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T ejéjpaplar debe llevar /
t rma del autor. /

IM PRESO EN LA ARG E N TIN A


P R IN T E D IN ARGENT^INE
Dr BERNARDO SCHCOLNICOV

ELEMENTOS
DE

ÓPTICA OFTÁLMICA

4a. Edición

ERRNVPHGLFRVRUJ
EDITORIAL NOVALENT

U R U G U A Y 390

Tel. 45-3713

BUENOS AIRES

1979
PROLOGO 1™ E D I C I O N

ELEMENTOS DE OPTICA OFTALMICA


Este libro, que podría denom inarse tam bién “ Manual de Optica
O ftálm ica” , está destinado a los estudiantes de los diversos cole­
gios y Universidades del país y m uchos de los Opticos-Técnicos
actuantes
No constituye en sí una obra de carácter superior, sino que
por el contrario es más bien una guía que perm ite inform ar al
lector sobre los fundam entos y técnicas de m ayor aplicación en
esta disciplina que siguiendo clasificaciones francesas denom ino:
Optica O ftálm ica u Optica Ocular. En la misma se hace un estudio
ordenado de diversos tópicos de interés ' para el estudiante o el
egresado, en base, dentro de lo posible, a nomenclaturas simples
o denom inaciones aprobadas en congresos internacionales que, a
la par que aclaran conceptos, perm iten unificar la relativa anar­
quía que existe en la interpretación de m uchos asuntos.
En el prim er capítulo, ■previa la ubicación y delación general
con otras ciencias, se establecen los alcances de la misma, indicán­
dose así tam bién las subdivisiones necesarias para el desarrollo de
los diversos temas. Se com ienza con el estudio de las lentes oftál­
micas especificándose sus características principales, sus métodos
de m edida e identificación, prosiguiéndose luego con el estudio
particular de los diversos tipos: esféricas, cilindricas, esfero-cilín-
dricas, etc., para continuar en los capítulos posteriores con otros
cristales de uso oftálm ico, com o ser: prismas, cristales protectores,
etc. Finalm ente com o introducción a la parte realm ente de aplica­
ción práctica, se estudian las características de las recetas oftálm i­
cas: su interpretación y su ejecución; lo que demanda un análisis
de las características del trabajo de fabricación de las lentes, deno­
minado ‘ superficies'’ y del calibrado y m ontaje de las mismas, lo
cual recibe el nom bre de ''hanco’\
PROLOGO PE LA CUARTA EDICION

"'na de las mayores satisfacciones de un autor, es constatar


obra o publicación no pierde vigencia a través de los años.
,111
Mp-une cuando se trata de un texto técnico.
Tal cosa ha ocurrido con este modesto volumen que constitu-
ve los “ Elementos de Optica Oftálm ica’’ .
Si bien muchas veces en las ediciones sucedidas a partir de la
prirs-iera, estuve tentado de introducir cambios en el contenido, la
-"r^rieiicia y los resultados logrados demostraron que se corría ei
p^li|7ro de alterar e! ritmo simple y comprensible, de alcance fácil
para ei lector. Por lo que decidí realizar sólo minimos ajustes, sal­
vo en la tercera edición donde la evidente necesidad de destinar
lili capítulo relativamente extenso al tópico de las Lentes de C on­
tacto me indicó este temperamento.
Si bien dicho capítulo está lejos de agotar e! tema, por cuan­
to sólo encara un estudio general, ios avances y descubrimientos
que se producen casi a diario, hubiesen igualmente frustrado par­
te del esfuerzo, ya que la actualización nunca sería lograda, por lo
que se desarrolló sólo lo más conceptual.
En esta 4a. edición, la posibilidad de agregar más páginas ai
tema se hizo evidente: pero manteniendo el criterio que he m ani­
festado precedentemente, sobre todo con respecto a lo que se d e­
nomina actualmente: Optica de Contacto, he preferido encarar
para un futuro muy inmediato la publicación de un libro (que
tengo en preparación), específico sobre tan importante rama de la
Optica Oftálmica moderna.

EL A U T O R

Julio de 1979
CAPITULO I

OFT ICA OF ALM I CA

Es la ciencia que se ocupa del estudio del ojo como sistema


dióptrico y de cientos medios que interpuestos en el campo de la
visión están destinados a modificar las características de los rayos
luminosos que inciden en el mismo.

1. Relación con otras ciencias. — La Óptica Oftálmica se halla


relacionada a la Óptica General de la cual constituiré una rama,
puesto que es menester conocer: la luz, los medios reflectores,
refringentes, los prismas, y mucho de cuanto conciernte a la ener­
gía luminosa previamente a cualquier estudio de aplicación como
se encara en esta materia.
Como la Óptica es su vez una rama de la Física y ésta a su vez
lequiere el conocimiento de las matemáticas, ello nos da un índice
del carácter de ciencia exacta con que debe encararse.
La Óptica Oftálmica presenta asimismo relaciones con la Fisio-
logia en lo que respecta al mecanismo de funcionamiento de un
organo vivo como es el ojo, con sus umbrales de excitación y tole­
rancia en la trasmisión de los reflejos, así como sus reacciones a
los agentes físicos o mecánicos lesivos para los tejidos que lo
constituyen.
A continuación y en forma ilustrativa, tenemos un cuadro donde
se hacen una serie de subdivisiones para ubicar de acuerdo a su
carácter práctico la materia que vamos a desariollar;
10 B. SCH C OLN IC Ol

{ Óptica Geométrica
Teórica Física
Energética
ÓPTICA
Óptica Oftálmica
Aplicada Instrumental
Industrial, etc.

Muchas veces se confunde el alcance de los conocimientos del


técnico que se dedica a la óptica oftálmica j dentro de la misma
a la denominada anteo]eria'% con el experto -en instrumental.
Am bas constituyen^ como se, ve en el cuadro respectivo, ramas
diferentes de la Optica Aplicada, siendo, su método de trabajo y las
consideraciones que se aplican en cada caso notablemente distin»
tas. Así entre otras diferencias tenemos las siguientes: mientras
que en óptica oftálmica interesa relacionar la lente a su poder
convergente y el óptico trabaja solamente con Dioptrías^ en óptica
in s tr u m e n ta l se trabaja con distancias focales y, más aún, con
radios de curvaturas.
Así se utilizan lentes de determinados radios para que se obten»
ga según las circunstancias determinada distancia focal. Los valo­
res correspondientes a los radios de curvatura- en Óptica instru­
mental son variadísimos. ■Prácticamente cada aparato o cada sis­
tema o cada lente es un problema distinto con sus constantes
propias para el caso, que deben calcularse aisladamente.
En cambio^ en Óptica oftálmica los valores utilizados son rela­
tivamente fijos, correspondientes a una escala en Dioptrías de 0,25
a 20 , o sea que las variaciones de los radios de curvaturas o dis­
tancias focales sólo estarán comprendidos dentro de estos límites.
P or consiguiente, los valores de los radios de curvatura de las
lentes corresponden por lo común a fracciones fijas según los po­
deres solicitados. En óptica instrumental ello es prácticamente
imposible.

2. E xactítiid.— Si bien desde el punto de vista fisiológico, el


ojo acepta ciertos márgenes de tolerancia en lo que respecta a la
corrección de los vicios de refracción o a las aberraciones de una
lente, ello no significa sin embargo que un error del trabajo deba
O p t i c a O i á í m i c a 11

aceptarse com o una tolerancia en el mismo, sino por ei contrario,


la prescripción debe ser .estricta y la receta ejecutada debe
rresponder exactamente a lo ordenado. De igual manera, la adaí-
tación posterior al paciente, del anteojo terminado, debe
teniendo en cuenta aquellos detalles t'éciiicos- que asegarc/ii i i
exacto com etido de los mismos..

, 3. Objet© y extensión. — La Óptica Oftálmica, tal como se 1h


defÍB6, tiene por objeto estudiar el ojo como sistema óptico reían-
vamente perfecto; lo que liabitualniente se denoiniiia ojo .
y taiiibiéii el denominado ojo anormal^ donde las imagenesí u*.
objetos no se forman en la retina con las caracienscicas
de calidad y nitidez debido a anomalías de difereiite geiieio
mente se estudia, dándoles especial impoita/icii., aqueiios ineciioi.
los cuales se vale el lionibre para logi-ir ia pcTfecca foxiüdri,-'
de imágenes retiiiiarias, en el ojo quc dciiuiiíliiariios,
En ciertos casos, los órganos de la visión, no ven con la
necesaria los objetos cercanos o lejanos o en,general pan e dri
mundo que lo rodea. A veces ei sujeto experinieiita trastornos n
siológicos que se traducen en cefaleas, náuseas o vértigos, eriiu|c
cimiento de los párpados o congestión ociilar, los cuales pueaer
atribuirse a defectos en la form ación de las imágenes o un
portamiento irregular de dichos organob ir visión.
En otros casos, los ojos son afectados dilectam ente por la calidao
o intensidad de las radiaciones luminosas, inira-rojas o ultra^vi..-
letas que llegan a los mismos, a pesar que la form ación de imá­
genes no se halla mayormente alterada.
De todas maneras, ya sea en los casos anotados u otros
características similai'es en sus consecuencias, diversos medios tic
distintas propiedades son utilizados por ei hombre para lograr
el m áxim o de com odidad y seguridad en la visión.
De acuerdo a las cixcunstancias anotadas, 'e l estudio de
ciencia involucra en form a general, ei estudio de los sigüie r
temas detallados a continuación:

I — Medios asociados a las órganos de la visión para lograr las


máximas condiciones de seguridad y comodidad.
12 B, SC H Co L N I c O V

IT.-—El ojo considerado como sistema óptico.


III. — Los medios asociados y el ojo en conjunto obrando como
sistema óptico único.
IV. —" La Refractometria.

L Los medios asoc'uidos a los órganos de la visión. Comprenderán


la mayor extensión de este libro dado el carácter y la orientación
con ciLie fue escrito. Engloban una serie de capítulos donde se hace
un estudio y clasificación de los mismos, así como las manipula"
clones a que se deben som-eter para ser utilizados.
a) Estudio de los cristales oftálmicos, características generales,
fabricación y m ontaje en los armazones.
b) Prótesis diversas utilizadas, así como accesorios de diferente
tipo.
IL El ojo considerado como sistema óptico. Se refiere a las ca­
racterísticas del mismo en condiciones “ normales” y “ anormales” .
a) Ojo normal; constantes ópticas, form ación de imágenes, aco­
modación, sensación cromática, etc.
b) Ojo anormal: vicios de refracción y anomalías de la visión,
in . Los medios asociados y el ojo actuando en con ju n to.— Se
refiere a la corrección de las diferentes anomalías y el tipo de cris­
ta i utilizado en cada caso, así como la interpretación de su fun­
cionamiento.
IV. La refractom etria. — Se refiere al examen de las condiciones
ópticas del ojo y a la prescripción de lentes o cristales oftálmicos
o cualquier otro medio de los utilizados.

4. Subdivisiones. — De acuerdo con los temas señalados, la óptica


oftálmica se divide en tres partes fundamentales, con el objeto
de lograr un estudio razonado y lógico:
' Teoría general
A ) Óptica Tecnológica
Tecnología práctica o taller
B) óptica Fisiológica
C) Optometría

La subdivisión que se denomina Óptica Tecnológica es la que


se conoce habitualmente con el nombre de “ anteojería’V o sea el
O p t i c a O f t á l m i c a 13

arte y técnica de fabricar anteojos. El experto en esta materia es


denominado habitualmente Óptico Técnico, cuando en realidad
debería llamarse simplemente ‘'Técnico en A nteojos” .
Por otra parte, quien dominase al mismo tiempo el capítulo de
Óptica Fisiológica también, sería el Técnico-Oculista o Técnico
Oftalm ólogo.
El capítulo de la Optometría queda en nuestro país reservado
solamente a los Médicos-Oculistas o M édicos-Oftalm ólogos; de ahí
que^ dado el carácter de esta obra, no será tratado en la misma.
Con respecto a la parte de la óptica referida a los anteojos, ella
com.prende com o se ve en el cuadro, dos partes:

La teórica general, o teoría general; que se refiere al conocr-


miento de todos los elementos que entran en la confección de los
anteojos: lentes, cristales, armazones, etc. Es de carácter Inter­
pretativo,

La tecnología -práctica o taller, tal com o su nombre lo indica, se


refiere al manipuleo y trabajo de los materiales descriptos ante­
riormente. Es de carácter EjecuPwa.
Cada una de estas partes a su vez comprenden las etapas indi­
cadas en el cuadro a continuación.

A. Estudio de los
cristales oftálmicos
K- Estudio de los
Teoría |:^eneral "S armazones o monturas
C. Estudio del vidrio
OPTK'A D. interpretación de las receUis
TECNOLOuKW
í Fabriccición
de anteojos) A. Fabricación de los diversos
tipos de lentes y cristales
B. Calibración de los cristales.
Tecnología
o C. Montaje de los cristales
Taller
I). Fabi’icación de prótesis
E. Far>ricac}()n de armazone-
14 B. SC HCOL-NICOV

Cristales ©ftálmiccis. ~ Se denominan cristales oftálm icos


aquellos que, colocados frente a los ojos, tienen por misión modi-
ficar las características de los rayos luminosos que llegan a los
mismos, corrigiendo^ ya sea un vicio de refracción, o protegiéndolos
de radiaciones o agentes físicos nocivos; o bien modificando el
centrado del sistema óptico que forman.
Estos cristales se clasifican de la siguiente manera:
L Cristales correctores o lentes oftálmicas.
II. — Cristales protectores.
III. — Cristales prismáticos.
IV, Cristales de acción especial o combinada.
I. — Las lentes oftálmicas tienen por misión corregir los defectos
en la formación de las imágenes retinianas del ojo anormal^ cons-
tituyendo con el sistema optico del ojo, un único sistema refringente
que determina o asegura la formación de imágenes nítidas. En
forma general permiten al ojo anormal formar imágenes semejan­
tes a las que forma el ojo no-rmal o em étrope.
II. Las lentes protectoras, tie-^nen por misión defender los órga­
nos de la visión de la acción nociva de diversas formas de. radia­
ciones visibles o invisibles, así como también de ciertos agentes
físicos o mecánicos: golpes, partículas de pequeño tamaño, etc.
III — Los prismas oftálmicos producen un desplazamiento en la
marcha de los rayos luminosos que penetran en los órganos de
la visión, con lo cual determinan una alteración en la posición
de las imágenes que los mismos perciben.
IV. — Los cristales de acciones combinadas o es^peciaíes, son por
lo común el resultado de la asociación de las ■características co­
rrespondientes a algunos de los grupos anteriores entre sí, mante­
niéndose'las mism.as en forma independiente. En otros casos son
cristales correspondientes a algunos de los grupos anteriores pero
a los cuales se les han efectuado algunas modificaciones con el
fin de lograr un mejoramiento en sus características ópticas o
-mecánicas, co|no ser la corrección de aberraciones, m odificación
del peso, del campo útil de visión, etc.
Cada >uno de estos grupos a su vez comprende una serie de
subgrupos cuyo detalle se especifica en el cuadro siguiente:
O p t i c a O f t á l m i c a 15

1.—Lentes j Esféricas
oftálmicas ] Astigmáticas

Vidrios coloreados
II --^Cristales
^ ^ . Vidrios endurecidos,
protectores 1

ÍIL—Prismas Prismas simples


Lentes prismáticas

Bifocales
Por simple asociación Lentes de color
óptica Bifocales de color
Idem con prisma
VL--Cristales
especiales
Lenticulares
Características ópticas Asféricos
mejoradas o modificadas Cristales de
contacto
CAPITULO II

LENTES OFTALMICAS

Lentes oftálm icas, (correctoras), — Son aquellas que interpues­


tas en el-cam po de la visión están destinadas a corregir defectos
en la form ación de imágenes por ojo denominado anormal m odi­
ficando el tamaño, forma y posición de las mismas.

6. Formas, Estas lentes, en general están constituidas por


trozos de vidrio especial denominado oftálmico, cuyas caras han
sido talladas con el fin de obtener las acciones ópticas y el poder
necesario.
Las superficies trabajadas, pueden ser cóncavas o convexas, y
ello da lugar a las seis-formas clásicas de todos los tipos de lentes
a considerar.
Bi-convexa; Plano-convexa; Concava-convexa; Bi-cóncava; Pía»
no-cóncava y Convexa-cóncava. ■
La fig. 1 muestra secciones radiales de las seis formas con-
signadas.
Oftalmológicamente, se suele representar por el signo más (-f-)
a la superficie convexa y por el signo menos ( —j a la cóncava;
de ahí que las seis formas de las lentes se pueden representar así:
- f /4 - ; F 1/ + ; F l/ -- ~f/-^
Aquellas lentes cuyas dos caras poseen igual signo se denomi­
nan “ chatas” , manteniéndose igualmente esta denominación cuan­
do una de las caras es plana. Si ambas caras poseen diferente signo,
se denominan: “ curvas” . Las lentes chatas pueden ser *‘bi” (bicon­
vexas o bicóncavas) o plano-curvas. Las lentes chatas* bi, pueden
ser simétricas o asimétricas.
Las lentes curvas pueden tener diferentes formas para un mis­
mo poder del cristal, de ahí que las clasifique en: curvas bajas,
curvas normales, curvas profundas y curvas corregidas.
18 B. SCH COLNICOV

Todas estas formas están detalladas en el siguiente cuadro:

- / - f o cx/cx
simétricas
—/ — o cc/cc

+ /+ o cx/cx
I. Lentes chatas asimétricas
—/ — o cc/cc

P 1/+ o Pl-ex
plano-curvas
[ Pl/-^ o Pi-ce

curvas bajas

curvas normales o Standard


II. Lentes curvas
curvas profundas

curvas corregidas

Chatas Cur¥as

a , c simétricas
b Vd asimétricas
Figura I
L E N T E S O F T Á L M I C A S 19

7, Elementos principales. Las- lentes oftálmicas utilizadas ha­


bitualmente, o sea dentro de las correcciones comunes, pueden ser
consideradas como lentes delgadas sin cometer errores apreciables
y simplificando sobre todo el estudio de las mismas. Se deBominan
lentes delgadas a aquellas cuya distancia focal adquiere valores
considerables comparadas con el espesor, del centro/ en las posr^^
tivas y del borde en las negativas. Así, por ejemplo, una lente de
dos metros de distancia focal y de un milímetro de espesor, puede
ser considerada como delgada pues la relación entre ambos valores
es del orden de 1 / 2-0 00 .
El espesor central de las lentes positivas juega un papel pre­
ponderante en el valor del poder cuando éste sobrepasa una cierta
cantidad que se toma generalmente por encmia de las cuatro diop­
trías. En estas circunstancias las lentes se denominan '‘gruesas'' y
serán objeto de un estudio especial en capítulo aparte.
Son de importancia en el estudio de las lentes delgadas ios
siguientes elementos: (fig. 2).

Figura 2
a) Eje optico: recta que une los centros de curvatura de ambas
caras.
b) Vértice (objeto o im agen); Puntos determmados por la inter­
sección de las caras con el eje principal.
c) Centro óptico: dado que las lentes se consideran carentes de
espesor, ambos vértices se confunden en un solo punto que se
20 B. S CH Co L N I Co V

conoce habitualmente con el nombre de centro óptico y que


goza de las propiedades de punto principal y punto nodal.
d) Plano principal: plano perpendicular al eje principal con
cuya intersección determina el punto principal.
e) Foco imagen: punto del eje principal determinado por los
rayos paralelos al eje principal o provenientes del infinito,
lue,£(o de refractarse en la lente. Imagen de un objeto si­
tuado en el infinito.
f) Foco objeto: punto del eje principal por donde pasan rayos
que luego de refractarse en la lente se hacen paralelos al eje
principal. Objeto cuya imagen se halla en el infinito.
g) Espacio objeto: semiplano o porción del espacio situado del
lado de la lente de donde provienen los rayos.
Ii) Espacio imagen: semiplano situado del lado de la lente don­
de se supone concurren los rayos luego de refractarse.

'■* í.entes positivas y negativas.—"Si se hace llegar un haz de


luminosos paralelos, a una lente tal como la indicada en la
lirn'T 3 (a), O sea proviniendo de una fuente situada ópticamente
í ■! mfinito, el haz se transforma luego de refractarse a través
misma, en un haz convergente hacia un punto que hemos
cieiinidc como foco imagen. La distancia O F i es la distancia focal-
Si el haz luminoso proviene de una fuente puntual colo-
' ^ el punto Fo situado a una distancia OFo igual a O F i , delante
lentilla, el haz refractado estará formado por rayos paralelos
-i ' principal. El punto Fo es el foco objeto y la distancia O F o es
•hstancia focal objeto. Siempre que el medio que baña ambas
' .»’ ? sea el mismo, en este caso el aire ,las dos distancias focales
f.011 Iguales.
Se puede señalar que en caso de estas lentes, denominadas con-
^•ergentes, el foco imagen se halla en el espacio-imagen y el foco-
objeto en el espacio-objeto. Si se admite como sentido positivo para
nieuii las longitudes el sentido de propagación de la luz, los vidrios
convergentes tienen distancia foca! imagen positiva.
Estas lentes convergentes, se suelen denominarse también lentes
de coiwergencia positiva o simplemente ‘‘Positivas” , que es como
se las conoce habitualmente en óptica oftálmica. Corresponden a
las formas: plano-convexa, bi-convexa y m-enisco-convexa, donde
L e n t e s O f t á l m i c a s 21

el radio de curvatura de la cara convexa es menor que el de la


cara cóncava.
Las lentes de forma plano-cóncava, bi-cóncava y menisco-cón­
cava, se suelen denominar: “ lentes de convergencia negativa, o sim­
plemente “ negativas” . Un haz de ra\ oc provenientes del infinito,
diverge luego de refractarse en dicha.- lentes^ pasando sus prolon­
gaciones por un punto denominado foco virtual de la lente. Éste es
el foco-im agen de la misma (fig. 3). H’aciendo incidir la luz en sen­
tido inverso se defina igualmente el foco-objeto. El foco-im agen se
halla en el espacio-objeto y el foco-objeto en el espacio-imagen.
Utilizando el mismo razonamiento anterior con respecto al senti­
do de propagación de los rayos, la distancia focal imagen es negativa.

Las lentes Positivas o lentes convergentes, se representan por


el signo más ( + ), y las lentes negativas o divergentes por el sig­
no menos

9. Sistema de medida de las lentes correctoras. El Poder Con­


vergente. ~ Cuando un rayo luminoso atraviesa una lente, se desvía
formando con la prolongación del rayo incidente un ángulo « (alfa)
denominado ángulo de convergencia similar al ángulo 5 (delta) que
corresponde a un prisma cuyo ángulo apical o) (omega) queda de­
22 B. ' SCHCOLNICOV

terminado por ios pianos tangentes a los puntos de entrada y salida


del rayo luminoso (fig. 4).
Por consiguiente, la conver­
gencia de la lente en ese pun­
to será dada por la fórmula
del prisma

b (n — 1) (i)

Esto está de acuerdo con la


suposición de que toda lente
está formada por infinito nú­
mero de prismas superpues­
to s/ cuyo ángulo apical varía
de manera gradual___y continua
del centro al borde del cristal
La convergencia de un rayo en un medio de índice n queda

definida por la relación — . donde n es el índice de refracción del


P'
medio y p es la distancia desde un plano teórico X, X ' etc., perperi“
dicular a dicho rayo hasta el foco del mismo (fig. 5).
Esta relación se obtiene de la formula general de las dioptras:
n n" n' — n
p p' r
y en general el poder convergente dado por la relación será tanto
mayor cuando'm ayor sea la daferencia de índice entre los dos m e­
dios que constituyen la dioptra. Así que para el caso general: si
o sea el arre, y n' por ejem plo 1,50 (vidrio), el resultado será

\ /
\/ V/
L e n t e s O f t á l m i c a s 23

notablemente diferente que si n es diferente de 1 (aire); el poder


convergente del rayo disminuye, llegando a anularse si n m
igual a n^-
Si el medio considerado es el aire (n :l) y la distancia p es la dis­
tancia focal (f)., el poder convergente toma la siguiente expresión;

Y == Poder convergente

Cuando se miden lentes, es fácil comprobar que a medida qUc


la distancia focal aumenta o disminuye, también aumenta o disiiii-
nuye eitPíorma inversa el valor de la convergencia. Esto es, que en
general, el poder convergente está en razón inversa de la distancia
focal. Esto constituye la base del sistema moderno para la medida
de las lentes oftálmicas. Este sistema se conoce actualmente con el
nombre de sistema Dióptrico. Fué propuesto por Monoyer en el
Congreso Oftalmólogo de 1872 (Anuales D ’O culis fique. Yol. X V III).
La unidad recibe el nombre de Dioptría, siendo su símbolp la
letra D mayúscula. Esta unidad expresa la convergencia de una
lente delgada cuya distancia focal es de un metro (fig. 6 ).

f ^ ira
54 B. S CHCo LN I c o V

Como veremos luego, no es la única forma de referirse en diop­


trías al poder de las lentes oftálmicas.
De acuerdo a la definición establecida, una lente delgada de
jna dioptría de poder convergente' tiene una distancia focal de un
metro. Si la distancia focal es de 2 metros, aplicando la relación
vista, su poder será de =0,50 D. Por el contrario, si la.distancia focal
disminuye y se hace de 0,50 m, el poder será entonces de 2 D y así
en general.
1
í 1m -------- D 1
1
1
f 2 m -------- D 0.50

f 0.50 D
0.50
Luego,‘conociendo la distancia focal de una lente, es fácil calcu­
lar su poder dióptrico. Este poder así establecido-que ■se conoce
también como Poder FocmI de una lente, es similar en su expresión
a la denominada Potencia de las lentes.
Las lentes comunmente usadas en óptica oftálmica tienen dis­
tancias focales que son fracciones de metro y, por consiguiente,
con el fin de evitar en el cálculo de rutina operar con decimales,
se suele expresar en la fórmula anterior las distancias focales en
cm 0 mrn de la siguiente manera:
100 1000
D = 0 bien D
f (cm) f (mm)
Ejemplos:
1000
i = 120 mm D = 8,33
120
1000
í 200 mm D = 5
200
100
f 20 cm — D 5
20
Cuando la potencia se refiere a lentes convergentes se antepone
al valor de la misma el signo más (-4-) y cuando se trata de lentes
divergentes o negativas se antepone el signo menos (—).
LEN T E S o F T ÁL M I C A S 25

Con lo cual, el poder de las lentes oftálmicas queda definido


por su potencia y el signo correspondiente.
Ejemplos:
— 3,75 ; — 1,50 ; 2 ;' — 8 etc.
+ 1,50 ; + 2,25 ; 4- 3; + 0,50 etc.

10, Sistema antiguo de numeración de lentes. — Un sistema im­


portante, si bien únicamente cié valor histórico para medir lentes
oftálmicas, es el de la pulgada. No se determina en este sistema la
convergencia, sino simplemente la distancia focal, lo cual se hace
en pulgadas. '
La unidad corresponde a una lente cuya distancia focal vale una
pulgada. Como veremos en seguida, es una unidad considerable­
mente enorme comparada con la unidad del sistema dióptrico.
Las lentes se numeran com.o N° 5, N® 3' 10, etc., expresando
estas cifras simplemente las- distancias focales de las mismas. Este
método, aunque aparentemente sencillo, tiene en primer lugar el
inconveniente de que cuando mayor es el número que expresa el va­
lor de la lente, menor es su potencia real.
Igualmente, las distancias focales no son adicionables; la suma
de la lente 3 más la 5 no darán nunca una lente N° 8, y lo
mismo ocurre si se quieren restar.
Este método de medida fué posteriormente reemplazado por la
expresión de la distancia focal en forma de quebrados, así;

^/4; V t; -V.; etc.


donde el' denominador se rdfiere siempre a la distancia focal en
pulgadas. En realidad aquí ya se indican convergencias, aunque en
las operaciones no se hace mención a las mismas y la forma de
notación es solamente una manera de expresión.
El uso de la pulgada como unidad, por otra parte, trae apare­
jado el grave inconveniente de qué la misma tiene diferente lon­
gitud, según los países.
Un m.etro contiene:
39,37 - pulgadas inglesas
36^49 - ,, francesas
38,23 - ,, alemanas
26 B. S C H c o L N I c o v'

La posterior adopción del sistema métrico decimal y consecuen­


temente de la magnitud denominada convergencia, simplificó el
método de medir lentes y creó un sistema simple y exacto de
referencia.
Cuando se desea expresar en el sistema dióptrico la conver­
gencia de una lente cuya distancia focal--se lia lia en pulgadas se
aplica la siguiente expresión;

Ejemplos:
40 (considerando 40 pulgadas por metro)
-f (pulgada)
' 40 ■
f 8 pulg. ----- ■ D 5

■ 40 ^
f 20 pulg. ----- D ^ 2
20

40-
f 1 pulg. --- í" D -"=r:-------- 40, C lC .

Inversamente podemos verificar la relación de una lente nume­


rada en dioptrías con el antiguo sistema en pulgadas así:

D 5 — f -= -y = : 8pUlg. N"? 8 S

40
D =: 0,50 — f ----- , 80 pule\ N° 80 Vsn
0,50

40
■ D 1D f --- - - ^ 40 pulg. -,N ° 40 :
1 . ■ * . ■
' ' '' ' I ^
Es interesante notar que la lente unidad del antiguo sistema
de la pulgada corresponde a una lente actual de 40 D. valor extra­
ordinario que no se usa en óptica oftálmica. En, cambio una lente
de ID tendrá en la numeración antigua el n^^ 40.
A continuación tenemos dos tablas que expresan la relación
L e n t e s O f t á l m i c a s 27

entre, el poder en dioptrías y la distancia focal de lentes oftálmicas


en pulgadas y en mm. (Tablas I y II).

TABLA I

Relación entre ia m iiiieración actual en Bioptrías y la antigua en


pulgadas francesas, inglesas y alemanas

Pulgadas Pulgadas Pulgadas


D f ( mm )
Inglesas Alemanas Francesas
(L25 4000 157.48 152.93 : 4 " .76
1. 0 1000 39.371 38. 234 36.491
2.0 500 19.69 19.12 18.47, ■
5. 0 200 7.87, 7. 65 7.39
10. 0 ■■ 100 3. 94 .3,82 3.69’
20. 0 50 1 4.97 1.91 1.85

TABLA II

EQ U IV ALEN TES E X D IO PTRIAS EN PÜLGABAS Y MM..


Diop. Mm. Plg. Diop, Mm. Plg. Diop, Mm. Pig- Diop. Mm. Plg.

0.25 4000 157.48 2.125 471 18.53 5.00 200 8.87 9.50 104. 414
0.375 2667 105.00 2.25 444 17.50 5.25 191 7.50 10.00 100. 3.94
0,50 2000 78.74 2.375 422 16.58 5.50 182 7.16 10.50 95.4 3.75
0.625 1600 62.99 2'.50 400 15.75 5.75 174 6.85 11.00 90.9 3.58
0.75 1333 52.49 2.625 383 15.00 6.00 167 6.56 11.50 8 8 .1 3.42
0.875 1142 45,00 2.75 364 14.32 6.25 160 6.30 12.00 83.3 3.28
1 .0 0 1000 39.37 2.875 ■349 13.69 6.50 154 6.06 13.00 76.9 3.03
1.125 905 35.00 3.00 333 13.12 6.75 148 5.84 14.00 7L4 2.81
1.25 800 31.50 3.25 308 1211 7.00 143 5.62 15.00 fi6.7 2.62
1.375 737 28.63 3.50 286 11.25 7.25 138 5.44 16.00 62.5 •2.46
1.50 666 26.25 3.75 267 10.50; 7.50 133 5.25 17.00 58,8 2,32
1.625 . 615 ■ 24.23/ 4.00 250 9.84 7.75 129 5.08 , 18,00 55.5 2.19
’t
1.75 572 22.50 4.25 236 9.26 8.00 125 4.92 19.00 52.6 2.07
1875 534 2 1 .0 0 4.50 ^22 8.75 8.50 118 4.63 20.00 50.0 1.97
0.125 8000 314.96 2.00 500 19.68 4.75 211 8.29 9.00 111. 4.37

11. Determinación de la potencia focal de las lentes oftálmicas. —


La potencia o poder de las lentes oftálmicas expresad^ por la fór-
28 B. S CHCo LN Ic o V

puede ser determinada utilizando un banco óptico


f (m)
y aplicando la conocida fórmula de Descartes (fig. 7).

1
f

Así mismo la distancia focal f se puede determinar también


despejando su va-lor.
X . X'
f
x'4-x

Pero habitualmente, en el ejercicio de la cptic^ oftálmica se


recurre a otros procedimientos uno de los cuales es el de la neu­
tralización.

12. Neutralización. Cuando se adosan dos lentes delgadas, se


admite teóricamente que sus centros ópticos coinciden, e igualmen­
te lo hacen sus planos principales.
Se puede determinar por un teorema sencillo que en este caso
la potencia de ambas lentes es igual a la suma de las potencias
parciales de cada una.
Si el signo de ambas lentes es distinto, y sus potencias iguales
en valor absoluto, los focos también coinciden y la suma total es
igual a cero:

Pi
L e n t e s O f t á l m i c a s 29

En este caso el sistema carece de convergencia y se dice que


una lente neutraliza a la otra. Ello constituye el fundamento de
un método importante para controlar o verificar el poder de una
lente -delgada, para lo cual se asocia la lente en examen con otra-
de signo contrario y potencia conocida, hasta que el sistema sea
neutro.

Teoría. — Supongamos tener dos lentes delgadas adosadas una


con la otra formando un sistema dióptrico centrado (fig. 8).
Li,* fi; Pi (lente^ distancia focal y poder respectivamente de la
primer lente).
L 2; Í 2; P 2 (ídem de la segunda lente).

Del punto A sale un rayo luminoso que incide en Li y se refracta


dando una imagen B del punto A con respecto a la lente L|.

U L.

Figura 8

1- 1 1
Entonces: ------ = ----- + —^ ( 1)
fl X Xi

El punto B se comporta como objeto virtual con respecto a la


lente L 2 y da una imagen A'.

Aplicando nuevamente la formula de Descartes

1 1
(2 )
X- X'
Pero Xi Xo, aunque tienen diferente signo, pues x 2 se mide
en sentido contrario y las dos lentes delgadas se hallan adosadas.
Sumando las fórmulas (1) y (2)
30 B. SCHCOLNICOV

1 1 1 1 1 1
+ ---------------- -f 4-
Xi X2

simplificando

1 1 1 1
—, 4- ----- ^ pero

1
donde f dist. focal del
X

sistema y por consiguiente

1 1
+
f fl
como
- F
fl

luego

P - Pi + P 2

El poder total es igual a la suma ^de los poderes parciales de


cada una de las lentes.

Ejemplos:

(I) U = + 2) í
■<! Li + L 2 (4- 2) + (-4-3) =1-4-5
L. - + 3) 1

(II) L. - + 10 f
<! + 10 4 - (—- 6 ) - 4 4
L, = 6 j

(III) L. - + 3 {
y _ ^ i 4 -3 4 ( - —3 ' l = 0 = - Neutralizado
I L -¿ - — é I
L e n t e s O f t á l m i c a s 31

Ei tercer ejemplo es el de un sistema donde una lente neutraliza


a la otra (fig. 9).
Luego de acuerdo a lo demostrado sacamos en conclusión que:
para que una lente con­
vexa Li sea neutraliza­
da por una cóncava L 2
es necesario que su fo­
co imagen coincida con
el foco objeto del lente
neutralizador. Tratán­
dose de lentes delgadas
Figura 9 se admite que los cen­
tros ópticos coinciden
f.r y por consiguiente las
distancias fo c a le s de
ambas; distancia focal
imagen y objeto del
vidrio neutralizado y
neutralizante respecti­
vamente, d eb en ser
iguales (fig. 10).
Como la potencia del
vidrio neutralizador es
conocida, el método permite determinar rápidamente el poder focal
del lente examinado.

13. Caja de, prueba. — Para proceder a la neutralización como-


método para controlar o determinar la potencia de las lentes oftál­
micas se 'utiliza un conjunto de lentillas denominados probines los
cuales vienen acondicionados en cajas llamadas de ensayo o de
prueba (fig. 11).
Estos probines están numerados según su potencia de 0J.2 D
a 20 D, positivos y negativos respectivamente para las esféricas, y
generalmente hasta 10 D, positivas y negativas, las cilindricas.
Estas lentillas tienen forma bi o planocurva.
Para proceder a neutralizar se adosa a la lente problema, suce­
sivamente diferentes probines, hasta lograr obtener aquel que anu­
32 B. S c Hc o LN rc o V

le la potencia de la pr im e r lente, cuyo poder será el de la léntilla


con signo cambiado.

14. Iiicoiiveiiieiites, — La neutralización de un vidrie bi;-convexo


cóncavo o plano convex(> iio ofrece
o bi c o n c a v o así c o m o pla no

i"

mayormente dificultad tratándose como en este caso ele lentes


delgadas, sobre todo d e b id o a la perfecta o casi perfecta adap­
tación de las caras de
las lentes a .n^eutraliza^se,
Pero cuando se trata de
lentes curvas como los
meniscos, que son actual­
mente los más usados, es
necesario para neutrali­
zarlos completamente colo­
carlas como indica la fi­
gura 12 y no como la fig
13; y ello trae aparejado
diferencias en el poder,
12 aún de lentes delgadas.
L e n t e s O f t á l m i c a s 33

En, las lentes gruesas los errores son mucho más graves y nos.
ocuparemos en particular en el capítulo correspondiente.

15. Relación entre las curvaturas de una lente y si poder con­


vergente, Potencia esferométrica. — El poder convergente de una
lente no se halla solamente ligado a su distancia focal, sino que
se puede relacionar a la curvatura o al radio de curvatura de las
■caras y al índice de refracción.
Una lente se puede
considerar como forma­
da por dos superficies o
dioptras asociadas con
un eje común, y en es~
tas circunstancias el po­
der total o poder de la
lente es igual a la sum.a
de las potencias parcia­
les de cada una de las
caras P Pt - f P 2^
Figura 13

Este poder calculado así, se denomina poder o potencia esfero­


métrica.
El poder convergente de las dioptras curvas se halla ligado al
radio de curvatura de las mismas y al índice de refracción del
segundo medio:

P -

El poder total de la lente será igual a la suma de sus dos caras,

n~~l
Ps
-- -- ^ n — 1
r

li, Dioptras. —- Se denomina dioptra a toda superficie que separa


dos medios de distinto índice de refracción (por ejemplo: aire-vi-
34 B. S C H C O L N I C O V

drio). Cuando esta superficie es esférica, ia dioptra se denomina:


dioptra curva esférica.

La dioptra se caracteriza por Jos siguientes elementos; fig. 14


I. — Centro de curvatura: centro de la esfera a la cual pertenece
la dioptra (e).
II--R a d io de curvatura: es el radio de dicha esfera (r).
IIL — Vértice: punto prominente a la calota esférica.
VL — Eje principal: línea que une el centro de curvatura con el
vértice.
V. — Plano principal: Plano perpendicular al eje principal que
pasa por el vértice.
VI. — Foco imagen: imagen de un punto situado en el infinito.
V IL—^Foco objeto: punto del eje principal cuya imagen se halla
en el infinito.

Marcha de los Bayos


a) Todo rayo que incide sobre la dioptra se refracta según las
leyes de la refracción siendo la normal el radio de curvatura
que pasa por ese punto.
b) Todo rayo que incide según el eje principal es normal a la
superficie y no se refracta.
c) Todo rayo que pase por el centro de curvatura es a la vez
radio de curvatura y no se desvía.
d) El centro de curvatura es a la vez punto nodal.
L e n t e s O f t á l m i c a s 35

e) El centro de curvatura puede encontrarse en el medxo más


denso o menos denso.
Se puede demostrar por construcción, siguiendo la marcha
de los rayos, que en el primer caso (a), la dioptra será con­
vergente y en el segundo será divergente (fig. 15) No afecta
en absoluto el sentido o semiplano de donde proceden ios
rayos luminosos.
n

Figura 15

f) Por otra parte, los focos equidistan del punto medio del radio
de curvatura que coincide con el eje principal. Luego la
suma algebraica de las distancias focales es igual al valor
del radio de curvatura (fig. 16).

i
h h Fi
2
m = m'
Figura 16
36 B. SCHCOLNICOV

f = 10 cm f
+ 10 4- (— 30) - 20 cm
f' = 30 cm. r = 20 cm

g) La distancia focal imagen es ma^/or que la distancia focal


objeto.

17. El poder convergente de las dioptras. — La fórmula que nos


interesa desarrollar es la que relaciona el radio de curvatura r, ai
índice de refracción del segundo medio y las posiciones del objeto
y la imagen (fig. 17),

n n' n' — n

donde p y p'' = distancias deL objeto e imagen a la dioptra.


(n y n') = índices de refraccióii del 1° y 2^ medio.
Si la imagen I, se aleja hasta el infinito.

__________

;
V
Figura 17

ir
p'' cc; "7^ 0;
P p r
siendo n -= 1; serán p =- f ^ distancia focal objeto.

1 n' 1
(Poder de la dioptra en el aire)
f
L e n t e s O f t á l m i c a s 37

Si por el contrario, lo que se aleja en el objeto hasta ubicarse


en el infinito, luego

P ^ ; "— = O
P
entonces

p' = distancia focal imagen

n^ — 1
o también

1 n' 1
. n' =3---------- (Poder de la dioptra en el segundo medio)

pero según la fórmula (1) los segundos términos son iguales, luego

. n'

convergencia convergencia
en el aire,—■ en el 2'? medio

Conviene aclarar que cuando nos referimos a p com-o distancia


tlel objeto a la dioptra y p' de la imagen, ello es relativo, pueden
invertirse los conceptos y ello sólo se refiere a distancia en el aire,
(para calcular la convergencia en el aire o medio) y p' distancia
medida en el vidrio o segundo medio..
Podemios reemplazar en las fórmulas que hemos visto:
1 n'' - - 1 1
— recordando que — - = P
f
y tendremos

n' 1 o sea la potencia o convergencia


P - de lina dioptra en el aire.
38 B. SCH'COLNICOV

Cuando medimos superficies refractantes interesa generalmente


esta convergencia o potencia en el aire.
Sin embargo teóricamente también podría obtenerse por esta
otra, la convergencia en el 2^ medio.

—1

De las fórmulas vistas pueden deducirse las dos distancias


focales;
a) distancia focal anterior (f)

n n' n ¡ n 1

p ^ lip = f ’

n.r
i
r/ — n n' — 1

n 1
n'

b) distancia focal posterior ífig. 18).

n' . r
n' — 1
L entes O f t á l m ic a s 39

Las dioptras convexas (centro de curvatura en el medio más


denso) poseen poder positivo y las dioptras cóncavas (centro de
curvatura o el medio menos denso) poseen poder negativo. La
fórmula que se utiliza para la potencia en ambos casos es la
misma.
n—1
p -------- - pero se le antepone el signo ( + ) o (~~) según
r
el caso.

18. Determinación del poder de una lente por medio de las fór­
mulas de las Dioptras.

Lente hi-convexa

Ella está formada por dos dioptras convexas. Siendo la potencia


total igual a la smTia de ambas, tendremos:

r == 53 cm.
r' = 100 cm.
n; 1,53

Figura 19

n- 1 n -^-1
Ps —---------- 4- ---- ——
r
n --l 1.53 — 1
,r 0,53
n --l 1.53 — 1
P. - + 0,53 D
1
Ps Pi + Ps - 1-f (~h 0,53) == + 1,53
40 B. S CHCo LN I Co V

Lente hi-cóncava

r = 10 cm
r' = 30 cm
II ^ 1,53

1,53
Pi - ----- — -- - 5,30
0,10

1,53 ~ - l
0,30
Ps - 5,30) + (— 1J6) - — 7,06

Lente curva convergente

La primera cara es con.vexa y la segunda cara es cóncava, pero


el conjuD..to es convergente, porque el poder de la primera cara es
mayor que el de la segunda.

1 ,5 0 -1
P i -
0,25
r = 0;25 m
t' = 0.50 m ■1,50 1
n 130 - — L25
0,40

+ 2 + (-1 ,2 5 ) - + 0,75-

Figura 21
L entes O f t á l m ic a s 41

Lente curva divergente


La cara cóncava tiene mayor poder que la cara convexa.

r == 0,52

n 1,52

L52 1
0,52
1,52 1
5,20
OJO
Ds ^ M 4,20

Lente plano convexa o plano cóncava


El poder de la cara plana es nulo; luego el. poder será el de la
cara curva.
11 1
p rr:

Un ejemplo interesante paxa fípo de lente plano-curvs.


obtener una potencia de 1 dioptrií^. pti cuyo caso, s u p o n ie n d o qv.e
el índice fuese tendremos;
1,53

1,53 — 1 C153
r ------------------------ - 0J3 |T1
42 B. SCHCOLNICOV

Si reemplazamos por otro índice, se verifica igualmente que en


todos los casos, la lente plano curva tendrá una potencia de 1 diop­
tría, si su radio de curvatura es iguai a la refringencia,

Asi, una esfera de vidrio, de índice 1,50 y de un diámetro de un


metro, tendrá una superficie refractante cuyo poder es de una
dioptría; puesto que su radio de curvatura es de 50 centímetros, lo
cual corresponde al valor de la refringencia.
En el caso de las lentes, no es necesariamente preciso recurrir
a la determinación de las potencias parciales de cada cara, sino
que ello puede lograrse por una única fórmula general que da la
potencia esferornétrica:

n -- 1
Pi

n 1 n—1 1 1
- n 1 (— + = Ps
r r
Ejemplos:
r — 0,50 m 1 1 0,50 (0,25 + 0,50)
r' = 0,25 m
0,50 ■ 0,25 0,0125
Ti 1,50

r' ==. 0,40 1 0,50 (0,10 0,40)


— = + 6,25
T, 0,10 0,40 - _ 0,10 0,04

^ 19. Determinación de la potencia esferoiiiétrica en forma direc­


ta, El esferómetro. — La determinación de la potencia esferomé-
trica de una lente, esto es; en base a sus curvaturas, se efectúa
liabitualmente por medio de un aparato denominado esferómetro
óptico, mejor dicho, esfero-cilindrómetro óptico (fig. 24).
Éste se halla basado en lo siguiente:
a) La potencia o poder de una curvatura es inversamente pro-
porcional al radio de curvatura.
L e n t e s O f t á l m i c a s 43

bj El radio de curvatura es inversamente proporcional a la


flecha o altura de una calota esfé­
rica limitada por una base horizontal
de diámetro determinado; o sea, a
la profundidad de la curva (valor sa­
gital) . Considerando que el esferó­
metro actúa sobre un meridiano, este
diámetro es la cuerda fija de un
arco de circunferencia, cuya flecha
se mide por medio del aparato (fi-
F,gur.24 gura 25).

c) El poder de una superficie es directamente proporcional a


su flecha.

cu e ré o

Figura 25

Demostración. — Se trazan dos circunferencias, de 5 crri de radio,


una de ellas (r') y centro c; y la otra con la mitad del radio ante-
rior (r) y centro en O (fig. 26).
Ambas circunferencias son tangentes en el punto A. Si se toma
una cuerda como la D B, igual para ambas circunferencias e igual
al radio de curvatura de la circunferencia menor; se verifica
que la flecha A N (correspondiente a la circunferencia nie-
44 B. SCHCOLNICOV

nor) es doble de la flecha A


M (coirespondiente a la cir­
cunferencia mayor.

A N ::r:= 2 A M

Es decir entonces, que la cur»


vatura de una superficie está en
razón directa a la flecha e in­
versa al radio de curvatura.

En el triángulo NIO: (fig. 27)

(01)2 _ (ON)- + (IN)--^ (1)


OI = r = radio de curvatura = OA
AN = s = flecha de la circunferencia

B ON OA ~^ AN r s
IN =- semi cuerda = y
Reemplazado en (1)
r" (r s )“ + y2

r- = r- — 2 r s~ + s- + y^

O === - - 2 r s + s" + . y“

2 r s (s^l + y^*

despreciando pequeño
con comparación con 2 r"

2 rs

y 2 y 2
y 2r s
^ 2 s 2 r
L entes O f t á l m ic a s 45

Reemplazado en la fórmula:
n—1
p ^

el valor de r por su equivalente, tendremos:


n—1 (n — 1) . 2 s
2 y 2

siendo constantes (n). e (y-) el poder será proporcional a la flecha.


Generalmente el esferómetro se utiliza para una sola clase de
vidrio; Crown (n 1,523) de ahí aue n resulte constante y la fór-
‘mula anterior queda reducida a ,1a siguiente expresión:

2 s
p _ ------

También es constante el valor y^, o sea el largo de la cuerda,


como veremos al estudiar la descripción del instrum_ento.
'Luego, entonces, la potencia en la curvatura medida, es direc­
tamente proporcional a la flecha.
El valor s~ se considera despreciable en lentes de poco poder
con relación a 2 r s o simplemente con relación al radio de curva­
tura de la superficie refractante; pero ello no ocurre cuando el
poder sobrepasa 6 Dioptrías. -
1) s = mm 0,8 (para un diámetro del cristal de 40 mm)
P == 4- 2
n 1,50
s2 0,64
(1,50 — 1) . 1000
— 250 mm
2 r s I 2
t 2 . 250 . 0,8 = 400
r ■ 400
relacionando 4 -^ 625
\ 0,64
Luego 2 r s es 625 veces mayor que s®.
46 B. S CH c o L N I Co V

2) s mm 2,3 (para un diámetro del cristal de 40 mm)


P + 6
n = 1,50 s- - (2,3)^ - 5,29 .^^5,3

(1,50— 1) . 1000
f r ==------ —---------------= 83 .mm
2 r s ^ j 6
l 2 . 83 . 2,3 .= 381,8

r 381,8
relacionando ^ — rr~'^— --7 1
I• OO

3) s = SjOmm (para un diámetro total de 40 mm)


P === +10
n 1,50 s2 (3,4)"^ 15,21

^ (1,50^ 1) 1000 ■
r —-----------50 n\m
2 r s 10
I 2 X 50 X 3,9 == 390

2 r s 390
relacionando:--------= ~—--------- = 25
S" 15,21

4®) s = 6,2 mm
P + 15
n = 1,50 s2 == (6,2)2 38,44

r P -----------
(1.50^1)1000
—______—. ^ 33 ixim
2 r 5j 15
■I 2 X 33 X 6,2 409,2

2. r s 409,2
relacionando: -------- = ■
— ------ 13
s'-^ ^38,44

Es fácil constatar que, cuando la superficie considerada excede


de 6 dioptrías, la relación entre 2 r s .y s- es inferior a cien, y
entonces, S“ no puede despreciarse. La diferencia disminuye aún
más, tal como se ve en los ejercicios, cuando el poder de la
superficie aum enta. De ahí qu e la fórmula del esferómetro no
L e n t e s O f t á l m i c a s 47

séa rigurosamente exacta y dicho instrumento no se considere


asimismo eficaz para curvaturas mayores de 6 dioptrías. Cuan-
do se desea trabajar con precisión no se debe despreciar el valor
de y se lo incluye en la fórmula respectiva, la cual quedará
entonces así;
y^ +
^ --------
2 s

Esta última formula tiene aplicación sobre todo en óptica ins­


trumental.

1) Calculo del radio de curvatura, conociendo la semi-cuerda


y la fecha.
y~
y 1,2 cm , 2s

s 0,06 cm ( 19 )--^
r - ~ — = 12 cm
2 (0,08)

2) Cálculo de ¡a flecha, conociendo el radio de curvatuTü y Id


semi-cuerda.
y-
S ---------
2 .r

y = 1,2 cm
r = 12 cm s ---------- 0,06 cm
2 . 12

3) Cálculo de la semi-cuerda conoc-endo el radio de curimtMra


y la flecha.

s 0,06 cm y -= y 2

r 12 cm y = i706

y -

Y - 1,2 cm
48 B. S C HCo LN I Co V

4) Calcular el poder de una curvatura conociendo la flecha y la


serni-cuerda,

s — 0,06 cm
y =r 1,2 cm
n == 1,53

a) cálculo del radio de curvaíMTii (r’i

íl,2)“ cm 1,44
r = --- ------ — rzr: ——..... 12 CIIl
2s 2 . (0,06) 0J2

b) cálculo del poder

n—1 lM — 1 0,53 4 41^ j3

Tamb^é^ aplicarse la fórmula general:

i r ... 1) 2^ (1,53 -~ 1) . 2 . (0,0006)


y- ( 0 ,012 )^

0,5.^^ ’ í i-IO^ 0,53 ><0,0012


l/:|líhLl 0,000144

636
.-— - 4,41
144

5) Calcvlar la flecha de una superficie de poder conocido

P - 4- 6 ,
n. ~ 1 1
y cni r flJ8S i'n

v2 *^ 1
S : - -,r, ..... .... CIB 11,056
2r 2 ..,3 17,6

s cm. (un poco más de ni€ídio milímetro)


L e n t e s O f t á l, m i c a s 49

También puede aplicarse ia fórmula general .

Í11- D 2 S ^
P --------- -------- luego:
y"
p . v"
2s = ------
n—1

F . y" 6 , Í0,01)2 0,0006


S - 0.00056
2 (n -^ l) 2(L53-^~-.-l L06
cm 0,056

6) Calcular la semA-ctierda, cono^ñendo el poder de la- c^irvatura


y la flecha,

P 4 ~ 10 (n --1 )2 s
S 0,0039
n 1,50
(n--i)2s

y ( 11—■!) r. i 1.^,0 í) ^
P ^

y O,rf0nsc^> ‘X. ñ 01) 1)4 ro *)^020 ... 21) mm

D escripciÓ M .E l e^^f^'ron]*-'^ .‘pfíf''' rlr^-if'f», tiene forma '


tamaño de un reloj de l‘,-> i is siijiiientes pai
tes (fig. 2 o).
a) Tres patitas: Dos fiias A y B, su
eje de! aparato (representan la ext
m étrica), oue dan la Df'Sicion v triedicia ^isd Je cai-l?

bi Un s istem a n.-’^- Oon]^ ' Tím * rr^'- '


m ovim ' í M "rií^ r i'
circular r^leni;'.'. í^mpbn» íí w
puedan ser m e d í a o s laeilnienie,, aur» oobiíes.
50 B. SCH CO LN ICO V

c) Un cuadrante graduado en dioptrías, y una aguja cuyas ro~


taciones están relacionadas a los desplazamientos de la pa­
tita móvil. ,
Las graduaciones del cuadrante dan directamente la potencia
de la curvatura en dioptrías, hasta un cuarto de dioptría. Las divi­
siones son equidistantes. Generalmente la mitad del cuadrante sirve
para potencias negativas y la otra, mitad para potencias positivas.
En el primer caso, corresponde a posiciones de la patita móvil, por
debajo del nivel de las dos patitas fijas, y las segundas a posiciones
de la punta C por en­
cima del nivel de las
dos puntas A y B,
Cuando las tres pati­
tas se hallan a igual
nivel el instrumento se­
ñala O dioptrías, o sea
una superficie plan.a.
(Fig. 29).
Como hemos estable­
cido que el índice de
refracción in t e r v ie n e
en. la fórmula^ se lo to­
ma como valor cons­
tante y los aparatos vie­
nen calibrados para un
índice solamente. Cuan­
do se desea utilizarlos
para vidrios de otro ín­
dice, se hacen los cálculos necesarios por simple regla de tres.
Se divide el índice del nuevo material, menos 1, por el índice
conocido, menos 1, y se multiplica el resultado obtenido por la
lectura hecha (L,).
'Ejem.plo:
1,56 1,56 - 1
- 1,075
n 1,52 1.52 1
L === 2 1,075 V 2 2,15
La relación n — I se deno'rrvina refringencia.
Lentes O f t á l mic a : 51

Exactitud. — Las medidas efectuadas por el instrumento no son


exactas más que dentro de las siguientes condiciones:

L — El índice del vidrio que se mide debe corresponder al ín­


dice para el cual fue calibrado el aparato, de lo contrario debe
hacerse la conversión.

ÍI. “-L o s datos son cada vez menos exactos a medida que la
potencia de las curvaturas crece. Es inútil tratar de avaluar pO“
tencias superiores a 6 D con -mayor precisión de 0,25 I).

III.--L a s medidas no son exactas si el aparato no ha sido

Figura 29

graduado previamente para O dioptrías. Ello se efectúa por medio


de un plano patrón que mantiene las tres patitas al mismo nivel.
Se regulará si es necesario^ ajustando la patita móvil, que
posee un fresado que permite atornillarlo o destornillarla, por me­
dio de una llave especial o uña simple pinza de puntas (fig. 30).
52 B. Sc H co LN rc o V

Los primeros esferómetros no poseían la actual disposición de


las tres patitas en una misma línea, sino que la patita móvil se
desplazaba en el eje de un cilindro cortado que se apoyaba sobre
el vidrio a m.edir, pero
la aparición de lentes
con superficies cilindri­
cas y tóricas lo hizo inu-
tilizable por no poderse
obtener con este sistema
un adosamento perfecto
(fig. 31).
El actual esferómetro,
por el contrario, se adap­
/ir ta cualquier tipo de
superficie, de ahí que se
lo considere en realidad
como un verdadero ''ex­
plorador de siiperficies'\
Fi[¡ufa 30 Su verdadero nombre
sería el de esfero-cilin-
d r o v i e t r o , pero ha seguido prevaleciendo la denominación antigua
de esferom.etro.

Manejo del aparato. Precauciones, — Para proceder a la lectura


leí poder de una superficie determinada se sostiene con la mano
derecha el cristal en posición vertical y se apoya sobre el mismo
L entes O f t á l m ic a s 53

el esferómetro dispuesto horizontalmente con su esfera hacia arri­


ba, en tal forma que la patita m óvil central coincida con el centro
geométrico del vidrio (fig. 32).
Manteniendo fijo el aparato, se hace girar lentamente sobre
su plano la lente examinada y se constata si la graduación mar­
cada por el instrumento sufre alguna variación. Esto tiene mu­
chísima importancia puesto que el esferómetro, al par que da el
poder de una superficie, nos permite determinar si ella es esférica,
cilindrica o tórica, tal como tendremos oportunidad de ver más
adelante. Como, de acuerdo con sus características de construcción,
el aparato analiza meridiano por meridiano, de la curvatura, per­
mite reconocer si todos los valores son iguales o si varían, tal
como ocurre en las superficies que no son esféricas.

Figura 32

2(1 Representación gráfica del poder. Secciones principales.


El estudio esferometrico de una lente se complementa con la re­
presentación de sus dos secciones principales, comenzando prime­
ramente con la representación gráfica de las curvaturas principales
de las caras y relacionando luego los meridianos paralelos para
obtener las secciones. Este método gráfico tiene suma importancia
para el conocimiento de estos cristales en lo referente a la reso-
54 B. S CH Co L N I Co V

lucion matemática de sus características, como ser cálculos de las


mismas, inversiones, formas, poderes variables, etc.
Al tratar en particular los diversos tipos de lentes correctoras,
nos ocuparemos en detalle de la representación gráfica en cada caso.
El poder convergente de cada sección principal es el resultado
de la suma de los poderes convergentes de ambas curvaturas o
meridianos que la forman ( f i g . 3 3 )
La potencia o poder de las lentes correctoras queda definida
por el poder de sus dos secciones principales.
Mientras que en las lentes esféricas todas las secciones radiales
son exactamente iguales y, por consiguiente, tienen igual poder
convergente, en las lentes astigmáticas no ocurre lo mismo. Las

Figura 33

diferentes secciones tienen u¡>iiata forma y, por ende, diferente


poder convergente. Sin emuüi para el estudio de las mismas
sólo es necesario el conocimiento de dos de dichas secciones, a
las cuales se denomina secciones principales. En las lentes astig­
máticas estas dos secciones poseen diferentes poderes, siendo res“
pectivainente el mayor y el menor de la lente, y son ellas las que
originan teóricamente los planos de rayos que forman las líneas
típicas de estos cristales.
Las secciones principales se forman, como dijimos, con los me­
ridianos correspondientes a cada una de las caras, paralelos entre
si, denominados curvaturas principales de dichas superficies (fi­
gura 33).
El poder de las secciones principales es proporcional a la velo­
cidad de desplazamiento de la imagen o viceversa.
L entes O f t á l m ic a s 55

21. Relación entre el poder de una lente y la pesiciÓB y tamaño


de la imagen que la misma produce,— El sistema dióptrico tien.e
importancia porque conociendo el número de dioptrías de una
lente y la distancia dei objeto a la misma, se puede determinar
fácilm.ente el punto donde se formará la imagen y el tamaño de
la mism.a.
Denominando;
n : índice de refracción del espacio-objeto
n'; índice de refracción del espacio-imagen
f : distancia focal de la lente en el espacio-objeto
f : distancia focal en el espacio-imagen
X : distancia del objeto a la lente
x': distancia de la imagen a la lente
h ; tamaño del o b jeto,
Ir: tamaño de la imagen.
El poder convergente del sistema de acuerdo a la fórmula de
Descartes:
1 1
P -
X X'

puedo ser expresado de manera general también por la siguiente


fórmula:
n n‘
p ---------^---------
X X'

11 :o;'
donde como va hemos visto anteriormente .— y — representan
X ^ X/
las convergencias en el espacio-objeto y espacio4:mageri respec»
tivamente
n n''
- Po - Pi
X X''
Si deseamos saber la posición de la imagen, debemos c
la fórmula así:
Fí' n
...... P ----- de donde:
:x
56 B. S CH Co LN I c o V

Ejem plo:
n rrrr == 1 (aire)'
X = 0,50 m
P -f- 5 Dioptrías

-^J^=0.33

La irriaQen se halla a 33 cm.

n
La relación ....- Po expresa la convergencia en el espacio-
:n/
objeto y ia relación ---- P) expresa la convergericia en ei espa-
X ''

cio-imageii. Por con siguiente, tanto una como otra pueden ser in­
dicadas en dioptrías. Analizando la fórmiiia, vista:

ir 11
P ---------- ; Pi = P Po
X’
o sea que la espacio-imagen, eii dioptrías, es
igiiaí al poder i. (' del sistema, menos la convergen­
cia en el espac

P 5
1 p. 4. 5 ^ 4 3
..2 Luego
0,50
' ' ' ují> L ^ -ti esprício-iinag^^, será
1
Ja dista ncia de ia im a g e n a la leiite: — = 0,33á.

' ^ nr;pcierto
podpr V la dist'iíieia del objeta- '' prr^p'L

V * ' ' *^ t ' ;r •í


^ ■' ' L P f - p r ^n - r Íí 1 " fQilM-"
L entes O f t á l m ic a s 57

Tamaño de las imágenes. — El aumento está dado por la relación

h' x'
A = (1)
h X

h objeto
h' = imagen

sabemos que

B,
Po — = potencia en el espacio-objeto

b'
Pi = — y ^ potencia en el espacio-imagen.

relacionando ambas poteilcias, tendremos


n

(2 )
Po X

X*

n = n^ = 1

luego; ........... (3)


Pi X

reemplazando en la ( 1)

Po W - Po
; entonces: h' =
Pi h ' ■ Pi '

Ejemplo:

p. = 2 . 2
Pi = 3 r h' = — . 9 = 6 mm ■
h = 9 mmJ ^

Aplicación a Dioptrm, — El extremo de una varilla de vidrio


de índice 1,50 tiene una curva esférica convexa de radio 12.5 cm.
Determinar la posición en el vidrio de la imagen de un punto
luminoso colocado en el aire a un metro de la superficie de la
dioptra.
58 B. SCH C o L N I C o V

1,50— 1
p. ^ ------ ::^ 4- 4 D'
r 0,125
La convergencia en el vidrio o espacio imagen:

Pi = P — P„ - -f 4 — =
X

1
- + 4
1

Distancia de la imagen a la s u p e r f i c i e : (fig . 34)

n' 1,50
o,í)0 m (dentro de la masa del vidrio).
p’ + 3

Verificacián aplicando la f orina-general de las diaptras:


n iV — n 1 ^ 1,50 1,50 — 1
X X'' r 1 x' 0125

1 , . 1,50 0,50 1,50


4 , i
X' 0,125-

1,50
1)^51)
3

22. Ciasificación de las lentes 0 ftálmicas — Las lentes oftálmi­


cas se clasifican de acuerdo con su comportamiento frente a los
haces luminosos que las atraviesan. Tenemos así dos grupos prin­
cipales:
A. — Lentes esféricas.
B. — Lentes astigmáticas,
A ) Las lentes esféricas se caracterizan porque no modifican la
forma de la sección de los haces luminosos.
L entes O b- t á l m i c a s 59

B) Las lentes astigmáticas, en cambio, poseen la propiedad de


modificar la forma de las secciones de ios haces luminosos que
se refractan en las mismas (fig. 35).

O
V-

'r >

I i

'' 1 '
i I

Figura >J

Resultado d e l comportamiento particular en ambos casos; nos


encontramos que mientras que las imágenes formadas por las lentes
esféricas son copias aumentadas o disminuidas de los objetos; en
cambio, las obtenidas por las astigmáticas presentan deformaciones
regulares en el sentido de sus secciones principales. Estas imáge­
nes, por consiguiente, no son semejantes al objeto como ocurre
con las anteriores.
La deformación que experimentan las imágenes en el caso de
las lentes astigmáticas, consiste en el mayor aumento que ex­
perimenta la misma en un sentido u en otro, en tal forma que
60 B, S CH Co LN I Co V

la imagen de un cuadrado se trasforma en un rectángulo, y de


una circünferencia, en una elipse. Siempre el aumento en sen™
tido que corresponde a una de sus secciones principales, es mayor
que en el otro, que corresponde a la otra de sus secciones princi­
pales, luego, tanto el ancho como el largo de los objetos son alte­
rados de manera diferente. En algunos casos sólo una dimensión:
el ancho o el largo es la que se m,odifica.
Las lentes astigmáticas se subdividen a su vez en:
1, — Lentes cilindricas.
2. — Lentes esfero-cilíndricas.
Las lentes cilindricas se caracterizan porque una de sus seccio­
nes principales carece de poder c^onvergente; en cambio, las esfero-
cilindricas poseen poder convergente en am.bas secciones princi­
pales, si bien el mismo es distinto en cada una de ellas.
Teniendo en cuenta que todas las lentes pueden tener conver­
gencia positiva o negativa, ello nos da a cada grupo una nueva
división. Agrégase a esto que dentro de las esfero-cilindricas
existe un tipo de lentes positivas a lo largo de una sección, y
negativas a lo largo de la otra sección; son las denominadas ‘'cru-
zadas’’ o -mixtas.
En el cuadro siguiente tenemos la clasificación de todas las
lentes oftálmicas:

Positivas
Esféricas
Negativas

positiv as
Cilindricas Negativas
Lentes
oftálmicas

Astigmáticas
Positivas
Esfero- ■ N egativas
cilindricas
Mixtas
L e n t e s O f t á l m i c a s SI

23. E e c o n o c im ie n to ,E l reconocimiento de las lentes oftálmi­


cas, de acuerdo con la clasificación establecida anteriormente, puede
hacerse fácilmente por medio de una simple marcha sistemática,
aplicando el examen visual. En efecto, sólo es necesario para ello
un trozo de cartulina de unos veinte o treinta centímetros de lado,
donde se dibujan dos trazos rectilíneos en forma de cruz. En su
defecto, el borde de una pared o los ángulos de una ventana pne-
den servir y, en general, cualquier objeto de forma cuadrilátera.
Una vez obtenido el objeto que nos servirá de r-eferencia, se
dispone la lente frente a los ojos a--unos 5 cm aproximadamente y
se le imprimen sucesivamente dos movimientos:

1er, Movimiento: Consiste en una rotación del cristal alrededor


de un eje teórico perpendicular al mismo, o simplemente un giro
alternado de un cuarto de vuelta, prim.ero en un sentido y luego
en sentido contrario (fig. 36),

«s^t r i c e

ura 36

2^ Movimiento: Consiste en un desplazam,iento rectilíneo late­


ral, primero de derecha a izquierda y vice\'ersa y luego de arriba
abajo y viceversa (fig. 38).
Interpretación. — Al hacer rotar el cristal podrá observarse que,
con ciertas lentes, la imagen del rectículo observado no modifica
sus ángulos o que los trazos rectilíneos no cambian su orientación.
Son las lentes denominadas ^^esféricas” . En cambio, con otros cris­
tales se verifica que los trazos del rectículo modifican su orienta-
62 B. .S C H C o L N I C oV

cióíi y como consecuencia los ángulos que forman entre sí, varían
para volver nuevamente a ser rectos. Dichos trazos efectúan m o­
vimientos como de hojas de tijeras y vuelven a su posición primi­
tiva. Estas lentes son las denominadas: “ Astigmáticas’' (fig. 36).

Separación de las lentes cilindricas y esfei o-cilíndricas.— Se


comienza por hacer girar lentamente la lente astigmática hasta
que la imagen deformada del rectículo (a) tome el mismo aspecto
que cuando se observan lentes esféricas, esto es, que los ángulos
del mismo vuelvan a ser perfectamente rectos (b). En estas cir­
cunstancias se dice que la visual del observador se halla sobre las
dos secciones principales del cristal (fig. 37).

Figura 37

Luego se procede a efectuar -él segundo movimiento.


2^ Mommiento: Se desplaza lateralmente de derecha a izquierda
y luego de arriba hacia abajo y viceversa, la lente sobre sus sec­
ciones principales* Si se comprueba la ausencia de movimientos
de las imágenes en alguno de los dos sentidos en que se efectúan
los desplazamientos, o sea, que al mover horizontalmente no se
mueve el trazo vertical del rectículo, o al moverlo verticalmente
no se mueve el trazo horizontal del rectículo, ello significa que a
lo largo de una de sus secciones principales la lente carece de poder
óptico. Se trata, por consiguiente, de una lente cilindrica, cuya
L entes O f t á l m ic a s 6S

característica principal es precisamente de carácter de acción en


una de sus secciones principales (fig. 38 a).
Si la lente posee acción óptica a lo largo de sus dos secciones
principales, corresponde al grupo de las denominadas Esfero-Cilín-
dricas (fig. 38 b ) .

(a>

(b>

Figura 38

Reconocimiento del signo. — El segundo movimiento tal como


se explica, permite reconocer, además, el signo del cristal^, o sea-
sí la lente es positiva o negativa (fig. 39).
a) Lentes positivas: Se caracterizan porque las imágenes se
desplazan en sentido contrario al del movimiento del cris­
tal (b).
b) Lentes negativas: Se caracterizan porque las imágenes se
desplazan.en el mismo sentido del movimiento del cristal (a).
c) Lentes cruzadas o mixtas: Se caracterizan por poseer una
sección principal positiva y la otra negativa. Sólo se pre-^
senta este caso en las lentes esfero-cilíndricas (c).

Además de la forma como se produce el desplazamiento de las


imágenes, las lentes positivas se caracterizan por lo siguiente:
a) Aumentan el tamaño de las imágenes vistas a su través.
64 B. SCH C o L N I C o¥

(a) (b)

Y\
(C )
//

Figura 39
L entes O ftálmicas

MARCHA PARA RECONOCER Y SEPARAR


LENTES OFTÁLMICAS

I, Primer Movimiento» — Hacer girar el crista! un cuarto de vuelta


alternativamente de derecha a izquierda y viceversa.

líenles <|iie no deforman Lentes que defoinian


rl rectículó el rectículo

E S F E R IC A S ASTIGMATICAS

Girar el cristal circular y


lentamente hasta obtener la
regeneración del rectículo.

II. Segundo movimiento. —*Desplazamiento lateral rectilíneo de derecha


a izquierda y viceversa, y de arriba hacia abajo y# viceversa.

Lentes con una sec­ Lentes con poder en


ción sm poder ambas secciones
principales.

ESFERO-
CILINDRICAS

LENTES LEN TES “ LENTES


NEGATIVAS POSITIVAS M IXTAS O
CRUZADAS

La imagen acompaña La imagen se despla­ La imagen acompa­


en su movimiento a za en sentido con­ ña la lente en una
la lente. trario al m.ovimiento dirección y lo hace
de la lente. en sentido contrario
en la otra
CAPÍTULO III

LENTES ESFÉIICAS

2 4 . Definición. Constituyen el tipo de lentes correctoras más


simples. Se caracterizan por no modificar la forma de la sección
de los haces luminosos que las atraviesan. Así, por consiguiente,
un haz de luz de sección circular, luego de refractarse en las mis­
mas, sigue teniendo sección circular. Lo mismo ocurre si la seeiión
del haz tuviese cualquier otra forma.
Como lógica consecuencia, las imágenes producidas por estas
lentes son semejantes al objeto que las produce, ya sean más
grandes o más pequeñas, pero manteniendo las mismas proporcio­
nes entre los lados. La forma de dichas imágenes no se modifica
ni aún haciéndo girar la lente alrededor del eje principal del sis»
tema, puesto que todas las secciones de dichas lentes son iguales.
Un haz luminoso proveniente del infinito, luego de atravesar
la lente esférica formara un foco puntiforme y en general todos
los planos luminosos que atraviesan dicha lente contribuyen a la
formación del punto focal (fig. 40).
El cilindro de rayos incidentes se transforma en un cono en
cuyo vértice se halla el foco real o virtual. El aumento o disminu­
ción de tamaño de las imágenes se efectúa en forma regular, afec­
tando en igual proporción al ancho y al alto. Observando un objeto
cualquiera a través de este tipo de lentes, se verá más grande o
68 B. S C II C o L N I.C o V

más pequeño, pero siempre será una copia agrandada o disminuida


de dicho objeto.

25. Expresión de la potencia» — El poder de toda lente queda


definido por ei poder de sus dos secciones principales. Para el caso
de las lentes esféricas, todas sus secciones son iguales, o sea, que
tienen igual poder, por cuanto las curvaturas que las forman son
siempre las mismas. De ahí que éste quede definido entonces
por una de dichas secciones del cristal que, por lo tanto, asume el
papel de sección principal. Es así el único tipo de lente oftálmica
que puede representarse gráficamente por una sola sección. Alge­
braicamente se expresa- por una única expresión.

Esf -i- I Esf 0,25


Esf 2,75 Esf 4.50
Esf :í 62 Esf 2.50 . . . etc.

La abreviatura Esf. significa '^esférico” y el signo, que el cristal


es positivo o negativo. En algunos casos, en las recetas oftál­
micas se omite por error involuntario o costum-bre^ la abreviatu»
ra Esf. En estas circunstancias, si junto a las cifras expresadas
no va ningún otro detalle, tal como signos diversos o una cierta
cantidad de grados angulares, debe interpretarse que la lente pres-
cripta es esférica.
Tratándose de lentes delgadas, la potencia del cristal puede ser
expresada por la potencia esferométrica. La potencia esferométrica
Duede ser calculada algebraicamente.
L e n t e s E s i’ e r i c a s 69

Por ejemplo:

P, = + 3 f
■! P s - + 5
P., = + 2 i

p; = + 1
Ps 5
P, = ^ 6 I

F, - -f 7 f
^ Fs + 2
P. - 5 i

Pero resulta práctico usar el método gráfico, o sea^ la represen-


tación esquemáticli de ambas caras del cristal. Cuando nos referi­
mos a la representación gráfica de la lente esférica, debemos recor­
dar que ambas caras de la misma son casquetes esféricos, o bien
uno de ellos plano. La superficie denominada esférica, estudiada
con el esferómetro, se caracteriza porque la aguja del mismo queda
estacionada en un. único valor que no cambia haciendo girar el
cristal o el aparato. La representación esquemática de dicha super­
ficie se hace por medio de dos trazos ,en forma de cruz, con dos
valores iguales en ambos brazos.

1+ 2 :--4,25 f 0,50
-h—
— 1.50 i --1.25 -f0.50

El poder total, correspondiente a las secciones del cristal se


obtiene sumando los trazos paralelos correspondientes a cada cara,
puesto que los mismos corresponden a meridianos paralelos, y diji­
mos anteriormente que el poder de las secciones del cristal se
obtenía sumando los poderes de dichos meridianos que la form’art.

i+G !
■4— 1)
1 + 6 ^.4 i +2
70 B. SC H C O LN IC O V

Si bien aparentemente resulta más práctica y rápida la simple,


suma algebraica ■de los poderes parciales de cada cara:

Esf. 4 -3 0 Esf. + 1 - Esf. + 4

el método gráfico es de grandísima utilidad cuando se trata de


obtener la fórmula de cristales astigmáticos, donde se combinan
superficies esféricas con tóricas y cilindricas.

Ejemplos:

I:
+3
() +
+3 ¡ , ^5

El signo () significa C 0 B Í (abreviatura de combinado).

II:
+9 +1,50
()
+9 —7,50 + 1,50

, A continuación en la fig. 41 tenemos lentes esféricas de dife­


rentes formas mostrando sus secciones principales.
L entes E sféricas 71

26. La forma de las lentes esféricas. — Dos o más lentes esféri-


de igual poder pueden tener formas diferentes (fig. 42).
Se denominan lentes chatas aquellas donde ambas caras tienen
igual signo, o bien una de ellas es plana. Son chatas las lentes (a);
(b ); (e) y (f). Se denominan lentes curvas aquellas donde ambas
caras tienen diferente signo: (c); ( d ) ; (g); (h).
Las lentes curvas se suelen denominar también lentes con “base”.

•fí

(a)
V (b) (d)

-f

(f) (g) (h)

Figura 42

I. — Se denomina “ base” en toda lente esférica curva, a la cara


de menor poder absoluto, y en las lentes (g) y (h) son + 1
y 4 - 6 respectivamente.

II. —■La base tiene signo positiíio en las lentes negativas y tiene
signo negativo en las lentes positivas.

III. — El poder de la lente resulta de la suma algebraica de la base


más la otra cara.

IV. — Dada la base y la potencia de una lente, la cara desconocida


se determina, restando a la potencia, el valor de la base con
su signo correspondiente.
72 B. SCHCOLNICOV

Ejemplo:
Esf. + 4 ; base 6 ; signo (
Esf. 4 (--- 6) - + 10
Esf. -i 4 : base 2
Esf. 4) ( - 2) ■4- 6
Esf. — 5 base 3
Esf. 5) ( - 3) — 8

V. — Luego en todo cristal esférico curvo: una de las caras (la de


m enor \'alor) repre‘senta la base. La otra cara es la suma al-
^'ebraica de la base cambiada del si^no, más el p od er rC”
querido.

Las lentes cur\'as, acíualínente, tienen una mayor difusión que


las chatas, a tal punto que estas sólo se usan esporádicamente.
Estas lentes curvas poseen, por lo ^^eneral, ciertas bases determina­
das y responden en forma aproximada a ciertas exigencias en la
calidad de las imágenes que forman. Las primeras lentes curvas
fueron introducidas por Wollaston en 1804. La base tenía radio de
curvatura de 40 cm. (1,25 Dioptrías) y recibieron el nombre de
lentes peiiscopicay, (visión alrededor). Estas lentes permitían una
V ision m a s am.plia en los contornos por eliminación parcial del

astigmatismo marginal.
La base curva actualmente más utilizada, es la base 6 ; ( 4-- 6
para lentes cóncavas y 6 para las convexas) recibiendo el nom­
bre de meniscos o semilunares, este tipo de cristales. También se
suelen utilizar bases' intermedias, como la base 3 y base superior
a 6, como la base 8 (fig. 43)..

Figura 43
L K N T i; S ES F É RI CA s 73

Las lentes denominadas Puntuales, son curvas, pero su base


varía con cada graduación. Actualmente se denominan periscópo-
cas, lentes con bases, entre 1 y 2 Dioptrías, y meniscos a lentes
entre 5 y 7 Dioptrías, pero de preferencia se usa en forma per­
manente el valor 6.

Lentes periscópicas base 1.25 a 1,50 (1 hasta 2 D)

Curvas intermedias .................. base 3 ........... (entre 3 y 4)

Meniscos ..................... ................base S ■: ■. . . . . . . . . (entre 5 - y 7 D)


Curvas profundas . . . . . . . . . . . . base 8 ,........ . (entre 8 y 10)

Puntuales .................................. ..bases variables ................ .

27. Im portancía de las lentes curvas. — Las lentes utilizadas


actualmente están fundadas en la eliminación de ciertas aberra-
dones, sobre todo el astigmatismo marginal. Este problema ha
llevado a la producción de las lentes denominadas puntuales o
marginalmente corregidas; pero lo antieconómico y dificultoso de
su producción para el pequeño taller, ha introducido ciertas bases
fijas que permiten aproximar las lentes usadas habitualmente, a
las puntuales.

28. Diagframa de Tscherming. Nos da una representación


gráfica de todas las formas más comunes de las lentes oftálmicas,
incluidas las puntuales, cuyo cálculo puede hacerse fácilmente.
Sobre el eje h Q rizontai se indica la potencia-/^, o sea la potencia
total que se toma de 4- 7,50 a — 25 D.
En este diagrama se hallan indicadas en las abcisas las poten­
cias requeridas y en las ordenadas el poder de la cara anterior
del cristal (fig. 44).
Sobre el eje vertical se indica la potencia de la tente de la cara
a n te r io r ^ '. La potencia de la 2^ cara se determina por la diferencia.
Las lentes de caras iguales están representadas por una línea
recta que pasa con una inclinación de 26,6® por el cero, así pues la
74 B. SCHCOLNICOV

cara anterior a vidrio de caras iguales de — 20; tiene — 10 dioptrías.


Si el vidrio es de + 10, la anterior es de -f 5 y la posterior
la diferencia, o sea también -|~ 5.

- q —r¡+25
................... .................. 1 — í—

- s í - '” - í
. .. -...i..4.\Á
- W - +- +
1-10
TimW Sffmítun. ^
+ + F - j---^ - - ---------
-^--------- = F

-H—1-±0
+ — f ' M't“r
^ ^ -Ii ' ¡ -
XX-
1 ^IpI^ wio
— -j—J-
45
-2 5 -2 0 -^ 5 ~ '\ 0 -5 +0 +5 +^0
figura 44

En los cristales planos la línea de los mismos coincide exacta­


mente con la abcisa detrás de la zona negativa, puesto que la cara
anterior de las negativas es plana y la cara posterior resume el
poder total de las lentes.
En los planos positivos, la cara anterior es todo el poder del
cristal y la posterior es = O, o sea que es plana. Es una línea que a
partir de cero avanza con una inclinación de 45^ hacia arriba.
Los cristales periscópicos están representados por una línea
paralela a la abcisa en la zona negativa, a 1,25 de distancia de la
abcisa.
L e n t e s E s f é r i c a s 75

Los cristales periscópicos negativos tienen la cara anterior de


4- 1,25 (base) teniendo la posterior el poder total. La línea que
asciende a 45° en la zona positiva, da el poder de dicha cara ante--
rior en los periscópicos positivos. La diferencia entre ambas, o
sea la cara posterior, dará siempre 1,25.
Una recta con una inclinación de 45® trazada más arriba de los
cristales planos, indica el poder refringente de la cara anterior de
los periscópicos positivos cuya base, calculada de acuerdo a la
fórmula general tiene un radio de curvatura igual a 42 mm.
Los vidrios meniscos divergentes poseen todos una cara anterior
de valor 6 dioptrías, o sea un radio de curvatura de 87 mm. para
un índice de 1,523. Están representadas por una paralela al eje
de las abcisas a la distancia de 6 dioptrías. Los meniscos conver­
gentes tienen, por el contrario, la cara posterior negativa de — (m e­
nos) 6 y el gráfico nos da el poder de la cara anterior. Si al
poder dado por dicho gráfico se le resta g dará siempre menos 6 .
Están representadas por una recta ascendente con una inclinación
de 45° que señala 6 dioptrías para la cara anterior de un vidrio
menisco convergente de O dioptrías.
Las lentes puntuales se hallan representadas en el gráfico por
una elipse, pudiéndose comprobar que para un determinado valor
de la lente existen dos formas posibles. Nos ocuparemos en detalle
en el capítulo XVIL

29, Determinación de los eiemeníos. — Las determinaciones a


realizar en las lentes esféricas son las siguientes:

L — Reconocimiento.

IL — Signo.

IIL Marcado del centro óptico.

IV. — Determinación del poder.

I. — Para reconocer las lentes esféricas se deben considerar los


siguientes caracteres (ya mencionados):
Se la hace girar circularmente alrededor de un eje vertical,
76 B. SC H CO LN ICO V

observándose al mismo tiempo un retículo en forma de cruz o un


objeto que presente lados rectos o ángulos de 90^. Si al moverse
la lente los ángulos no se modifican y los lados que forman los
mismos, por consiguiente, tampoco cambian su orientación, la
lente observada es esférica.
Se puede reconocer el casquete esférico, constituyente esencial
de las lentes esféricas, por dos procedimientos. El primero, por
reflexión de un objeto como, ^or ejemplo^ el filamento de una
lámpara, y el segundo por medio del esferómetro. •
Si se observa por reflexión
la imagen de un objeto sobre
la superficie de una lente es­
férica, la misma se comporta
como si se fratasé de un es­
pejo cóncavo o convexo, se™
gún cual es la cara utilizada
para la experiencia. En estas
condiciones la imagen obser­
vada se ve agrandada o dis~‘
ininuída, según se trate de un espejo cóncavo o convexo, pero la
misma será semejante al objeto y no se modificará si se le mi”
prime a dicha lente un pequeño movimiento circular, puesto que
todos sus radios de curvatura son iguales. Para efectuar este pro­
cedimiento, se coloca la lente horizontalmente sobre un fondo
oscuro y se le hace llegar el haz luminoso oblicuamente, tal como
indica la fig. 45.
Utilizando el esferómetro se puede constatar que el mismo
indica, sobre todos los meridianos de una cara de la lente,
el mismo valor. Ello se debe, tal como se ha, indicado anterior­
mente, porque todos los meridianos poseen el mismo radio de
curvatura.

El borde de las lentes esféricas es homogéneo, presentando


siempre el mismo espesor; más grueso que el centro en las lentes
negativas y más delgado que el centro en las positivas.

II,— El signo se determina imprimiendo a la lente un despla-


L e n t e s E s f é r i c a s 77

2 amiento rectilíneo vertical y luego horizontal, alternativamente.


Si las imágenes observadas acompañan a la lente en su movimien­
to, se trata de lentes negativas; si, por el contrario, las imágenes
observadas se desplazan en sentido contrario al movimiento de
la lente, ésta es positiva.

IIL — Determinación del centro óptico (fig. 46): Se utiliza un


rectículo de forma de cruz dibujado en una cartulina de unos 30
cm de lado. Se observa a través de dicho rectículo, pudiéndose
comprobar que el mismo puede presentar cualquiera de los aspec­
tos indicados en la figura 46. Las tres inferiores indican que la
línea de visual no pasa por el centro óptico de la lente esférica
y, en estas condiciones, el efecto prismático agregado produce un
desplazamiento lateral del rectículo. La figura cuarta, en cambio,
es correcta. El rectículo se continúa perfectamente por fuera y por
dentro de la lente, y es ésta la posición adecuada para marcar el
centro óptico. Por medio de un lápiz dermográfico se procede, en­
tonces, a marcar sobre la lente un pequeño punto o crucecita sobre
78 B. SCHCOLNICOV

la cara de la lente coincidiendo con la intersección de las dos líneas.


Debe tenerse la precaución de que el ojo del operario se halle
sobre la línea del eje óptico de la lente, puesto que de lo contrario
se puede cometer error de paralaje.
Habitualmente, para hacer más precisa esta operación, se utiliza
un aparato denominado centrador, indicado en la fig. 47.
Este aparato consta de un pequeño soporte donde se coloca la
lente, pudiéndose regular para,que se halle en la misma línea que
el ocular para la ob­
servación y el rec-
tículo en forma de
cruz. El operador
procede a enfocar
conve n i e 111 e m e nt e
por medio del ocu­
lar, h a sta v e r el
rectículo en forma
nítida; y en estas
condiciones, por me­
dio de un marcador
que se desplaza me­
cánicamente, proce»
de a indicar el cen­
Figura 47 tro óptico de dicha
lente. Para facilitar
la coincidencia del centro óptico con el centro del rectículo, el ocu ­
lar suele llevar un pequeño diafragma en forma de cruz que fací-
lita la operación del centfacio.

IV. — Determinación del poder.-— La neutralización se utiliza


para determinar la potencia de las lentes esféricas. Como operación
previa, debe marcarse en las lentes el centro óptico y. luego recién
comenzar a operar. Es importante también conocer en forma apro­
ximada el poder de la lente o, por lo menos, saber si la mism.a
está clasificada como lente gruesa o delgada. Si se trata de una
lente delgada, el poder obtenido por neutralización será el mismo
colocando el probín por delante o por detrás; lo mismo será si se
trata de una lente “b f ' de poder superior a 4 Dioptrías.
L e n t e s E s f é r i c a s , 79

Cuando se trata de una lente plano-curva o curva, el probín


deberá adaptarse a la de signo opuesto para permitir una perfecta
unión.
La lente esférica plana da diferentes poderes si se neutraliza
por una cara o por la otra, cuando su poder excede 4 D. y, sobre
todo, cuando su espesor es muy grande (lupas, etc.).
Una precaución interesante, sobre todo cuando se trata de lentes
de poder elevado, es la de interponer entre la lente y el probín
un pequeño diafragma hecho de papel con un orificio central de
unos 5 mm de diámetro, con el objeto de evitar el efecto de los
rayos marginales que suelen ser motivo de error en la operación
de neutralizar. De esta manera se utilizarán en este procedimiento
sólo los rayos paraxiales y el mismo será más exacto. Las lentes de
poder superior a 3 D. dan diferentes datos si se las neutraliza por
delante o por detrás.

Utilización del esferóm etro.— El esferómetro permite determinar


el poder de las lentes esféricas aplicando la fórmula: Ps = Pi + P2.
Por consiguiente, basta solamente determinar el poder de cada una
de las caras y sumarlos algebraicamente, obteniéndose así el poder
total de las lentes.

Utilización del fronto-jocómetro, ■— Este instrumento, del cual


nos ocuparemos en particular, permite obtener directamente el
poder de las lentes esféricas por simple lectura, teniendo la dife­
rencia con respecto al instrumento anterior, de que toma en cuenta
el espesor de las lentes observadas y da el denominado poder
frontal de las mismas, que tiene suma importancia cuando se trata
de lentes gruesas.
CAPITULO IV

LENTES ASTIGMATICAS

3§, Caracteres generales. El astigmatismo constituye en las


lentes esféricas una aberración que se caracteriza por la imposi­
bilidad de obteneramágenes correspondientes a un objeto de líneas
cruzadas, que sean igualmente definidas.
La lente esférica perfecta, cuando recibc un haz luminoso pa­
ralelo al eje principal, refracta, como hemos visto en el capítulo
anterior, todos los rajaos provenientes de un punto objeto, hacia
otro punto bien definido de la imagen, y los rayos que forman
todo el haz cilindrico, se disponen en forma de cono (fig. 48 a).
La sección transversal de dicho cono, en cualquier lugar de la
trayectoriaj es circu la y los diámetros sucesivos de las mismas
disminuyen hasta llegar al foco.
En las lentes denominadas astigmáticas no ocurre asi, y las
secciones transversales del cono de luz refractada tienen forma
elíptica disminuyendo uno de sus diámetros, en forma sensible
y continua, hasta anularse, quedando solamente una línea pía-
lio focal. A continuación se trasforma nuevamente en elipse cada
vez más ancha, aumentando el diámetro menor hasta que la
sección se hace circular, para finalmente volver a disipinuir de
tamaño el otro diámetro y obtenerse, una vez más, una línea o
plano focal que forma ángulo recto con lá dirección de la primera.
Según la fig. 48 (b ), las cosas ocurren como si la línea vertical de
la figura, formase su foco en un lugar diferente del espacio que
donde lo forma la línea horizontal. El mismo fenómeno ocurre si
82 B. S CH C o L NI C oV

las líneas cruzadas estuviesen colocadas oblicuamente, pero per­


pendiculares entre sí*
En resumen, las lentes astigmáticas se caracterizan porque mo»
difican la forma de la sección de los haces luminosos que las atra-
viesan; así, si la sección del haz incidente es circular, la misma
se vuelve luego de la refracción, elíptica, y si se trata de una
sección cuadrangular, la misma se vuelve rectangular. Las imá­
genes obtenidas son, debido a ello, deformadas lateralmente.
Estas lentes son astigmáticas por construcción y la deformación
que producen en las imágenes es regular y orientada ■según las
secciones principales de las mismas.
(a) .
1

(b)

Si consideramos un objeto puntiforme colocado ópticamente en


el infinito, del cual proviene, un haz de rayos paralelos, obtendre­
mos luego de la refracción, no un solo foco puntiforme, como ocurre
con las lentes esféricas, sino dos focos lineales o líneas focales,
colocadas en diferentes planos, paralelos entre sí, al mismo tiempo
perpendiculares entre sí y perpendiculares al eje óptico del siste­
ma (fig. 51).
Si el objeto luminoso se halla a una distancia fija, podremos
recoger en dos pantallas sendas imágenes simultáneas^ alargadas
lateralmente pero no igualmente nítidas en todo su contorno.
Estas imágenes pueden observarse fácilmente disponiendo una
fuente luminosa detrás de un diafragma perforado, en form a' de
L e n t e s A s t i g m á t i c a s 83

corona de puntos, y recogiendo las imágenes formadas por la lente


en pantallas de vidrio trasparente^ en tal forma que la prime­
ra no interfiera la marcha de los rayos que llegan a la segunda
(fig. 49).
Por consecuencia, las imágenes reales obtenidas con las lentes
astigmáticas, no son semejantes al objeto comp ocurre con las len­
tes esféricas.

Si el objeto luminoso está constituido por un diafragma con


un abertura de forma cuadrada, se obtendrá en las pantallas dos
imágenes rectangulares orientadas en distinta forma. Si se trata de

U/
Fi gu ra 49

un diafragma con una abertura circular, las imágenes son elípticas


con sus diámetros mayores perpendiculares entre sí (fig. 50). Pero
es importante recalcar según lo que vimos al principio, que
las imágenes son nítidas solamente en un solo sentido^ o sea
que cumplirán la ley de los focos conjugados solamente para cada
plano de rayos independimitemente, y de resultas de ello, las imá­
genes recogidas en las pantallas sólo ' tendrán nitidez en aquellos
lados que correspondan al plano de rayos que posean una conver­
gencia tal que, según la fórmula de Descartes, deban formar su
imagen en ese lugar. Si la figura que actúa como objeto es un
cuadrado, las imágenes recogidas son rectangulares; pero dichas
imágenes presentarán nitidez solamente en dos^ de sus catetes párela-
lelos, en una de ellas, y los otros dos catetes serán nítidos en la
segunda imagen (fig. 50).
Las elipses obtenidas si el objeto es u n .círculo, también cum­
plen este requisito y presentan en una de las imágenes una por-
84 B. S CH C o L N I Co V

cióli más nítida perpendicular a la que presentan en la otra


posición.

a) Las imágenes son alargadas con respecto al objeto.


b) Las dos imágenes se form.an simultáneamente en diferentes
planos.
c) Las dos im^ágenes son paralelas entre sí, perpendiculares en­
tre sí y perpendiculares al eje principal del sistema.

O
L/

Figura ?0

31, Marcha de los rayos a través de las lentes asti^náticas.


Si consideramos un haz luminoso de rayos paralelos que incide
sobre una lente astigmática (fig. 51), se puede verificar que: con­
siderando un plano V V (según el plano del papel) dichos rayos,
luego de refractarse, cortan el punto F,- que constituye él foco
para los rayos contenidos en ese plano. Un segundo plano perpen­
dicular al anterior H IV (por consiguiente perpendicular a la hoja
del papel), atraviesa la lente según una sección diferente, dado
que, como veremos más adelante, la característica fundamental es
que las secciones radiales de las lentes astigmáticas no tienen igua­
les poderes convergentes, dicho plano de rayos formará su punto
focal en Fr. Eligiendo convenientemente las secciones que deter­
minan estos dos planos de rayos, se logra, determinar la extensión
L entes A stigmáticas 85

definitiva de los mismos según ¥ V M M' uno, y H Q Q' el


otro. El foco puntiforme correspondiente a cada plano se extiende
sobre el otro plano perpendicular que pasa por ese lugar, trasfor-
mándose en una línea focal. De ahí, entbnces, el foco lineal de los
rayos del plano '¥ V' M M' (supongamos vertical), es una recta
que se extiende en el otro plano H H' Q Q' (supongamos horizon­
tal). En definitiva, se puede decir que el foco de los «rayos que
inciden horizontalmente- es una línea vertical y, razonando aná­
logamente, el foco de los rayos que inciden verticalmente es una
línea que se extiende horizontalme^ife.
Esto vale igualmente si considerimos planos oblículos, pues lo
único permanente es que los dos planos y los focos que determi­
nan, sen perpendiculares entre sí.

Es fácil constatar que mientras el cilindro de rayos incidentes


tiene sección circular, las secciones del haz refractado son elípticas
y que las mismas se van aguzando hasta trasformarse en una lí­
nea que corresponde al primer foco. Vuelve a ensancharse luego,
obteniéndose una pequeña zona ligeramente brumosa donde el haz
tiene sección circular (zona de mínima confusión) para volver nue-
Idamente a ser elíptica, pero con sus diámetros orientados perpen­
dicularmente a las anteriores. Esta elipse vuelve a afinarse y se
trasforma en otra línea focal.
Un detalle importante es notar que, como dichas imágenes fo­
cales están ligadas solamente a ese par de planos considerados, si
se hace girar la lente alrededor del eje principal, las líneas focales
también giran, barriendo un círculo cada una de ellas. Por otra
parte, la longitud de cada línea focal es diferente.
86 B. SC H C O LN IC O V

Las líneas focales y, en general, las imágenes obtenidas con las


lentes astigmáticas, tienen una orientación fija determinada, por
dos planos característicos de rayos. A su vez estos dos planos de
rayos son originados por dos secciones de la lente^ denominadas
‘"secciones principales’’. Ello es fácil de comprobar porque si se
hace girar el objeto luminoso (siempre que sea de forma regular;
un círculo), la forma o la posición de las imágenes no varían. En
cambio, se produce una modificación en la orientación de las mis­
mas si lo que se hace girar es la lente astigmática.

Estas dos secciones principales de la lente son, por consiguiente,


paralelas a las imágenes, pero perpendicular, cada una de ellas, a
la imagen que produce. El origen o la formación de estas dos
secciones principales depende de las curvaturas elegidas para la
lente oftálmica.
Existe, por otra parte, un grupo particular de lentes astigmá­
ticas caracterizadas porque una de sus secciones principales carece
de poder convergente, esto es, que los haces luminosos que inci­
den según su dirección, forman su imagen en el infinito. En cam­
bio, forman su línea focal los rayos que inciden según el plano
perpendicular, que posee convergencia (fig. 52).
El plano H H' atraviesa una sección principal con convergencia
y forma su imagen lineal; en cambio, el plano según V V atraviesa
L e n t e s A s t i g m á t i c a s 87

la sección perpendicular a la, anterior que carepe de convergencia


y sale sin. modificarse.

32. La visión de los objetos a través de las lentes astigmáticas. —


Las dos imágenes recogidas en la pantalla son reales, pero cuando
el ojo mira a través del cristal astigmático ve solamente una sola
imagen virtual, alargada. Las imágenes recogidas en las pantallas,
en cambio, son dos.

Por consiguiente, observando a través de la lente, se percibe


sólo una imagen, siendo ésta deformada o, mejor dicho, alargada
con respecto al objeto y poseyendo, además, dos lados más nítidos
que los otros dos (fig. 53). La deformación de la imagen se halla,
desde luego, orientada de acuerdo con las secciones principales.

Fiqura 53

33. Estructura de las lentes astigmáticas. Superficies cilindricas


y tóricas. — Así como habíamos visto que las lentes esféricas poseen
sus dos caras esféricas, o bien una de ellas plana y la otra esfé­
rica, en las lentes astigmáticas encontramos además otros tipos
de superficies refractantes, denominadas superficie cilindrica y
superficie tóriea.

La superficie refractante cilindrica, o genéricamente dioptra


cilindrica, es un casquete o calota tomado a expensas de la super-
88 B. SC H CO LN ICO V

fice lateral de un cilindro (fig. 54), La intersección de diferentes


planos que pasan por el cen­
tro de la dioptra determina
los meridianos de la misma.
Estos no son, salvo uno solo
de ellos, arcos de circunfe­
rencia, aunque se los puede
tomar com.o tales en base a
que sus radios de curvatura
son muy grandes y dichos
arcos más bien fracciones pe­
queñas. La principal caracte­
rística de estos meridianos, es
la de poseer diferentes radios
de curvatura (fig. 55).
El meridiano paralelo al
eje geométrico del cilindro,
o sea
generatriz, posee radio de curvatura infinito. Su poder convergen­
te es, por consecuencia, cero. El meridiano perpendicular al ante­
rior tiene un radio de curvatura que corresponde a la sección
principal del cilindro. Es el radio de curvatura menor de la su­
perficie y, por lo tanto, de mayor poder dióptrico. Considerando
un plano secante desde la posición coincidente con el cero y
haciéndolo girar alrededor del centro de la dioptra, los meridianos
sucesivamente determinados tienen radios de curvatura que dis­
minuyen sensiblemente hasta llegar al meridiano que corresponde
a lachase; perpendicular, como dijimos, al primero.

De acuerdo con la figura 55, tenemos que el meridiano a a'


corresponde a la sección del cilindro paralela a la base. Es el que
posee la máxima curvatura y, por consiguiente, el menor radio.
El meridiano c c' es elíptico, pero puede tomarse como circular,
con un radio de curvatura mayor al anterior. El meridiano b b
es recto, su radio de curvatura es infinito y es, al mismo tiempo,
generatriz de la superficie cilindrica. Tal como hemos establecido,
el poder convergente de este último meridiano es cero dioptrías.
Luego, para los meridianos intermedios el poder va aumentando
L e n t e s A s t i g m á t i c a s 89

sensiblemente hasta un valor máximo, que corresponde al meri­


diano perpendicular al primero.

Figura 55

Se suele denominar generalmente, eje de la superficie cilindrica


al meridiano que, como he­
mos establecido, carece de
poder. Se denomina contra-
eje al m.eridiano perpen­
dicular al anterior que po­
see el máximo poder con­
vergente de la superficie.
El corte de un vidrio
oftálmico supuesto, forma­
do por una superficie ci­
lindrica y una cara plana,
muestra las secciones ca­
racterísticas correspondien­
tes a cada uno de los me­
ridianos considerados (fi­
F igura 56
gura 56).
La sección que corresponde al eje del cristal, es similar a
la de una lámina de caras paralelas. La sección según el meridiano
perpendicular al anterior (contra-eje), es similar a la de una sec­
90 B. S C tt C o L N I C o V

ción de una lente esférica del mismo poder. Finalmente, una


sección según un meridiano oblicuo corresponderá a la de una lente
esférica cuyo poder sea similar a dicho meridiano. Para este caso
particular: 45° con respecto al eje del poder, será la mitad del
contra-eje.

Superficie cilindrica, convexa y superficie cóncava. — Si el


casquete cilindrico ha sido tomado tal como indica la figura 54, o
sea, a expensas directamente de una sección circular tomado sobre
un corte longitudinal practicado lateralmente, se obtiene el cas­
quete cilindrico convexo. Pero si la superficie ha sido tomada por
copia o calco sobre la superficie convexa, tal como se ve en la
figura 57, el resultado es una superficie cilíndrica-cóncava.

34. Potencia de la superficie cilindrica:


I. — Todos los meridianos de una superficie cilindrica tienen
radio de curvatura que varía de manera regular y progre­
siva desde un valor mínimo hasta infinito, correspondien­
do a un valor dióptrico determinado que disminuye gra­
dualmente hasta cero.
L e n t e s A s t i g m á t i c a s 91

- I I — La potencia del cilindro sobre el eje es. nula.

III. — La potencia en el contra-eje tiene su valor máximo. El poder


de la superficie queda definido por el poder de dicho con­
tra-eje.

IV. — La orientación de la superficie cilindrica queda determi­


nada por la posición del eje.

V. — Dos meridianos simétricos con respecto al eje tiene igual


valor.

VI. — La potencia de un meridiano cualquiera depende de su


posición con respecto al eje. Si el ángulo que forma se
denomina alfa (a) la potencia se determina por la fórmula:
P = Pm . Sen^ a.
A continuación tenemos una tabla con los valores de los me­
ridianos oblicuos correspondientes a una superficie cilindrica, cuyo
valor en el contra-eje es de 1 dioptría. (Tabla III).

TABLA III

o o Poder o 9 Poder

0 ■ 180 0.0 ■50 130 0.59


5 175 0.01 55 125 0.67
10 170 0.03 60 120 ■0.75
15 165 0.07 65 115 0.82
20 160 0.12 70 110 0.88
25 155 0.18 75 105 0.93
30 150 0.25 80 100 0.97 -
■35 145 0.33 85 95 0.99
40 140 0.41 90 90 i
45 135 0.50 —

Nota: Para poderes diferentes de 1 dioptría, se multiplica el valor cié la


tabla por el poder requerido. Así;
cil 4- 4 en. 40^ 0,41 x 4 == 1,64 etc.
92 B. SC H CO LN ICO V

35, Eepresentadones gráficas.— El valor de una superficie ci­


lindrica se puede representar ya sea algebraicamente o gráfica­
mente, así por ejemplo:

Cil — 1,50 en 45 ^

significando que el valor del contra-eje es de, menos 1,50 dioptrías


y que el eje se halla formando un ángulo de 45® con la línea hori­
zontal.
Con el fin de indicar en forma más clara, la estructura de las
lentes, asi como otras constantes y cálculos sobre las mismas, se
recurre al uso de un dibujo formado por dos líneas cruzadas re-
presentando cada una de ellas el valor de uno de los meridianos
principales de la superficie. A diferencia de lo que ocurre, con
las superficies esféricas, esta representación muestra una línea
■indicando cero dioptrías, o sea el eje y la otra indicando el valor
del contra-eje o sea el poder de la superficie.

!+2,25
+1

36, Superficies tóricas. — Las superficies tóricas constituyen la


envoltura de un volum^en denominado geométricamente ""toro” . Se
define el volumen denominado toro, como el generado por un
círculo de radio r cuyo centro C describe una circunferencia de ra­
dio R y centro O perpendicular a su plano (fig. 58).

\
O

Fipura 5
L e n t e s A s - t i g ivi á t i c a. s 93

Ateniéndonos solamente a la superficie tórica, la misma puede


definirse como la generada por un arco de circunferencia que gira
paralelamente a un eje de distancia mayor o menor que su radio
de curvatura, describiendo una circunferencia. La superficie gene­
rada posee dos radios de curvatura diferentes: r y R uno corres­
pondiente al arco que gira y el otro a la circunferencia generada
(íig. 59).
A expensas de la super­
ficie generada así se toma
un casquete o calota circu­
lar que constituirá una de
las caras de la lente con­
sabida.
Por el polo del casquete
pasan los meridianos: a a
correspondiente al radio de
curvatura r y b b' corres»
pendiente al radio de cur­
vatura R; así como tam­
bién infinito número de
meridianos de radios de
curvaturas intermedias. A
Figura 59
pesar de que estos meri-
dianos oblicuos a semejanza de lo que ocurre en la superficie
cilindrica, son elípticos, se toma sin embargo un radio de curva­
tura único para cada uno de ellos.
La superficie tórica se ha dado en compararla en cierta forma,
a la de un barril, o la de un anillo o cubierta de automóvil, consti­
tuyendo en ambos casos, ya el denominado “ toro bajo” , o el “ toro
alto” , según que predomine el radio de curvatura R o r.
El origen de la calota tórica se puede suponer extraído como
en los cilindricos, (fig. 60).
Si bien la definición de 'Volumen tórico” tal como se ha hecho,
íio ofrece dificultades de interpretación y por el contrario, resulta
clara y convincente, sin embargo, el concepto varía fundamental-
mente cuando nos. referimos a ''superficie tórica \ o sea la ''siiper-
ficie del toro’’.
94 B. ■ S C H C O L N I C O ¥

Considerando que nos referimos a la superficie exterior del toro


(pues podríamos también referirnos a la interior) constatamos que
la misma varía según la zona donde se tome.

En efecto; nosotros podemos consi­


derar en la superficie exterior del toro
cuatro zonas principales: (fig. 61)

a) La curvatura externa anterior.


b) La curvatura externa posterior,
e) La curvatura externa superior,
d) La curvatura externa inferior.

a) En el caso de tra
vatura externa anterior, la mis­
ma corresponde a la que hemos
definido como- generada- por un
arco A B C de radio r, que gira
paralelamente al eje x x' a una
distancia R. la superficie tiene
sus meridianos principales positi­
vos, cuyos radios de curvatura
son respectivamente r y E. Si ambos radios de curvatura r y R
tuviesen igual longitud, la superficie generada no es tó'rica sino
que corresponde a una zona esférica.

h) Cuando consideramos la porción posterior de la superficie


tórica exterior, los meridianos de dicha superficie sufren
notable variación, pues mientras el radio de curvatura r
no ha variado, en cambio R, toma signo negativo pues su
centro de cürvatura se halla en este caso en el medio me­
nos denso (aire). Un rápido análisis nos permite verificar
que el meridiano correspondiente al radio R, es cóncavo.
Ello puede comprobarse fácilmente utilizando el esferóme»
tro. Estamos ante una superficie tórica mixta. Los planos
paralelos a uno de sus meridianos principales acusan valores
positivos, en cambio los planos paralelos al otro meridiano
principal (perpendicular al anterior) son negativos o cón­
cavos.
L entes A stigmáticas 95

c) En el tercer caso, similar al cu-arto (d) el arco positivo


A B C no gira paralelamente al eje x -x’, sino que lo hace
perpendicularmente descubriendo una oireunferencia en un
solo plano.

'La superficie' generada así, ópticamente no es aprovechable,


aunque con cierta licencia podría aceptarse como cilindrica, siem­
pre que el radio r se considerase cercano a infinito.
En resumen, de las cuatro porciones exteriores del volumen
denominado toro, solo el casquete anterior es utilizado como super­
ficie refractante para óptica oftálmica.
Idéntico razonamiento al visto, podemos emplear para estu­
diar las superficies interiores del “ toro” y tendremos que para

Figura 67

el caso, a' equivalente al a, los dos meridianos principales tienen


signo negativo, para el caso h' equivalente al b, un meridiano es
positivo y el otro negativo, pero se hallan invertidos con respecto
a este primer caso, para los casos (c) y (d) el meridiano de radio
r es negativo y el otro teóricamente lo consideramos como el
radio R infinito.
9B B, Se H C o L N I C oV

37. Representación gráfica de la superficie tórica» — Hemos


establecido que la superficie tórica posee dos meridianos princi­
pales correspondientes a los radios R y r. Estos meridianos repre-*
sentan. el poder de la misma, que como vemos, a diferencia de
los otros tipos de superficies estudiadas, son dos valores y no
solamente uno como ocurre con esféricas o cilindricas. Así, la
superficie tórica representada gráficamente^ se expresa por me­
dio de los dos poderes que corresponden a cada uno de sus meri-
dianos principales:

1--3 +1 i+5
—™ -— — - etc.
I —6 “4 I -f-7

38, Reconocimiento de las superficies cilindricas y tóricas. —


Las superficies cilindricas y tóricas pueden ser fácilmente reco­
nocidas por dos procedimientos:

a) Por la forma de las imágenes reflejadas en las mismas.

b) Por medio del esferómetro.

Cuando las superficies tóricas o cilindricas tienen poder ele­


vado, pueden reconocerse a simple vista c por ligero tacto debido
a su forma característica, pero cuando las mismas son de escaso
poder, se debe recurrir a otros métodos entre los cuales teneñios
los dos enunciados.

Las superficies cilindricas o tóricas se comportan como espe­


jos cuando inciden sobre ellos rayos luminosos convenientemente
inclinados. Se favorece aún más el fenómeno disponiendo debajo
de las mism.as un trozo de papel o cartulina negra.

Así por ejemplo la imagen del bulbo y filamento de una lám­


para eléctrica vista por reflexión sobre dichas superficies, se verá
deformada, por cuanto las mismas son astigmáticas por reflexión,
« H 1 formación lateral de la imagen observada se halla orienta-
el sentido de los meridianos principales.

Por otra parte el esferómetro constituye también un método


muy eficaz para el reconocimiento. En efecto dicho aparato ha
- N ^ - s: r '5 ^ '• r r ; 97

^’5í-io definido com,o un exploran o í n. superficies, ;pues como sus


ire.n patitas se hailaii colocariar; ic^ misma línea, indican men-
%¡Vrir\() por meridiano^ el vakir Jo<í tni'^rnos. En ecri'iicp'^-ae'-,
id superficie examinada es ?5tenca a«cho insii iiin-fiiin, aun
í^aciendolo girar, in.díca siemrrp valor.. oijp.=^ todoR ír?..>
iqeiidiaiios de ia superficie e-íeni\<? "oi> ’ euaies. En cambio si se
'1 la aguja oscilara entre cero
im Bcteri<af_-? — ^¡í
ciliar siempre al anterior. En el caso de superficies toncas el ins-

“.í -i"-: '^o^'^'f^rpci^íisr’. i 7r-':-rie'r?a';os í^ti irif aií - su­


perficie.

3Í. La. expresión del pfscitf^^r en las lentes aíicas. En


;je!ierai el poder de toda lente astigmática queda detiiiida por e.i
'•t :r /«' H 3í-"^ecioiies principa le:--.
SI r -eniiop ‘i'a.er focal: si las distancias
.^ncaie? corisi^.e'"ad?" •«'í ® r» crn,
.ucr-.-“ r -i'7 -= rrj , f ' i. i .r . . ^^
-%n?,11(^5 V .1 D-d~i- ~

?' tí]
;p. ,

lílO
-i. ^ .4

v,n can»^!*' “i^iar-u^ 'e ^ »• ’e -u ' i'on.eres fuese


■;y ” in OijfN n on - ' ^ ^
considerado.

' 1 í I' 87-;a1ic aS”


n -Tf| >^;or.fp <n- . nfe- > -'>pn(^c fqrahleCl"
98 B. SCHCo LN I C o ¥

do, debido a que deforman las imágenes cuando se las liace girar.
Además, presentan la característica, de que debido a su estmC“
tura, el borde no es homogeiieo, como ocurre con las esféricas, sino
que el iiiismo presenta dos porciones opuestas (extremos de una
de las secciones' principales), más gruesas y otras dos porciones
(extremos de otra sección principal), más delgadas. De ahí que el
borde de estas lentes es ondulado,

Clasificaeión. — Las lentes astigmáticas se clasifican en

Lentes con una sección ^ .


. , , . , 1) Lentes Cilindricas
Drincipai sm poder. í

Lentes con poder conver-


, II) Lentes Esfero-Cilindricas
BTi ambas
gente en ambas ssecciones
* Bicilíndrkas.
principales.
CAPÍTULO ¥

L K 1' E S I i í N íi R I A S

411. Caracteres generales. ■


— Son como hemos dicho, lentes astig­
máticas que se caracterizan porque una de sus secciones principales
carece de convergencia y se comporta ópticameRte como si se
tratase de una lámina de caras paralelas. La otra sección principai
posee convergencia y es la que define la potencia del cristal ^
El tipo de lente cilindrica más sencilla es la denoriiinada pia~
no-cilindrica (cóncava o convexa) formada por un casquete cilin­
drico combinado a nna cara plana. Se puede tomar kna lente así
como tipo para el estudio teórico de las mismas puesto que en
general todo cuanto se diga en forma genérica con respecto a su
comportamiento óptico se cumple para cualquier otro tip o. de
iente cilindrica, aún cuando su estructura difiera notablemente de
la descripta.- ■
Algunos conceptos generales se han explicado en la parte
general.

41* Marcha de los rayos luiniftosos, linágeneso ■— Si se hace


llegar un haz luminoso proveniente del infinito sobre una lente
plano cilindrica convexa, se constatará que dicho haz luego de
refractars6 j converge hacia una línea focal paralela al eje de la
cara cilindrica (fig. 62).
^nrJoq í.- 0 I3P1Í5 ílHl 1^? ijtn5?;?i?i |JTI
í - ’ irSiP'i,' i'-r^Pí.-' ; ' ‘ :í '-oí;^c.p .-{, ,
p.-;;i.-Tl- .-
Luego todo ocurre de igual .manera - ^'^ri 7^í3 í^í,-«
rr‘ ,^ *4ii^ ^ 5- haces reiractadoB
se 'í- ^ — í-r--r ^ ri,.^ *"■ I ...í <^4 c

F'

O'." F
Figura 62

' ir .'hr-HM^ - ‘ í ' •- 7i r - ' : í \ 'i ¡ii I ? ¿ ^. T 1 5 n i 1 ? n t O

V 'ís ‘ 'íi~- rr J J- - ifÍM H njani" f llU-

dricr» npí!atr\o> t.i’ansforma un haz lumiíioso paralelo eii un has


’ -'V r'í'-t.i , 1. 1 -50
■<’ ’ 1” ' oo ’-!!•;» ' ou*<’ Vi tba* *o fnisin*^
'' ‘ - ' ^ '* O.t 0:d 'í fj v^-1^ p,f ¡OT^ 5^, í .
l IT r- 101

Tiene niucha importancia recordar que en ópíica^oftábnH ^


realidad interesan, no precisameritp las imógeiies que se recogen
o son susceptibles de ser recogidas pantalla, sino las r»?' ~
genes que se observan mírandr^ i ^ ibirro-^ a través de ia lente
Ir ^ '
leníe ciif^idr?c.!a muestra a su una ima­
gen deformada lateralmente, ¿sphp reIacion?(jí:
siríán n-' nir-'fidianos prmdvíii^ >

4.. L>presión de ¡a potesicia la? lente?? cilíiidricase ”


s —Hemos dicho qup f? ?itinarica posee poder er
iií?r np sus secciones pripciDase^ '• oira parte hemos esta­
blecido también que la potencia de ienies queda reterríünadf
IcF Poderes rais -ios serr^on^r rrincipaies,. Así en. Í,a ieíil-
ptaiu' rDínarica, «cátacamen- - ''

í extensión '^e la siiDeriicie cilindrica se transforma


er^ Pip fiel cristal. íontra-eje.' en cíHitra-eje del cristal; pero
elio 111) s’ emnr': o m — -
E* c i s 56 utiií7sí L’.^ia íijí^r la v-'k.-:íod cnsií'L imes
lentes igual rfj»ie^ fíhiidnrií ií^»o - dh sh't ^irs desiguoirneTi^'-
orientados no son equival^^^"'-'

En el primer caso el ejf NOM-ontal y el poder pni vn\^¿


.mente está en sentido vert’ ca* Fn -1 otro caso es a I’ ^hvejs^'
' ’l eje vertical y el poder '^or último en e! t^ref' caso
ei eje se halla con una oblicui-^ao d' i:T' %' el poder se halla in c'’
nado formando im ánguJo d*^
Para lentes cilindricas .i- n.’ i.ura mas compleja que ia
cilindro-plana que nos hemos referido, puede ocurrir que el eje
102 B. SCHCOLNiCOV

no correspoíida en ei cristal u ía dirección paralela al eje de la


siiperficie cilindrica y otro ta/iiu ocurrirá con el coritra-eJe„ Tanto
el eje como el contra-eje de: leiite defiiiitrvo resuitaii de la suma
algebraica -de los meridianos priiicipaies paralelos de ambas caras
y asi por ejemplo:

iO

posición dei- misino.

t'i 1 •: i ie las lefiíes cIMíidricas.

R^íac'^ I iiTif - í'usi.'-.^fí ^ ^ ^:e-^:one ^jnn.'.paie^ f la


forma ¡ es -i« laS leiaes
se colistata que en general las positivas aumentan ei tamaño de
las imágenes. Las negativas por el contrario dan imágenes más
pequeñas que el objeto examinado. Una figura de forma cuadrada,
vista a través de una lente esférica, se presenta como otro cua­
drado más grande o más pequeño, según que ella sea positiva o
negativa. Igualmente, un círculo se observa como otro círculo más
grande o más pequeño^ sin alterar su forma.

Las mismas figuras observadas a través de lentes cilindricas


se presentan como rectángulos o rombos en el primer caso; o
de una elipse en ei segundo, puesto, que este tipo de cristal altera
solamente una de las dimensiones del objeto examinado: aquella
que corresponde a la sección con poder convergente.

Cuando observarnos un objeto a través de un prisma vemos


desplazada su imagen hacia el vértice del mismo. Tratándose de
lentes esféricas, como se admite que para cualquier sección radial,
,ella está formada por infinito número de prismas o porciones pris­
máticas con sus vértices hacia la periferia en las positivas y hacia
el centro en las negativas, se explica que el objeto visto a través
de las mismas se observe “ agrandado” en caso de las positivas y
L entes C il ín i« k a s 103

''disminuido’' en el caso de ias negativas, en todos ios meridiaiios


considerados (fig. 64). ■

,A

/i .

Figura 64

Las lentes cilindricas presentan grauáeb diiereücias estructu­


rales en sus dos secciones priíicipkles, mlm. i.^:'íio liemos visto,
uiiíA dfe cii¿s r:urr^íápüni.lc h Uiid. l„iríiiii.c¿ cic «w,£?ra& pj-iálGlciS y la. 0117*4
a iiiía iente esfeiica del irüsmu pccit» ifiii. dií).

i.."T
I /
-:k
ii
if
í \
i \

Figura 65

Luego, solamente tenemos la estructura prismática en la sec»


cióii correspondiente al coiitra»eje. Es precisamente en este sentido
donde la imagen presenta modificaciones. Su úuxmíiema
los lados del objeto pamíelos a la sección .jue
-poder convergente.

1) Si el objeto es un pec|iieño rectángulo paraleio al eje de ia


lente cilindrica, la imagen del mismo es de igual tamaño
que dicho objeto, pero parece más ancha con el cilindrico
positivo y más delgado-con el cilindrico negativo (fig. 66 a).

2) Si el objeto es perpendicular al eje del cristal^ la imagen


conserva el ■espesor primitivo, pero será más largo ea ei
. cristal positivo y más corto en el cristal negativo (fig. 66 h).
H)4

I - rV .'í í.' opílísen'’ ’ircii'r


' >:í

íh)

r'slfa 6t?

' ' r? ri'.iUr.trt í ; p ^m p ara*eio ai

, r< ' '1 '>r?i • 5', . ir i'


^'irí^iar-- í'S cóncavo, ^_'íp t? [ diámetro mayor
>!r ..X), n - ^'7K

F'gíifii C?7

' í\:K‘8rrpnT''' j noreTina dei cilindro es iiii'p pa^alelame^it^^


is f-inr'-n^^nr de la imageíi segin iír p i iirer^if->Ti
^11,3 .1 TT-MqT-nr Romano d^"’ Hi^rnptr^ «1^1 nr-p^ih^ pr; |;í dn‘ccri*/'n
non,|i<M. 1ni' ’ T r|mie]>c;]ó>i ío |g or p'liTpplad- lÍFn.*
í^'i;! nf'í" '•'I ’ 'ip] r or -f'*p.
L entes C il ín p r ic j o ;.

Por consiguiente para localizar la posición del eje de las


cilindricas se debe recordar ohp:

a) Los cristales ciliij,dricos positivos con. su eje vertical, dan'


imágenes mar ancliaF -n ’

m ¥

Ja
i " » w ^ i, " JV '

bí Los cristales cilmarieob positivos i.un su eje iiorizontai,


aan iiíiágeiiei^ iiíüi¿ altas uU-i ci obit:..-

' i -■> ^1 l^tclieíí Ciiiii'iiriiL -*J: i Jc;^ C.l^\ <


■ de: lí,“csi iiSíSCíT-
midgtfii?¿ :i:íaicr-ritfcrii..^iiic‘ aiiair (a la ig a a a s ív á c a h k

MIU-

d) Los cristales ^ibaafurc ^ íiegativo^ i.. ^ pxuiizúma.


hacever imágenes í^üiemente amichas que ei >u;ei
(o sea más

44 MelaCiíJlirS eillirt; ili i .»S rí^it i


H'iira 691,

^ L' i í í i l dT’. UublííiO ^ v l O i n . »h .'M-.- V < ílllc& -

s„:uJ.iliC&4 iíidu t.i" ' S-- iLi^c^j.^ 1Jiilfc. vi^OcrtG


:ji le c ia iig u io d a ^

iri crista] Se ek- íiüíi^c-nis:!, ci ihúú áei


iTiodifica es un rectángulo ''verticu^

^ ^ ’ t'jcua-^ • ’ -I ; crj I c:
(a) dei objeto se .* ^ j '
'^*verticar\

--iidiij.¿xjiaü ir- u.j.oL- V i.viKue coikiUiuLí--


.ííxj3iJ c j
-€|ue la iiriag0 ii j,'.» ‘ ^ ‘ aiitv la posición ^ ^
Taiiibien la ,* i . .ui íl j —us-i nce a la lu- u-

p^.ci^r ic^n sií éj{f .fc-í-í'^í'Á-i 5’^’^ ><vñ-¿


Idi i ^ g e m í tofi mBé Í€ñt€ tis if ii^ t | f
,r uñ^ m é u ^ ^ ífe íS^M v á o r €^e ^emo>\
ívptíH&\¿o ¿i p 0 % r M 1^ ten^

el fel ¿^Tfe% a f e c t a

U l T ñí? ^kn>m, » u .i “ gje f5c4”;z«i\-wt


>-*í í^e ftoritof\t,si so C's* fcrTic^c
L en tes C ilín d r ic a s im

a.

a
- 2
0,50

Figura 69
108 B, ■ S C HC o L N I Co V

Siendo los valores absolutos en todos ios casos los mismos^ varía
solajTa.ente el tamaño de la figura, pero subsiste la semejanza. Lue­
go son sein.ejantes las acciones ópticas de dos cilindros de dife­
rente signo pero igual poder, siempre que sus ejes estén orienta-
dos perpendicularmente entre sí.

