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EXAMEN TRANSFORMACIÓN DE SOCIEDADES

CONTA

UNIDAD 1. Pág. 1
UNIDAD 2. Pág. 7
UNIDAD 3. Pág. 21

UNIDAD 1.
Superávit

Vocablo latino que proviene de superare y que hace referencia a un sobrante o un


excedente. El concepto se utiliza en la economía y las finanzas para hacer
referencia a la abundancia del dinero que ingresa o del patrimonio en comparación a
los gastos o las deudas.

El superávit económico surge de la diferencia que existe entre los ingresos y los
gastos durante un cierto lapso temporal. Cuando la diferencia es positiva (es decir,
los ingresos superan a los gastos), se habla de superávit.

Se asocia a la economía y situación económico financiera de una organización o


administración pública en un periodo de tiempo determinado, generalmente un año,
trimestre o mes.

Tipos de superávit según la contabilidad:

Superávit exterior: Es la diferencia entre ingresos y gastos que tiene un país con
respecto al exterior. Puede haber superávit en cualquier cuenta de la balanza de
pagos.

Estas son las más importantes:

Superávit comercial: cuando el saldo de las importaciones de un país es inferior al


de las exportaciones.

Superávit de capital: menores inversiones en el extranjero con dinero nacional que


inversiones extranjeras en el país.

Superávit financiero: cuando los ciudadanos del interior del país envían menos
remesas de las recibidas.
Superávit fiscal: Está relacionado con la administración pública. Se origina cuando
una administración pública es capaz de recaudar más dinero que aquel que necesita
para afrontar sus cargas. También, el superávit fiscal se relaciona con el dinero que
una administración recibe de otra en función de lo que esta última aporta (entre una
región y un Estado por ejemplo). Se conoce como superávit público cuando el
superávit fiscal hace referencia al conjunto de todas las administraciones públicas
de un país.

Superávit presupuestario: hace referencia al superávit fiscal previsto por el Gobierno


al realizar los presupuestos del año siguiente.

Superávit primario: Es el superávit fiscal sin tener en cuenta los costes de


financiación previos, es decir, sin contar con los intereses de la deuda adquirida
anteriormente. Por lo que es más fácil que resulte en superávit que el superávit
fiscal, al que en estos casos se le denomina déficit o superávit total.

Déficit

Un déficit es la escasez, el menoscabo o la deficiencia de alguna cosa que se


necesita o que se considera como imprescindible. El término puede aplicarse a
diferentes productos o bienes, desde alimentos hasta dinero. Se utiliza sobre todo
en un contexto comercial, en el ámbito de las empresas y los Estados.

La noción de déficit presupuestario, que se asocia a la Administración Pública, se


produce cuando los gastos que concreta el estado son superiores a sus ingresos
durante un cierto período temporal. El déficit público, por lo tanto, es el balance de
las cuentas de las diversas administraciones públicas de un país, desde la nacional
hasta las municipales.

Cuando se utiliza este término se está pensando en la carencia de un bien


importante, porque no se tiene el suficiente dinero para adquirirlo, y sobre todo se
trata de bienes estatales, o de una deficiencia en el suministro de los bienes, de
mano del Estado a la sociedad en cuestión; cuando se realiza el balance y a falta de
una buena distribución del presupuesto en la adquisición de los bienes y servicios,
se llega a un saldo negativo. De todas formas, también puede aparecer el término
para referirse a un mal manejo que una persona hace de su economía.

Si el gobierno no logra contraer más deuda (es decir, no le prestan más dinero) y ya
no tiene reservas para afrontar sus gastos, sólo podrá atacar el déficit si se endeuda
con el propio banco central del país.

Déficit en el Estado
Cabe señalar que se dice que un Estado tiene déficit fiscal, cuando a lo largo de un
ciclo de tiempo determinado ha gastado más dinero del que ha recaudado en un
determinado sector.

Por otro lado, si se habla de déficit público, se está haciendo referencia a una
deficiencia en el balance de todos los sectores de la Administración Pública.

Tipos de déficit según la contabilidad

Déficit fiscal: está relacionado con la administración pública. Se origina cuando una
administración pública no es capaz de recaudar suficiente dinero para afrontar sus
gastos.
También, el déficit fiscal se relaciona con el dinero que una administración recibe de
otra en función de lo que esta última aporta (entre una región y un Estado por
ejemplo).

Déficit público: Hace referencia al conjunto de todas las administraciones públicas


de un país. Se asocia a la contabilidad nacional de un país.

Déficit presupuestario: Hace referencia al superávit fiscal previsto por el Gobierno al


realizar los presupuestos del año siguiente.

Déficit primario: Es el déficit fiscal sin tener en cuenta los costes de financiación
previos, es decir, sin contar con los intereses de la deuda adquirida anteriormente.
Por lo que es más fácil que resulte en superávit que el déficit fiscal, al que en estos
casos se le denomina superávit o déficit total.

Tipos de déficit

Déficit exterior: es la diferencia entre ingresos y gastos que tiene un país con
respecto al exterior. Puede haber déficit en cualquier cuenta de la balanza de pagos.

Estas son las más importantes:

Déficit comercial: cuando el saldo de las importaciones de un país es superior al de


las exportaciones.

Déficit de capital: mayor inversiones en el extranjero con dinero nacional que


inversiones extranjeras en el país.

Déficit financiero: cuando los ciudadanos del interior del país envían mayor número
de remesas de las recibidas.
Tipos de déficit en función de la situación

Déficit estructural: se origina de forma constante e independiente de la influencia de


un periodo económico.

Déficit discrecional: viene condicionado por las políticas económicas del


Gobierno.

Déficit tendencial: se origina por situaciones estructurales normales y


automáticas, como por ejemplo el crecimiento de la población.

Déficit coyuntural o cíclico: se trata de una situación temporal provocada por los
periodos económicos.

Déficit privado: se da cuando una empresa o familia no es capaz de generar


suficientes ingresos para cubrir sus gastos financieros por exceso de
endeudamiento.

Déficit alimentario: Escasez de alimentos.

Fuentes del Superávit.

1 Por Socios o accionistas: Cuando los accionistas exhiben una cantidad superior al
valor nominativo de las acciones generan un superávit que contablemente se
controla en una cuenta especial, que se denomina Superávit pagado.

2. Personas ajenas a la empresa: En este caso el superávit generado por


donaciones efectuadas por personas que no tienen ninguna participación en la
empresa. Contablemente se puede controlar en una cuenta denominada Superávit
donado.

3. La revaluación de activos fijos: Cuando los accionistas o socios de una empresa


deciden efectuar una revaluación de sus activos se llevará a cabo una dicha
operación afectando las cuentas de activo correspondientes y abonando a la cuenta
de Superávit por Revaluación.

4. Las utilidades generadas y retenidas por la empresa mismas que se registran en


la cuenta de Superávit por Aplicar.

Clasificación del Superávit.


1. Superávit Ganado. Es el que obtienen las entidades económicas como producto
normal de sus operaciones, es decir éste proviene siempre de los resultados de la
empresa en las operaciones normales que realiza, sin importar el área donde se
desempeña, sea industria, comercio, prestadora de servicios, etc.

Aplicado y por aplicar: El superávit ganado aplicado se integra con las utilidades que
han sido separadas para fines específicos como la reserva legal, la reserva de
reinversión, etc., ya sea una separación voluntaria de los accionistas o por
disposiciones legales. El superávit por aplicar lo integran las utilidades obtenidas y
que la asamblea de socios o de accionistas no ha resuelto sobre el destino de las
mismas, es decir, que permanece a disposición de los accionistas o de los socios en
su caso.

2. Superávit de Capital. es el que tiene su origen en operaciones diferentes a las


del objeto de la sociedad, es decir son utilidades que se generan por decisiones
como la revaluación de los activos, donativos recibidos, premios de loterías, o
sobreprecio en la venta de acciones, respecto a su valor nominal.

Características:

a) no es originado por las operaciones normales de la empresa

b) figura en el estado de resultados en un grupo independiente, por separado de las


cuentas características de las operaciones normales, y en algunos casos no figura
en dicho estado financiero.

El origen del superávit de capital puede ser:

● por donación
● por revaluación de activos
● por venta de activos fijos
● por rifas, premios de loterías
● por venta de acciones con prima

Aspecto Contable:

Cuentas del superávit. Las cuentas necesarias para el control del superávit pueden
variar de una entidad a otra, nos referimos al superávit en atención al origen del
mismo, considerando necesario aclarar que en nuestro medio se ha generalizado
más el empleo de la palabra utilidad como sinónimo de superávit.
Las cuentas más comúnmente utilizadas son las siguientes:

1. Superávit Pagado. Invariablemente se manifiesta con saldo acreedor, y se refiere


a la utilidad obtenida en la venta de acciones a un precio superior al valor nominal
de las mismas.

