1960 – 2020

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La celebración
del periodismo
en tiempos de cambio

C
omprender adecuadamente los está hecho el pasado, revuelto en la discusión
alcances de la pandemia del co- binaria de qué está bien y qué está mal, sin to-
vid-19 y su crisis es vital hoy para mar como opción que se trata de algo más que
saber hacia dónde girará el plane- una grieta, mucho más que dos términos. Más
ta, cuando un jabón deje de poner que dos polaridades. Más grises que blancos
a la humanidad en la frontera entre la vida y y negros.
el virus. Tapar tantas bocas en el mundo no El Litoral está en tránsito. Cumplir 60 años
pudo ser en la historia un fenómeno tan lite- en vez de aproximarlo a la jubilación, lo ubica
ral como el del presente, ni tan preciso para en la escalera de la modernización, sobre con-
construir una metáfora sobre el valor de usar vicciones que sepultan la ficción de que la ver-
la cabeza antes que mover los labios y mostrar dad es objetiva y reafirman que la cabecera es
los dientes. para la honestidad intelectual como herramien-
El tiempo actual demanda una construc- ta para la construcción del bien común.
ción de memoria sobre hechos de un radio Forma parte de un compromiso con hacer
mensurable en dimensiones mundiales. No de la realidad algo descifrable, sin que la mas-
hay estornudo en el continente que no se rela- carilla oficie de mordaza y con que los hechos
cione a otro escuchado en su antípoda. sean decibles en el idioma de quienes deben
La trayectoria que dibujan los hechos del tomar decisiones de todo tipo. Desde salir con
presente y que han trazado a lo largo de la paraguas hasta firmar un decreto.
historia los acontecimientos de los últimos 60 Se trata esta de una conmemoración que no
años, demuestra que las curvas son la única suena a pianos y que su cortina musical más
normalidad y que de modo invariable genera- bien tiene el sonido de sirenas y toques sani-
ron cambios definitivos. Hay tiempos de acha- tarios. Que se celebra con el hacer y el buscar
tamiento y picos frenéticos. certezas para el propio medio y sus lectores, que
La demanda actual de información sobre cada vez más se transforman en audiencia.
esas alteraciones ha puesto a los medios de Como reinventar los canales para no trans-
comunicación en el centro de una mesa ca- mitir atraso, el desafío es comprender un
racterizada por la distancia entre quienes se tiempo sin venturas y sus carencias, para con-
ubican a su alrededor, pero también por lo fa- vertir en un festejo a la tarea diaria y celebrar
mélico de su entorno. cosecha de experiencia para hacer posible que
La voracidad por las noticias obliga como haya un futuro.
nunca a imprimir un ritmo acelerado a la bús- Será con tinta y con wifi. Pero será periodis-
queda de informa- mo y será El Litoral. —
La contemporaneidad ubica al ejercicio de informar en un tiempo de cosecha ción, su tratamien-
de experiencia. Una pandemia que convirtió a la actualidad en la era de la to adecuado y su
mascarilla y coloca como protagonista a la responsabilidad y el compromiso transmisión a velo-
cidad, habilidades
que caracteriza al diario fundado por Juan Romero.
que permiten di-
ferenciar al perio-
dista del usuario promedio de redes sociales.
Un matiz que jerarquiza a la profesión contra
la violencia de las noticias falsas y la acción
poco digna de quienes practican la infodemia.
En ancas de esos vicios, el tranco de la
contemporaneidad convierte a las noticias en
suministro para los debates más profusos de
la actualidad, que giran en torno de habilitar
nuevas categorías éticas como respuesta a
una demanda novedosa de Justicia contra el
crimen de las fake news y la manipulación de
la postverdad.
Esa circunstancia hace que en los medios
asuma un rol protagónico la responsabilidad
de subirse al avión de los cambios para sub-
sistir. Y no se trata (solamente) de pasar del
papel impreso a la pantalla táctil, sino de com-
prender que la mujer no es el insumo cárnico
del machismo, que el ambiente no es medio
y más que un paisaje es un activo de la eco-
nomía sustentable, que un título estigmatiza
más que una marca en la piel.
Pero de posiciones impugnables también
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60 años del diario El Litoral de Corrientes
Por Gustavo Valdés
Gobernador de Corrientes
E
l Litoral de Corrientes cumple se-
senta años, todo un acontecimiento
para los que forjaron la empresa,
para los que desde su interior es-
tablecieron una relación prácti-
camente indisoluble con sus lectores y para la
comunidad que, a través de sus páginas, se fue
informando e ilustrando del devenir de los acon-
tecimientos locales, nacionales e internaciona-
les que se sucedieron en este tiempo, con un se-
llo de calidad que se mantuvo inalterable en las
seis décadas.
Desde hace algunos años formo parte de
aquellos que disfrutan del material que ofrecen
las páginas del diario en circulación más antiguo
de la ciudad, ahora lo hago en mi condición de
Gobernador, con la clara convicción de que más
allá de cualquier valoración que pueda hacer del
medio, conforma con sus pares de la comunica-
ción, uno de los soportes de la consolidación de
la democracia que tanto esfuerzo y sacrificio nos
costó recuperar a los correntinos y argentinos.
Esta convicción que forma parte de los prin-
cipios que guían mi accionar, significan que
comprendo claramente el rol que cada sector
tiene en las relaciones de las comunidades, en el
