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EL CONTEXTO REGIONAL DE LA POLÍTICA MINERO ENERGÉTICA Y AGRARIA

El Huila como Región.

El Huila, llamado por sus aborígenes montaña luminosa o anaranjado,


nace como parte de un territorio mucho más amplio que es la macroregión sur,
donde “la surcolombianidad” es la expresión de esa relación dialéctica entre
geografía, economía, cultura y sociedad que en el desarrollo de la vida de los
huilenses ha configurado la historia de su territorio.

Huila como región es la articulación dinámica entre conflicto, territorio, ecosistema


y biodiversidad entendidas como construcciones sociales. El territorio es el espacio
en el que los actores sociales interactúan y se apropian de los ecosistemas. Y éstos,
en particular los estratégicos, son lugares relevantes para la preservación de la vida.
La biodiversidad es “territorio más cultura”. El territorio región articula el proyecto de
vida de las comunidades con el proyecto político del movimiento social.

El concepto de región no responde a la división político-administrativa de la nación


Colombiana, sino que está determinada históricamente por la complejidad de las
relaciones que se establecen entre los actores, los ecosistemas, la organización, es
decir,

“no es solo una determinación geográfica, económica, administrativa o de


planificación, tampoco lo es la relación escueta entre territorio, economía y la actividad
humana, En cambio, la región de hoy es un dinámico y complejo resultado de la
conjunción de todos las anteriores determinaciones y relaciones, en función del juego
de los distintos actores en la construcción de una comunidad política dada, es decir,
en relación a la organización y disposición de todos los recursos para el ejercicio del
poder. Así lo demuestra nuestra propia historia de configuraciones regionales y
políticas en el proceso, aun inacabado, de construir nuestra Nación colombiana,
dentro del cual se inscriben los procesos de construcción sociopolítica de la gran
región del sur, como lo demuestra la abundante bilbliografia que se produce
anualmente sobre este entramado del desarrollo y sus conflictos en el surcolombiano.
En tanto juego de poderes, la surcolombianidad no solo está asociada a las
dinámicas del desarrollo, sino también e intrínsecamente, a la variabilidad de
conflictos emergentes en la producción social y política de la macroregión sur, dentro
de los cuales, resalta por su recurrencia permanente, el conflicto armado interno”1.

En otros términos, la región es un proceso de construcción histórica que implica el


reconocimiento de los distintos ecosistemas estratégicos, su relación con los
diferentes actores sociales y su impacto geográfico, económico, político, cultural e

1
GONZALEZ, J.J. GUTIERREZ, O. Línea Base sobre las Dinámicas del Desarrollo y el Conflicto. Programa de Desarrollo y
Paz del Departamento del Huila y Piedemonte Amazónico. ‘Paz para el Desarrollo, Desarrollo para la Paz’, Neiva, 2008
histórico. Esta perspectiva permitirá fortalecer y ampliar los espacios de
participación social y política y el control territorial por parte de los actores sociales
y políticos.

La construcción histórica del Huila tiene su génesis en el legado de las comunidades


indígenas que la poblaron antes del periodo de la conquista Española; los Pijaos,
ubicados en el Norte; los Andaquíes y Yalcones situados en el sur; los Paeces en
el occidente y los Tamas en el oriente, representaban esa variedad de culturas
que hacían parte de lo que hoy es el territorio huilense2.

Las memorias de luchas y resistencias por la defensa del territorio han sido una
constante en la construcción de la historia del Huila que remonta sus orígenes a la
defensa del mismo desde la primera invasión de los españoles, con las
expediciones encabezadas desde el Sur con Sebastián de Belalcázar y desde el
Norte con Gónzalo Jiménez de Quesada hasta la época actual de control
corporativo del territorio por parte de las empresas transnacionales Endesa de
España, Enel de Italia, la británica Emerald Energy y la estatal Hydrochina, entre
otras, concesionarias de Proyectos de extracción intensiva de recursos naturales o
reprimarización de la economía con inversión de capital financiero.

La cacica Gaitana, personaje mítico del Huila, que se rebela contra el conquistador
Pedro Añasco constituye uno de los ejemplos más notorios de los episodios
originarios de lucha que se mantienen aún en el imaginario de los campesinos
organizados en la Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico El
Quimbo -Asoquimbo- en una histórica resistencia y desobediencia civil por la
defensa del territorio, la biodiversidad natural y genética y los derechos de los
afectados contra la recolonización del sur.

Durante los siglos XVI y XVIII, las nuevas expediciones terminarían consolidando
una fuerte presencia de población española y mestiza producto del exterminio,
desplazamiento, expulsión, desarraigo y esclavismo de los nativos.

La colonización por caucho y quina en el Piedemonte Amazónico, fue un factor


económico y comercial que determinó rutas y vías de acceso a principios del siglo
XIX. La extracción de recursos naturales, la creación de haciendas ganaderas y el
despojo de las tierras por parte de grandes hacendados, son una constante en la
lucha por el control del territorio huilense

De esta manera, la dinámica comercial y de poblamiento junto con la ubicación


geográfica del departamento permiten observar que durante el desarrollo cultural de
Huila convergen variadas influencias desde el Piedemonte Amazónico, el Tolima, y
en general el sur-occidente Colombiano bajo un imaginario regional que contrapone

2
“La historia del departamento del Huila está sustentada en el legado de la cultura Agustiniana, situada entre los años 1000
AC y 1650 DC. La importancia de esta cultura ha sido reconocida por la UNESCO que en 1995 les confirió a los parques
Arqueológicos de San Agustín, Alto de Los Ídolos y Alto de Las Piedras, la categoris de Patrimonio Cultural de la Humanidad”.
Página oficial Departamento del Huila. http://www.gobhuila.gov.co.
dos imágenes externas: “Valle de las Tristezas Vs. Tierra de Promisión, la primera
surgida de la penuria de la conquista tanto por la geografía inhóspita como por las
tribus hostiles, y la segunda, como el canto de enseñanza poética que para la región
huilense plasmó José Eustasio Rivera”3.

Hacia mediados del siglo XX, en la época de la violencia, se crearon nuevas rutas
de poblamiento, de migración, de asentamiento de diversas poblaciones, que aún
persisten, donde el desplazamiento forzado es una característica de las grandes
confrontaciones por el control territorial, especialmente, por la rica biodiversidad
natural y genética de la Amazonía.

En la Década de los 60/70 del siglo pasado se movilizan los campesinos,


reclamando unos la “tierra para quien la trabaja” y otros “tierra sin patronos”.
Producto de la convergencia de estos imaginarios fue la recuperación de tierras y la
creación de Empresas Comunitarias, destacando las del centro y norte del Huila.

La Constitución Política de 1991 fundamentó la Ley 160 de 1994 que estableció la


creación de Zonas de Reserva Campesina. Se trata “de que en un área delimitada
no haya posibilidades legales de que un propietario tenga más de una Unidad
Agrícola Familiar (UAF) —de extensión variable, según la calidad del suelo y la
cercanía de mercados—Podría venderla a otro campesino que, sin embargo, no
podría comprar una adicional. La idea es paralizar, en algunas regiones campesinas
y de colonización, el avance latifundista y defender así la mediana y la pequeña
propiedad. Los campesinos comprendieron el beneficio de la medida. En regiones
golpeadas por las distintas violencias históricas y por el paramilitarismo —entonces
desenfrenado—, numerosas organizaciones campesinas solicitaron ser
reconocidas como Reservas Campesinas”.4

Como principal antecedente de la aplicación de la Ley 160, es la creación de la


primera reserva en El Pato, en el municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá.
Su origen fue un acuerdo entre la organización de los colonos de esta localidad con
el Ministerio del Medio Ambiente, encaminado a facilitar el retiro de algunas familias
asentadas en el Parque Natural de Los Picachos, en límites con el municipio de San
Vicente y su relocalización fuera del parque. La alternativa se concretó con la
propuesta para la creación de una Reserva Campesina que facilitara este
reasentamiento, a partir de la adquisición y parcelación de la hacienda Abisinia, en
el valle de Balsillas.

Las Zonas de Reserva Campesina en el Departamento del Huila se plantean como


un reconocimiento legal en los lugares de la región en donde las condiciones
agroecológicas y económico-sociales lo justifiquen, preservando y respetando la
territorialidad ancestral indígena, los territorios colectivos de comunidades
afrodescendientes, las Reservas Forestales Protectoras de la Amazonía y la
importancia de Defender la Soberanía, Seguridad y Autonomía Alimentarias, razón

3
TOVAR ZAMBRANO, Bernardo. El Huila al final del siglo, historia, identidad y utopía. En Observatorio del Huila. Secretaría
de Cultura Departamental. Neiva. 1998. Pág. 9
4
Alfredo Molano. http://www.elespectador.com/impreso/politica/articuloimpreso-222582-zonas-de-reserva-campesina
por la cual, se demanda no cambiar los usos del suelo de vocación agropecuaria
hacia la gran minería, megaproyectos hidroeléctricos, hidrocarburos y
agrocombustibles que hacen parte de las denominadas “Locomotoras del Desarrollo
del Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos.

La historia de los pobladores de esta región al igual que la de otras zonas del país
está atravesada por el conflicto social desde los orígenes de su conformación como
sociedad y por las diversas oleadas de desplazamiento forzados debido a que es
el lugar de paso entre los corredores del Piedemonte hacia los llanos y el
suroccidente amazónico, el Sumapaz, hacia la Capital de la república, el Pacifico
hacia el mar y el Macizo, hacia el Pacífico y la Amazonia sur. Razón por la cual
también el conflicto social y armado ha cobrado vida durante la mayor parte de la
historia de esta región, donde los actores armados, como las guerrillas, los
paramilitares y la Fuerza Pública se han y siguen disputándose el control geo-
estratégico del territorio.

Sin embargo, este no es el único conflicto que se da en esta región, los cultivos
ilícitos también han encontrado un asentamiento de manera especial en las dos
subregiones ubicadas en los costados internos del valle del río Magdalena, “que
aunque durante el siglo XIX constituyeron zonas de colonización de vertiente, hoy
constituyen típicas áreas de asentamientos de las economías campesinas, de
asentamientos indígenas y de implantación de cultivos de uso ilícito, especialmente
de amapola (...) En la vertiente occidental de la Codillera Oriental, todavía subsisten
formas de economía en colonato, principalmente sobre la región montañosa del
Guayabero y la zona circundante al PNN de los Picachos5.

Por su parte, la región sur, conectada con la cuenca Alta del río Magdalena y con el
Macizo Colombiano, presenta su actividad económica en la agricultura y el
comercio con el Putumayo, además tiene un aspecto importante que resaltar y es
la presencia de comunidades indígenas ubicadas mayoritariamente en los
municipios de Isnos y San Agustín, las cuales también juegan un papel significativo
y diferenciado frente a los conflictos presentes en esta región.

Históricamente, “las conexiones del Huila con el Piedemonte Amazónico y la


Amazonia colombiana en general han sido múltiples y diversas, como quiera que
constituye la principal fuente de migración y poblamiento de gran parte de la
Amazonia Occidental, principalmente del departamento del Caquetá” razón por la
cual, el Huila, se constituye en la puerta de entrada a la Amazonia Colombiana,
para el proceso estratégico de ocupación, población y colonización de esta zona.

