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¡Aprende a venderte!

Todos los pasos


para crear tu propia marca personal
Un plan de marketing personal te será útil tanto si buscas tu
primer empleo como si pretendes ascender, cambiar de
trabajo o de profesión, montártelo por tu cuenta...

1. POSICIÓNATE EN EL MERCADO

Valora qué deseas para tu vida profesional y privada, analiza para qué
sirves, tus puntos fuertes y débiles, cómo te ven y valoran los demás…
Como las buenas marcas, tú también construyes tu prestigio. Por eso, al
definir tu misión y visión, sé fiel a tus principios.

1. VALORA QUÉ QUIERES CONSEGUIR EN LA VIDA

Hay gente que lo subordina todo a su vida profesional. Otras personas ven
que el trabajo es tan sólo una fuente de ingresos para financiar su
existencia. ¿Qué situación es mejor? Ésta es una opción personal,
imposible de valorar. El ideal es tener dos metas bien diferenciadas: una
para la vida personal y otra para la profesional, y que además no se
contradigan entre sí y encajen perfectamente.

¿Por dónde empezar?

Identifica tu sueño, el objetivo último que quisieras alcanzar y donde


mejor se exprese tu personalidad, tus ideales y la calidad de vida que
siempre has ansiado. Valora qué esfuerzo estás dispuesto a realizar, a qué
cosas estás dispuesto a renunciar y a qué otras no, porque siempre
tendrás que pagar un precio. Una gran fuente de infelicidad para el ser
humano es no saber hacia dónde ir, no tener claro qué camino seguir ante
un problema... Todos necesitamos luchar por un objetivo, sentir que
aportamos nuestro granito de arena para cambiar el mundo y que
nuestras acciones están en sintonía con nuestros principios éticos y
morales. Una vida carente de este sentido conduce al vacío existencial, a la
náusea moral. Tener objetivos personales y profesionales divergentes,
contradictorios o conflictivos, llevan a una tensión que tarde o temprano
termina afectando a nuestro carácter, salud física y vida afectiva-familiar.
Un equilibrio entre ambiciones y posibilidades, sustentado en los valores
éticos individuales debería permitir una confluencia de los proyectos
personal y profesional en un proyecto de vida integrado. Jamás olvides
que si te vendes al mejor postor olvidando tus principios éticos y morales,
puedes poner en juego tu reputación.

2. CONÓCETE A TI MISMO

La búsqueda de una identidad propia, acorde con nuestros deseos y


nuestra personalidad, es un poderoso motor de cambio. No estar
satisfechos en forma parcial o total con una situación determinada es
fundamental para poder emprender un proceso de transformación.

Ideas para la acción. Es fundamental que te sinceres contigo mismo,


que no te engañes. Todavía no preguntes a los que te rodean qué opinan
de ti. Ten en cuenta que este proceso provoca desacomodamientos
internos, sensación de desajuste y un deseo de cambiar el esquema actual.
Pero, tranquilo, este desequilibrio provoca movimientos y acciones que
llevan, en el caso de ser exitosos, a un nuevo equilibrio. Reflexiona sobre
tus capacidades y habilidades, sobre aquellas tareas que sabes hacer
mejor, sobre tus potencialidades, carencias, intereses y sobre cómo se
desarrollan tus relaciones con los demás. Piensa igualmente si estás
satisfecho con tu vida personal y familiar y con tu situación profesional.
Haz un ranking de tus deseos y otro listado con las aficiones que más te
divierten durante tu tiempo de ocio. Tu objetivo es conocerte mucho
mejor. Pregúntate, por ejemplo: ¿Qué es lo que quiero cambiar en mi
vida? ¿Sería capaz de afrontar un cambio importante? ¿Cómo trabajo
mejor: en solitario, en equipo, bajo presión? ¿Cómo son mis relaciones
con mis iguales, superiores, colaboradores, clientes, proveedores, etc.?
¿Debo cambiar o seguir como estoy? La decisión no es fácil ni cómoda.
Podemos incluso no encontrar ningún apoyo. La decisión se debe tomar
cuando uno siente que la situación es tan insoportable que supera al
temor al cambio. ¿Quién eres? Debes descubrir tu pasión. Para elaborar el
mejor plan de marketing personal, necesitas saber cuál sería tu puesto de
trabajo ideal.

3. REALIZA UN ANÁLISIS DAFO PERSONAL Y PROFESIONAL

Tras la reflexión inicial, es la hora de diseñar una matriz DAFO. Cada


experto en marketing personal ofrece su fórmula.

