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Definicion 

El amparo constitucional es la garantía o medio a través del cual se


protegen los derechos fundamentales que la Constitución reconoce a
las personas. Esta acción está destinada a restablecer a través de un
procedimiento breve los derechos lesionados o amenazados de
violación, siendo un instrumento para garantizar el pacífico disfrute de
los derechos y garantías inherentes a la persona, operando la misma
según su carácter de extraordinario, sólo cuando se dan las
condiciones previamente expuestas y aceptadas como necesarias de
la institución de amparo de conformidad con la ley que rige la materia.

Reseña  Historica 

El origen del amparo en Venezuela, concebido como instrumento de


defensa de los derechos y libertades, es de creación relativamente
tardía, comparándolo con los ordenamientos jurídicos de su ámbito
cultural latinoamericano. 

Las influencias más perceptibles de Amparo en nuestro país, son la


anglosajona y la tradición hispánica. Respecto a la primera, tiene su
origen en Inglaterra mediante el habeas Corpus, declaraciones de
derechos y culmina su desarrollo con el Estado Constitucional
norteamericano, cuya influencia penetró con gran fuerza en las nuevas
repúblicas iberoamericanas durante los primeros años de la vida de
éstas.

La influencia estadounidense se percibe claramente en su formulación


no sólo de la rígida división de poderes, sino en el sentido de la
limitación de los mismos; así, en el proceso constituyente
norteamericano confluyen los factores necesarios para determinar la
supremacía de los jueces bajo la reforma de la "judicial law",
continuidad de la tradición inglesa que contempla a los jueces como
órganos independientes creadores de derecho, y el controvertido
concepto de la soberanía parlamentaria que se complementa con la
idea de que la Constitución es una ley fundamental ante la que han de
someterse el resto de las leyes, y que es función propia de los jueces,
no de la legislatura, interpretar y aplicar las leyes. 

Respecto a la influencia hispánica, ésta no es menor que la


anglosajona, simplemente diferente, así desde el propio término
amparo, que tiene su origen en el derecho español y que ha sido
adoptado por los diversos ordenamientos latinoamericanos. Sin
embargo, la influencia más clara en cuanto a protección de derechos
se refiere se contienen la Leyes de Indias, en cuyo corpus se
proclaman las formulaciones emanadas por el Rey de Castilla
referente al tratamiento de que debían ser objeto los indígenas de las
tierras americanas por parte de los conquistadores primero y de la
Administración colonial posteriormente, a las que limitaba en gran
medida su actuación.

En Venezuela, la influencia más reciente es la mexicana donde


primeramente se conformó el amparo en un texto constitucional,
haciéndose en la constitución del Yucatán de 16 de mayo de 1841, en
sus artículos 8, 9, y 62, aunque su ámbito de aplicación se refería sólo
al estado en referencia. El objeto de la introducción de esta institución
era proteger a los habitantes del Estado contra actos de la autoridad
que violara la Constitución y los derechos fundamentales.

El ejemplo mexicano  produjo algunos intentos de establecer una


figura similar en la constitución de 1811, aunque su proclamación no
se producirá hasta el texto de 1961, en su artículo 49,
reglamentándose por la Ley orgánica de Amparo sobre derechos y
Garantías Constitucionales del 22 de Enero de 1988.

Sin embargo podemos señalar que los antecedentes del amparo


constitucional en Venezuela datan en principio de 1947. En la
Constitución Nacional aprobada por la Asamblea Nacional
Constituyente el cinco de Julio de ese año solo se desglosan de
manera, diríamos efímera, los llamados deberes y derechos
individuales y sociales , tal y como lo disponían los artículos 20 al 28
del mencionado texto.

Luego en la Constitución Nacional de 1953, la cual surgió en un


sistema de fuerza no existe ningún desarrollo en materia de amparo
Constitucional, más bien queda reducido el campo conceptual de la
Constitución de 1947 por motivo del sistema imperante.