2. Superávit Donado. Saldo característico acreedor, representa la utilidad obtenida


por los bienes donados a la sociedad.

3. Superávit del Ejercicio. Su saldo siempre será acreedor, y representa la utilidad


obtenida por la empresa en las operaciones normales del ejercicio anterior.

4. Superávit por Aplicar. Saldo característico acreedor, expresa la utilidad obtenida


por la sociedad como resultados de sus operaciones normales y que por alguna
circunstancia la asamblea de accionistas resolvió aplicar posteriormente.

5. Superávit por Revaluación. Saldo característico acreedor, se refiere a la utilidad


estimada como consecuencia de la revaluación de los activos.

UNIDAD 2
Emisión de obligaciones

Concepto

Operación de crédito utilizada por los empresarios como medio de financiación para
la obtención de recursos mediante endeudamiento que se retribuye pagando un tipo
de interés.

Las obligaciones son valores emitidos en serie que crean o reconocen una deuda a
cargo de la entidad emisora y representan una parte proporcional de un crédito
contra dicha entidad y a favor del obligacionista o acreedor. Pueden recibir distintas
denominaciones, como por ejemplo bonos, cédulas, etc. Son las sociedades
anónimas, las que con más frecuencia emiten dichos valores.

La sociedad de responsabilidad limitada no podrá acordar ni garantizar la emisión


de obligaciones u otros valores negociables agrupados en emisiones.

Estas se pueden representar tanto por medio de títulos (nominativos o al portador)


como por anotaciones en cuenta. En el primer supuesto, los títulos son emitidos en
serie numerada, son negociables, con fuerza ejecutiva y deben ser iguales
conteniendo las características de la sociedad emisora así como el importe de la
emisión y garantías de la misma entre otros.

Con independencia de la operación económica que da lugar a la emisión de las


obligaciones, éstas han de reunir siempre unos determinados requisitos:

Requisitos

● Acuerdo de emisión, adoptado por la Junta General de accionistas, o por


delegación, por el órgano de administración.
Debe constar tal delegación en escritura pública otorgada por los
administradores e inscrita en el Registro Mercantil expresando al menos:
importe de la emisión, plazo máximo de amortización, serie, valor nominal de
los títulos y número, garantías de la emisión.

● Límites de la emisión, el importe total de las emisiones de obligaciones u


otros valores no puede ser superior al capital social desembolsado, más las
reservas que figuren en el último balance aprobado. Si la emisión está
garantizada con hipoteca, prenda, garantía pública o aval solidario no se
aplicará dicha limitación.

● Condiciones de la emisión, se somete a las cláusulas contenidas en los


estatutos sociales, y a los acuerdos adoptados por la Junta General.

● Garantías de la emisión, puede hacerse la emisión con o sin ellas. Se utilizan


garantías especiales de naturaleza real, tales como hipoteca, prenda...otras
de carácter personal como el aval.

● Régimen de prelación: las primeras emisiones gozarán de prelación frente a


las posteriores por lo que se refiere al patrimonio libre de la sociedad
emisora.

Formalidades:
● La emisión debe ser realizada con determinadas formalidades como:

● Contrato y escritura pública: debe contener nombre de la sociedad emisora,


capital, objeto, domicilio, fecha de apertura de la suscripción, valor nominal,
intereses, vencimiento, primas, importe total, series de los valores,
garantías...

● Requisitos previstos en la normativa del mercado de valores.

● Inscripción en el Registro Mercantil y publicidad: una vez otorgada escritura


pública ha de inscribirse en el Registro Mercantil y en su caso, en los demás
registros públicos correspondientes, sin que puedan ponerse en circulación
las obligaciones hasta que se haya procedido a dicha inscripción. Cualquier
modificación de las condiciones de la emisión ha de inscribirse igualmente.
Es requisito previo para la suscripción de las obligaciones o para su
introducción en el mercado que la sociedad anuncie la emisión en el Boletín
Oficial del Registro Mercantil. Dicho anuncio debe contener, al menos, la
fecha e importe de la emisión, así como el nombre del comisario.

● Consentimiento del sindicato de obligacionistas para reducir el capital social o


el importe de las reservas, salvo que la emisión estuviera garantizada con
hipoteca, prenda, garantía pública o aval solidario.

LEY GENERAL DE OPERACIONES Y TÍTULOS DE CRÉDITO.

Artículo 208. Las sociedades anónimas pueden emitir obligaciones que representen
la participación individual de sus tenedores en un crédito colectivo constituido a
cargo de la sociedad emisora.

Las obligaciones serán bienes muebles aun cuando estén garantizadas con
hipoteca.

Artículo 209. Las obligaciones serán nominativas y deberán emitirse en


denominaciones de cien pesos o de sus múltiplos, excepto tratándose de
obligaciones que se inscriban en el Registro Nacional de Valores e Intermediarios y
se coloquen en el extranjero entre el gran público inversionista, en cuyo caso podrán
emitirse al portador. Los títulos de las obligaciones llevarán adheridos cupones.
Las obligaciones darán a sus tenedores, dentro de cada serie, iguales derechos.
Cualquier obligacionista podrá pedir la nulidad de la emisión hecha en contra de lo
dispuesto en este párrafo.

Artículo 210. Las obligaciones deben contener:

1.Nombre, nacionalidad y domicilio del obligacionista, excepto en los casos en que


se trate de obligaciones emitidas al portador en los términos del primer párrafo del
artículo anterior.

2. La denominación, el objeto y el domicilio de la sociedad emisora;

3. El importe del capital pagado de la sociedad emisora y el de su activo y de su


pasivo, según el balance que se practique precisamente para efectuar la emisión;

4. El importe de la emisión, con especificación del número y del valor nominal de las
obligaciones que se emitan;

5. El tipo de interés pactado;

6. El término señalado para el pago de interés y de capital y los plazos, condiciones


y manera en que las obligaciones han de ser amortizadas;

7. El lugar del pago;

8. La especificación, en su caso, de las garantías especiales que se constituyan


para la emisión, con expresión de las inscripciones relativas en el Registro Público;
9. El lugar y fecha de la emisión, con especificación de la fecha y número de la
inscripción relativa en el Registro de Comercio.

10. La firma autógrafa de los administradores de la sociedad, autorizados al efecto,


o bien la firma impresa en facsímil de dichos administradores, a condición, en este
último caso, de que se deposite el original de las firmas respectivas en el Registro
Público de Comercio en que se haya registrado la sociedad emisora.

11. La firma autógrafa del representante común de los obligacionistas, o bien la


firma impresa en facsímil de dicho representante, a condición, en este último caso,
de que se deposite el original de dicha firma en el Registro Público de Comercio en
que se haya registrado la sociedad emisora.

Artículo 210 Bis. Las sociedades anónimas que pretendan emitir obligaciones
convertibles en acciones se sujetarán a los siguientes requisitos:
1. Deberán tomar las medidas pertinentes para tener en tesorería acciones por el
importe que requiera la conversión.

2. Para los efectos del punto anterior, no será aplicable lo dispuesto en el artículo
132 de la Ley General de Sociedades Mercantiles.

3. En el acuerdo de emisión se establecerá el plazo dentro del cual, a partir de la


fecha en que sean colocadas las obligaciones, debe ejercitarse el derecho de
conversión.

4. Las obligaciones convertibles no podrán colocarse abajo de la par. Los gastos de


emisión y colocación de las obligaciones se amortizarán durante la vigencia de la
misma.

5. La conversión de las obligaciones en acciones se hará siempre mediante solicitud


presentada por los obligacionistas, dentro del plazo que señala el acuerdo de
emisión.

6. Durante la vigencia de la emisión de obligaciones convertibles, la emisora no


podrá tomar ningún acuerdo que perjudique los derechos de los obligacionistas
derivados de las bases establecidas para la conversión.

7. Siempre que se haga uso de la designación capital autorizado, deberá ir


acompañada de las palabras para conversión de
obligaciones en acciones.
En todo caso en que se haga referencia al capital autorizado, deberá mencionarse
al mismo tiempo el capital pagado.

8. Anualmente, dentro de los primeros cuatro meses siguientes al cierre del ejercicio
social, se protocolizará la declaración que formule el Consejo de Administración
indicando el monto del capital suscrito mediante la conversión de las obligaciones
en acciones, y se procederá inmediatamente a su inscripción en el Registro Público
de Comercio.