Coge lápiz y papel. Escribe tus logros, éxitos y satisfacciones más


importantes en el plano profesional, así como tus fracasos, frustraciones y
dificultades. A continuación, escribe cómo se desarrollo cada una de esas
experiencias y qué aprendiste de todo ello.

El objetivo último es que te des cuenta de cuáles son tus energías positivas
y los aspectos que te son más adversos.

Existe una matriz DAFO con:

● Debilidades sin solución que debes aceptar (timidez incapaz de


superar).

● Debilidades con solución (no sabes inglés, pero puedes aprender).

● Amenazas personales que te afectan y que en ocasiones has desestimado


(alguien que dice ser tu amigo bloquea y rebate sistemáticamente tus
iniciativas e ideas, aunque después las haga suyas).

● Amenazas profesionales en estado latente que te pueden perjudicar en


algún momento (si no estás al día en tu especialidad profesional y/o has
perdido la ilusión por el trabajo, puede que algún día corras el riesgo de
perder el puesto).

● Fortalezas actuales que te pueden catapultar al éxito y que puedes estar


utilizando ya, o no.

● Fortalezas potenciales, todavía en estado latente, que pueden llegar a


ser poderosas si las trabajas.

● Oportunidades. Proyectos y decisiones que puedes poner en marcha


ahora, porque el momento te es favorable o porque se requieren tus
cualidades, pero que igual dentro de un tiempo pueden desaparecer
porque otra persona ha cubierto esa necesidad.
Es el momento de escribir tu misión (hacia dónde quieres ir) y visión:
cómo te ves dentro de unos años en el destino al cual quieres dirigirte.

4. AVERIGUA QUÉ OPINAN DE TI

No puedes vivir a espaldas de los demás. Realiza una segmentación para


definir quiénes saben sobre ti y/o de qué personas te interesa averiguar lo
que piensan de ti. Necesitas recabar información objetiva sobre tu
persona, investigando qué opinan quienes te rodean en relación con estos
aspectos:

- La imagen. Averigua cómo te ven y valoran, qué piensan de ti (sin


olvidar los aspectos negativos), cómo te sitúan en su vida, cuáles han sido
sus fuentes de información para llegar a esa imagen,…

- Las actitudes. Indaga cuál es la predisposición de los demás hacia ti, si


están contigo o en contra, si te ayudarían en caso de necesidad, o no,
etcétera.

- El comportamiento. Investiga si hablan bien de ti, si “compran” tus


ideas, si te ofrecerían empleo, si desconfían,…

Notas prácticas

Redacta un cuestionario y elige a cinco personas de tu vida personal y


laboral. Lo ideal es que alguien utilice tus preguntas para entrevistarse
con ellos. Si es tu amigo, el resultado estará más sesgado. Hay otras
alternativas: pasar tú mismo el cuestionario o, lo menos fiable, realizar tú
la entrevista. En cualquier caso, debes escuchar con humildad lo que
dicen sobre ti los demás.
2. ELIGE TU MARKETING MIX

Ya sabes cómo eres y cómo te ven los demás. Averigua cómo satisfacer el
potencial ‘comprador’: empleador, proveedor, cliente... Y elige tu
marketing mix. ¿Cambiar tu imagen, lenguaje o actitud? ¿Dejarte ver?
¿Relacionarte mejor? ¿Diferenciarte? ¿Todo a la vez?

1. ANALIZA EN QUÉ DEBES CAMBIAR

En las páginas anteriores realizaste una tarea de autoconocimiento que te


permitió llegar a establecer tu misión y visión. Sin embargo, tras recabar
suficientes datos sobre cómo piensan los demás que eres, quizá debas
reconsiderar esa misión y visión. Así, si ves que la gente que trabaja
contigo no te ve tan capaz como tú pensabas, deberías bajar el nivel de tus
expectativas. De lo contrario, podrías llegar a encontrarte sorteando unas
dificultades tremendas a la hora de actuar.

