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GONZALEZ, J.J. GUTIERREZ, O. Línea Base sobre las Dinámicas del Desarrollo y el Conflicto. Programa de Desarrollo y
Paz del Departamento del Huila y Piedemonte Amazónico. ‘Paz para el Desarrollo, Desarrollo para la Paz’, Neiva, 2008
histórico. Esta perspectiva permitirá fortalecer y ampliar los espacios de
participación social y política y el control territorial por parte de los actores sociales
y políticos.
Las memorias de luchas y resistencias por la defensa del territorio han sido una
constante en la construcción de la historia del Huila que remonta sus orígenes a la
defensa del mismo desde la primera invasión de los españoles, con las
expediciones encabezadas desde el Sur con Sebastián de Belalcázar y desde el
Norte con Gónzalo Jiménez de Quesada hasta la época actual de control
corporativo del territorio por parte de las empresas transnacionales Endesa de
España, Enel de Italia, la británica Emerald Energy y la estatal Hydrochina, entre
otras, concesionarias de Proyectos de extracción intensiva de recursos naturales o
reprimarización de la economía con inversión de capital financiero.
La cacica Gaitana, personaje mítico del Huila, que se rebela contra el conquistador
Pedro Añasco constituye uno de los ejemplos más notorios de los episodios
originarios de lucha que se mantienen aún en el imaginario de los campesinos
organizados en la Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico El
Quimbo -Asoquimbo- en una histórica resistencia y desobediencia civil por la
defensa del territorio, la biodiversidad natural y genética y los derechos de los
afectados contra la recolonización del sur.
Durante los siglos XVI y XVIII, las nuevas expediciones terminarían consolidando
una fuerte presencia de población española y mestiza producto del exterminio,
desplazamiento, expulsión, desarraigo y esclavismo de los nativos.
2
“La historia del departamento del Huila está sustentada en el legado de la cultura Agustiniana, situada entre los años 1000
AC y 1650 DC. La importancia de esta cultura ha sido reconocida por la UNESCO que en 1995 les confirió a los parques
Arqueológicos de San Agustín, Alto de Los Ídolos y Alto de Las Piedras, la categoris de Patrimonio Cultural de la Humanidad”.
Página oficial Departamento del Huila. http://www.gobhuila.gov.co.
dos imágenes externas: “Valle de las Tristezas Vs. Tierra de Promisión, la primera
surgida de la penuria de la conquista tanto por la geografía inhóspita como por las
tribus hostiles, y la segunda, como el canto de enseñanza poética que para la región
huilense plasmó José Eustasio Rivera”3.
Hacia mediados del siglo XX, en la época de la violencia, se crearon nuevas rutas
de poblamiento, de migración, de asentamiento de diversas poblaciones, que aún
persisten, donde el desplazamiento forzado es una característica de las grandes
confrontaciones por el control territorial, especialmente, por la rica biodiversidad
natural y genética de la Amazonía.
3
TOVAR ZAMBRANO, Bernardo. El Huila al final del siglo, historia, identidad y utopía. En Observatorio del Huila. Secretaría
de Cultura Departamental. Neiva. 1998. Pág. 9
4
Alfredo Molano. http://www.elespectador.com/impreso/politica/articuloimpreso-222582-zonas-de-reserva-campesina
por la cual, se demanda no cambiar los usos del suelo de vocación agropecuaria
hacia la gran minería, megaproyectos hidroeléctricos, hidrocarburos y
agrocombustibles que hacen parte de las denominadas “Locomotoras del Desarrollo
del Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos.
La historia de los pobladores de esta región al igual que la de otras zonas del país
está atravesada por el conflicto social desde los orígenes de su conformación como
sociedad y por las diversas oleadas de desplazamiento forzados debido a que es
el lugar de paso entre los corredores del Piedemonte hacia los llanos y el
suroccidente amazónico, el Sumapaz, hacia la Capital de la república, el Pacifico
hacia el mar y el Macizo, hacia el Pacífico y la Amazonia sur. Razón por la cual
también el conflicto social y armado ha cobrado vida durante la mayor parte de la
historia de esta región, donde los actores armados, como las guerrillas, los
paramilitares y la Fuerza Pública se han y siguen disputándose el control geo-
estratégico del territorio.
