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Revista Atlántica-Mediterránea 13, pp.

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BIBLID [1138-9435 (2011) 1-158]

APORTES PARA UNA BIOARQUEOLOGÍA SOCIAL Y FEMINISTA

CONTRIBUTIONS FOR SOCIAL AND FEMINIST BIOARCHAEOLOGY

Andrea GONZÁLEZ-RAMÍREZ (*) y Arturo SÁEZ SEPÚLVEDA (**)

*Departamento de Prehistoria, Universitat Autònoma de Barcelona Edificio B. Campus de


Bellaterra. 08193. Bellaterra, Barcelona. andrea.gonzalez@uab.cat

**Departamento de Biología Animal sección Antropología, Universitat de Barcelona.


Edificio Ramón Margalef. Av. Diagonal 645. 08028. Barcelona. arturosaezrex@gmail.com

Resumen: Mediante una visión crítica al panorama actual de las principales tendencias en
las investigaciones bioarqueológicas, intentamos localizar las bases de las preguntas y los
fundamentos teóricos que guían algunas propuestas en este campo de estudio.
Consideramos en esta revisión que la influencia del enfoque biocultural en bioarqueología
ha colaborado en reforzar una imagen actualista de las sociedades del pasado, que sirve,
como en otros modelos hegemónicos, para presentar como naturales las actuales
condiciones de disimetría social. Considerando la necesidad de una bioarqueología
comprometida con una teoría social y políticamente explícita, intentamos aportar los
elementos que justifican el requerimiento de la implementación de una práctica
bioarqueológica en sintonía con una arqueología social, cuyo objetivo fundamental sea el
conocimiento de las relaciones simétricas o disimétricas entre los colectivos sexuales y
sociales en situaciones históricas concretas.

Palabras clave: Bioarqueología, arqueología social, feminismo, prácticas sociales,


diferencia sexual, sexuación del pasado.

Abstract: Through a critical view to current panorama of the major trends in


bioarchaeological research, we attempted to locate the issues and theoretical foundations
that guide some proposals in this field. We consider in this review that the influence of
bio-cultural approach in bioarchaeology has collaborated to reinforce an actualistic view
of past societies, serving, like other hegemonic models to present current asymmetrical
social conditions as natural. Considering the need for a Bioarchaeology committed to a
socially and politically explicit theory, we try to provide the elements that justify the
requirement for implementing a bioarchaeological practice in tune with a social
archaeology, whose fundamental aim be the knowledge of symmetrical or dissymmetrical
relationships between sexual and social groups in specific historical situations.

Keywords: Bioarchaeology, social archaeology, feminism, social practices, sexual


difference, sexually identifying the past.

Sumario: 1. Introducción. 2. La Proclamación de la Bioarqueología: Bases disciplinarias y


contextos de su surgimiento. 3. Las bases conceptuales de la bioarqueología. 4. Crítica al
modelo adaptacionista en bioarqueología. 5. El llamado a sexuar el pasado: hacia una
propuesta de bioarqueología social y feminista. 6. Bibliografía.

… los análisis antropológicos cobran un carácter excepcional para la


investigación de la distancia social, puesto que constituyen el único criterio objetivo
que permite la determinación de la variable sexual –mujer y hombre– para huir de
lo masculino, considerado supuestamente neutro (Castro Martínez et al. 1996: 42)

Fecha de recepción del artículo: 11-IX-2011. Fecha de aceptación: 30-IX-2011.


GONZÁLEZ RAMÍREZ, Andrea y SÁEZ SEPÚLVEDA, Arturo

1. Introducción decir según los manuales de


No resulta casual que el desarrollo de la identificación , y la segunda, reforzando, en
investigación y la enseñanza de la antro- el seno de su desarrollo disciplinar, las
pología física se inserte en el marco de imágenes de espejo que proyectan las
departamentos de biología. Desde el realidades actuales a la prehistoria remota.
estudio de los procesos de hominización Ambas, no obstante, comparten en lo
hasta la investigación de la evolución de las substancial la característica fundamental
poblaciones, el motor que ha movilizado de las producciones científica hegemó-
principalmente a esta disciplina ha sido la nicas: una visión androcéntrica, actualista
pregunta por la descripción y causas de la y, por definición, esencialista, que ha
variabilidad biológica humana. No es servido para justificar como naturales las
sorprendente, entonces, que la tardía actuales condiciones de disimetría social.
inserción de la antropología física como La insistencia, especialmente en los
disciplina auxiliar de la arqueología haya estudios de los procesos de hominización
tenido que reformularse en un nuevo en el descubrimiento de los orígenes no
campo de estudio: la bioarqueología es sino sólo una muestra de cómo la antro-
(Bello et al. 2006, Goodman et al. 1988, pología física, o paleoantropología, se ha
Larsen 1997a, Luna 2006, Stinson 2000, consolidado social y políticamente
Wright y Yoder 2003), que se presentó, en mediante la prevalencia de una práctica
cierta forma, como una síntesis interdisci- científica anacrónica y de espalda a las
plinaria ante la necesidad de considerar los preguntas arqueológicas, es decir, de corte
denominados aspectos culturales en social (Sanahuja Yll 1990, 2002).
combinación con los factores biológicos Además, la arqueología se sirve de las
para explicar la variabilidad de la descripciones de la antropología física para
expresión antropológica. Esta necesidad se sustentar explicaciones validadas por una
promovió especialmente desde el desa- autoridad atribuida a la supuesta solidez
rrollo de la Nueva Arqueología y de las que se le asigna a la biología como sinó-
aproximaciones bioculturales en biología nimo de ambiente, es decir, extra-social,
humana (Wright y Yoder 2003). externo y por esencia estable: que no es
La arqueología histórico-cultural y su otra cosa que una reproducción de la
noción de los restos humanos como dicotomía ilustrado-burguesa de natura-
materiales accesorios de los contextos leza/cultura. La integración de la
funerarios, en los que la suma de artefactos bioarqueología al trabajo arqueológico en
y diferencias entre éstos constituían la base este sentido, ha solido ser acrítica: se reco-
para la determinación de categorías noce en el/la especialista en osteología una
sociales potencialmente adscribibles a autoridad per sé, tanto porque no se
cierta tumba o grupo de ellas, se vio incorpora en la formulación de las
superada cuando la Nueva Arqueología preguntas de investigación arqueológicas,
reconoció que el estudio de la biología o porque lisa y llanamente se ignoran las
esqueletal en los contextos arqueológicos consecuencias y fundamentos teórico-polí-
era fundamental para el entendimiento de ticos del cruce de categorías especialmente
los así llamados modos o estilos de vida ; esencialistas y ambiguas como las de
en principio, una visión implícitamente ambiente , cultura o adaptación . Salvo
presentada como aséptica y autoexpuesta interesantes experiencias (Agarwal y
como neutra, deslindada especialmente de Glencross 2011a, Bello et al. 2006, Geller
la influencia culturalista de la antropología 2005, Hollimon 2011, Jackes 2011, Rihuete
norteamericana (Armelagos 2003b). Sin Herrada 2000, 2003), el trabajo
embargo, e incluso considerando los más bioarqueológico se ha caracterizado por la
de 30 años de propuestas bioarque- construcción de explicaciones fundamen-
ológicas , lo cierto es que tanto la talmente adaptacionistas que utilizan a la
arqueología como la antropología física o cultura como una variable indistinta,
biológica continúan caminos bifurcados; homogénea y constante, que permite
una recibiendo de la segunda informes contar con una categoría explica-lo-todo ,
descriptivos basados en lo que se debe sospechosamente cuando el resto de indi-

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cadores no dan cuenta de causas biológicas miento las bases fundamentales sobre las
estables. que se asienta la mayoría del quehacer
En arqueología social, ha sido preci- bioarqueológico, debido probablemente a
samente un aporte de la arqueología que la necesidad de sexuar el pasado, como
feminista materialista (Balaguer Nadal et la primera categoría social, ha sido
al. 2002, Castro Martínez et al. 2003a, planteada desde una teoría social pensada
Castro Martínez et al. 1996, Castro para el pasado arqueológico y no para el
Martínez et al. 1998, Castro Martínez et al. pasado biológico.
2003b, Escoriza Mateu 2001, 2002, 2004, En el presente artículo, intentamos dar
Escoriza Mateu y Sanahuja Yll 2002, una visión general al panorama actual de
Fregueiro Morador 2005, Rihuete Herrada las principales tendencias en las investiga-
2000, Sanahuja Yll 1995, 2002, 2007, ciones bioarqueológicas, para situar el
Sanahuja Yll et al. 2006, Vargas 2004) el estado de las preguntas y los fundamentos
insistir en la necesidad de sexuar el pasado teóricos que guían algunas propuestas en
y con ello, en el aporte impostergable que este campo de estudio. Partimos, de una
desde la antropología biológica se podría mirada basada en el marxismo materialista
realizar al estudio de las condiciones mate- y feminista, que pensamos se presenta
riales de los sujetos sociales, mujeres y como la alternativa que de manera más
hombres, en la prehistoria. En este marco, coherente ha abordado los tópicos en los
la antropología biológica, es necesaria- que se cruzan los problemas de investi-
mente requerida y conminada a realizar un gación arqueológica y de antropología
aporte que convoca a un cambio biológica desde una posición consciente y
paradigmático en relación a la manera en políticamente comprometida con el
cómo se vinculó históricamente con el presente. Si bien este trabajo conlleva una
estudio arqueológico de las sociedades. No revisión de campos disciplinares concretos,
es el requerimiento de nuevos informes, ni no busca delimitar problemas precisa-
de la consideración de cómo los factores mente disciplinarios, sino ser una reflexión
ambientales influyen en las llamadas crítica en torno a la necesidad de un campo
culturas , ni menos de cómo las culturas de estudio bioarqueológico social.
constituyen adaptaciones ambientales,
como lo ha venido desarrollando el 2. La proclamación de la bioarqueo-
enfoque bioarqueológico y procesual en logía: bases disciplinarias y contextos
general. Es, primero, la necesidad de contar de su surgimiento
con una teoría social explícita, con un La Bioarqueología podría definirse
marco epistemológico claro y por deri- como la disciplina, o campo disciplinario si
vación con unas metodologías coherentes, se quiere, que incorpora elementos
y segundo, la posibilidad de trascender la (proposiciones, métodos, datos) de la
mirada androcéntrica disfrazada tras un biología esqueletal humana para la reso-
neutro inocente, a través de la conside- lución de problemas arqueológicos. Su
ración del cuerpo, también, como un surgimiento está ligado a la crítica dirigida
producto social. hacia la inercia teórica heredada de la
Debido a que la sustancia que define el taxonomía natural de los siglos ilustrados y
estudio arqueológico es la materialidad del coleccionismo de casos paleopatoló-
social, entendida como la expresión física gicos, así como también, a los programas
de las tres condiciones objetivas de la vida de estudio destinados a construir una
social -hombres, mujeres y objetos- (Castro tipología y una historia de las migraciones
Martínez et al. 1996:42), la participación de las distintas razas que habían poblado el
de una antropología física motivada por continente americano, gestados en el
preguntas de corte sociológico e histórico, marco del Particularismo Histórico de la
constituye un paso imprescindible para la arqueología americana de principios del
determinación de la especificidad sexuada siglo XX. El resultado de estos programas
de los restos humanos en contextos arque- de estudio fue la proliferación de tipologías
ológicos estructurados. Sin embargo, no se raciales, construidas en sintonía con el
han considerado con suficiente deteni- concepto de raza según el cual, cada una de

