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MASE Cree Sen) EI nifio en andlisis ead = Naeem : SHIA (ox9 boise de PSIGOLOGIA PROFUNDA 2s 244, 24s, 246, 250, Dh. D. 234, 25, 1M, Ssfowan, Laci. ine Lor seminanon de Jacques Laces 1933. 163 1. Homstein, taor suber y cli 1D. Wart y otros (comps), Clinics ps ounce tea sre soles TL. Homsicin (comp.), Proyecto lrepeatco L Beenstein, Devenir ‘arrvcom ctrl) 1M. Rod, Le nics iia yu trin 0. Romberg, La teorta de Tar reli nes ober yelp Chana cinco 3. Beicma, Pars does dl een easins 1 Vegh Las eas det cn MC RovkerHorien (comp) Alors Trayenrs dts ¥. Gand, Bs pe es que ive a ars dem Soe, Lo qe Laon iode ls gore 236, Bs. 259, 261. 22 ge Ra 268 270. 1. Hosein, Lar de SE Sibu, Lecin Leeernatle jogos Iocan 998.99 SINsioD, El ipo 1 Berermein, Del sor haw 1h heer, £2 mito en is of aor elon peri J Blger, Paco de Te condicte J-Bloset Psion y Plog institucional ENasio D. Miexero 1 sus idgones M."Tous, Fir del dog 1a pair 5. Vasilo, Exeibir of imaroputsiro S.Paln, Eo sowie f io em A Dap, Bare Panis ‘yDisenus Aires Bayard, (Se puede sir te tteratenn a puteoandis? SSchlemenion(comp Le linco on ef tnt mito picpedenio G Gate, Door Alba Flesler EI nifio en analisis y el lugar de los padres PAIDOS: Sac Aes pry ken de iar Mi em muon are ose sree tra Qu gre pains ionon ‘Suomen astra ees iach pregame ens ‘Scpclepopnio vt ees dang ee pen i 11723 Seep ed i ERTIES men se cnet ‘in a done Amis padres: Plage a 1. Bl ito en anilisis Prablemas del andi de nitos . Elobjeta del pricoandiis ef 0 nnn La exisencia del sujto:enre perdidas y pananciat 25 Blwjerode le extuctur: Ya 47 Un (Hay uno) [La akernancin del objeto ys esas 2 Los padres El deseo de ls padres Le anicpaci de ls madre [Ls mominacin del pad enn “Tres versiones del impotencia de pode El ade 642) nnn EL pad coli vn FL pare desresponsabilizado La consistencia del pare La utordad de los padres FH deseo de los padres entre ell el plana del eran 64 5. Los dempos del sujet, Tiempos de lo Real, de lo Simbico yd fo Hagar 1 Los tlempos dela amgustin an. Alga consideraciones sobre la angutia y ls fis dela inf foi: preintdo esac 5. Los tiempos del juego = 1s pola en jue £0 son juego en I estructura El primer juego ~ La demaua en juego Los tes tiempos del jeg del caret Loe tempos del fantasia: la escens en jez Larepreseeacida lic: Realy realidad en juego - La escens lids ss condiciones Juego y slant: a imagen en juego [Las intervencones del anata Los tempos del dba nnn [El dibujo los tempos de Infancia on El dibujo en uansferencia . Un dibsjo aii Eldibujo de una fers mene La iatervencin de analses Un dibujo para mae sn El dibujo de una adolscente Dibyjode ua duel sn Los padres y a transforencia ‘Algunas nous sobre los impos de a wanserencia Tas padres costa ‘Los destinos de saber en a infin: ia de saber ye afin de verdad. Et emp de bs preguntas “Teorey eoriass Las respestasy sus vieistudesinhiicin, sonoma y angst Laverda dels pas | Las inrervencdones del analista en el anlisis ast 155 46 U1 MIRO enn vo 7 Ls dstinasitervenciones del anais2 tot TIntervncin elo Real 162 Ievervenci en lo Simeien och Tnersencin en lo lmaginasio Las intervenciones del anais en Ton ea de rend... 16 El encuentro eon Jai ns vos 16 Fread y el ailsis de un paber "170 Alganas preguntas clisicas en el andlss de anit soon 174 ‘Cito dar comienzo alanis de un 80? sens 17 {Gaind finaiea nesta interven? one 185 {Gil es a Func de los jugutesy del juego en ls cena analitin? estan {Qué jugutes inl en a escena anal? Intervenciones del anlista con los pees on EL inflajpanaitico sobre los progenitores [No sélo I intespretcin Tnvervenira futuro Mog on Prélogo [Eserib este bro partie de mi pricica como psicoanalista. Lve- sso de tents afos de recibiea aos y a padres en mi consulta fo y de haber dicta una serie de seminarios sob el tema, he ecogida en este texto algunas refleiones suscitadas por 62 ‘experiencia. Los alist que asistieron a dchos seminarios me ‘esimularon para plasmar por esrito as ideas que he ido dest- trollanda alo largo de tao ests aos. La excrib pues, eosan- ddocn quienes quieren formarse como analists de ninos. Me re- fiero aquellos que deciden recbir en su consltorio a pacientes |que no vienen por sf ssmos, mi presentan la plenitud de nots \eales» mencionadas por Freud, tampoes eseucharon hablar de ppstcoandlisis nian adulo les hablé de esta prt. Llegan oa su sufrimiento porque ox los trae o los deriva desde determina draito socal, no suelen hablar como lo ha- ‘en ls adultos, ls mis de las veces jegan o permanecen en si Jeno, ots no quieren venir o nos hacen preguntas sobre cues ‘ones intimas. Low adlton que Tos acompaian o los envian tam ‘ica pregunta, demandan respuesta, indicaciones,protestan y ‘en ocasiones se quejan de ess nifios que no les responden, Desde el inicio, los nifios presenta al analists un sesgo problemtco, pues su abordaje demoscrdexeoder el marco teo- rico original para el que habia sido creado el psicoaniliis Sin embargo los problemas que ul euadro destuacion nos sues eben ser ensiderades intrinsecos al pscoanalsis de nos 0, en odo eso, inviana reinterogar los concepts mis ‘mos en los ques insribe su pitica? ‘Ari entender, I oposicion sstenida en nuestro mbito en- tre ls analizabildad del nifio, su pleno derecho al aniisis cal ‘como a un adult se le ofrecc-y I afimacién opwesta basida cn J insufiiencia psiquica para trabajar a parir de eta disei- plina, ha resultado inoperant, El nifto no puede ser abordado del misma modo que un audulto, pero no requiere por eso un émbito especial. Si, en ambio, su atencion supone una especificided, lea, asenta- da en el reconocimniento de Jos diferentes tiempos del sueto, sian diversas operatorias en Ia prictica anata [Nutra de fos textos de Peeud y sus seguidores, empapa- «ds en ia polémicn que sostienen ls letras de Melanie Klein y ‘Anna Freud, seguidora atenta de ls elucubraciones de Win- aivotty de los aportes de Frangoise Dolto y Maud Manon, pp allay, en la formalizaci6n que Lacan hace del sujeto de Ja estructura, una via para disimir algunos