ejercicio de los derechos y obligaciones, no quie-
re decir que estoy destacando a un medio sumi-
so y obediente, sino por el contrario, estoy reco-
nociendo el compromiso que tiene con el estado
de derecho y con la construcción de una mejor
sociedad, a un medio con el que en ocasiones
disentimos y tenemos pareceres opuestos, y ese
es el mayor valor y legado para una democracia,
que no es otro que tolerar y construir de manera
positiva, incluso con los que tenga diferencias.
Hoy en medio de uno de los momentos más
duros y sin precedentes en la historia de la Hu-
manidad que nos toca vivir, como consecuencia
de una pandemia, provocada por un virus hasta
hace muy poco desconocido, y cuando la vida de
las personas está en riesgo, estamos obligados
a construir una alianza entre todos los actores
de la comunidad, que nos permita articular las
mejores acciones para proteger de la mejor ma-
nera y con óptimas herramientas la salud de la
población. Digo alianza porque la hora lo exige,
cada acción, cada información, cada opinión de
los acontecimientos es influyente para que nues-
tro pueblo, acostumbrado a otro tipo de luchas,
pueda hacerlo con eficiencia ante un enemigo
invisible y muy peligroso.
El diario El Litoral, que nació en coinciden-
cia con el aniversario del acontecimiento de la
Cruz Fundacional, al que luego el paso del tiem-
po también lo situó en coincidencia con la fecha
que se celebra el Día Mundial de la Libertad de
Prensa; hoy atraviesa el desafío de sumarse a
la revolución tecnológica que transversalmente
impacta en todas las actividades, pero de manera
extraordinaria en la comunicación, lo hace con
la profesionalidad y calidad que lo caracteriza.
Por todo lo expresado desde mi condición de
Gobernador de la Provincia, hago llegar mis sin-
ceras felicitaciones por este nuevo aniversario
y por el compromiso con la información, vital
para nuestra democracia, a cada uno de los que
forjaron y a los que día a día hicieron posible el
contacto con la comunidad en estos 60 años, a la
familia del diario El Litoral de Corrientes. —
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Como el diario El Litoral,
también nací hace 60 años.
Estamos cumpliendo nuestras
“Bodas de Diamante”.
S
eis décadas de crecimiento, de sue-
ños y promesas cumplidas –y otras
tantas sin poderlas alcanzar aún– de
ser testigo y protagonista a la vez, de
muchos cambios culturales, siendo el
más representativo quizás la revolución comu-
nicacional, reflejada en la democratización de
la información a través de internet.
Muchos hechos marcaron al país y a la
provincia en este tiempo: una sangrienta dic-
tadura militar, el regreso de la libertad con la
esperanza del “nunca más”, intervenciones fe-
derales y más de una decena de gobiernos ele-
gidos por la voluntad popular, construimos un
majestuoso puente interprovincial, creamos
lazos, nos fortalecimos como comunidad…
Como tal, hemos perdido y ganado…, tam-
bién celebrado triunfos y llorado fracasos…
En cada caso, El Litoral supo acompañar a
sus lectores, convirtiéndose en uno de los celo-
sos custodios de todo aquello, que como pueblo,
supimos lograr.
Es parte importante del grupo –junto con
otros medios de prensa e instituciones– que vi-
gilan el cumplimiento fiel de los valores deon-
tológicos que nos caracteriza como argentinos,
y correntinos.
Sin duda, el trabajo que realizan los medios
3 de mayo de comunicación es clave para lograr una ciu-
dadanía participativa y gobiernos abiertos y
transparentes, lo cual reditúa en mejores opor-
tunidades para todos; marcando, a la vez, “lí-
mites” a eventuales excesos, abusos o despro-
Política, Prensa, pósitos que pudieran surgir entre los actores
políticos y/o comunitarios.
Por eso, es importante hoy, coincidentemen-
Opinión Pública
te con el Día Mundial de la Libertad de Pren-
sa, reconocer que esa libertad no es un fin en
sí mismo, sino un “medio” en beneficio de una
sociedad libre y justa, sana, emprendedora, crí-
y la meta del
tica y constructiva.
En ese aspecto, reafirmo mi compromiso
público de continuar apoyando esta actividad,
desde el lugar que me toque desempeñar; hon-
bien común
rando y promoviendo el respeto por el perio-
dismo serio y responsable, como base de una
democracia sólida, basada en la obediencia
a las leyes, y a los principios que nos legaron
nuestros ancestros: el del trabajo fecundo y el
amor por la Patria.
En sus 60 años, el diario El Litoral ostenta
Por Dr. Pedro G. Cassani además de su ya reconocida pluralidad –que se
Presidente de la Cámara evidencia al convertirse en mediador de opinio-
de Diputados de Corrientes nes–, su rol de testigo y protagonista indiscu-
tido de muchas revoluciones, pudiendo airosa-
mente adecuarse a cada nuevo esquema.
Radica allí el pilar de su verdadera tras-
cendencia.
PolIticos, Periodistas
y Opinion Publica
A más de una década de la popularización de
internet, leer un diario de papel sigue siendo
placer de muchos –mal llamados por algunos:
nostálgicos–, entre los que me incluyo, ya que,
sabido es por todos, que una mayoría opta por
un “mosaico de información” en función de las
noticias que reciben vía redes sociales.
Empero, ello no impide –a mi opinión– que
los medios (en todos sus formatos) mantengan
su predilección ante la gente, ya que, –según los
expertos–, recuperaron el lugar destacado en
el ranking de las instituciones que despiertan
mayor confianza, ayudados tal vez, por el fenó-
meno –tan grave como peligroso– de fake news