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ellas configuraba una unidad cultural que les rodea. Su fuente de información
homogénea con una lengua, una cultura y está formada por el material esqueletario
un territorio. En el proceso de su elabo- (huesos y dientes), aunque en determi-
ración fueron analizadas grandes series nadas condiciones es posible contar con
osteológicas, sin embargo, los datos restos de tejidos blandos, como músculos,
obtenidos fueron reducidos a simples órganos y tegumentos, material al cual se
tabulaciones de promedios y desviaciones debe acceder mediante un enfoque inter-
estándar. Ejemplo de ello es el escaso disciplinario como forma de obtención de
impacto contemporáneo que tuvo el desa- toda aquella información relevante sobre
rrollo metodológico y teórico más estrés fisiológico, ecología nutricional,
profundo de la osteometría, representado patrones de actividad; aspectos revela-
en gran medida por los trabajos de Karl dores de la historia vital, en los niveles
Pearson sobre variabilidad craneofacial. A individual y poblacional y cuyo abordaje
pesar de que en biología evolutiva se reali- resulta crítico para la caracterización de
zaban importantes avances en la los patrones de conducta, estilo de vida,
modelización matemática de los meca- enfermedad y otros aspectos que forman la
nismos involucrados en la evolución de los fábrica de la condición humana (Larsen
organismos, la antropología física fue 1997b:5). El objeto de la bioarqueología, en
continuista del antiguo paradigma. Incluso este marco, es la reconstrucción de los
en la arqueología como antropología se patrones de adaptación, identificando las
adelantaba a la antropología física en la fallas de estos procesos en los
incorporación de conceptos provenientes denominados indicadores de estrés, y
de la biología evolutiva y la ecología en su determinando el impacto de las prácticas
afán por profundizar en el conocimiento de culturales en el proceso de adaptación
los procesos de cambio de los sistemas (Armelagos 2003a).
culturales (Binford 1962). La conformación, para Armelagos, de un
En este contexto de elevado criticismo nuevo campo de estudio, estuvo posibi-
hacia la craneología tipológica (Armelagos litada por el enfoque biocultural, que
et al. 1982b), es que se gestan propuestas consideró necesario tomar en cuenta los
alternativas para lo que en su momento fue factores culturales y biológicos en las
proclamada como una Nueva Antro- manifestaciones de la biología esqueletal.
pología Física (Washburn 1951). Para Además, fue esencial en el desarrollo de
Armelagos (Armelagos et al. 1982a, bioarqueología la incorporación de una
Armelagos 2003b, Zuckerman y Armelagos perspectiva antropológica en paleopato-
2011) la configuración del campo de logía (Armelagos 2003b), especialmente
estudio bioarqueológico debe entenderse porque ésta había sido desarrollada y
como una respuesta crítica a la carencia delimitada por una perspectiva médica
científica del esencialismo descriptivo de (Fregueiro Morador 2005:58).
los enfoques especialmente craneomé- Para Wright y Yoder (2003), en tanto, la
tricos en los que estuvo focalizada la bioarqueología se vio no sólo posibilitada
antropología física de la primera mitad del por el enfoque biocultural, sino que
siglo XX. De ahí que, fundamentalmente en especialmente por la influencia del
Estados Unidos, la orientación de la bioar- desarrollo de la Nueva Arqueología, que
queología deba entenderse como la permitió introducir en el interés de la
superación de una etapa precientífica antropología biológica la consideración de
que, movilizada por el interés en el estudio los procesos culturales e históricos en la
racial de los individuos, construyó una conformación de la variabilidad biología
visión reduccionista basada en la conside- humana. En sintonía con el planteamiento
ración del esqueleto humano como fuente de Larsen (1997a), sostienen que un
de datos puramente descriptivos y parti- énfasis clave de la bioarqueología ha sido el
cularistas. Sobre todo, cobra interés el contar con un enfoque poblacional. Debido
estudio de las adaptaciones, constituyendo a que el nuevo campo de estudio se
la vía para la comprensión de las relaciones interesó en evaluar las implicaciones de la
entre las poblaciones y el medio ambiente diversidad cultural y el efecto de los

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cambios ambientales en la vida de los invasiva.


