista:
Espinal Hernández, Edwin (2012). Geopolítica y armamentos en la Guerra Restauradora.
Clío, 81(183), 126-190.
En las siguientes líneas no se pretende llevar a cabo, en modo alguno, una exposición
exhaustiva de los requisitos que debe reunir todo trabajo científico para poder ser tenido
como tal, sino tan sólo hacer unos muy breves lineamientos generales, que tratan de
conjugar el planteamiento teórico con su necesaria aplicabilidad práctica. En primer lugar,
cabe subrayar la enorme importancia de que la actividad investigadora responda a un
interés real por parte de quien la emprende, pues sólo así éste será capaz de realizar una
contribución original y relevante al conocimiento científico. En efecto, una de las
principales características de este tipo de creaciones es su originalidad y rigor
metodológico, así como una serie de elementos que se presentan a continuación,
sucintamente, en forma de respuestas a una serie de cuestiones.
Sin embargo, en todo caso debe plantearse de forma indispensable una pregunta de
investigación que concretice el problema que va a abordarse, de modo que el mismo sea, en
efecto, abarcable y presente unos perfiles comprensibles para cualquier lector con
formación académica superior, y que esté más o menos familiarizado con esa área
científica.
Se trata, en suma, de formular una pregunta con suficiente calado intelectual, cuya
respuesta no resulte obvia, pero tampoco imposible de alcanzar, de carácter realista y
ajustado a los términos del problema que se pretende estudiar y, en su caso, resolver,
siempre en la medida de lo que permitan los conocimientos y capacidades del investigador,
así como el estado de la propia ciencia.
b) Los objetivos: ¿qué propósitos tiene la investigación planteada?, ¿para qué servirá? En la
transición del momento especulativo-reflexivo de la investigación, más teórico, hacia su
concreción práctica, ocupa un lugar fundamental el establecimiento de una serie de
objetivos, que traducen, por así decir, las principales cuestiones que se propone analizar un
determinado trabajo investigativo, siempre en clave de proceso secuencial. Esto es, los
objetivos específicos deben contemplarse como peldaños progresivos que nos permitan
alcanzar el objetivo general, de modo que sean pasos graduales en pos del resultado que se
desea obtener por medio de la investigación.
Precisamente, dada la importancia que tiene que dichos objetivos estén bien estructurados,
así como que su realización efectiva resulte factible, existe la norma de redactarlos siempre
precedidos por un determinado tipo de verbos, y en infinitivo. Ello conlleva la idea de
poner algo en práctica, puesto que de hecho los diversos objetivos específicos constan, a su
vez, de una o más actividades diferentes, las cuales no deben confundirse con los objetivos.
Conviene partir de los elementos más concretos del problema, para pasar de forma gradual
a sus aspectos más generales, mediante una aproximación al mismo que ofrezca la
perspectiva necesaria para tener una visión de conjunto, y que sea lo suficientemente
amplia como para insertar la investigación dentro de su propio contexto teórico.
f) Técnicas e instrumentos: ¿cuáles pasos deben darse para alcanzar los objetivos? La
elección de las técnicas y el diseño de los instrumentos, según criterios de fiabilidad y
adecuación con respecto a los métodos, así como a las hipótesis o preguntas ya planteadas,
y a los objetivos derivados de las mismas, contribuirá en gran medida a que las
informaciones obtenidas sean auténticas y relevantes para la investigación.
Por lo que se refiere a su adecuación, las técnicas de recogida de la información, así como
los correspondientes instrumentos que se diseñen, deben ser los más apropiados para dar
respuesta a las hipótesis o preguntas, y a los objetivos, que orientan todo el trabajo. Por
ello, aunque la recogida de la información debe hacerse de la forma más diversificada
posible en cuanto a sus fuentes (primarias y secundarias), tanto las técnicas seleccionadas
como los instrumentos diseñados han de estar siempre de acuerdo con los planteamientos
iniciales de la investigación (Aróstegui Sánchez 1995: 310-313). Así pues, las técnicas
(entrevista, encuesta, observación, grupo focal, etc.) y los instrumentos (guía de preguntas,
cuestionario, hoja de cotejo, cuaderno de campo, etc.) que se empleen para profundizar en
la realidad objeto de estudio deben permitir la obtención y organización de la información
más relevante para cada investigación.
sino también para hacer posible la replicación del estudio, por parte de otros investigadores.
