Generalidades En los granos gruesos de los suelos, las fuerzas de gravitación predominan fuertemente sobre cualesquiera otras fuerzas; por ello, todas las partículas gruesas tienen un comportamiento similar. El comportamiento mecánico e hidráulico de tales suelos está definido por características circunstanciales, tales como la compacidad del depósito y la orientación de sus partículas individuales. En general, se estima que esta actividad en la superficie de la partícula individual es fundamental para tamaños menores de 0.002 mm. La superficie de cada partícula de suelo posee carga eléctrica negativa, según se desprende de la estructura iónica. Terzaghi y Peck estiman que la capa sólida y viscosa puede tener un espesor de 0.005 micras, si bien indican que el agua no presenta sus propiedades normales por completo hasta un alejamiento de 0.1 micras aproximadamente, a partir de la superficie del cristal. Intercambio canónico Los cristales de arcilla pueden cambiar los cationes adsorbidos en su película superficial; por ejemplo, una arcilla hidrogena (con cationes H+ puede transformarse en sádica, si se hace que circule a través de su masa, agua con sales de sodio en disolución. En realidad, lo que ocurre es un intercambio de cationes entre el agua y las películas adsorbidas por las partículas minerales, algunas veces en reacción rápida. Los cationes intercambiables más usuales son: Na+, K+, Mg++, H+ y NH+. Las propiedades mecánicas de una arcilla pueden cambiar al variar los cationes contenidos en sus complejos de adsorción, pues a diferentes cationes ligados corresponden distintos espesores de la película adsorbida, lo que se refleja sobre todo en las propiedades de plasticidad y resistencia del suelo