pueblos , el estudio del organismo, es La tercera tendencia dentro del campo
decir, del individuo como unidad de de la bioarqueología estaría anclada, para
análisis, se mostró como insuficiente para estas autoras, en una contextualización
la investigación del agregado social en el arqueológica más grande de los restos
pasado, por lo que fue necesario contar con óseos (Agarwal y Glencross 2011a).
el desarrollo de una mirada poblacional Consideran que, a pesar de que la
(Wright y Yoder 2003). Esta perspectiva incorporación de información contextual
basada en la población y con énfasis en la arqueológica ha sido central en el estudio
respuesta adaptativa del esqueleto a las de la práctica mortuoria desde hace algún
fuerzas ambientales (culturales), puede ser tiempo (por ejemplo, ver Beck 1995;
considerada como la fundación y la Chapman et al. 2009. En Argarwal y
primera ola teórica en bioarqueología Glencross 2011: 3), sólo recientes estudios
(Agarwal y Glencross 2011a). han puesto de relieve la necesidad de una
Es probablemente debido a la expansión comprensión más profunda de las formas
acrítica de esta perspectiva donde se de vida pasadas obtenidas a través de la
localiza el foco del debate desarrollado en consideración simultánea de fuentes de
lo que Agarwal y Glencross (2011a) información arqueológicas, históricas y
consideran como la segunda área de etnográficas junto con el análisis
investigación de las recientes décadas de esqueletario (Blakey y Rankin-Hill 2004;
una Segunda Ola teórica en bioarqueología. Buikstra y Beck 2006. En Argarwal y
Que en realidad a nuestro juicio constituye Glencross 2011: 3). De esta manera, si bien
más bien un llamado de atención la atención a la adaptación biocultural del
metodológico y, en ningún caso, una nueva esqueleto y la utilización de nuevas meto-
corriente teórica. Se trata un examen dologías de identificación aún se
crítico de la naturaleza de las muestras mantienen en el campo bioarqueológico,
esqueletarias arqueológicas en sí mismas, consideran que la investigación actual
que inaugurado con la publicación de La intenta integrar los elementos de la inves-
paradoja osteológica (Wood et al. 1992) tigación biológica, conductual, ecológica y
puso en primer plano la naturaleza del social. El objetivo de esta nueva práctica
registro del esqueleto, específicamente el bioarqueológica sería la de trascender el
papel de la mortalidad selectiva y la cuerpo del esqueleto al reino de la expe-
heterogeneidad oculta en la susceptibilidad riencia vivida y de hacer una contribución
a la enfermedad (o debilidad), su influencia significativa para nuestra comprensión de
en la formación de las muestras los procesos sociales y de la vida en el
esqueletales, y cómo éstas afectan a la pasado. Finalmente, señalan que si bien los
interpretación de la salud y la enfermedad primeros estudios en osteología humana
en las poblaciones del pasado. destacaron el cambio biológico y evolutivo,
Otra área de trabajos en bioarqueología la bioarqueología contemporánea es ahora
de esta Segunda Ola descrita por Agarwal y una disciplina preparada para comprome-
Glencross (2011a), se habría centrado en la terse con la teoría social (Agarwal y
aplicación y desarrollo de las nuevas Glencross 2011a: 3). En este nuevo
tecnologías para el estudio de la salud y los escenario, los/as científicos/as estarían
estilos de vida en las poblaciones del desde el principio más comprometidos/as
pasado (Iscan y Kennedy 1989, Katzenberg con la esencia biológica y social de los
y Saunders 2000, Saunders y Katzenberg individuos en la construcción de una bioar-
1992). Por ejemplo, avances en el uso de queología social. El interés se centraría en
métodos isotópicos para la reconstrucción la reconstrucción de los cimientos
de la dieta y patrones de migración biológicos del cuerpo esqueletario y la
(Dupras y Tocheri 2007, Eckardt et al. estructura cultural que en conjunto ha
2009, White et al. 2004), análisis de ADN creado el espacio social y los seres sociales
antiguo de las condiciones patológicas que habitan en él.
(Dupras y Tocheri 2007, Sealy 2001) y el Resumiendo, la historia y desarrollo de
uso de tecnología de microimagen no- la bioarqueología podría enumerarse en:

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1. Una respuesta al esencialismo entonces relacionarse al tercer factor la


descriptivo de la antropología física causa de la variación observada en estrés.
de principios del siglo XX, impulsada La disrupción fisiológica individual y
por el enfoque biocultural y por una poblacional retroalimenta el sistema de
perspectiva antropológica en paleo- forma directa sobre las restricciones
patología. ambientales y los sistemas culturales, de
2. La influencia y auge de la Nueva modo tal que la capacidad de la población
Arqueología, especialmente de los para mitigar el estrés posee implicancias
enfoques ecológico/culturales de la directas en el comportamiento y
antropología norteamericana, por funcionamiento de la sociedad (Larsen
una parte, y del enfoque biocultural 1997b). Para Luna (2006) el estrés es un
adaptacionista desarrollado en bio- concepto hermano del de adaptación , ya
logía humana, por otra. que mientras éste se focaliza en las
3. Un giro en el interés desde la biología consecuencias adaptativas o positivas, es
del individuo (o del organismo) a la decir, en el mantenimiento de un estado
biología de las poblaciones. estable de homeostasis corporal, el estrés
4. La paradoja osteológica y su cuestio- revela los costos o límites de esa
namiento a una valoración y adaptación. Asimismo, la paleopatología en
tratamiento inocente de las muestras el marco propuesto por la bioarqueología,
esqueletarias. tendría como interés último la
5. El desarrollo de una bioarqueología comprensión de los procesos mediante los
contextual en respuesta tanto a la cuales las culturas pueden causar y
paradoja osteológica, como a la responder al estrés.
hegemonía del enfoque biocultural El diseño de investigación del programa
basado en el concepto de adaptación biocultural considera así a las variables
y ambiente. ambientales y culturales como las
categorías formales para efectos compara-
3. Las bases conceptuales de la tivos. En un enfoque poblacional, se
bioarqueología considera que la cultura constituye una de
En el centro del modelo biocultural las principales adaptaciones de la especie
propuesto por la bioarqueología se humana (Armelagos y Dewey 1970), y
encuentra el concepto de estrés, el cual como tal, es fundamental para entender los
puede ser observado en el esqueleto procesos epidemiológicos. Así, tanto el
manifestado como disrupciones fisiológicas ambiente como la cultura son organizados
(Goodman et al. 1984, Goodman y en variables tipológicas, en función de, por
Armelagos 1989). Sus propiedades de ejemplo, altura, humedad, temperatura,
severidad, duración y periodicidad son etc., en el primer caso y grupo étnico,
consideradas de importancia para la género, estatus socioeconómico, sistemas
comprensión de los procesos bioculturales. de parentesco, residencia parental y
Los tres factores involucrados en la subsistencia, en el segundo. La evaluación
disrupción fisiológica son las restricciones del estado de salud de la población es uno
ambientales, los sistemas culturales y la de los aspectos de mayor consideración en
resistencia del huésped. Las restricciones los diseños de investigación y se suele
ambientales incluyen la disponibilidad medir en función de la variabilidad recién
limitada de recursos y los estresores. Los enunciada. La consideración de variables
sistemas culturales pueden actuar culturales se entiende en un marco de
amortiguando la acción de los estresores, configuraciones ecológicas, que posibili-
potenciándolos o generando otros nuevos. tarían la comprensión de procesos de
Finalmente, la resistencia del huésped es cambio, o transiciones, entre sociedades en
aquel factor de carácter individual, variable circunstancia pre/postcontacto, rural/urbano,
en función de la edad, sexo o factores interior/costero, tierras bajas/tierras altas,
genéticos, que puede actuar amortiguando pre/postagricultoras y pre/postindustriales,
los efectos del estrés. Si se presumen dos por ejemplo.
de estos tres factores constantes, puede Otro de los objetivos del programa