Ejemplos:
CIL -f 1 esi 90^ c il — 1 en 0^
C il 4- 3 >5-’ cil. — 3 en 135^
C il — 0,50 en lO? oo c il + 0,50 en 100^

En los casos citados hemos logrado la semejanza de las imá­


genes, pero no la igualdad. Para ello será menester asociar al cris­
tal cilindrico, otro esférico de igual valor y signo positivo,- y al
cilindrico positivo uno esférico negativo tam.bién de igual valor.
La suma algebraica en cualquiera de los dos casos nos dará
poderes iguales y, por consiguiente, la acción óptica será idéntica,
o sea, que las imágenes serán exactamente iguales,

CiL + 3 eje horizontal es igual a cil. — 3 eje vertical combi-


liando con esférico -f 3.

I O 1+6 ¡.^-6
4_„
I I O ^ I

Cil- — verticalj es igual a c il + 6 eje horizontal combi-


n¿mdo con esférico — 6„ ■

Re g las gene ra les.


cilindrico positivo eje vertical es semejante ópti”
camente a iiii cilindro negativo eje horizontal, de igual poder
Y viceversa„
II.— Un cristal cilindrico positivo eje horizontal es semeja
im cristal cilridrico. negativo eje vertical, de igual va
LrENTES C il in d r ic a s 109-

III. — Un cristal cilindrico positivo eje vertical, es ópticamente igual


a un cilindrico negativo eje horizontal, combinado a un cris­
tal esférico positivo; todos de igual poder.
IV .— ün cristal cilindrico positivo eje horizontal, es ópticamente'
igual a un cilindrico negativo eje vertical, combinado con
un cristal esférico nositivo^ todos de igual valor o poder.
V, Todo cristal cih^ndrico negativo eje "vertical es ópticamente
igual a un cilindrico positivo eje horizontal combinado con
un esférico negativo^ todos de igual poder,
V L ---T odo cristal cilindrico negativo eje horizontal, es ópticamen­
te igual a un cilindrico positivo-'feje vertical, combinado con
un esférico negativo^ todos de igual poder.

Ejemplos:

CiL 1 en 10^ ciL4- .1 en 100^ () Esf. 1 .


CiL + 1,75 en 120^ cil. 1,75 en 30^ () Esf. + 1,75
. C il + 2,00 en 175^ cil. 2,00 en 85^? () E sl + 2.00
OL 0,50 en 90^ c il + 0,50 en 0^ () Esf„ ---- 0,50
C il 4,25 en 45^ -> ciL + 4,25 en 135^ () Esf. — 4,25

La razón de las igualdades estudiadas radica en un,a relación


muy simple pero de gran valor práctico:

1) Dos cilindros de igual signo y poder combinados con sus ejes


perpendiculares, dan un esférico.

1-':^ io I--3

Consecuencia de ello es que el cristal cilindrico es. óptica­


mente igual a la mitad de un esférico del mismo signo y poder.
- i'^ea que:
2) Todo cilindro vale ópticamente la mitad de i
fíicjr,

j ií
f 'i l 4~
lio B. S C H C O L N IC O V

Para restar la mitad del esférico debemos^ suprimir uno de


los meridianos, puesto que:
3) El poder de un solo meridiano, es poder cilindrico.
Luego sólo podemos restar, neutralizando uno de los meridianos
del esférico, asociándolo con un cilindro de igual poder y signo
contrario. Gráficamente ello se interpreta muy fácilmente:

1+3 I+3
+3

Luego el cilindro -f 3 eje horizontal es igual a la combinación


del esférico -f 3 con cilindrico — 3 eje perpendicular. Esto cons-
titpye uno de los casos estudiados. Los demás se resuelven de la
misma manera. Todos los cálculo^ son idénticos para posiciones
de los ejes perpendiculares, aun diferentes de las posiciones hori­
zontal y vertical, pues pueden igualmente aplicarse a otras indi-
■naciones teniendo en cuenta que las variaciones de los ejes será
siempre un ángulo recto, o sea 90^

45. Relación entre las secciones principales y los bordes. — Los


bordes de las lentes cilin­
dricas no son de espesor
uniforme co m o o c u r r e
con las e s fé r ic a s , sino
que, se dijo al hablar de
las lentes atisgmáticas, el
mismo es ondulado, te­
niendo dos porciones más
gruesas y dos más delga­
das. Las porciones ensan­
chadas son siempre extre­
mos de una misma sec­
ción. Lo mismo ocurre
con las dos más delgadas.
Estos dos diámetros co­
rrespondientes son per­
pendiculares entre sí.
liEN TE s C il in d r ic a s 111

Considerando el caso del cilindrico positivo se verifica (fig. 70):


a) Los bordes que corresponden al eje son las porciones más
gruesas.
b)' Los bordes que corresponden al contra-eje son las partes
más delgadas»

En las lentes negativas ocurre a la inversa:

a) Los bordes correspondientes a


los extremos del eje son las por^
ciones más finas.
b) Los bordes correspondientes al
contra-eje son las partes más
gruesas.

46. Estnictura de las lentes ei»


líndricasc — Explorando con el es­
ferómetro los diversos tipos de len­
tes cilindricas^ se puede verificar
que las mismas se han obtenido
merced a combinaciones distintas,
siendo los casos posibles de apli­
cación práctica los siguientes:
a) Combinación de una superficie
plana con una cilindrica.
b) Combinación de una superficie
cilindrica con una esférica..

c) Combinación de una superficie tórica con una esférica,


d ) "CoíTi,binacióii de dos superficies cilindricas paralelas.

i) Combinación ^plano-ciUndrica

I 0
.
!O IO

lli L]v_ ii' ÍiCi.6 lux.ii'iiUjL _> 1 \ ^_ i- i i ?ilr llil


112 B» SCH-COLNieO¥

b) Combinación cilíndrico-esferica

1-1 ’ I. +1 I O-
"i i “
! O 1+ 1 I +1

El eje de la superficie cilindrica se trasforma en contra-eje y


el contrae-eje pasa a -ser eje de la lente.
Este tipo de combinación, poco frecuente, se suele utilizar en,
algunas recetiis donde se prescriben cilindricos de alta graduación
y se desea una lente cur¥a. La fabricación en tal caso de una lente
de forma tórica es dificultosa por la gran diferencia que debe
ber entre los dos meridianos de la superficie tórica, y de ahí que
se prefiera una estructura tal como la descrita. Esta combinación,
por otra parte, tiene importancia porque representa la relación
clásica de los cilindricos con la combinación esfero-cilíndrica- que
hemos

c) Combinación tórico-esíética
—3 {+3
ciL + 3
O

^■6 IO
. clL 3

.Este tipo de combinación es de capital importancia e intere­


sante al mismo tiempo, porque se puede obtener una lente cilindrica
de igual valor pero de signo positivo o negativo, variando sola­
mente el poder de la cara esférica. Además se ha obtenido un cristal
cilindrico- sin que ninguna de las caras de la lente sea cilindrica.

d) Combinación hicilíndrica

{+ 1 ' !-f:-2 1+3


+ -
I O I O ■ I O

Cuando se combinan dos superficies,cilindricas con sus ejes pa-


raleloSj se obtiene otra lente cilindrica. Esta asociación es poco
usada salvo también para cilindros de alto poder..
L entes C il ín b r ic a s 1-13

47, Deíeriiiinscioii de los elementos principales de las le ñ te ci^


lítidricas, - Eeconocmiieiit®, El efect© cilindrico. — Observando un
objeto rectilíneo^á través de una lente cilindrica cualquiera, e im-
primiendo a la misma un movimiento de rotación alrededor de un
eje perpendicular a su plano, pasando por su centro tal como ya'
se vió en reconocimiento general, la imagen es animada ,de iip
movimiento pendular característico que hemos también descrié-’",
en. reconocimiento general de lentes astigmáticas y que es denomi­
nado ''efecto cilindrico'*, o también efecto de ‘‘hojas de tijeras''
Suponiendo que el objeto se téatase de una varilla recta colocíacl.a
verticalmente, se constata lo siguiente: Cuando el vidrio ha reco--
rrido un arco de vuelta, la imagen se desplaza también un árigulo
alfa (a). Luego la imagen comienza a desplazarse en sentido coii=»
trario hasta volver a coincidir con la posición primitiva. F^eji
guiendo la rotación de un cristal siempre en igual sentido, ei ángu’ o
alfa empieza otra vez a aumentar en sentido contrario hasta u.i
máximo y vuelve nuevamente a disminuir. Cuando el cristal I’.*»
rotado 180 grados, la imagen coincide con la posición primitr'.""
Con. el objeto de interpretar exactamente el fenómeno, rmisl-
deremos que el cristal posee su eje vertical y la imagen del objef"'-
también vertical coincide en este caso con el eje del mismo (fig. 7¿|
Al girar el eje, también gira la imagen. El mayor ángulo "i-
foima la imagen con su posición primitiva, se alcanza cuan-'i*'^
eje ha girado 45^. Luego el ángulo comienza a disminuir y va^r
cero cuando el eje ha girado 90° para volver a comenzar en sen-^a-
contrario hasta que el eje ha girado 135° y nuevamente disminuye
a cero cuando el eje ha girado 18CF, Luego el fenomeno comienza
nuevamente.
Tomemos el caso de un cristal cilindrico positivo. Cuando el
eje rota un ángulo omega (a>) la imagen sé desplaza un ángulo
alfa (a).
Cuando el eje ha rotado un arco omega en el sentido de las
agujas del reloj, el eje se desplaza un ángulo alfa («) en sentirl^r
contrario a las agujas del reloj.
—Cuando el eje ha rotado 45"^ el ángulo alfa adquiere su valor
máximo.
114 B- SCH C oLN I GoV

—Cuando el valoi omega sobrepasa ios 45"^, aiia comienza a


dismiíiuii
—Guana' omega vale 90°, alfa vale cero grado, o sea que coin™-
cid€ otra vez el eje con la imagen,
—Cuando aumenta omega, la imagen se desplaza en el mismo
sentido que el eje.
—^Alfa adquiere el valor máximo cuando omega vale 135-.
—Luego comienza a disminuir hasta que omega vale 180®.
—Cuando omega vale 180^, la imagen coincide con el eje.
—Luego el fenómeno comienza nuevamente, puesto que el cris­
tal es simétrico.

ijj s o ^ iw> Ui

72

el deSpia-i-. aU -«l U -I
‘ __ " vi J:::,pl jt'Su. * Lc:íl l Cv/Ii
T^aiio al j- l i i ^^
i . uuc.-id ^V~ ", Iv. ^ _ v’ _ ci í C i. c:2 i ^ í

il ü L i c S i.Ucr-1^ dii 4 ' la -1'^ 01 l i J ü x.;U«c Ollí-^lc.

O sea, q u e ei c^iccio pciHiu iai eí ixiibiiia b c i. u d o la ^ota-


Líoií üci rrisfai
L en tes C il in d r i c a s 115

Si el objeto observado está constituido por dos líneas cruzadas


perpendiculares entre sí (rectículo), el desplazamiento simultáneo
de las imágenes de ambos trazos es semejante al movimiento de
las hojas de las tijeras; de ahí que se lo conozca precisamente bajo
la denominación de “ efectos de hojas de tijeras'^
Determinación del signo.'— El signo positivo o negativo del
cristal cilindrico se reconoce en general según que la imagen se
desplace en el mismo sentido o en sentidr contrario en que se mue­
ve la lente, siguiendo la dirección del contra-eje. Desde luego en

“~T

á
Figura 73

la dirección del eje, al no haber acción óptica, es imposible deter­


minar convergencia positiva o negativa.
Determinación del eje. — a) Ubicación: El eje en los cristales
cilindricos positivos es paralelo al sentido más corto de la imagen
respectiva, y en cilindricos negativos es paralelo al sentido más
largo, tal como hemos verificado anteriormente (fig. 73).
Habitualmente cuando se procede a marcar el eje, se localiza
la iigura (a) del gráfico anterior, si se desea marcarlo vertical-
’ o LN I Co V

rn-í^nte o la figura (b) si desea marcarlo horizontalmente, tratán­


dose de lentes positivas. En camBio, cuando dicha operación se
deba realizar con lentes negativas, se utilizarán las imágenes de la
[lisura id) para marcar el eje verticalmente, o de la figura (c)
tíiarcar el eje horizontalmente.
J técnica a emplearse puede ser la siguiente: se observa a
f~^ves de % lente un objeto de forma preferiblemente cuadrilátera,
como una ventana, un cuadro o un objeto similar. Se hace girar
If'-it-amenté el cristal hasta obtener la imagen de la misma, ya sea
’^'irarichada o alar»
gada; esto es. que
la visual “ se halle
colocada sobre las
secciones principa­
les de la lente^’. En
este caso las imá­
genes que se obser-”
varán corresponde­
rán e los casos de-
tsíindo.'i eti el grá­
fico de la fig. 73.
Luego se elegirá
de las dos posicio­
nes típicas para las
lentes positivas o
neúai 1 ' q-’jella
^ ' r.iós
e'-^Txri^e^He
^ r r d iUr^I^^»“o del eje.
í qui • fs pretieren ^^legir las posiciones (a)
I'-c^fi v-Rs V Ja fd) para las negativas, esto es. que el
^1" ^ c^os *^3sos esta orientado verticalmente,
P , r>-''iiíst3ncia?^ rconsejable elegir las otras dos
nrsi*'5r:i "i’ ' ^ . " * 3? 0 '-'‘ieirlado horizontalmente.

c, _ I «I- i>. ^ r^. cr I'• c- e. %¿a


iH ^ - E' Iií u- , a/..! ' di j sfí ce ¡:upiu§
>r. fíete rrJ j, " ' ' • , ! vreMreii^ñPt rcr.>ínr,n
L entes C il ín b r ic a s 117

adecuado. Estos rectículos están formados generalmente por dos


txazos perpendiculares entre sí, similares a los utilizados para
determinar el centro óptico de las lentes esféricas. Pero llevan
además en su parte central, dibujado un cuadrado o bien dos o
tren drci'nferencias concéntricas o ambas cosas a la vez (fig. 74).
orientado el eje, por ejemplo en forma ver-
c- e?l'?cará la lente paralela al rectículo a una distancia ade-
según la potencia del vidrio, por lo común alrededor de los
ciiij / re siiista la posición del cristal hasta que el efecto cilín-
ciiieo no sea perceptible^ o sea, aue el ángulo alfa (desplazamiento

l-
1 .

de los trazos) ^ por consecuencia la prolon­


gación cié Icr p 'r fu?rr v dentro de la lente, tal como se
ve en la figura 7f,
- Ajustado ecnvCDicntcíiicntc el cristal, se hace un pequeño trazo
en la parte superier y imo similar en la inferior con lápiz dermo-
gráfico. Se retira el cristal y por medio de una reglita se controla
que este*? trarcs ?e hallen en la in-isma línea. En algunos casos se
pueden unir. A continuación se rrfarcan dos pequeños puntos si­
guiendo una dirección perpendicíJru ai eje, o sea que se establece
de esta romanera la posición del conlra^eje. Por último, una pequeña
118 B. SCHCOLNICOV

crjacecita eíi el centro del cristal indicará la intersección del eje


y el contra-eje.
El cristal así marcado tendrá el eje determinado por los dos
trazos gruesos; el contra-eje por dos pequeños puntos y la pequeña
crucecita central actuará a los efectos del centrado, de la misma
manera que el centro óptico de las lentes esféricas (fig. 76).

Con el fin de realizar la operación antes citada en forma más


éxacta o cómoda, se suele utilizar en algunos talleres el instrumento
denominado centrador el cual facilita la tarea. Este aparato*se halla
sin embargo prácticafnente en desuso puesto que los insírumentos
modernos de medida de la potencia, tales como el frontofocómetro,
vienen provistos c^e los accesorios necesarios, no solo para marcar
el eje o el centro óptico de las lentes sino que también para orientar
el primero, según la inclinación requerida en las recetas oftálmicas.
L entes C il ín d r ic a s 119

48. Determinación de la potencia» — La determinación de ia


potencia de las lentes cilíndricas puede realizarse por diversos pro­
cedimientos según cual sea el poder requerido, aún cuando tratán­
dose de lentes delgadas dijimos que el valor numérico de los mismos
es similar en todos los casos,
a) Determinación del poder por medio del esferómeiro: La líc-
terminación del poder utilizando el esferómetro en el caso oe
lentes cilindricas, no difiere en su delineamiento general aei
dimiento utilizado para las lentes esféricas. El método consiste -la­
mente en determinar la potencia de cada una de ias superficies
componentes y representarlas gráficamente, procediénduse iuego
a la suma de los meridianos paralelos para obtener el pode» .iu lab
dos secciones principales. El resultado obtenido en cada caso tcu-
ponde a las posibilidades consideradas al tratar la extruciiu.^
las mismas.

4i. Neutralización ' de las lentes cilindricas» — Para proceder a


la neutralización de las lentes cilíndricas se debe
cilindrica de signo opuesto orientada con si: ^ «
mera ....
120 B, SCHCOL. KICOV

acciÓB óptica. La lente cilindrica puede neutralizarse, cuando w i -


camente interesa determinar el poder, ■en ausencia de probines
cilindricos, por medio de lentillas esféricas; pero teiiiendo la pre­
caución de observar la desaparición de la acción óptica solamente
a lo largo de! coníra-pj»'-*
También puede verificarse la posibilidad de neutralizar una
lente cilínr^^ica con una combinación óptica equivalente a
antagónico, tal como tendremos oportunidad de ver al ocunarnn^
de las Inversiones o Transposiciones. Así por ejemolo, iiBa, lenie
cilíndrica^— 3 se podrá neutralizar mediante la asociaelí^r,
esférico 3 combinado con un cilínd««r.i
pendicular -al prirnero.

5§, Ciiincir© neiitrci. — Una lente. eilíridrka cuvo


neutralizada constituye como es obvio un cilindio oplicaiT.^rv5"P peli­
tre o un sistema cilindrico afocaL En este aspecto las dos
principales deí mism.o corresponderán a las de un sistema áp hrznm
de caras paral'^f^s.
Si nosotrc’s consideramos dos superficies ciJíndricís,^ pzTsJfínu
tales como se ven en la fig 78, las mismas constitiiirár- im
sin poder en amores :nes
!
principales, a pe^sj con­
i servan exteriormeríte el as­
\ ■ pecto cilindrico; pero la accdón
'X ^ óptica que caracteriza a este
tipo de lente ha desaparecido.
i 1 Estudiando las secciones p rio-
cipales se verifica- que aque-
lia que corresponde al eje es
una lámina de caras paralelas
F i g u r a 78 P^^na y aquella que corres­
ponde al contra-eje igualmen­
te neutralizada, constituye una lámina de caras paralelas, cur\^a,
curva., ■
LENTES ESFEKO^CILÍNDRICAS

Las lentes esfero-cilíndricas son lentes astigmáticas que se ca­


racterizan porque poseen poder convergente en sus dos secciones
principales.

Sl« Marclia ele ¡os rayos, — Un haz de rayos luminosos parale­


los al eje principal, luego de refractarse forma dos planos princi»
pales de rayos que determinan dos líneas focales de acuerdo a los
lineaíiiientos que hemos visto al tratar lentes astigmáticas en
general (fig. 79).

Lógicamente tratándose de una lente esfero-cilíndrica negativa


la marcha de los rayos será diferente Cfig. 80).
122 B. S CHCo LN I Co V

Existe un tipo especial de lente esfero-cilíndrica con una de


sus secciones principales de convergencia positiva y la otra ne-

gativa. En este caso la marcha de los rayos será también distinta.


(fig. 81).

52. Expresión de la potencia. — La potencia de una lente esfe­


ro-cilíndrica queda expresada de acuerdo al principio general, por el
poder de sus dos secciones principales. Si nos referimos por ejem­
plo al poder focal, como la lente tiene dos distancias focales, ten­
drá por lógica dos poderes focales.
Así supongamos que uno d e ' los planos de rayos tiene su foco
a 200 mm. (Fh) y el otro a 125 mm. (Fv).
L entes E sf ero - C iiín d r ic a s 123

Los poderes serán:


1000
Fh

ÍOOO
Fv -
125
El poder convergente de las dos secciones principales- será
+ 8 y -f- 5 respectivamente.
Luego el poder de las lentes esfeto-cilíndricas estará' expresa-
da por dos valores diferentes^ correspondientes a sus secciones
principales.
Debe tenerse,en cuenta que las diferencias de poderes conver­
gentes para ambos meridianos no se refiere en realidad al valor
numérico, sino sobre' todo al signo, pues tendremos oportunidad
de estudiar un caso de lentes esfero-“CÍlíndricas con poderes apa--
rentemente iguales en ambas secciones principales pero de dife-
rentes signos. Si el signo fuese el mismo la lente sería esférica.
El ejemplo considerado -f- 8 y + ^ se puede trasladar a un
caso simple, como correspondiente a im cristal oftálmico formado
por la combinación de una cara esférica y otra cilindrica (fig. 82).

7
Figura 62

+5 10 t-fs

■+-5 1 +3 1 +8

la lente se halla f
esférifco de más cinco dioptrías y un casquete cilindrico de más
tres dioptrías, con las cuales obtenemos dos secciones con los po­
deres antedichos. El esferómetro revela la extructura según la
combinación anotada, pero el banco óptico nos dará los poderes
124 B. SCHCQLNI COV

de las secciones principales según las inversas de las distancias


focales.
De acuerdo a ia extructura esferométrica, el ejé de la
cíe cilindrica constituirá la sección- de menor poder de la
y en cambio el contra-eje constituirá la sección de mayor po-!er
Por extensión, se denomina Eje de la lente esfero-cilindr!^ a
la sección de menor poder o sección de ‘'mínima” y se denomii"--
contra-eje a la sección de mayor poder o sección de ''máxima''
En realidad estas denominaciones son más bien de car-^rt-
orientativo pues como se verá enseguida, cualquiera lis
clones principales puede ser considerada como eje t%! crü tai
En definitiva, si la lente se supone delgada, una sección cual­
quiera tiene por potencia la suma algebraica de los meridianos
paralelos de ambas caras. De ahí resulta que la potencia esfero­
métrica váría igual que en .cilindros^ en forma regular y progre­
siva. de ue valor mínimo-‘sobre el eje hasta un máximo sobre el
contra-eje.
En el ejemplo citado tendremos: la potencia de un meridlanc
cualquiera de! esférico La de im meridiano cualauie^^^’
superficie cilind
F -en" «
La potencia total de! lente en ese par de meridianos paralelos
sera:
Pe + Pro . sen-

Sobre el eje del cilindro, donde Alfa es igual a cero, ei poder


será solamente el de la superficie esférica: Fe y en cambio sobre
e! contra-eje será:
Pe Fm

En tal forma, la sección de mínima tiene solamente el poder de


la superficie esférica o simplemente poder esférico y la sección
de máxima la suma del poder esférico más el poder cih'ndrico,
1+5 (poder esférico)
-—i—-
j + 8 (poder esférico, más poder cilindrico)
El poder cilindrico será la diferencia entre los poderes de a
secciones principales.
L entes E s f f p o - C *^ ^ 125

La fórmula del cristal puede escribirse así:


Esférico - f 5 '( ) Cilmdrico -f- 3-
Pero teniendo en cuenta qué cada sección principal en reali­
dad representa aisladamente un poder cilmdrico, tendremos otra
fórmula del mismo cristal:
CIL + 5 C ) c il + B dz
Aunque se trate de diferentes expresiones, se refieren a! mismo
cristal, puesto que el poder de sus secciones principales. es en.
ambos casos el mismo. De ello se deduce la siguiente ley ■genera!:
''Dos lentes oftálmicas que ténganla misnm potencia sobre sus
secciones principales tienen las mismas propiedades ópticas aun­
que sus extructuras sean distintas"'.

Fórmulas posibles para el cristal esfero-cilíndricú. — Hemos


visto en el ejemplo tratado que el cristal cuyos meridianos son
5 j 8 pueden tener dos fórmulas distintas cada una de las
cuales corresponde a una estructura típica (fig, 83),

+5 +3
Esf. -4 5 O c:L + 3 (fig.

o también (fig. 84).


i (1

i O
CU. -f 5 O cil 4-
126 B. SC H G oLN I Go V

Pero existe una tercer fórmula que deriva de otra extructura y


donde la suma de los meridianos arroja
secciones principales también con valores
similares a las dos anteriores (fig. 85).
En toda^ ellas^ las formas de las lentes
varían notablemente.

1+8 +5
+8 l “^ 8
Esf.

Aquí tenepios otro ejemplo;

—1 1-^5
áTV ^ I
1)
I O ! —4
Esf. — 4 O cil. — 1 eje H

'O 1-^5
2)
. i +1

Esf. — '5 o ciL -f 1 eje V

IO
3) -+ ■
O I -~-4
.cil — 5 eje H O cil

En la fórmula 1 denominando a'"la cara esférica E y a la cilin­


drica C tendremos que sobre el eje de la superficie cilindrica, la
potencia de G es nula y la potencia total de la sección será la
esférica^ tal como yo establecimos anteriormente. Según el contra-
eje^ el poder total será E + C-
Sin embargo en el ejemplo número 2 las cosas se invierten. Sien­
do que el valor máximo de la sección se obtiene sobre el eje de la
superficie cilindrica que pasa a ser contra-eje del cristal. Como
consecuencia el valor mínimo corresponde a la suma de E más C
que tienen signos opuestos, pasando esta sección a ser eje del cristal.
L en tes E s fe r o -C ilín d r ic a s 127

Fuera de las tres formas que hemos visto, las lentes esfero-ci-
líndricas pueden tener gran número de extructuras que derivan
de diversas combinaciones pero no existen en ningún caso más que
estas tres fórmulas para una misma lente^ que derivan como vimos
de tres extructuras típicas.
Estas fórmulas esferométricas se denominan: Fórmulas estero-
cilíiidricas directa e invertida y fórmula bicilíndrica.

Cil. — 5 eje H O cil. — 4 eje ¥ -> Bicilíndrica

Esf. — 4 0 cil — 1 eje H Esf.-ciL directa

' Esf. — 5 0 .cil. i eje V Esf~cil. invertida

l.a fórmula esfero-cilíndrica directa se caracteriza porque el


poder esférico y el cilindrico tiene igual signo. La fórm^ula esfero-
cilíndrica indirecta o invertida se caracteriza porque el poder es-
íéiico y el cilindrico tienen diferente signo. Solamente en caso de
las lentes esfero-ciiíndricas denominadas ^‘cruzadas” ambas for­
mulas esfero-cilindncas poseen diferente signo en sus dos expresio
nes. L a s ' lentes esfero-cilíndricas cruzadas corresponden a un tip^*
mixto; positivo en una sección principal y negativo en la otra.

CiL — 4 eje H O' cil. -f- 1 eje V

Esf. ^-4-- I o cü. — 5 eje H


-1
Esf. — 4 O cil. 4^- 5 e-je V

53. Deducción de las fórmulas respectivas a partir de las sec­


ciones principales. — Conocidos los valores de las secciones princi­
pales de las lentes por cualquiera de los dos procedimientos ya
consideiadoi o cualquier otro, se debe obtener a partir de ellas las
tres lormulas correspondientes al cristal.
I. ■ - El poder de la lente es siempre el poder de sus dos secciones
principales.
IL — El poder de un solo meridiano o de una sola sección es siem­
pre poder cilindrico.
r?. aCÍICOLNICOV

I l L — El c.f. puede considerar originariamente como


fo rm ad o p o r dos cilindros de igual signo y valor con sus ejes
cruzados.
IV\.-E l poder esfero-cilíndrico resulta de la combinación de dos
'jricíos i^fereiites con sus ejes cruzados.

“ ^ ’ cas quedan reducidas a dos secciones pT’in-


r :j:o o :5 . igim les.
b) Las lentes cilindricas a una sola sección principal,
c) ^ ''"f cilindricas o bicilíndricas a dos seccio­
n es p r in c ip a le s diferentes,

oc.úpi esférico es el de una de las secciones y el


í' .-1 ^^:rá la suma del esférico más el cilindrico,
f ^^-tando una de las secciones a la otra obtendremos el
’ ' .ilííidrico, puesto que por lógica consecuencia el poder
riL'.idrk’ o es la diferencia entre ambas secciones.

Así:
1+5 (Poder esférico)

1 -+'S (P oder esférico más poder cilin d rico)


i
f u 8) (+ 5) - 4- 3,

^ ' I o^u'iia será:

Esférico -L 5 ( ) cil. - f 3

Si invertimos el procedimiento
+5 (P oder esférico más poder cilin d rico)

+8 (Podei- esférico)

Luego

(4- 5) — í - f 8) 3, luego .será Esférico 4- B ( ) cil, 3

que como hemos visto anteriormente es la segunda de las fórmulas


posibles ,de la lente esfero-cilíndrica.
L en te s E sfero- C il ín d r ic a s 129

La tercera es simplemente el poder de las secciones principales,

cil. ~|- 5 ( ) cil. 8

Con carácter general se puede aplicar la siguiente ley:


a) Se toma una cualquiera de las secciones como poder esférico.
b) Se resta este poder de la otra sección y se obtendrá el poder
cilindrico.
El estudio de las tres fórmulas permite establecer definitiva-
■mente qtte:

I. —‘ La fórmula bicilíndrica corresponde al poder de las dos sec­


ciones principales (es desde luego la más razonable).
II. — Los poderes esféricos de ambas fórmulas esfero-cilíndricas son
los dos poderes de ambas secciones principales.
III. El poder cilindrico es la diferencia de ambas secciones,
•IV. — El poder cilindrico de una fórmula esfero-cilíndrica varía
con respecto a la otra en signo y en inclinación, sumando o
restando noventa grados, o sea 90°.

Algebraicamente, denominado E y C a los poderes esféricos y


cilindrico primitivos de la fórmula esfero-cilíndrica directa, ten­
dremos:
E O C en (0°
a) —....................... .............................. .......... Esf.-cil. directa
nI
(E + G) O C en 90^ ,
b ) ‘----------------- . . . . . . Esf.-ciL mdirecta
i
(E4-C) en 03 O E en o) ± 90° . .
c) ................................................. ............ Bicilmdrica

54. Inversiones o transposiciones. — Se denomina habitualmen­


te inversión o transposición al pasaje de una de las fórmulas es­
fero-cilíndricas a la otra o bien a la bi-cilíndrica y viceversa. Si
bien esta operación se aplica para las lentes esféricas y cilíndri-
cs, es de general utilización o sobre todo en la esfero-cilíndrica.
Conociéndose el poder de las secciones principales, y aplicando la
ley ya vista, el procedimiento es simple y sencillo; pero en la
práctica, el óptico lo que posee es una de las fórmulas. De ahí que
130 B. SCHCOLNICOV

obtener las secciones principales a partir de ella y luego las otras


dos, es un procedimiento demasiado largo. Aplicando simplemente
tres leyes generales puede solucionarse el problema.

I. — Para pasar de una fórmula esfero-cilíndrica a la otra fórmula


esfero-cilindrica se procede así:
a) Se suman los poderes esférico y cilindrico de la fórmula
y se obtendrá el poder esférico de la inversión.
b) Se cambia de signo y de eje el poder cilindrico primitivo
y se obtendrá el poder cilindrico de la inversión.

II. — Para pasar de la fórmula esfero-cilíndrica a la correspon­


diente bicilíndrica, se procede así:
a) Se suma el poder esféric® con el cilindrico de la fórmula
y se obtendrá el primer cilindrico de la inversión, mante­
niendo el eje primitivo.
b) El poder esférico primitivo se pasa a cilindrico' con eje
perpendicular al anterior. Se obtendrá el segundo cilin­
dro de la inversión.

III. — Para pasar de la fórmula bicilíndrica a cualquiera de las fór­


mulas esfero-cilíndricas, se procede así:
a) Se pasa uno de los cilindricos de la fórmula a poder es­
férico de la inversión.
b) Se resta este valor del otro cilindrico primitivo y se obten­
drá el poder cilindrico de la inversión manteniéndose el
eje del mismo.

Como vemos esta tercera, regla no es ni más ni menos que la


que vimos para obtener las fórmulas a partir de las secciones prin­
cipales.
Ejercicios:

I. — Esfero-cilíndrico a Esfero-cilindrico,

Esf + 4 O Cil + 2 en 10^ Esf + 6 0 Cil 2 en 100^

Esf — 3 O Cil — 1 en 90^ ^ Esf — 4 O Cil -h 1 en 0^

Esf + 3 0 Cil 6 en 60^ Esf — 3 O Cii + 6 en 150^


L en tes E sfero -C h ín b r ic a s 131

II. — Esfero-cilindrico a hieilmdrico.

E sf+ 6 O Cil + 1,50 en 95??=Í cil + 7,50 en 95' o «1 + 6 en 5»

E s f-3 o Cil—0,50 en 45^?±Cil—3,50 en 45^ () Cü—3 en 135“

III. — Bicilíndrico o esjero-cilíndrico.

Cil + 2 en 909 o Cil+1 en 09 -> Esf+2 () Cil—1 en O?


^ Esf + l O Cll+1 en 90í>
Cil—3 en 1109 () Cil—4,50 en 209 Esf—3 () Cil—1,50 en 209
^ Esf—4,50 O Cil + 1,50 en 1109

Método algebraico. — Se pueden resolver las inversiones tam­


bién aplicando un simple método de suma algebraica, previo reem­
plazo de los poderes cilindricos por su equivalente de la asociación
esfero-cilíndrica, o sino también cuando se desea obtener la fór­
mula bicilíndrica, recordando que todo esférico es igual a dos cilin­
dricos cruzados de igual signo y poder.

Ejemplos:

L — Para pasar de la fórmula esfero^cilíndrica a la inversión es~


fer0“cilíridrica se reemplaza el cilindro por su equivalente.

Esférico + 2 ( ) Cil + 4 eje H

reemplazamos el cilindro
i
-1
i Esférico + 4 O Cil — 4 eje V |

sumamos

Esférico + 6 ( ) Cil — 4 eje V

repitiendo la operación se vuelve a la fórmula primitiva

Esférico — 4 { ) Cil + 4 eje H

Esférico + 2 O Cil + 4 eje H


132 B. SCH CO LN ICO V

II. Para pasar de bicilíndrico a esfero-cilíndrico se utiliza el


mismo procedimiento:

Cil + 1 eje V¡ ()■ Cü -f 2 eje H


“-'-'i
I Esférico + 1 O Cil — 1 eje H

Esférico + 1 O Cil 4- 1 eje H

La misma operación se puede realizar con el otro cilindro.

Cil 4- 1 eje V () Cil + 2~eje h |

I Esférico + 2 O Cil — 2 eje V |

Esférico ■4- 2 () Cil 1 eje V

I I L P a r a - pasar de esfero-cilíndrico a bicilíndrico se reemplaza


el poder esférico por su equivalente bicilíndrico y se suma
como anteriormente.

i Esférico 4- 4 1 () Cil + 1 eje V


' '
Cil -f 4 eje H () Cil + 4 eje V

Cil -f 4 eje H () Cil -f 5 eje V

55. Extructura de las lentes esfero-cilíndricas. — La extructu-


ra de las lentes esfero-cilíndricas responde siempre a combina­
ciones que dan como resultado la aparición de las dos secciones
principales características con diferentes poderes. No todas las
combinaciones posibles son aplicables, de ahí que sólo nos refe­
riremos a aquellas que se utilizan habitualmente en la manufac­
tura de las lentes oftálmicas. El esferómetro como siempre es el
instrumento que permite la exploración de las superficies de la
lente y determina por consiguiente su extructura característica.
L en tes E sféro- C i l ín d r ic a s 133

Las combinaciones habituales para dichas lentes son las si­


guientes:
a) Superficie esférica con superficie cilindrica.
b) Superficie tórica con superficie plana.
c) Superficie tórica con superficie esférica.
d) Superficie cilindrica con superficie cilindrica.

Si bien existe la posibilidad de combinar superficie tórica con


cilindrica o tórica, ellas no son empleadas en la fabricación de
lentes.
Combinación esférica-cilíndrica
1+5 |0 i-^5
--- 1—— Q ----1---- -> --- j—-
1+ 5 I +1,50 I rí>,50

El método gráfico demuestra que la sección de menos poder


corresponde al valor de la superficie esférica y la sección de mayor
poder, a la suma del poder esférico más el cilindrico.
Ambas superficies del cristal pueden tener igual o diferente
signo.
I. — Esférico positivo y cilindrico positivo.
II. — Esférico positivo y cilindrico negativo.
III. — Esférico negativo y cilindrico positivo.
IV. — Esférico negativo y cilindrico negativo.

El primer caso corresponcfe al ejemplo ya visto.


II. — En el segundo caso:

l+G |0 ¡+6
— I— . *3 — [___ “ H—
14-6 1 —2 í +4

Se puede comprobar que la sección de menos poder es la suma


del poder esférico y el cilindrico de las caras. En cambio la sec­
ción de mayor poder es el valor de la superficie esférica.
Un ejemplo interesante es el que sigue:
- 2 1— 3 1
Q ----------------
' -^2 1 0 ! +2
134 B. SC H C O L N IC O V

Se ha obtenido una lente esfero-cilíndrica cuyas dos secciones


principales tienen diferente signo. Es la denominada '‘cruzada’'. No
se puede en este caso definir, cual será la sección de mayor poder
o cual será la de menor poder, lo que en cierta forma tiene su
importancia porque habitualmente, la sección de menos poder
se toma como eje de la lente astigmática a los efectos de su orien­
tación en las recetas. Este tipo de lente se obtiene toda vez que
el poder cilindrico es de diferente signo y mayor, poder que el
esférico.

III. — Los ejemplos correspondientes son similares en su inter­


pretación a aquellos del caso ,L

|0 1-^
—3

IV .— Esférico negativo y cilindrico positivo.


En estas combinaciones se hallan repetidas las posibilidades del
caso II pero invertidos los signos,
a) Cilindrico menor que el esférico

+2 —3
O
\j —
1 -~5 0 —5

b) Cilindrico mayor que el esférico

—3 I-f.4 1+1
—3

Resumen:

h En los casos I y II el meridiano de menor poder, tiene la


la potencia esférica y contiene el eje de la superficie cilin­
drica. Es a su vez eje del cristal. El meridiano de mayor
poder es igual a la suma del poder esférico más el contra-eje
cilindrico. Es a su vez contra-eje del cristal.
2. En los casos II y IV, el meridiano de mínima es la suma del
poder esférico más el poder cilindrico. El meridiano de mayor
poder contiene solamente el poder esfér ico y el eje de 1?
superficie cilindrica.
L entes E s f e r o - G il ín d r ic a s 135

3. El concepto de meridiano de máxima y de mínima tiene mas


bien carácter orientativo y así en el caso de las lentes esfero-
cilíndricas denominadas cruzadas, no tiene aplicación direc­
ta, pues cualquiera de los dos meridianos principales puede
considerarse como de máxima o de mínima. Esto también
vale como sabemos para los otros tipos de lentes esfero-
cilíndricas-
b) Combinación de una superficie tórica con una plana.
Como la superficie plana no altera los valores de la superficie
toricas, las secciones serán las que se deducen directamente de esta
ultima.

-f-6 0 + (i

+7 0 + 7

0 — ] ,r>o

-o .r .u
VJ
o —o,r,íi

c) Combinación de una superficie tóñca con una esférica.

En este tipo de combinación encontramos el mayor número de


posibilidades, según las potencias y los signos de las superficies
componentes.

A) Ambas superficies tienen igual signo.


B) Ambas superficies tienen diferentes signos.
A) Superficies de igual signo:
No tienen actualmente mucha aplicación correspondiendo al
tipo de lentes denominadas tóricas chatas.

+2 +1 +3
\j
- f fj ffi

B) Superficies de diferentes signos.


Constituyen el grupo de las denominadas lentes “ tóricas cur­
vas” de uso actualmente difundido. Influye desde luego como en
todos les casos la relación entre los poderes de la superficie esfé­
rica y la tórica.
136 B. SCHCOLNICOV

I — Esférico mayor que ambos meridianos tóricos.


—3 ■ 1+3
■ O — _—I-
I +6 ™~4 I +2
Se obtiene una lente con el signo de la superficie esférica.

II. — Esférico de menor poder que los meridianos de la superficie


tórica.
H3 1+4 1+1
G- ----^
---- ----1----
I -3 1+7 I +4
Se obtiene una lente con el signo de la superficie tórica,

III Esférico de igual poder que el meridiano tórico menor*


1+ 2 —2 IO
i- —
i +2 I ■ I -3 .

Se obtiene una lente cilindrica pura con el signo de la su­


perficie tórica.

I¥. ~ Esférico con igual poder que el meridiano tórico mayor.


!+G H4
1 +6 I I O

Se obtiene una lente cilindrica pura con el signo de la su­


perficie esférica.

V. — Esférico de valor intermedio entre ambos meridianos.


1+4 1--6 1 -2
---- O, . -----h--;
I + 4 I — 3 ! +1

Se obtic 'e un _ lente de las denominadas cruzadas o mixtas.


Es fácil comprobar, pasando revista a los ejemplos considerados
la multitud de posibilidades que arroja este tipo de asociación. En
efecto, manteniendo constante la superficie tórica, y variando sola­
mente el signo y el poder de la superficie esférica es posible obtener
un determinado valor cilindrico puro, positivo o negativo y todas las
series de combinaciones de este cilindrico con el poder esférico para
L e n t e s E s f e r o - C i l í n d r ic a s 137

dar la lente esférica cilindrica. El cilindrico es el único valor fijo


y corresponde a la diferencia entre los meridianos de la superficie
tórica.
Por consiguiente este procedimiento de fabricar lentes es el
mas economico.

56. Las formas de las lentes astigmáticas. Lentes tóricas. — De


la misma manera que las lentes esféricas, las astigmáticas püeden
ser chatas o curvas, según que ambas caras posean el mismo signo
o bien signos diferentes. A. su vez, tanto las lentes chatas como las
curvas se subdividen según que en s # extructura entre una super­
ficie tórica o que no exista la misma, en lentes de forma tórica y
lentes de forma no tórica. De ahí que tanto las lentes chatas como
las curvas pueden ser tóricas o no tóricas. Por consiguiente para
que la lente pueda ser denorrtinada “tórica” es menester que una
de sus caras sea tórica. La superficie tórica puede ser positiva o
negativa..
La clasificación general de las lentes astigmáticas queda de la
siguiente manera:

Chatas I positivas
negativas

Lentes de forma tórica ^


^ positivas
Curvas
negativas

positivas
Chatas
1 negativas
Lentes de forma no tórica
positivas
negativas
l
El grupo de las tóricas curvas es actualmente la forma más
utilizada para la fabricación de lentes oftálmicas astigmáticas.
13 8 B. SCHCOLNICOV

En toda lente torica, se denomina Base, al meridiano de menor


poder de la superficie tórica. Por consiguiente existe una diferen­
cia notable con lo que hemos definido como base en las lentes
esféricas.

57. Obtención de una lente de forma tórica curva. — Existe el


problema de calcular las superficies de una lente oftálmica astig­
mática, correspondiente a un poder determinado y cuya forma
BA

Ct L, + 0
tsf ~

5u|í. lor u,*.


Figura 86

sea tórica curva. En estas c ircunsiancias también se establece la


base en que se desea el crista]
Para obtener dicha lente se procede así:
I. —■Se colocará a la base el signo del cilindrico de la fórmula.
II. — Se construye la superficie tórica así:
a) El meridiano dé mínima será el podér de la base.
b) Se suma la base al cilindrico de la fórmula, y se obten­
drá el meridiano de máxima.
III. — Se resta la base, del esférico de la fórmula, y se obtendrá
la superficie esférica del cristal.
Luego, en todo cristal tórico curvo, la superficie tórica, tie­
L e n t e s E s F E R o - C iiiN im ic A S 139

ne un meridiano cuyo valor corresponde a la base con el signo


del cilindrico. El meridiano de máxima es la suma del cilindrico
de la fórmula más la base. Por último, la superficie esférica del
cristal es el esférico primitivo menos la base (fig. 86).

Ejemplos:
Esférico + 4 ( ) Cil -f 2 (base 8)
1+8 <e~ Meridiano de m ínim a (base con el signo del cilindrico)
I 4-10 <— Meridiano de máxima (cilindrico más la base)
1-^4 .(+ 8) + (+ 2)
j —4 ^ Superficie esférica (Esférico de la fórmula menos la base:

Cilindrico + 3 (base 6)'


+6 -^6 ' IO
—. O — H-
1+9 1-^6 I +3
Como no hay esférico, el poder de la superficie esférica debe
anular un meridiano de la superficie tórica.

Esférico — 3 cil — 1 (base 6)


1—6 +3
I -7 +3
Cil — 3 base 7
1-7 1+7
H—
-10 +7
Cuando en la fórmula, la base tiene igual valor que el poder
esférico, el cristal resultante es tórico chato.

Esférico + 7 ( ) cil + 1 (base 7)


1+7 0 +7
+8 0 I +8
Tórico chato
Si el poder esférico tiene igual signo que el cilindrico pero es
mayor que la base, el cristal según la fórmula directa no se puede
realizar. Es menester invertir.
14U B. SCHCOLNICOV

Esférico + 6 O cil 4- 1 base 4


1+4 IX 1
+5

No se puede realizar
Invirtiendo
Esférico + 7 () cil — 1 base 4

1 + 11
T +11 +6
En todos los casos, para lentes astigmáticas, salvo el ejemplo an­
terior, existen dos lentes tóricas de bases iguales pero de signos con­
trarios y ejes perpendiculares que le son equivalentes. Una corres­
ponde a la fórmula directa y la otra a la inversión.

%-T^ Esférico + 3.50 () cil + 0,75 (base 6)

I +6 1— 2,50
-i- — I—
i -G jr j I -—2,50

J
Esférico + 3 O cil + 2 base 8
¥ig. 87 (a)
'-8 Í--5

; +10 " j -^--5

F ó r m u l a s e g ú n i n v e r s ió n : Fig. 87 (b).
Esférico + 4.25 () cil — 0.75 base 6

1-6 + 10,25

—0,75 I +10,25

Fig. 88 (a) Esférico + 5 O cil — 2 base

Í+ 13
j__
—10 1 +13 Fig. 88 (b)
L e n t e s E s f e r o - C i l ín d r i c a s 141

58. Relación entré la forma de las imágenes y la posición de


los meridianos principales. — Todo cuanto se ha dicho respecto
a las lentes cilindricas, se puede aplicar perfectamente en las len­
tes esfero-cilíndricas. Si sé analiza el fenómeno producido^ cuando
se observa una figura de forma cuadrada a través de una lente
esfero-cilíndrica cuyos vayores sean respectivamente en sus sec­
ciones + 3 y 4- 1; veremos que la imagen de dicha figura, será un
rectángulo orientado según los poderes de dichas secciones (fig 89.
SI fenómeno corresponde exactamente al que ocurre con una
lente cilindrica, orientada con su eje en el sentido de la sección
de mínima de la lente esfero-cilíndrica. Solamente se suma el
efecto esférico que aumenta proporcionalmente, tanto a la sección
de mínima como la de máxima, pero prevaleciendo siempre el

Figura 89

exceso de aumento en el sentido de la sección de máxima.


La interpretación de recetas, por consiguiente, con lentes esfe­
ro-cilíndricas, es idéntica al caso de las cilindricas puras, pues se
opera com.o si se tratase solamente de dichas lentes.

59, El poder de las secciones principales oblicuas en las lentes


esfero-cílFndricas, -- Considerando que la lente esfero-cilíndrica
obedezca a la extructura simple de una superficie esférica sumada
a una superficie cilindrica, es fácil admitir que las secciones obli­
cuas de ella variarán su poder sensiblemente en función de la
variación de los poderes de la superficie cilindrica de acuerdo a
la fórmula;
Px Pin . sen- «

que según la Tabla III están resueltos para una superficie de una
142 B. SCHCOLNICOV

dioptría, pudiéndose calcular para otros valores, multiplicándolos


por el poder solicitado.
Denominando Pe al poder de los meridianos de la superficie
esférica, tendremos por consiguiente, que el poder para la sección
estudiada será:

. sen-

tal como ya vimos anteriormente.


Ahora bien, es fácil comprobar que si sumamos los poderes
correspondientes a meridianos perpendiculares de la superficie
cilindrica veremos que siempre arrojan el mismo resultado, que
coincide con el valor del contra-eje dél cristal (Tabla IV).

TAB LA

Grados Poderes P Grados Poderes


09 - 909 0.00 1 1 509 .- 1409 0.59 - 0.41
59 - 959 0.01 - 0.99 1 559 .- 1459 0.67 - 0,33
109 ^ 1009 0.03 - 0.97 1 609 -■ 1509 0.75 - 0.25
209 - 1209 0.07 - 0.93 1 659 -• 1559 0.82 - 0.18
159 - 1059 0.12 - 0.88 1 709 1609 0.88 - 0.12
259 - 1159 0.18 - 0.82 1 759 1659 0.93 - 0.07
309 - 1209 0,25 - 0.75 1 809 1709 0.97 - 0.03
359 - 1259 0.33 - 0.67 1 859 1759 0.99 ~ 0.01
409 - 1309 0.41 - 0.59 1 909 1809 1 - c
459 - 1359 0.50 - 0.50 1

Como el poder de las superficie esférica para el caso de las


lentes esférica-cilíndricas se suma simplemente a los datos con­
signados, no influirá en los resultados; y así, la suma de dos sec­
ciones cualesquiera del cristal, perpendiculares entre sí, arroja­
rán siempre el mismo valor, cual será igual a la suma de' las
dos secciones principales del mismt) o sea:

E + (E + C)

según hemos visto anteriormente.


Si se tratase de una lente cilindrica pura, el valor como es
fácil de preveer, será sólo el del contra-eje-
Luego entonces:

1. — Las secciones perpendiculares de una lente cilindrica o esfe-


ro-cilíndrica, sumadas darán siempre el mismo valor.
L entes E s fe r o -C ilín d r ic o s 143

II. —- Puede calcularse el poder de una sección oblicua cualquiera


de una lente si se conoce el de sus dos secciones principales
y el de la sección perpendicular a la desconocida.

III. — El valor de esta última puede calcularse también trigono­


métricamente.

IV. — Las secciones que equidistan de cualquiera de las dos seccio­


nes principales, tienen el mismo valor.

60. DETERMINACION DE LOS ELEMENTOS DE LAS LEN­


TES ESFERO-CILINDRICAS.

61. Reconocimiento (naturaleza y signo).— Las lentes esfero-


cilíndricas se diferencian de las esféricas como ya hemos estable­
cido por la propiedad de modificar la forma de las imágenes» a
semejanza de lo que ocurre en las cilindricas; pero se diferencian
de estas últimas, por poseer poder convergente en ambas seccio­
nes principales, cosa que en las lentes cilindricas sólo ocurre en
una de ellas.
La existencia de dos secciones con diferentes poderes conver­
gentes, se comprueba por qué la velocidad de desplazamiento de
las imágenes es diferente en ambas secciones principales. La velo­
cidad de desplazamiento de las imágenes es proporcional al poder
de los meridianos analizados.

62. Determinación del eje y del centro óptico. — Si bien, en


general, el procedimiento para la determinación y marcado del
eje no se diferencia del que fué indicado para las lentes cilindri­
cas debe considerarse el siguiente detalle. Para marear el eje en
un cristal esfero-cilíndrico debe tenerse en cuenta solamente el
signo establecido en la fórmula así como la posición del eje esta­
blecida en la receta, independientemente del signo verdadero del
cristal, o mejor dicho del poder cilindrico del cristal, puesto que
la fórmula puede ser la directa o bien la invertida, en cuyos casos
la orientación del eje guardará la relación correspondiente. En tal
forma, es lo mismo marcar por ejemplo, un cilindrico positivo, como
si fuese negativo, siempre que la posición del eje se gire 90®, o
144 B, SCHCOLNICOV

O sea que se tome como eje, no la sección de menos poder, sino la


de mayor poder.
Luego teniendo en cuenta sólo el signo de la receta o fórmula
y no el real del cristal, se simplifica el marcado de ejes, y ello
resulta muy práctico sobre todo cuando se trata de cruzados. La
único que debe recordarse es de que si el signo considerado es
positivo, el eje se marcará a lo largo de la dimensión más corta
de la imagen. Si en cambio el signo considerado es negativo, e l '
eje se marcará a lo largo de la dimensión más larga de la imagen.

63. Neutralización ci© las lentes esfero-cilíndricas. ■— El cristal


esfero-cilíndrico se puede neutralizar de tres formas diferentes,
según se considere en el mismo la fórmula directa, la inversión
o bien la fórmula esfero-cilíndrica.

Esf + 4 O cil + 6

A —-Neutralización según la fórmula directa.

1 — Se marca previamente la sección de menor poder,


2 — Se adaptan probines esféricos de signo opuesto hasta
anular el poder convergente en dicho meridiano. La
lente ha quedado transformada en cilindrica pura (eli“
minación del poder esférico).
3 — El cilindrico- restante se neutraliza según la técnica
general.

-rio '—4 M-G ^—6


— L— O — j----- — 4-— O — I----- Neutro
■K+4 : —4 i O 1 0
neutralizada
lente prolíiii .parcialm ente probin

Puede invertirse en este procedimiento los pasos 2 y 3


de la siguiente manera:

2 — Se adosan probines cilindricos con su eje paralelo a


sección de menos poder hasta eliminar el poder cilin­
drico y nos quede por consiguiente solamente poder
esférico (eliminación del poder cilindrico).
L e n t e s E s f e r o - C i l ín d r i c a s 145

3 — El esférico remanente se neutraliza según el método


general.

+10 !+4 -4
-H — Neutro
+4 ! o +4 I
lente probin lente probirl

Ambos probines, utilizados en este procedimiento por


cualquiera de los dos métodos, tienen igual signo.

B — Neutralización según la formula invertida.

Esférica + 10 () cil 6

1 — Se comienza por marcar la sección de mayor poder.

2 — Se procede como en el procedimiento anterior.

!+io -10
o Neutro
+4 —10 —6 4-6

lente probin lente probin

Al adaptar el probin — 10 queda transformado auto­


máticamente en cil —~ 6 que se neutralizará con un
cilindrico 4- 6.
En este caso ambop probines neutralizantes tienen sig­
no contrario puesto que también los tiene el cristal en
los valores esféricos y cilindricos.

C — Procedimiento de acuerdo a la fórmula bi-cilindrica.

1 — Se considera e l'cristal como dos cilindricos cruzados,


y se neutraliza cada sección principal colocando un
probin de signo cont^^rio con su eje perpendicular a
la sección considerada.

1+10 0 +10 H IO
4— O f~ -> 0 — Neutro
+4 -^4 0 1 0
lente probin lente■ probin
146 ,B. ,SC:HCOLNICOV

64. COMBINACIONES BICILINDEICAS EN ANGULOS


OBUCUOS.

En los cálculos de rutina para la interpretación de recetas con


lentes astigmáticas se admite por regla general que los ejes de
los cilindros que componen las fórmulas son perpendiculares entre
sí. Ello sin embargo, no siempre ocurre y pueden presentarse
prescripciones con lentes correctoras donde las mismas son bi-
cilindricas con sus ejes orientados oblicuamente entre ellos.

Ejemplo:

Cil + 1 en 30^ () Gil + 0.75 en 80^


Cil + 3 O en 90^ Cil + 1.75 en 160^

Si bien este tipo de prescripción es poco frecuente, puede darse


el caso de que la misma se presente y el óptico debe tener a mano
un procedimiento relativamente simple para su resolución. Bajo
este aspecto debemos recordar previamente que los ejes de las
combinaciones bicilíndricas pueden estar orientados de las si­
guientes maneras:
I. — Ejes, paralelos.
II. — Ejes perpendiculares
III.— Ejes oblicuos.

Según cada uno de estos casos la lente resultante será:

I. 'Ejes paralelos. — Se obtiene un cilindro único cuyo eje es


la dirección común de los dos ejes de los cilindros componentes
de la fórmula. La potencia del contra-eje (potencia del cristal),
será igual a la suma algebraica áe las potencias de los contra-ejes
de los cilindros componentes.
1+2 1+2 :+4
-— i— o ' — i-.— r» -- i-- Cil + 4 eje horizontal
I O 1 0 I O

II. Ejes perpendiculares. — Si los dos cilindros tienen igual


signo y poder se obtendrá un cristal esférico:
1+2 |0^ 1+2
-— I---- O ---- 1---- ---- i-— E sf + 2
I O 1+ 2 I +2
L e n t e s E sF E a o -C iL ÍN D R ic A s 147

De acuerdo a ello, ópticamente un cilindro vale la mitad^de un


esférico.
Si los dos cilindros tienen diferente poder y diferente signo,
se obtendrá una lente bicilíndrica o esfero-cilíndrica simple o mix­
ta (cruzada).
+1 0 +1
.,
0 1 +3 +3
1+1 0 +1
3
0 ■
—2 ^2

III. Ejes oblicuos. — Si los cilindros poseen sus ejes oblicuos,


se obtendrá una lente esfero-cilíndrica equivalente a la combina­
ción. Esta lente esfero-cilíndrica resultante, posee sus secciones
principales perpendiculares entre si, o sea que es en realidad una
nueva combinación bicilíndrica, pero de ejes perpendiculares. Esto
se puede comprobar fácilmente tomando algunas lentes cilindri­
cas positivas, y colocándolas en una misma línea con sus ejee orien­
tados en vanas posiciones. Además, se dispondrá de una fuente de
luz adecuada y un diafragma que hará las veces de objeto (fig. 90).

Figura 90

Si se desplana una pantalla a lo largo del eje común del siste­


ma, se verifica la existencia de dos líneas focales perpendiculares,
la Una a la otra, pero colocadas en distintos planos, tal como ocu­
rre habitualmente en las lentes esfero-cilíndricas o bicilíndricas
combinadas con sus ejes perpendiculares.
148 B. SCHCOLNICOV

El frontofocómetro, es en este aspecto un instrumento que se


presta maravillosamente para la expm encia. — Basta para ello
colocar en el soporte de las lentes una montura de prueba, donde
se disponen dos lentes cilindricos orientados de diversa manera,
según los ángulos indicados en la misma. Procediendo a leerse
como en los casos comunes de control, se verifican poderes distin­
tos a medida que se alteran las posiciones de los ejes de las lentes
que se han combinado. Si se utilizan directamente probines de
ensayo se podrá verificar que los datos leidos solo corresponden
a los probines cuando éstos se han colocado con sus ejes perpen­
diculares.
De todas maneras, para orientaciones oblicuas, la lectura co-
iresponde a una combinación simple de dos cilindros, diferentes
a los que se han caldcado, pero con sus ejes perpendiculares.
Como vemos: por este método simple puede resolverse cual­
quier caso que se presente hahitualmente^ pues basta orientar
correctamente en el frontofocómetro dos probines correspondien­
tes a los cilindricos prescriptos y efectuar la lectura.
Existen además métodos matemáticos y métodos gráficos que
permiten llegar al mismo resultado, o mejor dicho, podemos resol­
ver matexndticamente o gráficamente una supuesta receta y luego
verificar por medio del frontofocómetro la exactitud del resultado
arribado.

65. Procedimiento Gráfico de Stokes. — Para resolver cilindricos


oblicuos por este método se debe disponer de un trozo de papel
milimetrado, regla y un transportador graduado.
Denominemos Pi y P2 a los cilindricos prescriptos y a (alfa)
al ángulo que forman entre si.

Técnica. — Trácese dos líneas en el papel milimetrado:que re­


presenten en escala a los dos cilindros de la fórmula. El ángulo
que formarán dichas líneas será de 2 a (doble alfa).
Complétese el paralelogramo, y la diagonal del mismo que
tiene su origen en O será en escala el valor del cilindro de la fór­
mula esfero-cilíndrica que buscamos.
SI ángulo 2 ^ (dos omega) que forma el cilindrico C con Pi será
el doble del ángulo que formará el cilindro resultante.
L e n t e s E s f e r o - C i l ín d r i c a s 149

Para obtener la orientación definitiva del cristal deberá divi­


dirse este dato por la mitad y sumársele la inclinación que
tenía Pi.

Ejemplo:
Cil + 2 en 309 () Cil + 4 en 50^

Pi + 2

P2' + 4
a (alfa) : 20^ (50 30)
2 « : 409

Haciendo el gráfico de Stokes según se explicó, resulta: (fig. 91)


Valor de la diagonal de
origen O, o sea el Cilin­
drico: + 5,75: 309 y en­
tonces ú) (omega): 15°
2 W « 30 ® Por consiguiente la in-
clinación del cilindro se­
rá: 30 + 15 - 459

CU + 5J5 en 45^
Es conveniente tener la
Figura 91
precaución de denominar
Pi al cilindro que posee el menor ángulo, aunque ello no es im­
prescindible.
Para calcular el poder esférico correspondiente a la combina­
ción esfero-cilíndrica definitiva, debe aplicarse la regla general
de las lentes astigmáticas que dice que ''Dos secciones de las len­
tes perpendiculares entre sí, sumadas, dan siempre el mismo
valor” .
De acuerdo a ello, la suma de las secciones correspondientes a
los poderes Pi y P^ debe dar el mismo valor que la suma de los
poderes de las secciones principales de la nueva lente constituidas
una de ellas por el valor esférico (E) y la otra por la suma del
poder esférico más el poder cilindrico (E + C).
150 . B. SCHC-OLNICOV

Luego:
Pi -f P 2 = E (esférico) + (E -f C) (esférico más cilindrico)

O sea que:
Pi + P 2 E == E + C
Despejando el valor de E

P i - f P s — E — C - E

Pj + P 2 C - . 2 E

(Pi + P 2 ^ C) ^
^ ®
Así aplicando el ejemplo visto

( + 2) + ( + 4) ( + 5.75)

Con lo cual la lente esfero-cilíndrica equivalente a la receta


original será:

Esf. + 0.12 O Cil + 5.75 en 45^

y sus inversiones:

a) Esf. 4- 5J 7 ' () Cil — 5.75 en 135^

b) C il + 012 en 135^ () C il + 5.87 en 45^

Como el froncofocómetro por lo común no acusa el poder 012


la combinación primitiva aparentará en este aparato como un
cilindrico simple de valor -f 5.87 en 45^; pero en realidad corres­
ponderá a la bicilíndrica de la fórmula (b) o sea que la receta
primitiva:

Cil + 2 en 30^ () Cil + 4 en 50^ será igual a

Cil + 012 en 135^ () Cil + 5.87 en 45’

A continuación tenemos algunos ejemplos:

Ejemplo N'P 2:
Cil -f 2 en 209 () Gil + 3 en 70^
L en tes E sfero-C il ín d r ic a s 151

De acuerdo al gráfico (fig. 92) el valor del cilindrico será:

C + 3.25 en 53^

y el valor del esférico será;

0.875

Luego, las fórmulas respectivas de


la lente serán:

Esf. + 0.87 O Cil + 3.25 en 53^'

Esf. + 4.12 O Cil - 3.25 en 143?

Figura 92 Cil + 0.87 en 143"^ () Cil + 4.12 en 53*?

Ejemplo JV® 2:
Cil + 2.50 en 75*? () Cil + 1.25 en 50“?

a (alfa) : 25^

2a : 509

Cil + 3.50 en 68^ (18 + 50) (Fig. 93)

2.50 + 1.25 ♦- 3.50


E = = 0.125

Esf. + 0.1 O Cil + 3.50 en 68»

Esf. + 3.62 O Cil — 3.50 en 158^

p, Cil + 0.12 en 158? () Cil + 3.62 en 68^

Ejemplo N‘^ 3:

Cil - - 2 en 30; () Cil + 2 en 70“?

Se efectúa la inversión de uno de los cilindricos; para igualar


signos.
Esf — 2 O Cil + 2 en 120“? () Cil + 2 en 70«..........(1)
152 B. .SCHCOLNICOV

Se procede con la parte bicilíndrica como en los ejercicios an-


teriores. ‘ r /
a = 1009
w * 25" 2 a = 509

P- + 2 Cil - 2.50 en 95^ (70 + ¡25)

2 + 2 — 250
Esf. - 0,75

P,= +2 £jem.-^3 A este esférico debemos su­


Figura 94 marle el de la fórmula (1)

E = (E sl -f 0.75). + (Esf. — 2) = Esf. — 1.25

Por consiguiente la , fórmula final será:

Esf. — 1.25 () Cil + 2.50 en 95^ y sus inversiones:

E sl + 1.25 O Cil — 2.50 en 185^

Cil 1.25 en 185^ () Cil + 1.25 en 95^

Ejemplo 4:

Cil — 0.50 en 0^ () Cil + 0.75 en 65^

Se invierte uno de los cilindros

E sl 0.50 O Cil + 0.50 en 90^ () Cil + 0.75 en 65^

2 « = 50*? Cil + 1,12 en 759


^.+flsa a = 259 (109 + 659)

+ 0.50 + 0.75 — 1.12


Esf = 0,065

Esférico final; (-0.50) + (+ 0.06) = — 0,44

Fórmula final;
Esf. - 0.44 O Cil + 1.12 en 759

Esf. + 0,68 O Cil - 1.12 en 1659

Cil — 0.44 en 1«59 () Cil + 0.68 en 75?


L entes Esfero - C i ií n d r i c a s 153

Ejemplo 5:

Cil — 1.50 en O'? () Cil + 2 en 45^


Se puede reso lver sin necesi­
dad de invertir uno de los cilin­
dricos.

a = 45^

2 a = 90'?

Cil + 2.50 en 60'’

(— 1.50) + (-t- 200) — (-1- 2.50)


Esf. = = — 1.00

Fórmulas finales;

Esf. — 1.00 O Cil + 2.50 en 609

Esf. + 1.50 O Cil — 2.50 en 150^

Cil — 1.00 en 150’ () Cil + 1.50 én 60^

Ejemplo W” 6:

Cil + 1 en 30 () Cil + 2 en 140'?

a = 1109
2 « = 2209

Cil + 1.50 en 1559 (30 -f 125)

1.00 + 2.00 — 1.50


Esf. = + 0.75
Figura 9 7 ^

Fórmulas finales:

Esf. -h 0.75 O Cil + 1.50 en 1559

Esf. + 2.25 O Cil - 1.50 en 659

Cil + 0.75 en 659 q cil + 2.25 en 1559


154 B. SCHCOLNICOV

Ejemplo 7:

Gil - L en 75^ {) Gil - 2. en 120^


a - 459

2 « = 90^

El cuadrante donde se obtiene el


gráfico es desde luego el de coordena­
das negativas.

Gil - 2.25 en 105^ (30 -f 75)

-LOO + (-2.00) - (-2.25)


- — 0.375

Fórmulas finales:

E sl — 0.37 O Gil - - 2.25 en 105^

Esf, — 2.62 O Gil + 2,25 en 15^

Gil — 0.37 en 15^ () Gil — 2M en 105^

66. Procedimiento mediante tablas, — Además de los métodos


que hemos visto anteriormente, existen otro^ algebraicos para
la obtención del valor cilindrico y del ángulo consabido. El esfé­
rico debe determinarse siempre con el cálculo indicado. Por otra
parte resultan de muy fácil empleo, tablas adecuadas donde se
pueden ncontrar los valores del cilindrico resultante para la fór­
mula esfero-cilíndrica y el ángulo que el mismo formara exacta­
mente como ocurre con los métodos algebraicos.
En estas tablas, una de ias cuales tenemos a continuación se
p
halla indicada una constante k que resulta de la relación en

las líneas horizontales. En las verticales tenemos el valor de los


diferentes ángulos a (alfa).

La coincidencia de k y de « (alfa) nos dará a su vez dos datos:


a) el dato superior es el ángulo (o (omega)
b). el dato inferior 6. (beta) multiplicado por P_. nos dará el
valor del cilindrico buscado (G).
L e n t e s E s f e r o - C iiín d r ic a s 155

, y
4 3 2-5 2 175 1-5 1-2 3 ^ _ I + r 1-25 1-5 1-75 2-5 3 4
X ' / a

—3 — 4l — 6i — íi — 16 — 40 4 34 3 2
¡o —3-12 -2 -12 -ié 2 -M 2 -■82 -•¿2 - íl - 37 1 íL 25 27S 35 5 10

—8 — II -14 -17 — 20 -28 10 9' 8 7- 5l 5


20 - 2-37 - I - B 7 -/• 3 7 III -1 -■ 75 f -87 2 12 237 2-62 2^87 337 387 475 20

—7 — 12 — 17 — 20 — 24 -. 30 13 12 10 91 8 7
30 -3-62 -rá . - 2 2J r,V 5 ~ l -5 - 1-37 -~ l 12 -/ i /'I s 2 2/2 237 262 3 /2 362 ^ 2 30

~7 —Ir — 14 — 16 ~ i8 “ 21 20 17 15 13 12 10 8|
40 ■ - 4 - 2-5 -2i2 -/• 8 7 -I-él - 1-5 ^ I^S / 75 2 2^I2 2-37 2-87 337 /i. 40

—9 —Ir “ I3 — 16 -19 19 16 14 Ir 9 6|
45 -3-I2 - 2-62 - 2*25 - I -75 - i -62 Í.3I 1-62 1-75 2 2% 2^62 3 /2 4 /2 45

— 10 — 12 -13 -15 — 20 21 18 16 14 II 7
50 -287 - 2*37 - 2-I2 -2 l-S 1 62 1-87 2-12 2-5 i 4 50
-6 —7 -8 — 10 — 12 -13 ' 30 20 12 7'
60 ~4-á2 - 3-62 - 3-12 -2-3J -2-12 -2 r ,-|5 f H2 ‘ 1-37 ¡■5 , 'h 2-25 2% 3-62 60

—4 —5 ~7 -8 -9 — 10 35 28 20 17 M 11 8
70 -4-7S -J -Í 7 -1 ^ 7 -262 - 2 37 -2-12 - 1-57 -62 75 1 l 12 i -37 / 87 2 37 70

~2 “ 4 - 4l 40 16 II 9
80 -5 4 - j i -¿h - 2-5 -2-2S •37 ■1 •62 •S7 l 12 ^*2 2^Í2 3^/2 80
0 0 0 0 0 0
90 -s —4 —1 - I —2 75 —2-5 —2-25 —2 T •25 J •75 / i'S 2 1 90

2 — 16 — II -9 ^ 6| - 4l
100 -5 i >3 •« •17 f-J2 ■ /•Í2 2-/2 r ií 100

4 5 6| 7 8 9 10 -28 — 20 — 17 — II —8
4 10 -4 7 5 -3 -8 7 -2-a7 -2-á2 -2 -37 - 2 12 - 1 8 7 ■75 1 M2 7-37 1-87 237 1 10

5Í 7 8 9i 12 — 30 — 20 —í 7 — 12 —7
120 -4-áZ ~M2 -3 -1 2 -2 -6 2 -2 J 7 - 2 12 — 175 } TU 1-37 /5 Tv’i 2-25 7í l 362 120

H 10 12 13 17 -25 — 21 -18 — 16 -14 — II —7


130 - 4-25 -> 3 7 - 2-57 - 2-37 -2-/2 - 2-75 -^■5 i -25 í -5 1-62 187 2-12 . 2-5 -/i
4 130

9 Ií 13 14 16 19 ~ 2Zl — 19 — 16 — 14 —9 ~H
*35 -4-iZ -3-12 - 2 62 -2-25 -2 ~i-7S -¡■62 J ,^7 (■37 1-62 1-75 2 2-Ó2 3 /2 412 135

7 9k jI 14 16 18 21 25 — 20 — 17 -15 — 10
140 —4 -3 - 2-5 -2-12 -¡■87 -¡■62 -l-S - i 25 f -5 f 75 2 í .; í 237" 2 87 l y 7 t¡ 140
12 17 24 30 -15 — 12 — 10 - 9i —8
150 ■^3-62 - 26 2 -2 25 - ‘,"75 - 1-5 -t-37 - 1 ¡2 —1 l 75 "2^ 2/2 237 2 Ó2 3-12 J62 4-ÍÍ 150
8 11 17 20 28 35 —10 —9 ' - 8 -5 “ 4
160 - i .^5 2 3 7 - - i -8? ~ / J7 -M 2 ~i -•75 -■62 I-S7 2/2 2 37 262 2-B7 7 .Í7* 3-87 475 160
6i 9 jI 25 40 -5 -3 —2
170 -l’ ,2 -I-Ó2 - 1 12 -■87 -■62 -■ 5 -- 3 7 2 íll 35 4 5 170

0 0
i 80 -i -2 -l-S —/ -•75 -■25 0 2 275 25 275 3 J -5 4 5 180

X 4 3 2-5 2 1-75 1-5 1- 25 —I +i 1 -25 i'5 1-75 2 2 -¿ 3 4

TABLA V
156 B. SCHCOLNICOV

Así tenemos un ejemplo visto 3.

k = 2/2 = 1
« : 50^

Buscando en la tabla tenemos:


a) dato superior (omega ) 25^
b) dato inferior (beta /?) 1.25; multiplicado por el valor de P 2
(1.25 X 2 ^ 2.50) 2.50 que es el cilindrico buscado. El resto
se sigue igual.

Reglas para el uso de la talila. — Independientemente de la in­


clinación, si el ángulo 2 (alfa) no varía, el valor de C (cilindrico)^
para un cierto par de cilindros es siempre el mismo.

Pi
Pi

Pi
Luego, si la constante -— - no se halla en la tabla (por ejemplo
P2
cuando es inferior a 1, se invierte la relación:

P2
Pi

y el valor del cilindrico obtenido será el mismo (fig. 99).

Figura 99

Sólo varía el ángulo ^ (lambda), que será complementario del


buscado.
La constante k tiene signo positivo si los dos cilindricos de la
fórmula tienen igual signo.
L e n te s E s fe ro -C ilín d ric a s 157

La constante k tiene signo negativo si los dos cilindricos de la


fórmula tienen distinto signo.
La tabla permite calcular el valor de C (cilindrico) y el ángulo
(Omega).
Las combinaciones bicilíndricas de diferentes signos pueden
hacerse directamente o invirtiendo.

Variación de los poderes del cilindro definitivo y el ángulo ome­


ga consecuentemente con el aumento de (alfa). — El poder cilin­
drico definitivo tiene su valor max mo cuando los dos cilindros
componentes son paralelos y « (alfa) vale cero. A medida que
aumenta « (alfa) el valor cilindrico disminuye.
El poder esférico vale cero cuando « (alfa) vale cero y aumenta
a medida que va aumentando « (alfa), alcanzando su máximo cuan­
do este ángulo tiene 90® (fig. 100).
El valor del ángulo 2 (omega) se mide siempre tomando como
origen la horizontal en sentido contrario al movimiento de las
agujas del reloj.

67. Método algebraico.— El valor del poder cilindrico definitivo y


el ángulo 2 co (omega) se pueden calcular trigonométricamente por
medio de las siguientes fórmulas:

Pi sen 2 a
tg. 2 (O - + pT cosT T

C =
sen 2 0

Cuando los dos cilindricos son iguales, el ángulo co (omega) vale


la mitad de a (alfa) y el cilindrico C es igual:

C = 2 P eos a
' 158 B. SCHCOLNICO^

y
oC 20C

z ~ - .-..
k - cC = ^ *

M
2oC

5
20C

'

OC=</0' 20C

Figura 100
L e n t e s E s f e r o - C il ín d r i c a s 15»

/jjXoc<fao*

d = fóo^
2(X

Figura 100 (Continuación)

Cuando los dos cilindricos están en ángulo recto a (alfa) es igual


a 90° y entonces íú (omega) igual a cero y por consiguiente C (ci­
lindrico) es igual V ^ '

C - Pi + P, y Esf. - P, 0/ ~ O-'

que es el resultado que se obtiene por simple inversión.


CAPÍTULO VII

LENTES OFTÁLMICAS GRUESAS

68, Caracteres generales. — Cuando las lentes positivas sobre­


pasan las cuatro dioptrías, adquieren un espesor que influye nota­
blemente en la relación que se toma como poder convergente. No
se pueden aplicar en este caso, en forma estricta, sin cometer
errores los conceptos vistos anteriormente con respecto a la forma
de medir dichas lentes, puesto que no se ha tenido en cuenta el
espesor, por cuanto el mismo se ha considerado despreciable.
Ello trae como consecuencia que no pueda utilizarse en forma
indistinta la potencia focal o la esferométrica, o bien la obtenida
por neutralización, pues los datos recogidos en cada caso arrojarán
cifras diferentes.
De ahí la importancia que adquiere la perfecta definición de
esta magnitud, por cuanto la correcta interpretación de la receta
no sólo se referirá en estos casos al tipo de lente prescripta: esfé­
rica o astigmática, sino que también, cuando se exprese, por ejem-
pío; 8 dioptrías, ese dato por sí sólo es insuficiente y debe aclararse
a qué elementos dé la lente se halla referida la potencia solici­
tada. Para comprender perfectamente esto, es menester -previa­
mente pasar una revista sobre algunas de las características ge­
nerales de las lentes que habitualmente se definen como “ lenteo
gruesas” .
Si bien, en forma general, las lentes denominadas gruesas son
semejantes a aquellas que hemos definido como delgadas, diferen-
162 B. SCHCOLNICOV

ciándose a “ prima facie’' solamente en el espesor; que en las pri­


meras debe incluirse los cálculos, se deben agregar además los
siguientes elementos que también deben considerarse:

a) La lente gruesa posee dos planos paralelos entre sí, denomi­


nados planos principales, que son teóricamente imagen uno
del otro. Dichos planos son, por consiguiente, conjugados y
el aumento para ellos es igual a la unidad. Quiere esto decir
que la imagen de un objeto colocado en uno de ellos será
igual de tamaño; siendo además derecha y real (fig. 101).

í - 1-,

Debido a esta característica, la marcha de los rayos luminosos


puede hacerse fácilmente, puesto que todo rayo que llegue
a uno de los planos emergerá por el otro, a igual distancia
del eje principal,
b) La lente gruesa posee además dos puntos nodales - N-,
que gozan de la característica de que todo rayo que penetra
siguiendo una dirección que pasa por uno de ellos, emerge
siguiendo una dirección cuya prolongación pasa por el otro,
paralelamente al incidente.

Conociéndose la posición de los planos principales y de los


puntos nodales, la marcha de los rayos luminosos a través de la
lente puede realizarse haciendo llegar los mismos a un primer
plano y primer punto nodal respectivamente; emergiendo del 2° pla­
no y del 2° punto nodal, tal como se ve en la fig. 102.
L e n t e s O f i 'Á l m i c a s G r u e s a s 163

Uniendo los puntos de entrada y de salida, se logrará la marcha


real de los rayos dentro de la lente.
La posición de los planos principales puede deducirse gráfica-

mente de la siguiente manera: Se traza un rayo luminoso incidente


de izquierda a derecha, paralelo al eje principal y se lo hace sufrir
las dos refracciones en las ca­
ras de-la lente. Por definición,
este rayo pasará por el foco fi.
Prolongando el rayo inci­
dente en la primera cara, y
el emergente de la segunda,
Figura 103 tendremos el punto por don­
de pasa un plano perpendi­
cular al eje principal y que constituye el primer plano principal.
Invirtiendo la marcha de los rayos, es decir, produciendo una
nueva incidencia de derecha a izquierda, localizaremos el otro
plano principal (fig. 103).
La figura 104, muestra la posición de los planos principales en
las seis formas clásicas de las lentes.
La posición del centro óptico puede a su vez deducirse de la
siguiente manera: se construyen dos rayos luminosos paralelos al
eje principal, que incidan a igual altura sobre ambas caras de la
lente. Desde el punto de intersección de ambos rayos, se baja una
lO ^ B. SCHCOLNICOV

perpendicular al eje principal que señala en el lugar donde lo corta,


la posición del centro óptico (fig, 105.)

También puede dedu­


cirse la posición de! cen­
tro óptico haciendo llegar
sobre una de las caras de
la lente dos rayos lumi-
nosos oblicuos, siguiendo

Z
una dirección que teórica­
mente pase por los pun­
tos nodales. El punto don­
de ambos rayos se cruzan
y que, por otra parte, coin­
cidirá con el eje principal,
es a la vez el centro ópti­
co de la lente (fig, 106).
La figura 107 muestrá
la marcha de un rayo lu­
minoso a través de una
lente para una incidencia
oblicua, pasando por el
centro óptico.

/ 69- Las distancias foca­


les? y frontales. — Se defi­
nen habitualmente como
distancias focales a las
que existen entre los fo­
cos y los puntos H y H’,
denominados puntos prin­
cipales (fig. 108).
Las distancias focales
Figura 104
son iguales cuando se tra-
ta de lentes consideradas en el aire, sea, que al mismo medio
baña ambas superficies.
L entes O f t á l m ic a s G ruesas 165

Se denominan distancias
frontales a las que existen
entre los focos y los vérti­
ces de la lente. Cuando la
lente no es simétrica, di­
chas distancias F V y F Vi
nó son iguales. Existen, por
consiguiente, dos d is ta n ­
cias frontales (fig. 109).
a) Distancia frontal objeto -
b) Distancia frontal imagen.
La diferencia entre la distan­
cia frontal y la focal, es de orden
mayor cuando mayor es el es­
pesor de la lente. Esta diferen­
cia prácticamente no existe en
Figura 106 lentes delgadas.
En los vidrios convergentes,
de diámetro constante, el espe­
sor depende de la curvatura de
las caras, o sea, que aumenta a
medida que aumenta el poder
de las lentes.
Paralelamente, en las lentes
negativas aumenta el espesor o
grosor de los bordes.
166 B. S C H C o L N I C o V

70. La potencia de las lentes gruesas. Poder focal y poder frontal


— Hemos definido el poder focal como el valor inverso a la distan­
cia focal; análogamente se define el poder frontal, como el valor
inverso a la distancia frontal.

1
fv

Siendo las distancias frontales iguales, existe un solo poder


frontal; pero cuando las lentes son asimétricás o curvas, ello no
ocurre, y tendremos dos distancias frontales diferentes y, por con­
siguiente, dos poderes frontales diferentes:
a) Poder frontal anterior.
b) Poder frontal posterior.
Habitualmente el poder frontal es conocido también con la
^ ^ denominación de poder de
vértice y, por consiguien­
te, las denominaciones po­
/ f
sibles de los poderes tanto
¡
anterior como posterior,
pueden resumirse así:
a) Poder frontal o de
\ ' vértice,* anterior u objeto.
b) Poder frontal o de
Figura 109 vértice, posterior o ima­
gen.
La potencia focal de las lentes suele, por otra parte, ser de­
nominada también poder equivalente o poder focal verdadero.
Si se considera la lente colocada en el aire o sumergida en un
medio único que baña amta~ caías, los poderes focales anterior y
posterior son iguales, independientemente de la forma de la lente.
Pero cuando no ocurre así, como en el caso del sistema óptico del
ojo, las distancias focales y, por ende, los poderes focales anterior
y posterior son distintos.
En resumen, las lentes oftálmicas gruesas tienen los siguientes
poderes convergentes:
I) Poder esferométrico.
H) Poder focal.
L e n t e s O f t á l m ic a s G r u e s a s 167

III) Poder frontal anterior.


IV) Poder frontal posterior.

En las lentes oftálmicas el poder que más se aplica es el poder


frontal posterior o poder de vértice posterior, por ser el que se
halla directamente relacionado a la convergencia de los rayos
luminosos que penetran en el ojo.
Dos o más lentes con iguales distancias focales pero de dife­
rentes formas, difícilmente pueden tener iguales distancias fron­
tales, y de resultas, una lente cuyo poder sea de una dioptría en
poder frontal, se hallará más lejos de su foco que otra lente de una
dioptría en poder focal, o sea, que esta última será en realidad
más convergente que la primera.
B. SCH CO LN ICO V

La importancia de expresar la potencia de las lentes oftálmicas


por medio de su poder frontal, radica sobre todo en lo siguiente:
Relaciona la convergencia o inclinación de los rayos, a la lente
misma; en cambio, el poder focal relaciona dicha convergencia a
los planos principales sin darnos más que una idea aproximada
sobre la posición de la lente en el espacio.
Ello se puede comprobar fácilmente de la siguiente ■manera:
Se toman una serie de lentes de diferente forma pero de igual
distancia focal y se las dispone en forma tal que los focos se hallen
en la misma línea vertical. Fácilmente se comprueba que no esta­
rán en la misma línea las lentes propiamente dichas (fig. 110).
Si se hace la
ex p erien cia en
forma inversa, o
sea, c o lo c a n d o
las le n te s en
igual línea, en­
tonces q u ie n e s
/I no estarán en
/
r forma coinciden­
te serán los fo­
cos c o r r e s p o n ­
V dientes (figura
111).
Y si nosotros
admitimos qu e
esta línea única
para las lentes
descriptas fuese
el aro de los an­
Figura 111
teojos, llegamos
fácilmente a la conclusión de que estas lentes, a pesar de tener
igual distancia focal y por consiguiente igual poder focal, no son
intercambiables o no se portan de igual manera en la corrección
de los vicios de refracción del ojo.
Para que lo fueran, deberían tener igual distancia frontal ima­
gen y en este caso estarían en la misma línea las lentes y los focos
L entes O f t á l m ic a s G ruesas 169

imágenes, pero no lo estarán en la misma línea los planos princi­


pales, puesto que sus distancias focales son distintas (fig. 112).

Figura 112

71. Relaciones entre los poderes convergentes de las lentes


oftálmicas. — Los cuatro poderes se hallan relacionados entre sí,
siendo posible merced a fórmulas, obtener los tres últimos cono­
ciéndose el primero.
Así tenemos:
Poder esferométrico
P b == Pi + P.
donde Pi y Po son los poderes de cada cara^ no tomándose en
cuenta el espesor.
170 B. SC H GO LN ICO V

Poder focal:

Pf = Pi + P-> - Fi . Po
n

Esta fórmula se diferencia de la del poder esferométrico por el


valor.

^ . Pi = P l>
n

donde e: espesor central de la lente


n: índice de refracción.

Foder frontal posterior:


(a)
-r P. ^ Pj .
Pv =
e
1 . P, ,
n

Foder frontal anterior:

(P)
Pi -r P. " *

1 ^ -.P ,
n

Mediante estas fórmulas es posible, conociendo los poderes de


cada una de las caras de una Jente, su espesor central y el índice
de refracción, calcular los poderes convergentes.
Las lentes oftálmicas son numeradas de acuerdo al poder, por
lo común de 0.25 en 0.25 de dioptría, hasta llegar a un valor de
20 D.; valor este último que excepcionalmente es prescripto por
anteojos. Algunas veces para potencias débiles los vidrios pueden
0.25
variar 0.12 de dioptría o mas exactamente — == 0.125; pero por

eBcima de 3 dioptrías una diferencia de 0.12 no es perceptible.


Los vidrios convexos de una potencia inferior a + 4 dioptrías
. . L entes O f t á l m ic a s G ru esas 171

y todos los vidrios cóncavos de 0.25 en adelante, tienen la misma


potencia frontal y esferométrica. Las lentes convexas superiores
a + 4 dioptrías tienen una potencie^ frontal diferente de su poten­
cia esferométrica. Esta diferencia puede alcanzar hasta 1 dioptría.
De ahí la importancia que tiene en estas lentes el indicar el poder
convergente, aclarando si se solicita el mismo en poder frontal
o esferométrico.

12. Peder frontal posterior. — Para deducir la fórmula del poder


frontal pQsterior, puede admitirse sin alterar el resultado final, o
sea la fórmlua respectiva, que la lente estuviese‘formada por dos
superficies refractantes (dioptras), pero que el medio que la separa
-fuese el aire.

En este caso, tomando una lente cuyas dos caras tuviesen un


poder de + 8 y + 8 dioptrías respectivámente, podemos razonar así:
admitiendo que el espesor para dicha lente fuese 15 mni e = 1,5 cm.
Un rayo luminoso que incide sobre la cara A, sufre una refracción
100
de 8 dioptrías, igual a --------* donde 12,5 es la distancia focal co-
12,5
rrespondiente a dicho poder. Pero cuando dicho rayo llega a la
n
superficie B, está sólo 11 cm de su foco y su convergencia —^ es de
100 ^
——. La refracción de la segunda cara le adiciona otras 8 diop-
100
trias ■
----- -— y el rayo sale de la lente hacia el foco, con una conver-
12,5
gencia igual a:

100 100 1250 + 1100 2350 ^ _


+ --------- ^ -_ ------------------ _ 4- 17J9 D.
11 ■ . 12,5 137,5 137,5

O sea, que el poder de vértice posterior será 4- 17,09 D. La dis-


100
tancia frontal por consiguiente será: —----- - = 5,8 cm (fig. 113).
17j09

En este caso hemos aplicado en forma indirecta la fórmula que


líZ B. SCHCOLNICOV

se utiliza para resolver sistemas de lentillas combinadas y sepa»


radas por una distancia d.

1 1
+ ( 1)

donde fi representa la distancia focal de la primera lentilla y Í2


la de la segunda lentilla.

d = distancia e^^re ambas, que denominaremos en nuestro caso e.

Figura 113

En efecto, si consideramos dos superficies refractantes separadas


por una distancia e y con poderes Pi y P 2 respectivamente, ten­
dremos (fig. 114):
«í %

Figura 114

Si un rayo luminoso, paralelo al eje principal, incide sobre la


primera superficie, en el punto Mj se ' refractará siguiendo la di­
rección que pasa por su foco F l Al llegar a la segunda superficie,
del poder P 2 sufre una nueva-refracción. El poder convergente del
rayo cuando llega a la segunda superficie será:

ti-e

puesto que hemos establecido que el poder convergente es la in­


versa de la distancia desde un punto cualquiera de la trayectoria
del rayo al foco respectivo.
L e n te s O ftá lm ic a s G ru e s a s 173

El poder total del rayo, al salir de la segunda superficie, de

poder refractante P2 = ----- ^ será:


Í2

— ~— 4- “— ' donde Í2 es la distancia focal de la segunda


fi-e Í2
superficie refractante.
El poder total, es el poder frontal posterior del sistema consi­
derado.
Gomo en óptica oftálmica se opera preferiblemente con diop­
trías más que con distancias focales, podemos reemplazar en las
fórmulas vistas anteriormente y tendremos:
Pi: poder de la primera cara.
fi: distancia focal de la primera cara.
P2: poder de la segunda cara.
f 2’. distancia focal de la segunda cara.
e: espesor central.

Tenemos:

f 1-e f2 1 Pi . e
P,i

Fi
l-P , .e

Pi + P 2 Pi . P 2 - e

Utilizando el mismo razonamiento pero invirtiendo la marcha


de los rayos, tendremos la fórmula del poder frontal anterior.

. Pi + P 2 Pi P 2 ^ e
1 — P2 e

73. Deducción de la fórmula del poder focal. — Si efectuamos la


construcción indicada al hablar de planos principales, obtendre­
mos (fig. 115):
El rayo L paralelo al eje principal es refractado por la super-
174 B. SCHCOLNICOV

ficie Al de la lente hacia el foco Fi, y al salir de la superficie A^>


toma dirección hacia el foco Fo o foco de todo el sistema.
Prolongando el rayo incidente y el emergente, tendremos el
punto H por donde pasa el plano principal R H.

Tendremos entonces:

RFo = f distancia focal de la lente

A 2 F2 = fv distancia frontal posterior de la lente

1 1
— — poder focal-de la lente = Pi-
fir2 f

1 ■ (p )
= poder frontal posterior de la lente = Pv
Ao F^

La fórmula del poder focal se deduce así;

A
A , Mi Fi A . F, ,4 2 Mo
y ( 1)
Ao Mo

En los triángulos semejantes

R H F.,
A . Fo A-> Mo
y R Fo R H
(2)
Ao Mo Fo

pero: R H = Ai M|
L entes O f t á i ^m i c a s G r u esas 175

Reemplazamos en la fórmula (1)


Ao Fi A 2 M2
(3)
A , Fi R H

En las fórmulas 2 y 3, los segundos términos son iguales.


Luego lo serán también los primeros
A 2 Fi A 2 F2

Pasamos A 2 F^. al otro término

1
RFo
■ 1
(4)

1
pero = Fí (poder focal) . . . . . . . . . . . (5)
R F, • f •
1 1
= Fx- (Poder frontal póster.) (6)
A , F, fv
Ao Fi fi —- e (espesor ......................... . _ . . (7)

A, Fi f, ................ (8)

Luego

fi — e
P, Pv (9)

pero, realizando

1
f,~~e
( 10)
1
Pl p,
Reemplazando en la (9)

P, = Pv (1 ^ Px . e) . . ( 11)
ts. SCHCOLNICOV

reemplazando

Pj + P., e . Pi . Po
P, = -------: r— 1- Pi . e (1 2 )
1 - e P,

simplificando

Pf = Pi + P, — e . Fi . P, .(13)

74. Fórmulas definitivas para Ies lentes griiesos.-™ En nuestros


cálculos y deducciones, para simplificar el procedimiento hemos
omitido el índice de refracción del vidrio y solo hemos tenido ,en
cuenta el espesor (e) pero ajustándonos a la realidad, debemos
e
reemplazar el valor e, por el cociente (—) denominado espesor
reducido que introduce el factor índice de refracción del vidrio en
los mismos.
Las fórmulas serán entonces:

Pf - Pi + Pn - — Pi . P, - E
n -

E
Pv (ant.) = ------
e
1 — - P.
n

75. Ejemplos y ejercicios

Pi - + 8

P. = + 8

e == 1,5 cm.
n = L52

p^4_p^ ^ ^ ^ (4^8) + _ ( 0.015 )


n 1,52
16 — 0.62 - + 15,38
L entes O f t á l m ic a s G r u esas 177

Luego la distancia focal será:


100
= 6.5 cm.
15J8
E
El poder de vértice será: Pv (post.) =
1—
11
15.38 4- 15.38
1 -- (0,0098 X 8) 1 - D,078 0J2
1-6-fl B:--

Figura 116
El poder de vértice anterior es igual.
Las distancias frontales serán:

100
— = 5.9 cm.

Con estos datos podemos determinar la posición de los focos y


los planos principales de la lente, de la siguiente nianera:
I. — Se traza la lente con sus caras y espesor indicados.
II. — Se miden las distancias frontales determinadas y ello nos
permitirá fijar la posición de los focos.
III. — A partir de los focos se mide hacia la lente las distancias
focales y ello nos determinará los planos principales.
(Fig. 116).

Ejemplo N® 2

Calcular los poderes frontales, el poder focal y la posición de


178 B. SCHCOLNIGOV

los planos principales de la lente curva cuyos datos son los si­
guientes:

Pi: + 26 Dioptrías
P-j: —- 6 Dioptrías
e (espesor central) m 0,01
n (índice de refracción) 1,50

Pl + ?2
(\ —n /) P i.P ,
Pv (pO St.)-------- -------- -----
1- Pi
n

/ 0,01 \
( + 26) + ( - 6 ) - - - I .2 6 . ( - 6 )
^ 1,50 /
p ^ ( p ; = --------- ------------------------------------!--------------------------------= + 2 5 ,3 3
G 0.01
1 ---------------- . 26
1.50

P l + P, '------^ - P i . ?2
n
P^Ca) =: ------------------
e
1 — p,
n
/ 0.01 \
(+ 2 6 ) + (-6, ) .26 e 6)
Figura 117
----------------------------------- + 20,22
1— — . (-6)
1,50

P, = Pj + P , - — Pi . P, = + 21,03 =
, n

Distancia focal "= ~~

1000
Distancia frontal ^ ' mm.
ÁSjyÁÁ

1000
Distancia frontal mm.
Zd.oo
L e n t e s - O f t á l m ic a s G ruesas 179

Este ejercicio puede resolverse matemáticamentej o bien grá-


f*amente: haciendo el dibujo en papel milimetrado en escala y con­
frontando los datos con el método algebraico.

47,5 iiim.

49,4 riim.

Figura 118

LA MEDIDA DEL PODEE DE VEETICE.

El frontofocóiiietro. — Para la medida del poder de- vértice o


frontal posterior de las lentes oftálmicas, se utiliza un aparato
denominado frontofocómetroj vertórnetro, lenzómetro, etc.
Este instrumento, relativamente sencillo^ está fundado en la
relación que existe entre el poder de una lente problema y el des­
plazamiento axial de un testigo adecuado.
Se basa esquemáticamente en lo siguiente: Un haz luminoso
atraviesa un testigo T. constituido por un diseño transparente sobre
fondo oscuro, colocado en el foco de una lente denominada '^stan­
dard'' o -fija (M.) y el haz paralelo refractado es recogido por un
sistema de observación enfocado al infinito, en cuyo plano focal
se hallaam recticulo generalmente en forma de cruz, (Fig., 119).

Figura 119

El observador, ve por consiguiente en forma simultánea en un


mismo plano la imagen del testigo y el recticulo. (Fig. 120).
B. SCHCOLNICOV

Cuando se interpone en la marcha de los rayos, una lente cual­


quiera, por ejemplo esférica positiva, los rayos luminosos luego de
atravesarla se hacen convergentes y no inciden en forma paralela
al telescopio. De esta manera la imagen del testigo no será visible

nítidamente por el ocular. Será menester para ello, desplazar el


testigo, desde el foco de la lente standard, hacia el observador,
hasta que la combinación de la lente problema y la standard,
permita que el haz luminoso llegue en forma paralela al telescopio.
Esto es, que el testigo sea llevado nuevamente al infinito. (Fig. 121).

De igual manera si la lente interpuesta es esférica -negativa;


estando el testigo en el foco de la lente standard^ su imagen no
se observará en forma nítida. Será menester desplazarlo de dicho
L entes O f t á l m ic a s G r u esas 181

foco, alejándolo del observador, hasta que pueda observarse otra


vez claramente.
El desplazamiento del testigo es proporcional al poder de la
lente. El testigo se “ acerca” cuando la lente interpuesta es positiva
y se ‘^aleja” cuando la lente interpuesta es negativa. Cuando el
testigo se halla en el foco de la lente standard M. y no hay nin­
guna lente interpuesta, el frontofocómetro indica cero dioptrías.
Como el movimiento del testigo es solidario con un tambor

Q 1.r
ji 11 r Tr p ' r r p i t |tti jt t t |

Figura 122

giratorio graduado, cada movimiento del mismo, nos dará direc­


tamente el poder de la lente en dioptrías.
Descripción. — Todos los frontofocómetros, se componen esen­
cialmente de los siguientes elementos, colocados en un eje común
(figs. 123 y 124);
a) de un colimador con su fuente de iluminación, munido de
un testigo.
c) De un sistema telescópico o de observación,
a) El colimador tiene por función como ya se ha visto, de for­
mar una imagen del testigo qiie será obtenida en el campo del
telescopio. Este colimador posee una lente de corta distancia focal
y un testigo que si bien tiene diferentes formas en los distintos
frontofocómetros, está esencialmente constituido por un diseño
transparente sobre fondo oscuro, generalmente fotográfico.
Este testigo puede desplazarse longitudinalmente por el tubo del
colimador hacia adelante y atrás paralelamente al eje del apa­
rato. Estos desplazamientos son medidos por medio de ijna escala
graduada.

79. Teoría del aparato. — Los desplazamientos del testigo diri­


gidos por un tambor giratorio, permiten determinar el poder o
potencia frontal de una lente.
182 B, SCHCOLNICOV

Sea M. el lente del colimador, T., el testigo, L. el anteojo de


observación enfocado al infinito (fig. 125).
Cuando en ausencia de toda lente, el testigo se halla en el foco
objeto fo de la lente M. su imagen teóricamente es rechazada

Figura 123

al infinito y es visible por consiguiente en forma nítida por el


anteojo L. Si a partir de esta posición desplazamos T. sea hacia
L e n t e s O f t á l m ic a s G r u e s a s 183

atrás o delante de fo, su imagen se forma a distancia finita, y no


se puede ver nítidamente por L.
Si se coloca una lente positiva en Ai sobre un vástago de forma
fija (que coincide con el segundo punto focal de la lente M. (fi)
con su superficie posterior en contacto con él, y luego por medio
del tornillo o
tambor al efec­
to, se desplaza
el testigo hasta
que su imagen
es p e r c i b i d a
claramente por
la lente L. ten­
dremos que:
El testigo T-,
se ha movido
a través de una
di s t a n c i a X
de su posición
primitiva en fo.
La imagen vir­
tual de T. for­
mada p o r la
F ig iií a 124
lente M. del co-
linador, se halla en h., a una distancia X ' del segundo punto focal
fi. Pero X ' es al mismo tiempo la distancia frontal posterior, fi. h
de la lente problema.
Luego aplicando la fórmula de Newton;
X. X ' =. X. fih = -~f2
f = distancia focal de la lente M.
luego:
Í2

1
poder frontal o poder de vértice.
fih
luego: 1 _X
PV
7 ih ~ ' f2'
184 B. SCHCOLNICOV

1
----- constante == k
f2-
Pv - X k
X desplazamiento del testigo.
Entonces el poder de vértice es proporcional al desplazamiento
del testigo.
La cantidad del movimiento del testigo en poder dióptrico
es dado por:
Í2
X -------- = mm. por dioptría
1000
Si la distancia focal de la lente M, es 50mm.:
X —- 2.5 mm. por dioptría medida.
En este caso, el viaje total del testigo para medir del —20
a + 20-D. es de:
40 X 2.5 = 100 mm. 10 cm.

8(1, Manejo del aparato. — En las positivas el testigo T. se mueve


hacia la lente M. del colimador y en las negativas, lo hace en
sentido contrario.
í h

Figura 125

La imagen del testigo^ cuando la lente, a medir es esférica,


es una copia aumentada del mismo (fig. 120).
Cuando los lentes medidos son cilindricos o esferocilíndricos, las
imágenes observadas no son iguales al testigo, sino que se hallan
alargadas longitudinalmente en el sentido de su eje.
Si el testigo es una corona de puntos, la imagen será una serie
de líneas paralelas.
Es importante recalcar que en el caso de las lentes astigmáti­
cas se obtendrán en el frontofocómetro dos imágenes en distintas
L entes O f t á l m ic a s G ru esas 185

posiciones para cada lente. Así para un cilindrico + 3 se obten­


drán dos imágenes no simultáneas, una de ellas marcando el apa­
rato + 3 dioptrías y otra imagen semejante a la anterior, pero
orientada perpendicularmente, marcando el aparato cero dioptrías.
Para lentes esferocilíndricas se obtendrán también dos imáge­
nes en diferentes posiciones, correspondiendo cada una de ellas a
distintos poderes (fig. 126).
Así por ejemplo:

Esf. + 3 vj Cil. -f- 2

nos dará;

+ 3

Estos dos poderes corresponden a la combinación bicilíndrica.


La posición del eje se determina en las lentes astigmáticas
rotando el rectículo que lleva el ocular, hasta que uno de sus tra­
zos (siempre el mismo) se
ponga paralelo a la imagen
de mayor poder dada. Así en
el cilindrico puro, se orien­
tará el rectículo con la ima­
gen que marca 4- 3 y en el
segundo ejemplo se orientará
, . , - Figura 126
con la imagen que marca 4- 5. ^
El rectículo es solidario con una escala graduada en grados.
En algunos tipos de frontofocómetro puede girar circularmente
dentro del colimador, sincronizado a una escala angular, que per­
mite utilizarse en la determinación de la posición de las ejes en
las lentes astigmáticas. En estos casos, el testigo es un diseño de
líneas rectas que por influencia de las lentes cilindricas, sufre modi­
ficaciones análogas a las que se observan cuando a través de tales
lentes se mira un trazado en forma de cruz y se las hace girar
(fig. 127).
Cuando se trata de cristales prismáticos, el testigo se presenta
en forma similar a los cristales esféricos y el tambor marcará
cero dioptrías. Pero la imagen se hallará desplazada en forma
186 B. SCHCOLNICOV

proporcional al poder prismático. Si es una lente prismática, se


combinan ambas acciones (fig. 128).
Anexo al aparato existe un sistema registrador para marcar
centros ópticos, línea de las pupilas o simplemente eje de los
cristales.
El conjunto está sostenido por un pie de fundición que habi­
tualmente permite desplazamientos angulares para dar mayor o
menor inclinación al eje del aparato.
El sistema de iluminación se halla constituido por una lam~
parita eléctrica que trabaja con 220 ó 110 voltios, pero puede

'■ - i r '
V --/

Figura 127

sustituirse por la iluminación directa del sol, lo cual tiene el incon­


veniente de lo dificultoso de su empleo.
L entes O f t á l m ic a s G r uesas 187

El frontofocómetro ha sido registrado con varios nombres, así:


por ejemplo lo denomina: Lenzometro la American Optical Co.
Vertómetro,. Baush y Lomb. . Refractometro, Zeiss. Focometro,
Bush, etc-

81, Neutralización, — Habíamos visto anteriormente que las len­


tes positivas y negativas poseen efecto contrario y que en base a esto
la neutralización consiste en asociar a una lente
desconocida, otra de potencia conocida y de
signo contrario hasta que el conjunto carezca
de convergencia. Observando a través de
ambas, la imagen de un objeto no sufrirá nin­
gún desplazamiento moviendo las lentes en
conjunto.
Figura 128
Para que un vidrio cóncavo neutralice a
una lente convergente o positiva, es necesario que su foco objeto
coincida con el foco imagen del lente a neutralizar, y como los
vidrios son aplicados el uno contra el otro, coincidirán los vértices
respectivos y entonces las distancias frontales objeto e imagen del
vidrio neutralizante y neutralizado deben ser iguales.

fe

Figura 129

En la figura 129 se observan dos lentes gruesas en contacto.


Cuando ellas se neutralizan exactamente, los rayos que determi­
nan el poder frontal posterior de la lente positiva, tienen igual
convergencia que los rayos que determinan el poder frontal ante­
rior pero distinto signo.
La operación de neutralizar, habíamos dicho, constituye un méto­
do para determinar el poder de una lente desconocida, asociándole
otra de valor conocido y signo contrario. El poder determinado en
188 B. SCHCOLNTCOV

el caso de las lentes gruesas como se infiere de lo expuesto, es el


poder frontal o poder de vértice de la lente analizada.
El instrumento utilizado es la Caja de Pruebas, a la cual nos
hemos referido al hablar de lentes delgadas.
Caja de Prueba. — Tiene enorme importancia, el tipo de Caja
de Prueba utilizada, pues un desconocimiento de las característi­
cas de la misma, puede provocar errores bastante considerables.
Gran cantidad actualmente en uso y que aún siguen fabricán­
dose, están graduadas en poder esferométrico. Podemos verificar
fácilmente que el probin marcado + 10 de la caja, no neutraliza
exactamente, o no es neutralizado por el probin marcado — 10,
siéndolo en cambio aproximadamente por el — 10 50. En tales
casos no se corresponden las graduaciones contrarios de igual
valor. El probin graduado -f 10, tiene un poder frontal + 10.50
aproximadamente, y en cambio el graduado — 10, tiene un poder
frontal — 10 casi exactamente, en razón de carecer prácticamente
de espesor.
Luego, si usamos este tipo de caja sólo daremos un resultado
exacto cuando neutralicemos lentes de muy pequeño valor; pero
se cometerá un error apreciable en menos, cuando utilicemos los
probines positivos para neutralizar lentes negativos y en más al
proceder a la inversa.
Debido a que las cajas de prueba son instrumentos para deter­
minar poder frontal, deben obligatoriamente venir graduados en
poder de vértice y no en potencia esferométrica.
Generalmente, para fabricar una caja de prueba de las carac­
terísticas anotadas se procede así:
Se elaboran primeramente las lentes negativas, cuyos poderes
se gradúan según su curvatura, en razón de la casi coincidencia del
poder frontal y el esferométrico en este tipo de lentes. Luego se
fabrican los probines positivos y se gradúan con el valor negativo
que los neutraliza exactamente.
Luego los positivos y negativos se neutralizan uno con el
otro, en base al poder frontal o de vértice. Las lentes positivas
representan la cantidad de poder negativo que son capaces de
neutralizar. Este valor se denomina Poder Normal o Nonvinal.
L entes O f t á l m ic a s G ruesas 189

El poder Nominal o poder Normal difiere muy poco del poder


Frontal.
Los probines negativos son muy delgados y en general su poder
esferométrieo no difiere prácticamente del poder frontal ni del
focal. Este hecho también es aplicable a los positivos de valor
inferior a cuatro dioptrías, pero para graduaciones superiores
aumenta la diferencia entre el poder frontal y el focal.
Así, por ejemplo, para probines positivos de 4- 8 dioptrías de
poder frontal, con un espesor de 3,7 mm. el poder focal es de -f 7,89
dioptrías y el poder de cada una de sus caras es de -h 3,97 diop­
trías. I
Igualmente el poder de los positivos de + 20 dioptrías fron­
tales es en unidades focales, de sólo 4- 18,84 dioptrías.
Luego entonces al prescribirse lentes correctores utilizándo­
se la caja de prueba, el poder recetado es Poder Frontal y las lentes
ejecutadas aún teniendo forma curva (meniscos, etc.) deben tener
un poder de vértice posterior igual al que está marcado en los
probines que tienen forma bi o plano curva. Como veremos más
adelante, sin embargo el control de la graduación en el caso de la
lente curva, no puede hacerse por neutralización sino por medio
del Frontofocómetro.
Para el caso de las lentes esfero-cilíndricas, como la corrección
se hace agregando junto al poder Nominal de la lente esférica, el
valor cilindrico; la suma de ambos, no da exactamente el poder
frontal de la combinación y la lente ejecutada puede tener una
pequeña diferencia con las mismas. Esta dificultad se ha tratado
de eliminarla con la introducción de cajas donde los probines
esféricos al igual que los cilindricos son planos curvos, con los que
se obtendrían una mayor adaptación de ambas lentillas y el poder
sería más exacto.
Ciertas cajas de prueba contienen prohinas plano convexos
donde la potencia indicada es la potencia frontal objetó del vidrio
que como hemos establecido es igual a la potencia focal. El vidrio
marcado -f 10 acusa + 10 en el frontofocómetro siempre que
la cara curva eáté dirigida hacia el testigo, mientras que acusa
+ 10,50 si se invierte la posición. Luego el vidrio colocado de-
190 B. SCHCOLNICOV

iante del ojo con la cara plana hacia él, actúa como si valiese
+ 10,50.
Debemos recordar que los probines de las clásicas cajas
de Ensa­
yo son equi-curvos y como en el caso de las lentes de este tipo las
distancias frontales imagen y objeto son iguales, no tiene impor­
tancia la posición o colocación del probin y la lente a analizar, si la
misma es también bicurva.
Pero cuando las lentes son plano-convexas o plano-cóncavas
y sobre todo lentes curvas, como por ejemplo los meniscos, el pro­
blema se hace complejo y a menudo el poder frontal de la lente
puede no ser posible determinarlo.
Cuando se trata de neutralizar una lente negativa-curva con un
probin positivo se aplica el mismo razonamiento visto anterior­
mente. Cuando se trata de neutralizar una lente convexa con un
probin cóncavo, sólo se determinará el poder frontal imagen, de la
primera si se utiliza un probin plano-cóncavo y dispuesto con
la cara plana adosada a la cara plana del positivo.

Figura 130 Figura 131

Cuando se trata de neutralizar meniscos, como la posición habi­


tual para efectuar la operación es la de disponer el probin adosado
a la cara anterior de la lente problema, sólo se puede determinar el
poder frontal anterior. Así, al determinar la potencia de un vidrio
convexo es necesario colocar el vidrio como muestra la figura 130
y no como la figura 131.
La potencia así medida no es la frontal imagen, sino que como
el vértice en contactó es el vértice objeto del vidrio neutralizado,
L entes O f t á l m ic a s uruesas 191

que está en contacto con el vértice imagen del neutralizador^ el


poder medido es el poder frontal objeto del primero.
En resumen, el procedimiento de la neutralización, no es exacto
más que como método para determinar la potencia en lentes del­
gados. Para las gruesas sólo es aplicable en lentes chatas. En el
caso de las lentes curvas, el poder frontal imagen o poder de vér­
tice posterior sólo puede determinarse en forma aproximada.
Las figuras muestran cómo con los probines comunes de 38 mm.
de diámetro, las lentes neutralizadas no pueden ser colocadas en
contacto con los mismos por su superficie posterior y por consi­
guiente el poder frontal posterior no se puede determinar de esta
manera. Un tipo original de lente de prueba fué introducido en
plaza, constituido por lentillas de 14 mm. de diámetro, graduadas
en poder de vértice posterior. La pequefia cantidad de aire que
queda sin embargo entre el probin y la lente por la parte posterior
se toma en cuenta en los cálculos de dichas probines.
Inclusive se han propuesto cajas de ensayo con probines de
forma curva, pero los mismos sin embargo también presentan
inconvenientes que no los han hecho aceptables.

82. El poder frontal y la forma de la lente. Cálculo de las curva­


turas para las lentes graduadas en poder del vértice, — El problema
que habitualmente debe resolverse, no es precisamente determinar
en las lentes la potencia frontal posterior, sino que por el contrario;
conocido dicho poder, calcular las curvaturas del cristal que corres­
ponden al mismo. Es decir que dada una receta donde se prescriben
lentes de una determinada graduación, proyectar las superficies
de la misma para que éstas acusen el valor solicitado al ser con­
troladas en la frontofocómetro.
En este aspecto, la situación aunque algo más compleja que el
simple cálculo esferométrico, tiene solución fácil y segura. Para
ello debe considerarse el espesor y el índice de refracción del vidrio
empleado aplicándose luego las fórmulas respectivas. Por otra par­
te, simplificando el asunto debe tenerse en cuenta que una de las
superficies del cristal constituye la base o sea que posee un valor
establecido de antemano. El espesor central tiene capital impor­
tancia, sobre todo en las lentes positivas y suele calcularse cono-'
192 B. SC H CO LN ICO V

ciéndose la profundidad de las curvaturas o. “valor sagitaF’, aun


considerándose las mismas como si se resolviese el cristal esferomé-
tricamente, ya que en general la variación del mismo luego será
casi despreciable.
Conocidas de antemano el valor de una de las caras del cristal
(base) el espesor central, el índice de refracción y el poder de
■vértice buscado, la única incógnita, será la superficie restante.
La fórmula respectiva se deduce de la ya vista para el poder de vér­
tice anterior o posterior.
Los dos casos más comunes que se suelen plantear son los
siguientes:
a) Cálculo de la curvatura anterior (Pi) conociéndose la pos­
terior. Como ocurre con las lentes positivas con una base
determinada.
b) Cálculo de la superficie posterior (P2) conociéndose la ante­
rior. Como en las lentes curvas negativas o bifocales de
tipo Kriptok.
Las fórmulas que se aplican en ambos casos se deducen mate­
máticamente de la anteriormente citada para el poder de vértice
posterior.

F) Determmación de la fórmula para el cálculo de la superfi­


cie antenor.

+F, . Pi . P2
-------------------- 1 ---------------
1- P,
n
pasamos el denominador al otro término

Pv - Pv • Pi Pi + P2 - Vn
n

permutamos términos

Pv - P-> - Pl -+ Pv . Pl -- -----------. Pl . P.
11 . n
sacamos factor del segundo térniino

Pv — Po = ^ 1 + Pv . ----------- . P-. ^ Pl
L entes O f t á l m ic a s G r u e sa s 193

pasamos Pi al otro término

1 + ---------- !_
Pí n n
e
sacamos factor común —
n

= 1 + ^ (P„ „ p^)
Pi n

despejamos Pj

Pv - Po
Py
1 + —ñ (Pv - P.)

1 + (Pv - P 2) n
29) Cálculo de la fórmula para la superficie posterior.

Pt + P 2 - ~ . Pl .P 2
n
p^jp) = --- ---
e
1 ---------Pi

sacamos factor común Po

Pl + Po ( l - ~ — . Pl)
P,jp)

Pl p,(l- — .Pl)
n
Pv = -------------------+
e
------- ----------------
e „
----- -
1 ----------p^ 1 ------- -- . Pi
n n

Pv = ..... - - + p,
1- — - Pi
n
194 B. SC HCOLNICOV

Pl
P 2=
Pl
Luego entonces por medio de las dos fórmulas desarrolladas se
pueden calcular las superficies de las lentes oftálmicas en tal for­
ma que el poder de las mismas sea el solicitado cuando son
controladas por medio del frontofocómetro.
En la tabla consignada a continuación están expresadas los
valores correspondientes a cristales de diferentes poderes: (Ta­
bla VI)

TABLA VI

Poder Base Espesor e /n 1


+ 6 •— 6 4 mm. 0.0026 + 1L63
+ 7 — 6 4 mm. 0.0026 + 12.57
+ 8 ' — 6 5 mm. 0.0033 + 13.38
+ 9 — ■6 ' 5 mm. 0.0033 + 14.29
+ 10 ^ 5 6 mm. 0.0031 + 14.33
+ 12 — 4 7 mm. 0.0039 + 15.06
+ 14 — 2 8 mm. 0.0052 + 14.77

Ejemplo 1

P^Ap) = -f 9
P. = — 6
e = 0,005
4 J - ( — 6 ,15
14,29
n = 1,52
Pl = . + 14.29

Ejemplo 2

Pv + 9
Pi = + 14,29
14.29
P->:= 9
— = 0,0033
n
P.> - X
L en tes O ftá lm ic a s Ó ru esa s 195
Ejemplo 3

Pi = + 14,29 _ +14.29+(—6) — (0,0033 .14,29 . (-H3)


P2 = — 6 1 — (0,0033 . 14,29 ^

— =■ 0,0033
n
Pv = X

Si el cristal se calcula e teniendo en cuenta solamente el poder


esferométrico, o sea con sus caras de ¥alores
Pi - + 15
P2 = — ñ
el poder de vértice posterior sena
+ 15 + ( -- 6) — (0,0033 . 15 . — 6)
p ^ fp i = ------------------!-------í------ == 4- 9^77
1 (0,0033 . 15)

o'sea casi 1 dioptría mayor.


Con los mismos razonamientos podemos resolver una lente
hecha de vidrio Flint, cuya utilización es relativamente frecuente
en las graduaciones altas, en virtud de que por su mayor índice
de refracción, el poder convergente es también mayor y el espesor
del cristal resultante es algo menor.
p ^ fP i = 4- 16

Pa = 4
n = 1,64
—e . . 0,0042 + Pi
16 — ( — 4
- — ------------------= + 18.50
n . 1 + [ l i — ( — 4] 0,0042
e = 0,007

. Luego
una lente de Flint de índice 1,64 cuyo poder sea de
+ 16 tendrá en este caso curvaturas de — 4 y + 18,50 respecti­
vamente. Si el óptico utiliza para tallar los dichas superficies
moldes comunes para cristales de crown, deberá calcular las equi­
valencias o sea: elmolde común de 3,25 para obtener 4 dioptrías
en Flint; y elmolde de + 15 para obtener + 18,45 en Flint.
En conclusión, con las fórmulas desarrolladas y los ejemplos
correspondientes, podemos decir que es posiblecalcular las super­
196 B. SC H CÓ LN ICO V

ficies de una lente oftálmica


en tal forma que la graduación de
la misma responda exactamente al frontofocómetro. Si bien el
procedimiento resulta más largo y dificultoso que cuando se efec­
túa de acuerdo al esferómetro, es imprescindible si no se poseen
tablas especiales para su resolución, sobre todo cuando se trata de
cristales de alto poder ■como los prescriptos en los operados de
cataratas que sobrepasan las diez dioptrías. En estas circunstan­
cias el control por medio del frontofocómetro impone el procedi­
miento desarrollado u otro similar.

83. Lente gruesa neutra (afocal).— Si se fabrica una lente


curva que posea ambas caras con igual radio de curvatura y por
consiguiente igual número de dioptrías (con signo opuesto) esfe-
rométricas, en contra de lo que podría pensarse a “prima fáscie'’
dicha lente no es ópticamente neutra.

Solo será neutro un sistema así, si es extremadamente delgado


o bien que las caras fuesen planas.
Realizado
el dibujo respectivo se verifica que al tener ambas
caras igual
radio de curvatura la secciónde la lente no muestra
caras paralelas
sino una sección correspondientes a una lente
convergente. Fig. 132.
L entes O f t á l m ic a s G r uesas 197

El paralelismo de las caras, aparentemente sería la condición


primordial (y exactamente en caras planas) para que el sistema
sea neutro.
Ésta anomalía suele ocurrir cuando se fabrica, o bien un menis­
co neutro (base 6) que ál final no resulta neutro, o más interesan­
te aún cuando se fabrica una lente cilindrica tórica, en base 6.
Al controlar ya sea al frontofocómetro o visualmente el eje o
meridiano sin acción óptica se verifica que el mismo posee una
marcada convergencia negativa o positiva.
Si para eliminar la anomalía descripta se construye la lente
con sus caras paralelas: ambas tendían diferente radio de curva­
tura: r y r'; tampoco dicha lente curva será neutra sino ligera­
mente negativa. Fig. 133.

Al tener la cara interna menor radio de curvatura que la


externa, posee mayor convergencia y se produce la adicción
negativa.
En el primer caso en cambio el excedente de convergencia po­
sitiva se debe al espesor de la lente*.
Para obtener una lente ópticamente neutra curva, deben resol­
verse los poderes de ambas caras merced a las fórmulas de las
lentes gruesas.

Resumiendo:
I. — Si ambas caras de un cristal curvo, grueso, tienen igual radio
198 B. S CH C o LN I C o V

de curvatura, éste no es neutro, sino ligeramente conver­


gente.
II. — Si ambas caras son paralelas, la lente no es neutra sino
ligeramente negativa.
III. — El sistema debe resolverse ópticamente teniendo en cuenta
el espesor.
La segunda cara o superficie posterior, debe neutralizar exac­
tamente la cantidad de convergencia que llega a la misma. — La
causa de estos hechos se debe a la influencia del espesor (en el pri­
mer caso) que agrega dioptrías positivas a la primera cara, siendo
por consiguiente el poder de los rayos que llegan a la segunda cara
igual al poder esferométrico más el espesor; y por consiguiente
mayor que el poder de la segunda cara.
Eesolvemos como en el caso de las lentes anteriores.

I —

e - 0,004 ^ + 6 + ( —6 ) - ( 0,0026 .6 . - 6
Pi - + s
p) —
1 ^ ( 0.0026 . 6
■ ----------------------------------- ^
------- -— —------ - -f- 0.10

F2 = - 6
n = 1,52
n
- 0,0026 « . ■
II. — Si se construye una lente de caras paralelas
Pi = + 6
P2 = X
Debemos previamente calcular P2 sabiendo que su radio de
curvatura r' será similar a r menos el espesor = r e

r = —n -1— = 0,083
= 0,083 0,004 = 0,079.
n»l
P _ ------
1,52-1
------- ^ _ g 32 .
r^ 0,079
+ 6 + (— 6,32) — (0,0026.6 . — 6,32
P^.(P) = --------------------- ------------- ----------------- — = -
1 — 0,0026 . 6
Luego el sistema es francamente negativo.
L entes O f t á l m ic a s G r u esas 199

Por consiguiente,si los rayos luminosos que se refractan en la


superficie + 6 llegan a la segunda cara distante a 4 mm. con un
poder convergente de + 6,10 dioptrías, será necesario para obtener
a
la lente afocal, que esta segunda cara tenga su vez un poder con­
vergente de — 6,10 dioptrías, o sea que su radio de curvatura sea
igual a
n—1
— ^
— = 0,085
6,10

Luego, ambas caras tendrán diferente radio de curvaturas.


Ellas no serán paralelas y la lente vista según un corte semejará
un menisco divergente (fig. 134).
La deducción rápida de la segunda cara o superficie interna se
hace fácilmente aplicando la fórmula vista anteriormente para
calcular P2 o Pi.

Pv^*>^ = o
Pi
Pi = + 6 P 2 = O — —
P. = X 1_ (
e n
— = 0,0026
n

P, = O -
1 — (0,0026 . 6)

P.. = O ------- -— = 6,097 6,10


0,984
200 B, S C'H G o LN I C o V

Sepuede verificar de acuerdo a todos los datos examinados


que a medida que disminuye la base o superficie anterior del cris­
tal, disminuye consecuentemente el poder inferido por el espesor,
llegando éste a anularse cuando las superficies son planas. Ade­
más, como es lógico, también cuando menor es el espesor menor
es la corrección que debe efectuarse.