9. Las acciones en tesorería que en definitiva no se canjeen por obligaciones, serán


canceladas. Con este motivo, el Consejo de Administración y el Representante
Común de los Obligacionistas levantarán un acta ante Notario que será inscrita en el
Registro Público de Comercio.

Artículo 211. No podrá pactarse que las obligaciones sean amortizadas por medio
de sorteos a una suma superior a su valor nominal o con primas o premios, sino
cuando éstos
tengan por objeto compensar a los obligacionistas por la redención anticipada de
una parte o de la totalidad de la emisión, o cuando el interés que haya de pagarse a
todos los
obligacionistas sea superior al cuatro por ciento anual y la cantidad periódica que
deba destinarse a la amortización de las obligaciones y al pago de intereses sea la
misma durante el
tiempo estipulado para dicha amortización.

Cualquiera de los obligacionistas podrá pedir la nulidad de la emisión hecha en


contra de lo prevenido en este artículo.

Artículo 212. No se podrá hacer emisión alguna de obligaciones por cantidad mayor
que el activo neto de la sociedad emisora, que aparezca del balance a que se
refiere la fracción II del artículo 210, a menos que la emisión se haga en
representación del valor o precio de bienes cuya adquisición o construcción tuviere
contratada la sociedad emisora.

La sociedad emisora no podrá reducir su capital sino en proporción al reembolso


que haga sobre las obligaciones, por ella emitidas, ni podrá cambiar su objeto,
domicilio o denominación, sin el consentimiento de la Asamblea General de
Obligacionistas.

Las sociedades que emitan obligaciones deberán publicar anualmente su balance,


certificado por Contador Público. La publicación se hará en el Diario Oficial de la
Federación.
Artículo 213. La emisión será hecha por declaración de voluntad de la sociedad
emisora, que se hará constar en acta ante notario y se inscribirá en el Registro
Público de la Propiedad que corresponda a la ubicación de los bienes, si en garantía
de la emisión se constituye hipoteca, y en el Registro de Comercio del domicilio de
la sociedad emisora, en todo caso. El acta de emisión deberá contener:

1. Los datos a que se refieren las fracciones I y II del artículo 210, con inserción: a).-
Del acta de la Asamblea General de Accionistas que haya autorizado la emisión; b).-
Del balance que se haya practicado precisamente para preparar la emisión,
certificado por Contador Público; c).- Del acta de la sesión del Consejo de
Administración en que se haya hecho la designación de la persona o personas que
deben suscribir la emisión;

2. Los datos a que se refieren las fracciones III, IV, V y VI del artículo 210;

3. La especificación en su caso, de las garantías especiales que se consignen para


la emisión, con todos los requisitos legales debidos para la constitución de tales
garantías;
4. La especificación del empleo que haya de darse a los fondos producto de la
emisión, en el caso a que se refiere el primer párrafo del artículo 212;

5. La designación de representante común de los obligacionistas y la aceptación de


éste, con su declaración:

a).- De haber comprobado el valor del activo neto manifestado por la sociedad;
b).- De haber comprobado, en su caso, la
existencia y valor de los bienes hipotecados o dados en prenda para garantizar la
emisión;
c).- De constituirse en depositario de los fondos producto de la emisión que se
destinen, en el caso a que se refiere el primer párrafo del artículo 212, a la
construcción o adquisición de los bienes respectivos, y hasta el momento en que
esa adquisición o construcción se realice.

En caso de que las obligaciones se ofrezcan en venta al público, los avisos o la


propaganda contendrán los datos anteriores.

Por violación de lo dispuesto en este párrafo, quedarán solidariamente sujetos a


daños y perjuicios aquellos a quienes la violación sea imputable.

Artículo 214. Cuando en garantía de la emisión se den en prenda títulos o bienes, la


prenda se constituirá en los términos de la sección 6a. del Capítulo IV, Título II de
esta Ley. Cuando se constituya hipoteca, se entenderá que la hipoteca cubre, sin
necesidad de ulteriores anotaciones o inscripciones en el Registro Público,
todos los saldos que eventualmente, dentro de los límites del crédito total
representado por la emisión, queden insolutos por concepto de obligaciones o
cupones no pagados o amortizados en la forma que se estipule. La prenda o la
hipoteca constituidas en garantía de la emisión, sólo podrán ser canceladas total o
parcialmente, según se haya estipulado en el acta de emisión, cuando se efectúe
con intervención del representante común, la cancelación total o parcial, en su
caso, de las obligaciones garantizadas.

Artículo 215. Si la emisión fuere hecha para cubrir un crédito ya existente a cargo de
la sociedad emisora, el representante común suscribirá los títulos y autorizará su
entrega al acreedor, una vez que se acredite debidamente la cancelación de los
títulos, documentos, inscripciones o garantías relativos al crédito en cuya sustitución
se haya hecho la emisión. Cuando la emisión se haga con el objeto de representar
un crédito nuevo para la sociedad emisora, el representante común suscribirá los
títulos y autorizará su entrega, previa la comprobación de que la sociedad emisora
ha recibido los fondos correspondientes o de que se ha abierto a favor de ella en
una institución de crédito, un crédito irrevocable cubriendo el valor de la emisión.
El valor de la emisión será, para los efectos de este artículo, el valor nominal de
todas las obligaciones que la misma comprenda, menos las deducciones que en el
acta de emisión se hayan estipulado expresamente por concepto de primas o
comisiones para colocar la emisión y, en su caso, por concepto de un tipo de
emisión inferior al valor nominal de las obligaciones.

Artículo 216. Para representar al conjunto de los tenedores de obligaciones, se


designará un representante común que podrá no ser obligacionista. El cargo de
representante común es personal y será desempeñado por el individuo designado al
efecto, o por los representantes ordinarios de la institución de crédito o de la
sociedad financiera que sean nombradas para el cargo. El representante común
podrá otorgar poderes judiciales.

El representante común sólo podrá renunciar por causas graves que calificará el
Juez de Primera Instancia del domicilio de la sociedad emisora y podrá ser removido
en todo tiempo por los obligacionistas, siendo nula cualquiera estipulación contraria.

En caso de falta del representante común, será substituido, si fuere una institución
de crédito, por otra institución de crédito que designarán los obligacionistas, y en
caso contrario, por la persona o institución que al efecto designen los mismos
obligacionistas. Mientras los obligacionistas nombran nuevo representante,
común, será designada con el carácter de representante interino, una institución
autorizada para actuar como fiduciaria, debiendo ser hecho este nombramiento a
petición del deudor o de cualquiera de los obligacionistas, por el Juez de Primera
Instancia del domicilio de la sociedad emisora. La institución designada como
representante interino, deberá expedir, en un término no mayor de quince días a
partir de la fecha en que acepte el cargo, la convocatoria para la celebración de
la asamblea de obligacionistas. En caso de que no fuere posible designar a una
institución fiduciaria en los términos del párrafo que antecede, o de que la designada
no aceptare el cargo, el Juez expedirá por sí mismo la convocatoria antes
mencionada.

Artículo 217. El representante común de los obligacionistas obrará como mandatario


de éstos, con las siguientes obligaciones y facultades, además de las que
expresamente se consignen en el acta de emisión:

1. Comprobar los datos contenidos en el balance de la sociedad emisora que se


formule para efectuar la emisión;

2. Comprobar, en su caso, la existencia de los contratos a que se refiere el párrafo


primero del artículo 212;

3. Comprobar la existencia y el valor de los bienes dados en prenda o hipotecados


en garantía de la emisión, así como que los objetos pignorados y, en su caso, las
construcciones y los muebles inmovilizados incluidos en la hipoteca, estén
asegurados mientras la emisión no se amortice totalmente, por su valor o por el
importe de las obligaciones en circulación, cuando esté sea menor que aquél;

4. Cerciorarse de la debida constitución de la garantía;

5. Obtener la oportuna inscripción del acta de emisión en los términos del artículo
213;

6. Recibir y conservar los fondos relativos como depositario y aplicarlos al pago de


los bienes adquiridos o de los costos de construcción en los términos que señale el
acta de emisión, cuando el importe de la emisión o una parte de él, deban ser
destinados a la adquisición o construcción de bienes;

7. Autorizar las obligaciones que se emitan;

8. Ejercitar todas las acciones o derechos que al conjunto de obligacionistas


corresponda por el pago de los intereses o del capital debidos o por virtud de las
garantías señaladas
para la emisión, así como los que requiera el desempeño de las funciones y deberes
a que este artículo se refiere, y ejecutar los actos conservatorios respectivos;

9. Asistir a los sorteos, en su caso;

10. Convocar y presidir la asamblea general de obligacionistas y ejecutar sus


decisiones;

11. Asistir a las asambleas generales de accionistas de la sociedad emisora, y


recabar de los administradores, gerentes y funcionarios de la misma todos los
informes y datos que necesite para el ejercicio de sus atribuciones, incluyendo los
relativos a la situación financiera de aquélla.