(noticias falsas).
Sé de la crisis que atraviesan los diarios en
su formato tradicional, y abogo por la rápida
salida a esta problemática global.
Particularmente, espero seguir contando
con ellos, ya que estoy convencido de que mu-
cha gente opta por lo sensorial.
Muchas personas tenemos el ritual de la
lectura, palpando la magia de letras sobre un
escrito tangible, sin desmerecer lógicamente,
la practicidad y necesaria inmediatez de los
sitios web.
El mundo cambió a lo virtual, no lo discuto;
pero la magia de los libros, y los diarios, siguen
tan vigentes como en su nacimiento.
Es, esta misma transformación, la que nos
tiene –tanto a dirigentes políticos como hom-
bres y mujeres de prensa–, en una misma trin-
chera: la de ganar la atención humana, recurso
escaso, por cierto.
Admito, en ese sentido, que es la prensa la
que tiene una ventaja, un patrimonio invalua-
ble y único: un sello, una trayectoria intacha-
ble en el rol de contar los acontecimientos, las
novedades.
Pero en definitiva, no hay competencia.
La actividad periodística se nutre de la políti-
ca, y viceversa, teniendo como meta llegar a
la opinión pública (en el caso de los políticos,
lo admito: para convencerla de nuestras ideas,
persuadirla).
No hay margen de error en el concepto de
que “los mensajes que se distinguen son aque-
llos a los que el destinatario le asigna un valor.
Este valor puede ser porque esa novedad la
estaba esperando, o bien porque la fuente es
confiable”. Lo segundo, según los entendidos,
viene ganando.
Concluyendo: a la clase política y a los pe-
riodistas nos iguala el hecho de hablarle a un
mismo colectivo “despolitizado”.
El mundo del “colectivo de los consumido-
res” nos interesa y nos mueve, obligándonos a
la vez a reforzar el ingenio, manteniendo el fiel
compromiso con la verdad.
El triángulo Políticos - Prensa - Ciudadanos
se retroalimenta cumplimentando el rol de vigi-
lantes unos de otros, evitando así, la demagogia
en los primeros, fortaleciendo la prensa libre
pero responsable, y creando ciudadanos com-
prometidos con el desarrollo de su comunidad.
Al menos ese es el camino, al que estamos
todos, obligados a desandar.
Prensa, Políticos y Ciudadanos tenemos el
desafío de fortalecer vínculos, huyendo de la
posibilidad de que “tanta comunicación, al fin
de cuentas, nos deje incomunicados”.
En esa senda: felices primeros 60 años, dia-
rio El Litoral. —
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Por Gustavo Canteros
Vicegobernador de Corrientes
El Litoral: testigo de nuestra historia
L
a prensa ha sido y será uno de los ele-
mentos fundamentales en los que se
asienta la democracia, ya que un ciu-
dadano bien informado tiene mejores
herramientas para ejercer un control
responsable de las acciones de sus gobiernos y
mejorar con su participación a las instituciones.
Por ello la responsabilidad con la que un me-
dio de comunicación ejerce su rol es esencial en
el proceso de construcción y fortalecimiento de
las democracias.
Hoy, en el aniversario 60 del diario El Litoral,
quiero destacar el valor del trabajo periodístico
sostenido, que lo convierte en uno de los medios
que reflejaron y acompañaron a nuestra provin-
cia en circunstancias muy distintas, desde aquel
3 de mayo de 1960, en el que abrió sus puertas.
Nuestro país ha atravesado muchas circuns-
tancias en las que los medios fueron sujeto de li-
mitaciones y persecuciones. Corrientes no fue la
excepción. A las crisis políticas, debemos sumar
las catástrofes naturales como han sido las inun-
daciones, temporales, y fenómenos que han afec-
tado a nuestros comprovincianos, las pérdidas
humanas y materiales que conmovieron a nues-
tra sociedad, y al mismo tiempo, las alegrías, los
momentos de efervescencia religiosa, los logros
deportivos, la solidaridad, las manifestaciones
culturales que nos identifican y nos unen.
Dos generaciones de correntinos se han in-
formado a través de las páginas del diario, la ter-
cera lo está haciendo a través de su plataforma
digital. En ese sentido, el diario se ha ido adap-
tando a las nuevas formas de la comunicación,
que le permiten mantenerse vigente.
Su fundación un 3 de mayo lo liga aún más a
nuestra ciudad, que celebra en esta fecha un mo-
mento vertebral de su historia. Por ello podemos
afirmar que el diario forma parte de nuestra cul-
tura ciudadana.
Cuántos correntinos tomaron un café con
el diario en mano, disfrutaron de la costanera
leyendo sus páginas, dialogaron en la mesa del
domingo aceptando o rechazando su manera de
presentar los hechos. Es en el devenir cotidiano
donde advertimos que algo o alguien forma parte
de nuestras vidas, de nuestro entorno diario, y
esa cotidianeidad lo transforma en algo que nos
pertenece.
Por todo ello, hoy quiero agradecer a El Li-
toral por el lugar que ocupa, y demandarle que
continúe brindando lo mejor de su labor a nues-
tra sociedad. Una democracia fuerte necesita de
medios responsables. —
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Tiempo de tinta
Desde el 3 de mayo de 1960 hasta el 29 de julio de 1978 El
Litoral se publicó como una edición de 16 páginas que al-
canzaban los 53 centímetros de longitud por 35 de ancho
cada una. A partir de ese día se amplió a 20 páginas y man-
tuvo las mismas medidas hasta el 9 de abril de 1987. En esa
edición se redujo la plana al tabloide, con sus medidas de
37 por 27 centímetros, y se mantiene inamovible hasta la
actualidad como la incorporación del color.