84. Cálculo del espesor. — Es perfectamente conocida la in­


fluencia que ejerce el espesor central, en cuanto a la potencia de
las lentes oftálmicas se refiere. De ahí que, sin exagerar su im­
portancia, se puede dejar sentado que el cálculo del mismo tiene
prácticamente tanto valor como el de las curvaturas para cada
graduación.
Desde luego que cuando nos referimos al poder de vértice, las
curvaturas de las caras, como el espesor central están comprendidas
en las fórmulas matemáticas respectivas.
Análogamente, el conocimiento del grosor de las lentes difiniti-
vas tiene importancia capital para la elección del bloc o pastilla
con que las mismas se fabricarán. En efecto, aparte de otras consi­
deraciones, todas las lentes positivas tienen un espesor central
mínimo, según la graduación y el diámetro del cristal. De igual
manera, las negativas tienen también un mínimo para sus bordes
en cada potencia. El oficial de superficies debe conocer o calcular
estos mínimos, pues de lo contrario, si el bloc es insuficientemente
grueso, sólo podrá fabricar la lente reduciendo el diámetro, o por
lo contrario, si es exageradamente grueso, prolonga la tarea
de los
esmeriles o por otra parte la lente terminada tendrá un espesor
innecesario que le altera el poder.
La mayoría de los ópticos conocen, por la práctica, que pueden
seleccionar sus blocs, utilizando el dato habitual de 0,5 mm. por
cada dioptría del cristal a tallar, o sea, por ejemplo, que para 4 D.
son suficientes 2 mm. de espesor, debiéndose sólo agregar 1 mm.
más para el desbaste, esmerilado y pulido. Este procedimiento, sin
embargo, es de relativa exactitud y sólo es aplicable para diámetros
no superiores a los -46 mm. y graduaciones no-
mayores de 8 Diop­
trías, pues en estos casos la fracción de espesor para cada gradua­
ción es más alta. Agreguemos que también debe considerarse no
L entes O f t á l m ic a s G r uesas 201

sólo el espesor teórico, más la cantidad a desbastar, sino también


el exceso necesario para evitar la rotura fácil del cristal o mejorar
su apariencia. El espesor en el borde de los positivos, así como el
del borde y el centro de los negativos, tiene mucho que ver con su
resistencia a las roturas y con su aspecto, sobre todo si las lentes
van a ser calibradas en monturas sin aro.
La experiencia indica que las lentes, desde cero hasta una dip-
tría, deben tener un espesor en el borde, para las positivas, alre­
dedor de 1,8 mm. para ir decreciendo, a medida que aumenta la
graduación, hasta 1 mm. y meno“ aun En las lentes de alto poder,,
el borde no tiene espesor adicional pue" la posibilidad de las rotu­
ras es mucho menor. Para las lentes negativas el espesor de los
bordes depende del
poder dióptrico y aumenta con el aumento de
poder, pero el espesor central no debe ser inferior 0,6 mm. para a
las lentes más potentes, siendo en cambio ligeramente superior
para graduaciones de 0.25 a 2 dioptrías (1,2 a 1,5 mm).
Para
la determinación precisa del espesor de los cristales oftál­
micos es necesario el conocimiento de una serie de datos por medio
de los cuales con relaciones sencillas se logra el cálculo exacto que
se desea en cada caso.
El primero de los datos es la constante
conocida como “ profundidad en una curvatura” , o sea la distancia
que existe entre el vértice de dicha curvatura y un plano secante
a la misma
que al cortarla señala un diámetro
K fijo (fig. 135).
Esta distancia del punto central de la curva
Figura 135^ la línea
secante teórica se denomina también
“ flecha” o “valor sagital” , puede variar si se
varía el diámetro considerado.
En la figura 136 tenemos una superficie de 10 dioptrías con un
^ ^ - diámetro de 50 mm.
El valor sagital es en este caso de 6,3 mm.
Si consideramos un diámetro de 44 mm, la
profundidad se reduce a 4,8 mm. o sea que
Figura 136 la flecha disminuye ai disminuir el diámetro
tomado.
En la figura 137 tenemos dos curvaturas, de 6 dioptrías y 12 diop­
trías respectivamente, cortadas ambas por una secante 44 mm. de
202 B. SC H COLNICOV

La profundidad de la primera es de 2,8 mm. y la de la segunda


d e 5,9 mm. Por consiguiente, el valor sagital aumenta con el poder
convergente de las curvas. En definitiva
— podemos decir que cuando el diámetro
torna más corto o más largo, la profundi­
dad de la curvatura aumenta o disminuye
Figura 137 Cuantitativamente. Por otra parte la pro­
fundidad de la curvatura será tanto mayor
cuanto mayor es el poder dióptrico de la misma.
El valor sagital para una curvatura determinada puede s-er cal­
culado si se conoce el radio de curvatura de la misma y el diámetro
antedicho.
En la figura 138 tenemos:

E: valor sagital
r: radio de curvatura
d: diámetro.

En e l . triángulo AOC

y^ + (0C)2

(OC)^ - - y^

OC =

E = r — OC
Fisura 138 -rr. _ .“ ~
s E = r - y r - — y-

Este valor de E que con tituye la profundidad de la curvatura


es al mismo tiempo el e pe or central para una lente plano
convexa.
Desde luego, que como el radio de curvatura de las superficies
estudiadas depende la potencia convergente de las mismas y de su
índice de refracción, esta fórmula es de por si sola insuficiente de
emplear si no se calcula previamente dicho radio en función de
los dos datos precitados.
Generalmente para facilitar los cálculos de este valor sagital
por ende, el espesor mínimo de una lente, se confeccionan tablas
con las profundidades de vértice correspondientes a diversas cur-
L e n t e s O f t á l m ic a s G r uesas 203

vaturas y diámetros, para un índice de refracción determinado.


Una de ellas pa­ SHURON THICKNESS CHAET
Bioptric DUmeter o í henm in MillimeUri"
ra índice 1,523, Curve 29 38 34 36 38 40 42 44 4« 47 48 56 61 52 55

esta indicada a
13 13 14 15 15 IS i8 21
continuación. En n u is 1518 16 1619 2118 2218 . 2319 2225 30
la misma como 12 14 15
U
17
18
18
29
26
21 22 23
u
25
z
26
T u
27 31 S7
24 25 27 28 29 33 S9
-- 5® i® W^19 2210 2232 i*
- 12 14 15 17 19 21
vemos se expre­ 25 . 2S
- -- - 31 14 41

12 14 IS 18, 2« n U 27 28 SI SS 34 S8 IS
san en la primer 15 17
IS' 18
19
2#
21 / 23
22 - 24
26
27 29
29
31
SI $3 36 40 48

17 19 21 23 25 28 32 33 36 38 39 44 53
columna verti­ 19 ■ 22 24 26 29 32 33 35
36
38
39
39f
41 43 48 57
18 20 23 25 28
19 21 23 26 29 32 35 36 36 41 43 45
cal los poderes 15 20 22 27 30 33 36 39 42 44 46 52 62
M I 16 20 23 25 28 —31 3435 3937 3940 42 46 48 " 44 46 48 54 64
deseados y en __ _ jj- " 2 8 - 30ñ 3433 3Í36 41......43
40 42 43 47 49
45 49 51 53 ÜT”
las posteriores 13 18 24 27 30 33 36 40 44 46
49
48
51- 56
52 55
58
57
61
64 77

21 27 30 83 37 41 45 52 54 59 62 '
los valores sagi­ 22
24
U
31
31
35
35
39
39
43
43
48 53
~5 7 ----- 63----- 65----- 68----- 77----- $Í
70 73 76 86 IOS

tales correspon­ 11 18 Í6
29
34
37 42 47 52 58 71 74 78
45 51 57 64 70
dientes a diver­ 49 55 ' 62 69 77
103 114
57 65 73 81 91 101 107 lis 125
sos diámetros 41
44
54
58
62
66
70
75
79
‘ '
99 111 117 124 139
95 107 121 129 137 155

indicados en la 31 47 62 71 80 91 103 117 133 143 153 177 193 214

Figures Show Number o í 1/lOths Mülim.UM Reqttire4


primer columna Tabla V i l
vertical.
El espesor central de toda lente curva esta dado por la diferen­
cia entre las profundidades
de las curvaturas de sus ca­
ras constituyentes. 139). Fig.
a) En una lente con una
cara plana y la otra cur­
va, el espesor será sola­
mente . el de la cara
curva.
b) Si ambas caras tienen
diferente signo, el espe­
sor será la diferencia
entre la profundidad
mayor y la menor.
(ex)
c) Si ambas caras tienen rci
igual signo, el espesor
será la suma de ambas
profundidades. Figura 139
20 4 B. SC H CO LN ICO V

Al resultado obtenido se le debe modificar en ciertos casos,


puesto que las lentes no deben poseer dentro de lo posible un
borde agudo como el que resulta del cruce de ambas caras, sino
que debe existir un pequeño espesor en el mismo. Luego, este
será el teórico, más el borde (fig. 140).

a) El- = E -f e

b) Ef = El — E2 + e

c) Ef = El + E-2 + e
Figura 140

Ejemplos:

Calcular el espesor de un lente menisco' de + 4 dioptrías de


48 n;m., de diámetro cuyo borde debe tener 1 mm.

Valor sagital Ei = ( + 10) = 5,7 mm.

Valor sagital E^ = (— 6) 3,3 mm.

Espesor teórico S¡ = Ei — E- =
- 5,7, — 3,3 2,4 mm.
Espesor final Ef == Et — E2 + e =
= 2,4 + 1 3,4 mm.

Inversamente al anterior, se desea conocer el espesor en el


borde de una lente positiva forma menisco, de 46 mm. de diámetro,
3 dioptrías de poder ~y un espesor central de 2 mm.

El ( + 9) - 4 ,7 mm.

Eo (— 6) = 3,1 mm.

El — E -2 1,6 mm.
luego;
2 ,mm. — 1,6 = 0,4 mm.
El espesor en el borde es de 0,4 mm.
La fórmula general para determinar el espesor del borde se
puede obtener de la anterior ya vista, despejando el valor de e.
Ef ~ El — E<_> + e
L e n te s O f t á l m ic a s G ruesas 2 05

despejando é
e " Ef — El “f- E2

e Ef — (El — Es)

e = Ef + E2 El

e = Eo + Ef — El

e = E2 — El + Ef

Estas fórmulas se apiican tanto para resoluciones en el caso de


las lentes positivas como de las negativas.
En lo que respecta al oficial de superficies^ los problemas que
debe resolver son los s^iguientes:
a) Saber que.bloc debe elegir para tallar lentes de un poder
dióptrico determinado.
El bloc por la común es de 50 mm. de diámetro, de ahí que
todo se reduce a calcular el espesor teórico en el centro:
El — E 2 = espesor central
y sumarle si es necesario el espesor de los bordes; Ei — E2 + e.
b) Saber que bloc debe elegir para poder fabricar una lente
que tenga un cierto espesor en el borde, una vez que ha sido
calibrada para un cierto aro.
Claro está que como el bloc es de mayor tamaño que la-lente
calibrada, tendrá una vez que se ha tallado en él la lente reque­
rida (lente sin calibrar) un borde agudo. Al cortarse de un tamaño
menor tendrá un espesor en el borde, cuyo grosor será la dife­
rencia entre el espesor central de la lente sin calibrar y el espesor
que tendría una lente de esa graduación pero que hubiese sido
tallada directamente en el diámetro en que ha sido cortada.
En resumen, las posibilidades más comunes quedan indicadas
en el siguiente
orden:
1. — Calcular el espesor central de una lente positiva.
2. — Calcular el espesor en el borde, dado el grosor central.
3. — Calcular el espesor en el borde, dado el grosor central: pero
variando el diámetro de la lente.
206 ■B. . SCHCOLNI COV

4 .— Calcular que bloc debe elegirse para -obtener una lente


calibrada de un grosor en el borde determinado.

Vamos a considerar un ejemplo basado en esta última posi­


bilidad.
Se desea saber que bloc debe utilizarse para que una lente de
3 dioptrías ima vez calibrada en 44 milímetros de diámetro hori­
zontal, tenga en su borde un espesor de 1,8 mm.
Se trata en este caso de reponer una lente rota en una montura
al aire, y por consiguiente el nuevo cristal debe presentar la misma
apariencia del otro del anteojo. La forma
es'menisco. (Fig. 141).
a) se determina primeramente el espe­
sor teórico de la lente calibrada:
(44 mm.)

El = ( + 9 ) = 4,3 mm.

E2 = (— 6) = 2,8 mm.

El — E2 1,5 mm.

b) se determina el espesor central de la


lente sin calibrar: (50 mm.)

El ( + 9 ) : '5 , 6

E2 ( - 6): 3,6

El — £2 = 2 mm.

c) la diferencia entre ambos espesores centrales,^ es el espesor


que posee en el borde la lente calibrada.

2 — 1,5 = 0,5 mm.

como se ha pedido un espesor de 1,8 mm. se debe elegir un


bloc cuyo grosor sea de

2 + 1,3 - 3,3

el valor 1,3 es el déficit que posee en espesor la lente cali­


brada, y será el borde de la lente sin calibrar.
■L e n t e s O f t á l m ic a s G r uesas 20T

Lógicamente a este espesor teórico del bloc debe añadirse un


milímetro más para el desbaste, esmerilado y pulido; pero lo im­
portante es que el oficial de superficies^ cuando talla la segunda
cara del lente pedido, debe evitar que el borde del mismo sea más
delgado de 3,3 mm. pues de lo contrario la lente al ser calibrada
será más fina que lo que se desea. (Fig. 141).
Guando el problema se refiere a las lentes negativas ofrece
pocas variantes con respecto a las positivas. Si bien en este caso
lo fundamental es determinar el grosor del borde de la lente con­
siderada. El espesor central en esta lente no debe ser inferior a
un mínimo de 0,6 mm. siendo luego mayor en lentes de poderes
comprendidos por lo general entre 0,25 y 2 dioptrías.
La fórmula para establecer el espesor del borde puede ser una
cualquiera de las vistas al referirnos a las lentes positivas:
Vamos a considerar un ejemplo;
Calcular el espesor en el borde para una lente esférica negativa
de — 5 dioptiias, forma menisco, de 46 mm. de diámetro (fig. 142).

e d + E2 — El
E,: ( + 6) = 3,1 mm.
E^ (— 11) = 5,8 mm.
0,8 mm. (espesor central) = d
e - 0,8 -f 5,8 — 3,1 3,5

Interesante es aplicar estos cálculos a las lentes negativas


dlirante el tallado de las mismas, para controlar el espesor central
i midiendo por medio de un espesímetro el
L grosor del borde, para evitar la perfora-
ÚZ — ción del cristal en el centro. Veamos:
~ Se desea tallar un unicolor en un bloc
donde por fusión se ha pegado una pelí-
Figura 142 cula Fieuzai de 1 mm. El poder del cris­
tal debe ser de — 14 dioptrías y el espesor central no debe ser
inferior de 0,6 mm. (fig. 143). El diámetro será 42 mm.

d =. 0,6 mm.
E, ( - 14): 6,4 mm.
e E- ^ d 6,4 + 0,6 = 7 mm.
208 B. S C H CO LN ICO V

Por consiguiente el operario debe trabajar la superficie cóncava


“•14 controlando el borde del cristal por medio de un compás de
espesores. El grosor de dicho borde calculando la película de color
también, no debe ser menor de 8 mm. Si el espesor de dicha pelícu­
la no se ha podido determinar con exactitud, entonces se debe
practicar una pequeña muesca, que luego desapaffece duránte el
calibrado, y se va verificando durante las operaciones de esmeri­
lado grueso y fino la variación del espesor para el bloc de vidrio-
I blanco solamente, en tal forma que el mismo
_ no sea inferior a 7 mm. (fig. 143).

_ _XÍ_ 85. Lenticulares. — Las lentes de alto po-


der, tanto positivas como negativas tienen
Figura 143 el inconveniente de ser gruesas y pesadas.
Así las lentes positivas de altas graduaciones son muy gruesas en
el centro y las negativas en cambio presentan sus bordes exagera-
damente abultados.
Una preocupación que se suele tener en el ejercicio de la profe­
sión es tratar de reducir el diámetro de las mismas a un mínimo
posible con lo cual existe la posibilidad de reducir también a un
mínimo el espesor central o el de los bordes. En efecto, elegido
el armazón o montura para el paciente, los cristales que se fabri­
carán se harán teniendo en cuenta el diámetro de los aros y no
simplemente como si se tratase de una graduación corriente. De
esta manera, como generalmente en estos casos, las.medidas son más
biéri pequeñas, excediendo muy raramente de 42 ó 44 milímetros,
no es necesario fabricar las lentes en blocs de 50 milímetros, pudíen-
do hacerse en otros tamaños bastante más chicos, con lo cual el
espesor de dichas lentes también se reduce en la proporción, pues
como vimos en el párrafo anterior, la profundidad de las curva­
turas para un mismo valor, aumenta al aumentar el diámetro de
los cristales.
Generalmente, por otra parte, el campo visual efectivo de
quienes usan estos cristáles también se halla reducido, de ahí que
inclusive el peso y grosor de las lentes recetadas pueden ser dismi­
nuido aun más, si en el bloc elegido para los aros, sólo se aprovecha
la parte central para tallar la corrección solicitada. Los cristales
L entes O f t á l m ic a s G ruesas 209

obtenidos de esta manera se denominan Lenticulares, en razón qüe


no toda la superficie del mismo es ópticamente aprovechable, sién­
dolo en cambio sólo la arte central denominada lentilla.
Los más comúnmente utilizados son los lenticulares niégativos
para los casos de altas miopías; pero los positivos, sobre todo para
los operados de cataratas (afáquicos) son también bastante emplea­
dos. Según el procedimiento empleado y las características de los
mismos, estos lenticulares se clasifican de
la siguiente manera:
Tallados
Cementáios^^
Fundidos

86. Los leníiculares tallados, cuyas diversas formas se ven en la


figura 144 pueden ser negativos y positivos, y se obtienen por

Figura 144

la combinación de dos curvaturas en la misma superficie del cristal;


en tal forma que la más periférica fabrica una faceta caracterís­
tica de ancho variable. Debido a esta faceta típica, estas lentes se
suelen denominar también lenticulares facetados.
Si se usa una herramienta esférica (molde) para tallar el borde,
la lentíHa central será circular, y si se usa en cambio un molde
cilindrico la lentilla será oval.
210 B. S CH Co L N I Co V

En el caso de los facetados negativos que son los más comunes,


este borde puede ser convexo o plano, sobre todo si el cristal será
montado al aire o en aro. Lógicamente ¿stos lenticulares deben
cumplir ciertos requisitos para un diámetro dado de la lentilla, con
el fin de que la faceta tenga a su vez un diámetro también ade­
cuado y sobre todo que el cristal para una cierta medida total y un
cierto tamaño de la lentilla, tenga el conveniente espesor central
y el conveniente espesor en el borde.
Por consiguiente, si se emplea un molde cóncavo para hacer la
faceta (faceta convexa) debe tenerse la precaución de saber ele­
girse la curvatura del mismo para obtener el resultado deseado.
Es muy común que la mayoría de los ópticos prácticos eligen
para la faceta una curvatura alred^edor de la mitad del poder de
la lentilla, y así, por ejemplo, para una lentilla de — 20 dioptrías, el
molde para la faceta sería de — 10 aproximadamente.
Sin embargo, el cálculo exacto se debe hacer tal como se vió
en las páginas anteriores teniendo en cuenta el valor sagital de las
curvaturas correspondientes a la lentilla para evitar de utilizar un
bloc de vidrio exagerada o insuficientemente grueso y obtener así
el adecuado espesor en el centro y en los bordes del cristal, para
lo cual cuenta también la curvatura de la faceta.
Supongamos el siguiente ejemplo:
Lenticular de 18 dioptrías negativas con una lentilla de 20 mm.
de diámetro. Esta se tallara en un bloc de 40 mm. El borde se
terminará a filo tal como para calibrar en aro.
El espesor del bloc debe ser el que permita una curvatura
de 18 D con un diámetrr de 20 mm. al cual se le agregará el
espesor central. Supóngame que el mismo sea de 0,8 mm.
El valor sagital para la curvatura solicitada en ese diámetro es
de 18 décimas de milímetro. A este dato se le debe agregar el espe­
sor central y tendermos; 24 décimas de milímetro. Luego éste será
el espesor teórico del bloc.
Para tallar la faceta debemos buscar una curvatura que entre
50 mm. de diámetro y 40 mm. de diámetro, presente una variación
de 24 décimas de milímetro. Consultado la tabla, tendremos; 8 y 8,50
donde las variaciones son de 23 y 25 décimas. Elegimos como es
L e n t e s '" O f t á l m i c a s G r u e s a s 211

lógico la segunda. Desde luego no afecta mayormente si se adoptara


Ja curva ligeramente a superior aun siendo la 9 (fig. 145).
Si se tratase de repetir este mismo lenticular, pero dejando
un borde de 1,6 mm (16 décimas de milímetro), desde luego enton
oes, la diferencia entre el espesor al nivel del borde de la lentilla,

Figura 145

O sea 30 mm. y los 40 mm. del bloc, se verá reducida en una cantidad
igual al espesor del borde, o sea: 1,8 mm.

(2,4 mm. menos 1,6 mm.)

Por consiguiente la curva para hacer la faceta deberá tener


esa diferencia entre 30 y 40 mm. Ella corresponde a un valor de
7 dioptrías, según se puede constatar en la tabla VII.

87. Lenticulares cementados. — Los lenticulares cementados no


tierién mayormente mucha utilización a raíz de su poca solidez.
Se obtienen simplemente pegando con bálsamo de Canadá una
212 B. SC HCO LN ICO V

pequeña lentilla del poder solicitado y de diámetro reducido sobre


un bloc generalmente plano de caras paralelas, cuyo diámetro
corresponde al de los aros de la montura. Al reducirse el tamaño
de la lentilla se reduce desde luego su espesor y su peso. Se utiliza
este tipo de lenticular sobre todo para lentes positivas de alto
poder (fig. 146).
Presentan el inconveniente de que el bálsamo no produce una
adhesión de mucha solidez y a veces basta un golpe relativamente
fuerte para que la misma se desprenda. Además durante los días
muy calurosos, el cemento se
ablanda y el propio peso de la
lentilla la despega.

Figura 146 88. Los lenticulares fundidos


son obtenidos de la misma forma
aproximada que los bifocales, por la fusión de un botón de cristal
Flint en la cavidad practicada en un bloc de vidrio Crown sobre
la superficie convexa o bien sobre una plana. Se utilizan para
correcciones positivas.
Si bien este tipo de lenticulares son superiores a los otros tipos
en lo que respecta a la invisibilidad de la lentilla presentan en
cambio una serie de inconve­
nientes. El primero de ellos
que el peso de los mismos es
similar y aún mayor que si
Figura 147 se tratase de una lente única
de ese diámetro con la correc­
ción solicitada. Además, la potencia de lá
lentilla debe compensar
el poder divergente de el vidrio crown sobre el que se halla solda-
da. Su potencia y su espesor por consiguiente serán mayores que si
estas lentillas se las empleasen solas. También debe agregarse
la aberración cromática que produce irisaciones muy molestas.
CAPÍTULO VIII

BIFOCALES

89. Caracteres generales. — El ojo es capaz de ver nítidamente


objetos lejanos y cercanos, por medio del mecanismo de la acomo­
dación. La amplitud de la acomodación disminuye con la edad, y
es generalmente alrededor de los 45 años que se hace necesario
para la visión cercana, el uso de lentes convergentes, debido a que
el ojo se ha vuelto présbita.
Si el paciente tenía defectos para la visión lejana que le impo­
nían lentes correctores, se le agregará un nuevo inconveniente que
lo obligará al uso de dos pares de anteojos, los cuales deberá alter­
nar según efectúe trabajos de^ “lejos” o de “cerca”. Esta eventua­
lidad puede salvarse con el uso de los denominados lentes bifocales.
Se denominan lentes bifocales a aquellas que asocian en un solo
bloc lacorrección para visión lejanay lacorrección cercana. En
forma general, asocian dos poderes o potencias oftálmicas separa­
damente en un solo bloc de cristal.
y
La diferencia entre la convergencia para visión lejana la otra
convergencia que puede ser para lectura, o trabajo, etc., se deno­
mina adición. La adición siempre es poder esférico positivo, pues
la corrección cilindrica es la misma para lejos y cerca, y la única
diferencia entre ambas visiones es que el ojo se halla con un déficit
de poder convergente positivo, que debe compensarse con gradua­
ción esférica positiva.
214 B. SCHCOLNieOV

La porción para la visión cercana o intermedia, se denomina


segmento o pelicula y se halla habitualmente ocupando la porción
inferior del cristal, aunque su tamaño y dimensiones pueden ser
muy variables según la ocupación del paciente.

Generalmente 2/3 partes del talock.


Porción de distancia Se utiliza habitualmente para la
visión de lejos.

Generalmente 1/3 del bloc. Se u ti­


liza para lectura, trabajo, etc.,
Porción de cerca, seg­ regulándose su poder según la
mento o película . . . . profundidad del campo para el
cual se va a utilizar.

El tamaño, forma y posición de las porciones de “ distancia” y


de “ cerca” dependen del uso particular para el cual se emplearán
los vidrios. Habitualmente la porción de “ cerca” tiene las dimen­
siones adecuadas para poder leer, coser, escribir o trabajar cómo­
B i f o c a l e s 2 15

damente, pero teniendo en cuenta


que .el campo visual en estos
casos es restringido^ el tamaño del segmento menor que es la
porción de distancia, donde se necesita un
campo mayor.
Los tamaños del segmento o película oscilan desde muy peque­
ños, 14 ó 16 mm. de diámetro horizontal fundidos hasta alrededor
de 45 mm. en bifocales del tipo tallado (Ultex) (fig. 148).
En algunos casos, las lentes bifocales están fabricadas con su
porción “ de cerca” de mayor tarnaño que la de distancia, inclusive
la misma puede estar invertida.

90. Clasificación de los bifocales.— No existe una clasificación


universalmente aceptada de los bifocales, de ahí que la mayoría
de ellas se efectúen de manera en cierta forma arbitraria A con­
tinuación lo hacemos teniendo en cuenta la relación óptica existen­
te entre las dos porciones del mismo.

A — Porciones óptica- í formado p o r d o s í Franklin


mente indepen-^ trozos de una mis-~|
dientes ...............l ma clase de vidrio L Perfección

formado p o r dos í Cementados


trozos de una mis--|
ma clase de vidrio L

B — Porciones óptica­ formado p o r dos f ^ Kriptok


mente dependien- < trozos de diferen--{ “ ,
te s......... . te clase de vidrio L cundidos Telegic, etc.

formado p o r u n
solo trozo de vi- tallados: Ultex
drio

91. Bifocales de porciones independientes.— Históricamente, el


primer bifocal, descripto es el denominado Unión y cuya invención
se atribuye a Benjamín Franklin, de ahí que también lleva su
nombre. Este bifocal de extructura sumamente simple
está forma­
do por dos mitades de lentes: la de visión lejana y la de cerca,
montados en un mismo aro (fig. 149). La línea de separación es
gruesa y por el hecho de ser las dos porciones iguales, se halla
en la parte media del anteojo dificultando la visión. Posterior­
mente se modificó haciendo la porción de lejos mayor que la de
cerca, pero sin que se mejorasen los inconvenientes ópticos y mecá-
216 B. SCHCOLNICOV

nicos del mismo. Así, en primer lugar, una exagerada cantidad de


poder prismático se adiciona a la corrección en virtud de ser cada
porción a raíz del corte, una lente prismática. Los centros ópticos
se hallan desplazados fuera de los dos campos y no se pueden
hacer correcciones para astigmatismo en razón a la dificultad para

Figura 149

hacer coincidir el eje en una porción con el eje de la otro porción,


y la facilidad de los desplazamientos por el sistema de engarse de
ambas partes.
La línea de unión,en un principio plana, se modificó hacién­
dola en bisel, pero no significó gran mejora, pues aún así, la

Figura 150

diferencia de espesor de ambas porciones, la hacía muyvisible


y contribuía a almacenar suciedad. Estéticamente estos bifocales,
por consiguiente también no son aconsejables en razón de su
apariencia aún más chocante para una corrección como la de una
miopía, para lejos, asociada a una presbicie.
B i f o c a l e s 217

Una modificación de las características ópticas, con vías a eli­


minar el prisma, fué hecha utilizando las porciones centrales de
los lentes solamente.
Posteriormente, y con el fin de mejorar la apariencia del bifo­
cal Franklin, se fabricó el denominado Perfección, donde la línea
de unión es curva; pero sin que arrojase mayores ventajas sobre el
anterior (fig. 150).

92. Bifocales de porciones dependientes.

a) Formado por dos piezas de una misma clase de vidrio. — Esta


clase de bifocales fué creada alrededor de 1884 y aun todavía se
suele utilizar. El poder requerido para la visión de cerca es obte­
nido cementando una lente
suplementaria con bálsa­
mo de Canadá a la parte
inferior de la lente para la
#4
visión de lejos.
La lentilla pegada está
hecha del vidrio oftálmico
común, y en las lentes ci-
Figurri 151 líndricos se debe pegar en

la superficie esférica, eligiéndose generalmente la interior por ser


así menos visible y estar mas protegida. El poder de la lentilla
corresponde a la adición; pero el calculo de la misma debe hacerse
teniendo en cuenta que la cara adosada neutraliza su poder con la
correspondientes de visión lejana, y de ahí el poder de cerca se
obtendrá sólo por la combinación de la otra superficie de la lente
de lejos y la restante de la lentilla.

Ejemplo:

Lejos: + 1 (lente chato)


Cerca: + 4

La lente de lejos o sostén tiene en cada cara + 0,50, cuya suma


dará el valor -f 1 requerido (fig. 151).
Para cerca: la lentilla tiene una cara — 0.50, que se adosará a
218 B. SC H CO LN ICO V

la superficie + 0.50 de la lente grande y se neutralizan. La segunda


cara de la lentilla valdrá + 3.50, que asociada a + 0,50 de la cara
anterior de la lente de lejos, nos dará el + 4.00 buscado. También
puede hacerse plano-convexo.

Lejos: — 3,00 (lente chato)


Cerca: + 1

La lente de lejos es bicóncava, y tiene en cada cara un po­


der de — 1.50.
♦te
La lentilla biconvexa que se adosa posee los poderes: + 1.50 y
+ 2.50 (fig. 152).

Si se tratase de lentes curvas:

Lejos: Esf. + 1
Cerca: Esf. + 4

La lente de visión lejana (base) tiene los poderes + 7/— 6 y la


lentilla que se cementa: + 6 /— 3 (fig. 153).

Lejos: Esf. — 3
Cerca: Esf. + 1

La lente de visión lejana (soporte) tiene como poderes de sus

i- ?

Figura 152 Figura 153 Figura 154

cavas: + 6 /— 9. La lentilla cementada tiene las curvas, de va­


lor: + 9 /— 5 (fig. 154).
■Bi f o c a l e s . 219

Con el fin de eliminar el efecto prismático que se produce en


el extremo de la lente, se tallan las lentillas en forma de prisma,
con las curvaturas calculadas según los ejemplos (fig. 155). Luego
se pegan en tal forma que la base del prisma corresponda a la
parte más delgada del lente de distancia. Se debe procurar que
los bordes de la película sean lo más delgados posibles.
Estos bifocales tienen ópticamente muchas ventajas sobre los
anteriores, pues el poder prismático se ha eliminado. Por otra
parte los centros ópticos de
ambas porciones no se des­
plazan y no existe aberra­
ción cromática. Económi­
camente,tienen la ventaja
de aumentar el poder de
cerca, cambiando única­
mente la lentilla, lo cual
elimina, como ocurre en
los bifocales modernos, la
necesidad de renovar periódicamente todo el vidrio. Presentan
sin embargo el inconveniente de la poca solidez de la unión: el
bálsamo se resquebraja con el frío
y se fluidifica con el calor, des­
plazándose la película. Además,
con el tiempo el bálsamo se resi-
nifica, coloreándose.

93. •Bifocales
sola pieza. — En los bifocales de
una sola pieza, en una de las ca­
ras se talla la superficie bipoten-
cial, la cual se obtiene a ' partir
de un cristal base, mediante dispositivos y máquinas especiales.
Las fábricas europeas clasifican los diversos tipos de estos bifo­
cales en base a determinadas letras, que corresponden a ciertas
medidas en milímetros de la porción para visión cercana. La ter­
cera parte del cristal pertenece a la porción de visión cercana,
y el resto a la cercana (fig.
156).
220 B. SC HCOINTCOV

22.3 mm. 16 mm. r


B
25.4 mm.i 19 mm. i

Se les conoce generalmente con el nombre de Ultex, y lo fabri­


can por lo comiin las grandes fábricas que lo expenden semi-
trabajados, o sea con la cara bipotencial terminada. La otra se talla
para corresponder a la receta con la adición correspondiente a
la graduación de cerca. Se usa una herra­
mienta cerrada o anular que no tiene área
central, y genera la curva por rotación del
trabajo con el molde dispuesto en án­
gulo sobre el otro. El tipo actual de bifocal
tallado de una sola pieza,, fué introducido
en 1906 por Bentzon y Emerson. La figu­
ra 157 muestra la sección de un cristal de
este tipo, donde la cara bipotencial es la
posterior. El poder del segmento inferior,
es menor que el del segmento posterior.
Ambos son negativos.

Lejos: AO: Esf. + 2

Cerca: AO; Esf. + 5

P, + 8

Adicción
P:; — 3

La adicción se obtiene por diferencia de curvatura, solamente


en la superficie bipotencial; en cambio en los bifocales fundidos,
como veremos, es obtenida por diferencia de poder convergente,
con igual curvatura, y utilizando ambas caras de un botón de flint
que constituye el segmento.

A continuación tenemos un ejemplo de lentes negativas: (Fi­


gura 158)
B i f o c a l e s 221

Lejos: A O : Esf. — 3

Cerca: A O : Esf. + 3

Pi = ■+ 6

P. - — 9
P« = ™ 3

94> Bifocales fundidos. — Este tipo de bifocal


representa en;fierta forma una innovación con
respecto a los antériores. El poder adicional
para el trabajo o lectura se obtiene, fabrican­
do un segmento con un vidrio, generalmente
flint, de mayor índice de refracción, que se
funde en una depresión practicada en un block
de Crown de menor índice que constituye la
porción para visión de lejos. (Fig. 159).
Los primeros bifocales de este tipo en realidad no eran fundi­
dos, pues el botón de flint sólo era depositado en la depresión y
el conjunto asegurado con un vidrio de cubierta.
Estos bifocales fueron pro­
ducidos luego de muchos tra­
bajos, en la primer década
de este siglo, por John Borsh
padre e hijo. Actualmente se
los conoce con los nombres de
Kriptok o Teiegic.

Para fabricarlos, se practica


una excavación de 25 a 30
mm. perfectamente pulida, en
un block de crown. Luego se
fabrica un botón de flint, con una de sus caras de igual curvatura
que la depresión practicada en el crown, y se deposita en la misma.
El conjunto se introduce en un horno adecuado calentado eléctri­
camente entre 600 y 700°. El flint se ablanda y funde. Se debe
tener cuidado que la depresión cavada no se deforme ni que que­
222 B. SCHCOLNICOV

den burbujas de aire encerradas. Ambos vidrios deben tener apro­


y
ximadamente igual coeficiente de dilatación, el proceso de unión
debe hacerse lentamente. Para favorecer la salida de las burbujas
de aire se coloca en el borde un filamento de plomo. Generalmente
se utiliza crown de índice a 1.48 1.52 y
flint de 1.57 hasta 1.65, siendo
para ambos el coeficiente de dilatación es 0.000007.

La curvatura de la cavidad generalmente es — 6


Dioptrías, y el
botón de unos 28
mm. de diámetro y 2
mm. de espesor. Una de
las caras es plana y
la otra copia de la cavidad practicada. El
pulimento es esencial y debe de preferencia hacerse directamente
con pez para obtener mayor transparencia y brillo. El calor debe
mantenerse hasta que aproximadamente un milímetro del botón
se haya fundido; se corta la corriénte y se mantiene varias horas
el calentamiento, rebajándolo lentamente; esto recoce el cristal y
evita las tensiones.

En el cálculo de las curvas


para obtener los poderes para
visión cercana y lejana, el índi­
ce mayor del flint añade más
poder convergente con curva­
turas iguales del crown; pero
como el poder dispersivo del
flint es también mayor que el
del crown, la porción de cerca
muestra generalmente una apre-
ciable dispersión. Modernamente esto se ha eliminado con bifo­
cales fundidos donde se utiliza en
lugar de flint, el bario-crown
que tiene igual índice que el flint y dispersión semejante al
crown. Son los bifocales denominados acromáticos.

Las ' curvaturas d e l . cristal que intervienen para obtener los


poderes de cérca y de lejos son: (Fig. 160).

visión lejana: 1 y 5
visión cercana: 2-3-4 y 5
La adicción para cerca se obtiene en este caso, no por diferencia
B i f o c a l e s 223

d e c u r v a tu r a , c o m o o c u r r e en lo s c e m e n ta d o s , sin o que^ teniendo


iguales curvaturas, el mayor índice del flint, dará un mayor poder
convergente. Este excedente de poder, se obtendrá en: a) superfi­
cie frontal de la lente; b) superficie de contacto interna del botón.
a) En la superficie frontal, aunque el crown y el flint tienen
igual curva, el poder de la porción correspondiente al flint
es mayor.
b) En la superficie de contacto interna, se adosan dos superfi­
cies de iguales curvaturas y diferentes signos, de flint y de
crown ;pero sus poderes no se neutralizan, sino que coma
el poder de la curvatura del flint es mayor que la curvatura
semejante del crown, la asociación deja un exceso de poder
convergente. La suma de los excedentes de poder positivo
en las zonas (a) y (b) nos darán el poder necesario para
obtener la corrección de cerca.
Por consiguiente todos los cálculos, consisten en determmar las
curvaturas en la zona (a) y (b) para obtener la adicción requerida.
Suponiendo un flint de ín d ic e : n 1.65
y un crown de índice ; n 1,523
la diferencia de poder c o n v e r g e n te entre ambos cristales aplican­
do la fórmula:
n — 1
P — —
r
nos demuestra que el flint tendrá un 25 ' < mas de poder que el
crown y así, para una curvatura de segundo, cuyo valor sea + 1 D,
será para una similar de flint, de + 1,25.

1 D 4- 1,25
+ 2 D ■ 2.50
3 D 4- 3.75
+ 4 D -f 5.00
+ 5 D -i- 6.25
4- 6 D + 7.50-
-f 7 D 8.75
-r 8 D “T 10.00
9 D + 11.25
+ 10 D + 12.50
22 4 B. S c H c o L N ic o v

Sn general puede calcularse el poder convergente de una cur­


vatura de flint, conociendo el poder de la de crown, para lo cual
hasta multiplicar esta última por 0.25 y sumar el resultado, al
poder de crownr

Crown; + 6
luego . . . . . . . . . . . 6 X 0.25 = 1,50
entonces;
+ 6 + (+ L50) - + 7.50

Si se asocia como ocurre en la zona de contacto, una curva — 6


de Crown con otra positiva de igual radio de flint; como el poder
de esta última es en realidad + 7.50, obtendremos un excedente
de + 7,50

4- 1.50 (flint) + (— 6) (crown) + 1.50

Generalmente, lo que se conoce al procederse a los cálculos, es


i a diferencia de poderes para lejos de cerca, o sea la adicción, y
deben calcularse, las curvaturas que se darán al crown y al
flint para que nos dejen un saldo convergente igual a la adicción.

Ejemplos:

Lejos Esf. + 1. ^
^ „ „ . . ^ adicción 4- 3
Cerca Esf. + 4.

La curvatura que arroja un exceso de + 3 de poder, para el


flint, sobre el crown, se calcula así: divídese la adicción por 0=25
y ello nos dará el dato;

3 dividido 0.25 = 12.

Luego, una curvatura de 12 D para el crown. será 15 D. para


el flint, pues, según la regla que vimos anteriormente:
12 X 0.25 - 3
12 4 -3 =- -15

Esta curvatura de 12 D. se procede a repartirla entre las dos


caras de la lentilla: la superficie anterior, (a) y la superficie (b)
o superficie de contacto, siendo sus valores reales + 7.50 en cada
M .62 .75 .87 I.OO 1.12 t.25 IJ7 1.50 1.62 1.75 -1.87 2.00 2.J2 2.25 2 J 7 | r 5 0 ¡í¡2 2.75 2.87 |3.oe 3.12 3.J5 3.37 3.50 3.75 4.00
+ 3.0Ó
+ 3.12 212 215 218 221 223 226 228 231 234 236 239 242 245 247 250 252 255 258 261 264 267 269 271 274 277 281 287
+ 3.2S
+ 3.37 211 214 217 220 222 225 227 230 233 235 238 241 244 246 249 251 254 257 260 263 266 268 270 273 276 280 286
+ 3 .^
+ 3.S2 210 213 216 219 221 224 226 .229 232 234 237 240 243 245 248 250 253 256 259 262 265 267 269 272 275 279 285
+ 3.7S
+ 3.87 209 212< 215 218 220 223 225 228 231 233 236 239 242 244 247 249 1252 255 258 261 264 266 268 271 274 278 284
+ 4.00
+ 4.12 208 211 214 217 219 222 224 227 230 232 235 238 241 243 246 248 251 254 257 260 263 .265 267 270 273 277 283
+ 4.25
+ 4.37 207 210 213 216 218 221 223 226 229 231 234 237 240 242 245 247 250 i 253 256 259 262 264 266 269 272 276 282

+ 4.62 206 209 212 215 217 220 222 225 228 230 233 236 239 241 244 246 249 252 255 2581 261 263 265 268 271 275 2S1
+ 4 .n
+ 4.87 205 208 211 214 216 219 221 224 227 229 232 235 238 240 243 245 248 251 254 257 1260 262 264 267 m 274 280
+ 5-00
+ S.12 204 207 210 213 215 218 220 223 226 228 23i 234 237 239 242 244 j 247 250 253 256 2Ó9 261 263 266 269 273 279
+ S.25
+ 5.37 203 206 209 212 ■214 217 219 222 225 227 230 233 236. 238 241 243 246 249 252 255 258 260 262 265 268 272 278
+ 5-SO
+ s .e 202 205 208 211 213 216 218 221 224 226 229 232 235 237 240 242 245 248 251 254 257 259 261 264 267 271 277
+ S.ts
+ 5.87 312 315 318 320 323 325 328 331 334 336 339 342 345 347 350' 352 355 |358 361 363 366 368 371 374 377 382 387
+ 6.00
311 3J14 317 319 322 324 327 330 333 335 338 341 344 346 349 351 354 357 360 362 365 367 370 373 .376 381 386

+ S-37 310 313 316 318 321 323 326 329 332 334 337 340 343 345 348 3501|353 356 359 361 364 366 369 372 375 380 385
+ 8.50
+ 8.82 309 312 315 317 320 322 325 328 331 333 336 339- 342 344 347 349 352 355 358 360 363 365 368 371 374 379 384
+ 6.75
+ 6.87 308 311 314 316 319 321 324 327 330 332 335 338 341 343 346 348 351 354 357 359 362 364 367 370 373 378 383
+ 7.00
7.12 307 310 313 315 318 320 323 326 329 331 334 337 340 d42 345 347 350 353 350 3581 361 363 366 369 372 377 382
+ l2S
+ 7.37 306 309 312 314 317 319 322 325 328 330 333 336 339 341 344 346 349 352 355 357 360 362 365 368 371 376 381
+ 7.50
+ 7.62
305 308 311 313 316 318 321 324 327 329 332 335 338 340 3^13 345 348 351 354 356 359 361 364 367 370 375 380
+ 7.?5 304 307 310 312 315 317 320 323 326 328 331 334 337 339 342 344 347 350 353 355 3 ^ 360 363 366 369 374 379
+ 7.87
+ á.oo
+ 8.12
303 306 309 311 314 316 319 322 325 327 330 333 336 338 341 3-13 1346 319 352 354 357 359 362 365 368 373 378
+ 8.25 302 305 308 310 313 315 318 321 324 326- 329 332 335 337 340 342 ¡345 348 351 353 356 358 361 364 367 372 377
+ 8.37
+ 8.50 301 304 307 309 312 314 317 320 323 325 328 331 334 336 339 341 344 347 350 352 355 357 366 363 366 371 376
4 - 8.62
+ 8.75
-f 8.87
300 303 306 308 311 313 316 319 322 324 327 330 333 335 338 340 343 346 349 351 354 356 359 362 365 370 375
+ 9.00 802 805 807 810 812 815 818 821 82?, 826 829 832 834 837 839 ,8-12 845 848 850 853 855 838 861 864 869 874
+ 9 .1 2
.. +*s:25 801 804 806 809 811 814 817 820 822 825 828 831 833 836 838 841 844 8-17 849 852 854 857 860 863 868 873
+ 5.37
+ 9 .^
+ 9.62 800 803 805 808 810 813 816 819 821 824 827 830 832 835 837 8401 843 846 848 851 853 856 859 862 867 872
+ 9.75
+ 9.87 802 804 807 809 812 815 818 820 823 826 829 831 834 836 8391 842 845 847 850 852 855 858 861 866 871
+ 10.00
+ 10.1¿ 801 803 806 808 811 814 817 819 822 825 828 830 833 835 838 841 844 846 849 851 854 857 S60 865 870
+ 1 0 .2 5
+ 10.37 800 802 805 807 810 813 816 818 821 824 827 829 832 834 837 840 843 845 848 850 853 856 859 864 809
+ 1lO.SO 801 804 806 809 812 815 817 820 823 826 828 831 833 836 839 842 844 847 849 852 855 858 863 868
4 - 0.62
+ 0.75 800 803 805 808 811 814 816 819 822 825 827 830 832] 835 838 841 843 846 848 851 854 857 862 867
+ 1 .0 0
+ 1.12 802 804 807 810 813 815 818 821 824 826 829 8311 834 837 840 842 845 847 850 853 856 861 866
+ S .2 S 801 803 806 809 812 814 817 820 823 825 828 830 833 836 839 841 844 846 849 852 855 860 865
+ 1.37
+ 1.50
+ ■ I I .S 2 800 802 805 808 811 813 816 819 822 824 827 829 8321835 838 840 843 845 848 851 854 859 864
+ 11.75
+ 11.87 801 804 807 810 812 815 818 821 823 826 828 831 j 834 837 839 842 844 847 850 853 858 863
+12:®®' 800 803 806 809 811 814 817 820 822 825 827 830' 833 836 838 841 843 846 849 852 857 862
+ 12.12
'■“ +Í2.ÍS" 802 805 808 810 813 816 819 821 824 826 829 832 835 837 840 842 ,845 848 851 856 861
+12.37
+ 1230"" 801 804 807 809 812 815 818 820 823 825 828 831 834 836 839 841 844 847 850 855 860
+12.82
+ 12.75 800 803 806 808 811 814 817 819 822 824 827 830 833 835 838 840 843 846 84S 854 859
+ 1 3 .0 ® 802 805 807 810 813 816 818 821 823 826 829 832 834 837 S39 842 845 84Í! 853 85S

+ 13.25 804 806 809 812 815 817 820 822 825 828 831 833 836 83S 841 844 847' 852 857

TABLA VIII
B i f o c a l e s 225

caso. La superficie posterior del cristal 5, es la necesaria para


obtener el poder de lejos. (Fig. 161).

Lejos: 4- 6 + {— 5) = + 1.
Cerca: (+7.50) + (7.50) -f (- 6) 4- 5) + 4
Otro ejemplo:

Lejos: Esf. + 2
Cerca: E sl + 5.50

Adicción: 4- 3.50
Curvaturas necesarias para dar la adicción:

3.50 dividido 0.25 = 14 D. que corresponden a 17.50 de fUnt.


Estas catorce dioptrías pueden dividirse así:
(Crown)
a) Cara externa del cristal
+ 10 (Flint)
6 (Crown)
b) Superficie-de contacto
+ 7.50 (Flint)
lugií/ü 1w7 Luego:

L ejos: (-f 8) + ( ~ 6) “ + 2 D.
Cerca: (+10) -f (+ 130) + ( ^ 6) + (~^ 6) -
- + 17.50 — 12 + 5.50
Generalmente, para diferencias o adicciones grandes, el flint
que se utiliza no es 25 % más convergente, sino un 33 %.
(n - 1.69).
De tal manera que una curvatura 1 D.
de crown es de 1.33 de flint
y una curvatura de + 3 D. (crown) comprende a 3,99 (flint
4).
Para diferencias pequeñas, se utiliza flint de poder convergente
12 % mayor que el crow n: (flint. n : 1.58).
•Al calcular el porcentaje de poder refringente de un vidrio con
respecto a otro no debe confundirse:
226 B. S c H c o L N i c o v

25 % de poder convergente mayor^ con 25 % de índice mayor;


pues el poder convergente es entonces mucho más superior.
Para crown de índice 1.523, un flint 25 % más convergente tiene
índice n‘ 1.65. En cambio si el índice es un 25 % más, será: 1,90 y
por consiguiente el poder es más elevado.

Ejemplos:

crown: 4 D n: 1,52

n — 1 1,52 — 1
r = —— r= ------------- 0,13 m
P■ 4

con ese radio, un flint de índice: 1,90, valdrá

1,90 1
- 6,92 D
0,13

en cambio con índice 1,65

1,65 1
----------- ... 5 D
0,13
o sea que el poder convergente es un 25 /r superior.
Para calcular el índice de refracción correspondiente a un
vidrio con un porcentaje mayor de poder refringente con respecto
a otro (generalmente crown de índice 1,523) se procede así:
Se calcula el radio de curvatura correspondiente al vidrio de
índice conocido, por ejemplo para una curvatura de 1 dioptría.

P + 1 D

n - 1,52

n 1
== 0,52
P

Se calcilla el índice n' aplicando la siguiente fórmula:

P .r + 1

donde el radio de curvatura es el que hemos determinado anterior-


mente; y el poder es la diferencia que tendrán ambas cúrvaturas
B i f o c a l e s 227

de igual radio, sabiendo la diferencia porcentual; así, siendo esta


de 25 %: para una curva de 1 dioptría del primero, valdrá 1,25
para el segundo.
n' - 1,25 X 0,52 -f 1 - 1,65
Se puede operar con curvas de otros valores resolviendo los
diferentes poderes en caso tal como se han
explicado anteriormen­
te, multiplicando el porcentaje y sumándoselo a la curva del vidrio
menor.
Las relaciones que se detallan a continuación permiten en for­
ma práctica resolver los cálculos que se utilizan en este tipo de
bifocales:
1. — Para establecer rápidamente la diferencia porcentual entre
dos vidrios de índice de refracción distintos se relacionan
directamente sus
refractividades (n — 1).

Ejemplo:

n : 1,52 ' 1 1,65 — 1 0,65


: 1,65 n —1 1,52 — 1 .0,52
o sea que uno de los vidrios tiene un 25 % más de poder
refringente que el otro, puesto que para una curvatura de
una dioptría del
primero, el
segundo vale 1,25. Luego la
relación establece las diferencias con respecto a una cur­
vatura de 1 dioptría.
Multiplicando este dato por el valor de cualquier curvatura
diferente de 1 dioptría, se obtiene el poder correspondiente
a la misma para un vidrio diferente del crown.

^ ~ . c (crown) = c' ( flint


n — 1

Ejemplo:

Curvatura de crown : + 6
Curvatura similar hecha en vidrio de índice diferente:

1.25 X 6 = + 7.50
2. — Dividiendo la adicción por 0,25 (si la diferencia es de un
25 % ), se obtiene la curvatura total del crown.
228 B. SCHCOLNICOV

Ejem plo:

Adicción 1,50
1,50 ^ ^
0,25
Lógicamente si la diferencia entre los poderes refringen-
tesde los vidrios es del 12 % o del 33
% deberán dividirse
las adicciones por 0,12 ó 0,33.

3. — La relación----- ------% nos dará la diferencia porcentual


n—1
de poder entre dos vi(|rios de distintos índices, directa­
mente.

1,65--------1,52
100 - ------013
-----.100 - 25 %
1,52— 1 0..52
n — 1
4. — La inversa de la relación anterior: --------- - = k
n' — n
nos da una constante denominada k que multiplicada por
una cierta curvatura nos dará el poder que tendrá dicha
curvatura si ha sido construida con -vidrio de índice dife­
rente que el de aquella cuyo valor conocemos.

0.52
—— = 4
0.13
En el caso de los bifocales fundidos; multiplicando esta
constante por la adigción
(diferencia entre lejos y cerca)
tendremos el valor de la curvatura total que deberá tallarse
en el crown para que el flint tenga el exceso requerido para
la visión cercana.

Ejemplo:
Adicción: 3 dioptrías
k: 5,20
3 X 5,20 =' 15,6
siendo este poder el que se deberá repartir entre la superficie
B i f o c a l e s 229

interna y externa de la lentilla de flint que va fundida en la


depresión que se practica en el crown.
Si se establece para la superficie externa d.el cristal un valor
determinado, sólo queda por calcular la curvatura interna del
botón, la cual se obtiene restando al poder de la cara externa el pro­
ducto de la constante por la adicción (o sea la curvatura total).
Pi —> Adicción, k = Pe

A continuación vemos el desarrollo matemático y su deducción


correlativa para llegar a la fórmula que hemos considerado.

95. Cálculos definitivos para la superficie del. cristal. — El pro­


blema que se debe resolver, como ya establecimos, es calcular los
poderes de las curvas 1, 2, 3, 4 y 5, que permitan obtener las gra­
duaciones requeridas para lejos y cerca. En lo que respecta a la
corrección para lejosella no ofrece dificultades y su solución es bien
simple; pero en cambio lograr la adicción para cerca resulta más
complejo.
Tal como dijimos al principio, la adicción total se'obtiene
a
expensas de la superficie frontal (adicción frontal) y de la super­
ficie de contacto (adicción en la zona de contacto: 3—4)' (fig. 160).
Relacionando las curvas 1 y 5 obtendremos la graduación de
lejos y en lo que respecta a la adicción para obtener el poder
de cerca, sólo hace falta calcular el valor de la superficie 4 apli­
cando las fórmulas que tenemos a continuación.
a) Adicción en la superficie frontal:
Las curvas 1 y 2 tienen igual radio r pero diferentes pode­
res: Pi yPo.

T.Pi =
n 1 n' 1
P, = -----------
r r

Se resta para calcular la diferencia de poder:

_ _ n' — r n —1 n' — n
— -------— - “ 7- ..................
n— 1
pero r = ----------- luego reemplazando en la (1)
PI
230 B. SCHCOLNICOV

^ ^ n —n n —n
P2 - Pi = ------------ = ------ - X P i ........ (2)
n—1 n—1
P l

Si Pl vale una dioptría:


_ _ n --n
P 2 -
n —1
P l

Esta relación establece la diferencia de poder entre dos curvas


de igual radio e índices n y n' siendo el poder de la primera de
una dioptría.
Razonando de igual manera calculamos la diferencia de poder
en la superficie de contacto (3 y 4). Así tendremos:
X p,
n—-1
Luego la adicción total (P^) será

n' — n n' — n
n—1 n —1
pT -------------- X P l 4- -------------- X p,

Sacando factor
pT ^ (JLZÜli) pj +
n —1
Pasamos al otro término

pT _ _ _ _ ^ p^ 4.
n' — n
Despejamos P 4

P 4 = P, PT n —1
n'-~n

Como P 4 lleva signo menos, la superficie será negativa.


,v , n— 1
La relaéión --------- - es constante entre dos vidrios de índices
n '— n
n y n\ Multiplicada por la adicción total según la fórmula, nos
dará la curvatura total que de practicarse en el crown para obtener
lá adicción necesaria en el flint.
B i f o c a l e s 231

De esta manera la fórmula queda resumida así:

— P4 Pi — k X pT

Ejemplo 1

Lejos + 1 n (cro w m ); 1,523

Cerca 4 -4 n '( flint ): 1,65

Adicción: -f 3 n—1
P, . + 6 ■ “

P, = + 6 - (4x3) = + 6 — (12) - — 6

Luego para fabricar este bifocal será menester tallar en el


Crown una curvatura de — 6 dioptrías para alojar el botón fundido
de flint en la misma y demás, la curvatura frontal del lente deberá
ser de + 6 dioptrías.

Ejemplo n^ 2

Lejos: — 6
Cerca: — 4
Adicción: + 2
k = 4 (Los índices de los vidrios empleados son los mis­
mos que anteriormente, de ahí que la constante
no varíe).
P^: + 6

P 4 - = + 6 — ( 4 x 2) = + 6 — ( + 8) = — 2
Por consiguiente, la cavidad que alojará al botón de flint será
en este caso d e — 2 dioptrías.
Ejemplo n^ 3

Adicción: 1,50 n : 1,523


Lejos; 0.50 n‘ : 1,642
Cerca; 2.00 k ; 4,37

Pj = + 3
P , = + 3 — (4.37 X 1^50 — 3,55
Z3Z B. SCHCOLNICOV

Podemos verificar en cualquiera de los ejemplos vistos que


variando Pi variará consecuentemente P4. Luego cuando se fabri»
can los blocs para una determinada diferencia, se debe tener en
cuenta la curvatura que se tallará en la superficie anterior.
Las casas fabricantes a tal efecto confeccionan tablas donde ios
blocs vienen, clasificados por números correspondiendo cada uno
de ellos a una determinada adicción y curvatura de la cara
anterior.

Figura 162

En la tabla VIII en la columna vertical" se hallan indicadas


las curvaturas frontales y en las horizontales las adicciones.

96. Variedades de bifocales fundidos-— Las diferentes formas,


tamaños, posición y naturaleza del vidrio que se utiliza en la
confección del botón en los bifocales fundidos ha permitido la ela­
boración de una serie de ^ái*i^dades, algunas de los cuales pasamos
revista a continuación;
Bifocales Panópticos (Bausch & Lomb): fueron inventados en
1927. Están formados por un segmento de vidrio de alto índice
de refracción y poco poder dispersivo (Crown de bario)' que es
colocado en forma de cuña en un anillo de vidrioCrown común,
siendo ambos fundidos en el mismo sitio. El botón resultante es
luego pulido de un lado para ser colocado sobre la cara anterior
de la lente principal tal como hemos detallado anteriormente,
(figura 162).
B i f o c a l e s 233

Bifocales “Minus A dd” (Bausch & L o m b ): son bifooáles en los


cuales laporción para visión cercana es la mayor, abarcando casi
toda la lente; en cambio la
de visión lejana es pequeña.
Como vemos en la figu­
ra 163 se han invertido los
tam añosde ambas porcio­
nes.
Bifocales con prisma en
la 'porción
de lectura. En
algunos tipos de bifocales,
se adiciona un cierto poder
prismático a la porción de
cerca para lograr ciertos
efectos como ser:
a) Compensar una defi­
Figura 163 ciencia visual para el punto
próximo.

b) Para una diferencia en la visión del punto lejano al cercano,


causada por una anisometropía.
c) Para centrar el campo de lectura, sin necesidad de descentrar
el segmento como se hace habitualmente (fig. 164).
La cantidad de prisma que se suele colocar es más o menos
1 ó l */2 dioptría y es suficiente para la mayoría de los casos.

97. Requisitos de los bifocales. — En la elaboración de las lentes


bifocales debe tomarse en cuenta no solamente las graduacio­
nes respectivas para las dos distancias sino también el tipo de
trabajo que el paciente ejecuta, sus hábitos y una serie de carac­
teres generales que revisten gran importancia. Cuando se lee o se
efectúan trabajos de cerca, una persona mueve la cabeza a través
de un ángulo de unos 20 a 30® y rota sus ojos, moviéndoles de
arriba hacia abajo y hacia los costados. Converge la mirada todo
lo necesario para ver de cerca y efectuar una tarea a pequeña
distancia. La línea de visión cercana pasa a través de cada lente
por un punto que por lo común se halla a 8 mm. debajo del centro
234 B. S c: H c o LN I co1

óptico de la visión de iejos, y a unos 2 ó 3 mm. hacia el lado nasal.


Este punto suele denominarse punto visual cercano o punto de
lectura.
Si los bifocales se hallan correctamente centrados, ambos pun­
tos de visión cercana (los correspondientes a cada o jo )' deben
concidir con los centros ópticos del segmento. Como los ojos rotan
cuando leen a través de la página de un libro, la línea de visión
cercana se desplaza y por consiguiente el punto de visión cercana
cambia continuamente de lugar alrededor de una posición media.
Debido a estas caracterís­
ticas y a otras que se irán
e n u n c i a n d o paulatina­
mente, la calibración de
los bifocales es una tarea
relativamente c o m p l e j a
que debe ser calculada con
absoluta precisión para
evitar inconvenientes me­
cánicos, ópticos o simple­
mente estéticos.

98.
tamaños de los segmen­
tos. El tamaño y la po­
sición de los segmentos en
Figura 164 los díversos tipos de bifo-
cales está supeditado a diferentes factores entre los cuales se debe
tener en cuenta primariamente la ocupación o el uso de los mismos
que hará el paciente. Es indudable que quien lee mucho necesita
segmentos grandes. Como vimos anteriormente en el denominado
' ‘Minus A dd” el segmento es mayor que la parte de visión lejana.
Por el contrario quien lee poco necesita segmentos pequeños, lo cual
constituye el caso general de los que utilizan los bifocales para las
actividades ordinarias.
Como regia general, el borde superior del segmento de “ cerca” ,
deberá estar al nivel del borde del párpado inferior. Comúnmente
esto se cumple para lentes bifocales donde el borde superior del
B i f o c a l e s 235

segmento está de 2 a 4 mm. debajo del centro de la porción de


"'distancia’’. Generalmente se aconseja colocar la película más bien
baja en quienes los usan por primera vez, y se la va levantando
a medida que dicha persona se acostumbra. De igual manera, con­
secuentemente con la elevación puede disminuirse su tamaño para
llegarse a películas pequeñas y altas; resulta en realidad más
fácil utilizar al principio una película grande y baja.

Las fábricas americanas consideran dos tipos de segmentos prin­


cipales: el tipo A. en que la parte para la visión cercana es menor
que el semicírculo que correspondería a
un segmento total consi­
derado aisladamente, y el tipo B. que presenta una porción para
visión cercana mayor que la correspondiente a su semicírculo con­
siderado aisladamente.

99. Posición de los centros ópticos. — El bifocal, es una lente


que posee dos centros ópticos: uno por el que pasa la línea de visión
cuando se mira a distancia, y el otro por el que debe pasar la
línea de mirada cuando se observa a través del segmento. Eñ ge­
neral estos dos centros ópticos deben estar: uno en el centro de la
porción de distancia y el otro 6 a 8 mm. debajo y alrededor de 2
mm. hacia adentro.

Sin embargo los ojos no observan siempre por los mismos pun­
tos de la lente. Así mientras se lee, el ojo efectúa una serie de des­
plazamientos laterales en cierta^forma pendulares. Cuando se mira
a través de la porción de distancia, los desplazamientos son mucho
más amplios y abarcan la lente de borde a borde. Si bien general»
mente el centro óptico de la porjcdón de lejos coincide con el centro
geométrico ello no ocurre en la porción de lectura.

El centro óptico de la porción de lectura puede calcularse en


los bifocales de tipo moderno como si se tratase de una lente colo­
cada en la parte más baja de otra lente que tiene el poder de
distancia.

En estas circunstancias, la posición del centro óptico de la por­


ción de lectura dependerá:
236 B. S c H c o L N i c o v

a) del poder de la lente de distancia;


b) del poder de la parte de lectura;
c) de la distancia entre el centro óptico de distancia, al centro
del segmento.

En la mayoría de las lentes, el centro óptico de la porción de


lectura, se halla por lo general algo más arriba que el centro geo­
métrico de dicha porción.
La acción combinada de la corrección de distancia y de la lec­
tura produce un centro óptico para el segmento que se puede
determinar así:

“multiplicando, la distancia del centro geométrico del seg­


mento, al centro óptico de la porción de distancia, por la
adicción de lectura, y dividiendo el producto por el poder
total de la porción de lectura''.

El resultado será la distancia en milímetros hacia abajo, del


centro óptico de la porción de distancia hasta el centro óptico
del segmento.

Ejem plo:
L ejos: AO : Esf. + 1.00
Adicción: + 3.00.

Si el borde superior del segmento se halla a 4 mm. debajo del


centro óptico de lejos (h) y el segmento un diámetro de 22 mm., su
radio será l l mm.
La distancia del centro óptico de lejos al geométrico de cerca
será:
11 -f 4 -15 mm.
15 X 3 = 45

45
= 11,25 mm.

La distancia es 11,25 mm. y el centro óptico se halla 7 mm. de­


bajo del borde aproximadamente.
La porción del punto de lectura en el meridiano vertical no
se puede determinar en forma exacta porque su ubicación es
B i f o c a l e s 237

variable. Conociéndose la distancia de lectura y la distancia in-


terpupilar, puede ser determinado por medio de tablas. El punto
de lectura está más alto o más bajo, según las costumbres del
paciente, la inclinación de las lentes, la posición de la cabeza, etc.
Igualmente puede ser determinado exactamente cuando el paciente
€sta sentado cómodamente con un libro o efectuando un trabajo
en su posición ordinaria. En algunos casos de anisometropía es
aconsejado emplear segmentos desiguales en tamaño en las dos
lentes, con el propósito de crear centro ópticos a igual altura.
Otro problema que se debe resolver es el siguiente: conociendo
el punto de lectura, que tamaño debe darse al segmento para
que
coincidan: el centro óptico de la porción de cerca con el punto
de lectura.
Suponiendo que el punto de lectura se halla a 10 mm. del cen­
tro de la porción de lejos se multiplica el poder de distancia X 10
y se divide por la adición. A este resultado se le suma 10 y nos
dará, la distancia entre el centro óptico
de lejos y el centro mecá­
nico del segmento:

Lejos: + 1.50 10 x ^ ^
Cerca: + 4.50 3.00
Adicción: + 3 5 + 10 = 15 mm.

Si el borde del segmento se halla 3 mm. debajo del centro de


distancia, éste debe tener 12 mm. de radio para cumplir el requisito.
En general, podemos aplicar las siguientes reglas generales.
a) Cuando la adicción es igual al poder de distancia, se utili­
zará un segmento de 22 mm.
de diámetro.
b) Cuando la adicción es mayor que el poder de distancia, se
utilizará un segmento de menos de 22 mm.
c) Cuando la adicción es menor que el poder de
lejos, un seg­
mento de más de 22 mm. es el indicado.
En resumen, cuando mayor sea la diferencia entre lejos y cerca
(adicción), menor será el tamaño del segmento.
Igualmente si la receta de
lejos es más fuerte (miopes)
que
para cerca,se utilizarán segmentos grandes.

100. Salto de la imagen.—.El aparente salto de la imagen, cuan­


238 B. SCHCOLNICOV

do la visión cruza de la porción de distancia a la de visión cercana


es causada por los efectos prismáticos resultantes de la deseen-
tración del segmento con respecto al resto de la lente. Debido a
ello,,la cantidad de salto es proporcional a la distancia entre el
centro óptico del segmento y el centro óptico de lejos.
101, La aberración cromática en bifocales fundidos. — La ima-
gen en el campo de lectura en algunos bifocales como el kriptok,
muestra generalmente una apreciable aberración de cromaticidad
que es causada porque la dispersión del flint es mayor que la del
Crown, de ahí que no puede ser eliminada. El bifocal ultex en
cambio por tratarse solo de vidrio crown, no la presenta. El cro­
matismo de estos bifocales es reducido o prácticamente eliminado
reemplazando el flint por crown de alto índice de refracción y
baja dispersión como el bario-crown. Reciben el nombre de bifo­
cales acromáticos.
El color generalmente es visible cuando el ojo mira oblicua­
mente a través del contorno del segmento, y aumenta cuando ma­
yor es este. El que usa este tipo de bifocales observa una orla de
color alrededor de los caracteres impresos u objetos similares.
Los factores que contribuyen a la formación de esta franja
que se ve a través del segmento de lectura, son los siguientes:

a) Poder dispersivo del vidrio del segmento.


b) Poder dispersivo del vidrio de distancia.
c) Poder refringente de la porción de distancia.
d) Poder refringente de la porción de lectura.
e) Posición, forma y tamaño del segmento.
f) Porción del punto de lectura.

En la figura 165 se indica la cantidad de color presente a varios


niveles de lectura con bifocales, acromáticos y comunes, con po­
tencias de distancia de + 2.00 y — 2.00; adicciones de lectura
de + 2.00 d'optrías y segmentos situados 3 mm. bajo el centro
óptico de aistancia. La luz blanca que pasa por la parte de leer
se dispersa en los colores de que se compone; rojo anaranjado.
B i f o c a l e s 239

amarillo, verde y azul. El color en minutos de arco' es la separación


de los componentes azul yrojo al salir de la parte de leer. Una
línea negra horizontal aparece irisada, en la parte superior (-fj),
o en la parte inferior ( —).

\
Figura 165

En la figura 166 se indica la cantidad de color presente al nivel


de lectura en lentes bifocales de varias potencias de distancia que
tienen una adición de lectura de + 2.50, un segmento de 22 mm.
de diámetro, y un segmento situado 3 mm. debajo del centro óptico
de lectura. Si la cantidad de color no pasa de 2’
no resulta incon­
veniente, aunque se note. A l examinar las figuras se observa que
con losbifocales acromáticos no se ven colores molestos a ningún
nivel de lectura, pero que conlos bifocales comunes no se puede
240 B. SCHCOLNICO¥

eliminar el color, excepto en muy pocos niveles de lectura y po­


tencias aisladas
Si tomamos un pedacito de cartón en el cual se practica un
agujero de 3 ó 4 mm. y usando un bifocal de “ distancia” + 2.00,

adicción de + 2.00 y un se^ mentó situado 3.00 mm. debajo del


centro óptico de distancia, se coloca el cartón sobre el segmento
de modo que el centro del agujero quede 8 mm. bajo la parte
superior del segmento; mirando una línea horizontal negra bien
iluminada, trazada sobre un buen papel blanco de superficie mate

Los ejemplos analizado.s corresponden a las marcas Nokrome (acro­


mático ) y Baltex (común) de B. y Lomb.
■ B i f o c a l e s 241

. no senota ningún color. Ahora bien^ si se sube el cartón hasta


unos- tres o cuatro milímetros bajo la parte superior del segmento,
la línea negra aparece con una orla muy marcada. Hemos variado
la posición del punto de lectura, y sin embargo, hemos cambiado
considerablemente la cantidad de color.
Si tomamos un bifocal acromático que tenga la misma potencia
que el usado anteriormente, con la misma colocación se pone el
cartón en las mismas dos posiciones y se observa en la línea
horizontal, un observador puede descubrir algo de color con el
agujero 8 mm. bajo la parte superior del segmento, pero en la
segunda posición no se percibe absolutamente nada. En general,
la cantidad de color presente en cada una de las posiciones es tan
pequeña que para muchas personas es muy difícil encontrarlo.
Si se usan lentes con una potencia de distancia de — 2.00, en­
tonces no se percibe aberración en cantidad apreciable en ninguna
posición del acromático, mientras que con el otro es imposible
aisladar un solo punto de lectura que carezca de color en la
mitad superior.
Teóricamente es posible usar dos vidrios en un lente bifocal
qu? tengan potencias dispersivas tales que la aberración cromática
aportada por los dos elementos del lente se neutralicen en el punto
de lectura corriente. Sin embargo, para preparar una serie de len­
tes bifocales semejantes, se necesitarían dos clases de vidrios para
cada potencia recetada. Desde luego' es absolutamente imposible
esto en la práctica; pero una investigación minuciosa revela que
para lentes bifocales de potencia de ‘‘distancia’ entre -f 5.00 y
— 5.00 se puede disminuir la aberración a un punto en que no se
nota, usando dos vidrios cuyas potencias dispersivas sean esencial­
mente parecidas. Para estos cristales acromáticos, se emplear,
actualmente dos clases de vidrio que no se habían utilizado antes
para lentes oftálmicos. El usado para la parte de distancia es un
vidrio óptico especial cuyo índice refractivo es 1.523 y el nú­
mero de Abbé 55.1; el segmento se hace con vidrio óptico de bario
cuyo índice de refracción es 1.616 y eu índice de dispersión tam­
bién 55.1. Antes de la invención del vidrio óptico de bario, la parte
más grande se había hecho siempre con vidrio óptico para anteojos
que tenía un índice de 1.523 y un índice de dispersión de 58.6,
242 B. SCHCOLNICOV

mientras que para los segmentos se empleaban dos clases de


cristal^ uno con un índice de 1.616 "y un índice' de dispersión de
38.6, otro con un índice de 1.690 y un índice de dispersión de 30.9»

102. Trifocales. — Aplicando conceptos similares a los que se


han tenido en cuenta para los bifocales fundidos , se construyen
otros tipos de cristal que en el mismo block poseen la graduación
para ver de lejos, para la lectura y para efectuar un trabajo a una
distancia intermedia. Son los denominados trifocales. Desde luego
representan una apreciable ventaja sobre los bifocales por cuanto
aquellas personas cuya adicción es elevada; generalmente m ayor
de dos dioptrías, presentan una zona dentro de la cual la visión con
bifocales resulta bastante turbia. Esta zona desde luego es aquella
que abarca el espacio comprendido entre los puntos situados más
allá de la zona de lectura y más acá del infinito. Tal es el caso

del présbita que debe efectuar un trabajo a un metro de distancia:


carpintero, herrero, yen general, artesanos que trabajan en ban­
cos o en ciertos tipos de máquinas.
En estas circunstancias el paciente ve dificultada la visión de
los objetos situados generalmente a más de cincuenta centímetros
y a menos de cuatro metros debido a que para los primeros posee
demasiada convergencia en el segmento o déficit de la misma
en la porción de visión lejana. Para estos casos se aconseja el
uso de los trifocales intercalando entre el segmento yla porción
de visión lejana una tercera porción que posea aproximadamente
una potencia de alrededor de dos tercios de la adicción.
En la fisura 167 están dibujados trifocales mostrando los cam­
pos de la: porcion 167).^
CAPÍTULO IX

P R I S M A S

103..Caracteres generales. — Los prismas constituyen sistemas


ópticos, formados por un medio refringente o transparente limitado
por dos dioptras planas no paralelas. Prácticamente un prisma es
un trozo de vidrio o cristal o cualquier otra sustancia transparente,
en forma de cuña, esto es que posee un borde relativamente más
grueso que el otro opuesto. Puede decirse simplemente, que las
caras forman o tienden a formar un ángulo diedío.
“En todo cuerpo
refringente donde
se encuentren dos
caras que forman o
tienden a formar
un diedro se en­
contrará un pris­
ma, o mejor dicho,
el “efecto prismá­
tico”.
Geométricamen­
te la representa­
ción más simple es
244 B. SCHCOLNICOV

el prisma de base triangular; de ahí que se suele utilizar habitual-


mente como esquema de este sistema óptico, e inclusive el nombre
proviene de dicho cuerpo. (Fig. 168).
Los elementos más importantes, constitutivos del mismo se
hallan representados en la figura 169, siendo respectivamente:
AA' denominada arista;
BCDE „ base;
LMN „ sección principal.
Se denomina arista del prisma, a la del diedro correspondiente.
La base constituye el plano colocado frente a la arista, paralelo a
la misma. Las superficies definidas por BCAA' y DEAA' se lla­
man caras laterales.

La línea MN se denomma oase de la sección principal y el


punto L, vértice de la misma.
En los esquemas empleados para las demostraciones de teore­
mas referentes a prismas se utiliza generalmente la sección prm-
cipal, y de esta manera la base de la misma representa la del
prisma y el veñtice a la arista de este.
, Las propiedades mas importantes de los prismas consisten.
19 — En desviar hacia la base todo rayo que incide sobre una
He las caras laterales, ]ue,eo de sufrir dos refracciones-
P r i s m a s 245

2^ —Descomponer todo haz iuminoso policromático que lo atra­


viese, en sus colores constituyentes..
La relación entre el ángulo diedro del prisma, denominado ge­
neralmente ángulo refringente, la desviación de los rayos hacia la
base, y los ángulos de incidencia, etc., se hallan expresados por
cuatro fórmulas denominadas también Leyes, que dicen respec­
tivamente:
P Ley
2^ Ley
e = r' X n

3^ Ley
A r -f r'
Ley
Dos expresiones
& = i -f e — A
8 = (n — 1) A

Los elementos integrantes de las fórmulas (fig. 170), son


los siguientes:

I rayo incidente,
R rayo refractado.
R' rayo incidente en la segunda cara.
E rayo refractado en la segunda cara (rayo emergente),
i ángulo de incidencia en la primer cara,
r ángulo de refracción en la primer cara.
246 B. SCHCOLNICOV

r' : ángulo de incidencia en la segunda cara,


e : ángulo de refracción en la segunda cara (emergente),
“delta”: ángulo de desviación.
A : ángulo de refracción,
n : índice de refracción del vidrio.
a) La primera ley expresa^que el ángulo de incidencia es igual
' al producto dél índice de refracción del vidrio por el ángulo
de refracción en la primera cara.

b) La segunda ley establece una relación similar en la segunda


cara :el ángulo emergente es igual al producto del ángulo
incidente por el índice de refracción.

Aplicando el principio de la reversibilidad de los caminos ópti­


cos es fácil darse cuenta que invirtiendo el sentido del rayo lumi­
noso, el ángulo emergente se convierte en el incidente de la primer
cara, y el de incidencia de la segunda cara en el ángulo de re­
fracción.
El ángulo que se obtiene prolongando el rayo incidente de la
primer cara con el rayo emergente, se denomina ángulo de desvia­
ción, representándose habitualmente con la letra griega “delta” (8).
El ángulo de desviación alcanza valores variables, cuando el
ángulo de incidencia también cambia; pero su abertura es mínima
cuando el ángulo de incidencia es igual al ángulo de emergencia.

c) La tercera ley expresa que el ángulo refringente del prisma


es igual a la suma del ángulo de refracción de la primer
cara más el ángulo de incidencia de la segunda.

A - r + r'
P r i s m a s 247

d) La cuarta ley dice que el ángulo de desviación es igual al


producto del ángulo de refringencia por el índice de refrac­
ción menos 1. Esta ley tiene otra expresión que dice que el
ángulo de desviación es igual a la suma del ángulo de inci­
dencia más el de emergencia, menos el ángulo refringente.

8 - (n - 1) A

La otra propiedad importantlí de


los prismas es la de descom­
poner todo haz luminoso policromático que incida sobre el mismo.
Esta acción es debida al diferente índice de refracción que posee
cada color, lo cual determina que al pasar por el prisma sufra dis­
tinta desviación. Cuando la que incide es la luz común, da lugar
a lo que se conoce comúnmente como espectro de la luz blanca
formada por toda la serie de colores, desde el violeta hasta el rojo.
Un posterior pasaje por otro prisma comprueba que no se produce
una nueva descomposición; en cambio, si todo el haz emergente
descompuesto es recibido por un prisma que se coloca invertido con
respecto al primero, el haz vuelve a componerse emergiendo luz
blanca.

104. Prismas oftálmicos. — Se denominan prismas oftálmicos a


aquellos, que como su nombre lo indica, se utilizan en la terapéuti­
ca visual. Así por ejemplo, cuando los
ojos sufren defectos de sus
músculos externos dando lugar a estrabismos o bien cuando éstos
se hallan latentes ;entonces para medirlos o para ponerlos de relie­
ve se utilizan dichos prismas, solos o asociados a lentes diversas.
También en ejercicios de los músculos visuales y también para
obtener ciertos efectos de descentrado, como en algunos anteojos
de lectura,su aplicación es corriente.

Los prismas oftálmicos son de pequeño ángulo de abertura.


Este rara vez pasa de 15°, salvo los empleados en la gimnasia mus­
cular antedicha. La forma de los mismos puede ser redonda, oval,
etc,, es decir que se adapta a la forma de los anteojos como una
lente cualesquiera. En la figura 171 se
observa un
prisma oftálmico
248 B. S CH C o LN I COV

circular, tomado a expensas de otro prisma, tal como lo hemos


estudiado anteriormente. La arista A A ' es también la arista del
prisma.
Ñ
La sección principal LMN
pasa a través del centro geo­
métrico G de] prisma oftál­
mico circular; la línea MN
representa la base y L el vér­
tice. La línea LM se denomina
“ Base-Vértice” o simplemente
“ eje” del prisma oftállmico.
Dicho eje se utiliza para re-
^ferir la posición variable de
los prismas en las recetas of­
tálmicas.
Cuando la acción prismática se halla asociada a la de una lente
cualesquiera se denomina ''Lente prismática '; y cuando el prisma
se utiliza solo, se denomina Prisma simple o neutro.

105. Beconocimiento de los prismas. Habíamos visto que


cuando un rayo de luz monocromática incide sobre un prisma, es

desviado hacia la base del mismo luego de sufrir dos refracciones.


Ki se toman dos rayos provenientes de un objeto colocado en 1 y
se amplía la construcción correspondiente prolongando la direc
ción de los rayos emergentes (fig. 172), hacia el medio del cual
P r i s m a s 249

provienen, se obtendrá la imagen virtual correspondiente. La posi­


ción de la misma demuestra que si un observador estuviese mi­
rando a través del prisma, verá el objeto como si estaría colocado
en el punto 2, es decir desplazado hacia el vértice del prisma.
Luego, resumiendo; los prismas desvían los rayos luminosos hacia
la base; pero los objetos que se observan a su través, por lógica
consecuencia de acuerdo a la marcha de los rayos, se ven aparen­
temente desplazados hacia el vértice.

Si se observa a través de un prisma dado, un retículo en forma


de cruz de los habitualmente utilizados en la práctica oftálmica, se
comprobará que el mismo presenta uno o ambos brazos aparente-
mente quebrados. Es imposible por más que se desplace dicho
prisma obtener una imagen que nos muestre ambos trazos conti­
nuándose por dentro y fuera del cristal, tal como ocurre con las
lentes oftálmicas. En los prismas si bien podrá lograrse la conti­
nuidad de uno de los brazos del retículo, el otro siempre aparen­
250 B. SCHCOLNICOV

tará estar desplazado, pues ello es debido simplemente a la acción


prismática (fig 173).
El trazo quebrado es perpendicular al eje del prisma (señalado
por el brazo no quebrado), y e l ‘desplazamiento del mismo señala
la posición del vértice. Este hecho nos permite poder determinar
la posición del vértice, así como lógicamente también de la base
de un prisma cualesquiera.
Haciendo rotar el prisma en forma circular ,el vértice describi­
rá una circunsferencia, y un objeto cualesquiera (por ejemplo un
cuadró colgado en la pared) observando a su través, acompañará
en la trayectoria al vértice. Este fenómeno no lo presenta ningún
otro tipo de cristal oftálmico en particular.
Constituye, por consiguiente, un método eficaz para separar o
reconocer un prisma mezclado con varias lentes. Si bien el hecho
de que los prismas presenten una diferencia en el espesor del borde
que corresponde a la arista y el que corresponde a la base; en
aquellos casos en que se trata de un prisma de poco poder, dicha
diferencia no es muy notable y puede causar errores si se toma
como método de diferenciación. En cambio, el desplazamiento de
los objetos acompañando a un borde, es exacto y bien caracterís­
tico, aún con prismas de escaso poder.

106, Método general para reconocer y separar prismas simples. —


Si nosotros tenemos uno o varios prismas simples o neutros mez­
clados con un conjunto de lentes oftálmicas, se puede utilizar
para separarlos de la mismas, la marcha general que se indica en
el capítulo II, en la cual se introduce una pequeña variante en su
primera parte.
En efecto, en la primera parte de dicha marcha se efectúa para
separar los cristales esféricos de los astigmáticos, un pequeño m o­
vimiento oscilatorio, que permite verificar aquellos cristales que
modifican los ángulos de un rectículo (cristales astigmáticos), y
aquéllos que no modifican (cristales esféricos).
Sin embargo, si existen en el grupo de cristales a analizar una
serie de prismas simples, los mismos "pasarán mezclados con los
esféricos, pues ellos no modifican los ángulos del rectículo. Por
P r i s m a s 251

consiguiente, debe hacerse en el grupo de los cristales esféricos


una posterior determinación. Ella se debe verificar efectuando un
movimiento circular lento. De esta manera se comprobará que
existen ciertos cristales que presentan la característica que si
observamos a través de ellos un objeto cualquiera, a medida que lo
vamos haciendo girar, el objeto también se desplaza, describiendo
una circunsferencia, acompañando a un punto fijo del cristal
—vértice—, (fig. 174).
Técnica. — “Una vez efec­
tuada la primera parte de la
'marcha general sepárese el
grupo de los cristales no
astigmáticos” y efectúese un
movimiento circular lento,
observando a través dél cris­
tal un objeto pequeño (una
boca de luz por ejemplo).
Si dicho objeto acompaña
en el movimiento a un bor­
de del cristal, describiendo
una circunsferencia comple­
ta, es un prisma.
Si ello no ocurre es sim­
plemente un cristal esférico.

Luego la marcha general modificada sería así:

Primer movimienta {oscilación)

W parte:

No deforman el rectículo Deforman el rectículo

i 4

Cristales no Cristales
ASTIGMATICOS ASTIGMATICOS
252 B, SCHCOLNICO^

“ Efectuar movimiento circular completo"'

Cristales no astigmáticos

^ \
“ Acompañan a un borde” “ No acompañan al borde’'

i i
PRISMAS LENTES ESFERICAS

Si bien este método en la forma que se ha descripto es relati­


vamente simple y de fácil ejecución, puede ocurrir que por una
circunstancia cualquiera, algún prisma se hubiera deslizado con
las lentes astigmáticas y.se hubiese mezclado con las mismas.
Existe, en cierta forma, un parecido en algunos detalles de su
comportamiento al análisis, entre un prisma de pequeño valor y
una lente cilindrica negativa.
De no mediar el primer caso de la marcha de reconocimiento
en que los prismas se separan de los cristales astigmáticos, merced
a la modificación de los ángulos del rectículo efectuado por los
segundos; un cristal cilindrico n^ ^ tivo presenta con el prisma las
siguientes analogías: -

a) Posee un meridiano sin a n óptica.

b) Al desplazarlo en el sentido de la acción óptica, los objetos


lo acompañan en su movimiento (característica de los cris­
tales negativos).

* Un observador sagaz, sin embargo, se dará cuenta que el prisma


no ha modificado el tamaño y forma del objeto observado; en
camojo, el cristal cilindrico sí lo hace.
P h ISM A S 253

Cuando observamos a través de.un cristal cilindrico una figura


de forma cuadrada, semeja ser un rectángulo con sus catetos ma­
yores verticales u horizontales, según la posición del eje.

107. El eje prismátic©. — El eje prismático, denominado <con


más propiedad línea Base-Vértice, es como ya se indicó anterior­
mente, la recta que une el vértice de la sección prismática con la
base. Tiene importancia capital en el estudio de los prismas por­
que sirve para referir la posición de los mismos, o sea el ángulo
que forman con la línea horizontal de los ojos, exactamente en
la misma forma que los cristales astigmáticos.
Como en los prismas ,también es necesario indicar la posición
de la base o del vértice, aunque lo primero es de uso habitual; la
representación del eje se hace en forma de una flecha cuya ex­
tremidad aguzada indica el vértice, y la otra termina en un peque­
ño ensanchamiento, la base. (Fig. 175, a).

Figura 175

El eje prismático puede estar colocado en diversas inclinacio­


nes, pero también horizontal o vertical; debiéndose, tal como hemos
dicho, referir la posición de la base. Cuando el eje está en posición
horizontal, la base podrá estar “adentro” o también “afuera” y
cuando el eje es vertical podrá tener la base “arriba” o “abajo'l
Cuando el eje es oblicuo la posición de la base será combinación
de las posibilidades anteriores: “arriba” y “afuera” ; “arriba” y
“ adentro” ; “ abajo” y “ afuera” o “ abajo” y “ adentro” .
Interesante es notár que cuando los ejes son horizontales o ver­
ticales, no se especifica esta condición, sino simplemente, la base.
Así cuando se indica base “adentro” o “afuera” se sabe que el
254 B. SCHCOLNICOV

eje es horizontal y cuando se indica base “arriba” o “abajo” se


comprende que dicho eje será vertical.
Otra situación importante que debe tenerse en cuenta sobre
todo en la interpretación de las recetas es que una misma pres­
cripción para ambos ojos indica sin embárgo opuesta posición de
las bases.
Por ejemplo:

OD : Prisma 4 Dioptrías base adentro.


OI : Prisma 4 Dioptrías base adentro.

Fácil es ver en el ejemplo indicado que si en ambos ojos, dere­


cho e izquierdo, las bases son hacia “ adentro” , es decir, para el
lado nasal, ambas estarán colocadas, una frente a la otra, (figu­
ra 175, b),

108, Técnica para marcar el eje en los prismas oftálmicos. ■



Para marcar el eje en los prismas oftálmicos se utiliza el rectículo

Figura ¡76
P r i s m a s 255

en forma de cruz ya descripto, el cual se observa a través del


eristal.
Las posibilidades de la forma en que se verá la figura s o n ,
varias, tal como se ve en la figura 173, pero en todos los casos
igualmente se deberá desplazar el prisma hasta obtener una ima­
gen en la cual el trazo vertical del rectículo se continué sin
quebrarse hacia arriba y debajo del cristal y el brazo horizontal
esté desplazado. (Fig. 173).
En estas condiciones, el trazo vertical señalará el eje o línea
Base-Vértice. Para indicar adémase la posición del vértice y de la
base, se observará; el lado hacia el cuál se ha desplazado la línea
horizontal, el lugar opuesto es la base. El eje se señala por medio
de una flecha cuyo extremo indica dicho vértice del prisma (fi­
gura 176).
Si la posición del eje es oblicua con respecto a los trazos del
rectículo, se verán, quebrados ambos, (fig. 173).

109. Medida de la potencia prismática. — La potencia o poder


de los prismas oftálmicos es función del poder de desviación del

mismo. Por consiguiente, midiendo el ángulo correspondiente se


tiene un método de expresión del mismo.
La medida de dicho ángulo puede hacerse por medio de un
dispositivo especial constituido esencialmente por el prisma, una
256 B. SCHCOLNICOV

fuente de luz y una regla graduada donde se recibe el rayo lu­


minoso.
El ángulo refringente o ángulo sólido se halla relacionado, según
vimos anteriormente al ángulo de desviación. Por consiguiente,
midiendo dicho ángulo en una serie de prismas, podemos establecer
una escala correlativa de poderes.
Ya sea para medir dicho ángulo refringente, así como para
medir el ángulo de desviación, el Goniómetro constituye un apa­
rato exacto y de manejo sumamente cómodo.
Si observamos la figura 177, vemos que el ángulo de desviación
^'delta”, es igual por ser opuesto por el vértice al “delta prima”,
o sea el ángulo de desplazamiento de la imagen con respecto al
objeto.

Figura 178

Esta relación constituye la base, el método para la medida del


poder de los prismas oftáírnicob
Si se traza una escala rectilmea doblemente graduada y se
observa una sola de las numeraciones a través de un prisma colo­
cado con su eje paralelamente a la mJsma y con su vértice en el
sentido que la numeración aumenta, en tal forma que con el mismo
ojo se pueda ver conjuntamente una de las numeraciones por
fuera del cristal y la otra por dentro, se podrá constatar que el
cero de la escala visto a través del cristal, se habrá desplazado
hasta situarse en la misma línea que el 1, el 2, el 3 ó cualquier
otro número, (fig. 178).
P r i s m a s 257

Basado en este hecho el Dr. Prentice, sugirió en 1888, un método


simple y práctico para medir y expresar el poder de los prismas.
A tal efecto propuso que las divisiones de la escala se hiciesen a
un centímetro de distancia una de las otras, y que la lectura en
la misma se hiciese a un metro de la escala.
Cuando un prisma produjese un desplazamiento del cero en
tal forma que coincidiese con el uno, o el uno con el dos, etc.,
tendríamos un prisma cuyo poder sería igual a la unidad, dos uni~
dades, etc.
De manera general esto sería producir un desplazamiento de
un centímetro, a un, metro de distancia, lo cual es lo mismo que
producir un desplazamiento de dos centímetros a dos metros, de
tres centímetros a tres metros, etc.

110. Prisma unidad o Dioptría prismática. •


— Se denomina pris­
ma unidad a aquel capaz de producir un desplazamiento igual
a la centésima parte de la distancia del prisma a la escala. Tam­

bién puede expresarse diciendo, que es aquel prisma, donde la


tangente del ángulo de desviación vale un centésimo.
Como la escala es paralela al prisma, la relación entre el des­
plazamiento rectilíneo y la distancia al mismo, es la tangente del
ángulo de desviación. (Fig. 179).
Esta escala se denomina por ello, escala tangencial.
Esta unidad se denomina Dioptría prismática y se representa
por un triangulito pequeño colocado a la derecha del número que
expresa la cantidad de unidades.
258 B. SCHCOLNICOV

Por ejemplo:
3 2 A 7 A etc.

La potencia del prisma es una propiedad aditiva, así, un prisma


de dos unidades, produce un desplazamiento de 2 centímetros a
un metro, un prisma de tres unidades produce un desplazamiento
de 3 centímetros a un metro, etc.

111. La centrada. — El Dr. Dennet en 1891, propuso una nueva


unidad un poco diferente, denominada, centrada. La misma se
refiere al desplazamiento de un prisma medido sobre una cir­
cunferencia. Es decir, que la escala no sería tangencial, sino circu­
lar, colocándose el prisma en el centro del círculo.

Si la circunferencia tiene un radio de un metro y el prisma


colocado en su centro produce un desplazamiento medido en la
misma, de un centímetro, será un prisma unidad. Este desplaza­
miento equivale a un centirradian, y es igual a 34' 22, 7” y su sím­
bolo es un triangulito con la base hacia arriba. El ángulo que
torresponde a una dioptría prismática, es decir aquel cuya tan­
gente vale un centésimo, es 34’ 22, 6” , es decir, prácticamente,
igual al anterior. En la figura 180, vemos superpuestos los valores
P r i s m a s 259

de la centrada y la dioptría prismática; OP igual a OC e iguales


ambos a un centímetro, luego C Z O es una centrada y P Z O
una dioptría prismática, siendo la distancia O Z de un metro.
La centrada tiene la ventaja teórica de que todas las divisio­
nes corresponden a iguales ángulos, y por ejemplo 5 centradas
corresponden exactamente a un ángulo cinco veces más grande
que una centrada.
Ello no ocurre con la escala tangencial, pues las tangentes au­
mentan más rápidamente que los ángulos, y entonces 5 dioptrías
prismáticas no corresponden exactamente a un ángulo cinco veces
más grande que el de una dioptría prismática. Como difícilmente
son prescriptos prismas mayores de cinco dioptrías, prácticamente
la diferencia entre ambos sistemas es casi imperceptible o de escaso
valor.
Desde luego resulta mucho más práctico trabajar con la diop­
tría prismática, sobre todo por la facilidad para construir las escalas.

112. Técnica para la determinación del poder prismático por


medio de la escala tangencial — Cuando se desea determinar el
poder de un cierto prisma, se recurre habitualmente a la escala
tangencial, tal como se ha descripto anteriormente. La operación
consiste, simplemente, en trazar sobre un trozo de cartulina una
escala doble numerada, de aproximadamente dos centímetros de
ancho, y donde las graduaciones estén separadas de centímetro en
centímetro. ^
Esta escala se fija sobre una tabla o una pared, verticaimente
u horizontalmente. Se dispone el prisma, como se indicó también
anteriormente, con su eje paralelo a la escala y su vértice en el
sentido en que la misma aumenta, y aquella graduación (vista por
fuera del prism a), que coincide con el cero (visto a través del
prisma con el mismo ojo), indicará el poder respectivo. (Fig. 178).
Al efecto de poder ver al mismo tiempo una de las graduaciones
(por ejemplo la superior), y la otra, el cristal no deberá estar
junto al ojo, sino que separado por una distancia de varios cen­
tímetros (10, 15 o m ás).
La escala construida en la forma indicada es adecuada para
26 0 B. -s CH C'O L N I C o V

ser leída a un metro de distancia. Si quisiéramos leer a dos metros^


las separaciones deberán ser de dos centímetros; a tres metros,
de tres centímetros, etc. Pero existe el inconveniente de que las
^reparaciones de tres centímetros a tres metros, o las de más centí-
metios a más metí os, no son vistas claramente. Sólo las de un
centímetro para ser leídas a un metro, son prácticas; aunque para
algunas personas les presentan, también, dificultades.
Una forma sumamente práctica de obviar este inconveniente,
consiste en trazar una escala cuyas divisiones sean de dos centí­
metros, pero en lugar de leer a dos metros, se efectúa la lectura
a sólo uno, multiplicando el resultado por dos. De esta forma no
se comete ningún error apreciable y la operación es cómoda.
Una disposición práctica de la escala, sobre todo para el ope­
rario, es la que se construye de acuerdo con el esquema de la
figura 181, a.

f ' ^
%
1 %
1 ^

A-- -------- -------- gJ

Figura 181

Dicha escala es relativamente ancha, alrededor de diez centí­


metros, también doblemente graduada. Formada por tantas rayas
paralelas a un centímetro, una de las otras, como numeración tenga
la misma. Su disposición es vertical.
El trazo inferior, correspondiente al cero, es más grueso ,e in­
clusive conviene que sea de diferente color que los otros.
El cristal se dispone en el medio con* el vértice hacia arriba,
entre la doble numeración, y sólo es necesario verificar a la altura
del cual graduación se halla desplazada la raya inferior.
EL método es sumamente sencillo, no hace falta como en el otro
tipo de escala, verificar la coincidencia de las dos numeraciones,
sino que es la línea inferior la que se desplaza y se observa.
Los números se pueden trazar en caracteres bien visibles.
P r i s m a s • 261

113. La neutralización. — Otro método para, determinar el po­


der de los prismas, es la neutralización, que consiste simplemente
en adosarle otro prisma invertido con el primero, es decir la base
de uno frente a la arista del otro, hasta obtener la desaparición
total del efecto prismático, o sea que el sistema se ha convertido
en uno de láminas de caras paralelas.

114. Empleo del Frontofocómetro. -— Modernamente un método


eficaz para determinar el poder de los prismas, es mediante el
Frontofocómetro. Dicho aparato posee un rectículo generalmente en
forma de cruz, una de cuyas ramas se halla graduada.
Cuando se coloca en el frontofocómetro, un cristal cualquiera se
puede lograr por medio de pequeños desplazamientos, que la ima­
gen del objeto que sirve de referencia en el aparato, esté perfec­
tamente centrada en el cruce de ambos brazos del rectículo. (Fi-

(a)

Fi gura 182 ( b)

gura 182, a). Cuando se opera en iguales condiciones con prismas,


s e . puede verificar que es imposible lograr el centrado anterior.
Siempre la imagen se hallará desplazada un cierto valor. Hacien­
do girar el rectículo, se puede lograr que la imagen desplazada,
“ cabalgue'' sobre una de las divisiones del brazo graduado. El
número de esta división contando desde el centro, será el valor
del prisma. (Fig. 182, b).

115. Variación del poder del prisma para meridianos que for­
man ángulo con el e je .— Así como los cristales cilindricos poseen
poderes diferentes si nosotros consideramos meridianos distintos
262 B. Se H C oLNIcoV

del principal, vale decir, del perpendicular al'eje, ocurre algo en


cierta forma análoga con los prismas oftálmicos.
De tal manera, si nosotros tomamos un cristal cilindrico de
cuatro dioptrías y por razones de más claridad suponemos que
sea plano cilindrico, esto es: una cara plana y la otra cilindrica,
podremos verificar por medio de un esferómetro, que el valor
correspondiente a las cuatro dioptrías, se halla en el meridiano
perpendicular al eje, y haciendo girar el esferómetro se constata
que dicho poder decrece a medida que nos acercamos al eje; sien­
do para un meridiano situado a 45° del eje, al 50 por ciento del
poder, es decir, dos dioptrías.
En los prismas, la variación del poder no se produce de la
misma manera, y a 45° del eje, posee el 71 por ciento del poder.
Para comprender las razones de
tal diferencia debemos aclarar al­
gunos hechos.
fo — Los cristales cilindricos po­
seen el poder máximo en el
meridiano perpendicular al
eje.
2° ...Los cristales cilindricos no
poseen poder en el eje.
Los cristales prismáticos po­
seen el máximo poder en el
meridiano que corresponde al
eje.
Fi gura 18') 4° — Los cristales prismáticos no
poseen poder en el meridiano
perpendicular al eje.
Como vemos, la estructuración del prisma es inversa a la del
cristal cilindrico.
La fórmula para establecer el poder de un meridiano cilindrico
cualquiera que forma un determinado ángulo con el eje (fig. 183),
es la siguiente;

Prn - P<: a
P r i s m a s 263

Donde:

Pm es el poder del meridiano que se quiere determinar.

P« es el poder del meridiano principal del cilindro, o sea el


poder del cilindro.
« (alfa) es el ángulo entre el eje y el meridiano cuyo poder

se quiere determinar. (Fig. 183).

En cambio, debido a la diferente orientación de los poderes, la


fórmula para determinar el poder, del meridiano oblicuo en el
prisma es diferente:
Al ~ A X Cos a
Donde:

A es el poder del prisma, o sea el


el valor del meridiano corres­

y
pondiente al eje.
Aj es el poder del meridiano obli^
cuo.
a (alfa) es el ángulo del meri­
diano con el eje. (Fig. 184).

A continuación, como detalle ilus­


Figura 184' trativo, tenemos una tabla con los
valores para los meridianos oblicuos
en un prisma de una dioptría prismática: (Tabla IX)

Tabla I X
A n gu lo del eje 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90
en grados

Poder del 1 .99 .98 .97 .94 .91 .87 .8 2 .77 .71 .64 .57 .50 .44 .34 .26 .17 .09 00
m eridiano

116. Relación entre la desviación del prisma y la dioptría pris­


mática. — Una dioptría prismática corresponde a un ángulo de
desviación, cuya tangente vale 0,01. La tangente de un ángulo de 1^,
es 0,01745, por consiguiente equivale a' 1,745 centésimos o sea
1,745 dioptrías prismáticas.
264 B. S C H C O L N IC O V

117. Relación entre la desviación de! prisma y el ángulo refrin-


gente. — La llamada cuarta fórmula del prisma nos dice:

5 (n — 1) A,

Donde:

S es el ángulo de desviación.
n es el índice de refracción,
A es el ángulo refringente o ángulo sólido.

Luego en un prisma donde ángulo sólido vale P, y el índice


de refracción de 1,523. Tendremos

8 = (n i) 1
= 1,523 — 1
= 0,523

De donde se deduce que para un prisma cuyo ángulo sólido vale


1^, la desviación es 0,523, o sea aproximadamente la mitad.
Luego, la desviación del prisma expresada en grados es apro­
ximadamente la mitad del valor del ángulo refringente, también,
medido en grados.

118. Relación entre el ángulo refringente del prisma y la diop­


tría prismática. — El ángulo correspondiente a un prisma de una^
unidad prismática y cuya tangente es de un centésimo, es 34 mi­
nutos 23 segundos, y en cifras decimales: 0,573.
Luego si aplicamos la cuarta fórmula del prisma:

S
A - — ---------
n 1

0,573
A ----- = 1,09 5^
0,523

Luego, un prisma de una dioptría prismática posee un ángulo


sólido de 1° 5'
P r i s m a s 26&

A continuación tenemos una tabla donde se constatan las rela­


ciones para prismas de valoreg diversos: (Tabla X )

Anguio Angulo de Dioptrías


Centradas
sólido d es v i a c ió n pr is má tic as

1 0,523 0,913 0,913


1,91 1,00 1,745 1,745
L 09 0,573 1,00 1,00
2 1,046 1,826 1,826
5 2,615 4,565 4,565
10 5,23 9,13 9,13
20 10,46 18,26 18,46

Tabla X

119. Relación entre el poder prismático y el espesor de la base


del prisma. — La diferencia de espesor entre la base y ' la arista o
vértice de un prisma, puede ser un método para determinar el
poder.
Este procedimiento se basa en el
ángulo q u e , forman las caras y de­
pende, lógicamente, del índice de
refracción del vidrio con que está
hecho el prisma.
figu r a 185
Supongamos tener la sección de un
prisma (fig. 185), siendo:

A : ángulo refringente.
B : base.
D : diámetro de la cara.
Por consiguiente:

B = D X tag A

Si:
i D : 42 mm.

tag A : 0,18835

A ; 10>í 40'
266 B. S CH C o L N I Co V

Luego:
42 X 0,18835 = 7,91 mm.

Si se' tratase de un prisma de una Dioptría, tendríamos:

A : 1*? 5'

tag A : 0,019

D : 42 mni.

42 X 0,019 0,8.711711. aprox.

En forma general, se pueden aplicar ios siguientes principios:


a) Prismas de 42 mm. de diámetro tienen una diferencia de
espesor entre la base y el vértice de 0,8 mm. (ocho décimas
de milímetro), por cada dioptría prismática.
b) Un prisma de dos dioptrías debe tener 1,6 mm. de espesor
en la base; y uno de tres, tendrá 2,4 mm. si el diámetro es
de 42 mm.
c) Por cada 3 mm. de aumento del diámetro, es alrededor de
0,05 mm. la diferencia de espesor entre la base y el vértice.
Así, un block de 51 mm. debe tener un espesor en la base de
0,91 mm.

Tabla de espesores para prismas de diferente


poder y diámetro
TABÍiA XI

D ioptrías D iám etro en m ilímetros


prism áticas 23 28 :V2 35 38 40 42 45 47 50

0,5 .22 .30 .33 .36 .38 .40 .42 .44 .47
1 .44 .53 J1 .67 .72 .76 .80 .84 .89 .95
1,5 .67 .80 .92 1 ,0 0 1,09 1,15 1 ,2 0 1,29 1,35 1,43
5 2,19 2,67 3,05 3,33 3,62 3,81 4,00 4,29 4,48 4,76

120. Prismas c r u z a d o s . Algunos de los defectos oculares donde


se recetan prismas pueden estar a lo largo de direcciones oblicuas,
y en estas condiciones, a veces, son prescriptos dos prismas para
un solo ojo, base adentro o arriba, o combinación de posiciones,
P r i s m a s 267

siendo su poder efectivo equivalente a uno solo con su eje en la


inclinación correspondiente. Se denominan prismas cruzados; pu-
diendo formar entre sí un ángulo recto o un ángulo cualquiera.
Si los dos prismas son del mismo poder y sus ejes están
prescriptas en tal forma que eQnstitu}^an un ángulo de 90^, el
prisma resultante que sustituye a ambos se obtiene por medio
de la siííuiente fórmula:

Poder de un prisma
Poder resultante
seno de 45°

En general todos ios casos que se plantean pueden ser resueltos


por proyecciones mediante un sistema de ejes de coordenadas,
tomando una dimensión como unidad representativa del poder de
cada prisma. En el caso de ser dos prismas perpendiculares, se
representan uno en cada eje, indicando también la posición de la
base. Luego se levantan perpendiculares en
sus extremos y se traza una línea desde
la intersección de dichas perpendiculares
hasta la intersección de los ejes de coor­
denadas. La longitud de esta última línea
representa en escala el poder del prisma
resultante, y el ángulo que forma con la
...
Fi g u r o 1 86
horizontal,■ será el ángulo
^
definitivo.

Ejemplos:

Prisma 4 dioptrías, base afuera, combinado con


Prisma 4 diptrías, base abajo.

Poder de uno de los prismas


Prisma resultante .
seno de 45°

4 dioptrías
0,7071~^

: 0,65 Dioptrías

El prisma resultante tiene un poder de 5,65 dioptrías, base


abajo y afuera, inclinado a 45° (fig. 186).
268 B. SCHCOLNICOV

Otro ejemplo;

3 dipotrías prismáticas, eje vertical, base arriba, com bi­


nado con prisma 4 dioptrías, eje horizontal base hacia
afuera (fig. 187).
R
Haciendo la construcción correspondien­
te obtendremos un prisma de 5 dioptrías,
base arriba y afuera, con su eje' fen 37°
aproximadamente.
H Esta demostración puede hacerse tam­
bién en forma algebraica:

(O H ) 2 + (HR)2 OR^' (teorema de Pitágoras)

OR = P
OH - P.
HR = Pi

Luego:
P = + P,2

y la tangente de “ alfa''

Pi

la tangente de “ alfa’’

tag - — —^^0,75
B
luego “ alfa” es 36^ 52'; aproximadamen-
te 379
El mismo método puede ser usado para
componer dos prismas que formen un ángu­
lo distinto de 90^. En la figura 188, se repre­
sentan dos prismas P' y P'' inclinados el
uno sobre el otro, formando el ángulo AOB,
P R I S M A, s 269

áobre los ejes de coordenadas se trazan los dos prismas con la


inclinación que poseen y se completa el paralelogramo.
Así por ejemplo:

2 D. prismáticas base adentro.


4 D. prismáticas base arriba.

De un punto en la linea horizontal (abcisa), se marca el poder


correspondiente a dos diptrías^ base adentro. Sobre una recta que
forme un ángulo de 60^ con la horizontal se traza el valor corres™
pondiente a las cuatro dioptrías prismáticas, base arriba. Se com­
pleta el paralelogramo y se traza la diagonal. Ella representa el
valor del prisma resultante, y el ángulo del n^ismo, será la incli­
nación respectiva.
La solución algebraica es;

C- - A~ -f + 2 AB Coseno p
Siendo:
A = 2 dioptrías

B = 4 dioptrías

C = X

Reemplazando por sus valores:

(1) C“ = 4 -f 16 -f (2 X 2 X 4) coseno /i

- 20 4- (16 X 0,50)

- 20 + 8 - 28

C = 5,29

B
(2) seno de « = sen ft

*4
= ---- ------- X seno B
5,29

= 0,75 X 0,872

- 0,6548
270 B. S C H Co L N I C o V

Este valor del seno corresponde a un ángulo de 40° 54'30".


Luego la solución es: el prisma resultante vale
5,29 dioptrías y su inclinación es de 40° 54' 30"
Base arriba y afuera
50 €0 70 80 90 to o ffO i 20 130

Figura 189

Cartilla para cleteriiiiiiar el poder de prismas cruzados en ángulo


recto. — lista cartilla está formada por una serie de circunferencias
concéntricas, separadas un centímetro unas de las otras, y represen^
tando cada una de ellas una dioptría de poder prismático. Super­
puesta a las mismas existe también un cuadriculado, cuyos trazos
tienen idéntica separación que las circunferencias y, además, su
origen se toma a partir de dos meridianos, uno horizontal y otro
vertical
Se encuentran, además, una serie de radios que sirven, para
medir la inclinación angular.
P r i s m a s 271

Se toman las líneas horizontales para medir los prismas con


eje vertical; y las verticales para medir los prismas horizontales.
Así por ejemplo:

Prisma 4,5 base afuera^ combinado a


Prisma 2,5 base abajo.

Lectura:
Se miden en la cartilla cuatro y medias líneas verticales a par-
tir del centro, y desde ese punto, dos y medias líneas horizontales.
La intersección más próxima, .intersección de los radios con las
circunferencias, determina el poder (dado por la circunferencia), y

Figura 190

la inclinación (dada por la línea radial) en este caso, 5V4, prism.a,


con su eje a 29®.

121. Lentes prismáticas. - - Se denominan lentes prismáticas a


aquellas que están constituidas por la asociación del efecto prismá-
tico más la acción de una lente oftálmica cualquiera.
Es posible obtener esta asociación simplemente por el despla­
zamiento del centro óptico de una lente, aunque esta posibilidad
está limitada según el tamaño de la lente a un determinado poder.
En efecto, como veremos más adelante, si el desplazamiento es
muy grande, puede extralimitar el diámetro de la lente, y aun sin
llegar a ello^ un exagerado desplazamiento hace que dicho cristal
no sea aprovechable con fines oftálrnicos.
En general un método más completo es aquel en que se obtie­
nen estos cristales, a partir de un prisma primitivo, en cuyas caras
planas se tallan las curvaturas correspondientes a la lente requeri­
da. El poder prismático deberá mantenerse durante la operación,
272 B. Sc H c o L N I c o y

para lo cual debe tenerse en cuenta el espesor de la base, que como


ya hemos dicho anteriormente, guarda relación con dicho poder
para un diámetro determinado.
El efecto prismático se verifica en estas lentes observando un
retículo a su través, a la altura del centro geométrico, compro­
bándose que uno de los brazos se hallara desplazado, y el otro no;
verificándose que el centro óptico no coincide con el geométrico.
La forma de estas lentes, observando la sección, es la de un
prisma con las caras curvas, pero existiendo entre ambas la rela­
ción que corresponde según sea esférica, cilindrica o esferocilín-
drica, positivas o negativas (fig. 190).

122. Teoría del poder prismático obtenido por desplazamiento


del centro óptico (descentrado). — Las lentes pueden ser considera­
das como consis­
tentes de una se­
rie de de prismas
cuyos ángulos re-
fringentes y, por
con siguien te, su
poder de desvia-
cjón crece progre-
s i Va m e n t e d el
centro a la peri­
feria.
Figura 191 En las lentes
positivas las bases de los prismas se hallan dirigidas hacia el centro,
y en las negativas hacia la periferia (fig. 191).
Si nosotros tomamos una lente-de una dioptría, es decir cuya
distancia focal es de 1 m., y trazamos un rayo incidente paralelo
al eje principal, a 1 cm. de distancia del mismo y proveniente
desde un objeto a 1 m. de distancia; veremos que dicho rayo lueeo
de atravesar la lente se desviará para pasar por el foco imagen.
El desplazamiento de este rayo con respecto a su dirección primi­
tiva a la altura del foco imagen, será de 1 cm. (fig. 192).
- Prolongando la dirección del rayo AFi tendremos formados los
triángulos A^BA y AA"Fi, que son rectángulos y, donde el ángulo
P R I 5 M A £ 273

“ alfa'' es igual al “ alfa prima” , por ser opuesto' por el vértice (fi-
gura 193).

BA igual a AA'" igual a 1 m.

Por consiguiente:

BA' igual a FiA'" igual a 1 cni.

Teóricamente un observador que mirase el objeto a través de


ia lente, a la altura del punto A (a 1 cm. del centro óp tico), lo verá

en A', o sea desplazado 1 cm. Entonces como ei objeto se halla


a 1 m.'de distancia y el desplazamiento del mismo ha sido de 1 crn., el
efecto de la lente es simiilar al de un prisma de una dioptría.

I
Razonando de idéntica manera, con la misma lente pero supo­
niendo el objeto a 2 m. los triángulos no serán iguales, sino seme­
jantes. El lado 3 A ' será el doble del lado A “Fi. Estando el objeto
a 3 m., el lado O A ' será el triple, etc. Es decir que siempre el
274 B. SCHCOLNICOV

fenómeno se cumple como si se tratara de un prisma de una


dioptría (fig. 194).
Con un razonamiento análogo se puede demostrar con la misma
lente que si el rayo luminoso incide a 2 cm. del centro óptico, al
pasar por el foco se habrá desviado 2 cm. de su trayectoria primi­
tiva y el objeto observado a través de ese nuevo punto C, se verá
en forma semejante a la que produciría un prisma de 2 diop­
trías (fig. 195).
Una demostración también semejante a las anteriores, permite
comprobar que con una lente de 2 dioptrías, incidiendo el rayo

a 1 cm. del centro óptico, el comportamiento de la lente es análogo


al de un prisma de 2 dioptrías. Igualmente una lente de 3 dioptrías

Figura ¡9 5

se comportárá en las mismas condiciones como si fuese un prisma


de 3 dioptrías, etc. (fig. 196).
De todo lo antedicho se deduce que el efecto prismático obte­
nido es proporcional al poder de la lente y a la distancia al centro
P r i s m a s 275

óptico, del punto en que incide el rayo. Esta distancia se denomina


habitualmente descentrado.
Luego tendremos para calcular el poder prismático la siguien­
te fórmula:
Poder Prismático Dioptrías X Descentrado
Una Dioptría Prism ^ica Una Dioptría x 1 cm. Descentrado
Una Dioptría Prismática 0,50 Dioptría x 2 cm. Descentrado
Una Dioptría Prismática 2 Dioptrías x 0,50 cm. Descentrado

Resumiendo:
Si delante del ojo del paciente se: encuentra colocado un punto
cualquiera de la lente que no sea eLcentro óptico, dicho paciente

verá los objetos desplazados comxo si mirase a través de un deter­


minado prisma que se puede calcular. Este fenómeno ocurre muchas
veces por mala confección de un anteojo. El paciente no mira por
el centro óptico sino por un punto diferente del cristal.
En ciertas recetas donde se prescriben prismas asociados a lentes
diversas, los mismos se pueden obtener por desplazamiento del
centro óptico de las mismas, esto es por descentrado. La fórmula
que se aplica se deduce de la anterior.
La limitación de esta práctica, sin embargo, radica en el tamaño
de la lente misma, tal como viene de fábrica, pues en ciertas cir­
cunstancias el descentrado requerido para obtener un cierto poder
prismático es de tal magnitud que la operación no se puede efec­
tuar. El inconveniente radica en el hecho de que una vez calculado
el descentrado se determina un nuevo centro de la lente, denomi­
nado centro geométrico, el cual es el que se adaptará a la distancia
interpupilar, reemplazando al centro óptico.
276 B. SCHCOLNICOV

Teniendo en cuenta que el tamaño habitual de los cristales de


anteojos, una vez calibrados, rara vez, son-de menos de 40 mm.,
podría darse el caso siguiente:
Dada una lente original de fábrica de 50 mm. de diámetro y de
una dioptría de poder, se solicita un prisma asociado de 2 dioptrías
prismáticas. El cálculo correspondiente será:

PRISM A descentrado x Dioptría


Luego:
Prisma 2
Descentrado : ------------------------ -----== 2 cm.
Dioptrías 1

Luego el descentrado que se deberá efectuar será de 2cm . Si


nosotros en una lente de 50 mm. tomamos 2"cm. hacia un lado a par»
tir del centro de la misma (que se halla a 25 mm. del b ord e), obten­
dremos un centro geométrico a 5 mm. del borde, luego la lente
tal como se requiere sólo tendrá un centímetro de diámetro. Enton­
ces no es aplicable la técnica. La imposibilidad se hace aún mayor
cuando el descentrado puede inclusive sobrepasar . el radio de
la lente.
En general no son aconsejables descentrados de más de 1 cm.,
que nos darán lentes calibrados de 30 mm.
Lo correcto es efectuar un descentrado máximo de 5 mm., que
nos permitirá obtener lentes de 40 mm. de diámetro.
Los descentrados'son ■inferiores a ,l cm., sólo, en aquellos casos
en que el poder de la lente es mayor que el poder prismático
requerido.

Así por ejemplo:'


Prisma 2
^oder dióptrico: 4 dioptrías

2
----- = 0,5 cm. ^ 5 mm.

123. Obtención de la lente prismática y posición del centro ópti­


co en las positivas y negativas. — Cuando se ha determinado en
P r i s m a s 277

una lente la cantidad de descentrado necesario para obtener el pris»


ma requerido, se mide esta distancia en milímetros a partir del
centro óptico, y el nuevo punto obtenido será el cendro geométrico
o simplemente el centro de la lente definitiva. De manera que en
la lente prismática el centro de la misma no es el centro óptico,
sino el centro geométrico, que se ha obtenido por cálculo, y a él
deberá referirse la distancia interpupilar.
La lente se cortará colocando el calibre con su orificio central
sobre el centro geométrico (fig. 197).,
Una vez que la lente se ha mareado y se ha cortado con su
forma requerida, la nueva lente obtenida tendrá una sección pris­
mática. pero sus caras no serán
planas, sino que conservarán la
curvatura dé acuerdo al tipo que
corresponda, es decir: esférica, ci­
lindrica, etc.
En estas condiciones se puede
verificar fácilmente que en las len­
tes positivas el centro óptico que­
dará desplazado hacia el lado de
la base del prisma, es decir que el
descentrado se ha medido hacia
Figura 197 el vértice.

En las lentes negativas, el centro óptico quedará desplazado


hacia el lado del vértice, es decir que se ha medido el descen­
trado hacia el lado de la base del prisma (fig. 198).

Figura ¡98
278 B. S C H C O L N IC O V

Este detalle debe tenerse muy en cuenta, pues como en las rece­
tas se especifica el sentido de la base, se debe proceder, midiendo
el descentrado en sentido contrario en las positivas y en el mismo
.sentido en las negativas.
Así, por ejemplo, si una recta pide:

O D : Esf + 4 ( ) 2 A base interna

Se procede así:

— = Descentrado: 5 mm.

Luego los 5 mm. se miden a partir del centro óptico hacia la


derecha , pues supuesta la lente de frente, la base quedará hacia
la izquierda. En cambio tendríamos que proceder a la inversa si
para el ojo izquierdo se prescribiese idéntica fórmula, pues los dos
prismas deberán tener sus bases una frente a la otra, o como si un
prisma fuese imagen del otro (fig. 199).

124. Técnica para el descentrado de lentes esféricas, — Cuando


se trata de lentes esféricas el problema es relativamente sencillo,
así se trate de un prisma con su eje horizontal, vertical u oblicuo
en un ángulo cualquiera.
a) Márquese el centro óptico.
b) Coloqúese la lente con su cara anterior hacia arriba.
c) Trácese un diámetro que atraviese el centro óptico hori­
zontalmente.
d) Calcúlese el descentrado y mídase a partir del centro óptico
sobre el meridiano trazado.
d) Calcúlese el descentrado y mídase a partir del centro óptico
sobre el meridiano trazado.
e) Se obtendrá así el centro geométrico y centro de la nueva
lente,
f) Téngase en cuenta la posición del eje y la base del prisma
y procédase así:

1. Si el eje es horizontal y la base interna o externa para


el ojo derecho o izquierdo, indique en el cristal, primero
P r i s m a s 279

el ojo y luego haciéndolo girar oriente la base a la dere­


cha o a la izquierda.
2. Si el eje es vertical, base arriba o abajo, ojo derecho o
izquierdo, procédase como anteriormente, marcando el'
cristal y orientando la base.
3. Si el eje es oblicuo, se marca primero en el cristal para
que ojo es. Luego se coloca el meridiano sobre una escala
trasportadora con la inclinación angular de la receta y si
es necesario, hágase ^irar el cristal 180^ para darle la

Figura 199

posición requerida a la base, teniendo en cuenta si la lente


es positiva o negativa.
4. Trácese una línea horizontal coincidiendo con la horizon­
tal del trasportador y sobre la misma una flecha, indicán­
dose el extremo correspondiente a la base del prisma.
El procedimiento de marcar y de centrar lentes é^iéricos se
puede interpretar fácilmente por medio de un ejemplo;

OI : Esf. 5 Prisma e3 base arriba y afuera 40"^

Cálculo de la desentración;

Prisma
Descentrado — 6 mm.
Dioptría
280 B. Sx H C o L N I C o V

Como esta lente es negativa, la descentración debe hacerse- aden»


tro y abajo (o sea en el sentido del vértice).

a) Colocar la lente con la cara anterior hacia arriba.


b) Marcar el centro óptico (O).
c) Máxquese el centro geométrico a 6 mm. de O (centro óptico).
d) Colocar G (centro geom étrico), en el centro del trasportador.
La linea G.O debe estar según la dirección de 40^, y O, hacia
abajo y adentro.
e) Márquese la línea horizontal y una vertical corta sobre G.
Hágase en la parte superior una flecha con su extremidad
hacia el lado nasaL
g) Cuando esta lente es cortada y colocada en el armazón, el
centro óptico debe quedar hacia abajo y adentro, y debe
existir sobre el centro geométrico un efecto prismático de
tres unidades y el prisma deberá tener su base arriba y afue­
ra en 40° (fig. 200).
125.
lentes cilindricas.— Las
lentes cih^ndricas pueden
considerarse al igual que
las- esféricas, como for­
madas por infinito nú»
mero de prismas, pero
los mismos se hallarían
sólo en las secciories per­
pendiculares al eje. En
figuia 200 .. sentido paralelo al
mismo la sección no posee ai ci
De ello se deducen una serie de reglas:
P No hay acción .prismática por descentrado a lo largo-del eje
cilindrico.
2^ Cuando se prescriben prismas en la dirección del eje cilín-
drico, los mismos se harán por tallado de la lente en un
prisma simple.

OD ; CIL — 4 en 90 ( ) Prisma 3 en 90°


P R I S M A S - 281

3® Se obtiene efecto prismático por descentrado en la dirección


perpendicular al eje, de la misma manera que las lentes
esfencas.

4*^ Se obtiene prisma por descentrado en forma simple, cuando


el eje del cilindro es vertical y el del prisma horizontal; tam­
bién cuando el eje del‘ cilindro es horizontal y el del prisma
vertical

Cuando el eje del cilindro forma un ángulo diferente de 9(F


o de cero con el eje del prisma requerido, el poder prismáti­
co deberá calcularse teniendo en cuenta el poder cilindrico
en el meridiano en que se halla el eje del prisma.

6° Cuando el eje del cilindro e$ oblicuo y el del prisma horizon­


tal, si se descentra como en los casos 4° y 5°: se obtendrá un
prisma en sentido horizontal igual al poder del meridiano
cilindrico horizontal por el descentrado, combinado a un
prisma vertical de poder similar. El resultado será un pris­
ma oblicuo.

7^ Cuando se desea un cierto poder prismático como en el caso


anterior, combinado a un cilindro oblicuo, o siendo oblicuos
ambos, lo correcto es hacerlos por tallado a partir de un pris­
ma simple con el po'der requerido, sobre el cual se talla
con el ángulo entre ambos ejes, el cilindro.

126. Descentrado de lentes esferocilíndricos. — El temperamen­


to que se aplica aquí es similar al seguido con los cilindros puros.
Los cristales esferocilíndricos se pueden considerar como cons­
tituidos por dos cilindros cruzados formando un ángulo recto.
Así por ejemplo:

Esférico ^ 4 ( () cil + 2 en 90°

es similar a:

cil + 6 en 90° ( ) cil + 4 en O®

Luego el poder prismático se calcula directamente siempre que


su eje sea perpendicular a cualquiera de los cilindros.
282 B. S C H C O L N IC O V

Por ejemplo:

Esf + 5 ( ) cil + 3 en 90^ ( ) prisma 4 base interna

Cil + 5 en cero ( ) cil + 8 en 90^

El prisma tiene su eje horizontal; luego se calculará de acuerdo


al cilindro vertical, de la siguiente manera:

4
Desc = ----- -= 5 mm.
8
El cilindro de eje horizontal no es afectado.
Podría darse el caso de solicitarse en la fórmula anterior dos
prismas también cruzados en 90^, con sus ejes verticales y horizon­
tales respectivamente. Entonces el cálculo se hace con los dos
poderes cilindricos, debiendo, por consiguiente, efectuarse dos des­
centrados: uno horizontal y otro vertical, con lo cual se obtendrán
dos prismas de cuya combinación resultará, tal como hemos visto,
un solo prisma en posición oblicua.