El Huila ha sido un territorio de conflictos relacionados con las violencias, la


estructura socio-económica de sus habitantes y la posición geo-estratégica de su
territorio. Como parte de la región andina colombiana, de economía periférica, se
caracteriza en términos generales por: un modelo de desarrollo excluyente; la
5
GUTIÉRREZ Omar, GONZÁLES José Jairo. Programa de desarrollo y paz del departamento del Huila y el Piedemonte
amazónico -huipaz- 'paz para el desarrollo, desarrollo para la paz' mirando al sur. Línea base sobre las dinámicas del
desarrollo y el conflicto. Neiva, septiembre 15 de 2008. Pág. 27.
concentración de los recursos y profundas desigualdades sociales relacionadas con
los conflictos inherentes a la propiedad de la tierra; explotación de carácter
fundamentalmente extractivista, sin retención productiva local y regional; el
incremento de las actividades informales o de rebusque; bajos niveles participación
y representación social y política; concentración del poder económico y político en
caciques y manzanillos; corrupción de la administración pública; el impacto del
narcotráfico; baja calidad de vida; altos índices de desempleo; persistencia del
conflicto armado y generación de múltiples formas de violencia social;
descomposición social y cultural de comunidades indígenas y campesinas;
alteración de los sistemas tradicionales de subsistencia de comunidades indígenas
y de sus patrones culturales; insuficiencia alimentaria en las comunidades indígenas
y campesinas con amenazas serias sobre la seguridad y soberanía alimentaria de
los pobladores; aumento incontrolado de la población flotante que dificulta procesos
de planificación y ordenación del territorio; educación descontextualizada y de baja
calidad; escaso autoreconocimiento cultural; escasos diálogos e inexistencia de
políticas y canales de tramitación pacifica de los conflictos; bajo nivel de
comunicación analítica y de comprensión global por parte de los medios de
comunicación; altos índices de violencia intra-familiar y de delincuencia común;
deterioro sistemático de los ecosistemas y contaminación ambiental por uso de
agroquímicos, precursores y disposición final de residuos; pérdida sistemática de
biodiversidad; cambios climáticos y alteración del ciclo de lluvias.

La construcción de región como articulación de los proyectos de vida con los


movimientos de resistencia sociopolíticos implica la solución integral de la
problemática del Huila, la búsqueda de la solución política del conflicto armado y la
reapropiación del territorio y la biodiversidad ante el control corporativo de los
mismos por las corporaciones transnacionales a través de los megaproyectos
minero energéticos y los agronegocios que se imponen en connivencia con el
Estado Colombiano.

Características geográficas de la región

El Departamento del Huila, se encuentra ubicado en la región andina colombiana,


en la parte alta de la cuenca del río Magdalena, que lo cruza en sentido sur - norte;
ocupando un área de 19.990 km2 (1,7% del territorio nacional), surcado en la mayor
parte de su perímetro por la cordillera Central al Occidente, la cordillera Oriental al
Oriente y el Macizo Colombiano al Sur. La zona plana al norte forma parte del Valle
del Magdalena, siendo la única entrada natural al territorio con una extensión de
5.716 km2. Está literalmente rodeado por cuatro de los corredores geoestratégicos
del sur del país: El corredor del Sumapaz; el del Piedemonte Amazónico; el del
Macizo Colombiano y el del Pacífico; localización privilegiada en términos de
riquezas naturales pero de degradación social por la disputa de poderes que
pugnan por legitimar los modelos de desarrollo neoliberal o ecosocial
En el estudio concebido como “Línea Base del Programa de Desarrollo y Paz del
Huila y Piedemonte Amazónico HUIPAZ”6, se presenta la siguiente caracterización
de cada una de las subregiones:

-“El valle central del río Magdalena, tiene su epicentro urbano en la capital, Neiva. Cuenta
con la población de mayor densidad del Huila, de clima cálido y seco, caracterizada por
zonas planas, aptas para la modernización agrícola, el desarrollo agroindustrial y
comercial y la hacienda ganadera. Comparativamente este valle central es el de mayor
inserción efectiva al mercado y la sociedad nacionales. Sobre esta subregión se
concentra la mayor oferta institucional de servicios y las obras básicas de infraestructura
social, vial y de comunicaciones. No obstante su mayor articulación con el resto del país,
su dinamismo económico y mayor cohesión social y presencia institucional, su
estabilidad se ha visto quebrada parcialmente tanto por los impactos producidos por la
apertura económica de los 90, que generó una crisis severa en la agroindustria,
sobretodo en el sector arrocero como por las incursiones de las FARC en acciones de
secuestro, extorsión y amenazas sobre sectores políticos y económicos influyentes de
la subregión”.

Sobre esta región, se está construyendo, el controvertido megaproyecto


hidroeléctrico del Quimbo, concesionado por el Gobierno del presidente Alvaro
Uribe a la multinacional Emgesa-Endesa bajo el esquema de subasta por cargo de
confiabilidad enmarcado por el Plan 2019 o Visión Colombia II Centenario y cuyas
bases son la Confianza Inversionista y la Seguridad Democrática.

-“La región sur del departamento, geográficamente conectada con la cuenca Alta del rio
Magdalena y coincidente con el Macizo Colombiano y parte de la llamada Bota Caucana
se caracteriza por el predominio de las zonas de vertiente y ladera, de climas templado
y frío, y de variadas formas de economía campesina de subsistencia, panelera y frutícola,
de ganadería en pequeña escala o productoras de café. El municipio de Pitalito, con
cerca de 100.000 habitantes es el mayor núcleo urbano de la subregión e incluso de la
subregión del Macizo Colombiano. Presenta un creciente dinamismo, particularmente
visible a partir de la actividad agrícola y comercial con el departamento del Putumayo,
facilitado por la vía Neiva-Pitalito–Mocoa y con el Cauca, por la vía Pitalito-Palestina-
Paletará, lo cual permitió la conexión del sur del Huila con la cuenca del Pacifico y del
Amazonas y a esta subregión con el centro del país. Sobre esta subregión, en los
municipios de Isnos y San Agustín se encuentran la mayoría de los pueblos indígenas
agrupados en el CRIHU”.

-Finalmente, se hallan las dos subregiones ubicadas en los flancos internos del valle del
río Magdalena, que aunque durante el siglo XIX constituyeron zonas de colonización de
vertiente, hoy constituyen típicas áreas de asentamientos de las economías campesinas,
de asentamientos indígenas y de implantación de cultivos de uso ilícito, especialmente
de amapola. En el caso de la vertiente occidental de la Codillera Oriental, todavía
subsisten formas de economía en colonato, principalmente sobre la región montañosa
del Guayabero y la zona circundante al PNN de los Picachos.

6
Gutiérrez O. y González J.J. “Linea Base sobre las dinámicas del Desarrollo y el Conflicto
Por un lado, el flanco oriental de la Cordillera Central de la cordillera que circunda todo
el andén pacífico, conectando al departamento del Huila con los departamentos del
Valle, sur del Tolima y Cauca. Sobre éste flanco se asentaron en el pasado dos de los
principales núcleos guerrilleros originarios de las FARC: El de Marquetalia, en territorios
jurisdiccionales del Tolima y el Huila y el de Riochiquito en territorios del Cauca y Huila
y sobre el que opera actualmente el Comando Conjunto Central de Occidente con sus
respectivos Frentes y Columnas Móviles.

Por otro lado, el flanco occidental de la Cordillera Oriental que conecta al Huila en su
parte norte con el corredor del Sumapaz (Municipios de Colombia en el Huila con
Cabrera y la Localidad 20 del Distrito Capital) el Departamento del Meta (Municipios de
Colombia-Baraya y Tello con Uribe-Mesetas) y en su parte centro y sur (municipios de
Neiva, Rivera, Algeciras, Campoalegre, Hobo, Gigante Garzón, Guadalupe, Suaza y
Acevedo) con todo el Piedemonte Amazónico, desde San Vicente del Caguán, La
Mararena (Meta) Puerto Rico, Doncello y Florencia, hasta Belén de los Andaquíes y
San José del Fragua en el Caquetá y la Bota Caucana.

Son características también las economías de vertiente, especialmente Café, Cacao y


Frutícola, articulados a los mercados centrales y en menor medida al mercado
amazónico, algunos asentamientos indígenas y perviven aún algunas formas de
economías de colonización, asociadas altamente a la apertura de fronteras para las
economías ilícitas de la Amapola y la coca, ya sobre el Piedemonte Amazónico.

Esta subregión presenta una relación, tanto histórica como actual con el conflicto
armado, pues también fue zona de conformación de núcleos armados y de
confrontación, primero de liberales, conservadores y comunistas en la violencia del
mediados de siglo pasado y luego de acentuación del conflicto insurgente-
contrainsurgente. Estrechamente ligado a esta vertiente, estuvieron los asentamientos
de guerrilleros ubicados en Balsillas-El Pato-Caguán y actualmente es el eje de
operaciones del Bloque Oriental y el Bloque Sur y de las columnas especializadas como
la Teófilo Forero, pero también sobre este flanco se han desarrollado distintas iniciativas
de paz y reconciliación”.

El Huila cuenta con 37 municipios y posee más de 30 ecosistemas estratégicos que


han sido identificados y valorados a partir de 25 criterios (Olaya, Sánchez, 2005).
Entre ellos, importantes parques naturales como el Macizo Colombiano, Los
Guácharos, Nevado del Huila, entre otros.

Características de la población

Según el censo de 1993 la población del Huila ascendía a 758.013 habitantes, de


los cuales 454.929 era población urbana (60.02%) y 303.084 rural (39.98%). La
población proyectada para el 2004 era de 982.263 habitantes.

La población del Huila creció aproximadamente el 9.04% entre 2005 y 2012,


pasando de 1.011.405 a 1.111.989 habitantes, equivalentes al 2.45% de la
población total de Colombia. En el año 2020 la población del Departamento habrá
alcanzado un total de 1.225.343 habitantes. La tasa media anual de crecimiento
exponencial del departamento para el período 2010 – 2015 es del 1.28%.7

La proporción de hombres dentro del total fue 50.09% en 1985 y 50.14% en 2005;
se prevé llegue a 50.08% en el año 2020 y de la proporción de mujeres dentro del
total fue 49,64% en 1985 y 49,66% en 2005; se prevé llegue a 49,76% en el año
2020.

El 59.87% de la población del departamento está ubicada en el área urbana y el


40.13% en el área rural. Destacándose la mayor concentración urbana en los
municipios de Neiva, Yaguará, Hobo, Campoalegre, y en el área rural los municipios
de Palestina, Acevedo, Iquira y Colombia.

El 86.6% de la población de las cabeceras municipales está localizada por debajo


de los 1.000 metros sobre el nivel del mar; el 12% se localiza entre los 1.000 y 1.800
metros y sólo el 1.4% está por encima de ese nivel.

Con respecto al año 2005, en el 2011 la estructura de la población del Departamento


por sexo y Grupos de Edad con base en las proyecciones del DANE, evidencia una
reducción de la población en el rango de 0 a 14 años del 3.4% pasando de 34.6%
al 31.2% del total de la población (342.247 personas); la población entre 15 – 29
años se incrementó del 25.7% al 27.2%; el rango de 30 a 64 años pasó del 33.6%
al 35.2%, observándose que el mayor porcentaje de la población está constituida
por la población definida como económicamente productiva que para el
departamento asciende al 62.4%. La población mayor de 65 años fue del 6.1% y
6.4% en los años 2005 y 2011 respectivamente. Es importante destacar que el
departamento se encamina a un proceso acelerado de envejecimiento de la
población a medida que disminuyen las tasas de natalidad.

Descripción socioeconómica de la población y del departamento8

Estructura productiva. Según el Plan de Desarrollo del Huila 2001 la estructura


productiva, en especial la agrícola se encontraba en buena medida agotada y
obsoleta, lo cual implicaba un serio riesgo para la supervivencia y para mantenerse
en los mercados. Poco se ha avanzado, a pesar de la apertura, en la construcción
de un modelo agro exportador o exportador mediante el impulso de renglones
distintos al café y al petróleo, ni se percibe la posibilidad de avanzar en el corto
plazo, por el escaso impacto de la transferencia tecnológica en el sector agrícola, la
escasa capacidad de acumulación, inversión y rotación de capitales, el bajo
componente de capital empresarial y social y las dificultades de articulación a
puertos y otras regiones de enlace. A la decadencia de la actividad agropecuaria se
agrega la naturaleza efímera de la producción petrolera, el incremento de los
cultivos de uso ilícito y el crecimiento de las actividades informales urbanas.