La Constitución del 23 de Enero de 1961 consagra el amparo


constitucional en los artículos 49 y 50, dentro de los llamados
derechos o disposiciones generales que engloban los artículos 43 al
50.

Naturaleza jurídica

Es un derecho constitucional, lo que implica que toda persona  puede


ser amparada ante la violación de cualquier derecho que este
consagrado en la Carta Magna incluso cuando no lo esté, siempre y
cuando sea un derecho que se considere inherente a la persona. Lo
característico de este derecho es que comprende un procedimiento
breve, público, oral, gratuito y sencillo lo que garantiza una verdadera
y urgente atención. Es por ello una garantía de restablecimiento de la
lesión actual o inminente.  

Entonces, la situación que busca restituir el Amparo, es aquella cuya


garantía estaba resguardada por la Norma Fundamental, y fue
lesionada con ocasión de efectuada una situación o de dictado un
acto, bien sea, porque los agentes públicos o los particulares,
debiendo conducirse de acuerdo con un precepto de este rango, lo
desconocieron o aplicaron mal. Aunque, también puede deducirse
que, el Amparo puede ser utilizado como mecanismo de prevención
ante una inminente violación  de derechos fundamentales, ya que a
través de éste se pueden suspender los efectos del acto considerado
lesivo y así evitar daños irreparables. Por lo tanto, su procedencia no
solo se da cuando hay una violación sino que también cuando hay
amenaza de violación, permitiendo así evitar la materialización o
permanencia del hecho lesivo y de sus efectos. 

El Amparo es considerado como  una garantía constitucional


específica, para restablecer situaciones que provengan de violaciones
de derechos y garantías fundamentales inherentes a la persona, pero
de ninguna forma de las reguladas legalmente ya que, si así fuere, el
Amparo perdería todo sentido y alcance y se convertiría en un
mecanismo ordinario de control de la legalidad. 

El Amparo Constitucional goza de una serie de principios que lo


particularizan de otras figuras, al respecto tenemos que dentro del
proceso no se pueden relajar las normas de procedimiento ni las
constitucionales, a excepción del desistimiento de la acción de amparo
constitucional solo en casos en que el orden constitucional no sea tan
trágico, esto es, principio del orden publico del proceso. 

Además es importante rescatar que en materia de amparo


constitucional se encuentran habilitados todos los días incluso los de
vacaciones, por lo tanto, los jueces así sean temporales, están en la
obligación de tramitarlo y sentenciarlo. Esto es, principio de la doble
instancia y de la habilitación permanente, respectivamente. 
En el Amparo Constitucional, se da el principio de Inquisitividad, donde
el juez, dado el tipo de derecho que se encuentra en discusión, tiene
facultades amplias hasta el punto de poder mejorar las peticiones del
accionante, evacuar pruebas que considere necesarias para hacerse
un mejor criterio del asunto, y en fin puede realizar actos oficiosos
revestidos de carácter inquisitivo conforme a lo previsto en el articulo
11 del Código de Procedimiento Civil. 

Dado el tipo de derecho que se encuentra en juego, el juicio de


Amparo se encuentra revestido de los principios de celeridad y
urgencia, lo que por consiguiente nos lleva al principio de la
informalidad, simplicidad procesal y gratuidad, es por ello que a
propósito el articulo 254 de la constitución elimino el pago de
aranceles judiciales para todo proceso jurisdiccional. Esto también se
hace ver en lo dispuesto en los artículos 26, 27 y 257 de nuestra Carta
Magna, donde dice, que no se requieren largos procesos, lentos y
llenos de formalismos, por el contrario, se busca agilizar la justicia
mediante procedimientos rápidos, breves, orales, públicos, gratuitos,
sin formalismos, imparciales, independientes, responsables,
equitativos y expeditos.

Cabe resaltar que la Constitución de 1961 consagro en su parte


dogmática todo un mosaico de derechos, los cuales resultan
obligantes para un estado que se precie de ser garante de los
derechos humanos. Antes de la Constitución de 1961 existía el
amparo como recurso, pero no como una autentica acción, ya que
siempre eran tanto su solicitud como su trámite, aplicación y ejecución
de carácter extraordinario.