Qué debes cuidar

Si un producto no satisface unas necesidades, nadie lo comprará. Primer


punto: eres un producto satisfactor.Un producto con una buena marca, un
buen envase o una buena presencia se compra mejor que otro que no
tenga estas características. Eso mismo ocurre con el marketing personal.
Así, hay aspectos fundamentales que debes cuidar al máximo para
satisfacer a las personas con las que te relacionas, sin dejar nunca de
actuar sobre ellos: la forma de hablar, la apariencia (vestimenta, limpieza,
peinado...), la forma de actuar, tu comportamiento en los distintos
ambientes por los que te sueles mover, etc. Cuidar o no cuidar estos
aspectos puede inclinar la balanza de tu aceptación hacia un punto u otro.
Deberás hacer sacrificios. Es el precio que tienes que pagar para lograr
unos objetivos de orden superior. Quizá tengas que cambiar tus
actividades en el tiempo libre, destinar tiempo a la formación, prestar un
servicio a los demás, etc.

2. UTILIZA EL MEJOR ESCAPARATE

Tus superiores, iguales, subordinados, clientes... deben percibir lo bueno


que eres y los beneficios que les brinda el contar con tus servicios. La
acumulación de experiencias positivas y el efecto “boca-oído” se
potenciarán si sabes utilizar el mejor escaparate.
Dónde dejarte ver. Elige dónde debes ser visto y cuida tu
comportamiento en esos lugares. No dejes de asistir a las cenas,
celebraciones y fiestas que tu empresa organice para los empleados.
Apúntate al “comité organizador”. Determina en qué reuniones y eventos
vinculados a tu profesión no debes faltar: congresos profesionales, ferias
sectoriales, etc. Y si crees que estás en condiciones de hacerlo con éxito,
ponte en contacto con los organizadores para impartir alguna conferencia
o comunicar una ponencia para compartir tus conocimientos y
experiencias. Si tienes una empresa, organiza seminarios para clientes.

Cuida tu imagen. Selecciona muy bien a qué actos culturales, sociales y


deportivos debes asistir y a cuáles no, así como el tipo de personas con las
que te relacionas. Cuida tu imagen en todo momento, incluso durante el
tiempo de ocio. Realiza estudios de postgrado o asiste a seminarios de
perfeccionamiento. Esto te será muy útil para encontrar empleo de cara a
la empresa para la que ya trabajas, frente a la competencia y ante tus
clientes (puede que algún día piensen en contratarte). Redactar artículos
para revistas o boletines o escribir libros sobre materias en las que te
hayas especializado son también fantásticas oportunidades de promoción.
Participar en foros online de comunidades afines a tu perfil profesional
dando consejo a otros, etcétera, es una buena estrategia para que tu
nombre circule por Internet y vayas siendo reconocido como un experto
en las materias que dominas. Y, por qué no, crea tu propia página web.

3. APUESTA POR EL NETWORKING O PRM

En definitiva, se trata de cuidar las relaciones personales con profesores,


compañeros, jefes, colaboradores, amigos, clientes, proveedores, etc., a
medida de cada persona y/o segmento sobre el que quieras actuar. Ahora
bien, si no vas a ser constante, deja que las relaciones fluyan con
naturalidad, al azar. En Marketing personal la pesadez o la insistencia
cierran más puertas de las que abren.

Personaliza

Hay que ser generoso, sembrar para después recoger. El PRM requiere
adoptar un enfoque altruista. Hacer un mailing felicitando la Navidad a
todos tus contactos no es PRM, pues lo importante es personalizar.
Estudia a fondo las características, preferencias y necesidades de quienes
te rodean. Interésate por sus problemas personales y profesionales,
felicítales por sus aniversarios, triunfos.... Si logras establecer una
comunicación fluida permanente conseguirás de ellos lo que necesites,
siempre que también reciban toda tu cooperación y ayuda. Como aconseja
Tom Peters en su libro Reinventando el trabajo: “Vuela 3.000 kilómetros,
aunque sea para una comida de una hora. Aun en la era de las relaciones
virtuales, el cara a cara cuenta... y mucho”.

4. DIFERÉNCIATE DE LA COMPETENCIA

Al igual que la promoción incentiva la demanda de un producto


ofreciendo algo adicional, en marketing personal se traduce en los
aspectos diferenciales y temporales que de forma extra ofrecemos a
quienes queremos que nos acepten y/o compren/contraten. La antítesis
de esta estrategia sería la realización de los trabajos que tengo
encomendados hacer sin más. En lugar de limitarte a cumplir el
expediente, procura hacer algo especial a fin de no pasar inadvertido.

