Actualmente las organizaciones cumplen sus actividades rodeadas de una
serie de fuerzas que tienen incidencia sobre la actividad empresarial, dichos fuerzas obedecen a factores externos e internos que influyen y que condicionan su actividad de forma directa e indirecta como lo es el Trabajo, Capital, Materiales, Recursos.
Anteriormente las organizaciones no le daban importancia al entorno
empresarial ya que muchas organizaciones se preocupaban más por la parte financiera, ignorando todos los factores externos e internos que influyen considerablemente en el crecimiento de la misma organización, por ello muchas se estancaban y llegaban al punto de liquidar y quedar en banca rota.
De acuerdo a lo mencionado anteriormente se destaca el por qué es importante
que un administrador de empresas conozca y realice un análisis del entorno empresarial. El análisis ayudara a identificar los siguientes factores:
Factores económicos: que afectan favorable y desfavorablemente la creación
y desarrollo de la empresa. Por ejemplo, la inflación y la tasa de interés.
Factores entorno Sociocultural: son las condiciones sociales y culturales en
el que se va a desempeñar la empresa. Por ejemplo, el tamaño de la población.
Factores entorno tecnológico: Se refieren a la tecnología disponible en el
mercado que pueda facilitar los procesos operativos y administrativos. Por ejemplo, máquinas de mejor rendimiento e infraestructura tecnológica.
Factores entorno legal y político: se refieren a las instituciones políticas y
legales, leyes, normas y regulaciones que afectan a la empresa.
Factores entorno ecológico, medioambiental y de recursos naturales: Son
las condiciones de recursos naturales y físicas que pueden afectar a una organización.
Factores entorno Sectorial: Se refieren a los clientes y consumidores,
competidores y productos sustitutos, facilidad o dificultad de introducirse y abandonar el sector.
Después de conocer los factores que pueden afectar el entorno empresarial, se
puede identificar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, que tiene la organización, es decir se puede determinar si una organización es viable o no, y poder crear estrategias para contrarrestar las posibles amenazas y sacar provecho de las oportunidades de la misma; Dichas estrategias pueden ayudar a la toma de decisiones, por tanto, al buen funcionamiento de la organización. Por otra parte, se debe recalcar que estos factores son evolutivos y se encuentran en constantemente cambio, por lo tanto, la investigación y análisis tiene que realizarse con cierta periodicidad para que el empresario pueda atender las demandas cambiantes del entorno y se pueda lograr una buena competitividad en el mercado.
En conclusión, el éxito de una empresa depende en buena parte de cómo se
puedan identificar y aplicar las diferentes variables presentes en el entorno, pues el contexto en el que se mueve puede ayudar o dificultar la toma de decisiones estratégicas y desde luego su operación.