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La Luz y el Cine

La luz es una forma de energía radiante, que puede tratarse como un


corpúsculo integrado por partículas o como onda electromagnética. Esta es la
responsable de la percepción del mundo a través del sentido de la vista, dándole
a los objetos textura, volumen y forma, pues al incidir en ellos crea sombras que
los define y detalla. También es la causante de que estos objetos tengan color,
debido a que sus propiedades permiten que los cuerpos absorban los colores de
las longitudes de onda que la componen y reflejen los que no absorben.

Siguiendo los principios de la luz, fue creada la primera cámara fotográfica


en 1839 por Louis Daguerre y posteriormente el cinematógrafo en 1895 por los
hermanos lumière dándole inicio al mundo del cine, sin embargo el estudio de este
fenómeno no muere en la invención del aparato, al contrario, este se convierte en
motivo de un estudio y aplicación más amplio de la luz.

A la par de la evolución del cine, la forma en que utilizan la luz en este


medio se va reinventando, creando nuevas técnicas y conceptos, partiendo en su
mayoría de la fotografía (el referente más cercano), la luz comienza a utilizarse no
solo como fuente para poder ver las escenas si no con otros fines y para ello se
toman en cuenta 5 propiedades.

Calidad de la luz. Varía entre luz dura y suave, la luz dura es usada para
hacer un alto contraste entre el cuerpo fotografiado y el ambiente, generando
mayor sombra, textura y saturación, ejemplo de su utilización es cuando se busca
caracterizar un personaje por su actitud tosca, fuerte o malvada. La luz suave o
difuminada crea un cuerpo menos definido, una aplicación de esta puede ser
generar un entorno más calmado y agradable o disimular las arrugas de un rostro
envejecido.

Intensidad. Esta se refiere a la cantidad que hay en el espacio a grabar y


que le incide al objeto o cuerpo en él, del uso correcto de esta propiedad depende
muchas veces la atmosfera psicológica de la escena a grabar, ejemplo de ello, es
la poca intensidad en un cuarto de hospital que podría sugerir tristeza, muerte y la
gran intensidad podría sugerir recuperación o un nacimiento.

El color. En cuanto a esta propiedad, se refiere a la temperatura de la luz,


una luz cálida convierte a un personaje o ambiente en amigable y acogedor, una
más fría como el azul generalmente es traducida como soledad, el rosa habla de
jovialidad, florecimiento, entre otros.

La dirección. La posición desde la cual proviene la luz hacia el objeto nos


ayuda a enfatizar u ocultar zonas, además su uso determina el volumen y las
texturas que les dan vida y tridimensionalidad a la escena, ejemplo del uso de la
dirección de la luz para agregar información es la dirección Nadir que usada en un
personaje lo define como malvado o tenebroso, pero esta también puede servir
para dirigir nuestra mirada hacia una acción u objeto especifico.

La cobertura. A través de este término se habla de lo concentrada o


dispersa que se mantiene la luz, mientras más concentrada sea esta, menor será
la superficie iluminada y mientras más dispersa esté, mayor será la superficie
iluminada. Un ejemplo son las distintas lámparas de luz utilizadas para iluminar la
escena y la cantidad de luz que regula y emite cada una de ellas.

Los elementos básicos para la realización de una obra cinematográfica son


la imagen y el sonido, pero al verlo de manera más profunda nos damos cuenta
acerca de que, es necesaria la luz, para que exista la imagen en pantalla, sin esta
no tendríamos nada que ver, además para hacer uso de la misma de forma
adecuada se hace necesario su estudio y compresión.

De esta forma logramos lo que han conseguido los directores de fotografía


a través de la historia en su labor, que es explotar las propiedades de la luz para
construir y narrar mejor las historias, describiendo, coloreando, sugiriendo,
destacando y dándole forma a los elementos en la escena y los personajes.

Anneirys Velásquez

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