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biocultural es el de abordar la íntima inter- En palabras del autor: Adaptación es el


relación entre los procesos de cambio cambio por el cual los organismos superan
cultural y su impacto adaptativo en las los desafíos de la vida … abarca procesos
poblaciones humanas en aspectos tales bioquímicos, fisiológicos y genéticos …
como la salud. Aunque la intención de involucrados en (i) grandes eventos evolu-
incorporar la cultura está presente en su tivos, (ii) en el crecimiento del individuo y
diseño, no existe una clara formalización (iii) cambios conductuales y fisiológicos de
de cómo hacerlo. Tanto es así, que ni corta duración . Considera que
cultura ni adaptación cultural son determinado modo de funcionamiento
conceptos que tengan una definición puede ser adaptativo o desadaptativo bajo
mínimamente consensuada (McElroy circunstancias comparables, bajo la
1990). En el caso de la adaptación cultural, premisa, más cercana a Spencer que a
ha de reconocerse que en su origen y en su Darwin, de que existe una selección natural
desarrollo posterior en el marco de la de los organismos mejor adaptados y una
arqueología procesual, el concepto es un extinción de los peor adaptados a través de
mero préstamo de la biología evolutiva, una reducción de su fertilidad o de su
utilizado metafóricamente para referirse a muerte temprana. Ha de destacarse que el
un proceso mediante el cual un rasgo concepto de adaptación en la teoría de la
determinado cambia debido a presiones evolución es de carácter filogenético, no
del medioambiente. Según esta metáfora, ontogenético, por lo que la consideración
dicho cambio confiere al rasgo una tarea, de cambios conductuales o fisiológicos
una función, que permite un aumento de durante la vida de un individuo tiene como
las posibilidades de sobrevivencia de una consecuencia una grave confusión en
población. Además de como un proceso, la cuanto a la identificación de las adapta-
adaptación puede referirse a un elemento ciones objeto de observación, tanto en su
particular que es resultado de tal proceso. unidad de diagnosis (el individuo) como en
Un proceso de adaptación cultural sería, su unidad de análisis (la población). La
por ejemplo, la adopción de la agricultura, polisemia del concepto es una cuestión que
mientras que la práctica de la agricultura no ha sido tratada por la antropología
constituiría su producto final, la adap- cultural, de modo que su uso en paralelo a
tación. su significado ecológico y evolutivo ha
Mientras que en biología el concepto de reducido seriamente su supuesto potencial
adaptación ha sido sometido a un intenso explicativo.
escrutinio conceptual, empírico y episte- El paralelo entre evolución/adaptación
mológico (Brenner 1998 , Forber 2008, biológica y evolución/adaptación cultural
Ginnobili y Blanco 2007, Hey 1999, Lewin presenta varias otras dificultades (Fracchia
1982, Pigliucci y Kaplan 2000, Queller y Lewontin 1999, Sober 2006), aunque
1995, Shanahan 2008, Williams 1966), no para los efectos que motivan este artículo,
puede decirse lo mismo de su análogo es necesario señalar que mientras en
cultural, por más que la consideración de la biología evolutiva el estudio de las
cultura bajo un marco teórico evolutivo se adaptaciones va dirigido a discernir las
encuentre inmersa, actualmente, en un causas, el enfoque biocultural ha tratado
intenso debate (Aunger 2006, Bryant 2004, fundamentalmente las consecuencias de
Fracchia y Lewontin 1999, Mesoudi et al. las denominadas adaptaciones culturales.
2006, Pomper y Shaw 2002, Runciman La noción de adaptación en términos de
2005, Sober 2006). Solo basta hacer refe- cambio y su relación causal con el
rencia al concepto de adaptación que concepto de función puede suscitar el
establece Lasker (1969) para definir lo que establecimiento de relaciones espurias
él llama el enfoque ecológico en antropo- como la que surge de la afirmación las
logía física , el cual inspiró a un inmenso aves tienen plumas para poder volar ,
programa de investigación (The Human cuando es también posible que las plumas
Adaptability Project) dirigido a estudiar la hayan tenido una función más relacionada
adaptación de diferentes poblaciones del con la termorregulación de cierto grupo de
globo a una amplia variedad de ambientes. reptiles, evolutivamente distantes de

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desarrollar la capacidad de locomoción disrupciones fisiológicas, como aspectos