12. Otorgar en nombre del conjunto de los obligacionistas, los documentos o


contratos que con la sociedad emisora deban celebrarse.

Artículo 218. La asamblea general de obligacionistas representará al conjunto de


éstos y sus decisiones tomadas en los términos de esta ley y de acuerdo con las
estipulaciones relativas del acta de emisión, serán válidas respecto de todos los
obligacionistas, aun de los ausentes o disidentes.

La asamblea se reunirá siempre que sea convocada por el representante común, o


por el Juez, en el caso del párrafo siguiente.
Obligacionistas que representen, por lo menos, el 10% de los bonos u obligaciones
en circulación, podrán pedir al representante común que convoque la asamblea
general, especificando en su petición los puntos que en la asamblea deberán
tratarse. El representante común deberá expedir la convocatoria para que la
asamblea se reúna dentro del término de un mes a partir de la fecha en que reciba
la solicitud. Si el representante común no cumpliere con esta obligación, el Juez de
Primera Instancia del domicilio de la sociedad emisora, a petición de los
obligacionistas solicitantes, deberá expedir la convocatoria para la reunión de la
asamblea.

La convocatoria para las asambleas de obligacionistas se publicará una vez, por lo


menos, en el Diario Oficial de la Federación y en alguno de los periódicos de mayor
circulación del domicilio de la sociedad emisora, con diez días de anticipación, por lo
menos, a la fecha en que la asamblea deba reunirse. En la convocatoria se
expresarán los puntos que en la asamblea deberán tratarse.

Artículo 219. Para que la asamblea de obligacionistas se considere legalmente


instalada, en virtud de primera convocatoria, deberán estar representadas en ella,
por lo menos, la mitad más una de las obligaciones en circulación, y sus decisiones
serán válidas, salvo los casos previstos en el artículo siguiente, cuando sean
aprobadas por mayoría de votos. En caso de que una asamblea se reúna en virtud
de segunda convocatoria, se considerará instalada legalmente, cualquiera que sea
el número de obligaciones que estén en ella representadas.

Artículo 220. Se requerirá que esté representado en la asamblea el 75%, cuando


menos, de las obligaciones en circulación y que las decisiones sean aprobadas por
la mitad más uno, por lo menos, de los votos computables en la asamblea:

1. Cuando se trate de designar representante común de los obligacionistas;

2. Cuando se trate de revocar la designación de representante común de los


obligacionistas;

3. Cuando se trate de consentir u otorgar prórrogas o esperas a la sociedad emisora


o de introducir cualesquiera otras modificaciones en el acta de emisión.

Si la asamblea se reúne en virtud de segunda convocatoria, sus decisiones serán


válidas cualquiera que sea el número de obligaciones en ella representadas.

Es nulo todo pacto que establezca requisitos de asistencia o de mayoría inferiores a


los que señalan este artículo y el anterior.
Artículo 221. Para concurrir a las asambleas, los obligacionistas deberán depositar
sus títulos, o certificados de depósito expedidos respecto a ellos por una institución
de crédito, en el lugar que se designe en la convocatoria de la asamblea, el día
anterior, por lo menos, a la fecha en que ésta deba celebrarse. Los obligacionistas
podrán hacerse representar en la asamblea por apoderado acreditado con simple
carta poder.

A las asambleas de obligacionistas podrán asistir los administradores debidamente


acreditados, de la sociedad emisora.

En ningún caso podrán ser representadas en la asamblea, las obligaciones que no


hayan sido puestas en circulación de acuerdo con el artículo 215, ni las que la
sociedad emisora haya adquirido.
De la asamblea se levantará acta suscrita por quienes hayan fungido en la sesión
como presidente y secretario. Al acta se agregará la lista de asistencia, firmada por
los concurrentes y por los escrutadores.
Las actas, así como los títulos, libros de contabilidad y demás datos y documentos
que se refieran a la emisión y a la actuación de las asambleas o del representante
común, serán conservadas por éste, y podrán, en todo tiempo, ser consultadas por
los obligacionistas, los cuales tendrán derecho a que, a sus expensas, el
representante común les expida copias certificadas de los documentos dichos.

La asamblea será presidida por el representante común o, en su defecto, por el


Juez, en el caso del artículo 218, y en ella los obligacionistas tendrán derecho a
tantos votos, como les correspondan en virtud de las obligaciones que posean,
computándose un voto por cada obligación de las de menor denominación emitidas.

En lo no previsto por esta ley, o por el acta de emisión, será aplicable a la asamblea
general de obligacionistas lo dispuesto por el Código de Comercio respecto a las
asambleas de accionistas de las sociedades anónimas.

Artículo 222. Cuando en el acta de emisión se haya estipulado que las obligaciones
serán reembolsadas por sorteos, éstos se efectuarán ante notario, con intervención
del representante común y del o de los administradores de la sociedad autorizados
al efecto. La sociedad deberá publicar en el Diario Oficial de la Federación y en un
periódico de los de mayor circulación de su domicilio, una lista de las obligaciones
sorteadas con los datos necesarios para su identificación, y expresando en ella el
lugar y la fecha en que el pago deberá hacerse. Las obligaciones sorteadas dejarán
de causar interés desde la fecha del sorteo, siempre que la sociedad deposite en
una institución de crédito el importe necesario para efectuar el pago. El depósito
deberá ser hecho dentro del mes que siga a la fecha del sorteo y no podrá ser
retirado por la sociedad, sino 90 días después de la fecha señalada para iniciar el
pago de las obligaciones sorteadas. La fecha en que se inicie el pago de las
obligaciones sorteadas, deberá fijarse precisamente dentro del mes que siga a la
fecha del sorteo.

Artículo 223. Los obligacionistas podrán ejercitar individualmente las acciones que
les correspondan:

1. Para pedir la nulidad de la emisión en los casos de los artículos 209 y 211 y la de
las resoluciones de la asamblea, en el caso del párrafo final del artículo 220, y
cuando no se hayan cumplido los requisitos establecidos para su convocatoria y
celebración;

2. Para exigir de la sociedad emisora, en la vía ejecutiva, el pago de los cupones


vencidos, de las obligaciones vencidas o sorteadas y de las amortizaciones o
reembolsos que se hayan vencido o decretado conforme al acta de emisión;

3. Para exigir del representante común que practique los actos conservatorios de los
derechos correspondientes a los obligacionistas en común, o haga efectivos esos
derechos; y

4. Para exigir, en su caso, la responsabilidad en que el representante común incurra


por culpa grave.

Las acciones individuales de los obligacionistas, en los términos de las fracciones I,


II y III de este artículo, no serán procedentes cuando sobre el mismo objeto esté en
curso o se promueva una acción del representante común, o cuando sean
incompatibles dichas acciones con alguna resolución debidamente aprobada por la
asamblea general de obligacionistas.

Artículo 224. La nulidad de la emisión, en los casos a que se refieren los artículos
209 y 211, sólo tendrá por objeto hacer exigible desde luego el pago de las
cantidades pagadas por los obligacionistas.

Artículo 225. En caso de quiebra o liquidación de la sociedad emisora, las


obligaciones sólo se computarán en el pasivo por las sumas ya vencidas y no
pagadas y por la cantidad que resulte reduciendo a su valor actual, al tipo de interés
nominal estipulado en la emisión, los pagos periódicos que estuvieren por vencer.

Artículo 226. Salvo convenio en contrario, la retribución del representante común


será a cargo de la sociedad emisora, así como los gastos necesarios para el
ejercicio de las acciones conservatoria de los derechos de los obligacionistas o para
hacer efectivas las obligaciones o las garantías consignadas para ellas. Los gastos
que se originen por la convocatoria y celebración de las asambleas solicitadas por
los obligacionistas, en los términos del artículo 218, serán pagados por los
solicitantes, si la asamblea no aprueba las decisiones por ellos propuestas.
Artículo 227. Las acciones para el cobro de los cupones o de los intereses vencidos
sobre las obligaciones, prescribirán en tres años a partir de su vencimiento.

Las acciones para el cobro de las obligaciones, prescribirán en cinco años a partir
de la fecha en que se venzan los plazos estipulados para hacer la amortización, o
en caso de sorteo, a partir de la fecha en que se publique la lista a que se refiere el
artículo 222.