127. Determinación del poder de las lentes prismáticas. La


determinación del poder de las lentes prismáticas puede hacerse
en forma similar a la de los prismas simples, utilizando la escala
indicada al respecto.
La precaución fundamental en estos casos, es neutralizar pre­
viamente el poder de la lente que acompaña al prisma, sin lo cual
es imposible efectuar la lectura.
Una vez eliminada la acción de la lento, ya sea esférica, cilin­
drica o esferocilíndrica, quedará solamente el prisma, cuyo poder
puede determinarse fácilmente.
De igual manera en estos casos, posteriormente a la eliminación
de la acción de la lente, se puede determinar el poder del prisma
por neutralización.
Sin embargo el método más comodo, lo constituye el empleo del
Frontofocómetro, pues no afecta en absoluto la acción óptica aso­
ciada al prisma, como en los casos anteriores..Simplemente, se co­
loca la lente en el aparato de tal forma que su centro geométrico.
P r i s m a s 283

coincida con el eje del instrumento y se hace la lectura en el rec-


tículOj en forma similar a los prismas simples.

128. Centrado normal y descentrado.

Centrado normal. — Se dice que un cristal está centrado, cuan­


do la distancia interpupilar coincide con la distancia entre los cen­
tros ópticos. Igualmente se puede definir diciendo, que en un
anteojo centrado, el punto de lectura, el centro óptico y el centro
de la pupila, se hallan en una misma línea. Así como decimos
punto de lectura, lo mismo corréspqnde a un punto cualquiera,
correspondiente a la visión lejana.
En todo cristal oftálmico podemos hablar aparte del centro
óptico, del centro geométrico, el cual puede o no coincidir con el
centro óptico.
Un anteojo puede estar centrado de acuerdo a su centro óptico
(centrado normal)^ o bien puede estarlo según sus centros geomé­
tricos (centrado geom étrico).
Las posibilidades son las siguientes:

r Anteojos para visión le-


I. Centrado óptico y^ geométrico
^ jana donde las medidas
(centrado normal)
jí del paciente se adaptan.
l

Anteojos de lectura. Pa­


II. Centrado óptico y no geométrico ciente de poca distancia
(centrado normal) interpupilar y cara muy
ancha.

Anteojo con efecto pris­


III. Centrado geométrico únicamente mático.
(descentrado) Anteojos mal confeccio­
nados.

Anteojos mal confeccio­


IV. Descentrado óptico y geométrico nados y también mal
adaptados al paciente.
284

El centrado geométrico tiene importancia sobre todo para la


parte estética del anteoj-o. De ahí que muchas veces ya sea por las
dimensiones de la montura y las medidas de la cara del paciente,
es necesario desplazar los centros ópticos a los efectos de que se
ajusten a la distancia interpupilar. No siempre podemos decir
cuando el paciente no mira por el centro del cristal, que el anteojo
está mal confeccionado, pues lo importante es que mire a través
de los centros ópticos. Lógicamente el caso ideal es cuando pode­
mos hacer coincidir el centro óptico y el geométrico, pero ello no
siempre es posible.
La posibilidad cuarta, es muy común y se debe generalmente
a cristales mal calibrados o bien a un armazón que no se adapta
perfectamente.
Es importante el cálculo del poder prismático a través del cual
se hallaría observando un paciente en estas circunstancias. La
determinación del mismo arroja en muchísimos casos valores rela­
tivamente altos.
Así por ejemplo, un individuo que usase un par de cristales
esféricos de cinco dioptrías negativas y los mismos se hallasen con
su centro óptico desplazado seis milím-etros, es decir, que el pacien­
te estuviese mirando por una parte del cristal a seis milímetros

Fi g u r a 201
P R I S M A s 285

dei centro óptico, sufriría un efecto prismático de tres dioptrías


prismáticas. (fig..201).
La posibilidad del prmier caso de centrado normal, con coinci­
dencia de los centros ópticos y geométricos, sólo ocurre cuando la
distancia interpupilar dei paciente coincide con las medidas del
armazón, correspondientes a la suma del diámetro horizontal del
aro más el puente. Así por ejemplo;

Distancia interpiipilar: 64 mm.

f A ro : 42 mni.
Armazón J
Puente; 22 mm.

Total 64 mm.

Por último los casos de centrado geométrico, únicamente, son


aquellos a los cuales nos hemos referido ai estudiar la obtencion
de las lentes prismáticas.
CAPÍTULO X

CRISTALES PROTECTORES

129. Clasificación. — Los cristales protectores constituyen un


grupo de gran importancia cuyo estudio tiene actualmente enorme
interés, sobre todo los denominados vidrios absorventes o de color
que son considerados con cierta extensión en este capítulo.
Debe tenerse en cuenta que el ojo al cual se le asocian estos
cristales protectores puede ser perfectamente normal; pero lo que
varía en este caso son las condiciones del campo donde dicho órgano
deberá trabajar, y que las mismas no sean adecuadas para la inte­
gridad o la seguridad.
Según sus funciones se clasifican de la siguiente manera:

a) actúan por absorción:

Cristales de color
l>) eliminan las radiaciones por reflexión:

I) Cristales protectores con- Cristales espejados


tra radiaciones de diver- <■) eliminan las radiaciones por polariza­
sa calidad e intensidad. ción:
( ’ristales polarizantes
d) eliminan radiaciones por interferencia

Cristales lum inizados


II) Cristales protectores con
tra agentes mecánicos di- -< Vidrios endurecidos.
versos.
288 B. SCHCo L N I c oV

Desde luego que las diferentes formas de eliminar radiaciones


se pueden combinar entxe sí obteniéndose con esto^ refuerzos de las-
acciones o efectos complementarios. Asi mismo en algunos casos
la función protectora se puede asociar a la acción correctora, obte-
niéndose las denominadas: Lentes protectoras.

13§. Cristales de color. Generalidades. — El mecanismo natu­


ral de protección de los ojos, es suficiente para adaptarse a la inten­
sidad ordinaria de la iuz. 'Pero, cuando esta varía o cuando el ojo
se halla en coiidiciones no normales, es. necesario darle protección
adecuada (Lawson).
En las regiones tropicales y subtropicales, y en general, donde
la radiación solar es muy intensa, causa bastante molestias; por
esOj mucha gente' acostumbra a precaverse del resplandor o de la
fuerte luminosidad del ambiente, mediante el uso de vidrios' de
color.
También es perfectamente conocido que en las expediciones a
las regiones polares,^ se previene contra la denominada “ ceguera
de la nieve” , usándolos continuamente. Los aviadores se defienden
del resplandor y de la intensa radiación existente en las altur-as,
por el mismo método anterior»
El creciente uso de las ondas de corta y larga longitud en tera­
péutica, hace necesario ^una eficaz protección de los ojos del pa­
ciente, com o así también de la persona que maneja los aparatos
lo cual sólo se logra con vidrios adecuados que impidan la llegada
a los ojos 'de rayos perjudiciales. Igualmente existen afecciones
oculares caracterizadas por- una aguda fotofobia, donde para evitar
la acción agresiva de la luz, se prescriben vidrios coloreados.
En la industria, es necesario resguardar al hombre que trabaja
del perjuicio de las radiaciones de ambos extremos del espectro
visible, problema que se-com plica por la necesidad de proveer al
mismo de suficiente luz para su labor, o m ejor dicho, que una canti­
dad de luz suficiente llegue hasta los, ojos, para poder ver adecua­
damente la operación que se realiza. (Lawson). Los obreros que
trabajan en los hornos de fundición o en sus proximidades e igual­
mente los cortadores o soldadores con arco o gas, están constante-
mente bajo la acción de intensas fuentes de energía de variada
C r is ta le s P rotectores ^ 289

longitud de onda. Estas radiaciones son la causa de lesiones de


distinta gravedad. La conjuntivitis actínica^ molesta y dolorosa.
es m uy común en aquellos operarios que no protejen sus ojos de
manera adecuada de la acción de los rayos ultravioletas.
La ^‘catarata de los sopladores de vidrio” , otra afección conocida^
se produce luego de -vari-os años de estar expuestos a los rayos ifi-
frarrojoSj que se desprenden del vidrio fundido o calentado al rojo.
El resplandor motivado por la luz de gran intensidad o que
incide sobre los ojos bajo ángulos no adecuados, deslumbra, entor-
pece la visión y disminuye la agudeza visual, haciendo muchas
veces imposible de realizar, tareas delicadas o peligrosas»
Todos éstos y muchísimos -más, son factores que condicionan el
uso de los cristales oftálmicos coloreados. Un estudio adecuado de
cada caso en particular, es la m ejor forma de encarar el problema
de la prescripción de tales elementos de protección.

131., Las radiaciones n»€lvas. — Hemos indicado al principio


que los vidrios coloreados se utilizan para protejer los ojos de la
acción de ciertas formas de la energía radiante. B e manera que
hay que considerar previamente dicha -energía, y que partes o for­
mas de ella constituyen las ''causas mórbidas” que motivan al um
de los vidrios coloreados.
El espectro de la energía radiante permite- comprobar que ésta
se extiende desde longitudes de onda extremadamente cortas, 10“'*'
milimicrones de los rayos cósmicos, hasta por una gradual transi»
ción, a longitudes de 20.000 metros o más.
El espectro visible es solamente una pequeña parte de la ener»
gía radiante total. Igualmente las radiaciones emitidas^ por el sol,
principal fuente natural, no abarcan mas que una reducida parte
del espectro solar terrestre. También abarcan zonas estrechas los
rayos producidos en los hornos de fundición, arcos de soldadura
eléctrica, arcos de mercurio^ lámparas incandesceníesj 'etc. ^
En general, es un hecho bien conocido de Física, que la emisión
de radiaciones por los cuerpos, está relacionada a^ la temperatu­
ra de los mismos, y que cuanto mayor es ésta, mayor es el por­
centaje de energía radiante producida. Siendo asimismo menor la
longitud de onda, cuando mayor es dicha temperatura.
¿ yg B. S CHCO LN ICOV

Cuando un cuerpo se halla por debajo de los 400 grados, emite


constantemente radiaciones infra rojas que se van haciendo más
numerosas a medida que la temperatura se eleva. Cerca de los
420 grados (entre límites estrechos, según el cuerpo), aparece la
incandescencia o sea la producción de luz visible, cuya longitud
de onda (tomada en conjunto) es menor que la de los anteriores;
pero sigue también aumentando la producción de éstas.
La incandescencia alcanza su máximo a los 1600 grados, aproxi­
madamente en que se hace blanca, habiendo pasado sucesivamente,
por la roja y la amarilla. En este estado todos los cuerpos, tanto
sólidos como líquidos (a excepción de ciertas bases), emiten un
espectro continuo que va del infrarrojo al ultravioleta. Aumentan­
do la temperatura, el porcentaje de estos últimos se va haciendo
cada vez mayor. Los rayos ultravioletas tienen, como sabemos,
menor longitud de onda que todos los anteriores.
En el gráfico de la figura 202, vemos el esquema aproximado
de las radiaciones conocidas, con sus longitudes de onda respectivas
y las porciones que abarcan, a saber: la energía solar que llega a la
tierra, y un arco de soldadura eléctrica con una temperatura de
alrededor de 4000 grados.

132. Radiación solar, — El sol como fuente de radiaciones,


mejor dicho la radiación solar como causa mórbida, tiene relativa
miportancia. En efecto, si bien los estudios sobre la misma han
comprobado que su calidad e intensidad en las condiciones “ nor­
males" de la vida de la generalidad de las personas, no implican
ningún peligro para el ojo sano; cuando estas condiciones no son
las habituales del individuo, puede ocasionar en el mismo lesiones
oculares de diverso carácter.
Un habitante de ciudad, que en forma apresurada se traslade
a una región desértica tropical o que escale una montaña de cierta
elevación sufrirá lógicamente por no estar habituado al cambio de
las condiciones climatéricas, que traen aparejadas un cambio en la
calidad de la radiación que incide en sus ojos. En cambio, el mo­
rador de dichas zonas está perfectamente adaptado al medio am­
biente.
De todas maneras, es digno de recalcarse que la radiación solar

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292 B„ S C H C O L N IC O ¥

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Llú^
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C r is t a l e s P rotectores 293

varía enormemente en las diferentes regiones de la tierra; ahí


entonces que no se pueda afirmar rotundamente acerca de sus
características como factor deletéreo para los ojos, sin hacer antes
un estudio detenido de dicha radiación- en las diferentes circuns-
tancias que pueden tener importancia desde nuestro punto de
vista. „
La calidad de la radiación solar es la ,de un “ cuerpo negro” a
8000 grados centígrados. Esta temperatura puede ser tomada como
efectiva aunque no obstante, en el centro, debido a la enorme
1 1esioi se estima que es varios miles o millones de veces mayor.
Ld radiación solar que alcanza la tierra no comprende más que
rp d pprte de la energía radiante total y se extiende aproxima^
damente de los 290 m. micrones'.^ (Miethe y Lehmann, Dobson, etc.),
hasta 18.000 m.micrones según Langley, pero pasaría de los-60»000
m.rnicrones, para otros.
C a si todas las ondas cortas de la energía radiante son absorbí-
das por la atmósfera antes de que puedan, alcanzar la superficie
de la tierra.. Debido a ello, el problema del estudio de la radiación
solar es bastante com plejo, puesto que entre el sol, fuente emisora,
y la tierra, que es la receptora, se halla la atmósfera.
Esta última m odifica la radiación recibida y se transforma a su
vez en fuente de radiaciones: la radiación atmosférica o radiación
del cielo o celeste.^ Es menester, entonces^ determinar la radiación
solar extraterrestre, es decir antes de que penetre en la atmósfera,
y sus cambios durante el trayecto.
Los gases y los vapores de la atmósfera, actúan -sobre la radia»
ción solar de dos maneras diferentes:

a ) : Por medio de la absorción seléctiva,


b) Por extinción.
La •primera anula la radiación com o tal y la trasmite bajo
'Otras formas de energía (química o térm ica). La segunda, única-
mente desvía los rayos del camino recto y los hace llegar a la
tierra bajo la forma de luz difusa. Tiene poca impertancia la re­
flexión de los rayos hacia los espacios intr-planetarios.
La pérdida de intensidad de los rayos que llegan a la tierra en
línea recta, omitiendo la refracción (suponiendo que la atmósfera
sea hom ogénea), se basa en la hipótesis de Bouger-Lambert, según
294 B. S c H c o L N i c o v

la cual una capa de un espesor igual a uno, apaga siempre una


porción de rayo incidente igual a:

dJ - K . dx

Donde J es la intensidad del rayo incidente, K es una constante


dependiente d-el estado físico de la atmósfera, dJ es la extinción
del rayo en el trayecto dx. Por consiguiente, la, extinción es pro­
porcional al trayecto recorrido, por una constante.
Se elige como unidad de m edición para el recorrido total del
rayo la altura de la atmósfera en sentido vertical.
Existe igualmente una relación entre la altura del sol y el
trecho recorrido. Teóricamente bastan dos mediciones tomadas con
dos alturas del sol diferentes, para determinar con ellas el coefi­
ciente de trasmisión, y, por medio de éste, el valor de la radiación
extraterrestre. (Davos).
Estudiando la trasmisión a través de la atmósfera, se dice
comúnmente que en el medio día el sol pasa a través de un espesor
de una atmósfera, y que en la puesta, pasa a través de dos atmós­
feras de espesor. Como el aire no es de densidad uniforme, la
relación entre las dos masas de aire en conjunto, es mayor que
las longitudes de las dos partes. La relación de los dos valores de
las masas de aire, con respecto al sol en el cénit y en el horizonte,
es de 1 a 35,5.
Los más importantes constituyentes de la atmósfera, responsa­
bles de la absorción y la difusión de la radiación solar, son: el
oxígeno, el ozono, el anhídrido carbónico, el vapor de agua y las
partículas de polvo, incluyéndose, además, el humo.
Una atmósfera clara, siempre absorbe alrededor de 40 a 50 %
término medio, de la luz del sol. Menos del 30 en el cénit y
75 % en el horizonte.
Dado que la energía total de los rayos que llegan a la superficie
terrestre, depende considerablemente de la altura solar, es decir,
del largo de los trayectos radiales en la atmósfera terrestre, resulta
que la distribución de la energía en el espacio, está condicionada,
casi exclusivamente, a las elevaciones del sol. Por esta razón, en
C r is t a l e s P rotectores 295

el espectro solar terrestre, se admite para las alturas medias del


sol la siguiente repartición de la energía:

Infrarrojo ------ 58«60 %


Visible ......................................... 40 %
Ultravioleta . . . . . . . . . . . . . . . . . . -1 %

El máximo de la energía corresponde al amarillo o al rojo


según la altura del sol (fig. 203).

La radiación infra roja del soL ™ Se^ha visto que de la suma


total de la energía solar, corresponde al infrarrojo un 60 % según
Davos, y un '56 % según KimbalL
En su pasaje a través de la atmósfera, la radiación infrarroja
sufre absorción por el anhídrido carbónico, y el vapor de agua
principalmente. El aire húmedo es 72 veces más absorbente que el
seco (T yn dall). Esta propiedad afecta solamente a longitudes de
onda de más de 900-950 m.micrones en cambio, las ondas de 750
a 900 m.micrones, se caracterizan por su habilidad para atravesar
grandes distancias en la niebla o la atmósfera húmeda.
La radiación infrarroja que incide sobre la tierra, es a su vez,
re-radiada por la misma al espacio, en una proporción de más o
menos la cuarta parte.
Se sabe con exactítlud que un perfecto absorvente es también
un perfecto radiador Un perfecto reflector ,por consiguiente, no
puede trasmitir, ni absorber, ni radiar. La carencia de vegetación
aumenta la eficiencia de absorber y de radiar, tanto que los mejores
absorbentes de las radiaciones son las rocas, la arena y las tierras
desnudas. En cambio, las tierras con vegetación, herbaje o flores-
tos, son mucho menos absorbentes. El aire seco es un pobre absor­
bente, y la nieve y el agua son los peores.
En las regiones tropicales la radiación de las rocas, arena o
206 B, SCIÍCOLNICO^

tierra desnuda, es intensa, y se ve reforzada por la reflexión angular..


De manera que la intensidad del infrarrojo es mucho mayor en
las regiones desérticas, carentes de vegetación, no sólo por la can^
tidad de la radiación incidente, sino también por la re-radiada por
la$ rocas, piedras, etc., y la que proviene de otras formas (ultra»
violeta, y visible) que se transforman en rayos de mayor longitud
de onda. (Davos)..
Resumiendo: la radiación infrarroja se caracteriza, de los 750
a 900 m.micrones, por su habilidad en atravesar la niebla. En lon­
gitudes mayores es absorbida por e l'v a p or de\ agua atmosférico.
Por consiguiente, hay.una m ayor intensidad de los rayos infra-
rrojos, en la cima de las montañas, asociada a la disminución del
vapor de agua. En cambio, hay poga proporción en áreas cercanas
al mar. ’ ■
'
La re-radiacáón .terrestre de los infrarrojos, asociada con una
cierta proporción de reflexión de los mismos, alcanza gran impor»
tancia en .las regiones desérticas y -tropicales. La intensidad, en
cambio, es mínima en los campos de nieve o superficies de agua.
La radiación ultravioleta del sol. — Es apenas el 1 % de la ra­
diación total.
La experiencia obtenida de observaciones efectuadas ha demos-
trado que la transparencia atmosférica varía más enérgicamente
paia los rayos de onda corta, que para quellos de onda larga. Así
tenemos, de ^atos sacados del libro de Davos (Física de la radia­
ción solar y deleste), sobre observaciones en dos lugares diferentes:

TABLA XII
KRON, (Potsdam) a 100 ín. Dember, pico Tenerife a 3280 m.
Long. de onda Coef. de trasm. Long. de onda Coef. de trasm.
378 0,494 400 0,737
371 0,387 360 0,596
325 0,268 320 0,442
308 0,153 285 0,314
El coeficiente de trasmisión del ultravioleta es mayor cuando
mayor es la altura, debido ai menor número de elementos absor­
bentes.
Los valores medios de los coeficientes de trasmisión del cuadro
C r is t a l e s ' P rotectores 297

anterior 'com prueban de acuerdo a -verificaciones análogas para la


luz visible que el ultravioleta disminuye su intensidad, al dismi­
nuir la longitud de-onda, mucho más rápidamente que la luz visi­
ble. Elevándose sobre el nivel del mar,, aumenta la trasparencia-
de la atmósfera para la radiación ultravioleta, mucho más que
para la radicación visible. La transparencia atmosférica es peque­
ña para las longitudes por debajo de 32.4 m.micrones.
La tabla XIII, a continuación, muestra la relativa sensibilidad
del ojo medio para las distintas longitudes de onda.
De la radiación extraterrestre llegan con una altura del sol de
30 grados, solamente el 40 % de las ondas de 375 m.micrones en las
altas cumbres; y sólo el 23 % al nivel del mar. De las longitudes de
onda de 320 m.micrones, llegan el 20 % y el 7 % respectivamente.
La opacidad de la atmósfera al ultravioleta es debida en parte
a la absorción por el oxígeno y el ozono, y en parte, a la reflexión
y l a ' dispersión. Probablemente % partes de la radiación total
recibida del sol,-es difundida por las mo-léculas del-aire, partículas
líquidas o polvo fino. En cambio, las superficies como las que pre­
sentan las nubes, causan reflexión regular.
Las grandes partículas suspendidas aumentan la difusióii y
afectan las ondás de todas las longitudes, mientras que las peque­
ñas solo producen difusión de las ondas cortas» Además el contenido
total de radiación ultravioleta de la atmósfera, es modificado por
la reflexión en la "tierra y en las alturas. 'Así la nieve, el hi€ -
el mar^ son buenos reflectores. |Un'70 % de la lu^ puede ser reiic
Jada por una superficie ligeramente helada Las arenas secas o
rocas pueden reflejar el 30 y las tierras \erdes o bosques sólo
el 15 Por consiguiente, la relativa intensidad del ultravioleta
bajo condiciones desérticas, es mucho menor que en los campos
de nieve. El riesgo de la conjuntivitis en los campos de nieve, asi^
mismo, es mucho m ayor en los días nublados cuando el horizonte
está indefinido y la nieve y el cielo se mezclan en uno solo.
/' En dichas circunstancias, la form a común de las nubes es en
delgados ‘^estratus” , constituidos por partículas de hielo, con in­
menso aumento de contenido del ultravioleta ,por difusión. A esto,
se agrega la gran reflexión sobre la nieve
La conjuntivitis del ultravioleta en k trópicos, se aparta de la
^298 B. SCHCOLNICOV

que se experimenta en las montañas cubiertas de nieve; es mucho


menos frecuente y no tan severa.
Resumiendo: en los polos ,en los trópicos al nivel del mar y
en general, en latitudes inferiores a los 1500 metros, el espectro
del ultravioleta se mantiene aproximadamente constante a partir
de 290 m.micrones. La relativa ausencia de polvo suspendido a
altitudes mayores de los 1800 metros, permite una gran proporción
de ultravioleta, tanto en invierno como en verano.

La radiación solar visible. — La extensión del espectro de la


luz visible es un fenómeno subjetivo y varía, generalmente, para
ios distintos observadores.
Se puede saber que se extiende de 800 a 750 m.micrones en el
rojo final, hasta aproximadamente 390 m.micrones en el violeta
fin al
El valor de máxima energía lo hallamos en la región de 555 m.
micrones, desde el cual decrece rápidamente hacia ambos extremos.
La variación de la visibilidad según la longitud de onda, es
considerable. Así, entre longitudes de onda de 540 m.micrones a
580 m.micrones, la sensibilidad del ojo es máxima y disminuye
luego hacia ambos lados.

TABI.A X lll
Longitud de onda Visibilidad

400 ..............................................0.0004
420 ............................................. .0.0040
440 ............................................. .0.023
460 ............................................. .0.060
480 ..............................................0.139
500 ..............................................0.323
520 ..............................................0,710
540 ..............................................0.954
560 ..............................................0.995
580 ..............................................0.870
600 ..............................................0.631
620 ..............................................0.381
640 ..............................................0.175
660 ..............................................0.061
680 ............................................. .0.017
700 ........................ .....................0.0041
720 ..............................................0.0010
740 ..............................................0.0002
Datos: Bur. Standars Sci. Paper 475, p. 174.
C r is t a l e s P rotectores .299

Este asunto tiene mucha importancia en la prescripción de los


vidrios coloreados, porque siempre el aumento del poder absor­
bente implica un aumento del tinte, y como consecuencia una
disminución de la visibilidad. Si esta disminución se hace en la
zona de máxima sensibilidad del ojo, ello, da un margen de varia­
ción más amplio, que si operamos por ejem plo en la zona del
azul, donde la sensibilidad del ojo es mínima.
En otras palabras: si el paciente usa vidrios amarillos o amari­
llo-verdosos, se puede aumentar en gran proporción la intensidad
del tinte, sin que la agudeza visual está muy afectada. En cambio
con vidrios azules, un relativo oscurecimiento del tinte de los
mismos trae una mucha mayor disminución de la visión que los
anteriores.!
Para la verificación de la sensibilidad del ojo a las distintas
longitudes de onda de la radiación solar, puede utilizarse una
fuente que emita iguales cantidades de energía y de las mismas
longitudes. Los factores de trasmisión total de la luz del sol, desde
luego, no deben diferir mucho de una fuente emitiendo iguales
cantidades de energía y todas las' longitudes de onda. (Gibson y
Me Micholas).
f La diferencia entre las radiaciones visibles y las invisibles, es
en la longitud de onda. Todos los rayos visibles y particularmente
la región amarilla, poseen la propiedad de dar calor. Igualmente,
todos los rayos visibles y, particularmente, la región verde-azul,
poseen propiedades actínicas.
La importancia de la radiación visible con respecto a los ojos,
estriba no solamente en la intensidad con que inciden sobre los
mismos, sino también en la forma de como lo hacen.
Sabido es que el ojo constituye un delicado sistema óptico adap­
tado a la recepción de la energía dentro de ciertas longitudes de
onda. Para que esta energía pueda aprovecharse íntegramente o
para que no provoque fenómenos de interferencia o de otra clase
en la visión, es necesario que incida bajo ciertos ángulos que teó­
ricamente se admiten que son los adecuados para la formación
de las imágenes en la retina. La retina es un elemento nervioso,
específico para la recepción de estímulos de un cierto tipo.
En general, el ojo humano está adaptado para ajustarse por sí
Wú B. SCH CO LN ICO 'V

mismo a la luz del día o a la oscuridad de la noche. .“ Expuesto


durante el día a una intensidad de 10.000 bujías-pie (tomando
como ejemplo la iluminación en una superficie horizontal, en un
día típico claro, en mitad del verano, a 42*? de latitud norte); o
si éste es más bien nublado, a unas 1.000 bujías-pie; o si es oscuro
a menos de 100 bujías-pie; el ojo también puede adaptarse a la
iluminación dentro de las habitaciones de alrededor de 20 bujías»
pie, con luz natural, y 10 bujfas-pie, con luz artificial Igualmente
también puede hacerlo durante la noche sin mas luz que la de las
estrellas y la luna”. (Artificial Sunlight. Luckiesh).
Naturalmente el ojo posee un delicado mecanismo para adap­
tarse a variaciones tan amplias de la intensidad luminosa. (Lawson).
I Cuando la intensidad luminosa es muy grande, puede vencer
la resistencia de los elementos reguladores. Así también cuando la
incidencia de los rayos luminosos no es la conveniente, provoca
trastornos. En ambos casos, la “adaptación normal” se altera. Estos
fenómenos se engloban dentro del estudio del deslumbramiento.
Importante es aclarar, que esto no solamente se produce con
la luz natural, sino también con la artificial, y quizá en mayor
escala.

133. Radiaciones producidas por las fuentes artificia[les. — Las


radiaciones producidas por las fuentes artificiales, se extienden
desde los ultravioletas más cortos, a los infrarrojos más largos.
Estos focos de luz son muy variables en lo que respecta a la longi­
tud de onda que contienen, lo cual depende, como ya hemos acla­
rado al principio, de la temperatura de los mismos.
La lámpara de vapor de mercurio y filamento de tungsteno, es
de las que producen mayores proporciones de ultravioleta, sobre
todo si no son rodeadas de vidrio absorbente para dichos rayos.
Las lámparas eléctricas y los arcos de carbón ordinario, son
ricas en ondas cortas y en infrarrojos.
El metal fundido o el vidrio fundido, son ricos en infra rojos
largos.
Lo que no se ha determinado aún perfectamente, son las con­
diciones reinantes durante los procesos de soldadura con arco eléc­
trico. Respecto a éste dice el National Bureau oí Standars:
C r is t a l e s P rotectores 301

“ El arco es tan variable, que es impracticable estimar la can­


tidad de ultravioleta o infrarrojo emitida por el metal fundido
La cantidad total emitida, depende de la temperatura y del tama­
ño del estanque del metal fundido.
Hay tres maneras de hacer Junturas soldadas:

á) soldar a gas;

b) soldadura térmica;

c) soldadura eléctrica.

La soldadura eléctrica puede ser a arco, o a resistencia. En la


soldadura eléctrica a arco, el calor necesario para la íusión es
obtenido por un arco- eléctrico formado por un electrodo y un
metal base. El calor del arco es de hasta alrededor de- 6.000 grados
fundiendo el electrodo o el metal llenador y produciendo así la
unión de las piezas. Se puede usar corriente alterna y amperajes
desde 2 A para láminas delgadas, 'hasta LOÓO- A para materiales
duros.
En general, en todos los tipos, de arco, el espectro de emisión
es-el que corresponde al metal constitutivo del arco, donde se agre­
gan los otros materiales que intervienen cuando el electrodo no
es puro.
Ya hemos aclarado al principio que depende de la temperatura
del mismo, la calidad y la intensidad de las ondas emitidas.
El esquema siguiente, tomado de Errísley y Swaine, muestra
los porcentajes de radiaciones producidas por cuerpos a diversas
temperaturas:

TABIiA XIV

l'emperatura (’ C) 14.000 7.000 4.500 ; ^000 500


Ultravioleta % 70 %■ 20 6 prac. nada
Visible % 23 52 40 0,2 p. nada
[nfra rqjo % 7 28 54 99,8 99,9

|34 Efectos i e las radiaciones sobre ios ojos. — Aún cuando


^'háy una débil protección contra los infrarrojos y los rayos visi­
bles, que pasan sin ser impedidos, a la retina, hay en otro sentido
m'á B. SCHCOLNICO¥

una gran protección debida a la naturaleza, contra los ultravioletas,:;


Está comprobado por diversas experimentaciones, que ?esta
protección es dada por la córnea y el cristalino,, especialmente este
último. La córnea absorbe todos los rayos de longitud de onda
más corta de los 290 m.micrones aproximadamente, mientras que
el cristalino es impenetrable a aquellos más cortos de 350 m.micro­
nes. LuegOj solamente rayos ultravioletas de 350 a 400 m.micrones,
pueden llegar a la retina.:
Importante es recalcar que las lesiones oculares se producen
únicamente por las radiaciones que los tejidos absorben. Por con­
siguiente, sólo producirían lesiones en la retina radiaciones ultra-
violeta de 350 a 400 m.micrones. El resto provocará lesiones en la
córnea o el cristalino, que s'on los, tejidos que las absorben.
La luz dél sol, en las regioiies bajas, es mas bien pobre en
ondas menores de los 350 m.micrones. Todas ellas son detenidas
por el vapor y la atmósfera. Así el ojo está hecho para que los
rayos ultravioleta de la luz ordinaria pasen sin impedimento y
lleguen a la retina;,mientras que el exceso fuera de la luz ordi*
naria, es excluido por los elementos protectores de los ojos.
La defensa contra la radiación caliente del final de rojo, es
producida por la propiedad absorbente de los pigmentos que se
hallan en la parte posterior del iris, la coroides y el poder con­
tráctil de la pupila De esta manera, los ojos oscuros de ciertas
razas y sobre todo de los negros, que están sometidos, en las zonas
en que habitan, a una' luz excesiva, / poseen mayor cantidad de
elementos reguladores.
La clasificación siguiente, debida a Schauz y Stockhausen
' (1909) y confirmada posteriormente por otros, muestra en qué
grado, los varios rayos del espectro pueden pasar a través del ojo
medio:

a) rayos de 780 a 400 m.micrones (visibles). Llegan a la retina


sin modificarse;

b) de 400 a 350 m.micrones. Atraviesan también el ojo medio,


pero producen flourescencia en el cristalino;

c) rayos de 350 a 300 m.micrones. Penetran en el ojo a través


de la córnea pero son detenidos por el cristalino;
C r is t a l e s P rotectores 303

d) 300 a O m.micrones. No penetran en el ojo, pues son absor»


bidos por la córnea.
La córnea absorbe fuertemente debajo de los 300 m.micrones
y es casi completamente transparente desde este límite hasta apro-

Fig, 20 4

ximadamente 1.000 m.micrones^ a partir de donde se va -haciendo


gradualmente más opaca hasta alrededor de los 1.400 m.micrones.
' De allí, vuelve otra vez a absorber fuertemente. El cristalino
absorbe ultravioleta hasta alrededor de 350 m.micrones volviéndose
304 -B. SCHCOLNICOV

transparente hasta alrededor de los 390 a partir de' los cuales la


transparencia es muy grande hasta más o menos 900 m.micrones.
Desde ese punto, hasta 1-400 a L500 (límite de transmisión de la
córnea), el cristalino absorbe porciones de alrededor del 25 %
al 10 % de la radiación incider
Resumiendo, el total de la lungitudes que llegan a la retina,
va de 350 a 1.500 m.micrones, aproximadamente (fig, 204)*

135.4lesiones ©culares más importantes» — Las lesiones pro­


ducidas por los rayos ultravioleta menores de 300 m.micrones, son^
sobre todo, de naturaleza química, no .térm ica,. consistentes prin­
cipalmente en tumefacción de citoplasma del epitelio corneal y
un infiltrado eosinóñlo. Las células epiteliales muertas se desea»
man y son rápidamente reemplazadas.. Algunos sostienen la posi­
bilidad de que los rayos son absorbidos por las moléculas de las
proteínas y allí producen efectos fotoeléctricos, con especial coa­
gulación de las proteínas- y la muerte de las células,
/ La lesión producida por los infrarrojos no más cortos de 780
m.micrones, es térmica. Una quemadura real, resultando una ne-
crolisis y muerte del tejido afectado.
¥ erhoeff y Bell, en 1916, demostraron que vía retina es verosí­
milmente herida sólo cuando la concentración involucra bastante
energía calorífica para producir lesiones térmicas (una luz de
extrema intensidad por más de una h ora ).
La conjuntivitis actínica, clínicamente es producida por una
exposición excesiva al arco eléctrico de soldar, por un período
considerable de tiempo. Es -una injuria acumulativa que se mani­
fiesta por un dolor agudo, fotofobia, inflamación de la conjuntiva
bulbar y palpebral y marcada sensación de escozor. Todo ocurre
de las cuatro a las doce horas después de la exposición.' El traba­
jador típico se queja de la sensación de “ arena en los ojos” .
Con la excepción de los casos de un soldador o fundidor que
trabaje sin protección, o del que reciba frente a los ojos una chispa
eléctrica de elevado voltaje, hay siempre un período latente y
considerable entre el período de exposición y los síntomas.
^ Los efectos de las radiaciones sobre los ojos son, sobre todo,
de dos clases:
Cm st a l k P sotectobes sos

i a) Efectos termales, y fotoquím icos en los tejidos oculares. De-


bidoSj principalmente, a los rayos ultravioletas o infrarrojos.
’ hy Efectos fisiológicos, de fatiga muscular, “debido, a la radia­
ción sobre la “ colocación óptica” . Debidos principalmente a
la radiación visible cuando excede a los Im ites tolerables
por los distintos individuos;-donde interviene el acostiimbra-
miento, la pigmentación, etc. También se agregan todos los
fenómenos motivados por el deslumbramiento.
Los efectos dañosos, com o dijimos al principio son producidos
solamente por la radiación que los tejidos absorben.
Esto tampoco es- estricto para un particular tipo de onda, y,
además influye el tiempo de la exposición y especialríiente la lü^
tensidad de la radiación.
La intensidad de la radiación puede reaccionar en un ojo o cü
ambos de una o de dos maneras. Así por ejemplo, se entiende comu
"radiación intensa” o “ m uy intensa” para los ojos, a una atmósfei'a
anormalmente cargada de rayos ultravioleta o infrarrojos, tal eofiiu-
sería en l i cima de una montaña, donde debido a la rarefacción
a la relativa ausencia dé vapor, el espectro se halla muy extendida.*
a ambos extremos. Igualmente se presenta un caso análogo^ cuan­
do se está bajo la influencia de un ar-co eléctrico de soldar o de
una lámpara de vapores de mercurio, o cualquier tipo de radiador
a gran temperatura (por encima de los 1.500 grados).
El otro caso sería cuando la luz de.una habitación es sustituida,
duplicada o triplicada. Las respectivas longitudes del espectro no
son alteradas, pero la cantidad total de luz cambia-
Es obvio que los efectos del incremento de la intensidad de la
lu 2 , debeíi ser acumulativos pero estas acumulaciones parecen no
reaccionar, igualmente en todos los sentidos. Así, mientras jiOb
otros tenemos conciencia de los aumentos o disminuciones de ioc*
rayos infrarrojos y visibles, puesto que ambos atraviesan libre­
mente los ojos y llegan a la retina, no ocurre lo mismo con los
ultravioleta. La radiación ultravioleta puede aumentar en cantidad,
pero el ojo no está conciente de ello a causa de la protección natu­
ral de la córnea y el cristalino.
Aunque lógicamente hay una acumulación de rayos ultravio­
leta que llegan a la retina con el aumento de la luz, por mas que
306 B. SCHCOLNICOV

como se dijo antes, la gran mayoría son eliminados por los medios
protectores.
La protección natural para el infra rojo y el visible no parece
ser tan eficaz, tanto que los peligros de someter al ojo a una gran
intensidad de luz, parecen ser debidos, más al final del rojb que al
ultravioleta. (Lawson).

136. Clasificación de la energía radiante con relación a sus efec­


tos sobre los ojos. — La energía radiantee de importancia con rela­
ción a los ojos, se extiende de los ultravioleta cortos, a los infra
rojos largos. El promedio se puede dividir en cinco partes: (fig. 204)

1. Ultra violeta corto: hasta alrededor de 310 m.micrones.


2- Ultravioleta: de 310 a 390 m.micrones.
3. Espectro visible: desde 390 hasta 780 m.micrones.
4. Infrarrojo cercano: de 780 hasta 1500 m.micrones.
5- Infrarrojo lejano: de 1500 hasta 100.000 m.micrones.

La determinación experimental de los efectos fisiológicos de


cada uno de estos grupos en el ojo es dificultosa, pero como resul­
tado del estudio de varios investigadores, en ojos de animales y de
cadáveres humanos, se pueden establecer los efectos enunciados a
continuación, como base para un estudio de los mismos.

137. Efectos particulares de cada uno de los subgrupos ante­


riores. — 1^ Ondas cortas ultravioleta (debajo de los 310 m.micro­
nes). Exposición por un período de alrededor de 15 minutos (con
una intensidad que exceda a 2 x 10^ erg. seg. por centímetro cua­
drado) , causa inflamación de la conjuntiva y córnea y halos típicos
del glaucoma. El efecto subsiste luego algunos días a menos que la
exposición haya sido muy severa.
2® Ultravioleta cercanos (de 310 a 390 m .m icrones).
Exposición de horas a apreciables intensidades de esta región,
no produce efectos patológicos. Una porción de esta zona es absor­
bida y produce fluorescencia. Sin embargo puede notarse alguna
turbidez en el cristalino.
3® Infra rojo cercano (de 780 a 1500 m .m icrones).
Gran proporción es absorbida por el cristalino, la córnea y el
C r is t a le s P rotectores 30T

humor acuoso. Cortas exposiciones con una intensidad equivalente


a ella por medio de una lámpara de arco de 30 amperes, produce
los siguientes efectos:
a) nublamiento del humor acuoso;
b) parálisis del esfínter;
c) nublamiento del cristalino, seguido por cataratas, si las ex­
posiciones son muy prolongadas y continuas. La catarata se
desarrolla tardíamente, dentro del tipo laminar;
d) lesiones semejantes a las quemaduras en la retina, la coroi­
des y la conjuntiva; *
e) si la intensidad es muy grande, las quemaduras también
comprenden a la córnea.
4® Ondas largas infrarrojas (1500 y más m.micrones).
Estos rayos no pasan la córnea y pueden afectar solamente las
partes externas del ojo. Provocan irritación de la conjuntiva, que­
maduras en la córnea y opacidad del cristalino.
5® La radiación visible.
En intensidades ordinarias, la radiación visible no produce
efectos dañosos. Esto, lógicamente, tiene su explicación en que los
ojos son órganos en los cuales el estímulo específico es precisa­
mente el núcleo de ondas entre los 400 y 800 m.micrones, aproxi­
madamente, las cuales provocan el fenómeno de la visión. No debe­
mos confundir esto con la sensación de luz, puesto que ella puede
ser provocada, no solo por las ondas precitadas, sino también, como
es perfectamente conocido, presionando el globo ocular.
Como la principal fuente productora de radiación visible es el
sol, lógico también es admitir que la intensidad de la misma, en
las condiciones habituales, no deba ser perjudicial.
Pero el trastorno puede ser causado por dicha radiación visible
en presencia de circunstancias en las cuales el individuo no se
adapta bien. Los síntomas están acentuados en personas neurasté­
nicas o aquellas con salud deficiente, y también en presencia de
vicios de refracción no corregidos.
« Resumiendo :los efectos dañosos de las radiaciones en los ojos,
son debidos principalmente, a:
a) Rayos ultravioleta (efectos abióticos).
^8 B» SCH-COLNICO¥

b ) B a y o s in f r a r ro jo s (e fe c to s té rm ic o s ).
c) R a y o s v is ib le s , c u a n d o p r e s e n ta n u n a in te n s id a d n o u s u a l
o en ^circunstancias en las cuales el individuo no se acos­
tumbra (efectos de fatiga muscular, etc).
Estas radiaciones pueden presentarse en suficiente intensidad,
bajo condiciones como p a r a causar d is tu r b io e n las siguientes c ir ­
c u n s ta n c ia s :
I. Ultravioleta cortos:
a) Luz del s o l en las grandes altitudes, o reflejada, por la
nieve, agua o arena o minas de sal.
b) Ocupaciones industriales donde se usen lámparas de va­
por de merQurio o arcos eléctricos, estudios cinematográ­
ficos, clínicas, etc.

II. “ Infrarrojo cercano:


a) Luz del sol directamente sobre los ojos.
b) Ocupaciones industriales alrededor de hornos, en general
el metal fundido, o el vidrio en las mismas condiciones.
También en algunos procesos físicos.

IIL — Radiación visible:


a) Efectos del deslumbramiento debido a la iluminación
malamente distribuida.
b) Luz del sol directamente sobre los ojos, o r e f le ja d a por
agua, picos o superficies pulidas, en general.

138. Resplandor o deslumbramiento. — Durante todo este ca­


pítulo, los términos resplandor y deslumbramiento son citados
varias veces, pero, en general, hasta ahora el concepto que se
ha dado sobre los mismos, es mas bien vago. La Sociedad Ame­
ricana de Standards, aprobó en agosto de 1940, la siguiente defini­
ción preparada por la Sociedad de Luminotécnicos:
“el resplandor puede ser definido como cualquier luminosidad
en el campo de la visión, de tal grado como para causar falta de
confort, molestia, interferencia con la visión o fatiga del ojo” (des­
lumbramiento) .
Lawson dice lo siguiente: “es evidente que una fuente de luz
que emite brillo en un cierto orden de magnitud, puede estimular
C e is tá le s P m o te cto b e s 309

e l 'm e c a n is m o fisio ló g ic o d e la ¥ is ió n y “ d e r r ib a r ” la n o rm a l ad ap»


ta c ió n r e t i n a l ”.
A s í m is m o dice- C o b le n tz : ‘‘U n a p o s ic ió n a n g u la r d e la f u e n te
d e I m , r e la tiv a a la d ire c c ió n d e la visión^ te n d ie n d o a d is tr a e r la
m is m a , o p o r lu z d ir e c ta s o b re lo s o jo s, p u e d e c a u s a r u n a se n s a c ió n
d e n o m in a d a d e s lu m b r a m ie n to ”.
S e s a b e p rá c tic a m e n te ^ q u e e s ta s e n s a c ió n d e p e n d e d e la re la tiv a
d is tr ib u c ió n d e l b r illo e n e l c a m p o d e la v isió n . C u a n d o u n a p a rte
d e é s te es e x c e s iv a m e n te lu m in o s o , d e s lu m b ra , e n to rp e c e la v isió n ,
p o r c o n s ig u ie n te d is m in u y e la a g u d e z a v is u a l.
L a f a tig a b ilid a d d e l o jo d e b id a a l m ism o , se c re e q u e es d é b id a
p r in c ip a lm e n te a, c a u s a d e tr a s to r n o s n e u ro ló g ic o s, y s e ría m a s
b ie n c a u s a d a p o r la in to le ra n c ia a la lu z , q u e p o r fa tig a m u s c u la r
d e b id a a la p r o lo n g a d a c o n tra c c ió n d e la p u p ila .
P o r c o n s ig u ie n te , e l d e lu m b ra m ie n to só lo p u e d e s e r d e te rn ii-
n a d ó p a r a c a d a in d iv id u o , m á s q u e e n té rm in o s d e c a n tid a d o d e
e n e rg ía lu m in o s a . E l te s t, d e acu erd o - a lo s físico s, es s u b je tiv o ;
c a d a p e rs o n a f ija p a r a sí lo q u e es c o n fo rta b le o to le ra b le "y lo
que no lo es.
D e to d a s m a n e ra s , es e v id e n te q u e e n la p ro d u c c ió n de_ esto s
fe n ó m e n o s , tie n e m u c h a .im p o rta n c ia la in te n s id a d d e la lu z y la
fo rm a q u e e lla lle g a a lo s ojos.
D e n tro d e la s c o n d ic io n e s n o rm a le s o c o m u n e s d e la lu z d e l
d ía , sa lv o c u a n d o é s ta lle g a d ir e c ta m e n te a lo s o jo s, n o h a y m a y o r ­
m e n te p ro d u c c ió n d e d ic h o s fe n ó m e n o s ; p e ro e n los d ía s m u y
c la ro s d e v e ra n o y , s o b re to d o , co n el a u m e n to d e su p erficies- r e ­
f le c to ra s (a re n a s , p a re d e s , p a v im e n to s a s fa lta d o s, e tc .), g r a n c a n ­
tid a d d e h a c e s lu m in o s o s c ru z a n e l esp ac io , y e l c o n ta c to d e los
o jo s c o n c u a lq u ie ra d e e llo s p ro v o c a lo s in c o n v e n ie n te s d e l re s -
p la n d o r. C la ro q u e e s tr ic ta m e n te h a b la n d o , r e s p la n d o r e in te n s i­
d a d lu m in o s a n o es lo m ism o ; p e ro p a ra q u e é s te a p a re z c a es n e ­
c e sa rio q u e la in te n s id a d lu m in o s a a d q u ie r a cierto , v a lo r. (L a w s o n ) =
L a lu z d e l d ía n o s lle g a en fo rm a d ifu sa , sa lv o c u a n d o se m ira
e l so l de f r e n te ; p o r c o n s ig u ie n te no hay e n lo s o jo s u n a y a c u m u la »
c ió n d e ra y o s in c id e n te s ; p e ro si la luz es r e f le ja d a e n u n e sp e jo
( p a v im e n to s , p a re d e s je tc .), los ra y o s se c o n c e n tra n y el flu jo lu­
minoso q u e n o s lle g a , p ro v o c a trastornos.
310 B. SCHCOLNICÓV

E n la ilu m in a c ió n n o c tu rn a , la luz d ifu s a es más r a r a ; p r á c tic a ­


m e n te los ra y o s lle g a n d ir e c ta m e n te , y p o r eso se h a b la ta m b ié n
de d e s lu m b ra m ie n to .
Es una p ro p ie d a d d e l e s p e c tro v is ib le ; n o tie n e n a d a q u e v e r
con los ra y o s u ltr a v io le ta e in fra rro jo s .
La re d u c c ió n d e l r e s p la n d o r r e s u lta e n a u m e n to d e la v is ib ili­
dad. La e x c e s iv a lu z p r o d u c e - u n a se n s a c ió n d e s a g ra d a b le q u e d is ­
trae la atención y molesta el acto de la visión.
C u a n d o e s ta e x c e s iv a lu z es e lim in a d a , la f a tig a d e l o jo d ism i-
nuye y se n o ta u n a u m e n to d e la a g u d e z a v is u a l. E n la a c tu a lid a d ,
c o n s titu y e un p ro b le m a m o d e rn o , a g u d iz a d o p o r los a v a n c e s d e
la iluminación artificial y las innumerables superficies brillantes
q u e reflejan excesiva luz en un ángulo desfavorable.
El hombre que vive en el campo tiene, en general poca necesi­
dad de defenderse del mismo, pues el herbaje, la floresta y la
suciedad marrón absorben todo y reducen el exceso de luz.
Distinto, en cambio, del morador de la ciudad, que todos los días
sufre la acción del sol que se refleja en las paredes, pavimentos y
caminos, y de la luz artificial intensificada por las múltiples super­
ficies reflectoras, de los vidrios, paredes, etc., y, sobre todo, los
efectos del resplandor en las playas cuando se reflejan los rayos
del sol en las piedras, agua, arena, etc.
Más importante que esto, es referirnos a las condiciones de las
regiones desérticas, con poca o ninguna vegetación, en climas tro­
picales donde las rocas, la arena o la tierra desnuda, reflejan la
intensa radiación solar.
Desde luego que a los inconvenientes propios de este fenómeno,
a q u í se agregan todos los provenientes del mayor contenido de
infra rojos y ultravioleta en la atmósfera.
Asimismo, el efecto que se experimenta cuando se atraviesa
por tierra o se cruza volando, desiertos, y en general en largos tra­
yectos sobre caminos con pequeña o ninguna vegetación (polvo­
rientos, rocosos o arenosos), es diferente del que se experimenta
en las regiones polares.
L a eliminación de los trastornos que produce, por el uso de
lentes coloreados, es fácil y satisfactorio.
‘ Para que el vidrio sea efectivo, sólo es necesario que reduzca
C r is ta le s P ro te cto re s 311

las condiciones de visibilidad, de un grado de intolerancia a uno


de tolerancia
Lo que se busca es la eliminación de los efectos psico-fisioló-
gicos. Generalmente, esto se logra reduciendo la intensidad de la
luz. De ahinque lentes muy claros son prácticamente inútiles para
evitar los efectos del deslumbramiento.

139. CARACTERISTICAS GENERALES DE LOS CRISTALES


OFTALMICOS COLOREADOS

>Obtención. — Estos vidrios y en general todos los de absor­


ción selectiva, se fabrican adicionando a la hornada del crown,
ciertos óxidos metálicos ,antes del proceso de la fusión. Estos óxi­
dos son los que confieren al vidrio las diversas coloraciones. Así
tenemos que el óxido de cobalto produce coloración azul, el óxido
de cromo produce color verde; el óxido de manganeso, color violeta
el uranio, amarillo; y la combinación de estas y otras sustancias que
veremos más adelante, son las que producen los tonos de todos
los vidrios conocidos.
Existen, además, otros materiales tales como el óxido de cerio,
que hacen adquirir al vidrio poder absorbente para el ultravioleta.
El óxido de hierro bajo ciertas condiciones de fusión, produce
absorción de rayos infrarrojos.
Las substancias más comunmente empleadas para obtener absor­
ción, así como las coloraciones que ellas producen, son las siguientes:

óxido de manganeso
óxido de cobalto
óxido de hierro gris oscuro
óxido de cobre hidratado
óxido de selenio, etc. J
óxido de cobre hidratado
óxido de selenio, etc. / rpjo

antim oniato de potasio } amarillo

óxido de uranio ^ verde amarillento


óxido de cobalto |
óxido de cromo f

óxido de manganeso t vinipta


óxido de cobalto f'
312 . B. SCHCOLKICO¥

Es importante señalar que la composición exacta de estos. ¥i«


drios es un secreto y que los fabricantes son refractarios a dar la
fórm ula de sus- ingredientes.
Un análisis aislado de una muestra, tampoco tiene gr.an valor,
puesto que solamente en contadas circunstancias se puede admitir
que productos provenientes de diferentes fusiones^ son exactamen­
te los mismos.
Las determinaciones espectrográficas o de la intensidad de la
trasmisión dan, la mayoría de las veces, resultados muy discordes»
También es dable notar que productos conocidos bajo los mis­
mos nombres pero provenientes de’ distintos orígenes presentan
diferencias notables con similares. Así, un vidrio conocido como
Crookes, pero de origpn inglés, es.-diferente en su coloración al
vidrio Crookes provenientes de Estados Unidos o de Francia. Esto
mismo ocurre •eon los vidrios conocidos como Fieuzal, ahúma-
dos, etc.
Como dijim os al principio/ los pigmentos colorantes utilizados
son, por lo ’ general, óxidos metálicos. Estos se hallan en ^el vidrio,
en combinación química, en solución o en fina suspensión.
Aparentemente ocurren algunas acciones químicas. Algunos co­
lores son obtenidos por la combinación de dos o más sales, y el
tono producido varía según lá proporción de una u otra; pero
también es influenciado por las condiciones reinantes durante la
fusión, reacción del vidrio, etc.
“Lo más ácido que caracteriza la hornada es el sílice y lo m ás'
gaseoso es el oxígeno envolvente'*. ''Reduciendo los gases ■del
horno o reduciendo la proporción de los distintos agentes químicos,
puede variar la coloración y hasta puede destruirse’^ (Coblentz).
Algunos componentes actúan de dos maneras distintas: por oxi­
dación o simple coloración.
La presencia de sales metálicas en estado de verdadera solu-
ción, se infiere porque el espectro de absorción del vidrio es simi­
lar al de las sales' disueltas. La intensidad de las bandas varía por
alteración de la composición de la mezcla^ exactamente igual que
las soluciones líquidas concentradas.
A l final de la fusión, el óxido colorante puede presentarse como
silicato, o como cualquier componente soluble en el vidrio: borato,
C iiS T A L is P eotectoees 313

fosfato, etc. La profu-ndídad del color, desde luego, y en algana


extensión su .cualidad- absorbente, depende de l a ' .c oncentración
de este silicato, borato o fosfato, etc», coloreado.
E l color también puede presentarse en soluciÓB coloidaL
Siedentopf j Zsigm ondy haii demostrado ■hábilmeiite, por ilu-^
tninacióiíi oblicua, la presencia de partículas no- atómicas o m ole-
eulares, en ciertos' vidrios rojo rubi. La sustancia colorante agre-
gada se considera que opera de una de l^s'siguientes maneras:

a) El color es producido por ab^rcióti de -frecuencias caracte­


rísticas, por sustancias disueltas en el vidrio.
•b) El color es producido por partículas de dimensioiies subnii-
croscópicas o coloidales, dispersas en .él vidrio,
e) El color es producido por partículas microscópicas o' de ma­
yores dimensiones coloreadas.
Los agentes colorantes que actiian en virtud de -m característica
espectral; son todos óxidos de elementos- colocados en los grupos
de transición del sistema periódico y especialmente en -el primerci
de esos grupos. Así -encontramos al titanio, vanadio, cromo, mangan
neso, hierro^ cobalto, níquel y cobre como los más comunes*
También se utiliza la plata y las tierras raras.
La plata, que tiene débil poder tintorial, da un vidrio amari-
liento,* y es rara vez usada. El uranio se utiliza por su propiedad
fluorescente y su gran poder tintoral. Las tierras raras usadas como
colorantes, dan una angosta banda de absorción, en contraste eoii
la ancha banda de la mayoría de los otros-colorantes..
El primer estudio sistemático sdie los efectos de jos óxidos colo­
rantes fue hecho por Esigmondy^ que trabajó en colaboración con
Schott. Sus estudios muestran el efecto de la mayoría de los óxidos
colorantes usuales en un vidrio base.
Weyl y sus colaboradores, han contribuido grandemente al m -
nocimiento de los óxidos colorantes y especialmente a las razones
de por qué una serie de colores obtenibles con algunos colorantes
en-el vidrio, varían con el tratamiento por el calor. Weyl agrupó
los óxidos colorantes en aquellos en los cuales el color es debido .al
comportamiento iónico en el vidrio, y aquellos en los cuales es de­
bido a diferencias de oxidación.
El estado de oxidación del óxido de-níquel no es afectado por
314 B. SCH COLN ICOV

la fusión bajo una gran presión de oxígeno; sin embargo el color


obtenido con el óxido de níquel puede variar si está o no formando
ciertos complejos saturados. El color amarillo es obtenido en vi­
drios de litio, en vidrios fosfóricos y en vidrios ricos en ácido b ó­
rico formando dichos com plejos saturados.
Cuando el vidrio es calentado o cuando el vidrio base es de
potasio o de rubidio^ el com plejo saturado se disocia dando lugar
a un color característico de com plejos no saturados, o sea una
mezcla o de‘ dos colores (amarillo y púrpura).
La acción colorante del cobalto es similar. El color del com ­
plejo saturado es rojo y el no saturado es azul profundo. El color
del vidrio es determinado según la proporción de los dos com ­
plejos presentes.
El color rojo puede ser obtenido solamente en los vidrios alta­
mente ácidos, aquellos muy ricos- en ácido bórico o fosfórico. El
color azul usual, es obtenido en la mayoría de los vidrios alcali­
nos y es favorecido por las grandes temperaturas. Otros óxidos
colorantes pueden ser vistos en diferentes estados de oxidación.
Por ejemplo: Weyl y Thumen demostraron por fusión de vidrios
de silicato sódico, conteniendo 0,1 Jo de Mn 0 2 a 1000 grados bajo
presiones crecientes de oxígeno, que los porcentajes de manganeso
presentes como Mn^ O3 , fueron los siguientes:

Presión de oxígeno
2 3 10 15 75 150 250
en atmósferas

% de Mn-> Oa 1 2 5 8 17 88 10 0

El color púrpura en los vidrios de manganeso, es tal que el


manganeso trivalente se halla, por lo común presente en pequeña
proporción, pero tiene un intenso poder colorante.
El óxido de cromo en el vidrio, da colores que varían del verde
puro al verde amarillento, según la proporción de óxido crómico
(Cr2 O 3) y los cromatos.
El color del óxido crómico puede ser obtenido en fusiones de
ácido fosfórico o bórico y en presencia de arsénico u antimonio
también como óxidos.
El vidrio puro de cromatos fue hecho por Weyl fundiendo un
C r is ta le s P ro te cto re s 315

vidrio de silicato sódico y un cromato alcalino bajo 250 atmósferas


de presión de oxígeno. Este vidrio tenía una absorción caracte­
rística en el ultravioleta, pero tenía también una delgada pero agu­
da absorción en la región visible.
El vanadio existe en los vidrios como Vo O5 , que da un amarillo
marrón.
El vanadio como V 2 O3 tiene una fuerte absorción en el ultravio­
leta. Debido a que es dicultoso prevenir su casi completa disocia­
ción, el vanadio no es usado comúnmente como colorante.
De los óxidos de tierras raras, eí neodimio y el praseodimio son
los de más pronunciada acción colorante. Generalmente se los uti­
liza mezclados en las proporciones naturales bajo la forma de di-
dimio.
El uranio existe en los vidrios como una mezcla de óxido ura­
noso U O2 y uránico U O3.
En condiciones reductoras ,el óxido uranoso da color verde
oscuro, siendo utilizados tales vidrios como filtros de color y
tienen bandas típicas de absorción.
El óxido uránico, favorecido por condiciones oxidantes, en vi­
drios alcalinos con mucho óxido de plomo, da coloración roja: el
rojo tomate del uranato de plomo. En vidrios menos alcalinos, se
forman compuestos de uranilo que tiene coloración amarilla y po­
seen una fuerte fluorescencia. El uranio es usado, principalmente,
a causa de dichas propiedades-fluorescentes, para tubos de luz
neón.
El cobre, en el vidrio, puede presentarse bajo la forma cuprosa,
incolora o bajo la forma cúprica, fuertemente coloreada.
El color del óxido en el vidrio es infkienciado mucho por el
vidrio base y por la temperatura. Los dos factores dan una serie
de colores del azul al veMe, intermediarios entre los ¿el cobalto
y el cromo.
Cuando fundimos bajo condiciones reductoras, el óxido de cobre
se disocia en forma cuprosa, incolora, que puede conservarse al
enfriar el vidrio.
Con nuevo calentamiento posterior se forma óxido cúprico y
316 B. S'CHCOLNICO¥

cobre metálico al estado coloidal, que da al vidrio una coloración


rubí, cuando se halla en gran proporción.
El óxido de hierro se encuentra en la composición de muchísi­
mos vidrios, bajo la form a ferrosa o férrica. Los vidrios ferrosos
tienen una fuerte absorción en el infra rojo cercano, dando una
coloración verde o verde-azulada. Los vidrios férricos absorben en
el ultravioleta^ dando una coloración amarillenta,
Hostetter y Sosman y también Roberts, demostraron que el óxi­
do férrico .no es estable bajo las condiciones ordinarias de fusión
y se disocia en óxido ferroso y oxígeno. La proporción de óxido
férrico es aumentada por la presencia de óxido de arsénico o de
antimonio.
Ellos tienden a dar coloración amarillento-verdosa, bajo con­
diciones que de otra manera puede ser verde-azulada. El color
verde puede ser enmascarado por la acción de un decolorante,
usualmente el manganeso o el selenio, que produce el color comple­
mentario. La acción combinada del hierro y el decolorante produce •
un tono gris, y reduce la trasmisión.
Los vidrios coloreados por partículas coloidales suspendidas,
son también muy conocidos. El vidrio rubí de oro, descripto por
Neri, tiene la importancia de que la naturaleza del estado coloidal
fue dilucidada por el ultramicroscopio. Este vidrio es obtenido por
la adición de una pequeña cantidad de oro o de sus sales en una
hornada de vidrio. .Ei vidrio, una vez enfriado, es incoloro, y el
color rojo se desarrolla por un recalentamiento del mismo. La tona­
lidad roja es debida a un máximo de absorción en el verde.
Si el calentamiento posterior es muy intenso, las partículas au­
mentan de tamaño y el color del: vidrio vira al azul. Un calenta-
miento prolongado coagula las partículas de oro, volviéndolas gro­
seras, y como el oro tiene un máximo de reflexión en el amarillo,
el color vira al marrón. Rooksby fue incapaz de demostrar por me­
dio de los rayos X, la presencia de oro metálico en vidrios ordinarios
rubí-oro, pero, en cambio, demostró su presencia en ciertos vidrios
especiales que contenían 0 , 1 %.
' El m ejor color se obtiene en un vidrio con alto contenido de
potasio y plomo.
El vidrio rubí de cobre es obtenido de una manera similar, pero
C r is ta le s P r o t e c -t o k e s 317

es necesaria la presencia de óxido de zinc y la, fusión debe ser


hecha en una atmósfera neutra o reductora.
Rooksby logró demostrar la presencia de cobre metálico, por
medio- de los-rayos X en vidrios rubí de cobre, ordinario; El bióxido
de' selenio, generalmente usado como selenio, es un colorante im­
portante que produce coloración rosada, siendo, en los vidrios de
sodHj rosa salmón^ y en los vidrios de potasio, rosado tirando al
cereza.
Cuando hay presencia de óxido de plomo, el selenio da color
ámbar -oscuro*
La mayoría de los vidrios rubí de hoy día, son a base de sele­
nio, con la adición de sulfuro de cadmio, fundidos en una atmós­
fera reductora. También es necesaria la presencia de óxido de zinc.
Se obtiene así un vidrio amarillo que por un posterior calenta™
rnientOj pasa al rojo.
Rooksby ha hecho estudios por medio de los rayos X, de una
serie de vidrios rubí de selenio, y determinó que la coloración es
causada por la precipitación de componentes de una solución sólida
de sulfuro de cadmio y seleniuro de cadmio* Direfencias entre la
proporción relativa de estos dos componentes de la solución sólida,
producen la variación de colores que va desde el naranja -al rojo
vivo. Trabajos de B yclow y de Silverman, aumentados luego por
Rooksby, fundamentaron que el m ejor vidrio rubí se obtiene cuan­
do hay 2 % de selenio y 1 % de cadmio, y también 1 % de trióxido
de arsénico, y 0,5 % de carbono. Detalles prácticos de la manufac­
tura de estos vidrios, han sido dados por Kirspatrick, Roberts y
Mathews.

140. La trasmisión espectral de los vidrios coloreados. — La


propiedad absorbente o trasmisora del vidrio puede ser modificada
considerablemente, por la adición de diversos óxidos metálicos en
la mezcla componente.
Todos los óxidos cambian el color del vidrio y causan absorción
de alguna porción del espectro de la energía radiante. Algunos
absorben únicamente parte del espectro visible, otros parte del
ultravioleta, y, finalmente, otros parte del infrarrojo. Muchos vi­
drios absorben bandas de dos o .'•es tipos de las radiaciones, pero
en ningún caso es la misma cantidad de la radiación total, la
318 B, SCH COLN ICO¥

absorbida. Cada tipo de vidrio coloreado, tiene propiedades selec­


tivas diferentes de los demás y por eso es importante el estudio de
cada uno de ellos para saber para que trabajo nos puede ser útil.
En la tabla siguiente vemos una serie de los vidrios coloreados
conocidos, con la longitud de onda más larga que ellos absorben,
y el color de cada uno:
TABIiA XV

Nombre Longitud de ondas Color


1. Noviol A 410 m.micrones amarillo
2. Hallauer 410 „ „ verde-ahumado
3. Eupho;s 400 „ „ amlarillo verdoso
4. Calobar 360 „ „ verde-azulado
5, Fieuzal 350 „ „ verde-amarillento
6 . Viopake 350 „ „ amarillo marrón
7. Cruxite 350 ,, ,, gris-marrón
8 . Crookes A 350 „ „ azulado vinoso
9. Ambar A 340 „ „ amarillo
10. Blue A 310 „ „ grisazul
11. Smoke A 310 „ „ gris
12. Amatista A 300 „ „ violeta
13. Soft-Lite 300 „ rosado
14. Crown 290 „ „ incoloro
En cambio, tomando varíes vidrios cuya trasmisión comienza
•en la misma longitud de onda, podemos ver las distintas trasmi-
siones para el infrarrojo y el visible, a partir de los 360, m.micro-
lies en el ultravioleta.

TABL.A XVI

Nombre del Trasmisión en el Trasmisión en el


Vidrio visible infrarojo
Calobar B 67 % 29 %
Calobar C 55 % 14 %
Noviweld 3 2 0 % 6,5%
Crookes verde salvia
(n9 246) 2 0 % 4 %
Verde B y Lomb 15 % 5 %
•Calobar D 36,5 % 5,9 %
C r is t a l e s P rotectores 319

Todos los vidrios tienen algún poder de absorción selectiva; asi


todos los vidrios, aún los más blancos, tienen coloración cuando se
los mira de canto. Esto indica por lo menos una absorción selectiva
en la porción visible del espectro. El estudio dentro de la parte
invisible, debe hacerse por otros métodos.
Sabemos bien por experiencia, que las lámparas para rayos
ultravioleta son hechas de cuarzo, material éste trasparente para
tales radiaciones, no siéndolo en cambión el vidrio común, por lo
cual se lo sustituye por el anterior material.
Cuando la curva de absorción de la luz, en un vidrio, está uni­
formemente distribuida a través deí espectro visible, y la canti­
dad de absorción es pequeña, él vidrio aparece incoloro y límpido;
pero cuando la cantidad de absorción uniforme aumenta, el vidrio
toma uña tono grisáceo. Cuando la absorción es significativamente
grande para un color, la luz trasmitida aparece con el color com­
plementario.

Fig. 20 5

Mientras la absorción no es intensa, el color depende del espe­


sor del ejemplo. El límite de trasmisión en el ultravioleta está
determinado por el contenido en óxido férrico, que produce absor­
ción del ultravioleta cercano. El límite de trasmisión en el infrarro­
jo, está determinado por el contenido de óxido ferroso que produce
absorción -para ondas de alrededor de 1 micrón. En general el
estudio detenido de la mayoría de las trasmisiones de los cristales
coloreados ,demuestra que la absorción del ultravioleta es bastante
grande en casi todos, y la de los visibles igualmente es bastante
m B. SCHC01.MIC0¥

honiogenia^ perb m uy pocos vidrios presentan absorción de los:


infrarrojos.
La representación gráfica de la absorción de un cristal í^c hace
por medio de curvas, colocando en la ordenada los, porcentajes de
lu z trasmitida y en las abcisas las longitudes de onda. Una' cristal
ideal absorbente de los infrarrojos y ultravioleta y que fuera tras-
misor en mi casi 1 0 0 % de lo visible, estaría representado e n ' la
figura 205.

141. El y 1© cnaEdad alis©rbeiite. — Generalmente se sue­


le tomar el color de estos, vidrios^ como índice de su m ayor o
menor bondad para la absorción. S in , embargo, esto es completa­
mente erróneo. Sabem-os perfectamente que e l;c o lo r indica la
absorción de ciertas porciones del espectro de la luz visible, pero
no nos dice nada con respecto a los extremos' invisibles corres­
pondientes al infrarrojo o al ultravioleta.

Fig. 2Ú6

£úmparaíivm de un vidria d& ventana {ctown ordinario y un &huméd&}

El color es una eualidad'de la luz visible y, com o tal,, sólo puede


tener importancia con relación a 'dicho- espectro. De esta maneraj
el color es solamente importante en aquellas circunstancias en que
k protección de ambos extrem os invisibles in volu cre,, al mismo
tiempo, una disminución general, de la visibilidad.
Se puede-dem ostrar fácilmente que dos^ piezas de vidrio de
idénticas propiedades a la luz visible (igual color), una-de ellas
puede ser muy opaca al. calor y la otra trasmitirlo rápidamente...
E l-vidrio común de las ventanas absorbe casi todos los rayos
ultravioletas que inciden sobre él. Cuando más ordinario es, ésta
C r is t a l e s P rotectoh es 321

propiedad es más acentuada por su riqueza en hierro como impu­


reza. Si nosotros comparamos la curva de absorción para el ultra­
violeta del vidrio de ventana (vidrio crown ordinario) ^ con la de
un ahumado según se ve en la figura 206, vemos que ambos
tienen prácticamente idéntico comportamiento.
I La coloración de un vidrio implica según se admite, la absor­
ción de todos los colores, menos el que nos impresiona, y por con­
siguiente, nos hace* ver el vidrio con ese tinte. Así decimos que un
vidrio es azul, porque admitimos que teóricamente absorbe todos
los otros colores, dejando pasar solamente el azul que nos llega a
los ojos. Entonces, el color de un vidrio o mejor dicho, la colora­
ción con que se nos aparece a nosotros, es debida a la luz trasmitida,
y algunas veces a la reflejada
Como las sustancias agregaaas para obtener el poder filtrante
son coloreadas, el vidrio también lo es; a mayor poder filtrante se
implica necesariamente mayor agregado de las mismas y, por con­
siguiente, aumento de la intensidad del color de los mismos- Sin
que, como ya' aclaramos antes, el color dé directamente razón de la
cualidad de absorber, salvo en forma indirecta. Solamente, y tra­
tándose de vidrios de una misma serie, por ejemplo verde amari­
llentos, podemos indicar acertadamente, que aquellos más oscuros
son los más absorbentes, porque lógicamente tendrán en su masa,
mayor proporción de óxido metálico colorante.
Tratándose de series distintas, puede ocurrir que un vidrio azul
sea menos absorbente que uno verde oscuro, para la misma lon­
gitud de onda. Tratándose de vidrios desconocidos pueden tener
tgvMl tonalidad y, sin embargo, sus poderes absorbentes ser dis­
tintos.

142. Absorción. Densidad óptica. —- La absorción de ^ las ra­


diaciones a través de los vidrios coloreados, está sujeta a las mis­
mas leyes que en todos los cuerpos trasparentes. La trasmisión de
la luz a través de los vidrios, así como de otros medios trasparentes
homogéneos, se hace de acuerdo a la ley de Bouger, Cuando los
los rayos atraviesan capas sucesivas de igual espesor, cada una
absorbe la misma fracción de la cantidad remnente.
Así que si la primera capa absorbe Vio de la radiación inciden­
322 B. S C H C O L N I C O V

te ( 1 0 ), la capa siguiente absorverá de lo que ha pasado y la


la tercer capa detendrá V'io de lo que pasó de la segunda, y así
sucesivamente. De esta manera, la primer capa trasmite ®/io la
segunda (^/lo)", la tercera ('V'io)"' y la enésima (^/w)^^ La cantidad
absorbida es la diferencia entre la incidente y la trasmitida. Sien»
do la luz incidente lo y la trasmitida It, tendremos que esta última
será igual a:

It = lo y en forma general puede escribirse así:

It lo . don de a representa la fracción de radiación que se


trasmite a través de la unidad de espesor.

Aplicando logaritmos ,tenemos:

lo g It = log lo + log a""

Y pasando términos de la igualda,:d:

log It log lo = 11 , log a

Esta es una le y logarítmica exponencial que puede expresar­


se así:
It = lo. donde = a

Ejemplo: un vidrio azul de tres mm de espesor y cuyo coefi­


ciente de trasmisión es de ^/jo^ trasmite en el.prim er milímetro^
tomando una cantidad total inicial igual a 1, sólo A l final del
segundo milímetro trasmitirá ^/lo de ^/lo, o sea o sea 0,81,
37- al final del tercer milímetro, la cantidad trasmitida será de
rVio)^ o sea 0J29.
De manera que habiendo incidido sobre el vidrio una cantidad
de luz igual a 1 , sólo ha logrado atravesarlo 0/J29,
Suponiendo que se diera un valor arbitrario a la luz incidente,
^-or ejemplo 30; al atravesar el primer milímetro sólo lo hará 27;
X ®/io). Al final del segundo milímetro, quedarán 24,3 (30 x
Al final del tercer milímetro;, pasarán 21,87 (30 >< Vio)^ y,
'-"t* general, sería:

30 X
C r is t a l e s P rotectores 323

Aplicando la .fórmula general dada al principio sé llega a los


mismos resultados:

,^Io - 30

a Vio
It =- lo X a” -= 30 X =

- 30 X (V io)" =- 21J7

;r, It - 21,87

Se conoce fjtra expresión, denominada densidad, óptica del vidrio


la cual es igual al logaritmo de la inversa de la trasmisión.

1 lo
o sea log
tras. It

De esta manera se evita utilizar fracciones decimales o números


miF/ pequeños, cuando nos referimos á la trasmissióii de un. cristal
Asi por ejem plo un vidrio cuya trasmisión iuese de OJ tiene
la siguieiite densidad óptica:

D log ......... lofí 1000^^ 3


0,001

Densidad óptica = 3

La densidad óptica tiene mucha importancia para las trasmisio­


nes muy pequeñas, y en cam^bio es de escaso valor cuando la tras­
misión es alta.

' tríism. %
0,21 62
0,85 13,9
1.28 5,1
4,28 0,0052
5,14 0.0007

A 'va lores bajos de densidad óptica, corresponden trasmisiones


altas, y viceversa.
3g4 ■ B. SCHCOLNICOV

143* Clastflcacién y standartisacién de l©s wiárím colorea­


dos. No existe ■actualmente un método internacional o por lo
menos de difusión general^ para clasificar a los cristales oftálmicos
coloreados. Solamente aquellos países donde existen reglamenta»
ciones al respecto, han ensayado clasificaciones diversas, basadas
casi todas ellas en. los porcentajes de trasmisión y en el estudio
de las-curvas de los mismos; pero ninguna de ellas ha trascendido
o se ha aplicado con criterio amplio fuera de esos países.
Un método común, si bien hecho únicamente desde el punto
de vista objetivo, es agruparlos de acuerdo a su coloración, en
azuleSj grises, verdes, amarillos, etc., estableciéndose las tonalida­
des crecientes dentro de cada color por la serie natural de los
números arábigos o romanos o por letras, o combinando ambos sis»
ternas.

Ejem plo:
azul: 1, 2, 3, 4. 5, etc.

amarilios: I, II, III, IV, V, etc.

siendo los números más altos los que corresponden a los tintes más
oscuros.
En el método por letras:
¥erde A, B, C, D, etc. Las primeras letras corresponden a los
tonos más claros y las últimas a los más intensos. .
Combinando ambos sistemas, es el método que utilizan algunas
casas para denominar por ejemplo, a ios vidrios llamados Croo-
kes, así: ,,
CriM>kes'Ai, Aii

Bi, Bii

Cuando los tintes de una serie son solamente tres, se suele


decir simplemente: claro, meridiano y oscuro.
De todas maneras ,este método adolece del defecto de que si
bien dentro de un mismo color podemos suponer que los más
oscuros son los más absorbentes, no podemos, en cambio, compa­
rar la absorción de vidrios de colores distintos, por ejemplo grises
y azules; amarillos y verdes, etc.
C h ís t a l e s P rotectores 325

Otro método también utilizado, es aprovechar que dentro de


cada color existe un vidrio típico, de coloración perfectamente
establecida, y cuyas características se pueden tomar como gené­
ricas. Asi tenemos por ejemplo, los vidrios conocidos como Fieuzal,
de coloración verde amarillenta, que vira al parduzco en los
tonos más intensos. Ninguno de ellos responde a un patrón de­
terminado con características estrictas^ sino poseen de común las
coloraciones parecidas. La trasmisión, puede ser notablemente dis­
tinta para dos vidrios Fieuzal de diferente origen.
Por eso, es conveniente, cuando se refiere a un vidrio que per­
tenezca tanto a este grupo como a los que veremos a continuación,
indicar el origen del mismo: si es inglés, francés, estadounidense,
o desconocido.
Entre los vidrios grises o más correctamente, de tinte neutro,
dos son los nombres genéricos que sirven para indicar series de
gran difusión y que como recalcamos, presentan de común, cuando
provienen de diferentes lugares, sólo la coloración y a veces ni
eso. Ellos son los denominados Crookes y los Ahumados.
En los párrafos siguientes veremos con más detalles, las carac­
terísticas que presentan todos estos cristales, agrupándolos según
su coloración, y tomando dentro de la misma, los ejemplos, más
característicos.
Este método, si bien tiene algunas ventajas sobre el primero,
tiene también una serie de defectos que no lo hacen aconsejable
como de aplicación general.
Así por ejemplo, suponiendo que se tomaran las características
de color de uno de ellos dentro de la serie correspondiente: Fieu­
zal, Crookes, Cobaltos, etc., se plantearán siempre dos problemas:
dos cristales pueden tener igual coloración y no tener la misma
trasmisión. Y dos cristales pueden tener diferente coloración y,
sin embargo, ser sus trasmisiones casi idénticas.
Por ello, insistimos, la principal característica de un vidrio
coloreado no es su color, sino la trasmisión. Si nosotros agregamos
dentro de la clasificación genérica anterior, también la trasmisión
respectiva que deberán tener los vidrios de ese grupo, entonces
'i B. S chcolj^icov

leiiemos un método que puede ser perfectamente aconsej^blp,


sin que en realidad la coloracion, tenga el rol preponde^ í^níe
á|ue podría pensarse de primera intención,. Tal es así que en a,qiie”
Hbs circunstancias en que el conocimiento de las propiedades absor™
Nenies de un cristal es de primordial i m p o r t r . o sea en las
raciones industriales o de otra índole dond.e existen de^^pi en-
ciiswento de radiaciones perjudiciales para los ojos, solo li^llgmos
■1 pocos grupos de Yidrios pueden crrAp.lír esta tarea y son
s^.aiíeüos que poseen hierro al estado fe n oso ?n su composición, el
■ ;,i iriisiTio cclor^doii "‘erde azulada. Tainbién algunos
^ . V t' . t- especíales, se pueden utilizar,
r!;q dr~ 8"^!^^rde ? estas circunst^^nrias que acabamos de
que todas cbsi^ierciencs que han hecho de los
off'-lniicos colGicades "'r "í'inellos países donde su uso se
e con miras i la utilidad práctica de los mismos, o
dousle hace falta una protrccion eficaz de los ojos (en la íii-

Inglaterra, el Instituto Británico de Standars, dio a conocer


i 93g una norma conocida como la ''British Standard Spe-
’ ICieation for Protective Glasés ^ (for welding and other indus-
uperations), que lleva las letras B.S.S, 679.
En esta especificación, los vidrios son clasificados en cinco
!írui:os llamados grados y que llevan, respectivamente^ las letras
F\ C D y E, siendo el grado A el más claro o de mayor tras-
T->’^i'ííon. y el E, el más oscuro o de menos trasmisión.
Esta clasificación tiene gran utilidad práctica por que indica las
.♦.pejsclones para las cuales son adecuadas cada uno de los grados,

Así - tenemos:
Grados
Plomo fundente, luz de las soldaduras de cobre, hornos indus­
triales de fundición hasta alrededor de 1600 grados . . . . . grado A
Soldadura acetilénica, cortado y soldadura de cobre . . . . . . . . . grado B
Arco metálico hasta 75 amperios, iirocedinilentos por hidró­
geno atómico ................................................ . grado C
Arco metálico, por arriba de 75 amperios . . . . . . . . . . . . . . . . . grado D
Lámparas de aroo de carbón, arcos \le carbón para soldar y
cortar ........................................................ ................... ................ grado E

-Modificada en 1947. B. S. 6794947.


C r is ta le s P ro te cto re s 327

Los fabricantes de vidrios coloreados determinan las trasmisio»


nes de los mismos y los clasifican de acuerdo a fórmulas que da la
especificación en el grupo ' correspondiente. Tales cristales llevan
marcadas las letras B.S.S. 679 y la correspondiente al grado res-
pectivo.
El gobierno de los Estados Unidos dé Norte América, también
ha dado una norma conocida como la Especificación Federal para
Goggles y Protectores (para resplandor y soldadura), donde se
detallan las características a las cuales deben ajustarse los vidrios
coloreados, o las lentes filtrantes^^r’Las características a que debe­
rán ajustarse los cristales van agrupadas en una tabla, donde se
especifican las densidades para la luz visible, los rayos infrarrojos
y los ultravioletas.
Los vidrios son clasificados para ello en '"sombras” (shade),
que van desde: la tonalidad 1 a la 14.
La serie complpta de estos tintes es la siguiente:

1,5 *“ 1,7 — 2,0 —- 2,5 — 3,0 ^ 4^0 y siguen aumentando de


uno en uno^ hasta 14.
La trasmisión de la luz visible es alta solamente en los tres
primeros términos, pero cae luego rápidamente y pasando del
tinte 5, es menor del uno por ciento. Por consiguiente, esos vidrios
son opacos prácticamente para ver a través de ellos con luz común.
También en esta especificación, se indican para qué operacio­
nes son convenientes los vidries de cada numeración.
Los tintes 1,5 a 3 inclusive, se usan para protejerse del res­
plandor de la luz solar reflejada por la nieve, agua, piso de Ia$
calles, techos, arenas, y también de la fuerte luz, por los solda­
dores y cortadores. También para protejerse de las partículas de
metal y en trabajos de fundición.
El tipo 4, se usa para iguales tareas que los anteriores, pero
bajo condiciones, de mayor severidad. El tipo 5 ^se usa para pro»
tejerse de la luz de los gases cortantes y gases de soldaduras.
Además ,en soldaduras eléctricas de poco amperaje. El tipo 6 -y 7,
para operaciones iguales a las anteriores, hasta alrededor de 30
amperios (soldaduras eléctricas),
11 tipo o tinte 8, es para cortar o soldar con más de 30 ampe»
MB B. 'SCHCOLNICOV

rios, peroMneoos d e 75. El tinte 10, es para soldar-o cortar por arriba,
d e 75 amperios, pero menos de 200.
El tinte 1 2 , es para más de 200, pero meno^ de 400 amperios.
El tinte 14, es para soldar o cortar con arco, con más ■de 400
amperios-
De manera, que dicha tabla, que puede verse a continuación,
especifica: el tinte, la densidad óptica con respecto a la luz visible,
los porcentajes de trasmisión de dicha luz visible y los máximun
d e trasmisión del ultravioleta y del infrarrojo.
En la misma especificación, se establece la relación entre la
densidad y el tinte:

T A M -h A X ¥ II

Densidad para Trasmisión para o


radiación visible el total visible i | ' M áxim a trasmisión del
ultravioleta del espectro-
o "P o o o
e s 1 a S 6
K ;a ^ S 3.CO á-sn
^ 1 s “ m S

1.5 a i 7 0.21 0.25 67 62 56 25 0.2 0.8 25 iSb


1.7 .26 .30 .36 55 50 44 20 .2 .7 20 50
2.0 ,37 .43- .52 43* 37 30 15 .2 .5 15 ^ 35
2.5 .53 .64 ■ -.74 29 24 18 12 .2 .3 5 15
3.0 .75 .8 5 7 1 .0 6 1 7 .9 13.9 . 8.70 9.0 .2 .2 .5 LO
4 .0 1 .0 7 1 .2 8 6 1 .4 9 8 .5 1 5.18 3.24 5.0 .2 ■ .5 1.0
. 5.0 1.50 1.714 1.92 3.16 1.93 1.20 2.5 .2 .2 .2 .5
6 .0 1 .9 3 2 .1 4 3 2 .3 5 1 .1 8 .72 .4 5 'L 5 l' .1 a .5
7.0 2.36 2.572 2.78 .44 .27 .17 ,1.3 .1 1 .5
8 2.79 3 .0 0 0 3.21 .162 .100 0.62 1.0 .1 .1 .5
9 3.22 3.429 3.63 .060 .0 3 7 .023 .8 ' l .1 .1 .5
10 3.64 3 .8 5 7 4 .0 6 .0 2 2 9 .0139 .0 0 8 7 .6 .1 .1 .5
11 4 .0 7 4 .2 S 6 4 .4 9 .0 0 8 5 .0 0 5 2 .0033. .5 ”05 .05 ,05 .1
12 4 .5 0 4 .7 1 5 4 .9 2 .0 0 3 2 .0019 .0 0 1 2 .5 .05 .05 .05 i
13- 4.93 5 .1 4 3 5.35 .0 0 1 1 8 .0 0 0 7 2 .0 0 0 4 5 A .05 .05 .05 .1-
14 5 .3 6 5 .5 7 1 5 .7 8 .0 0 0 4 4 .0 0 0 2 7 .0 0 0 1 7 .3 .05 .05 .05 .1
Tabla de trasmisiones para los distintos tintes de la
Especificación Federal de los EE. U U .

144. ESTUDIO PARTICULAR DE LOS PRINCIPALES GRU­


POS DE CRISTALES OFTALMICOS COLOREADOS.

Los ejemplos y curvas de los vidrios tratados aquí, son tomados


en su muyor parte de la circular 429, del National Burean of
Standars, comentada por Cohlents y Stairs.
C h ís t a l e s P h otectohes 329

MS ¥idrÍ 0 s incoloros* — Se entiende como tirite incoloro, cuan­


do hay ausencia de tonalidad en un vidrio observado a través de
un espesor de 2 mm. com o comunmente se usan en los cristales-
de anteojos. Sin embargo, vistos áe capto, los vidrios incoloros
pueden tener diferentes coloraciones.
En este grupo se deben considerar los primeros términos de
todas las series conocidas, pues sus trasmisiones como vemos en
la curva de la figura 207, son muy parecidas.

300 3^ 38Q 420 4#0 mú sm 620. Sm 7m 74QmiA


Fig. 207
Trastnisión espectral de varias lentes coíorfiadas
Tinte I.

El más representativo de estos vidrios^ es el Crown “ blanco


agua” , comunmente asado en los anteojos.
Es un vidrio de sodio y calcio, de índice de refracción 1 =0 2 ^^
preparado con materiales relativamente puros, incluyendo aien¿¿
con -una proporción muy baja de óxido de hierro, que le imparte
una coloración verdosa cuando se lo observa de canto.
Trasmite con ligera caída todos los rayos hasta 350 m.micrones;
después de 385 la trasparencia cae rápidamente a cero alrededor
de 300 m.micrones. Por consiguiente, es opaco para longitudes
más cortas (fig. 208).
Algunos vidrios crown brillantes^ .son algo más transparentes y
330 B. S C H C O L N I C O V

trasmiten un poco más allá de 300 m.micrones con un espesor de


un milímetro.
Vidrios que contienen metales de gran peso atómico son los
más absorbentes para las ondas de cortas longitudes (vidrio flint
y, en general, vidrios para las pantallas de los aparatos de rayos X ) .

Trasmisión del vidrio Crown de 1,68 mm ( A ) y de 2,33 mm (B)


de e;.pesor, comparada con la curva de visibilidad del ojo.

El vidrio óptico no difiere en su composición de los otros vi­


drios. Condene, demás, zinc y ácido bórico. El material debe ser
m ejor y de pureza inobjetable. La arena debe ser lavada, libre
de sales, greda u otras impurezas y calentada al rojo para destruir
las materias orgánicas.
É l vidrio claro de anteojos trasmite 89 a 91 % de la luz; el
resto se pierde por reflexión, pero el paciente no se da cuenta.
En general, su curva de trasmisión va desde 290 m.micrones en
ei ultravioleta, hasta aproximadamente 4000 m.micrones en el in­
frarrojo, La trasmisión es uniforme a través del espectro visible.
La figura 207 muestra la trasmisión de ciertos vidrios consi­
derados incoloros como así también la del crown blanco y la del
i/idrio de ventana.
El Cruxite A, tiene una fluorescencia bastante pronunciada
se lo expone a los rayos ultravioletas.
La trasmisión espectral de todos estos tipos es uniforme a tra­
C r is t a le s P rotectores 331

vés del espectro visible, el 80 a 90 % aproximadamente y, por


consiguiente brindan poca o ninguna protección contra el res-
plandor.

146. Vidrios de tinte neutro, — Se entiende, en general, por


vidrios de tinte neutro, a aquellos que absorben de una manera
uniforme a través de todos el espectro visible.
Estos vidrios están fabricados por distintos métodos. Un solo
agente colorante no confiere color neutro. El efecto se produce
por dos tintes de absorción compi mentarla, com.o por ejemplo,
verde y púrpura; marrón y azul a irillo y azul con rojo; o rojo
y azul verdoso. En la práctica, stí isa una mezcla de colores de
manera que corten todo el espectro.
El m.anganeso da color neutro en un vidrio verde a base de
óxido de cobre o hierro. El cobalto da color azul; el níquel da
marrón; pero la mezcla de ambos da gris neutro.
El praseodimio« da color amarillo verdoso; el neodimio da viole-
ta, y el conjunto de ambos (didim io), da gris neutro.
La mezcla de cobre, cerio y níquel en un mismo vidrio^ da tam­
bién una coloración casi neutra. El platino (0.^ % ) con arena,
carbonato de potasio y rojo de plomo, da-gris traslúcido; la adic­
ción de óxido de iridio al 3 hace a este negro intenso. Otros
vidrios negros tienen un alto contenido de manganeso con algo
de cobalto y cobre, o silicatos férricos.
Una peculiaridad de los vidrios oscuros, que es mas bien fisio­
lógica que física es la dificultañ de suprimir el rojo. El porcentaje
de trasmisión de un color puede ser disminuido considerablemente
con respecto al resto del espectro; el vidrio de didimio pertenece
a este tipo y tiene el único mérito de cortar las longitudes de onda
de mayor energía en el espectro: 550 m.micrones (fig. 209).
La sensación visual provocada por la absorción selectiva de los
rayos amarillos, por medio del didimio, produce en realidad una
atrofia de la sensación del color, como resultado de la ancha banda
ausente en la zona más sensible, y debido a ello una tonalidad gri­
sácea (neutra) es la resultante indirecta; en cambio, el ojo es in«
sensible a la desaparición del violeta-
El didimio exhibe un espectro de emisión discontinuo,' en sec­
ciones delgadas posee dos bandas oscuras de anchura media, visi­
332 B, SCHCOLMICOV

bles con un espectroscopio común. La mayoría de los vidrios de


dídim io poseen una coloración aparentemente sucia, pero en otros,
com o el de la casa Chance, existe una perfecta trasparencia, posi­
blemente debido a la eliminación del praseodimio y de haberse
evitado la contaminación con óxidos metálicos.

Fff. 209
Trasmisión de un vidrio Crown con didimio.

El tinte amatista claro, o violeta, es a veces utilizado com o


sustituto, del gris neutro. El principal agente usado en estos casos,
es el manganeso, en vidrios de calcio y potasio. El ejem plo clásico
de vidrios neutros^ es el ahumado, conocido también como Smoke
o Fumee, según el origen de la casa fabricante.
En los ejemplos de l a 'figura 210 la curva corresponde a las
mediciones de Gibson y Me Nicholas.
La curva C es un ejem plo de marca desconocida y la W es un
ahumado Willsonite. Los vidrios ahumados y los tipos más oscuros
del llamado Cruxite, se caracterizan por la ancha banda de absor»
d o n homogénea a través del espectro visible. Los Cruxites más
oscuros se asemejan a los ahumados, con un agregado de óxido
de cerio para aumentar la absorción del ultravioleta.
C r is t a l e s P rotectores 333.

Los vidrios ahumados son fabricados generalmente por las casas


europeas, en ocho o doce tintes diferentes. Los más oscuros son
conocidos habitualmente, como vidrios de soldadores. Las casas
americanas^ con un criterio más práctico suelen fabricarlos en
cuatro tintes solamente: A, B, C y D. También pertenecen al
grupo de los neutros, los vidrios Umbral de ‘Zeiss, de color marróii»-
ahumado que poseen absorción del 25 %, 50 % y 75 % de los
rayos visibles en los tintes A. B y C, respectivamente. El Umbral
más oscuro, es opaco al ultravioleta menor de 350 m.micrones de
longitud de onda. La trasmisión espectral del Umbral difiere del

_ VíOR IO Á W y M A B O . / \
---- ----- ----

,-íOO 340 3SO 420 ■««" ««n «oo ^

Fig. 210
Trasmisión de vidrios de tinte neutro

ahumado en la supresión de la banda de alta trasparencia en los


380 m.micrones y en 700 m.micrones, muy similar a la curva W'
-de la figura 2 1 0 .
Debido a la baja sensibilidad del ojo a la radiación en el azul
violeta profundo^ se requiere una gran intensidad de la misma
para excitar la visión.
La transparencia en 380 m.micrones del vidrio ahumado, tieiic
un efecto importante para la visión de los objetos. Debido a ím
relativa trasparencia para el rojo en los tintes más oscuros, objetos
semejantes ai sol aparentan tener coloración rojiza.
:í 34 B. vS C II C o L N I C o V

En este grupo debemos considerar ahora a los conocidos vidrios


Crookes. La serie de los vidrios Crookes, son extremadamente
opacos a los rayos ultravioleta. La más conocida, es la de Chance,
que comprende cuatro tonos: Ai_, Aii, Bi y Bii.
El Crookes A i es prácticam_ente incoloro, salvo cuando se lo
mira sobre una hoja de papel blanco, apreciándose entonces un
ligero tinte azulado borra vino. Vidrios provenientes de otras casas
tienen m.as bien tonalidad verdosa o azulada más neta. También
en algunos hay un ligero tinte amarillento. En realidad, lo que
ocurre muchas veces es que se examinan ejemplos viejos, donde
si verdadero tono se ha modificado.
El Crookes A ii ,es azulado grisáceo. El Bi es un grisáceo claro,
y el Bii, un gris oscuro, tirando al marrón. Se puede confundir en
cierto modo con un ahumado oscuro.

F¿,§. 211
Trasmisión de la serie de vidrio Crookes de Chance.
Espesor 3 nim.

En realidad los vidrios Crookes comprenderían dos series: la


A. ” la B. La serie A, con su tonalidad azulada borravino muy poco
.TPentuada o casi perceptible en el I y azulado más neto en el
U Aparentemente podría este último confundirse con un vidrio
de cobalto, pero puestos ambos juntos, la diferencia es bien
f'^'^íable. El tmte Ai, visto de canto-^ tiene coloración verdosa y
C r is ta le s P ro te cto re s 335

el Aii, es de bordes azulados. En, la serie B, el tono azulado ha


desaparecido por completo^ y el tinte predominante es el gris neu­
tro, poco acentuado en Bi y muy acentuado en el Bii,
Todos los vidrios de la casa Chance tienen cerio y didimio. Su
trasmisión espectral se ve en la figura 2 1 1 3/ están standartizados
de acuerdo a las reglamentaciones inglesas y norteamericana o
de los EE.UU. sobre vidrios protectores.
Estos vidrios Crookes tienen selectiva absorción en una angosta
banda del espectro de la luz visible, que en los tipos oscuros es
muy intensa, ee la región de ima sensibilidad visual (alrede­
dor de 550 m .m icrones). •;
Modernámente^ otras casas han obviado este inconveniente su»
, primiendo el didimio de la composición del vidrio, con lo cual se
obtiene una absorción más uniforme a través de todo el espectro
visible, sin los inconvenientes de los vidrios que contienen dicha
substancia.
Un vidrio Cfookes menos conocido, -es el denominado 221,
euya composición es la siguiente:

Soda fundida 80 %
Nitrato de cerio crist . . . . . . . . . . . . . . . . . 13,4 %
Oxido uranoso uránico 6J %

Estos vidrios tienen color amarillo. Trasmiten 60 % de la luz


visible y son opacos al ultravioleta de 370 m.micrones de longitud
de onda. Obstruyen el 30 % de ios rayos infrarrojos.
El laboratorio del U. S. Bureau of Standars^ fabricó un vidrio
de sodio y calcio, con un 1 % de oxalato de cerio. Espesores de
2 mm. de este vidrio tienen un tinte amarillento y trasmiten 85

a 8 8 % de la radiación visible y solamente 3 a 4 % de la línea de


365 m.micrones de longitud de onda del arco de mercurio.
El óxido de cerio con una base de soda fundida, posee un tinte
salmón pálido y con calcio o potasio fundido con un 0 , 2 % de
dióxido de manganeso un color carne (rosa acentuado).
El óxido de titanio absorbe el ultravioleta en una proporción
de más o menos la mitad del óxido de cerio. Un vidrio típico con­
tiene: calcio, bario, plomo o zinc y 6 % de óxido de titanio Si se
utiliza el vanadio balo la forma de alguno de sus altos óxidos, se
336 B. S c H c o L N i c o v

consigue cortar los ultravioletas. La adicción de bórax aumenta el


índice de refracción y, por consiguiente, la habilidad de absorber
también el ultravioleta en vidrios con vanadio o titanio. Pero los
vidrios borosilicados, presentan el inconveniente de que son duros
para trabajar.

147. Vidrios amarillos. — El grupo de los vidrios amarillos com­


prende, en realidad, un conjunto de tonos amarillos, amarillentos^
anaranjados y parduzcos.
Los primeros términos de algunas series, comienzan por una
coloración amarilla neta pero muy tenue, que se va acentuando,
pasa por el amarillo franco intenso y luego se va oscureciendo
hacia el pardo. La coloración de los últimos términos, marrón par-
duzca intensa, en nada parecería relacionarse con la de los primeros.
Otros grupos de vidrios amarillos comienzan por un tono débil­
mente teñido, que luego se va oscureciendo paulatinamente hacia
el rojo. Esta serie es la que corresponde a los vidrios ámbar.
La tonalidad anaranjada que adquieren los vidrios por el tinte
rojo que se le agrega, se va intensificando y el último término
visto por trasparencia, posee un color anaranjado intenso, casi
rojo, pero diferente del rojo señal de otros vidrios.
En general, los vidrios amarillos son también denominados
Anactínicos debido a su habilidad de detener las radiaciones ul­
travioletas.
El vidrio amarillo típico, es un vidrio de color característico y
con una fluorescencia verdosa, debido a la presencia de uranio.
El trióxido de uranio: es un óxido ácido y es generalmente usado
bajo la forma de una de sus sale^ alcalinas; el uranato de sodio:
al 0,5 % que le da excelente color y produce la fluorescencia. El
sel-mio produce en el vidrio un tinte amarillento peculiar, o sino,
rosa o rojizo. El sulfuro de cadmio da un hermoso color amarillo.
El vanadio sirve tanto para dar amarillo como para tintes verdes.
Tonalidades amarillenta-anaranj adas, resultan de la acción de los
óxidos de hierro, antimonio o plomo.
“ El praseodimiun da amarillo verdoso y el titanio, amarillo claro
brillante, igualmente lo da el cerio.
Dentro de las tonalidades ámbar, algunos ejemplos poseen bióxi­
C r is t a l e s P h otectores 337

do de manganeso al 1 % y óxido de hierro. El manganeso oxida al


hierco y el color que produce éste, se sobrepone al .del manganeso
(violeta o púrpura) siempre que el hierro se- halle en gran canti­
dad. El tono ámbar también puede ser producido por carbono y
azufre en solución coloidal en el vidrio. El color depende del tama»
ño de las partículas y de su grosor. Cuanto más finas son. las
divisiones más intensa es la coloración.
El carbono es usado como agente reductor en la forma de car»
bón común o coke, y hasta como aserrín que se carboniza en la
%sión« El carbono dividido finameñtej provoca una coloración
ámbar muy estable. El color del azufre es destruido fácilmente por
agentes oxidantes. Por eso, el m ejor resultado-se obtiene con eax~
bón combinado con sulfatos en un vidrio muy alcalino. Las botellas
ámbar del comercio, son de un ámbar carbono y sus tintes ixiás
oscuros son debidos a la trasmisión particular en el verde.

El rojo selenio es el
más puro conocido. -Este
es im ingrediente coniúri,
en el vidrio ámbar, debi­
do a que secciones finas
como las de los vidrios
de anteojos, trasmiten
algo del verde, dando
como resultado un color
ámbar rojizo o anaran­
jado. El vidrio ámbar tí­
pico absorbe el ultravio»
leta completamente :y
Figura 212 tiene alta trasmisión en
Trasmisión comparada d§ vidrios
amarillos y neutros. la porción visible (más
del 85 % ). En cambio, no afecta a los infrarrojos- Curvas de tras­
misión vemos en la figura 2 1 2 correspondientes a tonos claros
y oscuros.
El vidrio amarillo típico o vidrio canario, trasmite el rojo, ama­
rillo y verde; en secciones delgadas también una o dos bandas del
azul Produce menos distorsión de los colores que el ámbar, y con­
338 S C H C O L N I C O V

vierte el ultravioleta, violeta y azul, por su fluorescencia carac»


terística, en luz amarilla y verdosa.
Vidrios ani.arillos clásicos, son el Kalicrome (fig. 213) y el No-
viol (fig. 214), También existe un vidrio conocido con el nombre

F tg : 213
T r a s m is ió n de un vidr io am ari ll o

de Ambar Noviweld de color marrón amarillento. El color am.a-


rillento es probablem,ente debido al sulfato de níquel, que prote je

Ftg. 2 1 4
Tra s m is ió n c o m p a r a d a de un vidr io amar il lo 3/ un o annatista

del ultravioleta y al mismo tiempo trasmite sólo el 1 % del in­


frarrojo proveniente de un horno calentado a 1 0 0 0 grados.
c?lí ATALES PhOTECTOHES 339

Resumiendo, los vidrios ámbar poseen una alta absorción del


ultravioleta j los tipos más oscuros absorben, además, el violeta
y el azul del espectro. Producen una cierta distorsión de los colo-

Trasmisión comparada del Crown ( A ) y del


ámbar claro ( C ) y oscuro ( D) .

res a causa de dicha absorción en el azul violeta, pudiendo en


cierto modo causar confusión con las señales de tráfico.
La figura 215, muestra la curva comparativa del crown or­
dinario y vidrios
ámbar.

148» Vidrios ama­


rillo-verdosos. A
este grupo pertene­
cen los cristales co­
nocidos en plaza con
lo s n o m b r e s d e :
EuphoSj Fi euzal ,
Clorofila, Hallauer,
Akopos, etc., (figu­
ra 216).
Fig. 216 Estos vidrios di­
Trasmisiones espectrográficas de varios vidrios
verde an^ariilentos. fieren de los amari-
340 B. .SCHCOLHXCOY

líos y de los ámbar en que superpuestos sobre la absorción de!


ultravioleta, tienen bordes de absorción selectiva en el espectro
visible. A l mismo tiempo, la absorción-del infrarrojo es algo ma­
yor. Pero, en general, en todos la trasmisión del infrarrojo, es alta
y prácticamente similar a la del vidrio crown ordinario contenien­
do hierro como impureza.
El Fieuzal es el ejemplo más característico dentro de esta serie.
Su coloración amarillenta, acentuada en los primeros términos, se
va oscureciendo al final de la serie debido al mayor porcentaje de
cromo. Según las casas fabricantes, hay mayor o menor número
de tintes. Asi por ejemplo las casas europeas fabrican generalmen­
te seis tonos diferentes, y las americanas sólo tres, A, B y C
(fig. 217).

Fig. 217
Trasmisión espectrográfica de un vidrio verde amarillento

El ejemplo de la curva indicada en la figura 217 muestra


la completa absorción del üítravipleta y la alta y homogénea tras­
misión en la región visible.
Resumiendo: Este grupo, con el anterior, sirve para brindar
una eficiente protección contra el ultravioleta, aunque el Euphos
absorbe a 400 m.micrones y vuelve a trasmitir en 320 m.micrones.

149. Vidrios verdes y verde-azulados. — Dentro de este grupo


encontramos las variedades de vidrios que, por sus propiedades
absorbentes, han merecido especial atención en vista de su utili­
zación en operaciones industriales, donde es necesaria una eficiente
C r is t a l e s P rotectores 341

protección contra las radiaciones de ambos extremos del espectro


visible. Entre los colorantes utilizados, como ya se ha indicado al
principio tenemos al cromo, que es uno de los antiguos y mejor
conocidos colorantes verdes. Las sales de cromo corresponden a
óxidos básicos. El C t 2 0$ produce un brillante tono verde salvia.
El peróxido de cobre, da un verde azulado oscuro, del 0_,50 %
hasta el 3 %. El protóxido de hierro al 0,50 % ó 1 %, da coloración
parecida. El hierro en presencia de agentes oxidantes, da en cam­
bio, coloración amarilla- Cuando no hay agentes oxidantes^ el
hierro se mantiene el estado ferroso y da color verde.
Williams Crookes fabricó un vidrio de color verde salvia, que
lleva el nombre de Crookes 246, que contiene hierro al estado
ferroso y cuya composición es la siguiente;

Soda fundida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90 partes


Oxalato ferroso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 0 partes

Además lleva una pequeña cantidad de rojo tártaro y carbón


de madera, para evitar la oxidación. El vidrio Crookes 217, tiene
la siguiente composición:

Soda fundida .............. 56,8 %


Oxido ferroso férrico . . . . . . . . . . . . . . . 2,85 %
Carbón ..................... . 0,35 %

La coloración de estos vidrios es verdoso-azulado pálido. Los


vidrios denominados Uro y Etex, también poseen coloración ver­
doso azulado, por poseer óxido de hierro.
Algunos tipos de vidrios de esta coloración, se obtienen neutra­
lizando el amarillo anaranjado del hierro al estado férrico, por el
agregado de cobalto,/Los vidrios verdes son opacos al ultravioleta.
La presencia de cantidades de cromo inferiores al 1 %, son sufi»
cientes para cortar la trasmisión en el azul a los 445 m.micrones.
Los vidrios conocidos como “ verde ’señaF^, absorben en el violeta,
rojo y anaranjado, y completamente el ultravioleta lejano. El hie­
rro al estado ferroso, obstruye los rayos calientes. \
El Crookes verde salvia corta el 98 % del calor y trasmite
27,6 % de la luz visible incidente. No tiene acción en el ultravio­
leta. En cambio, el Crookes 217, corta todo el ultravioleta de Ion-
3 42 B. S CHCo L N I Co ¥

gitud menor de los 355 m.micrones; trasmite el 40 % de la luz


visible y sólo el 4 % de los infrarrojos. 'En- general los vidrios de
este grupo, obstruyen el 60 % del calor de un horno calentado a
1 1 0 0 grados.

m
A

70

I”
§40

to
w

300 M Ú 380 42é. 4€0 sm sm m o €20 m o 700 74© mp

:v ’Fig, 218
Trasnnsjones comparadas de vidrios- de coloración
verde salvia, ámbar y verde azulado.

Fig. 219
Trasmisión e sp e rAro gráfica de un vidrio verde azulado

En esta serie son vidrios típicos :el Calobar y el Anti-glare


f-ip 218) ; el Willsonite (fig. 219); el Noviweld (fig. 220); el verde
Bauch y Lomb (Ray-Ban) (fig. 221), y el Willson Weld (fig. 222).
C r is t a l e s P h otectores 34S

m
m
m
Am
m m m Sí90 m «m m »m « m 1

Fig. ^20^
Trasmisión espectrográfica de un ~uidrio verde azulado

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LJji 1» «m Sffi m' . liss Mm 4 bt «

Ftg. 221

Trasmisión espectrográfica de un vidrio verde azulado

Figura 222
Trmmision de .un vidrio verde azulado
344 B. SCHCOLNICOV

El Anti-glare y el Willsonite, especialmente en los tipos más


oscuros tienen un tinte azul verdoso grisáceo. Todos ellos están
caracterizados -por la completa opacidad al ultravioleta y al ÍE“
frarrojo. Ellos son, prácticamente de los pocos vidrios que pueden
cumplir con la Especificación Federal de los Estados Unidos de
Norte América, para cristales protectores.

150.i¥idrios
1^. — Tipos clási­
cos de estos vidrios
son: el Cobalto (fi»
gura 223 y el azul
pálido Corning G
117 (fig. 224),
El cobalto absor­
be selectivamente
en el verde, rojo
y anaranjado. Los
ÁMMÍ CA-8.C;-T^|I9| cristales azul páli­
Am^Aik» R@4& do que tienen en su
3úú 3 m ^ 4m m o mú s 'm &m &m roo m u
sbú
composición sales
Fig./223
de cobre, poseen
Trasmisión espectrográfica de vidrios azules
una banda de ab­
sorción' en el in-
frarrojo que se ex­
tiende en el espec^
tro visible.
Los vidrios Co“
balto t i e n e n una
b a n d a de absor­
ción en 1500 m.rái»
-crones en el infra»
rrojo, y los azul
pálido Corning en
Ffg; 224 900 m^microneSj se­
Trasmisión espectrográfica comparada del vidrio de
ventana y de dos vidrios azules. guido de alta tras»
C r is t a l e s P rotectores 345

parencia en los 2 0 0 0 m.micrones; de ahí que ninguno de ellos sea


eficaz para absorber completamente el infrarrojo.
El ejemplo de vi­
drio Azurlite prácti­
camente incoloro, de
la figura 224, absorbe
en el rojo profundo,
menos que un vidrio
ordinario de ventana
del mismo espesor.
El Cerulíte es un
nidrio azul importan-
tísimo, pues posee
óxido de cerio en su
400 500 - -
U L T IU -V IO lfT A V IO tiT A ATU L V fR S K AM AIM tUJ M AM AM A B íW O
composición, lo cual
le confiere un mayor
Fig. 225
poder de absorción
mmisiones comparadas de un vidrio azul común (A)
y de otro con óxido de cerio (B). del ultravioleta, que
los vidrios azules comunes (fig. 225).

151. Vidrios amatista y rosados. — En este grupo se halla el


conocido vidrio Amatista, actualmente en desuso, que presenta
curva de absor­
ción prácticamente
idéntica a los otros
vidrios de colora-»
ción rosada o lige­
ramente rojizos,
conocidos con los
nombres de Pink,
Rosite, Oíd Rose,
etc.
El gráfico de la
figura 226 muestra
■ Fig. 226 las t r a s m i s i o n e s
del Soft Lite y el Roseite.
Tanto los vidrios de coloración amatista como los rosados están
346 B. SCHCOLNICOV

caracterizados por poseer una banda de absorción en el azul-verde


que es casi imperceptible en los primeros tonos de la serie, pero
que se acentúan en los últimos. La trasmisión en el infrarrojo y
en el ultravioleta no los diferencia del crown común blanco.

152. ¥idrif>s de coloración roja. — Si bien este tipo de vidrio


prácticamente no se utiliza como protector habitual, ■se le suele
incluir en las antiparras utilizadas por los radiólogos conjunta­
mente con otro vidrio a base de plomo, para obtener entre otros
efectos, un contraste especial de las imágenes en la observación
radioscópica, y reforzar además la acción absorvente en la zona de
corta longitud de onda. ^
La coloración de los vidrios ‘’rojus al oro” es debida a partículas
ultram icroscópicas de oro metálico. Ellas precipitan luego que se
los calienta a temperatura cercana al ablandamiento después de su
fabricación; prensado y laminado. Este recalentamiento se deno­
mina “ enrojecimiento” porque es el que determina la aparición
del color. Zsigmondi observó en estos vidrios con iluminación obli­
cua partículas coloidales de oro metálico.
Los vidrios rojos al oro presentan ventajas sobre sus similares
hecho “al cobre” o al “ selenio” debido a ser mucho menos absor-
ventes, lo cual permite su utilización con espesor de sólo algunos
milímetros, para vidrio de señales (ferrocarriles, transportes, etc,),.
Para su fabricación se utilizan de 5 a 15 cgr- de oro por kilogra-
m.o de vidrio.
Los vidrios de cobre tienen su coloración también debido a par-»
•ícnlas coloidales. Enfriados bruscamente, éstos contienen silicato
-nproso y una cantidad menor de silicato cúprico que le dan color
-TjiUverdoso.
recalentarse, se produce la precipitación de cristales ultra
'<ncrosc6 picos de cobre y el vidrio se colorea de rojo. El cobre entra
-1 1 nroporción del 0,25 % al estado de óxido cuproso.
-idrios de este tipo son muy absorventes y debido a ello
pe DLieden utilizar para señales como en el caso anterior, pues
' ' ^'1 3 -^pesor de varios milímetros son demasiado oscuros, salvo
^rHlice en láminas mxiy delgadas, sobre una base de vi^
ri.io incolcj'o paia dai:'l€s resistencia.
C r i s t a x -e s F r o t f -c t c i r e s 347

Dentro de los vidrios al selenio existen los de selenio puro y


comúnmente los obtenido a base de selenio y sulfuro de

■ 153. LENTES DE COLOE* — El principal inconveniente de los


vidrios coloreados es que la inte si dad del tinte varía con «s-
pesor' Esto tiene sobre todo impott^uc-'a cuando ellos tienen agre­
gada una corrección óptica o sea ^rr^ndo son lentes de color, y asi
tenemos que las positivas son más intensamente teñidas en el
centro y lo contrario ocurre con las egativas. Quiere decir que en
los cristales protectores la colorr'^io^ '^ólo será uniforme cuando
las caras son paralelas o sea cuando se trata de un vidrio neutro,
ya sean chatos o curvos, Pero si han sido- tallados para obtener
un cierto -poder, el tinte varía de acuerdo a las curvaturas.

Este inconveniente se ha tratado de corregirlo de diferentes ma­


neras. Menkel en Alemania introdujo la técnica de sumergir los
cristales en una solución de gelatina coloreada que formaba así
un especie de esmalte protector. Lovf^ho'ir en 1841 preparó crista­
les uniendo una lámina delgada coloreada con otra incolora por
medio de bálsamo de Canadá, llevando esta última la graduación
requerida. Esta técnica fue m ejorada más modernamente uniendo
ambas partes por del calo ^ c * lo cual se obtuvieron los
cristales que se conc''r'r actualmente co n o “ unicolor’’- Otra varie­
dad interesante la constituyen los denominados ‘"degradee” , aun­
que son cristales por lo común sin graduación. Estos vidrios están
formadas por dos piezas de forma prismática que se ■sueldan por
el calor con los cual se obtiene un vidrio cuyo tinte se va esfu­
mando lentamente de un borde hacia el otro. Existen por otra
parte vidrios obtenido por la interposición de una capa coloreada
entre-'dos capas de vidrio incoloro. De este tipo fueron fabricados
por Courvoisier en 1870.

154. VIDRIOS REFLECTORES. — La eliminación de las radia­


ciones nocivas con respecto a los ojos, puede lograrse no sólo por
absorción, sino también por reflexión en la superficie del cristal.
Es necesario en estos casos conciliar la completa o casi completa
348 B. SCHCOLNICO¥

eliminación de radiacioBes dañosas con la existencia de una reía**


tiva fcantidad de radiación visible que llegue a los ojos con el
objeto de permitir la visión nítida de las cosas. El cristal así, se
transforma en un espejo transparente o semi-transparente de re-
flexión frontal.
Este tipo de vidrio tiene gran importancia porque constitu-
ye uno de los métodos más eficaces para eliminar los peligrosos
rayos infrarrojos, difícilmente evitados por los cristales absorven-
tes. Por otra parte la absorción de la radiación infrarroja y su
posterior transformación en calor hace que los cristales absorventes
resulten a la larga molestos, pues se transforman en radiadores.
Según un principio clásico de física, un perfecto absorvente es
a la vez un perfecto radiador, pero un perfecto reflector carece
de la propiedad de radiar, y de ahí que la reflexión de los rayos
infrarrojos hace que estos vidrios sean m.enos calurosos que los
primeros.
El procedimiento consiste en depositar una fínisima capa de me­
tal sobre una de las caras del cristal, obteniéndose el efecto de
alta o baja reflectividad según sea el espesor o la composición dél
material utilizado.
Generalmente éste es, plata, oro o platino en un espesor de
10 a 15 micrones. Su extrema delgadez hace que la capa sea trans­
parente a ios rayos luminosos. La lámina metálica puede ser pro­
tegida por una lámina de vidrio pero generalmente no se la utiliza.
Una propiedad común a todos los metales es su alto poder de
reflexión (90 a 98 %) en el infrarrojo y especialmente más allá
de los 2 0 0 0 0 A°; en cambio poseen baja reflexión en el ultravioleta
a excepción el germanio, y una aleación a base de aluminio
que constituye el mejor reflector metálico conocido para la ra­
diación visible y ultravioleta. El reflector más utilizado por sus
caracteres, para la zona visible es la plata quien refleja 97,5 %
de una radiación visible de 5,500 (Hagen y Rubens).
El magnalium, mezcla de aluminio y magnesio, refleja el 67 %
de una radiación invisible de 2,500 A^. El oro en película delgada
refleja el 60 a 80 % en la zona de 5000 A^ y el poder reflector es
extraordinario por encima de 20,000 A^. El oro obstruye el 99 %
de radiación infrarroja de un horno calentado a 1^200^ C,
C r is t a l e s P rotectores 349

Trabajos sobre estas, películas de oro, plata y aun platino fueron


i-ealizados por Pfund, en Norteamérica e Imre en Hungría.

Existen diversos procedimientos para la obtención de dicha


película:

1° Pulverización catódica.

2^ Calentamiento.

3® Evaporación en el vacío.

1. Piilverizaciéíi catódica» — Cuando una descaiga de alto vol­


taje' tiene lugar en el vacío, muchos cátodos metálicos se desinte­
gran lentamente y una película del mismo se deposita en los objetos
colocados en ia vecin­
dad. Los elementos que
pulverizan m e j o r son
aquellos de peso atómico
alto. El aluminio no pue­
de ser utilizado. S e ,r e ­
quiere además un vidrio
de cubierta que reserve
el film depositado. Mo»
dernamente se utiliza el
crom o-níquel c o n evi­
dente éxito (fig. 227).

2. Proíceso de calen-
tamieeto. ~ Es el proce­
so aplicado principal­
mente a las sales de platino pero también sirve para elementos
tales como el Iridio, Paladio y Vanadio. Este procedimiento rudi­
mentario en un principio, fue perfeccionado por Julio Rheimberg.
El proceso de Rheimberg consiste en revestir el vidrio con una
película de colodion en el cual se halla disuelta una sal de platino
y una pequeña cantidad de bismuto; luego se lleva a un horno a una
temperatura de 600 a 700*?. Dicha temperatura produce un ablan^
damiento superficial del vidrio, el cual es suficiente para expandir
13. S C H C o L N I C o V

la textura ultramicroscópica de dicha s u p e c i ó , y las partici^1 ??.s


platino penetran en la masa en una frar.ctñr. de mición. Este
procedimiento tiene la ventaja de no rsqaciir vidrio de cubierta
p ro te río '. p ^~rr fMlidp hiMryaáa.
,irlri ' j 'ío C’t olí es absorbe
• ^ ’t- ^ 'i' ' str KÁ i n r
incoi^ F'-T-íste ^nde'iria a def^.i r^ar
la curvatura v i«^c ^ ¡^5^1

e'^odo fue bien desarrollado


Eitschc y i ’ ?tp í '
' - ^.í c!i!Tir3 ^i5 oaríne se practica
ur n] ohje-^
r; c:r r=~-oqtido se d!SPOPP 8 ur.os
1 íf'-g ^28V '
f'~Qip'n^pHe n f^^al por medio
de ’jna resistericia eléctrica, éste se
V part' se condensa en el
iíM'io f^rv^::: -1 - q\ espejo- Este
proccdiniií aconsejable para
metales de bai 3 punto de fusión,
?h;1 í?]¡iniÍTi^o- “ I oro, la pb^ta. p»ic
ri^T-) c;p-r tóirj^por^íioP. PI1^cJ
iberio nlí^tÍTio

15^, CEISTALES LUMÍMIIA^


El proceso de la evapora­
ción en el vacio se otili^a para un procedimiento industrial de
' -T?ír.-s"^iife dr las superficies opt^-cas. que cor!«^i<^ o recubrir las
d"" LOTc fina pcb^r-jl? r- un csnesor equi^^-lente a un cuarto
* S?uí'''tud onda de la luz incidente, con una sal metálica,
s r - ^ l u o r u r o de magnesio, la cual tiene por función, eli-
.-inpi p'^i ’ uterferencia gran parte de la radiación luminosa que
inniíip oblicuamente sobre la superficie del cristal y se refleja en
:1 misiTiO (fig. 229). Estas capas se denominan antirreflectoras, y la
-'i’ uuunción de dichos reflejos, permite una mayor trasparencia
-j vidrio en la zona visible mejorando sus condiciones ópticas.
- busqueda de irr método práctico 'para obtener una reducción
C r is t a l e s P rotectores 351

de la intensidad de la luz reflejada en las superficies ópticas se


viene realizando desde hace por lo menos cincuenta años. En 1892
H. Dennis Taylor diseñador británico de lentes, hizo la interesante
observación de que ciertos tipos de lentes fotográficos eran '‘más
rápidos” después que sus superficies habían sido manchadas por
la acción del tiempo, que cuando recién acababan de ser pulidas.
En 1936^ John Strong del Instituto de Tecnología de California,
demostró que un recubrimiento a base fluoruro metálico, deposi­
tado en una superficie óptica, reducía apreciablemente la cantidad
de luz reflejada por la superficie y por lo tanto aumentaba la
trasmisión en esa m.isma proporción;; En 1938, trabajando en el

F%, 229

Instituto de Tecnología de Massachusets, otro investigador, Cartw-


right y además Turner^ desarrollaron este proceso multiplicando
la cantidad de m.ateriales que se podían emplear y estableciendo la
relación entre la efectividad y el espesor de la película.
La cantidad de luz reflejada por un lente oftálmico común
(sin recubrir) alcanza aproximadamente al 4 % y en una superficie
tratada no excede del 2 %, Lógicamente, tratándose de un sistema
optico com_plejo formado por varios elem.entos, la trasmisión puede
alimentarse eo un 50
\La peliciila antirreflectora mcrementa pues la trasmisión del
cristal de un 92 a un 94 En general los lentes recubiertos son
menos visibles que los deiiiás, pero distan rnucho de ser invisibles^
352 B. SCHCOLNICOV

La película presenta por lo común una tonalidad purpurina por­


que la eliminación de los rayos luminosos se hace sobre la zona del
verde, quedando por consiguiente los rayos rojos y azules que le
confieren al lente esa coloración característica de los elementos
tratados.
Esta película es extremadamente delgada (aproximadamente
de 1/100.000 de centímetro). Por el método de destilación en el
vacío la sal metálica fluoruro de magnesio, se vaporiza y se conden­
sa sobre la superficie; tanto la externa como la interna del cris­
tal, de preferencia, o sino simplemente la anterior. Este revesti­
miento cuando éstá bien efectuado es tan resistente y duro com o

Ftg. 230

el mismo cristal que le sirve de base. Insoluble en el agua, el


aceite y el alcohol. No debiendo atacarla tampoco el agua de mar.
La capa debe resistir temperaturas de —5P a 93° C.
El procedimiento de la lumenización o lumenizado se efectúa
colocando en un aparato especial (fig. 228) y bajo una distribución
determinada las superficies a tratar; una vez distribuidas las lentes,
se procede a cerrar el aparato en forma hermética, después de
haber colocado la porción de fluoruro de magnesio necesaria en un
soporte especial ubicado a una distancia crítica de las superficies
que van a ser tratadas y se produce en interior un alto vacío con
la ayuda de bombas diseñadas para esta aplicación.
Logrado el vacío correcto se hace pasar una corriente eléctrica
variable a través de una resistencia en espiral, la cual se halla colo­
cada a uno o dos milímetros del fluoruro de magnesio. Esta resis-
C r is t a l e s P rotectores 353

.tencia se pone incandescente, calienta la sal y dadas las caracterís­


ticas del producto y del vacío creado, la volatiliza en forma
tal que las superficies de las lentes reciben un verdadero bom ­
bardeo de fluoruro, fijándose sobre ellas una capa extraordniaria-
m.ente delgada.
Si bien el color de la superficie tratada es purpurino debido a
que la zona del espectro afectada por la interferencia es la del
verde^ variando el espesor de la capa depositada, se corre la franja
del espectro afectada y la coloración de la superficie puede ser
amarilla o verde.
En las fotos adjuntas (figs, 229 y 230) se obsérven etapas del
proceso de luminizado de piezas ópticas. En la figura 231 se observa

Fig. 231

la diferencia de la visión de las imágenes á través de una lente


tratada y otra que no lo ha sido (objetivo fotográfico).