7
Ver Plan de Desarrollo del Huila (Gobernación Huila, 2012-15).
8
Ver Plan de Desarrollo del Huila (Gobernación Huila, 2001
La tendencia de la actividad productiva empresarial estaba centrada en micros y
pequeñas empresas con énfasis en el comercio (30.5%) y los servicios (30.1%) que
corresponde a un 2.4% del total nacional, en un contexto de baja cultura
empresarial. El desempleo superaba el 21% que sumado a las actividades
temporales de subempleo cubriría el 43% de la población económicamente activa.

En el Departamento del Huila el 99% de las empresas establecidas están representadas


por las micro, pequeñas y medianas empresas MIPYMES, las cuales son actores
estratégicos para el crecimiento económico y social y activación del aparato productivo.

En el año 2011, se constituyeron en el Departamento 610 micro-empresas,


presentando un crecimiento del 17.8% con relación al mismo periodo del año 2010,
en el cual se registraron 518 empresas, cifra que muestra un comportamiento
positivo con respecto a la cantidad de nuevas empresas instaladas; este impulso
para la creación de nuevas empresas es producto de diversas estrategias, como
incentivos tributarios, económicos, Ley de formalización y primer empleo. Sin
embargo, del número total de empresas constituidas, pocas se sostienen, debido a
la falta de inyección de capital y capacitación en la gestión empresarial, llevándolas
a la disolución y por consiguiente a la generación de problemas de informalidad,
desempleo, marginalidad e inseguridad.

En cuanto a la Política Nacional de Emprendimiento reglamentada mediante Ley


1014 de 2006, y con la implementación del Plan estratégico de Emprendimiento del
Huila, 2011 - 2032, versión 2 de diciembre de 2010, se han identificado las
siguientes problemáticas: "falta de cultura emprendedora, reconversión tecnológica
competitiva, gestión tecnológica de innovación, gestión del conocimiento, gestión
financiera y finalmente mayor promoción y divulgación del emprendimiento”.

Producto de la política energética, en el año 2009, el Gobierno Colombiano, autorizó


por tiempo indefinido a la Empresa colombo española Emgesa, (subsidiaria de
Endesa y de propiedad mayoritaria de la italiana ENEL) para que con sus recursos
propios y para su único y exclusivo beneficio, construya la central hidroeléctrica El
Quimbo en el Huila, enmarcada por el Plan 2019 o Visión Colombia II Centenario.

El proyecto está localizado en el sitio geográfico encañonado denominado "El


Quimbo", a 1.300 metros, aguas arriba, de la desembocadura del Río Páez sobre
el Río Magdalena, al sur del embalse de Betania, en jurisdicción de los Municipios
de Gigante, Garzón, El Agrado y Altamira del Departamento del Huila, Colombia.
Inundaría 8586 hectáreas (5.300 están en producción) de 6 Municipios del Huila, de
las cuales el 95% hacen parte de la Reserva Forestal Protectora de la Amazonía y
del Macizo Colombiano; con 300.000 habitantes de los cuales, según Emgesa,
1.537 serían desplazados, la mayoría vinculados a 8 empresas comunitarias en
plena producción agropecuaria, (cacao, sorgo, maíz, arroz) por un valor de
$33.000.000.000 (US 18.5 millones) anuales. Cuenta con 842 hectáreas de bosque
ripario y tropical seco, poblaciones de peces que son básicos para la seguridad
alimentaria, 103 especies de aves, 13 especies de reptiles y tres especies de
mamíferos en severo peligro: la pacaraná, el mono nocturno de manos grises y la
nutria neotropical.

Como consecuencia del desarrollo de las obras, los organismos del Estado y la
Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo –Asoquimbo-
constataron la configuración de una crisis humanitaria en la Región como
consecuencia de la catástrofe económica, social, ambiental y cultural generada por
el megaproyecto energético; crisis que obedece fundamentalmente a la destrucción
de las cadenas productivas y la seguridad alimentaria, el desplazamiento estatal, el
desempleo, el daño de los ecosistemas, las afectaciones psicosociales, la ruptura
de los tejidos sociales, daños al Patrimonio Arqueológico, riesgo sísmico y la
vulneración de todos los derechos fundamentales de los afectados y el derecho
colectivo al medio ambiente sano.

Ante los inocultables daños, la Contraloría General de la Nación ordenó en el 2012,


¨la apertura de un proceso de responsabilidad fiscal ante un presunto daño
patrimonial, estimado en poco más de 350 mil 644 millones de pesos, cerca
de 200 millones de dólares comprometiendo a la Autoridad Nacional de Licencias
Ambientales (ANLA) en supuestas irregularidades en el trámite de la licencia, así
como en el grave impacto social, ambiental y económico que surgió dentro de la
expedición de la misma¨9. Además, el ente de control halló graves fallas en el censo
realizado por Emgesa para identificar la población afectada por el proyecto y la
exclusión de muchas personas impactadas que cumplen con las condiciones para
ser indemnizadas y censadas, concluyendo que ¨el censo continua abierto y que
existen herramientas para corregirlo”.

A lo anterior se suma la política que pretende imponer nuevas represas en el Huila:


Isnos, Guarapas, Chillurco, Oporapa, Pericongo, Paez, Aranzazu, La plata y Paicol,
que hacen parte del Plan Maestro de Aprovechamiento del Río Magdalena
(privatización) en convenio con la empresa estatal Hydrochina.

Con relación a la política minera, el gobierno autorizó una licencia ambiental global
a la empresa Emerald Energy para la construcción de tres plataformas multipozo al
interior del Campo de Producción Gigante, y la construcción de líneas de flujo que
podrán transportar agua, gas y crudo.

La cobertura de esta empresa en el Huila se distribuye en cinco veredas del


municipio de Gigante y tres del municipio de Garzón, todas ellas en la misma zona
de influencia del Parque Natural Regional Páramo de Miraflores. Pero lo más grave
es que las licencias otorgadas afectan unas áreas de la Zona de Reserva Forestal
de la Amazonia, declarada como territorio de protección de las aguas y la vida
silvestre desde la Ley 02 de 1959.

El Páramo de Miraflores, en el extremo sur de la Cordillera Oriental, es esencial


para numerosas veredas, corregimientos y comunidades campesinas de los

9
http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/ecologia/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12303681.html
departamentos del Huila y Caquetá, especialmente por sus recursos hídricos. La
región hace parte de uno de los distritos cafeteros más importantes del
departamento, donde se producen más de 40.000 sacos de café al año. Los
cultivadores de frutas también perderían, debido a que la tierra es rica en lulo,
granadilla, mora, aguacate, maracuyá, tomate de árbol, cebolla, plátano y arveja.

Recientemente, en el 2014, la Agencia Nacional de Hidrocarburos, en el marco de


la “Ronda Colombia 2014” asignó 11 áreas para la exploración petrolera
concesionada a nueve compañías, entre ellas, a la multinacional francocanadiense
Alange Energy Corp en la Cuenca del río las Ceibas, que provee de agua a todos
los habitantes de Neiva y que ha generado un movimiento cívico por la defensa de
la misma.

La política minero energética del Gobierno de Santos, producto del regreso al sector
primario de la economía basada en la extracción intensiva de los recursos naturales
y el despojo de los pobladores, con el propósito de incrementar el capital
favoreciendo la inversión de las empresas nacionales y corporaciones
transnacionales (Endesa, Enel, Emgesa, Emerald Energy, Anglo Gold Ashanti,
Hydrochina, Pacific Rubiales, etc) ha tenido como consecuencia la mayor
flexibilización laboral, el desplazamiento de las comunidades del territorio,
destrucción los tejidos sociales, la seguridad alimentaria, la fauna, la flora e
incremento del calentamiento global.

En otros términos, la profundización del modelo extractivista de explotación y


acumulación por expropiación en muchos casos violenta por el control corporativo
de los territorios ha generado nuevos conflictos regionales, tales como:

- Destrucción de los ecosistemas (Macizo Colombiano, Páramo de Miraflores), y de


los recursos hídricos.

- Expropiación de predios y depreciación de los mismos a nombre de la utilidad


pública para los Proyectos Minero Energéticos concesionados a las empresas
nacionales y transnacionales.

- Destrucción de las cadenas productivas y de la seguridad agroalimentaria


incrementando los índices de desempleo.

- Desplazamiento estatal para favorecer Corporaciones Transnacionales y


Locomotoras del Desarrollo.

- Desconocimiento de la participación de las comunidades en la modificación del


uso de la tierra y legalización del ordenamiento de facto impuesto por los
Megaproyectos Minero Energéticos.

-Presencia de las FARC y grupos paramilitares marginales por el control del territorio
y de los ecosistemas estratégicos.
- Destrucción de la producción agroalimentaria, Empresas Comunitarias, tejidos
sociales.

- Destrucción de la producción cafetera que siendo de vital importancia en la región,


hoy los precios internos del café no compensan ni siquiera los costos de producción.

- Persecución a la minería artesanal para favorecer a la gran minería

- Privatización de ríos y vías para la competitividad (Plan Maestro de


Aprovechamiento del río Magdalena)

- Destrucción de Resguardos Indígenas e infraestructura (Puente El Paso del


Colegio)

- Control del mercado interno de los estupefacientes, drogadicción y violencia.

- Degradación de la condición humana, especialmente la comercialización del sexo


femenino donde se realizan los megaproyectos.

Los anteriores conflictos se expresan de múltiples formas, destacando en lo


regional, la resistencia civil permanente organizada por la Asociación de Afectados
por el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo, -Asoquimbo- y su articulación con el
Movimiento Nacional Rios Vivos, el Movimiento por la Liberación de la Madre Tierra
y Organizaciones y Redes Sociales nacionales e internacionales en Defensa del
Territorio, el río Magdalena, la Seguridad Alimentaria, los Derechos de los afectados
por la política minero energética y los agronegocios del Gobierno, la suspensión
inmediata de las Licencias Ambientales a los Proyectos Hidroeléctrico El Quimbo y
la Emerald Energy para la explotación petrolera en el Páramo de Miraflores, la
suspensión del Plan Maestro de Aprovechamiento del río Magdalena y,
específicamente, la no construcción de nuevas represas en el Huila, el respeto a los
derechos de las comunidades indígenas, la construcción de una política minero
energética y agroalimentaria autónoma y soberana y la solución política del conflicto
armado que garantice, entre otros, el autocontrol de los territorios por los actores
que los habitan.

El Huila se encuentra en un grado inferior al promedio nacional del nivel de pobreza


(48.2% de los hogares en Colombia), de indigencia y / o miseria (23%), y de
desocupación del 15%, situación determinante en el incremento de múltiples formas
de violencia con mayor énfasis en la delincuencia común e intra-familiar.

Todos estos factores de orden estructural se expresan en alteraciones importantes


del tejido social entre las cuales se señalan: desigualdad, discriminación,
individualismo, enriquecimiento a toda costa, pérdida del sentido de lo público,
intolerancia, uso de la fuerza como medio de resolución de los conflictos.
En síntesis, las alteraciones en la estructura socioeconómica de la población
obedece a la imposición del modelo neoliberal de desarrollo asumido en su esencia
privatizadora de lo público y de la biodiversidad, privilegiando la inversión de capital
transnacional en megaproyectos viales, minero energéticos y agronegocios, en los
Planes Nacionales de Desarrollo, en las Agendas de Productividad y Competitividad
Nacional, así como en las Agendas Internas de Productividad y Competitividad de
cada uno de los departamentos que actualmente se centran en garantizar las
“locomotoras del desarrollo” y en la adecuación normativa para el cumplimiento de
los Tratados de Libre Comercio.

El caso de la construcción del megaproyecto hidroeléctrico del Quimbo es un crudo


ejemplo de cómo se aumentan las razones para aplazar indefinidamente la
formulación de estrategias de desarrollo ecosocial integral y humano,
endosándoselo a supuestos benefactores ya no solamente nacionales sino
extranjeros, mientras se incrementan los factores de desestabilización y violencias
regionales.

Condiciones generales de la educación y la salud.

El creciente proceso de privatización de la educación y la salud, al convertirse en


actividades rentables económicamente, no sólo reduce la cobertura sino que afecta
la calidad de las mismas, profundizada por los problemas estructurales.

