en tres partes: razón, ánimo y apetito. Las explicó mediante el mito del carro alado en uno de sus diálogos: Fedro.
7 El mito del carro alado. Así explicó Platón el
mito del carro alado: las almas son como un carro dirigido por un auriga del que tiran dos caballos. El alma será la fuerza natural que mantiene unidos al carro y a su auriga, sostenidos por alas; una fuerza capaz de elevar lo pesado, encaminándolo hacia el lugar donde habitan los dioses. El cultivo y la dedicación a lo hermoso, lo sabio y lo bueno hacen crecer las alas que harán más ligera la ascensión. En cambio lo malo, lo vergonzoso y feo tiene como resultado que estas se extingan: la caída será inevitable. En el caso de los hombres, la subida es más costosa. La causa es que el auriga ha de guiar a una pareja de caballos de distinta índole. Uno es blanco y simboliza la belleza y la verdad, mientras que el otro es negro, sinónimo del mal y lo feo. El auriga es la parte racional, el equilibrio. Si el auriga es capaz de controlar a los caballos, el conjunto se elevará y contemplará el mundo de las ideas. Si no lo hace, los caballos se rebelarán, el carro no podrá elevarse y caerá en el mundo de las cosas, el mundo sensible. El alma acabará en un cuerpo aprisionado con el anhelo de retornar a su mundo original, ese para el que estaba destinado.
Las partes del carro se corresponden con la
naturaleza tripartita del alma: La parte volitiva, donde residen los apetitos y deseos incontrolados. Es el animal negro y rebelde. El ánimo, bajo la forma de caballo blanco, es la parte que aspira siempre a la verdad y al bien. El auriga, el hombre que los dirige, simboliza la razón, es el encargado de controlar los apetitos.
8 La justicia es el equilibrio. Definió la justicia
como el orden y equilibrio entre las distintas partes del alma.
El gobierno del pueblo o sus representantes es para Platón
muy imperfecto y defiende un gobierno que esté dirigido por los más sabios
9 La ciudad y el gobierno ideales. Dedicó gran
parte de su obra, y mucha energía vital, a reflexionar sobre la forma de ciudad ideal. Dividía a los ciudadanos en tres: productores, que debían dedicarse a la actividad económica; guardianes, que se ocupan de la seguridad y el orden; y gobernantes. Para Platón, la justicia llegará cuando cada grupo social desempeñe la función que le corresponde y con su virtud concreta: los productores, la moderación; los guardianes, el valor; y los gobernantes, la prudencia. Por encima de todos ellos situó al rey-filósofo, en lo más alto de la organización política. Para él, el gobierno del pueblo o sus representantes es muy imperfecto y aboga por un gobierno que esté dirigido por los sabios. La forma más perfecta de gobierno sería, pues, la monarquía o aristocracia, que asegura el gobierno de los mejores, los más preparados: los reyes-filósofos, los más sabios.
10 La Academia, el centro del saber. En Atenas
funda la Academia, en las afueras de la ciudad, cerca de los jardines del héroe Academos, por eso la llamó así. Es el primer centro del saber, dedicado al estudio y a la enseñanza, algo así como las universidades actuales.
Palabra de Platón «Tres facultades hay en el hombre: la razón que esclarece y domina, el coraje o ánimo que actúa, y los sentidos que obedecen»
«Debemos buscar para nuestros males otra causa
que no sea Dios»
«Son filósofos verdaderos aquellos a quienes gusta
contemplar la verdad»
«La filosofía es un silencioso diálogo del alma
consigo misma en torno al ser»
«Frío e insípido es el consuelo cuando no va
envuelto en algún remedio»
«El tiempo es una imagen móvil de la eternidad»
«El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre
que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos»
«Donde reina el amor sobran las leyes»
«Aprendiendo a morir se aprende a vivir mejor»
«Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la
parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo»