Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ALUMINIO.
El aluminio es el metal más abundante en la corteza terrestre y se encuentra extensamente
distribuido. Este se usa para fabricar latas de bebidas, ollas y sartenes, aviones, el exterior
de murallas y techos de viviendas y papel de aluminio. El polvo de aluminio metálico se
usa a menudo en explosivos y fuegos artificiales.
Los alimentos no procesados tales como frutas frescas, hortalizas y la carne contienen muy
poco aluminio.
Compuestos de aluminio pueden agregarse durante el procesamiento de algunos alimentos
tales como:
Harina
Polvo para hornear
Colorantes
Agentes para prevenir aglutinación
Una persona adulta promedio consume aproximadamente 7 a 9 mg de aluminio al día
en los alimentos.
¿Cómo puede afectar el aluminio a mi salud?
Los trabajadores que respiran cantidades altas de polvo de aluminio pueden desarrollar
problemas respiratorios tales como tos o alteraciones que se detectan en radiografías de
tórax. El uso de máscaras para respirar y el control de los niveles de polvo en fábricas han
eliminado este problema en gran parte. Algunos trabajadores que respiran polvos que
contienen aluminio o vapores de aluminio tienen bajo desempeño en pruebas que miden
funciones del sistema nervioso.
La ingestión de aluminio generalmente no produce daño. Algunos estudios han sugerido
que la exposición a cantidades altas de aluminio puede causar enfermedad de Alzheimer.
Algunas personas que sufren de enfermedad renal acumulan una gran cantidad de aluminio
en sus cuerpos. La enfermedad del riñón impide la eliminación de aluminio en la orina.
Algunas veces, estas personas desarrollaron enfermedades de los huesos o del cerebro que
los doctores atribuyeron al exceso de aluminio.
MERCURIO.
El mercurio es un metal de color plateado, líquido a temperatura ambiente. Podemos
encontrarlo en tres formas químicas con diferentes características, aplicaciones y toxicidad:
mercurio elemental (o metálico) y en compuestos orgánicos e inorgánicos.
Fuentes de mercurio
El mercurio está presente en el medio ambiente como consecuencia de incendios forestales,
inundaciones u otros procesos naturales de erosión. Actividades humanas como la
incineración de residuos, uso de combustibles fósiles, algunos procesos industriales o la
eliminación incorrecta de productos que contienen mercurio contribuyen a aumentar sus
niveles en el medio ambiente. Peces y otros organismos acuáticos pueden absorberlo y se
va acumulando en la cadena alimenticia hasta llegar a nosotros.
Toxicidad crónica
La exposición crónica a mercurio puede provocar daños en el sistema nervioso central,
riñón y estómago, además de influir en el sistema inmune, la presión sanguínea y en el
ritmo cardiaco.
Se ha asociado también con temblores, cambios de personalidad (irritabilidad, aislamiento
social) y disminución de la memoria a corto plazo.
En su forma química más tóxica (metilmercurio) puede atravesar la placenta y afectar por
tanto al desarrollo del feto. A concentraciones elevadas, puede causar anomalías en el
desarrollo neurológico.
Biovigilancia en humanos
Las matrices biológicas más empleadas en los análisis de mercurio son la sangre, orina o
pelo. Los niveles de mercurio orgánico suelen determinarse en sangre mientras que en orina
se analiza el mercurio inorgánico. El análisis de muestras de pelo es una excelente
herramienta para estudiar la historia de exposición a mercurio debida al consumo de
pescado.
Es importante entender que la presencia de mercurio en sangre, orina o pelo no implica
necesariamente efectos adversos en la salud.
CADMIO.
¿Qué es el cadmio?
El cadmio es un metal de color plateado presente en la corteza terrestre de manera natural
combinado con otros elementos.
Fuentes de cadmio
El cadmio puede encontrarse de manera natural en pequeñas cantidades en el aire, agua y
suelo (carbón o minerales). Es muy frecuente que este elemento se extraiga como
subproducto durante la obtención de zinc, plomo o cobre. Alrededor del 83% del cadmio se
emplea en la fabricación de baterías, el 8% en pigmentos para pinturas y el 7% en
revestimientos y recubrimientos. Pueden encontrarse niveles elevados de cadmio en suelos
y aguas cercanas a áreas industriales o en zonas en las que se realicen vertidos de residuos
peligrosos.
Toxicidad crónica
Los efectos tóxicos a largo plazo del cadmio se dan principalmente en el riñón, donde se
acumula. La exposición crónica a cadmio también tiene efectos sobre la densidad ósea y el
sistema cardiovascular
El cadmio no atraviesa fácilmente la placenta y sus efectos sobre el cerebro son muy
limitados. El cadmio y sus compuestos están clasificados como carcinogénicos para
humanos.
Biovigilancia en humanos