aérea. Entre las características que posee observables del estrés, constituyen altera-
un organismo o un sistema cultural pueden ciones de la función normal (ideal) del
existir cambios que, por un lado, no ejerzan organismo. En este concepto se conciben
ninguna función o, por otro no constituyan unas condiciones genéticas que estarían
una respuesta frente a cierto estímulo inscritas en el plan de desarrollo del indi-
ambiental. viduo. Son en sí mismas, independientes
De la arqueología procesual, y la del ambiente, ya que en cuanto su realidad,
antropología cultural norteamericana, no dependen de unas condiciones externas.
proviene el interés de comprender Así, el desarrollo de este plan interno se
evolución de la cultura, centrándose en sus expresaría fenotípicamente dependiendo
procesos de cambio. La incorporación del de las condiciones ambientales. Su
pensamiento evolutivo al estudio científico expresión, entonces, estaría mediatizada
de la cultura, en otro momento purgado por la relación que se establece entre el
por Franz Boas, decayó durante la plan predeterminado y lo externamente
postguerra frente a las consecuencias polí- dado. Lewontin ha apuntado a la falacia
ticas que presenta la implicación de que implica asumir este concepto, ya que
culturas más o menos desarrolladas o en estricto rigor, no hay planes predeter-
poblaciones adaptadas o mal adaptadas a minados, sino sólo genes, que no poseen
sus respectivos ambientes. Tales impli- significado intrínseco. El concepto de
cancias permanecen, explicitas o implícitas, estrés, en este sentido, como disrupción
en el programa biocultural, tal como se fisiológica y, en consecuencia, como reve-
observa en el artículo de Armelagos y lador de los límites de la adaptación, no es
Dewey (1970) titulado Evolutionary sino el producto de la visión proveniente
response to human infectious diseases en de la biología del desarrollo en donde el
el que se señala la existencia de cinco plan genético constituye una imagen inma-
estadios en la historia del patrón epide- nente, tal como una película fotográfica es
miológico, en función de la adaptación proyectada por un líquido a cierta
cultural expresada en incrementos en el temperatura que posibilita y mediatiza su
número y densidad poblacional y cambios expresión. Aquí el telón de fondo lo consti-
en el balance ecológico: caza y recolección, tuye precisamente el ambiente, que posibi-
aldeas sedentarias, ciudades preindus- lita la expresión del plan preformado del
triales, ciudades industriales y el presente. organismo; de manera que debería ser
Mientras, los/as especialistas de la evo- posible describir un ambiente en que el
lución humana, entendiendo que la cultura fenotipo tenga esa forma normal específica
formaba parte del proceso de homini- al que referir las denominadas disrup-
zación, la consideraron un objeto de ciones; pero efectivamente ese ambiente
estudio propio, a abordar mediante los ideal no existe en mayor medida que ese
restos materiales provenientes de los estado ideal de Newton en el que no está
yacimientos paleoantropológicos, en presente ninguna fuerza (Lewontin 2000:
estrecha colaboración teórica con la Nueva 36). La noción de que el ambiente,
Arqueología, o en extremo, a través de la mediante la relación entre sus propiedades
extensión de la biología poblacional y la estresoras y mitigadoras, influye sobre la
teoría evolutiva a la comprensión de la manifestación de un potencial genético
organización social propuesta por la socio- durante el proceso de desarrollo y creci-
biología de Wilson (2004). miento, oscurece las relaciones que esta-
blecen los organismos con su ambiente, en
4. Crítica al modelo adaptacionista en cuanto sus propiedades son definidas por
bioarqueología las actividades de los propios organismos,
De manera sintética es posible advertir mediante la activa determinación de
que los conceptos fundamentales para la aquellas condiciones de la realidad que les
elaboración del modelo biocultural adapta- son relevantes, la creación de relaciones
cionista son, especialmente, el estrés, el entre esas condiciones, y la modificación de
ambiente, la adaptación y la cultura. Las las mismas (Lewontin 2000).

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Aportes para una bioarqueología social y feminista

Las características idealistas de los cultural ; un recurso que se convierte en


conceptos utilizados en el modelo un instrumento político cuando se
propuesto por el enfoque biocultural presenta como dado y como mecanismo
pueden desprenderse fácilmente. Efecti- necesario para la adaptación.
vamente, las premisas esencialistas que Si bien en el último tiempo se ha
definen la condición normal para la identi- debatido en torno al problema teórico de la
ficación de los supuestos indicadores de propuesta biocultural en bioarqueología,
estrés, anteponen una realidad nunca vista dando cuenta de enfoques renovados como
pero aplicada a la descripción de la los de la bioarqueología contextual, por
realidad empírica. Se buscan los estresores ejemplo, éstos no han superado la visión
como factores previamente clasificados en culturalista propia de la antropología idea-
las denominadas restricciones ambien- lista postmoderna. La declaración realizada
tales , ya que también la supuesta por Agarwal y Glencross (2011) en la que
adaptación que éstos revelan no es sino el señalan que el objetivo de esta nueva
resultado de la propuesta que ya está práctica bioarqueológica sería la de
escrita antes de ir a observarlos. Esto efec- trascender el cuerpo del esqueleto al reino
tivamente es coherente con el plantea- de la experiencia vivida y de hacer una
miento indignante de la disponibilidad contribución significativa para nuestra
limitada de recursos asumida como parte comprensión de los procesos sociales y de la
de las restricciones ambientales por el vida en el pasado (Agarwal y Glencross
enfoque biocultural, en donde la adap- 2011a: 3) no han configurado más que una
tación no es sino el sinónimo de riesgo reiteración de las buenas intenciones ya
recogida de la teoría económica liberal. De manifestadas por el enfoque biocultural en
esta manera resulta demasiado sencillo, sus inicios, supuestamente alcanzables
otorgar al ambiente una realidad dada, mediante la integración de los elementos
siempre hostil, y donde simplemente de la investigación biológica, conductual,
sobreviven los más adaptados mediante ecológica y social . Es cierto que en el
el sistema cultural. De aquí sólo falta un libro recientemente aparecido Social
paso, para naturalizar las condiciones de Bioarchaeology (Agarwal y Glencross
disimetría. 2011b) se compilan una serie de trabajos
La consideración del binomio que propugnan trascender el biologicismo
organismo/ambiente como equivalente de propio de los enfoques previos, especial-
interno/externo o huésped/hábitat encuentra mente porque se autopresentan como pre-
en los sistemas culturales uno de los parados para el compromiso de la bioar-
canales para la adaptación. Tal como un queología con la teoría social. ¿Pero con
puente que cruza un abismo, la cultura cuál teoría social? ¿Es realmente un propó-
sirve al organismo como un enlace para sito consciente de esta bioarqueología
poder hacer frente a eso externo que ya lo social explicitar el punto de partida teórico
limita desde el nacimiento. No es como base para la discusión de las cate-
demasiado distinto a la relación que existe gorías propuestas? Mientras se dilucida
entre el mandato de una vida de oración y efectivamente la conciencia teórica de
penitencia para conseguir el perdón al estos trabajos, nos parece fundamental
pecado original. Como señaláramos, la dirigir los esfuerzos, las metodologías y la
escasa atención al concepto de cultura del rigurosidad hacia diseños de investigación
que se sirve la bioarqueología biocultural cuyo objetivo sea la resolución de proble-
como uno de los factores causales de la mas sociales con una base teórica explícita.
adaptación, constituye la imposibilidad o la
negación a considerar preguntas sociales. 5. El llamado a sexuar el pasado: hacia
En los sistemas culturales, donde no hay una propuesta de bioarqueología social
sujetos sociales, sino que sólo aspectos que y feminista
sirven a la adaptación, se silencia la ¿De qué manera, entonces, puede la
diferencia sexual y se justifican las bioarqueología social comprometerse con
disimetrías sociales entre los distintos una práctica teórica y políticamente
colectivos mediante el recurso al cambio consciente? La respuesta metodológica

