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10 PROPUESTAS PARA UNA NUEVA VIDA DESPUÉS DE LA CUARENTENA.

Los tiempos han cambiado. Antes el perro festejaba cuando llegábamos y


ahora festeja cuando nos vamos. El problema es que no nos vamos nunca.
Pero lo importante es que no avasallen nuestros derechos adquiridos a través
de tantas semanas de bostezo, heladera y zapping.
Por eso a partir del momento en que termine la cuarentena tenemos que
ponernos firmes y EXIGIR NUESTROS NUEVOS DERECHOS:
1. DERECHO A TRABAJAR EN CALZÓN, PIJAMA O JOGINETA.
Está visto y comprobado que la pilcha no aporta ni quita nada al rendimiento
productivo y que para un evento especial, tipo conferencia, ágape o tertulia,
con ponerse una bata/batón, alcanza.
2. DERECHO A QUE TE LLEVEN TODO A TU CASA.
La sociedad nos encierra en ciudades sobrepobladas y paranoicas. ¿Y ahora
quieren que salga? Me traen todo a casa y se van. Golpeen dos veces seguidas,
pausa, tres golpes rápidos. Sino no salgo.
3. DERECHO A ENCERRARSE DOS SEMANAS EN UN HOTEL.
Esta es una variante de la anterior. Ponele que conocés a alguien que te gusta
mucho, pero mucho mucho. Tenés todo el derecho del mundo y EL ESTADO,
tiene que disponer los medios para encerrarte dos semanas y que te dejen la
comida en la puerta. Y alguna bebida, y fruta.
4. DERECHO A SER REPATRIADO.
Este derecho implica que, ponele, te vas a Brasil sólo con pasaje de ida y
cuando te quedás seco te presentas en el consulado y te mandan en un avión
de carga, aunque sea, no nos vamos a poner exigentes.
Pero también vale dentro de los límites del país. Esto es, si uno sale y por
cuestiones de ingesta (etílica sobre todo), tiene dificultades para volver, las
Fuerzas del Orden deben traerlo A SU CASA (no al calabozo), con buenos
modales, envuelto en una manta de esas que les ponen en las películas a los
sobrevivientes, sin gritarle, sin maltratarlo y parando en un quiosco o a vomitar
tantas veces como el ciudadano lo solicite.
5. DERECHO A QUE NADIE SE ME ACERQUE A MENOS DE DOS (2) METROS.
Este no amerita explicación. Todos hemos tenido días complicados. Y cuando
dije 2 metros, dije DOS METROS, aléjese, por favor. Y NO ME MIRE.
6. DERECHO A EXPRESARSE DE MANERA LIBRE Y CREATIVA DESDE EL
BALCÓN
Y que la gente en vez de gritarle "Loco, sucio, internate!!" o cosas peores, lo
aplauda y le cante el himno.
7. DERECHO A EXIGIRLE EL USO DE MASCARILLA O BARBIJO A
DETERMINADOS VECINOS.
Convengamos con que, más allá de toda esta cuestión de los patrones de
belleza anacrónicos, convencionales y/o patriarcales, hay caras que no tienen
derecho a circular sin, por lo menos, una advertencia al testigo involuntario. Yo
no te juzgo, pero ponete un barbijo, por favor, escondé un poco eso.
8. DERECHO A QUE LOS DEMÁS TAMPOCO LA PASEN BIEN.
¿Qué es esto de que uno tenga que trabajar todo el fin de semana y encima ver
cómo la gente se va a la costa, a Disney, a Yugoslavia (ex unión soviética) a
Cuba o a Ostende como el tipo ese? Si yo no salgo no sale nadie. Está en la
Constitución.
9. DERECHO A NO VIAJAR PARADO EN EL TRANSPORTE PÚBLICO.
Si es necesario que los colectivos pasen uno pegado al otro, como un gran
tren. O mejor, cintas transportadoras que recorran toda la ciudad con sillones
mullidos donde viajar en pijama o albornoz. Recordar dejar el control remoto en
casa para no lamentarse después.
10. YA NO SE ME OCURRE QUE.
Alguna sugerencia....?????????

GRANDES VENTAJAS DE LA CUARENTENA


Cada cambio de ropa dura una semana.
Ahorro en shampoo (y jabón y cepillo y agua).
Menor desgaste de los zapatos.
Se valora y extraña la presencia de los amigos.
Casi no hay tentación de consumo, te morís de ganas pero te da fiaca
embutirte todo para salir a buscar.
Vista de lejos cierta gente no es tan desagradable.
Es la excusa perfecta para postergar todo en la vida (quedate esperando que
llueva y que tu analista le vaya a cantar a....)
Volviste a charlar con gente que sólo veías pasar por Insta.
Se te ocurren miles de ideas y de partidas para cuando se termine la
cuarentena.
Comés con ganas cualquier cosa pensando que en dos meses tal vez tengas
que comer pasto.
Podés bailar solo, seducir sola, emborracharte solo, maquillarte sola. Es como
haber materializado tu oscuro pozo de fantasías.
Podés retomar tus abandonadas clases de: Piano, armónica, zapateo criollo o
americano, origami, crochet, batería, chino, etc.
Podés leer libros!!!! (igual descubrís por qué habías dejado de leer: el libro no es
multitasking como la pantalla; te exige estar inclinado mirando una sola hoja, a
quién se le ocurre).
Si te quedas en un rincón quietito y callado podés descubrir lo que pasaba en
tu casa cuando no estabas, esto es, nada.
Podés observar el envejecimiento de las celulas segundo a segundo.
Se te ocurren cosas como que una pared más otra pared más otra pared más
otra pared, más un techo y un piso forman un cubo. Vivimos en cubos, la
existencia es un entrelazamiento de cubos esparcidos sobre una línea
temporal. La tierra será redonda pero la consciencia es cúbica.
Aprendes a contemplar y disfrutar cada minuto del día, sobre todo porque a la
noche te aguarda el fiel INSOMNIO, y uno va quedando así.
Así.
Así.

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