Artículo 228. Son aplicables a las obligaciones y a sus cupones, en lo conducente,


los artículos 77, párrafo final, 81, 90, 127, 130, 132, 139, 140, 142, 148, 149, 151 al
162, 164, 166 al 169 y 174, párrafo final.

Aspecto legal

CARACTERÍSTICAS DE LAS OBLIGACIONES

Las características principales de las obligaciones son:

1. Emisor. De acuerdo con el artículo 208 de la LGTOC, las obligaciones pueden ser
emitidas sólo por empresas constituidas como sociedades anónimas.

2. Valor nominal. Es el precio de referencia, expresado en moneda nacional, que


aparece en los títulos en el momento de su emisión, como expresión de la parte del
capital contable que represente y antecedente para definir el precio de su
suscripción. El valor nominal, es el valor del título al vencimiento. El artículo 209 de
la LGTOC señala que las obligaciones deberán emitirse en denominaciones de 100
pesos o sus múltiplos, éstas serán nominativas excepto las que se inscriban en el
Registro Nacional de Valores e Intermediarios y se coloquen en el extranjero entre
el gran público inversionista, en cuyo caso podrán emitirse al portador. Cabe
destacar que los títulos de las obligaciones llevarán adheridos cupones.
3. Rendimiento. Es el beneficio que produce una inversión, en este caso, como las
obligaciones son clasificadas como instrumentos de deuda, su rendimiento es
variable por estar establecidos los intereses con una tasa fija y una sobretasa
calculada sobre algún índice representativo del mercado, como por ejemplo la Tasa
de interés interbancaria de equilibrio (TIIE), los certificados de tesorería (Cetes),
entre otros.

4. Plazo. Es el periodo que transcurre antes del vencimiento de un título de deuda.

5. Garantía. El crédito colectivo constituido a cargo de la sociedad emisora como


consecuencia de la emisión de
obligaciones, queda garantizado con el patrimonio de la sociedad; pero además, la
sociedad puede constituir garantías especiales para garantizar la emisión, tales
como: hipoteca, prenda, aval o fianza.

6. Amortización de la deuda. Puede ser al vencimiento, anticipada o por cierto


número de pagos fijos preestablecidos.

7. Pago del interés. Puede ser trimestral, semestral, anual o incluso mensual.

ASPECTO CONTABLE DE LAS OBLIGACIONES.

Las obligaciones pueden emitirse a su valor nominal (valor de la obligación a su


fecha de vencimiento) y colocarse por arriba o debajo de este valor, según la
relación entre la tasa de interés ofrecida por las obligaciones y la tasa de interés
prevaleciente en el mercado. Si son colocadas por debajo de su valor nominal, se
dice que se emitieron con descuento. Por el contrario, si se colocaron por arriba de
su valor nominal, se dice que se emitieron con prima.

Cuando se efectúa una emisión de obligaciones, la cuenta “Bancos” se carga y la


cuenta “Obligaciones por pagar” se abona por la cantidad obtenida de la emisión.
UNIDAD 3.
TRANSFORMACION, FUSION Y ESCISION DE SOCIEDADES.

La sociedad mercantil es una persona moral, a través de la cual se reúnen de forma


periódica dos o más personas derivado de un contrato de sociedad, quienes se
obligan mutuamente a combinar sus recursos para la realización de un fin común y
tienen el objeto lucrar a través una actividad con especulación comercial.

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE UNA SOCIEDAD CIVIL Y UNA SOCIEDAD


MERCANTIL?

Si bien es cierto, en ambas sociedades se persigue el lucro, la diferencia radica en


que la sociedad mercantil busca la especulación comercial mientras que en la
sociedad civil no.

LEY GENERAL DE SOCIEDADES MERCANTILES

CAPÍTULO I

De la constitución y funcionamiento de las Sociedades en general

Artículo 1o.- Esta Ley reconoce las siguientes especies de sociedades mercantiles:

I.- Sociedad en nombre colectivo;

II.- Sociedad en comandita simple;

III.- Sociedad de responsabilidad limitada;

IV.- Sociedad anónima;

V. Sociedad en comandita por acciones;

VI. Sociedad cooperativa, y

VII. Sociedad por acciones simplificada.


Cualquiera de las sociedades a que se refieren las fracciones I a V, y VII de este
artículo podrá constituirse como sociedad de capital variable, observándose
entonces las disposiciones del Capítulo VIII de esta Ley.

¿DÓNDE SE ENCUENTRA REGULADA LA FUSIÓN, TRANSFORMACIÓN Y


ESCISIÓN DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES?

La fusión, transformación y escisión de sociedades mercantiles se encuentra


regulada en la Ley General de Sociedades Mercantiles, específicamente en el
Capítulo IX, denominado “De la Fusión, Transformación y Escisión de las
Sociedades”, en los artículos 222 al 228 Bis.

¿QUÉ ES UNA FUSIÓN?

Es la unión de dos o más sociedades con el objeto de funcionar como una sola. La
sociedad que se quiere fusionar a otra se le llama fusionada, mientras que la
sociedad que persiste se le llama fusionante.

Es importante señalar que no es necesario para una fusión, que ambas sociedades
sean de la misma especie, es decir, puede fusionarse una sociedad de
responsabilidad limitada a una sociedad anónima.

Sin embargo, es importante señalar que los acuerdos sobre fusión deberán de ser
inscritos en el Registro Público de Comercio, además de publicar cada sociedad su
último balance y la sociedad que deje de existir, deberá de publicar también el
sistema establecido para la extinción de su pasivo, tal y como lo requiere el artículo
223 de la LGSM:

Artículo 223. Los acuerdos sobre fusión se inscribirán en el registro público de


comercio y se publicarán en el sistema electrónico establecido por la secretaría de
economía, de la misma manera, cada sociedad deberá publicar su último balance, y
aquella o aquellas que dejen de existir, deberán publicar, además, el sistema
establecido para la extinción de su pasivo.

Asimismo, la fusión no podrá tener efectos sino tres meses después de haberse
efectuado su inscripción en el Registro Público de Comercio, lo anterior es así, con
el objeto de proteger los derechos de los socios a oponerse a la fusión, tal y como lo
prevé el artículo 224 de la LGSM:

Artículo 224. La fusión no podrá tener efecto sino tres meses después de haberse
efectuado la inscripción prevenida en el artículo anterior.
Durante dicho plazo, cualquier acreedor de las sociedades que se fusionan, podrá
oponerse judicialmente en la vía sumaria, a la fusión, la que se suspenderá hasta
que cause ejecutoria la sentencia que declare que la oposición es infundada.

Transcurrido el plazo señalado sin que se haya formulado oposición, podrá llevarse
a cabo la fusión, y la sociedad que subsista o la que resulte de la fusión, tomará a
su cargo los derechos y las obligaciones de las sociedades extinguidas.

FUSIÓN DE SOCIEDADES MERCANTILES.

El fenómeno económico de la concentración de sociedades y empresas se


manifiesta tanto en la agrupación de ellas, en sus diversas formas, Uniones de
empresas, Grupos, Coaliciones, como en la fusión y extinción de dos o más en torno
a otra ya existente, que subsiste; o bien, mediante la constitución de una sociedad
nueva.

Aquél fenómeno, supone la existencia de dos o más sociedades, sin que


desaparezca ninguna.

La Fusión, en cambio, produce la extinción necesaria de una o más sociedades (las


fusionadas).

La concentración en este caso no es de personas (las sociedades que se unen y


coligan), sino de patrimonios (los de las fusionadas con el de la fusionante, o sea, la
sociedad que perdura).

Los motivos económicos que llevan a la concentración —a cualquier forma de ella—


pueden ser varios; entre otros:

a) Que exista una relación de subordinación entre una sociedad matriz y otra u otras
filiales o sucursales de ella, cuando aquélla decida absorber a alguna de éstas, para
ahorrar gastos o impuestos, o para hacerse cargo directo de la gestión de la
empresa de la sucursal;

b) Para procurar una racionalización de actividades iguales o similares de varias


empresas o evitar una competencia ruinosa entre ellas:

c) La diversificación de los fines de una empresa, mediante la fusión por absorción


de otras que tenga una finalidad distinta;

d) La división de actividades o de funciones entre dos o más sociedades (lo que con
frecuencia conduce a acuerdos monopolices prohibidos por la Ley);
e) La transmisión a una sociedad disuelta, o en trance de disolución, del patrimonio
de otra que se le fusione, para evitar su liquidación.
CLASES DE FUSIONES

Las clases más comunes son dos:

● INCORPORACION.- Una sociedad se incorpora a la otra con todo su


patrimonio, siendo ésta la más frecuente en la experiencia nacional.

● INTEGRACIÓN.- La sociedad desaparece para constituir una nueva.