Sin embargo, este no es el único conflicto que se da en esta región, los cultivos
ilícitos también han encontrado un asentamiento de manera especial en las dos
subregiones ubicadas en los costados internos del valle del río Magdalena, “que
aunque durante el siglo XIX constituyeron zonas de colonización de vertiente, hoy
constituyen típicas áreas de asentamientos de las economías campesinas, de
asentamientos indígenas y de implantación de cultivos de uso ilícito, especialmente
de amapola (...) En la vertiente occidental de la Codillera Oriental, todavía subsisten
formas de economía en colonato, principalmente sobre la región montañosa del
Guayabero y la zona circundante al PNN de los Picachos5.
Por su parte, la región sur, conectada con la cuenca Alta del río Magdalena y con el
Macizo Colombiano, presenta su actividad económica en la agricultura y el
comercio con el Putumayo, además tiene un aspecto importante que resaltar y es
la presencia de comunidades indígenas ubicadas mayoritariamente en los
municipios de Isnos y San Agustín, las cuales también juegan un papel significativo
y diferenciado frente a los conflictos presentes en esta región.
-“El valle central del río Magdalena, tiene su epicentro urbano en la capital, Neiva. Cuenta
con la población de mayor densidad del Huila, de clima cálido y seco, caracterizada por
zonas planas, aptas para la modernización agrícola, el desarrollo agroindustrial y
comercial y la hacienda ganadera. Comparativamente este valle central es el de mayor
inserción efectiva al mercado y la sociedad nacionales. Sobre esta subregión se
concentra la mayor oferta institucional de servicios y las obras básicas de infraestructura
social, vial y de comunicaciones. No obstante su mayor articulación con el resto del país,
su dinamismo económico y mayor cohesión social y presencia institucional, su
estabilidad se ha visto quebrada parcialmente tanto por los impactos producidos por la
apertura económica de los 90, que generó una crisis severa en la agroindustria,
sobretodo en el sector arrocero como por las incursiones de las FARC en acciones de
secuestro, extorsión y amenazas sobre sectores políticos y económicos influyentes de
la subregión”.
-“La región sur del departamento, geográficamente conectada con la cuenca Alta del rio
Magdalena y coincidente con el Macizo Colombiano y parte de la llamada Bota Caucana
se caracteriza por el predominio de las zonas de vertiente y ladera, de climas templado
y frío, y de variadas formas de economía campesina de subsistencia, panelera y frutícola,
de ganadería en pequeña escala o productoras de café. El municipio de Pitalito, con
cerca de 100.000 habitantes es el mayor núcleo urbano de la subregión e incluso de la
subregión del Macizo Colombiano. Presenta un creciente dinamismo, particularmente
visible a partir de la actividad agrícola y comercial con el departamento del Putumayo,
facilitado por la vía Neiva-Pitalito–Mocoa y con el Cauca, por la vía Pitalito-Palestina-
Paletará, lo cual permitió la conexión del sur del Huila con la cuenca del Pacifico y del
Amazonas y a esta subregión con el centro del país. Sobre esta subregión, en los
municipios de Isnos y San Agustín se encuentran la mayoría de los pueblos indígenas
agrupados en el CRIHU”.
-Finalmente, se hallan las dos subregiones ubicadas en los flancos internos del valle del
río Magdalena, que aunque durante el siglo XIX constituyeron zonas de colonización de
vertiente, hoy constituyen típicas áreas de asentamientos de las economías campesinas,
de asentamientos indígenas y de implantación de cultivos de uso ilícito, especialmente
de amapola. En el caso de la vertiente occidental de la Codillera Oriental, todavía
subsisten formas de economía en colonato, principalmente sobre la región montañosa
del Guayabero y la zona circundante al PNN de los Picachos.
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Gutiérrez O. y González J.J. “Linea Base sobre las dinámicas del Desarrollo y el Conflicto
Por un lado, el flanco oriental de la Cordillera Central de la cordillera que circunda todo
el andén pacífico, conectando al departamento del Huila con los departamentos del
Valle, sur del Tolima y Cauca. Sobre éste flanco se asentaron en el pasado dos de los
principales núcleos guerrilleros originarios de las FARC: El de Marquetalia, en territorios
jurisdiccionales del Tolima y el Huila y el de Riochiquito en territorios del Cauca y Huila
y sobre el que opera actualmente el Comando Conjunto Central de Occidente con sus
respectivos Frentes y Columnas Móviles.
Por otro lado, el flanco occidental de la Cordillera Oriental que conecta al Huila en su
parte norte con el corredor del Sumapaz (Municipios de Colombia en el Huila con
Cabrera y la Localidad 20 del Distrito Capital) el Departamento del Meta (Municipios de
Colombia-Baraya y Tello con Uribe-Mesetas) y en su parte centro y sur (municipios de
Neiva, Rivera, Algeciras, Campoalegre, Hobo, Gigante Garzón, Guadalupe, Suaza y
Acevedo) con todo el Piedemonte Amazónico, desde San Vicente del Caguán, La
Mararena (Meta) Puerto Rico, Doncello y Florencia, hasta Belén de los Andaquíes y
San José del Fragua en el Caquetá y la Bota Caucana.
Esta subregión presenta una relación, tanto histórica como actual con el conflicto
armado, pues también fue zona de conformación de núcleos armados y de
confrontación, primero de liberales, conservadores y comunistas en la violencia del
mediados de siglo pasado y luego de acentuación del conflicto insurgente-
contrainsurgente. Estrechamente ligado a esta vertiente, estuvieron los asentamientos
de guerrilleros ubicados en Balsillas-El Pato-Caguán y actualmente es el eje de
operaciones del Bloque Oriental y el Bloque Sur y de las columnas especializadas como
la Teófilo Forero, pero también sobre este flanco se han desarrollado distintas iniciativas
de paz y reconciliación”.
Características de la población
La proporción de hombres dentro del total fue 50.09% en 1985 y 50.14% en 2005;
se prevé llegue a 50.08% en el año 2020 y de la proporción de mujeres dentro del
total fue 49,64% en 1985 y 49,66% en 2005; se prevé llegue a 49,76% en el año
2020.
7
Ver Plan de Desarrollo del Huila (Gobernación Huila, 2012-15).
8
Ver Plan de Desarrollo del Huila (Gobernación Huila, 2001
La tendencia de la actividad productiva empresarial estaba centrada en micros y
pequeñas empresas con énfasis en el comercio (30.5%) y los servicios (30.1%) que
corresponde a un 2.4% del total nacional, en un contexto de baja cultura
empresarial. El desempleo superaba el 21% que sumado a las actividades
temporales de subempleo cubriría el 43% de la población económicamente activa.
Como consecuencia del desarrollo de las obras, los organismos del Estado y la
Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo –Asoquimbo-
constataron la configuración de una crisis humanitaria en la Región como
consecuencia de la catástrofe económica, social, ambiental y cultural generada por
el megaproyecto energético; crisis que obedece fundamentalmente a la destrucción
de las cadenas productivas y la seguridad alimentaria, el desplazamiento estatal, el
desempleo, el daño de los ecosistemas, las afectaciones psicosociales, la ruptura
de los tejidos sociales, daños al Patrimonio Arqueológico, riesgo sísmico y la
vulneración de todos los derechos fundamentales de los afectados y el derecho
colectivo al medio ambiente sano.
Con relación a la política minera, el gobierno autorizó una licencia ambiental global
a la empresa Emerald Energy para la construcción de tres plataformas multipozo al
interior del Campo de Producción Gigante, y la construcción de líneas de flujo que
podrán transportar agua, gas y crudo.
9
http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/ecologia/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12303681.html
departamentos del Huila y Caquetá, especialmente por sus recursos hídricos. La
región hace parte de uno de los distritos cafeteros más importantes del
departamento, donde se producen más de 40.000 sacos de café al año. Los
cultivadores de frutas también perderían, debido a que la tierra es rica en lulo,
granadilla, mora, aguacate, maracuyá, tomate de árbol, cebolla, plátano y arveja.
La política minero energética del Gobierno de Santos, producto del regreso al sector
primario de la economía basada en la extracción intensiva de los recursos naturales
y el despojo de los pobladores, con el propósito de incrementar el capital
favoreciendo la inversión de las empresas nacionales y corporaciones
transnacionales (Endesa, Enel, Emgesa, Emerald Energy, Anglo Gold Ashanti,
Hydrochina, Pacific Rubiales, etc) ha tenido como consecuencia la mayor
flexibilización laboral, el desplazamiento de las comunidades del territorio,
destrucción los tejidos sociales, la seguridad alimentaria, la fauna, la flora e
incremento del calentamiento global.