La primera ley de Amparo y Garantías Constitucionales apareció


publicada en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela nro.
33.891 de fecha 22 de Enero de 1988.  La misma sufrió una reforma
circunscrita únicamente al texto del artículo 8 y se publico en Gaceta
Oficial nro. 34.060, del 27 de Septiembre de 1988. En esta reforma se
incluyen las acciones de amparo constitucional en contra del Consejo
Supremo Electoral y demás organismos electorales del país.

Al dictarse la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


en 1999, esta establece nuevos principios procesales destinados a
garantizar la protección de los derechos de las partes en proceso, pero
tales disposiciones resultan incompatibles con la dictada Ley de
Amparo y Garantías Constitucionales, por ello, esta ley ha sido objeto
de innumerables interpretaciones y modificaciones por vía
jurisprudencial, situación que se mantendrá hasta tanto  sea dictada
una nueva ley especial de amparo.

Base constitucional del amparo

En el título III, capítulo I, art. 27 se encuentra ubicada la acción de


amparo constitucional. En efecto establece el artículo:

Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser amparada por los
tribunales en el goce y ejercicio de los derechos y garantías
constitucionales, aun de aquellos inherentes a la persona que no
figuren expresamente en esta Constitución o en los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos.

El procedimiento de la acción de amparo constitucional será oral,


público, breve, gratuito y no sujeto a formalidad, y la autoridad judicial
competente tendrá potestad para restablecer inmediatamente la
situación jurídica infringida o la situación que más se asemeje a ella.
Todo tiempo será hábil y el tribunal lo tramitará con preferencia a
cualquier otro asunto.
La acción de amparo a la libertad o seguridad podrá ser interpuesta
por cualquier persona, y el detenido o detenida será puesto o puesta
bajo la custodia del tribunal de manera inmediata, sin dilación alguna.

El ejercicio de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno,


por la declaración del estado de excepción o de la restricción de
garantías constitucionales.

Base legal de la acción de amparo 

La encontramos en la ley orgánica de amparo sobre derechos y


garantías constitucionales publicada en el año 1988, y que sirvió para
desarrollar el precepto constitucional sobre amparo que traía la
antigua constitución de 1961 en su art. 49. En razón de que la vigente
ley de amparo es de 1988 y la actual constitución es de 1999, muchos
de sus preceptos no se corresponden con la vigente carta magna
razón por la cual la sala constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia ha hecho algunas modificaciones de la actual ley de amparo.

Modalidades del amparo

Existen en la Ley Orgánica del Amparo sobre derechos y garantías


constitucionales 5 tipos o modalidades del amparo:

Amparo contra normas (art. 3)

Amparo contra decisiones judiciales o amparo judicial ( art.4)

Amparo cautelar ( primer aparte del art. 5)

Habeas corpus (art. 38)


Amparo sobrevenido (art. 6 ordinal 5)

Amparo contra normas

Está previsto en el artículo 3 de la mencionada ley orgánica de amparo


sobre derechos y garantías constitucionales en los términos
siguientes:

“También es procedente la acción de amparo, cuando la violación o


amenaza de violación deriven de una norma que colida con la
Constitución. En este caso, la providencia judicial que resuelva la
acción interpuesta deberá apreciar la inaplicación de la norma
impugnada y el Juez informará a la Corte Suprema de Justicia acerca
de la respectiva decisión”

Si bien el artículo establece que la acción procede cuando la violación


derive de una norma que colida con la constitución, el máximo tribunal
de la república ha establecido en sala constitucional que “realmente
procede contra  el acto de aplicación de la norma y no contra esta
directamente, puesto que las normas por si solas no son capaces de
incidir en la esfera jurídica de los sujetos de derecho por su carácter
abstracto, sino que requieren un acto de aplicación que produzca el
vinculo entre la norma y la situación jurídica lesionada de un particular”
(Sala constitucional, 4/marzo/2004 sentencia nro. 282)

Asimismo la sentencia de esa sala constitucional asienta que la


incapacidad del acto normativo de lesionar directamente al sujeto de
derechos deviene que no sería, en principio una amenaza inminente y
no sería realizable por el imputado (el legislador) puesto que este no
tiene a su cargo la ejecución de las normas que dicta. Por ello, se ha
concluido que en los casos de amparo contra actos normativos, la
norma no es objeto del amparo, sino la causa del acto de aplicación
que resulta lesivo de derechos o garantías constitucionales.