En educación preescolar (3 grados) sólo se atiende el 24% de niños, la gran mayoría


en centros privados de los estratos altos y medios de la población y según
estadísticas del 201010, en transición (1 grado) asisten el 64% de los niños de los
estratos bajos matriculados en su mayoría en Establecimientos Públicos; en
secundaria están vinculados el 67%; en la media 32% y en la Universidad el 21.7%
(2008) de los cuales el 7.2% asisten a la Universidad Surcolombiana, única
institución pública de educación superior.

El índice de analfabetismo de la población de jóvenes y adultos es del 8.2%. Con


relación a la calidad, sostienen los investigadores que no obstante haber logrado el
Huila en los últimos treinta y cinco años incrementar su oferta educativa formal y no
formal falta calidad si se observa la reducción en los puntajes promedio del Instituto
Colombiano de Fomento de la Educación Superior (ICFES) con relación a los
anteriores y en las Pruebas SABER, donde la calidad de la Educación Básica y
Media en los Establecimientos Educativos Oficiales, registró en el 2009, un nivel de
desempeño insuficiente.

La formación no garantiza la generación de competencias para pensar, expresar,


comunicar y resolver problemas. No se ha accedido al pensamiento científico ni se
ha avanzado en la formación como personas, como ciudadanos. Se gradúan
10
Gobernación del Huila: Plan Decenal de mejoramiento de la calidad de la educación en el Departamento del Huila 2012 -
2021
profesionales que no tienen confianza en sí mismos ni en sus disciplinas, ni tampoco
demuestran capacidad ni creatividad y tan pronto obtienen el título buscan opciones
de trabajo temporal con el aval de los grupos políticos. De esta manera es claro que
no se avanza hacia la mayoría de edad o hacia la construcción de democracia
participativa.

En salud sabemos que colapsó el sistema derivado de la imposición de le Ley 100


y que a cambio de resolver los problemas existentes como en el caso del Huila, se
incrementan con enfermedades como el SIDA con una tasa de incidencia de 1.3 por
1000 habitantes en el grupo de edad de 20 a 29 años, en especial en los municipios
de Neiva, Garzón, Campoalegre y Pitalito.

A lo anterior se asocia la malnutrición en la población menor de cinco años con un


8% de desnutrición aguda, 12% de desnutrición crónica y 12% de desnutrición
global, en los 37 municipios del Departamento.

Actores armados ilegales con presencia en la zona

El mapa del conflicto armado se caracteriza por la presencia de seis frentes de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –FARC– y dos agrupaciones del
Ejército de Liberación Nacional –ELN–, que según los datos oficiales inciden de
manera intermitente en 32 de los 37 municipios del Departamento11.

La dinámica actual del conflicto armado en el departamento del Huila se caracteriza


por la presencia predominante de las Farc y la disminución de su dominio sobre el
territorio como consecuencia de las acciones militares desarrolladas en el marco de
la política de seguridad democrática12.

Las Farc tienen una presencia histórica en el departamento desde los años de1950,
que se explica, entre otras razones, por ser el cruce de cuatro corredores
estratégicos que comunican el sur y el Pacífico con el centro del país: el primer
corredor es el del Sumapaz que permite la movilidad entre Meta, Huila y
Cundinamarca; el corredor de la Amazonia norte que comunica al Huila, con
Caquetá y Meta; el corredor de la Amazonia sur que conecta a Huila, Caquetá,
Cauca y Putumayo; el corredor Pacífico que conecta a Huila, Tolima, Valle y la
región Pacifica.

Durante la zona de distensión delimitada por el Gobierno colombiano en el marco


de las negociaciones de paz con las Farc, entre 1999 y 2002 se da un
posicionamiento de los diferentes actores armados en el territorio: "De esta manera
en la región se dio inicio a un proceso de copamiento y posicionamiento de los
diferentes actores armados: la guerrilla de las Farc, quien concentró un gran número
de tropas en la zona de distensión y creó todo un cordón de seguridad alrededor de

11
La evolución de la presencia de los actores armados puede observarse en el Capítulo 2 del Informe Nacional de
Desarrollo Humano 2003 del PNUD.
12
Misión de Observación Electoral y Corporación Nuevo Arco Iris. “Análisis del Conflicto Armado”. Monografía Político
Electoral del Departamento del Huila. 1997-2007.
ésta; los grupos paramilitares, que en su avanzada buscaban asumir posiciones
estratégicas alrededor de la zona; y la fuerza pública que, al tener que salir de esta
región, buscó igualmente ejercer un control perimetral de la zona de distensión que
copó la zona de distensión con un gran número de hombres y creó un cinturón de
seguridad alrededor de la misma. Este escenario configuró una lucha por el dominio
territorial, que repercutió en las poblaciones huilenses vecinas a esta zona, donde
es innegable que la violencia en la actualidad tiende a estar vinculada a la
pretensión de las Farc de expandir dicho dominio”13

El ELN hace presencia en el Huila con el frente suroccidental Manuel Vásquez


Castaño que se creó en 1978 en el Huila y que en la actualidad tiene como centro
de acción el Cauca; mantiene una presencia esporádica en el Huila en límites con
la bota caucana en los municipios de Acevedo, Palestina y San Agustín.

Desde los años de 1990, el frente urbano La Gaitana tiene presencia en Neiva y el
frente José María Becerra, en Pitalito; sin embargo, el accionar del ELN en la región
ha disminuido desde el 2000 hasta la pérdida casi total de su operatividad en la
actualidad.

La presencia de grupos paramilitares en el departamento se remonta a los años


1960 cuando surgen las autodefensas campesinas en los municipios de Colombia
y Baraya en límites con el Meta. Estos grupos de autodefensas se encontraban
activas en el 2001, en los cascos urbanos de Baraya y Colombia, pero sin capacidad
ofensiva, sin embargo, generaron un escenario propicio para la incursión de otros
grupos paramilitares en las zonas en las que ejercían influencia.

Desde el 2007 se registra presencia de bandas emergentes como las Águilas


Negras en el sur del Huila, en Pitalito y en Neiva, la capital.

Como consecuencia de la implementación de la política de Seguridad Democrática


durante el Gobierno de Alvaro Uribe en el 2002 y del Plan Patriota en el 2004, se
desarrolló una ofensiva militar del Estado en los departamentos vecinos de Caquetá,
Guaviare y Meta, con el objetivo de recuperar los territorios que se encontraban bajo
el dominio de las Farc en el sur del país, lo que implicó un replanteamiento de la
estrategia de esta organización. “Una vez consumada las operaciones militares
programadas en el sur del país -que produjo un incremento de acciones violentas
en los municipios huilenses limítrofes con Caquetá-, las operaciones se localizaron
en el sur del Tolima, a través de la Operación Libertad, lo que determinó cambios
en la estrategia de los insurgentes: el frente 17 se replegó hacia el departamento
del Meta, con la finalidad de reforzar los grupos guerrilleros asediados por el Plan
Patriota; los frentes 21 y 50 fortalecieron sus combatientes asentados en la
Cordillera Central, y el frente 25 intercaló sus actividades de financiación (a través
de la producción de base de coca y látex para el procesamiento de heroína) con
acciones armadas, concentrando sus actividades en el suroriente del Tolima y el

13
Diagnóstico departamental del Huila. Observatorio de Derechos Humanos. Programa Presidencial de Derechos Humanos
y Derecho Internacional Humanitario. 2007, p. 2.
norte del Huila, especialmente en Colombia, Baraya, Tello y Villavieja. El escenario
anterior ha incentivado la desmovilización individual de varios integrantes de los
grupos armados irregulares, en particular de las Farc, al constituirse Huila en un
departamento donde el accionar de este grupo ilegal es casi hegemónico”14

El incremento del proceso de urbanización en los últimos años está determinado


por el fenómeno del desplazamiento especialmente de los departamentos del
Caquetá, Cauca, Putumayo, Meta, Antioquia, Córdoba y Cesar, derivados del
conflicto armado, la violencia común y el narcotráfico.

Particularmente, entre 1997 y 2007, Huila registró 162 muertos civiles en eventos
de conflicto y 5.369 homicidios. A 30 de enero de 2001, 1.301 familias habían sido
desplazadas de áreas rurales a centros urbanos, de los municipios a la capital y de
otros departamentos al Huila. Neiva es la ciudad más afectada por cuanto recibe el
25% de población desplazada del mismo departamento y el 3% de otros y le siguen
Pitalito, La Plata, Garzón y Campoalegre.

La intensificación de la confrontación armada a partir del 2003 en Meta, Caquetá y


Tolima llevó a que el Huila se convirtiera en un departamento receptor, sin que esto
signifique que deje de ser expulsor; por el contrario, el número de desplazados
continuó siendo creciente. Es importante indicar que las dinámicas de
desplazamiento están directamente ligadas a las dinámicas de homicidios y muertes
de civiles en conflicto; es así como en los años de mayor homicidio, 2003 y 2007,
se presenta también el mayor número de desplazamientos, engrosando los
cinturones de miseria, incrementando los índices de desempleo, de delincuencia y
descomposición social, aumentando la demanda de servicios públicos y las
necesidades de salud, educación, entre otros.

Iniciativas de Paz
Es importante señalar que, a pesar de la historia de violencia registrada en esta
zona del país desde mediados del siglo XX, sólo hasta finales de la época de los
noventas las iniciativas de paz toman real fuerza en el Huila, de manera especial
por la defensa de los Derechos Humanos vulnerados por el Estado y los diferentes
actores armados que hacen parte del conflicto interno: homicidios, masacres,
secuestros, entre otros, que se dieron durante y posterior a la terminación de la
‘zona de distensión, (2001) autorizada en el marco del proceso de diálogo para la
paz entre el Gobierno de Andrés Pastrana y la guerrilla de las FARC, lo que significó
la arremetida de los grupos paramilitares y su inconcluso proceso de
desmovilización, como también la intensificación de las acciones por parte de la
Fuerza pública.

Sin embargo, como respuesta a las profundas desigualdades sociales relacionadas,


entre otras, con los conflictos inherentes a la propiedad de la tierra, concentración
del poder económico y político, corrupción de la administración pública, pocos

14
Diagnóstico departamental del Huila. Observatorio de Derechos Humanos. Programa Presidencial de Derechos Humanos
y Derecho Internacional Humanitario. 2008, p. 4.
espacios para la democracia participativa, persistencia del conflicto armado,
creciente impacto del narcotráfico, y una educación descontextualizada y de baja
calidad, desde la década de los 80 la Universidad Surcolombiana se comprometió
con diferentes proyectos de convivencia. Alfabetizó en zonas de conflicto y participó
en el apoyo y seguimiento a programas de reinserción en la década del ochenta del
siglo pasado. Entre tanto, en los noventa, adelantó investigaciones sobre el conflicto
cultural –con el aporte económico del PNR y el académico del ICAN-, caracterizó
los procesos sociales y culturales recientes de 25 municipios de la Zona Centro
Occidental de la Región Surcolombiana –ZCORS- en la Especialización en
Comunicación y Creatividad para la Docencia, creó un programa en Educación para
la Democracia y un Proyecto de Formación Pedagógica para la Resolución de
Conflictos y la Participación Ciudadana. Se organizó un Centro de Documentación
sobre Problemas Regionales y se participó en la Red de Universidades por la Paz.

Estas estrategias de desarrollo y paz tuvieron como antecedentes15 una marcha


campesina de colonos de la región del Pato en Caquetá realizada en 1984, que
llegaron a Neiva para exigir la desmilitarización de su región, el cese de violaciones
de los derechos humanos, y soluciones civiles a sus problemas. En junio de ese
mismo año, una comisión de los colonos solicitó al Gobierno Departamental y a la
Universidad Surcolombiana (USCO)16, intervenir para elaborar y ejecutar un Plan
de Desarrollo para su región.

Dentro de las prioridades se consideró la necesidad de abordar el problema del


analfabetismo. Lo anterior originó la Campaña de Alfabetización “Progresemos”, la
cual tuvo como participantes a colonos de todas las edades, soldados de la base
militar asentada cerca de la vereda de Rovira, campesinos y algunos suboficiales
(formados como alfabetizadores).