19 19 19 19 20 20
60 70 80 90 00 10

3 de mayo de 1960. El "Gordo" Velásquez, Abel Méndez y 29 de julio de 1978. Se incorporan cuatro cuerpos de rota- 9 de abril de 1987. El diario pasa de formato sábana a
Eduardo González ponen en marcha el método en calien- tivas para dar paso a la impresión offset, que dejó atrás el tabloide, el tamaño actual. Ese día, con motivo de la
te con una rotoplana adquirida al diario La Provincia: sistema en caliente. llegada del Papa Juan Pablo II a Corrientes, se estrena la
con plomo y linotipos. impresión color.
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Antes de la incorporación de tecnología al taller guay. La travesía del diario justificaba la aplica-
gráfico de El Litoral, la impresión en colores se ción de fotocromos que no había en esta región y
realizaba para suplementos dedicados al carna- consistía en separar los colores básicos en pelí-
val y la revista Mujer, nada menos que en Para- culas para alcanzar mayores matices.
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Por Mons. Domingo S. Castagna
Arzobispo emérito de Corrientes
Para El Litoral
en su 60 aniversario
S
esenta años no son pocos ni muchos
en la gran historia de la querida Pro-
vincia de Corrientes. ¡Cuánto se pue-
de transmitir en pocas líneas cuando
la experiencia de vida ha sido intensa
y constructiva! El diario El Litoral es una ex-
presión periodística netamente correntina. El
chamamé le ofrece su original armonía y sus
nutridas columnas testimonian las gestas más
importantes de la reciente historia de Corrien-
tes. Estoy convencido de que ha transitado di-
versas etapas, como tomando la temperatura a
los acontecimientos, relacionando los natura-
les escollos del camino con meritorios logros,
en vistas a la construcción de una identidad
cultural y espiritual propia. No me cabe la me-
nor duda de que el espíritu que animó a sus fun-
dadores está hoy vigente y animará su futuro.
Cada aniversario constituye, para un dia-
rio de esta envergadura, una nueva ocasión
para reforzar sus bases filosóficas y exami-
nar si su actual desempeño no necesita opor-
tunas actualizaciones. Es sabio este compor-
tamiento evaluativo, para toda institución
que esté dispuesta a trascenderse a sí misma,
superando el desgaste inevitable de los años.
Lo pienso con frecuencia, refiriéndolo a la
Iglesia que me toca representar y de la que
soy parte con todos mis hermanos bautizados.
En un medio de comunicación, con tal grado
de gravitación en el alma del pueblo, se requie-
re mantener el carisma básico: informar y for-
mar. Dos objetivos imprescindibles en una so-
ciedad que intenta desarrollarse en salud, sin
perder contacto con una realidad que, a veces,
aparece muy contradictoria y conflictiva; con
la urgencia de saber dónde las personas están
andando sus caminos y escribiendo su histo-
ria. Ciertamente el periodismo, como la ense-
ñanza y el arte, asume una enorme responsabi-
lidad cultural, social y moral.
Recuerdo, no sin cierta emoción, la difí-
cil contingencia en la que se encontró invo-
lucrada la Provincia de Corrientes en el año
1999. Fueron meses en los que la concordia y
la paz social sufrieron un inédito riesgo de di-
solución. Todo el pueblo padeció aquel clima
enrarecido, aunque, gracias a Dios, pudo man-
tener una actitud serena y valiente. Doy fe,
porque me correspondió entonces, asumiendo
el compromiso de conducción y magisterio de
la Iglesia Católica, iluminar, asistir y alentar a
los valerosos ciudadanos en sus legítimos re-
clamos y expectativas. Es cuando El Litoral y
sus diarios colegas, con espontánea unanimi-
dad, se esmeraron en difundir semanalmente
la palabra del Arzobispo, ofreciéndola como
iluminación y decisiva contribución al mante-
nimiento de la paz. En los recintos de aquellas
ciento cincuenta carpas, instaladas en la plaza
25 de Mayo, los correntinos que las ocupaban
pudieron alimentar sus ideales patrióticos y
su fe religiosa, gracias a la oportuna difusión
periodística. Jamás olvidaré aquel 16 de di-
ciembre de 1999. El Litoral se hizo eco de un
dramático llamado de la Iglesia por restable-
cer la paz, entonces gravemente lesionada.
La historia no se repite, ni se detiene. Au-
guro a los actuales directivos del diario El Li-
toral un futuro bendecido, radicado en su pa-
sado meritorio y en su presente, empeñado en
la información responsable y en la formación
de una conciencia popular que produzca, en el
noble pueblo de Corrientes, verdaderos prota-
gonistas del bien común y de los valores que lo
respaldan. —
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Indeleble
Con la tinta como antídoto contra