Qué ofrecer. Los tipos de promoción más comunes son: los servicios


adicionales que prestamos a terceros a cambio de nada, las habilidades
extras que ofrecemos sin que se nos pidan, o la realización de tareas no
previstas ni requeridas por parte de las personas que trabajan con
nosotros. Debido a la gran competencia existente en el mercado laboral,
esta herramienta es muy útil para los universitarios y técnicos que
encuentran dificultades al buscar su primer empleo. Conviene utilizar la
imaginación y la creatividad para reflejar en el currículo aportaciones
adicionales a las requeridas por el empleador. Está comprobado que
cuando un empresario, head hunter o un seleccionador de candidatos
analizan una serie de currículos, acostumbran a seleccionar los que se
diferencian de los demás por ofrecer ‘ventajas diferenciales’ que se
convierten automáticamente en ‘ventajas competitivas’ para el candidato.
Si no logras ser diferente, serás un producto sujeto a una sola variable: el
precio más bajo.

Para usar la diferenciación como estrategia, es fundamental hacerlo “a


medida”, esto es, adecuada a cada persona. Para ello, es básico conocer
qué le gustaría obtener de mí al otro, aunque no lo haya explicitado.
3. PON TU PLAN EN MARCHA

Tras elegir el marketing mix más conveniente para tu misión y visión,


busca un norte alcanzable. Abandona la reflexión, es el momento de
actuar. Marcarte metas diarias, mensuales... vigila tu actitud, cuida tus
relaciones a todos los niveles y ¡sé proactivo!

1. ABANDONA LA REFLEXIÓN Y ACTÚA

Convergentes con la misión y visión, alcanzables, mesurables y coherentes


entre sí, así deberían ser tus objetivos personales y profesionales.
Igualmente, habrás definido unas estrategias acordes con tus necesidades,
tu forma de ser y tu filosofía de la vida. Ahora ya sólo te falta ponerte en
marcha, y hacerlo cuanto antes. “Nada llega de no hacer nada”, dijo
William Shakespeare.

Planifícate

Precisa acciones concretas, tareas que debes realizar en el próximo mes,


trimestre, año... en tu vida privada y profesional. ¡Y escríbelas!

● Describe la acción. Por ejemplo, asistir al congreso nacional anual


vinculado a tu ejercicio profesional, que este año se celebra en...

● El por qué. Es un marco excelente para relacionarme con profesionales


que trabajan en el mismo campo que yo y además asistir me da prestigio y
me pone al día.

● El cuándo. La fecha.

● Recomendaciones. ¡Ojo con el plazo de inscripción!

2. SÉ DIPLOMÁTICO Y APLICA EL SENTIDO COMÚN

Procura primero comprender y después ser comprendido. Es la clave de la


comunicación interpersonal efectiva. Practica la escucha empática, que no
consiste en estar de acuerdo sino en ponerse en el lugar del otro, entrar en
su marco de referencia, mirar el mundo como él lo ve, comprender su
paradigma.

No te signifiques
Si estás ante un interlocutor al que no conoces y con el que no tienes
suficiente confianza, y él inicia una charla de contenido político, sé
prudente. En estos casos, es preferible no significarse y utilizar el sentido
común. Si tienes que dar tu opinión, procura que tenga un contenido
humanista: las guerras nunca son deseables, la violencia no es la
solución...

Ten mucho tacto

No critiques nunca a tus colaboradores en público, es tremendamente


peligroso. En privado, actúa sin contemplaciones y no seas paternalista.
Es mejor ser un mediocre constructor que un extraordinario y fuera de
serie criticador.

No seas trepa

No quieras ser un escalador nato la gente lo detecta a la legua y puedes


caer muy rápido. Mejor ir hacia arriba, sí, pero poco a poco... de viaje.
Durante una entrevista laboral, muéstrate sincero, pero positivo, incluso
al confesar alguno de tus fracasos. Y no critiques nunca a personas ni
empresas.

3. GÁNATE A LA GENTE: COMPAÑEROS, JEFE, …

Debes convertirte en un auxiliar eficaz para tu jefe. Nadie es


imprescindible, pero debes esforzarte en parecérselo. Hay dos tipos de
personas: las que te explican, con todo lujo de detalles, por qué no se
puede hacer una cosa y las que, a pesar de todo, la llevan a cabo.No te
jactes de tus éxitos, tus colegas y tu jefe podrían verte como un riesgo para
su propio lucimiento. Ayuda a tu jefe a destacar, conviértete en su aliado,
dedícale atención, tiempo y esfuerzo. Es la persona que más influencia
tiene sobre tu rendimiento y tu éxito. Defiéndelo públicamente y protege
su prestigio. Evita sus fallos, que tenga un desliz o quede en ridículo.

