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IMPACTO AMBIENTAL Y ECONÓMICO EN EL USO DE INTERCAMBIADORES

DE CALOR

Los intercambiadores de calor están presentes en la mayoría de los sistemas


térmicos complejos de las industrias y son los más usados para la transferencia de
calor en las aplicaciones de los procesos industriales.
Ellos son seleccionados para servicios tales como: enfriamiento de líquidos o
gases, procesos donde se condensen vapores de refrigerantes o condensación de
vapor de agua, procesos de evaporación de refrigerantes agua u otros líquidos;
procesos de extracción de calor y calentamiento regenerativo del agua de
alimentación a calderas; así como para la recuperación del calor en efluentes
gaseosos y líquidos residuales calientes, para el enfriamiento de aire y aceite de
lubricación en compresores, turbinas y motores, mediante camisas de enfriamiento
y otras aplicaciones industriales.
En los últimos años se han generado diferentes tipos de investigaciones ya que
también están generando un impacto ambiental de cierta forma.
Estudios demuestran que el planeta consume para satisfacer sus necesidades
energéticas, más de tres mil millones de barriles de petróleo, tres mil millones de
metros cúbicos de gas natural y cinco mil millones de toneladas de carbón. El
consumo energético mundial total en 2005 fue de 500 EJ (= 5 x 1020 J) (ó 138.900
TWh) con un 86,5% derivado de la combustión de combustibles fósiles, aunque
hay al menos un 10% de incertidumbre en estos datos.
De tal forma nos podemos dar cuenta que el avance industrial ha ido creciendo
conforme pasan los años, pero esto no es tema nuevo.
La revolución industrial fue de 1760 a 1840, lo cual nos deja claro que el avance
tecnológico no es de pocos años atrás, pero la preocupación por el medio
ambiente o nuestro planeta en general SÍ es lo de hoy, por lo cual las
organizaciones mundiales están siendo cada vez más estrictos en base al proceso
y los cuidados ambientales que se deben obtener, se le anexan límites de
contaminación y se les hace pagar por lo mencionado.
Inspirado en el principio de producción de entropía mínima adelantado por
progogine, se desarrolló el enfoque de minimización de generación de entropía
para la optimización del diseño de intercambiadores de calor. Este enfoque tuvo
en cuenta dos tipos de irreversibilidades en el intercambiador de calor, a saber, la
conducción de calor de corriente a corriente bajo una diferencia de una
temperatura y la caída de presión por fricción que acompaña a la circulación de
fluido a través del equipo. Por lo tanto, la tasa total de producción de entropía
denotada asociadas con la conducción de calor y la fricción del fluido.
Aunque actualmente la mayoría de los principios variacionales de la
termodinámica, el principio de generación de entropía mínima de prigogine sigue
siendo un tema a debatir, lo que trae como consecuencia, el enfoque de
minimización de la generación de entropía, ampliamente aplicado a la
modelización y la optimización de los sistemas térmicos que deben su
imperfección termodinámica a las irreversibilidades de la transferencia de calor, la
transferencia de masa, y del flujo del fluido, muestra algunas inconsistencias y
paradojas en aplicaciones de diseños de intercambiadores de calor.
Todos los intercambiadores de calor del tipo de coraza y tubo constituyen uno de
los equipos más importantes en las plantas de procesos químicos. El diseño de los
intercambiadores de calor se basa en dos aspectos fundamentales, hablamos de
lo que es el coeficiente global de transferencia de calor y la caída de la presión
total.
En el año 2007 el científico chino Guo estableció una nueva propiedad
termodinámica denominada entransía, la cual expresa la capacidad de un cuerpo
de transferir calor.
Esta propiedad puede caracterizar totalmente la capacidad de transferir calor de
un cuerpo de un intercambiador de calor de tubo y coraza. A la pérdida de esa
capacidad de esa capacidad se le llama “disipación de entransía”.
Para poder saber y confirmar el impacto ecológico, debemos de realizar una
evaluación de las máquinas térmicas Angulo-Brown que creo en el año 1991 la
llamada función ecológica. En el mismo trabajo se combina la disipación de
entransía con la función ecológica y se crea una nueva forma o expresión para
evaluar el impacto ambiental que está afectando de manera general a nuestro
planeta hablando específicamente de los intercambiadores de calor.
Podemos realizar la optimización multicriterial de los intercambiadores de calor de
tubo y coraza desde la opinión y punto de vista de las irreversibilidades. Son
utilizadas como objetivo de la función ecológica y el costo que también debe de
ser cuidado.
Para resolver el problema de la optimización multicriterial, se utiliza el método de
los algoritmos genéticos.

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