el paso del tiempo, el legado de los
hacedores de El Litoral y de quienes
diseñaron sus páginas históricas se
convierte en un valor que se
jerarquiza en el homenaje.
Mario "Chaque" Mauriño
"Chaque" Mauriño nació el 21 de mayo de 1923 en la localidad
correntina de Manantiales. Era periodista, pero su afición
por el dibujo lo llevó a tomar el camino del humor político.
Tuvo un inicio en el diario La Provincia, bajo el seudónimo
Youngboy y el 2 de agosto de 1960, ya en El Litoral, puso de
manifiesto su firma definitiva.
En 1980 emigró a Río Cuarto, Córdoba, donde por el pe-
ríodo de dos años se desempeñó como director del diario
Puntal. En 1982 se reincorporó al matutino de la familia
Romero, donde publicó hasta 2011. El 24 de junio de ese año
falleció a los 88 años de edad. —
JosE "Pepe" Cazorla FAbrega
Nació en Barcelona, España, el 10 de julio de 1946. Empezó
a colaborar en la sección Deportes del diario El Litoral en
1966 y desde el 1 de octubre de 1969 comenzó a formar parte
de la redacción. Ingresó como cronista deportivo y en agosto
de 1996 fue promovido a la jefatura de la sección, donde se
desempeñó hasta 2015.
Se ocupó de coberturas nacionales e internacionales, con
campañas recordadas especialmente en las páginas doradas del
básquet, deporte del cual era aficionado y al que dedicó años
como dirigente e incluso como pionero del nuevo club Colón.
Falleció el 15 de julio del 2019. —
Juan Romero
Juan Romero nació en Baradero, provincia de Buenos Aires,
en 1914 y siendo pequeño se trasladó junto con su familia a la
localidad correntina de San Luis del Palmar. Junto con Adela
Feris tuvo seis hijos y a lo largo de su trayectoria desarrolló
numerosas actividades, desde lo privado hasta la vida pública
como funcionario. Fue un emprendedor de visión a largo plazo:
se dedicó a la ganadería, a la industria frigorífica y fundó El
Litoral el 3 de mayo de 1960, entre otras acciones de índole pri-
vada. Era dirigente del Partido Autonomista, fundó el Partido
Colorado y encabezó candidaturas legislativas y gubernativas.
Fue senador y presidente del Banco Provincia de Corrientes.
Falleció a los 52 años en un accidente automovilístico sobre la
Ruta 5, ocurrido en el anochecer del viernes 1 de julio de 1966. —
Gabriel Feris
Nació en la ciudad santiagueña de Añatuya y
luego se mudó a Corrientes. Integró el equipo
que en la década del 40 fundó el periódico La
Mañana y en 1960 junto con Don Juan Romero
pusieron en marcha las rotativas de El Litoral.
Don Gabriel se destacó en el terreno político
con su eterno Partido Autonomista y en 1958
fue electo diputado provincial. Su trayectoria
continuó en el Congreso de la Nación cuando
entre 1983 y 1987 ocupó una banca en el Senado,
tras lo cual fue vicegobernador de Corrientes,
cargo que desempeñó entre 1987 y 1991.
Falleció a los 87 años el domingo 17 de fe-
brero del 2002. —
Carlos Gelmi
Nació el 25 de mayo de 1935 en la ciudad de Es-
quina. Estudió medicina y en 1957, a los 22 años,
ingresó al diario La Provincia. En 1959 emigró a
Buenos Aires, donde en septiembre de ese año se
incorporó a Clarín y desarrolló una trayectoria
hasta alcanzar la jerarquía de secretario gene-
ral de redacción. En 1974 retornó a Corrientes y
pasó a integrar la redacción de El Litoral, que lo
tuvo como director periodístico hasta el domingo
17 de junio del 2018 cuando murió. Tenía 83 años.
"La profesión te da chapa, oportunidades y
beneficios que nosotros no contabilizamos como
ganancias. El periodista es un tipo que sabe in-
terpretar a la gente, pero antes que nada es una
persona. Yo soy un periodista de vocación, hace
53 años que no hago otra cosa y volvería sobre
mis pasos con la misma convicción y la misma
pasión", decía el 3 de mayo del 2010. — Hugo Carlos Collinet
Nacido en la ciudad correntina de Santo Tomé el 5 de octu-
bre de 1942. Hugo era docente, una vocación que cumplió en
el turno noche de la escuela Provincia de Salta del barrio
Yapeyú. Por la mañana se desempeñaba como empleado
del Banco Nación. Luego llevó a Cofirene su expertise en
el mundo financiero, tras lo cual se volcó a otra pasión: en
1981 fundó Vigencia, una agencia publicitaria que marcó el
decir comercial de Corrientes en una generación extendida
hasta la pos- crisis del 2001, cuando se incorporó al diario
El Litoral.
Era el gerente comercial y publicitario, pero sobre todo
fue un canciller del diario bajo la conducción de Carlos Rome-
ro Feris, su amigo.
Su deceso se produjo el 2 de septiembre del 2019 a los 76
años de edad. —
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El Litoral de las mujeres Sarah Velar de Gauna