Excepción: existen situaciones en las que se puede prescindir del acto


de aplicación o ejecución de la norma cuestionada, e igualmente es
procedente el amparo in comento, tal es el caso de la norma
autoaplicativa. Está definida como aquella que con su sola
promulgación adquiere operatividad inmediata sin que haya necesidad
de un acto posterior de reglamentación o siquiera de aplicación 1.
Verbigracia: la ley que establece el impuesto al valor agregado (I.V.A),
toda vez que su sola promulgación implica una obligatoriedad efectiva
y actual para las personas allí previstas.

Competencia para conocer del amparo contra norma

La sala constitucional estableció:

“… que en esta modalidad de acción de amparo constitucional lo que


viene a determinar la competencia del órgano jurisdiccional que ha de
conocerla es el objeto de la acción, es decir, la situación jurídica
concreta cuya violación se alega, que debe ser subsumida
objetivamente dentro de los principios de competencia que establece
la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales. De manera que, deberá determinarse, en principio,
cuál es el sujeto encargado de la aplicación de la norma cuestionada
por inconstitucionalidad, para verificar la regla de determinación de la
competencia, ratione materiae y ratione loci, a que se refiere el artículo
7 de la referida Ley Orgánica, conforme a la cual la competencia para
conocer del amparo contra actos normativos le correspondería a los
tribunales de primera instancia de acuerdo con la afinidad con las
materias que le han sido asignadas, en la jurisdicción correspondiente
al lugar donde ocurrió el hecho, acto u omisión que haya motivado la
acción en cuestión; será competente, en cambio, esta Sala
Constitucional de acuerdo a la regla de determinación de la
competencia, ratione personae, prevista en el artículo 8 eiusdem, si se
verifica que el acto, hecho u omisión adoptado en ejecución de la
norma procede de una de las altas autoridades allí mencionadas, o de
las que la jurisprudencia de esta Sala ha venido incorporando”
(Sentencia nro. 104 S.C 1 febrero 2006)

Amparo judicial 

También conocido como amparo contra sentencias, es una acción de


carácter extraordinario, que permite fortalecer el control constitucional
de las decisiones de los tribunales de la república, para mitigar la
angustia y desesperación causada por algún fallo judicial lesivo de
normas fundamentales. Está previsto en el artículo 4 de la ley
Orgánica de Amparo sobre derechos y garantías constitucionales que
reza:

Articulo 4.Igualmente procede la acción de amparo cuando un Tribunal


de la República, actuando fuera de su competencia, dicte una
resolución o sentencia u ordene un acto que lesione un derecho
constitucional.” 

En estos casos, la acción de amparo debe interponerse por ante un


tribunal superior al que emitió el pronunciamiento, quien decidirá en
forma breve, sumaria y efectiva. 
Vale la pena acotar lo que la jurisprudencia de la sala constitucional
del TSJ,  configura dentro del supuesto de la norma:

Amparo contra omisión o falta de pronunciamiento

En sentencia nro. 80 fechada el 9 de marzo del 2000 y con ponencia


del doctor José Delgado Ocando se estableció que si bien se
menciona en la norma el amparo contra una resolución, sentencia o
acto del tribunal, debe entenderse comprendida además en la misma
disposición, la posibilidad de accionar en amparo contra un tribunal por
su falta de pronunciamiento; situaciones que constituyen una omisión
que podría también ser susceptible de conformar un caso de violación
de derechos de rango constitucional. 