Sé un entusiasta

¿Y si te encargan un marrón? Ofrécete voluntario, porque los trabajos


asquerosos te darán la oportunidad de destacar. Si el proyecto no te
entusiasma, ¡consigue que lo haga! Tú eres el principal ingrediente de tus
proyectos. No hay tarea que no pueda servir de apoyo para saltar a un
asunto de mucho mayor calado.

Únete a tu equipo
En su libro Sobreviva a los errores del jefe sin perder el empleo, Ira
Chaleff ofrecía estas recomendaciones para mantener una relación
positiva con los colegas:

- Identifica las necesidades de tus compañeros. Debéis lograr la unidad


colaboradora en lugar de la competitividad incontrolada.

- Propón utilizar el pensamiento creativo ante los problemas, en lugar de


defender rígidamente las diferentes posturas.

- Facilita el liderazgo basado en competencias. Debes estar preparado


tanto para liderar como para ser liderado por tus colegas cuando se
convierten en líderes.

- Si parece que os estáis dividiendo en facciones, recuérdales que todos


sois remeros del mismo barco.

4. COMUNICA MEJOR Y ENCUENTRA EL ‘RAPPORT’

Quienes se comunican bien en las entrevistas de trabajo tienen más de un


50% de posibilidades de ser seleccionados, y ello independientemente de
otras cualificaciones que puedan tener. En opinión de este experto: la
comunicación es, junto con las relaciones personales, la herramienta más
potente del marketing personal. Para hacerlo con éxito:

- Piensa en el lenguaje que más le interesa, entiende y acepta el receptor.

- Elabora el mensaje más apropiado en función del canal que veas más
idóneo para comunicarte: cara a cara, por teléfono, Internet, mediante
una carta...

- Céntrate en una sola idea.

- Si te van a ver y escuchar, debes utilizar las palabras justas, con la


entonación y las pausas adecuadas y la ayuda de los ademanes y gestos
convenientes para enfatizar las ideas.

Por último, no seas fantasma. La gente puede detectar a un farolero a


miles de kilómetros. Si expones tus ideas con claridad, concreta y
gráficamente, logras aumentar la credibilidad.

Busca la sintonía
Cuando las personas se gustan, se parecen; y cuando se parecen, se
gustan. Entonces aparece el rapport (compenetración) que se facilita
mediante las técnicas de acompasamiento. Trata de acompasar algunas
facetas del otro, pero no todos sus movimientos. Agudiza la percepción y...

- Establece una distancia cómoda para el otro.

- Mírale a los ojos.

- Refleja su postura, tono, volumen y ritmo de la voz.

- Utiliza sus palabras o frases repetitivas (muletillas).

- Adopta su actitud (vehemencia, optimismo).

4. NUNCA BAJES LA GUARDIA

El plan de marketing personal no tiene fin, si quieres que tu prestigio


aumente con los años. Para ello, deberás realizar mejoras continuas,
profesionales y personales. Gana confianza en ti mismo, aprende
constantemente y desarrolla habilidades que son clave.

1. GANA EN AUTOESTIMA

Igual que es más fácil vender un producto si uno está convencido de sus
bondades, quien quiera venderse bien también deberá creer en sí mismo.
Valora tus habilidades técnicas, humanas... y trata de mejorarlas
constantemente. Ese es el camino para ganar autoestima; La seguridad en
uno mismo viene de una coherencia de adentro hacia afuera, de vivir una
vida de integridad en la que los hábitos diarios reflejan los valores más
profundos. La salud física afecta a la salud mental; la fuerza espiritual a la
social/emocional. Al progresar en una dimensión, acrecentamos nuestras
aptitudes en las todas las demás. Pasamos el 90% de nuestro tiempo
hablando con nosotros mismos. He de cuidar cómo me hablo para poder
proteger mi actitud ¡Ojo con quién me comparo! Para mantener una
correcta actitud constructiva he de compararme conmigo mismo. ¿Mejoro
con respecto a la vez anterior? Los demás pueden servirme de modelo a
seguir o imitar para evolucionar, pero no como figura para mi frustración
debido a que no soy –quizás– mejor que ellos, pues cada uno nacemos
con unas cualidades y talentos distintos. No puedo pretender ser el mejor
en todo.

La enorme fuerza del pensamiento positivo. Hay palabras y preguntas


constructivas –te ayudan a ilusionarte y alcanzar tus metas– y
destructivas, que te destruyen y limitan.