-Presencia de las FARC y grupos paramilitares marginales por el control del territorio
y de los ecosistemas estratégicos.
- Destrucción de la producción agroalimentaria, Empresas Comunitarias, tejidos
sociales.
El mapa del conflicto armado se caracteriza por la presencia de seis frentes de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –FARC– y dos agrupaciones del
Ejército de Liberación Nacional –ELN–, que según los datos oficiales inciden de
manera intermitente en 32 de los 37 municipios del Departamento11.
Las Farc tienen una presencia histórica en el departamento desde los años de1950,
que se explica, entre otras razones, por ser el cruce de cuatro corredores
estratégicos que comunican el sur y el Pacífico con el centro del país: el primer
corredor es el del Sumapaz que permite la movilidad entre Meta, Huila y
Cundinamarca; el corredor de la Amazonia norte que comunica al Huila, con
Caquetá y Meta; el corredor de la Amazonia sur que conecta a Huila, Caquetá,
Cauca y Putumayo; el corredor Pacífico que conecta a Huila, Tolima, Valle y la
región Pacifica.
11
La evolución de la presencia de los actores armados puede observarse en el Capítulo 2 del Informe Nacional de
Desarrollo Humano 2003 del PNUD.
12
Misión de Observación Electoral y Corporación Nuevo Arco Iris. “Análisis del Conflicto Armado”. Monografía Político
Electoral del Departamento del Huila. 1997-2007.
ésta; los grupos paramilitares, que en su avanzada buscaban asumir posiciones
estratégicas alrededor de la zona; y la fuerza pública que, al tener que salir de esta
región, buscó igualmente ejercer un control perimetral de la zona de distensión que
copó la zona de distensión con un gran número de hombres y creó un cinturón de
seguridad alrededor de la misma. Este escenario configuró una lucha por el dominio
territorial, que repercutió en las poblaciones huilenses vecinas a esta zona, donde
es innegable que la violencia en la actualidad tiende a estar vinculada a la
pretensión de las Farc de expandir dicho dominio”13
Desde los años de 1990, el frente urbano La Gaitana tiene presencia en Neiva y el
frente José María Becerra, en Pitalito; sin embargo, el accionar del ELN en la región
ha disminuido desde el 2000 hasta la pérdida casi total de su operatividad en la
actualidad.
13
Diagnóstico departamental del Huila. Observatorio de Derechos Humanos. Programa Presidencial de Derechos Humanos
y Derecho Internacional Humanitario. 2007, p. 2.
norte del Huila, especialmente en Colombia, Baraya, Tello y Villavieja. El escenario
anterior ha incentivado la desmovilización individual de varios integrantes de los
grupos armados irregulares, en particular de las Farc, al constituirse Huila en un
departamento donde el accionar de este grupo ilegal es casi hegemónico”14
Particularmente, entre 1997 y 2007, Huila registró 162 muertos civiles en eventos
de conflicto y 5.369 homicidios. A 30 de enero de 2001, 1.301 familias habían sido
desplazadas de áreas rurales a centros urbanos, de los municipios a la capital y de
otros departamentos al Huila. Neiva es la ciudad más afectada por cuanto recibe el
25% de población desplazada del mismo departamento y el 3% de otros y le siguen
Pitalito, La Plata, Garzón y Campoalegre.
Iniciativas de Paz
Es importante señalar que, a pesar de la historia de violencia registrada en esta
zona del país desde mediados del siglo XX, sólo hasta finales de la época de los
noventas las iniciativas de paz toman real fuerza en el Huila, de manera especial
por la defensa de los Derechos Humanos vulnerados por el Estado y los diferentes
actores armados que hacen parte del conflicto interno: homicidios, masacres,
secuestros, entre otros, que se dieron durante y posterior a la terminación de la
‘zona de distensión, (2001) autorizada en el marco del proceso de diálogo para la
paz entre el Gobierno de Andrés Pastrana y la guerrilla de las FARC, lo que significó
la arremetida de los grupos paramilitares y su inconcluso proceso de
desmovilización, como también la intensificación de las acciones por parte de la
Fuerza pública.
