La palabra soberanía está formada por el sufijo ia y soberano, es decir, indica la
cualidad de soberano. La palabra soberano proviene del latín soperanus compuesta de súper (encima, mas) y el sufijo anus, (pertenencia y procedencia, relación). Que se refiere a alguien que tiene autoridad encima de todos.
Según Jean Jacques Rousseau definió soberanía como un poder del pueblo, es la
denominada soberanía popular, aunque cada individuo será soberano y súbdito al mismo tiempo haciendo iguales y libres a todos los ciudadanos. Estas características hacen, para Rousseau, que todos los ciudadanos sean iguales y puedan conducirse con libertad.
La soberanía se ve como la autoridad más elevada o suprema donde reside el
poder político y público de un pueblo, una nación o un Estado, sobre su territorio y sus habitantes. Por tanto, la soberanía es la independencia de cualquier Estado para crear sus leyes y controlar sus recursos sin la coerción de otros Estados. La soberanía reside en el pueblo, recae en el pueblo, es decir, el pueblo es el soberano y el estado vela por los intereses y voluntades del pueblo al cual rinde cuentas, entendiéndose que la soberanía es la voluntad de autorregulación y autodeterminación que posee un pueblo sobre su territorio, espacio aéreo, aguas territoriales, su sistema de gobierno, leyes e instituciones políticas, alimentarias, económicas y sociales dentro del territorio nacional.
Al recaer la soberanía sobre el pueblo, este, delega facultades a sus
representantes los gobernantes para que ejerzan las soberanía y velen por ella, es decir por los intereses y voluntades soberanos del pueblo.
Existe también la soberanía alimentaria, que es el poder, la capacidad o la facultad
de cada pueblo para definir sus propias políticas agrarias y alimentarias con el objetivo para el desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria. Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.