problemas de la prictica con nis, acentando una légica que subraya el fac- tor temporal ‘Me he propuesto ahordar en este libro la especifcidades «el acto anaitico fa zd cada ue de esos tempos, ues con su fina delimitacn se orients el simémn de la cura mi enten- der, munidos de esa bral, resulta prescindibe la pelacion a tuna téenica especial para atender al nido. Juego, juguetes, dic bujos,y tambien el hagar de los padres, esponden a razones de estructura cuya lcalizacién redundari en beneficio sls hora de slecidir las imeevenciones del anit, A ocuparme del lugar de Los padres intentoabordar uno de los sgosespecticos del anlisis de un nif, atendierda al he- ‘ho evideme de la presencia de étos en cad una de as consl- tas que reeibimos En una oportunidad, un pacente me coms que alguien le habia preguntade c6mo se hab capaitada en su oficio El res- ponds que cuanto sabia hacer fo habia aprendido trabajando on otros. «2 Vien lo que hacian?», continu st interoeutor “Etcetvamente ast foe, mirando, pero fundamentalmente pre- sruntandoe, fe bs respuesta, Del mismo modo, les preguntas constituyen el verdadero estimplo de este Moro, Tanto las pre- sguntas de otros dels que me apropié, come bis propias que me formule. Por ese derrotero, fui encontrado también algunas respuests ‘Ahora bien, ginde las fi encomtrande?,geuilha sido mit fence? Encomté respuestas en Freud y en Lacan, en otros psicoa- rolistas algunos que tabsjan con nifos y otros que atienden adultos, también en los encuentros con mis pacientes nifos, aMolescentes y adultos, y en las entrevists con sus padres Agradezco a cada uno de ellos y también a aquellos analistas ‘que han publicado generosimente los relatos de su peicica junea a ls formolaciones tedreas, permiéndome dlimiear enincidencias y diferencias Por dtismo, pero en primer lugar, quiero agradecer Marta Cabarrou de Gorell de Euiorial Paidés, porta acogida que bind a mi propuest, brndéndome Ie ocision de ediar ese no, También mi sincero agradeciniento-a Moire Irigoyen, por sus atent Lectura, «mis colahoradoras en el tipen del material, Johanna Soler y Karina Dellsola, por su corapramiso con fa tare, ya mis queridos maestros en psicoanlisis, Isidore Vegh y Femara Ulloa, Capitulo 1 El nit en anilisis Un nif legs al eonsultorio de un analist por las resonanclas ‘que genera en un adult. Va de suyo, por Io tanto ~¥ no €5 un «lato menor-, dale lugar e importancia a los acordessingulares «que despier un no en aquel que nos llama. Segéin he pod- ‘do comprobar, algunos analistas de nifios desatienden este fn- ice presente en todo inicio. Con ello, lamentablemente, dejan ‘scar la relevaneia posterior de su incidencia en el abordaje ‘kel nit, Cuando se atienden, por el eontrario, Ls sigificacion nes diversas que wn niflo reerea en el psquismo de un adult, se encontrar con no pocasorpres, la eondensadalocalizaisn «que viene a ocupar un nino en cualquier ser humano. En la ma- Yyoria de los casos y no por razones casuals sino de estructura, {quienes consultan por un nifo son los padres. En tal situacic Ay aunque parezea obvio no siempre lo et el nif que nos traen es un hijo. Lacomplejidad del toma que nas ocupa no puede despachar~ se sin intrrogar [as variables que itervienen, ws ain cuando la dcisén de dares o no gar a los padres en el anisis de un nif eve en el centro de una polémica de muestra aewualidad, (Una poldnicn que seo le acuaidd, sin embargo es ‘os gen ola nostra on problems stable em nico mismo el pricoundii de nen. nace tere dl psicoandiss al ientes adultos, pref el rigen miso det ‘nie ho to de obsticulony contraicciones, Vor onra putes bien & ken que el anslisis denis ha tenia mae stan en realidad msde na ya que Melanie Klein y Anna Freud se dispataron ef nifo come aquellas otras de la angela bic ocd que el pater eras ‘tS agar implies af, ola confianes al menes en la pa Iara o mis bien en el nombre, Freud munca dijo ser el padre «el psicoanaliss de nifios. Mis bien expres6 con regocifo que «jabs el nipo a su hij. ¥ no es necestro repetinlo pero bien sahemos conto desaconsja en sus teorfas que un padre haga precsaments eso: darle un nfo as hija. Pues bien, aunque es un tema eoatra,recordemos que tal destino no fie sin con secuencias para Anna Freud. [Lejos pues de pintar condiciones alemtadoras para et abor- Aaj de tos nos, el padre dl psicoandi planted problemas Y reparos cuando se rataba de atender a aquellos que no se ajustaban al explicto mareo conceptual. De, pore contaro, vyerdaderasinceridombres a a hora de dircionar la eura no slo de nino, sno de pacientes picicos, neurosis nariitas Yancianos. De esta marin el historia! dl pequefio Hans historia paradigmitico,referente obligado para quienes atienden ni- fius- Freud pone los puntos desde el comienzo.Acara que st bien orients el plan del eaumieno ens coajunton,y hast intersino personalmente una ver en una plitica cone) nto, ‘=. el tratamiento mismo fe Hevado a cabo por el padre». ¥ ‘greg, para conclu que «sl la reunin en una sla persona de a atoridad pacerna eon la médica, la conjoncién del ite 1s erno con el entific, posiilitaron en este tnieo aso oy ‘ener del método una aplicicn para la cual de oninario ha bra sido inapropisdo» (Freud, 1909). No menos decididas soa lax palabras cm ls que, ene hs torial de na joven homosexual, se demora en ennmerar deta- Nadamente ts suma de enots ideales» esperables para nvesra ica incerveneion: " méico que dea tomar sobre ratamiento anit ‘co de la muchacha tela vais zones para semis dsasose pedo, No estaba frente aa sitmaciin que el anlisis demands, Yana en a eal l pute demotrr efits, sea iu ‘Gn, como ex sabi, en la plenitude us nota ideale, pre sents el sioiente aspect sien en lo dems duet de si ‘mismo, sue de'un confcto interior al. que por si sola no pede poner fi Aeude, entonces al anal. Le formula mo ‘ei Te solic su aio (Freud 1920), Laego, en el mismo texto, nos advierte el destina que nos ‘ole en iso de contrary sv avertenei al aceptar gata aun eto que no viene por si mismo Si son los pales quienes lo ‘sen, pone por ejemplo Freud, ells: {} demandan que secure thio, que es neuro ind cl. Bor hijo sano enienden ellos uno que no oasione deal tudes a aes pares yno lex provnoe ane costent, El ed co pusde lgrar, el restabccmient de hij, peto tras a cursin él emprendesu pris amino mas deciedament,y J pres quedo tis satisechos que antes. Ea sun, no. sncerente que un individ lege a nisi por anhelo pro pio lo haga poryue otros lo Hevaron; que él missio desce ‘ibis slo quieran ee cambio allegory, as personas {que loaman o de quienes debjersexperarse xe amor (UA), Deciddaments, para Fred, los nits no forman parte del conjumto de pacientes poseedores de la suma de nous ideas ura ser watados anaitieamente: los pacientes adults y need tens subsumes al modelo esperada, 2 EL Willow ANALISIEY BL LUCAA OF COs PADRES PROBLEMAS DEL ANALIS DE NINOS Incudiblemente,en la experiencia de todo psiceanalista se pre- sentan pefiles insogpechados que no aleanzan a subsumirse en «! comsabido marco teéreo. Ea ese estoy el acervo conceptual logrado hast ese momento se enfrenta con un sesgo inquictan- te que acentia de mado noesble un tono cys magnitud real ‘desde todo cuanto hays imaginado, también esrechando el ‘audaloso fluir de las palabras. Con vn matisimprevisible se re un capitulo no abarcable hasta eve moment. nese sentido es preciso reconocer que el nito hizo presen- ‘te, desde el inicio, un rel en la linea anata. Como un cl ‘vo que no encaja bien en el agujer, taj problemas. Pera qué tipo de problemas? Prefiro abrir Ia pregunta dado que un problema puede ser {maginaro o real,y la distineidn resulta de uid een Enel primer eas, cuando wn problema esiniginario,sucln planear- seresoluciones bivalents lasolucin sigue la economia del o- taldad, yal debatise entre todo 6 naa, se restinge I said del problema a opciones terminantes. El planteo del problema gir, cerrado, entre des perspecivs igualmenteimpotentes, ya sea ‘como omniporesca'o como imporencia del act alien, Acer~ cane aun problema real, en cambio, invita a delimitar ee ral Su perspectiva,descreida de a operatividad exacts, se aboct lo- calizar un resto y extractirlo, Con est abordaje se intentadeli- mitar el problema, y desprenderl de una perspectva paraizan- ‘te, apostando, sin desconocerlo, aun acto posible Tnclmada hacia esa segunda opeidn, y luego dle tender ni- fos durante aos, eo decir que los niios ni son analizables al igual que un adulto,ni dejan de ser anaizables por no ser al tos, Algunas pregunas, como decia Jacques Lacan, fllan mis por lo que busean que por lo que no eneventran, ‘Cuando Frevd aconse6 alos anslistas someterse aun ans lisi personal, no propuso reducir tl indicacién al eumplimien- to de una prietea burocritica. Me animo a pensar qse habia comprobyudo hasta qué punto la fila de andi de los analistas pda dervar en lineamientos teicos eargados de ignorada 1 mimo en ANALISS 0 subjvided. Asi Jo que no se analizaba dervaba en teorias,y hiuchas tearas sobre el psicomlisis de nifos se nutiexon de or otra parte, contribuyé a esi deriva una raa6a de peso tnayor: es en vano buscar en la obra de Freud una poscion tni- ‘ory comtundente eespeeto ala apicacin del psicoanlisis en el ‘uatamiento de los nifos sus precisas puncualiaciones y apor~ tes mis caros s vuelean en la investigacién de la etiologia de las neurosis. Para rastrear ese origen, y abrevand tal cutiosi- «hl, Freud se dispuso a observar nifios. Y aunque es cierio que ws opiniones se diversifican potteriormente respecto de los lheficios que para padres yeducadores supondrin el psicoan ‘oi de nifos en prinepio todo niio quedaria exclude de él se sustra a fas mencionadas notss ideals. ‘Como contraparcids a ta] afirmacion, puede lerse el eato- siasmo con el qu efréesperanaas en ship, delepsndole la a= rea de enlazar eoaveniensemente el psicoandiss ala edvea~ ‘an. Con estas incinaciones fue favoreciendo la situacion Sypuesta ass propia recomendiciones, al agregar un nuevo prslema a terreno yx movedizo de It inane: la relacién en- foe psicoandiss y pedagoygia. De sus confictivas relaciones Freud se ocups en numeroniscartas y articulos, colocando en Usyuncin los fines por ells perseguidos: si la edueacidn se propre la ve dl pare y el psicoanliss I ve de letre, es m= viable un prcoandisis que se proponga educa. ‘Commo era de esperar, semijantesvaivens fueron retomados om posterioridad Freud, Las corvientes sostenidas por Mela- nie Klein y Anna Fread levantaron oli, cuando no torbellinos. ‘As, desde el inicio, vemos que elnino, como una presencia realy extra, despert en la tora y la préctca del pscoandliss tua Yerdadera conmocién, euestionando los saberes consabidos agit las agus, lo que contin ain en nuestros das. Desde entonces, savegando entre afirmaciones freudiana, anelaron as més diversas propuestas con el anelo de imrodu: ‘Gran tin en Ia desorientad prdetca del psicoanliss de ni fos, Se lego incluso a euestionar su pertinent al plantearse {que,al no exist a neurosis infant, precipiado estructural de la infinca, no habria ninguna posiilded de aplicar el psicoa- nilss, pues el nis no sera responsable de ss actos mi de st cenuneiscidn, ‘Con el finde resolver Is necesara distincn ence un nisi _y un alto, las prspeetvas evolutivastradcionaessubsumie- ron la edad eronologica a estratosy ctapas de crecimiento des- plegades en progresin espontines. partir de esta estratos se promiovierontécnicas con ls evales aborda ls diferencias de ‘ada tempo de I infancia, Oxras posiciones, en cambio, consi anibrarsu comida y eng eeeones age ve le frereals eurse ctpo, No inge are ae tans o lads ano ar coc sine So ovr porege opto alae qu ta sl a se In requers misma rgulaian eter ls poet ex remem, uririo lon senaler nil 2 ow vials tsepicin lovato mete oepaamos nest series x cualgirmnenta i lag os vestines cor dal soctn dep pre ele der par el depo eda par da sana Manteca aj ele de intima gce de lo oerpordesmaos cls cuando sani ctr scene i nen ‘chen etblesletitacones en que ila pda de [pues revel excesos diversas en la vida cotidiana, =" Pero es pda reer ene n,n ea den Enlasads so ante x pntnconsecva