2. ENTRÉNATE A FONDO, APRENDE E INFÓRMATE


CONTINUAMENTE

Los conocimientos están quedando obsoletos cada vez con


mayor rapidez. Como consecuencia, no te olvides nunca de la
formación permanente, dejando de lado los títulos y los diplomas que de
muy poco sirven. Busca buenos contenidos en seminarios puntuales y
procura estar cerca de buenos profesionales. En efecto, hay una forma de
mejorar nuestra preparación: relacionándonos con personas de éxito en
nuestra disciplina. Al contrario de lo que pueda parecer, estas personas
suelen estar encantadas de compartir con uno sus experiencias y
conocimientos. Si eres universitario o estás estudiando un postgrado,
aproxímate a los profesores que imparten las asignaturas que más te
interesan.

Apúntate a sus seminarios u ofrécete para colaborar con ellos en sus


trabajos de investigación. Si ya trabajas como profesional, no desperdicies
la oportunidad de tomar contacto personal con las personas que imparten
formación en tu empresa o fuera de ella, lee sus libros, apórtales tus
sugerencias, consejos...

La información te da más poder. Es bueno que se te reconozca como


experto en determinadas materias, pero es todavía mejor que se
reconozca que sirves para todo. Al menos en caso de emergencia (es decir,
cada dos días. Estar al día, y no sólo en tu área de especialización,
aumenta tu prestigio. Lee a diario periódicos y revistas, libros,
información en Internet...

3. SIEMBRA, SI ES QUE QUIERES COSECHAR

La filosofía ganar/ganar es un pilar básico del marketing personal. Con su


aplicación, los acuerdos alcanzados con otros son mutuamente
beneficiosos, y eso es clave para la gestión de las relaciones, porque en
ellas la negociación es constante. Negociamos entre compañeros de
estudios y de trabajo, con superiores, cuando hacemos contactos
profesionales o acuerdos con la competencia, con proveedores, clientes,
familiares, amigos e incluso con vecinos.

Una competencia esencial. La capacidad de negociar es una


competencia esencial. De hecho, es la habilidad directiva más valorada
hoy por las empresas. Tu reputación profesional se verá incrementada si,
entre otros “talentos”, eres capaz de cerrar tratos o de llegar a acuerdos
estratégicos logrando que ambas partes salgan beneficiadas.

La confianza en las relaciones. Hacer marketing personal significa


construir relaciones a largo plazo. Tenemos que afrontar el paradigma
ganar/ganar desde un auténtico deseo de esforzarnos por construir una
relación que lo haga posible, basada en la confianza. Este experto en
liderazgo nos facilita otro concepto muy útil para describir las relaciones
entre individuos: la cuenta bancaria emocional, una metáfora de la
confianza incorporada a una relación. Es el sentimiento de seguridad que
tenemos respecto de otro ser humano. Si aumento mis depósitos con la
cortesía, la bondad, la honestidad, y mantengo mi compromiso con el
otro, constituyo una reserva. Incluso puedo equivocarme, y ese nivel de
confianza, esa reserva emocional, compensará la diferencia. Cuando la
confianza es alta, la comunicación es fácil, instantánea y efectiva. ¿Cómo
aumentar la cuenta bancaria emocional?: comprendiendo al otro,
prestando atención a lo pequeño (atenciones, asperezas...), manteniendo
los compromisos, aclarando nuestras expectativas (muchas veces no son
evidentes) , demostrando integridad personal y pidiendo disculpas por
nuestros errores.

4. GESTIONA MEJOR TU TIEMPO

Ten claro que no hay éxito sin un manejo inteligente de tu tiempo. En


ningún aspecto de tu vida. Una óptima gestión del tiempo es el mandato
del tercer hábito de la gente altamente efectiva. Establece primero lo
primero. Si tratas de resolver los problemas de tiempo trabajando más o
más deprisa, estás cayendo en la trampa de la actividad: no tendrás
tiempo de reflexionar, de establecer prioridades, de elegir lo que
realmente es importante. Y es probable que te dejes ofuscar por lo más
urgente, que puede ser menos importante que otras cosas que dejas para
luego y que al final se convierten en urgentes. De esta forma, sólo ganarás
estrés y agotamiento.

Toma conciencia de tu proactividad. Las personas que llegan a


ocupar los buenos puestos laborales son las proactivas, aquellas que dan
soluciones a los problemas, que tienen iniciativa y responsabilidad:
habilidad para elegir la respuesta. Ante las preocupaciones, él recomienda
centrar las energías en las cosas sobre las que es posible actuar y aceptar
lo que no podemos cambiar.

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