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está, por una parte en la enorme batería de Al integrar teóricamente a la


procedimientos tecnológicos, enumerados antropología física en las preguntas de
una y otra vez por la literatura de la década investigación y no localizarla instrumen-
de los 90. En ese conjunto se encuentra el talmente sólo como disciplina ad-hoc al
potencial, ya bastante desarrollado, de una trabajo de campo o de laboratorio, creemos
detallada serie de datos respecto a la que se ha generado un cambio
reconstrucción de dieta y nutrición, expo- paradigmático en cómo una ciencia anclada
sición a agentes patógenos y traumáticos, especialmente en la biología evolutiva y
marcadores de actividad muscular, movilizada, por lo tanto, por preguntas de
articular y estructural, historia residencial, investigación no sociológicas, puede
estructura poblacional, historia evolutiva, reformular el alcance de su trabajo. En este
etc. Mediante la identificación de estas sentido, es interesante apuntar que
características a nivel individual, colectivo quienes han desarrollado una práctica en
y poblacional, además de la contextuali- esta línea de investigación han sido
zación arqueológica, será posible localizar principalmente arqueólogas/os que se han
social e históricamente la diferencias entre especializado en bioarqueología (Balaguer
los distintos colectivos sociales, en un Nadal et al. 2002, Balaguer Nadal y Oliart
tiempo y en un espacio acotado, es decir, Caravatti 2003, Fregueiro Morador 2005,
en una situación histórica que es donde Rihuete Herrada 2000, 2003).
tiene sentido la vida social. La justificación de la necesidad de
Es posible que la necesidad de sexuar el sexuar el pasado, ha sido ampliamente
pasado, planteada inicialmente por abordada en otras partes (Castro Martínez
Sanahuja Yll (Castro Martínez et al. 2003a, et al. 2003a, Castro Martínez et al. 2003b,
Castro Martinez et al. 2006, Escoriza Mateu Escoriza Mateu y Sanahuja Yll 2001,
y Sanahuja Yll 2001, Sanahuja Yll 2006, Sanahuja Yll 2006, Sanahuja Yll 1990,
Sanahuja Yll 1997, 2002), como mecanismo 1997, 2002, 2007). Aquí conviene resaltar
indispensable para conocer la realidad que la propuesta de sexuación del pasado
material de los sujetos sociales en el constituye una propuesta [no sólo para]
pasado, haya sido el puntapié definitivo conocer las actividades efectuadas por
para el reconocimiento del concurso mujeres en los diferentes contextos
especializado de la antropología biológica prehistóricos, sino también la de los
en el marco de una arqueología social. Si hombres, ya que tampoco han sido
bien tiene su anclaje de teoría arqueológica atribuidas con fiabilidad. … Se trata de
en el desarrollo de la teoría de las prácticas conocer cómo vivían hombres y mujeres,
sociales (Castro Martínez et al. 1996) cómo se repartían el trabajo, qué lugar
ampliada en la teoría de la producción de la ocupaban en la unidad doméstica o fuera de
vida social (Castro Martínez et al. 1998), ella, cómo se cuidaban los individuos, si
constituye un aporte exclusivamente existían relaciones violentas entre los sexos
feminista, que otorgó completitud al o entre colectivos, si el trabajo era o no
planteamiento materialista denunciando el equivalente, y en qué medida la disimetría
silenciamiento de la diferencia sexual en la afectaba a mujeres, jóvenes y niños/as u
lectura del registro arqueológico, y otros grupos sociales, qué simbólico
reclamando la necesidad de reconocer transmitían sus imágenes cuando las había
dentro del estudio de las condiciones (Sanahuja Yll 2007: 35). De manera que
materiales de la realidad social la una bioarqueología social posee las
diferencia sexual como la condición herramientas y el potencial cuerpo de
material básica para ubicar a los agentes de datos para enfrentar estas preguntas. Pero
la vida social. De ahí que, la importancia de lo de sexuar el pasado no es sólo una
la identificación sexual de los restos cuestión de huesos. Es, antes, el despliegue
humanos en contextos arqueológicos, de interrogantes que buscan lo que no se
resulte fundamental en cuanto a las ha querido ver en la materialidad del
preguntas que guían la investigación y no registro arqueológico, que es por definición
como mero recurso de procedimientos social. En este sentido, la propuesta abarca
metodológicos puramente descriptivos. mucho más que la identificación del sexo

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Aportes para una bioarqueología social y feminista

de los individuos, y se propone recurrir a trabajo específico, evitando la pretendida