Como resultado de esta campaña, surgió en 1988 el Proyecto de Alfabetización,


Postalfabetización, y Desarrollo Comunitario vinculado a los Programas de
Proyección Social de la Facultad de Educación de la Universidad Surcolombiana.
Sus principales objetivos se basaban en erradicar el analfabetismo, propiciando
procesos de postalfabetización, desarrollo comunitario, conformación de entes y
capacitación a las comunidades. Además los programas se inscribían en los
planteamientos de la Educación Popular reconociendo a los sectores populares
como sujetos históricos de su propia transformación.

Algunos de estos programas se desarrollaron de manera integral, especialmente en


el Centro Comunitario Timanco (CCT) de la Comuna No. 6 de Neiva. Se
promovieron debates entre concejales, diputados, comunidades y entidades
15
Síntesis elaborada con base en Dussan, M. et al. (2006) “Empoderamiento de las comunidades desde los Programas de
Desarrollo y Paz y las Fundaciones Petroleras”.

16
Ver DUSSAN, Miller. Sistematización de la Experiencia del Centro Comunitario Timanco (CCT) de la Comuna 6 de Neiva,
Huila: Reconstrucción Histórica. Convenio Grupo Inter-universitario de Estudio sobre Experiencias Significativas de Educación
Popular de Adultos en Colombia – COLCIENCIAS-, (memoria no publicada) Neiva, Universidad Surcolombiana. Neiva, 1999
oficiales para hacer convenios e impulsar proyectos comunitarios caracterizados por
la cogestión entre las instituciones y los líderes comunitarios.

Este trabajo se hacía en paralelo con el desarrollo de componentes productivos. Se


crearon y sostuvieron programas de atención integral a la familia y se desarrolló el
seminario de formación de promotores comunitarios, que permitió el crecimiento
grupal y personal de un colectivo bastante heterogéneo (médicos, educadores,
líderes comunitarios populares, analfabetos). Sin embargo, aunque se estimuló el
desarrollo de los proyectos del CCT, no se garantizó la continuidad y el seguimiento.

Al analizar este proceso, los líderes reunidos para la preparación de la Asamblea


extraían algunas lecciones útiles para su trabajo actual y futuro. Si bien, la gestación
del CCT no ocurrió al interior de la comunidad, en la medida en que se avanzó en
la formulación y ejecución de los principales proyectos, la Junta Administradora
Local (JAL)17 fue adquiriendo mayor autonomía. La interacción entre las
instituciones del Estado y las organizaciones comunitarias permitió ir construyendo
un enfoque integral del desarrollo comunitario que subyacía en los programas y
proyectos específicos, aún cuando, su materialización real no fuera posible por la
poca participación de la comunidad. En este centro, la comunidad no había
participado directamente en el proceso; investigación, diagnóstico, planeación,
organización, coordinación, ejecución, evaluación y retroalimentación de los
proyectos. La autogestión en este caso era un ideal por construir.

La promulgación de la Constitución del 1991 marcó un hito en los procesos de


formación ciudadana, por las posibilidades y los espacios para la participación que
ésta permitía. Allí era importante entender y participar en los cambios que traían a
la sociedad las nuevas instituciones, procesos y mecanismos de la nueva carta. Uno
de los grandes retos de la Constitución era que la ciudadanía comprendiera lo que
ésta proponía y que los cambios no se quedaran solo en el papel.

En este escenario, los diferentes sectores empezaron a comprometerse con


procesos de formación ciudadana. Desde el sector privado la compañía Houston Oil
Colombia, Hocol, líder en la extracción petrolera de la región desde 1979, creó una
Fundación para dar respuesta a las demandas de la ciudadanía frente a la
descentralización política y administrativa que había iniciado en la segunda parte de
los años ochenta y que se potenciaba con el impulso a la participación ciudadana
desde la Constitución de 1991. La Fundación HOCOL, inició en 1987 su
compromiso con el desarrollo regional a través de programas de capacitación,
asesoría y crédito para microempresas, y a partir de la constitución del 91, desarrolló
una alianza con la Fundación Social18 para la formación de líderes comunitarios en

17
Las Juntas Administradoras Locales son corporaciones públicas de elección popular que se constituyen en el máximo ente
de representación política en las localidades o comunas de un municipio. Son elegidas popularmente en cada localidad por
periodos de 4 años y están integradas por entre 7 y 11 ediles de acuerdo al tamaño de cada localidad. Son los encargados
de ejercer el control político en la localidad y velar por la adopción del Plan de Desarrollo.

18
Entidad civil, sin ánimo de lucro, de utilidad común, de carácter fundacional creada en 1911 por el Padre José María
Campoamor, con el objetivo de "Trabajar por modificar las causas estructurales de la pobreza en Colombia, para promover
temas relacionados con la Constitución, el Estado de Derecho, la democracia, la
participación y la convivencia. Este esfuerzo desencadenó en el año 95 un proceso
de intercambio y formación de líderes regionales en universidades del departamento
del Tolima.

En 1994 tuvo lugar la experiencia desarrollada por el Plan Nacional de


Rehabilitación PNR19 con dirigentes de varios municipios. El proyecto se llamó
Escuela para la Democracia y la Convivencia, ejecutado por PNUD y el Instituto
para la Democracia Luis Carlos Galán. La USCO seguía con el proceso de
alfabetización, post-alfabetización y desarrollo comunitario. El encuentro entre estas
instituciones y algunas organizaciones comunitarias planteó la necesidad de un
proceso de formación ciudadana en temas que permitieran cualificar los liderazgos
para profundizar la democracia local y fortalecer las comunas como entes
territoriales de poder ciudadano e interlocución con el estado20. Dicho proceso
adoptaría el nombre de Escuela para la Democracia. La visión de la Escuela
consideraba que el conocimiento aportado, debía permitir empoderar a la
comunidad participante, no sólo con mayor capacitación y por tanto mayor
conocimiento, sino al obtener mayor poder político que le permitiera participar y
concertar al menos con el ente Municipal. Sus estrategias consisten en: (i) formar
ciudadanos líderes para la comprensión de los nuevos procesos de democratización
que surgen a partir de la Constitución de 1991;(ii) generar espacios de participación
ciudadana para la toma de decisiones sobre los asuntos públicos y, (iii) contribuir a
los procesos de planeación participativa, al fortalecimiento de las organizaciones
comunitarias y la construcción de ciudades educadoras.

La escuela abordó bloques temáticos en Desarrollo Humano, Cultura Regional,


Constitución Política y Derechos Humanos, Estado y Sociedad Civil y Planeación
del Desarrollo. Para la elaboración de bloques temáticos e intercambio de
experiencias se contó con el acompañamiento de Instituto para la Democracia Luis
Carlos Galán. Para los participantes, por primera vez se abría un espacio en el cual
“el pluralismo, y el reconocimiento del otro era posible, con la clara convicción de
una apuesta por la Democracia, los Derechos Humanos y la consolidación de
propósitos colectivos en medio de la diversidad”.

De forma paralela a los talleres, se crearon los eventos de coyuntura como un


espacio de debate público para profundizar en algunos de los temas y analizar y
argumentar sobre hechos de interés que vivía la nación y la región. La participación

la construcción de una sociedad más justa, más humana y más próspera”. Tienen un modelo de intervención a través del
desarrollo de proyectos sociales, el desarrollo empresarial particularmente en el sector financiero y el macroinflujo en
decisiones que afectan la vida pública. www.fundacion-social.com.co
19
La asociación de ediles que se empezaba a crear, el comité cívico zonal, algunas asociaciones de juntas comunales,
delegados de las redes juveniles y de mujeres, especialmente a través de la asociación de madres comunitarias.
20
Con la Reforma Político – Administrativa, generada a partir de la Constitución del 91, Neiva se hallaba dividida en diez (10)
comunas y cuatro (4) corregimientos, cada uno de los cuales contaba con una Junta Administradora Local JAL, conformada
por EDILES, elegidos democráticamente, los que debían trabajar por el progreso de los diferentes sectores de la capital
huilense (Cantor, 2003).
de otros actores en estos eventos convertía al espacio en un generador de opinión
pública y contribuyeron para posicionar a la Escuela como un actor protagonista en
la vida de la ciudad.

Terminado el primer ciclo y certificados los primeros participantes, se avanzó en dos


direcciones. Por un lado, en el ámbito rural la Fundación Hocol replicó la experiencia
en el área de influencia de la compañía, usando los mismos parámetros
metodológicos con 50 líderes de organizaciones comunitarias. De otra parte, en el
ámbito urbano, se convocó a los principales actores de la Escuela para hacer un
ejercicio de reconstrucción colectiva. Se buscaba comprender cómo potenciar la
construcción de ciudadanía, a través de procesos de educación no formal,
aprovechando los espacios y escenarios ofrecidos por la ciudad. Como resultado
de estas jornadas de reflexión entre distintos actores (academia, jóvenes, maestros,
líderes del sector social, dirigentes barriales) y por el contacto con experiencias
internacionales se empieza a trabajar sobre la propuesta de “Ciudad Educadora”.

La propuesta de Ciudad Educadora incluía dos tipos de estrategias. Por un lado,


estrategias de tipo cultural y simbólico como la educación vial, la recuperación de
las fiestas, las expresiones lúdicas, la comunicación comunitaria, los espacios
juveniles, la apropiación de espacios públicos, la educación ambiental, la resolución
pacífica de conflictos, etc.. Esta estrategia respondía a la concepción de que los
procesos de socialización no se pueden agotar en las instituciones tradicionales
(tales como la familia, la escuela, la calle, el barrio, los espacios públicos y otras
instancias de la vida diaria). La otra estrategia reconocía en la ciudad el espacio de
lo público, es decir, aquello que conviene e interesa a todos, en la cual se deben
diseñar programas que hagan sentir a la ciudad como un escenario que involucre a
todos dentro de un pacto colectivo. Dentro de esta segunda estrategia se repiensa
la Escuela para la Democracia como una propuesta de Formación Ciudadana
alrededor de la planeación participativa en todos sus componentes: social,
económico, político, ambiental y cultural.

La planeación participativa ligada a la construcción de los Planes de Desarrollo


estrecharía la relación entre el barrio, la comuna y la ciudad y se convertiría en una
metodología para acercar al Estado con la comunidad. Con esta estrategia, la
Escuela para la Democracia había contado con una vinculación más decidida por
parte de las administraciones municipales y había acompañado desde 1997 un
número importante de procesos participativos con los dirigentes y demás
organizaciones sociales que le apuestan a la democracia local con ciudadanos
protagonistas.

Cabe destacar la participación en negociaciones de paz. A mediados de los noventa


se dio la creación de la Comisión Departamental de Paz, liderada por la iglesia en
cabeza de los obispos de Neiva y Garzón e integrada por sectores gremiales,
productivos y sociales de la región. Su objetivo era liderar un proceso de convivencia
frente a las tensiones que generaba el conflicto armado en ese momento21. A través
de la comisión se desarrollaran foros sobre el proceso de paz, se hicieron
acercamientos con los actores armados para la liberación de secuestrados dentro
de una perspectiva humanitaria, se crearon condiciones para los ejercicios
democráticos ante las amenazas de estas jornadas y diversas estrategias por la
defensa de la vida y la protección de la sociedad civil. En 1998, se crea el Consejo
Departamental de Paz, que dentro de la coyuntura de negociación que se
adelantaba con el gobierno de Pastrana, empezó a impulsar ejercicios de pedagogía
política y de conflictos.

Por un lado, con el ánimo de fortalecer y promover el desarrollo de capacidades


para comprender y transformar pacíficamente los conflictos, la USCO incluyó en el
2001 el diplomado “Formación Pedagógica para la Resolución de Conflictos y la
Participación Ciudadana” en sus programas de Proyección Social en la Facultad de
Educación.

De otra parte, la generación y sostenibilidad de las Asambleas Municipales


Constituyentes que se hacían gracias a la iniciativa ciudadana permitían empezar a
concretar todas las intenciones del proceso.

