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Capitulo IV.

Características y estructuración de partículas minerales


En los suelos gruesos la forma característica es la equidimensional, en la cual
las tres dimensiones de la partícula son de magnitud comparable. Se origina
por la acción de los agentes mecánicos desintegradores y sólo
excepcionalmente corresponde a partículas que hayan sufrido algún ataque
químico. Según la intensidad y lapso con que estos agentes mecánicos hayan
actuado, se producen variedades en la forma equidimensional, de las cuales
pueden considerarse la redonda, la subredondeada, la subangulosa y la
angulosa, en escala decreciente de los efectos del ataque de los agentes
desintegradores. La forma redonda es prácticamente la esférica, mientras la
angulosa es la que presenta aristas y vértices aguzados (por ejemplo, la piedra
triturada). Cuando estos vértices y aristas están redondeados por el efecto del
rodado y la abrasión mecánica, se tiene la forma subangulosa, la que por un
proceso más intenso de la erosión puede devenir a la forma subredondeada
final. Las formas angulosas son típicas de arenas residuales, y las arenas
volcánicas contienen esas formas en partículas cristalizadas. Las arenas
marinas son a menudo también angulosas. Las formas redondeadas son
frecuentes en las arenas de rio y en algunas formaciones de playa, si bien, en
el primer caso, abundan formas subredondeadas y subangulosas, pues las
partículas que no se arrastran, no sufren el efecto de la abrasión o el
rodamiento; naturalmente que lo anterior es más cierto en partículas de
pequeño tamaño, por su mayor facilidad para mantenerse en suspensión. Las
arenas eólicas suelen ser de grano fino y redondeado.
En los suelos finos, a causa de su génesis especial, la forma de las partículas
tiende a ser aplastada, por lo que los minerales de arcilla, en su mayor parte
adoptan la forma laminar; como excepción algunos minerales poseen forma
acicular. En estos materiales la influencia de la forma es muy importante, pues
a cada una de las dos mencionadas corresponde una diferente relación área a
volumen de la partícula y, por lo tanto, una muy distinta actividad superficial,
en lo que se refiere absorción. La partícula de forma laminar tiene dos
dimensiones mucho mayores que la tercera; en la forma acicular, una
dimensión de la partícula es mucho mayor que las otras dos. La forma laminar
es, con mucho, la más frecuente en los minerales de arcilla. La forma acicular
es mucho más rara.
Durante muchos años se creyó que el tamaño de las partículas era el factor
determinante en algunas propiedades mecánicas importantes, concretamente
en la compresibilidad. Hoy se estima que la forma de las partículas juega un
papel mucho más preponderante en esa propiedad.
Se ha realizado un experimento clásico como prueba del anterior aserto,
consistente en llenar dos probetas de 1,000 cm, una con arena y la otra con
escamas de mica, de tamaño análogo; aplicando presión a la arena con un
pistón, la compresión es tan pequeña, que difícilmente es apreciable; sin
embargo, las mismas presiones aplicadas a la mica pueden producir
reducciones volumétricas hasta de 80%.
La reducción de volúmenes de un suelo puede lograrse por aplicación de
presión estática, por medio de vibración o por combinación de ambos métodos.
Aunque la muestra de arena no fue afectada por la presión estática en forma
apreciable, si se le aplica vibración se nota una compresión volumétrica que
puede llegar a un 10%. La vibración afecta también a las escamas de mica,
aunque menos que la presión estática.
Una pequeña cantidad de escamas de mica añadida a la arena, da a ésta
características de compresibilidad bajo carga estática notablemente
incrementadas. Terzaghi fue el primero en emitir la opinión de que la
proporción de partículas laminares contenidas en el suelo, es la causa
fundamental de la variación tan grande observada en el comportamiento de los
mismos, en lo referente a compresibilidad. G. Gilboy realizó a sugerencia del
propio Terzaghi, los primeros experimentos para comprobar esa idea. Las
curvas de compresibilidad obtenidas por Gilboy para mezclas de arena y mica,
se revelaron sumamente parecidas a las tradicionalmente obtenidas para
diferentes arcillas.
La compresibilidad de las muestras de arena y mica no se ve afectada si las
muestras están totalmente saturadas, con un tirante de agua sobre ellas; sin
embargo, si las muestras están solamente húmedas y con parte de sus vacíos
llenos de aire, la vibración se torna mucho menos efectiva; vibraciones bruscas
pueden incluso hacer que el volumen de las arenas aumente ("dilatación por
vibración")

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