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¿Por qué es difícil mentir?

La mayoría de la gente cree que cuando alguien miente sonríe más de lo


habitual, pero las investigaciones demuestran que es precisamente al
contrario que la persona que miente sonríe menos.

Esta es la razón por la cual la gente que miente poco es la que más a
menudo es sorprendida mintiendo, por convincente que parezca. En el
momento en que estas personas empiezan a mentir. Su cuerpo emite
señales contradictorias, lo que nos da la sensación de que no están
diciendo la verdad.

Los ocho gestos más comunes de la mentira

1. Taparse la boca
2. Tocarse la nariz
3. ¿y qué hay de los picores de la nariz?
4. Frotarse el ojo
5. Tocarse la oreja
6. Rascarse el cuello
7. Tirar el cuello de la camisa
8. Los dedos en la boca

PRINCIPALES ERRORES QUE SE COMENTEN AL INTERROGAR

Los errores que a continuación se describen están inspirados en los juicios


penales y se refieren tanto a los interrogatorios al acusado; como a los
dirigidos a testigos y peritos.

1. Afirmar en vez de interrogar


Muchos de los abogados y buen número de fiscales, cuando
obtienen el turno de palabra para interrogar en vez de preguntar,
afirman.

2. Tener escritas literalmente las preguntas


Lo aconsejable es llevar al juicio un cuadrante o esquema en el que
aparezcan los nombres del acusado, testigos y peritos juntos a una
serie de términos que nos orienten respecto a las preguntas que
podríamos formular a cada uno de ellos.

3. Preguntar sin tener asegurada la respuesta


Puede ser más acertado quedarnos sin preguntar que hacerlo para
obtener una respuesta desfavorable. Incluso, la respuesta nos
puede desmontar toda una defensa o acusación.

4. Repetir preguntas
Para intentar conseguir una contestación que nos favorezca más.
Construir la pregunta de forma distinta, siempre que su señoría nos
lo permita.
5. No mirar al interrogado
Mirar una persona cuando se habla con ella demuestra respeto,
mientras que no hacerlo puede hacerle creer que la despreciamos
que somos muy altivos o que no tenemos interés en lo que nos diga.
Mirar al interrogado hace que preste más atención a nuestra
pregunta y que se interese más en su contenido, y hará que
empatice más con nosotros.

6. No emplear el tono adecuado


En ocasiones habrá que hacer preguntas técnicas y en otras las
preguntas serán coloquiales.

7. No parar a tiempo
Hay que saber terminar a tiempo un interrogatorio.

8. No controlar al interrogado
Permitir que el interrogado conteste lo que quiera, se extienda y
siga divagando puede distraer la atención del juez.

9. No protestar al juez cuando la pregunta es esencial


Tan malo es formular protesta cuando no es necesario como no
hacerlo si la pregunta que nos declara impertinente el juez es
importante para nuestra posición como acusación o defensa.

10. Desobedecer al juez


Los abogados debemos mantener buenas relaciones con el juez
durante la celebración del juicio, sin que ello signifique abandonar
nuestra obligación como abogado.

11. Prestar poco atención a las respuestas


Debemos estar atentos a las respuestas a nuestros interrogatorios
como a las de los interrogatorios del juez o de las otras partes. Un
error muy frecuente es estar concentrados en las notas del
interrogatorio que tenemos preparadas y no mostremos la
atención debida a lo que se están preguntando y contestando.

12. Tutear al interrogado


Titear a nuestro cliente, sea el testigo denunciante o el acusado,
como a los peritos debemos tratarlos con respeto. Y demuestra
más respeto tratarlos de usted a las personas que interrogamos en
lugar del “tú”. El tuteo puede restar credibilidad al que le
preguntamos, pues demuestra mucha cercanía.

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