Esos datos pueden mostrarse en forma de cuadros, tablas, gráficos y/o figuras, entre otros.
En tal sentido, los datos se elaboran a partir de las informaciones obtenidas sobre la
realidad objeto de estudio, con ayuda de las técnicas investigativas y sus instrumentos, que
constituyen “conjuntos articulados de reglas para transformar los hechos en datos”. Éstos
permitirán poner en evidencia las hipótesis o preguntas de investigación, para confirmarlas
o ‘desconfirmarlas’. Por ello, resulta necesario subrayar que los datos “no son
informaciones sobre algo, sino intentos de evidenciar algo” (Aróstegui Sánchez 1995: 290,
301 y 316).
Asimismo, dichos datos servirán tanto al propio investigador como a cualquier otro para
abordar nuevas investigaciones, en las cuales se formulen hipótesis o preguntas que
incluyan los hallazgos encontrados, que desde el momento de su divulgación ya pasan a ser
de dominio público y, por ende, a formar parte del acervo de toda la comunidad científica.
El planteamiento estrictamente científico del problema llega hasta aquí. Sin embargo, en las
conclusiones de muchas investigaciones, como por ejemplo las que siguen el modelo de la
investigación-acción, debe proponerse también una respuesta a dicho problema, la cual
suele denominarse intervención, a fin de subsanar o paliar las deficiencias existentes,
mediante el establecimiento de los mecanismos que se consideren más apropiados para la
puesta en práctica de una solución eficaz. El autor pretende ofrecer, a través de su
intervención, las alternativas que hagan posible alcanzar un cambio a mejor, en el sentido
expuesto como objetivo general de la propia investigación. Al final de ésta, debe plantearse
asimismo una serie de recomendaciones, en base a los resultados obtenidos, para dar una
opinión personal, con fundamento teórico y empírico, acerca de la problemática analizada.
Los elementos preliminares de la tesis que deben aparecer en primer lugar son:
dos últimos elementos deben aparecer en la misma página. Sus respectivos títulos se
indican con formato de oración, en negrita, y a 12 puntos.
1. INTRODUCCIÓN
El apartado introductorio consta de elementos que no llevan subtítulos, sino que se redactan
de forma enlazada, como un contínuum o un conjunto, y por ende sin subdivisiones. Dentro
de la introducción se incluye: la delimitación del tema de investigación (el lugar y/o la
institución y el período), el planteamiento del problema, la formulación del problema de
investigación, la sistematización del problema de investigación, los objetivos de la
investigación (general y específicos), la contextualización (todo lo referente al contexto del
problema en concreto: geográfico, socioeconómico, demográfico, histórico e institucional,
entre otros), así como la justificación, motivación, viabilidad, y las posibles consecuencias
del estudio.
Los elementos que debe contener el planteamiento del problema son: el diagnóstico
(descripción del problema observado) y el pronóstico (con el cual se pretende responder a
la pregunta ¿qué pasaría si continuase el problema planteado?).
La formulación del problema consiste en realizar una pregunta que abarque el problema
planteado, y al que se quiere dar respuesta en el proceso de investigación. Luego esta
pregunta es desglosada en forma de subpreguntas, las cuales denominamos sistematización
del problema. Esta sistematización del problema aborda temas específicos que se han
observado en el planteamiento del problema. Se recomienda que todas las preguntas sean
de tipo abierto.
Una vez que se han formulado las preguntas de investigación, se procede a redactar los
objetivos de la investigación. El objetivo general es el propósito principal que tiene el
investigador, y los objetivos específicos son las acciones que se necesita desarrollar para
lograr responder a la pregunta de investigación y al objetivo general. Los objetivos se
expresan siempre con un verbo en infinitivo al inicio, como un enunciado afirmativo, nunca
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con partículas interrogativas. Los verbos admitidos para el objetivo general son: analizar,
diseñar o elaborar, y comparar. En los objetivos específicos se utilizarán los siguientes
verbos: determinar, identificar, especificar, describir y caracterizar.
2. MARCO DE REFERENCIA
En el marco conceptual se incluyen los significados de las variables que estudiamos, con
suficiente fundamento en la revisión bibliográfica realizada.
El marco teórico se refiere a las bases teóricas y los paradigmas científicos que sustentan el
enfoque utilizado, así como el abordaje que se utilizará para dar respuesta a la pregunta del
problema planteado.
