Está en la página 1de 7

LA EMPRESA

Una empresa es un tipo de organización humana dedicada a actividades con fines


económicos o comerciales. Se trata, aunque no lo parezca, de un término muy
poco específico, ya que numerosas agrupaciones humanas pueden atender a la
definición previa.
Las empresas funcionan normalmente a partir del aprovechamiento de ciertos
insumos (materia prima o productos semielaborados, en caso de la empresa
manufacturera) y el empleo de cierta mano de obra, más o menos calificada, en
pro de la satisfacción de ciertas necesidades de consumo de la sociedad en que
se encuentran.
Una empresa vela por la continuidad del ciclo productivo-comercial (rentabilidad) y
sus necesarias inversiones, retribuciones y ganancias. A continuación, exponemos
sus características generales.

 Características de una empresa


Existen numerosas definiciones de empresa, de acuerdo al área de experticia
desde donde se la aborde. Todas tienen en común, sin embargo, su
funcionamiento sistémico, su vocación económica y su fin último de satisfacer una
necesidad de la comunidad.
En términos de Derecho Internacional, una empresa se entiende como el conjunto
de capital, administración y trabajo dedicados a satisfacer una necesidad en el
mercado.
Una definición más sociológica, en cambio, la entendería como un conjunto
humano organizado con el fin de generar bienes o servicios en una comunidad
determinada.
Finalidad

Toda empresa opera en pos de la realización de una serie de fines, que es posible
dividir en cuatro categorías:
Fin económico externo: la empresa produce bienes de valor o brinda servicios
para satisfacer una demanda específica de la sociedad.
Fin económico interno: la empresa obtiene un valor agregado de sus bienes o
servicios y con esa plusvalía remunera a sus integrantes: a algunos en forma de
dividendos (socios e inversores) y a otros en forma de salarios, prestaciones y
beneficios (empleados y trabajadores).
Fin social externo: la empresa contribuye a la sociedad como conjunto, no sólo
generando empleo y procurando no vulnerar sus principios a partir de su actividad
económica, sino incluso promoviéndolos cuando haya oportunidad.
Fin social interno: la empresa contribuye al desarrollo de sus integrantes, su
crecimiento como profesionales y su ascenso social.
Sectores
Las empresas se dedican, de acuerdo a la naturaleza de la actividad que
desarrollan, a cualquiera de los cuatro sectores productivos:

Primario: extracción de materias primas o su transformación en productos


semielaborados.
Secundario: manufacturación de productos finales a partir de materias primas o
productos semielaborados.
Terciario: servicios a la particulares, a otras empresas o incluso al Estado.
Cuaternario: servicios de gestión de la información y otros bienes intangibles.
Otra forma de verlo es que existen empresas industriales (extractivas o
manufactureras), comerciales (mayoristas, minoristas y comisionistas) o de
servicios (transporte, formación, administración, servicios públicos y privados,
etc.).
Clasificación
Existen diversas formas de clasificación de las empresas, a saber:
Según sus relaciones con el cliente y con otras empresas.
Aisladas o de lazo cerrado: no requiere de ninguna otra entidad para llevar a
cabo su proceso económico.
Redes empresariales o de lazo abierto: uniones estratégicas de empresas para
repartir las labores y gestionarse eficientemente de cara al cliente final.
Según su tamaño.
Microempresa: menos de 10 trabajadores.
Pequeña: entre 10 y 49 trabajadores.
Mediana: entre 50 y 250 trabajadores.
Grande: más de 250 trabajadores.
Según su forma jurídica.
Individuales: pertenecen a un único dueño.
Sociedades: pertenecen a un conjunto organizado de inversores.
Cooperativas: forman parte de modelos comunitarios de economía social.
Según su rol en el mercado.
Aspirante o Startup: empresas jóvenes, recién formadas, intentando abrir un
nicho de mercado frente a la competencia.
Especialista: poseen un importante rol en el mercado local y en algunos casos
tienen cierto monopolio del mismo.
Líder: están a la vanguardia de sus mercados locales y fijan la conducta de la
competencia.
Seguidora: empresas importantes en el nicho específico, pero no lo suficiente
como para relevar del mando a las líderes.
Según su ámbito de actuación.
Locales.
Nacionales.
Multinacionales.
Transnacionales.
Tipos de recurso
Para su funcionamiento, toda empresa requiere de dos tipos de recurso:
Recursos materiales: que van desde el capital inicial para empezar el negocio y
materias primas, hasta un espacio físico donde operar, y una serie de
herramientas para que los empleados trabajen.
Recursos humanos: personal empleado, tanto trabajadores u obreros, como
personal administrativo y gerencial.

Inversores
El modelo actual de empresa se basa en la venta de títulos financieros para reunir,
entre los diversos posibles inversionistas, el capital necesario para iniciar
operaciones. Luego, y de acuerdo al porcentaje que sus capitales invertidos
representen, estos inversores recibirán parte de las ganancias que la empresa
haga.
Dichos inversores pueden ser particulares, otras empresas o incluso el Estado,
todos a la vez y en proporciones diferentes. De acuerdo con la proveniencia del
capital de inversión, hablaremos de empresas privadas, públicas y mixtas.
Responsabilidad social empresarial
La empresa teje con la sociedad una relación de recíproca dependencia. La
sociedad le otorga la oportunidad y el personal para sus funciones y ella a cambio
genera empleo y riquezas.

Aun así, se privilegia a aquellas que vean la sociedad como algo más que un
ambiente de producción y mercado, y para ello existe la figura de la
Responsabilidad Social Empresarial: un nombre para el nivel de compromiso
mostrado por una empresa con el mejoramiento de la sociedad: el apoyo a
iniciativas educativas o culturales, la inversión a su vez en obras públicas o en
fundaciones sin ánimos de lucro.

Más en: 10 Características de la R.S.E

Historia
Si bien ya existía en tiempos coloniales y jugó un papel importante en las
dinámicas del imperialismo europeo, el nacimiento de la empresa privada como la
conocemos se dio de la mano de la Revolución Industrial, en la que el hombre
entendió sus capacidades para modificar el entorno y fabricar distintos bienes para
el consumo.

Desde entonces transcurriría algún tiempo hasta la institucionalización de una


sociedad de consumo, que vería en la empresa la posibilidad de satisfacer sus
necesidades.
Un nuevo empuje en el mundo empresarial lo representaría la llegada de las
tecnologías de información, que mundializó las posibilidades de negocio,
permitiendo una incomparable proliferación de empresas internacionales a través
de Internet.

También podría gustarte