La libertad: Idea, deber y virtud.

La libertad más que un derecho es un deber, el expresar nuestra individualidad en el mundo

haciéndolo mejor gracias a quien eres y a tu trabajo.

También es la primera virtud, descubrirnos a nosotros mismos al declararnos la guerra superando

nuestras creencias limitantes, heridas emocionales y todo aquello que nos impida fluir con
nosotros mismos y así desvelarnos, llegando a conocer nuestras excelsias.

Y también es la primera idea, pues todas las ideas necesitan libertad para ser experimentadas. Al
vivir experiencias expresamos una infinidad de ellas: Somos buenos compañeros (compañerismo),
apoyamos a un amigo en tiempos difíciles (esperanza), o incluso una idea inesperada al contar un
chiste o hacer una broma (crueldad). Todas son bellas. Esto a su vez, retroalimenta nuestro
ambiente con la riqueza de nuestra expresión permitiendo que percibamos abundancia y
diversidad de ideas, las cuales posibilitan nuestro pensar y nuestra reflexión.

Así pues la libertad nos abre las posibilidades interior y exteriormente, al tener un tesoro tan
valioso y tan basto, debemos ser responsables y disfrutar de el compartiéndolo y engrandeciendo
con el a los demás y al mundo ¿Qué haces hoy, oh ciudadano, para cumplir con tu deber de
expresar tu libertad y así engrandecer tu país y lograr la inmortalidad trascendiendo (haciendo del
mismo un lugar mejor antes de morir)?