PROCESO DE LA FUSIÓN.

Toda fusión implica un proceso largo y complicado, que se sucede por etapas, y en
el que intervienen todos los órganos de las sociedades que se sometan a ella, así
como los acreedores, principalmente de los entes que se fusionan y que han de
desaparecer.

El proceso se inicia con los tratos o negociaciones, o sea, la discusión preliminar de


la posible fusión de ciertas sociedades, a nivel de representantes de cada una (que
no necesariamente son miembros del órgano de administración), y culmina con la
ejecución del contrato de fusión, con posterioridad a la inscripción de los acuerdos
previos de cada una y de todas las sociedades que se hayan sometido al
procedimiento respectivo.

Tratos sobre la fusión. La primera etapa de tratos o negociaciones parte del examen
de la idea o proposición de la fusión, a través de uno o más administradores, del
gerente o director, o de un delegado del órgano de administración a quien se hayan
concedido las facultades necesarias. Termina esta etapa con la redacción de un
proyecto de contrato de fusión, que se somete a la consideración de la Junta o
Asamblea de cada sociedad, "en la forma y términos que corresponda según su
naturaleza" (art. 222 de la LGSM).

Proyecto de fusión. La segunda etapa suele consistir en la discusión del proyecto


entre los representantes de la sociedad y sus acreedores, a efecto de saber si éstos
se oponen o no a la fusión de la sociedad deudora, ya que la fusión supone la
transmisión de todas las deudas sociales a la sociedad fusionante (que ya exista, o
que se cree); en este último caso, se plantea la constitución de una sociedad que
nace con un pasivo. Es posible prescindir de cualquier acuerdo con todos los
acreedores, si así fuera, se correría el riesgo de que ellos se opongan judicialmente
a la fusión, salvo que la sociedad prevea el pago inmediato de sus deudas, o que se
constituya un depósito de su importe en una institución de crédito (art. 225). En
cambio, "el consentimiento de todos los acreedores", podría evitar el pago
anticipado o el depósito, en los casos, en que ciertos créditos estuvieran o fueran
suficientemente protegidos, vgr. con una garantía real (hipoteca, prenda).

Aprobación del acuerdo por cada sociedad. La tercera etapa consiste en la


aprobación del acuerdo de fusión por cada una de las sociedades que vaya a
fusionarse, de conformidad con las reglas que fija la ley tocante al tipo social
respectivo (Art. 222); esta aprobación, aún no implica convenio alguno, sino mera
declaración unilateral de voluntad de cada sociedad, aceptando el proyecto de
contrato. La discusión, y la aprobación en su caso del acuerdo es competencia
exclusiva e indelegable de la Junta o Asamblea de socios o de accionistas, según
sea el tipo de sociedad de que se trate.

Contrato de fusión. La cuarta etapa estriba en el contrato mismo de fusión, que


surge del hecho de que todas las sociedades interesadas hayan aprobado el mismo
texto (Acuerdo de fusión, art. 223), sin cambio alguno. Se trata de un contrato de
naturaleza corporativa, en que el acuerdo de voluntades de las sociedades que lo
integran no se da en un solo acto, como en los contratos entre presentes (art. 1805
Código Civil), ni a través de oferta y aceptación, como en los contratos entre
ausentes (arts. 1807), sino a través de etapas, como señalamos, hasta lograr el
acuerdo de voluntades de todas las "personas para crear, transferir, modificar,
extinguir obligaciones" (art. 1797).

EXTINCIÓN DE LAS SOCIEDADES FUSIONADAS.

La fusión produce un doble efecto, extintivo de las sociedades que se fusionan, en


la fusión por incorporación o absorción, y constitutivo, respecto a la sociedad que se
crea, en la fusión por integración.

En el primer caso, la extinción de sociedades es efecto y no causa. Por ello, no se


produce el fenómeno de la disolución que la LGSM regula en los arts. 229; y de ahí
también que la extinción no cause la liquidación de las sociedades fusionadas, como
sí sucede, en cambio, con la disolución.

EFECTOS DE LA FUSIÓN.

Debemos distinguir varios supuestos:

Primero.- Los efectos que se produzcan tanto respecto a las sociedades que se
extinguen (fusionadas), como respecto a la que subsista o a la que se constituya
(fusionante);

Segundo.- Efectos respecto a los socios de aquéllas y de ésta (en cualquiera de sus
dos manifestaciones, fusión por incorporación y por integración);
Tercero.- Efectos respecto a los acreedores y a los deudores de todas las
sociedades que intervienen en la fusión, y por último,y

Cuarto, La suerte que correrán con motivo de la fusión ciertas cláusulas incluidas en
los estatutos de las sociedades que se fusionen.

En cuanto a las sociedades. Respecto a las sociedades fusionadas, su personalidad


jurídica se extingue al momento en que la fusión se inscriba en el Registro Público
de Comercio, siguiendo los supuestos que indica el art. 225 de la LGSM, o bien, con
posterioridad, en los términos del art. 224 párrafos segundo y tercero de la ley antes
citada. Por lo que toca a la fusionante, si ella ya existía, conserva su personalidad
sin cambio o modificación alguna, y en adelante será la única titular tanto de los
derechos y obligaciones que recién asumió, como de los que ya constituían su
patrimonio.

Respecto a los socios. Respecto a los socios, se plantea la unión de todos en torno
a la fusionante que subsista o que se cree. Excepciones de esta regla serían los
casos de retiro (vgr. en las S en N.C. y en las S en C.S., arts. 35 y 57) y aquellos en
que se convenga la liquidación de uno o varios socios de las fusionadas y aun de la
fusionante.

En cuanto a acreedores y deudores. En cuanto a los acreedores, el art. 224 de la


LGSM les concede acción judicial de oposición, el derecho de oponerse a la fusión:
"en caso de que se origine un peligro para los créditos hipotecarios"; sus derechos
—cualesquiera que sean— se respetan en su integridad y pasan como obligaciones
de la fusionante, salvo que sean pagados, o garantizado su pago (Art.225). Por
supuesto, la fusión sólo comprende a los acreedores de la sociedad cuyos créditos
formen el pasivo de ésta; pero en manera alguna a los acreedores de los socios.

FUSIÓN DE SOCIEDADES IRREGULARES.

No obsta a la fusión que las sociedades fusionadas (alguna o todas), o que la


fusionante en el caso de fusión por incorporación, sean S.A.; como tampoco que
dicha fusionante, en el caso de fusión por integración, permanezca sin inscribirse en
el Registro Público de Comercio.; es decir, como Sociedad Irregular. Para esos
casos de irregularidad rigen los arts. 222 a. 226, sin cambio ni modificación alguna.

Es cierto que para la fusión es esencial la inscripción en el Registro Público de


Comercio, por lo que parece un contrasentido que una sociedad irregular, que por
hipótesis legal no está registrada, tenga que acudir al Registro Público de Comercio
si quiere fusionarse; sin embargo, no hay impedimento legal para que aun sin haber
registrado su constitución (e inclusive, otras modificaciones a su estatuto que
previamente se hubieran acordado), inscriba el acuerdo respectivo de fusión; que
puede hacerse tanto en el sentido de inscripciones en libros, como en el de
inscripción de folios (Registro Público de Comercio, arts. 29 y 31 fr. III).

¿QUÉ ES UNA TRANSFORMACIÓN?

La transformación de sociedades consiste cuando alguna de las sociedades quiere


adoptar cualquier otra especie, por ejemplo, que una sociedad de responsabilidad
limitada se quiera transformar a una sociedad anónima.

Lo anterior, se encuentra previsto por el artículo 227 de la LGSM:

Artículo 227. Las sociedades constituidas en alguna de las formas que establecen
las fracciones i a v del artículo 1, podrán adoptar cualquier otro tipo legal. Asimismo
podrán transformarse en sociedad de capital variable.

Artículo 228 LGSM “En la transformación de las sociedades se aplicarán los


preceptos contenidos en
los artículos anteriores de este capítulo.”

Las siguientes tesis ayudan a entender el sentido de la transformación de las


sociedades:

SOCIEDADES MERCANTILES. LA ADOPCIÓN DE LA MODALIDAD DE CAPITAL


VARIABLE QUE REALICE UNA SOCIEDAD ANÓNIMA, NO ORIGINA UNA
PERSONA MORAL DISTINTA, POR LO QUE SUBSISTEN LOS MANDATOS
OTORGADOS CON ANTERIORIDAD.