3. ASPECTOS METODOLÓGICOS
Los diseños no experimentales son aquellos en que no existe manipulación de las variables,
sino que la problemática se estudia tal como tiene lugar en su contexto natural. El estudio
es de corte transversal cuando la medición y/o evaluación de las variables se efectúa en un
momento único; mientras que en los estudios de corte longitudinal la medición y/o
evaluación de las variables se lleva a cabo en diferentes momentos, a fin de conocer la
evolución que ha tenido cada variable a lo largo del proceso de la investigación.
Los estudios preexperimentales son aquellos donde hay manipulación intencional de las
variables; en ellos no hay comparación entre varios grupos experimentales, es decir, se hace
el estudio con un solo grupo experimental; y el muestreo es por conveniencia o a
discreción.
En las investigaciones se puede combinar dos tipos de alcance, siempre y cuando se respete
el orden de los mismos, por ejemplo: exploratorio descriptivo; descriptivo correlacional; y
correlacional explicativo.
Alcances
Enfoques
Todos los estudios de investigación deben contar con una población, mientras que sólo
algunos estudios cuentan con un universo y una muestra. En el caso de identificar una
muestra de estudio, debe indicarse el tamaño del universo y de la muestra correspondiente.
El tamaño de esta última ha de ser seleccionado mediante algún cálculo estadístico, y
especificar tanto su nivel de confianza como su margen de error. Además, debe
especificarse que este muestreo es de tipo probabilístico. Para realizar dicho cálculo se
propone la siguiente fórmula matemática:
no= Z2 PQ
d2
no= primera aproximación al tamaño de la muestra.
Z= valor correspondiente al nivel de confianza, que se obtiene de las tablas de distribución
normal. Para un nivel de confianza del 95%, Z= 1.96.
d= margen de error de muestreo, equivalente a 0.02.
P= probabilidad de que suceda el evento.
Q= probabilidad de que no ocurra el evento.
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Cuando no se conocen los valores de P ni de Q, se asume que equivalen a 0.5 para cada
uno, puesto que corresponden a los valores que dan la máxima variabilidad en el producto
de P multiplicado por Q.
no
n=
1+ no
N
Si se aplica la fórmula del tamaño de la muestra para una población de 35,280, por ejemplo:
N= 35,280 (tamaño de la población).
d= 0.02 (error de muestreo).
Z= 1.96 (valor de Z para un nivel de confianza del 95%).
P y Q= 0.5 (cada uno).
Y sustituyendo en la fórmula del tamaño de la muestra (n) para una población finita (N) de
35,280:
no 2,401 2,401
n= = = = 2,248
1+ no 1+ 2,401 1.068
N 35,280
Los métodos teóricos que cabe emplear en el proceso de investigación son: inducción,
deducción, análisis, síntesis y comparación. Debe señalarse el/los método/s que se
utilizarán, los cuales pueden ser más de uno. Por su definición conceptual, no es posible
usar el método inductivo y el método deductivo en un mismo asunto y al mismo tiempo,
aunque sí pueden utilizarse a propósito de asuntos distintos, en diferentes momentos de la
investigación. En este apartado es necesario explicar la razón por la cual se han
seleccionado los diversos métodos de investigación, y describir con detalle la manera en
que se van a emplear dichos métodos.
Las principales características de los diversos métodos de investigación son las siguientes:
Método comparativo (comparación): por medio del mismo se buscan las semejanzas
y diferencias existentes entre dos o más fenómenos, para inferir una conclusión
acerca de su origen común o sobre su relación de parentesco.
Debe indicarse, sin subtítulos, las diversas fuentes de recolección de datos, que son
primarias y secundarias. Las fuentes primarias hacen referencia a las informaciones que se
conseguirán a través de personas, objetos o cosas, y que se obtienen de manera directa o de
primera mano; y las fuentes secundarias son informaciones que se adquieren a través de
libros, revistas científicas o cualquier otro documento bibliográfico.
Es importante tomar en cuenta que la selección de las fuentes y técnicas debe ir de la mano
con el diseño investigativo y el tipo de estudio empleados. De este modo, los estudios de
enfoque cuantitativo deberán utilizar técnicas e instrumentos que midan variables
cuantitativas, y los estudios de enfoque cualitativo deberán utilizar, por su parte, técnicas e
instrumentos que evalúen variables cualitativas. Las técnicas, los instrumentos y las fuentes
que se van a utilizar deberán señalarse en un orden lógico.
