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¿Por que las brujas no asustan?

Hace mucho tiempo, al atardecer, toda la gente se apuraba y dejaba de hacer sus cosas para irse a su
casa. En el campo, las casas estaban lejos una de la otra por los bosques que hay entre ellas. El lugar
estaba lleno de brujas muy feas y malas y gente la pasaba asustada y no podían dormir por las voces y
risas burlonas de las brujas que paseaban por el bosque. En las noches, algunas personas desaparecían;
especialmente los niños. Nadie queríaUna noche, un niño llamado Pedro que era muy inquieto y no se
cansaba de jugar, en un gran descuido olvidó cerrar bien la ventana. Era tarde y como no tenía sueño,
se puso a jugar en la cama. Al escuchar un trueno, se levantó asustado. Tiró los juguetes y se acercó a
la ventana, pero grande fue su sorpresa que quedó paralizado al ver con terror cara a cara a unas brujas
muy cerca de su ventana, observándolo. Pedro quiso llamar a su papá pero se quedó sin voz de la
impresión. Las piernas le temblaban y parecía que su pecho iba a explotar y el corazón se le saldría. El
niño intentó correr pero tropezó con una silla y cayó al piso. Al escuchar el ruido el papá de Pedro se
levantó y vio que en ese momento la bruja quiso abrir la ventana de la sala. El papá de Pedrito corrió
desesperado al ver la escena para cerrar y asegurar la ventana para que las brujas no entren a su casa.
Las brujas, al ver frustrado su intento, se fueron desafiantes dando a entender que regresarían. Esa
noche nadie quiso dormir en casa de Pedro. Pero a la mañana siguiente, algo sucedió. Al parecer las
malvadas brujas entraron a otra casa pero los vecinos esta vez reaccionaron de otra manera: Sin miedo.
Pedro y su padre encontraron los cuerpos de las brujas atados a unos árboles. Todas ellas fueron
quemadas. La gente de los alrededores las encontraron asustando a otros niños y cansados de la maldad
de las brujas, en la noche anterior las atraparon y les dieron su merecido. Así comenzó la calma entre los
pobladores del bosque y nunca más aparecieron brujas por la aldea. Las que aún quedaban fueron
advertidas de pasar por lo mismo y prometieron nunca más asustar a ningún niño. Por ello es que las
brujas son muy poco vistas por los seres humanos y no se dejan ver fácilmente. Y por eso es que
también en Halloween los niños no les tienen miedo a las brujas sino que más bien celebran ese
día con mucho humor y emoción. ¿Tú alguna vez has visto una bruja? ¿Qué harías si la vieras?

La bicicleta y el ataúd

La soledad y la oscuridad de la noche tenían un toque mágico para Ariana, que era una niña muy
intrépida. A ella le gustaba pasear y hacer piruetas en bicicleta a toda velocidad en una carretera
amplia. Una noche, como siempre, ella sube a su bicicleta y sale a dar un paseo. La noche estaba fría
y el viento soplaba fuerte. Era estremecedor y a la vez emocionante para Ariana. Las luces de los autos,
como nunca, eran más intensas y enceguecían los ojos de la niña de vez en cuando. Empezó a sentir
que se esforzaba mucho para abrir los ojos. Los sentía muy pesados. Esto no le había pasado nunca
pero no le pareció extraño y siguió pedaleando con más fuerza. Continuó su viaje y al dar vuelta en una
curva tuvo delante de ella un montón de rocas cerca de un precipicio que olvidó que había allí. Ariana
logró esquivar rápidamente las rocas con mucha habilidad. En ese instante quedó adormecida y con
mucho sueño por el largo viaje que había tenido. Al despertar estuvo acostada en su cama. Entonces
supo que había sido un sueño el paseo en bicicleta de la noche anterior.

