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Columna de Aire

October 19, 2017


Columna de aire
Una vez que tenemos un cimiento suficientemente firme (apoyo de la voz), procedemos a
construir la columna de aire que debe ser un tubo amplio por el que circula el aire desde la
zona baja de los pulmones hacia la cavidad bucal. Para lograr esto será preciso ampliar lo
más posible el espacio de la laringe y la garganta, con el objetivo de no interferir el flujo del
sonido en la parte posterior de la lengua y el velo del paladar. Este último, llamado también
paladar suave, es la continuación del “techo de la boca” que se extiende hacia atrás de la
cavidad bucal; es la zona suave en donde se encuentra la campanilla. Al inhalar, el diafragma
se tensa y se hace descender la base de los pulmones. Al exhalar, el diafragma se relaja y los
pulmones vuelven a su posición original.
Resonadores
Una vez que agregamos una abertura suficiente a un flujo de aire controlado por el apoyo de
la voz, continuamos con el siguiente paso: la búsqueda de resonadores, que son también una
analogía, como la caja de la guitarra. Tenemos varios tipos de resonadores, los de pecho y los
de cabeza. Regularmente los resonadores del pecho están mayormente asociados a las notas
graves o bajas, y los resonadores de cabeza están asociados principalmente a las notas
medias y medias altas. De manera que si hablamos grave será más fácil notar lo ancho de la
columna de aire, particularmente en la zona de la garganta, y si hablamos muy agudo, la
columna de aire se estrechará un poco y tendremos la tendencia a cerrar la boca
inconscientemente. Esto es un error intuitivo, ya que a pesar de que la columna de aire se
estrecha con estas notas agudas, se debe tratar de mantenerla lo más amplia y relajada
posible, al igual que la boca. Si seguimos las indicaciones de apoyo y abertura de manera
consciente, los resonadores comenzarán a activarse paulatinamente y notaremos vibraciones
en distintas zonas del cráneo. Particularmente en la nariz y entrecejo, ayudadas con la “M” y la
“N”. Podemos colocar las manos en distintas partes de la cabeza para tratar de ir sintiendo las
vibraciones, y también en la zona del pecho, donde vibrarán con más fuerza las notas graves.
Preparar las cuerdas vocales
Las cuerdas vocales son membranas que vibran gracias a la acción del paso del aire, pues sin
éste no producen sonido alguno. Al hablar, regularmente vibran dentro de un cierto rango
total, pero al menos en el idioma español no implican demasiado cambio de tono salvo por la
intención de lo que se está diciendo, por ejemplo cuando estamos emocionados. Es por eso
que al ejercitarlas para el canto, comenzarán a involucrar un rango de afinación mucho más
extenso del acostumbrado. Lógicamente será fácil “desafinar” al iniciar con las exploraciones
tonales, lo cual es normal, y no por las imprecisiones hay que desanimarse. Es cosa de
práctica, por eso se ejemplifican más adelante algunos ejercicios.
 
Columna de aire
Ejercicios para abrir la cavidad bucal.
1. Mirarse frente al espejo y tratar de “hacer espacio” en la zona de la cavidad bucal. Una
imagen que sirve de referencia es cuando vamos al médico y nos baja la lengua con un
abatelenguas para examinar nuestras amígdalas. La punta de la lengua en este caso debe
permanecer al calce de los dientes incisivos inferiores, apenas tocándolos, mientras tratamos de
bajar la lengua por la parte posterior, en donde se curva para bajar a la garganta, de modo que se
amplíe el hueco lo más posible
2. Evocar un bostezo (puede ser también frente al espejo), como cuando tenemos mucho
sueño y ganas de ir a la cama. Entonces notaremos que el velo del paladar se eleva ligeramente.
3. Combinar los ejercicios 1 y 2 simultáneamente. En este punto cabe aclarar que quizá lleve
un poco de tiempo dominar estas acciones internas, puesto que una cosa es la sensación que
estamos evocando y otra puede ser lo que realmente sucede, es por ello que recomendamos la
observación de esa zona frente al espejo.
4. Emitir una “A” larga con el ejercicio de apoyo descrito antes con las letras “S” y “D”. Si
seguimos frente al espejo notaremos al emitir la letra “A” que la acción de apoyo de la voz ayuda
a elevar el velo del paladar otro poco. Si es así y podemos ver un hueco bastante amplio significa
que vamos por buen camino.
Apoyo de la voz
Ejercicio 1
Después de practicar y sensibilizarnos por unos momentos con la respiración completa,
tratando de enviar la sensación de inhalación a la zona baja del vientre, procederemos con lo
que sigue:
Paso   1.         Inhalar mientras ensanchamos la zona baja.
Paso   2.         Emitir una “S” muy larga, que dure lo más que podamos, aproximadamente
unos quince o veinte segundos (o más si es posible), hasta que hayamos sacado casi todo el
aire. El apoyo de la voz se ejercita justamente cuando comienza a faltarnos aire, así que es
recomendable aguantar lo más posible en esta emisión. Ejercicio relacionado con el tipo de
administración del aire.
Paso   3.         Inhalar nuevamente enfocándonos en la zona baja.
Repetir la secuencia al menos unas tres veces.
Ejercicio 2
Igual al ejercicio 1, pero pronunciando la letra “D”.

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