156. CRISTALES POLARIZANTES En realidad este proce­


dimiento de eliminar radiaciones nocivas o de efectos molestos en
el campo visual, se logra no solamente con cristales, sina que
también con otros materiales donde se asocia la acción polarizante
con la absorbente. Estos filtros polarizantes conocidos habitual­
mente bajo la denominación de “ Polaroid’" están constituidos por
una delgada hoja celulósica u otro plástico similar de un espesor
ligeramente inferior a una décima de milímetro, en la cual se
hallan embebidos innumerables cristales polarizantes (dicroicos)
alineados uniformemente para que refuercen la acción en un sen-
' tido u en otro. Estos cristales son numerosos tal que no queden
B. S C H C o L N I Co V

claros en la lámina. Además como sus diámetros son del orden


de las longitudes de onda de la luz visible, la extructura de dicha
lámina resulta invisible bajo toda las condiciones . exepto con
aumentos superiores a 1 1 0 0 o en condiciones especiales con ilumi­
nación de luz polarizada; pero para todos los propósitos prácticos,
la hoja es completamente homogénea y así, cuando dos piezas son
cruzadas, el ojo no puede determinar la suave variación de la
tonalidad en todo el área. Observando por ejemplo un paisaje sobre
el agua por reflexión del mismo en la superficie, se constata la
diferencia cuando se interponen delante de los ojos cristales polari­
zantes o cuando se carece de ellos. En efecto, en el segundo caso
la luz polarizada parcialmente sobre la superficie produce una serie
de fenómenos de imágenes parásitas, que son atenuados si dichos
rayos polarizados se eliminan por medio de los filtros polarizan­
tes. El paisaje observado en estas circunstancias se hace mucho
más claro.
Los filtros polarizantes corresponden en general a dos tipos
principales: unos hechos con hojas de material polarizante entre
dos láminas de vidrio, formando el vidrio o cristal polarizante y
otros constituidos por dicha hoja de material polarizante entre
láminas de acetato de celulosa, formando la película de “ Polaroid” ,
Las propiedades físicas más importantes de estos materiales son: su
factor de trasmisión en la zona visible y su capacidad de polarizar
la luz que los atraviesa.
Estos vidrios trasmiten aproximadamente el 40 % de la luz inci­
dente igual que los prismas de Nicol (según datos de la casa
fabricante). Sin embargo en ciertos tipos se ha comprobado sola­
mente una trasmisión de alrededor del 25 %, lo cual no los hace
muy recomendables cuando las condiciones de visibilidad son bajas,
como por ejemplo para conducir de noche, y evitar el encandi-
lamiento.
En general, el coeficiente de trasmisión y el grado de polariza­
ción son uniformes en todo el expectro visible exepto en los
extremos donde la sensibilidad del ojo es menor (fig. 232). Sobre
la zona de 5200 a 6800 A° polarizan alrededor del 99,99 % de la luz
trasmitida. En el “ rojo lejano” , alrededor del 99,50 9c y en el extre­
mo azul, alrededor del 99 %■. En general polarizan un promedio
del 99,8 %. Para la luz blanca de moderada intensidad, la tonalidad
C r is t a l e s . P r o t e c t o r e s 355

que se observa con dos filtros polarizantes cruzados, es de un negro


neto; y para la luz de alta intensidad, el color aparece com o
azul-negro profundo.
La trasmisión del infrarrojo es de alrededor del 81 %.

157* VIDEIOS ENDURECIDOS, — La protección de los ojos con­


tra los agentes mecánicos se hace necesaria a todas las personas,
tengan o no visión normal. Así por ejemplo, en ciertas operaciones
de fábricas donde existe el peligro de las pequeñas partículas de
metal, esmeriles, arena, etc., que se proyectan en el ambiente por

.Fig. 232

la índole de las tareas realizadas, y por otra parte, los pilotos, alpi­
nistas ,etc., que necesitan protección de sus ojos contra el fuerte
viento que seca rápidamente la secreción lagrimal y puede lesio­
narlos; es preciso proveerse de elementos que interpuestos en el
campo de la visión brinden la protección adecuada sin que se altere
la formación normal de las imágenes.
Para estos propósitos se utilizan vidrios que no necesitan ser
trabajados ópticamente salvo en los que se refiere al para­
lelismo de sus caras, o que sean neutros o afocales. General­
mente son curvos para rodear mejor los órganos de la visión
y formar un espacio más perfecto alrededor de los mismos. Se
suelen fabricar en algunos casos con curvas muy pronunciadas
S56 B. SCH C O. L N I C o V

tomando aspecto casi globular o de cúpula, pues 'esta forma le


asegura mayor resistencia a los golpes. Actualmente se ios va
reemplazando por los vidrios denominados ''endurebidos’’ o de resis­
tencia mecánica aumentada, propiedad que se logra por diversos
procedimientos. Estos vidrios son capaces de recibir tratamien»
tos bruscos sin romperse y sobre todo sin el peligro de proyectar
partículas- que por sus características o tamaño puedan ser pe»
iigrosas.
Un típico vidrio reforzado es el que se obtiene colocando entre
dos láminas del mismo una hoja de un material plástico, celuloide,
lucite, perspex, etc. Los tres elementos se mantienen juntos por la
misma montura o se ios pega con cementos adecuados^ pero de
preferencia debe eliminarse este último método, pues estos cris»
tales pierden trasparencia con e f tiempo. También se suele utilizar
vidrios sometidos a un témplado especial, semejante al utilizado
para los cristales de vehículos. Debiéndose para ello cortarse y cali»
brarse el vidrio perfectamente y recién precederse a su temple en
hornos especiales.
El Instituto Británico de Normas en la - circular 955 del
año 1941 fijó las características de estos vidrios reforzados en lo
que se refiere a sü resistencia a los golpes, por medio de un test, que
consiste en hacer caer una esferita de aeero de peso y tamaño esta-
blecidos (16 gr.) en el centro de un cristal de anteojos dispuesto
horizontalmente sobre un soporte especial^ desde una distancia de
90 centímetros.
Actualmente la tendencia consiste en reemplazar los vidrios
endurecidos o reforzados para anteojos, por simples láminas de
materiales plásticos tales como el lucite o el perspex con evidentes
ventajas de seguridad y ecónopiía.
CAPÍTULO XI

ARMAZONES O M. O N T U R A S

158* CLASIFICACION. —“ Se denominan monturas o armazones,


a ios soportes que mantienen los cristales oftálmicos delante deJ.os
ojoSj en forma fija y centrada.
Los diferentes tipos de monturas, se pueden clasificar tomando
com o base su modo de sujeción a la cara.

a) Los anteojos.
b) Los lentes.
e) Los lentes de mano.
d) Las monturas especiales, suplementos, etc.

a) Los anteojos son monturas que vienen provistos de patillas


y se sujetan a la cara por presión de las mismas detrás de las orejas.
Los anteojos poseen dos puntos de sostén: el puente, de apoyo
directo o por medio de plaquetas y el tercio posterior de las pati™
lias que sirve de sostén y sujeción.
b) Los lentes, comportan un sistema elástico que ejerce presión
sobre la parte posterior de la nariz.
c) El lente de mano^ como su nombre lo indica, debe ser soste»
nido por el paciente con las manos, para lo cual va provisto de un
manguito especial. Actualmente se halla en desuso.
d) Las monturas especiales, antiparras, etc., pueden tener un
sistema de sujeción semejante a los anteojos o bien por medio
de una banda elástica, etc.
358 B. SCHCOLNICOV

Los anteojos representan hoy día la forma más corriente para


sostener los cristales oftálmicos. La diversidad de formas y mode­
los han constituido para el paciente, un aditamento de la vestimen­
ta^ de ahí que no solamente deben reunir condiciones ópticas en lo
que respecta al centrado y exacta colocación de los cristales sino
que estéticamente deben poseer una serie de requisitos que hagan

Fig. 233

que éste los lleve en forma cómoda y sin alterar su fisonomía ni


aspcto general.
En los que respecta a la forma de sujeción de los cristales se
clasifican en tres grupos importantes:
Monturas con aro.
Monturas sin aro.
Sistema combinados.
En el primer grupo, se hallan aquellos anteojos que poseen
aros provistos de una canaleta angular donde calza el cristal en
forma sólida y fija.
En el segundo grupo se hallan aquellos anteojos donde la suje­
ción del cristal se hace por medio de grifas y aletas que toman al
A rm azon es o M onturas 359^

mismo por uno o dos extremos y lo mantienen fijo por medio, de


un tornillo o remache. Se les denomina habitualmente monturas
''al aire“ . En el tercer grupo se combinan ambos sistemas.
De acuerdo al material con que han ■sido fabricados^ pueden
ser: monturas metálicas, monturas de material plástico y com ­
binadas.

159. Anteojos de airo. — Constan éstos de las siguientes partes: el


írente y las patillas (fig. 233).

El frente se halla formado por:


a) los aros,
b) el puente.
Los aros, son circulares, ovales o de diversas formas, y poseen
una canaleta angular que permitirá el ajuste de los cristales bise­
lados ex profeso. Estos aros pueden tener formas diversas, y cons­
tituyen por lo común la parte más variable del armazón. Sus
medidas también varían, pero para el efecto de su ajuste se toman
habitualmente dos diámetros: el horizontal y el vertical. El diá­
metro vertical tiene importancia para el centrado de las lentes y
es una medida imprescindible que se debe relacionar a la distan­
-3 6 0 B. SCHCo L N I Co V

cia interpupilar del paciente. En ciertos aros de formas especiales se


suelen tomar diámetros en sentidos oblicuos, siguiendo el sentido
mayor.
En todos los casos, el diámetro se toma •de borde interno a
borde interno.
Se suele denominar R o P; simplemente a la diferencia
entre el diámetro vertical y el horizontal u oblicuo. Siempre el
vertical será menor que el horizontal o el oblicuo, restándose de
los mismos para establecer la diferencia (fig. 234):
Ejemplos:
diám. vert. : 40 mm
y D il = 42 — 40 - 2
diám, h o riz.:’ 42 mm„ J

diám. vert. : 38 mm
Dif. - 43 38 - 5
diám. horiz.: 43 mm ^

diám. vert. : 37 mm
Dif. - 46 - 37 - 9
diám. oblic.: 46 mm
Puent e* — H a b i ­
tualmente se denomi­
na puente a la barra
de forma variada, que
colocada entre am­
bos aros, sirve de
vínculo rígido para
ellos. En los ante­
ojos antiguos, esta
barra se apoyaba en la nariz,
en tal forma que dichos puen­
tes eran a la vez una zona de
apoyo o un coadyuvante en
la sujeción del armazón.
Actualmente dicho apoyo
se hace por medio de las
plaquetas que se hallan por
Fig. 235 lo común soldadas directa-
A rm azon es o M o n tu ra s 3 61

mente o por medio de un vástago, a los aros. Debe distinguirse


que es lo que se entiende como puente, a los efectos' del calibrado
de los cristales oftálmicos y adaptación de los anteojos. Desde este
punto de vista, puente es da distancia entre los cristales medida
sobre la línea de las pupilas, que coincide por lo común con la
parte media de los mismos (fig. 235).
De la definición se deduce que la nomenclatura de puente no
es en este caso la más exacta y está sujeta generalmente a erro­
res, cuando 'se debe expresar su calibre^ pues hay tendencia a
medir la barra o la abertura que media entre ambos aros. Es
decir que es muy común que se tome como puente a la distancia
comprendida, no de borde interno de un aro hasta el otro borde
interno, sino la distancia entre ambos bordes externos.
Según que las barras, se hallen en el mismo plano de los aros,
o por debajo o bien por encima de los mismos, los puentes pueden
ser: normales, semi-proyectados, proyectados, etc.
A su vez pueden tener diferentes formas y tamaños variando
su aspecto según se trate de monturas metálicas o de material
plástico.

Patillas. Constituyen la parte del armazón que se sujeta .


bre las orejas del paciente o por detrás de ellas. Presenta diíerr
cias según los diversos tipos de armazones ya sean monturas
material plástico o metálicas.

160. Anteojos sin a ro .—^Se caracterizan como su nombic: i-


indica por la ausencia de éstos. La sujeción del cristal se ha» ^
por medio de gnfas, atravesadas por un tornillo o' reiuauii.-
especial que une el cristal al puente y a las patillas. Estos iiyu-
de monturas “ al aire” son generalmente metálicas en razón Jc
mayor solidez de los materiales. Existen diversas variedades,
el sistema de las grifas y su colocación (fig. 236).
En los anteojos sin aros se halla reemplazado el puei i
apoyo nasal por la asociación de dos piezas que son el
propiamente dicho formado por un filamento metálico, y por las
plaquetas, pequeños piezas de metal plástico soldadas sobre ia^
grifas por intermedio de un vastago y que se apoyan sobre los
costados de la nariz.
362 B. SCHCOLNICOV

Este sistema es más estético y permite orientar más perfecta­


mente el anteojo según la forma de la nariz y la fisonomía del

236

paciente (fig. 237). La medida de este puente se efectúa de igual


manera que para el caso de los anteojos con aros (fig. 238).
Las plaquetas son pequeñas laminillas ligeramente articula­
das sobre las cuales se apoya el frente del anteojo. Tienen di­
versas formas y tamaños y generalmente se hallan constituidas
por trocitos de celuloide con un perno u otro sistema que per-
mite unirlas a la pequeña barra que las mantiene fija a los aros,
o directamente a la grifa de ciertos tipos de monturas (fig. 239).
Algunos modelos de monturas sin aro se caracterizan por la
presencia de un filamento que parte del puente, pasando por
la parte superior y posterior de los cristales, que se denomina
A rm azones o M onturas 363

''barra” (fig. 240). Esta barra, en algu­


nos modelos sirve como coadyuvante
para el sostén de los vidrios ;pero en
otros es completamente independiente
de los mismos y se articula solamente
con el extremo de las patillas.

GrMas, Estas piezas tienen por


función suplir a los aros ,en las mon­
turas al aire. Existen dos tipos de gri­
fas, ías que se articulan con las pati­
llas y las'”que están unidas al puente-
Las primeras son simplemente las
^‘orejas'', que poseen dos aletas late­
rales para apoyo del cristal y las cua­
les están perforadas permitiendo el
paso de un tornillo; a su vez poseen
dos prolongaciones verticales que com­
plementan el sistema de soporte. Las
segundas están formadas simplemente
por las aletas y los soportes a veces
complementadas con unos muelles o
resortes laminares para evitar la rotu-
ra del'cristal durante los golpes o mo­
vimientos bruscos (fig. 241).
^Los tornillos que se utilizan para el
ajuste de las grifas con el cristal po­
seen filetes adicionales según deban
sujetar el conjunto de las dos piezas o
solamente una. Por lo común el filete
solo comprende la parte inferior.
Tiene mucha importancia no sola­
mente la buena sujeción que debe
efectuar el tornillo sino inclusive, es­
téticamente, que la cabeza del mismo
quede perfectamente alojada en el fre­
sado especial que a tal efecto llevan
Fig. 237
las grifas. El fresado es ejecutado des-
364 B. SCHCOLNICOV

pués de la perforación y pasaje del macho respectivo que hizo el


filete. Se utiliza una fresa especial munida de un pibote cilindrico
central; el pibote se
coloca en el orificio ya
perforado, y se hace
girar la fresa provo­
cando esto un segundo
orificio de fondo pla­
no concéntrico con el
primero que servirá de
alojamiento a la cabeza
del tornillo, éste quedará de esta manera fijado en forma ajustada
permitiendo ser retirado fácilmente en todas las oportunidades.

siendo conveniente antes de introducirlo pasar un macno adecua­


do por el orificio por si existiese rebarbas que pudieran perjudi­
car. El destornillador debe adaptarse perfectamente a la ranura
de la cabeza del tornillo y aplicarse en forma vertical para evitar
su destrucción o deterioro que luego impedirá ser retirado con
facilidad.

161. Armazones metálicos. — Los anteojos metálicos reciben


este nombre como se ha expresado anteriormente en razón de que
A rm azones o M o n tu ra s 36&

para su fabricación se utilizan diversos tipos de metales, siendo los


más comúnmente usados los siguientes: metal blanco, acero^ alu^'
minio, sim.il oro, plata, enchapado en oro, oro 3/ muy raramente el
platino.
El metal blanco es iina dU:a
ción de cobre níquel 3" cinc, eri
proporciones variables, que en
razón de su contenido de cinc^.
toma un aspecto blanco inaltera­
ble. Esta aleacción tiene enorme
uso para fines diversos: cubrer-
tos, adornos, material científico,,
de dibujo, etc. Su com posicioü
02 variable y una de las fünou-
las más comunes es la siguiente:

Cobre / ............. ^. . . . . 57 a 64
Ñique! . . . . . . . . . . . . . . 13 a 21 %
Cmc 15 a 23

24/

El 'metal blanco se endurece fácilmente y comiO los armazones


son de espesor reducido, esta propiedad se utiliza para obtener Hian
solidez. Como el metal blanco se vuelve maleable al r e c o c e . *0
esto permite comprimirlo en frío en pequeñas prensas llamadas
matrices o estampas. El estampado debe ser seguido en todos los
casos por un recocido para evitar una modificación perjudicial en
el m aterial
366 B. SCHCOLNICO¥

El acero es un material actualmente poco usado y responde


generalmente a la siguiente composición química:

Hierro . . . . . . . . . . . . . 98 %
Carbono . . . . . . . . . . . . 0,6 %
Silicio . . . . . . . . . . . . . . 1,4 %

Permite artículos muy sólidos, rígidos e indeformables, pero no


perm ite realizar muchas modificaciones en el armazón terminado.
Presenta el inconveniente de su fácil oxidabilidad por lo cual se
debe cromar o niquelar. Modernamente se ha comenzado a utili-
_zar como material para monturas el acero inoxidable en cuya com ­
posición entra el cromo y el níquel. Es un material de un aspecto
y. acabado perfecto pero muy difícil de trabajar en razón de su
dureza.
El simil oro, es por lo común una variedad de bronce, y su
composición es tal que las piezas una vez pulidas tienen aspecto
m uy parecido al oro.
Generalmente se lo suele cromar con lo cual se obtiene una
arm azón metálico que está actualmente muy en boga sobre todo
para protectores. La aleación de cobre zinc, que es la base de este
material da a las piezas una rigidez bastante buena. El bronce no
€s oxidable pero exige un cuidado constante en razón de las sales
■de cobre que se forman en su superficie y que le perjudican su
aspecto, de ahí que, tal como hemos indicado se la da un baño de
■cromado o sino un dorado en capas muy delgadas que protege
d e esta manera la montura. Este oro se puede depositar por gal­
vanoplastia u otro procedimiento y también por soldadura super­
ficial de una hoja muy delgada constituyendo el enchapado.
El aluminio es un metal extremadamente ligero, se utiliza muy
poco a pesar de ello, en ánteojería, salvo para anteojos especiales
en razón de que se suela muy difícilmente y que se deforma rápi­
damente por el uso.
La plata es un metal actualmente muy poco usado, posee muy
poca resistencia cuando se la utiliza pura, de ahí que siempre
forme parte de una aleación con el cobre. El título de esta aleación
no debe descender de los 600 milésimos en razón de que comienza
a tomar un tinte amarillento. Es en cambio este metal muy utili­
A rm azones o M o n tu ra s 367

zado para las soldaduras, en razón de su punto de fusión relati­


vamente bajo.
El oro es un material de óptimas condiciones para ser utili­
zado en la manufactura de anteojos pero su precio relativamente
elevado ha restringido su uso casi por completo, en forma pura.
Este ipetal viene aleado con el cobre o la plata de cuyas propor­
ciones se obtier^n variedades en el tinte y aspecto extrior. El oro
utilizado actualmente viene titulado según la proporción de plata
o cobre de la siguiente manera:

Oro puro . . . . . . . . . . . . . . se denomina oro 24 kilates

Aleación con 0,920 de oro se denomina oro 22 kilates

,5 ,, 0,B$0 de oro se denomina oro 20 kilates

,, „ 0,750 de oro se denomina oro 18 kilates

El precio elevado del oro aún en sus diversos títulos de gra­


duación lo ha ido desplazando por un metal hecho en base a la
asociación de una hója de oro y un soporte metálico generalmente
de un bronce especial, constituyendo lo que se denomina el
enchapado en oro. La hoja de oro es soldada sobre otra de bronce
y luego se procede al laminado del conjunto. La adherencia es
muy perfecta y la lámina de oro se vuelve extremadamente del­
gada. El oro utilizado puede ser de cualquiera de los títulos indi­
cados aún los más bajos, prefiriéndose por común el oro de 12
kilates por su mayor dureza y^sin que pierda las cualidades propias
de este metal.
Generalmente se debe establecer las proporciones de oro y de
la base así como del título en todas las monturas que se fabrican
con este material, el procedimiento es el siguiente:

a) El título del oro que constituye la hoja puede ser:

18 — 14 — 12 ó 10 kilates

b) La proporción en peso de la hoja de oro con respecto al


metal base empleado se establece de la siguiente manera:

1 1 1 1 1

10 20 30 40 50
368 B. S c H c o L N i c o v

Así el título de una montura se expresa, por ejem plo: ^/lo 12


kilatés; indica que una décima parte del peso total está constitui­
do por oro 12 kilates. Este m étodo o forma de designación tiene
actualmente difusión universal
Se comprenderá que un enchapado ^/'5 o= 18 k. designe un metal
m uy poco resistente y donde la capa de oro es muy delgada aun­
que su título es elevado.' En general, no se utiliza la misma calidad
de metal para todas las piezas de anteojos pues aquellas que son
suceptibles de' gastarse más rápidamente son siempre hechas con
un enchapado de título más bajo pero que .presentan una hoja de
oro más gruesa. Así por ejemplo el puente y las patillas, son fabri-~
cadas habitualmente con Vio de 12 K. Para uniformar el tinte de
los artículos terminados se procede luego a un dorado superficial
por vía electrolítica.
El alambre enchapado en oro que se utiliza para ios aros y el
acordonado de las patillas se obtiene a partir de oro 12 kilates que
se prensa formando discos, luego capuchones y por último cilindros.
Las bancas de metal-base se envuelven en una cápa fina de sóida-
dura y se insertan luego en el interior de estos cilindros adhirién*-
dose perfectamente a los mismos por calentamiento a temperatura
adecuada ( f i g . 242).

fíg . 242 íC o r tfiía B. y L o iiib )

Los cilindros se trafilan luego hasta el diámetro deseado, y el


alambre queda listo para ser utilizado. El enchapado no se oxida
y su aspecto exterior no lo diferencia del oro puro. Se lo reconoce
A rm azokes o M o n tu ra s 3 69

por la acción de una gota de ácido nitxico en las articulaciones


donde se producen manchas verdosas debido al cobre; en cambio
un objeto dorado se reconoce fácilmente pues ai colocarle el ácido
se oscurece en cualquier parte debido a que el oro depositado
electrolíticamente se vuelve poroso.
Los anteojos metálicos pueden ser de aro y sin aro, represen­
tando algunas diferencias en cada caso. Los aros son filamentos
rígidos que rodean y mantienen el vidrio en forma prácticamen­
te inalterable aunque suceptible de' algunas modificaciones lige­
ras. El filamenta metálico que los constituye se obtiene gene­
ralmente por trafilado en frío y tienen sección redonda o retanguiai
incompleta debido a la ranura o canaleta para el bisel. El puente
puede ser de apoyo nasal directo o por medio de plaquetas, cuvas
características hemos visto anteriormente.
La patilla posee generalmente' en un extremo, un pequeni»
engrosamiento de forma especial con una prolongación denominada
talón, de tamaño
riable y que inclusive
a veces puede faltar,.
Esta extremidad esta
perforada y permite
el paso de un torrn-
lio que hace a su vez
las veces de eje de
articulación,.
La otra extremidad
de la patilla lleva uü
enrollamiento elásti­
co denominado' acor­
donado. Otras veces
está' simplemente cur­
vada para adaptarse, a
las orejas del pacien­
te. Existen por conse­
guiente patillas rígi­
das o elásticas. Las
patillas rígidas tienen
p¡g -> ^ 3 en su porción terirn-
370 B. S C H C O L N I C O V

nal muchas veces una cubierta de material plástico o sino simple­


mente una pequeña esfera o un doblez en forma de espátula o
raqueta (fig. 243). Las patillas acordonadas o elásticas se obtienen
arrollando sobre un filamento metálico denominado alma, 4 ó 5
filas de un hilo del mismo material orientando cada hilera en
sentido contrario a la precedente- Terminado el acordonado se
suelda el extremo del filamento para evitar que se desenvuelva.
Se obtiene de esta manera una especie de resorte relativamente
suave que permite la adaptación da la patilla detrás de las orejas
del paciente (fig. 244). El acordonado puede abarcar el tercio pos­
terior de la patilla, la
mitad o casi todo el
largo de ellas.

Bisagras. — La bi­
sagra metálica se ca-
racteriza p o r es t ar
formada por dos piezas o juego de goznes, uno de ellos pertene­
ciente al frente y el otro a la patilla. La porción correspondiente
al frente varía según se trate de monturas sin aro o con aro. En
las que poseen aro por lo común la por­
ción frontal de la bisagra constituye una
saliente de los aros denominada oreja.
Se halla formada por dos aletas solda­
das al aro correspondiente. Estas dos
aletas que constituyen la parte frontal
de la bisagra, pueden separarse a v o­
luntad y se unen entre sí por medio de
un tornillo o perno. A l separarlas se
abre el aro permitiendo la colocación del
cristal que queda ajustado cuando las
mismas se unen (fig. 245).
Fig. 245

Las dos piezas que forman esta parte tienen un corte especial
dejando un espacio entre ambas donde se articula la parte anterior
de la patilla que constituye de esta manera el otro gozne de la
bisagra.
Como vemos la “ oreja"’ en el armazón metálico actúa como
parte de la bisagra y también como sistema de sujeción del cris­
A rm azones o M onturas 371

ta l En general existen diferentes modelos y tipos de articulaciones


según la disposición de los goznes y de que la patilla posea uno o
dos; eso permite clasificar las bisagras en los denominados mode-
Joslos francés, americano, alemán, etc. (fig. 246).

En las monturas al aire, la oreja se halla formada por una sola


pieza y posee uno o dos goznes que se articulan con la patilla que
a su vez posee también uno o dos goznes según el modelo.
La bisagra francesa cuyo esquema vemos en la fig. 246 (a) se
caracteriza por sus tornillos de fijación, el eje de articulación y el
talón, que posee un espesor semejante a la oreja del frente del
armazón. Este talón contribuye dando a la patilla un gran refuerzo
y evita que se quiebre fácil­
mente. En modelos muy gro­
seros el tornillo de fijación
sirve al^nismo tiempo de eje
de articulación. Este eje de
articulación puede ser solida­
rio de una de las placas que
forman la oreja por medio de
un perno o de un tornillo.
Pig_ 247 La bisagra americana se
diferencia de la anterior por­
que el talón es más fino y tiene el mismo espesor que el paso de la
articulación de la patilla. En razón de su solidez y simplicidad
es el tipo de articulación que actualmente más se utiliza (fig. 246 b).
372 B . S CH Co L N I Co V

Fig 24H
A rm azones o M onturas 373

Tiene importancia, sobre todo como .curiosidad, la denominada


bisagra “ a rótula"’. La patilla termina en una especie de bolilla que
se articula sobre dos semiesferas que han sido cavadas en cada
una de las placas que forman la oreja del armazón (fig. 247).
Permite este sistema una articulación de las patillas en todo sen­
tido, pero este procedimiento es poco utilizado.
Diversos modelos de monturas metálicas se observan en la
figura 248.

162» St^itiadiira de ariiiazoiies metálicos. — Esta operaeion consis­


te en, umr de nianera rígida dos piezas de metal por interposición
de una aleación metalica llamada soldadura. La rigidez de la unión
resulta de la adherencia facilitada por la rugosidad de la superficie
unida, pero sobre todo en base a la resistencia propia de la solda­
dura que debe ser vecina a la de las piezas a unir.
Existen tres tipos principales de soldadura:
a) Soldadura blanda; aleación de piorno y estaño.
b) Soldadura fuerte; aleación de cobre y plata.
1 ) Soldadura de 240 milésimos color amarillo.
2 ) Soldadura de 500 milésimos color blanca.
c) Soldadura de oro; es utilizada para soldar artículos de oro
o enchapados y responde comúnmente a la siguiente com-
posicion;
Oro de 750 milésimos . . . . . . . . . . . 12,50 g.
Plata ....... -.................. . 53
C o b r e ............. . .......................... ^ . 33
Zinc ................................. . 5
Para que la soldadura pueda fundir es necesario calentar pre­
viamente las piezas a unos 550 ó 600 grados- Esta temperatura
favorece la form ación de óxidos metálicos que se oponen a la
adherencia de la soldadura por lo cual deben ser eliminadps. Ello
se logra por medio de decapantes; los más usados son: el ácido
c-lorliidrico, la resina 3^aceites con resina disuelta. Para la soldadura
de plomo se utiliza el bórax o el borato de sodio; y el ácido bórico
disuelto en alcohol para la plata. Para el oro: se utiliza una solu­
ción de bórax.
Para efectuar las soldaduras se puede usar un mechero especial
a gas donde sé acelera combustión por medio de una corriente de
374 B. SCHCOLNICOV

aire o de oxígeno. El aparato consta de una llegada de gas y de una


llegada de aire que terminan en una cámara de mezcla. Para efec­
tuar la operación se mantienen juntas las piezas a soldar y se las
calienta a la temperatura adecuada, se aproxima luego la extremi­
dad del filamento de soldadura o bien un pequeño trocito de ella la
cual se licúa, pues su . punto de fusión debe ser inferior a el de
las piezas a soldar y por capilaridad se introduce entre ambas. Hace
falta siempre cierta habilidad -para la operación sobre todo para
verificar la temperatura adecuada y la exacta cantidad de decapante
a utilizar.

Soldadura eléctrica. — Para este procedimiento no hace falta


como en el caso anterior la fusión superficial de las piezas a unir.
Se aprovecha la•resistencia ofrecida por el metal al pasaje de la
corriente eléctrica, para elevar su temperatura. Un trasformador
eléctrico origina una corriente de 4 a 6 voltios que es la tensión
utilizada. Un dispositivo de fijación de las piezas constituido por
dos pinzas especiales permite mantener en contacto las partes a
soldar y el libre pasaje de la corriente.
Debido a la gran intensidad de corriente puesta en juego la
temperatura se eleva y permite la fusión de la soldadura. El deca­
pante, solución de bórax, se deposita en el momento de contacto. El
interruptor de corriente es generalmente manejado con el pie.

163. Armazones de material plástico- — Los plásticos común­


mente usados para la fabricación de armazones para anteojos son
dos: el nitrato de celulosa plastificado denominado celuloide y el
acetato de celulosa plastificado que se vende en el comercio bajo
distintos nombres de fantasía.
El celuloide fue descubierto en 1872 en EE.UU. y es una sus­
tancia que se obtiene plastificando la celulosa nitrada por medio
de una resina, generalmente el alcanfor natural o sintético. En el
momento de la mezcla de los constituyentes la celulosa se presenta
bajo la forma de una pasta homogénea a la que se agregan los
colorantes. Se puede igualmente introducirlos durante el laminado.
Aquellos que no se difunden uniformemente le dan al material el
aspecto de carey. Esta pasta después de malaxada se lamina con
rodillos especiales y luego se prensa el block de form_a aproxima-
A rm azones o M onturas 375

clámente cúbica, de gran tamaño. Por último se cortan estos cubos


en hojas de espesor variable según el empleo posterior, y s e
ius deja un tiempo más o menos largo en estufas de secado. Esta
sustancia no es tan higroscópica como la siguiente: y tiene la ven­
taja de ablandarse a temperatura relativamente baja 80 a 10 0 ®, sin
escalladuras, pero tie'"- el grave inconveniente de ser inflamable.
Tiene una densidad de 1,40.

Acetatos de celulosa. — Estos materiales derivados de la celu-


losa, de la cual poseen las propiedades principales, tienen cada día
mayor difusión y la gran ventaja dé nq ser tan inflamables com o
las anteriores, pues su combustión es lenta y difícil, comportán-

Fig. 249 (a)

dose en cierta ma-nera como si fuese hueso, crin o cartón. Han


ido reemplazando al celuloide en películas fotográficas y cine­
matográficas, constituyendo las denominadas películas ininfla­
mables, teniendo en cambio el inconvámente de ser bastante
higroscópicas;
Se los conoce en plaza por diversos nombres de fantasía y sus
componentes principales son: la celulosa, y el ácido acético, diversos
plastificantes a base de resina o derivados de las sulfamidas. Para
su fabricación se opera exactamente con los mismos procedimien­
tos que para el celuloide, es decir malaxado, laminado, prensado
376 B. SCHCOLNICOV

y corte. La variedad y riqueza de colorantes utilizados conducen a


productos muy diversos.
Los acetatos de celulosa son un poco menos densos que el celu­
loide y son solubles en el
ácido acético, la acetona,
el acetato de etilo, el éter
acético, etc.
Las monturas de mate­
rial plástico (fig. 249) per­
miten una mayor facili­
dad de trabajo que aque­
llas metálicas. El frente se
halla generalmente for»
mado por una sola pieza
ligeramente curvada en
el puente y que lleva pe­
gadas las plaquetas. Las
bisagras por lo común son
metálicas y se hallan su­
jetas a las orejas y a las
patillas por medio de per­
nos o rem.aches. Los aros
son enterizos y los crista-
les deben ser colocados en
los mismos por presión,
previo calentamiento y
ablandamiento. Algunas
veces se asocia el metal
al material plástico obte­
niéndose armazones com ­
binados donde el puente y
las plaquetas o- solamente
estas últimas son de me-
Fig ^49 (b) Otras veces los aros
son metálicos y el resto es plástico (figura 250).
' Las patillas presentan generalmente una particularidad impor™
tante, que consiste en una armadura interna metálica que la hace
más resistente. Esta armiadura está constituida por un hilo rígido
o Bí Í o n t ü r a s 377

que es introducido en ei cuerpo de ia patilla por presión con


máquinas especiales previa perforación o bien por unión de dos
iiojas de material plástico con una canaleta donde va el metal y
con los cuales se confecciona luego la rnisma-

Fig. 250

Las bisagras generalmente fabricadas en serie constan de dos


piezas, una de ellas con dos o tres goznes que engarza exactamente
la otra. La articulación se realiza alrededor de un eje que es a la
vez un tornillo o rema-
ehe (fig. 251).

Fabricación. — L os
materiales empleados ya
sean celuloide o acetato
de celulosa se utilizan en
placas de 4, 5 ó 6 m ilí­
metros de espesor. Una
Fig. 251 prensa corta las placas
en bandas de 5 a 7 centímetros de ancho por unos 12 a 18 de largo;
estas bandas deben ablandarse previamente para no romperse
o esfoliarse durante las operaciones posteriores. Ellas son calen­
tadas entre dos placas hasta 110 ^. La temperatura es función de la
J.aturaleza y e^oe or del producto, se determina sobre todo por
la experiencia. Después de un calentamiento de medio minuto,
aproximadamente, la lámina es empujada sobre ei plato de la
prensa coritra un soporte regulable. El cortaaur i ¡ado a una corre­
dera presenta una base de fundición encimada a una placa de latón
378 B. SCHCOLNICOV

en la cual láminas cuchillas en acero encastradas y soldadas repre­


sentan los contornos exteriores e interiores del anteojo. Tal método
necesita un número respetable de cortadores, si se piensa que cada
modelo comporta varios calibres de puentes. Cuando la corredora
desciende las láminas penetran verticalmente en la materia reedi ­
tando la forma deseada. Cuando se levanta, un dispositivo expe)r
el residuo. Las patillas tienen también sus cortadores y se obtienen
bajo las mismas prensas. Las hojas de material plástico utilizadas
para las patillas son de varios anchos.

Calibración. — Se coloca luego el bosquejo en un reproductor


para afinar los contornos interiores dt los círculos y darles sus
dimensiones definitivas con la ayuda de una tupí de precisión
La máquina chanfle.- -os dos bordes interiores de los aros y
cava la canaleta (que es la ranura donde el vidrio vendrá a ubi­
carse) . Un segundo reproductor permite trabajar los bordes exte­
riores. Estos pueden presentar una especie de saliente que las
desigualdades de dilatación térmica forman sobre el trozo del bos­
quejo. Por otra parte esta labor exterior adelgaza los aros, separa
los ángulos del puente de los soportes y regulariza las salientes
donde tornarán lugar las plaquetas.

Combado del puente, — El bosquejo es todavía plano. Para efec­


tuar el C(!mbado de puente, uno se sirve de un montaje especial
provisto de una vara cilindrica de diámetro determinado que viene
apoyarse sobre la región a combarse. Esta última solamente, ha
sido calentada al vapor, mientras que el resto de la montura es
encerrada entre dos piezas sirviendo de estuche. El puente ablan­
dado cimbra bajo la presión de la vara y conserva su forma
definitiva después del enfriamiento.

Encolamiento de plaquetas. — Las monturas en material plásti­


co, presentan la ventaja de aumentar la superficie de apoyo nasal
gracias a las plaquetas encoladas que prolongan el cuerpo del
anteojo. Se recubre las plaquetas de una solución a base de acetona
y se las aplica cuidadosamente sobre las salientes induidas de la
misma solución.
Tales son las frases esenciales del trabajo. Quedan las opera­
ciones de terminación y rectificar al torno; acanalar la superficie
A rm azones o M onturas

superior de la nariz, los soportes, la forma de las plaquetas y


perfecta correspondencia.

Pulido. — Un primer pulido quita las irregularidades superfi­


ciales tales como rayaduras; poros, salientes, etc., ocasionados por
las operaciones precedentes. Las superficies son lisas pero falta
todavía darles brillo. Es la operación del primer abrillantado.
Sobre otro torno de pulir se usa un tapón impregnado de pasta
especial y la superficie adquiere así un pulimento de brillo especial.

Posición de las patillas. — Plegando un poco las patillas se des­


cubrirá la existencia de un chanfle de 45 a 50^ sobre el soporte
y sobre las patillas, que permite el despliegue completo de ambas
partes. Este “chanfle’' se efectúa sobre “un torno de abrir”. Arma­
das y colocadas las patillas están dispuestas rectilíneamente sobre
el frente. Para doblarlas, se las recalienta al vapor y se las coloca
sobre moldes de forms donde son mantenidas hasta su enfriamiento.
Un último examen controla definitivamente la forma del mode­
lo, la posición respectiva de las patillas y del frente, el repliegue
correcto de las mismas, la coplaneidad de los dos aros, etc. La
montura pasa al último estado de fabricación, el abrillantamiento
definitivo para darle el toque final. No queda nada más que repa­
sarlo con cuidado para desembarazarlo de las partículas de produc­
tos a pulir alojados en las canaletas y bisagras.
Algunas sustancias naturales se utilizaban antiguamente antes
del advenimiento de los plásticos para la fabricación de armazo­
nes o monturas. Tales eran el Carey, Nacar, Hueso, etc. El nacar
es una sustancia dura de reflejos característicos que se encuentra
en ciertas variedades de caparazones de animales marinos. Es résis-
tente y se pule muy bien pudiéndose trabajar como un metal. Se
utiliza más bien como adornos que directamente para hacer toda
la montura. El carey se extrae de una veriedad de tortuga y se
utilizó durante mucho tiempo en la confección de anteojos. Está
formado por capas superpuestas que se separan por efectos del
calor suave durante un tiempo prolongado. Estas hojas son pren­
sadas inmediatamente, colocándolas previamente en agua caliente.
Presentan tintes variados muy bonitos que actualmente se tratan
de imitar en los armazones de material plástico. Las piezas de
380 B . SC H COLNICO\'

carey se pueden soldar comprimiéndolas fuertemente en un baño


apropiado y con la temperatura necesaria.

164. Lentes. — Este tipo de montura comporta un dispositivo


elástico que provoca la aproximación de dos plaquetas, tratando
(le cerrarse sobre la parte superior de la nariz. Existen gran varie­
dad de modelos, ^egún la forma o tipo del resorte que permite la
sujeción. En general, sin embargo, este tipo de montura se usa cada
vez menos. Se fabrican en
metal o en celuloide.
Pasaremos revista a cier­
tos modelos, algunos de los
cuales sólo tienen interés his­
tórico.
El de la figura 252 (a) po-
Ftg 252 (a) see un resorte largo de forma
especial soldado rígidamente
a los aros en la parte inferior y guiado por un agrafe en la parte
superior; parte de este soporte se apoya sobre la nariz, y en esa
región se colocan dos almohadillas o plaquetas.

Fig- 252. (b)

Existen otros modelos como el de la figura 252 (b) que posee


un resorte más corto dispuesto en la parte superior, de mayor rigi­
dez y que se halla sujeto por lo común por medio de tornillos. Este
es actualmente uno de los pocos que se utilizan.
A r m azones o M onturas 381

El inconveniente principal de los dos tipos descritos, radica en el


hecho de que no son aplicables en forma exacta para cristales
correctores astigmáticos, en razón de que al separarse más o menos
los aros para adaptarse a la nariz, puede cometerse errores en la
posición de los ejes. El operario que los arma debe calibrarlos,
marcando la línea de las pupilas, manteniendo los aros separa--
dos como cuando el paciente los usa, pues de lo contrario la línea
horizontal no corresponde.
Cuando la lente no está colocado, en virtud de la tensión del
resorte, los aros se hallan juntos. Si en esta posición se marca la
línea horizontal^ ella se desplaza-colocándose oblicua al separarse
los aros para adaptarse a la nariz. Los ejes de las lentes astigmá<-
ticas no ocuparán enton-^
ces el lugar exacto salvo
que el montaje se haga
teniendo en cuenta la
a b ertu ra e x a c t a de l
puente. Se ha fabricado
para eliminar este incon­
veniente dos modelos; el
primero posee dos guías
que colocadas en la par­
te superior unen ambos
aros. Con el fin de ase­
gurar la sujeción, ambas guías poseen un resorte especial que
tiende a acercar los aros, y que al ser tendidos para alejar los
mismos sujeta fuertemente el lente sobre la nariz (fig. 253). Con
este modelo sólo varia por consiguiente la distancia interpupilar,
pues como vemos, estos aros no describen un arco de circunferen­
cia como en los modelos anteriores, sino que se desplazan horizon­
talmente. Las plaquetas se hallan soldadas a los aros.
El modelo Fitz-U. (fig. 254) es también bastante usado. Consta
de un vínculo rígido que une ambos aros y un sistema de dos
plaquetas articuladas ' por medio de un resorte. Las armazones
poseen dos topeé donde son atornilladas los ejes de las plaque­
tas. Sobre estos ejes vienen dispuestos resortes en espiral (uno en
cada uno) que se apoyan por un extremo en el aro correspondiente
y por el otro sobre una parte de la plaqueta. Por medio de este
.382 B. SCHCOLNICOV

■dispositivo, el resorte tiende a hacer girar la plaqueta correspon­


diente en tal forma que ambas disminuyen la abertura del puente.
A l apoyarse en la nariz las plaquetas se separan presionando
los resortes y la tensión de los mismos mantiene fijo el lente
_.sobre la nariz.

Fig. 254

Los lentes pueden ser también con ■aros o sin aros. Dentro
de los modelos vistos sólo se hacen sin aro el tipo de resorte
corto y el Fitz-U., en cuyo caso el resorte viene a la grifa del
sostén.

165. El anteojo de mano. —- Es esta la montura más antigua


y consta simplemente de un frente adosado a un manguito al cual
puede estar articulado o no, que permite sostenerlo delante de los
ojos. Para reducir su tamaño cuando no se utiliza, se introduce
el frente en una concavidad o corte al efecto, que por lo común
lleva al manguito. Otras veces este frente se puede ■plegar y se
desplaza hacia un costado; por lo común un resorte especial per­
mite mover el frente y colocarlo en su posición correcta.
Este tipo de montura tiene actualmente sólo valor histórico,
puesto que se usa muy raramente, es más bien un complemento
de la vestimenta, de ahí que existen todavía modelos que se conser­
van como curiosidades fabricadas en oro, plata y hasta de platino.
Otras veces son de carey incrustado en piedras preciosas o con
filigranas de oro.
A rm azones o M onturas 383

166, Monturas especiales. — El empleo cada vez más frecuen­


te de cristales protectores ya sea para radiaciones o agentes físicos
diversos, ha contribuido a la creación de modelos especiales de

Fifr. 2 5 5

monturas en algunos casos totalmente diferentes de aquellos usa­


dos para los cristales correctores. Estas monturas denominadas
antiparras, viseras,
- ...... .................-.... - — ----------— ---- --------------- anteoj os deporti­
vos, etc., suelen es­
tar confeccionados
en material plásti­
co, metal, goma,
baquelita u otros
materiales, tratán­
dose en todos los
casos de que en ra­
zón de su tamaño
F ig . 2 5 6
siempre mayor que
todos los comunes, no impliquen un peso demasiado excesivo.
El alummio s? utiliza modernamente para muchos tipos de anti­
narras de protección industrial, en razón de esta característica
Uigs. 255 y 256).
£ ap sap|oiu ap jo ija ;x a a;jud b| ua eiuod ap ‘sBf[
“a|oq SBuanbad o sb u b í laaeq b jh j sauinjjad BJsd sooanq sosba
souanbad Á SB^uana ouiod ‘BuaAOÍ ap 0[nDpjB uatq sbui e ig 'Bjoqe
sopBjquin^soDB souiB^sa anb b a:^uaiJJOD osn ap ¡Bua^BUi ¡a BJa ou
‘ ‘3 Bja B[ ap oj^uap 'apjB:^ sbui oqonui B:^SBq uhb á SBDoda SBjpnbB
apsap a^uauiBDiSqq 'sopdiSa so \ b uBipuaA o]; Á oiipiA uBiDBq
SOIJISB so| anb aqBS ag Q y qoGS ap B^Bp 'pBpgpg ap bdj0d
'uiBSsy-jax na opBj;uoaua ozoj:^ un jas aoaiBd ‘ongi^uB sbui
‘SBSO|¡pjB s B j j a i ; sb| a p u o p B u p ^ B o l o d SBpm
«a^qo s a [ B p ij T ;jB SBzaid a p odi; jauiud a^sa b opndsBj jod SBpBÍBq
-B j; 'sa¡Bjn|BU SBzaid s b [ a p ‘ o sB d u n u a Á n ;i ;s u o o a n b ‘BuaiBj|B a p
s o z o j; B iq s q 'sBAi^imiid SBquin:^ u a sopBj^uooua B j p a i d ap so¡
-n m % M uoD opB pzapí ’u a H u o \b bdouod as o ¡^ — - b w o i s i h *¿9 1

•oaj^TA o^a ad sB a u a i ; a n b
aaip as bidub^sus B^sa ap opuBna '\b % ouiod BpuB^sns eu n jbdi|
-i|BD ua:^iuijad anb sa ja p e iB D s o i ;o Á o p e j ¡a 'osa d ¡a 'e z a in p b[
uauai:| ou o ja d 'sajo¡oD sosja A ip ja u a ; u a p n s % a ;u a je d s B j; % bjb¡3
nos ‘ou isiu i ¡B u b ;iu ii an b o3 iu b B jo u a S iio ap sepuB^sns u a ;s ix a
aSaiBS
SB|sa ap Bpi|9S u o p n io s Bun^^ som uiJa:| s o j ^o ua s g -(Siío q ) U9isn|
ua so:|BJoq £ so^bdí|is ap o sofos so^BDqis 3P« eau aB ou ioq B¡3zaui
Bun ‘ ap B A isa ig ojd uoiaBDi|ipouí b¡ ap opB||nsaj 'a:|uajBdsBJ'|
BjJouiB BiouB^sns Bun sa o u p iA p ^oaiuDa; b:^sía ap o^und ¡a ( j

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[B BJBd BiJBsaoau Bjnpa{ ap u o i D i p e b[ u o d sajopauoD sa:|uaí j b a 3 | |
B i B Ú Bzi|i;n sor as uaiqiUB; saoaA sb j;q 'soaireiq saunuioa s 3 [ e % s i x j
so| ajqos BjauBin ap uauodiadris as anb jojod ap sa|B|sijo Bied
jBziipn uapris ag •a:|ua[ o ofoa:|U'B un b Bjn:|uoiii b|S3 jBiafns
íiaiiuijad anb soqauBg ap b u i j o j ua s e ;í !| B d s b j% o sop s o j b so¡ ii»
oiqniBO ua iiaasod ísB:^anbB'[d ap s o :| s i A O J d s a p oiad 'sa^ua| s o | b s e p
-loajBd SBjn:|iioiii uaÁn:|i;suo3 so;uaiua¡dns soq — ‘*so|uaina|iiiis

A03IM103H3S ‘S
386 B. SCHCOLNICOV

era entonces apretado y contorneado, con unas pocas decoraciones


hechas haciendo gotear otro vidrio en la extremidad de él mien­
tras todavía estaba caliente. Después que se había enfriado, la
arcilla se sacaba del interior de esta llamada botella, y esto dejaba
un interior rugoso y hacía más bien difícil producir formas muy
elaboradas.
Los antiguos obtenían su decoración por la aplicación de
hilos o pedazos de otros vidrios coloreados, en la superficie del
artículo mientras estaba todavía caliente. El próximo paso natural
fue la reunión de varias capas de colores diferentes y luego recor­
tar el extremo de las mismas. Era una progresión lógica desde el
tallado de las piedras preciosas, algunas de las cuales tenían capas
naturales de varios tonos.
Primitivamente tampoco era decolorado, siendo el único cami­
no de producir variaciones, los colores naturales de los minera­
les. Las formas eran limitadas. Hay muchos ejemplares de estos
vidrios en diversos museos, principalmente en el Museo Metropo­
litan de Nueva York y en el Museo Libbey en Toledo. Entonces
era fundido en pequeños recipientes, no mucho más grandes que
un gran florero, a baja temperatura y estaba lleno de impurezas
e irregularidades, pero bastaba para el propósito de aquellos tiem­
pos, porque la exactitud de las dimensiones y ■la perfección del
dibujo no estaban aún desarrollados.
Cerca de la era cristiana el hombre aprendió a soplar vidrio,
usando un soplete. Esto significó la producción de botellas de tama­
ño mucho mayor ■y de paredes más delgadas y de dibujos más
intrincados. El resultado, comenzó a ser mejor. En esta época,
la manufactura se expandió a varias partes de Europa, donde exis­
tió por un tiempo y desapareció muy despacio, para volver a
aparecer más tarde. El centro real de trabajos finos estaba en
el Imperio Bizantino. Es interesante ver que las decoraciones que
usaron siguieron las mismas direcciones generales que se usaron
en la cerámica decorativa y construcciones (edificaciones). Un
hilo de continuidad importante fue el arte veneciano. Des­
arrollaron recipientes más grandes, y con la ayuda de mate­
riales más puros, hicieron vidrios más trasparentes. Viviendo en
islas pudieron guardar en secreto una buena parte de sus descu­
E l V i d r i o 387

b rim ie n to s ; fo rm a ro n g re m io s y d ie ro n m u e rte a q u ie n e s ^divulga­


b a n su s s e c re to s (sic ).
“ C o m o s ie m p re , e n a q u e llo s a n tig u o s tie m p o s , la s s u p e rs tic io n e s
f o rm a ro n u n a g ra n p a r te d e l arte» E ra u n a n tig u o d ic h o q u e u n a
s a la m a n d r a p u e d e v iv ir e n e l fu e g o . E s é s ta u n p e q u e ñ o '^perrti
d e a g u a ” d e c o lo r ro jo m a r r ó n q u e v e m o s 'e n lo s c u rs o s d e l a g u a .
T o d o s lo s v e n e c ia n o s s o p la d o re s d e v id rio c r e ía n q u e e x is tía u n a
s a la m a n d r a v iv a e n c a d a h o rn o , y ‘ c u a n d o u n h o m b re n o e r a leal
a su g re m io y d e s a p a re c ía m iste rio s a m e n te ^ d e c ía n q u e s a lía n
la s s a la m a n d ra s d e l h o rn o y se c o m ía n a l d e la to r. E n n u e s tro s
d ía s, la p a r te d e l h o rn o e n la c u a l se ''c e b a '' e l v id rio se lla m a
to d a v ía 'l a c a sa d e l p e r r o '' ( H u x le y ) /'
E s te m o n o p o lio d e V e n e c ia d u ró c e rc a d e 400 añ o s. G u a rd a n d o
e l s e c re to co m o lo h ic ie ro n , los v e n e c ia n o s lo g ra ro n q u e la g e n te
e s tu v ie ra a n sio s a d e c o n o c e r lo q u e e ra . P o r ú ltim o la s C ru z a d a s
h ic ie ro n q u e lo s e u ro p e o s se in te r e s a r a n m á s e n e l v id rio , J u n to
con otras adquisiciones culturales del Este. Después de un tie m ­
po, los o tro s p a íse s —A le m a n ia , I n g la te r r a y F r a n c ia — d e se a ro n
desarrollar la fabricación que en nuestros días está centralizada en
las partes de esos países en que se inició. Todo esto necesitó si­
glos para cumplirse, porque fue junto con la lenta estabilización
de Europa y el desarrollo del arte gótico. El comercio prosperó y
con más dinero y comodidad, vino la cultura y el deseo de cosas
mejores, como c ris ta le s pintados para ventanas y copas para vino.
Los antiguos desarrollaron el uso de vidrios opacos, o grisáceos
tal como ellos lo hacían, pues en aquel tiempo no sabían como
tratar el mismo de modo de hacerlo incoloro, y no fue más que
hasta tiempos comparativamente recientes, probablemente en el
siglo XIV, que el vidrio blanco (Crown) fue fabricado. Fue en
Inglaterra donde usando combustibles mejores y materiales m á s
puros, este artículo fue realmente popular. Comenzaron a usar
el óxido de plomo en vez de la antigua arena, soda o caL L o s
ingleses encontraron también que usando guijarros de pedernal en
vez de arena, podían obtener un vidrio menos coloreado; así el
nombre de ''c r is ta l de roca”, que aún hoy se usa en óptica, sig n i-
fic a un vidrio pesado, aunque en general expresa material claro
o trasparente (Flint).
388 B. SCHCOLNICOV

Los últimos cien años han visto más progreso en la industria


que los quinientos años anteriores. Trabajadores científicos, inge­
nieros, maquinistas, han tomado los primeros esfuerzos rudos,
desarrollado grandes hornos, grandes máquinas y obtenido bajos
costos, de manera que el vidrio no es más una lujosa com o­
didad sino un articulo de comercio muy común, necesario a nuestra
vida diaria.
En el siglo xvii, cuando comenzaron a fabricarse los primeros
instrumentos ópticos se sintió la necesidad de mejorar las carac­
terísticas del material utilizado para estos fines. En realidad hasta
mediados del siglo el utilizado en óptica de precisión era un
vidrio ordinario, del cual se aprovechaban porciones de buena
trasparencia y homogeneidad
Se comienza con los trabajos de Euler y Dollon a calcularse
los primeros, merced a la combinación de un vidrio de cal­
cio (Crown) y uno de plomo (Flint). Posteriormente con colabora­
ción de Fraunhofer pudo un industrial francés Guinard producir
gran cantidad de vidrio para fines científicos, sentando las bases
de una técnica de importancia capital en estos días. Posteriormente
los trabajos de Abbe en el terreno de la investigación permitieron
el mayor desarrollo de la industria y la producción de diversos
tipos para fines científicos.

168, Composición química. — El vidrio es un material comercial


y los usos a que será destinado determinan el tipo a fabricarse.
Estos usos están en parte desarrollados para obtener un material
que responda al propósito deseado. La mayor parte del vidrio co­
mercial común u ordinario está hecho de arena, soda y cal.

Si O2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70- 75
O ....................... . 12 ^ 19 %
OCa ........................... .................. 5 »14 %

A menudo agregan otros elementos tales como magnesio, alu­


minio, ácido bórico, plomo, zinc, etc,, para variar la conducta
de la mezcla o las propiedades físicas o químicas.
Del punto de vista químico, se puede considerar los vidrios
como compuestos de óxidos: óxidos ácidos y óxidos básicos.
E l V i d r i o 389

La mayor parte de los constituyentes son considerados como


materias vitrificables y la mezcla de todos ellos en proporciones
adecuadas se denomina mezcla vitrificable.
Claro está que estas sustancias' vitrificables- no se incorporan
directamente como óxido sino por lo común, salvo la arena, como
carbonato o sulfates que por la acción del calor, se descomponen
durante la fusión trasformándose en los óxidos respectivos.
Así en todos los tipos de vidrios se establecen siempre dos
fórmulas:

a) La fórmula correspondiente a sus óxidos.

b) La correspondiente a la mezcla vitrificable.

La mezcla vitrificable siguiente:

Arena . . . . . . . . . . . . 100
Carbonato sódico . . . . . . . . . . . . . . . 28,10
Sulfato de sodio . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,14
Carbonato de calcio . . . . . . . . . . . . . 34,25

conduce a un vidrio de la siguiente composición centesimal:

Si O 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........... 73
Na, O . . . . . . . . . . .................. 13
Ca O . 14

A continuación tenemos las fórmulas de varios vidrios comunes.

Arena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
Carbonato de sodio . . . . . . . . . . . . . . 33,9
Sulfato de sodio . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,56
Carbonato de calcio ........................ 29,3

Esta también es común:

Arena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
Carbonato de sodio . . . . . . . . . . . . . . 23,73
3W B. SCHCOLNICOV

Sulfato de sodio . . . . . . . . . . . . . . . . 15,90


Carbonato de calc:o . . . . . . . . . . . . . ;20,32
Dolomita ........................................... 4,95
Carbón de madera . . . . . . . . . . . . . . 1

Esta última posee mayor complejidad:

Arena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
Bórax . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Feldespato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11,4
Nitrato de sodio . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Carbonato de calcio . . . ........ 22,4
Anhídrido arsenioso ............... . 1

En general los elementos que constituyen el vidrio pueden agru­


parse de la manera siguiente:

1) Vitrificantes
2 ) Bases u óxidos
3) Fundentes
4) Elementos accesorios
5) Elementos parásitos.

169. Vitrificantes. — Se ha comprobado que algunas sustancias


tales como el Si O2 y el B 02 O3 y el P2O5 tienen la propiedad de
poder existir en estado sólido anaorfo, perfectamente homogéneos
en todos sus puntos y presentando un aspecto particular denomi­
nado vitreo.

Sílice. — La sílice es la verdadera materia prima generadora de


todos los vidrios y el mejor de los vitrificantes. Existe en todos los
vidrios desde 100 por 100, en el cuarzo y hasta el 50 % en ciertos
cristales. La sílice no es fusible sino a alta temperatura, por lo
menos a 1800"? pero se hace fusible con los álcalis, con la cal y
algunos óxidos metálicos, principalmente el de plomo. El contenido
de sílice en un vidrio debe ser muy bien vigilado, pues un
E l V i d r i o 3il

exceso endurece el mismo y lo hace muy infusible. Un porcentaje


bajo produce en el vidrio una tendencia a la devitrificación, i
sílice tiene además la propiedad de aumentar la resistencia i_ :
materialj su dureza y su resistencia eléctrica y en cambio disminuye
el coeficiente de dilatación. Las materias previas son las arenas
silíceas, aunque a veces se usa directamente el cuarzo.
La arena debe ser de tamaño uniforme y grano medio, puesto
que si es muy fina forma espuma e hincha la masa durante lü
fusión. Por el contrario, si el tamaño del grano es grande, no
disuelve y en el vidrio aparecen las llamadas ''piedrcLs'\ Genercii-
mente es obtenida donde la arena es naturalmente muy limpia y
donde los granos pueden ser rotos fácilmente en un “ molino caza-
dor'', mediante gran cantidad de agua, y posteriorm ente' lavados.
Esta arena es cribada^ dejando solamente el polvo^ cuya pureza
está cerca del 99 %. La principal impureza que posee es el hierro,,
poderoso colorante perjudicial sobre todo para los vidrios de
óptica.
Múm. — Aunque el B 02 O3, solo se usa como auxiliar de la sílice^
para producir tipos borosilicios, su propiedad de fundente es muy
estimada y ayuda a la fusión de vidrios muy silíceos como el P irex,
a los cuales le comunica débil coeficiente de dilatación, también
aumenta la fluidez y facilita el afinado. Es un ingrediente muy
bueno para hacer cristales capaces de resistir rápidos cambios de
temperatura. Se utiliza como bórax o como ácido bórico.

Fósforo» — Los vidrios fosfóricos son raros. Los fosfatos aumen­


tan el poder vitrificante. El fosfato usado proviene de cenizas de
huesos y com o tal lleva un cierto número de impurezas. Hoy día es
un subproducto de la industria de la reducción de las rocas de
apatita.
Tanto la sílice como el _anhídrido bórico y los fosfatos dan los
radicales ácidos en el vidrio, o sea que construyen el armazón 0
enrejado que produce el estado vitreo. Las moléculas entonces al
unirse no lo hacen en forma regular y repetida, que sería estado
cristalino. La unión de los átomos hace grupos lo Suficientemente
anchos y lo bastante estrechamente unidos para yeducir la m o­
vilidad de manera que los cristales no pueden formarse tan fácil»-
mente cuando necesiten hacerlo.
392 i5. bCHCOLN-ICOV

, En realidad muchos investigadores se han ocupado de estudiar


la constitución del vidrio. Cuando gracias a los rayos X se demos­
tró que el concepto de cuerpo sólido está fácilmente ligado al de
red cristalina, fue natural esperar que mediante un nuevo método
de exploración se podía poner en evidencia la estructura micro-
cristalina de los vidrios én caso de existir. Justamente Scherrer
estudió a este respecto muchos tipos de vidrios y los diagramas
obtenidos por él, solo presentaban un fondo continuo sin zonas
opacas o rayas como las que proporciona el método de Debye-Sche-
rrer cuando se aplica a redes cristalinas. A igual conclusión arri­
baron Wyekoff y Jancay de manera que desde este punto de vista,
en su extructura no hay ninguna diferencia entre los vidrios y
los cuerpos líquidos. Por otra parte, algunas propiedades de los
vidrios, especialmente el índice de refracción y el coeficiente de
dilatación en función de la temperatura acusa un máximo muy
acentuado alrededor de los 575° C. (Long).

170. Las bases u óxidos básicos. — El óxido de calcio o cal, es


el más importante de los elementos básicos del vidrio. Los vidrios
comunes, en particular los de botellas, tienen un porcentaje en cal
mucho más elevado que los vidrios blancos. La cal mejora al afinado
dando fluidez al vidrio a alta temperatura pero lo hace menos
plástico y difícil de trabajar. El defecto principal es de aumentar
la tendencia a la devitrificación pero hace menos soluble al vidrio
en agua y lo hace también menos frágil aumentando su resistencia
mecánica y le da brillo.

La materia prima natural más importante es el carbonato de


calcio. Se emplea generalmente la caliza, aunque para ciertos cris­
tales se recurre al óxido de calcio.

Magnesia. — El OMg, aumenta en general la resistencia a los


cambios de temperatura y mejora las propiedades mecánicas.
Es un correctivo de devitrificación que permite disminuir el
porcentaje en sílice y la cantidad de fundente, es pues un ele­
mento de economía necesario para los vidrios de bajo precio. La
materia prima más empleada es la dolomita; carbonato doble de
magnesia y calcio.
E l V i d r i o 393

Barita.-—El OBa se utiliza sobre todo en la fabricación de vi­


drios especiales de óptica, de alumbrado y de frascos de perfume­
ría, pues aumenta el peso específico, aumenta el índica de refrac­
ción y comunica brillo; por eso se acostumbre llamar com o.m edio
cristal, al vidrio que tiene barita pues también da más elasticidad
y lo hace más sonoro. Su defecto consiste en disnimuir la resisten­
cia de los mismos. Las materias primas más empleadas son el car­
bonato de bario y también el silicato de bario.

Óxido de zinc, — Esta sustancia se emplea mucho en los vidrios


especiales para ampollas, pues eorrige las burbujas. Se emplea el
OZn casi siempre junto con la barita pues junto con aquella hacen
más fácil el afinado y dan un brillo y transparencia muy satisfac­
toria. La materia prima es el mismo óxido de zinc pero como se lo
emplea en vidrios especiales y en bastante pequeña proporción
debe ser muy puro.

Óxido de ploifio. — Se emplea en la técnica del cristal y en los


vidrios especiales. En los vidrios de plomo, la proporción de sílice
puede reducirse al mínimo. Aumenta enormemente la densidad
y el índice de refracción de ahí el brillo de los vidrios de plomo, lo
cual lo hace muy adecuado para cristalería de mesa; en cuanto a
SU' poder de refracción y dispersión lo hace muy recomendable
para vidrios de óptica. Por último da esa sonoridad característica
del cristal. De fácil manufactura, el defecto que posee es el de
ser poco elástico. Como materia prima se usa casi siempre el
PbgO^, que tiene que ser de' absoluta pureza, razón por la cual
las fábricas de importancia lo preparan ellas mismas.
171. Los füiideetes. Tienen por objeto la combinación de las
bases con los vitrificantes. I^os principales fundentes son el car­
bonato de sodio y el carbonato al potasio.
El efecto de estos fundentes es doble:

L-— Aumentar la fusibilidad, es decir hacen descender el punto


de transformación.
2. Aumentar la extensión de la escala de trabajo del vidrio.

Es decir que modifican la fusión y la viscosidad. Entre los dos


fundentes no existen diferencias notables y pueden emplearse casi
indistintamente aunque los vidrieros de Bohemia afirman que la
394 B. SCHCOLNICOV

potasa d a ' al vidrio más brillo. Muchos técnicos recomiendan la


m ezcla de ambos.
Las materias primas usadas son primordialménte el carbonato
de sodio (CO3 Ñas) y el sulfato de sodio (SO4 Na2>; en cuanto a
la potasa se emplea generalmente el carbonato (CO 3K 2).

11’2. Elementas secundarios o accesorios. “ Son los que entran


en la com posición d e l vidrio en pequeñas proporciones, exceptúan--
do los vidrios de color en los cuales estos elementos al actuar com o
colorantes adquieren gran importancia. Tienen por objeto decolo­
rar el vidrio y también auxiliares de la fusión y del afinado.
Citaremos prim ero los principales decolorantes:

M a n g a n e s » .E s el más antiguo y generalizado de los decolo­


rante y correctivos del vidrio, hoy en día va siendo relegado por
otros, entre ellos el selenio; pero sigue siendo un precioso auxiliar.
El manganeso es introducido bajo la forma del bióxido de man­
ganeso, M n 0 2 , que oficia de decolorante tanto químicamente com o
físicamente.
El papel químico de decolorante del Mn 0 2 , se basa en su gran
poder oxidante, que oxida al hierro presente dándole coloraciones
menos acentuadas; en cuanto al papel físico se reduce a los colores
complem entarios pues el manganeso dando sales, rosas o violetas
asegura la extinción de los tintes verdes y amarillentos del hierro.
Este ligero examen demuestra la complejidad del fenómeno que
hace la corrección muy -difícil, por eso los técnicos coinciden que
el m anejo del manganeso es .muy delicado aunque da vidrios más
finos que usando otrosdecolofaiites.

Óxido de N íq u el — De efecto más simple: compensa la colora­


ción dada por el óxido de hierro.

Óxido de Cobalto. — Es empleado en pequeña proporción com o


auxiliar de decoloración. Su papel es fácil de explicar; el color
azul intenso de los compuestos del cobalto es capaz de corregir
los verdes demasiado amarillos del óxido de hierro, de ahí la
posibilidad de decolorar mejor; debe ser usado sólo en dosis muy
pequeñas.
E l V i d r i o 395

Selenio, De empleo relativamente moderno es el más perfecto


de los decolorantes.
En cuanto a los cuerpos secundarios usados para facilitar la
fundición del vidrio y para acelerar el afinado son:
A cido Arsenioso: llamado arsénico en la terminología vidriera,
da lugar a productos volátiles que sirven para batir y homoge-
iiizar el vidrio así como para favorecer el afinado.
Se introduce ya sea en polvo o en conglomerados, la materia
prima es el anhídrido arsenioso AS2O 3.

Antimonio* — Aunque su papel no está del todo explicado, se


sabe que oxidándose y dando un compuesto volátil a altas tempera^
turas forma burbujas que baten al vidrio por el burbujero que se
origina. La materia prima es el anhídrido antimonioso Sb 2C)3.

Óxiáo de Hierro. El OFe (óxido ferroso) desempeña en los


•vidrios un papel análogo al de las bases, pero da compuestos colo­
reados de tono azulado. El 0 3 Fe 2 (óxido férrico), en cambio actúa
com o fundente dando también coloración amarilla.

AMniina. Substituyendo a la cal en pequeñas proporciones,


aumenta la resistencia del vidrio^ razón por la cual se la adiciona
a los vidrios destinados a ser trabajados mecánicamente. Tiene el
inconveniente de aumentar la coloración del hierro. Las materias
primas del O3AI 2, son feldespatos y arenas especiales.

Óxidos colorantes. — Tienen por misión conferir al vidrio poder


absorvente en la zona visible o invisible del espectro. Se han coii^
siderado con detalle en el capítulo de Cristales de color.
173. Elementos parasitarios. — Son elemetttos"qtle se encuentran
en los vidrios sin haber sido introducidos intencionalmente, aun­
que luego puedan tener influencia sobre las cualidades del trabajo
y sobre la fusibilidad.
Figuran en primer lugar los gases disueltos, SO3; CO 2; N 2;
H 2; etc., estos tienen la propiedad de aumentar la fluidez.
Otros com o el ácido titánico son llevados a menudo por la sílice
y se cree que hace al vidrio más infusible.

114* Fabricación del vidrio.-“ Las materias primas se pesan en


396 B. SCHCOLNICOV

las proporciones correspondientes y se mezclan mecánicamente.


Se agrega por lo general una pequeña proporción de vidrio roto, y
con esta carga se alimenta al horno a cubeta o los crisoles según
el tipo de vidrio que se desea elaborar.

Fusión y sus etapas. Es la principal operación en la indus­


tria del vidrio y la que más cuidados requiere. Se pueden consi­
derar en ella dos etapas principales llamadas: fusión propiamente
dicha y afinado. En el período de fusión las materias primas
funden y se combinan mutuamente dejando una masa vitrea libre
de partículas de arena y demás componentes de carga, pero
llena de gran cantidad de burbujas gaseosas. En esta etapa, el
vidrio llega alrededor de ISOO^C.
La etapa siguiente, el afinado, es la operación que consiste en
ultimar la homogeneidad del vidrio y en expulsar todas las bur™
bujas gaseosas, resultantes de la descomposición de algunas de las
materias primas, se facilita la operación aumentando la tempera­
tura de 1300 a 1400^.
El antiguo método de fabricación de vidrio era en crisoles. Los
crisoles han aumentado desde una capacidad de solamente algunos
kilogramos hasta un par de toneladas. Ellos pueden tener 1,5 m
de alto y están cubiertos, teniendo una boca ancha, haciendo el
frente; por la cual se introduce la hornada. También dentro de
esa boca el operario introduce una varilla o un soplador de hierro,
que es llamada “ apuntador” . Estas marmitas se hacen de una
arcilla especial capaz de aguantar temperaturas extremadamente
altas, y capaz de resistir el ataque del material caliente, porque
el vidrio en este estado tiende a disolver algo de arcilla. Even-
tualmente, después de un cierto número de fusiones, se debe usar
una nueva marmita. Los vidrios ópticos se hacen en marmitas
muy pequeñas, abiertas en la parte superior llamadas crisoles.
Se usa el crisol abierto, porque cuando se funde el vidrio hierve y
^M-bujea y finalmente tiende hacia una fusión tranquila. Cuando
f "^stá listo, la marmita es revuelta y enfriada un poco, aunque
loctavia caliente, de manera de permitir a las burbujas redisolverse.

Cisternas. La gran masa del vidrio, sin embargo se hace en


liornos tremendos, algunos de ellos conteniendo varias toneladas.
En las fábricas de vidrios se llaman cisternas y verdaderamente
E l. ¥ i d r i o 3 fy

son piletas de 8 metros de ancho y hasta 30 metros de largo


y con 0,50 a 2 metros de profundidad. En la operación del fundi­
do se llama “ baño de vidrio” . Esta cisterna (tanque), se fabrica
con bloques especialmente hechos de arcillas elegidas, calentadas
a temperaturas extremadamente altas. Algunas de ellas son fundi­
das eléctricamente y torneadas. Estos bloques pesan geoeralmen-*
te más d e '300 kg= cada uno. Estas cisternas se construyen. com o
parte del horno gigantesco muy semejante al horno de acero de
hogar abierto (Long). .
La mezcla 'de combustible y aire va hacia un extremo, quema
sobre la “ hornalla" y va hacia l a otra para calentar una pila de
ladrillos llamada "‘freno” , de manera que cuando el fuego vuelve
a la dirección . opuesta, estos ladrillos precalientan el aire para
alcanzar temperaturas cada vez más altas. Estas cisternas a pesar
de ser tan grandes tienen su temperatura controlada entre pocos
grados. El vidrio se mantiéne a un nivel uniforme a fin de que
no se desarrollen irregularidades llameadas “ cordones"' en las cua­
les' se forman zonas de composición diferente a la de la mayor
parte del material.
La cisterna está dividida en dos porciones; el tercio delantero
separado de los 2/3 traseros por lo que se llama la ‘'pared puen­
te” , para evitar que las impurezas vengan hacia adelante. Es co­
mún que haya agujeros en el frente, para que los operarios reú­
nan el vidrio en el extremo de un soplete o "‘apuntador” . El vidrio
no fluye en una corriente continua, y como gotea despacio un par
de tijeras lo corta. Por control de tiempo y temperatura, pesos muy
uniformes de estas ''gotas” caen en moldes donde las- máquinas
hacen los recipientes. Por supuesto si es un horno de^ vidrio de
ventana, el mismo fluye en una hoja continua y ancha o viene a
través de un horno del cual es arrojado hacia un intrincado meca­
nismo controlado que da láminas.
Combustible. — Uno de los materiales más importantes usados
en la fabricación del vidrio es el combustible. Por varios miles*
de años la madera fué el único combustible usado. Por último
comenzaron los ingleses a usar carbón en el siglo X ¥ IL Actual­
mente se usa sobre todo el petróleo.
Enfriamiento y siis etapas.— El enfriamiento del vidrio puede
efectuarse de tres maneras.
398 B . SCHCOLNICOV

Muy bruscamente^ o sea mediante el temple o estado de


tensión; da un vidrio heterogéneo.

2 ^ Con bastante lentitud; permite mantener una temperatura


uniforme en todo el espesor, da un vidrio bien homogéneo.

3^ Con extrema lentitud; provoca la cristalización parcial o


'^devitrificación” .

Durante el enfriamiento tiene lugar el trabajo del vidrio tanto


manual como mecánico. La manera o el modo de enfriamiento
puede tener una acción notable sobre la constitución y las pro­
piedades. La devitrificación es la aparición de cristales en la
masa más o menos compacta del material; es el defecto temido
por los operarios: el vidrio picado. Es un fenómeno al cual casi
ningún vidrio escapa. Tiene influencia en este fenómeno, cierta
temperatura favorable, la composición química, la velocidad de
■enfriamiento, etc.

175. E l temple del v id rio . — Consiste en un enfriamiento rá­


pido; puede practicarse de varias formas:
1° En una forma controlada y por lo tanto industrial.

2^ En el curso de su fabricación, pues el aire en el transcurso


del trabajo del vidrio lo templa, lo cual es un defecto que
obliga a un recocido.

Los vidrios templados se usan solamente hoy día en la fabri­


cación de cristales de seguridad para vehículos de transporte,
pues como en el caso de un accidente es imposible de evitar la
rotura de los mismos, se trata de que éstos no se rompan en
pedazos grandes y cortantes. El vidrio templado al romperse da
fragmentos tan pequeños que son casi carentes de peligrosidad.
En cuanto a las propiedades de éste son: disminución de densidad,
aumento de la resistencia al choque y a la flexión y aumento
de la resistencia a las variaciones bruscas de temperatura. Es de
hacer notar que es necesario obtener un reparto muy simétrico
de las tensiones si se quieren evitar rupturas espontáneas que
harían al vidrio templado inutilizable.
E l V id r io 3ii

El recocido es un tratamiento por el calor que comporta una


doble operación. El recalentado-a una temperatura lo bastante ele­
vada para hacer desaparecer .el temple de' fabricación seguido de
un enfriamiento metódico que debe ser bastante lento y al abrigo
de corrientes de aire para que la pieza no se temple de nue¥o.
El recocido se practica generalmente en hornos especiales.

176. Propiedades del Vidrio. Densidad. — Esta propiedad tie


ne importancia porque sirve para el control de la regularidad de
' la composición. También es importante porque hay una relacioíi
entre la densidad y ciertas propiedades ópticas como el índice
de refracción y la absorción.

La densidad de los vidrios es muy variable, es de 2,5 a 2fi en


los vidrios comunes mientras que un cristal o un semicristal
puede alcanzar 4,5 o más debido a su alto contenido en plomo, -

Los vidrios boro-cálcicos comunes, tienen una densidad com ­


prendida entre 2.50 y 2,60.

Por ^supuesto la densidad depende de la composición química


y puede calcularse de acuerdo a la- fórmula de Winkelman y
Scliott.

100
D - —
Bi a2 &S
-- -f — + —
Zi z. Za

en la cual ai, a2 y ^-¿ representamos los porcentajes de óxidos


constituyentes y Zi; Zo y coeficientes empíricos próxim os aun*-
que distintos a la densidad verdadera de los óxidos.
Los coeficientes propuestos en esta fórmula conducen median»
te la aplicación de la fórmula a valores que son^ según Englisii
y: Turner, algo bajos, habiendo estos, antes indicado coeficientes
que conducen a una mayor aproximación.. M orey y M erwin han
trazado un diagrama triangular que permite establecer rápida^
mente con suficiente aproximación la densidad de cualquier vidrio
sodo-cálcico.
En general, el recocido aumenta la densidad. Las variaciones
400 B. SCHCOLNICOV

son. del orden de una unidad en la segunda cifra decimal y pueden


alcanzar a dos unidades cuando el vidrio es templado.
Los tratamientos térmicos pueden hacer variar la densidad-del
vidrio Pyrex entre 2,234 y 2,240 y del vidrio Flint, entre 3,33§
y 3,352.

Diirexa. — Es una propiedad interesante pues influye en el


trabajo de tallado y pulido. Las superficies rayadas hacen per­
der una cantidad apreciable de luz por difusión.
Para medir esta propiedad, el método más simple y que da
resultados más concordantes es el del rayado. Esta operación /se
realiza mediante esclerómetros provistos de una puxita de dia­
mante, cargada con un peso conocido y con la cual se trazan una
serie de rayas paralelas y próximas cuyo , ancho se mide luego
con el microscopio y se expresa arbitrariam.ente la dureza por la
inversa del ancho de la raya obtenida, en milímetros. También
se expresa por la carga a la cual hay que someter el diamante
para lograr que una raya tenga un ancho dado con esclerómetros
como el de Marteris (Long),
Se puede estudiar la .dureza de .los vidrios por los dos métodos
conocidos. La dureza- de los vidrios están comprendidos entre 4,5
a 5 para los filtros extra-densos y 7,5 para los tipos más duros,
prácticamente de silice pura (Escala de Mohs).,
E.n general los óxidos alcalinos disminuyen notablemente la
dureza, siendo los potásicos más duros que los sódicos.
Por el contrario el óxido de 'aluminio, de bario, de magnesio
y zinc la aumentan considerablemente. El anhídrido bórico la
aumenta hasta casi el 10 % a partir de la cual comienza nueva­
mente a disminuir.
El óxido de plomo disminuye la dureza y la capa superficial
es siempre más dura que el interior,

E€siste.ncia a la tracción, La resistencia a la tracción de los


vidrios están comprendidos entre 4 y 10 kg/m m “'. A título de
comparación, un acero extra dulce tiene un carga de ruptura
tracción del orden de 40 kg/mm^,. Un acero extra-duro tiene
carga de ruptura de 100 kg/m m -. Para medir la'res.istencia a
? 5 «’-racción se utiliza generalm.ente pequeñas barras cilindricas de
^Vgnnos centímetros de longitud y algunos milímetros de espesor.
E l V i d r i o 401

Fragilidad,— Un cuerpo se dice que es frágil cuando su rup­


tura se produce apenas se sobrepasa ligeramente el límite de elas­
ticidad; los vidrios son muy frágiles a la temperatura ambiente.
Se m id e .generaJjnenté la fragilidad del vidrio por su resistencia
al choque. La fragilidad del vidrio en láminas fue estudiada por
Graf sobre hojas rectangulares de 30 x 20 cms. reposando Sobre
dos soportes colocados a 25 cms. Haciendo caer pesos variables
según el tipo de vidrio, él midió la altura h que determina la
ruptura 'y establece una fórmula que da eL trabajo W por cm*.
necesario para obtener dicha ruptura.

. ■ P X h
S

S = superficie de la sección transversal


El temple convenientemente ejecutado disminuye de una ma­
nera importante "la fragilidad.

¥is€©siiiaii, Respecto al proceso de fabricación dé los vidrios,


constituye la propiedad física más importante dado que intervie­
ne poderosamente tanto en el afinado como en el recocido y en
las diversas operaciones del trabajo del vidrio, soplado, prensado,
estirado, laminadOj etc.
Según la fórmula de Stokes, la velocidad de ascensión de una
burbuja de radio dado en el seno del vidrio, es inversamente pro­
porcional a su coeficiente dé" viscosidad

V = í. < L lA iA
g N
Una burbuja de 1 mm. de diámetro que se eleva a la velocidad
de 45 cm. por hora en un vidrio cuya viscosidad sea de liO poises a
1400^, recorre sólo 14 cm. en el mismo tiempo si la temperatura
baja a 1300^ pues la viscosidad en los vidrios aumenta rápida­
mente al disminuir la temperatura.
Los coeficientes de viscosidad de! agua, del aceite de ricino,
y de la pez a 20^ son comparativam.ente los siguientes;

Agua . , . . ............ . 1 centipoise


#02 B. SCHCOLNICOV

Aceite de Hcino . . . . . . . . 10 poises


Pez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10®’^ poises

La viscosidad de los vidrios ordinarios varía de 10^ poises a 1400°


hasta 10^^ poise a unos 500*? C.

Dilatación. — El conocimiento de la dilatación tiene importancia


práctica pues es la característica en tal sentido de influir en la re­
sistencia a los cambios bruscos de temperatura. Los vidrios tienen
por lo común una débil conductilidad térmica; resulta de ello que
si se somete un objeto de este material a un calentamiento rápido
■o un enfriamiento rápido se produce un desequilibrio de tempera­
turas entre las partes calentadas o enfriadas con las más alejadas.
Como el equilibrio tarda en establecerse, resulta de ello una gran
fragilidad, pues como el calor no se trasmite en forma rápida, las
capas sucesivas están sometidas a dilataciones diferentes. Esto se
agrava si el objeto es muy grueso. La industria ha producido vi­
drios tales como el Pirex y el Jena que resisten fluctuaciones de
temperatura sin quebrarse dentro de ^límites amplios, merced a
su pequeño coeficiente de dilatación.
' El estudio de la dilatación en los vidrios se realiza mediante
dilatómetros a registro fotográfico, como por ejemplo el dilatóme-
tro de Pellin.
La resistencia a los bruscos cambios de temperatura es función
de numerosos factores, además del coeficiente de dilatación, la re­
sistencia a la tracción, el módulo de elasticidad, etc.

Propiedades ópticas. — Las propiedades ópticas del vidrio tienen


importancia capital. No solamente como podría pensarse, ellas tie­
nen valor para los vidrios utilizados en anteojos e instrumental,
sino que también en vidrios de uso común para ventanas, parabri­
sas y aparatos diversos (inclusive aparatos para laboratorios- quí­
micos). A tal efecto la Farmacopea de EE.UU. codifica una serie
de requisitos ópticos que debe reunir el vidrio seleccionado de la­
boratorios. Debe utilizarse un vidrio filtrante especial para las
buretas, balones, etc. Desde luego el estudio y exacto cumplimien­
to de los requisitos- ópticos es fundamental en el usado para ins­
trumental de precisión, d^ ahí que nos ocuparemos en particular
de estas propiedades al tratar vidrios para óptica.
E l V i d r i o 403

177. Clasificación y cemposición de los principales tipos de ¥Í-


drios.
L — Vidrios blancos.
IL — Vidrios para botellas.
III.— Vidrios especiales. ■
IV. — Cristal y semi-cristal
V. — Vidrios de pequeña dilatación.
V I — Vidrios para óptica.
Los vidrios blancos son los más comunes y están formados
habitualmente por la combinación de: SiOo; ONa 2 OCa.
Existen un número considerable de fórmulas según el artículo
a fabricar:
Los vidrios para botellas, difieren en general poco de los ante­
riores y se caracterizan ■sobre todo por el óxido de aluminio cpie
entra habitualmente en su composición.

Si O , OCa Al., <57" re,, 0 ;, OMg ONa, 0 K%


65,47 14,31 1,67 0,10 10,94 0,55 3,21

Los vidrios blancos especiales tienen singular importancia por­


que - son los que se utilizan para la fabricación de material de
laboratorio, balones, embudos, vasos de precipitación, etc.
Entre ellos cabe destacarse el denominado vidrio de" Jena cuya
composición aproximada es:

Si O , Os
lio .. Ag O , OMg OZn OK
66,04 5,92 1,03 5,98 10,02 10, .

También tiene importancia por su uso como vidrio de labora­


torio y también actualmente de uso doméstico el vidrio Pirex
comprendido entre aquellos de poco coeficiente dé, dilatación^ es
con el anterior un vidrio con boro.

Si 0,, Bo^ Os ONa, A s, O3 O-í Fe-p.


80,5" 11,80 4,5 0,7 0,1

178. Vidrios de Óptica. — Antes de 1886 eran conocidas dos


404 B. SCHCOLNICOV

clases de vidrios: el denominado crown ordinario y el flint, los


cuales no lograban satisfacer todas las condiciones de acromati-
cidad y demás aberraciones exigibles a los instrumentos ópticos.
Abbe fue el primero que preconizó el agregado de otros mate­
riales diversos. Así se obtuvieron otras variedades:

P Croivn ordinario, — El principal ingrediente es el calcio


( 21; 1,52),

2^ Borosilicato crown, — El calcio es reemplazado por boro,


n: 1,52 a 1,60. No tiene mayores diferencias con el crown
ordinario.
39 Fluor crown. — Poco usado.
4^ Bario crown. — Se disminuye el porcentaje de sílice y se
agrega bario y boro; n: 1,54 a 1,61. Aumenta el índice de
refracción Éin aumentar la dispersión.

5^ Flint drdinario. — Gran poder dispersivo; n: 1,62 a 1,96. El


óxido de plomo aumenta el índice de refracción.

6'? Bario Flint, — Se disminuye el plomo y se agrega bario.


Los cristales poseen mayor índice de refracción pero igual
dispersión que el flint ordinario.

79 Vidrios horatados. — El sílice es reemplazado por ácido bó­


rico. Se agrega aluminio y plomo; n: L51 - 1,67.

Vidrios fosfatados, — El sílice es reemplazado por fosfatos.


Se agrega bario y boro; n: 1,52 a 1,59, Son vidrios inestables.
La primitiva clasificación en crown y flint, aunque ha perdido
su importancia debido a la creación de nuevos vidrios se mantiene
en forma genérica y así actualmente se denomina:
Crowus, — Vidrios de débil refracción y dispersión.
Fliets. —’ Vidrios de alta refracción y gran dispersión.
El tipo más móderno de vidrio óptico, concilla, una alta refrac­
ción con una baja dispersión. El vidrio flint es más denso y más
Kngroscópico que el crown y además, visto de canto suele tener
tonalidad amarillenta.
El crown por el contrario es más duro y menos higroscópico.,
EL ¥ ID RI o ' 405

El flint o cristal de Inglaterra fue producido principalmente


en este país a mediados del siglo XVIII. Para su fabricación, en
lugar de arena de cuarzo se empleaba polvo de silex o pedernal,
(Flint en inglés significa pedernal o piedra de chispa).
El origen de la denominación “ Crown” estriba en la forma
dada al vidrio ordinario al ser trabajado. Mediante la “caña” se
tomaba del horno de ocho a nueve kilogramos de material fundi­
do y se soplaba hasta obtener una bola o esfera la cual por rota­
ción rápida se aplastaba. Por la otra parte y mediante vidrio ca­
liente se le aplicaba un mango de hierro largo. Se sacaba la caña
y dispuesto de nuevo en el horno s^ le imprimía un movimiento
rotatorio, mediante el cual, debido a la fuerza centrífuga, la esfera
adquiría forma de corona (Crown, en inglés) que luego se cortaba
y se extendía para obtener el vidrio plano.
Las fórmulas más comunes para estos vidrios son:

Para el Crown:

Arena .......................................................... . . . 63 %
Carbonato de potasio (CO^K^) . .............. . 22 %.
Carbonto de sodio (COg Na^) . . . . . . . . . . . 6%
Carbonato de calcio (COh Ca) . . . . . . . . . . . 9%

Para el Flint:

Arena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Oxido de plomo 42 ■%
Carbonato de potasio 15 %
Nitrato de potasio . . . . . . . . . . . . . 1

Boro-silicado-Crown:

^ Arena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63 %
Carbonato de calcio . . . . . . . . . . . 3 %
Carbonato de potasio 14 %
Bórax . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 %

Las constantes más importantes de estos vidrios son las si­


guientes:
406 B. SCHCOLNICOV

T A B L A X V I II

Crown ordinarios

Indice de refracción ( n ) ' 1.50 a 1,55

Número de A bbe ■(V ) . 64 a 49

-Densidad .............. Mayor de 3

Flints

Indice (n) . . . . . . . . . . 1,58 a 1,80

Número de Abbe (V) 25 a 50

Densidad .. .......... . . . 2.50 a 5

Crowns horo-silicados

Indice de refracción (n) 1.50

Número de Abbe (V) . . 63 a -64

Densidad ................ . 2,2

Flint horo-silicados

Indice de refracción (n) 1,53 a 1,58

Número de Abbe (V ) . 51 a 44

Crown-bario

Indice de refracción (n) 1,54 a 1,66

Número de Abbe (V ) . 45 a 61

Flint-hario

■Indice de refracción ■(n) 1,55 a 1,61

Número de Abbe . . . . . . . 36 a 55
E l V i d r i o 4§T

.Los vidrios de ^óptica se clasifican en dos gm pos principales:--

Vidrios^ oftálm icos.’

2^ Vidrios 'ópticos.

179. Vidrios- o f t á l m i c o s .L o s vidrios oftálmicos más impor­


tantes pueden ser divididos de acuerdo a su uso y característi»
cas en:.C row n, Flint, Bario-Crown y Bario-Flint. Luego tenemos
ios vidrios coloreados y de absorción especiaL
El vidrio crown es el más usado para las lentes y es como ya
dijimos esencialmente un vidrio de sodio, cal y sílice, ■en cierta
forma similar a los mejores vidrios, laminados, con la necesaria
refringencia para obtener cualidades ópticas Generalmente cons­
ta de alrededor de 70 % de arena, 11 a 13 % de óxido de calcio
y 14 a 17 % de óxido de sodio.
Además posee pequeñas porciones de potasio, bórax, antimo­
nio, arsénico, etc., que son usado? para mejorar la calidad.
El vidrio flint, contiene 40 a 65 % de óxido de plomo, para
aumentar Ja refringencia o índice de refracción. Los otros ingre­
dientes son mezclas de 7 a 10 % de sodio, potasio y el resto de
arena. Su principal uso es en la fabricación de los bifocales fundi­
dos y los denominados lentes extra delgados.
El flint tiene alto peso específico y alto índice de refracción
y también gran dispersión. Los vidrios de bario son los más com­
pletos y los más difíciles de hacer de todos los vidrios oftálmicos.
Tienen 25 a 40 %, de barita, la cual tiene la propiedad de aumentar
el índice de refracción sin aumentar ía Aspersión. Los otros ma­
teriales usados* son la arena y pequeñas cantidades de Zinc, Alu­
minio, Boro, Calci-o, Antimonio y Zircornio.
Se utilizan estos vidrios de bario para acromatizar los bifo­
cales pues tienen las ventajas de los fundidos y ninguna de sus
desventajas (cromaticidad).

Fabricación de los vidrios oftálmicos (Bausch & Lomb).


El primer paso en la ■fabricación de los vidrios, oftálmicos es ia
408 B. S C H e O L N I C O V

obtención del crisol adecuado donde se efectuará la fusión del


m aterial
Estos se hallan constituidos por blenda, .caolín y .diversas arci­
llas cocidas adecuadas en proporciones diversas y sobre todo bien
trabajadas. Deben tolerar bien los cambios de temperatura- y de­
ben sobre todo ceder muy poca sustancia al vidrio fundido, no
deben tener impurezas Fe^ y Azufre y poca materia orgánica. Uii
^ep6sH.o de crisoles de una
iiiA-ierna fábrica se ve en
figura 257 (c), corres­
pondiendo solamente a un
enfoque parcial
Las fases de la fabrica­
ción de los crisoles son:
a) Molienda y tamizado,
... La arcilla cocida y la
plástica son mezcladas pa-
la seguridad del
.rorrpcto porciento de los
fíímaños de las partículas
para la obtención de la
fórmula fin a l La arcilla
cocida es llevada gradual­
mente a un estado de polvo
fi TIo y es usada como plás-
tica para formar el esque­
leto de los crisoles, para
llenar el espacio entre los
granos y pegarlos entre si. Fig.. 2 j 7 ■( a )
el caso de los crisoles
porcelana que son usados generalmente para la fabricación de
xn Jrío óptico, un pequeño porcentaje de feldespato en granos
finos, se agrega a la m.ezcla. El feldespato actúa como ayuda para
“^.7tí ir las partículás y las hace más compactas.

b) Mezcla, — Las sustancias para hornear se llevan a un se­


parador magnético que extrae todo el hierro posible y luego a la
E l Vi d h i o 409

máquina mezcladora. Este producto es mezclado con agua hasta


obtener una masa lo más homogénea posible.

e) ^Envejecimiento. Luego la mezcla es depositada húmeda-


y envejecida por un
período de alrededor
de tres meses. La ope­
ración aumenta la te­
nacidad y. lleva la plas­
ticidad d e , la hornada
a su desarrollo má­
ximo.
d) F a b r i c a c ió n .L a
mezcla es luego carga­
da en un m olde y fa­
bricados los costados y
el fondo. El tiempo
transcurrido en el m ol­
de es de dos días o algo
más, para endurecer a
F'ig. 257 (b)
la masa y que soporte
m ejor las altas tempe­
raturas; la operación
completa dura dos se­
manas (fig. 257, a y b).
p| becado, — El cri»
sol completo se seca en
cinco o seis meses con
cuidados y regulando
la temperatura, la hu­
medad, circulación del
aire, en cámaras seca­
doras adecuadas. Este
control, no sólo pre­
viene daños en el se­
cado sino que aumen- 257 (c)
ta la duración- y el uso de los crisoles. Actualmente se utiliza un
procedimiento que permite obtener crisoles en poco m.ás de un mes.
410 B. S C H C o L N I C oV

f) Calentamiento.— Los crisoles son calentados en una hornalla


conocida como “ calienta crisoles” a temperatura de unos 1200^ C en
condiciones constatadas de seguridad.
Esta operación requiere cuatro o cinco días y es una de las más
com^pletas, y se hace para secar completamente el crisol y hacer
más estables los silicatos. Luego el crisol es sacado de la hornalla
cuando llega a la temperatura a la cual el vidrio funde.

180. Elaboración de! v i d r i o . L a materia prima utilizada es


originaria de diversos países del mundo^ el lugar del abasteci­
miento se selecciona sobre todo en base a su pureza. El principal

Fig. 258

ingrediente: la arena se halla en abundancia en todas partes . y


forma el 12 % en las tierras muy pobres. Sólo unos pocos depósitos
conocidos, suministran la calidad adecuada para la fabricación
de vidrio óptico.
Los otros materiales provienen de diversos lugares. Estos ma­
teriales son refinados y transportados en polvo o prensados hacia
las fábricas donde se los purifica' químicamente. Los materiales
puros son pesados de acuerdo a una fórmula definitiva. Estos
materiales, que ahora reciben el nombre de “ hornada’' son mez­
clados científicamente en una mezcladora de concreto con paredes
E l V i d r i o 411

aisladoras de madera, para prevenir la contaminación con las par­


tes metálicas.
A esta mezcla se le agrega una pequeña cantidad de vidrio
escogido pero del mismo tipo, el cual templa más rápidamente la
mezcla de la hornada y ayuda a llevar a cabo y finalizar la ope-
ración. La mezcla de la hornada y del vidrio escogido es entonces
colocada en un crisol especial para ser sometido al calor de un
horno de fundición (fig. 258).
Más o menos 22 horas son necesarias para completar la opera-
ción, este tiempo se divide de la siguiente manera: 7 a 8 horas
para la fusión; de 7 a 8 horas para el afinado, y de 6 a 7 horas
a fuego lento para llevarlo desde la temperatura de fusión hasta
una temperatura conveniente para ser laminado.
Hace falta un gran control para él horno: temperatura, tiraje,
condiciones de la llama, presión, etc. Pequeñas desviaciones des­
favorecen al vidrio. Durante el proceso de la fabricación, la hor­
nada de materiales se fluidifica de pastosa hasta líquida, siendo
posible el agitado o removido de la mezcla, a fin de eliminar las
burbujas o semillas, y la mezcla del vidrio en un líquido homo­
géneo. El agitado hace que las burbujas aumenten de tamaño,
y puedan llegar a la superficie y escapar. La formación de gran­
des burbujas puede ser provocada por dos grandes batidoras hasta
finalizar la operación. Luego del afinado, y mientras el vidrio se
halla aún a gran temperatura, la agitación es reducida cuando
la mezcla es homogénea. Cuando el calentamiento se detiene, y el
vidrio comienza a enfriar, el agitado se suprime, es sacado el crisol
del horno y el contenido volcado sobre una gran mesa de hierro y
laminado por medio de rodillos, en largas planchas del grosor
deseado (fig. 259).
Estas láminas se vuelven duras, y el vidrio sólido es colocado
inmediatamente en un horno de templado, donde queda alrededor
de 8 horas, y luego se lo enfría lentamente a la temperatura de
la habitación. Las láminas terminadas, son cortadas en piezas
más pequeñas y cuidadosamente examinadas con respecto a sus
cualidades. Luego el vidrio es recortado en la medida aproxi^
madamente deseada y se le da un completo y verdadero tem­
plado.
412 B. SCHCOLNICOV

E stos pequeños bloques fabricados, sufren luego los sigu ientes


procesos:

Prensado, Se efectúa con la curva aproximada que tienen las


lentes. Esta operación se hace calentando las piezas hasta qu e
se hacen flexibles y luego son prensadas por medio de un molde
metálico y enviadas a través de una serie de tem.pladores hasta
que sean lo suficientemente aptos para ser manejables. Los blo­
ques en rústica son revisados, y sólo los más perfectos son utili­
zados para las otras operaciones.
Erróneamente se suele a veces denominar vidrio óptico al
vidrio utilizado para cristales oftálmicos. Del punto de vista téc-'
iiico, el vidrio óptico es otro producto, que si bien en su eo m p o -

Fig. 259

lició n puede no diferir mucho del anterior, varía en cambio, en


el m étodo de preparación y en la rigurosidad de los exámenes
físicos a que debe responder. Por consiguiente el vidrio oftálm ico
y el vidrio óptico son especialidades diferentes aunque ambos sean
vidrios para óptica.

Defectos:

19 Estrías o venas del vidrio: son producidas por una mala


mezcla del material, a la cual se le agregan partículas de
arcillas desprendidas de los crisoles. Para evitar esto es que
se agita mucho la mezcla.
2^ Burbujas: son formadas por los gases que se escapan de la
E l V idrio 41S

mezcla por la descomposición de las sales y el aire atmosfé­


rico. La eliminación de las mismas es ayudada agregando
soda o cal en forma de carbonato o nitrato, que forma burbu­
jas grandes que arrastran a las chicas (afinado).

3^ Piedras: el vidrio debe estar libre de piedritas o cuerpos


extraños y que provienen generalmente de partes de la
mezcla que no se ha fundido o partículas desprendidas del
erisoL

4^-Manchas lechosas: generalmente se deben a la ifnala técnica


de preparación.

5^ Deformados: se deben al mal templado. El temple se debe


hacer calentando a suficiente temeperatura; cuando todas
las deformaciones han desaparecido, se enfría lentamente.

181. Propiedades: Dureza, — Ei vidrio poseerá un conveniente


graao de dureza y tenacidad para dar buenos resultados en su
uso y no ser quebrados o averiados fácilmente bajo las condicio­
nes ordinarias.

Dilatación. La expansión o contracción, del punto de fusión


a la temperatura ambiente debe ser cuidadosamente controlada
dentro de límites estrechos de fusión a fusión. La expansión es
controlada por la composición química, y debe ser tal que los
diferentes vidrios utilizados para la fabricación de las lentes bifo­
cales fundidas puedan ser calentados. al mismo tiempo sin des­
arrollo de tensiones entre los segmentos en contacto. El vidrio
resistirá la acción del calor en la operación de fusión sin la for­
mación de nubes; una niebla observada ocasionalmente sobre
la superficie en la línea de contacto entre los segmentos en fu ­
sión perjudica a la lente bifocal fundida. Este defecto puede
ser debido a una superficie de cristalización o a la separación de
algún material sólido del vidrio y puede por lo general ser pro­
ducido por pequeños pero importantes cambios en la composición.
La temperatura de ablandamiento de los vidrios debe ser con­
trolada de manera que ellos puedan ser calentados a temperatura
lo bastante alta para permitirle ser trabajados sin volverse al mismo
414. B . S c h c o l n i c o v

tiempo lo bastante blando como para ■permitir algún-cambio o de­


formación de la curva.

182* Indice de refracción. — Es importantísimo para los vidrios


de óptica, pues en el mismo se basan los cálculos para el tallado de
lentes/etc. El índice de refracción varía para cada longitud de on-
áa y por lo común se toma como dato habitual para los cálcu­
los el correspondiente a la línea D. denominándose a tal índice no.
Las sustancias refringentes tiene distintos índices de refrac­
ción que dependen de la longitud de.onda de la luz considerada.
La relación entre el índice de refracción de un medio para
la línea “D” de Fraunhofer (sodio), la linea “C” en el rojo
y la línea F en el verde azulado ^el espectro solar, es una cons­
tante (o)) conocida como poder dispersivo.

nt- — n^-
no •
—1

La dispersión característica de las sustancias refringentes in­


dica, por medio de un número, el grado en que la. luz blanca es
separada en sus colores componentes y es siempre una fracción.
A cau§a de esto y para facilitar el manejo del factor de dispersión
se usa el recíproco: V. Llamada valor “nu” o número de Abbe o
índice de dispersión.

IIF IK;

A causa de que ¥ (nu)-‘es el recíproco de la verdadera disper­


sión, los vidrios y otros med‘os refringentes con un alto valor V,
tienen üna baja dispersión y vice-versa.

Transparencia. — Los vidrios tendrán un alto grado de trans­


parencia. Esta propiedad, que depende de su transmisión, es obte­
nida usando productos químicos de alta pureza y de crisoles que
resistan la acción corrosiva del material durante. el proceso de
fusión ,además de un cuidadoso control durante toda las etapas
de la fabricación.

Ausencia de coloración. - - Cuando la _transmisión es uniforme


E l ViDR-io 415

para todo el espectro luminoso y por encima del 95 %, el vidrio


aparece incoloro, puesto que mirando a través de él no se notarán
diferencias de colores en los objetos observados, o sea que éstos
no aparecerán ni siquiera ligeramente teñidos. Si, aunque posee
transmisión homogénea, ésta no es alta, el mismo presenta tonali“
dad grisácea. Tanto la transparencia como la ausencia de color
para el vidrio oftálmico llamado “blanco” no deben alterarse con
el tiempo.

' Isoíropia. — La constancia de sus caracteres, sobre todo el ín­


dice de refracción, debe tenerlas el vidrio' en toda su masa, cual­
quiera sea el sentido considerado. En estas condiciones se dice
que el vidrio es isótropo.

183. VIDRIO ÓPTICO. — La fabricación de vidrio óptico no


difiere en realidad de la de otros vidrios mas que en la técnica y
la calidad de los ingredientes empleados.
En general, la fusión de la mezcla se hace en pequeños hornos
circulares los cuales tienen un solo crisol en forma análoga a los
empleados en la fabricación del vidrio oftálmico, pero en este
caso, cada uno no sirve más que para una sola operación puesto
que el vidrio se deja en el mismo hasta su completo enfriamiento
y se retira en una sola masa de unos 400 kg., rompiéndose el
crisol. Este crisol debe reunir una serie de propiedades para no
echar a perder la masa del vidrio. El debe resistir temperatu­
ras de hasta 1600° sin sufrir principios de ablandamiento. Esta
destinado a contener un líquido que a tales temperaturas es fuer­
temente ácido y que ataca y disuelve las sustancias constituyen^
tes del mismo, o sea que en cierto modo, debe ser considerado
como uno de los componentes del vidrio que se obtenga.
La escasez de materiales que resistan temperaturas tan eleva­
das y la pureza que es necesario tengan los mismos, para no con­
taminar la masa vitrea con sustancias nocivas, hacen que el pro­
blema de la fabricación de crisoles sea uno de los más difíciles
de resolver.

Todas las sustancias que se emplean en la fabricación de vidrio


son analizadas para determinar su calidad. Los principies elemen­
416 B. S C H C O L N I C O V

tos perjudiciales son siempre el hierro y el cobre que aún en


proporciones mínimas colorean la masa del mismo.
Cada una de- las materias primas se p^san cuidadosamente,
una vez qite se encuentran molidas, se mezclan en proporciones
convenientes, colocándolas en bateas de madera y revolviéndolas
con palas de madera o si no se colocan en tambores de mezcla­
doras mecánicas, similares a la m ezcladoras.de cemento. La ope­
ración se da por terminada cuando la homogeneidad es la m ayor
posible, y esta mezcla está asi lista para ser puesta ei\ el crisol.
Los hornos empleados para estos fines deben poder alcanzar
temperaturas aún superiores a 1600*? o llegando a casi 1800"? no
alcanzadas por los hornos para vidrios y cristales comunes. Son
hornos a recuperación en los cuales los gases de la combustión,
ceden su calor a grandes paredes dobles que por otra parte
calientan el aire necesario para la combustión, elevándolo a me™
nudo hasta una temperatura mayor de 1600*?. El combustible úsado
es en general petróleo.
Dada la temperatura que se alcanza en la cámara de combus­
tión, los hornos deben construirse con materiales altamente re­
fractarios;- en general se emplean materiales aluminosos y eii la
construcción de las bóvedas se usan ladrillos de sílice. El horno
tiene una parte que se abre para permitir la entrada del crisol y
una pequeña puerta de trabajo para las diversas operacionas que
son necesarias efectuar. Puesto el crisol en el horno, se comienza
a calentarlo lentamente por medio, de un fuego auxiliar. El calen­
tamiento debe ser lo más uniforme posible, sobre todo, durante
el período de la deshidratación de la arcilla a fin de que la con^
tracción de ésta sea uniforme y regular en todas las partes. Una
vez que la temperatura llega a los 800^ se inicia el período de
fuego intenso, durante el cual se introduce en el crisol una cierta
cantidad de los sobrantes del mismo tipo de vidrio que se va a
fundir y que proviene de operaciones anteriores, después, paula-
■tinamente se^ pone la mezcla que se quiere fundir.
Enseguida suceden las reacciones de deshidratación de los
cuerpos que contienen agua como el carbonato potásico, el bórax.
E l V i d r i o 41T

etc., reacciones que absoryen calor y requieren una activación del


fuego del horno. Luego comienzan las descomposiciones de los
-carbonatos terrosos y de los alcalinos, que se funden disolviendo
la sílice. Ésta a temperatura elevada es fuertemente ácida y se
combina rápidamente con las bases, formando silicatos. Con los
materiales ya fundidos se procede entonces al “afinado” o 's e a
que se lleva la masa vitrea a una temperatura elevadísima para
asi conseguir la máxima fluidez y facilitar a las burbujas gaseosas
su subida hacia la superficie. Este efecto se ayudaba antiguamente
haciendo burbujear la masa, introduciendo en la misma, fécula

Fig.- 260 (C o rte s ía B. y L o m b )

de papas; pero tenía el gran inconveniente de dejar residuos car­


bonosos. Actualmente se obtiene esa agitación vertical por medio
de la volatilización del anhídrido arsenioso, impidiendo así que
se formen estratos de diverso peso específico. Durante esta ope­
ración se debe seguir con mucha atención la temperatura del
horno por medio de pirómetros registradores.
Terminado e l afinado, el cual ha conseguido con una agita­
418 B. S C H C o L N I C o V

ción vertical^ una gran dism inución'de las burbujas^ es necesaria


una agitación horizontal que se llama “ mezclado''. Como tam­
bién tiene que ser realizada a alta temperatura, presenta dificul­
tades prácticas. Esta operación que fue introducida por Guinand,
al principio se hacía a mano, pero actualmente es mecánica, con
m ejores resultados. El agitador está constituido por un tubo acoda­
do, en forma de L, revestido en su lado menor con el mismo mate­
rial refractario y sometido a los mismos procesos térmicos que el
crisol. A este agitador se le llama el ‘‘guinand’’ debido al nombre de
su introductor y está provisto de enfriamiento por circulación de
agua. Se lo introduce en el vidrio flúido y se efectúa el mezclado,
revolviendo continuamente hasta que se consiga la mayor homo-
geneidad posible (fig. 260).

Durante esta operación, la temperatura del horno debe sufrir


variaciones oportunas, diversas según el tipo de vidrio, luego se
reduce hasta que la pasta se haga muy viscosa, momento en el
cual se retira el agitador, se tapa el horno, se lo cierra comple­
tamente y se lo deja enfriar.

Aún el enfriamiento exige precauciones especiales y distintas


para cada tipo de vidrio. Algunos vidrios, si al principio se los en­
fría, demasiado lentamente, presentan la particularidad de “devi-
trificarse” en la parte superior, es decir de tomar una estructura
cristalina y no amorfa, lo que significa perder todo el material
en esas condiciones.

Después de algunas horas de haber cerrado el horno, se lo re­


gula a fin de que el enfriamiento sea lo más lento posible. Mien­
tras que cuando interesa dejar libre el homo de fusión, para una
nueva operación, sin esperar que el enfriamiento se haya termi-
nado ;entonces después que la temperatura a bajado de los 900^,
se extrae el crisol y se pasa a un horno especial donde se puede
seguir el proceso de enfriamiento.

La operación de enfriamiento dura de 10 a 15 días y debe ser


tanto más lenta,' cuanto más grandes sean los bloques de vidrio
que se quieran obtener. Cuando el enfriamiento es muy rápido, se
producen tensiones internas en el vidrio, las que hacen que al
extraer el crisol del homo, el conjunto se rompa en pedazos muy
E l V idrio 41§

pequeños* Por estas razones, durante el mismo se -m.antieiie i*


temperatura, según curvas que se obtienen experimentalmente.
Terminado el enfriamiento, se abre el horno y en general be
encuentra- el crisol rotoj normalmente en dos mitades y el vidriu
en bloques de varios tamaños* Con esto se ha terminado la opera-
cdón principal; pero aún ese vidrio no está en condiciones de cu
tregarlo al óptico que debe trabajarlo.

Una vez frío y roto el crisol se procede a una primera selec­


ción^ en la que se separa aproximadamente un 40 % de material
bueno (fig. 261). Los trozos elegidos pasan a lo que se llama ‘‘ iudí
deado o plasmado^\ Consiste en poner los trozos elegidos, y ai
acuerdo con su volumen, en cajas de material refractario que

Fig. 261 (Cortesía B. y Lomb)

puedan contenerlos y darles sus formas. Con esto se aprovecha


el máximo de los trozos aceptables. Puestos los vidrios en los
moldes de refractario (figura 262) ^ éstos se introducen en un
hom o eléctrico, en el cual calentando los conjuntos hasta una tem­
peratura cercana a los 600^, se obtiene que los mismos se ablanden
420 B. S C H C O L N I C O V

Y al adquirir consistencia pastosa tomen la forma d e los moldes y


queden una vez enfriados, unos bloques o panes de vidrio (fig 263).
Como los diversos tipos de v id r io tienen distintos puntos d e
ablandamiento que requieren enfriamiento diferentes, en cada hor-

Fig. 262 (Cortesía B. y Lomb)


neada se plasman o moldean los de un solo tipo, siguiendo la
experiencia adquirida en moldeados precedentes o con cálculos
nrenarados al efecto.
E l V i d r i o 421

El enfriamiento, .también en esta operación, debe seguir deter­


minadas reglas para eada vidrio y siempre ser hecho con mucha
lentitud, porque asi se obtiene lo que se llama “ recocido” , o sea
la operación por la cual la estructura molecular de la masa que­
da completamente amorfa o isótropa, y por lo tanto queda el!»

Fig. 263

m in a d o el d e fe c to de a n isotrop ia , q u e se ha v isto p re ce n te m é n te
y q u e cu a n d o es d e b id o a un e n fria m ie n to m u y rá p id o, tom a ta m ­
b ié n el n o m b re de “ te m p le ”

F íq . 264 (a) ( C o r t e s í a B. y C o m b )

Es importante h a cer n otar que cada tip o de v id rio p resen ta


una ca ra cterística p ro p ia en el intervalo de re c o c id o , o sea, la
zon a d e tem p era tu ra s q u e va desde un punto su p erior de calen­
422 B, SCHCOLMICOV

tamiento en el cual todas las tensiones existentes deben desapa­


recer por ablandamiento del ¥Ídrio, hasta un punto inferior' des»
pués del cual, cualquier enfriamiento posterior ,aunque sea rápido,
puede causar solamente deformaciones elásticas. Entre estas dos
temperaturas, el vidrio debe variar la suya en una forma tan
lenta que permita que en cualquier instante la temperatura sea

Fig. 26 4 (b) (Cortesía B. y L om b)

uniforme en todo el bloque, lo cual en la práctica es muy difícil


de obtener. A veces para los trozos muy grandes se efectúa un
segundo moldeado con recocido final.

A los bloques obtenidos Bel plasmado se le aplanan sus caras


por abrasión con arena o esmeril y de ellas, las dos opuestas y
las más distantes entre sí, se las pule para poder analisarlos in­
ternamente con diferentes métodos ópticos (figs. 264 y 265).

Los trozos que separan los diversos exámenes, se clasifican y


almacenan contraseñados en forma que, en cualquier instante, se
sepa con seguridad la fusión de la cual provienen.

Normalmente el rendimiento es de un 25 %, o sea, que del total


del material que se ha puesto para fundir, se acepta como bueno
E l V ibrio 42S

para su utilización aproximadamente la cuarta parte. Fusiones cmi


rendimiento mediocre se considern aquellas de las que sólo be

I "I

Fig. 265

acepta un 15 y hay algunas de las cuales se obtienen aún


menos.
424 B. S C H C O L N I C O ¥

VARIEDADES DE VIDEIOS PAEA ÓPTICA (B. y Lomli

Dispersión C ispersión parcial ¡


Denominación media Densi ■
T il» «D
Nr-N'c Np-N o 1 dad

20-2 C ro w n borosiiicado ..................... ^ ! 5170 0.(X)80l 6 4,5 0.00240 0,00 5 60 1i 0.00445 2 56


0 .3 0 0 0 ,7 0 0 I1 0,55 5
2 0 -i C ro w n borosiiicado ........................ 1 5110 0.00805 t)3 5 0.00237 0.00567 i¡ 0 .00449 2
0 295 0,70 5 1 0.55 8
70 Crown ordinario ................... 1,5125 0 00847 6 0,5 0.00252 . i 0 00596 ii 0.00478 2 AS
0 .29 7 0 .7 0 3 1i 0 ,56 4
lOO-l Bario C r o w n ...................................... 1.5411 0.00909 5 9.5 0 .00274 0 00635 1 0,00513 ■ 2 84
0.301 0 .6 9 9 i 0 ,5 6 4
120-! Bario Crown muy de aso ............ 1 6110 0.01039 5 8.8 0.00307 0 00733 0 00591 J 48
0 .29 5 0 705 0 569 ;

50-1 Crown oftálmico ............................. I .5230 0 00895 5 8,6 0 00264 0 .0 0 6 3 ! 1 0.00 5 10 i1 2,52
0 ,29 5 0. 705 0 .5 7 0 i
no- 1 Bario Crown denso ........................ 1.5725 0.009^7 57.4 0.00292 0.00704 0 .00570 ! 3 ,2 i
0,293 0 707 0 .5 7 Í 1
110-2 Bario Crown denso ........................ 1.5725 ■ 0 .01008 5 6.8 0 .00294 0 00714 0,00 5 78 3 21
0 292 0 70^ 0 ,57 3

120-4 Bario Crown muy denso ............ 1.6160 0.01118 55.1 0 .00328 0 ,00 7 90 0 ,00638 3 ,49
0 ,2 9 3 0 707 0.571

160-2 Flin,t telescópico............................... 1.5230 0.00949 55,1 0 00280 0.00699 0 .00544 2 61


0 .29 5 0 .70 5 0 ,5 7 3

120-2 Bario Crown muy denso ............ 1.6150 0.01124 5 4.7 0 00331 0 .00794 0 00646 J 49
0 294 0 .7 0 6 0 .5 7 5
Í30-1 FHnt luz de b a r it a ........................ l .5880 O.OIIOI 53,4 0.00322 0 00780 0.00632 3 31
0 .29 2 0 .70 8 0 574
160-1 Flint telescópico.............................. 1.5286 0.01024 51 .6 0.00299 0.00724 0 00596 2 73
0 ,29 2 0 ,707 0 582
140-1 Flin! de barita .................................. 1.5838 0.01269 46.0 0 .00368 0,00901 0 00750 3 29
....... ........................ .........-........ ......... . 1
0 290 0 UO 0 591
190-Í Flini luz ...................... , 1.5585 0 01227 45,5 0,003,58 0 00869 0.00726 3 08
0,292 0,708 0 592
140-2 Flint d^ b a r ita ................................. | i i . 6053 0.01388 43 6 0,00400 0,00987 0 00822 3 .5 0
- ................... i 0.288 t 0 711 0,592
Í90-2 Flint luz ............................................. . 5 7 2 5 1 0 01347 'i 42-5 0 , 00389 0 00958 0 .00 8 00 3 ,2 8
0 289 0,711 0 594
im -3 Flint luz ............................................. 1 5795 1 ü 01413 410 0,00406 0 01008 0.00850 3 28
0,287 0 .713 0.601
200-J
Flint ordinario ................................. 1.6170 0 01603 38 5 0 00460 0.01143 0 00970 3 60
0.287 0 713 0.605
m i Flint ordinario ................................. 1.6160 0 01674 i 36 8 0 00482 0 01192 1 0 01018 3 60
0 288 • 0 712 i 0 608
200--2 Flint ordinario ....................... .. 1.6170 0.01686 36 6 0 00481 0 0J197 i 0 01025 3 60
0 .28 5 0.71() ' 0 .60 8 i
210-2 Flint denso ........................................ 1,6490 0 019-20 3 3 .8 0.00545 0.01374 i 0 01183 1 90
0 284 0 .7 1 6 ! 0 616
210-1
Flint denso ...................................... - i 1 6660 0.02049 32 4 i 0.00581 0 01468 O í* 268 i 4 02
1 0,284 0 717 1 0 619
2 20-!
Flint extra d e n so................... 1.6890 0 02230 3 0 .9 ;■ 0 0D 6JI 1 0 01598 0 01389 ; 4 23
1 0 283 1 0.717 ; 0 623
220-3. F Jin t extra d e n s o ............. 1.7200 j 0 02457 29 3 i 0,0069! i 0 01767 , 0,01538 1 4 45
1 0,281 ' 0 719 0 626
CAPITULO XIII

LA RECETA"^'OFTÁLMICA

184. La receta oftálmica es la prescripción u orden donde el


médico oculista indica los cristales, lentes o prótesis, al paciente
respectivo.
Estas recetas no responden en general,a un ordenamiento fijo
j permanente establecido/ sino que por el contrario^ hay algunas
sumamentes sencillas con pocos datos, y otras con gran profusión
de detalles y medidas a veces innecesarios, o que correspotiden al
técnico que la va a ejecutar. Se halla' formada habitualmente por
la- siguientes partes:

a) Nombre y datos del médico.


■r"'
b) Nombre y datos del paciente.
c) Detalle de los cristales a prescribir.
d) Diagrama trasportador para los ejes de las lentes astigmá­
ticas o los prismas.
e) Aclaración sobre las monturas o armazones.
f) Distancias interpupilares*
g) Observaciones.
h) Fecha y firma del facultativo.

La figura 266 representa una receta bien detallada, g r a c ia M


la cual se pu^ede hacer constar todas las indicaciones indispepsa-
bleé para la buena ■ejecución de los anteoJps ordenados.
428 B. S C H C O L H I C O V

áegradee, polarizantes, etc.


En lo referente a la potencia expresada para las lentes corree»
torasj es de vital importancia si la misma excede de cuatro diop-
tríaSj que se aclare si el poder solicitado es esferom étrico o poder
frontal posterior.

18i* SigBos j abreviaturas. — Los signos y- abreviaturas más


comunes utilizados en óptica oftálmica^ son los que se detallan a
continuación:

A O significa: Ambos ojos


O D Ojo derecho
O I Ojo izquierdo
Esf, Esférico
Cil Cüíndrico
D Dioptría
€x Convexo
Ce Cóncavo
A Prisma (dioptría prismática)
© Prisma (grados de prisma)
Desc Descentrado
Combinado con
Ai . Adición
Seg Segmento
D I Distancia interpupilar.

187, Interpretación de recetas con lentes esféricas. — Las rece­


tas de lentes esféricas resultan generalmente las fnás simples para
interpretar en razón de que este tipo de cristales son los menos
propensos a crear confusiones al encargado de ejecutar la pres­
cripción.
Una clásica receta de lentes esféricas puede ser la siguiente:

A O: Esf — 3,50 D
Donde como vemos se indican lentes negativas de una potencia
de tres dioptrías y media. No se hace mención si los cristales serán
chatos o curvos, pero siendo este último tipo el más usado actual­
mente debe preferírselo, en razón de su mayor bondad como lentes
correctoras. La base a elegirse en este caso puede ser la de los m e­
L a R e ce ta O ftá lm ic a 429

niscos, o sea curvatura seis. Tampoco se hace mención en la receta


de la tonalidad de los cristales por lo cual debe interpretarse que
los mismos serán incoloros o habitualmente denominados ’^^bláncos” .
En el caso siguiente se prescriban:

A O :.E sf + 12 D

De acuerdo a la graduación indicada, es de especial importan»^


cia aclarar si el poder solicitado es Esferométrico o Frontal, pues
como sabemos la- diferencia entre ambos puede ser aún superior
a 0,50 Dioptrías.
Una prescripción común a veces t o los talleres de óptica es la
siguiente:
O D : + 1 D
O I : -f 1,50
Tóricos

En la misma solicitan cristales esféricos ''tóricos"’^ lo cual


es completamente erróneo puesto que las lentes esféricas se fa­
brican únicamente con curvaturas esféricas y por tal-circunstan­
cia este tipo de lente no puede ser^ tórico. El error proviene de
que que se ha deseado prescribir cristales de form a curva^ por I0
común, meniscos y se ha utilizado- inadecuadamente la denomi­
nación respectiva.
A continuación tenemos varios ejemplos de prescripciones es­
féricas:
A O :.E sf + 2,00
Chatos

0 D : ;Esf 175^^,
0 1 : Esf l,2 f
Meniscos

0 D : Esf - 0,50
0 1 : E sf.-^0,25
(Para cerca)^
(Crookes A )

A O : Esf — 18 D.
(Lenticulares facetados bicóncavos)
Fieuzal- II
426 B. SCHCOLNICO^

D r....

Nombre..... edad.:
D om icilio.

Esf 1 Gil Eje Prisma *Notación Color Base


O I
LEJOS
O D

O D
C ERC A
O I

V ISIÓ N O D
IN T E R M E D IA
O I

Observaciones

Diagrama para los ejes

D. interpupilar " Betalles fundamentales de las monturas


Lejos .....................
C e rca .....................
■Media

F ech a .