14
Diagnóstico departamental del Huila. Observatorio de Derechos Humanos. Programa Presidencial de Derechos Humanos
y Derecho Internacional Humanitario. 2008, p. 4.
espacios para la democracia participativa, persistencia del conflicto armado,
creciente impacto del narcotráfico, y una educación descontextualizada y de baja
calidad, desde la década de los 80 la Universidad Surcolombiana se comprometió
con diferentes proyectos de convivencia. Alfabetizó en zonas de conflicto y participó
en el apoyo y seguimiento a programas de reinserción en la década del ochenta del
siglo pasado. Entre tanto, en los noventa, adelantó investigaciones sobre el conflicto
cultural –con el aporte económico del PNR y el académico del ICAN-, caracterizó
los procesos sociales y culturales recientes de 25 municipios de la Zona Centro
Occidental de la Región Surcolombiana –ZCORS- en la Especialización en
Comunicación y Creatividad para la Docencia, creó un programa en Educación para
la Democracia y un Proyecto de Formación Pedagógica para la Resolución de
Conflictos y la Participación Ciudadana. Se organizó un Centro de Documentación
sobre Problemas Regionales y se participó en la Red de Universidades por la Paz.
16
Ver DUSSAN, Miller. Sistematización de la Experiencia del Centro Comunitario Timanco (CCT) de la Comuna 6 de Neiva,
Huila: Reconstrucción Histórica. Convenio Grupo Inter-universitario de Estudio sobre Experiencias Significativas de Educación
Popular de Adultos en Colombia – COLCIENCIAS-, (memoria no publicada) Neiva, Universidad Surcolombiana. Neiva, 1999
oficiales para hacer convenios e impulsar proyectos comunitarios caracterizados por
la cogestión entre las instituciones y los líderes comunitarios.
17
Las Juntas Administradoras Locales son corporaciones públicas de elección popular que se constituyen en el máximo ente
de representación política en las localidades o comunas de un municipio. Son elegidas popularmente en cada localidad por
periodos de 4 años y están integradas por entre 7 y 11 ediles de acuerdo al tamaño de cada localidad. Son los encargados
de ejercer el control político en la localidad y velar por la adopción del Plan de Desarrollo.
18
Entidad civil, sin ánimo de lucro, de utilidad común, de carácter fundacional creada en 1911 por el Padre José María
Campoamor, con el objetivo de "Trabajar por modificar las causas estructurales de la pobreza en Colombia, para promover
temas relacionados con la Constitución, el Estado de Derecho, la democracia, la
participación y la convivencia. Este esfuerzo desencadenó en el año 95 un proceso
de intercambio y formación de líderes regionales en universidades del departamento
del Tolima.
la construcción de una sociedad más justa, más humana y más próspera”. Tienen un modelo de intervención a través del
desarrollo de proyectos sociales, el desarrollo empresarial particularmente en el sector financiero y el macroinflujo en
decisiones que afectan la vida pública. www.fundacion-social.com.co
19
La asociación de ediles que se empezaba a crear, el comité cívico zonal, algunas asociaciones de juntas comunales,
delegados de las redes juveniles y de mujeres, especialmente a través de la asociación de madres comunitarias.
20
Con la Reforma Político – Administrativa, generada a partir de la Constitución del 91, Neiva se hallaba dividida en diez (10)
comunas y cuatro (4) corregimientos, cada uno de los cuales contaba con una Junta Administradora Local JAL, conformada
por EDILES, elegidos democráticamente, los que debían trabajar por el progreso de los diferentes sectores de la capital
huilense (Cantor, 2003).
de otros actores en estos eventos convertía al espacio en un generador de opinión
pública y contribuyeron para posicionar a la Escuela como un actor protagonista en
la vida de la ciudad.