sl macnn, sera pd del obj nna como natal par suset Ie necetiad Enel reno de lo animale ete del obj to ext gobermada por cl intntt tinned, tar dingo de Tht, pasa Con apes ens to,se pede a gun en bse fel het Ni fina vaca fede masornon lmetaroy ni coe ex cosa tee pro nee pra sores a ita de orien roescielpsns denna de race ee fe. ‘Srabement soe ap ison Reeerdo san neque mando pastar au eal, vio despre ures por ogi sponse go de ail con tal ngora Prego emo sla proms mayor quel ca pata psa comer pao, La tere respons gee mo, {oe claers una nen Mr neas wo comin pou pass Comin cation core perce peau hj temo wa rae ya eal on pots Coat pastor La comiiad ve aes cnel compo dl eqs Lt Ilaria egenerda por lia dun despetanieao La nent ‘loca el acento en la oposicidn =ser nena/ser grande» tal vez ealicando una aduleer sin estriciones. Por ende, desconoce ‘que loque Le impide comer pasto esa dnyunetn entre la con- ‘hin humana la animal, Puede creer entonces que lleard a ‘levenireakallo come quien llega a ser adult y con elle alcan- ‘ar el goce anbelado: comer paso, Por i instante se subvier- ‘el impediment irreversible que condiciona culturalente la ‘ges de alimentos para el hombre einstinmualmente para el sonal ‘ks perdida de un goce y del objeto natural se suma otra un perdi: of acceso direto alo rea. Con ella el saber para sisnzarlo real serd:no todo, estar mediatizado por las Leyes del lengua, Un ejeraplo de tl pexdida lo free relat que me Ivo una analzanteembarazada de su segunda hij; I primera, ‘pena investigacia, busca saber sobre exe ntevo real que ingresaba asa univers familiar. La nema, de cuatro alos, nte- frog sa made, embarazada de sete meses: <¢Como va a ‘ucer mi hermanita?». La made, srprendida por lo inesperae sho dela pregunta en ws momento en que estaban hablando de ‘ualquer otra cos, le respond tratando de ser clara, didctica 1 encontrar palabras que cijeran Ia verdad acorde a la edad de $a pest ij: «El medic Ia va a ayudar salir de la panza; primero va a salir I cabeza, luego los bracits y despues el res to del cuerpo. La niin preci quedar saisfecka eon la res nesta pes concinud con lo que estaba haciendo sin insist so Incl tema, los clos das, stand la fumlia reunida~el padre, Lasnadee y lla, nesperadamente promumpid en lanco descon salad. «2QU¢ te pas?» le preguntaron sus padres, desorient ths por lo abrupto de la manifestacin. Entre mocos y igre, la nena dio: «jNo quiero que mi hermanitanazea dessrmada, ‘Nos ens is, pues no todo son perdidas ene reino hnmano. Uns primers gananea, agenciada ante la fala de un goce, es que despertael deseo. «Con esta icon sta no», pregona laclé- Sica cancién infantil dl ~Arrox con leche». 2Qué voy a comer? «equ ropa me pongo hoy?, son ls preguntas abiertas ance el meni que por la wa de a palabra antcia la elecein de objeto ‘oral 0 eseSpico son el caso, So sel objet no est predest- nado por el instinto puede haber leeeim de objeto; gracias @ perers, el objeto puede renovase y una botell ada aun pio- lin poe ser un perro y decir =guau» en la ecena hic, A su vez, sin a fjeza de o Real se abr ls alterativas que brinda el jvego de lo Simbslic. Combinacionesy sastinsciones signif antes hacen Iugaralequivoco, lo edmico desaraliza lo solem= ne, el chisteofrece espacio de goce iberadlos de la sever ‘Un nene de tres ans llamado Joaquin se acer en la calle x Jun petro. La aprehension que prowact en st aluela lew a que (ale dijera: «No toques l perro, no te conocey puede moner- te», Habiendo entendido y aceptado la sugerencia de quien la ‘idaba se acerca animal y se present: «Hola, sy Joaquin. ‘Arnososres nos hace reir pero los nifios pequefios no saben ‘conta chistes, va de suyoelegir el objeto u orienta el desea. El trnsto que va desde el inicio del infancia hasea el momen- to de concluir en l precipitado fantastico infantil, requiere tiempos y deteminadas operaciones para rientar el deseo en la reaizacin del acto. El parte produce su dimensivn de in- ‘completud en tiempos, tiempos de reanudamiento dela falta nnecesaria para a orientaién del deseo, Cada uno de ess tiem- os requiere una pérdida renovada y una redistibasién de go- ce orientado, enlizido al deseo. ‘Heemos dicho que el sujeto no tiene edad pero i serpos, tiempos de lo Real, de reorinracién de los goccs tiempos de Jo Tmaginario, que se relizan en eambios de escen,y tiempos de lo Simblico, en los cuales se reerea los juegos de a pala- bra. En cada uno de ellos se podrin apreciar dstinciones que atanen a los tiempos del sujet del inconsciente, tiempos del sujeto dela pulsion y tiempos dl sujeto del faneasmna, Pero ta- les tiempos, que hiego dewillaremos, no se producen evolitiva- mente ni por generacin espontinea. Con el lengusje se inte- rrumpen goces, pero también con el lenguaje se introciacen go- ‘es que no se interrampen: los gocespulsionles, enya gram tica se mute con palabras. Fn la recreacino detencin de los tiempos del sujto interviene el Ouro Real, que no siempre ‘aincide con los padres biolpicos. Por eso vale el esfuerza de Jneques Lacan de dale a su inidencia en Ia estructura dl su sun ele y renege sagen pane ‘Aceptar gue ronan tienda ni pero punta al sje~ tw y que tl sujeto no tiene edad sino tiempos, invita a reinte~ rrogar las intervencianes del analista (Vogts, 1997) en funcin i no de especaldades por edades, sino stndiendo a especifi- ‘idades del acto analitcn segs los tiempos del sujeto. ‘Asimismo pone en evidencia que juegos, uguetes, dibujos y tambien el Ingar de los padres no pueden ser reducidos a me- ro recurtos técnicos para sustentar una pricticaespecializad ‘mel tema sino que responden a cuestiones de estructura Para ‘decidir las intervenciones del analsta en el anaisis de un no, ‘result ineludible considera, por la via de un rodeo aparente, qué nos referimas cuando decimos que nuestro sujeto es el si- Jeto dela estrucrurs RSL, segs lo Formal Jacques Lacan fn os dkimos afos de sv seminario EL SUETO DELA ESTRUCTURA. YA D'LUN (HAY UNO) La formulacidn del sujeto de la estructura fue aleanzada por ‘Lacan al final de su enseRanza. EL