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En este apartado el investigador debe redactar un párrafo donde explique la manera en que
realizará el tratamiento de la información. El tratamiento de la información corresponde a la
forma de presentación de los resultados obtenidos. Estos resultados deberán representarse a
través de cuadros, tablas, gráficos, figuras y/o texto, en función de los datos presentados,
cuya naturaleza puede ser cuantitativa o cualitativa.
4. PLAN DE ACCIÓN
El plan de acción consiste en un cuadro, donde se resume y se expresa el orden lógico del
procedimiento de la investigación para el logro de los objetivos. Las columnas de dicho
cuadro son las siguientes: objetivos específicos, técnicas, responsables, población de
estudio, y materiales necesarios para la implementación de cada técnica. Es importante
tomar en cuenta que los aspectos descritos en el plan de acción deben ser los mismos
señalados anteriormente.
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Responsable/s: el/los investigador/es, bien sea juntos o bien sea por separado.
etc., y los programas informáticos para la elaboración de los datos estadísticos, como por
ejemplo: Excel o el Statistical Package for the Social Sciences (SPSS).
En este apartado deben exponerse todas las acciones realizadas durante la investigación y
los resultados de las mismas. Ello implica la presentación de los datos, elaborados en forma
de texto, gráficas, tablas y/o cuadros, así como su correspondiente descripción. Esta
descripción ha de ser objetiva, es decir, debe plantear lo que se encontró, sin hacer ningún
juicio de valor. Si se llegara a implementar una intervención, ésta se recogerá aquí en todos
sus aspectos, tal como las demás acciones llevadas a cabo en el transcurso del proceso
investigativo. El contenido de este apartado se dividirá mediante subtítulos de carácter
temático.
Para la interpretación de los resultados hay que realizar un análisis, comparando los
hallazgos de la investigación con los conceptos mostrados en el marco de referencia. De
esta manera, podrán confrontarse los datos presentados anteriormente con las bases
teóricas, y también con los antecedentes relativos al estudio planteado. El modo de
exposición de las ideas estará sujeto al orden de los objetivos específicos de la
investigación.
7. CONCLUSIONES
Las conclusiones se refieren a las respuestas que debe dar la investigación al problema
estudiado. Este apartado consta de los siguientes elementos, redactados de manera
descriptiva:
Síntesis de los resultados ya analizados, con lo que se pretende integrar todos los
análisis parciales en un conjunto coherente, de acuerdo con los objetivos específicos y en el
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8. BIBLIOGRAFÍA
En la bibliografía deben recogerse sólo las referencias que hayan sido citadas dentro del
trabajo, puestas siempre en orden alfabético, y de acuerdo con el modelo especificado en el
apartado correspondiente de este Instructivo para la elaboración de la tesis de posgrado de
la Universidad Católica Santo Domingo.
9. APÉNDICE
10. ANEXOS
Ander-Egg, Ezequiel (1993). Técnicas de investigación social. 23ra. ed., Buenos Aires:
Magisterio del Río de la Plata.
Hernández Sampieri, Roberto, Fernández Collado, Carlos, y Baptista Lucio, María del
Pilar (2010). Metodología de la investigación. 5ta. ed., México, D. F.: McGraw-
Hill/Interamericana.
Sabino, Carlos A. (1987). Cómo hacer una tesis. Guía para la elaboración y redacción
de trabajos científicos. Caracas: Panapo.
Sabino, Carlos A. (1997). Cómo hacer una tesis y elaborar todo tipo de escritos. 2da.
ed., Santafé de Bogotá: Panamericana.
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Sabino, Carlos A. (2003). El proceso de investigación. 5ta. ed., Santo Domingo: Alfa &
Omega/Panapo.
Taylor, Steve J., y Bogdan, Robert (1996). Introducción a los métodos cualitativos de
investigación. Barcelona: Paidós Básica.
Ureña, Alejandro (2006). Cómo hacer una tesis. Santo Domingo: Argos.
Vargas, Tahira (2003). Guía para la realización de grupos focales sobre el tema de
tesis. Maestría en Educación, Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). Santo
Domingo: INTEC.
Walker, Rob (1997). Métodos de investigación para el profesorado. 2da. ed., Madrid:
Morata.
Zubiría, Julián de, y Ramírez, Alberto (2009). ¿Cómo investigar en educación? Bogotá:
Magisterio Editorial.