21
“La década de los noventa se caracterizó por una intensa y constante ofensiva guerrillera de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC). Durante el año 1992 se registran los niveles más elevados de actividad armada. Las
acciones por iniciativa de las FARC se registran en mayor número que las del ELN... La guerrilla en 1994 incrementó el
número de acciones dirigidas contra la Fuerza Pública... En 1996 los paros y protestas contra la fumigación de cultivos ilícitos
en las zonas cocaleras, fueron acompañados por una escalada de la actividad ofensiva de la guerrilla... En 1997 la guerrilla
escaló su actividad armada y paralelamente presionó la renuncia de un conjunto importante de candidatos a los Concejos y
Alcaldías en 162 municipios en los meses previos a la realización de los comicios electorales del 26 de octubre”. Revista
Colombia Internacional (número 49/50). El
conflicto armado colombiano en los años noventa: cambios en las estrategias y efectos económicos. Camilo Echandía Castilla.
Departamento de Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de los Andes.
22
Dussán, Miller et al. Pedagogía del Conflicto y la Participación Ciudadana. Universidad Surcolombiana, Neiva, 2003
El cumplimiento de los objetivos estaba sujeto además, a algunas condiciones que
favorecían el diálogo y la negociación tales como el adecuado ambiente
gubernamental y social y la clara concepción de la pedagogía del conflicto como
oportunidad de aprendizaje individual y colectivo.
De otro lado, las condiciones que impidieron la continuidad del proyecto se basaban
en dos puntos: 1) Cambio del ambiente gubernamental (desconocimiento del
conflicto, sustitución de los Consejos de paz por los Consejos de seguridad). 2) La
negación de los recursos financieros gubernamentales.
Esta experiencia que partió de la comunidad con la voluntad del gobernante, sentó
las bases de una nueva forma de concebir y construir el poder local, generando la
posibilidad de blindar a la administración de la corrupción. Por la transparencia en
que se desarrollaron todos los actos de la vida pública, “reconstruye la confianza en
las instituciones y la política como el arte de gobernar pensando en lo justo”23.
23 Palabras del alcalde de Tarqui, en un intercambio de experiencias que se hizo con delegados de las comunas
Así, poco a poco se fueron encontrando rostros que contaban una misma historia
de guerra, que pedían una oportunidad de seguir viviendo, que compartían
esperanzas, que creían que la paz era posible; rostros que hoy siguen construyendo
la posibilidad de ser un territorio de paz y Buen Vivir. De esta manera, empezaron
a nacer instituciones, programas, iniciativas populares que en general tratan de
construir esa posibilidad de paz.
Redes, constituye otra de las herramientas que contribuyen a las iniciativas que
desde la sociedad civil se han planteado, apoyadas por organizaciones
internacionales, para contribuir a la construcción de paz en el país que permita
“prevenir y recuperar las áreas afectadas por el conflicto; reducir los riesgos y
vulnerabilidades de la población afectada por la violencia y fortalecer la
gobernabilidad democrática en el ámbito local con énfasis en la creación de
condiciones para ampliar la participación ciudadana”24
24
Redes de Construcción de Paz. La experiencia del programa Reconciliación y Desarrollo en Colombia 2003-2009.
PNUD –REDES. Bogotá, Colombia. Agosto 2009. Pág. 71.
del tejido social y al sentido de pertenencia; a la preservación de los ecosistemas
estratégicos y a la participación de las comunidades en la elaboración y verificación
de los planes, programas y proyectos que aseguren el mejoramiento integral de la
calidad de vida de las mismas. Para tal fin, se propone la creación de una Zona de
Reserva Campesina -ZRA- establecida por la Ley 160 de 1994.
- Acceso a la tierra para la población rural colombiana con criterio diferencial étnico
y de género, con redistribución de la propiedad de la tierra afectando el latifundio
improductivo en condiciones digna de trabajo para los asalariados del campo.
- Las mujeres rurales, jefas de hogar, víctimas de la violencia o en estado de
desprotección social deben tener prioridad en las políticas rurales.
- Reordenamiento territorial que respete la autonomía de las comunidades rurales y
étnicas con base en usos potenciales, cambiando una parte de los usos actuales en
ganadería hacia la agricultura y conservación ambiental (por lo menos 11 millones
de los 37 millones de hectáreas dedicados a la ganadería, deben pasar a la
agricultura).
- No aceptar las políticas actuales de cambiar los usos del suelo de vocación
agropecuaria hacia la gran minería, megaproyectos hidroeléctricos, hidrocarburos y
agrocombustibles. Suspensión de títulos mineros en territorios colectivos y en zonas
ambientales y de producción campesina y étnica y suspensión inmediata de las
licencias ambientales de todos los proyectos minero – energéticos que vienen
causando graves afectaciones económicas, sociales ambientales y culturales y
abstenerse de otorgar licencias ambientales que actualmente cursan para los
proyectos minero-energéticos.