De lo dispuesto en los artículos 1o., 213, 214, 215, 217 y 227 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles, se concluye que una sociedad puede acordar que su
capital social pueda aumentarse o disminuirse, sin que esto dé origen a un ente de
derecho distinto al inicialmente constituido, dado que persisten los mismos fines
sociales y únicamente se produce la posibilidad de que el capital social sea
susceptible de aumento por aportaciones posteriores de los socios o por admisión
de nuevos socios, o bien, que disminuya por retiro parcial de las aportaciones;
además, las sociedades de capital variable se rigen por las disposiciones que
corresponden a la especie de sociedad de que se trate y el acto constitutivo debe
contener las estipulaciones propias de la sociedad de la cual deriven, así como las
condiciones que se fijen para el aumento o disminución del capital social; de tal
manera que cuando una sociedad acuerda que su capital pueda aumentarse o
disminuirse, adoptando la modalidad de capital variable, no se da origen a una
persona moral distinta, lo que implica que existe continuidad en sus operaciones
mercantiles y actos jurídicos celebrados. En consecuencia, al no extinguirse la
personalidad de la sociedad, subsisten los mandatos otorgados con anterioridad,
mientras no se demuestre que han sido revocados.

SOCIEDADES, TRANSFORMACIÓN DE LAS. Si una sociedad se transforma de


sociedad de responsabilidad limitada a sociedad anónima, al hacerlo, ésta tiene que
tomar a su cargo los derechos y obligaciones de aquélla, atento a lo que dispone el
artículo 224, párrafo III, in fine, de la Ley General de Sociedades Mercantiles, en
relación con el artículo 28 del propio Ordenamiento, lo que determina que la nueva
sociedad es causahabiente a título particular, de la primitiva.

SOCIEDADES ANÓNIMAS DE CAPITAL FIJO, TRANSFORMACIÓN DE LAS, EN


DE CAPITAL VARIABLE. SUBSISTENCIA DE LOS APODERADOS.
Tomando en consideración que la transformación de una sociedad anónima de
capital fijo en sociedad anónima de capital variable no extingue la personalidad de la
primera ni da lugar al nacimiento de la última como persona jurídica, es ineludible
concluir que los apoderados de aquélla subsisten con tal carácter con posterioridad
a la transformación, si el poder otorgado no les ha sido revocado.

SOCIEDADES ANONIMAS DE CAPITAL FIJO, TRANSFORMACION DE LAS, EN


DE CAPITAL VARIABLE. NO GENERA UN SUJETO DE DERECHO DISTINTO.
Como la Ley General de Sociedades Mercantiles no establece disposiciones
aplicables específicamente a la transformación de las sociedades mercantiles,
porque su artículo 228 remite a los preceptos relativos a la fusión de las sociedades,
de los cuales no se desprende que la transformación que se cometa, implique la
extinción de la sociedad anónima como persona jurídica y la creación de la sociedad
anónima de capital variable como nuevo sujeto de derecho, debe considerarse que
subsiste la personalidad, si también se atiende a lo que establecen los artículos 214
y 216 de la aludida ley, conforme a los cuales la sociedad anónima de capital fijo y
la sociedad anónima de capital variable se deben regir por los mismos estatutos,
con excepción de las estipulaciones relativas a las condiciones para el aumento y
disminución del capital social, tratándose de las de capital variable, toda vez que las
referidas disposiciones, respectivamente, determinan:

"Las sociedades de capital variable se regirán por las disposiciones que


correspondan a la especie de sociedades de que se trata, y por las de la sociedad
anónima relativa a balances y responsabilidades de los administradores, salvo las
modificaciones que se establecen en el presente capítulo.

Y "El contrato constitutivo de toda sociedad de capital variable debe contener,


además de las estipulaciones que correspondan a la naturaleza de la sociedad, las
condiciones que se fijen para el aumento y la disminución del capital social...". Pero
además, porque si en términos del artículo 182, fracción VI, de la referida ley, es
suficiente el acuerdo de la asamblea extraordinaria de accionistas para que una
sociedad anónima se transforme en sociedad de capital variable y no ser necesario,
a ese efecto, el procedimiento establecido por el artículo 90 del mismo
ordenamiento que regula la constitución de la sociedad anónima, resultaría carente
de lógica admitir que la transformación de referencia pueda dar lugar a la extinción
de la sociedad anónima como ente jurídico y al nacimiento de la sociedad anónima
de capital variable como nuevo sujeto de derecho porque, en tal hipótesis, la
regulación de dicha transformación correspondería a las disposiciones relativas a la
disolución y creación de sociedades y no había motivo para que la Ley de
Sociedades Mercantiles la reglamentará en términos del Capítulo Noveno.

Ahora que si la transformación de la sociedad anónima únicamente tiene por objeto


adoptar la modalidad de "capital variable", sin disminuir el capital social existente al
momento de verificarse la transformación, ni cambiar su objeto, domicilio y duración,
esto es, sin modificarse de manera que quedare convertida en alguna de las otras
especies que enumera el artículo 1o. de la Ley de Sociedades Mercantiles como
son la sociedad en nombre colectivo, la sociedad en comandita simple, la sociedad
de responsabilidad limitada, la sociedad en comandita por acciones o la sociedad
cooperativa, debe concluirse que la transformación de una sociedad anónima de
capital fijo en sociedad anónima de capital variable, no es generadora de un sujeto
de derecho distinto al existente antes de la transformación, cuando subsisten el
mismo capital social, domicilio, objeto y duración; pues no obsta en contrario lo
expresado en la exposición de motivos de la ley que se comenta, en el sentido de
que la transformación da siempre nacimiento a un sujeto de derecho distinto del que
hasta antes de ella venía actuando, porque si generalmente existe una
correspondencia lógica entre los motivos como antecedente y la ley como
consecuente, que deben tenerse en cuenta al aplicar sus disposiciones, no puede
pasarse por alto la notoria incongruencia que, en lo relativo a la transformación de
una sociedad anónima de capital fijo, a sociedad anónima de capital variable, existe
entre los motivos y la ley. consecuentemente, no hay razón válida para que se
acudiera a aquéllos y se desatienda ésta, cuya observancia es obligatoria y debe
prevalecer.

¿QUÉ ES UNA ESCISIÓN?

La escisión consiste en la división de una sociedad para formar dos o más distintas.
La sociedad que pretende dividirse se llamará escindente y las sociedades que
surjan de esta división se les nombrarán como escindidas.

La escisión, se encuentra prevista en el artículo 228 de la LGSM:

Artículo 228 bis. Se da la escisión cuando una sociedad denominada escindente


decide extinguirse y divide la totalidad o parte de su activo, pasivo y capital social en
dos o más partes, que son aportadas en bloque a otras sociedades de nueva
creación denominadas escindidas; o cuando la escindente, sin extinguirse, aporta
en bloque parte de su activo, pasivo y capital social a otra u otras sociedades de
nueva creación.

Asimismo, de acuerdo con el segundo párrafo en adelante del artículo 228 de la


LGSM, la escisión se regirá mediante reglas muy específicas, a continuación te
enlisto los puntos principales de dichas reglas:

I.- La escisión sólo se acordará por resolución de asamblea de accionistas o socios


u órgano
equivalente, por la mayoría exigida para la modificación del contrato social.

II.- Las acciones o partes sociales de la sociedad que se escinda, deberán estar
totalmente pagadas.

III.- Los socios contarán tendrán una proporción del capital social de las sociedades
escindidas.

IV.- La resolución que apruebe la escisión deberá contener:

A) La descripción de la forma, plazos y mecanismos en que se transferirán los


activos, pasivos y capital a las sociedades escindidas.

B) La descripción de las partes del activo, pasivo y capital social de las sociedades
escindidas.

C) Los estados financieros de la sociedad escindente, deberán abarcar por lo


menos las operaciones realizadas durante el último ejercicio social, dictaminadas
por auditor externo.

D) La determinación de las obligaciones que por virtud de la escisión asuma cada


una de las sociedades escindidas.

E) Proyectos de estatutos de las sociedades escindidas.

V.- La resolución de la escisión deberá protocolizarse ante fedatario público e


inscribirse en el Registro Público de Comercio, y publicarse en el Sistema
Electrónico de la Secretaría de Economía el extracto de dicha resolución.

VI.- Podrá oponerse judicialmente a la escisión, cualquier socio o grupo de socios


que representen por lo menos el veinte por ciento del capital social. También podrán
hacer los acreedores que tengan interés jurídico en la escisión.
VII.- La escisión surtirá sus efectos plenos, cuarenta y cinco días después de
haberse inscrito la
resolución y publicación de la escisión en el Registro Público de Comercio.