Firma
L a R e ce ta O ftá lm ic a 42*1

Es interesante hacer resaltar que mientras en las recetas habi­


tuales que se refieren a medicamentos de tipo -farmacéutico,
n o figura el nombre del paciente, generalmente por la n « 2esidad
•de mantener el secreto profesional^ en las recetas oftálmicas por
el contrario, se hace necesario que dicho ■nombre este bien ac,la-
rado para evitar posibles errores y por. ser este un dato que
asienta en el libro copiador de recetas

185. Detalle de los c r is t a l e s .E s éste, el aspecto más


sante de la receta y el que abarca mayor número de comeiitaiios
y extensión.
La descripción de los cristales se hace independientemente paxs
cada ojo, indicándose primero el ojo derecho y luego el izquierdo
En este orden debe interpretarse siempre, aún cuando el m édico
hubiese omitido la denominación del ojo respectivo.
' Debe indicarse además, si los cristales prescripios son para
-visión cercana^ lejana o intermedia, pues en los tres casos la dis­
tancia interpupilar varía, siendo la medida exacta de la misma
un dato de vital interés para el exacto centrado de las lentes.
A este respecto es importante hacer notar que muchas veces
el paciente al concurrir al consultorio solicita cristales para visión
^‘de cerca” cuando en realidad se refiere a las lentes que precisa
para trabajar. Como por ejemplo, un carpintero, etc. En este
caso se refiere en realidad a lentes para visión 'Interm edia” .
De no prescribirse las mismas, correctamente, habrá diferencia
en los anteojos, no sólo en la graduación necesaria sino también
en el centrado. Así, si la persona es un présbita que necesita cris­
tales para ver correctamente a un metro de distancia y se le indica
la potencia para 30 ó 40 centímetros, se lo transformará en un
miope por exeso de convergencia recetada.
Las lentes indicadas pueden ser esféricas, cilindricas o esferoci-
líndricas, así como también pueden ser prismas, o la combinación
del prisma con la graduación; o sea lentes prismáticas. Igualmen»
te pueden ser con cierto tinte o bien incoloras. Todos estos datos
irán especificados en la fórmula correspondiente.
Puede solicitarse bifocales, en cuyo caso se hará notar este
detalle en la parte de observaciones. Lo mismo, si se tratase de
algún otro tipo especial de lentes como ser lenticulares, unicolor,
430 B. S CHCOLNICOV

188* Interpretación de recetas con lentes cilíniricas y esferD-


cilindricas, “™La posición del eje en las lentes cilindricas y esfe-
ra-cilíndricas es de capital importancia, pues como ya hemos
establecido, un mismo cristal pero cuyo eje ocupe posiciones dife­
rentes, no se com porta de igual manera ópticamente.
+ 1 ¡O

+1:
e je h oriz on ta l eje vertica l eje ob licu o

Asi por ejem plo: cil 4- 1 eje vertical, expresa que su contraeje,
o sea su poder máximo, se halla horizontalmente. Así también cil
+ 1 eje en 135^ indica que su poder máximo se halla en 45^,
Las posiciones relativas de las lentes- cilindricas y esfero-cilin-
dricas en las recetas oftálmicas se miden en grados de acuerdo a
los ángulos que forman los ejes con la denomina Línea de cali­
brado u Horizontal de los ojos.

\
t
Ftg. 26/

La línea de calibrado u horizontal de los ojos, también deno­


minada línea de las papilas, es la línea teórica que atraviesa hori­
zontalm ente los ojos a la altura de las pupilas (fig. 267),
Si ambos ojos no se hallan en un mismo plano, existen por
consiguiente dos líneas de calibrado, una para cada ojo respecti­
vamente.
En las recetasoftálm icos, se expresa la posición del cristal
astigmático, en base al ángulo que forma el eje del mismo con la
línea de calibrado, para cada ojo independientemente.
L a R eceta O f t á l m i c a 431

L o s e je s d e la s le n te s cilindricas p u e d e n f o r m a r ángulos ¥ a ri%


bles con dicha horizontal^ entre cero y ciento ochenta grados. Toda§
las posiciones posibles pueden ser calculadas exactamente utili­
zando un diagrama en forma de transportador que consta de varias
circunferencia concéntricas marcadas en grados de la siguiente
forma (fig. 268).

Fig, 268

De cero hasta ciento ochenta, contando en sentido contrano a


las agujas del reloj, en la semi-circunferencia superior; y comen­
z a n d o otra vez de cero hast-a- ciento ochenta para la semi-circun­
ferencia inferior.
En otra circunferencia concéntrica dividida también en dos
mitades como la antedicha, los ángulos varían en el mismo sentido
de las agujas del reloj; de cero hasta ciento ochenta y luego v u e l­
ven a comenzar. E l ángulo será en todo los casos, cero, o lo que
es lo mismo, ciento ochenta grados cuando el e je coincida con
la línea de calibrado.
Las diferentes posibilidades para tomar los orígenes de los
ángulos a medir, han determinado la aparición de diversos siste»
432 B. SCH COLNICOV

mas denominados Notaciones de los cuales los más habituales son


el denominado T.A.B.O, y el Internacional
Con respecto al diagrama para expresar la inclinación de los
ejes en las lentes astigmáticas, debe consignarse que el esquema
colocado a la izquierda corresponde al ojo derecho y a su vez, el
esquema colocado a la derecha se refiere al ojo izquierda, como
si ambos ojos del paciente estuviesen frente al operador (fig. 269),
Esta disposición supone que el médico y, por supuesto, también
el operario tienen' al paciente delante de él.
Algunos operarios suelen, para interpretar la inclinación de
los ejes, colocarse en v.1 lugar del paciente o sea como si leyesen
la receta ''por retrás’'. Debe tenerse especial precaución en estos
casos de que la colocación de los mismos no quede invertida.

90

O D. O I -
(ojo derecho) (ojo izquierdo)
Fig. 269
Notación Standard o T .A .B .O . — Es el sistema actualmente más
utilizado, a tal punto que cuando en una recta, por cualquier cir­
cunstancia no se especifica el sistema de ejes, debe emplearse
este mismo. Sus iniciales: T.A.B.O. provienen del congreso cele­
brado en Alemania en el año 1917 donde fue adoptado (Techmcal
Auschllus Brillen Optick).
Para interpretar esta notación debemos suponer que en la mis­
ma se observa de frente al paciente, con lo que el ojo derecho de
éste estará á la izquierda del operador y por consiguiente, el iz­
quierdo a la derecha, tal como se ve en la figura 270. La gradua­
ción cero se halla en ambos ojos a la derecha del observador y
la graduación 180 a la izquierda. Los ángulos aumentan en sentido
contrario al movimiento las agujas de un reloj.
Considerando la escala inferior, tenemos que la graduación cero
se halla a la izquierda* del observador y la graduación 180 a la
derecha, pero igualmente los ángulos aumentan en sentido con­
L a R eceta O f t á l m ic a €33

trario al movimiento de las agujas del reloj, y ciento entre cero


ochenta grados. Para inclinaciones iguales en ambos ojos, los ejes
de las lentes serán paralelos.

Notacién Iiiteniacioiial d ' B i — Fue adoptada en el Congreso


Internacional de Oftalmología de Nápoles de 1909.

o D o I
Fig. 2 7 0

La única diferencia con el sistema anterior


radica que para en
el ojo izquierdo el orden de la colocación de las graduaciones Cero
y 180 está invertida. De esta forma para el' ojo izquierdo los
ángulos aumentan en el mismo sentido de las agujas de un r,e!o|.

im

O D O I
' Fig. 271

Además se verifica para la escala superior, ambos ceros, coinciden


con la posición nasal y los 180 tienen posición temporal (fig. 271).
En cambio, para la escala inferior, ambos ceros son témpora^
les y los 180 son nasales. Además^ com o consecuencia, para indi-
434 B . SCHCOLNICOV

naciones similares, de los ejes en ambos ojos^ éstos no son parale­


los entre sí. En definitiva entonces, el ojo derecho en la notación
Internacional corresponde a la notación Standard, y en cambio el
ojo izquierdo tiene sus graduaciones invertidas.
El diagrama transportador^ permite verificar la relación entre
inclinaciones en ambos sistemas, pues sus graduaciones son dobles
tal como se ve en la figura 268^, y permiten por razones de com o­
didad efectuar las conversiones a la Standard, para lo cual no
mas que leer directamente en dicho cuadrante el lugar donde
ambos datos, coinciden.
La tabla indicada a continuación nos da estas relaciones:

T A B I iA X X

I nte rna c. Standard Inte rna c. Standard

0 — 1809 0 — 180^ 50 130 -


5 175 55 125
10 170 60 120
15 . 165 65 115
20 160 70 110
25 155 75 105
30 150 80 100
35 145 85 95
40 140 90 90
45 135

Notación del Cero Frontal, Superior o Simétrica. — Este tipo


de notación más original y más com pleja que las anteriores para
la interpretación y ejecución de las recetas, considera el origen de
los ángulos en sentido vertical, coincidente con la graduación 90^
de las anteriores. Además, a diferencia de todas ellas, solamente
considera variaciones hasta ángulos de 90°, los cuales corresponden
en razón de la simetría y del sistema, con los dos extremos de la
horizontal o sea las posiciones de Cero y 180^. Con el fin de aclarar
la orientación de los ejes debe por consiguiente indicarse si la in­
clinación de los ejes se debe medir en sentido nasal o temporal.
La R eceta O f t á l m ic a 435

Una prescripción hecha según esta notación, es la siguiente:


(fig, 272).

O D : Cil — 1,75 en 30® . Cero Frontal, lado nasal


O I : Esf — 0,25 () Cil 1,00 en 15^ . Cero frontal, lado temporal

O D o I
Fig, -272

Esta receta como vemos corresponderá en la Notación Stan­


dard a: (fig, 273)
lo
kO

•(to
f
1 /
/ \
i ^ ilo
/
1 /
'
\
» 0
oD OI
Fig. 273

O D : Cil — 1 en 60^
O I = Esf 0,25 O cil - 1,00 en 75^

189* Ejemplos de conversión de diferentes notaciones a la Stan«


dard* — En razón de su simplicidad y quizá debido a la cosumbre, la
mayoría de los operarios prefieren trabajar con la notación Stan­
dard y debido a ello, 'en..presencia de una receta en cualquier otro
tipo de notación, la transpasan a la Standard o Tabo.
La precaución primordial en estos casos en representar previa­
mente en ambos cuadrantes, (el correspondiente al ojo derecho j
previamente al izquierdo) la inclinación de los ejes y recién enton»
ces comparar con la Tabo y efectuar el cambio.
436 B. SCHCOLNICOV

Ejem plo m 1: (ñg. 274)

AO Cil — 2 en 45^ TABO inferior

O D O l
Fig. 274
La notación Tabo inferior se corresponde exactamente con la
superior de tal manera que se marcan directamente los cristales
como si viniesen en esta última.
Ejemplo 2: (fig. 275)
AO .: Cil -f 0,75 en 30^ (Internacional)

m 4ÍP
O D O I
Fig. 275

En la notación Internacional sólo cambia el ojo izquierdo, el


derecho corresponde al Tabo,

4P O lio
O D O I

Luego queda:
O D : Cil + 0,75 en ■30^
O I ! Cil 4- 0,75 en 150^ { TABO
L a R eceta O f t á l m ic a 437

'Cuando en la receta se indica: doble cero nasal, sin nada mas,


debe interpretarse el cero Internacional que corresponde a la gra­
duación superior, salvo aclaración de otra índole. En'cam bio en el
ejemplo siguiente:

Ejemplo m 3: (fig. 276)

0 D : Cil + 1,25 en 180^

01 : Esf -f 1 () Cil -t- 1,75 en 20^


(Doble cero nasal, escala inferior)
f 1 ‘
/ I ^ /
/ \ /
/
y

O D C) i
f i g . 27b
Este ejem plo no corresponde al cero internacional, puesto que

para el internacional^ la es­


tú cala inferior tiene sus ceros
temporales.
El o jo derecho no cambia
puesto que coincide con uno
u otro caso. El o jo izquierdo
como es fácil ver tampoco
cambia puesto que coincide^
exactamente-, con la escala
Standard inferior.
Pero si el ojo derecho es­
tuviese en otra posición: por
ejemplo 110 , debe pa^ar a 7CF
Fig, 2 7 7 para corresponder a Stan­
dard (fig. 277).

Ejemplo 4: (fig. 278)

O D ; Cil 4- 0;25 en 50° nasal


Cero frontal
O I : Cil -r 0,50 en 50° temporal
438 B . SCHCOLNICOV

Debe variar la mclinación anotada para ambos ojos. Le co­


rresponderá:
O D : Cil + 0,25 en 40^

O I : Cil + 0,50 en 40^

en notación Standard o Tabo.

OD OI
FÍ0. 278

Los ejes son paralelos en ambos ojos.

Ejemplo m 5: (fig. 279) .

AO : Cil + 3 en 20^ Nasal (cero frontal)

OD OI
Fig, 279

Corresponde el siguiente cambio:

O D : Cil + 3, en 70^

O I Cil + 3 en I I P

en sistema Standard.

190. Interpretacién de recetas con lentes bifocales, General­


m ente las recetas donde se prescriben lents bifocales vienen para
los casos más simples redactadas en la siguiente forma:

L ejos: A O : Esf 4- 1

Cerca: A O : Esf 4- 3

Bifocales
La R eceta O f t á l m ic a 439

Lo cual gráficamente se puede representar de la siguiente ma­


nera:
Esf + 1
Esf

La diferencia de poder entre la visión de lejos y la de cerca com o


ya hemos establecido en el capítulo correspondiente, es siempre
peder esférico positivo^ que hemos denominado también ‘‘adición”.

A O :
Esf - 1

La adición es + 2 y como vemos ,en el miope la potencia con­


vergente para la visión de cerca es menor que la potencia para
lejos. El poder para cerca puede, inclusive, expresarse en valo­
res positivos si la adición es suficiente o también, puede el pa­
ciente no precisar corrección para leer.; tal como en los ejemplos
detallados a continuación:

Lejos: A O Esf —- 2,50


Cerca: A O Esf 4- 1,25

Siendo la adición en este caso de -h 3,75.


En esta otra en cambio:

Lejos: A O : Esf — 2,00

Agregar para cerca: Esf 4- 2.

Luego por consiguiente el bifocal será:

Esf 2,00
A O
Neutro

En el caso frecuente de muchos miopes que para leer se quitan


sus anteojos.
Cuando en la prescripción de bifocales entran lentes astigmá­
ticas las mismas son un poco más complejas de interpretar.

Esf -f 1 O Gil -f 1 en 10^


A O :
Esf + 3 O Cil -f 1 en 10^
440 B . S C HC o L NI C o V

El p o d e r c ilin d ric o p a ra la v isió n d e le jo s y de c e rc a es el mis­


mo o sea que no c a m b ia , p u e s co m o ya d ijim o s la d ife re n c ia de
lejos y cerca es siempre poder esférico positivo. El c ilin d ric o no
varía a u n q u e en la r e c e ta a p a r e n te q u e -esto o c u rre .

Lejos: A O ; Esf — 1,50 () Cil — 0,50 e n 45^


Cevca: A O : E sf -I- 2,00 .() C il +- 0,50 e n 135^
E fe c tu a n d o la in v e rs ió n d e la fó rm u la p a ra c e rc a , v e m o s q u e
re s u lta :
Esf + 2,50 O Cil 0,50 en 45^

L u e g o es u n b ifo c a l co n u n a “ d ife re n c ia '' de +■ 4 d io p tría s .


Este o tro ejem plo^ ta m b ié n r e s u lta fá c il d e re s o lv e r:

Lejos: O D : C il ~f 0 J 5 e n 30^
O I : Cil + 1 en 60^
Cerca: Agregar + 2,50

La fó rm u la c o m p le ta sera:

O D : Esf + 2,50 () Cil + 0,75 en 30’


O I : Esf + 2,50 () Cil -f LO'O en 60^'

I lu s tr a tiv o es el s ig u ie n te caso:
Lejos: A O : Cil 2 en 70^
Cerca: A g re g a r E sf + 2
L uego^ q u e d a rá :
Esf + .' 2 :..O Gil 2 - en 70^

p e ro co m o e s ta ú ltim a c o m b in a c ió n es ig u a l a C il •+■ 2 en 160^


e l b ifo c a l fin a lm e n te será:

Cil — 2 en 70^
A O :
en 160^ Cil + 2
o sea que aparentemente no hay poder esférico ¡aunque como he­
mos visto, la diferencia entre lejos y cerca es: Esf + 2.
L ejos: A O : Esf
0,50 () Cil ^ 1,50 en 15^
Cerca: A O : Esf ^ LOO
() Cil + 1,50 en 105^
La R e c e ta O f tá lm ic a 441

Debe efectuarse la inversión de la fórmula para lejos o la de


cerca a los efectos de que los cilindricos queden orientados de la
misma manera.
Cerca: A O : Esf + 0,50 () Gil — 1,50 en 15^

' Como vemos, así también se elimina la aparente anormalidad


de tenerse mayor poder negativo para cerca (esférico negativo)
que para lejos, cuando la diferencia o adición debe ser siempre
poder esférico positivo, que se suma
al poder esférico para vi­ la
siónlejana.
191. Interpretación de recetas con prismas. — Los cristales pris-
máticos que se recetan, pueden ser simples o pueden' ser lentes
prismáticas, las cuales se deberán obtener por descentrado o bien
confeccionando a la'm ism a especialmente; lo que se' denomina un
''trabajo de máquina” .
Un ejem plo sencillo es el siguiente:

O D: A 1 base interna
O I: A 2 base interna.

Se sobrentiende que en estos casos los ejes del prisma son íjw
rizontales tal como los establecimientos en el capítulo con\:^
pendiente.
El caso siguiente se refiere a lentes prismáticas:

O D: Esf. + 1 O ¿\ 1 base superior


O I ; Esf. + 1,50 O A 1,50 base superior

En este caso los ejes son verticales, pero de todos modos ia


posición de la base debe hacerse constar, pues el efecto prismático,
no es el mismo, en un sentido que en el otro.
Los poderes prismáticos pueden venir orientados en posicio­
nes oblicuas, siguiendo notaciones análogas a la de las lentes ci­
lindricas.

O D: Esf. — 4 O A 2 en 60*^ base superior


O I : Esf. — 4 () A 3 en 45^ base superior

Finalmente pueden asociarse en un mismo cristal, una lente


442 B . S C H C O L N IC O V

esfer 0 ”cilíndrica y un prisma, debiéndose tener especial cuidado


para orientar el eje cilindrico y el prismático correctamente.

O D: E sf-f 2,75 () Cil+1,50 en 20^ () A 2 en ñ(P base inferior


O I : E sf4-3.00 () Cil-f 1,25 en 30^ () A 2 en 150^base inferior

Este tipo de lentes debe hacerse especialmente tallando la su­


perficie cilindrica o torica del cristal en tal forma que el eje del
cilindro mantenga la diferencia de grados indicada para cada ojo,
entre^ el mismo y el eje prismático, sobre un bloc donde previa­
mente se ha tallado la diferencia entre base y vértice para obte­
nerse el poder prismático solicitado. En el ejemplo visto, para el
ojo derecho la diferencia entre los ejes es de 40^, y para el izquier­
do, es de 120^.

192. EJECUCION DE LA RECETA OFTALMICA. — Una vez


que se ha efectuado la lectura e interpretación de la receta, co­
mienza la etapa que se puede denominar ejecución de la misma.
Esta comprende una serie de operaciones previas que se pueden
involucrar bajo el término de Preparación del trabajo y que son,
a groso modo, los que se detallan a continuación:
a) Elección del armazón.
b) Determinación de las características y medidas del mismo.
c) Determinación de la distancia interpupilar del paciente.
d) Relación entre la distancia interpupilar del paciente y las
medidas del armazón. Centrado normal y descentrado.
e) Distancia al vértice. Su medida.
f) Confección del sobre con todos los datos y medidas necesa­
rias para la manufactura de los anteojos.
Estas operaciones señaladas revisten gran importancia, pues,
de la exacta ejecución de las mismas depende en la mayoría de
los casos que el anteojo no sólo cumpla los requisitos ópticos in­
dispensables, sino también que conforme al paciente, en lo que
respecta a sus características de adaptación y confort.
Muchas veces ,los cristales pueden corresponder exactamente
a los prescriptos por el médico oculista, pero el no exacto centrado
de los mismos puede provocar trastornos relativamente importan­
tes. De igual manera, aunque dichos cristales esten bien centrados,
la no perfecta adaptación de las monturas, puede desplazar a las
La R eceta O ftá lm ic a 443

lentes, produciendo el mismo efecto que si no estuviesen cen-


tradas. Finalmente, si^ sobre todo para las altas graduaciones, no
se ha tenido en cuenta la distancia de la lentes a la córnea, se
producen alteraciones en el poder efectivo.

193. Elección de la montura, — Es ésta una operación de gran


importancia y la primera que se debe realizar una vez que se ha
leído e interpretado la receta. Tiene aquí valor, no sólo el aspecto
la apariencia y confort, además del buen ajuste,, sino también 1 .
relación entre el tamaño de los,..aros y las características de los
cristales recetados; sobre todo en aquellos casos en que es conve­
niente que el tamaño de los mismos no sea execivamente grande,
sino lo más pequeño posible. Es en este aspecto, importante re»
cor dar que debe sacrificarse en último extremo un detalle de apa­
riencia, en beneficio de una correcta ejecución de la receta, sobre
todo en lo que se refiere a centrado y poder.
Los caracteres "de la montura, en la mayoría de los casos deben
ser a criterio del óptico, salvo, claro está^ aquellos aspectos ge­
nerales de color, forma, etc.^ a gusto del paciente. A este respecto
también suelen haber algunas indicaciones por parte del médico'
en la referente al tipo de puente, distancia de los cristales a los
ojos u otra indicación especial teniendo en cuenta las caracterís­
ticas de los cristales recetados.
Una vez elegido el armazón que se adapta m ejor a los gustos
del paciente, se deben determinar las medidas que tienen impor-
tancia para el calibrado de los cristales: diámetro de los aros^ puen­
te, línea de montaje, y alguna otra característica especial. El diá- ^
metro horizontal de los aros a la altura de Ja línea de montaje es
de capital importancia para el centrado. La diferencia entre los
diámetros horizontal y vertical designado por las letras: P R :
o simplemente por la abreviatura D if se considera para el tamaño
y forma definitiva de los cristales.
Es conveniente consignar además el largo de las patillas, regu-'
lando las mismas para que luego con ligeros retoques permitan
su perfecto ajuste y presión.

194, Determmación de la distancia interpupilar del paciente.—


La distancia interpupilar o simplemente^ distancia entre los cen»
444 B . SCHCOLNICOV

tros de las pupilas, varía en forma sensible según que. el paciente


fije su mirada sobre un objeto lejano o cercano. La variación
oscila generalmente entre 2 a 4 milímetros, dándose algunos casos
que alcance ‘6 mm. La diferencia más común es 4 mm.
Debido a esta circunstancia, para que un par de lentes queden
bien centrados una vez montados, es imprescindible que sus cen­
tros ópticos se hallen situados a una distancia igual a la distancia
interpupilar del paciente. De ahí que un par de anteojos centrados
para lejos, no lo estarán para cerca, en el mismo paciente. Este
detalle es de suma importancia debido al efecto prismático que
se adicciona a los cristales cuando los ojos observan a través de
puntos diferentes del centro óptico, tal como vimos en el capítulo
correspondiente de lentes prismáticas.
Un método simple para la medida de la distancia interpupilar
consiste en utilizar una simple reglilla graduada en milímetros
y apoyarla sobre la parte superior de la nariz en tal forma que
la graduación cero coincida con el borde izquierdo del iris corres-
pondiente al ojo derecho del paciente examinado. Se verifica la
graduación de la reglilla que coincida con el borde izquierdo del
ojo izquierdo, y esta distancia como es obvio comprobar, es la
misma que existe de centro de una pupila al centro de la otra
(fig. 280).

Para facilitar la tarea se venden en el comercio reglillas espe­


ciales denominadas reglillas pupilométricas cuyas graduaciones
facilitan la operación antedicha. También existe un aparatito sim­
ple consistente en un cristal que se desplaza a lo largo de una co­
rredera graduada en mOímetros, e-^ cuyo extremo existe otro cristal
fijo (fig. 281).
Estos dos cristales son iguales y poseen en su parte central
La R eceta O ftá lm ic a 445

g ra b a d o un pequeño rectículo en cruz. Si el diámetro de los mis­


mos es de cuarenta milímetros, cuando se los pone en contacto
por sus bordes, el cristal móvil señala por medio de un topeeito,,
la graduación 40 q u e como es fá cil co m p re n d e r, es la distancia
que separa sus centros.
Cuando se trabaja con el paciente^ se separan los cristales hasta
q u e los dos rectículos coincidan con los centros de las pupilas y
se lee directamente en la corredera graduada (fig. 281).

Para tom ar las distancias interpupilares “ de lejos'', ‘"cerca'' o


intermedia se d e b e rá h a cer fija r la mirada al paciente sobre obje­
tos lejanos, cercanos, o a las distancias requeridas.
delaciones entre las distancias interpupilares y las metliclaa
del armazón. -- Supongamos un caso:

Calibre del armazón (aro y puente) : 66 moi


Distancia interp. para lejos ; 66 mrn
Para este ejemplo coincide la distancia interpupilar con la
distancia entre los centros geométricos de los aros. D e tal manera
calibrando los cristales en tal forma que sus centros ópticos coiii^
cidan con los centros de cada aro, la prescripción será correcta­
m en te centrada.

Ejeinplo 2:

Armazón: Aro redondo de 44 mm. Puente; 22 mm.


D 7: 64 m m .
L u e g o el c a lib re o sea la distancia entre los ce n tro s de cada
aro s e r á n : 44 -f 22 ; 66 m m .
Para este ejemplo, con el fin d e que el a n te o jo ten ga sus lentes
co rre cta m e n te cen trad as, sera menester d esp la za r los ce n tro s ó p ti­
cos 1 mm, cada uno, hacia el la d o nasal. L u e g o , los cen tros ó p tic o s
no co in cid irá n con los ce n tro s g e o m é trico s.
446 B. SCHCOLNICOV

Ejemplo 3:

D I: 66 mm.
Armazón: Axos con diám etro horizontal de 48 m m. Puente 26.

La diferencia entre la distancia interpupilar y la distancia de


los centros es de 8 mm. Deberán desplazarse los centros ópticos
4 m m , en cada cristal.
Podría ocurrir en este caso que el diámetro del cristal no p er­
mitiese dicho desplazamiento, pues no alcanzaría luego para cubrir
tod o el aro. Se deberá entonces, confeccionar una lente prismá­
tica con la graduación requerida y un prisma calculado para que
e l centro óptico se haya desplazado 4 mm.
Supongamos:

Esf 4- 1 O cil + 1 eje en 90^

Horizontalmente el poder del cristal será de + 2 D.


Aplicando la fórmula ya conocida del prisma, siendo el descen­
trado de 4 mm. (0,4 cm.) y el poder de + 2, corresponde a un
prisma de

Desc " Dioptrías = 0,4 - x 2 0,8


o sea prácticamente prisma 1 unidad

Luego el cristal será fabricado ''de máquina” , como^ una lente


erferocilíndrica; pero orientada perpendicularmente con respecto al
e je de un prisma de una unidad.

195. La distancia al vértice, — Tendremos oportunidad de ver


inás adelante, que dos lentes oftálmicas cuyos poderes frontales
posteriores sean iguales, no se comportarán de la misma manera
frente a los ojos si las distancias que los separan de la córnea son
diferentes. El poder de una lente cuando, se considera en base a
su distancia a la córnea, se denomina Poder efectivo; teniendo
importancia capital en la prescripción de lentes oftálmicas de po­
der elevado.
Es muy frecuente que las lentes recetadas' por el médico en
poder frontal, al ser ejecutadas por el óptico y controladas por el
frontofocóm etro, no corrijan sin embargo de la misma manera
que los probines utilizados en el examen visual. Ello, ,se debe a
La R eceta O f t á l m ic a 447

que no se ha tenido en cuenta la distancia, de la cara posterior


de la lente de ensayo, hasta la córnea, y la variación que se ha
producido en dicha distancia al reemplazar el anteojo de prueba,
por el armazón definitivo y la lentilla chata usada en el examen

l> (a)

( b)

por la lente generalmente curva utilizada para confeccionar el


anteojo. Es por consiguiente, como se hizo resaltar al principio,
de gran importancia que en cristales denominados “alto grado”
se tome en cuenta la distancia de la cara posterior, a la córnea,
denominada ''distancia al vértice”.
Se puede utilizar para esta determinación una reglilla ade­
cuada o bien el aparato denominado Queratómetro de Wessely
(a), o el Lénticorómetro de Belgard (b), cuyo esquema se ve en
la figura 282.

196. Ordenamiento del trabajo. Todos los datos relativos


a la confección del anteojo: medidas, descentrado y en general
todos aquellos detalles que se consideren de interés, serán anota­
dos en un sobre-boleta dentro del cual irán los cristales y el ar­
mazón. En algunos casos, en que los cristales se deban fabricar
448 B. SCHCOLNICOV

de exprofeso, se confeccionará previamente un sohre-holeta para


ordenar su manufactura.
El sobre conteniendo los ^cristales y el armazón respectivo son
enviados a las operaciones subsiguientes: calibrado y montado
que se engloban con la designación simple de ''Trabajo de banco” .
Las diferentes etapas subsiguientes se detallan en el gráfico a
continuación.
CAPÍTULO XIV

TRABAJO DE BANCO

1Í7 Se denomina Trabajo de banco o Banco^ simplemente al


conjunto’ de operaciones que se realizan para cortar, dar forma,
bisel, etc y posterior adaptación a una montura, de los ■cristales
prescriptos en las recetas oftálmicas.
Como existen en -realidad una cantidad enorme de formas y
tamaños de monturas o armazones^, asi como también son varia­
dos los tipos de cristales oftálmicos, el banco constituye para ei
operario no solamente una prueba para sus conocimientos técni­
cos y teóricos, sino también para su habilidad como artesano ver-
daderamente eficaz en la ejecución de una tarea, que requiere
destreza, seguridad^ exactitud y cierta velocidad en su ejercicio,
asi como buen gusto y^ si se quiere^ un verdadero sentido artís»
tico en la pieza que va a ejecutar. Ello requiere, por otra parte
un gran número de herramientas y maquinarias adecuadas, cuya
denominación y exacta utilización juegan un papel preponderan­
te en el trabajo.
51 taller donde se efectúa dicho trabajo poseerá todos los ele-
mentos destinados a ese fin, perfectamente ordenados y en con­
diciones de máximo aprovechamiento. Juegan un papel prepon­
derante además de las máquinas y herramientas, adecuadamente
dispuestas, la iluminación, que debe ser apropiada asi como la ven­
tilación y los espacios para desplazarse.
A medida que se vaya explicando las diferentes operaciones
del “trabajo de banco” se irán describiendo dichas herramientas y
450 B. SCHCOLNICOV

maquinarias utilizadas y así como otros caracteres o detalles que


pueden ser de valor teórico y práctico.
El trabajo de banco comprende dos etapas fundamentales de­
nominadas, respectivamente:

A, Calibrado de los ci^stales.

B. Montaje de los cristales en los armazones y adaptwción del


anteojo.

El calibrado de los cristales comprende toda la serie de ope­


raciones que se realizan para dar forma, tamaño y bisel a los mis­
mos, previa orientación y centraje.
El montaje de los cristales, como su nombre lo indica, significa
la colocación de los vidrios en los armazones elegidos y desde luego
todos los retoques necesarios que aseguren la perfecta terminación
del trabajo y la exacta adaptación al paciente que los usara, invo­
lucrando así mismo el control óptico del centrado y orientación
de los ejes, etc.

198. Calibrado. Las diversas etapas del trabajo de banco,


comienzan en realidad con la lectura e interpretación de la rece­
ta y la posterior elección de los cristales requeridos, si los mis­
mos se poseen en stock. Posteriormente se deberá controlar su
poder y procederse a marcar el centro óptico o el eje según el
tipo de lente considerada. Finalmente se dará a los cristales su
orientación definitiva de acuerdo a la prescripción, inclinando los
ejes en las lentes astigmáticas, o bien descentrando de acuerdo
a la D. I. o, ambas cosas a la vez. En definitiva esta primer etapa
consiste en dejar la lente lista para la subsiguiente operación que
es el marcado y corte.
El banco de trabajo. — El operario realiza casi todas sus tareas
en un banco de trabajo adecuado al fin, el cual es esencialmente
una mesa con tapa de madera de unos cuatro centímetros de es­
pesor y cuyas medidas aproximadas pueden ser las siguientes:
alto, 90 cm, ancho, 1.10 cm y fondo, 70 cm.
Lleva uno o dos cajones bandeja: uno para hacer caer los tro­
zos de vidrio y el otro para colocar las herramientas que va utili­
zando en el momento. Además una cajonera lateral donde se colo-
La E ecbta O f t á l m ic a 451

can diversos tipo de pinzas y en general diferentes herramientas


y elementos necesarios en la confección del anteojo.
En la figura 283 tenemos el esquema de un banco o mesa de
trabajo con los requisitos indispensables de comodidad para el
operario.

Fig. 283

199. Orientación de Im cristales. — Una vez verificada la exac­


titud de los cristales en lo que se refiere no solamente a su po­
tencia sino también a la falta de defectos de diversa índole, se
procede a determinar el centro óptico o el eje si la lente es astig­
mática. Luego, por medio del diagrama transportador sobre el
cual se dispone el cristal se marca en forma' continua la línea
horizontal o línea de calibrado. Desde luego resulta evidente que
esta marcación se efectúa actualmente con el sistema registrador
que al efecto llevan todos los frontofocómetros; pero sobre todo
como método ilustrativo, nos referiremos al procedimiento clásico
mediante el diagrama transportador.
El trazado, es como veremos, bastante más complejo cuando
se trata de ciertos vidrios especiales como los bifocales, donde debe
tenerse en cuenta el descentrado de la película o segmento debido
a la diferente distancia interpupilar para lejos y cerca.
La operación previa consiste en el trazado de los ejes en las
452 B. SCHCOLHICOV

lentes astigmáticas, la cual se efectúa con las técnicas explicadas


anteriormente, recordando que:
a) El-eje se marca para los poderes cilindricos positivos, según
el diámetro menor de la imagen observada a través del cris­
tal, ya sea -horizontal o verticaknente.
b) El eje se marca para poderes cilindricos negativos, según el
diámetro mayor de la imagen observada a través del cristal,
ya sea horizontal o verticalmente.

2§§* Técnica p.ara la orientaeion de los ejes en las lentes astig^


máticas. •—Una vez marcado el eje sobre el cristal, se procede a
colocarlo sobre el cuadrante de graduación superior dándose la
inclinación de acuerdo a la receta respectiva.

Fig. 284

Para proceder a dejar el cristal adecuadamente orientado exis­


ten varias técnicas de las cuales sólo consideramos algunas.
1. a) Se coloca el cristal con su superficie convexa hacia arriba,
b) Se desplaza el eje marcado hasta que coincida con el
ángulo solicitado.
L a R eceta O f t á l m ic a 453

c) Se traza una línea horizontal -coincídente con la línea


de calibrado, la cual corresponde a la horizontal del trans»
portador (fig. 284).
No tiene importancia luego^ que el eje marcado previamente, se
borre, puesto que miéntras la línea de calibrado se mantenga hori»

Fig. 285

zontal, dicho eje quedará en la posición correcta. Desde luego que


hemos elegido el sistema Standard para la demostración de la téc­
nica; pero lo mismo ella puede hacerse extensiva a las otras nota­
ciones.
Por lo común se suelen hacer dos pequeños puntitos con la pun-
454 B. S C H C O L N IC O V

ta de marcar o un punzón adecuado, en lo s, extremos dé la línea


cl« calibrado, en tal forma que si la misma se borra durante las ope­
raciones posteriores pueda ser fácilmente localizada.
Existe otra técnica para orientar los ejes^ la cual es una ligera
variante de la anterior, siempre considerando el sistema Stan­
dard: es la siguiente; (fig 285).

Fig. 286

a) Se dispone el cristal con su cara convexa hacia arriba,


b) Se coloca el eje horizontalmente.
c) Se traza sobre el cristal, una línea coincidente con la que
T r abajo de B anco ' 455

corresponde en el transportador al ángulo solicitado; p e ro


midiendo el valor de dicho ángulo en sentido de las agujas
de un reloj.
d) Esta línea trazada, será la de calibrado (h h'); al colocarla
horizontalmente el cristal rotará al ángulo complementario
al que corresponde al eje, el cual quedará así 'correctamen­
te horientado (fig. 285).

Por último tenemos una tercer técnica que es e n realidad una


variación de las dos anteriores (fig, 286).
a) Se dispone el cristal con su "cara cóncava 'hacia arriba.
b) Se ■coloca el eje horizontalmente.
c) Se traza una línea coincidente con el ángulo solicitado.
d) Se da vuelta el cristal colocándolo con su cara convexa -tiá-
cia arriba.
e) Se hace rotar el cristal el ángulo complementario para que
la línea de* calibrado (h h') quede horizontal, quedando de
esta manera orientado el eje.

201. Cristales orientados en cero grados y noventa grados. —


Cuando se desea orientar un cristal en cero grado, la técnica re­
sulta completamente simple, puesto que en estos casos coincide
con la línea de calibrado.
Pero cuando dicho eje debe quedar
orientado en 90 grados^
entonces se coloca el mismo verticalmente y se trazará la línea
de calibrado, según hemos visto para cualquier inclinación. En
estos casos, sin embargo puede simplificarse la técnica, marcando
el contraeje y no el eje. De esta manera cómo el contraeje coinci­
dirá con la línea de calibrado, con un trazo se tiene el cristal co­
rrectamente orientado para ser calibrado.
Todo cuanto se ha dicho relativo a las lentes cilindricas, se
aplica también a las esfero-cilíndricas. En efecto, siendo la parte
cilindrica de dicho cristal (si nos atenemos a la fórmula esfero-
cilíndrica), la que debe orientarse, deben elegirse de las dos fór­
mulas posibles una de ellas y orientar el cristal como si se tratase
•de una lente cilindrica pura, con el signo indicado en la fórmula.
En efecto, supongamos la siguiente receta:

Esf -f 4 O Cil 4- 1 en 10^


456 B. SCHCOLNICOV-

El operario debe consignar sus datos como si se tratase simple­


mente de una lente cilindrica positiva de- una dioptría que se debe
orientar en diez grados. Teniendo el signo en cuenta (dato primor­
dial) no habrá posibilidad de errores.
Si la fórmula viene expresada según la inversión de la an»
terior:

Esf -f 5 O Cil - 1 en 100^

Se procederá simplemente comD si se tratase de tm cilindrico


negativo cuyo eje se marcará de acuerdo a la técnica explicada
anteriormente para lentes de este signo, precediéndose luego a
orientar el cristal en ■cien-grados. No es necesario como vemos,
practicar la inversión, pues tratándose aún de una lente positiva
com o ésta, se lá puede orientar como si fuese negativa siempre
que se respete la variación del eje, que pasará a ocupar una po­
sición perpendicular a la primitiva.
Esta consideración tiene importancia’^sobre todo en la siguien­
te receta:

Esf--+ 2 O Cil — S en 60^'

que como vemos corresponde a las lentes denominadas cruzadas,o


mixtas.
Se podrá orientar el eje de acuerdo a la fórmula expresada o
bien a su inversión:

Esf — 1 ( ),X il + 3,00 en 150^

para lo cual sólo debe elegirse la fórmula con cilindrico de signo


positivo, o con signo negativo, y según la que se ha elegido, mar­
car el eje de acuerdo. Pero no debemos olvidar que esta prescrip­
ción puede también venir redactada bajo la fórmula bi-cilíndrica
y como se trata de una lente mixta, tesulta aparentemente com­
plejo establecer de primera intención como debe interpretarse
y orientarse.
El criterio es bien claro, y en todos los casos el indicado ante­
riormente: se eligirá uno de los cilindros, y teniendo en cuenta su
signo, se lo orientará convenientemente. El otro, desde luego, que­
T r a b a jo de B a n c o 457

dará también automáticamente orientado en la forma correcta,


puesto que ambos son perpendiculares.

Cil + 2 en 1509 () Cil 1 en 60°

2 @2 . Uílüiacióri del marcador del frentofocómetr©. — La gran


mayoría 'de los frontofocóm efros vienen provistos, como hemos
'tenido oportunidad de ver, de un sistema anexo para el marcado
de los centros ópticos, ejes^ o líneas de calibrado.
Para orientar .los . cristales áe acuerdo las consideraciones
procedentes, se comienza por colocar l a lente en el aparato, enfO“
cando el mismo hasta obtener la imagen del testigo, correspon.-
diente a la potencia m ayor indicada para dicha lente. Procédese
luego a hacer girar la lente hasta que la escala regisfcr&dcrcí
efecto indique su ’ inclinación de acuerdo ,a lo buscado 3 entonces
proyéctese las puntas deF marcador que'trazaran sobre Ja ^uperíi-
cie del vidrio tres puntitos correspondientes a la línea de cu ah tu Ji.
y serán por consiguiente horizontales. Si lo que se dc^ieaba
solamente marcar el eje áe la lente deberá previamente dispoiun'
se éste en forma horii^ontal, proceder como anr-eriorniente.

2§3,'Oirieiitaeióii de feifccaleso — Las lentes denominadas


cales requieren un cuidadoso trabajo de orientación debido a
como dijim os en el capítulo correspondiente^ estos cristaleb
seen en realidad du leí tes en el mismo block, teniendo cada

de eilaSj a los efectos del centrado distinta distancia interpupilai-j


debiéndose por consiguiente adaptárselos en los armazones, l.:
tai lOiTOa que los centros ópticos de la porción para visión iejan^
roiiicidan con dicha distancia interpupilar y los centros, opticLj
458 B . SCHCOLNICOV

para visión cercana coincidan en cam^bio con esta otra distancia.


Ello determina que el segmento deberá ser desplazado angular­
mente un cierto número de grados (lo cual se denomina habitual-
mente ''descentrado del segmento” ) hacia adentro, dependiendo
el mismo de la diferencia en milímetros entre la distancia inter-
pupilar para lejos y p'ara cerca (fig. 287),
El cálculo del número de grados que deberá girar el centro
óptico para la visión cercana se puede efectuar fácilmente si se
conoce la diferencia de las distancias antedichas y además la que
existe entre el centro óptico de la porción lejana hasta el de la
porción cercana en el mismo cristal (fig. 288).

En efecto, supongamos que la diferencia en milímetros entre


ainha.^ distancias sea de 2 mm. y la distancia entre los centros
ópticos de lejos y cerca sea de 14 mm. Uniendo el centro óptico
de lejos con los puntos h y h\ correspondientes a las posiciones
primitivas y definitivas del centro óptico de la porción cercana
(fig. 289), tendremos el ángulo Omega w cuya tangente se puede
calcular con los datos dados.

2 mm

o h 14 mm

h h'
tag
o h 14

tag a 13 7^ 30'
Fig. 289 h '
Luego, el centro óptico deberá desplazarse 7 grados 30 minutos
Como este ángulo Omega tiene el mismo complemento ue el
ángulo tv* que barre la línea de calibrado, desplazando w . esta
^T rabajo de B anco 459

última, automáticamente se desplazará en igual cantidad la pe­


lícula. También se puede medir este desplazamiento, según el
ángulo w"' (omega segun­
da) opuesto por el vértice
a el ángulo Omega (figu­
ra 290).
En la figura 291 tene­
mos el aparato denomina­
do Bifocómetroj destinado
a orientar y marcar bifo­
cales (Shuron Co.).
Una técnica simple para
efectuar el d'escentrado,
una vez que el mismo ha
sido calculado, consiste en
m arcar previamente en forma nítida, el contorno de la película.
L u ego trazar una línea vertical que atraviese la -misma pasando
p or ambos centros ópticos y finalmente disponer el cristal sobre

Fig. 291
■460 B. SCHCOLNICOV

el diagrama transportador usado para lentes astigmáticas. Se pro­


cede entonces a desplazar ‘ dicha línea vertical un número de gra»
do igual a lo calculado^ sumándoselos a 90^ para el ojo derecho
y restándolos de 90^ para el ojo izquierdo. Es decir que suponiendo
que el-ángulo a desplazar fuese de ocho ■grados, el cristal se orien­
tará como si fuese una lente cilindrica cuyo eje teórico para el
ojo- derecho estuviese colocado en 98^ y para el ojo izquerdo en
829 (fig^ 292).
Una vez orientado
así, se traza la línea
de calibrado.
.Finalmente se cal­
culará el tamaño de-
la película según se
la haya solicitado de a
acuerdo al calibre de
los aros, sobre todo el
diámetro vertical. En
caso de tenerse que
trazar una nueva lí»
nea de calibrado por
encima o debajo de
la existente, con el
fin de aumentar o QP 01
c
disminuir el alto de Fif. 292
la película, esta nueva línea deberá ser paralela a la anterior.
SI cálculo general es restarle a la. mitad de dicho diámetro,
4 mm. así: diámetro vertical:.. 44 mm
(fig. 293).

D. vert. 44
luego■ -4 = 18 mm.
2 2
La película o segmento^ tendrá una
altura de 18 mm.
En las lentes astigmáticas, el despla­
zamiento de la película se debe efec­
tuar durante el tallado de los mismos.
Como el eje puede ocupar diferentes Fig. 293
T rabajo d s B a n c o 461

posiciones con respecto a diefia película^ debe tenerse la precaii»-


ción de tallar la superficie-cilindrica en tal forma que el “eje
form e un ángulo igual a la suma, del correspondiente a la receta^
más los grados de descentrado para el-ojo izquierdo y en cambio^
igual a la resta para e l ojo derecho; esta es, que deben sumarse
los grados de desplazamiento, al cristal correspondiente al o jo
izquierdo, y en cambio restárselos al ojo derecho, sobre la coloca-'
ción indicada en la receta.
Como luego durante él calibrado la película se desplazara ea
dirección nasal, los grados agregados’ o quitados a la posición de
los ejes, automáticamente se compensan y el cristal queda en su,
posición correcta.
Ejem-plo:
A O : Cil — 1 en 45^ (desplazamiento' de la película 5^) ^
El cristal correspondiente a! o jo derecho se deberá orientar ai
fabricar el bifocal en 40®-con respecto a la horizontal que atra^-
viesa la película. E l, o jo izquierdo en cambio deberá desplazarse
con respecto a la misma en 50°. A l descentrarse^ durante el cali­
brado de los bifocales, dichas películas en sentido nasal, los cin co
grados anotados; el cristal correspondiente al ojo derecho pasará
nuevamente a formar un ángulo de 45^ con línea de calibrado y
otro . tanto ocurre con el cristal correspondiente al ojo izquierdo.

284» Marcado y corte de l#s cristales* — Cuando los cristales


han sido orientados, según lo establece el sobre correspondiente
de acuerdo a la receta y las características del individuo y del
.armazón, se procede a marcar la forma para poder cortarlos. L a
forma con la cual se marcará los vidrios es como es lógico supo­
ner, la de los aros del armazón o la que se hubiese elegido si se
trata de una montura sin aro. Se utilizan moldes denominados
también calibres, de variadísimos dibujos y tamaños. Su númeit^
es ilimitado y su stoc es renovado constantemente según íat.
exigencias.- Son por lo com ún pequeñas piezas hechas de zinc,
bronce, acero u otro metal no excesivamente rígido, también pue­
den ser de material plástico y aún de vidrio; pero estos últimos
no son muy recomendables. L levan marcado una línea horizontal
correspondiente a la línea de calibrado y en la misma existen tres
orificios:. uno en el centro coincidiendo con el centro geométrico,.
462 B. SCHCOLNICOV

j dos equidistantes a sus costados. Los tres orificios permitirán


la exacta colocación del molde sobre el cristal que se procederá
a marcar (fig. 294).
Muchas veces el óptico se ve precisado a fabricar el molde
necesario, en el momento, por tratarse de una forma que no po­
see en su depósito.
Para tal fin una chapa de latón puede ser utilizada. Procede
a marcar el contorno interno de los aros sobre la misma y luego
im. doble contorno dos
milímetros aproximada­
mente mayor. Sobre- la
segunda línea se proce­
de a cortai^ la chapa con
lina tijera especial y por
último con lima y pie-
dra de amolar se reto­
can los ’ bordes, las me­
didas y tamaño exactos.
Por último se marca la
linea de calibrado y las
trps perforaciones ante­
dichas. Todos los moL
iíeñ' deben llevar además
los datos de sus diánie- /
«TOS horizontal y ver-
tJcal.
Mis conveniente pren­
dar estos m.oldes para
Ftg, 294
que tomen un aspecto
cóncavo o convexo para facilitar la adaptación a las lentes que
se van a marcar. Claro está que en estos casos cuando se trata
d e formas asimétricas, el mismo molde no sirve para marcar los
cristales correspondientes al ojo derecho y al izquierdo, cosa en
cambio, que se pueden hacer si los calibres son planos, pues basta
solamente darlos vuelta para ser utilizados.
Una vez que el vidrio se ha orientado convenientemente con
respecto a sus ejes o que se ha desplasado convenientemente su
centro óptico, y se ha fijado el centro geom étrico que será con­
T rabajo de B anco 463

juntam ente con la linea de calibrado los dos únicos datos


deben tener en cuenta para las
operaciones subsiguientes: se dis­
pone sobre el mismo el calibre o
molde elegido (fig.
295), en tal
forma que el orificio central coincida con su centro geométrico
y los tres orificios con la línea de calibrado. Es necesario tener
la precaución de indicar a cada ojo
que corresponde por medio de una le­
tra D o una I.
Colocado correctamente el calibre
sobre el vidrio se tfaza por medio de
un punzón especial o un lápiz de dia­
mante, el contorno del mismo sobre
el vidrio.
Para dibujar este contorno del cali­
bre sobre el cristal se suele utilizar
Fig. 295 u n lápiz de diamante apropiado, que

deja sobre el vidrio una estría regular franca. y


Este procedimiento permite luego un corte fácil y cómodo del
material pero presenta el inconveniente de que el lápiz se estro­
pea con relativa facilidad yen general no resulta muy económico.
Además el trazo que realiza el diamante se halla bastante se­
y
parado del molde de resultas de ello el cristal cortado así resulta
por lo común demasiado grande y
retarda la tarea posterior de
darle las medidas definitivas, salvo que el molde se haya elegido

Fig, 296

previamente algo más pequeño. En general es más habitual en


casi todos los talleres pequeños el uso de un punzón para marcar,
constituido por una púa común de las que se usan para los discos,
montada en un pequeño manguito como el de los porta-cali-
suares (fig 296).
464 B. SCH COLN ICOV

■Resulta un procedimiento: compietamente económico de exce­


lentes resultados,. debiéndose tener únicamente la precaución de
ir afilando la púa constantemente sobre una pequeña piedra de
esmeril. Una sola púa permite de esta manera marcar bastante
cantidad de cristales, y puede ser reemplazada por otra con rela^
tiva frecuencia.
Muchos talleres, sobre todo los que trabajari en gran escala
están provistos de tornitos especiales para marcar y cortar, los
vidrios. En realidad sólo marcan, pero el corte luego es muy fácil.
Estas maquinitas están provistas de un diamante fijOj cuya posi­
ción no varía^ con lo que el-ángulo de-corte permanece constante
y el diamante no se deteriora
com o ocurre con el lápiz. La
"duración del d ia m a n t e es
•indefinida. El diamante se
halla fijado y orientado en la
extremidad de un vástago de
largo variable. En algunos
tipos de maquinitas, este vás-^
tago puede estar adicionado
de un movimiento de rotación
conducido por una manivela.
En cambio en otros tipos, el
diamante no se desplana sino
que es el vidrio el que está
animado de un ' movimiento-
de rotación (fig, 297).
El cristal se dispone sobre
una base de goma de forma
conveniente, según la curva­
tura que se apoya. E s ' fija­
do además por ^un e je cen--
tral que lo presiona sobre
la goma. El vidrio se dispone
según la orientación de los
ejes para lo cual' el aparato
lleva también * una e s c a l a
297 transportador^
T ra bajo de B anco 4 65

La posición del diamante se regula convenieíitemente para


que las dimensiones del cristal sean también las requeridas. Luego
se hace girar por medio de la manivela, el vidrio o el diamaníc
según el modelo de máquna, obteniéndose el trazo/buscado. La
maquinita viene acondicionada con una serie desmoldes o cali­
bres de formas variables los cuales se adaptan a la parte iníeriui
del instrumento durante la' operación, y obligan a una guía
cial a orientar en un desplazamiento circular al diamante o ci
vidrio en tal forma que el trazo reproduzca la forma de loa con
tornos de d ich o' molde,.

2§5. Corte liel cristaL - Una vez marcado el vidrio ixitr.nu


del punzón o de la máquina se procede al corte para eliminar
porciones innecesarias.
Se utiliza para esta operacíüi.í
una pinza especial de piiaiaa
chataSj las cuales pueden ter­
minar. en forma recta o en for­
ma de T f fig. 298).
Esta pinza recibe íiabituai-'
miente ei nombre de pinza d:
cortar o más comúnmente el de pinza de de abastar.
La operación de corte del cristal se debe realizar en forma
cuidadosa pues un exeso de presión o una mala posicion de ia
pinza puede provocar la rotura del vidrio o producir un corle
fuera de la linea m^arcada. Es por otra parte interesante recalcar
que si la operación del marcado se ha realizado de manera corre.-••
ta el corte resulta fácil y seguro (fig. 299).
Corrientemente la técnica consiste- en tomar la pinza con ia
mano derecha y el cristal con la, izquierda en tal forma que ei
mismo se apoye sobre los dedos Indice y mayor y sostenido su­
periormente por el pulgar. La disposición de los dedos debe ser
tal que estén casi inmediatamente junto a la porción de crisiai ...
cortarse, pues si el espacio es demaciado grande, al hacerse p re­
sión con la pinza,se corre fácil riesgode romper el mJsmo,
soíüí-
todo si éste es cóncavo* La pinza debe moruer el v’drio : ^n-^rta-
í
mente- frente a losdedos y efectuar ur- g-'-pc ^e^o tK
466 B. SCHCOLNICOV

en tal forma de producir el corte directamente en el trazo efec­


tuado.
De esta manera, haciendo girar lentamente el vidrio se puede
con varios y sucesivos golpes de pinza lograr el corte del vidrio
en forma rápida, siguiendo el contorno marcado, que es la verda­
dera forma de que debe operarse. Las pequeñas puntas que po­
drían quedar, se eliminan arrancándolas con precaución con la
misma pinza o bien efectuando con ésta un movimiento como si
limase con ios perfiles o el rayado que posee.
En algunos casos en que el cristal es demasiado grande o la
medida a cortar demasiado chica, esto es, que deben eliminarse

grandes cantidades de vidrio, la pinza no puede tomar una gran


porción de vidrio a cortar y como si se halla muy alejada de
la marca, se corre el riesgo de romper el vidrio, se efectúan una
serie de marcas intermedias en tal forma que dicho cristal se
vaya rompiendo sucesivamente sobre estas marcas hasta llegar
a la definitiva.
Muchos operarios incurren en la técnica defectuosa de trabajar
con la pinza desbastando pequeñas porciones de vidrio, acercán­
dose paulatinamente a la marca. Esta técnica no es conveniente,
porque no elimina la posibilidad de la rotura y además casi nunca
se procede a quitar íntegramente el exceso de vidrio hasta la
T r a b a jo de B a n co 467

marca dejándose siempre un pequeño contorno que luego debe


eliminarse al biselar y que no sólo retrasa el trabajo sino que
además corre el riesgo de producir la modificación de la forma
del mismo.
No debe olvidarse bajo ningún concepto que la operación de
marcar el cristal con diamante o punzón cumple la doble finalidad
de dar la forma que el mismo tendrá, y también la de que
dicho vidrio se corte sobre este lugar, pues de no ser así no ten­
dría objeto marcarlo nada mas que con tinta o lápiz especial para
vidrio.
Por otra parte no debe olvidarse, tampoco que las operaciones
de marcado y corte son fundamentalísimas en la rapidez y exacti-
tud del trabajo. Todo el secreto de un buen trabajo reside en el
correcto .uso de la pinza. El cristal debe salir del corte con el
tamaño y formas exacto y definitivo. A lo sumo el tamaño excede­
rá de uno o dos milímetros del final para cristales de alto poder.
Si la pinza no es* empleada correctamente, el vidrio irá a las ope­
raciones subsiguientes sin tener su forma y tamaños correctos.
Ello significa no sólo una pérdida de tiempo, sino que también un
desconocimiento del operario de la verdadera finalidad de las
herramientas que está utilizando. La etapa del corte es funda­
mental. Lógicamente que cuando para. marcar se ha utilizado la
maquinita o el diamante, simplemente el corte es más franco y
neto, pero ello no significa que deban llevarse luego a la piedra
de calibrar o biselar, cristales que no posean ya su contorno y
que se proceda a darles el mismo paulatinamente con la misma.
El manejo de la pinza luego de una cierta experiencia resulta
fácil y seguro. A veces la operación de presionar hacia abajo no
consigue arrancar los últimos trozos de cristal excedente, lo que
se logra efectuando la operación inversamente o sea hacia arriba.
Es, desde luego, muy importante que dicha pinza sea fabrica­
da de acero de buena calidad y temple especial para poder traba­
jar el vidrio.
Si la pinza es de un material muy blando, se desgasta en los
bordes muy rápidamente y luego resulta completamente inútil.
Algunos modelos permiten el reemplazo de las superficies tritu­
rantes, pues las mismas se hallan constituidas por trozos de acero
(a veces de limas), fácilmente intercambiables.
468 B. S C H C O L N IC O V

El noventa por ciento o mas, de las roturas de cristales durante


esta operación se debe a pinzas de mala calidad. Se puede decir
casi sin cometer error, que la principal herramienta que debe
tener el técnico sobre su. mesa de trabajo es una buena pinza de
corte.
En conclusión, terminado el corte del cristal, debe quedar
con el tamaño aproximado que ha de tener; pero el borde es
rugoso e irregular, procediéndose en la siguiente operación a
corregirlo y adaptarlo según sea para una montura de aro o sin
aro, habitualmente denominada '^al aire” .

206, Trabajo de los bordes.-— El trabajo de ios bordes del cris­


tal depende del tipo de montura elegida.
Las monturas de aro exigen vidrios de borde biselado, es decir
que el mismo forme un ángulo o filo adecuado para adaptarse a la
ranura .o canaleta que lleva el armazón. El ángulo de esta canaleta
es de alrededor de noventa grados, pero el bisel sufre ligeras
variaciones según el poder del cristal, o ‘que el mismo sea positivo
o negativo ,(fig. 300).

^ \
Fig. 300

El borde del vidrio debe ser trabajado de tai manera que una
vez terminado este- bisel quede encerrado dentro de la ranura
aunque ello no siempre es necesario o posible, pues en los vidrios
muy gruesos y sobre todo en los cóncavos el ancho del bisel so^
bresale.'
En estas condiciones, razones de estética aconsejan que la cara
anterior del bisel sea menos ancha que la cara posterior o interna.
De esta manera inclusive se disimula mejor el espesor del cristal.
Durante la operación de biselar debe tenerse por otra parte
especial cuidado de no modificar la forma o el tamaño del cristaL
T ra bajo de B anco 469

sobre todo por el peligro de alterar la posición de los ejes en. las
lentes astigmátieas.
El borde de las monturas sin aro no lleva el bisel -anterior,
pues el mismo es plano y posee un filete más o menos pronuncia-
do, denominado bisel de seguridad, para evitar esealladuras debido
a ehoques o golpes ■(fig. 301).
Las máquinas par^ efectuar este trabajo reciben comúnmen­
te el nombre de bisel adoras manuales o calibradoras automáticas.
La biseladora manual esta formada por una rueda de taríiaño
variable de alrededor de unos 30 a 40 cms. de diámetro, compues­
ta de abrasivos diversos, que gira sobre un eje horizontal delante
del operario, generalmente en sentido de abajo hacia arriba.
El material que constituye estas piedras c..
variable y depende de los fabricantes. E.q :.
ten piedras hechas de gres, las cuales son ob­
tenidas por tallado de un bloc homogéneo
de este material. Actualmente se liallaii en
desuso. Las piedras de esmeril se hallan for­
madas por granos de este material aglom e­
rados por medio de gomas o -aglutinantes
especiales. Las piedras de carborundum se
fabrican con este material sintético mezclado
Fig, 301
con arcilla pura. La pasta es moldeada, pren­
sada y luego puesta en un horno para obtener la vitrificación de
la arcilla. Esta vitrificación demora siete días de cocimiento y
convierte la arcilla en un especie de porcelana. Estas piedras
tienen gran valor abrasivo pero no son muy em^pleadas en óptica
porque escallan con facilidad los bordes de los vidrios. Las piedras
de Aloxite son actualmente las que están, más en boga. El aloxite
es una sustancia artificial que se obtiene fundiendo la Bauxita
en un horno. Este abrasivo, que resulta un óxido especial de
aluminio es más blando que el carborundum y las piedras se fa­
brican de igual manera que las anteriores.
Las piedras de las biseladoras vienen fijadas en las máquinas
por medio de dos placas de sujeción laterales adaptadas al eje
horizontal. Uno de los extremos del eje lleva una polea unida por
medio de una correa a un motor. En general existen gran número
de modelos de máquinas biseladoras manuales (figs. 302, 303 y 304)^
4TO B. SC H C O L N IC O V

La velocidad de rotación de estas piedras debe ser cuidadosa-


mente controlada de tal manera que la parte periférica de la piedra
tenga una velocidad lineal de 360 metros por minuto. Las piedras
de cuarenta centímetros de diámetros deben por consiguiente rotar'
a unas 300 revoluciones por minuto. Claro está que esta velocidad
debe graduarse también de acuerdo a la dureza del material de

Fig. 302

que esta constituida la piedra, pues en aquellas más duras, la v e lo ­


cidad debe ser menor que en las más blandas; pues si en estas últi­
mas, la piedra no gira con suficiente ligereza, se producen pozos
o surcos con suma facilidad.
Las calibradoras automáticas son máquinas que permiten tra­
bajar la forma y el tamaño del cristal al mismo tiempo que el borde
en forma automática o como su nombre lo indica, sin la interven-
T ra bajo de B anco 471

ción directa del operario. Casi todos los modelos habituales, fabri-'
can un borde plano del cristal o sea apto para las monturas
aire”, por lo cual, para monturas de aro, deben biselarse por se^
parado.
En estas máquinas el cristal es apretado por dos piezas solidarias
forradas de caucho o fibra. Estas piezas están unidas a un árbol
giratorio horizontal una de ellas, y la otra a un contra-árbol pro­
visto de un resorte. El árbol de giro esta montado en un soporte
que le imprime un movimiento de rotación lento. El contra árbol
por lo común lleva un aditamiento que permite calzar en el mismo
plantillas patrones para la forma del cristal a trabajarse. A su
vez una escala sincronizada -y regulable permite graduar el ta­
maño del cristal por medio de un tope que puede avanzar o re­
troceder alejando
o acercando el

vidrio a la piedra. Este mismo tope


aleja definitivamente el vid rio
cuando éste ha alcanzado el tama­
ño deseado. Con esto se evita el
peligro de trabajarlo en un diá­
metro inferior al requerido.
La piedra esta animada además
de un desplazamiento lateral al­
ternativo, en tal forma que el cris-

Fig, 303 Fig. 304


■472 B. SCHC.OLNICOV

tal no esta siempre en contacto con la inisma porción de la super­


ficie y se evita así la posible form ación de surcos en la misma.
Este desplazamiento es logrado por medio de un tornillo sinfín
generalmente surmegido en un bario de aceite.
Existen .algunos modelos de calibradoras automáticas que al
m ism o tiempo son biseladoras^ pues poseen una rueda provista de
una canaleta especial para tal objeto. Lógicamente en estas piedras

el desplazamiento lateral esta suprimido. Diferente accesorios per­


miten una colocación frontal en ángulo variable del cristal frente
a la piedra. Finalmente algunos modelos más comoleaos poseen
dos carros para calibrar automáticamente dos p istales,
T r a b a jo de B a n c o 473

y finalmente otros poseen dos piedras, lo cual permite utilizarlas


com o ealibradoras automáticas para cristales de borde plano o
biselados (figs. 305, 306 37- 307),
^ El cristal tal como sale de las ealibradoras automáticas comu­
nes, tiene el borde plano y además la forma y tamaños definitivos.
Si este cristal va colocado en una montura sin aro, se le debe
efectuar 'solamente un bisel, de seguridad que consiste en un file­
teado de ancho variable y que depende^ sobre todo, del espesor
que posee el cristal en el borde, revistiendo gran importancia en
las lentes negativas.
En ciertos casos, con el fin de mejorar la pariencia de las len­
tes de bordes gruesos (negativas)
que van montadas al aire, se pro-*
cede a pulir dicho borde utilizán­
dose un molde plano de superfi­
cies, con paño y rouge.
Esta técnica si bien es aconseja­
ble desde el punto de vista que
mejora la pariencia, sin embargo

F íé¡. 3 0 6 Fig. 307


474 B. SCHCOLNICOV

resulta contraproducente por cuanto la superficie así pulida per­


mite la entrada directa de rayos luminosos que producen aberra­
ciones y entorpecen la visión de los objetos, contribuyendo en gran
manera al encandilamiento del paciente.
Las lentes que van montadas en aros, deben poseer un borde
biselado en forma de V, en un ángulo adecuado para calzar en
la ranura o canaleta de los mismos. Para obtener este bisel se
utiliza la biseladora manual El cristal previamente se ha cortado
del tamaño y formas definitivos y se quiere efectuar la técnica
completa^ debe haberse trabajado en la calibradora automática.
Luego se pasa a la piedra ma­
nual.
Se hace correr lentamente el
agua, se apoya el cristal sobre
la piedra ligeramente inclinado
y tomándolo con las dos manos
tal como se ilustra en la figu­
ra 308. De esta manera se im­
prime al vidrio un suave movi­
miento de rotación en forma
lenta al par que se-hace la pre­
sión necesaria para que el abra­
sivo actúe. Tiene importancia la
perfecta colocación de los dedos
del operador y la forma que se
hace girar el cristal con el fin
de que el trazo que forma el
bisel sea parejo y homogéneo.
Fig. 308 Por otra parte la inclinación
que se da al cristal, regulará el ancho de cada una de las caras
del bisel.

207. Rectificación de las piedras de biselar. — Es muy común


que al cabo de cierto tiempo de uso, las piedras de biselar o de
calibrar presenten estrías o surcos más o menos profundos, visi­
bles a veces fácilmente y otras que se ponen de manifiesto al
tacto o porque producen un ''salto’’ peculiar del cristal. Si dicha
imperfección es muy marcada produce escalladuras.
T r abajo de B anco 475

Estas imperfecciones son debidas al trabajo de los cristales


sobre las piedras y la van haciendo inadecuadas para seguir pres-
tando servicios por el peligro de provocar deterioros o roturas.
Es menester proceder de inmediato a la rectificación de la super­
ficies para lo cual'se utiliza un diamante especial montado en un
mango, y
éste a su vez en un carrito rectificador que lleva como
suplemento la máquina en su parte trasera o delantera. Si los
surcos no son muy profundos pueden eliminarse sin necesidad
del diamante, utilizando solamente una piedra de carburundun
en su lugar. Finalmente, para asentar la piedra se aconseja uti­
lizar un vidrio relativamente gruesoy hacer varias pasadas con
el mismo.
208. Limpieza de las maquinarias. Conservación de las mismas.
— El trabajo con las piedras de biselar o de calibrar, produce un
arrastre del abrasivo que compone las mismas. Este abrasivo mez­
clado con el aglutinante que entra también en la composición que­
da en parte depositado sobre el plato delantero de las piedras y
parte esarrastrado por el agua. Es
una precaución de importan­
cia al terminar el trabajo del día, eliminar este material de deshe­
cho por cuanto el mismo es peligroso, ya que se adhiere fuerte­
mente a las trasmisiones, o engranajes, tornillos, etc., pudiend.o
perjudicar el mecanismo de las maquinarias. Debido a ello es ne­
cesario limpiar con un pincel embebido en querosene o un trapo,
todas las partes metálicas que se han ensuciado, volviendo luego
a engrasar o aceitar donde fuere necesario.
El material que es arrastrado por el agua queda depositado
en el fondo de los baldes, si ésta es recogida en estos recipientes,
pero si se envía directamente a las rejillas, puede llegar a obs­
truirlas; por ello se aconseja el uso de un intermediario o decan­
tador, el cual elimina el peligro.
Por otra parte debe tenerse la precaución de no ensuciar con
el querosene, aceite o grasa las piedras propiamente dichas, por
cuantos estos materiales obstruyen los poros y les quitan poder
abrasivo.
Periódicamente, a intervalos de tiempo no mayores de una
semana o quince días, es necesario proceder a engrasar los bujes,
engranajes, transmisiones, etc. También periódicamente es nece­
sario desarmar total o parcialmente las maquinarias para proce-
476 B. S-CHCOLNICOV

derse a una limpieza a fondo de todas aquellas partes delicadas.


No debe por otra parte descuidarse la lubricación de ios motores
para evitar ruidos molestos o el peligro de que se quemen

209. MONTAJE Y AJUSTE DE LOS CEISTALES. — El mon­


taje y ajuste de los cristales consiste, como su nombre lo indica^
en la colocación de los mismos en los armazones elegidos. La
técnica a emplearse varía enormemente^ según que montura sea^
de las que hemos denominado con aro, sin aro o combinadas.

210. Técnica para e l montaje en aro. — La técnica pai'a el


montaje en aro varía así mismo si el armazón es de material plás^
tico o metálico.
Veremos previamente el montaje en ios denominados armazo”
nes de zilo (celuloide) o acetatos diversos.
Una vez que los cristales han recibido su forma y tamaño de­
finitivos se debe proceder a introducirlos dentro los aros en tal
forma que el bisel quede ajustado rígidamente en las ranuras
de los mismos. Como estos aros son enterizos, es necesario para
tai operación, proceder a calentar adecuadamente el armazón con
el fin de. que el material se ablande y permita.su torsión, y ligera
dilatación necesarias para esta técnica.
Para efectuar el calentamiento, se puede utilizar la llama de
un simple calentador a alcohol o mechero de gas. También puede
utilizarse una resistencia eléctrica, arena caliente, un hornito ex­
profeso o sino un procedimiento más seguro que los anteriores,
que consiste en emplear una lámpara de rayos infrarrojos, lo cual
permite calentar y ablandar el material sin el peligro inminente
de su inflamación lo cual constituye un accidente frecuente en
esta tarea,
La lámpara de alcohol o el mechero a gas son los más común­
mente empleados por la mayoría de los pequeños talleres. Para
trabajar con la misma se dispone el armazón sobre la llama im~
primiéndole un ligero movimiento rotatorio o de giro, en tal
forma de asegurar que el calor de la llama, en forma lenta, vaya
penetrando dentro de la masa del material.
En efecto, no debe olvidarse que el celuloide o los acetatos se
ablandan en la vecindad de los 90^, o temperaturas un poco infe­
T ra bajo de B anco 47T

rior y que se inflaman, el celuloide sobre todo, a temperaturas


relativamente bajas. Como la llama del mechero a alcohol^ gas^
etc., por lo común siempre están encima de los 800° debe evitarse
que la misma tome un contacto prolongado con la superficie del
material pues sino la temperatura en ese punto se eleva y el ma­
terial se inflama o se quema. El movimiento que se le imprime
al armazón tiene por objeto evitar esta contrariedad y permitir
que el calor se difunda sobre toda la masa logrando su ablande
y dilatación en forma homogenea {ñg. 309).

í'
I

Para evitar el peligro de la quemadura de estos armazones,


y sobre todo los de celuloide, muchos talleristas prefieren el uso
d el agua caliente -para ablandar^ pero este procedimiento tiene el
inconveniente de que los m ism os pierden el pulim ento y se d ebe
proceder nuevamente a darles brillo.
Una vez que el armazón ha sido ablandado lo suficiente, p er­
m ite una ligera dilatación por m edio de la cual el cristal puede
ser introducido en los aros. El cristal puede ser introducido p o r
delante o por detrás, pero con cualquiera de las técnicas debe te­
nerse especial precaución de que la dilatación de los aros sea
pareja pues si el calentamiento no ha sido homogéneo o el aro se
478 B. SCHCOLNICOV

estira más en un sentiao que en otro, se deforma; detalle éste


■que se constata porque las “ orejas’', cambian de' orientación y
las patillas al ser plegadas se hallan con diferente inclinación o
distinto nivel.
Se requiere una habilidad, fruto de una práctica prolongada
para efectuar esta operación sin producir en el armazón mas que
modificaciones imperceptibles.
Una vez puesto en vidrio en su lugar, se deja enfriar el arma-
7/'TI y al contraerse, sujeta fuertemente los vidrios impidiendo su
posterior salida, salvo que se lo caliente nuevamente. Algunas
^'^^ces para producir un ajuste mayor, se sumerje el armazón
<^p1iente, en agua fría, provocándose una contracción brusca y
í ^ intensa t|ue en los casos anteriores, pero peligroso cuando se
r Tct de lentes muy delgadas en armazones gruesos, como ocurre
con las negativas de po­
der elevado, con espesor
central muy fino, las que
•■■UlSt^||il2? >
.í.-'■^SI.ft;;V.- se colocan en armazones
de cierto grosor para di­
simular el borde.
En algunos casos, en
razón de que el tamaño
del cristal no permite
su introducción en el
aro a pesar del calenta­
miento, porque éstos son
Fig. 3 1 0 demasiado chincos, sé
procede a la dilatación de los aros hasta el diámetro adecuado.
Esta operación se realiza por medio de los denominados “conos
de dilatación” ; los cuales son generalmente metálicos, y calenta­
dos eléctricamente por medio de una resistencia interior. La sec­
ción de estos conos va. de menor a mayor y llevan graduaciones
correspondientes a las secciones en varios planos (fig. 310).
Una vez que los cristales se han colocado en los aros, se debe
verificar para el caso de las lentes astigmáticas, si se hallan co­
rrectamente orientadas. Habíamos dicho anteriormente que para
que esta orientación se mantenga, se efectúan en los dos extremos
T ra bajo de B anco 479

de las líneas de calibrado de cada cristal dos puntitos, los cuales


permitían efectuar esta operación con seguridad.
De todas maneras, debe verificarse si a pesar de estas precau­
ciones, los ejes no se hallan desplazados, lo cual se verifica por
medio del frontofocómetro o
sino simplemente trazando
nuevamente el eje con lápiz
dermográfico y controlando
su posición con el diagrama
transportador.
^ Un aparatito original para
este control es el que se ha-
2¡i lia indicado en la figura 311.
Si los ejes se han desplazado, se debe calentar nuevamente los
aros y mover el cristal circularmente hasta darle la orientación
exacta. Para facilitar esta operación se há introducido en pla­
za una pinza especial con sus dos mordazas cubiertas de goma
la que permite ha­
cer girar el vidrio
sin peligro de ruptu­
ra, aún a veces sin
necesidad de calen­
tar.
Si las plantillas
han quedado orien­
tadas en forma in­
correcta se debe
proceder a su colo­
cación adecuada por
medio de una pinza
que tome el frente
presionando en la
mitad de la bisagra
del mismo y por medio de otra pinza o simplemente los dedos,
levantar o ba"jar la patilla defectuosa (fig. 312).

211. Montaje en armazones con aro metálico, — Para colocar


las lentes en armazones metáUcos, deben tener exactamente el
■ 480 B. SCHCOLNICOV

tamaño de los aros^ puesto que los mismos no pued^^'ii ni achicarse


ni agrandarse com o ocurre con los de material plástico.
Luego cada lente debe tener el tamaño exacto para calzar en
el surco del arco. A medida que la misma se va .biselando se debe
controlar el tamaño, pues si el mismo queda chico, el cristal de­
be deshecharse. Generalmente durante el trabajo se quitan los
tornillos y se abren-.los aros, insertándose el cristal y procedién-
dose a verificar si las dos placas que forma la bisagra cierran
perfectamente. En caso contrario se sigue achicando el diámetro»
El operario de relativa práctica, una vez. que ha- tomado las
medidas exactas de los diámetros del aro y elegido el molde co-
rrespondiente, proct^e a calibrar el tamaño propio y luego a
biselar. Pero para verificar la exactitud no hace falta abrir total»

mente el aro, sino que suficiente quitar el tornillo interior y


aflojar directamente el otro. Luego haciendo ligera presión se
introduce el cristal. Si el mismo no entra, su tamaño es demasia­
do grande, si por el contrario calza, no hace falta más que apretar
los tom illos y quedará ajustado.
Debe tenerse especial precaución para que no se escalle el
cristal, pues no debe olvidarse que el vidrio hará presión sobre
el metal y no sobre un material blando com.o es el zilo.
El .cristal colocado en los aros metálicos no debe estar execiva-
mente apretado, ya sea en todo el contorno o a la altura de las
plequetas que llevan el tornillo, pues esta presión altera la iso-
tropia del vidrio y determina que polarice ligeramente la luz.
Ello puede observarse fácilmente con el aparato denominado pola-
riscopio, de la figura 313, que pone de manifiesto los efectos de
T r a b a jo de B a n c o 481

excesiva presión en los lentes montados en armazones metálicos.

212.-Montado “ al aire” . El montado al “ aire” o sin aro, como


ya establecimos anteriormente, se caracteriza porque el cristal
es por lo común sostenido por dos aletas o grifas perforados por
un tornillo o remache especial. Existen otros modelos donde el
cristal es sostenido por medico de una barra similar a los armazb-
nes denominados numont, pero que posee dos dientes, que pene»
tran en escotaduras laterales que se practican en el cristal por

Fig. 314

medio de una piedra especial, o sino de una pequeña limita chata.


En los instales que van sostenidos por tornillos, debe prati-
carse una o dos perforaciones, según el modelo. Estas perfora­
ciones son laterales a una determinada distancia de los bordes,
dependiente de que la montura sea del tipo denominado “ ameri*
cana'’, alemana, francesa, etc.
La perforación del cristal se efectúa por medio de una perfo­
radora accionada eléctricamente la cual posee un diamante que
482 B. SCHCOLNICOV

gira a gran velocidad: 1800-2000 r.p.m. Se utiliza, como., lubricante


esen.cia de trementina o una mezcla de aceite común y quero­
sene (figs. 314 y 315).
En lugar de diamante se suele también utilizar, en razón de
menor precio^ el producto denominado ''widia'\ Las mechas hechas
con este material giran a menos velocidad: 1000 a 1500 r.p.m. Estas
mechas deben ser talladas con secciones especiales que permitan
los ángulos de corte adecuados, tales como en. la figura 316,
Anteriormente al empleo de la perforadora, se utilizaba pa­
ra la'perforación de los cristales^ los clásicos trépanos de los joy e­
ros, mecánicos dentales, etc. (fi­
gura 317).
El empleo de trépanos manua­

m les es desde luego más lento y


fatigoso que el empleo del dia­
mante, pero todavía muchos
operarios viejos lo profieren. El
W B m
■%.Jí í ■ =,y/ riesgo de la rotura de los vidrios,
es desde luego mayor que con el
método eléctrico y además el
orificio que se fabrica no es tan
homogéneo ni tan perfecto.
Una vez hecha la perforación,
se pasa un escariador para rec-
tificar la perforación o agran­
darla ligeramente si ello es ne­
cesario.
Antes de practicarse la per­
foración debe marcarse exacta­
mente el lugar de la misma, lo
Fig. 315
cual se puede realizar, calzan­
do Jas grifas y marcando un punto por medio de un punzón ade­
cuadlo. Generalmente las grifas que van unidas al puente, coinci­
den con la denominada ‘lín e a de caLbrado” a la altura de las
pupilas. Cuando se trata de cristales que llevan dos perforacio-*
nes, o sea una segunda correspondiente a las patillas, esta últi­
ma puede corresponder a la misma línea de calibrado (patillas al
medio) o bien más arriba que es el modelo más corriente.
T ra bajo de B anco 483

Los cristales que vienen montados en armazones con barra de


los denominados tipo Numont, llevan una sola perforación, pero
existen modelos que llevan barra y dos orificios para más se­
guridad.
Practicadas la o las perforaciones se debe proceder a calzar'las
grifas, las cuales debe adaptarse perfectamente a las caras del
cristal para evitar el
riesgo de las roturas, o
el m ovimiento del cris»
tal que no quedara fijo,
y además corregir la
parte estética . P a r a
esta operación se utili­
zan diferentes modelos
de pinzas, algunas de
las cuales se ven ilus­
tradas en la figura 318.
Tiene mucha impor­
tancia desde el punto
de vista estético, de la
seguridad e inclusive
de la calidad del tra­
bajo, la perfecta adap­
tación de las grifas a
los bordes del cristal.
A tal efecto, es con­
veniente en las lentes
negativas en razón de
su borde relativamente
grueso, p r a c t i c a r un
“ rebaje"' tal como se
ilustra en la figura 319
Fig. 31 6
lo cual asegura el per-
fecto. calce de las grifas y una mayor perfección del aJuste.^
L a ' figura 320 (a) y (b) muestran el ajuste de las g rifa s, en
un cristal positivo.
En algunos tipos de monturas (Loxit, B. y Lom b) el tornillo
484 B. SCHCOLNICOV

es reemplazad© por un remachie que se funde en (fig. 322),


el lugar por medio de un arco eléctrico especial. Este modelo
evita los inconvenientes de que se aflojen los tornillos, lo cual
constituye uno de los defectos aun no totalmente subsanados en
las monturas al aire. Diversas medidas adoptadas, desde la tuer­
ca diminuta hasta ^ intermediario de plástico han sido utilizados,

Fig. 317

pero ninguno de ellos ha dado un resultado completamente sa­


tisfactorio.
En el modelo de ia figura 321, los tornillos y grifas se liallan
suprimidos y como ya hemos mencionado, el cristal es sostenido
por medio de dos dientes que penetran en sendas escotaduras
practicadas en el mismo, los cuales viene soldada en una barra
similar a la de los Numont, pero que ha diferencia de ésta, es
T r abajo de B anco 4S5

Fig. 318

Fig. 319
486 B. SCHCOLNICOV

elástica y por tensión mantiene fijo el cristal. Constituye una


forma cómoda de quitar y poner los vidrios al propio paciente,
lo cual le permite reemplazar^ por ejemplo, cristales incoloros por
otros de color, de la misma graduación, o bifocales, etr

FtM.

Fig, 321 Fig. 322


CAPÍTULO X V

TRABAJO^ DE.SUPERFICIES-

213. Fabricación de los cristales oftálmicos. — Los cristales a


lentes oftálmicas se fabrican tallando las superficies de un bloe
o pastilla de vidrio especial, por medio de diferentes tipos d e
abrasivos, sobre moldes cuyas curvaturas han sido calculadas
para reproducir el poder deseado. Ambas caras de la lente se la--
lian independientemente: primero una, y luego la otra.
Los pequeños talleres, cuya producción esta destinada sola­
mente a la ejecución de cristales especiales para algunos tipos de
prescripciones (color, bifocales, alta graduaciones o lentes en falta
momentánea) utilizan máquinas simples, algunas manuales y otras
automáticas que por lo común no permiten el trabajo de muchas
superficies a la vez, sino que las mismas se hacen individualmen­
te. Pero las grandes fábricas o talleres importantes, poseen insta--
iaciones con baterías de máquinas que permiten la producción
simultánea de muchas superficies y como lógica consecuencia, la
fabricación de lentes o cristales para stoc, en todas las gra­
duaciones.
El método empleado, en principio, es el mismo en ambos
casos. El vidrio es pegado a un trozo de hierro, denominado habi-
tualmente taco, por medio de un cemento especial. El conjunto
es apoyado sobre moldes de hierro, cuyas curvaturas reproduci­
rán en la superficie del vidrio la suya propia. El molde es animado
de un movimiento de rotación y un abrasivo es colocado entre
ambos. Al cabo de unos instantes, se puede constatar la identidad
488: SCHCOLHICO'V

de ambas superficies; la del vidrio y la del molde, pero, como


veremos luego, siendo el signo de la del primero, opuesto al del
segundo.

214. MaquinariaSj materiales y herramientas. — La máquina


talladora individual, consiste en un torno, formado por un eje
qu e gira vertiealmente por medio de un sistema de poleas y
provisto de una palanca que permite detenerlo o ponerlo en mar«
cha.

■i

áfi|-

'f

Fig. 323

Esquemáticamente es una mesa o banco sólido que sirve de


soporte a un sistema de transmisión accionado por un motor eléc­
trico, que hace girar al árbol u eje dispuesto verticalmente. El
extremo superior de este eje, termina en tronco de cono. Este
terminal tronco-cónico puede ser fijo o destornillable, sobresale
en la parte superior de la mesa o banco, dentro de un tacho o
recipiente cuya misión es evitar la proyección del esmeril. Sobre
T r a b a jo de S u p e r f ic ie s 489

esta porción terminal se ajustaran- los moldes que se utilizarán


para tallar las lentes.
El eje vertical posee una polea fija y otra loca que permiten
accionar o poner el eje en reposo a voluntad por medio de una
palanca de comando sin detener el motor (fig. 323).
En la parte superior de la mesa se halla el brazo de presión
que consiste en una barra transversal dispuesta horizontalmente
la cual, por medio de una punta de acero, sostiene el cristal sobre
el molde al par que le permite girar libremente. Esta barra se
halla sujeta en un extremo por una corredera regulable que per­
mite elevarla o despla-
zarla para adaptarse en
forma correcta al traba-
í jo. Por el otro extremo
es sujetada por el ope-
S . f rario. En la parte media
, .... se halla atravesada por
Vy ' i ' un trozo de acero inter-
Xíí cambiable denominado
■:í ' :T :■ punta.
Existen m aqu in ar la s
■ V ■ .i que proveen dos o más
■ - árboles u ejes verticales,
_ permitiendo cada una
. A- de ellos la colocación de
. ‘ ■ 1- un molde. Generalmen-
te cada árbol recibe el
nombre de “ espiga’’. Las
Ftg. 324 máquinas talladoras en
pequeña escala o individuales pueden tener dos o más espigas.
Raramente se fabrican con mas de cuatro. Cada espiga debe ser
atendida en los tipos simples por un operario diferente, pero exis^-
ten modelos automáticos o semi-automáticos que permiten a un
operario atender dos y hasta cuatro espigas durante las op era ­
ciones de alisado y pulido (figs. 324, 325, 326, 327 y 328).
Para la producción en gran escala, un solo operario, por io
com ún atiende una batería de máquinas. En estos casos, cad..
espiga trabaja sobre un mism o molde vanos cristales simulL.
490 B S CH Co L N 1Co V

Fig. 325

Mm m m í-'j.

Fi^= 52íJ
T rabajo i>e S u p e r f ic ie s 4il

neamente. Un solo operario d irige el trabajo de diez o m ás es­


pigas.
La disposición de estas baterías de maquinas o baterías de
espigas que trabajan
en forma automática,
es diferente que en las
máquinas de pequeña
producción. G en era l-
mente un eje de trans­
m isión a li ment a a
veinte, treinta o más
árboles pequeños colo­
cados sobre largos ban­
cos. Aquí no existe,
propiamente ^dicho, la
“barra” ni punta^ sino
que el árbol articula
directamente sobre el
molde tallador. El tra-
bajo se halla colocado
inferiormente y esta
constituido por varios
blocs pegados en el
eontramolde (fig 329),
La velocidad de rota­
ción, por lo común, es más reducida que para el trabajo indivi­
dual y existe un porcentaje relativamente apreciable de cristales
que no resultan
correctamente ta­
llados, debido, so­
bre todo, a la di­
ferente velocidád
que soportan los
blocs pegados, en
él centro dél con­
tramolde y l o s
del b ord e. En
^28 efecto, debido a
492 B. SCHCOLNICOV

que la velocidad en los bordes del molde es mayor que en el


centro, el tallado de las superficies no se realiza en forma homo­
génea y pareja. Debido
a ello se ha ido m odifi­
cando la antigua tenden­
cia de trabajar gran nú­
mero de superficies en
cada espiga utilizando
contramoldes de gran
tamaño, por el tallado
de no mas de tres a
cinco cristales, con lo
cual ' el porcentaje de
defectos se ha reducido
considerablemente.

Fig. 329 215. Moldes. — Los mol­


des de tallar,, son piezas de hierro fundido cuyas curvaturas han
sido calculadas para reproducir las superficies que se desean ob­
tener. Existen por consiguiente moldes cóncavos y convexos, los
cuales reproducen superficies opuestas: convexas los primeros y
cóncavas los segundos.
Las curvaturas de estos moldes se han calculado para un ín­
dice determinado, generalmente 1,523 ó 1,530, de acuerdo a la
n—1 ■
fórmula: — ^ r ; que nos da el radio correspondiente.

A continuación tenemos dos tablas (XXI) y (XXII) con di­


ch os ra d ios para los índices mencionados.
Ocurre que por razones de* costumbre, muchos fabricantes uti­
lizan moldes cuyos radios se han determinado en base solamente
al índice 1,530, siendo que el vidrio crown oftálmico tiene índice
1,523, de ahí que se cometan errores en las graduaciones si no se
toman las precauciones para efectuar las correcciones necesarias.
En la tabla (XXIII) se hallan indicadas en la primer columna los
poderes marcados en los moldes, y en la segunda columna los
poderes verdaderos, ateniéndonos al índice del vidrio (1,523), tal
como Se dijo.
Finalmente en la tabla X X IV tenemos los datos que permi-
T rabajo de S u p e r f ic ie s 493

TABLA XX!

RADIOS DE CURVATURA PARA MOLDES DE TALLAR


VIDRIOS DE INDICE DE REFRACCIÓN: 1.523

F ra ccio n e s de Dioptrías
i
0 •125 -25 •375 •50 •625 -75 -875
11
i1
o 1 0 4184 2092 1394*7 1046-0 836-8 697-3 597-7
I 523-0 464 9 409-0 380-4 348-7 312-9 298-9 278-7
2 261-5 246*1 231*9 220*2 209*2 Í 99-2 190-2 181-9
3 174-3 167-4 160-9 155*0 149-4 M 4*3 139*5 135-0
4 130-75 126*8 123*1 119 -5 I I 6* 2 i i 3 ‘ i 110*1 107-3
5 ií 24*6 102*1 99 72 97-08
82-04
95-8 92-98 90-96 89-02
80-46 78-94 77-48 76-07
6 87-17 83-44 83-68
7 74 7 1 73-40 72*13 70-92 69-73 68-59 67-48 66-4 I
8 65-33 64-37 63-40 62-45 61-53 60-64 59-77 58-93
9 58-11 57-52 56-54 55-80 55-05 54-34 52-96
lO 52-30 51*02 4 9 -8 i 48-66
11 47-55 46*49 45-48 44 “5 i
12 43-54 42-69 4,1-84 41-02
13 40-23 3 9 14 36-65 38-04
14 37-36 1 3670 35-99 35-46
15 34-87 34-30 33-74 33 -2 Í
l6 32-69 32-19 31-70 31-58
17 30-77 30-32 28*89 29-47
18 29*06 28-66 28-21 27-89
19 27-53 2717 26*76 26-48
20 26-15 25-83 - 25-51 25-21
21 24 90
23 23*77
23 22*74
24 . 21-77
25 20*92
494 B. SCHCOLNICOV

ten elegir un molde para índice, 1,523 de cierto poder marcado,


para obtener otro poder deseado en índice diferente.
Los moldes llevan en la parte central un vástago con una per-
ioración, tronco-cónica que permite su ajuste al eje vertical o
espiga. Estos moldes deben ser controlados constantemente, pues
-Sil curvatura varía por la acción de los esmeriles que al par que
'tallan el cristal desgastan los mismos. A tal efecto se utilizan
filantilas especiales denominadas patrones o probines de bronce
<|iie producen las' curvaturas cóncavas y convexas permitiendo
por simple contacto la verificación de la curvatura (fig. 330).

T A B IiA X X II

B A B IO S im € Ü R ¥ A T U R A PARA M O I.B E S D E T A L L A K ¥II>IiIOS


DE ÍN DICE B E M E F IiA €C léK : 1,53

r r D T n f
D D D f D r

«J 2 4240.0 3.00 176.6 5.87 90.2 8.75 60.6 11.62 45.6 14.50 36.6
o 2120.0 3,12 169,6 6.00 88.3 8.87 59.7 n .7 5 45.1 14.75 35,9
7 1413.0 3.25 163.1 6.12 86.5 9.00 58.9 Ü .87 44.6 15.00 35.3
líJéO.O 3.37 157.0 6.25 84.8 9.12 58.1 12.00 44.2 Í5.25 34.8
0^7 B4S.0 3.50 151.4 6.37 83.1 9.25 57.3 12.12 43.7 15.50 34.2
n 75 706.7 3.62 146.2 6.50 81.5 9J7 56,5 12.25 , 43.3 15.75 33.7
0 .8 7 605.7 3,75 141.3 6.62 80,0 9.50 55.8 1,2.37 42,8 16.00 33.1
1.1X1 530.0 3.87 136.8 6.75 78.5 9.62 55.1 12.50 42.4 16.25 32,6
1.12 '4 7 1 .! 4.00 132 >5 6.87 77.1 9J5 54.4 12.62 42.0 16.50 32.1
L25 424-.0 4.12 128.5 7m 75.7 9.87 53.7 12.75 41.6 16.75 31,6
1J7 385.4 4.25 r24.7 7.12 74.4 10.00 53.0 12.87 41.2 Í7.QQ J t2
1.50 353.3 4.37 121.! ' 125 73.t ■ 10.12 S2J 13.00 40.8 17.25 , 30,7
1.62 326 J 4.50 1 17 J : 7.37 7 !J 10.25 51.7 Í3.I2 40.4 17,50 30.3
1.75 302.8 4.62 !1 4 .6 7.50 70.7 1 10.37 5 1 .1 IJ.25 40.0 17.75 29.8
1.87 282.7 4.75 111.6 7.62 69.5 10.50 50.0 IJ.3J 39.6 18.00 29.4
J.OO 265.0 4.87 Í08.7 7.75 58.4 !0,-,63 49.9 13.50 39.3 !8 J 5 29,0
JJ2 294.4 5.00 1,06.0 7.87 67.3 10.75 49 J IJ.62 38.9 18.50 28,6
2,.25 235.6 5.12 '103.4 ■: 8.00 66.2 10.87 48.7 13.75 38.5 18.75 28.3
2.37 223.2 5.25 100.9 8.12 65.2 : 11,00 48.2 13.87 38,2 19.00 27.9
2..50 212.0 5.37 98.5 8.25 64.2 ! l I2 47 6 I4.(K) 37.9 19.25 27.5
2'. 62 201.9 5.50 96.4 8.37 63.3 11.25 47,1 14,12 37.5 19.50 27.2
2.75 192.7 5.62 94.2 8.50 62.3 11.37 4Ó.6 14.25 37 2 19.75 26J
2.87 184.3 5.75 92.2 8.62 61.4 11.50 46,1 I4 J 7 ,16.9 20.00 26.5
T ra bajo de S u p e r f ic ie s 495

TABLA XMIÍ

CONVERSIÓN DE MOLDES CALCULADOS P A R A


ÍNDICE 1,53 A L VALOE DEL VIDEIO
OFTALMICO : 1,523

P oder P&der P oder P oder Pfikfer P&éer


M arcadc> Real Marcado Real M arcddo R ^é. M areadle Rtml

0 .0 0 .0 0 5.00 4.93 10.00 9.87 15.00 14.80


.12 .12 J2 5.05 .12 9.99 .12 14.92
.25 .25 .25 5.18 .25 10.11 .25 15.05
.37 .37 .37 5.30 .37 10.23 .37 15.17
.50 .50 5.43 .50 10.36 .50 15.30
62 .61 .62 5.55 .62 10.48 .62 15.42
,.75 .7 ^ .75 5.67 .75 "IO.6 I .75 15.54
.87 .86 .87 5.79 .87 10.73 .87 15.66
1.0 0 .99 6.00 5.92 11.00 10.85 16.00 15.79
12 1.11 .12 6.04 .12 10.97 .12 15.91
.25 1.23 .25 6.17 .25 11.10 .25 16.04
.37 1.35 .37 6.29 .37 ii.22 .37 16.16
.50 1.48 .50 6.41 .50 11.35 .50 16.28
.62 1.60 .62 6.53 .62 11.47 .62 16.40
.75 1.73 .75 6.66 .75 11.59 .75 16.53
.87 1.85- .87 6.78 .87 11.71 .87 16.65
2.00 1.97 7.00 6.91 12.00 11.84 17.00 16.78
.12 2.03 .12 7.03 .12 11.96 .12 16.90
.25 '2.22 .25 7.15 .25 12.09 .25 17.02
■ J7 2.34 .37 7.27 .37 12.21 .37 17.14
.50 2.47 .50 7.40 .50 12.33 .50 17.27
,62 2.59 .62 7.52 .62 12.45 .62 17.39
.75 2.71 .75 7.65 .75 12.58 .75 17.52
.87 2.83 .87 7.77 Í2.70 .87 17.64
3.00 2.96 8.00 7.89 13.00 12.83 18.00 17.76
.12 3.08 .12 8.04 .1 1 12.95 .12 17.88
.25 3.21 .25 8.14 .25 13.08 .25 18.01
.37 3.33 .37 8.26 .37 13.19 .37 18.13
.50 3.45 .50 8.39 .50 13.32 50 18.26
.62 3.57 .62 8.51 .62 13.44 ,62 18.38
.75 3.70 .75 8.63 .75 ÍJ..57 ,75 18.50
.87 3.82 .87 8.75 .87 13.69 , .87 18.62
4.00 3.95 9.00 8.88 14.00 13.82 19.00 18.75
.12 4.07 .12 9.00 .12 13.94 .12 18.87
.25 4.19 .25 9.13 .25 14.06 .25 19.00
.37 4.31 .37 9.25 ,37 14.18 ,37 19.12
.50 4.44 .50 9.37 .50 14.31 ,50 19.24
.62 4.56 .62 9.49' .62 14.43 62 19.36
.75 4.69 .75 9.62 .75 14.56 .75 19.49
.87 4.81- ,87 9.74 ,87 14.68 20,00 19.74
4»6 B.-.SCHCOLNlCOi

TñM LA X X I¥

MOLDES CALCULADOS FARA INDICE: 1^23, ÜTILIEABLES


P A R A T A L L A E ¥ ID M O S D E ÍN D IC E D IF E R E N T E

ín d ic e d e ios v id r io s e m p le a d o s

P oder
1*50 l-fi 1^32 S “53 1^54 I “55 1-56 1-5 / 1-58 I '^9 i»6© 1*62 1*64
bu sca d o 1 i

M o ld e s ía u tiliz a rs e

I 1-05 1-03 l-OI 0*99 0-9^ 0-95 a -93 o»9 a 0-90 0*89 0*87 0*84 0-82
2 2^09 2^05 ,2“01 1*97 1^94 1-90 1-87 1-83 v$o 1-.77 174 l-% í *63
3 3‘H 3*o8 .3-02 2*96 2-91 2*85 2*8o 2*75 2-71 2 - ^ 2-62 2'45
4 r t s 4 -m 4*02 3 ‘9-5 3-S8 3*8o 374 3-67 3*61 3*35 3*49 3 I Í 3.27
5 5*13 5-03 4-94 4*85 4-76 4*67 4*59 4-51 4*.44 4*36 4*22 4*09
6
*7
r j 6 1 6 6*04 5*92 5-8 i 5-71 5-60 5*50 5-41 5-32 5-23 5*06 4 “90
7*32 7*18 7*04 6*9Je 6-78 6-66 6*54 '6*42 6-31 6*21 6*10 5*9 í 5 7 *
B 8-37 8*21 8*05 7‘ 9o 7-75 7^61 7-47 7-34 7-22 7*10 6-98 6-75 6*54
9 9*41 9^23 9-05 8*88 8-72 8-56 8-41 8*25 8-12 7*98 7*85 7-60 735
lO 10*46 10*^6 io*o6 9*87 9-5? 9-5 í 9‘34 9-17 9*02 8*87 8*72 8‘44 8*17
11 II-5I 11*29 11-07 10*86 10*66 10*46 10-27 10*09 9*92 9-76 9:59 9*28 8*99
12 12-55 12*31 12*07 11*84 í i *63 II- 4 I 11*21 11*00 10*82 10*64 10*46 10*13 9*80
13 13-60 i 3*34li 3*o8 12*83 I 2-6o 12-36 12*14 11-92 11*73 11-53 11*34 10*97 10*62
14 ¡4-64 14*36 14*08 13*82 13.57 13*31 13-08 12*84 12*63 12*42 12*21 11*82 11*44
15 15-69 15-39 15*09 14*80 14-53 14-26 14-01 i 3'75 13-53 13-30 13*08 12-66 12*25
i6 t 6-T¡4 16*42 16*10 15*79 15.50 15*22 14*94 14-67 i 4'-43 14-19 53*95 13.50 13*07
17 17-78 r 7*44 17*10 16*78 16*47 16*17 15*88 15-59 í 5'33 15*08 14*82 Í 4-35 13*89
18 18-83 18-47 18*11 17-77 17*44 17*12 i6*8í 16*51 16*24 15*97 15:70 15-19 14-71
19 19*87 19*49 19*11 18-75 18*41 18*07 17*75 17*42 17*14 16*85 16*57 16-04 15*52
20 20*92 20*52 20*12 19-74 19*38 19*02 18 *68 18*34 18*04 1774 17-44 16-88 í 6*34
21 21*97 21*55 2 1- 13 20-73 20-35 19-97 19*01 19*26 1 8 -94 18*63. 18*31 17-72 17-11
22 23*01 22-57 22-13 21-71 2r*^2 20-92 20-55 20-17 19-84 >9-51 1 91 8 18-57 17*97
23 24*06 23*60 23-14 22*70 22*29 2 1^ 7 21-48 21*09 20*75 20*40 20*06 19-41 18-79
24 25-10 24*62 24-14 23*69 23-26 22*82 22*42 22*01 21*65 21*29 20*93 20-26 ig*6i
25 26*15 25*65 25-15 24*67 24*22 23*77 23-35 22*92 22*55 2 1- 17 21‘80 21^00 20-42
1
■Tr a b a j o Dp S u p e r f i c i e s 497

Fig, 330

^;c r* 'r ■
t % 1^*
Wm

sr:...-; ^

Fig. 331 (a)


498 B . S C íí C o L N I C o V

Existen moldes esféricos, o sea para


fabricar superficies esféricas, y m.oldes
para tallar superficies cilindricas y tó-
ricas. En cada caso, el molde reproduce
las superficies a tallar. Generalmente
en el vástago inferior llevan grabada la
graduación a que corresponden. Así los
esféricos llevan una sola graduación. Lo
mismo ocurre con los cilindricos. Pero
en cambio los tóricos llevan 2 graduacio­
nes. X j: 6/7; 6/6,50; correspondiente, la
primera a la base y la segunda al poder
cilindrico del cristal tórico.
Los moldes para trabajar varios cris­
tales sirpultáneamente son de mayor
tamaño que los comunes para un solo
cristal.
F ig 331 ( b) Se fabrican fundiendo el hierro en
matrices apropiadas. Estas fundiciones son luego torneadas con
la curva propia por m.edio de un torno especial denominado má­
quina rectificadora. La máquina rectificadora permite la fabri­
cación de superficies esféricas o tóricas, A tal efecto posee un
plato inferior que guía horizontalmente al tiempo que otra herra­
mienta con diferente radio trabaja verticalmente (fig. 331 a, b ) .

216. Tacos. — Los pequeño'^ trozos de hierro donde se pegaran


ios blocs, se denominan tacos.
La mayoría de los tacos, son bloques de hierro redondo y poseen
en la parte central un pequeño trocito de acero con una depresión,
donde actuará la punta. -Ello permite que por acción continua de
ésta, la mayor dureza del material, retarde el desgaste. Este cen­
tro de acero, suele denominarse habitualmente ‘"fulminante” .
El tamaño de los tacos debe guardar relación con los blocs a
trabajarse, no deben ser más pequeños ni mas grandes, pues en
cuajquiera de los dos casos dificultan el trabajo. Estos tacos son
planos, cóncavos o conexos, según se deban adherir a superficies
ae blocs, planas, convexas o cóncavas respectivamente.
T rabajo de S u p e r f ic ie s ' 499

'Los usados para tallar superficies cilindricas, o tóricas suelen


ser' ligeramente distintos de los que se utilizan para superficies
esféricas. En efecto, mientras que los segundos pueden tener o
no, un suplemento que permite tom^arlo con los dedos, en su parte
superior este suplemento no debe faltar en los tacos cilindricos.
Generalmente es una masa de forma^ cuadrilátera que permite su
ajuste en una pieza denominada porta-taco. Estos tacos cilíndri-
eos poseen adem_ás tres puntos o perforaciones que sirven para
marcar la dirección del eje del cristal,
y coineidente con la dirección de los
-■.4 ' mismos-,.. dos escotaduras que permi-
^■5 i operario mientras trabaja, veri»
íiear la exactitud de su posición (fi­
gura 332).

P©rta tac 0 s. --- Son piezas interme-


Fig^ . ... _
diarias que se utilizan toda vez que
ge desea tallar superficies cilindricas y tóricas. Tienen por misión
fijar el cristal con su taco en tal forma que en lugar de girar

Fig. 333

librem.ente como ocurre con las superficies esféricas, su m ovim ien­


to esté ligado al m,ovimiento del molde tórico o cilindrico en tal
forma que el cristal quede siempre orientado en el mismo, según
una posición determinada. El porta taco consta de un anillo con
un. corte central que permite el ajuste de la pastilla metálica supe­
rior que lleva el taco, lo cual se complementa con un tornillo.
Posee además 2 brazos laterales que permiten su colocación en
500 B. .SCHCOLNICD'V

un mecanismo complementario para el tallado de las superficies


astigmáticas, que se suele denominar ''m uñeco'' (fig. 333).

Mimeco. — Es éste un intermediario importantísimo en el


tallado de las superficies cilindricas y tóricas, pues sincroniza
el movimiento giratorio del bloc sobre la superficie del molde,
pero en sentido inverso; en tal forma que las curvaturas queden
siempre correctamente orientadas.

Esta compuesto
por una base rema­
tada por un vásta-
go tronco - cónico
donde se coloca el
molde. Este vásta-
go posee un tope
que ajusta en una
escotadura que po­
see el molde y tie­
ne por misión evi­
tar que éste gire.
Posee además dos
juegos de varillas
laterales que pue­
den oscilar sobre
su base, dispuestas
verticalmente. En
el espacio entre es­
tos juegos de varillas laterales se dispondrán las barras respecti­
vas del porta taco (fig. 334).

217. BREA O CEMENTO DE PEGAR. — El cemento mas ha­


bitualmente usado, para adherir el cristal al taco, está cons­
tituido por una mezcla a base de brea o pez con resina o colofo­
nia. Elevando la temperatura, esta mezcla ablanda los suficiente
para adherirse al vidrio. El cemento se aplica sobre la cara del
bloc opuesta a la que se va tallar. Su fórmula varía según los
diferentes talleres o fábricas: pero siempre debe poseer un coefi-
T rabajo de S u p e r f ic ie s 501

cíente de diiatacióii diferente del vidrio, en tal forma que al en­


friarse en forma rápida, la distinta contractibilidad la resquebra­
je y permita su separación.
La. fórmula más utilizada en razón de su costo bajo y fácil pre­
paración es la siguiente:

Resina o colofonia . . . . . . . . . . . . . . 800 gramos

Pez o alquitrán mineral . . . . . . . . . 170 gramos

Aceite mineral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 gramos

La cantidi... ae aceite es mayor en épocas frías que durante el


verano, en razón de que el mismo modifica la plasticidad del ce­
mento impidiendo que se quiebre espontáneamente al ser sumer­
gido en agua fría durante días muy destemplados. Una fórmula
más perfecta es aquella donde se incorpora a la masa un pequeño
porcentaje de cera de abejas.
El cemento, denominado habitualmente “ pez de pegar’" o “ cola”
se prepara de la manera siguiente:
Se funde en un recipiente de hierro la resina, y cuando la misma
se halla convenientemente fluida se le agrega el alquitrán que
comercialmente viene en trozos; cuando éste se ha incorporado a
la resina se le adiciona el aceite y la cera o el aceite simplemente.
Debe tenerse la precaución de no elevar mucho la temperatura para
evitar que el material se inflame.
Una vez hecha la preparación se deja enfriar hasta que se co­
mienza a espesar y se vierte en moldes de cartón o madera que
permiten obtener panes de cemento que serán luego utilizados por
el óptico.

218. ABRASIVOS. — Se designa con este nombre a las diferen­


tes sustancias al estado pulverulento, empleadas en el trabajo
de las superficies de metales, vidrios, cristales, etc. Son utilizados
en granos grandes y cada vez más pequeños, de acuerdo a la
etapa del trabajo de esmerilar.
Los principales abrasivos utilizados en el trabajo óptico son:
la arena silicosa, esmeril natural o artificial, carborundum, óxido
de aluminio, tripoli, cuarzo, rojo de pulir, óxido de cerio (rosa
502 B. SCHCOLNICO¥

de pulir) piedra pómez, etc. En general los abrasivos pueden divi­


dirse en dos clases: los granos naturales^ tales como el esmeril y
el coriiidoii y los granos fabricados o artificiales, derivados del
carburo de silicio fundido o del óxido de aluminio.

La arena silici®sa es el abrasivo más barato y el más ordinario.


Esta formada por fragmentos de silicie más o menos pura y
homogenizada en cuanto al tamaño. Generalmente se utilizan para
la primera etapa del trabajo, o sea el desbaste grueso: operación
de dar forma a las caras del bloc, actualmente se halla casi en
desuso.

Esmeriles. — Generalmen­
te se denomina esmeriles, a
los pequeños granos - obteni»
dos por la molienda de un
mineral sumamente duro, el
de mayor dureza después del
diamante, denominado corin­
dón; que es un óxido de
aluminio. Este constituye en
cierto grado de pureza, la
V V piedra preciosa de este nom­
bre. Este mineral contiene

Fig^ 335
T r abajo de S u p e r f ic ie s 503

por lo común impurezas y sobre todo sílice y hierro (figura 335).


Existen en la naturaleza otros derivados del aluminio, como la
alúmina y la bauxita, que por calcinación permiten obtener abra­
sivos muy buenos, que van desplazando rápidamente a los natu­
rales en razón de su mayor bondad. En tal tipo tenemos el aloxide
(óxido de aluminio artificial).

E! carboruníliim, — Este material, es un abrasivo artificial que


se obtiene combinando a gran temperatura en hornos especiales, el
carbón y la arena. El producto obtenido, es de color grisáceo con
reflejos metálicos y de calidad óptima para el trabajo de las su­
perficies del vidrio. De ahí que sea uno de los abrasivos más soli­
citados por los talleres que fabrican cristales ópticos.

El Aioxite. — Constituye otro abrasivo muy solicitado, tam­


bién de origen artificial, que se obtiene calcinado la bauxita u
otro mineral ricd en aluminio, lo cual permite obtener un óxido
de color rosado tirando al rojizo, sumamente apreciado también,
sobre todo para la fabricación de piedras de biselar.

219. Clasificación y separación de los esmeriles. — Los esme­


riles se clasifican según el tamaño de sus granos, o la malla
ppr la cual pueden ser tamiza­
dos. Pero los más pequeños se
clasifican por minutaje; esme­
ril de 1 minuto, 2 minutos, 40
minutos, 60 minutos y hasta
240 minutos, según el tiempo
que tardan en decantar, cuando
son puestos en suspensión en
agua. Por lo común los esme­
riles de más de 120 minutos
no son utilizados en óptica.
La molienda de los granos
Fig. 3 3 '(Cortesía B. Lornb;
para el trabajo en bruto se lie-
va a cabo en molinos enorm es que son vastos cilindros de metal;
llevan una tercera parte de guijarros arenosos escojidos especial­
mente. En dichos molinos se echa el abrasivo en trozos, algunos
504 B . S C H C o l. N I C o V

productos químicos y agua, iuego se hace rotar lentamente ios


cilindros. Al girar, la masa del material contenida en su interior,
el vaivén de los guijarros muele los granos de abrasivo a tama­
ños cada vez menores (f-ig. 336).
El tamaño del grano requerido, se consigue calculando cuida­
dosamente la duración de la operación. El esmeril se presta admi­
rablemente a este procedimiento ya que sus granos se fraccionan
en partículas de forma adecuada con velocidad bastante uniforme.
Despuí^s del molido* se saca el abrasivo y se le hace sufrir las
operaciones de graduar, porque por este procedimiento es impo­
sible obtener un grano único.
El primer paso para la
clasificación exacta se re­
fiere ai ¡avado del m.ate^
ría!. Una vez eliminadas
las sustancias extrañas se
hace pasar el abrasivo
por una. serie de tanques
de reposar, en los cuales
los granos más gruesos,
van al. fondo más rápido,
mientras que los' más fi­
nos flotan o se mantienen
en suspensión más tiempo
l-i ((Cortesía B. y L o m b )
(fig. 337).
Estas operaciones son de capital importancia y . se efectúan
bajo un contro] riguroso, en lo que se refiere al volumen de li-
quido, cantidad de material tiempo de agitación y velocidad de
levigación.
Aparte de todos las comprobaciones que se hacen periódica­
mente al pasar *los abrasivos por las varias etapas de los proce­
dimientos de graduación se comprueba el resultado final por
medio de un recuento microscópico y la medición del tamaño de
las partículas.
La levigación o separación de esmeriles por la velocidad de
decantación, esta basado en el tiempo tomado por los granos para
atravesar uha vasija llena de agua, de 1 metro de alto y 30 cm.
de diámetro. Se arroja en el interior del recipiente una determi­
T rabajo de S u p e r f ic ie s 505

nada cantidad de abrasivo, los granos más grandes se van al fondo


más rápidamente, los granos medianos tardan más y los más
finos aún más.
El peso de |os granos y por consiguiente la fuerza que hacen
al caer es proporcional al volumen o más exactamente, al cubo
de su dimensión.
La fuerza que retarda el descenso, es una fuerza de fricción
proporcional a la superficie de los granos. Cuando se duplican las
dimensiones el peso es multiplicado por ocho y el área por cua­
tro. Suponiendo 8 pequeños cubos de 1 mm'* de lado, ellos pesarán
mucho más que un solo cubo del mismo material teniendo 2 mm'*
de lado (fig. 338).
La superficie de un cubito es
de 6 mm^; los ocho cubitos ten­
drán una superficie 6 x 8 = 48
mm-. En cambio la superficie
.. - ■ ;.. del cubo grande es de 6 x 4
1 24 mm-.
1
1 Luego si se arrojan simultá­
1
1 neamente al recipiente un cubo
/ i 1 ....
...- v - ; H / grande y los ocho cubitos pe­
/ queños, aunque el primero pesa
exactamente en el vacío igual
/
que los ocho cubitos pequeños,
oog en el agua la fuerza que retarda
la caída de los cubos pequeños es doble que lo que retarda la
de] cubo grande. Luego el cubo grande llega al fondo mucho más
rápido que los cubos pequeños.
Cuestión de importancia en los abrasivos de óptica, es la ex­
presión: diferencia del tamaño. Con la gran mayoría de los polvos
esto es difícil, a causa de su gran irregularidad de forma de las
partículas. Cuando se trata de partículas del orden de 1 a 10'^ cm
la dificultad se suele vencer utilizando para la expresión del ta­
maño de la partícula, el ancho de los agujeros del tamiz a través
del cual se hace pasar la sustancia. Para partículas más pequeñas
los tamaños no sirven y hay que recurrir a otros procedimientos.
Una manera de expresar el tamaño de una partícula fina con­
siste en hacer uso del diámetro de una esfera de igual peso. Otra,
506 B. S C H C o L N I C oV

utiliza el “diámetro ele Stokes” que es el diámetro de la esfera


que se hundiría en un líquido con la misma velocidad que la par­
tícula. El diámetro de Stokes puede medirse con un instrumento
denominado sedimentómetro. Los polvos contienen partículas de
tamaños muy diversos y el sedimentómetro determinar en el caso
de mezclas, las proporciones relativas de las diferentes partículas.
Constituye el principio del instrumento, el hecho de que si un
polvo insoluble se mezcla con agua o algún otro líquido y se
agita fuertemente, al dejar depositarse las partículas en suspen­
sión, las mayores se van al fondo con mayor rapidez que las
más pequeñas, tal como ya dijimos.
La velocidad de sedimentación se halla relacionada por la ley
de Stokes con las densidades del líquido y de la partícula, la visco»
í'idad del primero y el diámetro de la última. Como los tres pri­
meros factores se pueden medir fácilmente es posible calcular
el último, conociéndose la velocidad de sedimentación. La marcha
de las partículas hacia el fondo puede seguirse haciéndose pasar
un haz luminoso horizontalmente a través de la suspensión, a una
distancia determinada por debajo la superficie. La intensidad del
haz emergente se mide con una célula foto-eléctrica y depende
de la cantidad de sustancia que queda en suspensión a la pro­
fundidad medida. Esta cantidad di,sminuye progresivamente a
medida que transcurre el tiempo.
La velocidad de sedimentación puede así calcularse a partir
de las medidas de la cantidad de luz absorvida a intervalos de
tiempo, después que las partículas comienzan a posarse.
Una separación de los diferentes granos puede hacerse en pe­
queña escala de la siguiente manera; se toma un recipiente ade­
cuado de aproximadamente 1 m de alto donde se colocan unos
cien litros de agua V unos kilogramos de esmeril. Se procede a
agitar el contenido por medio de un palo con el fin de obtener
una suspensión completa del polvo en el líquido. Se agrega una
nueva cantidad de agua hasta resbalsar el borde del recipiente
y eliminar así aquellas impu,rezas que floten en el líquido.
Luego se deja reposar durante 2 horas, y al cabo de este tiem­
po se deja escurrir el líquido por una llave o perforación colocada
aproximadameñte en la parte media del recipiente. El líquido que
sale lleva en suspensión el esmeril que aun n.o ha sedimentado
T rabajo de S u p e r f ic ie s 507

denominado esmeril de 120 minutos. Terminada esta operación


&e llena nuevamente el recipiente con agua, volviéndose a agitar,
y se deja reposar por espacio de una hora. A l cabo de este tiempo
se procede a retirar líquido que lleva el esmeril de 60 minutos.
Se procede a efectuar esta operación varias veces acortando
cada vez el tiempo de sedimentación obteniéndose asi desde el
esmeril más fino, al más grueso. En general cada operación de
minuta je conviene repetirla varias veces^ porque siempre los
granos gruesos al caer al fondo del repiciente suelen arrastrar
partículas más finas, de ahí que con un/solo lavado no se obten­
gan nuevos granos hom.ogéneos.
Los esmeriles que se van utilizando en las diversas etapas de!
tallado de las -superficies ópticas se van mezclando en el tacho
que lleva la máquina. Gran parte de estos esmeriles pueden ser
nuevamente aprovechados si se les separa y se los lava en forma
correcta.
Esta mezcla de esmeriles o lodo coro.o suele denominárselo,
contiene abrasivo gastado, de diversos granos^ polvo de vidrio
proveniente de las superficies trabajadas y óxido de hierro for­
mado a expensas de los moldes.
El tratamiento por decantación puede aplicarse aquí con
éxito.
El esmeril usado en la máquina y vuelto a recoger se diluye
primeramente con agua y enseguida se pasa a través de un tamiz
de malla fina, en un recipiente de madera de unos 30 centímetros
de ancho y unos 50 cm. de alto. En este recipiente debe haber un
poco más arriba de su parte media, un agujero provisto de tapón.
Se hecha esmeril hasta el tapón y se vierte agua hasta llenar
completamente la vasija. Se revuelve perfectament todo el con­
tenido hasta el fondo y se deja por espacio de un hora. En seguida
se quita el tapón y se deja salir el líquido barroso. Esta operación
se deberá repetir unas cinco veces seguidas hasta que eF esmeril
saliente esté libre de lodo. Para separar ahora los tres granos
principales de esmeril limpio que han quedado se procede así:
Se remueve fuertemente agregándose una nueva cantidad de
agua.
La remoción debe hacerse hasta el fondo y se deja en reposo
por espacio de dos minutos. A cto continuo se deja pasar' el con-
508 B. S C H C oL N I C oV

tenido hasta la altura del tapón, a im segundo recipiente. Se


repetirá la operación hasta que salga solamente agua clara. El
esmeril que queda en este recipiente es el más grueso.
El mismo procedimiento se repetirá con el segundo recipiente
pero aumentando el tiempo de sedimentación y de la misma ma­
nera se logrará recuperar hasta el esmeril más fino. En este mé­
todo se invierten los tiempos de sedimentación, del más corto al
más largo, pues permite obtener granos limpios mucho más fá­
cilmente.

Separación de esmeriles por sistema de centrifugación. — En


el proceso de decantación para separar esmeriles, se producen
algunas irregularidades. La temperatura del agua, los elementos
químicos y ciertos agentes imprevistos, son factores que pertur»
ban la normal sedimentación, de ahí que el procedimiento de
separación y graduación centrífugo es más exacto porque elimina
ademas la intervención directa de la mano del hombre que se
reemplaza por clasificadores mecánicos.
Al comienzo de la operación, el corindon natural es colocado
con agua guijarros especiales en cilindros rotativos para m o­
lerlos. El esmeril molido atraviesa un tanque y es enviado a un
separador mecánico donde por centrifugación todos los trozos in­
feriores a 5 m icrones de diámetro son eliminados, conjuntamente
con Jos materiales extraños y el agua que no interesa. El material^
que queda es enviado' a otro tanque de donde es repelido con
agua limpia a otro separador. Esta mezcla es ahora purgada de.
partículas cuyo tamaño excede los 30 micrones. El esmeril grueso
puede contaminar los granos menores.
El material que queda, cuyo tamaño esta comprendido entre
5 y 30 micrones es empujado a un tanque recibidor del cual pasa
al clasificador N® 1, donde se separa el primer grano de material
utilizable en óptica. El resto del material mezclado con agua va
pasando sucesivamente a los demás clasificadores donde quedan
los distintos granos merced a la diferente velocidad y .tiempo que
se les da a cada uno de los clasificadores.
En cada clasificador, un recipiente de forma cónica que gira a
velocidad y durante un tiempo científicamente estudiado, separa
del agua el tamaño de partícula deseado. Cuando el agua sale del
T r abajo de S u p e r fic ie s 500

último clasificador, es prácticamente limpia.


Este procedimiento es continuo y asegura un flujo constante
de material, siempre en las mismas condiciones, con lo cual el
producto resulta más homogéneo y perfecto. De ahí que este mé­
todo vaya desalojando poco a poco a los anteriores.

220 . Las diferentes etapas en el tallado de las superficies de


cristales oftálmicos. — El tallado de las superficies ópticas com -
prende en general, las siguientes etapas que se detallan a con»
tinuación:

a) Cementado de los blocs.


b) Ajuste y orientación del bloc en el molde.
c) Desbaste o rebajado (esmerilado grueso).
d) Alisado (esmerilado fino y extrafino).
e) Pulido.
f) Despegado y lavado.
g) Trabajo de la segunda superficie con repetición de las
etapas anteriores.
h) Control del espesor definitivo y eliminación de posibles
prismas.
i) Control de los defectos del trabajo: puntos, rayas, falta de
pulido.
j|‘ Control de la potencia.

22 1 . Cementado del hlo€. — En todas las operaciones de! tra»


bajo 'de las superficies es menester previamente tener fijo el bloc
por medio del cemento en el taco respectivo. Esta operación se de­
nomina cementado. Existen diversas técnicas por ello.
La m.ás común o hábitual sobre todo para el trabajo en pe­
queña escala, consiste en ablandar la brea o cemento, que viene
en panes, por medio del calor de un mechero e ir depositándola
a medida que se funde sobre la superficie del cristal.
A tal efecto^ un obrero diestro puede colocar el cristal hori­
zontalmente sobre su dedo mayor de la mano izquierda e im pri­
mirle un giro lento con el índice y el pulgar, al mismo tiempo
que deposita el cemento en el espacio entre ambos lados-(fig. 339).
Alternativamente se calienta la brea y se la apoya en el cristaL
S IO B. S C H C O L N I C O V

.Esta operación debe ser rápida y se necesita ciertá ^destreza por


■el peligro de quemarse los ■dedos.
Suele ocurrir que la posición vertical de la mayoría' de. los
m echeros hace que ai cabo de un tiempo se tapen por la cola que
cae en su interior.

Resulta m.ás práctico una disposición como la indicada en ia


figura 340, colocando el m echero horizontal sobre un soporte que
a l mismo tiempo lleve una tabla inferior para recoger los trozos
que caen.
También para evitar las quemaduras pueden disponerse, tanto
«i-cristal.com o el taco sobre una horquilla especial tal como ilus­
tra la figura.
La técnica indicada si bien es una de las más difundidas entre
los talleristas, no es ia única de elección. En efecto, el cementado
también puede hacerse disponiendo blocs, y tacos sobre una chapa
m etálica que se calienta por su parte inferior. Sé coloca sobre el
bloc una pequeña cantidad de cemento que se ablanda y se esparce
e n forma homogénea por efectos del calor. Luego se colocan enci­
ma los tacos y se procede como anteriorrr^ente. En cualquiera de
T rabajo be S u p e r f ic ie 511

los dos casos u en otros procedimientos similares empleados, debe


observarse una serie de precauciones. La capa de cemento debe
ser de espesor parejo, no mayor de un milímetro. Debe asegurar
perfecta adherencia pero no ser excesiva ni escasa. El cemento
debe además dejar libres los bordes del cristal llegando sólo
hasta uno o dos milímetros del mismo,
'En caso que así no ocurra debe desprenderse el exceso con
una espátula. Se debe por otra parte eliminar cualquier resto
de resina que se halle adherida a la cara del cristal que se va a
tallar, pues dificulta el trabajo del esmeril.