- Todos los baldíos de la Nación y los bienes del fondo de tierras que se destinen a
particulares y no tengan restricciones por razones de territorialidad ancestral, serán
destinados a indígenas, afrodescendientes y campesinos (reiterando disposiciones
de la ley 160/94).
- Declaratoria, respecto de las políticas y mecanismos para garantizar el acceso
progresivo a la propiedad de la tierra y al territorio, de las comunidades indígenas,
afrodescendientes y campesinas, como de utilidad pública e interés social de la
Nación.
25
Información sobre el proceso de resistencia civil en www.millerdussan.blogia.com y www.quimbo.com.co/
26
Ver información en: http://defensaterritorios.wordpress.com/
27
www.mesadeconversaciones.gom.co
28
Ver: http://millerdussan.blogia.com/2012/122001-unidad-en-la-lucha-por-el-territorio-y-la-reforma-agraria-integral.php
- No aceptación de la figura de derecho real de superficie.
- Declaratoria de la producción indígena, campesina y afrodescendiente, y a la
soberanía y autonomía alimentaria, y la conservación, libertad circulación y manejo
de semillas ancestrales y nativas como de utilidad pública e interés social de la
Nación.
- Exigencia al Estado Colombiano de garantía a los derechos de las víctimas y la
efectiva y pronta restitución de tierras.
- Las normas limitarán la inversión extranjera en tierras en el país evitando el
acaparamiento y los procesos legislativos que no respetan los derechos a la consulta
y el consentimiento previos.
- Defensa de derechos de la madre tierra (territorialidad ancestral, sistemas
ambientales, ecosistemas).
- Dentro de una concepción de territorialidad ancestral reafirmar la autonomía
territorial, el gobierno propio, la jurisdicción indígena y el control territorial.
- Reafirmar la propiedad de los territorios que han ocupado los afrodescendientes en
el país y la defensa de los títulos colectivos de la tierra y de sus derechos, así como
de consejos comunitarios y sistemas de justicia y control territorial.
- Impulsar y desarrollar las Zonas de Reserva Campesina constituidas y su
conformación y su reconocimiento legal en los lugares del país en donde las
condiciones agroecológicas y económico-sociales lo justifiquen, preservando y
respetando la territorialidad ancestral indígena y los territorios colectivos de
comunidades afrodescendientes. La dotación de tierras a campesinas también podrá
hacerse por fuera de la figura de Zonas de Reserva Campesina, en cualquier parte
del territorio nacional.
- Generar la figura jurídica de “territorios interétnicos e interculturales” que permita la
convivencia en la diversidad y el desarrollo territorial conjunto, de manera concertada
y autónoma, entre indígenas, campesinos y/o afrodescendientes, allí donde tengan
un común ámbito territorial.
- Las decisiones en la implementación del Desarrollo Rural y Reforma Agraria, deben
garantizar la participación y decisión de las Comunidades Indígenas,
Afrodescendientes y Campesinas, en cada uno de los niveles territoriales (Nación,
Departamento, Municipio), variando la composición en cada nivel y territorio, acorde
con la diversidad étnica.
- Aplicación de la consulta previa acorde con los cánones del Derecho Internacional,
vinculando además de las comunidades étnicas a las comunidades campesinas.
- Buscar el reconocimiento jurídico político como sujetos de derechos específicos y
actores sociales para campesinos, afrodescendientes e indígenas.
- Construir colectivamente entre comunidades indígenas y afrodescendientes y
campesinas un Modelo de Desarrollo desde la diversidad con características de
relaciones territoriales solidarias entre comunidades, con fortalecimiento de mercado
interno y reconstrucción de relaciones urbano-rurales entre sectores populares.
- Garantizar por parte del estado la naturaleza inalienable, imprescriptible e
inembargable de los ecosistemas hídricos y la defensa del agua como derecho
fundamental y bien público y contra la mercantilización de la misma.
29
El maestro Nicolás Buenaventura (1986) define así al hombre del Huila “El opita es indio a más no poder. De paso corto, medido,
mañoso, de malicia indígena, hombre de poco a poco, siempre consultando la tierra, preguntándole por cualquier problema. Pero así,
paso a paso, sin afán, sin apuro, el opita vuela, se inventa el vuelo, así se lanza a la aventura de la colonización de la selva buscando y
descubriendo para Colombia un tercer mar, el mar Amazonas. El opita es hombre de espera, de la medida de la paciencia. Sabe medir
puntualmente toda la dura distancia que puede haber dentro del proyecto y el producto humano. No tiene el riesgo de voltear la esquina
antes de que se termine la cuadra. En una palabra es hombre de trabajo. Sin embargo, cuando le llega la hora de la fiesta, por ejemplo
cuando le tocan su Sampedro, se pierde del todo. Entonces no lo detiene nadie. Es difícil encontrar en Colombia un ritual lúdico más de
verdad que el de un opita enfiestado con su Santo Patrón. El opita es el que toma siempre la distancia, el de la espera, el hombre de paz
por excelencia, el más aperezado o prudente de todos los emprendedores; de ciencia de la paz, el opita ha sido siempre un guerrero a la
brava, un guerrero en contravía de su naturaleza, resistente a la guerra y por lo mismo buen combatiente”.
Neiva y sus transformaciones
La capital del Huila, es una ciudad núcleo dentro del conjunto regional. Neiva ha
sido considerada como la puerta de entrada a la extensa región Surcolombiana,
conformada por el territorio del sur del Departamento del Tolima, el Huila, el centro
y el Sur Oriente del Departamento del Cauca, el Norte del Departamento del
Caquetá y recientemente el Departamento del Putumayo. Neiva, una ciudad
soleada y hospitalaria, ha crecido en las riveras del Río Magdalena y del Río del
Oro entre las cordilleras central y oriental y cercano al desierto de la Tatacoa. En
esta región habitan mestizos y minorías negras e indígenas que viven de la
agricultura, la ganadería, del comercio, de las pocas industrias existentes y de los
empleos estatales. Neiva es una ciudad que ha ido creciendo por procesos de
aluvión. En el 2012 contaba con una población de 336.300 habitantes. Su
incremento es debido a las constantes migraciones campesinas y a los
desplazamientos hacia ella desde las zonas aledañas.
La historia de los pobladores de esta región al igual que la de otras zonas del país
está atravesada por el conflicto social desde los orígenes de su conformación como
sociedad. En este proceso de construcción han sido fundamentales, las prácticas
de sumisión y dominación que se traducen en la actualidad en dificultades de sus
pobladores para asumir de manera creativa nuevas perspectivas de construcción
de su sociedad y sus relaciones.
Paralelo a este crecimiento, “la ciudad vivió desde los años 60 el avance de la
explotación petrolera en su territorio, la construcción de la Represa de Betania en
sus cercanías durante los 70, el surgimiento de una nueva clase media profesional
graduada en la universidad pública local en los 80, la rápida acogida a las
tecnologías –teléfono, cajeros automáticos, cable, Internet, celulares-, la
destrucción de los mercados populares en su casco urbano en los 90, su reemplazo
por los grandes supermercados de cadena –que ¡aprovecharon la exoneración de
impuestos ofrecida por la ley aprobada para paliar los daños causados por la
avalancha del río Páez! – y el consiguiente conflicto entre vendedores ambulantes
y la Administración Pública”. En la década del 2000, la construcción de la
controvertida represa de El Quimbo y en la del 2010 la presencia de nuevas
corporaciones transnacionales, como la estatal Hydrochina partícipe, en convenio
con el Estado Colombiano, del Plan Maestro de Aprovechamiento del Río
Magdalena (privatización). Como era de esperarse, los anteriores procesos
transformaron los tejidos comunicativos, la memoria colectiva y la manera como los
ciudadanos concebían el futuro.
El cuadro siguiente contiene una ampliación del análisis del contexto, desde 1980 y la
actualidad, periodo que incluye el lapso de iniciación de los “diálogos de paz” y desarrollo
de los proyectos d Educación Popular y Ciudadana.. Es producto de entrevistas de talleres de
reconstrucción y devolución sistemática de información en los que participaron actores de
las experiencias y complementaciones recientes realizadas por el autor del presente estudio.