Sarita o doña Sarah, nacida en Santo Tomé, era docente, pro-

fesora de piano, licenciada en periodismo, archivista, museó-

L
ucrecia Janeret en 1965 se incorporó a la
tarea informativa como una de las prime-
ras mujeres de la redacción de El Litoral.
Fue el inicio de un camino trazado con
tinta, pero sobre todo con carácter, para
darle personalidad contra el machismo a la ruta que
recorrió el proyecto editorial hasta sus seis décadas.
Desde aquel inicio hasta la actualidad, pasando
por 1993 cuando Elida Alegre de Verdún se hizo cargo
de la sección Armado y Diseño o enero de 1996 con la
designación de Elena Corvalán como jefa de Redac-
ción, el reflejo de los hechos y el transcurso de la vida
empresarial del diario han tenido el equilibrio brin-
dado por el género.
Aquí, y en ellas todas, algunas de las que brinda-
ron sus aportes. —
loga y bibliotecóloga.
Desde 1963 colaboró con el diario durante más de 30 años y
lleva en su legajo profesional haber sido la creadora del suple-
mento escolar Litoralito, una innovación que se entregó cada
viernes con la edición del día y acompañó la educación de la pro-
vincia por décadas. La posta que dejó fue recogida por otra mu-
jer, Hilda Beatriz Alfonzo, su colaboradora desde el número 0.
Además, Sarah Velar fue responsable de la “Página lite-
raria” en la sección Cultura, donde brindó a los escritores
de la provincia un espacio de difusión que se prolongó luego
en la “Antología de bolsillo”, que a dos columnas aportaba
sobre cada autor una foto, biografía y obra. —

Tia Chela

Uno de los 12 hermanos de Juan Romero que acompañó como

testigo la fundación del diario El Litoral fue Inocencia, la Tía
Chela.
Tenía 41 años y desde ese testimonio su trayectoria como
emblema del proyecto editorial la trasladó al cargo honorífico
de directora general, una tarea que inició con un pedido de su
cuñada Adela Feris de Romero, en 1967: cuidar a sus sobrinos
que trabajaban en el diario.
Tenía su oficina a pocos metros del umbral del edificio de la
calle Yrigoyen, donde actualmente trabaja parte del archivo del
diario al que le aportó una mirada desde su experiencia como
maestra. Pero también custodiando la tradición familiar de vol-
car al papel el devenir de la historia. —