Cerca de ella había un racimo grande de las rosas blancas que tanto le gustaban. Se sentía muy cansada
y sólo quería dormir, pero recordó que ese día tenía que ir temprano a la ceremonia de graduación de
su hermano mayor. Su madre le arreglaba el vestido que traía puesto, se acercó a darle un beso en la
frente y la abrazó tan fuerte que recordó el amor y el calor con el que su mamá solía darle los abrazos
cuando era pequeña. Vio a su hermano que ya estaba listo con un terno muy elegante. “Qué guapo
está”, pensó. Al levantarse la madre, Ariana vio su rostro lleno de lágrimas y no entendía la razón.
Quiso levantarse pero no pudo. Empezaron a llegar familiares y amigos de ella que no veía hace tiempo.
Todos la miraban y conversaban entre ellos pero ninguno hablaba con ella. Llegó su papá y dijo a
todos: “Es hora de partir”. Se acercó a Ariana, la miró y se despidió de su hija con un beso, antes de
cerrar el ataúd en el que estaba Ariana. Fin

Una leyenda cuenta que hace muchos años en un país muy lejano había una joven princesita que
tenía como juguete más preciado a una pequeña bolita de plata. La princesa era la hija única del rey y
tenía el defecto de ser muy egoísta. Un día jugando en el bosque se le cayó la bolita de plata adentro
de un pozo y ella desesperada intentaba entrar pero el pozo era muy hondo. Se puso muy triste y
empezó a llorar, pero de pronto oyó una voz que la llamaba. La princesa se dijo a sí misma: “Pero qué
raro…yo pensé que había venido sola al bosque…¿quién será?”. Luego de unos segundos se volteó, miró
al suelo y se dio cuenta que se trataba de una rana. Entonces empezó una pequeña conversación:

Rana: “¿Por qué lloras, niña?”


Princesa:”Porque se me perdió un juguete muy preciado para mí”.
Rana:”No te preocupes, yo te voy a ayudar pero con una condición”.
Princesa: “¿Cuál?”
Rana: “Yo paro solita en el bosque y necesito una amiga como tú. Por ello solo te pido que seamos
amigos”
Princesa: “Está bien señora rana, yo seré su mejor amiga”

La rana inmediatamente se sumergió en el pozo y buscó y buscó hasta que por fin luego de diez minutos
entregó la bolita de plata a la princesa, quien olvidando su promesa, salió corriendo y contenta hacia su
palacio con el preciado juguete. La ranita lloró enfurecida pero decidió seguirla dando saltos hasta que
cansada llegó y tocó la puerta muy molesta llamando a gritos a la princesa. La princesa no le hacía caso.
Entonces la rana decidió mentirle diciendo que quería entrar a su palacio, pues tan solo quería entrar
para comer y dormir ya que al día siguiente debía hacer un largo viaje al país de las ranas.

Pero la princesa no quería pues le tenia asco. Su padre,el rey, le dijo: ” Hija, debes atenderla porque no
se da la espalda a quien te tiende la mano en momento de necesidad”. De mala gana la princesa aceptó
dar de beber y comer a la rana. La rana la miraba fijamente mientras comía, por lo que la princesa se
molestó.
Princesa:”¡Ya no me mires!”.
Rana:”Yo puedo saber lo que estás pensando…..”.
Princesa: “¿Qué?…acaso eres una bruja…ja ja ja”
Rana: “Sé que eso que acabas de decir, es en son de burla pero…lamentablemente sí soy una bruja.
Traté de que seamos amigas pero me despreciaste y me mostraste lo cruel que puedes ser. Por eso voy
a tener que castigarte por lo mala que has sido y espero que luego de 5 años de castigo seas una
persona diferente. Más te vale que sea así como digo porque ten en cuenta que me puedo presentar en
tu vida otra vez, aunque ya no en forma de rana.”

Es así que la niña fue convertida en una rana por 5 años de duro castigo. Sus padres la cuidaron aún así
y la princesa entendió que aún siendo una rana, sus padres la querían y la cuidaban. Entonces la
princesa entendió que no debía juzgar a las personas, animales u objetos tan solo por su apariencia sino
que debía madurar. Al final de los cinco años, ella era una persona mejor. Ahora ya no era hija única
sino que tenía una hermanita pequeña de 4 años. La hermana mayor se prometió a sí misma que haría
que su hermana sea una buena persona para que no cometa los mismos errores de ella. La rana de vez
en cuando sigue merodeando el castillo pues piensa poner a prueba a la hermana pequeña de la
princesa…tal vez ofreciéndole también que sea su amiga… Fin

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