interés por formalizar los es repistros Real, Simbélico ¢ Imaginaro, nose produjo si rulténeamente. En ls iniios,seaboes con insstencia a acen iar la vertiente de lo Simbélieo en I eseractura del ser Numa soy se empeis en reubiear el lugar de lo Imaginario demos- tranda el desvio al que fue levado el psicoanilisis cada vez que «oloa la verdad del syjeta en el plano yoieo. Con elafin de d- ferencia el lugar del sojeto respect del anclaje yoo, en un scommienzo definis al sujeto como lo que un signifcante repre ‘sents para oto significante ‘Mis trde Lacan fac enlarand, a ls des primeros el regis tro de lo Rel, Por ese derroteo, poco a poco, su preaeupacién spor pasaros un pedaza de reab (Lacan, Seminario XXT) foe ‘nimentanda, generando, en paalelo, a bisqueda de nuevas es tritura para acerearse més y mis a exe real que, como afirmd, no cess de no escribirse. Apel6 por es raz asus maremas ya Ia lca, para acerearse a To Real que no puede cubrirse ni con lo Simbdlico ni con lo Imaginari. ‘De esa manera, en lo dkimos aos de sus seminarios, con In presentaciin del mado lo que con é se moesra legs a afie- ‘marque i estructara ese seo, sueto de a estrucaratripar~ vita RSL, que es Uno, [Lo escribié con el nud boreomen,ealzando, en el entee- cruzamiento de los res, al objeto y confesando que con esa es- Criturasejogaba, en el marco desu teorizacién, um invento: el objeto a OY resentades los tres de un modo simultineo, es sin embar- xo conveniente considera rnimansente ls leyes des anida- mmiento, pues el nud es itil para abordar las intervenciones del analeta, en plural intervenciones en lo Real, en la Simblico y no Inaginario Este mudo de tes encrdas se denomina borromeo. La ley para su eahebrado es muy sencilla; parece difell porque gene- resistencias al romper nuestra innuicin imaginaria. Su ar- mada reclams el respeto de wna eliwsula preseriptiva y na restrctivn. Cada una de lls dice lo que se dele hacer y lo que nose debe hacer en el armado, Lo que nose rede baer tam e3- tos tre anilloso everdas es anuiarlos de manera tal que se terpeneten. Lo que st daly hacer esque debe snaarse sando por ariba del que est arsiba y por debajo del que esti abajo. Por convencion, la uerda escrta com linea lena es Ia ‘que va por arriba, yla que est eserita coral esl que va por slo. Bntoncs,eserbo lo Real, nego lo Imaginari eubrien- so pnciamemte lo Real yGnalmente lo Simbslico, por arriba sll que est arriba y por abajo del que est abajo. Presentarlos ‘lee modo conlleva una ganancia si se cort2 uno de los tres anillos, se desirma Ia estructura, tambin se separan los otros dos anil. [La estrerara del suet eserita con el mudo acrrea una eon- secvencia beneficiona: la eonsideraicn de sujeto no solo como Sujeto extrucarad por lo Simblico,o slo come sujeto de lo Real ode lo Imaginario, sino como Ta estructura misma RS. ero su ganancia no es sila esa A su vex cada uno de los regis toosenctentea un Kanteen os otros os. Lo Real eneventra un limite en lo Imaginario y en To Simblico; ko Imagnario un U- rue en Jo Real yen lo Sinbolic lo Simbdlico un limite en lo maginaro y lo Real, Estos tres registros, Real, Simbélico e Imaginario, hacen lino, pero que hagan uno no quiere decir que estén quictitos y stables come agua de estinquc. Lacan eseribid en el node ‘vienaciones, también desorientaciones y reorientaciones Finalmente, en el entreeruzsmiento de Real, Simbolico © Imaginario, Lacan exeribe la letra, localizando en ese lugar al objeto a ‘A propésito del abjeto 3, y pars seguir el hilo de mi pro: ues respecte de la variable temporal es preciso recordar que fara Lacan el objet a esribe una doble fancién: como falta, seri cawsa del deseo, y como plus de gozar, seri abjeco de go ce. Cando el objeto falta o ests ausente, opera dando causa a deseo; en cambio, coando esti presente, es un plus de gozar {queen cso de mantenerse fio, abtura, como un tapén, el st ‘bn hseco necesiia para el engendramiento 0 promocidn del movimiento deseance ices sera Bcc a ane Voy a ineroducir I variante temporal, apoyindome en ests funcién bivalent. Disé que si el objeto a busca entre la pre- senciay la auseneia, surge la periodicidad a alternanci,e it mo, el objeto hace juego. Dicho de otro modo e imipediatola diakética en «el juego de ser ono sere alo imaginario de la madre, Est n= pedi incrodueit, en el espacio analitic, una escenalidica. Si yo jugaba a ablarle a un musieco, ella me mirsba y, con gran seriedad me deci: «Es un juguete>. Rompia la escena de re- presemtacinhidieay revclh loreal Tl fjeea del ser na silo ‘impede uego, la levaba a denunciar lo real en cada realidad, Por supuesto, esta rigid no es exclusiva de los nos, puede enclavirseen forma perdurable como dareeanarcsstia, nle- penuiente de Ia edad eronologics ‘Cuando el objeto, como plus de gozar,acciona el tapin del juego simbstico, el signficame, en lugar de responder eno significant, lo hace como signa Ea lugar de represenar al = jeto para otra signifieante, representara algo para alguien, fe- nando ls mera signiicaones para el suet, a delicaders de este punto reclama atencién por parte de losanaistas, Cuando recibimos una consuls no es idénticas la segunda. Por Jo tamo, prefiero leer la equivalencia de a siguiente manera Eto es igus y «noes igual> al flo, Lo anoto asi filo=a + nino imo entenderlo? zQuéimportancia revise la distineién que propongo? naldad vale y queda bien grafic en lo Imaginario. St sual, por fundarse la creencia necesaria, la usin impres- cindible pars amarlo y euidarlo, Pero en lo Simbalico surge lo diferente, Lo Simabolico introduce lo distintivo de la seri, la sucesn, a sustimcin. A modo de ejemplo, evando elegimos ‘representantes a uavés del voto oeurte algo similar. Creemos, ‘en un primer tiempo, que van a representarnos absolutamente, 1 por eso los elegimas. Lueyo se descubre lo no identico entre la representacin y lo representado, el malestar indica el ter- po de develamiento, Se trata de dos tiempos, uno reslta la ¢o- Joercray crea la isin, el otro desetre el eng, Respeeto al nacimiento de un hijo, lio es un