Elsa Romero Feris Norma Diva Massa Marta Blanco

La mirada femenina volcada a las letras y a la responsabilidad
social empresaria de este diario tuvo la impronta de Elsa, ma-
dre del suplemento dedicado al género que a lo largo de muchos
años matizó el día a día noticioso y se transformó en un con-
cepto para la gráfica de la región.
Era una apasionada del trabajo cotidiano en el diario, pero
también en la extensión que se reflejó en la tarea social y solidaria.
En la década del 90 fue directora del magazine semanal
Mujer, una revista muy bien lograda que se entregaba con la
edición de los domingos y contenía notas de interés general y
una galería fotográfica que retrataba la vernissage correntina.
Casi en simultáneo con la revista, inauguró “La casa de la
mujer” en la esquina de calles Córdoba y San Martín, su hogar
paterno. Se trataba de un espacio para cursos de manualida-
des, arte, gimnasia y repostería, una vidriera para la creación
de las mujeres de Corrientes.
Pero también generó numerosos y sustanciales aportes a Sa-
rah Velar de Gauna para que Litoralito llegara a las escuelas.
Falleció a los 62 años en septiembre de 2007, tras luchar
contra una enfermedad que no amainó su impronta signada
por el andar presuroso y alegre. —
De Buenos Aires a San Juan, de allí a Jujuy,
para recalar luego en Salta y encontrar destino
en Corrientes. A Norma Massa la caracterizó su
itinerario con el periodismo, y el diario El Lito-
ral tomó de ella su experiencia para una tarea
de gran porte como ser la corresponsal encarga-
da de cubrir la creación de la represa de Yacyre-
tá en la localidad de Ituzaingó.
Comenzó a construirse en diciembre de 1983
y Norma se instaló en la ciudad desde donde
despachó el día a día de una obra que signó, no
sólo el destino de la ciudad y del norte de la pro-
vincia, sino también a su propia identidad, ya
que sus reportes fueron publicados bajo su seu-
dónimo "Megavatios".
Transmitió así una porción de la historia en-
riquecida por el lenguaje cotidiano de la noticia,
jerarquizada como traductora de la técnica que
convierte a la corriente del río en electricidad.
En septiembre de 1994 fue habilitada la pri-
mera unidad de la central hidroeléctrica y 11
meses después Norma falleció.—
A lo largo de 28 años, Marta Blanco fue pe-
riodista del diario El Litoral. Su carrera la
llevó a trajinar varias secciones, pero la ca-
racterística distintiva de esta mujer fue la
de ser cronista parlamentaria. Por algunos
años, incluso, la única de los medios de Co-
rrientes.
Se involucró en la vida política e institu-
cional de uno de los poderes más representa-
tivos del temperamento del Estado en la pro-
vincia y lo describió con distinguida prosa
periodística. Era, quizá, la más habilidosa
para trazar en el papel impreso la voz baja del
off the record.
En marzo de 2006 el Poder Legislativo la
distinguió como una de las mujeres mbareté
del quehacer diario en la provincia, cuando
ya la tinta le dio paso a su acción en el Estado.
A sus 53 años, el 11 de septiembre de 2007,
escribió sus últimas letras para dejar recuer-
do y legado en líneas imborrables. —
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Plataforma de noticias
La digitalización del periodismo llevó a El Litoral a recorrer un camino de 22 años
hasta alcanzar las más de 200.000 visitas diarias en su página web y a tener un alcance
superior a las 511.000 personas en las redes sociales.
A
lo largo de abril de 2020, www.
ellitoral.com.ar cumplió un
mes entero con más de 100.000
visitas por día. La jornada de
mayor atención sobre el sitio
web del diario fue el día 30, cuando se regis-
traron 224.000 ingresos.
El punto de partida fue 22 años antes.
El lunes 20 de abril de 1998 a las 22, a través
de corrientes.com.ar/el-litoral, un hosting
perteneciente a la empresa Compunord, el
diario inició su trayectoria digital con una
actualización semanal de informes sobre las
inundaciones en la provincia.
Para el inicio, el ensayo general lo rea-
lizaron en febrero de ese año la periodista
Liliana Leiva y el diseñador Gustavo Flores
con una presentación en la plataforma de
Apple Power Macintosh 7200/90, que preten-
día ser un resumen de noticias y fotografías
sobre los principales hechos de la semana.
Casi artesanal, el trabajo de actualizar
esa página demandaba esfuerzos sobre los
textos y las imágenes que obligaban a dis-
poner para la tarea un tiempo considera-
blemente superior al de la actualidad: ni
siquiera existía otro navegador que no fuera
Internet Explorer.
Tras las primeras ediciones de actualiza-
ción semanal sobre los desbordes del río en
1998 se tomó ritmo diario, hasta el trimestre
julio-agosto-septiembre de 1999, cuando lue-
go de dos cambios de diseño, la presentación
fue esporádica. Y así dejó de aparecer por in-
convenientes de índole técnica.
La reaparición en modo de prueba fue en
2002, pero esta vez el desmadre estructural
por el que atravesaba el país impidió conti-
nuar.
Finalmente, el 22 de enero de 2004, con un
programa diseñado a lo largo de un mes por
el ingeniero Francisco Casco, El Litoral vol-
vió a la web de modo ininterrumpido hasta
la actualidad. El balance del primer año de
ese trabajo arrojó como resultado un prome-
dio de 2.000 visitas diarias a la página, que
aún reflejaba sólo lo que se publicaba en la
edición gráfica.
Para el año 2010, la cantidad habitual de
personas que acudía por día a la web se ubi-
caba en los 6.500 ingresos.
En febrero de 2012 el diario dispone la
creación de un equipo periodístico digital,
cuyo primer jefe de Redacción fue Sebastián
Bravo y estaba integrado por Pablo Reyes
Beyer, Laura Duarte Galarza y Gabriela Be-
nítez.
En la esfera técnica el soporte general
fue encabezado por Carlos Romero Puccia-
rello junto con Francisco Casco y Rodrigo
Cardozo en infraestructura local.
Además de la información actualizada
de cada momento de la jornada, ese plantel
asumió la responsabilidad de pasar de ser
un diario transcripto en la web a una plata-
forma con identidad y presencia digital del
periódico fundado por Juan Romero. Así, se
agilizó el posicionamiento en las redes so-
ciales.
Facebook, Twitter, Instagram y Linkedin
fueron las redes del inicio donde se desarro-
lló el objetivo de generar comunidad, a par-
tir de la interacción permanente con los lec-
tores, tanto usuarios de computadoras como
de teléfonos celulares.
Del mismo modo, el salto se produjo con
la incorporación de productos televisivos di-
gitales a través de YouTube, donde en mayo
de 2019 comenzó a aparecer el programa de
entrevistas del director del diario, Eduardo
Ledesma Pregunta, y al mes siguiente Aires
de Campo, del periodista especializado en
agro Esteban Montgaillard.
En la actualidad la suma de los seguido-
res de las cuentas de El Litoral en redes so-
ciales representa un alcance a más de 511.000
personas, que definitivamente transforma-
ron la visión de la compañía sin alterar el
concepto con el que se desarrolla el periodis-
mo diario desde el 3 de mayo de 1960. —
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Staff Director propietario

