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CIENTÍFICOS RUSOS CREAN NUEVA CERÁMICA ULTRA RESISTENTE

PARA COHETES

Esta cerámica podría resistir las temperaturas más elevadas sin alterar su composición. Parece que
el nuevo terreno donde se jugará la próxima carrera espacial será en el sector del desarrollo
de cerámicas. A un año de que la Universidad de Texas presentara su nuevo compuesto,
capaz de resistir las elevadas temperaturas de un lanzamiento de cohete, un nuevo grupo de
científicos de la Universidad de Tomsk en Rusia, revela ahora que ha logrado una versión
superior mucho más resistente.

El proyecto de desarrollo de esta nueva cerámica ha sido compartido por la propia casa de
estudios, revelando que este nuevo material se compone en realidad por diversas capas
de carburo de hafnio, diboruro de circonio y óxido de circonio, que en conjunto le permiten
resistir temperaturas por encima de los 3.000 grados Celsius.

Los componentes más avanzados de la actualidad pueden resistir un máximo de 2.000


grados Celsius, de modo que la nueva cerámica de la Universidad de Tomsk representaría
un avance importante para la industria de la construcción de cohetes, motores interno y
módulos espaciales.

Pero, según afirma la gente de United Press, es demasiado pronto para declarar a este
cerámica como el compuesto más avanzado del mercado actual, ya que resulta necesario
ejecutar más pruebas de calor antes de avalar su viabilidad de manufactura masiva.

La Universidad ya tiene agendadas más evaluaciones de resistencia a temperaturas


extremas, que serán desarrolladas en equipo con la agencia Roscosmos
DESARROLLAN MATERIALES CERAMICOS AVANZADOS

El Instituto Tecnológico de Saltillo (ITS), en México, desarrolla cerámicos avanzados,


obtenidos mediante el método de mecanoquímica, para usarse como electrolitos sólidos en
celdas de combustible cerámicas, cuyo fin es la generación limpia de energía eléctrica.
 
El origen de este tipo de proyectos surge por la necesidad de hacer más eficientes
tecnologías como las celdas de combustible cerámicas (o SOFC, por sus siglas en inglés,
solid oxide fuel cells), de manera que puedan ganar terreno en el mercado energético ante la
inminente disminución de las reservas mundiales de combustibles fósiles.
 
El doctor José Alonso Díaz Guillén, profesor investigador del Departamento de Metal
Mecánica y de la División de Estudios de Posgrado e Investigación del ITS, explicó:
“Buscamos desarrollar materiales cerámicos avanzados obtenidos por proceso de
mecanoquímica, con el fin de aplicarlos en la tecnología de celdas de combustible
cerámicas, que son dispositivos que permiten la generación de energía eléctrica de una
forma alterna, a partir de una reacción química entre hidrógeno y oxígeno, produciendo
únicamente agua pura como subproducto”.
 
Actualmente, dichas celdas funcionan a temperaturas de entre 700 y mil centígrados, por lo
requieren disminuir su temperatura de trabajo que genera condiciones que pueden dar pie a
diversos problemas en su funcionamiento.
 
Por esto, el grupo de investigación del ITS propone sustituir el electrolito actualmente
utilizado (conductor iónico hecho mayoritariamente de zirconia ZrO2) por otro más estable
químicamente, es decir, que no reaccione con otros componentes de la celda. Los
investigadores del ITS sugieren el uso de circonatos y hafnatos de lantánidos como
electrolitos sólidos, ya que presentan propiedades de conducción iónica muy similares a los
actualmente utilizados y tienen la ventaja de ser químicamente estables a temperaturas
mayores a mil 500 centígrados. “Son tan buenos conductores pero mucho más estables,
permitirían incrementar la eficiencia y vida útil de una celda de este tipo”, comentó el
doctor Díaz Guillén.
 
Estos materiales que se proponen no solo tienen buenas propiedades eléctricas y estabilidad
térmica, sino que además cuentan con una conductividad térmica extremadamente baja.
 
Por esto, el doctor Díaz Guillen y el equipo de investigadores del ITS ven la posibilidad de
otra aplicación de estos cerámicos avanzados, como recubrimientos protectores de piezas
metálicas expuestas a altas temperaturas, como álabes y cámaras de combustión de turbinas
de gas o incluso pistones en motores diesel.
 
“Consiste en desarrollar estos materiales, buscando aplicarlos en una tecnología que se
llama de barreras térmicas, que son recubrimientos aislantes térmicos extremadamente
delgados, es decir aislantes térmicos, aplicados sobre ciertos componentes metálicos de
turbinas de gas, sobre todo en la industria aérea, en turbinas de aviones”, puntualizó el
doctor Díaz Guillén.
 
Los investigadores del ITS iniciarán pruebas de aplicación de recubrimientos aislantes y
planean además probar los mismos materiales en prototipos de celdas de combustible para
corroborar su eficiencia y señalan, en información técnica del proyecto, que los resultados
de la caracterización los han llevado a asegurar que los materiales, por lo menos los
obtenidos hasta la fecha, son suficientemente capaces y tienen las propiedades adecuadas
para ser utilizados.
 
“Hemos llegado a un avance bastante importante en esta tecnología (…) vamos por la
aplicación, pero una parte fundamental es seguir diseñando y generando nuevos materiales;
además de los que ya hemos estado desarrollando, hemos empezado con diferentes mezclas
que pudieran mejorar sus propiedades térmicas, eléctricas y/o mecánicas”, detalló Díaz
Guillén.
 
Para finalizar, el investigador lanzó la invitación a alumnos de posgrado a integrarse a sus
proyectos. “Estamos en constante búsqueda de estudiantes que quieran incorporarse a los
proyectos de investigación para los posgrados del Tecnológico de Saltillo, son bienvenidos
a trabajar con nosotros”.
 

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