En relación con el diplomado para la resolución pacífica de los conflictos, la


experiencia estaba orientada desde la pedagogía del conflicto y constituía un aporte
a la creación de escenarios de negociación al interior de la vida cotidiana de las
comunidades y grupos sociales para potenciar el desarrollo de una cultura del
reconocimiento y la participación sin lo cual no es posible la construcción de un
nuevo país. Los objetivos del diplomado se concentraban en fortalecer y promover
la participación ciudadana, apoyar la construcción de mapas de conflictos, promover
el desarrollo de una cultura de paz y propiciar espacios de interacción que
contribuyeran al restablecimiento del tejido social.

Las fases en las que se desarrolló este programa, incluían la vinculación de la


USCO al Consejo Departamental de Paz –CDP, la presentación y aprobación del
Proyecto por el CDP, la Capacitación e investigación (construcción mapas de
conflicto), la movilización social (Hechos públicos de paz) y la sistematización de la
experiencia.22

21
“La década de los noventa se caracterizó por una intensa y constante ofensiva guerrillera de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC). Durante el año 1992 se registran los niveles más elevados de actividad armada. Las
acciones por iniciativa de las FARC se registran en mayor número que las del ELN... La guerrilla en 1994 incrementó el
número de acciones dirigidas contra la Fuerza Pública... En 1996 los paros y protestas contra la fumigación de cultivos ilícitos
en las zonas cocaleras, fueron acompañados por una escalada de la actividad ofensiva de la guerrilla... En 1997 la guerrilla
escaló su actividad armada y paralelamente presionó la renuncia de un conjunto importante de candidatos a los Concejos y
Alcaldías en 162 municipios en los meses previos a la realización de los comicios electorales del 26 de octubre”. Revista
Colombia Internacional (número 49/50). El

conflicto armado colombiano en los años noventa: cambios en las estrategias y efectos económicos. Camilo Echandía Castilla.
Departamento de Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de los Andes.
22
Dussán, Miller et al. Pedagogía del Conflicto y la Participación Ciudadana. Universidad Surcolombiana, Neiva, 2003
El cumplimiento de los objetivos estaba sujeto además, a algunas condiciones que
favorecían el diálogo y la negociación tales como el adecuado ambiente
gubernamental y social y la clara concepción de la pedagogía del conflicto como
oportunidad de aprendizaje individual y colectivo.

Otros aspectos de tipo administrativo y logístico incluían la aprobación unánime del


proyecto en el Consejo Departamental de paz, la conformación de un equipo
pedagógico interdisciplinario de calidad, la generación de diversos espacios de
encuentro en los que se articulaban teoría - práctica y la disponibilidad de los
recursos financieros. De igual manera se incluyeron la motivación y expectativa de
los participantes y la combinación de capacitación e investigación.

De otro lado, las condiciones que impidieron la continuidad del proyecto se basaban
en dos puntos: 1) Cambio del ambiente gubernamental (desconocimiento del
conflicto, sustitución de los Consejos de paz por los Consejos de seguridad). 2) La
negación de los recursos financieros gubernamentales.

Para entonces, mayo de 2006, en el Huila se plantearon las Asambleas Municipales


Constituyentes como una nueva forma de construir gobernabilidad. Si bien la
incorporación de los resultados de la Asamblea dependía de la voluntad política de
los gobernantes, el proceso de consolidación democrática impulsado en el Huila por
la Universidad Sur Colombiana, La Fundación Hocol, la Fundación Social, el PNUD
y algunas entidades públicas, constituían una garantía para el éxito del-proyecto.
En el 2006 existían ya comités de impulso en municipios como Tesalia, La Plata,
Algeciras, Colombia, Palestina, San Agustín, Palermo, y Rivera.

En estos espacios se definían aspectos estratégicos del plan de desarrollo, se


discutían y concertaban los presupuestos, se realizaban seguimientos,
evaluaciones y ejercicios de rendición pública de cuentas.

El modelo de las Asambleas parecía estar consolidándose a nivel nacional. Se


pensaba en la creación de una red nacional, con municipios de los departamentos
de Santander y Antioquia, pioneros en esta clase de ejercicios, y otros
departamentos, así como con las experiencias de los municipios caucanos del
proyecto indígena Nasa, modelo en procesos participativos y de resistencia pacífica
ante los diversos actores armados.

Esta experiencia que partió de la comunidad con la voluntad del gobernante, sentó
las bases de una nueva forma de concebir y construir el poder local, generando la
posibilidad de blindar a la administración de la corrupción. Por la transparencia en
que se desarrollaron todos los actos de la vida pública, “reconstruye la confianza en
las instituciones y la política como el arte de gobernar pensando en lo justo”23.

23 Palabras del alcalde de Tarqui, en un intercambio de experiencias que se hizo con delegados de las comunas

de Neiva, en el Centro Recreacional del Magisterio, Neiva, abril 9 de 2005.


En ese contexto, se desarrollan diversas iniciativas a favor de la posibilidad de crear
acciones reales de paz, que sobrepasaran las coyunturas o las ayudas
momentáneas, y tener la posibilidad de construir iniciativas a largo plazo que
pudieran, por un lado, reconstruir el tejido social, en la defensa de los derechos
humanos y por otro lado, que generará modelos productivos que de alguna manera
pudieran garantizar una economía sostenible para toda la población Huilense, tanto
para aquellos que lo han perdido todo como para aquellos que aún siguen siendo
víctimas de otro de los conflictos como es la pobreza y la exclusión.

Así, poco a poco se fueron encontrando rostros que contaban una misma historia
de guerra, que pedían una oportunidad de seguir viviendo, que compartían
esperanzas, que creían que la paz era posible; rostros que hoy siguen construyendo
la posibilidad de ser un territorio de paz y Buen Vivir. De esta manera, empezaron
a nacer instituciones, programas, iniciativas populares que en general tratan de
construir esa posibilidad de paz.

Dentro de estos, podemos ubicar los distintos actores: 1. El Estado expresado en


propuestas impulsadas desde los gobiernos locales y departamentales; 2.
Organizaciones no gubernamentales generalmente entre organizaciones
nacionales y locales con otras de orden internacional y 3. Las iniciativas que
conforman la base de todos estos procesos de paz: las sociales. Si bien se
presentan de manera diferenciada, es importante aclarar que en su mayoría
trabajan de manera coordinada.

Entre las iniciativas más destacadas se pueden mencionar: la creación de los


consejos departamentales de derechos humanos y paz, que promueve el Programa
de Desarrollo y Paz del Huila y el Piedemonte Amazónico (Huipaz), creado en
septiembre del año 2004 desde la Gobernación del Huila con la generación de las
primeras condiciones para la elaboración de un diagnóstico preliminar de la región,
la identificación de actores y aliados del proceso de construcción colectiva del
Programa, de los campos temáticos estratégicos de interacción regional y de los
mecanismos de movilización de recursos humanos, técnicos y financieros. La
Gobernación del Huila, junto a la Corporación Nuevo Arco Iris y Redepaz
presentaron el Proyecto “Fortalecimiento institucional y articulación social de la
Corporación Programa de Desarrollo y Paz del Huila y Piedemonte Amazónico –
HUIPAZ-” ante organismos nacionales como Acción Social de la Presidencia de la
República e internacionales que como el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo y su programa REDES los cuales deciden apoyar y acompañar este
proceso. Los Programas de Desarrollo y Paz (PDP) orientan sus estrategias para el
desarrollo y la paz a través del empoderamiento de sus comunidades, como
opciones civiles y pacíficas de la protesta social.

También se encuentra el observatorio departamental de DDHH y DIH que cuenta


con un sistema de información que sirve como herramienta para realizar un
seguimiento y un acompañamiento a las iniciativas de paz que se vayan
desarrollando: este programa es impulsado por el Observatorio del Programa
Presidencial de Derechos Humanos y DIH y pretende integrar variables en
derechos humanos, Derecho Internacional Humanitario, violencia y juventud, en la
idea de consolidar trabajo intersectorial. También se ha propuesto la creación del
observatorio de violencia y paz del departamento del Huila.

Redes, constituye otra de las herramientas que contribuyen a las iniciativas que
desde la sociedad civil se han planteado, apoyadas por organizaciones
internacionales, para contribuir a la construcción de paz en el país que permita
“prevenir y recuperar las áreas afectadas por el conflicto; reducir los riesgos y
vulnerabilidades de la población afectada por la violencia y fortalecer la
gobernabilidad democrática en el ámbito local con énfasis en la creación de
condiciones para ampliar la participación ciudadana”24

Entre otras iniciativas también se encuentra la Mesa Humanitaria y el Comité


Humanitario y el Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos y Violencia –
OBSURDH- impulsado por diversas organizaciones como el CINEP; el Fondo
Noruego de Derechos Humanos y la Corporación Jurídica Utopía, entre otras.
El Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos –OBSURDH- surge como
una respuesta de las diferentes organizaciones de la Sociedad Civil frente a los
desmanes del conflicto en el departamento del Huila y la región surcolombiana, en
una necesidad de promover escenarios alternativos que permitan visibilizar las
violaciones a los Derechos Humanos en la región. Cuenta con el apoyo de
organismos de cooperación internacional y se ha posicionado como uno de los más
importantes organismos de visibilización del conflicto en el surcolombiano.

Plataforma Sur de Organizaciones Sociales es otra iniciativa que acompaña


procesos comunitarios en el sur colombiano, con base en una Agenda y un Método
de Interacción Regional con las comunidades, “en el que prima el diálogo de
saberes, conocimientos y experiencias en la construcción de agendas comunes
para la construcción de desarrollo integral como salida al conflicto y a la
desigualdad”.

La Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo, -Asoquimbo-


es una organización, creada el 26 de julio de 2009, con el Propósito de Defender el
Territorio, la Biodiversidad Natural y Genética, el Macizo Colombiano y los Derechos
de las Comunidades afectadas por la construcción de la hidroeléctrica El Quimbo
concesionada por el Gobierno de Alvaro Uribe a las transnacionales Endesa Enel
Emgesa.

Además, plantea como alternativa al Megaproyecto la importancia de garantizar la


Soberanía y Seguridad Hídrica y Alimentaria, el acceso a los recursos como el agua
y la tierra, la defensa de las economías campesinas y de las unidades productivas
de los medianos y pequeños productores, el derecho al trabajo, a la conservación

24
Redes de Construcción de Paz. La experiencia del programa Reconciliación y Desarrollo en Colombia 2003-2009.
PNUD –REDES. Bogotá, Colombia. Agosto 2009. Pág. 71.
del tejido social y al sentido de pertenencia; a la preservación de los ecosistemas
estratégicos y a la participación de las comunidades en la elaboración y verificación
de los planes, programas y proyectos que aseguren el mejoramiento integral de la
calidad de vida de las mismas. Para tal fin, se propone la creación de una Zona de
Reserva Campesina -ZRA- establecida por la Ley 160 de 1994.