Carlos Alberto Romero Feris

Director periodístico
Diseño
Augusto Vilar

Corrección
Fotografía
Marcos Mendoza, Nicolás Alonso,
archivo fotográfico diario
El Litoral.
Archivo
Carola Verdún

Eduardo Ledesma
Subdirector periodístico
Juan Manuel Laprovitta
Taller
Virginia Malvasio Ramón Barreto, Natividad
Maximiliano Ramírez. Montaje Gómez, Edgar Franco,
Miguel Cabral Maximiliano Velázquez,
Jorge Gómez Mariano Silva, Federico
Domínguez, Jonás Solís.
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Nacidos el
3 de mayo
El 3 de mayo en Corrientes reúne una serie de
coincidencias que se consumaron en tradición.
A
la conmemoración del Milagro
de la Cruz que la Iglesia Cató-
lica representa con liturgia y
celebración, en la dimensión so-
cial el diario El Litoral realizó
su aporte cotidiano para la consolidación de
una costumbre informativa como marca dis-
tintiva de la ciudad.
Otros aniversarios, como el de la funda-
ción de la Sociedad Libanesa de Corrientes,
que al llegar al 2020 alcanzó los 103 años de
existencia.
Asimismo, entre las localidades de la provin-
cia fundadas en la fecha se encuentran Palmar
Grande y Cruz de los Milagros, como también
confluye hoy el corolario para las celebraciones
de la fundación de la ciudad el 3 de abril de 1588.
Esa costumbre de celebrar la fundación un
mes después se inició en 1806, en los márgenes
de una disposición de la Iglesia para que la fies-
ta no se sobreponga a la Semana Santa.
En la exploración de la historia reciente,
los libros –del Registro Civil– también dicen
que en Corrientes el 3 de mayo de 1960 nacie-
ron cinco personas.
Se trata de Héctor de la Cruz Falcón, Norma
Acevedo, Gustavo Baruzzo, Graciela Valestiqui
y Emiliano Olivari.
A lo largo de los últimos años, El Litoral
logró dar con uno de ellos, Héctor de la Cruz
Falcón, un empleado del correo que, además, es
lector del diario.
En su biografía este periódico ocupa un
lugar desde su niñez, con el acompañamien-
to educativo de los materiales especializados
que fueron editados en las páginas de papel,
tanto como en la adultez, con la presencia in-
formativa.
Y con el transcurrir de las décadas, tam-
bién en esta fecha confluyeron nacimientos
como el de Emilio Nicolás Reyes, un músico
que hace exactamente 10 años brindó su testi-
monio al diario. Por entonces estudiaba Siste-
mas en la Universidad Nacional del Nordeste
y era guitarrista de una banda que se extin-
guió. Ahora trabaja en una empresa de servi-
cios públicos y pasó a otra formación de rock,
llamada Río Salvaje.—
Primera
casa
L
a primera sede del diario El Lito-
ral estaba ubicada en la calle Bel-
grano 1624 de Corrientes, a casi
10 cuadras de donde se encuentra
ahora.
Esa casa fue comprada por Juan Romero a
Víctor Navajas Centeno, entre otros bienes que
pertenecieron al viejo diario La Provincia.
Nueve años y medio después, El Litoral se
mudó a la casa actual, el edificio de la calle
Yrigoyen 990, donde existieron una galería
comercial con un bar, una sastrería y una in-
mobiliaria.
El inmueble fue inaugurado el 4 de octubre
de 1969 tras una obra dirigida por el arquitec-
to Jorge Luciano Rodríguez, que en su frente
recrea con columnas la fundación y la Cruz
del Milagro, así como los signos del zodíaco,
un trabajo del artista Agustín Orts Mayor.
Enfrente, sobre Yrigoyen 965, al mismo
tiempo, se habilitó el taller de impresión de la
editora Juan Romero, donde funciona hasta
la actualidad y que comparte espacio con un
tramo del archivo del diario.—
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Mario "Chaque" Mauriño repasó la historia

con sus viñetas en este diario, con humor
político y mirada mordaz sobre la realidad.
Incluso, se animó a rediseñar el gallo de
El Litoral con motivo del aniversario número 30.

"Chaque" con El Litoral

José "Pocho" Romero Feris.

Raúl Alfonsín.

Adolfo Navajas Artaza. Ana María Pando.

400 años de politica y humor

En 1988 Corrientes cumplió 400 "Con la mayor inocencia ima- creativo descalabrante, jugamos
años y "Chaque" diseñó una serie ginamos las circunstancias de 'la historia' con nuestros contem-
de dibujos aludiendo con humor a 1588 vividas por protagonistas ac- poráneos", escribió Mauriño al
la clase política en retrospectiva. tuales o recientes y, en un esfuerzo presentar la tira.—
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