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81-96
BIBLID [1138-9435 (2011) 1-158]
Resumen: Mediante una visión crítica al panorama actual de las principales tendencias en
las investigaciones bioarqueológicas, intentamos localizar las bases de las preguntas y los
fundamentos teóricos que guían algunas propuestas en este campo de estudio.
Consideramos en esta revisión que la influencia del enfoque biocultural en bioarqueología
ha colaborado en reforzar una imagen actualista de las sociedades del pasado, que sirve,
como en otros modelos hegemónicos, para presentar como naturales las actuales
condiciones de disimetría social. Considerando la necesidad de una bioarqueología
comprometida con una teoría social y políticamente explícita, intentamos aportar los
elementos que justifican el requerimiento de la implementación de una práctica
bioarqueológica en sintonía con una arqueología social, cuyo objetivo fundamental sea el
conocimiento de las relaciones simétricas o disimétricas entre los colectivos sexuales y
sociales en situaciones históricas concretas.
cadores no dan cuenta de causas biológicas miento las bases fundamentales sobre las
estables. que se asienta la mayoría del quehacer
En arqueología social, ha sido preci- bioarqueológico, debido probablemente a
samente un aporte de la arqueología que la necesidad de sexuar el pasado, como
feminista materialista (Balaguer Nadal et la primera categoría social, ha sido
al. 2002, Castro Martínez et al. 2003a, planteada desde una teoría social pensada
Castro Martínez et al. 1996, Castro para el pasado arqueológico y no para el
Martínez et al. 1998, Castro Martínez et al. pasado biológico.
2003b, Escoriza Mateu 2001, 2002, 2004, En el presente artículo, intentamos dar
Escoriza Mateu y Sanahuja Yll 2002, una visión general al panorama actual de
Fregueiro Morador 2005, Rihuete Herrada las principales tendencias en las investiga-
2000, Sanahuja Yll 1995, 2002, 2007, ciones bioarqueológicas, para situar el
Sanahuja Yll et al. 2006, Vargas 2004) el estado de las preguntas y los fundamentos
insistir en la necesidad de sexuar el pasado teóricos que guían algunas propuestas en
y con ello, en el aporte impostergable que este campo de estudio. Partimos, de una
desde la antropología biológica se podría mirada basada en el marxismo materialista
realizar al estudio de las condiciones mate- y feminista, que pensamos se presenta
riales de los sujetos sociales, mujeres y como la alternativa que de manera más
hombres, en la prehistoria. En este marco, coherente ha abordado los tópicos en los
la antropología biológica, es necesaria- que se cruzan los problemas de investi-
mente requerida y conminada a realizar un gación arqueológica y de antropología
aporte que convoca a un cambio biológica desde una posición consciente y
paradigmático en relación a la manera en políticamente comprometida con el
cómo se vinculó históricamente con el presente. Si bien este trabajo conlleva una
estudio arqueológico de las sociedades. No revisión de campos disciplinares concretos,
es el requerimiento de nuevos informes, ni no busca delimitar problemas precisa-
de la consideración de cómo los factores mente disciplinarios, sino ser una reflexión
ambientales influyen en las llamadas crítica en torno a la necesidad de un campo
culturas , ni menos de cómo las culturas de estudio bioarqueológico social.