En defintiva, el cristal presentará su contorno libre de cemen^


to, para poder controlar en cualquier momento el espesor y ade-
más el mismo tendrá grosor uniforme, para evitar la aparición
de “ prismas’’ 3^ ocupar una superficie algo inferior al del cristal.
En algunos talleres, para pegar varios cristales por molde, se
trabaja con resina fundida. Como los blocs van pegados en el
contra molde, se recubre éste con una delgada capa de cemento
fundido y se disponen los blocs que se ajustan convenientemente
por medio del molde correspondiente.
512 B. S C H C o L N I C o V

En los moldes cóncavos, se suelen colocar tres o cuatro blocs


y. por medio de u n . pequeño cucharón se vierte la cola fundida
en forma de adherirlos y recubrirlos por completo. Inmediata­
mente se coloca encima el contramolde y al cabo de un rato se
separan ambas piezas. Quedan así los cristales cementados al mismo.

222. Ajuste y disposición del bloc en el moMe, Orientación d©


la ‘‘punta” . — Tiene mucha importancia la perfecta posición y
correcta colocación, tanto del molde, taco, cristal, barra, punta,
etc, para que la superficie del bloc sea trabajada en forma ho-
mogénea y correcta.
Según que la superficie trabajada sea, cóncava o convexa,
variará la técnica a seguir. Por lo común, la más ^aconsejable para

■ >

Fig. 34 1

el trabajo en pequeña escala, donde se talla un cristal por vez^


es la siguiente: ’ .
a) Todas las superficies cóncavas se tallan colocando el m olde
debajo y el cristal arriba.
b) Todas las superficies esféricas convexas de 0.00 a 12 diop­
trías, se tallan con cristal arriba y molde debajo.
c) La punta, formará ángulos variables según sea recta o curva,
o bien que la curvatura del molde sea"^' más o menos pro­
nunciada.
d) Si la punta es recta, el extremo superior será dirigido hacia
el operario cuando se trata.de moldes cóncavos (fjf 342^1-
T r abajo de S u p e r f i c ie s 513

e) Si el molde es convexo el extremo superior de la punta


se orientará en sentido contrario al operador (fig. 341).
f) Todas las superficies .esféricas convexas de 'poder superior
a 12 dioptrías se tallan invirtiendo la colocación del molde
y el cristal. A tal efecto este último irá pegado sobre un
contramolde especial y el primero llevará una reducción
que permite articularlo con la punta.
g) Todas las superficies cilindricas y tóricas hasta seis diop­
trías, se tallan con cristal arriba, según la disposición ha­
bitu al

223. ESMERILADO: DESBASTE Y ALISADO. — Durante el


esmerilado, tal como el nombre lo indica, la superficie del cristal
es frotada enérgicamente por abrasivos de diversos granos que,
al par que la trabajan, la vuelven opaca. El método comprende
a su vez dos fases principales.

í a) El desbaste o rebajado
Esmerilado ^ ,
[ b) El alisado

El desbaste es una operación que se hace con esmeril grueso


y tiene por finalidad imprimir en el bloc la curvatura de molde.
Durante esta etapa se removida una cantidad apreciable de vidrio.
La rapidez de la misma depende de la similitud de las curvas en­
tre el bloc y el molde. Cuando más se aproximen ambos, tanto
más rápido será.
El molde gira velozmente. Para efectuar el desbastado de la
manera más rápida posible habrá que apretar el cristal con el
pulgar de la mano izquierda sobre el molde. Mientras que con
los dedos de la mano derecha se echará la cantidad necesaria de
esmeril grueso humedecido con agua. Hace falta al principio un
poco de habilidad para sostener el cristal. Como es corriente que
gire, un operario diestro puede sostener el bloc sobre el molde
con el dedo pulgar solamente con lo cual éste podrá dar vueltas
libremente. Para el desgaste uniforme del molde se debe mover
el cristal del centro al borde del mismo. Si se ve que un borde
del vidrio es más grueso, que el otro, se apretará un poco más,
514 B. SCHCOLNICOV

con lo cual -se obtendrá la uniformidad. El abrasivo empleado


suele ser generalmente carborundum de grano 60 ó 70 (fig. 343).
Las superficies esféricas convexas se desbastan sobre -moldes
cóncavos y las esféricas cóncavas sobre moldes convexos. Las su­
perficies tóricas o cilindricas se trabajan sobre moldes tóricos o
cilindricos.
Existen anillos desbastadores con
bordes cilindricos y anillos tóricos
(fig. 344).
Las superficies cilindricas pla­
nas se desbastan primeramente so­
bre moldes planos, comiendo el
cristal desde el borde al centro.
Mediante los dedos e inclinando
el bloc puede imprimirse un des­
Fig. 343
baste cilindrico a la superficie
para trabajarse luego con el molde cilindrico definitivo. Las su­
perficies convexas tórico-cilíndricas se desbastan primeramente
sobre un molde esférico del mismo número de dioptrías que la
curva fundamental moviendo los cantos del cristal del borde al
centro.
Al cabo de unos instantes de tra­
bajar el cristal sostenido con los
dedos ,el mismo habrá tomado una
curvatura aproximada al molde.
Puede entonces utilizarse la barra
y la punta para sostener al mismo,
con el fin de terminar de dar la
forma definitiva. Observando la
misma a breves intervalos se ve­
rificará la manera que se va im­
primiendo en la superficie, la
Fig. 344
curvatura deseada; ya sea comen­
zando por los bordes, la parte central sin esmerilar, se va achi­
cando a medida que progresa el trabajo. Otras veces, si el
bloc posee más curvatura que el molde: se comienza por desgas­
tar la parte central y queda un ancho cada vez menor en los
bordes. El desbastado tiene que realizarse por lo general a gran
T h abajo de S u p e r f i c ie s 515

velocidad. Una vez terminada la superficie se deberá controlar


con las plantillas especiales. El desbaste exacto tiene la ventaja
de economizar tiempo durante el alisado.
Los moldes para desbastar se estropean con suma facilidad
pues el abrasivo los desgasta. No es conveniente utilizar los mis-*
mos para el alisado ni el pulido. Este asunto no tiene gran im­
portancia si la curv’atura del molde es diferente hasta en un 0,50
con la curvatura que se desea obtener, pues los otros esmeriles^
con el molde exacto esta vez^ la ajustarán convenientemente.
Es un detalle de valor, el de disponer para el desbaste, de un
recipiente especial y hasta si es posible de una espiga, para evitar la
contaminación de los otros granos.
Generalmente este abrasivo se coloca en el fondo del “ tacho’^
hum.edecido con agua y se va utilizando con los dedos o una
pequeña espátula. Es importante conservarlo limpio y nuevo.
Significa esto que debe lavarse diariamente para separar los
granos más pequeños que se van produciendo por fractura -de los
mayores durante el desbaste.
Los granos pequeños demoran la tarea y hacen la operación
más larga. El desbaste no es una operación todas las veces im­
prescindible, pues suelen utilizarse a veces blocs prensados con
la curvatura aproximada que se desa obtener. En tales casos se
logrará el valor buscado mediante los otros esmeriles. En cambio
tiene importancia el esmeril grueso, o de trabajo rápido, para la
elaboración de la segunda cara del cristal, durante la operación
denominada el ‘'rebajado'" que consiste en dar al bloo el espesor
definitivo, lo cual se hace por medio de este material.

Alisado. Tiene por finalidad ajustar la superficie del vidrio


a curvaturas exactas y hacer desaparecer las rayas y poros
dejados en la operación anterior.
Se procede en etapas sucesivas con abrasivos cada vez más
finos, lavándose en cada paso en forma cuidadosa el molde y el
bloc para eliminar todos los granos del precedente. Sensiblemente,
el tamaño de los poros o granulaciones provocadas en el vidrio
por los abrasivos anteriores disminuye, hasta que la superficie
presenta un tacto suave com o aterciopelado y uniforme, sin pun-
516 B; SCHCOLNICO?

tos O poros de mayor tamaño que los provocados por el esmeril


más fino.
Las diferentes ciases de abrasivo utilizados se conservan hú»
medos en recipientes pequeños y debe cuidarse en forma severa
la contaminación de los mismos. Los empleados llevan general­
mente los nombres de mediano, mediano fino y extrafino corres-
pendientes a granos 120, 250 y 500, dependiendo la denominación
e inclusive el tamaño de los dos últimos de las casas fabricantes
y de la técnica o método de trabajo utilizado. El más delicado
es el extra fino cuyo ^rano puede llegar hasta el 900 ó 1000,
dependiendo el éxito de su aplicación de la utilización previa
de otro abrasivo lo más cercano posible, tal como el denominado
comercialmente 3.F ó 4.F.
Si la operación del extrafinado no se efectúa en forma correc­
ta, el pulimento será defectuoso porque el cristal presentará un
aspecto particular denominado pulimento en ''cáscara de naranja*'.
El proceso de alisado y el posterior de pulido debe efectuarse
mediante la ayuda de la barra y punta de ajuste. Es peligroso
efectuarlo sujetando el cristal sólo con los dedos, pues no se podrá
obtener una superficie perfecta.
La máquina de superficies esféricas gira a unas 650 a 700
r.p.m. para el abrasivo grueso, y disminuye la velocidad para los
otros. Las máquinas automáticas o sema automáticas lo hacen
a unas 100 a 350 r.p.m.

224. PULIDO. — El pulido tiene por finalidad dar al vidrio la


transparencia que ha perdido en las operaciones anteriores. El
cristal adquiere por otra parte el brillo característico. Durante
e l pulimento se deben hacer desaparecer las últimas marcas de
los esmeriles sin que la superficie del cristal se altere en lo más
mínimo. El abrasivo empleado es por lo común una composición
a base de ó^ido de hierro (rouge) o de esmeriles siliciosos.
Durante la operación se i ecubre el molde por un fieltro que
permite retener el material y por otra parte permite que el mismo
trabaje la superficie del vidrio en forma diferente a los* abrasivos
anteriores. El ''rouge” es aplicado por medio de un pincel sobre
el paño o fieltro y por efecto del frotamiento se genera en cierta
cantidad de calor que es complemento en el trabajo del abrasivo.
T e a b a jo de S üpeb ficies 517

A l principio se pule con el polva bastante humedecido, pero


al final se emplea algo más seco. Generalmente esta operación se
efectúa con la misma velocidad que la de alisar, la que debe ser
sensiblemente menor que la de desbastar.
Es común de muchos operarios, efectuar el pulimento a igual
o®m ayor velocidad que el desbaste con el fin de acelerar el pro­
ceso. Ello sin embargo es peligroso, pues muy fácilmente de esta
manera se deforma la superficie del cristal.
Los moldes de pulir deben re-
cubrirse de un fieltro fino de no
mas de 2 ó. 3 mm de espesor. Para
M ello se caliente el mismo y lue­
go se los unta con un trozo de
cemento de pegar, cuidando de
no calentarlo demasiado para
iifS
fcs-i-^ís que la brea no se. vuelva muy
M' flúida y pase a través del fieltro
al colocar este. Una vez aplicada
■una capa homogénea y sumamen­
te delgada de dicha pez se le
dispone un trozo de paño o fieltro
que recubra perfectamente el
molde. Apretando el contramolde
sobre el fieltro se consigue que
éste se adhiera y adquiera la de­
bida curva. Inmediatamente se
lo enfría sumergiéndolo en agua
fría o bajo un chorro de la misma.
Para evitar las quemaduras que
podrían provenir de la manipula­
ción con el molde caliente se pue-
Fig. 345 de sostener éste por medio de un
mango de madera que se introduce en la abertura tronco cónica
que posee, para ajustar en el árbol de la máquina de superficie.
Algunas veces para ganar rapidez, no se utiliza el cemento o
pez caliente, sino que se emplea una pasta semi sólida formada
por resina y alcohol, la cual se aplica al molde mientras gira, por
medio de una pequeña espátula. Luego se coloca el fieltro. Esta
518 B. SCHCOLNICOV

form a de adhesión no es- tan sólida como la anterior. La operación


de pulir se suele haeer en ■forma manual o en máquinas automá­
ticas com o la qu e se ilustra en la figura 345.
Tiene suma importancia la elección del molde elegido para'
pulir. En efecto, si el fieltro o paño tiene un espesor apreciable
modifica el radio de curvatura, y puede deformar la superficie
del-crista l El paño o fieltro aumenta el radio de curvatura de
los moldes convexos (disminuye el pod er), en cambio disminuye
■el de los moldes cóncavos (aumenta el poder).
Así por ejem plo un molde cón­
cavo cuyo radio de curvatura es
88,3 ( + 6 D) n: 1,530, recubierto
con un paño de dos m ilím etros:de
grosor, varía el radio a 86,3 (+6^14),
En cambio si se utiliza un mol-”
de de 90,3 mm (5,86 D) el espesor
de! fieltro lo lleva al radio requerido (Fig. 346).
Con los moldes convexos ocurre todo lo contrario, pues el cris­
tal obtenido tendrá menos poder, de ahí que deba elegirse un
molde con un exceso para que luego el paño lo compense exac­
tamente (fig. 347). Estos moldes, fabricados para determinado
grosor del paño o fieltro se denominan moldes compensados y pue­
den ser calculados fácilmente por
el óptico si conoce el espesor del
fieltro, aplicando la fórmula co­
rrespondiente.
Fig. 347 *

225. TEORIA DEL ESMERILADO Y TEORIA DEL PULIDO.


-—El esmerilado (desbaste y alisado) y el pulido son parecidos,
en que ambos requeren el uso de un material que es más duro
que el vidrio.
El material es usado en forma de polvo ya sea de grano más
o menos grosero, fino o impalpable. Las dos operaciones se dife-
rencian, en cambio, en que para el esmerilado , el abrasivo, es
utilizado sotre la superficie con una herramienta (molde) dura;
por lo común de hierro fundido, mientras que las herramientas
de pulido son hechas a base de un material blando. Una hei*ra-
T rabajo de S u p e r f i c ie s 519

mienta de pulido para superficies de óptica de precisión es esen­


cialmente compuesta de una combinación de pez negra y cera o
resina como base blanda del material sobre un soporte rígido^
generalmente el contra molde.
En óptica oftálmica, donde no se requiere tanta precisión en
el trabajo, la base blanda para el pulimento se obtiene pegando-
ai molde un fieltro o paño adecuado de espesor convenientemente
elegido y que debe tenerse en cuenta para evitar deform aciones
en la superficie óptica a obtenerse y consiguientes errores en el
poder del cristal o lente, tal como ya dijimos.
El proceso de esmerilado es
relativamente complejo y se
basa en la fractura producida
en los granos de -esmeril co­
locados entre el molde y el
cristal, cuando una presión
es aplicada en un punto de la
superficie del vidrio. iLa pre­
sión ejercida actúa sobre ca­
da partícula de abrasivo, y
la misma hace fuerza según
la dureza del vidtio, al mismo
tiempo que se quiebra (fi­
gura 348).
Los trozos de esmeril que se
obtienen, poseen bordes afila­
dos y por efecto del movi­
miento giratorio del molde
y el cristal, ruedan arrancan­
do porciones del vid,rio en
forma idéntica como si exca­
vasen dejando poros en la
superficie, del tamaño de los granos. De ahí que los poros fabrica­
dos por el esmeril grueso sean siempre más grandes que los que
fabrica el esmeril más fino.
Este trabajo del abrasivo es orientado por la forma del molde
quien de esta manera imprime a la superficie del cristal su propia
curvatura.
520 B. SCHCOLN.ICOV

Analizando en detalle el trabajo de los diversos granos du­


rante el proceso de esmerilado, se constata sin embargo, que exis­
ten diferencias entre el trabajo del esmeril grueso y los demás.
En efecto, mientras el abrasivo grueso excava la superficie en
forma intensa rem oviendo gran cantidad de vidrio y dándole la
curva, de ahí que se denomine a su trabajo: desbaste; los otros
esmeriles alisan, las irregularidades o profundidad de los poros
dejados en la superficie por el anterior. Los esmeriles fino y extra-
fino van ''aplanando'’ las crestas correspondientes a cada poro.
Así por ejemplo, mientras el desbasté con esmeril de grano 60
produce poros de tamaño apreciable durante el desbaste, el tra­
bajo de los siguientes consiste sensiblemente en achicar dichos
poros. Así el esmeril mediano (n^ 120) alisa el trabajo del pri­
mero; a su vez el abrasivo siguiente, fino o mediano fino (n^ 250)
disminuye el tamaño de las irregularidades y el último abrasivo:
el extrafino, deja suave y lisa aunque opaca la superficie del
cristal.
En estas condiciones la cantidad de vidrio necesaria a ser re­
movida para obtener la transparencia, es menor que la que se
logra por el procedimiento utilizado hasta el momento, o sea
haciendo rodar el abrasivo entre la herramienta y el trabajo. Es
necesario modificar el procedimiento. En .esto consiste el pulido.
Mientras que el esmerilado es un proceso que gráficamente se
puede decir que es de ‘'excavación'' y aplanación, el pulido es de
ahrillantación y transparencia. D ebe evitarse para esto último,
que los granos de abrasivo puedan rodar.
Los granos deben fijarse automáticamente en el material blan­
do de la herramienta, en este caso, paño o fieltro; se forma así
una herramienta que por efecto de la fricción '‘raspa” la superfi­
cie del cristal. Los granos de esmeril se clavan o fijan por efecto
de la presión sobre la base blanda y producen un frotamiento
enérgico que se traduce en un aumento apreciable de la tempe­
ratura.
La pequeña cantidad de vidrio renjovida es lavada por el líqui­
do lubricante, generalmente agua.
De esta manera la última película del vidrio es eliminada y
el mismo se vuelve transparente y brillante. Las irregularidades
serán del orden de una longitud de onda, sin embargo en tra­
T rabajo de S u p e r f i c ie s 521

bajos muy concienzudos no resisten un control por medio de lo§


discos de Newton tal como se exige en óptica de precisión^
El examen se hace simplemente por medio de luz directa y ayu­
dándose con una pequeña lupa,, y tiene por fin descubrir pequeños
puntos de esmeril o zonas sin puKr, pero no analiza irregularida­
des del orden de longitud de onda de las radiaciones de la luz
Visible, en la superficie del cristal.

Desmontado. — Después del pulimento, los cristales se despe­


gan golpeando ligeramente con una maza el borde del taco, y
luego con sucesivos golpeteos cuidadosos se elimina la mayor
cantidad posible de cemento del mismo. Enseguida se ponen en
alcohol o en kerosene para que el residuo pueda disolverse del
todo. Después se lavan y se secan. También pueden colocarse sobre
hielo o bien una salmuera iría, donde en virtud del diferente
coeficiente de dilatación del vidrio, y el cemento, este último se
resquebraja y el cristal se desprende fácilmente.

Trabajo de la 2^ superficie. — Una vez terminada una de las


superficies del cristal, se debe elaborar la segunda, para lo
cual una vez despegado se lo pega por la cara trabajada, dejan-
do la otra libre para el tallado. Debe tenerse suma precaución
no rayar o deteriorar la superficie terminada, al proceder a recu­
brirla de cemento para pegarle al taco.
Suele marcarse previamente ai pegado, con lápiz derrnográfieo
o tinta especial, la graduación a obtenerse en el cristal con el fin
de no cometer errores al elegir los moldes. Igualmente se puede
marcar un punto central que permite guiar al operario acerca
del espesor sobre todo en las lentes cóncavas donde siempre existe
el peligro de rebajar demasiado y pasar al otro lado o dejar la
lente demasiado delgada. También debe vigilarse, el espesor de
ios bordes y que el mismo tenga un grosor uniforme o correcto
para evitar la aparición de prismas.

226. TRABAJO DE LAS SUPERFICIES CILINDRICAS.


La fabricación de superficies cilindricas o tóricas es básicamente
igual que las esféricas en lo que se refiere al esmerilado y el pulido.
La diferencia estriba que mientras las superficies esféricas' son
elaboradas por un movimiento circular, las superficies astigmáti­
522 B. SCHCOLNICOV

cas deben ser fabricadas con un m ovimiento longitudinal a tra»


vés del m olde al par que se produce la rotación/
En la superficie esférica no tiene importancia el giro del cristal
sobre el molde o los pequeños desplazamientos, pues no existe una
orientación entre ambos, salvo la que facilita el movimiento.
El molde tórico o cilindrico necesariamente tiene dos curva­
turas diferentes, plana es un sentido, y curva en el otro para
cilindros puros; y con curvas diferentes en ambos sentidos para
moldes tóricos.

El bloc debe desplazarse sobre los dos


meridianos principales del molde. No
puede rotar libremente sobre el mismo,
de ahí que se lo ajuste con accesorios
que hemos visto anteriormente: “porta-
taco” y “muñeco”.
Por medio de estos accesorios, pue­
den combinarse, el movimiento rotativo
i para el trabajo de los abrasivos, con el
desplazamiento longitudinal sobre los
meridianos principales del molde. El
porta taco fija el cristal sobre el mu­
ñeco en tal í.>rma que el meridi¿;io me­
nor será trabajado paralelamente a las
varillas. El molde lleva una orientación
fija también y va calzado sobre la base
del muñeco quedando ajustado por un
tope que se adapta en un escotadura que
lleva. Como vemos, este accesorio orien­
ta y fija al molde y al cristal (fig. 349).

A l poner en funcionamiento la máquina, gira el “muñeco” con


el molde. El cristal es llevado por medio de la punta, hacia un
b o r d e y en estas condiciones, el mismo por efecto del giro, se va
poniendo en contacto con los dos medianos principales alterna­
tivamente, pero la rotación del molde hace desplazar en sentido con­
trario al cristal sincronizadamente.
Esquemáticamente mientras el molde gira en sentido de las
T rabajo de S u p e r f i c ie s 523

agujas del reloj, solicita al cristal haciéndolo mover^ en sentido


contrario.
En tal forma si gráficamente suponemos que el molde tendría
sección rectangular, el cristal recorre alternativamente los cate­
tos m ayores-y menores,
— ^ Las direcciones
genérales del mo­
vimiento p u e d e n
ser combinadas en
tal ■form a que se
Fig, 350 genera una figura
geométrica. Los movimientos básicos se ven ■en perspectiva en
la figura 350.
El dibujo que se genera en la superficie trabajada, es oblongo
y los dos movimientos básicos que realiza la herramienta se cru­
zan en el punto O. De esta manera un m ovimiento giratorio que
al mismo tiempo originase este punto* de cruce, procediendo pro-
gresivamente a lo largo de las direcciones indicadas, puede tomar
la configuración de la figura 351.
Como el movimiento
se inicia en un sentido y
en realidad luego vuelve
a repetirse en sentido
opuesto, existe la posibi­
lidad que la herramien­
ta no retorne por un ca­
mino idéntico al primi-
tivo y que se puedan
producir rayaduras o . deform aciones-que suelen en ciertos casos
ser m uy comunes.
El cristal gira con el conjunto, pero con respecto al molde sólo
efectúa movimientos longitudinales, primero a lo largo de un
meridiano principal y luego, rotando 90^, a lo largo del otro.
Así entonces como dijimos, mientras que en las superficies
esféricas, la figura que el estneril va grabando sobre el cristal es
un círculo, en las superficies cilindricas y tóricas, es una elipse,
precisamente porque los' desplazamientos no tienen igual longitud
en las dos direcciones principales.
524 B. SCHCOLNICOV

Con ligeras diferencias, general­


mente este trabajo se efectúa en
máquinas automáticas perfectamen­
te sincronizadas, las cuales por un
estudio minucioso de los movimien­
tos aseguran la perfecta elaboración
de las superficies. En ellas no se
aplica el desbastado, sino sólo el ali­
sado y el pulido (figs. 352 y 353).
El desbaste se aplica sólo ^ara
obtener la curva básica, aproximada
mediante moldes esféricos.
La operación básica en la fabri­
cación de superficies cilindricas o
tóricas es esférica, con la utiliza­
ción de esmeril grueso.
Si la superficie a fabricar es
convexa (molde cóncavo), la curva
esférica hecha con esmeril grueso,
es la base de la misma (fig. 354).
Fig.-352 (a) Luego, se trabaja presionando
con los dedos en el
sentido del contra-
eje y se controla la
aproximación con
1q s p r o b i n e s de
bronce, hasta formar
la curva.
Si la superficie
que se talla es cón­
cava (molde conve­
xo), la curva bási­
ca esférica corres­
ponde al contraeje.
(Molde esférico con
el poder de la cur­
va mayor).

Ftg. 352 (b)


T r abajo de S u p e r f ic ie s 525

Se trabaja luego el crisal presio­


nando con los dedos sobre ios ex­
tremos del eje (curva menor) (fi­
gura 355).

227. Címtrol de |a fabricación„ —


Luego que los cristales lian sido
terminados de fabricar, son some­
tidos a operaciones de control con
el fin de verificar sus característi^
cas en tal form a que se consideren,
aceptables o no. Ciertos defectos
debidos a mala técnica en las diver­
sas etapas de la elaboración^ pueden
subsanarse repitiendo las operado^
nes; otras en cambio pueden obligar
a deshechar por completo el cristal
elaborado.
Los defectos que podrían produ-
cirse son de diferentes órdenes y
algunos pueden ser considerados co-
fig . 353
526 B. S c H c o LN.rc o ¥

m o de menor importancia sobre todo-, si s e . pueden eliminar du­


rante el armado del anteojo.
Las operaciones fundamentales de control son las siguientes:
a) Examen de los defectos del bloc.
b) Examen de los defectos debidos al tallado.
c) Examen de los defectos en el poder,
a) Defectos del bloc* — Son aquellos que provienen de la fa»
frica ció n del vidrio y nos hemos ocupado al referirnos^ al mismo,
_Ellos se ponen de manifiesto para aquellos blocs que han sido
insuficientemente revisados y los defectos aparecen luego al ta-
,Ear y pulir las lentes. Son por lo común, pequeñas burbujas o
•estrías m uy imperceptibles, A l verificarse las características de
la lente fabricada, se puede observar que la acción óptica pro­
p ia de la naturaleza de la misma no es pura, -observándose por
ejem plo en caso de las estriaciones aun invisibles,.‘"saltos’’ de las
imágenes que se ponen de manifiesto al observar a través de la
lente, los objetos y efectuar pequeños movimientos con ésta. Suele
ocurrir a veces que al mirar dicha lente con el frontofocóm etro, la
.imagen del testigo aparece deformada de manera irregular, de
bido precisamente a que el haz luminoso que atraviesa la misma
■encuentra algún defecto que produce tal anomalía.
h) Defecti>s del-tallado.— Estos defectos suelen producirse por
;io común, por una repartición desigual de la presión sobre el tra­
bajo, o la contaminación del esmeril ñor granos de mayor tamaño,
provocando rayas o puntos. También por la inexacta ejecución
del pulido.
Si la operación del pulido no ha hecho desaparecer totalmente
la granulación provocada por el esmeril durante el extrafinado,
aparecen, sobre la superficie unos puntos característicos que for­
man una ligera zona brumosa, como si fuese una “ patina” blan­
quecina. El examen conviene hacerle con la lupa, aunque el ope­
rario experto puede descubrirlo a simple vista observando por
reflexión la imagen del filamento de una lamparilla eléctrica co»
colocada a unos 30 cm. sobre la superficie de cristal (fig. 356).
Otras veces aparecen en la superficie pulida, pequeños cráteres
producidos por granos de esmeril de tamaño m ayor que el extra-
fino. En efecto, si el esmeril extrafino no ha terminado de alisar
la superficie trabajada por el abrasivo anterior, al proceder al
T rabajo de S u p e r f ic ie s 527

pulimento, este no alcanza al fondo de las depresiones provoca-»


das por el mismo, y la superficie del cristal toma el aspecto que
se ha definido de “cáscara de naranja”. De ahí la gran importan­
cia que tiene un perfecto extrafinado para el éxito del posterior
pulimento.

Rayas de Esmeril. — Si durante el curso del esmerilado, un gra­


no más grueso o una impureza se ha mezclado con el esmeril
natural, este grano puede provocar una estría profunda que luego
no desaparece al pulir, la acción del rojo (rouge) es insuficiente
para remover la cantidad de vidrio necesaria para que dasparez»
ca la raya, en razón de su profundidad Si se persiste en sacar una
raya de esmeril por
medio del pulido, se co­
rre peligro de defor­
mar la superficie del
cristal.

Rayas de pulido.
Debidas generalmente
a impurezas o granula­
ciones del rojo de pulir,
se presentan en la su­
perficie como trazos
característicos no pro­
fundos, como una línea
de lápiz. A veces es
necesario ex tra fin a r
Fig. 356 (B. y Lomb) nuevamente el vidrio;
otras veces desaparecen prosiguiendo el pulimento pero aumentan­
do la humedad.
Por lo común si se deja secar demasiado el paño suelen apare­
cer también rayas parecidas que se eliminan como anteriormente.
Una mala disposición del molde de pulir, el paño arrugado, o
un exceso de agua son suficientes para provocar aglomeración
del abrasivo que produce también rayas o deformaciones en la su­
perficie. Igualmente el exceso de agua produce las denominadas
rayas del paño, pues el mismo pierde la tersura y rigidez necesa­
rias para permitir el trabajo del “rouge’’.
^28 B. SCHCOLNICOV

Deformaciones. — Las deformaciones pueden tener varios orí­


genes: algunas son debidas al exceso de pulido, mala colocación
del paño, etc.

Fig. 357

En las superficies cilindricas pueden producirse debido a una


mala disposición de las accesorios que orientarán el trabajo, pro­
vocando desplazamientos laterales del eje de dicha superficie.
T kabajo de S u p e r f i c ie s 529

Contrcil de la psteiicia» —■Todos los cristales una vez termina­


dos, deben ser examinados por medio de frontofocóm etro a fin de
verificar su potencia. Si la elección de ,los moldes a sido correcta
y el trabajo se ha efectuado con exactitud^ la misma comprenderá
a! cristal requerido.
228. La máquina taliadora a diamante. Una innovación en la
técnica del tallado de las superficies ópticas, introducida hace po­
cos años, es la utilización de la denominadora máquina talladora
a diamante.
Como su nombre lo indica, esta reemplaza los clásicos moldes
utilizados habitualm.ente, por una herramienta recubierta de polvo
de diamante colocada sobre el extremo inferior de un eje accionado
directamente por un motor, pudiendo el conjunto efectuar des­
plazamiento angulares que permiten variar los radios de curva­
tura con que esta herramienta trabajara sobre la superficie del
vidrio.
Por otra parte éste se dispone sobre una plataforma adecuada
en la parte inferior.
La figura 357 muestra una de estas modernas máquinas que
como vemos presenta una cierta analogía aparentemente con la
talladora de superficies cilindricas de la figura 353.
Generalmente los cristales que se trabajan son prensados con
las curvaturas lo más cercanamente posible a las que se desean.
El trabajo de la herramienta de diamante es el que denominamos
''alisado” , debiéndose luego efectuar el pulido en las máquinas
clásicas, manuales o automáticas.
CAPÍTULO XVI

SISTEMA ÓPTICO DEL OJO

- 228, Generalidades.— El sentido de la vista es el encargado


de la recepción de las sensaciones luminosas que transmitidas al
cerebro permiten la visión de los objetos que nos rodean. Este deli­
cado sistema esta facultado para percibir además, diferencias de
tono e intensidad lumJnosa merced a mecanismos com plejos aun
no completamente determinados. El órgano en el cual reside esta
función, es el ojo: el que se halla alojado en una cavidad de la
caja craneana denominada órbita, que afecta una forma sensi­
blemente troncocónica, cuyas dimensiones son aproximadamente:
Profundidad: 45 mm.
Alto: 35 mm.
Ancho: 40 mm.
El globo ocular, más pequeño que la cavidad, no ocupa mas
que la parte anterior de la misma, estando el resto lleno de tejido
graso cuya función es en gran parte contribuir a amortiguar los
choques bruscos que podría sufrir este órgano contra las paredes
óseas.
Por la parte anterior de la cavidad se hallan los párpados, su-
ceptibles de cubrir a voluntad esta porción del órgano.
El globo ocular por otra parte puede moverse en varios senti­
dos merced a la acción combinada de seis músculos: recto interno
y externo, recto superior e inferior, y oblicuo mayor y menor.
Estos movimientos son de rotación alrededor de un punto fijo
denominado ''Centro de rotación del o jo ” .
532 B. S C H C o L N I C o¥

. El globo Ocular»— Tiene forma sensiblemerite esférica y se


halla formado por tres membranas rodeando los medios transpa­
rentes que constituyen los medios ópticos (fig. 358).
La membrana externa: dura y opaca, salvo en la parte ante­
rior, comprende la esclerótica y la córnea. La esclerótica repre­
senta la 5/6 partes de la túnica y se' extiende por toda la parte
posterior del ajo.
La parte anterior visible, es comúnmente denominada ''blanco
del ojo'".
La esclerótica es atravesada por vasos sanguíneos que provie-

m m EA
u íT im

IVÍO OPTICO

CeiSTALIHO-
Fig. 358

nen de la capa inferior nutricia. En su parte anterior se vuelve


transparente recibiendo el nombre de córnea, modificándose ade-
máSj el radio de curvatura. Así por consiguiente, esta última por­
ción de la túnica externa es más curva y transparente, represen­
tando 1/6 del total de la túnica. La córnea no es rigurosamente
esférica: el meridiano horizontal tiene radio de curvatura lige­
ramente más largo que el meridiano vertical
Interiormente a la esclerótica, se encuentra una membrana de
carácter nutricio denominada “ irido-coroidea” . Es una membrana
adherida a la esclerótica en sus dos terceras partes posteriores,
S is t e m a ó p t ic o del O jo 533

modificándose el tercio anterior para penetrar verticalmente den­


tro del ojo para constituir el iris=
La coroides es la parte de esta membrana' pegada a la escle­
rótica, y en ella se encuentran los vasos sanguíneos que nutren
el ojo.
El iris o porción anterior, está perforado en su centro en forma
circular centrada con respecto ai globo ocular. El diámetro de
esta abertura es variable gracias, a un músculo circular que por medio
de la acción involuntaria permite regular la cantidad de luz que debe
penetrar en el ojo. El iris juega igualmente el rol de diafragma iimi=
tando los rayos centrales del sistema óptico para dai" imágenes más
perfectas. Pupila es el nombre de esta-abertura regulable.

La membrana más interna, denominada retina, está formada


por ramificaciones del nervio óptico, constituyendo la parte foto­
sensible del ojo.
Esta adosada a la coroides y tapiza el fondo del ojo hasta donde
termina la misma en una zona denominada “ora serrata’'. La retina
es de espesor muy pequeño: alrededor de 1/100 mm. y está compuesta
por diez capas de naturaleza y rol diferentes.
La última capa es la más interna y está compuesta por ele­
mentos sensibles: los conos y los bastoncitos. A cada cono corres­
ponde una sola fibra nerviosa, en cambio muchos bastoncitos pue­
den estar ligados a una sola fibra. De ello resulta que los conos
son más específicos que los bastoncitos.
Todas las partes de la retina no son igualmente sensibles. Asi
existen dos zonas de importancia, sobre todo, el denominado punto
ciego’', que es el lugar por donde penetra el nervio óptico, y que
como su nombre lo indica, carece de visión; y la “mácula lútea”
con una depresión en su centro: la “ fovea centralis”, punto de
sensibilidad máxima. En la fovea centralis, la retina se adelgaza
y se caracteriza por el aumento extraordinario de conos faltando
prácticamente los bastoncillos. La sensibilidad de la retina dismi­
nuye desde la fovea hacia los bordes.

■ ' Los medios ópticos. — Varios son los medios transparentes del
ojo, que constituyen el sistema óptico del mismo: la córnea, el
cristalino, y los humores vitreo y acuoso.
534 B. S C K C O L N I C O ¥

El cristalino es una especie de lentilla biconvexa con su cara


anterior de menor curvatura que la posterior. Es mantenido
en su lugar por un ligamento suspensorio denominado Zonula
de Zinn. Esta es un anillo circular que se asienta en el cristalino
y se haUa a su vm ligado a los elementos denominados ''procesos ci­
liares''.
El cristalino se halla formado por una envoltura: el cristaloide
y un contenido: las fibras cristalínicas colocadas unas sobre las
otras como las capas en la cebolla.
Al envejecer, el cristalino pierde su elasticidad y su transpa-
1 encía, llegando en algunos casos, a hacerse opaco. El cristalino
puede modificar los radios de curvatura de sus caras gracias al mús­
culo ciliar; mec-anismo a! cual se atribuye la acomodación.
El humor acuoso llena dos espacios: la cámara anterior, entre
ei iris y la córnea y la cámara ’posterior, entre el iris y el crista­
lino, Es un líquido claro muy fluido^ de índice semejante al agua.
Ambas cámaras se comunican por el orificio de la pupila.
El espacio colocado por detrás del cristalino, está ocupado por
una sustancia transparente, de aspecto parecido a la clara del
lluevo, denominada hum^or vitreo. Está contenida en una en­
voltura muy tenue llamada saco hialino o membrana hialoide.

' 229. Sistema óptico del o jo . — El sistema óptico del ojo se halla
formado por la asociación de los diferentes medios refringentes
que ios componen: córnea, humor acuoso, cristalino y humor
vitreo.
Con el fin de simplificar su estudio, se suele asociar habitual­
mente estos medios, constituyendo dos sistemas ópticos princi­
pales de cuya combinación resultará el sistema óptico total. Así
tenemos:
a) Sistema córneo.
b) Sistema cristalino.
El sistema córneo se halla formado por la asociación de la
córnea propiamente dicha y el humor acuoso. Opticamente se
comporta como una dioptra esférica. El sistema cristalino se halla
formado por la combinación del cristalino con el humor acuoso
y el vitreo.
Resolviendo parcialmente estos sistemas obtendremos, com»
S is t e m a ó p t ic o del O jo 535

binando ambos, las constantes definitivas de todo el ojo. Claro


está que los valores tomados no son absolutos, por cuanto todos
los ojos no son iguales, pero pueden admitirse, como prom edios
relativos correspondientes a ojos adultos en reposo.

- 230. Sistema córneo. — La córnea posee un índice de refracción


n: 1,376 y un espesor e: 0,6 mm. El radio de curvatura externo es
de 7,8 mm. aproximadamente, variando este dato según los indi-
viduos, pero generalmente se halla entre 7 y 8 mm:
7,34 mm 7,7 mm 7,829 mm 7,98 mm

La cara interna tiene un radio de curvatura


que varía entre 6,8 mm y 6,22 mm, aproxima-
damente.
Luego la cara externa tiene un radio m ayor
que la interna, y de ahí que la córnea aislada
tiene la sección de una lente curva negativa
(fig. 359)..
9J9 ■ Siendo el espesor muy pequeño, podemos
admitir, a los efectos del cálculo, que las caras son paralelas.
Detrás de la córnea se halla el humor acuoso cuyo índice de
lefracción es de 1,336. Asociado a la córnea constituye el sistema
córneo
r - 7,6 vriíT} La distancia entre la cara
"anterior de la córnea y la cara
anterior del cristalino es de 3,6
mm, siendo este dato el espesor
5.G mm del sistema.
Como prácticamente todo el
sistema está formado por el hu­
mor acuoso, se admite que el
n* 1,356 índice de refracción del mismo
F,g. 360 será 1,336.
El sistema córneo es ópticamente una dioptra esférica cuyo
Indice de refracción es 1,336 y cuyo radio de curvatura es el exte­
rior de lá córnea (fig. 360).
536 B- SCHCOLNICd¥

Las distancias focales del mismo se calculan de acuerdo con:


<fig. 361)
■r*

f (distancia en el aire) =

29 medio ^ n . 1
Estas fórmulas son
/ las que se deducen
25.2! ^í,20 de las dioptras y se­
f n f gún ellas los poderes
o potencias en ambos
\ medios de la dioptra
Fig. 361 serán:

n^ 1
P: (Potencia en el aire) ■
r

n 1
P ': (Potencia en el 2^. medio) =
r .n
luego:

7.8 . 1000
1,336 — 1

1000
" ~ 2 3 Ír Dioptrías

7.8 X 1000 X 1,336


'■ - — ¡S i n — =

1000
= _ _ _ = Dioptrías
31,20

.-■-231. Sistema cristalino. — El cristalino posee un índice de re­


fracción variable de la periferia al centro, comprendido entre
1,406 y 1,455.
Es una lente biconvexa de § a 10 mm de diámetro y unos
4 mm de espesor, teniendo la cara anterior un radio de curva»
S is t e m a ó p t ic o del O jo 537

tura.de 10 mm y la posterior 6mm. Es en realidad una lente hete­


rogénea constituida por láminas concéntricas áe densidad y con»
sistencia creciente a partir de la superficie hacia el centro. El
índice de refracción de estas capas es también creciente, pero se
acepta que el conjunto se comporta como una única lente de índice
equivalente a 1,43, aunque este valor difiere según los autores.
Tomando como índice promedio con respecto al aire 1,43, sin
embargo, el hecho de que se halle sumergido en dtro medio de
índice diferente del aire, hace que se com porte com o si tuviese
un índice relativo con respecto a este último, igual a 1,075 (íig. 362).
1,43
- 1,075
1,33
De acuerdo con ello, ten­
dremos:
Fi : 10 ' mm
F2 i 6 mm
e (espesor cen tral): 3,6 nmi
n : 1,075
Luego:
Fig, 362 Poder da la primei'a cara:
n~" 1 1.075 1 , '
= -f 7,50
ri 0,010
Poder de la segunda cara:
1,075— 1
T2 0,006
El poder focal para esta lente será:
Pi = + 7,50
Pa = + 12,50
e = 3,6 mm
n = 1,075

— = 0,0033
n

Pf = P, + P , ------- . P, . Pa =
n
= 7.50 + 12,50 — (0,0033 . 7,50 . 12,50) =
+ 19,69 Diop.
53-8 B. S c H c o L N i c o v

Por consiguiente, la distancia focal será:

1000
f = = 50 79 mm
19,69

Aplicando la fórmula correspondiente, tendremos el poder fron­


tal posterior:

Pr
Pv(p)
1 --------P,
n

19,69
- 20,20 Diop,
1 — ( 0,0033 . 7,50

y la distancia frontal posterior sera:

1000
fr (,,) (frontal post.) 49M
20,20
El poder de vértice anterior será;

P
Pv(.)
1 --------p,
n

19,69
20,56 Dioptrías
1 ^ (0,0033 , 12,50)

3' la distancia frontal anterior, finalmente:

1000
fr(a) - 48,6 mm
20.56

El conjunto de todos los datos obtenidos permitirá calcular la


posición de los planos principales del cristalino (fig. 363).
En efecto, basta medir como ya lo hemos visto en el capítulo
de lentes gruesas, las distancias frontales para localizar los focos
V luego por medio de las focales llegamos a dichos planos.
La posición de los planos principales establece que el plano
focal anterior se halla a 2,19 mm de la cara anterior del cristalino.
S ist e m a ó p t ic o del O jo 539

El plano focal posterior se halla a 1,29 mm de la cara posterior


y la distancia entre los dos planos principales es de 0,12 mm. La
suma de 2,19 más 0,12 y más 1,29 nos dan 3,6 mm, que es el
espesor admitido para el cristalino.
/A
\

*11?o -
v j
Fig. 3 6 3

232. Sistema dióptrico totai — Combinando el sistema córneo ^


y el cristalino se obtiene el sistema total del ojo. A este respecto,
debemos tener en cuenta que dicho sistema posee su cara ante-
rior bañada p o r .el aire y en cambio la última superficie refrac­
tante posterior se halla en un medio de índice 1,336.
Luego, tiene gran importancia el sentido teórico en que se
considera la marcha de los rayos luminosos o sea que las distan­
cias focales se midan en un medio o en el otro.
El espesor total del sistema óptico del ojo se considera como
la distancia entre la cara anterior de la córnea y el segundo plano
principal del cristalino, siendo igual a: (fig. 364)

3,6 mm
2,19 „
0,12 „
5,91 mm

El poder focal calcu­


lado con respecto al se-
Fig. 3 6 4
gundo medio está dado por la fórmula:
Pr = Pi ^ P , d . P, . P,
donde:

Pi^: (poder posterior de la córnea) : -f 32 dioptrías


540 B, SCHCOLNICO¥

Pi» (poder focal del cristalino con respecto al medio de ín­


dice) : 1,33 = + 19,69 dioptrías

d : distancia que separa ambas superficies refractantes o li­


mitantes del sistema, equivalente al espesor del mismo:
5,91 mm.

Como el medio que separa ambas superficies es el mismo que


el que se halla por detrás de la segunda superficie (segundo plano
del cristalino) podernos admitir que dentro del ojo el sistema sería
teóricamente la asociación de dos lentes supuestas delgadas, de
■f 32 dioptrías y + 19,69 dioptrías, separadas por una distancia
d. igual a 5,91 mm.

P, - 32 -f- 19,69 ^ (0,00591 . 32 . 19,69) -

4- 47,53 dioptrías

y la distancia focal será:

1000
~ 21 mm
47,53

El poder de vértice posterior será:

p (p) ---------- = 58 60
' 1 — (0,00591 . 32)

correspondiéndole una distancia frontal posterior igual a

1000
— 17 mm
58,6

Luego, la distancia del segundo plano principal del cristalino


al foco posterior del ojo es de 17 mm, y no debe confundirse
con la distancia de este plano al foco posterior del cristalino
propiamente dicho: (fig. 365)
Si teóricamente invertimos la marcha de los rayos luminosos,
o sea, como si proviniesen del interior del ojo y* saliesen al aire,
la distancia focal del cristalino debe tomarse con respecto a este
último medio, o sea, como si el índice de dicho cristalino fuese
realmente 1,43.
S is te m a O p tic o bel O jo 541

El poder de la córnea será también el anterior (poder en el


aire).
La distancia focal del cristalino con respecto al aire se obtiene
acuerdo al cociente:

5QJ9
- 38,18
1,33
correspondiente a un poder de
1000
------ - 26,19 Dioptrías
38,IB

lo cual es lo mismo que multiplicar el poder por 1,33.


Luego el poder focal del ojo en el aire será:

P'j + P , ------ . P\ . P'j - 26,19 + 43,08 (0,004 , 20,19 x 43,08 =


n
^ 64 Dioptrías
y la distancia focal será:
1000
15,6 mm
64
El poder de vértice anterior será:

P,(a) 64
-f 71
1 -------- p , 0 ,9 0
n
542 B. S c Hc o L N I c o V

y la distancia frontal, anterior

1000
14 mm
71

Determinación cié la posición de los pinitos nodales.— La po­


sición de los puntos nodales se infiere de las relaciones siguien­
tes; que derivan de los sistemas ópticos centrados:

Ftg. 366

N, N, T, T, . , . . . (1)

IM, Ti - N. T, . . . . . (2)

Fi Ni 21 mm

Fo N -2 15,6 mm
S is t e m a ó p t ic o del O jo 543

SISTEMA TOTAL DEL OJO

El esquema de la figura 367 representa el sistema dióptrico total


del ojo, en base de los cálculos efectuados en las páginas anteriores

tS j

Fig. 367
544 B. SCHCOLNICOV

SISTEMA ÓPTICO DEL OJO


TA B LA XXV

Sistema Córneo

Córnea e = 3,6 mm P, = -f 43 D f, = 23 mm
H. Acuoso = 7,8 mm Pg - + 32 D f.> = 31,20 mm

Sistema -Cristalino

e = 3,6 mm P, = ^ 19,69 P, = 4- 1^.50


Cristalino n = 1,43 f = 50,79 mm P, = -f .7,50 ■
H. Acuoso = 1,075
H. Vitreo r, = 10 mm Py<^) + 20,58 f^Cai ^ 48^6 mjn
r., = 6 mm P^(pJ = 4- 20,20 . fyípj = 49,5 mm

Bistema Total

Sistema e = 5,9 m.m P, + 32 P, -f 26,19


comeo n - 1,075 P., = + 19,u9 P., = -f 43

Sistema P,a =: + 64 f(aj :::= 15,6 mm


cristalino P,P = + 47,53 f(pj = 21 mm

71 f^jaj ^ 14 mm
P.^(pJ = + 58,60 = 17 mm

233. O jo esquemático. — Con las constancias físicas y ópticas del


ojo, sus radios de curvatura, distancias focales, poderes con v er-
genteSj etc. se ha procedido a confeccionar tablas, las que se
conocen generalmente por. el nombre de “ ojo esquemático''.
Los valores que se indican en las mismas son diferentes, según
los autores que las mencionen, y esta diferencia estriba desde lue­
go en la multitud de factores que hacen que no se puede tomar
un solo dato como cifra absoluta o suceptible de muy ligera varia­
ción. En general todos los ojos no son iguales, pues hay variación
de tamaño y caracteres ópticos, que sin ser fundamentales hacen
que no se pueda considerar como única la característica enun­
ciada por un autor. Además, debe también tenerse en cuenta que
muchos datos han sido obtenidos en ojos de cadáveres por la im­
posibilidad de hacerlo en seres vivos. El procedimiento seguido
S iste m a ó p tic o bel O jo 545

muchas veces para los cálculos también ha sido distinto y por


consiguiente todo ello ha traído la aparente disparidad de valores,
aunque los mismos en conjunto no ofrecen diferencias muy fun­
damentales.
En la tabla X X V I a continuación, tenemos datos según dos in­
vestigadores muy conocidos: Gullsírand y Listing.

TABLA XXVI

Cons t ant es Gullsírand | Listing

Indice de refracción de la córnea . . . . 1,376 1,376


Indice de refracción del h. acuoso . . . . 1,336 L336
Indice de refracción del cristalino . . . 1,406 1.4545
Indice de refracción del h. vitreo . . . 1,336 1,337
Radio de curvat. ant. de la córnea 7,7 mm 8- mm
Radio de curat. post. de la córnea . . . 6,8 mm
Radio de curvat. ant. del cristal . . . . lO ^ mm 10 íTí.W
Radio de curvat. post. del cristalino . . 5JC mm 6 m
Distancia desde la cara anterior de la
córnea hasta-:
la cara anterior del cristalino ----- 3,6 mm 4 nim
el primer foco del ojo. .......... . 7,6 mm 8 mm
la cara posterior del cristalino . . . . 1,348 mm 2,175 mm
el primer piano princip del ojo . . 1,602 " 2,575 mm
el seg plano princip. del ojo . . . . 15,707 mm 12,83 mm
el según, foco del ojo . . . . . . . . . . . . 24,387 mm 22,647 mm
Potencia total del ojo (foca ) . . . . . . 58,64 diop. 66,7 <diop.
Distancia focal anterior 17,05 mni 15,07 mrn
Distancia focal posterior . . . . . . . . . . . . 22,78 mm 20,07 mm
Distancia entre los planos principales 0,254 mm 0,4 mrn

: : 234. Ojo reducido. — Con los datos que se consideran en el ojo


esquemático, se puede reemplazar teóricamente el mismo por
im sistema óptico ''equivalente” constituido por una sola lente
gruesa cuyas constantes ópticas son las indicadas en las tablas
mencionadas. Pero con el fin de simplificar aún más el esquema
óptico del ojo se aprovecha la proximidad entre los dos planos
prmcipales del mismo para aceptarse sin cometer mucho error que
los mismos se resumen en uno solo, obteniéndose así un ojo esque­
mático más simplificado aun que el anterior.
Siguiendo en este terreno, puede lograrse todavía un aspecto
más sencillo aplicando pequeños cambios y transformando la lente
546 B. S C H C O L N I C O V

gruesa de que hicimos mención, en una dioptra curva, cuyo cer tro
de curvatura corresponde a la posición de los puntos nodales con­
siderados también como uno solo; y cuya superficie refractante
reemplaza al único plano principal que habíamos consignado ante­
riormente, De esta manera la córnea desaparece como superficie
S is t e m a ó p t ic o del O jo 547

refractante, para serlo en cambio, una supuesta superficie curva


colocada un poco detrás, coincidiendo con la posición del plano
principal del ojo esquemático simplificado.
De todos los gráficos correspondiente al ojo reducido, uno
de los más aceptados en razón de su sencillez, es el denominado
ojo reducido de Donders, cuyas características están- representa»
das en la fig. 368 conjuntamente con el ojo esquemático y redu­
cido de Gullstrand.

235. Marcha de los rayos luminosos en el ojo.— Si suponemos


que frente al ojo se encuentra u n , objeto, colocado a una dis­
tancia conveniente, la formación de la imagen respectiva se hará
en el plano focal posterior, pasando los rayos por los puntos no­
dales. La imagen es real e invertida concebida sin embargo dere­
cha por un proceso fisiológico de resolución aún desconocido (fi­
gura 369).

236. Angulo visual. — Se denomina de esta manera al que for­


man los rayos que pasan por los extremos del objeto, supuesto
en este caso lineal.
Un mismo objeto no se visualiza bajo un mismo ángulo en
cualquier posición que esté colocado; lo cual determina que su
tamaño aparente (el de la imagen retinal) disminuya al alejarse
el mismo y auménte en cambio al acercarse. Lógicamente, para
que un objeto pueda formar una imagen retinal siempre igual,
el objeto debe mantener siempre el mismo ángulo visual, lo que
sólo podría ocurrir si el objeto al par que se aleja aumenta de
tamaño. De ahí que el ángulo visual y por consiguiente el tama­
ño de las imágenes retinianas ,disminuye o aumenta según que
el objeto se aleje o se acerque (fig. 370).
548 B. SCHCOLNICOV

El ángulo visual, para un mismo objeto, varía y por ello el ojo


sólo puede percibir el tamaño aparente del mismo, por la magnitud
del dicho ángulo, es decir, por la relación entre el tamaño real
del objeto y su distancia al ojo.

Si llamamos:

K ángulo visual
^ H distancia del objeto al ojo
T tamaño del objeto

tendremos que
T

Asi entonces, por el tamaño aparente de un objeto, podemos


calcular a que distancia se llalla, pero desde luego que si quere­
mos además reconocer detalles en dicho objeto, el alejamiento de!
mismo tiene un límite que guarda relación con la extr.uctura de
la retina.
La retina sirve como dijimos anterior­
mente, de pantalla receptora, y está cons­
tituida por terminaciones nerviosas (los
conos y los bastoncitos) que reciben las
impresiones luminosas y las trasmiten
por medio del nervio óptico a los centros
que las transforman en percepciones
concientes. Un corte de la retina a nivel
Fig. 371 de la fovea presenta con bastante simi­
litud, el aspecto de un panal de miel. Las terminaciones nervio­
sas tienen forma exagonal y están en íntimo contacto (fig. 371).
Si un objeto alejado, envía sus rayos al ojo, impresionando
S is t e m a ó p t ic o del O jo 549

un .solo elemento exagonal, no es posible reconocer la forma del


objeto. Así, si suponemos por ejemplo los faros de un automóvil
separados por una distancia de un metro entre sí, no serán visi­
bles aisladamente, si el coche se halla a unos 4000 metros, porque
ambos puntos luminosos (los correspondientes a cada faro) son
proyectados tan juntos en el ojo que sus imágenes l e í ' caen
sobre un solo elemento nervioso o sobre dos vecinos. Cuando la
distancia disminuye y se reduce a* unos 3000 metros, los elementos
impresionados, dejan entre sí uno de ellos sin tocar, y los faros
serán visibles separadamente. El ángulo visual que forman ambos
rayos es en este caso de aproximadamente un minuto. El valor
de este ángulo está en relación con el diámetro de los conos, que
en el ojo normal, es de 0,00496 mm.
En ciertas circunstancias se puede apreciar la distancia que
media entre dos trazos aunque se presenten bajo un ángulo me­
nor de un minuto. Así por ejemplo, el ojo puede distinguir si dos
líneas que están juntas, son o no continuación una de la otra tal
como ocurre en el vernier. Eséte fenómeno se debe a que las
imágenes de cada línea impresionan series distintas de elementos
y la distancia entre ambas imágenes pueden ser menor que el
diámetro de un solo elemento nervioso.

237. Agudeza visual — La agudeza visual se establece en fun­


ción del objeto más pequeño cuya forma y tamaño puede distin­
guirse. Generalmente la agudeza visual se establece en base al
ángulo visual, y se define como el valor inverso a dicho ángulo, o
sea “el menor ángulo que pueden formar dos puntos para que
puedan ser visualizados separadamente. “Luego cuando menor es
el ángulo visual, mayor es la agudeza y vice-versa. El ángulo
visual mínimo para que dos puntos puedan ser visualizados sepa­
radamente, se estima en un minuto.
La medición de la agudeza visual en los individuos se efectúa
comúnmente por medio de letras, números o dibujos especiales,
de tamaños exactamente graduados cuyo grosor, tamaño y distan-*
cia a la cual deben ser leídos están calculados ejcactamente para
que una agudeza visual igual a 1, dichas imágenes se presenten
bajo un ángulo de un minuto.
550 B. SCHCOLNICOV

Son clásicos en este aspecto, los conocidos Optotipos de Snellen


y los anillos de Landolt (fig, 372).
Los carteles sugeridos por Hermán Snellen en 1862, original­
mente, consisten en letras de varios tamaños colocadas en filas.
Cada letra va inscripta en un cuadrado dividido por líneas en
veinticinco cuadraditos más pequeños. Cuando se colocan a una
cierta distancia, los límites de cada cuadradito pequeño subtien­
de un ángulo de un minuto con el punto nodal del ojo. Luego
la parte de la lámina y los espacios son calculados en forma de
abarcar un ángulo de un minuto. Este ángulo es considerado el
mínimo ángulo visual o el ángulo bajo el cual dos puntos son
distinguidos en forma separada. El tamaño de la letra entera co™
rresponde a un ángulo de cinco minutos.

F p HRH
V » T W D 30

Z<3

m e 3 mm
B m uj 3 s «
1 mg !» m»
E 8

* *

Fig, 372

La primer mención sobre el menor o más pequeño ángulo


visual, fue hecha por Euclides. El primero en efectuar una me­
dida actual del ángulo fue Roberto Hooke. Mas recientes datos,
sobre el poder resolutivo del ojo normal, confirman que éste es
capaz de distinguir puntos bajo ángulos menores de un minuto.
Los cartones de Snellen fueron originalmente designados para
ser usados a una distancia de seis metros (20 pies). Cada cartón
viene provisto con filas de letras negras sobre un fondo blanco.
Estas hileras consisten en letras cuyos tamaños comprenden ángu­
los de cinco minutos a distancia variables de 200 a 20 pies (sesenta,
a seis metros). Cartas en uso todavía tienen adiccionado letras
de tamaño para distancia debajo de 10 pies (tres metros).
En conjunción con este original sistema de “cartones Test”
S is t e m a ó p t ic o del O jo 551

■Snellen sugirió una fórm ula para calcular la agudeza visual. Es^a
se escribe así:

donde V es la agudeza visual,


d es la distancia de lectura en metros (seis metros o 20
pies)
D es la distancia en metros o pies a la cual las letras de la
línea debieron ser leídas para abarcar el ángulo de cinco
minutos.
Si por ejemplo, cuando la tabla se coloca a 6 metros las letras
más pequeñas correspondientes a esa distancia, son leídas, la
6
agudeza (V) será: — = 1
6
Por la misma prueba, si las letras más pequeñas leídas a esa
distancia, son las que tienen un ángulo de cinco minutos a 30

metros, la agudeza será —^ = i


30 5
Expresado de otra manera, nosotros sabemos que un ojo con
agudeza puede distinguir letras en la línea ^/so a una distancia
de 30 m. En cambio un ojo con agudeza de ^/so puede distinguir
estas mismas, sólo a una distancia de 6 metros.
Modernos Tests basados en los cartones de Snellen, son fabri­
cados en cartones, o bien en dispositivos para proyección.
Una ventaja del sistema de proyección, es que las letras pue­
den ser provistas para varias distancias, cambiando solamente el
dispositivo para , cada una. Algunos tienen letras combinadas
con números. Otros poseen solamente una letra E cuyos brazos
rotan en diferentes direcciones y otros, especialmente para chicos,
emplean dibujos u objetos familiares.

238. Acomodación. — Cuando el ojo observa objetos alejados,


se puede considerar que si ellos están a una distancia conveniente,
los rayos penétran paralelamente y la imagen se forma en el
gundo plano focal, tal como dijimos anteriormente, el cual coin­
cide con la retina. Habitualmente se dice que estando el ojo en
reposo, ve claramente los objetos suficientemente alejados. Teó­
552 B. SCHCOLNICOV

ricamente esta condición se cum ple para objetos situados en el in-


finito, que para el ojo denominado normal corresponde a objetos
colocados más allá de los seis metros. Para objetos más cercanos,
el ojo debe poner en juego un delicado mecanismo que se deno­
mina “ acomodación''.
La acomodación aumenta el poder convergente del sistema
óptico ocular (disminuye la distancia focal posterior) y por con­
siguiente mantiene constantemente: objeto e imagen retinal con­
jugados entre sí.
El mecanismo de la acomodación funciona hasta que el objeto
se sitúa aproximadamente a unos 10 cms. del observador. A par­
tir de esa distancia, las imágenes dejan de formarse nítidamente
en la retina por la incapacidad del ojo de aumentar su poder con­
vergente. Lo más cerca que puede situarse un objeto para ser
visto sin que entre el juego la acomodación (seis metros aproxi­
madamente) se denomina Punto Remoto o Punto Lejano.
Lo más cerca que puede situarse un objeto para ser visto con
el auxilio de la acomodación, (acomodación máxima) se deno­
mina; Punto Cercano o Punto Próxim o. El mismo varía con la
edad.
‘L a distancia entíe el punto lejano y el próximo, comprende
la Amplitud de la Acomodación, que igualmente disminuye con
el correr de. los años.
La diferencia de poder dióptrico entre el ojo sin acomodrr y
el ojo con el máximo de acomodación, representa el Poder de
Acom odación que alcanza un máximo de 10 a 15 Dioptrías y
como es lógico disminuye también con la edad.
Las distancias focales del ojo a medida que se va acomodando,
van disminuyendo llegando con el máximo a 14,18 mm la anterior
y a 18,90 mm la posterior, aproximadamente.
El poder refringente focal, aumenta hasta unas 70 dioptrías.
La teoría actualmente más aceptada sobre el mecanismo de la
acomodación, es la denominada Teoría de Helmholtz, que se basa
en la modificación de los radios de curvatura del cristalino, y por
consecuencia, el aumento del poder convergente del mismo.
El cristalino está sostenido por el ligamento suspensorio y
el músculo ciliar. Un relajamiento de dicho ligamento produce
una modificación de los radios de curvatura y en consecuencia al
Sk tem a ó p t ic o del O jo 553

variar el poder del cristalino, todo el sistema dióptrico del ojo


cambia aumentando en poder convergente. El cristalino aumenta
de espesor y los planos principales y los puntos nodales cambian
también de posición al par que las distancias focales se acortan.
La cara anterior del cristalmo (la menos curva) es la que más
se modifica (flg. 373).

Fig, 373

Esta modificación de las curvaturas se puede demostrar como


lo hizo el mismo Helmholtz, por medio de las denominadas imá­
genes de Purkinje.
Se coloca al pa­
ciente en una habi­
tación a oscuras y a
una distancia ade­
cuada (alrededor de
1 m.) una vela en­
cendida, de manera
que el rayo lumino­
so que parte de la
misma, form e un
ángulo de 30^ con
el eje óptico ocular
del paciente (figu­
ra 374). pig S24
554 B. S C H C O L N I C O V

El observador se dispone de tal manera, que también reciba


los rayos reflejados en el mismo, con una inclinación de 30®.
Se hace observar al paciente un objeto alejado, tal que se pueda
considerar teóricamente en el infinito. El observador verá refle­
jadas tres imágenes.
. La primer imagen derecha y brillante, corresponde a la deter­
minada por la superficie anterior de la córnea que se comporta
como un espejo convexo. La segunda imagen, más grande, dere­
cha también pero menos nítida, se obtiene por reflexión en la
cara anterior del cristalino, que se comporta también como si
fuese un espejo convexo. La tercer y última imagen, es invertida,
menos luminosa que las anteriores, se obtiene por reflexión en
la cara posterior del cristalino que se comporta a la manera de
un espejo cóncavo.
Si el objeto que el paciente está observando, se acerca paula­
tinamente al mismo, se puede constatar que se modifican de ta­
maño las dos últimas imágenes (las obtenidas por reflexión en
el cristalino). Ambas se hacen más pequeñas, pues los radios de
curvaturas del cristalino disminuyen. En cambio la primer ima­
gen, obtenida sobre la córnea, no se altera.
Se admite que la m odificación del poder convergente del cris­
talino se debe en una parte a que el cambio de forma del mismo,
trae aparejada un aumento del grosor de las capas interiores que
tienen índice de refracción más elevado que las superficiales. Este
proceso denominado por Gullstrand, mecanismo interno de ■la
acomodación, constituye aproximadamente un 30 % de ésta, pues
la sola variación de los radios no alcanza a explicar el aumento
total de la potencia observada.
Así pues, si el cristalino tuviese un índice de refracción unifor­
me, el aumento de su curvatura, o sea el mecanismo exterior de
la acom odación,. sólo produciría el 70 % del poder total.
La -amplitud de la acomodación disminuye con la edad y ésta
perdida de la capacidad para acomodar la visión para los objetos
cercanos, se denomina Presbicie o Presbiopía.
El présbita ve perfectamente el punto remoto y objetos no
m uy cercanos, pero encuentra dificultad para visualizar el punto
próxim o.
En el cuadro adjunto se observa la variación de la Amplitud
S is t e m a ó p t ic o del O jo 555

de la Acom odación con la edad, y se verifica como se va alejando


el punto próxim o a medida que el individuo envejece.

TABICA X X V II
AMPLITUD DE ACOMODACIÓN

Edad Potencia en D. F. P.

10 14 7 cm
15 12 8,5
20 10 10-
25 8,5 12
30 7 14
35 5,5 18
40 4,5 22
45 3J 28
50 2,5 40
55 1,75 66
60 1 100
65 0,50 200
70 0,25 .400
75 0

Según la tabla X X V II, el poder de acomodación en el hom.bre


de 45 años es por término medio de 3,50 dioptrías. A los 60 años
es de una dioptría y a los *75 años de cero dioptría. Igualmente
se admite que a partir de los 55 años, el punto remoto tampoco se
encuentra en el infinito, sino que se va acercando paulatinamente.
Un présbita puede leer siempre que aleje el libro más de lo
que corresponde a su punto próximo, es decir que no realiza el
máximo de acomodación. Así, un hombre de 35 años^ cuyo poder
de acomodación es de 5^50 dioptrías y cuyo punto próxim o se
halla a 18 cm, al leer el libro no lo coloca exactamente a esa dis--
tancia, sino que lo hace algo más lejos: 22 a 25 cm, es decir^ que
no emplea al máximo su poder de acomodación^ sino solamente
4,50 dioptrías. A los 40 años, con un poder máximo de 4,50 diop­
trías se emplea un punto de lectura a 28 ó 30 cm, no empleándose
tampoco el máximo de acomodación. Este punto de lectura se de­
nomina también Punto Optimo de visión distinta.

239. El poder convergente en la visión cercana. En el estu­


dio teórico que hemos hecho sobre la marcha de los rayos lümi-
556 B. S C H C O L N I C O V

nosos que llegan a los ojos y la posterior formación de las imá­


genes en la retina hemos admitido que para el ojo desacomodado,
el foco posterior del mismo coincide con esta última. Dicho de
otra manera, ‘'cuando penetran en los ojos haces de rayos para­
lelos, éstos posen su foco imagen en la retina,
Pero si los rayos que penetran en los ojos no son paralelos,
es decir, que los mismos son muy convergentes o divergentes; el
ojo es incapaz de formar la imagen en la retina sin recurrir el
mecanismo de la acomodación.
Cuando el ojo lee, la relación de focos conjugados debe estable­
cerse entre el punto de lectura y la retina; el ojo por consiguien­
te necesita mayor poder convergente, puesto que los rayos que
llegan a la córnea inicden sobre la misma, no en forma paralela
sino que los hacen en forma divergente. Luego, el ojo debe “neu­
tralizar” esa divergencia empleando mayor poder convergente,
que obtiene aumentando el poder del cristalino.
Si el punto de lectura se halla a 33 cm del ojo, el poder diver­
gente de los rayos con despecto al ojo (aplicando siempre el con--
cepto general de convergencia) será de 100/33 : 3 dioptrías nega­
tivas, o sea que el cristalino debe modificarse hasta aumentar su
poder en tres dioptrías más de las que tiene desacomodado. A
medida que el objeto se acerca al ojo, el poder divergente de los
rayos que llegan al ojo es mayor, y siempre el mismo será la inversa
de su distancia al ojo. Por eso el cristalino deberá neutralizar esa
divergencia aumentando su poder en una cifra igual. La mayor
cantidad que será capaz el cristalino de aumentar su poder, es el
máximo poder de acomodación del mismo, lo cual está dado por
la inversa, de la distancia del punto próximo al ojo.
Si el punto próximo se halla a 7 cm, el máximo poder de aco­
modación es alrededor de 14 dioptrías, puesto que los rayos llegan
al ojo con esa divergencia.
Con la edad ,esa capacidad del cristalino para aumentar su
poder disminuye (presbicia) y entonces al no ser capaz de neu­
tralizar rayos divergentes más que de cierto poder, los objetos no
pueden acercarse más que a cierta distancia, pasada la cual no son
visualizados nítidamente, puesto que el ojo se comportará como
si fuese hipermetrope. tal como se explicó anteriormente.
S is te m a ó p tic o del O jo 55f

24§. O jo Emétrope y O jo Amétrope. — El ojo, dijimos, cons­


tituye un sistema óptico formado por la combinación del sistema
córneo y del sisfema cristalino, cuyas constantes características
constituyen el denominado ojo esquemático. En este sistema ópti­
co existe por otra parte una relación estrecha entre la potencia
del conjunto y las dimensiones o medidas de la envoltura o caja
que constituye este delicado instrumento. Ello es una condición
esencial para que un objeto pueda ser visualizado nítidamente,,
pues de esta manera cualquier objeto comprendido entre el punto
próxim o y el infinito puede formar su. imagen en la retina.
Cuando los rayos paralelos o ‘sea provenientes del infinito^
tienen su foco imagen -en la retina^ o dicho sea, cuando el ojo sin
acomodar tiene su foco posterior en la retina, se dice que este
ojo es Normal o Emétrope. Cuando esto no ocurre y el ojo sin aco­
modar no posee su foco posterior en la retina o sea que los objetos
colocados en el infinito no son visualizados correctamente, se
dice que el ojo ópticamente es anormal o A m étrope.
Aunque anatómicamente el ojo pueda ser normal, si no existe
relación entre, sus medidas y el poder convergente de sus medios,
el mismo no será normal ópticamente.
Luego entonces, la emetropía depende de varios factores entre
los cuales se pueden mencionar los siguientes:
a) Relación entre la longitud y tamaño del ojo y el poder de
los medios refringentes.
b) La córnea debe ser lo más perfectamente posible una super-
ficie de revolución.
c) El cristalino debe cumplir igual condición.
- Cuando el individuo va evolucionando en -edad, se va modifi-'
cando el tamaño del globo ocular, éste se agranda y la curvatura
se modifica. Y para que este ojo se mantenga emétrope es nece­
sario que se mantengan las relaciones antes mencionadas. Pero
puede ocurrir que el globo ocular se alargue y que los medios re~
fringenteSj sin haber variado, resulten demasiado refringentes o
con demasiado poder para dicho ojo. Las imágenes de objetos en
el'infinito, se formarán por consiguiente delante de la retina. Esta
anomalía de la refracción se denomina Miopía.
Se caracteriza por consiguiente porque los rayos paralelos que
penetran en el ojo, forman su foco delante de la retina, o sea que
558 B. SCHCOLNICOV

el foco 'imagen del ojo desacomodado no coincide con la retina


(fig. 375 a).
Para lograr que las imágenes se form^en en la retina, es menes>
ter acercar los objetos, y entonces se dice que el punto remoto en
este caso no se halla en el infinito, sino que se halla a una dis­
tancia finita, delante del ojo (fig. 375 b).
En el ojo miope no hay correspondencia entre el tamaño del
globo ocular y el sistema dióptrico. Se puede admitir que el globo
ocular es demasiado largo. Este tipo de afección corresponde ge­
néricamente a la denominada Miopía Axial. Otras veces un fenó­
meno análogo en la posición de las imágenes se produce, no por
un crecimiento exagerado del eje ántero-posterior en relación al
poder, dióptrico que es normal, sino que por el contrario, siendo

(a)

(b)

normal el tam.año del globo ocular /resulta en cambio muy con­


vergente el sistema óptico, por exceso de las curvaturas. Se de­
nomina miopía de curvatura.
De acuerdo a la posición del punto remoto se puede establecer
el valor de la miopía o sea el exceso de poder convergnte del ojo.
Supongamos un punto remoto situado a 50 cm; el exceso de
. . . , 100
convergencia o grado de la miopía sera igual a: —— = 2 dioptrías.
50
En esta anomalía de la refracción se ha alterado por consi­
guiente, la distancia entre el punto remoto y el próximo, pero al
no variar la posición del punto próximo, no ha variado el poder
de acomodación.
La corrección de la miopía se hace por medio de una lente es­
Sis t e m a ó p t ic o del O jo 55i

férica cuyo foco objeto coincida con el punto remoto (fig. ^376)«
Los rayos refractados luego de atravesar la lente incidirán en el
ojo como si proveniesen del punto remoto del mismo y por consi­
guiente formarán su imagen sobre la retina como el ojo emétrope.
La lente negativa lleva “al infinito” el punto remoto del ojo
miope.

241. Hipermetropía. —Cuando el globo ocular se acorta o bien


no se desarrolla en tamaño al par del resto, el sistema óptico es
insuficiente para que las imágenes coincidan con la retina, y el
foco de los objetos situados en el infinito, se forma por detrás
de la misma (fig. 377 a). Por consiguiente el sistema óptico del

(a)

(b)

ojo se comporta como si su poder convergente fue ^e insuficiente.


Para lograr ^la formación las imágenes en A plano de la retina,
será menester en estas circunstancias que los rayos lleguen, no
en forma paralela al eje del sistema, sino que deberán ser con­
560 B. S C H CO L N I C o¥

vergentes, como provenientes de un punto remoto virtual situado


detrás de la retina. Esta anomalía de la refracción ocular recibe
el nombre de Hipermetropía. El ojo hipermétrope desacomodado
es incapaz de ver nítidamente, pues su infinito es virtual y no
puede ser visualizado sin poner en juego una pequeña acomo­
dación.
La corrección de la hipermetropía se efectúa por medio de
lentes esféricas positivas cuyo foco posterior coincida con el pun­
to remoto del ojo (fig. 378).

Fig, 378,

La hipermetropía puede ser, igual que la miopía: hipermetro­


pía axial e hipermetropía de curvatura.
Para determinar el grado total de hipermetropía de un indi»
viduo es necesario de acuerdo a lo visto, paralizar la acomodación^
lo que se efectúa clínicamente por medio de una solución de
sulfato de atropina al 1 %. Cuando la acomiodación no ha sido
paralizada, solamente se puede determinar por el examen, la
hipermetropía manifiesta. La diferencia entre, ambas se conoce
con el nombre de hipermetropía latente.
242. Astigmatismo. — En el astigmatismo, las -superficies re­
fringen tes del ojo han sufrido modificación en sus radios de cur­
vaturas, dejando de ser superficies esféricas de revolución. Al
existir por consiguiente meridianos o secciones ópticas con dife­
rentes poderes, el ojo se comporta como en el caso de las lentes
que hemos denominado Astigmáticas, y se producen, en lugar de
una sola imagen retíniana, dos imágenes, pudiendo estar una de
ellas solamente, en la retina^ o ninguna de ellas (fig. 379).
El astigmatismo puede ser regular o irregular. En el primer
caso, si bien existen meridianos de diferentes radios de curva­
tura, aisladamente cada uno de ellos tiene un radio constante,
comportándose ópticamente como las lentes que denominamos
S is te m a Ó p tico del O jo 561

astigmáticas. En cambio en el astimatismo irregular los meridia^


nos no tienen un radio único, sino que' considerados los mismos
en diferentes fracciones estos radios varían. Las imágenes son
irregulares y este astigmatismo resulta muy difícil de corregir.
El astigmatismo puede ser debido a la variación de los radios
de curvatura de la córnea, siendo el caso más frecuente, pero
también puede ser debido a la variación de los radios de! crista­
lino e inclusive de la retina. Siendo este último poco frecuente,.
Se denomina astigmatismo simple cuando sólo se modifica
uno de los meridianos de la córnea, siendo en cambio el perpen­
dicular al mismo perfectamente emétrope. Si -este radio iriodifi-
cado se hace más largo o más corto (pérdida o'aumento de co n ­
vergencia^ el astigmatismo será: hipermetrópico o miópico.

Xa

Fig. 379

El astigmático es compuesto cuando dos meridianos perpendi­


culares son ametropes, pudiendo ser ambos miópicos o hiperme-
trópicos, o bien, uno miópico y el otro hipermetrópico: astigma­
tismo mixto (fig. 380).
Sea un ojo astigmático con sus dos focos Fi y F-. La retina
puede estar situada delante de los focos (a) y por consiguiente
todos los meridianos serán hipermetropes (astigmatismo hiper­
metrópico compuesto).
2. La retina puede estar situada detrás de las dos Ifneas fo­
cales. Todos los meridianos en este caso serán miópicos (b). (As»
tigmatismo miópico compuesto).
3. La retina puede hallarse colocada entre ambos focos. E xis­
ten meridianos miopes y meridianos hipermetropes. (Astigmatis­
mo mixto) (c).
562 B. SCHCOLNICOV

Estos astigmatismos se corrigen habitualmente con lentes bi-


cilíndricas o esfero cilindricas, cuyas secciones principales deben
ser paralelas a ios meridianos que desean corregir (ejes perpen­
diculares) en tal forma que la asociación óptica forme un sistema
estigmático con un único punto focal tal como ocurre en el ojo
normalj estando el mismo en la retina. En el astigmatismo simple,
la corrección se efectúa con lentes cilindricas simples, con su
eje perpendicular al meridiano afectado.

(a)

í-

(b)

(c)

Fig, 380

Es muy común también que el astigmatismo venga acompaña­


da también con una miopía o hipermetropia axial o de curvatura,
en cuyo caso entra también en la categoría de las anomalías com­
puestas.
El ojo astigmático es incapaz de ver nítidamente todo el con­
torno de los objetos, pues siempre está fuera de foco en la retina
S lS T E ?.fA ÓPTICO DEL O JO 563

u n a d ire c c ió n de la im a g e n , en e l a s tig m a tis m o sim p le , o b ie n las


d os (la rg o y a n c h o ) en el a s tig m a tis m o co m p u e sto .

243* A n is o m e tro p ía . — L a a n is o m e tro p ía es u n a a n o m a lía d e


la re fra c c ió n q u e se c a ra c te riz a : p o rq u e u n ojo es m io p e y el o tro
es h ip e rm e tr o p e o p o rq u e e x is te u n a m a n ifie s ta d ife re n c ia e n los
p o d e re s d e a m b o s ojos.
E llo p u e d e s e r d e b id o en o jo s am iétro p es, p o rq u e e l g ra d o d e
la a fe c c ió n es m á s m a rc a d o e n u n ojo q u e el o tro , o ta m b ié n
p o rq u e u n o d e los o jo s es e m é tro p e y el otro a m é tro p e .
E s ta a fe c c ió n tr a e c o m p lic a c io n e s, p u e s to q u e d ific u lta la v i­
sió n b in o c u la r y p u e d e lle g a r a a n u la r la . S e tr a ta p o r lo co m ú n ,
c o rrig ie n d o en fo rm a e x a c ta la s a m e tro p ía s d e c a d a ojo s e p a ­
r a d a m e n te .

244. A i i i s e i c o i i í a . " E s otra a n o m a lía de la v isió n binocular


que se c a ra c te r iz a porque las im á g e n e s dadas por cada ojo son de
d if e r e n te tam.año, lo cual no sólo perjudica y puede impedir dicha
visión b in o c u la r, sin o q u e ta m b ié n produce transtornos fisio ló g i­
cos, co m o se r c e fa le a s, m areos., tra s to rn o s g á stric o s , etc.
Donders e n 1864 fue quien hizo notar la distorsión de las imá­
genes retinianas en ciertas fo rm a s de ametropías corregidas, y
posteriormente varios autores (Green, Koller, etc.), se ocuparon
de ellas. Erggelet también mencionó que la relativa diferencia
en el tamaño de las imágenes, d e origen fisiológico, basado en la
desigual distribución de los elem.entos de la retina en los dos ojos,
podría causar trastornos visuales. Propuso además un método
para su medida.
Posteriormente se crearon aparatos especiales para uso clínico,
p a r a medir la diferencia linear en el tamaño relativo de las im á ­
g e n e s oculares ,tales como el Eikonómetro Espacial (fig. 381).
Este aparato mide la diferencia relativa del tamaño o de for-
n ia de las imágenes oculares, indirectamente por el efecto en su
disparidad binocular en el testigo del Eikonómetro, consistente
en dos pares de líneas verticales, vistas en relieve estereoscópico
por medio de un apropiado sistema óptico, con una cruz oblicua
(c ru z de Malta )en el medio de los dos pares de líneas verticales.
564 B. SCH COLNICOV

S e atribuye generalmente que e l malestar producido e n el


paciente con estas pequeñas diferencias e n los tamaños d e la s,
im ágenes o c u l a r e s
puede ser debido e n
parte a la falta de al-
gún pequeño a ju s te
neuromuscular el c u a l
perjudica la f u s i ó n
cómoda d e la s im á ­
genes y produce en
los casos le v e s esos
trastornos indicados
anteriormente de d o ­
lores d e cabeza, foto^
fo b ia, dificultad d e la
lectüra, náuseas y a
veces ta m b ié n una
incorrecta lo c a liz a ­
ción espacial.
245* A fa q iiia . — L a afaquia es u n a afección debida a la e x tir»
pación d e l cristalino lo q u e tr a e co m o consecuencia que e l o jo
queda trasformado en fuertemente hipermetrópico. L a p é rd id a d e
el p o d e r convergente es generalmente d e más de 10 d io p tría s , y
a d e m á s se modifica todo el s is te m a óptico, con a lte ra c ió n d e la
posición d e los pianos principales y puntos nodales.
S e corrige por medio d e lentes fuertemente positivas, q u e sin
embargo no alcanzan a llevar el o jo afectado a la situación del o jo
emétrope.
L a s lentes prescriptas, en razón de su alto poder, poseen g ra n
cantidad de aberraciones que no pueden ser eliminadas como
cuando se trata de las denominadas puntuales, de ahí que la co­
rrección más perfecta sólo se alcanza con los cristales denomi­
nados asféricos, de difícil fabricación, cálculo y adaptación.
246. Lentes o anteojos telescopios. — Cuando en una persona,
la afaquia es unilateral, o sea que la extirpación del cristalino
se ha hecho en un solo ojo; si el defecto se corrige con lentes
S is t e m a ó p t ic o del O jo 565

p o s itiv a s fu e rte s , ta l co m o o c u rre lia b itu a lm e n te , se lo g ra m b u e -


n a V i s i o n e n a m b o s o jo s s e p a ra d a m e n te , p e ro r e s u lta im p o sib le
la v isió n b in o c u la r a ra íz de! alto g ra d o d e a n ise ic o n ía . E lla es
d e b id a a que la im a g e n o b te n id a co n el ojo san o es de m e n o r
ta m a ñ o q u e la q u e se o b tie n e co n el ojo a fá q u ic o c o rre g id o (fi­
g u r a 382).
En cambio si el ojo no se corrige, las imágenes son práctica­
mente de igual tamaño, pero la visión binocular no se establece
porque las imágenes no son igualmente nítidas.

Fig. 382

Se puede corregir la aniseiconia y restablecer la visión bino»


cular por medio de ios denominados anteojos telescópicos, los
cuales consisten en un sistema d e Galileo modificado. Mientras
que la n e g a tiv a es constante, la lente positiva se calcula me­
566 B. S C H C O L N I C O Y

d ia n te ta b la s a d e c u a d a s en cada g ra d o de .a fa q u ia q u e se d e se a
c o rre g ir. El conjunto de las dos lentes v ie n e n m o n ta d o s e n a r m a ­
z o n es e s p e c ia le s y sus c a ra c te rís tic a s v a ría n según las d is tin ta s
casas f a b ric a n te s (fig . 283).

247. L A L E N T E O F T A L M IC A A S O C IA D A A L O JO . C uan~
do la le n te c o rr e c to r a se d isp o n e f r e n te al o jo a c o rre g ir, se com­
bina al sistema ó p tic o del mismo, d e te rm in a n d o un nuevo sistema
óptico quo posee características particulares. El poder focal de la
c o m b in a c ió n
del ojo, de poder Po, y la lente (Pe) está dado por:
F t = Pe + Po — g . Pe . Po, donde g representa la distancia
d e la lente desde su 2® punto principal, al primer punto principal
d e l ojo.

248. La esfera del punto lejano, — Se admite teóricamente


q u e todos los ra y o s que p e n e tr a n en el o jo pasan a través de un
p u n to situado a u n o s 12 mm detrás de la pupila denominado
S is t e m a Ó p t ic o del O jo 56T
centro de rotación del ojo, A su vez, el punto lejano para el miope
o el hipermetrope, no es solamente un solo elemento en el espacio^
sino que, ha medida que el ojo rota alrededor de su centro, para­
lelamente se desplaza el punto lejano sobre una esfera, cuyo centro
será también el centro de rotación del ojo. Esta superficie se co­
noce con el nombre de ‘‘esfera del punto lejano” y se halla coloca-

Ftg. 384

do, de acuerdo a las consideraciones precedentes, delante del^ ojo


en el miope y por detrás del ojo en el hipermetrope, conjugado
con la retina (fig. 384).

249. El poder efectivo de las lentes. — En la . figura 385 una


lente supuesta delgada se halla colocada delante de un ojo a una
distancia focal f en la posición A. Como se trata de una lente
positiva que está
corrigiendo una hi-
permetropía, el foco
posterior de la lente
coincide con el pun­
to lejano virtual del
ojo.
Si la es des- lente
plazada axialmente
h a s ta otra posición tal como la B para que se cumpla la condi­
ción antedicha ^e que la lente corrija el vicio de refracción, de­
berá aumentar su distancia focal, esto es que deberá ''disminuir
568 B. SCHCOLNICOV

de poder. Si la lente se mantiene en la -misma posición^ se com-


portará para el ojo amétrope como si tuviese poder excesi¥0.
El mismo concepto pero a la inversa debe sustentarse cuando
se trata de ojos miopes asociados con lentes negativas, en cuyo
caso un alejamiento de la lente con respecto al ojo, implica una
disminución de su distancia focal o lo que es lo mismo, un aumen­
to del poder, pues de lo contrario la lente se comportará como
si le faltase poder convergente.
D e sd e luego que si la lente se acercase al ojo en lugar de ale­
jarse, los conceptos emitidos deberán invertirse.
Resumiendo entonces:
Si se alejan de los ojos las lentes positivas, deben disminuir de
poder.
Si se alejan de los ojos las lentes negativas deben aumentar de
poder.
Ello determina entonces que la posición de las lentes delante
de los ojos tiene capital importancia, pues aun habiéndose calcu­
lado exactamente su poder frontal posterior, dos lentes no se com­
portan igualmente, si sus distancias desde la cara posterior al
vértice de la córnea no son iguales.
Esto d e sd e luego debe tenerse en cuenta a l adaptarlas a dife-
rentes tipos de armazones o cambiar sus bases, “con respecto a la
montura de prueba utilizada en el examen y la forma de los
probines utilizados. Lentes de igual poder deben colocarse siem-
pre, también a igual distancia de la córnea.
La distancia hasta el foco de la lente, medida a la altura del
vértice de la córnea, se denomina distancia focal efectiva, y su
inversa es el poder efectivo de la lente.
El poder efectivo es igual a:

1 1 1 P

f-d i i-dP i - d .P

donde d es la distancia de la lente al vértice de la córnea.


Dos lentes correctoras serán intercambiables, siempre que sus
poderes efectivos sean iguales.
S is t e m a ó p t ic o del O jo 569

Ejemplos:

U n a le n te d e 6 dioptrías c o lo c a d a a 12 m m d e la córnea te n d rá
un poder e fe c tiv o de:
100
(distancia focal de la le n te )
distancia focal efectiva = 16,6 — 1,2 = 15,4
100
poder efectivo = ----- — = 6,49 D.
15,4

Otro ejemplo es el que sigue:

Una lente de 4- 5 D colocada a una distancia (d) de 12 mm


dela córnea, tiene su distancia focal igual a 200 mm. S u d is ta n ­
c ia
focal efectivo será de acuerdo a lo que hemos d e fin id o :
f — d ; o sea 200 — 12 = 188 mm.
Luego su poder efectivo es:

1000
= -f 5,32 D
188
Si esta lente es llevada a un punto B o sea alejada del ojo.
su distancia focal debe ser aumentada en la misma cantidad que
se aleja la lente; pero como es fácil comprobar el poder efectivxj
no se altera y lo mismo ocurrirá con la distancia focal efectiva.

Fig. 386

Asi tenemos: Si la lente se a le ja fia sta colocarse a 20 mm del


ojo, el mcremento de la distancia focal será de 8 mm.
570 ' B. S c H c o I. N I c o V

Ja d is ta n c ia fo c a l d e la le n te c o lo c a d a e n el p u n to B d e b e s e r:
200 -f 8 = 208 m m

y el p o d e r d e la m is m a :
1000
--------- = 4,81 D
208
P o r c o n sig u ie n te si a l a le ja rs e la le n te p o s itiv a , la m is m a n o
d is m in u y e su p o d e r e n la c a n tid a d n e c e s a ria , la c o n v e rg e n c ia d e l
siste m a s e rá e x c e s iv a y e l ojo c o m b in a d o co n d ic h a le n te se c o m ­
p o r ta r á co m p si' fu e s e m io p e.
CAPÍTULO XVLI

ABERRACIONES DE LAS LENTES OFTÁLMICAS

250» Se denomina aberración a toda deficiencia o defecto en


una lente o sistema óptico que produce imágenes imperfectas.
En general, todo haz lummoso luego de atravesar un sistema
óptico cualquiera^ transforma cada punto objeto en un punto ima­
gen conjugado, y la imagen es geométricamente una copia del
objeto de igual o diferente tamaño. Esto lógicamente es exacto
cuando nos referimos a lentes esféricas, de cuyas aberraciones nos
ocuparemos.
En el caso de la lente oftálmica con referencia al ojo, ésta debe
formar la imagen de objetos distantes sobre una superficie sen­
cilla, la esfera del punto remoto. Sin embargo, cuando el haz es
de gran abertura, o incide sobre la lente en forma oblicua, o cuan­
do dicho haz no es monocromático o finalmente, cuando las super­
ficies de las lentes no tienen determinadas curvaturas, las imá­
genes dejan de ser copias geométricas del objeto y presentan de­
defectos de diferente tipo. El sistema óptico deja de ser estigmá-
tico para transformarse en astigmático.
Son seis en gineral las aberraciones a que e$tán sujetas las
le: tes oftálmicas, y es^á comprobado de q e no pueden corregirse
en una lente totalmente todas, sino que sólo puede hacerse con una
sola o sino, únicamente en forma parcial, algunas de ellas.
572 B. SCHCOLNI COV

251. Aberración cromática (fig . 3 8 7 ).— R e s u lta d e l h e c h o q u e


el v id rio p r e s e n ta u n ín d ic e d e fra c c ió n d is tin to p a ra c a d a
lo n g itu d d e o n d a o p a ra c a d a c o lo r d e luz^ T o d a s las le n te s p r e ­
s e n ta n e sta a b e rra c ió n , p e ro co m o p a ra su c o rre c c ió n es m e n e s te r
c o m b in a r d os v id rio s d is tin to s , ello no es p ra c tic a b le en las le n te s
o ftá lm ic a s .
E n g e n e ra l e s ta a b e rra c ió n tie n e p o ca im p o rta n c ia e n ó p tic a
o ftá lm ic a p o r c u a n to el o jo es in s e n s ib le a la d e sc o m p o sic ió n d e
la lu z p ro v o c a d a p o r las le n te s c o m u n e s. S ólo en los b ifo c a le s f u n ­
d id o s a d q u ie re e s ta a b e rra c ió n u n a im p o rta n c ia reaL^._
E n g e n e ra l, u tiliz a n d o v id rio s d e p o c a d is p e rs ió n , se p u e d e
reducir al mínimo este defecto.
E n la f ig u ra 387, los ra y o s L F , L D y L C , d e lu z az u l, a m a r illa y
ro ja son d e sv ia d o s d e d if e r e n te m a n e ra p o r la le n te po sitiv a^

en tal forma que en lugar de un punto imagen se forma el corto


espectro o línea espectral F D C. Como el haz incidente de luz
blanca es paralela al eje print^ipal de la lente, los puntos F, D y C
son otros tantos focos. La distancia FC representa la aberración
cromática.
Esta aberración ópticamente se expresa por la diferencia en
dioptrías para las convergencias respectivas de los rayos LF y LC
o sea la diferencia en poderes para los rayos azul y rojo.
En cambio cuando nos referirnos al poder en general de una
lente, el punto focal de referencia es el de los rayos amarillos (D)
que se halla en la parte media aproximadamente.
Si consideramos la porción sombreada de la l^nte, donde incide
el haz,’como un prisma; el á n g u lo H.L.D mide la desviación míni­
A b é r r a c io n e s de las L entes O ftá l^ iita s 5 73

ma y el pequeño ánguio F L C mide la dispersión o aberración


cromática.
Cuando aumenta el poder de la lente y por consiguiente, el
del prisma considerado, aumenta la desviación y la dispersión
correlativa. Con una lente, cualesquiera, la desviación y la dis-
perción aumentan o disminuyen según el índice de refracción del
vidrio utihzado.
En general cuando se estudian los vidrios se establecen sus
dispersiones o índices para d ife re n te s longitudes de anda y se les
suele denominar a estos índices, según las letras utilizadas para
distinguir las bandas de Fraunhofer del espectro solar.
Particularmente las letras más importantes, asi como los colo­
res correspondientes y sus longitudes de onda están indicadas en
la tabla XXVIII.
T A B L A X X V I 11

L on g itu d de P roducida
Color Línea
onda m. u. por

Rojo A' 767.7 P o t a s io


R o jo C 656.3 Hidróigeno
A m a r illo D 589.3 S o d io
A zu l F 486.1 H id r ó g e n o
Azul violado 434.1 H id r ó g e n o

Habitualmente los índices se refieren a las líneas C, D y F.

La dispersión entre el rojo y el azul se expresa por la siguien­


te relación:

{áf — de)

Aplicando la cuarta formula del prisma:

5 desviación = (n — 1) A.

A — ángulo apical

luego, dispersión:

(nF — nc) . A.
574 B. S CH Co L N I c o V

E s ta d is p e rs ió n c o m p re n d id a e n tre las lin e a s F y C. se deno­


mina dispersión media, p e ro e x is te n o tra s d is p e rs io n e s, d e n o m i­
n a d a s p a rc ia le s , c o m p re n d id a s e n tr e o tra s lín e a s, la s c u a le s g e n e ­
r a lm e n te ta m b ié n v ie n e n e x p re s a d a s en las tablas de los v id rio s
u tiliz a d o s en ó p tic a.
S e s u e le d e n o m in a r B..efractimdad al valor:
no 1

S e d e n o m in a P o d e r D isp e rsiv o , al c o c ie n te

nF —~ nc
no — 1
L a re c íp ro c a d e e s te v a lo r, se d e n o m in a n ú m e ro d e A b b e o
v a lo r o ín d ic e de d is p e rs ió n “ n u ” y se lo r e p r e s e n ta por d ic h a
le tr a griega o p o r una V m a y ú s c u la .

V= . nF — nc
^
m ie n tr a s q u e el p o d e r d is p e rs iv o es u n número decimal m u y p e-
1
queño, el v a lo r ‘'n u ’’ = — -— --------------------- • será s ie m p re u n nÚ7uero
P o d e r d is p e rs iv o
-entero m a y o r q u e la u n id a d .
L a c u a r ta f ó rm u la d e l p ris m a e x p re s a e l p o d e r d e d e sv ia c ió n
d e d ic h o p ris m a , y si se u tiliz a en d io p tría s p ris m á tic a s , p o d e m o s
d e c ir q u e in d ic a el p o d e r d e l p ris m a .
A = (n 1) A ( 1)
A n á lo g a m e n te a p lic a n d o e s ta fó rm u la a la le n te y a v is ta e n ,
la se c c ió n p r is m á tic a c o n sid e ra d a , d ic h a f ó r m u la e x p re s a rá el
p o d e r c o n v e rg e n te p a ra el c ris ta l en ese p u n to .
P = (n 1) A . . . . . . . . . . . . . . . . . (2)
Como dispersión es igual:

(h f - - n c ) A (3)
A b e r r a c io n e s de las L entes O f t á l m ic a s 575

Si multiplicamos numerador y denominador por (hd — 1),


valor denominado refractividad, tendremos:
(n^ — n,c) nF — nc
—---------- — . A. (no ■
— 1) = -------------- . P
no -— 1
no — 1
Luego, la dispersión o aberración cromática es igual al pro­
ducto del Poder dispersivo por el poder dióptrico.
Si reemplazamos, poder dispersivo por “número de Abbe”, que
como dijimos, es la inversa del anterior, tendremos que la abe­
rración cromática es igual al cociente del poder dióptrico sobre
el número de Abbe o valor ^^nu”.
Como la aberración cromática no se puede suprimir cambiando
solamente la forma de la lente, sino que asociando la misma con
otra de diferente goder dispersivo, ella no se puede eliminar en las
lentes oftálmicas.
En las graduacions comunes, con excepción de lentes conve­
xas de alto poder o ciertos bifocales, puede no ser considerada. La
naturaleza ha dotado al ojo de una sensibilidad a los colores que
lo hace insensible, no solamente a los defectos cromáticos del
ojo mismo, sino también a los pequeños defectos de color de las
lentes de poco o mediano poder.

252. Aberración esférica. — Guando un haz luminoso monocro­


mático de gran abertura incide sobre una lente, los rayos margi­
nales, forman su foco' en un punto diferente de los rayos para-
576 B. SCH C O LN IC O ¥

x ia ie s (fig . 388). E n g e n e ra l n o se o b tie n é u n foco p u n tu a l sin o


u n a lín e a a b e r r a n te lu m in o s a a x ia l.
G u a n d o la a b e r tu r a d e l d ia fra g m a q u e lim ita e l h a z n o es m u y
g ra n d e , e s ta a b e rra c ió n es p e q u e ñ a . A sí o c u rre e n el caso d e los
ojo s d o n d e las p u p ila s p e rm ite n la p e n e tr a c ió n e n los o jo s d e u n
h a z g e n e r a lm e n te e s tre c h o d e ra y o s. L a a b e rra c ió n e s fé ric a a x ia l
a u m e n ta con el c u a d ra d o d e la a b e r tu r a r e la tiv a y d is m in u y e
h ■
c u a n d o d is m in u y e la a b e r tu r a r e la tiv a = D e p e n d e d e l co-
ri
e ie n te T = ------ y d e l ín d ic e d e l v id rio . A sí p a ra u n v id rio n = 150
1
s e g ú n lo e s ta b le c ió H u y g u e n s, o sea^ el ra d io d e c u rv a -
6
tu r a d e la p r im e r c a ra d e b e s e r seis v e ces m e n o r (o sea 6 v e ces
m á s p o te n te ) q u e el ra d io d e c u r v a tu r a d e la o tr a c a ra .
E n g e n e ra l tr a tá n d o s e d e le n te s p la n o c o n v e x a s, si se o b s e r­
v a n o b je to s le ja n o s, la c a ra más p o te n te d e b e s e r la a n te r io r
(te le s c o p io ). S i se tr a ta d e o b je to s c e rc a n o s (m ic ro sc o p io ) la c a ra
m á s p o te n te , d e b e s e r la p o s te rio r. D e to d a s m a n e ra s e llo n o es
a p lic a b le ’ a las le n te s o ftá lm ic a s en ra z ó n d e la v a ria b ilid a d d e
los p o d e re s u tiliz a d o s.

253. D is to rs ió n . — E sta a b e rra c ió n p ro v ie n e d e l h e c h o d e la


v a ria c ió n d e l a u m e n to d e las le n te s d e sd e el c e n tro a los bordfes.
E s la q u e h a c e v e r lín e a s d e re c h a s co m o c u rv a s, y u n c u a d ra d o

Fig. 389
A b e r r a c io n e s de la s L entes O f t á l m ic a s 577

co m o u n . “ c o rs e le te '' a la p e rs o n a q u e u sa le n te s p o sitiv o s ;y com o


u n b a rr il a la q u e u sa le n te s n e g a tiv a s (fig . 389).
E sta a b e rra c ió n p ro v ie n e d e u n a u m e n to e x c e siv o e n la d e s­
v ia c ió n d e u n ra^^o d e lu z h a c ia el m a rg e n d e la le n te , co n m o d i­
fic a c io n e s uniformes en el á n g u lo de la visión del lado del lente
donde se halla el ojo. La imagen d e l centro de rotación del ojo
se a le ja g r a d u a lm e n te del vértice de la lente a medida que aumen­
ta el ángulo de la mirada.
Generalmente se le resta importancia a este defecto y se admi­
te que el paciente al cabo de un tiempo se acostumbra y deja
de notar este inconveniente. Sin embargo cuando se utilizan por
primera vez lentes negativas o positivas de alto poder, esta abe­
rración causa muchas molestias por la apariencia curva de las
líneas rectas y el aparente movimiento de los objetos al girar
la cabeza.

254. Curvatura del campo. — La curvatura de campo es la d e s­


v ia c ió n
de la superficie de imagen con respecto a una superficie
plana. Al escoger las curvaturas de las le n te s pueden eliminarse
ciertas aberraciones pero se obtiene una superficie de imagen cur­
va. Esta superficie de imagen no coincide exactamente con la su­
perficie de la esfera del punto lejano (fig. 390).

Esta aberración que debe eliminarse en los objetivos fotográ­


ficos por ser planas las superficies de las placas, no es tan grave
en el ojo en razón de que la superficie de la esfera d el punto
lejano es curva.
La discrepancia entre la verdadera superficie de imagen y la
superficie de la esfera del punto- lejano se llama Aberración de
potencia (fig. 391).
578 B. S CH Co LN I C o V

P e tz v a l y C o d d in g to n han d e m o s tra d o q u e la c u r v a tu r a d e
c a m p o d e p e n d e d e l ín d ic e d e re fra c c ió n d e la le n te y d e su d is ta n ­
cia focal.

R = n X f.

d o n d e R = ra d io d e c u r v a tu r a d e c a m p o d e la im a g e n
n ín d ic e de refracción

f = id s ta n c ia fo c a l d e la le n te .

CURVATURA
DE CAMPO
ABERRACION DE POTENCIA
SUPERFICIE de imagen
DEL LENTE

ESFERA DEL PUNTO


más ALEJADO

59/

El radio de curvatura de la esfera del punto lejano (r) es


igual a la distancia focal del lente corrector m e n o s la distancia
del vértice de la lente, al centro de rotación del ojo (fig. 392).
Así para una lente de 4- 4 D.
colocada 27 mm delante del centro
de rotación del ojo, el radio del campo de la imagen será:

R = 1,523 X 250 = 380,75 mm

y el rádio de la esfera del punto lejano:

r == 250 — 27 = 223 mm

Lo cual quiere decir que la discrepancia entre el campo de


imagen y el de la esfera del punto lejano (aberración de potencia)
exige una cierta acomodación cuando se mira oblicuamente a
A b e r r a c io n e s he las L entes O f t á l m ic a s 579

tr a v é s d e le n te s p o s itiv a s 3^ u n re la ja m ie n to , c u a n d o se m ira a
tr a v é s d e le n te s n e g a tiv a s . C om o p a r a la v is ió n d e d is ta n c ia la
a c o m o d a c ió n n o p u e d e r e la ja rs e , s u b s is tirá s ie m p re u n re m a n e n te
d e a b e rra c ió n d e p o te n c ia co n e s ta s le n te s.

255« C o m a, — E s te d e fe c to se p ro d u c e a l r e f r a c ta r s e en u n a
le n te un. h a z d e ra y o s o b lic u o s d e g r a n a b e r tu r a , p ro v e n ie n te s de
u n foco p u n tifo rm e : C o n s iste e n la d e fo rm a c ió n d e la im a g e n
q u e tie n d e a e s fu m a rs e e n u n s e n tid o ; a la rg á n d o s e y to m a n d o el
e s p e c tro d e u n cometa,
Abbé demostró que estando eliminada la aberración esférica,
el c o m a p ro v ie n e d e l hiecho d e q u e laá d ife re n te s zo n as d e la su -
p e rfic ie d e la le n te p r o y e c ta n im á g e n e s co n d ife re n te s a u m e n to s.
E n la f ig u r a 393 u n a le n te e s tá c o rre g id a p a ra la a b e rra c ió n
e s fé ric a e n la z o n a p e ro e n c a m b io , e n las z o n as í í y H ' se
p ro d u c e n m a n c h a s b o rro s a s . E s te d e fe c to d e s a p a re c e si la c o n ­
d ic ió n d e ios sen o s se c u m p le p a ra to d o s los p u n to s d e la s u p e r ­
fic ie d e la le n te , lo c u a l g e n e ra lm e n te se lo g ra e n s iste m a s ó p tic o s
c o m p le jo s, p e ro n o d e u n a so la le n te .
580 B, S C H C O L N I C O Y

La intensidad del coma, así como de la aberración esférica,


dependen de la cantidad de superficie utilizada para formar la
imagen.
Debido a la pequeña extensión de la pupila del ojo, es redu»
cida la anchura del haz y -por consiguiente la intensidad de este
defecto, en las lentes oftálmicas no llega a constituir un incon-
veniente grave.
H
B

256. ASTIMGATISMO MARGINAL, o ASTIGMATISMO DE


LOS EAYOS OBLICUOS. — Esta aberración,resulta del hecho de
que al proyectarse un haz estrecho de luz oblicuamente sobre una
superficie esférica, dicha superficie ejerce el efecto refractivo de
una superficie tórica o una lente esfero-cilíndrica.
Resulta de ello, que la imagen de un objeto se modifica porque
los rayos luminosos ubicados en un plano horizontal se enfocan
en un punto distinto del de los rayos que inciden en un plano
vertical. De ahí que, a menos que se corrija esta aberración, las
imágenes transmitidas por lá lente serán irnperfectas en cualquier
zona de la lente, salvo la central. Como el ojo no es capaz de aco­
modarse a estas diferencias astigmáticas, la imagen será deforma­
da en proporción a la importancia de la aberración.
Este defecto impide que la visión sea nítida de borde a borde
de las lentes y reduce por consiguiente la superficie útil óptica­
mente, de ellas.
En la figura 394 se halla colocada en el trayecto de un haz
luminoso, un diafragma con una pequeña abertura circular, con
A b e r r a c io n e s de la s L en tes O f t á l m ic a s 581

lo c u a l e l c o m a e s tá ca si e lim in a d o , p e ro a p a re c e é s ta o tra a b e ­
rra c ió n .
El rayo central del pincel pasa por el centro del diafragma (Q)
e incide oblicuamente sobre la superficie esférica de la lente.
Podemos considerar cuatro rayos.límites, de los cuales, dos se
hallan en el plano del papel.
El haz colocado en el plano del papel se denomina p la n o
Meridional o plano Tangencial. El punto T representa el punto de
convergencia de los rayos de este plano y se denomina punto im a ­
g e n primario, Meridional o Tangencial.
El otro plano, es perpendicular al Meridional y se d e n o m in a
plano Sagital o Ecuatorial y el punto S, en el que convergen los
rayos de este plano, es el segundo punto imagen o foco Sagital

Este pincel es astigmático; pero simétrico, a diferencia de^ pin­


cel fabricado por las lentes cilindricas y esfero cilindricas, que
es asimétrico, y e l ancho de los planos proporcional a las curva­
turas de las secciones principales.
Los rayos que caen en estos planos so n refractados p e rp e n d i-
eularmente entre sí y finalmente forman una linea focal en T y
otra línea focal en S. La lín^a focal formada en T se denomina
línea focal Tangencial y reside en el plano Sagital. La otra línea
focal se denomina lina focal Sagital y reside en el plano Tan­
gencial.
582 B. SCHCOLNICOV

La d is ta n c ia TS eiitxe las dos lin e a s fo c a le s es la diferencia


astigmática.
L a d ife re n c ia en d io p tría s entre las in v e rs a s de las dos dis­
tancias fo ca les (o sea e n tr e las c o n v e rg e n c ia s de las d os se cc io n es
p rin c ip a le s ) es el a s tig m a tism o de la s u p e rfic ie p a r a e s ta o b lic u i­
dad p a rtic u la r. L a sección, d e l h a z r e fr a c ta d o d e la n te y d e trá s d e
las lín e a s fo ca les es e líp tic a . En una p o sició n , exactam ente la
mitad, e n tre la s dos lín e a s fo c a le s se h a lla la secc ió n c o rre s p o n ­
d ie n te al c írc u lo de -m ínim a confusión.. L a d ife re n c ia a s tig m á tic a
es p ro p o rc io n a l al c u a d ra d o d e la d is ta n c ia d e p u n to o b je to al eje.

Fig. 395

S u p e rfic ie s de las im á g e n e s a s tig m á tic a s . — L a m is m a acció n


p ro d u c id a p o r e ste foco lu m in o so , se p ro d u c e p a r a c u a lq u ie r o tro
p u n to f u e ra d e l eje.
S i el p u n to lu m in o so se m u e v e c irc u la r m e n te a lre d e d o r d e l e je
ó p tico, la lín e a fo ca l T d e sc u b re u n c írc u lo p e rp e n d ic u la r a l e je
y S u n a s u p e rfic ie a n u la r a n g o sta . D is m in u y e n d o la o b lic u id a d de
la lu z incidente^ las lín e a s T y S se a p ro x im a n u n a a la o tra r e d u ­
cie n d o el a stig m a tism o . C u a n d o e l p u n to c o in c id e co n e l eje , el a s ­
tig m a tism o d e sa p a re c e y se o b tie n e u n a ú n ic a im a g e n p rin c ip a l.
E l c o n ju n to de las p o sicio n es q u e p u e d e o c u p a r el p u n to lu m i­
noso, a l g ira r c irc u la rm e n te y a c e rc a rs e a l e je o a le ja rs e , o b lig a a
las lín e a s fo c a le s a d e sc rib ir dos s u p e rfic ie s 'c a ra c te rístic a s d e b i­
das. a l a c e rc a m ie n to y c o n sig u ie n te re d u c c ió n d e ta m a ñ o d e la s
m ism a s, p a ra d a r u n foco ú n ic o en el lu g a r d e l c o n ta c to . E sta s
A b e r r a c io n e s de las L en tes O f t á l m ic a s 583

dos superficies son denominadas de pocilio o tacita de té y de pla­


tillo (fig. 395).
La “tacita” o pocilio representa la “superficie de imágenes tan­
gencial” y el platillo “la sagital”. Laá dos superficies se tocan una
con la otra en el punto imagen teórico L . Entre estas dos super­
ficies se considera una tercera conteniendo todos los círculos de
mínima confusión. Como el conjunto de la figura es simétrica alre­
dedor del eje óptico^ podemos representar las superficies de imá­
genes por sus secciones.
El astigmático depende de la posición del diafragma y también
de la forma de la lente. El haz puede incidir con mucha más
oblicuidad en una lente “bi” que en un menisco.

En la figura 396 están dibujadas las superficies de imágenes, de


diferentes formas de lentes esféricos + 8 ,estando el objeto en el
infinito.
Refiriéndose á lentes positivas, se ve que en el caso de la
forma plano convexa, con la superficie curva dirigida al ojo y
también en las formas bi convexa, las curvaturas de las dos su­
perficies de imagen :1a tangencial y la sagital son enormes. La
variación astigmática adquiere valores considerables. Cuando la
lente es curva el astigmatismo disminuye, como en el caso de
584 B. SCHCOLNICOV

los meniscos, teniendo la superficie cóncava hacia el ojo. Si la


curvatura de las lentes son muy pronunciadas, comienza la dife­
rencia astigmática a aumentar otra vez.
Existe una forma^ expresada por los valores + 16,6 y — 8,6 D,
donde la diferencia astigmática, aun con grandes oblicuidades de
los rayoSj es mínima. Además las dos curvas^ la Tangencial y la
Sagital, prácticamente coinciden con la esfera del punto lejano
con lo cup^ la aberración de potencia desaparece también.
Se obser. m e la lente + 8, no logra hacer coincidir las dos
superficies de /."gen en una sola, con eliminación del astigma­
tismo marginal ^ . -embargo para valores positivos menores, ello
es posible.

Las lentes para operados de cataratas, generalmente con va­


lores superiores a 4- 8, no pueden tener una forma capaz de elimi­
nar el astigmatismo marginal.
Estudiando las lentes negativas, se verifica un fenómeno pare­
cido con las lentes chatas y curvas. Se puede observar* que hay dos
formas, con poderes en sus superficies: -f 3,1 O — 11,1 D ; y ade­
más: 4- 15,4 O — 23,4 D respectivamente, con los cuales el astig­
matismo marginal se halla reducido al mínimum para esta po­
tencia (fig. 397).
A b e r r a c io n e s de la s L en tes O ftá lm ic a s 585

Todos e sto s diagramas y curvas se han hecho con una oblicui»


dad del rayo, d e 30^ co n re s p e c to al e je principal. Un promedio
efectuado con lentes de anteojos colocados a unos 25 mm frente
al centro de rotación del ojo,'puede cubrir un ángulo de alrededor
d e 35^ a cada lado del eje principal (E . y Swaine).

257. LENTES PUNTUALES. — Se ha podido comprobar por


estudio de diversos autores, que para lentes entre + 7.50 D
~ 23 D, hay dos formas para cada poder^ para los cuales el astig­
matismo marginal puede ser prácticamente eliminado. Estas lentes
son c a si todas curvas y re c iD e n e l nombre de le n te s puntuales o
p u n tifo rm e s .
Aunque en ellas se ha eliminado el astigmatismo, poseen de­
fectos de curvatura, cromatismo y distorsión en pequeña cantidad.
Las primeras sugestiones para mejorar la tradicional forma üc
los cristales bi-convexos o bi-cóncavos tuvieron su origen rn¿ás
bien en métodos empíricos que matemáticos. Fué una notable
excepción la idea de Huygens (1629-1695) de que la aberración
esférica puede ser corregida tallando las superficies con curva­
turas en la proporción de 6 : 1. El hecho de que la aberración
esférica no causa molestias apreciables fue demostrado mucho
tiempo después de Wollaston, quien en 1804 fue el primero en
intentar un análisis de la naturaleza de la superioridad, de
lentes curvas, ya que hacía años que se fabricaban cristales
del tipo de meniscos con varias curvaturas. Aunque no atribuyo
la mejor definición lograda con los cristales, a la corrección áeí
astigmatismo oblicuo, Wollaston contribuyó mucho al respecto,
por llamar la atención al hecho de que era la rotación del ojo la
que presenta el problema más grave en la fabricación de crista­
les para anteojos. Examinó “las proporciones de curvaturas más
ventajosas para obtener las diferentes distancias focales’^ y llamó
a sus lentes ''cristales periscópicos'' o cristales “para mirar alre­
dedor'', No obstante, sus ideas no despertaron mucho interés y
nadie trató de desarrollarlas científicamente hasta después de un
siglo aproximadamente. Durante este período continuaba la fabril
cación de cristales con una variedad arbitraria de curvaturas de
base.
En el año 1890 se publicó la primera investigación matemática
586 B. SCHC OLNI COV

s o b re la relación entre el grado de curvatura y la corrección del


a s tig m a tis m o o b lic u o . E n ese m ism o añ o , F , O s tw a ld , p u b lic ó u n
p e q u e ñ o tr a b a jo en ios ''P ro to c o lo s d e la A c a d e m ia d e P a r ís ” , q u e
fu e se g u id o m á s a d e la n te p o r u n e s tu d io m á s d e ta lla d o , d o n d e p u d o
d e m o s tra r q u e p a ra to d o s los c ris ta le s c ó n c a v o s d e h a s ta — 10
dioptrías, existen dos clases de curvaturas, una mayor y otra
menor, ambas capaces de corregir el astigmatismo oblicuo de ra­
yos luminosos provenientes de un objeto en el infinito y situado
dentro de un ángulo cerrado del ojo. Ostwold cometió dos errores:
el primero al determinar el foco de los rayos sagitales —que pos­
teriormente fue rectificado por él mismo— y el segundo, al con­
fundir la aparente posición del punto giratorio d e l ojo con la
verdadera. En consecuencia llegó a la conclusión errónea de que
en el caso de cristales positivos, la curvatura no proporcionaba
una mejora apreciable.
Esta última tesis fue combatida en la discusión que siguió al
trabajo leído por él con ocasión del 9® Congreso Oftalmológico
de Utrecht en el año 1899. Otro oculista presente en el Congreso,
M . T s c h e rn in g , q u ie n se h a b ía d e d ic a d o a la m is m a m a te r ia , d e ­
mostró que para cristales convexos existen también dos formas de
curvaturas capaces de corregir el defecto del astigmatismo oblicuo.
Al llegar a sus conclusiones había tomado debidamente en con­
sideración la verdadera p o sic ió n del punto giratorio del ojo como
aquel lugar, por el cual tenian que pasar los rayos principales de
todos los haces. Tscherning hizo constar que era posible corregir
el astigmatismo de h a c e s oblicuos para un objeto situado en el
infinito dentro de un ángulo visual limitado, para cristales de
— 21,5 a + 6 D. La fórmula establecida por él, sigue siendo
válida para cristales infinitamente delgados y para inclinaciones
muy insignificantes de los haces oblicuos con respecto al eje ópti­
co del cristal. No se prestó mucha atenciión a su trabajo, probable­
mente por estar en aquella época insuficientemente o rg a n iz a d a
la profesión de óptico, cuyos m ie m h ro s d u d a r o n de poder introdu­
cir en plaza las formas de lentes sugeridas por M. Tscherning.
Tscherning, dibujó el resultado de sus ecuaciones en forma de
un gráfico, combinando los poderes de las superficies horizontal­
mente (poder total) y el poder de la cara anterior, verticalmente.
A b e r r a c io n e s de las L e n te s O f t á l m ic a s 587

La curva que posee el resultado, es una elipse que se denomina


Elipse de Techerning (fig. 44, pág, 74):
Consideró que el problema esencial es eliminar el astigmatismo
de los haces oblicuos, que luego de refractarse pasan a través del
centro de rotación del ojo, suponiendo la lente infinitamente del­
gada.
En la práctica se acepta la distancia de 12 mm entre el vértice
del vidrio y la córnea. El centro de rotación del ojo se halla a
13 mm detrás,del vértice de la córnea y por consiguiente, el vidrio
se halla a 25 mm de dicho centro de rotación. Otros autores toman
otra distancia como 27 mm. Tscherning demostró que en gran nú­
mero de cristales se puede conseguir por medio de la curvatura
de sus caras, la desaparición del astigmatismo de los haces obli­
cuos, con un diafragma colocado a 25 mm detrás de ellas. Además
resultan siempre posibles dos formas de cristales, o sea que siem­
pre hay dos lentes de distintas curvaturas pero de igual poder
que están exentos de astigmatismo para los haces oblicuos.
Del examen del gráfico, se deduce que aquellos cristales que
más se separan de la Elipse, tanto peores serán las imágenes
que producen. Los cristales de caras iguales son los más defectuo­
sos, Los chatos son algo mejores, pues se acercan más a la elipse
y así, el plano —- 20 da imágenes exentas de astigmatismo pues
coincide con la elipse.
Por otra parte se comprobó que las lentes más curvas represen­
tadas en el diagrama (parte superior) eran las de y Wollaston,
las de la parte inferior (menos curvas) eran las previstas por
Otswald.
Los mejores cristales chatos son aquellos de — 17 hasta •— 23 D.
Los planos débiles son los más que se
alejan de la elipse y son
los más defectuosos.
El gráfico corta a los
cristales periscópicos divergentes en dos
partes: la que corresponde a — 14 y
cerca de — 24, los cuales cons­
tituyen los valores para obtener lentes puntuales.
Las lentes periscópicas cuya forma es buena, serán los com­
prendidos alrededor de 10 D, y los vecinos a - - 24 D, que son
raros.
En los
meniscos, el — 4,5 y el — 23 coinciden con la curva. En
los meniscos convergentes, hay una que coincidezona casi para­
588 B. SCHC OLNI COV

lelamente a la curva, y es la que abarca hasta casi + 7 D, corres­


pondiendo a los valores de Otswald.
Como estas lentes se extienden de + 7 D a — 23. Todos los
miopes pueden hacer uso de ellas, pero no todos los hipermetropes
y los afaquicos.
Los sujetos corregidos por vidrios + 10 no pueden obtener
una buena visión mas que por la parte central del lente. Ellos
sólo pueden aumentar su campo de visión con vidrios Asféricos.
Se observa que en el diagrama de Tscheining, para cada poten­
cia de la lente se hace necesario una curvatura diferente (base)
y ello requiere una utilización de material y maquinaria enorme.
Se pensó entonces en construir lentes de forma curva, pero
teniendo una cara igual (base fija) para todas o por lo menos
para gran cantidad de ellas, y regulando la potencia de la otra
cara de manera de obtener la potencia real deseada.
Teniendo en cuenta los valores de los lentes puntuales y su
relación con los correspondientes de las formas clásicas conocidas,
se establecieron como bases y formas adecuadas y aceptables las
siguientes:
TABLA X X IX

Poder total Base práctiea aceptable

^ 0 a -f 7 — 6 (superficie interna)
0.12 a 5 -f 6 (superficie extema)
~ 5.25 a 9 + 3 (superficie externa)
a 15 -f 1.25 (superficie externa)
15 a 22 Plano

En 1908, Von Rohr, reconsiderando el problema de las lentes


carentes de astigmatismo o puntuales, tomó en cuenta el espesor
y utilizó el método trigonométrico para sus cálculos, además de
emplear oblicuidades mayores para los positivos que para los
negativos. El ángulo algo más pequeño para la corrección de los
negativos es admisible, pues éstos, a causa de su divergencia, dan
un campo de visión más amplio que ios cristales positivos, de
igual diámetro.
Posteriormente varios investigadores se ocuparon del asunto,
entre ellos Whitwell, quien consideró una distancia del vértice
A b e r r a c io n e s de la s L en tes O f t á l m ic a s 589

del cristal al centro de rotación del ojo, de 27 mm y además con­


sideró el astigmatismo marginal con rayos provenientes de objetos
lejanos y cercanos, lo cual d a u n valor particular en cada caso.
Esto da una serie de formas, ninguna de las cuales tiene astigma­
tismo marginal mayor de 1/10. Por otra parte la modificación de!
índice del vidrio no trae muchas modificaciones.
El resultado de estos últimos trabajos, queda definido por dos
elipses, una interior para el cálculo de lentes para visión a distan­
cia, y la elipse externa para el cálculo de lentes para visión cer­
cana (fig, 398).

Un examen de la figura da las superficies individuales para


■cada poder. En el ejemplo 4- 5, la línea vertical a través de la
división -f 5, en el eje horizontal, corta a la elipse de “distancia”
en dos puntos: cuyas ordenadas son — 7.5 y — 13.9 respectiva­
mente.
590 B. S CHCOLNI COV

E l tip o W o lla s to n tie n e e n to n c e s los s ig u ie n te s p o d e re s:


^ 13J y + 18J
y el tipo Otswald:
— 7.50 y + 12,50
L a m is m a lín e a c o rta a la e lip se “d e c e rc a ” en dos p u n to s , c u y a s
o rd e n a d a s so n : — 4.4 y — 14.2.
L a s dos m e jo re s fo rm a s p a r a v is ió n c e rc a n a s e rá n p o r c o n si­
g u ie n te :
W o lla s to n : + 19J - 14.2
O ts w a ld : -f 9.4 = 4.4
L u e g o e n to n c e s, la m is m a fo rm a d e le n te n o c o rrig e e l a s tig m a ­
tism o m a rg in a l p a r a v is ió n d e le jo s y d e c e rc a .
E l c u a d ro a c o n tin u a c ió n d a las fo rm a s p a ra a lg u n o s p o d e re s,
e n la v is ió n d e c e rc a y d e lejo s. S e o b s e rv a q u e los le n te s d e tip o
O ts w a ld , tie n e n s ie m p re 2 ó 3 d io p tría s m e n o s e n la s u p e rfic ie
in te rn a , las d e v is ió n c e rc a n a , q u e la s s im ila re s d e v is ió n le ja n a .
L a s le n te s d e l tip o W o lla s to n so n m á s o rto sc ó p ic a s y s a tis fa c e n
la c u rv a tu r a d e c a m p o m e jo r q u e la s d e fo rm a d e O ts w a ld ; p e ro
e s ta s ú ltim a s so n m e n o s c u rv a s y p o r c o n s ig u ie n te d e m á s b a ra ta
producción, d e a h í q u e se f a b r iq u e n in d u s tr ia lm e n te así.
TAB LA XXX

Para distancia
Poder total
de la lente Wollaston Otswald
delgada up, Siip. Sup.
posterior anterior posterior anterior
4- 5. - 13J + 18.S ^ 7J 4- 12,5
0 18.4 4- 18.4 ^ 7.8 + 7.8
^ 6 22J + 16.3 ^ 10.1 + 4i
10 24.2 + 14 2 — 121 4- 21

TAB LA XXXI

Para visión cercana {1 — 25 cm,.)