otras vías materiales para dar con la vida definición natural del mismo. Es
social de mujeres y hombres, así como con importante señalar que la producción
otras categorías sociales comúnmente básica en la reproducción social es la única
silenciadas. Así, no sólo importa conocer el producción en la que la obtención del
sexo biológico de los restos esqueletarios, plusproducto, tanto para aumentar la
sino cómo se relacionan esos restos fuerza de trabajo como para compensar
humanos sexuados con los espacios pérdidas de ésta, no depende de mejoras
estructurados socialmente, y con las en los medios de producción en la
evidencias materiales de las prácticas introducción de sistemas de reparto de
sociales. En este contexto, sexuar los tareas que incrementen la productividad,
cuerpos implica el primer reconocimiento porque sólo el sobretrabajo de las mujeres
para su relocalización en la vida y no sólo permite un incremento en la producción
con las prácticas funerarias. social de hombres y mujeres. Es por estos
El resituar el cuerpo sexuado en la vida motivos, que la participación de las
social, encuentra sus relaciones empíricas mujeres en la producción a través de la
tanto en la bioarqueología, como en los reproducción se manifiesta como un
contextos funerarios, en las representa- trabajo socialmente necesario. La
ciones figurativas y en los espacios reconsideración, en consecuencia, de la
socialmente estructurados que se pueden reproducción biológica como un trabajo y,
definir en los asentamientos (Castro no como una condición naturalizada
Martínez et al. 1999), los cuales permitirán, permite a la investigación bioarqueológica
en conjunto, las posibles explicaciones aportar en el entendimiento objetivo de las
sociológicas de la vida social, es decir, de variables implicadas en la producción de
las condiciones materiales de vida y las cuerpos.
relaciones sociales entre los distintos Además el planteamiento de la
colectivos. Conceptualmente, la pregunta diferencia sexual como una categoría social
por la diferencia sexual conlleva a que universal que concibe la participación de la
hombres y mujeres, como sujetos mujer en la reproducción como un trabajo,
sexuados, deban ser considerados como implica atender otros ámbitos fundamen-
condiciones independientes, ya que la tales de la producción de la vida social, que
producción de cuerpos es un factor comúnmente se vieron desvalorizados no
decisivo en la generación de vida social, y sólo en la investigación arqueológica, sino
es prerrogativa de la capacidad de las que en gran parte de la investigación social
mujeres el gestar otro cuerpo en el propio, de la economía de las sociedades. Ya
gastando energía y el tiempo en ello Meillassoux (1977: 7-9) señalaba la
(Sanahuja Yll 2006). De esta manera, la desatención que Marx y otros autores
diferencia sexual se localiza en el ámbito habían hecho de la importancia de la
reproductivo, un ámbito en el que se comunidad doméstica en la reproducción
reproducirán quienes serán los/las física de los individuos. Y es que es
realizadores/as y depositarias/os del enteramente cierto el objetocentrismo en el
trabajo humano. estudio de la producción, y más
En relación al trabajo de las mujeres en marcadamente en arqueología. Frente a
la producción de cuerpos, la misma madre esta exaltación en la concentración
participa como materia base, mientras que exclusiva en la producción de objetos (y,
su energía y tiempo se destinan a la con ello, consumo y circulación), como
gestación y el alumbramiento de la nueva factores causales de la reproducción social,
vida. En la producción de cuerpos, también la teoría de la producción de la vida social,
considerada producción básica (Castro considera que la reproducción social de
Martínez et al. 1996: 38) se gestan toda sociedad se configura a partir de tres
entonces, los/as nuevos/as hombres y tipos de producciones: la producción básica
mujeres que serán la futura fuerza de (supra), la producción de objetos (alimentos
trabajo. De esta manera, la reproducción y todos los implementos para el consumo o
biológica es concebida como un proceso de el uso) y la producción de mantenimiento

Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 13, pp. 65-80 91


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(conservación y mantenimientos de los En cambio, si se resitúan los cuerpos en


objetos y sujetos sociales) (Castro Martínez su expresión real, es decir, en la vida social,
et al. 1998: 31). es posible primero identificar la dimensión
Así las tres producciones puestas en el de la reproducción social dentro del marco
mismo plano de necesidad para la específico del trabajo invertido en él, y,
reproducción social, exige su valoración segundo, en todas las prácticas de mante-
conjunta al momento de emprender nimiento que hacen posible el entendi-
cualquier investigación. Aquí es funda- miento sociológico de las actividades de
mental el concurso de una bioarqueología cuidado y atenciones (o desatenciones)
que cambie la condición del cuerpo como tanto de la reproducción biológica como de
depositario de prácticas sociales especí- la enfermedad. La especial relevancia de la
ficas, donde cobran especial relevancia las paleopatología y de la sexuación e identifi-
actividades de mantenimiento. Ya se ha cación de otras categorías, resulta
apuntado en otras partes cómo la evidente, y constituye la base para una
desatención de las prácticas de mante- bioarqueología social.
nimiento proviene de una mirada Finalmente, resulta importante destacar
característica del pensamiento patriarcal y que el enfoque propuesto no es solo pobla-
liberal, que propicia la exaltación de los cional, sino que colectivo: se caracteriza a
factores económicos basados en la los agentes sociales como aquellos
producción exclusiva de objetos para la participantes objetivos de la vida social.
explicación de la reproducción social, o en Las relaciones sociales y las prácticas
causas consideradas como extrasociales , sociales derivadas de ella son realizadas,
especialmente encarnadas en aspectos entonces, por agentes, colectivos sociales,
ambientales. Esta visión que ha sido no por poblaciones . Lo que observaremos
consciente o inconscientemente acuñada en sus huesos no serán adaptaciones, sino
por la práctica bioarqueológica, ha tenido que el resultado de prácticas sociales parti-
como consecuencia una aproximación culares basadas en las relaciones
sesgada de las implicancias sociales de la establecidas entre los agentes sociales y
enfermedad. Debido a que la atención ha objetos.
estado localizada en la individualidad del
cuerpo, o en el salto de éste al de la 6. Referencias
población, las características vinculadas AGARWAL, Sabrina C., GLENCROSS, Bonnie
con la experiencia colectiva de la enfer- A. 2011a: Building a Social
medad se han soslayado. Quizá porque no Bioarchaeology . Social Bioarchaeology, pp.
se cuente con una marco conceptual 1-11. Wiley-Blackwell.
dotado por un cuerpo teórico específico AGARWAL, Sabrina C., GLENCROSS, Bonnie
que circunscriba las preguntas de investi- A. 2011b: Social Bioarchaeology. Wiley-
gación adecuadas al registro arqueológico, Blackwell.
la integración de la paleopatología en la ARMELAGOS, George J. 2003a: Chapter 3.
investigación arqueológica, no ha logrado Bioarchaeology as Anthropology .
abordar los dispositivos sociales relacio- Archaeological Papers of the American
nados con la salud de los colectivos Anthropological Association, 13, 1, pp. 27–
sociales, es decir, las prácticas de mante- 40.
nimiento. Para ello se requiere que el ARMELAGOS, George J., CARLSON, D.S. y
programa bioarqueológico visualice el VAN GERVEN, D.P. 1982a: The theoretical
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