constituyen adaptaciones ambientales,
como lo ha venido desarrollando el 2. La proclamación de la bioarqueo-
enfoque bioarqueológico y procesual en logía: bases disciplinarias y contextos
general. Es, primero, la necesidad de contar de su surgimiento
con una teoría social explícita, con un La Bioarqueología podría definirse
marco epistemológico claro y por deri- como la disciplina, o campo disciplinario si
vación con unas metodologías coherentes, se quiere, que incorpora elementos
y segundo, la posibilidad de trascender la (proposiciones, métodos, datos) de la
mirada androcéntrica disfrazada tras un biología esqueletal humana para la reso-
neutro inocente, a través de la conside- lución de problemas arqueológicos. Su
ración del cuerpo, también, como un surgimiento está ligado a la crítica dirigida
producto social. hacia la inercia teórica heredada de la
Debido a que la sustancia que define el taxonomía natural de los siglos ilustrados y
estudio arqueológico es la materialidad del coleccionismo de casos paleopatoló-
social, entendida como la expresión física gicos, así como también, a los programas
de las tres condiciones objetivas de la vida de estudio destinados a construir una
social -hombres, mujeres y objetos- (Castro tipología y una historia de las migraciones
Martínez et al. 1996:42), la participación de las distintas razas que habían poblado el
de una antropología física motivada por continente americano, gestados en el
preguntas de corte sociológico e histórico, marco del Particularismo Histórico de la
constituye un paso imprescindible para la arqueología americana de principios del
determinación de la especificidad sexuada siglo XX. El resultado de estos programas
de los restos humanos en contextos arque- de estudio fue la proliferación de tipologías
ológicos estructurados. Sin embargo, no se raciales, construidas en sintonía con el
han considerado con suficiente deteni- concepto de raza según el cual, cada una de
ellas configuraba una unidad cultural que les rodea. Su fuente de información
homogénea con una lengua, una cultura y está formada por el material esqueletario
un territorio. En el proceso de su elabo- (huesos y dientes), aunque en determi-
ración fueron analizadas grandes series nadas condiciones es posible contar con
osteológicas, sin embargo, los datos restos de tejidos blandos, como músculos,
obtenidos fueron reducidos a simples órganos y tegumentos, material al cual se
tabulaciones de promedios y desviaciones debe acceder mediante un enfoque inter-
estándar. Ejemplo de ello es el escaso disciplinario como forma de obtención de
impacto contemporáneo que tuvo el desa- toda aquella información relevante sobre
rrollo metodológico y teórico más estrés fisiológico, ecología nutricional,
profundo de la osteometría, representado patrones de actividad; aspectos revela-
en gran medida por los trabajos de Karl dores de la historia vital, en los niveles
Pearson sobre variabilidad craneofacial. A individual y poblacional y cuyo abordaje
pesar de que en biología evolutiva se reali- resulta crítico para la caracterización de
zaban importantes avances en la los patrones de conducta, estilo de vida,
modelización matemática de los meca- enfermedad y otros aspectos que forman la
nismos involucrados en la evolución de los fábrica de la condición humana (Larsen
organismos, la antropología física fue 1997b:5). El objeto de la bioarqueología, en
continuista del antiguo paradigma. Incluso este marco, es la reconstrucción de los
en la arqueología como antropología se patrones de adaptación, identificando las
adelantaba a la antropología física en la fallas de estos procesos en los
incorporación de conceptos provenientes denominados indicadores de estrés, y
de la biología evolutiva y la ecología en su determinando el impacto de las prácticas
afán por profundizar en el conocimiento de culturales en el proceso de adaptación
los procesos de cambio de los sistemas (Armelagos 2003a).
culturales (Binford 1962). La conformación, para Armelagos, de un
En este contexto de elevado criticismo nuevo campo de estudio, estuvo posibi-
hacia la craneología tipológica (Armelagos litada por el enfoque biocultural, que
et al. 1982b), es que se gestan propuestas consideró necesario tomar en cuenta los
alternativas para lo que en su momento fue factores culturales y biológicos en las
proclamada como una Nueva Antro- manifestaciones de la biología esqueletal.
pología Física (Washburn 1951). Para Además, fue esencial en el desarrollo de
Armelagos (Armelagos et al. 1982a, bioarqueología la incorporación de una
Armelagos 2003b, Zuckerman y Armelagos perspectiva antropológica en paleopato-
2011) la configuración del campo de logía (Armelagos 2003b), especialmente
estudio bioarqueológico debe entenderse porque ésta había sido desarrollada y
como una respuesta crítica a la carencia delimitada por una perspectiva médica
científica del esencialismo descriptivo de (Fregueiro Morador 2005:58).
los enfoques especialmente craneomé- Para Wright y Yoder (2003), en tanto, la
tricos en los que estuvo focalizada la bioarqueología se vio no sólo posibilitada
antropología física de la primera mitad del por el enfoque biocultural, sino que
siglo XX. De ahí que, fundamentalmente en especialmente por la influencia del
Estados Unidos, la orientación de la bioar- desarrollo de la Nueva Arqueología, que
queología deba entenderse como la permitió introducir en el interés de la
superación de una etapa precientífica antropología biológica la consideración de
que, movilizada por el interés en el estudio los procesos culturales e históricos en la
racial de los individuos, construyó una conformación de la variabilidad biología
visión reduccionista basada en la conside- humana. En sintonía con el planteamiento
ración del esqueleto humano como fuente de Larsen (1997a), sostienen que un
de datos puramente descriptivos y parti- énfasis clave de la bioarqueología ha sido el
cularistas. Sobre todo, cobra interés el contar con un enfoque poblacional. Debido
estudio de las adaptaciones, constituyendo a que el nuevo campo de estudio se
la vía para la comprensión de las relaciones interesó en evaluar las implicaciones de la
entre las poblaciones y el medio ambiente diversidad cultural y el efecto de los
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