Poder total
de la lente W ollaston Otswald
delgada Sup. Sup. Sup. Sup.
posterior anterior posterior anterior
+ 5 14 2 + 19J 44 + 9.4
0 ^ 18J + 1L 6 ^ 5 4 5
6 22.5 + 16.5 7 ;i 4 14
10 24.6 + 14J 9 LO
A b e r r a c io n e s de las L entes O f t á l m ic a s 5pl

Desde el advenimiento de los cristales puntuales, y particu­


larmente en los últimos años, se comenzó a dar preferencia a len­
tes de diámetros mayores, a raíz de querer aprovecharse un cam­
po visual más extenso en comparación a las personas de vista
normal.
Los primeros cristales fueron corregidos para un ángulo de
30 a 35® quiere decir que para un diámetro de 35 mm.
El aumento del astigmático oblicuo fuera de las mnas corre­
gidas de tales lentes queda demostrado en el diagrama adjunto
(fig. 399).
Representa las magnitudes del "error en el caso de un cristal
de — 4 dptr. y para objetos situados a 25 mm, a 1 m, y en el
infinito. Se puede apreciar de que mientras el astigmatismo está
completamente corregido para
un diámetro de 30 mm y un ob­
jeto situado en el infinito, y re­
ducido a un valor muy bajo para
las demás distancia; revela para
40 mm, y más aún, para 25 mm,
un error que puede ocasionar se­
rios disturbios a su portador.
Como se deseaba que los cris­
tales de diámetros grandes, die­
ran una correcta formación pun-
tual, se debió volver a calcular
las curvaturas necesarias para garantizar la corrección máxima
del astigmatismo oblicuo inclusive para un diámetro de 52 mm.
Este trabajo encierra mayores dificultades y requiere un exa­
men más penetrante del comportamiento de los rayos oblicuos y
de la naturaleza del astigmatismo oblicuo de lo que podía parecer
a primera vista. Entre los varios tactores que deben tomarse en
consideración, hay una variable, la de la curvatura de los crista-
les. Con ayuda de este factor se está en condiciones de desplazar
las curvas del astigmatismo más hacia la izquierda o hacia la
derecha, pero no es posible controlar el actual curso de la curva
o variar las distancias relativas entre las tres diferentes curvas.
A causa de esta restricción, que en vista de la naturaleza mis­
ma del problema es absolutamente inevitable se atacó el problema
592 B, S C H C O LN IC O V

desde un punto completamente


nuevo. Por haber visto la impo­ TABLA X X X III

sibilidad de eliminar el astigma­ LENTES PUNTUALES


tismo oblicuo para la totalidad (B. y Roiix)
de los diámetros de 52 mm, se
examinó el caso desde el lado D B^2
subjetivo y determinó: que gra­
do de tolerancia del defecto re­ + 7.14 17.41 — 10.27
7 + 16.45 9.45
sidual podía admitirse, por en­ 6 -f 14.38 8.38
contrarse éste por debajo del 5 13.04 — 8.04
4 + 11.91 ^ 7.91
límite percibido por el ojo. ^ 7.91
3 -f 10.91
Así se pudo trazar una serie 2 10 8
1 9.16 8.16
de curvaturas de lentes sobre
0 + 8.37 . 8 .37
el diámetro total de los crista­ 1 7.63 — 8.63
les (52 mm), para todas las ^ 2 -f 6.93 8.93
3 4- 6.27 9.27
distancias, desde lo s 25 mm has» ^ 4 + 5.63 9.63
ta el infinito y para la sepa­ 5 + 5.04 10.04
^ 6 4.46 10.46
ración usual entre el punto ro­ 7 -f 3.93 10.93
tatorio del ojo y los< anteojos; ^ 8 3.41 11.41
9 -f 2.93 11.93
que producen una corrección — 12.47
4 - 2.47
astigmatismo
10
tal del oblicuo, — 11 -f 2.05 13.05
— 13.65
que el error en cuestión queda 12 -f 1.65
— 14.39
por debajo del límite de per­ 13
— 14
-t 1.29
0.96 14.96
cepción visual o por lo menos 15
^ 16
0.67
0.41
15.67
16.41
reducido hasta tal punto que 17 0.21 17.21
no ocasiona perturbaciones en ^ 18 0.06 18.06
— 19 0.00 19.00
el uso práctico de los anteojos. 20 0.00 - 20.00
Debido a los grandes diámetros ^ 21 0.14 21.14
22 2.36 25.33
que se usan hoy en día, el tér­
mino "puntual" es únicamente válido en relación con lentes que
llenan solo las condiciones citadas.
La denommación de vidrios puntuales se debe a Nectoux a u n ­
que oíros la atribuyen a Gullstram.
CAPÍTULO XVIII

LENTES DE CONTACTO

258. Son, com o su nombre lo indica, elementos ópticos q m


:tüan en íntima relación con el tercio anterior del globo ocular, so-
•e el que se aplican directamente sin’solución de continuidad.
Las lentes de contacto representan un concepto diferente en ío
que respecta al tratamiento de las anomalías visuales, con referencia a
las convencionales lentes oftálmicas, puesto que mientras en estas
Últimas, el aire se interpone entre el medio corrector y el ojo, con las
primeras teóricamente se ha formado un único sistema óptico con­
tinuo.
Las primitivas lentes de contacto cubrían la córnea y parte de la
esclerótica, donde se apoyaban, de atií su denominación de esciero-
corneales o esclerales. Fig. 400. Tenían una difusión restringida y su
ESO durante casi 60 años ha sido bien limitado, porque la tolerancia
aún en las-más perfeccionados, en la década de 1940 a 1950, salvo en
contados casos no permitían un uso de más de pocas horas debido a
los múltiples problemas, sobre todo concernientes al metabolismo
conieaL
A partir de 1950, comienzan a difundirse las lentes, cuyo nom­
bre proviene del hecho que su diámetro no excede del de la córnea,
teniendo una marcada diferencia con las mencionadas anteriormente,
porque su apoyo es precisamente en aquella, literalmente hablando,
adhiriéndose a la misma mediante un delicado film lagrimal inter­
puesto. Fig. 401.
Se atribuye a Tuohy en 1948, el haber concebido y fabricado
las primeras realmente prácticas, al considerar el valor de la curvatura
corneal como un elemento básico para la adaptación. Posteriores mo­
dificaciones de Butterfield, Dickinson, Sóhnges, Cepero, Wessley, etc.
594 B. SCHCOLNICOV

Figura 400

en lo referente a diámetros más pequeños, bordes y técnicas, permi­


tieron introducir mejoras que han determinado que actualmente, es­
tas lentes tengan una difusión universal; que se utilicen sin mayores
inconvenientes en forma ‘'full time” y hayan marcado un importante
avance en la corrección de defectos visuales, muchos de los cuales
anteriormente, no tenían una solución adecuada. La Fig. 402 mues­
tra una comparación en tamaño entre un libro, un cigarrillo y una
lente actual.

Figura 401
LENTES DE CONTACTO 595

Figura 402

259. CORNEA,.— La córnea constituye del punto de vista de la


contactología un elemento de capital importancia por cuanto según
se ha establecido, es precisamente sobre su superficie anterior donde
serán colocadas las lentes de cuyo estudio nos ocupamos.
260. Anatomía." Es una membrana que teóricamente integra
una sola entidad con la esclerótica, constituyendo la túnica externa
del ojo; pero diferenciándose de aquella por su menor radio de curva­
tura y lógicamente por su transparencia, además de su falta de vascu­
larización en condiciones normales. La zona de transición entre am­
bas se conoce como el limbo.
Las medidas corneales son según diferentes autores, las siguien­
tes: diámetro horizontal: 11,5 mm; diámetro vertical: 11,00 mm; lo
que le da un aspecto ligeramente elíptico vista exteriormente. Por su
cara interna, según Testut, ambos diámetros son iguales y su aspecto
es circular. Las medidas de dichos diámetros pueden sin embargo lle­
gar en algunos casos no habituales hasta 13 mm para córneas grandes
y hasta 8 mm en córneas pequeñas.
El espesor de la sección no es uniforme: en la circunferencia pe­
riférica, oscila alrededor de un milímetro, y en su centro, de 0,7 a
0,8 mm, lo que da a la misma el aspecto de unajente ligeramente
cóncava. Los radios de curvatura de la cara anterior oscilan general-
596 ^ . B. S C H C O L N IC O V .

mente entre 7,8 y 7,5 mm, aunque ello como veremos más adelante
-cuando se estudia la topografía y todo lo concerniente a la adpta-
ción de las lentes de contacto—tiene valor relativo.
El radio de la cara interna es alrededor de un milímetro más cor­
to que el de la anterior.
Histológicamente, se describen en la córnea cinco capas, a saber:
Fig. 403.
a) Epitelio pavimentoso, formado por 5 a 8 capas de células cu­
yo espesor varía de las más superficiales a las más profundas.
Las primeras son chatas, luego se hacen poliédricas y final­
mente la última (basal) la forman células cilindricas. El espe­
sor total está entre 10 a 80 micrones.
b) La membrana de Bowman, sumamente delgada, de 7 a 8 mi­
crones, está formada por una sustancia amorfa hialina muy
elástica y resistente, pero que no se regenera una vez destrui­
da, al contrario de lo que ocurre con el epitelio pavimentoso
que tiene una notable capacidad de recuperación.
c) El estroma, o sustancia propia, representa casi todo el espesor
corneal, pues tiene de 600 a 700 micrones. Esta formado por
laminillas, finamente entrelazadas, de naturaleza ■colágena,
orientadas paralelamente a la superficie, y dejando espacios la­
gunares entre ellas. Estas laminillas están unidas por una sus­
tancia mucoide. En los espacios descriptos se suelen encon­
trar células fijas y migratorias.

Figura 403
LENTES DE CONTACTO 597

d ) La m e m b ra n a d e D e sc e m e t, es u n a lám in a h ia lin a, e lá stic a ,


muy resistente, con poder de regeneración.
de célu las pO"
e) E l e iid o te iio , e stá fo rm a d o p o r u n a ú n ic a ca p a
ligonales.
La córnea, normalmente carece de vasos sanguíneos; toda vascu­
larización es siempre patológica y entraña un cierto grado de opaci­
dad. La inervación, no es perfectamente conocida, salvo en lo que
respecta a su importancia. Está realizada por 40 a 50 ramas penetran­
tes en el estroma, provenientes de los plexos pericorneales. Estas ra­
mas se arborizan y dan finas terminaciones que llegan a la membrana
de Bowman y al epitelio donde forman el plexo interepitelial E sta
inervación tan rica, da a la cornea una sensibilidad especial, destinada
a protegerla de cuerpos extraños, de fuertes intensidades luminosas
(motivando el cierre de los párpados) y agentes mecánicos diversos.
La sensibilidad al dolor es m u y alta y decrece del centro a la periferia;
pero por lo común todo contacto produce un efecto general difícil de
ser localizado. De todas maneras, según diversos autores, sería más
sensible en el costado temporal que en el nasal, y más en el meridiano
horizontal que en el vertical, lo que tiene relativa importancia para
la adaptación de lentes de contacto.
La zona del limbo constituye como dijimos la transición entre la
esclerótica y la córnea, y si bien es difícil precisar sus límites, puede
con bastante exactitud indicarse donde se halla. En ella, los vasos san­
guíneos de la esclera, terminan en forma de asa, y la gran abundancia
determina que dicha zona tenga especial importancia para regular el
tamaño de las lentes, pues cualquier presión o toque exagerado moti­
va trastornos tróficos o de tolerancia.
26L Fisiología.— La fisiología corneal comprende entre otros
estudios el de su permeabilidad y metaboHsmo.
La córnea no puede ser considerada como una membrana
permeable, ni impermeable, ni semipermeable, de manera absoluta.
Ella se deja atravesar con mayor o menor resistencia por diversas sus­
tancias de acuerdo a la naturaleza o grandor molecular de las mismas,
d e la solubilidad o su equilibrio electrostático. El epiteho forma u n a
barrera a la penetración de los iones que se encuentran disueltos en
las lágrimas, pero decae si se halla traumatizado aunque sea levemen­
te. Asimismo, un lavado un poco violento, puede producir el mismo
efecto. También el contacto prolongado con las lentes de contacto
puede producir análogos síntomas.
En general la córnea es permeable al oxígeno y al agua, y es im-
598 B, SCHCOLNICOV

p e rm e a b le a las su sta n c ia s q u ím ic a s , d e b id o so b re to d o a las mem-


b ra n a s de B o w m a n y D e sc e m e t. El ag ua atra v ie sa las diferentes cap as
en to d o se n tid o : d e sd e o h a cia las lág rim as, o d e sd e y h a c ia el h u m o r
a c u o so . D e m a n e ra que con c ie rta lice n cia se podría a c e p ta r que es
u n a m e m b ra n a se m ip e rm e a b le , por cuanto la atraviesa el agua pero
n o las su sta n c ia s disueltas en ella. Pero lo sería en forma imperfecta,
pues algunos iones y moléculas liposolubles también pueden hacerlo.
La solución de Clorhidrato de C o c a ín a o la de Sulfato d e A tro p in a
afecta dicha impermeabilidad, especialmente si sales de potasio son
inco i-p oradas.
De la misma manera, los agentes que reducen la tensión superfi­
cial, conocidos como “ wetting agents” , pueden aumentar la permea­
bilidad corneal y a la larga, re s u lta r tóxicos.
La modificación del pH, fuera de la zona entre 4 y 10, también
altera la permeabilidad.
El metabolismo corneal necesita un adecuado suministro de oxí­
geno, glucógeno y otras sustancias nutritivas.
En ausencia de toda vascularización, estas sustancias solo pueden
ser provistas por difusión, desde el limbo, las lágrimas y las superficies
anteriores o posteriores.
La provisión de agua y productos solubles provenientes de las
vías límbicas no pasa más alia de la periferia corneal o sea que inter­
vendría, prácticamente, nada más que en la zona no óptica. Las vías
anterior y posterior son desde luego las más importantes.
El oxígeno necesario para el metabolismo epitehal proviene casi
exclusivamente del exterior, es decir, de la atmósfera, cuando los ojos
están abiertos, y de los capilares palpebrales (conjuntivales) cuando
están cerrados. La vía posterior, a partir del humor acuoso suple so­
bre todo, lo necesario para el endotelio.
Las lentes de contacto, reducen el aporte de oxígeno ambiental
y de ahí que su diámetro juegue un papel importante en la tolerancia
por la parcial alteración posible del metabolismo corneal. Las antiguas
lentes esclero-corneales agudizaban este problema por provocar un
cierre casi total.
Baker, mediante experiencias, demostró que el epitelio puede
subsistir durante varias horas sin oxígeno externo, lo que justificaría
la integridad durante el sueño, o durante el uso de lentes de contacto,
si bien estas últimas raramente cubren más del 50 al 60 por ciento de
la superfiecie corneal, (lentes corneales).
E l m a y o r consumo de o x íg e n o lo realiza el epiteho, siendo el del
e s tro m a su m .am en te pequeño (1/6 dei anterior).
L E N T E S DE C O N T A C T O S99

El glucógeno o la glucosa, es el combustible necesario para


proveer la energía, y llega principalmente del
humor acuoso, a través
del endotelio. El glucógeno corneal se concentra en la capa basal del
epitelio.
La oxidación completa de la glucosa produce calor, energía,
agua y anhídrido carbónico según la clásica reacción:
glucosa + oxígeno calor + energía + H 2 O ^ CO 2
Cuando el aporte de oxígeno no es suficiente (anaerobiosis), la
reacción no llega hasta anhídrido carbónico y se obtiene, en cambio
ácido láctico, lo cual impHca para una misma cantidad de energía un
mayor aporte de glucosa.
glucosa + oxígeno -> calor + energía + H ^O + ácido láctico
262. La transparencia corneal.—La córnea es un tejido de relati­
va transparencia, y para expMcar tal característica se han formulado
diferentes teorías, prevaleciendo actualmente la que se refiere a la
estructura del est^oma y a su contenido de agua.
En efecto, Maurice, sostiene que la especial distribución de las
fibrillas colágenas del estroma es fundamental, pues actúa como una
grilla bidimensional cuya trama guarda relación con la longitud de
onda de la mz. Explica la transmisión por una serie de interferencias
en manera similar a una red cristalina. El examen al microscopio
electrónico permite apoyar esta tesis.
Por otra parte, el contenido del agua es como definen otros au­
tores “la llave de la transparencia”. La córnea es el tejido más hidró­
filo. Puede absorver agua con gran facilidad, pero si ésta no es rápida­
mente eliminada, edematiza y opacifica. Normalmente contiene el
75 por ciento de su peso en agua.
La parcial deshidratación de la córnea se denomina deturges-
cencía y es lo que asegura la transparencia.
Varios factores se han descripto como intervinientes en este me­
canismo, de los cuales, el osmótico y el transporte positivo (químico-
biológico) son los más importantes.
Según el mecanismo osmótico, el fluido segregado por las glán­
dulas lagrimales tiene la misma presión osmótica que el plasma san­
guíneo. La evaporación concojatra el fluido lagrimal, lo que se agrava
por el acúmulo de secreciones de las glándulas de párpados y conjun­
tiva y el equilibrio se altera, resultando el líquido precorneal hipertó­
nico con respecto a la córnea, por lo que ésta elimina agua para nor­
malizar la situación. Esta teoría sin embargo no es completa pues no
600 B. S H C C O L N IC O V

explica la claridad corneal durante el sueño, donde el film precorneal


no se concentra.
La teoría del transporte positivo de!
oxígeno es actualmente
más aceptada y presupone un gasto de energía para transportar :fil
agua fuera de la córnea; o sea que existe un sistema dinámico de con-
trol. Este a
sistema funciona merced la combustión del glucógeno y
la consiguiente producción de energía.
Si la cantidad de oxígeno es suficiente, el glucógeno consumido
hasta anhídrido carbónico, produce la energía necesaria para el trans­
porte del agua. Pero si el aporte de oxígeno es pequeño, la combus-
tión termina en ácido láctico. Para la misma cantidad de energía hace
falta mayor cantidad de glucógeno y en general, el mecanismo de de-
turgescencia funciona inadecuadamente; con lo cual el agua en parte
se retiene y se produce edema corne^.
En estas circunstancias el consumo de glucógeno de las células
basales es más rápido y más difícilmente reemplazable.
Laretención de agua eji el estroma produce la desorganización
de las fibrillas colágenas, que como dijimos anteriormente es funda-
mental para la transparencia.
Una lente de contacto exageradamente grande o mal adaptada
puede perturbar el normal aprovisionamiento de oxígeno y por consi­
guiente provocar trastornos como los descriptos, que por otra parte
suelen ser bastante comunes. A ello agregamos que la eliminación del
calor es también importante para el mantenimiento de la córnea ñor*-
mal; la lente, al ser mala conductora, interfiere la disipación adecuada.
Otros factores que conspiran contra la transparencia, son aque^
líos que alteran la integridad: es suficiente un stress, golpe, o en gene­
ral cualquier falta de continuidad del epitelio o del endotelio para que
la transparencia corneal sea modificada.
El líquido precorneal juega además un rol importante en el man»
tenimiento de la integridad corneal.
Este film formado por la secreción lagrimal y la de las glándulas
de la conjuntiva y párpados, además de las decamaciones, etc., tiene
como el estroma una estructura laminar.
La capa más superficial es aceitosa, formada principalmente por
las secreciones de las glándulas de Meibomio. Es muy delgada, pero
apHcada a la córnea, la alisa ópticamente. La capa intermedia es un
poco más gruesa y más fluida. La capa profunda en contacto con el
epitelio es de composición mucoide. Es la más gruesa.
LENTES DE CONTACTO 601

263. Alteraciones corneales.— La córnea es susceptible de sufrir


una serie de alteraciones de diversa naturaleza, a saber:
a ) Deform aciones
b) Inflamaciones ( Queratitis)
c) Opacidades
d) Traumatismos
a) Dentro de las deformaciones, la más importante desde el pun­
to de vista de la adaptación, es el queratocono (córnea cónica), don­
de un posible debilitamiento de la misma, sería una de las causas de
su modificación, generalmente en punta. A veces esta anormalidad
es completamente irregular. En las figs. 404 - 405 - 406 - 407 y 408 se

Figura 405
602 B. SCHCOLNICOV

observan estos tipos de alteraciones que aunque genéricamente se sue­


len denominar todas bajo la nomenclatura antedicha, realmente co­
rresponden a interpretaciones diferentes.

Figura 406

Figura 40 7
LE N T E S DE C O N T A C T O 6 03

Figuta 4 0 8

b ) L a s queratitis, suelen tener diferentes o ríg e n e s; virales, b a c te ­


ria n o s o desconocidos. Su existencia elimina, mientras persiste, la posi­
bilidad de usar lentes de contacto.
c) Las opacidades, son manchas de diferente tipo y extensión,
que se clasifican como: nébula, mácula o leucoma. Al alterar la tra n s ­
p a re n c ia corneal, son a veces un inconveniente para la adaptación.

264. OFTALMOMETRIA.— La oftalmometría o queratometría


es simplemente hablando, la medida y examen de las curvaturas cor­
neales.
Este procedimiento es logrado mediante imágenes catadioptricas
vistas a través de un telescopio; pero el valor y dimensión de la zona
medida se debe analizar adecuadamente. El aparato utilizado: oftal-
mómetro, queratómetro, etc., generalmente mide los meridianos
principales centrales de la misma, aunque mediante artificios que lue­
go mencionaremos se pueden medir zonas periféricas. Fig. 409.
Se atribuye a Cristopher Steiner el haber intentado las primeras
medidas corneales, quién lo hizo comparando el tamaño de las imáge­
nes reflejadas con las obtenidas en modelos de radio de curvatura
conocido.
604 B. S C H C O L N ld O V

Figura 4 0 9

Luego otros investigadores hicieron tratativas colocando escalas


en el plano focal de sistemas telescópicos, pero el movimiento de la
imagen observada conspiraba contra la exactitud. Hacia 1854 Helm-
lioltz introduce la ‘‘duplicación” de la imagen mediante un accesorio
especial Este principio del “ doblado’' ya era conocido por ser utiliza­
do en instrumentos astronómicos y fue adaptado al primer oftalmó-
metro de uso práctico.
Emilio Javal con la ayuda del Dr. Schiotz contribuyó a perfec­
cionar el instrumento que bajo dichos principios aún se usa.
Este aparato está basado en el hecho de que un objeto luminoso
colocado delante del ojo, puede reflejar una porción de la luz inciden­
te en la superficie anterior de la córnea, que actúa como un espejo
convexo. El tamaño de esta imagen depende del tamaño del objeto y
de su distancia a la córnea, además del radio de curvatura de la misma.
El doblado de las imágenes es logrado en el oftalmómetro de Ja-
val por medio de un prisma que produce dos imágenes iguales con una
separación fija. Fig. 410.
LENTES DE CONTACTO 6 05

Teoría:
Considerando la córnea como un espejo esférico; fig. 411;
tenemos;
1
x’
f =r_JL
.2
Si f = x’
luego:
-1 + 1 = 1 .
X f r
Entonces el aumento:
60é B. SCHCOLNICOV

265. D e sc rip c ió n ,-- E l a p a ra to c o n sta d e u n a n te o jo te le sc ó p ic o


(te le s c o p io d e o b se rv a c ió n ) c o lo c a d o en u n a b a se, q u e se d e sp la z a so­
b re u n ca rro m ó v il p e rm itie n d o un e n fo q u e adecuado de las im ág en es.
S im é tric a m e n te en la p a rte a n te rio r se e n c u e n tra n d o s m ira s ilu m in a -
bles, so b re u n soporte circu lar, d e sp la z a b le s mediante u n a p e rilla co ­
lo c a d a en la p a rte in fe rio r. E sta s d o s m iras p u e d e n a su vez g irar cir»
c u la rm e n te so b re u n p la n o vertical. Así el conjunto d e l a n te o jo y las
m iras p u e d e d e sp la z a rse lio riz o n ta lm e n te .
E l c a rro sobre el que se halla la columna que sostiene el telesco­
pio puede m o v erse h a cia la d e re c h a y la izquierda un cierto ángulo, lo
que permite orientar el instrumento hacia cada ojo adecuadamente.
Las miras son generalmente, una roja y otra verde, colores que se
c o m p le m e n ta n , a u n q u e en otros aparatos ambas son verdes. Al s u p e r­
p o n e rse dan sen sa c ió n de blanco.
E n el in te rio r del tubo de observación se halla el prisma que du­
plica las im á g en e s de dichas miras, las cuales no son idénticas: tiene
u n a de ellas forma de escalera doble y la otra rectangular, Fig. 412.
E n el momento d e la lectura debe haber coincidencia de las dos
m iras ce n tra le s,

/?’ h a a

Figura 412

De acuerdo a la teoría del instrumento se considera que el ta­


maño del objeto está representado por la distancia que separa ambas
m iras en el aparato. La imagen, por la distancia a/b o también a ’/ b \
re fle ja d a en la córnea.
C o m o dijimos que para la lectura se debe llevar a la coinciden­
cia las im á g en e s c o rn e a le s in te rio re s de ambas miras, e ste v a lo i queda
fijo y la única variable es la distancia entre las del aparato que señala­
mos representan el largo del o b je to . Así entonces el radio de curvatu­
ra medido es proporcional a la variación del tamaño del objeto.
L E N T E S DE C O N T A C T O 607

A consecuencia de esta singular interpretación, el oftalmómetro


en realidad no mide un punto determinado de la córnea, sino una zo­
na que oscila entre tres y cuatro milímetros, dependiendo lógicamen­
te del valor de dicho radio, o sea: a radios más pequeños, menor es ía
porción considerada.
La escala de lectura está grabada sobre la corredera que sostiene
las miras luminosas y lleva doble graduación: la superior en podio de
curvatura y la inferior en dioptrías.
La relación entre ambos valores lo vemos en la tabla de la Fig.
413.
266. Relación entre el índice real de la córnea y los valores
expresados en dioptrías,— El oftalm óm etro tiene su escala en diop­
trías calculada para un índice de refacción igual a 1,3375, pero el
índice de la córnea es de 1,376, de tal forma que por ejemplo, si el
radio medido fuese 7,83 mm, indicará 43,03 dioptrías para la superfi­
cie o meridiano considerado, lo cual es aparentemente erróneo pues
en realidad sería 48 dioptrías, Pero si nosotros recordamos que en la
página 535 hemos definido el sistema óptico de la córnea, formada
por la misma y el aire con el humor acuoso, considerajldo com o una
dioptra de índice 1,336 ó 1,337, sacamos en conclusión que cuando
expresamos el poder medido con el oftalm ómetro en dioptrías, este
poder no se refiere precisamente a un meridiano frontal leído, sino a
toda la sección corneal que corresponde a ese meridiano o sea inclu­
yendo ambas caras. En resumen, la medida del radio expresa exacta­
mente el valor del mismo en la cara anterior, pero la expresión en
dioptrías expresa el poder dioptrico de toda la sección corneal (am-”
bas superficies).
267. Queratómetro.— Este instrumento, si bien es para los mis­
mos fines que el anterior, presenta una serie de m odificaciones que lo
hacen más cóm odo y exacto. En primer lugar, el objeto luminoso
que se reflejará en la córnea es fijo, siendo teóricamente variable la
imagen, aunque en realidad la diferencia entre ambos aparatos radica
en que en el primero el sistema duplicador es estable y en éste es
movible.
Dicho objeto luminoso está formado por una circunferencia con
dos cruces laterales y dos signos negativos, superior e inferior respec­
tivamente. Por reflexión en la córnea, la imagen de este objeto, colo­
cado en la parte anterior del mstrumento, es transportada al interior
del tubo por cuatro orificios, que tienen la siguiente misión: el supe­
rior e inferior producen una imagen central única; en cambio los dos
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LENTES DE CONTACTO 6 09

ngura 414

Figura 415
61© B. S C H C O L N F C O T

laterales conducen los respectivos haces a sendos prismas, con sus


ejes, uno vertical y el otro horizontal que desplazan las imágenes
producidas, una hacia arriba y el otro lateralmente, con respecto a la
central. De tal manera, el observador verá tres imágenes del mismo
objeto.
Por medio de dos tambores conectados a los prismas, es posible
mover éstos, lográndose en tal forma que ellos se acerquen,.o se alejen
de la central. Esto constituye el mecanismo duplicador variable.
Esta disposición permite la lectura simultánea de dos meridianos
perpendiculares de la córnea, sin efectuar ajustes independientes co-
m o ocurre en el oftalm ómetro. Es suficiente lograr la coincidencia de
los signos más (positivos) internos o de los signos menos
(negativos)
tal com o se ve en la figura 416 para efectuar la medición de dos cur--
vaturas. Además de esta simplicidad de operación, la resolución de la
imagen es independiente del observador con lo cual no existe el peli­
gro de que por una falsa apreciación de la nitidez, resulte errónea la
lectura. Es decir que la acom odación de! ojo del observador práctica-
mente no influye. En ciertos oftalmómetrosj com o el Zeiss, para obviar
este último inconveniente, el haz luminoso proveniente de las miras,
llega a sendas lentes que lo hacen paralelo.

Figura 41 6

268. La topografía corneal.- Desde muy antiguo se sabía que la


córnea tiene curvaturas muy diferentes a la esclera. También desde
hace tiempo se sabe que la córnea puede considerarse regular en una
pequeña porción central, tendiendo a aplanarse hacia la periferia. Es­
tos poderes medidos en la parte central se hallan entre 41 y 45 diop­
trías, o más exactamente, tienen radios de curvatura entre 8,23 y 7,50
milímetros normalmente. En condiciones no habituales puede haber
aplanamientos hasta 37 dioptrías y cierres que alcancen las 60 diop-
LENTES DE C O N T A C T O 611

trías. Lógicamente también se sabe que dicha zona considerada regu­


lar, prácticame ite nunca es esférica, sino tórica y la diferencia de va­
lores entre el meridiano horizontal y el vertical es variable, aunque lo
común es que el meridiano horizontal sea el más plano de los dos
(Astigmatismo según la regla).
Trabajos de diferentes autores: Salzman, Bier, Reynolds, etc.,
han permitido esquematizar una configuración corneal donde se ha­
bla de una zona llamada negativa anularmente a la zona regular des­
cripta, teniendo, dicha zona regular 4 a 8 mm de diámetro, y la nega­
tiva 3 mm; además de un aplanamiento de unas 2 a 3 dioptrías.
Alrededor de la zona negativa, existiría otra denominada positiva de
1 mm de ancho y unas 6 a 7 dioptrías más plana que la anterior.
Fig. 417.

Figura 41 7
612 B, S C H C O L N IC O V

La zona denominada- regular o casquete ópíico o zona óptica, no


está centrada regularmente con respecto a la córnea, sino desplazada
según algunos hacia afuera y abajo, y para otros,-más correctamente
hacia adentro y arriba.
La medida de los valpres corneales en zonas excéntricas con res­
pecto a la central tiene importancia a los efectos de lograr en algunos
casos una adaptación adecuada en lentes que se desplazan o no resul­
tan confortables. El método más simple para realizar esta operación
denominada perimetria, es por medio de discos transparentes de dife­
rente diámetro, llamados discos de Jessop (Fig. 419), que permiten la
fijación de la línea de visión en puntos diferentes del correspondiente
al eje óptico del aparato. Esta técnica, logra la reflexión de la luz en
porciones no centrales de la córnea. (Fig 418).

Figura 418

Las lecturas perimétricas realizadas son generalmente ocho: dos


para cada zona, la horizontal y la vertical; correspondiendo a: nasal,
temporal, superior e inferior.
Se esquematizan todas ellas tal como se ve en la figura 420,
incluyendo las centrales, y luego se utilizan diferentes procedimientos
para obtener los datos finales que nos permitirán los valores para la
base de la lente a fabricar.
Una de las técnicas, considera que, ya que la córnea se va apla­
nando del centro a la periferia, puede considerarse teóricamente que
estaría formada por infinitos anillos concéntricos de valores decre­
cientes.
De esta manera, si se efectúa una lectura vertical en el lado nasal
ella será exacta porque ambas miras caen en el mismo anillo. En cam­
bio la lectura horizontal no sería exacta por caer las miras en diferen­
tes anillos y el valor leído solo sería el promedio. Con igual razona-
LENTES DE CONTACTO 613

39.75 @ 180
S uperior
41. 00 (S 90
43. 00 @ 180 40. 0 0 ^ 180
C e n tra i r
43. 50 Í ” 90 4 3 . 0 0 # 90
41. 00 @ 180
In ferior
42. 00 (S 90

Figura 420
6 14 B. SCHCOLNICOV

miento, en las lecturas superior e inferior, son exactos solo los valores
de los meridianos horizontales. De esta manera se eliminan cuatro de
los ocho valores de la perimetría. Luego deben computarse las dife­
rencias cilindricas para saber cual es la lógica teniendo en cuenta la
central, hasta llegar a los que se podrían considerar. En esta técnica ,
lógicamente con modificaciones y tabulaciones, se basan varios méto­
dos, entre ellos el Nomogram, el Compumatic, etc.
De todos modos, ninguno da en todos los casos, una respuesta sa­
tisfactoria, y debe recurrirse muchas veces a la experiencia y a las len­
tes diagnóstico, con curvas conocidas.
En estos últimos años, con el fin de lograr un mayor conoci­
miento de la topografía corneal se introdujo un instrumento que fo ­
tografía la córnea, en la que previamente se ha reflejado un disco de
Placido.
El estadio de los anillos, deformados o no, da una primer idea
cualitativa de la conformación. La computación de datos correspon­
dientes a diferentes anillos permite un mejor conocimiento y al cálcu­
lo de lentes que según los autores resultan más perfectas en su uso.
A este tipo de aparatos pertenece el denominado PEK o tam­
bién queratoscopio fotoeléctrico. Fig. 421.

Figura 421
LENTES DE CONTACTO 6 15

269. LENTES C O RN EALES.- Son pequeñas lentillas hechas de


metil metacrilato de metilo y de un diámetro actual entre 8 y 9^5 mm
que se adosan literalmente hablando, a la comea, donde se adhieren
por capilaridad.
Su apoyo ocular difiere de las antiguas lentes esclerales, que lo
hacían, como su nombre lo indica, sobre la esclera. Las primitivas len­
tes corneales se atribuyen a Tuohy, quién las hizo de 10,50 mm, con
un ligero aplanamiento con respecto a la superficie donde se apoya­
ban. El hecho de que tocaran fácilmente la zona limbar las hacía de
una tolerancia relativa, aunque muy superior a las antiguas. Posterior»
mente se calcularon paralelas a la córnea y ligeramente más pequeñas
(Butterfield, Dickinson, Sóhnges, etc.) de 9,2 mm y menores, con lo
que se aumentó enormemeríte el confort a la par que se introdujeron
nuevos conceptos sobre espesores, biseles (Cepero), etc.
En general, la cara interna guarda estrecha relación con las cur­
vaturas corneales, pudiendo su valor ser similar a éstas o ligeramente,
más corto en la mayoría de los casos. La cara anterior tiene el radio
calculado para obtener el poder dióptrico deseado, combinando am­
bas superficies.
Los bordes de estas lentes están trabajados a los efectos de lograr
por un lado (borde externo) un perfecto deslizamiento del párpado
superior, y por el otro (borde interno), un correcto paralelismo a la
córnea, que como hemos visto se va aplanando hacia la periferia.
Además se debe favorecer el pasaje o movimiento del líquido precor­
neal entre la lente y la córnea por un posible proceso dé lubricación
forzada, mediante la combinación del parpadeo y el ancho del bisel
realizado.
En toda lente corneal deben distinguirse fundamentalmente dos
zonas: la zona óptica y los bordes. Fig. 422. La primera tiene un diá­
metro de 6 a 8 mm y la segunda el resto. En dicho borde debe consi­
derarse la porción correspondiente a la cara interna y la correspon­
diente a la cara externa,porque obedecen a criterios distintos. La por­
ción interna, si nos atenemos a la técnica de Cepero, se realiza con
moldes esféricos, que tienen radios más planos que los centrales de
acuerdo a un cálculo o tabla especial, recibiendo el nombre de curva
periférica. Fig. 423. Entre la curva óptica y la periférica se incorpora
otra, cuya misión es suavizar la fusión de ambas, denominándose a
esta última habitualmente '‘blending” .
En ciertas lentes pueden realizarse dos curvas, en lugar de una
periférica, y lógicamente también se trabajarán dos zonas de blendifig
Por la cara anterior, e f borde se realiza según este mismo autor
616 B. S C H C O L N IC O V

Figum 4 2 2

con moldes cónicos cuya sección angular es variable. Combinando


varios en forma decreciente se logra una terminación adecuada para
el fin.
270. Fabricación.— La técnica actual de fabricación es por tor­
neado de cada una de las caras de una pastilla del plástico menciona­
do: metil metacrilato de metilo, de índice de refracción 1,49. De
acuerdo al valor de los radios se obtiene la potencia deseada. Durante
la elaboración se gradúa el espesor central que guardará relación con
los valores sagitales de las curvas y el diámetro.
La primitiva técnica de fabricación derivada de la de las lentes
esclero-corneales, consistía en el prensado de pequeños discos del ma­
terial, previo ablande por el calor, con muflas en cuyo interior se in­
troducían moldes o matrices con las curvaturas deseadas en ambas ca-
LENTES DE CONTACTO 617

Figura 424

ras de la lente* Este procedimiento, usado muy esporádicamente pol­


lo tedioso y molesto, elabora lentes que tienen fácil tendencia a m o­
dificar sus radios por la memoria del material. Además, examinadas
con luz polarizada muestran líneas de tensión.
El proceso del torneado se realiza independientemente en cada
cara, comenzando con la interna o base y procediendo luego en la ex­
terna al cálculo del radio necesario para obtener el poder total'bip'ca-
do. Los tornos utilizados son de diferentes tipos; pero en general el
procedimiento es único. En la figura 424 se representa uno de ellos y
en la figura 425 un detalle del trabajo.

Figura 425
B. SCHCOLNICOV

271« Detalles de fabricación.— Si nos atenemos a lo más habitual


generalmente el adaptador envía a la fábrica los datos correspondien­
tes a la base o curva interna de la lente requerida y su poder. Lógica­
mente además de otros datos com o ser el diámetro, ancho del bisel,
espesor central (si no es standard), etc.
L a potencia requerida de la lente de contacto se obtiene com o
dijimos tallando cada curva con un radio determinado a los efectos de
obtener un valor dióptrico buscado, según la conocida fórmula:
Dioptría = n - 1
r
Donde n es el índice del material, en este caso 1,49 y además r ,
es el radio de curvatura correspondiente. Tratándose de la base, el ra­
dio lo determina el adaptador, correspondiendo al fabricante el cálcu­
l o d e la cara anterior^

Así por ejemplo:


radio de base solicitado: 7,50
potencia correspondiente
al material: 490 = - 61,83
7,50
poder solicitado en la receta: Esf - 10,00
luego la cara anterior de la lente
deberá tener una potencia de: + 51,83
lo que corresponde según la
fórmula a un radio a to rn e a r de: 490 9,45 mm
51,83

A tal efecto las fábricas tienen tablas para este índice, que per­
miten simplificar las operaciones de cálculo. Fig. 426»
En algunos casos, el dato remitido al fabricante, se especifica, no
en radios, sino en dioptrías, tal como cuando se mide en el querató»
metro e igualmente en el oftalmómetro.
En este caso, si el dato de la base de la lente fue especificado en
dioptrías, por ejemplo 45,00, se debe calcular para el torneado, el ra­
dio correspondiente; pero para un índice 1,3375, tal como correspon­
de al sistema corneal. En este caso, el radio sería 7,50 mm y el proce­
dimiento siguiente, el mismo ya visto.
De todas maneras es conveniente recalcar que siendo iguales los
radios; la potencia de las curvaturas expresadas en dioptrías son dife­
rentes, tratándose ya sea de la córnea o de la lente, puesto que los
índices de refracción de ambas son distintos. La variación del poder
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Figura 426
620 B. SCHCOLNICOV

refractivo está en un 45,4 por ciento a favor de la segunda de acuerdo


a la fórmula siguiente;
n’-n 1,490-1,337 0,153
0A54X 100 =45A^

Ejemplos:
curva base: 7,84 mm
poder pedido: - 5,00 dioptrías
poder en la lente: - 62,42
luego, 62,42 + (- 5,00) = + 57,42 dioptrías
radio de curvatura de la cara anterior
57,42 dpt : 8,53 min
T odo ello calculado con un índice de 1,49
Sí el poder de la base fue solicitado en dioptrías, de acuerdo
a lo antedicho:
Curva base: + 44,50 dpt
corresponde a un radio: 7,58 mm
valor de este radio
en la lente: - 64,60 dpt
poder pedido: - 6,00
poder de la cara anterior + 58,60 dpt
radio anterior: 8,36 mm
272. Cálculo de lentes con base tórica,— En* algunos casos, la
lente solicitada puede tener base tórica. Esta variedad, entre otras
razones se solicita para lograr una mayor comodidad o para evitar des­
plazamientos exagerados en la córnea.
Sobre el valor pedido para la base, se suele adicionar la potencia,
que es muy común expresarla como esférica solamente, Sin embargo
debemos recordar que al tener la lente dicha base tórica, será una vez
terminada de acción esfero-cilíndrica o eventualmente cilindrica, lo
que se pone de manifiesto al efectuar su control con el frontofocó-
metro.
Luego, la lente nunca puede ser esférica, salvo que dicha acción
se logre torneando también tórica la cara anterior, con un cálculo ade-
cuado de los radios (lente bitórica).
Ejemplos:
base: 7,84 x 7,58 / Esf ^ 6.00
tendremos:
7,84 mm corresponde a 62,42 dioptrías
LENTES DE CONTACTO 621

7 ,5 8 m m c o rre s p o n d e a 6 4 ,6 0 d io p tría s
L a cara in te rn a o b a se tie n e u n c ilin d ric o d e -2 ,1 8 d io p tría s
El poder esférico solicitado se adiciona sobre el poder menor
( 62,42 dioptrías).
Así, los poderes definitivos serán en la lente:
62.42 X 64,60 (interna)
56.42 (externa) para lograr el poder pedido
Ellos nos da una lente cuyas secciones (bicilíndrica) serán:
■ + 56,42 M - 62,42) = -6 .0 0 D
+ 56 ,42+(~ 64,60) = -8 .1 8 D
osea: E sf-6 .0 0 () C il-2.1 8

273. Cálculo de una lente con


curvatura tórica externa»
Se solicita una lente cuya base sea 8,03 mm.
poder: Esf + 2.00 () Cil + 1.00
la base corresponde a - 61.25 dpt
Su cara externa tendrá los siguientes poderes:
+ 63.25 X + 64.25 dpt o s e a : 7,74 x 7,62 mm
Las secciones principales valdrán:
+ 63.25 - 61.25 = + 2.00
+ 64.25 ~ 61.25 = + 3.00
que corresponde a la fórmula bicilíndrica de la receta.

274. Cálculo de una lente bitórica.— Generalmente cuando se


solicita una lente bitórica deben desglosarse los poderes para cad a
sección o sea, obtenerse el bicilíndrico, así:
Receta: Esf - 7.00 () Cil - 2.00 en 0°
invirtiendo:
Cil - 7.00 en 90o () Cil - 9.00 en O"
Radios solicitados (según las medidas corneales)
7-40 X 7.10 mm
Luego la orden de fabricación debe ser:
7.40 / - 7.00
7.10 / - 9.00
Cada sección se calcula como en el caso de los esféricos.
7.40 mm corresponde a 66,21 dpt y el meridiano anterior será
8,27 mm correspondientes a 59,21 dpt
En la otra sección
7.10 mm corresponde a 69,01 dpt y el meridiano anterior será
8,16 mm c o rre s p o n d ie n te s a 60,00 dpt
622 B. SCHCOLNICOV

E n resu m en , la le n te te n d rá la sig u ien te e s tru c tu ra :


^ 66,21 (7 ,4 0 ) x+ 59,21 (8 ,2 7 ) = ^ 7 ,0 0 d p t
^ 69 ,0 1 (7 ,1 0 ) x+ 6 0,01 (8 ,1 6 ) - ^ 9 ,0 0 d p t
275, Lentes de c o n ta c to c o n sid erad a s c o m o le n te s g ru esas.—
C u an d o las len tes de c o n ta c to son p o sitiv as y e x c e d e n de cin co
d io p tría s , su esp eso r p ro d u c e u n a u m e n to d el p o d e r q u e se ca lc u la ría
p o r la sim ple c o m b in a c ió n de las p o te n c ia s p a rc iales de cada cara
(p o te n c ia e sfe ro m é tric a ). E n este caso, si se fa b ric a n sin la c o rre c c ió n
ad e c u a d a , el c o n tro l al fro n to fo c ó m e tro rev elará la an om .alía citad a.
P o r co n sig u ie n te a los e fe c to s d e u n a c o rre c ta e la b o ra c ió n de ac u e rd o
a u n a p o te n c ia fro n ta l p o s te rio r so lic ita d a d e b e ap licarse la fó rm u la
q u e d e d u c im o s a c o n tin u a c ió n :
La fó rm u la p a ra o b te n e r el p o d e r de la cara a n te rio r en las le n te s
gruesas es la sig u ien te:
( ,)
l + e /n ( P v ^ P ^ )
donde:
P j : - P o d er de la cara a n te rio r
Pv: P o d er fro n ta l p o s te rio r
: P o d e r de la cara p o s te rio r (b ase)
e /n : E sp eso r re d u c id o
Si llam am o s:
e /n : C; Pv - P j : B
y reem p laza m o s en fó rm u la ( l )
p, =
1 - CB (2)
El radio de curvatura de la cara anterior será:
r, = n - 1
Pi
y reemplazando según la fórmula (2 )
r ,= n - 1
B
1 - CB
de donde, desarrollando, llegamos a;
r r n - 1 ,(n - 1)C
B
y reemplazando por sus valores anteriores tendremos
j- _ n- 1 + (n - 1 ) e/n
" Pv -
LENTES DE CONTACTO 623

P ero re c o rd e m o s q u e el p rim e r té rm in o d e la fó rm u la re p re s e n ta e!
v a lo r d el ra d io a n te rio r (tj ) en el caso d e u n a le n te d elg ad a
Ti ^ n-1
Pv ^ P 2””
Por. o tra p a rte reso lv ie n d o el seg u n d o término tendremos:
n - 1 . e == 0 ,3 3 . e
n
E n c o n c lu sió n , el ra d io a to rn e a r en una lente gruesa, será el q u e
c o rre s p o n d e ría a u n a d elg ad a, m ás el in c re m e n to d el p ro d u c to 0,33»e
d o n d e e re p re s e n ta el e sp eso r d e la le n te .
A c o n tin u a c ió n te n d re m o s u n a ta b la co n los v alo res resp ec tiv o s de
este p ro d u c to
e 0,33 . e
0,05 mm 0,017
0,10 mm 0,033
0,15 mm 0,050
0,20 mm 0,066
0,25 mm 0,083
0,30 mm « 0,099
0,35 mm 0,116
0,40 mm 0,132
0,45 mm 0,149
0,50 mm 0,165
0,55 mm 0,182
0,60 mm 0,198
0,65 mm 0.215
0,70 mm 0,231
0,75 mm 0,248

F ó rm u la g en eral:

E jem p lo s:
C urva b a se: 7 ,8 0 mm; c o rre sp o n d e a - 6 2 ,7 5 d p t; e: 0 ,4 m m
P o d e r s o lic ita d o : + 5 ,0 0 d p t
Pv - P 2 = + 5 ,0 0 + (" 62,75) = 67,75 (como si fuese delgada)
ij „ 4 9 0 - 7 ,2 3 mm (radio de una lente delgada)
67,75
corrección para la le n te gruesa:
7 ,2 3 + 0 ,1 3 = 7,36
La lente debe tener en la cara anterior un radio de 7,36 mm.
624 B. SCHCOLNICOV

r :I.S ir

MOLDE C O N VEXO 9 .5 0 m m T&fcLA DE HÍTOaU£ D, CtPt&O

F igum 427

39.00. a65
40.00.8.45. I 9 .»
4 10 0.a25 ^
42.00. ao5
45.00.784
43^50 « 7 ^
Figura 4 2 8

45.00.
46.00 . 753
47.00.7.18
48.00.Z03

PERIFERICA
Figura 4 2 9
LENTES DE CONTACTO é2S

BLENDING (FUSÍON OE CURVAS)


MOLDE ÁNGUL

F ígu m 43Ú 431

r&pciopela ^ Espuma de

\ i

DISCO BLANDO

T AM B O R

Figum 433
Fígum 43 2
6 26 B, SCHCOLNICOV

Figura 4 3 4

Figura 4 3 5

Figura 436
LENTES DE CON TACTO 627

Otro:
Curva base: 7,80 mm; corresponde a - 62,75 dpt; e: 0^5 mm
Poder solicitado: + 8,00 dpt
+ 8,00+ ir 62,1 5 ) = 70,75 *
= 490 =r'6,92 mm
70J5
corrección para la lente gruesa:
6,92 + 0,165 = 7,08 mm.
276, Fabricación de los bordes.— Com o indicamos al principio,
los bordes tienen en las lentes de contacto, una importancia primor­
dial a los efectos de asegurar el confort y la tolerancia. También sena-
lamos que una de las técnicas de elaboración más divulgada es la de
Capero,
Para la curva periférica y el ''blending'' se utilizan moldes esféri­
cos (Figs. 4 2 7 /2 9 /3 0 ) de radios variables, en relación con la base de
la lente, a los efectos de asegurar un aplanamiento que se adapte a la
m orfología corneal^ tal com o se ve en la tabla del autor (Fig. 428),
Estos moldes se recubren de una cinta de cierto poder abrasivo para
el tallado y de paño suave o terciopelo para el pulido o alisado suave
de la misma.
Es interesante señalar que el grado de pulimento de esta superfi­
cie obtenida tiene tanta o más importancia para la comodidad que el
obtenido en la zona óptica.
El borde externo se realiza como ya indicamos anteriormente
con moldes de sección cónica y ángulos variables: 110, 90, 75, 60 y
45 grados, que se emplean en forma escalonada, generalmente no to­
dos, pues los más abiertos podrían eventualmente ''tocar” en superfi­
cies ópticas externas muy planas, en altos negativos. Fig, 431.
A esta técnica se la conoce con el nombre de “ conlish” (puli­
mento cónico).
La forma y terminación final del borde tiene mucha importancia
entre otras razones, para asegurar un pasaje cómodo del párpado su­
perior. En la figura 434 observamos una lente que “ engancha” dicho
párpado y otra correcta en la figura 435.
El ‘‘tambor” y el ‘'disco blando” contribuyen a la terminación
adecuada. Figs. 432 y 433.
Según se trate de una lente positiva o negativa, hay precauciones
necesarias para evitar defectos groseros de la técnica, a los efectos
que dicho borde no quede muy afilado ni muy grueso. Se mencionan
entre 0,13 a 0,17 mm ‘como los más adecuados para la comodidad.
^28 LENTES DE CONTACTO

Un borde muy fino da sensación de pinchazo y uno muy grueso traba


el párpado superior y puede desplazar la lente.
En cristales de altos poderes, ya sean positivos o negativos para
evitar los inconvenientes mencionados, se realizan curvas suplementa­
rias especiales y las lentes así obtenidas se denominan lenticulares.
Esto, si bien reduce algo la zona óptica, asegura un borde más
adecuado y un espesor menor, Fig. 436.

277. El espesor.— El espesor de las lentes de contacto ya sea en


el centro o en los bordes tiene suma importancia también a los efec­
tos de la adaptación y tolerancia.
El espesor central en las lentes positivas no debe pasar según la
experiencia comprobada, de 0,5 mm por cuanto el paciente acusa sín­
tomas notables de molestia. Desde luego como dicho espesor central
es la consecuencia de los valores correspondientes a las sagitales de
cada una de sus caras y del diámetro de la lente, es lógico suponer
que aún considerando un borde ‘‘a filo de cuchillo’’ o teóricamente
de valor cero, el espesor central, para determinado diámetro no puede
ser inferior a lo establecido según la fórmula:

e (central) = 8 1 - 8 2 + b
S i : valor sagital de la cara anterior
82 : valor sagital de la cara posterior
b: borde

El valor ae las sagitales se calcula según la fórmula ya vista:

En la tabla de la figura 437 están los valores de las sagitales o


profundidad de curvaturas en función de radien de curvatura y diá­
metros.
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630

TAJII.A líK BSI»KSOMK8 DE I.KHTBS


POSITIVOS

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.012" .012” .012" .013" .013" .0135" .014" .014" .014" .0145"
+ 3 .» o © o. o o © o o
.30 m m . ,30 «m . .30 mm. .325 «m . .325 mm. .331 mm. .35 mm. .35 mm. .35 mm. .362 mm.

, .013'’ .013" .0135" .014" ,014" .0145” .015" .0 15" .016" .0 16"
+ 4.1 » o o o • o o o o
.331 mm. J3Í « « . .334 m m . .35 mm. .35 m «. .362 mm. .375 mm. .375 mm. .40 mm. .40 «sü.

.014" .0145* .0145" .015" .016" .O lé" .016" .O léS" ,017" .017"
4 -5 .W 0 « o © 0 9 o ©
.35 jnm. .3é2 w » . ,362 m m . .375 .4 Ú m m . .40 ms!. .40 m m . .412 mm. .425 mus. .425 msi.

.015" .013" .015" .0155“ .0 !é 5 " .017" .017" .017" .0 !Í " .011"
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.0 2 0 " .020” .021“ .O ír .022"
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3 3 mm. ,55 * « . .373 »M . .3 7 $ m é . p e c i f1 < $ j e en c o n t r a r i o .

.024" ,014" .025" .025" .023"


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p e s o r e s m ín im o s c o m p a t i b l e s c o n s i rae­
Tan d e l g a s coíks sea 0o s i b 1e d l o d e c u r v a t u r a y «1 p o d e r *

F^m 4J#
LENTES DE CONTACTO 631

TÁBIDA., mm MSPBsoRes nm
MEGATIVOS
9.0 9,2 9.4 9.6 9.a 10.0 10.2 10.4 10.6 10J

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Figura 4 3 9

En aquellos casos en que el valor teórico de un espesor centfel


sobrepase 0,5 mm y se desease igualmente que no fuese así, deberá
forzosamente disminuirse el diámetro de la lente o fabricar lo que
ya definimos como lenticular, donde al ser menor la zona ót>tica, los
valores disminuyen.
Las figuras 438 y 439 son tablas habituales de espesores corrieñ™
tes.
632 SCHCOLNICOV

278. Control y verificación de los valores de las lentes.— Una


operación de suma importancia es la verificación de los datos especi­
ficados en una lente de contacto, así como la ausencia de imperfec­
ciones u otras características q u e la hagan desechable.
D e b erán , por consiguiente, controlarse:
a) Los radios de curvatura de ambas caras
b) La potencia frontal posterior
c) Los bordes, su terminación y espesor
d) Diámetro de la lente
e) Irregiilaridades de las superficies
2 7 9 . El control y medida d e los radios de c u rv a tu ra .-- Sobre to ­
d o el de la base, puede realizarse c o n el o fta lm ó m e tro o q ueratóm e--
tro ; pero resulta más exacta la utilización del aparato denominado ra­
diómetro o microesferómetro. Fig. 440.
Dicho instrumento se basa en la reflexión de una mira (T ) o te s­
tig o especial s o b re la superficie de la lente a examinar, aplicando c o n ­
ceptos de autocolimación.
Según vemos en la figura 441 que indica la marcha de los rayos,
el haz luminoso proveniente de T se refleja en el espejo inclinado a
45 grados y después en la superficie de la lente en las dos posiciones
indicadas en la figura; y llega a los ojos del observador. O sea por c o n ­
sig u ien te, q u e se verá la im ag en del testigo (T) en dos ubicaciones, la
superior y la inferior. Precisamente la distancia que d e b e d e sp la z a rse
la misma para efectuar ambas lecturas, es el largo d^ su radio de cur-
vatura. A este principio a p lic a d o , se lo denomina de D ry sd a le y es
exacto para p e q u e ñ o s radios de curvatura.
El c o n tro l d e d ic h o s v alo res tie n e im p o rta n c ia c a p ita l n o so lo
p o r el hecho de a ju sta rse o n o a lo solicitado p o r el adaptador, sino
q u e se agrava, p o r la c irc u n sta n c ia q u e el siste m a ó p tic o d e la le n te d e
contacto es calculado seg ú n la base de dicha lente y cualquier modifi­
cación no prevista involucra u n ajuste o aplanamiento que in flu irá en
la potencia del sistema. Este error es sumamente frecuente y no siem­
pre es tenido en cuenta a u n q u e sig n ifiq u e variaciones fácilmente supe­
riores a 0,50 de dioptrías en casos leves, e inclusive ser muy grave si
se ha deslizado un error g ra n d e ; pues aún, cuando la ¡ente aislada
puede tener el poder solicitado, el cambio de la base modifica el valor
total, al asociarse con ¡a cámara liquida.
280. Control de la potencia.— E l poder de la lente de contacto
aislada debe ser determinado en forma análoga a las lentes oftálmicas
convencionales, es decir, expresado en poder de vértice poste­
rior (jB.F.P.).
LENTES DE CONTACTO é33

^ 4 ^

Figura 440

Figura 441

Figura 4 4 2
BACK VERTEX POWER FRONT VERTEX POWER

61

/l/o
LENTES DE CONTACTO 6 35

Una práctica que ha preyalecido desde el principio, es medir las


lentes invertidas, con la cara cóncava hacia el observador, en el fron-
tofocómetro.
Esto, com o es obvio, dará el pod er del vértice anterior (FVP),
que difiere del posterior mencionado, sobre todo en las lentes positi­
vas superiores a 5 dioptrías, según vemos en la tabla de la Fig. 443.
En las lentes negativas esta diferencia es casi insensible, pero no lo es
como vemos en las positivas, y si no se tiene en cuenta este detalle, el
paciente resultará hipercorregido, por cuanto, la lente actuando, tiene
mayor poder, que el que se ha medido erróneamente.
A tal efecto, los frontofocómetros adaptados para lentes de ^^on-
tacto, poseen un accesorio para apoyar la lente en su posición co­
rrecta.
La práctica de sostener con los dedos o soportes improvisados,
también es defectuosa, porque la variación de la distancia axial, colo­
cando la lente más adelante o más atrás de lo que debe estar, también
trae valores falsos.
2 8 L Lentes "de base tórica.— Al recibir de la fábrica las lentes
debemos como es lógico controlar su poder en el frontofocómetro.
Pero ¿cuál será el mismo? . Puesto que los radios de curvatura corres­
ponden en la elaboración a un material cuyo índice es 1,49 y su rela-

Curva Base Espesor Poder de Vértice Poder de Vérl


anterior posterior
1. 7.80 .51 - 4.50 - 4.70
2. 7.67 «35 - 5.25 ~ 5.40
3. 8.00 - 5.25 » 5J0
4. 8J2 M ^ 5.76 - 6 .1 2
5. 8.05 - 6.37 - 6.62
6. 7.67 .70 - 7.00 - 7.50
7, 8.40 .63 - 7.37 - 8 .1 2
8, 8.40 J4 - 9.25 - 9.87
9. 8„00 .86 - 9.75 -10.75
10 , 7.95 .89 --1 1 . 0 0 - 1 2 .0 0
IL 7„50 J5 -11.50 -12.50
12. 7.95 .67 -1 2 ,0 0 -13.00
13. 8.30 .55 -12.50 -13.50
14. 7.90 ,57 -12.62 -13.62
15. 8.33 -14,25 ™15.25
16. 8.40 .51 -14.87 -15.87
17. 7.72 .6 6 -15.25 -16.62
18. 8.00 *79 -16.87
19. 8 .0 0 .81 -17.25 -19.25
20. 8.20 L34 -18.50 -22,37
Figura 4 4 3
536 SCHCOLNICOV

cióii en dioptrías no es la que aparece en las tablas de uso habitual en


el gabinete (n; 1 ,3 3 7 5 ).
Debemos en estos casos tener en cuenta estos principios básicos:
1)- Calcular los valores de la base tórica, según el índice
real del plástico (1,49), para conocer el poder cilindrico'
correcto que tiene la misma.
2) Tener en cuenta que la curva base de la lente de contac­
to es térica negativa y el poder esférico que se le suma
pudiendo ser negativo o positivo, dará resultados diferen­
tes que deben ser considerados escrupulosamente.
3) El poder esférico, en la fabricación, se logra por suma
algebraica al poder menor (radio.más largo) de la curm
tórica interna, pudiendo darse las siguientes posibilida­
des:
a) Si el poder esférico es negativo; el poder esférico final
es la menor de las lecturas efectuadas en el fron tofocó-
metro. (Salvo que se realice la inversión).
b ) Si el poder esférico originario es positivo, el poder
esférico final es la lectura mayor realizada en el frorito-
fo có m e tro (salvo que se realice la inversión),
c) Que se lean valores ‘ 'cruzados'' (más con menos), y
donde el poder esférico puede ser cualquiera de los
leídos, según las reglas de las inversiones.
d ) Siempre una de ¡as dos lecturas efectuadas debe co­
rresponder al poder esférico solicitado. La diferencia ci­
lindrica con el valor depende com o indicamos anterior^
mente de los poderes reales de ¡a cara interna.
A continuación tenemos algunos ejemplos ilustrativos:

Poder esférico Radios internos ' Poderes internos Lectura final


-8 ,5 0 7,33 X 7,50 66,84 X 65,33 E s f-8 ,5 0 ()C Ü
- 1,50
+ 12,00 7,10 X 7,33 69,00 X 67,00 Esf+ 10,00 0
CÍÍ+ 2,00
+ 1,00 7 ,1 0 x 7 ,4 1 ^ 6 9 ,0 0 x 6 6 ,1 3 E s f+ 1,00 0
Cñ » 2,87
-0 ,5 0 8,03 X 7,84 6 1 ,0 0 x 6 3 ,0 0 Esf -0 ,5 0 0
Cii ~ 2,00 '

Son útiles en esto?^ cálculos las tablas correspondientes para ín d i­


ce 1 ,4 9 .
Mediante las mismas se pueden o b te n e r los v a lo re s reales de
B. SCHCOLNICOV
637

Figura 444

Figura 445 Figura 446


638 B. SCHCOLNICOV

la b a se y al s u m a r lu eg o el esfé ric o se lo g ra rá n los v a lo re s e x a c to s , ta l


c o m o se h a ría en u n a le n te o ftá lm ic a co n v e n c io n a l.
282, C o n tro l d e lo s b o r d e s .— L a fo rm a y g ro s o r d e lo s b o rd e s
tie n e m u c h a im p o rta n c ia d e l p u n to d e v ista d e la to le ra n c ia . U n a len ­
te c o n su b o rd e e x c e si¥ a m e n te fin o tra e p ro b le m a s d e p in c h a z o s e
in clu siv e puede e ro s io n a r la c ó rn e a . U n a lente d e b o rd e muy g ru eso
im p id e el d e sliz a m ie n to c ó m o d o d e l p á rp a d o s u p e rio r y tie n d e a d es­
p lazarse. E n g e n e ra l se h a v isto a n te rio rm e n te q u e el b o rd e d e b e re u ­
n ir c a ra c te rís tic a s adecuadas p a ra su fin.
E l e sp e so r d e l m .ism o (m ^edido a u n o s tre s m ilím e tro s d e l c a n to )
d e b e o sc ila r entre 0 J 3 ^ m m y 0,17 mm, seg ú n la opinión de la mayo­
r ía de los investigadores.
E l control puede hacerse con una lupa p o te n te , o m e jo r aún por
proyección utilizando un aparato que se preste a tal fin a lid a d y sobre
todo un proyector de perfiles como el Contascope o similares,
(F ig. 444), que permite el control de la forma, calidad y espesor,
a d em ás de v e rific a r im p e rfe c c io n e s en otras zonas de la lente o de
su m asa.
La lupa milimetrada es un accesorio útil y práctico para m e d ir
el ancho del bisel (Figs. 447 y 448),
El diámetro de una lente se controla fácilmente con la reglilla de
la figura 449 y el espesor central con un aparato denominado espe-
címetro (Fig. 4 5 0 ).
En las figuras 445 y 446 muéstranse bordes imperfectos corres­
pondiente a lentes positivas y negativas.

Figura 4 4 8

ilM i
LENTES DE CONTACTO

rHerüsTfccosTACTleHSGo;

Figura 4 4 9

Figura 450

283. LA LENTE ASOCIADA AL OJO (El sistema de la lente de


contacto).
Se denomina sistema de la lente de contacto, al conjunto óptico for­
mado por la lente, el film precorneal interpuesto y la cara anterior de
la córnea.
La delgada película lagrimal que baña la cara anterior de la lente
no influye mayormente para hacer los cálculos concernientes al siste­
ma mencionado.
Debe dejarse bien sentado que es precisamente el sistema de la
lente de contacto quién debe corresponder al poder recetado, con las
correcciones correspondientes a la distancia al vértice,
284. La refracción con anteojos (o poder de la receta médica) y
refracción ocular,— Hemos definido en otra parte de este libro (Págs.
559/560) que para que una lente oftálmica corrija un vicio de refrac­
ción debe coincidir el foco de dicha lente con el punto remoto del
paciente.
640 SCHCOLNICOV

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om
025

Figura 451

Esta condición teórica fundamental, debe cumplirse en la óptica


de contacto, y por consiguiente, dado que la corrección con anteojos
presupone que las lentes correctoras se hallan separadas de los ojos, a
una distancia promedio de 12 mm, debemos corregir el valor de dicha
refracción al vértice corneal
Generalmente se denomina refracción ocular al valor de la mis­
ma, calculada a la altura de! primer punto principal del ojo, pero co­
mo la distancia al mismo es casi igual al valor en el vértice de la córnea
muchos autores están de acuerdo en considerarlas en forma similar.
Por consiguiente admitimos que la refracción ocular sería el va­
lor correctivo expresado en dioptrías, de una ametropía, considerada
en el plano que pasa p or el vértice de la córnea.
La diferencia entre la refracción con anteojos y la refracción
ocular está condicionada por la distancia que separa los planos en que
ambas son consideradas. Esta distancia se denomina distancia al vér­
tice. '
En el caso de graduaciones pequeñas, por ejemplo inferiores a
4 dioptrías, la diferencia entre ambas refracciones es casi insensible;
pero por encima, toma valores que deben ser considerados.
Por ejemplo, una lente de anteojos de - 10,00 dioptrías colocada
a 12 mm de la córnea con una distancia focal de 100 nim, puede spt
LENTES DE CONTACTO . 641

reemplazada por otra lente colocada en el plano de la córnea, si su dis­


tancia focal se lleva a 112 mm o sea su potencia a - 8,93 dioptrías.
De la misma forma una lente positiva, cuya distancia focal fuese
de 100 mm (10 dioptrías), colocada a 12 mm, si fuese llevada al vér­
tice de la córnea, deberá reducir su focal a 88 mm, o sea que su po­
tencia será de + 11,36 dioptrías
La refracción ocular representada por K * (según Dennet) y la
de anteojos, representada por Pv (poder de vértice posterior), se re la ­
cionan por la fórmula:
______ Bv_____
”■ 1 ± Pv . dv
De tal manera pueden obtenerse los valores de la refracción ocu­
lar si se tiene el poder de vértice o poder recetado y la distancia al
v é rtic e.
Existen tablas, nomogramas, reglas especiales, para realizar dicha
operación en forma rápida.
En la figura 451 tenemos el denominado Gráfico de Efectividad
donde, uniendo por medio de una regla, la d is ta n c ia al v é rtic e con el
poder recetado, tendremos la cantidad de dioptrías a agregar o a q u i­
ta r para lograr la refracción ocular, según sea la lente recetada positi­
va o negativa respectivamente.
Cuando los poderes a consignar corresponden a una receta esfe-
ro-cilíndrica, sobre todo con cilindrico superior a dos dioptrías, debe
determinarse el poder correspondiente a cada cilindrico en refracción
ocular. Así por ejemplo en la siguiente receta:
E s f - 6 ,0 0 en 100° () C il ™4 ,0 0 en 10^
debe realizarse la inversión al bicilíndrico:
Cil ” 6 ,0 0 en 1 0 0 o () cil - 1 0 ,0 0 en 10°
y calcular la refracción ocular para cada uno. De esta mane­
ra vemos que en el caso de graduaciones negativas, la diferencia cilin­
drica disminuye.
L o c o n tra rio ocurrirá si la receta corresponde a poderes po--
sitivos.
285. La lente de contacto considerada aisladamente.— En este
título caben todas las consideraciones que hemos visto en el capítulo
d e le n te s co rn e ales, en lo q u e respecta a sus radios, poderes, etc. P ero

* NOTA: Debemos aclarar que la letra K no tiene nada que ver con la denominación K
para la lectura mas plana de la córnea. Simplemente aquí respetamos la deno­
minación original de Dennet vara la re fracción ocular.
B. SCHCOLNICOV

debemos recordar que la base de la misma corresponde al radio de la


córnea con ligera variante para producir o no un ajuste o aplanamien­
to. ■
Su potencia será calculada en tal forma que sumada a la de la cá­
mara líquida, tal como veremos a continuación, nos de el poder total
del sistema, que corresponderá al valor de la receta (refracción para
anteojos) con las correcciones para obtener la refracción ocular.
286. La cámara líquida o capa óptica líquida.— La cámara líqui­
da, constituida por el film lagrimal, tiene singular importancia en el
cálculo de la potencia del sistema. No tiene un valor constante, pues
el mismo depende de varios factores, entre los cuales vamos a consi­
derar el espesor y la forma.
La cámara líquida se comporta como una lente cuya forma de­
pende de la superficie de la córnea y la base de la lente de contacto.
Considerando que ambas fuesen esféricas y que el espesor fuese uni­
forme de 0,10 mm, su potencia se puede calcular aplicando la fórmu­
la de las lentes gruesas. Para ello vamos a considerar también que la
lente de contacto se ha adaptado con una base de igual radio al de la
córnea (denominada adaptación paralela). En este caso si considera­
mos un índice 1,337, ambas superficies de la lente líquida tendrán
igual poder en dioptrías.
Ejemplo:
radio corneal y radio base de la lente: 7,84 mm = 43 dpt
aplicando la fórmula del poder de vértice posterior:
= 0,00007
n
Pv = ^ - e/n Pi . P2 ^
I + e/nPi
^ 43 -f (- 43) . 0,00007 x 43 . (■- 43) 4. q 12
1 - 0,00007 X 43
como vemos, el valor dióptrico se puede considerar en + 0,12
De todos modos, esta llamada adaptación paralela no lo es, des­
de el punto de vista geométrico estricto, pues para ello el radio de la
base de la lente de contacto debería ser más largo en un valor igual al
grosor de la cámara. En este caso 7,84 + 0,10 = 7,94.
Como esto equivale a 42,50 dioptrías, el cálculo en un supuesto
caso de adaptación realmente paralela; sería:
42,50 + (- 43) 0,00007 x 42,50 . - 43 _ - 0,38
i - 0,00007 X 43
o sea que la cámara tendría un poder de - 0,38 dioptrías.
LENTES DE CONTACTO 6 43

Lógicamente, como la cámara no es rígida, los movimientos en­


tre otras causas alteran los datos consignados y tiene mucha más im­
portancia el comportamiento de la misma en el conjunto del sistema.
Dijimos anteriormente que la forma de la cámara líquida se mol­
dea entre la cara anterior de la córnea y la base de la lente de contac­
to. De ahí que pudiendo ser éstas, esféricas o tóricas, las formas son
varias;
Lente base Córnea Cámara h'quida
esférica esférica esférica
tórica esférica tórica externa
esférica tórica tórica interna
tórica tórica bitórica
En cuanto a la acción óptica resultante de las combinaciones an­
teriores, la cámara puede ser esférica, cilindrica o esferocilíndrica.
287. El sistema total o sistema de la lente de contacto.— De re­
sultas de las combinaciones de superficies refractantes que forman el
sistema, éste puede tener una resultante esférica o cilindrica o esfe­
rocilíndrica.
Se á^Tíomindi diagramación a la representación esquemática por
medio de pequeñas cruces de los dos meridianos principales de cada
una de las superficies refractantes. Estas superficies son: cara anterior
de la córnea, cara posterior de la lente líquida, cara anterior de la
misma y cara posterior (base) de la lente de contacto. Fig. 452.

lente de contacto capa lagrimal haz luminoso


cara posterior
Figura 452

Salvo algunos casos especiales, la cara anterior de la lente de con­


tacto no hace falta representarla.
En la diagramación debemos tener en cuenta lo siguiente: los ra­
dios y poderes de la córnea y de la cámara líquida se calculan para un
índice 1,3375. En cambio para la lente debe ser 1,49.
Por último debemos recordar que tal como dijimos anterior­
mente los datos correspondientes a la córnea, en realidad, aunque re­
presentamos la cara anterior de la misma, al considerar un índice
1,3375, se refieren al total de la córnea cuando se expresan en diop­
trías.
646 LENTES DE CONTACTO

camara líquida, el astigmatismo corneal desaparece y el haz luminoso


que penetra en el ojo resulta con ambas secciones iguales o sea que se
transforma en esférico. Fig. 454.
Esto significa, en todos los casos que las lentes de base esférica
neutralizan el astigmatismo corneal, cualquiera sea su valor.
293, Lentes de base tórica en córneas tóricas.-'Si diagramamos
el efecto de una lente de b se tórica adaptada 1/3 más plana o lo que
sería lo mismo, 2/3 más ajustada que el meridiano más plano de la
córnea (en este caso 8,03 x 7,56) sobre los valores 42,00 x 46,00,
observaremos que el astigmatismo corneal no desaparece, quedando
un remanente de: cil - 1,15. Fig. 455.
Repitiendo la experiencia con una adaptación donde los radios
de la lente, son paralelos a ambos meridianos de la córnea, el astigma­
tismo aumenta: Cil 1,84. Fig. 456. ^
r: 8,03

- 61 + 42 - 46 + 46 , - 19

- 61 +42 - 42 +42 - 19
capa lagrimal córnea haz luminoso
Adaptación de una lente de base esférica en córnea tórica,
paralela al meridiano más plano.
Figura 454
TI 7,56

- 64,81 + 44,66 -4 6 4-46 20,15


- 1,15

- 61 + 42 - 42 +42 19

r: 8,03
lente de contacto cornea haz luminoso
cara posterior capa lagrimal

^'Adaptación 1/3 más plana Figura 455


r: 7,33

- 66,84 ' ■ + 46 , '■ - 46 + 46 , - 20,84


; ■'] ' * ), „ . - 1,¡84

- 61 +42 - 42 + 42 - 19

r: 8,03
lente de contacto córnea haz luminoso
cara posterior c a p a lagrimal

Adaptación paralela dam bos meridianos Figura 456


LENTES DE CONTACTO 647

Estos fenómenos son debidos al mayor índice de refracción del


material de la lente, pues aún a igualdad de radios, la potencia de la
curva es un 45,4 por ciento mayor.
Este valor cilindrico producido en estas circunstancias se deno­
mina cilindrico inducido, precisamente por haber sido provocado por
la propia lente de contacto. Cualquiera que sea el tipo de adaptación,
en estos casos, se induce un cilindrico remanente.
294. El cilindro residual.— El cilindro residual, llamado también
interno, para diferenciarlo del corneal anterior o externo, tiene im­
portancia de ser estudiado por cuanto suele confundirse con otros ti-
pos de cilindricos remanentes.
Generalmente, cuando el cilindrico corneal ha sido neutralizado
por una lente de base esférica, puede quedar al control visual, un cier­
to valor de astigmatismo sin corregir, generalmente entre 0,50 hasta
2,00 dioptrías.
Es casi seguro que este astigmatismo proveniente por lo común
de la toricidad de las superficies del cristalino, es el denominado astig­
matismo residual, no debiendo confundirse con el inducido que como
dijimos, lo producen las lentes de base tórica.
Algunos investigadores han descripto astigmatismos residuales
de hasta 6 dioptrías (Obrig).
La sospecha de un astigmatismo residual surge toda vez que la
graduación recetada cilindrica, no es igual en poder a la existente en
la córnea, aunque a este respecto se debe ser cauteloso por cuanto po­
dría el facultativo no haber prescripto la corrección cilindrica total.

En general debe admitirse que todo el sistema del ojo es la com­


binación de superficies no rigurosamente esféricas, sino toroides y el-
efecto total será una emetropía o una ametropía esférica o astigmá­
tica.
Si se neutraliza una de las superficies, en este caso la córnea, el
sistema se altera y pueden aparecen cilindricos que antes estaban
compensados; de ahí que el origen del residual resulta difícil de esta­
blecer, pero puede a los fines prácticos considerarse que es el rema­
nente que queda al neutralizar el astigmatismo corneal con una lente
de base esférica.
295, Corrección del astigmatismo residual.— Una vez determina­
do el valor del astigmatismo residual, uno de los procedimientos más
habituales para su corrección es el empleo de una lente con base esfé­
rica y curva exterior tórica.
648 B, SCHCOLNICOV

Supongamos el siguiente ejem plo:


Rx: Esf - 3,00 () Cil - 3,00 en Oo
valores corneales: 41,00 x 42,00
el residual será por consiguiente: cil + 2, puesto que la re­
ceta contiene un poder - 3,00 que lógicamente debería corregir un
astigmatismo total + 3,00 y del cual + 1,00 corresponde a la córnea.
El resto, es el interno o residual 4- 2,00.
Si efectuamos una adaptación paralela a K, tendremos al diagra­
mar los siguientes valores: (Fig. 457)
El haz que llega a la córnea corresponde al bicilíndrico de la re­
ceta: Cil - 3,00 O Cil - 6,00, y el que penetra en el ojo, en cambio es
solamente: Cil - 3,00 () cil - 5,00, que por inversión deja la diferencia:
Cil - 2,00 que es lo necesario para la corrección del residual.

296, Corrección del residual con lente de


base Un mé­ tórica.—
todo aplicable para algunos tipos de astigmatismos residuales, es el
que se detalla a continuación, y que consiste en inducir por medio de
una lente de base tórica, un poder cilindrico igual al residual.
Supongamos el siguiente ejemplo:
R x : C il - 4 ,0 0 en
córnea: 41,00 x 42,00
astigmatismo residual: C il + 3 ,0 0
diagramamos y vemos que necesitamos que penetre en el
ojo un haz luminoso cilindrico con la potencia cilindrica - 3,00 para
corregir el interno o residual antedicho 4- 3,00.
En este caso los poderes de los haces que penetran serían según
el esquema: - 18,61 y - 21,61, puesto que admitiendo una adaptación
paralela a K, uno de los meridianos de la lente de contacto será:
- 59,61 y el otro deberá tener un poder tal que origine - 21,61 para
que la diferencia entre ambos sea - 3,00 (Fm. 458)

- 42 -6 + 42 - 5,00
54,58 - 59,58 + 41
+ 1

+ 41
56,58 -3 - 3,00
- 59,58 - 41 + 41 ■

lente de contacto haz luminoso


capa la g rim a l

-5 9 ,5 8 - 59,58 -4 2 -41
í 54,58 + 56.58 + 41 _jL41_
- 5,00 "3 ,0 0 “ - 1 Figura 4 5 7
LENTES DE CONTACTO 649

c
■ A B
- 42 + 42 - 21,61
- 3,00
- 59,61 + 41 - 41 + 41 ' 18,61

lente de contacto capa lagrimal córnea haz luminoso


cara posterior

Figura 458

deberán cumplirse entonces las siguientes condiciones:


A " B = C
B X 1,454 = A; luego B .
0,454
Resolviendo el valor de B, se obtendrá A y lógicamente, los ra~
dios de curvaturá correspondientes (Fig. 459), con lo que la orden de
fabricación será: 8,22 x 7,08 / O.oo.
Si se solicitase un determinado poder esférico, éste se calcula so-
bre el meridiano interno más plano tal como ya vimos, pero el cilin­
drico inducido por el sistema será - 3,00, aunque el de la base de la
lente sea distinto.

A B c
-6 9 ,21 + 47,60 -4 2 + 42 - 21,61
(7,08) - 3,00

- 59,61 + 41,00 -4 1 + 41 - 18,61


(8,22)
lente de contacto
cara posterior capa lagrimal córnea haz luminoso

, Figura 459

297. LA ADAPTACION. Se entiende por adaptación de lentes de


contacto al conjunto de operaciones teóricas y prácticas destinadas a
lograr una adecuada tolerancia de las mismas y a una agudeza visual
óptima.
6S0 B. SCHCOLNICOV

Se entiende com o adecuada tolerancia, al uso continuo e ininte­


rrumpido durante un lapso no inferior a las 1 2 horas diarias, sin que
se manifiesten síntomas serios de molestia, incomodidad, alteracio-
nes patológicas o visión defectuosa.
Se entiende por agudeza visual óptima, la que, obtenida con
las lentes de contacto, no es inferior a la que se logra con la correc»
ción en anteojos convencionales.
E l mecanismo de la adaptación, comprende una serie de requisi­
tos que deben ser tenidos en cuenta, a saber:
a) E l paciente.
b) E l adaptador y su gabinete.
c) La interpretación de la receta médica.
d) La correspondiente orden de fabricación.
e) E l control de la lente terminada.
f) Las técnicas de colocación y extracción.
g) E l tiempo de uso.
h) La sintomatología.
i) E l control del usuario, incluyendo la agudeza visual
]) Las posijbles lesiones oculares.
k) Los retoques necesarios.
a) El paciente.— Tiene suma importancia por cuanto son facto­
res que influyen en el éxito de la adaptación, la motivación del mis­
mo: deseos de usar, tipo de ametropía, sexo, la edad, estado de salud
e inclusive su grado de intelectualidad.
b) El adaptador y su gabinete.— El éxito de la adaptación, lógi­
camente es influido por la preparación técnica del mismo, sus conoci­
mientos, personalidad, aspecto general y desde luego el lugar donde
efectúa sus tareas: el gabinete, que debe reunir las condiciones míni­
mas de decoro, estando provisto,-^por otra parte de los útiles y apara­
tos imprescindibles para mediciones, control, retoques, etc.
c) La receta médica.— La interpretación y criterio sobre la rece­
ta médica debe tenerse muy en cuenta, sobre todo en los siguientes
puntos: si se ha prescripto la corrección total, por cuanto el control
de la agudeza visual muchas veces queda supeditada a la misma. En
segundo lugar, los poderes cilindricos indicados deben ser motivo de
un estudio minucioso y relacionarlos al astigmatismo corneal o
externo.
Muchos de los problemas para calcular una lente de contacto,
derivan de ciertas premisas básicas en la interpretación de recetas con
poderes cilindricos. Lamiente diagnóstico, en las pruebas preliminares
LENTES DE CONTACTO ' 651

es un valioso auxiliar para que el adaptador corrobore sus cálculos pre­


vios, sobre todo haciendo un ensayo básico con una lente de contacto
de prueba de base esférica, para eliminar el cilindrico corneal.
Igualmente en los casos de utilizar lentes de base tórica debe pes-
quizar la aparición de cilindricos remanentes para corregirlos conve­
nientemente.
Finalmente no debe olvidarse que tal como lo vimos antes no es
la lente de contacto aislada, la que reproduce la receta médica, sino,
el sistema de la lente de contacto (lente más cámara líquida).
d) La orden de fabricación. — Debe ser elaborada con criterio,
indicando la base, poder, diámetros, biseles o toda característica im-
portante.
En lo posible elegir la lente más simple y de diámetro más co­
mún, salvo situaciones esp'eciales. Un buen criterio al seleccionar la
lente a pedir al taller, puede eliminar la necesidad de los cambios.
e) El control de la lente.— Este paso es vital. Muchos técnicos,
se limitan a controlar solamente el poder y descuidan la base, que
como dijimos debe imprescindiblemente ser verificada, porque un
error en la misma derá imágenes de adaptación inexactas y además
porque la potencia total del sistema pudo haberse modificado. Los
demás elementos también son merecedores de atención.
f) Las técnicas de colocación y extracción.— Muchos inconve-
nientes en el confort de las lentes se deben a una defectuosa técnica
de colocación, pues se traumatiza innecesariamente el globo ocular.
De la misma manera, malas técnicas de colocación o extracción
pueden erosionar los tejidos.
g) El tiempo de uso.— Si bien no existe un criterio general al
respecto, normalmente, en el lapso de 7 a 15 días, el paciente debe
usar sus lentes durante un mínimo de 10 a 12 horas.
li) Los síntomas.— Ya sean subjetivos u objetivos: lagrimeo, fo­
tofobia, visión turbia alternante, sensación de calor, picazón, pincha­
zos, etc., deben desaparecer dentro del lapso indicado anteriormeiue,
por lo menos en un 80 por ciento. La persistencia de síntomas o la
ciclización de los mismos, indica una adaptación defectuosa y debe
buscarse la causa. Otros síntomas evidentes desde el principio como
ser: lentes muy ajustadas o muy flojas, aparición de burbujas, caída,
erosiones, etc., deben ser consideradas y resueltas de inmediato. A es­
te respecto el uso de la lámpara de Burton combinada a la fluorescei-
na, provee las imágenes que el adaptador necesita para verificar ade­
cuadamente la mayoría de los defectos habituales. ^
éS2 B. SCHCOLNICOV

Figura 460
LENTES DE CON TACTO 653

Figura 461

Figura 4 6 2
654 B. SCHCOLNICOV

Finura 4 6 3

Figum 464
LENTES DE CONTACTO 655

Enl a figura 460 tenemos la lámpara de Burton y en las figuras


461/62/63 y 64 las típicas imágenes fluoroscópicas de lentes: norma»
les, ajustadas, aplanadas y lentes de base esférica en córnea tórica.
j) El control del usuario.— Todos los diversos problemas que
acompañan a la adaptación deben ser controlados y eventualmente
corregidos durante el primer mes del proceso. En este aspecto, la agu­
deza visual es de suma importancia y conviene verificarla, luego de
una semana de uso, cuando la secreción lagrimal se ha prácticamente
normalizado.
j) Las lesiones oculares.— Debidas a diferentes causas, no siem­
pre a las lentes de contacto, son una razón de mucho celo profesional
En la fig 465 están diagramadas algunas lesiones comunes pero no debe­
mos olvidar que gran número de afecciones cuya patología no es del
campo de esta especialidad, pueden aparecer y por ello es siempre
conveniente la intervención médica en todos los casos en que el pa­
ciente menifieste trastornos que clara y terminantemente el adapta­
dor no los atribuya a problemas de la lente.
k) Los retoques.— Esta operación debe hacerse porsintomatolo-
gía.
Una modificación en los biseles, que resulta de las más comunes,

* ] ( )

A: Erosión camada por ligero roce central


B: Erosión causada por lente muy plana
C: Erosión causada por lente ajustada en córnea tórica
D: Erosión causada por lente demasiado grande
E: Erosión causada por técnica de colocación o extracción
F: Erosión causada por cuerpo extraño
Figura 465
656 B. SCHCOLNICOV

puede llegar a estropear una lente si no se realiza concienzudamente.


Todo retoque involucra un control exhaustivo de toda la len -
te. Luego su realización debe hacerse con la seguridad de saber que es
lo que se desea hacer. Sino, es mejor no realizarlo. Muchas lentes de­
sechadas tienen como causa retoques innecesarios o mal efectuados.

Es por ello importante establecer la causa de una intolerancia o


una falta de confort, etc., pues muchas veces no son debidas a las len­
tes, sino a factores ambientales: viento, sequedad, vapores tóxicos, al­
tura, presión, etc. o causas personales del usuario: nerviosidad, ten­
sión, enfermedad, falta de interés, cansancio, etc. Lógicamente, solo
en muy contadas circunstancias, un retoque de la lente podría so­
lucionar esto.
LENTES BLANDAS

F ig u r a 4 éé

298* Caracteres Generales* (Fig. 466).

Tienen su origen en el curso del afío 1963, en que aparecen en


Cliécoeslovaquia las primeras lentes blandas hidrofílicas merced a tra­
bajos del profesor Wichterle en colaboración con el Dr. Dreifus, en el
Instituto de Química Macromolecular de Praga. ^
Estos ensayan con un material denominado hidroxietil metacri-
lato (Hema) y durante cierto tiempo, las lentes obtenidas con el mis­
mo no alcanzan el grado de perfeccionamiento necesario.
En 1967j llega a su fin en Francia, la denominada experiencia
Geltak, que trae com o consecuencia un momentáneo abandono de es­
te tipo de fabricación por el escaso número de éxitos logrados (infe­
rior al 20 por ciento).
Poco después, laboratorios norteamericanos retoman el proble­
ma y comienzan sus investigaciones, sobre todo con vías de mejorar
el material inicial, tratando de obtener nuevos derivados de la materia
prima original, y asimismo modificando técnicas de fabricación.
Resumiendo, las lentillas checoeslovacas fueron las primeras y se
conocieron bajo diferentes nombres: Gel-kontakt en 1963, Geltakt
en 1965, Spofalens en 1965 y finalmente Hydrogel
Una sociedad norteamericana especialiiada en la compra de pa­
tentes mundiales adquiere posteriormente los derechos a la venta y
utilización del material primitivo, para la fabricación de lentes, bauti­
zándolo con el nombre de Hydron. Esta sociedad, la National Patent
Development Corp. (NPDC), fabrica sus propias lentes bajo el nom­
bre antedicho y además distribuye el mercado mundiál de las mismas.
Las lentes Hydrogel primitivas y las denominadas Soflens (ame™
ricanas) se fabrican por el proceso de polimerización rotatoria y las
Hydron por torneado.
658 B. SCHCOLNICOV

Actualmente, las lentes hidrofílicas son elaboradas con otros ma­


teriales vecinos al original, o sea -derivados que mantienen el mismo
radical químico (hema). Así el Dr. Isen, obtuvo el denominado Bioni-
te. En los EE UU en cambio, se fabricó otro llamado P H P.
Según el material varía notablemente el poder de hidratación y
lógicamente su contenido en agua.
Así: Hema (homopolímero) 37 por ciento.
P H P (copolímero) Seiderman 37 a 60 por ciento.
Bionite (polímero) Griffin 60 a 65 por ciento.
Las lentes más flexibles son lógicamente las que tienen mayor
contenido de agua, pero ello no siempre es conveniente por los pro­
blemas ópticos que acarrea en la adaptación.
El grado de inchazón varía entre el estado seco y el completa­
mente hidratado, siendo su coeficiente de dilatación lineal variable del
16 al 40 por ciento, interviniendo en este aspecto, no solo la natura­
leza del material, sino también la naturaleza, concentración, tonici­
dad y temperatura de la solución utilizada para lograr la hidratación
mencionada. Generalmente se utiliza solución salina normal (9 Voo)
Las lentes obtenidas por polimerización rotatoria, se fabrican
produciendo el fenómeno en moldes adecuados que giran a diferen­
tes velocidades durante el proceso. Estos moldes tienen una curva ba­
se, que conformará la cara externa, y la velocidad del mismo al distri­
buir el material formado em mayor o menor grado hacia los bordes,
determina curvaturas internas más o menos pronunciadas. Así las po­
tencias obtenidas, son entre otros parámetros, función de la velocidad
del molde durante el proceso de fabricación. La firma B y Lomb, las
realiza en la Argentina con dos curvas bases (en la cara externa). La
potencia por consiguiente depende de la cara interna. Esto determina
que la misma lente varíe según la córnea en que es aplicada. Debiendo
lógicamente agregarse que interviene en este aspecto no solo la zona
regular de la misma sino que en forma importante, el aplanamiento
periférico.

El otro procedim iento de fabricación, parte de blocks de mate­


rial seco, que son torneados con procedimientos similares a las clási­
cas lentes rígidas, siendo luego hidratadas. Esto determina una varia­
ción del radio de curvatura, potencia y espesor de la lente y lógica­
mente una disminución de su índice de refracción. Esta modificación
de las constantes mencionadas también difiere según el material em­
pleado, e inclusive las técnicas de fabricación.
Las lentes blandas que se utiUzan, son más grí^ndes que las clási­
LENTES DE C ON TACTO 659

cas, duras, corneales, varían antre 12,50 y 14,00 mm las más frecuen­
tes y en casos menos comunes 14,00 y 14,50 mm.
Es decir que sobrepasan el diámetro corneal, pero no resultan
más visibles que las corneales. El empleo de este diámetro mayor es
necesario para asegurar su adherencia y su centrado sobre la córnea.
Tienen forma de casquete esférico, donde en la parte interna se
realiza una curvatura para la z o m óptica y otra más aplanada para la
parte periférica. Igualmente, la parte externa tiene una curvatura cen­
tral en la parte óptica y por l'o común una serie de aplanamientos pe­
riféricos destinados a adelgazar él borde. Lógicamente la técnica de ter
minación de estos bordes es diferente según el tipo de lentillas.
El espesor varía según la fabricación pero oscila entre 15 y 30
centésimas de milínletro para las potencias corrientes hasta 4 dpt.
Por encima de ellas se fabrican en forma lenticular.
La adaptación de estas lentes difiere notablemente sobre todo
en el caso de las obtenidas por polimerización, con las clásicas lentes
de contacto.
Así, dado que la potencia varía en estas según que la córnea sea
más plana o más cerrada, deberán hacerse ensayos hasta que se logre
la agudeza visual necesaria. Si a ello agregamos que el tamaño es fun­
damental para el confort, para asegurar una buena adherencia y que el
apoyo se reahce suavemente fuera del limbo sin presionar a éste, ase-^
gurando además un film lagrimal renovable entre la lente y el ojo, ve­
mos que este proceso de adaptación es lento y supeditado a muchos
factores que pueden llevar al fracaso, inclusive es habitual que la agU“
deza visual se modifique con el primer tiempo de uso. Ello obliga a
nuevos cambios, repitiendo virtualmente las primeras etapas. Otro in­
conveniente es, el de la casi imposibihdad de su reproducción, o sea
lograr una lente de características idénticas a la anterior en caso de re­
novación o cambio.
Las lentes obtenidas por torneado, al tener una gama de radios
de base relativamente amplia, permite una mayor factibihdad del
proceso de adaptación. Sobre todo lo hace más similar al de las clási­
cas lentes rígidas. Aunque igualmente, los factores de diámetro son
fundamentales y aún hoy no totalmente esclarecidos.
Si la lente no tiene un apoyo adecuado, por lo común con un li­
gero toque en el apex corneal, se suscitan una serie de inconvenientes
comunes a ambos tipos de lentes.
Uno de ellos, es el que la flexibilidad del material produce alte­
raciones de la superficie,- ya sea debido a la topografía corneal, a la
presión palpebral o a ambos, y esto causa caídas de las propiedades
tfOU LENTES DE CONTACTO

Ópticas y lógicamente de la agudeza visual. Ello lia determinado que


estas lentes no sean aplicables virtualmente en casos de astigmatismos
corneales altos, pues no lo corrigen y lo reproducen en mayor o me­
nor grado en la cara anterior. Aquí influye notablemente el espesor y
dureza del material.
Cuando más rígido es éste, menos se observa el fenómeno, pero
también la comodidad de las primeras horas, principal factor a favor
de las lentes blandas, disminuye. O sea que las lentes más flexibles y
por ende posiblemente las más cómodas durante las primeras horas
del usuario, son también las más susceptibles de experimentar altera­
ciones ópticas, que las hacen más desechablés, a la par que suelen ser
más frágiles.
El diámetro, ligado a la adherencia necesaria y las zonas de to­
que, es variable según el tipo de lentes y el fabricante.
Estos tipos de lentes que habitualmente se denominan hidrofíli-
cas por su capacidad para absorver agua en mayor o menor porcenta­
je, también permiten el pasaje de gases en pequeña proporción a su
través, lo cual constituye evidentemente una apreciable ventaja para
el metabolismo corneal aunque aún no se halla perfectamente estudia­
do y por ende resuelto este aspecto de las mismas.
La limpieza, en forma correcta y adecuada también es una carac­
terística que debe resolverse exhaustivamente, por cuanto la adhesión
de las muco-proteínas del líquido precorneal es difícilmente removi-
ble si no se hace inmediatamente, debido a la naturaleza del material,
y puede llevar a una opacidad permanente. Lógicamente el frotamien­
to o procesos mecánicos en forma continua afectan la duración. Co­
mo hemos señalado antes, el material es absarvente, de ahí que ello
es un inconveniente para la variedad y composición química de las
soluciones que podrían utilizarse.
Otro aspecto, es la posible contaminación bacteriana y la asep-
tización del material. Mientras algunos autores sostienen la imposibi­
lidad de la penetración de los gérmenes comunes en la masa por el ta­
maño de los poros y solo aceptan en la superficie como ocurre con
las clásicas rígidas; otros son cautelosos, sobre todo por la eventual
presencia de virus y aconsejan la esterilización diaria como procedi­
miento de rutina. En este aspecto hay quienes prefieren el agua en
ebullición o por lo menos entre 80 y 100 grados; y quienes minimi­
zan el problema y aconsejan soluciones antisépticas adecuadas para
conservar las lentes mientras no se usan.
La vida útil, es otro aspecto discutido, por cuanto el material
LENTES DE CONTACTO 661

aparenta ser más frágil al tratamiento que el clásico de las lentes rígi­
das. Si a ello agregamos las características de su limpieza mecánica,
que es rigurosamente necesaria y la posibilidad del mantenimiento en
agua a más de 80 grados durante varias horas diarias de un material
hidrofílico, podemos pensar con justeza que la duración o por lo me­
nos el mantenimiento sin alteraciones físicas se reducirá en la medida
que estos alteren el producto.
Finalmente hay otro aspecto que se debe tener en cuenta. El
grado de hidratación es variable, dependiendo de diferentes factores,
y si bien el fabricante lleva el mismo al que considera óptimo para los
valores del radio de curvatura, índice, espesor, diámetro, etc., busca­
do, durante su uso o conservación, esta hidratación puede variar con
lo cual se alteran los parámetros mencionados.
Igual problema se presenta con referencia al Ph, dado que la pro­
longada inmersión en soluciones antisépticas puede alcalinizar o acidi­
ficar el material, provocando luego en el usuario síntomas de ardor,
picazón o simplemente intolerancia. Para terminar con otros posibles
inconvenientes, conviene señalar la isotonicidad, entre la lente, el
film lagrimal y lógicamente el tejido corneal. Cualquier modificación
de la misma involucra variaciones de la presión osmótica que se tra­
ducen al principio en molestias, pero a la final pueden llevar a altera­
ciones corneales más serias.
Todos estos inconvenientes anotados, desgraciadamente son di­
fícilmente controlables por el adaptador, salvo que tuviese elementos
adecuados, pero prácticamente imposibles de ser verificados por el
usuario.
Con referencia a la rapidez de adaptación, por lo menos en la
tolerancia de las primeras horas, ella es muy superior a las lentes rígi­
das.
Los problemas suelen presentarse después de un tiempo. La vi­
sión, sobre todo en los primeros dias no es tan buena como con las
lentes convencionales, y tiende a mejorar, salvo algunos casos en que
puede empeorar.

299. Características Particulares

Soflens (Bausch y Lomb; obtenidas por poHmerización rotato­


ria) se fabrican en tres series: N, F y C, cuyos radios de curvatura
externos son los siguientes: (radio del molde)
662 B. SCHCOLNICOV

Serie N: 7,20 mm (46,87D) Hidratada r: 8,20 mm (41,12D)


Serie F: 7,70 mm (43,87D) Hidratada r: 8,80 mm (38,37D)
Serie C: 7,26 mm (46,62D) Hidratada r: 8,25 mm (40,87D)

Indice de refracción del HEM A (n),


equilibrado en agua: 1,43
Contenido de agua en peso
' equilibrado: 41J %
Idem, equilibrada en cloruro de
sodio al 9 p o i mil: 38,6 %
Alargamiento lineal: 18,00 %

300. Lentes obtenidas a partir de un block sin hidratar.

Estas lentes se tornean con radios de curvatura internos entre


7,40 a 8,60 mm con fracciones de 0,20 mm. La potencia se obtiene
en función de la cara anterior como en las clásicas corneales.
El control original se hace en seco, y al hidratarse hay una varia­
ción de todos sus parámetros: radio de base, poder, índice, diámetro,
espesor, etc.
De acuerdo a los datos de sus fabricantes, el material denomina­
do Waicon, tiene en seco un índice de refracción 1,51 e hidratado
1,4L
El diámetro de sus lentes: 15 mm.
La zona óptica de las mismas entre 11,5 y 12 mm.
El control de la potencia se puede efectuar en el frontofocóme-
tro, lógicamente tomando precauciones para evitar la deshidratación.
El radio de la base se controla con esferas patrones.
La limpieza y esterilización en la forma que sus fabricantes
indican.
Se suelen adaptar habitualmente de 1 a 1,2 mm más planas que
el valor K, y su diámetro debe ser alrededor de 3,5 mm más grande
que la córn.ea.
Lógicamente ello constituye una orientación y queda condicio­
nada a diferentes factores que deben resolverse con el paciente y sus
características topográficas corneales.
Estas lentes son elaboradas con licencia de Titmus Eurocon
(Alemania), en la Argentina por Laboratorios Cornealent.
Las denominadas Hydroflex 30 son fabricadas en la Argentina
por Laboratorios Pupilent, a partir de un material derivado del Hema,
LENTES DE CONTACTO 663

pero de origen norteamericano. Según sus informes, contiene solo un


30 por ciento de agua.
Igual que las anteriores se tornean en seco y una vez controladas
se hidratan mediante la inmersión en solución salina normal durante
24 horas, y pH de 7 a 7,2 con temperatura controlada.
. La absorción de un 30 por ciento de agua determina una varia--
ción de sus radios de curvatura, diámetro y espesor en akededor de
un 18 por ciento, mientras que el poder, óptico lo hace en un 30 por
ciento menos que el primitivo, aproximadamente. En estado seco, el
índice de refracción es 1,50 y completani'^nte hidratado, 1,45.
El diámetro de las lentes hidratadas bscila entre 12,5 mm para
los radios más cortos, hasta 14 mm para las curvas más planas. Los es­
pesores en las lentes negativas varían entre 0,14 mm y 0,35 mm. En
las positivas puede llegar a 0,6 mm.
Las escalas de radios de curvatura-^base en las lentes hidratadas,
es similar que en las anteriores (Waicon).
En lo referente a la adaptación, en ambas marcas, se debe reali­
zar mediante caja de prueba, a los efectos de determinar la curva y
diámetro más adecuado, y sobre estos valores ihvestigar el poder cor
rrector necesario u óptimo posible.
B. SCHCX>LNICOV

Los valores de estas cajas de prueba son, en las Hydroflex, los


siguientes:
radio de base: (mmj 7,80 8,00 8,20 8,40 8,60
diámetros: (mm) 12,50 12,50 13,00 13,50 14,00
En la Fig. 467 está esquematizada la adaptación normal de una
lente Hydroflex.

301. Lentes de caucho de siliconas


Fueron experimentadas por la firma Müller Welt deeMiddland,
quien sigue trabajando con ios mismos.
En 1968 la firma Cornealent - Pfortner, de la Argentina, realizó
experiencias con este tipo de lentes.
El caucho de siliconas es una sustancia hidropelente que merced
a cierto tratamiento superficial acepta cierto grado de humectación.
El índice de refracción es 1,41. Posee altá permeabilidad a los
gases, y su difusión para el oxígeno sería 10.000 veces mayor que
con el material hidrofflico.
El diámetro de estas lentes fabricadas en el país oscila de 14 a
16 mm una serie y entre 11 y 13 mm la otra.
Son ligeramente más gruesas que las de otros materiales.
Aceptan el control con la fluoresceina y no requieren su conser­
vación en soluciones hidratantes.

302. Resumen
En general, las lentes de contacto blandas están aún en una etapa
íiiiciaL Si bien algunos aspectos han sido resueltos, quedan aún mu­
chos puntos oscuros que posiblemente serán resueltos a breve plazo,
para asegurar así un uso permanente y adecuado.
En general aseguran un confort casi inmediato y que según el
usuario se traduce en un ''relativo olvido de ¡a lente el cabo de algu­
nos minutos” (Sic).
LENTES DE CONTACTO

Pero deben, según Rocher, cumplir una serie de requisitos, tales


com o:
a) Para lograr una buena agudeza visual no deben deformarse
por la presión de los párpados y quedar suficientemente
centradas.
b) Deben asegurar la existencia de una renovación regular del
film lagrimal bajo la lente.
c) El confort sería, fuera de la calidad de la adaptación, en
gran medida, debido al estado físico-quím ico de la lente:
pH, presión osmótica, hidratación etc.
A todo io anterior debemos agregar:
d) que la form a y el diámetro sean los adecuados, y
e) que el espesor y blandura sean convenientes.
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BENNETT A.: Optics of Contact Lenses.
ÍNDICE

Capítulo I
Pág.
Ó PTICA O FTÁ LM IC A

1. Relación con otras ciencias .................................................................... 9


2. Exactitud ....................................................................................................... 10
3. Objeto y extensión .......... ...................... .. 11
4. Subdivisiones ................................... .......................................... . 12
5. Cristales oftálmicos ................................... .................. . . . ....................... 14

Capítulo II

LENTES OFTALMICAS ..................................................... ' ■, . ....................... 17

6. Formas ................................................................................................... 17
7. Elementos principales ................................................................................ 19
8. Lentes positivas y negativas ............ ................................................. .. . 20
9. Sistema de medida de las lentes correctoras. El poder conver­
gente ....................................................... ............... .. 21
10. Sistema antiguo de numeración de lentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
11. Determinación de la potencia focal de las lentes oftálmicas .. 27
12. Neutralización. Teoría ............................. ........................ .............. .. 28
13. Caja de prueba ....................... ................................................... .............. 31
14. Inconvenientes de la neutralización .......... ....................................... ‘32
15. Relación entre las curvaturas de una lente y su poder conver­
gente. Potencia esíerométrica ............. ............................................... .. 33
16. Las dioptras .................. ................................................................................. 33
17. El poder convergente de las dioptras .......... .............. .................... .. 36
18. Determinación del poder de una lente por medio de las fórmu­
las de las dioptras ............................................................. .................... .. 39
19. Determinación de la potencia esíerométrica en forma directa.
El esferómetro ............................. ............................. ............... ........... .. 42
20. Representación gráfica del poder. Las secciones principales . . . . 54
21. Relación entre el poder de una lente y la posición y tamaño de
la imagen que 1? misma produce ................. .. 55
22. Clasificación de las lentes oftálmicas ........................................ .. 58
23. Reconocimiento de las lentes oftálmicas . , . . ............... 61
— Marcha para reconocer y separar lentes oftálmicas . . . . . . . . . 65
Capítulo III
Pág.
L E N T E S E SFÉ R IC A S ....................................................................................... , ... 67

24. Definición, .............................. ......................... .................................................. 67


25. Expresión de la potencia ........................................................................... 68
26. La forma de las lentes esféricas ............................................................ 71
27. Importancia de las lentes curvas ............... .....................^.............. .. . 73
' 28. Diagrama de Tscherning ....................................... . ............................ 73
29. Determinación de los elementos. Reconocimiento, Signo. Centro
óptico. Poder ............... .................................................. ......................... 75

Capítulo IV

LENTES A STIGM ATICAS ................................................................................. 81


30. Caracteres generales .................................... .............. ................ ................ 81
31. Marcha de los rayos a través de las lentes astigmáticas ........ .. . 84
32. Visión de los objetos a través de las lentes astigmáticas . . . . . . . 87
33. Extructura de las lentes astigmáticas. Superficies cilindricas
y tóricas ........................................... .. ■- ........... ........................... .. 87
34. Potencia de la superficie c ilin d ric a ....................................................... 90
35. Representaciones gráficas ........ ................................................................. 92
36. Superficies tóri-cas ............... .............................................. ................... 92
37. Representación gráfica de ía superficie tórica ........................ . . . 96
38. Reconocimiento de las superficies cilindricas y tóricas ................. 96
39. La expresión del poder en las lentes astigmáticas. Reconoci­
miento de las lentes astigmáticas. Clasificación . . . . . . . . . . . . . . . 97

Capítulo V

LENTES CILINDRICAS ............... .. - .................................................................. 99


40. Caracteres .generales ................................................................................... 99
41. Marcha de los rayos luminosos. Imágenes ........................................... 99
42. Expresión de la potencia de las lentes cilindricas. Eje y contra-
eje ............................................................. ........................................................... 101
43. Las imágenes vistas a través de las lentes cüindricas. Relación
entre la posición de las secciones principales y la forma de las
imágenes ..................... ............................... .......................................... .. 102
44. Relaciones algebraicas entre la posición de los ejes y las imá­
genes ............................................................... .. ................................................. 106
4 5. Relación entre las secciones principales y los bordes ................... 110
46. Extructura de las lentes cilindricas ...................................................... 111
47. Determinación de los elementos principales de las lentes cilin­
dricas. Reconocimiento. El efecto cilindrico .................................. 113
48. Determinación de la potencia .............................................................. 119
50. Cilindro neutro .............................. .. .......................................................... .. 120
Capitulo ¥I
LEN TES E SF E R O -C IL ÍN D R IC A S ....................................................... . 12Í

51. Marcha de los rayos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121


52. Expresión de la potencia ................................................... 122
53. Deducción de las fórmulas respectivas a partir de las secciones
principales ............................................................... ................................... .. . 127
54. Inversiones o transposiciones. Método Algebraico . . . . . . . . . . . . 129
55. Extractara de la lentes esfero-cilindricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
56. Las formas de las lentes astigmáticas. Lentes tóricas . . . . . . . . . 137
57. Obtención de una lente de forma tórica curva . . . . . . . . . . . . . . . 138
58. Relación entre la forma de las imágenes y la posición de las sec­
ciones principales ................... .................. ............................................... .. 141
59. El poder de las secciones oblicuas en las lentes esféroM^ilíndricas 141
60. Determinación de los elementos de las lentes esfero-cilíndricas. 143
61. Reconocimiento .. . ............. .................... ................................... .................. 143
62. Determinación del eje y del centro óptico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . - 143
63. Neutralización de las lentes esfero-cilíndricas . . . . . . . . . . . . . . . . 144
64. Combinaciones bicilíndricas en ángulos oblicuos . . . . . . . . . . . . . . 145
65. Procedimiento de Stokes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
66 . Procedimiento mediante tablas ..................................................... 154
67. Método algebraico ................................................ .. 158

Capítulo VII

LENTES OFTÁLMICAS GRUESAS .............................. 161

68. Caracteres generales ............................................ ........................... .. 161


69. Las distancias focales y frontales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
70. La potencia de las lentes gruesas. Poder focal y poder frontal. 166
71. Relaciones entre los poderes convergentes de las lentes gruesas. 169
72. Poder frontal posterior ................. .. 171
73. Deducción de la fórmula del poder focal ......................................... .. . 173
74. Fórmulas definitivas para las lentes gruesas ............................ —
75. Ejemplos y ejercicios ................................................. .............. ................
76. Variación del poder según la forma del cristal ................. ...................
77. La medida del poder de vértice o frontal. El frontofocómetro . . 179
78. Caracteres generales del aparato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
79. Teoría del aparato ..................................................... .............. .................. 181
80. Manejo del aparato , ........... ......................................... .. 184
81. La neutralización de lentes gruesas ................... ................ .. 187
82. El poder frontal y la forma de las lentes. Cálculo de las curva­
turas para las lentes graduadas en poder de vértice . . . . . . . . . 191
83. Lente gruesa neutra o afocal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
Pág.
84. Cákulo del espesor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
85. Lenticulares .................................................................................................... 208
86. Lenticulares tallados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
87. Lenticulares cementados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
88. Lenticulares fundidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212

Capítulo VIII

BIFOCALES ^ . 213

89. Caracteres generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213


90. Clasificación de los bifocales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
91. Bifocales de porciones independientes ......................... .. 215
92. Bifocales de porciones dependientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217
93. Bifocales sólidos, de una sola pieza .................................................... .. 219
94. Bifocales fundidos ............................................................................... .. 221
95. Cálculos definitivos para la superficie del cristal . . . . . . . . . . . . . . 229
96. Variedades de bifocales fundidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 232
97. Requisitos de los bifocales ........................... .. 233
98. Características y tamaños de los segmentos .................................. . 234
99. Posición de los centros ópticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
100. Salto de la imagen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
101. La aberración cromática en los bifocales fundidos . . . . . . . . . . . 238
102. Trifocales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 242

Capítulo IX

PRISMAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243

103. Caracteres generales ............................................................... 243


104. Prismas oftálmicos ......................................... .......................................... 247
105. Reconocimiento de los prismas . ................... .. 248
106. Método (general para reconocer y separar prismas simples . . . 250
107. El eje prismático ......................................................... ............................ ■253
108. Técnica para marcar el eje en los prismas oftálmicos ................. .. 254
109. Medida de la potencia prismática ....................... ............................ 255
110. Prisma unidad o Dioptría prismática .............................................. 257
111. La Centrada ..................................................................................... 258
112. Técnica para determinación del poder prismático por medio de
la escala tangencial ...................................................................... .. 259
113. Neutralización de los prismas ........................... ..................................... 261
114. Medidas de la potencia por medio del frontofocómetro . . . . . . 261
115. Variación del poder del prisma para meridianos que forman
ángulos con el eje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261
116. Relación entre la desviación del prisma y la dioptría prismática. 263
117. Relación entre la desviación del prisma y el ángulo refringente ., 264
Pág.

118. R elación entre el ángulo refringente y del prism a y la dioptría


prism ática ....................................................... ................................. ................ 264
119. R elación entre el poder prismático y el espesor de la base del
prism a .............................. ............................................................ .................... 265
120 . Prism as cruzados. Cartilla para su resolución . . . . . . . . . . . . . . . 266
121 . Lentes prism áticas .......... .............................................................. .. 271
J22. Teoría del poder prism ático obtenido por desplazam iento del
centro óptico (descentrado) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 272
123. Obtención de la lente prismática y posición del centro óptico
en las positivas ................................ .. ................................ .. ............. .. 276
124 Técnica para el descentrado de las lentes esféricas ..................... 278
125 Descentrado de lentes cilindricas ........................................ ................ 280
127 Descentrado de lentes esfero-cilíndricas .................................... .. 281
127 Determinación del poder de las lentes prismáticas .......................... 282
128 Centrado normal y descentrado . ........... ......................................... .. • 283

Capítulo X
c r is t a ^
les protectores
Pág.

129. Clasificación ........................................................................................... .. 287


130. Cristales de color. Generalidades ......................................................... 288
131. Las radiaciones nocivas ................................................................. ............ 289
132. La radiación solar .................................. .................................................... 290
133. Radiaciones producidas por las fuentes artificiales ................... 300
134. Efecto de las radiaciones sobre los ojos .......................................... 301
135. Lesiones oculares más importantes ............................................ .. 304
136. Clasificación de la energía radiante con relación a sus efectos
sobre los ojos ................... .............................................. ........... .................. 306
137. Efectos particulares de cada subgrupo ........................... ................ 306
138. El deslumbramiento o resplandor ..................................................... 308
139. Características generales y obtención de los cristales coloreados. 311
140. La trasmisión espectral de los vidrios coloreados .......................... 317
141. El color y la cualidad absorbente .......................... .. .............................. 320
142. Absorción. Densidad óptica ......................................................... 321
143. Clasificación y standarización .................................. ................ . 324
144. Estudio particular de los principales grupos de cristales colo­
reados ........................................................................ .......... ............................... 328
145. Vidrios incoloros ......................................................... .. 329
146. Vidrios de tinte neutro .............................................................................. 331
147. Vidrios amarillos ....................... ...................................................... .. 336
148. Vidrios amarillo-verdosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339
149. Vidrios verdes y verde-azulados ................. ............................................ 340
150. Vidrios azules ................................ .................................................. .............. 344
151. Vidrios amatista y rosados .......... ................................................ .. 345
152. Vidrios de coloración roja ............................ .............................................. 346
153. Lentes de color ..................................................... ............................... .. 347
154. Vidrios reflectores ....................... .......................................... 347
155. Cristales luminizados .............................................. .. - ......................... 350
Pág.

156. Cristales polarizantes ..................................................... .......................... 353


157. Vidrios endurecidos ........................... ....................................................... 355

Capítulo X I

ARM AZO N ES O M ONTURAS

158. Clasificación ............................................... ............. .................... .. 357


159. Anteojos de aro ........... ............................... .............. .. ............................ 359
160. Anteojos sin aros . ............. ....................................................■............ .. 361
161. Armazones metálicos ................................................................................... 364
162. Soldadura de armazones metálicos ............................................... .. 373
163. Armazones de material plástico ........................................ .. 374
164. Lentes ................. ........................................................................... .. 380
165. Anteojo de mano ................... .............................................................. . . . . 382
166. Monturas especiales .......................................... ............................... 383

Capítulo X II

VIBRIO

167. Historia ........................................ .................. .............. ................ ............ ...... «385


168. Composición química .............................................................................. .. . 388
169. Vitrificantes . ................. ................................. .. ............. ............................... 390
170. Los óxidos básicos .......................................................................... .. 392
171. Los fundentes ......................... .. ............................................ 393
172. Elementos secundarios o accesorios ....................................................... 394
173. Elementos parasitarios .................................. ............................. .......... .. . 395
174. Fabricación del vidrio ........................................................................ 395
175. El temple del vidrio .......... ....................................... .. ................... .. 398
176. Propiedades del vidrio ................... .......................................................... 399
177. Clasificación y composición de los principales tipos de vidrio. 403
178. Vidrios de óptica ........................................................... .................... .. 403
179. Vidrios oftálmicos ........ ..................................................................... 407
180. Elaboración del vidrio oftálmico .............................. ............................ 410
181. Propiedades del vidrio oftálmico ........................................................ 413
182. índice de refracción del vidrio oftálmico .......... ....................... 414
183. Vidrio óptico ................................................... .................. .. 415

Capítulo X l l l

LA. R EC ETA OFTAL^IICA

184. Caracteres generales .............................................. ............ .............. .. 425


185. Detalles de los cristales .................................. ........................................ 427
186. Signos y abreviaturas .............................................................................. .. 428
187. Interpretación de recetas con lentes esféricas ............................ . 428
188. Interpretación de recetas con lentes cilindricas y esferocilíndricas 430
189. Ejemplos de conversión de diferentes notaciones a la Standard. 435
190. Interpretación de recetas con lentes bifocales ........................ 438
191. Interpretación de recetas con prismas ........ ................................. .. 441
192. Ejecución de la receta oftálmica ........................................................... 442
P ag,

193. Elección de la montura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 443


194. Determinación de la distancia interpupilar del paciente .......... 443
195. La distancia al vértice ............................................................. .. 446
196. Ordenamiento del trabajo ....................................................... .. 447

Capítulo X I¥

TRABAJOS BE BANCO
197. Generalidades ............................................. ................................ 449
198. Calibrado ........ .................................. .. 450
199. Orientación de los cristales ................... ............................... 451
200. Técnica para la orientación del eje en las lentes astigmáticas . . 452
201. Cristales orientados en O" y 90^ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 455
202. Utilización del marcador del frontofocómetro ................... .. 457
203. Orientación de bifocales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 457
204. Marcado y corte de los cristales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 461
205. Corte del cristal ........................................ ............................. ................ 465
206. Trabajo de los bordes 468
207. Rectificación de las piedras de biselar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 474
208. Limpieza de las maquinarias. Conservación de las mismas . . . . . 475
209. Montaje y ajuste de los cristales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 476
210. Técnica para el montaje en aro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 476
211. Montaje en armazones metálicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 479
212. Montado “al aire” .................................. .. 481

Capítulo X V

- TRABAJO BE SUPERFICIES

213. Fabricación de los cristales oftálmicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 487


214. Maquinarias, materiales y herramientas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 488
215. Moldes ........................................................................................................... 492
216. Tacos ........... .................. .......................................................... .. 498
217. Brea o cemento de pegar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 500
218. Abrasivos ................................................................... 501
219. Clasificación y separación de los esmeriles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 503
220. Las diferentes etapas en el tallado de las superficies de los cris­
tales oftálmicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 509
221. Cementado del bloc ...................................... .. 509
222. Ajuste y disposición del bloc en el molde .................................. .. 512
223; Esmerilado. Desbaste y alisado .......... ............................. .. 513
224. P u lid o ... ................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 516
225. Teoría del esmerilado y teoría del pulido ...................... 51 &
226. Trabajo de las superficies cilindricas .................................. .. 521
227. Control de la fabricación ..................... ................................... .. 525

Cajíítulo X V I

SISTEM A ÓPTICO D E L OJO

228. Generalidades ................. ............................... ................................................ 531


229. Sistema óptico del ojo ................................ .. 534
Pág.

230. Sistema córn eo .......................... 535


231. Sistema cristalino ...................................................................... •........... .. 536
232. Sistema dióptrico total ............................................... 539
233. O jo esquem ático .......................... 544
234. O jo reducido ....................................................................................... 545
235. Marcha de los rayos lum inosos en el ojo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 547
236. Á n gulo visual .......................................... ................................................ .. •. 547
237. Agudeza visual 549
238. A com oda ción ..................................................... .. 551
239. Poder convergen te en la visión cercana ............................................... 555
240. O jo em étrope y o jo am étrope. M iopía ........... 557
241. H iperm etropía .......................... 559
242. Astigm atism o . . . ................. .. 560
243. A nisom etropía 563
244. A niseiconia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 563
245. A faquia ^ ......... 564
246. Lentes o anteojos telescópicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 564
247. La lente oftálm ica asociada al ojo ................................ ....................... 566
248. La esfera d e l punto lejan o ........ .. 566
249. El poder efectivo de las lentes ............................................................. .. 567

a ip ít iilo X ¥ II

A B E R R A C IO N E S DE ÍjAH IjE N T E S O F T Á IjM ir A B

250. G eneralidades ................. ....................................... ................................. .. 571


251. A berración crom ática .................................... .. ........................................... 572
252. A berración esférica : ........ ....................................... ................................... 575
253. D istorsión ......................................................................................................... 576
254. Curvatura de cam po ................. ............ .............................................. 577
255. A berración de com a .................................... .............................................. 579
256. Astigm atism o m arginal .................................................. ......................... 580
251. Lentes puntuales ................. ................................... .................. ■ 585

Capítulo X ¥ II1

LENTES DE CONTACTO

258. Lentes Gen . ........................................................... .................................... ...... 593


259. Comea .............. .. ......................................... ................ ................ ....................... 595
260. Anatomía ....................................................................................... ................... . . , . 595
261. Fisiología ................................................... .. ................... .. .................................. 597
262. La transparencia comea! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 599
263. Alteraciones corneales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 601
264. Oftalmometría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 603
265. Descripción . . . . . .,3. , 606
266. Relación entre el índice real de la comea y los valores expresados en dioptrías 607
267. Queratómetro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 607
268. La topografía co rn e al...................... ...................................................... ............................. 610
269. Lentes corneales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 615
270. Fabricación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 616
271. Cálculos de fabricacióíi
272. Cálculo de lentes con base tórica ^20
273. Cálculo de una lente con curvatura tórica externa ................................ .. . . . 621
274. Cálculo de una lente bitórica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 621
275. Lentes de contacto consideradas como lentes gruesas . . . . . . . . . . . . 622
276. Fabricación de los bordes ................................ .. .................................................. '627
277. E! espesor ............................ .. .................................................................................. 628
278. Control y verificación de los valores de las lentes 632
279. El control y medida de los radios de curvatura . . . . . . . . . . . . . . . . 632
280. Control de la potencia .................... .. ....................................................................632
281. Lentes de base tórica . . . . . . . . . . . . . . . . . . 635
282. Control de los bordes 638
283. La lente asociada al ojo 639
284. La refracción con anteojos (o poder de la receta médica) y refracción ocular 639
285. La lente de contacto considerada aisladamente . . . . . . . . . . . . . . . . 64!
286. La cámara líquida o capa óptica líquida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 642
287. El sistema total o sistema de la lente de contacto . . . . . . . . . . . . . . 643
288. El ajuste . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 644
289. Aplanamiento . 644
290. Lentes afocales..............................................................................................................645
29 L Influencia de la forma de la base de las lentes de contacto.......................................... 645
292. Lentes de base esférica en córneas tóricas................................................................. 545
293- Lentes de base tórica en córneas tóricas . .................... .. ....................... .. . 54 5
294. El cilindro residual.............. ^ . 647
295. Corrección del astigmatismo residual ............................................................. ...... 647
296. Corréce ión del residual con lente de base tórica ...................................... ...... 543
297. La adaptación .............. .. .......................................... .. ................. ...........................649

298. Lentes blandas Caracteres generales ............................................


299. Características particulares . . ....................... ..................... ^
300. Lentes obtenidas a partir de un block sin hidratar ^
301. Lentes de caucho de siliconas , . ..............................
302. Resumen 664
‘ _ 664
BIBLIOGRAFIA
667

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