VIII.- Los accionistas o socios que voten en contra de la resolución de escisión,


gozarán del derecho a separarse de la sociedad, aplicándose en lo conducente lo
dispuesto por el artículo 206 de la LGSM que nos señala que cuando la asamblea
general de accionistas adopte resoluciones sobre asuntos dentro de una asamblea
extraordinaria relacionados con el cambio del objeto de la sociedad, cambio de
nacionalidad y/o transformación de la sociedad; cualquier accionista que haya
votado en contra, tendrá derecho a separarse de la sociedad y obtener el reembolso
de sus acciones, en proporción al activo social, según el último balance aprobado,
siempre que lo solicite dentro de los quince días siguientes a la clausura de la
asamblea.

IX.- Cuando la escisión traiga aparejada la extinción de la escindente, una vez que
surta efectos la escisión, deberá solicitar al Registro Público de Comercio, la
cancelación de la inscripción del contrato social.

X.- No se aplicará a las sociedades escindidas, lo previsto por del artículo 141 de la
LGSM que señala que las acciones pagadas en todo o en parte mediante
aportaciones en especie, deben quedar depositadas en la sociedad durante dos
años.

CONTENIDO DE LOS ACUERDOS DE ESCISIÓN.-

1.- Descripción de formas, plazos y mecanismos en que los diversos conceptos de


activos, pasivo y capital serán transferidos.

2.- Descripción de partes de activo, pasivo y capital social que corresponden a cada
sociedad escindida y, en su caso, la escindente, con detalle suficiente para permitir
la identificación de éstos.

3.- Estados financieros de la sociedad escindente que abarquen por lo menos las
operaciones realizadas durante el último ejercicio social, debidamente dictaminados
por auditor externo.

4.- La determinación de las obligaciones que por virtud de la escisión asumirá cada
sociedad escindida.

5.- Los proyectos de estatutos de las sociedades escindidas.


Cabe mencionar que el Código Fiscal de la Federación para sus propios efectos
señala lo siguiente:

“Artículo 15-A.- Se entiende por escisión de sociedades, la transmisión de la


totalidad o parte de los activos, pasivos y capital de una sociedad residente en el
país, a la cual se le denominará escindente, a otra u otras sociedades residentes en
el país que se crean expresamente para ello, denominadas escindidas. La escisión
a que se refiere este artículo podrá realizarse en los siguientes términos:

a) Cuando la escindente transmite una parte de su activo, pasivo y capital a una o


varias escindidas, sin que se extinga; o,

b) Cuando la sociedad escindente transmite la totalidad de su activo, pasivo y


capital, a dos o más sociedades escindidas, extinguiéndose la primera. En este
caso, la sociedad escindida que se designe en los términos del artículo 14-B de este
Código, deberá conservar la documentación a que se refiere el artículo 28 del
mismo.”

Lo anterior hay que correlacionarlos con las siguientes disposiciones del propio
Código Fiscal de la Federación:

“Artículo 14.- Se entiende por enajenación de bienes:…

IX. La que se realice mediante fusión o escisión de sociedades, excepto en los


supuestos a que se refiere el artículo 14-B de este Código…”

Y el artículo 14-B. por su parte agrega: “Para los efectos de lo dispuesto en el


artículo 14, fracción IX, de este Código, se considerará que no hay enajenación en
los siguientes casos:

I. En el caso de fusión, siempre que se cumpla con los siguientes requisitos:

Se presente el aviso de fusión a que se refiere el Reglamento de este Código.


Que con posterioridad a la fusión, la sociedad fusionante continúe realizando las
actividades que realizaban ésta y las sociedades fusionadas antes de la fusión,
durante un período mínimo de un año inmediato posterior a la fecha en la que surta
efectos la fusión. Este requisito no será exigible cuando se reúnan los siguientes
supuestos:

Cuando los ingresos de la actividad preponderante de la fusionada correspondientes


al ejercicio inmediato anterior a la fusión, deriven del arrendamiento de bienes que
se utilicen en la misma actividad de la fusionante.
Cuando en el ejercicio inmediato anterior a la fusión, la fusionada haya percibido
más del 50% de sus ingresos de la fusionante, o esta última haya percibido más del
50% de sus ingresos de la fusionada.

No será exigible el requisito a que se refiere este inciso, cuando la sociedad que
subsista se liquide antes de un año posterior a la fecha en que surte efectos la
fusión.

c) Que la sociedad que subsista o la que surja con motivo de la fusión, presente las
declaraciones de impuestos del ejercicio y las informativas que en los 131 términos
establecidos por las leyes fiscales les correspondan a la sociedad o sociedades
fusionadas, correspondientes al ejercicio que terminó por fusión.

II. En escisión, siempre que se cumplan los requisitos siguientes:

a) Los accionistas propietarios de por lo menos el 51% de las acciones con derecho
a voto de la sociedad escindente y de las escindidas, sean los mismos durante un
período de tres años contados a partir del año inmediato anterior a la fecha en la
que se realice la escisión. Para los efectos del párrafo anterior, no se computarán
las acciones que se consideran colocadas entre el gran público inversionista de
conformidad con las reglas que al efecto expida el Servicio de Administración
Tributaria y siempre que dichas acciones hayan sido efectivamente ofrecidas y
colocadas entre el gran público inversionista. Tampoco se consideran colocadas
entre el gran público inversionista las acciones que hubiesen sido recompradas por
el emisor.
Tratándose de sociedades que no sean por acciones se considerará el valor de las
partes sociales en vez de las acciones con derecho a voto, en cuyo caso, el 51% de
las partes sociales deberá representar, al menos, el 51% de los votos que
correspondan al total de las aportaciones.

Durante el período a que se refiere este inciso, los accionistas de por lo menos el
51% de las acciones con derecho a voto o los socios de por lo menos el 51% de las
partes sociales antes señaladas, según corresponda, de la sociedad escindente,
deberán mantener la misma proporción en el capital de las escindidas que tenían en
la escindente antes de la escisión, así como en el de la sociedad escindente,
cuando ésta subsista.

b) Que cuando desaparezca una sociedad con motivo de escisión, la sociedad


escindente designe a la sociedad que asuma la obligación de presentar las
declaraciones de impuestos del ejercicio e informativas que en los términos
establecidos por las leyes fiscales le correspondan a la escindente. La designación
se hará en la asamblea extraordinaria en la que se haya acordado la escisión.
Cuando dentro de los cinco años posteriores a la realización de una fusión o de una
escisión de sociedades, se pretenda realizar una fusión, se deberá solicitar
autorización a las autoridades fiscales con anterioridad a dicha fusión. En este caso
para comprobar el cumplimiento de los requisitos establecidos en este artículo, los
contribuyentes estarán a lo dispuesto en las reglas generales que al efecto expida el
Servicio de Administración Tributaria.

Para los efectos de este artículo, no se incumple con el requisito de permanencia


accionaria previsto en el mismo, cuando la transmisión de propiedad de las acciones
sea por causa de muerte, liquidación, adjudicación judicial o donación, siempre que
en este último caso se cumplan los requisitos establecidos en la fracción XIX del
artículo 109 de la Ley del Impuesto sobre la Renta.

No será aplicable lo dispuesto en este artículo cuando en los términos de la Ley del
Impuesto sobre la Renta se le otorgue a la escisión el tratamiento de reducción de
capital.

En los casos en los que la fusión o la escisión de sociedades formen parte de una
reestructuración corporativa, se deberá cumplir, además, con los requisitos
establecidos para las reestructuras en la Ley del Impuesto sobre la Renta.

En los casos de fusión o escisión de sociedades, cuando la sociedad escindente


desaparezca, la sociedad que subsista, la que surja con motivo de la 132 fusión o la
escindida que se designe, deberá, sin perjuicio de lo establecido en este artículo,
enterar los impuestos correspondientes o, en su caso, tendrá derecho a solicitar la
devolución o a compensar los saldos a favor de la sociedad que desaparezca,
siempre que se cumplan los requisitos que se establezcan en las disposiciones
fiscales.

En las declaraciones del ejercicio correspondientes a la sociedad fusionada o a la


sociedad escindente que desaparezcan, se deberán considerar todos los ingresos
acumulables y las deducciones autorizadas; el importe total de los actos o
actividades gravados y exentos y de los acreditamientos; el valor de todos sus
activos o deudas, según corresponda, que la misma tuvo desde el inicio del ejercicio
y hasta el día de su desaparición. En este caso, se considerará como fecha de
terminación del ejercicio aquélla que corresponda a la fusión o a la escisión.

Lo dispuesto en este artículo, sólo se aplicará tratándose de fusión o escisión de


sociedades residentes en el territorio nacional y siempre que la sociedad o
sociedades que surjan con motivo de dicha fusión o escisión sean también
residentes en el territorio nacional.

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