tiempo ne~ cesario para que haya representacién, silo que la representa- cin tanto imaginaria como simbélica contiene un coz reah ‘ozo no representable. No este mds recalear que sin esa ilu sid, ef nino podria ser deseuidao y hasta abundonado. No en- ‘rara jams en la economia libidinal del Otro materno. ‘A saver sie deseo dela madre, como funcién, reali an- ticipadamene el sstén narcisistico,zqué le coresponde al de- seo del pare? El deseo del padre ser promotor de uns eprs- cin nominante que efectivia un enlace (Lacan, Seminario (XXII). Pero ceémeo entender ese enlace efectwad por la nomi- naciGn? La operacién nominante, como tal, no se consteife al ‘orden sigaticane, Se rata de mucho mis que eo, la noaiina- cién enlaza lo real, hace enlace. Nominando enlazat ese real ‘que un hijo presenta, dindoleeabida ugar de pade, po su complejidad, merece una sclaracién, LANOMINACIGN DEL PADRE 2Que es un padre? A lo largo de la histori munca fue senillo Aefinirlo. Pero la pregunta ha sido reeogda por diversas disci- plinas En psicouniisi, el concepeo ingresd como preocupa- ‘nen la teora de Freud, pero fue enconerando un sto rele- ‘ante ex a ensefanza de Lacan en la medida en que este 2 oro Vegh eon de osenicsy deeaesen el expla dems i la na ier de al (198), invent dale otro esauto al somplejo de Baipo. Su propuesta hizo un pase del mit ala lca expresada en los evamtificae shoves de la somualidad, hasta lego 3 delimitar una especificdad ‘lads come faneiGn nominante del padre. Cabe pensar que ‘on ello se propusa reafirmar no slo el lngur nombrante del mee, es deci, el nombre dado por él al hijo, sino tara el rmiore que hace de 6 mismo padre, esto es, el nombre que le ‘dado al padre, Un sujto es padre por ser nombrado como tl Siw higar se hace dependent del nombre. La excritura «Nombre-del-Padren, con guionesy maytiseu- la.aie Lacan propone para eonceptvaliar la fuscion, apunta 4 esentarla sin dar preeminencia al nombre por sobre el padre wv viceversa, al padre por sobre el nombre. De ese modo, resal ‘ala unidad de los términos, como silos tres faeran wn solo honbre, Bl conjanto refverza de tal forma fa unidad entre Nanabre y Padre que asemea an nombre propio. De ello re- salt que ese aombre lo que le ex propio a padre como nom- le, como nombrado y como nombrante. Al decir «tt eres mi hie, no slo nombra hijo al nitio que ha tenido eon si mujer, ambien hace que su deseo pierda anonimato, Inredice con elloal nfo en la flicin y, de esta manera, direcciona la pro- Iuibiin del incesta que siempre es com Ia madre para ambos, pra la nena y para el var, Tal como fo indica el clisico griego, para evita la tragedia vnherente al goce incestuoso, es imprescindible que el nfo se- Ju gracias alt nominacidn del padre quién esa made sobre la ‘que recue la probibicin del incest. ‘Se puede entender hasta qué punto la foncin nominance del sual intrnhie, unto al enlace, a restriein del gocea la es tivctura que lo inchie, tanto en el vector madre-hijo como en 1 goce que al mismo padre lo habit La nominacin, de este ‘noo, vectoriza la proibicion y limita el goce en varios senti= sis. Al hijo, al ndcarle que hay una mujer con fa que no alean- vara satsfccin A Ta madre al deseacla como mje, yhacerla ‘no-toda madre, v2 sf mismo, su vez, al recordar que su lugar Ue padre es deudor de un nombre. Peto su funcién necesara, no reducible al signiicante, hace que su eficacia, entramada en complejts vaiales, reclame condiciones. Su pala, en prinei- Pio, no alcanca el nivel nominante sul que presente un valor performativo (Austin, 1971)-Y sin ela nose acredit el respeta yelamor al padre. urs no vs de suyo que un padre ses respetado.,Casindo un padre merece respeto y amor? Lacan dice que esto ocurre ‘cuando dl hace we una mujer objeto 4 miniscule que causa st sdeseom (Seminario XX, cate del 21 de enero de 1975) Como debe entenderse esta propasiciin? Silo como de~ szante el padre ofrece, en acto, la transmision de au condicion. Dicho de otro modo, slo el deseante confiesa de hecho tna falta, sin flta no hay deseo, De manera que, wand alo ha- c=; ¢l padre dona su exsericién. Desde esa posiciin est verda- dderamente autorizado a ejereer su funciém nominante. A, 5 hacer de una mujer causa de su deseo, aude ala suspension de un gove. No hay deseo que no surja de una perdi de yoce. ‘Sélo con ello logra oferta latransmisin del deseo y ests en condiciones de ere un velo que despierte el ansia de saber [La complejidad no concluye ais su funeién, a pesar de ser necesara, es de realizacién contingent y, aun reallindose, es imposible de realizar sin resto. La flla que recae sobre fan sim del padre lleva Lacan a afinar la lien del téemino a lo largo de los aos; pede recorrrse esta preacucion de pune {24 punta, en sus seminars escrtos. De li formmlacin de la ‘metafora paterna, en sus primetos textos sobre la picosis, pa sando por la proposicién de los nombres del pare, con su acento colocado en los res rgistros, Real, Simbtico e Imagi- nari, hasta llegar, al nal de su ensedanca al concepro de los ‘nombres del pare anudados. EI plural, que intraduee la serie de tes, no solo gana especficidad para determinar lo que le ea= ‘be 1 operacisn nominante en cada na de las tres euerdas, ‘también agrega variables seu los enlaces y desenlaces en los ‘que se manifiet el anudamiento de ellos, epson amour que cma pa en rie ws rls ~pereet rien es te fat ae freee! pot» ul ea san drs Adem, los nombres del padre anudados ahaden una con- secuencia realmente interesante a la ley dela diveccién de la ‘ra anc para los nifios como para cualquier otro tiempo del ‘eto. Me refiero ala porcién de real, que no es ni puede ser areada por Is operacién de nominacin, ‘ues lt nominacién, genlaza todo lo real? De ninguna ma- ‘ra, Hay un seal que no a de ser abordado completamente ni ‘plo Sitnblico ni por Io Imaginario. Ea el nada queda eseri- como real de lo Rea, real al cuadrad; y noes casual i te- menor, que alli Lacan esriba «VIDA» (Lacan, 1980) ia ids mantiene permanentemente un grano de real que ‘owprende al sueto, taspasando la