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ENSAYO DE LA MOVILIDAD

Ver el automóvil desde el punto de vista estadounidense como lo ve


Webber no me hace pensar que el automóvil es 100% positivo en todos los
aspectos como tal vez lo planteé el. Todos los países, todas las naciones,
todos los continentes son diferentes, las calles de estados unidos, las nuevas
ciudades suburbanas, la metrópolis, puede que esté preparado para el gran
número de automóvil que ha ido incrementando a través de los años desde
que se creó, porque muchas de esas ciudades y/o carreteras que habitan en
ellas fueron creadas a base de ese volumen incontrolable de automóviles,
pero república dominicana, por ejemplo, no está preparada para ese número
tan significativo de automóviles.

Por más que uno brinque y patalee por el disgusto que tiene con ese
vehículo consideró que ya es demasiado tarde para frenarlo, porque en
todas las partes del mundo el auto, aunque en la pirámide ecológica
invertida esté de último, en el resto del mundo está de primero, al ser
humano le gusta la facilidad, la comodidad, la rapidez y la seguridad y
lamentablemente nada de eso tiene precio. Yo pos ejemplo, prefiero un
Uber que una guagüita, no caminaría en las calles tan delincuentes que hay
en Rep. Dom. Ni montaría bicicleta por el mismo problema de delincuencia
y sumándole el problema de la imprudencia que se vive día a día aquí en
RD. Y estoy casi segura que no soy la única que piensa tal vez igual que
Webber.

Webber ve todo desde estados unidos y dice: El problema central del


transporte radica precisamente aquí. No es que nosotros tenemos
demasiados automóviles, sino que todos aún no se benefician de la
equivalente a la auto movilidad que disfrutan aquellos que tienen uso de
automóviles. Nuestra misión central es corregir las desigualdades sociales
que surgen por el uso generalizado de automóviles, y nuestra tarea central
es inventar formas de extender los beneficios del transporte tipo auto para
quienes actualmente no tienen automóvil. La tarea se hace aún más
imprescindible porque el automóvil ha sido un poderoso agente de cambio
geográfico, tecnológico y social. Dos de esos cambios me conciernen aquí.

El auto ha sido un invento conmovedor, porque soluciona muchos


problemas, los automóviles, los aviones, los teléfonos y ahora los satélites
de comunicación y las redes de computadoras han hecho que casi cualquier
lugar sea accesible de inmediato a cualquier otro lugar, viciando así
muchas ventajas vocacionales que una vez se unieron a ciertas ciudades y
centros urbanos.
Con la accesibilidad en tiempo real permitida por el automóvil, las
telecomunicaciones y las tecnologías informáticas, incluso los ejecutivos
corporativos más especializados son libres de abandonar el centro de la
ciudad en favor del campo, donde muchos de ellos prefieren vivir. Sus
empleados. Tanto hombres como mujeres, ya no necesitan sufrir las
molestias y los costos del largo viaje al centro de la ciudad. Ellos también
pueden vivir y trabajar en las afueras. Dada la preferencia manifiesta del
estadounidense promedio por un jardín de cura de vivienda unifamiliar,
parece razonable esperar que la mudanza centrífuga a largo plazo fuera del
centro de la ciudad se acelere, ahora que incluso los trabajos de oficina se
van.

Las capacidades actuales para viajar y comunicarse permiten que incluso


las poblaciones más dispersas estén íntimamente asociadas y disfruten de la
riqueza intelectual y material de la sociedad.

La popularidad del automóvil plantea un verdadero dilema para nosotros.


El éxito del automóvil ha generado su propia mayor limitación, ya que
pocas ciudades del mundo fueron diseñadas para acomodar automóviles.
La mayoría de las ciudades fueron construidas para peatones o en el mejor
de los casos, carros pequeños, por lo tanto, cuando los autos circulan en
Florencia, Bangkok, Lagos y Tokio, simplemente no hay espacio para
ellos. Incluso las nuevas ciudades del oeste americano, incluso Los
Ángeles, están demostrando ser incapaces de acomodar la cantidad de autos
que se acumulan allí, en parte porque incluso los planificadores de
carreteras entusiastas nunca esperaron que hubiera tantos autos.

Por esta razón es que uno se queda en el limbo entra las ideas de botar a
favor del auto o en contra, porque son un modo de transporte muy eficaz,
cómodo, rápido, y seguro, pero a la misma vez en cómo un veneno para las
carreteras pequeñas que no están preparadas para su expansión, para el
tránsito porque ya los semáforos, las calles, los carriles no dan abasto para
soportar tantos autos y uno no sabe que elegir, pensándolo bien a lo mejor
lo que Webber quiso hacer con el auto, buscarle una solución, si es un buen
movimiento porque si se quedaba buscándolo solo lo negativo al auto pues
su voto iría en contra del auto.

Viendo desde otro punto de vista, de los empleados, de las familias Como
resultado del aumento de la ingestión de tráfico, estos están avanzando más
a la franja metropolitana en expansión, en un esfuerzo por escapar de la
congestión. Las consecuencias, por supuesto, son aumentar aún más la
dependencia de los automóviles, contribuir aún más a la congestión del
tráfico que los llevó a buscar alivio en primer lugar y erosionar aún más los
servicios de transporte público existentes, pero marginales.

En estados unidos se usa mucho el auto por el gran espacio que tiene,
porque los transportes públicos son escasos y porque hay muchas
facilidades de tener un vehículo, pero ¿Y en los demás países del mundo?

Entonces, quizás la consecuencia más negativa y devastadora del uso


masivo de automóviles ha sido la disminución de los sistemas de transporte
público que el automóvil ha desplazado. Todos aquellos que no tienen un
uso discrecional de automóviles, por lo tanto, carecen incluso de los niveles
modestos de movilidad que conocían sus padres y abuelos. Dado que la
mayoría de los nuevos empleos se ubican en los suburbios y las afueras, las
personas que, debido a la discriminación racial o los bajos ingresos, están
limitadas geográficamente a los distritos de viviendas del centro de la
ciudad, por lo tanto, carecen de acceso adecuado a empleo. De hecho, todos
los que carecen del uso discrecional de automóviles están privados hasta
cierto punto, y lo están porque el auto ha tenido tanto éxito, éxito que se
debe a todos los beneficios que este brinda, a toda la seguridad, economía y
eficacia.

La solución es crear sistemas de transporte público capaces de aproximar


los grados de movilidad que proporcionan los automóviles privados no
congestionados.

En conclusión, Sostengo que no puede haber dudas sobre las virtudes del
automóvil como un instrumento de movilidad personal, de hecho, como un
instrumento de libertad personal. La gente en todas partes lo adopta porque
ofrece un mejor servicio que cualquier otro sistema de transporte
disponible hasta ahora. A pesar de los altos costos personales y sociales
asociados a su uso como sistema de transporte masivo en las nuevas áreas
metropolitanas del oeste y el sur, y a pesar de los costos de la congestión, el
consenso sostiene que vale la pena el precio.

El auto, o su sucesor con rasgos comparables, están aquí para quedarse.


Obviamente, necesitamos hacer algo con respecto a sus efectos ambientales
negativos, y necesitamos encontrar sustitutos de combustible efectivo y
otros medios para detener su horrendo apetito por los productos derivados
del petróleo. Se ha hecho lo suficiente en la química y la ingeniería del
automóvil para asegurar que las posibilidades tecnológicas para mejorar
estos efectos secundarios indeseables estén prácticamente disponibles. Las
perspectivas de una mejor batería y de carreteras electrificadas se están
volviendo reales, y también lo son las perspectivas de un automóvil
eléctrico que no genere contaminación atmosférica ni acústica. A la larga,
pero dentro de los tiempos de vida de la mayoría de nosotros, incluso
podríamos ver un sistema de autopistas completamente automatizado con
Características de funcionamiento equivalentes a las de automóviles y
autobuses.

Con mucho, el problema más difícil e importante se atribuye a los los


efectos negativos del automóvil en la equidad social; la pérdida de
movilidad que ha causado a las personas que no tienen oídos. Para atacar
esa deficiencia, necesitamos, como mínimo, desarrollar sistemas de
transporte público y sistemas de incentivos de mercado que extiendan los
servicios de transporte tipo auto a los que no tienen automóvil.
Máximamente Necesitamos una nueva tecnología de transporte que, a
través de la automatización, haga que los oídos estén disponibles para
aquellos que aún no los tienen libres. Nuestro desafío central es inventar
formas de extender el equivalente de la auto movilidad a todos.

Muchas de las soluciones son bien vistas, que personas se muden cerca,
que personas compartan sus autos con otras, el problema está que no es
fácil mudarse, que no es fácil montar gente desconocida contigo, que no es
fácil cambiar de empleo, solo por solucionar un problema y cuando viene a
ver creas 20 problemas más, por eso dígase lo que se diga, buscándole la
Solución que se le busque, eliminando o no la idea, al final nos vamos a
quedar en el mismo medio donde estábamos antes de empezar, ¿Es el
automóvil factible o no?

Conclusión
Los automóviles dan forma a nuestras vidas, aptitudes y actitudes, ya que
dan forma a nuestras ciudades y ecología, y el volumen actual es
importante como una evaluación, aunque preliminar, de lo que deberíamos
estar mirando. Nos angustiamos por el auto y la ciudad que tenemos, pero
no somos capaces al 100% de solucionar este problema porque pasan y
pasan los años y los autos siguen y siguen incrementando y el tráfico y las
calles se siguen envenenando, el medio ambiente sigue dañándose, las
personas siguen sin querer caminar, las que no pueden se montan en los
transportes públicos que nadie ha hablado de los inseguros que son, que
nadie menciona la delincuencia en las calles pero quieren que las personas
caminen, nadie menciona la imprudencia de los autos y quieren que hayan
más ciclistas cuando no hay ni siquiera ciclo vías. Son muchísimos los
problemas que se deben de solucionar antes de empezar a cambiar la
mentalidad de las personas con respecto al uso del auto.

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