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[Fei uve Cees cat Pe | BIBLIOTECA CENTRAL COMPRA TODA LA SANGRE \ntologia de cuentos peruanos sobre la violencia politica Gustavo Faverén Patria editor GRUPO EDITORIAL MATALAMANGA Luma, 2006 22 Jako Onegn Ahora, amidame a subie, Y lévate este poncho, que ya no me sirve, Pero toda Ia pente creer que eres Pizarno —duds el Petiso, Lo misé, sontiendo, Te tmeremos flores ~dijo, entendiendo por fin-, ¢(Quieres algo mis? ~Nada mis, Adis, Petiso, y mucha suerte. Te jaro que cuando sea presidente buscaré tus huesos —jurc, pilido, ~Ya los enconteé, y shorn simi cuerpo esti Mivoz soné como de oa en la amplia urna, Me eseuché a mi mismo en el eco, y entendi que mi hora era cexcana, ‘Ya me levantatia en esta tersa como una columna de pieda y fuego, omplero, La guerra del arvingel San Gabrid Dante Caste 1 Nadie me puede sesponder qué mal es el peor Y cada vez que pido sespuestas me dicen que en esta comunidad yo estoy para responder y el zesto para preguntas, Total, pats eso sor el profesor, Asi dicen, Sin embargo, ala hora de decidir por el bien de la comunidad, con las justas si me hacen enso y hasta se rien de Jo que puedo sugeriz. Yo pregunto sila presencia de los acumpas» es buena © mala y me dicen: «Como preguntando usted, pues? a’ eso es instruido, gno?s Y se rien todos desmuelados, como ha- cigadome cxjudo, Peor silos notables estén borrachos: gorobedo, ‘curcuncho, se burlan de mi wiste aspecto sin considerar que yo lus enseno a sus hijos. ¥ es yue Dios me puso esta maldita mon- taiia pam que la cargara sobre mis espaldas por alptin pecado del ‘ual no me acuerdo, Duele bajo el poncho en las noches de hela- das y me avergtienza en el verano cuando hay que descubrirse. Y ‘no me responderian tampaco si les preguntara sobre exto, come tampoco me responden cuando les pregunte qué mal es el peor “Todo Yuraceancha se comporta como si el Furuse se To hi Dbieran compsnde, Silos Sinchis vienen, les damos sa pachamanca, chichita de joea, aguardiente y hasta pisco de runs, Cantamos el hhimno nacional, sacamos la bandera del colegio y 1 Iucimos en la placita de armas. Sivienen los «Campa, sacamos la bandera con Ih hoz y el martille, cantamos «salvo el poder tod es ilusidns spor montaias y praderaso, y seguimos viviendo al mangen de la sguersa sin habern < slejade de ella 124 Dante Casto Yaraccancha sabe vivir, lene un mensaje diferente para cada Persona ye se acerca por estos pagos y eso lo aprendimos de tan- (© comerciar con la cata, Nuesten cafazo es el mejory por eso el esto de comunidades de la provincia hasta nos regalan hembeas. Don César Huamani, alealde, Alejandio Lucero, teniente-gober- nador, Lauro Choque, teniente~alealde, yo ‘buenos billetes con el aleohol, Ahora tambié ‘que envia Defensa Civil, Semejantes sinvergiienzas! Y cuando. vvienen de Lima los periodistas, eos losiquean y moquesn en os notables se hacen «quechua suplicando més ayuda, Pero Yaraccancha no podiin seguir siendo de dos bandos sin ‘plas por ninguno, Se acordarian de mis preguntas tan desprecia- cles por estos indios eazurros, cuando los «umpas» empezaron a presionar, Primeto esigieron que parte de las cosechas se destina- sap para alimentar a los que estaban combatiendo en las alturas No era mucho lo que pedian, entonces tndos aceptaron felices, bebieron y bailason con ellos al igual que hacian con los Sinchis en las contadas ocesiones que venfan, Después exigieron una cuota dle ganado pata hacer charguiy Hevatlo también a los que peleaban cen Tos certos ¥ la gente acepts. Pero lo que les amargaba peor «que biel en la boca a los més viejos exa que arvearan a los mag's ala eliscucla Populam pata adoctrinarlos x, postesiormente, se los Uevaran a combatis, Muchos ya no represaban. Yoriccanchinos los hay sicos y pobres, si es que se puede Ih- mar ticos a estos comerciantes que acumulin algin dinerito, y Pobres a otros que s6lo viven del eampo, Cuando los campesinos se qucjaban de las levas que hacian los ecumpas», el alealde César unmani les sesponctia que 6a era Ia cuota que debiamos pagar or seguir viviendo en paz. Igualito hablaba el muy ledino cuan- dlo las mamachas venian a quejarse de las violaciones que hacian los Sinchis a sus hijas, Nacieron de los Sinchis hijes sin. padre Pero nadie imaginé las atsvcidades que vesia nuestra comunidad después del segundo ato de violencia, Nadie caleuls las ligeimas Laguna del aringel Sow Gard 15 (que attancarian a las madres de los nevados que ro-lean la corta anuea de Yuraccancha. Vinieron las estas patronales de fines de octubre. Saludamos laniversario de nuestea patrona la Virgen del Rosatio y de nues- tuo patrén San Gabriel, con celebraciin de una semana pot Io ‘menos. Por esas fechas ya han espigado los trigales y necesitamos brazos de otros lados para cosechar. Todo es flicicad y Ia gente bebe harto licor, come y baila. La conllera parece teir con sux dientes blancos de nieve y bajo el sol el pueblo se divierte olvi- dandose por timo de las imagenes sagradns. Ha venido gente del ancxo Pukaeruz y del caserio Wayoq'pampa a celebrar @ sus patronos. ¥, como siempre, los partidos de fatbol entre los ease- ros y anexos acaban en trompeadera, Hasta a pedradas se agarran Jos muy barbaros. El padrecito Rodrigo por eso se leva la imagen de la Virgen muy lejos, para que no vea la madte de Cristo toda sa barbarie. El pobre San Gabriel, como todos los aos se queda alli bajo el sol, con esa mirada de nifio, como si no comprendiesa nada micntras la luz del dia va desgastando los colozes de sus an- das y los borrachos brindan a su salud, Algo los vi tramar a Jos Lucero, a los Haman y al resto de aguatdentosos. Nada bueno seria cuando regalaban licor contra sus costumbres usurerss. Al final de la semana, cuando la gente estaba cansada de tanto bailar y tanto beber, don César Huarani y Alejandzo Lucero convocaron a asamblea en la casa communal. Hacia mucho tiempo que no convocaban y eso me extra’.

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