representacién imaginaria ‘que pudiera haber aleanzido ola simbolaacién significant, Por ‘0 e paral de los nombres del padre, adems, me hace pensar ‘qe pare nitor hay uno y slo wo, per suplencas del padre Fy antas coma el seta necesitey et dispuesto a adopsar ‘De ese modo también se lea ia propesia del fin del ansli- sis-del idealsmo nominante que se podria esperar de Ie mis als del padre no impide servirse de los nombres del padre (ean, 2009), Si consideramos, pues, ls enordenadas entre aquello que es necesario, lo que resulta contingente y lo que resta como impo- vhle, aos eneontraremos en planos sucsivos de compleidad na incidenci diferencia en I estructuracin de un nif. El curso de ls primers anos depende radcalmente de esta ‘oper de antcpaeidn y nominacin necesaria para que exis 1a el sujeto como efecto de su efcacia, La indefensén primera reclama de parse de los pares la eteracién dela anticipacion y la nominacgn en ead tempo del syjeto en la infant desde an- ‘esdenacer hasta aribar la conformacin definitoria en la me- ‘anorfoss de a pubertad, Los tempos estin eneadenados, deal euna manera one de un juego que debe recomenzar Ys u to estan delcado, es porque su derrotero inclye wcstudes y variates del error Implica tiempos y contratien- pos: también enuetiempos (Meghdesian de Naneares, 2001, pig. 125), Puede o no realizrs, también relizarseo nova tiem= ‘hacer de lo imposile,imporenca. Sin dud, ss renovacicn shar necesaria en cada momento de a vida en el que se wuel- ve a hacer presence, con fuerza inusitad, la eondicin premaru- sem la exstenia del sujero. Asi ceure especialmente en los tiempos resalados por Freud, del primero y segundo despertar ‘anda lo eal semua eclosiona la imagen abd del cuerpo pro= pio, mostrando ls premura con que el ayjeta busca reeneuntrar ‘una tram simblien para sostener fa existencia. Por «30 se pre= seman tontas urgencias en ambos momentos. Los dempos de Ia infincia no ranscurren mansamente y algunos fines slo se al- carzan si se sostenen ciertos principion. Para ada tempo del sujeto a de eiterarse la anticpacion y ls nomic de hs p= res. También la pubertad, al como seria Freud, revela ser un tiempo de profunds mewmorfoss, de euyo preciptado esutars 1a elec de objeto. Eso implica la bsqueda del objeto de de- seo, goce yamor no siempre orientada al cuerpo de oto ser hu- ‘mano come pertnare. Pocs a reorientacin que va desde el cuerpo de a madre al cuerpo propio y luego, y slo hiegoyal del parte, no se orienta instintvalmente Los vericuetos del recoride se diagraman en un laberigo ‘que inclaye también sin-salidas. Los tamos que el seta debe= ‘andar pueden hacerse con pies de plomo, tomar als y wie- lo, eaminar paso s piso, o empantanarse en arenas mavedinas hava ahogarseen e] rago amargo de alguna tragedia, ‘RES VERSIONES DE Li IMPOTENCIA DEL PADRE cierto que la esrvctra del ser humano enema base pa- ris fandamento en est Kgs de incompletad que menciona- ‘mos anteriormente resltando su val; noes un dato menor nt de ganancia segura, pues ex el Otro quien promueve su di cal ofertas falta, Pero cada tempo del sujetoreclaa, ast ver, una operacion de esritura propia del sueto. Llane ope- rac escriural Feser, 1994), romando la expresion que se ualiaa al adquirr un inmueble. En ell el sujeto ha de comere- tar la operacia de cecriturar la fils. lo cuando escrituramos una propiedad poxlemos tomar wsexiin del bien como propio. Sin ese acto n0 coneluye la ‘ompea reslizada anteriormente y mantenida en reserva. Del ‘mismo modo, para aleanzar a promover cada uno de los tiem- fs del sujto es necesaio que ambas partes los padres y elm fo camplan se comet. ‘Aun reeonociendo que la incorporacion de fo Real como, ‘yperscin fdance de ls estructura humana es harto preco2. pra el parr, las weisiudes seuidas por la redistribucion del vce en cada uo de les tiempos de la infanciaparecen a su vez ‘lfnieris tanto de las modalidodes con que el suetoorienta= fg desea en ef mundo como de las fjacionesfaturas en que se estaneari sus goces [En Ter eaaysde tore sexual, Freel ace una gananciaes- sfca del sujeo al conclu la adalescencis: el desasimiento vie a auvoridad parental» como momento de desprendimiento, ‘le cambio de posicidn del sujeto en su relacién al Otro. Lacan, su vex, ocala en Le Sinshume una condicién par el tiempo de fin del andi si del padre se puede presides porque es po- sible servirse de é. En ambos planeos se tata de un lag al que ‘ sujeto ha deariber:desasirse de ana determinada posiin te ‘nso alo padres de ba infanca, bien prescindr de ota pos ‘6m asnente a la eeston del pare. Pero, samitimos que no ‘una posiin denies cqué le permit al sujetn aleanzara, 2qu6 conlciones han de eumplise para tmala posible? Seqtin mi parece, el tiempo posterior de eseriturar laine sistencia del Otro sobre la que Lacan insite al colacar el ma- tema des solidario de un Hempo anterior y necesaro de con- ‘cstencia del Orra done se pone de relive el valor de kt cu wert imaginara en la efieacia de la operacineseritural Los limites no infrecuentes que se presenian en los ans de adultos, anlisis que no siempre ariban 3 so fin, permiten ir y delimitar una estrecha relacion eatre los obsticulos ‘oom que se encuentra el sujeto tanto para loalizar Io imposible ‘ovo para esriturar I inexisteneia del Ouro en algtin momen- to de la vida, y aquellos tiempos de la infaneia en que el sujeto ‘io ha encontrado la consstencia necesuria del Oto ‘Avaneundo un paso mis: gedmo defini esta consists Para sleanzar a diluciar el término «consstenca dl Ot ‘es necesro stuar previamente algunos ees orientadores A considerar en su ensefanza a funcin lel Orr, Lacan Je ulizar Ia esritura de lt A mayiscula para vbicir ol gar ordi que ocupa el campo del lenguaje en la efecruacin sjeto, Ela acenta a versente simbalica y real de st incidencia nel matema dela A barada (f), Pero est letra sien da a los pares en ln conformaci de la estrctura del sujeto rele= ‘indolos del cero reduccionista que los consti al imagin cedipico« impide definir su Ingur por la operacin que les . Estos arguments