Asoquimbo25 contribuyó con la creación del Movimiento Colombiano por la Defensa


del Territorio y Afectados por Represas ¡Rios Vivos!26 y en el contexto del Foro
Política de Desarrollo Agrario Integral (Enfoque Territorial) realizado en Bogotá del
17 al 19 de diciembre de 2012 convocado y organizado por la Universidad Nacional
de Colombia y la Oficina de las Naciones Unidas en Colombia, a solicitud de la Mesa
de Conversaciones entre el Gobierno Nacional y las Farc EP27 que se realiza en la
Habana Cuba, suscribió con La Mesa Nacional de Unidad Agraria, la Organización
Nacional Indígena de Colombia, el pueblo negro/ afro en Colombia, Movimiento
¡Ríos Vivos¡, La Asociación Nacional de Usuarios Campesinos -ANUC- y SINTRA
CATORCE, la declaración “Unidad en la Lucha por el Territorio y la Reforma Agraria
Integral”28 donde se consignan las siguientes iniciativas para contribuir en la
solución negociada del conflicto armado en Colombia:

- Acceso a la tierra para la población rural colombiana con criterio diferencial étnico
y de género, con redistribución de la propiedad de la tierra afectando el latifundio
improductivo en condiciones digna de trabajo para los asalariados del campo.
- Las mujeres rurales, jefas de hogar, víctimas de la violencia o en estado de
desprotección social deben tener prioridad en las políticas rurales.
- Reordenamiento territorial que respete la autonomía de las comunidades rurales y
étnicas con base en usos potenciales, cambiando una parte de los usos actuales en
ganadería hacia la agricultura y conservación ambiental (por lo menos 11 millones
de los 37 millones de hectáreas dedicados a la ganadería, deben pasar a la
agricultura).
- No aceptar las políticas actuales de cambiar los usos del suelo de vocación
agropecuaria hacia la gran minería, megaproyectos hidroeléctricos, hidrocarburos y
agrocombustibles. Suspensión de títulos mineros en territorios colectivos y en zonas
ambientales y de producción campesina y étnica y suspensión inmediata de las
licencias ambientales de todos los proyectos minero – energéticos que vienen
causando graves afectaciones económicas, sociales ambientales y culturales y
abstenerse de otorgar licencias ambientales que actualmente cursan para los
proyectos minero-energéticos.
- Todos los baldíos de la Nación y los bienes del fondo de tierras que se destinen a
particulares y no tengan restricciones por razones de territorialidad ancestral, serán
destinados a indígenas, afrodescendientes y campesinos (reiterando disposiciones
de la ley 160/94).
- Declaratoria, respecto de las políticas y mecanismos para garantizar el acceso
progresivo a la propiedad de la tierra y al territorio, de las comunidades indígenas,
afrodescendientes y campesinas, como de utilidad pública e interés social de la
Nación.

25
Información sobre el proceso de resistencia civil en www.millerdussan.blogia.com y www.quimbo.com.co/
26
Ver información en: http://defensaterritorios.wordpress.com/
27
www.mesadeconversaciones.gom.co
28
Ver: http://millerdussan.blogia.com/2012/122001-unidad-en-la-lucha-por-el-territorio-y-la-reforma-agraria-integral.php
- No aceptación de la figura de derecho real de superficie.
- Declaratoria de la producción indígena, campesina y afrodescendiente, y a la
soberanía y autonomía alimentaria, y la conservación, libertad circulación y manejo
de semillas ancestrales y nativas como de utilidad pública e interés social de la
Nación.
- Exigencia al Estado Colombiano de garantía a los derechos de las víctimas y la
efectiva y pronta restitución de tierras.
- Las normas limitarán la inversión extranjera en tierras en el país evitando el
acaparamiento y los procesos legislativos que no respetan los derechos a la consulta
y el consentimiento previos.
- Defensa de derechos de la madre tierra (territorialidad ancestral, sistemas
ambientales, ecosistemas).
- Dentro de una concepción de territorialidad ancestral reafirmar la autonomía
territorial, el gobierno propio, la jurisdicción indígena y el control territorial.
- Reafirmar la propiedad de los territorios que han ocupado los afrodescendientes en
el país y la defensa de los títulos colectivos de la tierra y de sus derechos, así como
de consejos comunitarios y sistemas de justicia y control territorial.
- Impulsar y desarrollar las Zonas de Reserva Campesina constituidas y su
conformación y su reconocimiento legal en los lugares del país en donde las
condiciones agroecológicas y económico-sociales lo justifiquen, preservando y
respetando la territorialidad ancestral indígena y los territorios colectivos de
comunidades afrodescendientes. La dotación de tierras a campesinas también podrá
hacerse por fuera de la figura de Zonas de Reserva Campesina, en cualquier parte
del territorio nacional.
- Generar la figura jurídica de “territorios interétnicos e interculturales” que permita la
convivencia en la diversidad y el desarrollo territorial conjunto, de manera concertada
y autónoma, entre indígenas, campesinos y/o afrodescendientes, allí donde tengan
un común ámbito territorial.
- Las decisiones en la implementación del Desarrollo Rural y Reforma Agraria, deben
garantizar la participación y decisión de las Comunidades Indígenas,
Afrodescendientes y Campesinas, en cada uno de los niveles territoriales (Nación,
Departamento, Municipio), variando la composición en cada nivel y territorio, acorde
con la diversidad étnica.
- Aplicación de la consulta previa acorde con los cánones del Derecho Internacional,
vinculando además de las comunidades étnicas a las comunidades campesinas.
- Buscar el reconocimiento jurídico político como sujetos de derechos específicos y
actores sociales para campesinos, afrodescendientes e indígenas.
- Construir colectivamente entre comunidades indígenas y afrodescendientes y
campesinas un Modelo de Desarrollo desde la diversidad con características de
relaciones territoriales solidarias entre comunidades, con fortalecimiento de mercado
interno y reconstrucción de relaciones urbano-rurales entre sectores populares.
- Garantizar por parte del estado la naturaleza inalienable, imprescriptible e
inembargable de los ecosistemas hídricos y la defensa del agua como derecho
fundamental y bien público y contra la mercantilización de la misma.

En la búsqueda del avance en términos de estas propuestas se convoca a:


- Construcción de procesos de unidad entre diferentes sectores populares de la
ciudad y el campo. Llamamos a articular a las diferentes iniciativas como Congreso
por la Paz, Congreso Indígena y Popular, Encuentro Nacional de Comunidades Afro,
II Congreso Nacional Agrario, Constituyentes Regionales y Sectoriales por la Paz
con Justicia Social, hacia un Gran Encuentro por el Territorio y la Reforma Agraria
Integral y a una Gran Movilización Nacional por la exigibilidad de derechos y la
defensa y posicionamiento de nuestras propuestas.
- Invitamos a todos los sectores políticos, económicos y sociales, a la construcción
de un Gran Acuerdo Nacional en la búsqueda de acompañar los avances positivos
en las negociaciones del conflicto armado y en la construcción de una Agenda para
la Paz Integral.
- Ante los proyectos de “ley de tierras y desarrollo rural” del gobierno nacional y la
propuesta de “Ley Agraria Alternativa” de la Mesa Nacional de Unidad Agraria,
avalamos la propuesta de la Mesa, como desarrollo del Mandato Nacional Agrario,
y llamamos a nutrirla con los insumos de este Foro, las iniciativas de las diferentes
sectores y regiones y los procesos participativos y de consulta previa.
- Respaldar e impulsar en todas sus partes el documento producido por la comunidad
negra/afro en el marco de este foro.

La participación de la población ha sido significativa en estos procesos de paz. Se


destaca la presencia de 1314 participantes y 522 Organizaciones de la Sociedad,
en el Foro Política de Desarrollo Agrario Integral (Enfoque Territorial) donde fueron
escuchadas múltiples voces y propuestas entregadas a la Mesa de Conversaciones
en la Habana.

La Agenda común “Unidad en la Lucha por el Territorio y la Reforma Agraria” es una


apuesta por la construcción de los “territorios interétnicos e interculturales” y un
nuevo sujeto ecosocial plural donde actores como indígenas, campesinos y/o
afrodescendientes, se comprometen con nuevas formas de autogobierno local
inspiradas en la democracia radical, la igualdad, las formas solidarias de economía
campesina e indígena y las cosmovisiones y prácticas que impulsan nuevas
relaciones de poder en los territorios donde se reconocen los derechos de la
naturaleza y construyen nuevos valores éticos y culturales que orientan la
transformación de las relaciones instrumentales y de mercantilización de la vida, de
la naturaleza, de la tierra y de los seres humanos, rescatando en nuestra región el
significado de la opitud.29

29
El maestro Nicolás Buenaventura (1986) define así al hombre del Huila “El opita es indio a más no poder. De paso corto, medido,
mañoso, de malicia indígena, hombre de poco a poco, siempre consultando la tierra, preguntándole por cualquier problema. Pero así,
paso a paso, sin afán, sin apuro, el opita vuela, se inventa el vuelo, así se lanza a la aventura de la colonización de la selva buscando y
descubriendo para Colombia un tercer mar, el mar Amazonas. El opita es hombre de espera, de la medida de la paciencia. Sabe medir
puntualmente toda la dura distancia que puede haber dentro del proyecto y el producto humano. No tiene el riesgo de voltear la esquina
antes de que se termine la cuadra. En una palabra es hombre de trabajo. Sin embargo, cuando le llega la hora de la fiesta, por ejemplo
cuando le tocan su Sampedro, se pierde del todo. Entonces no lo detiene nadie. Es difícil encontrar en Colombia un ritual lúdico más de
verdad que el de un opita enfiestado con su Santo Patrón. El opita es el que toma siempre la distancia, el de la espera, el hombre de paz
por excelencia, el más aperezado o prudente de todos los emprendedores; de ciencia de la paz, el opita ha sido siempre un guerrero a la
brava, un guerrero en contravía de su naturaleza, resistente a la guerra y por lo mismo buen combatiente”.
Neiva y sus transformaciones

La cobertura de los Proyectos de EP: Alfabetización de Adultos, Escuelas para la


Democracia y Formación Pedagógica para la Resolución de Conflictos y la
Participación Ciudadana, tuvo como escenario principal la ciudad de Neiva.

La capital del Huila, es una ciudad núcleo dentro del conjunto regional. Neiva ha
sido considerada como la puerta de entrada a la extensa región Surcolombiana,
conformada por el territorio del sur del Departamento del Tolima, el Huila, el centro
y el Sur Oriente del Departamento del Cauca, el Norte del Departamento del
Caquetá y recientemente el Departamento del Putumayo. Neiva, una ciudad
soleada y hospitalaria, ha crecido en las riveras del Río Magdalena y del Río del
Oro entre las cordilleras central y oriental y cercano al desierto de la Tatacoa. En
esta región habitan mestizos y minorías negras e indígenas que viven de la
agricultura, la ganadería, del comercio, de las pocas industrias existentes y de los
empleos estatales. Neiva es una ciudad que ha ido creciendo por procesos de
aluvión. En el 2012 contaba con una población de 336.300 habitantes. Su
incremento es debido a las constantes migraciones campesinas y a los
desplazamientos hacia ella desde las zonas aledañas.

La historia de los pobladores de esta región al igual que la de otras zonas del país
está atravesada por el conflicto social desde los orígenes de su conformación como
sociedad. En este proceso de construcción han sido fundamentales, las prácticas
de sumisión y dominación que se traducen en la actualidad en dificultades de sus
pobladores para asumir de manera creativa nuevas perspectivas de construcción
de su sociedad y sus relaciones.

La historia de poblamiento de la ciudad ha estado marcada por la violencia política


del país y por las diversas oleadas de desplazamiento forzado. Es así como lo relata
William Torres (2001). “A raíz de la violencia liberal-conservadora de los años 50
del siglo pasado se convirtió en lugar de refugio para gentes de diversos municipios
del Departamento. Luego el terremoto del 9 de febrero de 1967 destruyó su casco
antiguo y muchas personas de lugares donde el sismo generó mayor destrucción
se apuraron a buscarse un sitio bajo su sol. Por esos años también recibió
campesinos desplazados por los bombardeos de los 60 sobre las “Repúblicas
Independientes”.

En los 70 y 80 aparecieron en ella invasores de diversas partes del país, en


ocasiones empujados por políticos, que anhelaban hacerse a “su propio pedacito
de tierra” así fuera en sitios donde difícilmente podrían llegar los servicios públicos.
También en los 80 recalaron en ella campesinos que huían de los bombardeos en
El Pato y guerrilleros del Movimiento 19 de Abril –M19– y el Ejército Popular de
Liberación –EPL– que se acogieron al Plan de reinserción, durante el Gobierno
presidido por Cesar Gaviria. En los 90, recurrieron a su sombra damnificados por la
avalancha del río Páez del 6 de Junio de 1994 y los desplazados por el conflicto
militar y las fumigaciones con glifosato en el Caquetá, Putumayo y otras regiones
del territorio nacional.
Estas migraciones la convirtieron en una ciudad de aluvión, y por tanto, de un rápido
crecimiento demográfico. Las cifras lo prueban: Pasó de 75.000 habitantes en el
primer quinquenio de los años 70 a 186.000 en 1985, y de ahí, a 325.359 en 1999
y 336.300 en el 2012, su mayoría jóvenes y niños.

Paralelo a este crecimiento, “la ciudad vivió desde los años 60 el avance de la
explotación petrolera en su territorio, la construcción de la Represa de Betania en
sus cercanías durante los 70, el surgimiento de una nueva clase media profesional
graduada en la universidad pública local en los 80, la rápida acogida a las
tecnologías –teléfono, cajeros automáticos, cable, Internet, celulares-, la
destrucción de los mercados populares en su casco urbano en los 90, su reemplazo
por los grandes supermercados de cadena –que ¡aprovecharon la exoneración de
impuestos ofrecida por la ley aprobada para paliar los daños causados por la
avalancha del río Páez! – y el consiguiente conflicto entre vendedores ambulantes
y la Administración Pública”. En la década del 2000, la construcción de la
controvertida represa de El Quimbo y en la del 2010 la presencia de nuevas
corporaciones transnacionales, como la estatal Hydrochina partícipe, en convenio
con el Estado Colombiano, del Plan Maestro de Aprovechamiento del Río
Magdalena (privatización). Como era de esperarse, los anteriores procesos
transformaron los tejidos comunicativos, la memoria colectiva y la manera como los
ciudadanos concebían el futuro.

Esto ha conducido a que Neiva y de paso el departamento del Huila se haya


convertido en una especie de tierra de refugiados, en la cual no ha sido posible aún
la construcción de una red de tejido social que le permita encontrar posibilidades
reales de desarrollo humano y social.

Neiva, al igual que otras ciudades intermedias, ha venido sufriendo un acelerado


proceso de crecimiento urbano, dando como resultado la aparición de
asentamientos populares. Entre 1964 y 1973, su población aumentó en 35.350
habitantes, con una tasa de crecimiento del 3.64% anual; entre el último año y 1989,
la población aumentó de nuevo en 111.030 habitantes, llegando a calcular en ese
momento un total de 236.170 pobladores. Actualmente, se estima una población de
336.300 habitantes.

Crecimiento espacial y demográfico de Neiva (1973-2012)


Año Nº de Ha Nº de habitantes
1973 1.000 125.140
1975 133.959
1976 139.498
1977 145.261
1978 1.280 151.271
1981 1.437 170.807
1984 1.635 192.893
1985 2.469 200.866
1989 236.170
1993 250.000
1998 287.000
2004 320.000
2012 336.300

Cuadro síntesis del contexto desde la década de los 80

El cuadro siguiente contiene una ampliación del análisis del contexto, desde 1980 y la
actualidad, periodo que incluye el lapso de iniciación de los “diálogos de paz” y desarrollo
de los proyectos d Educación Popular y Ciudadana.. Es producto de entrevistas de talleres de
reconstrucción y devolución sistemática de información en los que participaron actores de
las experiencias y complementaciones recientes realizadas por el autor del presente estudio.

Década 80 Década 90 Década 2000 Década 2010


•Se fortalecen las •Promulgación de una •El gobierno acuerda •Se profundiza la crisis del
normas de control y nueva Constitución con los EE.UU. el modelo neoliberal y de la
represión social con el Política por parte de la llamado Plan Colombia civilización occidental.
Estatuto de Seguridad Asamblea Nacional para la lucha contra el •Las huelgas generales de
bajo la vigencia del Constituyente en narcotráfico, hecho que Grecia, España y Francia,
Estado de Sitio. 1991. Se consagra el conduce a la así como las
•Aumento notable de Estado Social de ‘narcotización’ de la manifestaciones
Violación de DDHH, Derecho. Se incluyen guerra y a la ruptura del estudiantiles, cuestionan los
particularmente los derechos civiles, proceso de paz con las planes de ajuste diseñados
desapariciones políticos, económicos, FARC. por el Fondo Monetario
forzadas, torturas, sociales, culturales y•Legitimación del Internacional y los avalados
asesinatos selectivos. ambientales. Se proyecto autoritario y por el G-20
incorporan nuevos prelación por la salida
•Se producen los mecanismos de militar al conflicto interno
•La catástrofe ambiental y
movimientos democracia climática que vive el mundo
campesinos de la armado. Paralelamente, y Colombia representa una
participativa. las AUC estructuran un
región de El Pato tragedia para las
desplazados por el • Se consolida la proyecto de poblaciones y sectores
conflicto político apertura económica; reconocimiento de socialmente menos
armado. aumenta el poder estatus político y protegidos.
monopólico de las negociación de la
•Auge de los transnacionales y en desmovilización fuera de • El Gobierno de Juan
movimientos cívicos y general se inicia un las condiciones de Manuel Santos ha intentado
populares que proceso sostenido de verdad, justicia y legitimar las instituciones a
consolidan una acumulación de la reparación de las través del
Coordinadora nacional riqueza, aumento de la víctimas. llamado “Acuerdo de
de movimientos pobreza, desempleo y •Estados Unidos Unidad Nacional” que
cívicos. auge de la llamada empezó con un consenso
proclama la teoría de la parlamentario entre los
•Se expiden normas economía informal. guerra preventiva que partidos de la coalición de
de descentralización •Auge de las justifica su guerra contra
política como la gobierno.
privatizaciones en el terrorismo. El
elección de alcaldes y sectores estratégicos gobierno colombiano • El gobierno de
la conformación de (servicios públicos niega la existencia del Santos profundiza el
juntas administradoras domiciliarios, conflicto armado al modelo neoliberal con la
locales en los energético, reducirlo a sus aprobación de la reforma
municipios. comunicaciones y expresiones criminales. denominada de
•Se inician los prestación de servicios Aumento de la ayuda “sostenibilidad fiscal” que
procesos de sociales). Reducción militar de EE.UU. para prioriza el pago de la deuda
negociación política del tamaño y de las derrotar la insurgencia. pública a los grandes
entre el Gobierno y las funciones del Estado y •Sucesivas reformas banqueros sobre el gasto
FARC. Surge la Unión surgimiento de nuevas fiscales para garantizar social.
Patriótica como modalidades del el pago de la deuda •En las regiones continúan
expresión política del llamado clientelismo. externa. la política de “confianza
movimiento •Se incrementa la inversionista” que significa,
insurgente. •El gobierno inicia y
intromisión de dineros culmina las entre otras, la centralización
•Se aprueba la del narcotráfico en la de las “regalías” en
negociaciones del TLC. beneficio del gran capital;
amnistía para el M-19, financiación de
Década 80 Década 90 Década 2000 Década 2010
el EPL, la Corriente de campañas políticas •Los procesos de aumenta las concesiones
Renovación Socialista que tienen como concentración de la en hidrocarburos y minería
y el Quintín Lame y se colofón el llamado riqueza y pauperización que alcanzan en la
acuerda la realización Proceso 8000. de la población, sitúan al actualidad el 80% de la
de la Asamblea •Se aprueban país como uno de los Inversión Extranjera
Nacional importantes leyes que más inequitativos del Directa; preserva,
Constituyente de desarrollan la mundo. igualmente, el
1991. Constitución Política, proyecto hacendista de
•Fortalecimiento de entre ellas: Ley de
•Fortalecimiento de los Palma aceitera diseñado
llamados movimientos por el gobierno
los carteles del Educación Superior, antiglobalización y de
narcotráfico y Ley General de anterior bajo el lema de
resistencia en el mundo alcanzar 6 millones y medio
surgimiento de los Educación, Ley de (foros sociales) y
grupos paramilitares. seguridad social, una de Hectáreas en el 2019 y
nuevos gobiernos de construir las grandes
Exterminio de la UP y nueva reforma política, tendencia social-
de otros líderes ley orgánica del represas en diversos puntos
democrática en América de la geografía nacional.
amnistiados como presupuesto. Latina. En Colombia se
expresión de la política •Auge de las ONG y producen intentos de •Surge el Movimiento
de guerra de baja estímulos a los nuevas formas de Colombiano por la Defensa
intensidad en el procesos de gobernabilidad de los Territorios y
contexto de la educación para la (asambleas Afectados por Represas
confrontación global democracia y la constituyentes, ¡Rios Vivos! y se realizan
este-oeste. ciudadanía. presupuestos acciones contra las
•Los maestros •Surgimiento de participativos, rendición “locomotoras del desarrollo”
promueven el pública de cuentas, del Gobierno y por una
nuevas concepciones política minero energética
Movimiento y experiencias de consejos locales de
Pedagógico Nacional planeación). agroalimentaria, soberana,
planeación y y autónoma.
como alternativa a las participación •Polarización de la
reformas educativas ciudadana en la lucha política: se •Se intensifican las
gubernamentales y en decisión de las consolida una coalición acciones de las
demanda de políticas públicas, gobernante de centro- comunidades indígenas por
autonomía y libertad estimuladas en parte derecha y un partido de la desmilitarización de sus
en los procesos de por la experiencia de oposición de izquierda territorios y la Defensa de
enseñanza- los presupuestos democrática. Se los derechos de la madre
aprendizaje. Se participativos de Porto aprueba y se realiza la tierra (territorialidad
fortalecen los grupos Alegre (1989) en reelección presidencial ancestral, sistemas
de investigación Brasil. del presidente Alvaro ambientales, ecosistemas).
pedagógica en Uribe •La Contraloría General de
universidades, se •Nuevos diálogos y
crean los Centros de negociación política en •El conflicto se ha ido laColombia
República declara que
está al borde de
Estudios e medio del conflicto reconfigurando al
Investigaciones entre el Gobierno y las servicio de élites locales un desastre ambiental
Docentes (CEID- FARC (se crea la zona y regionales para hacer producto de la extracción
FECODE) y se de distensión). prosperar sus negocios, intensiva de los recursos
estimulan los procesos Surgimiento de los al amparo del control del naturales. No hay
consejos territorio a partir de la autoridades ambientales
de educación popular. que exijan el cumplimiento
departamentales de guerra. Es más el
•Derrumbe de los paz. fracaso de la de las normas.
regímenes totalitarios institucionalidad en lo •Asoquimbo se convierte
del Eje Comunista •Consolidación local que en lo nacional. en la principal fuerza de
europeo. orgánica del
•La Corte Suprema de resistencia civil en la región
•Auge de movimientos paramilitarismo
Consecuentemente,
(AUC).
justicia inicia procesos contra el control del
y organizaciones incremento de las contra la “parapolítica” y territorio por parte de las
populares de acciones terroristas los “falsos positivos” transnacionales Endesa
educación como de (masacres, asesinatos (crímenes de Estado) Enel Emgesa, Emerald
resistencia inspirados masivos, secuestros, Energy, estatal Hydrochina.
en la ‘teología de la desapariciones...).
•El Gobierno •El gobierno de Santos y
liberación’ y en el concesiona a la
•Deslegitimación del empresa Endesa- las FARC, suscriben un
triunfo de la “Acuerdo General para la
Revolución Sandinista Estado (pierde el Emgesa (hoy Enel) la
control de la fuerza) y construcción del terminación del conflicto y la
en Nicaragua. construcción de una paz
crisis de Proyecto Hidroeléctrico
Década 80 Década 90 Década 2000 Década 2010
•Se dictan las gobernabilidad (no se El Quimbo con estable y duradera” y
primeras normas que atienden las fundamento en la establecen una Mesa de
consolidarán el necesidades de la “confianza inversionista” Conversaciones con sede
proceso de apertura población). y “la seguridad en La Hana Cuba.
económica. democrática” •Asoquimbo suscribe con
•Los nuevos pobres de organizaciones indígenas,
hoy son desarraigados campesinas,
de los procesos sociales afrocolombianas la
y culturales, hay una Propuesta “Unidad en la
pobreza distinta Lucha por el territorio y la
•Surge la Asociación de Reforma Agraria Integral”,
como un aporte a los
Afectados por el
Proyecto Hidroeléctrico diálogos de paz.
El Quimbo -Asoquimbo-

Miller Armín Dussán Calderón


Profesor Universidad Surcolombiana

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