poco amorasos tal vex se de- cram a que «su comportamiento hacia fa waica hija estuvo wido es demas por miramientos hacia su moje, Ia madre Ae lla» ‘ita, que se habia visto restada de la mirada, encuentra ‘el segundo siempo del desperarpulsonal la incolerancia pa teoma. La elera aparece como respiesta imporinte del padre vnte el lamado que loreal sexual peoduee. Fl padse respond ‘i aallarsu gove desde lo neal, mostra especiicamente ifcacia de Ia operacin paterns a fa hora de realizar si nome facion de una hija mujer. Lzceaida de la nina de la escena real muestra en el pase ‘cto Ia falta de signiticano, el pas de signifane>,y los etra= gos sore fa imagen real cuando el everpo no halla wa para ex- palsar el goce de un sentido que lo parasit. El padre desresponsailzado El padre de Dor una joven de dieciocho aos se presenta ante Freud como el padre de a no responsabilidad Freud, 19954. Con el argumento de ss inocencia no ehide negociae as hija. ‘Cuando consulta a Freud lo hace por la confianza que habia Adespertado en él aos aris una precisa visi diagnéstca reac zada sobre su salud, En esa segunda oportunidad le preocupaba su hija, tna adolescente querellante qu le reclamaba romper la relacdinsostnila con una pareja arsiga el matrimonio Kade endo que el hombre fe habia hecho lla proposiciones inde- ‘entes durante un paseo que hicieron juneos. En su encuentro com el psionanalisa viends el padre argue rmenta tl como lo hiciera un personaje de un farosa relat de ‘Freud, quien habiend faltadoa la promess de devolver un eal dlero que le habia sido prestac afirmaba simulténeamente, pa- 11 negar su responsabilidad, que ya lo habia devel, que nun= cle habia sido prestado y que ademdseleaero estaba aguje- readoy en mal esado, Del mismo modo, el pare de Dora aduce que descree de fas acosaciones de st hij, que la culpa la tiene la made de la ‘muchacha, que la joven le libros que esimulan su fantasy «que nada ilicio se esconde en los relaciones que mantiene con fa Sra. K,y queaaderas, como si tod la argumentacion prece- dente fuera poca, él no esti en condiciones como hombre de atender los requerimiencos de una mujera causa de esa misma enfermedad que Freud le habia dignosticado en sv primera consulta, En definitiva, él no se declara responsable, ni de sa posicin deseance, ni como un padre que hace de una mujer jet a causa de su deseo, Por eso aduce que, o bien la culpa srs de la Teceur de libros del wjaen» de Fscog del mor, de Mancegizza que encendian la imaginacion de Dora, o bien la ip principal del «insoportable careter de su hija Ia tenia lu nadre. El el padre slo mantenia una «sincera amistad con lu Senora K: Ambos eran «dos pobres seres» consolindose el vin al otra, como podemos». Su estado de salud le permitia ‘ncguear que ti a relacién «no escondia nada» let. ‘pest de todo a alarma que se hacia oi en la adolescen- ‘8 90 sonaha por primera vez. Algunos sintomas ya habian ynlo algunas cares en la sexvalidad de Dora cuando era nif, ‘ero la semalidad que despierea otra ver, le oftece en esa ‘oportunidad un imagen del cuerpo fragmentado ance fa de- tnanda del Orro. Entre ascos y afonia, Dora con sis sintomas ‘evela su respuesca ante a incapacidad del padre para legitimar ss deseo de hombre por una mujer, Desde sa impotencia, la Vlshereda del biea mayor que un padre rece al dana juntoa ‘ar eastricién el vector al que apunta sus deseos. Dara bascula- 1 a desorientacin de su goce enue la escucha obsesionada de lismovimientosde-un hijo y los gritos del cuerpo real hasta el ‘inde sus dias tal como nos relata Felix Deutsch (1957). LA CONSISTENCIA DEL PADRE Fl padre teieo, el padre coléreo, el padre desresponsabiliza- ‘ko tres versiones de la imporencia det padre en los temps de lounfaneia instituyentes de la estrirara donde se tszan para el sto las rutas de Is futur sexulidad. Tres versiones en que la ‘nconastencia deriva en manifestaciones diversas. Ls respues tas del sujeco se divensfican segsin hayan operado 0 no los ombres del padre en exda tiempo de a infin, Es posible que a fancin del padre no alcance a definirse ‘completamente bajo la frmula del Nombre del Padre, ni tam= poco pluralizéndala en los nombres del padre, ni aua renzan- jos tes en el nude borromeo, Por eio, Lacan recurrio all vinshome, cvarto anilo,contesion en acto del ila est el anudarnieneo humane. Segin mi perspectiva, es lo mis ‘que lo lew a decir que el padre tiene antos nombres que thay Uno que le convenga. Sin embargo, que no haya un bre, Uno (Lacan, 1983) que al pade le cnwenga sino el Not ‘oe de Nombre de Nombre, no desmiente, ami entender, sea necesario para el sujeto tener alguno no slo simbslicn no real, Algsin padre. Alguno que, sendo real, ofrezca a ‘conssteneis. Consistencia para enlaza la estructura RS, In que e sujeto se nuda Real, Simbolico Lmaginario,hallan consstencia gracias al I mite que le ofreen fos otros dos. Por lo tanto, la consistencia ‘opers como una eficacia endo funciona el enlace de uno los nombres los otros dos. Mas espeifcamente respect de quello que me ineresa reali, los nombres dl padre gan ‘cosistencia cada uno de ellos al hallar el Knit -Emendida de ese modo la consstencia haa del padre trans iso dea ley del deseo, e decir donador de a caste, si c= sla uno de fs re “lo Real, lo Simbslico y to maginario~ halla | ‘consitencia ene limite que le ofrecen los otros dos Cuando la consstencaflla es posible leer los efectos, En lo Real y en fo Imaginario no horalades por lo Simbilien de= sencadenan dolientes passes al acto, etallidos del cueepo, ‘conmovedoras vacilciones de la representiciGn det mundo} también en lo no agujereado de lo Simblica cuanda esos efectos devienen expresion de los mandates dogmiticos ¢ in flexible del goee superyoico. En cambio, la consstencia haria, seyin mi eiterio, equiva lente al padre real con «lo aparente, por excelencian. AS lo ‘menciona Lacan en el conocido preficio a la obra de Wede= Kind, Depertar de fe Primavers eno teatro Récamier, durante el Festival de Otomo del ao 1974:

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