Amparo contra un tribunal que actué fuera de su competencia

Se ha analizado la frase que contiene el articulo 4 cuando dice


“actuando fuera de su competencia” y establece la sala que cuando la
norma habla de competencia no se refiere exclusivamente al concepto
técnico procesal, esto es a la materia, cuantía y territorio sino que
involucra también el supuesto de abuso de poder y extra limitación de
las atribuciones. (Sentencia nro. 1, 24 de enero de 2001)

Competencia para conocer del amparo judicial

Conforme al propio artículo 4 de la ley especial de amparo el tribunal


competente es el superior jerárquico del juez que dicto la sentencia.
Amparo cautelar

Es el resultado de la interposición conjunta de amparo constitucional


con los recursos contenciosos administrativos, en cuyo caso el amparo
funge como una medida cautelar de suspensión de efectos.

Esta modalidad se encuentra consagrada en el primer aparte del


artículo 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre derechos y garantías
constitucionales cuando nos dice:

Articulo 5. 

"…Cuando la acción de amparo se ejerza contra actos administrativos


de efectos particulares o contra abstenciones o negativas de la
Administración, podrá formularse ante el Juez Contencioso-
Administrativo competente, si lo hubiere en la localidad conjuntamente
con el recurso contencioso administrativo de anulación de actos
administrativos o contra las conductas omisivas, respectivamente, que
se ejerza. En estos casos, el Juez, en forma breve, sumaria, efectiva y
conforme a lo establecido en el artículo 22, si lo considera procedente
para la protección constitucional, suspenderá los efectos del acto
recurrido como garantía de dicho derecho constitucional violado,
mientras dure el juicio”

La Jurisprudencia de la Sala Político Administrativa en sentencia nro.


00159 del 5 de febrero de 2002 asentó: 
"Cuando, (...) se ejerce el amparo constitucional conjuntamente con el
recurso contencioso administrativo de anulación de un acto
administrativo de efectos particulares, conforme al segundo párrafo del
artículo 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, esta acción tiene el carácter y la función de una
medida cautelar, mediante la cual el Juez con su pronunciamiento,
debe evitar que al accionante le sean violentados derechos o
garantías de rango constitucional, mientras dure el juicio principal."

Competencia para conocer del amparo cautelar

La sala constitucional con  respecto a esta forma de amparo ha dicho


que es una pretensión accesoria del recurso contencioso
administrativo de anulación y por ello sigue el destino de aquella, en
relación con el tribunal competente para conocer del amparo cautelar
se determina a través de la competencia de la pretensión principal.
(Sala constitucional, sentencia nro. 887, del 31 mayo de 2001)

Amparo de la libertad y seguridad personal o Habeas Corpus

Está previsto en el último titulo de la ley orgánica de amparo sobre


derechos y garantías constitucionales, en los artículos 38 y 39. 

El penalista venezolano Fernando Fernández  lo define como un


procedimiento constitucional breve, directo y efectivo mediante el cual
el juez penal competente y del lugar, revisa si una detención es ilegal
o no. Se trata de un proceso especialísimo que protege la libertad
personal frente a los abusos de los funcionarios y del Estado mismo
en perjuicio de los ciudadanos. 
En tal sentido el juez que conoce del habeas corpus no determina
culpabilidad o no del detenido. Solo verifica si fue hecho preso según
lo permiten la Constitución y las leyes. De constatar que la detención
fuere ilegal, debe ordenar la inmediata libertad del detenido mientras
se instaura el juicio que conocerá del fondo de la causa, en caso de
que procediere. Mientras, podrá imponer medidas cautelares. 

A partir de la vigencia del COPP y la Constitución de 1999 el habeas


corpus previsto en la legislación de amparo es modificado
parcialmente: ya no tiene vigencia la detención policial prevista en el
artículo 44 de la ley especial de amparo, en la ley se prevé el período
de 8 días máximo bajo control de la policía. En todo caso, menos por
flagrancia,  ningún policía puede detener a alguien sin orden judicial,
de acuerdo con el artículo 44 constitucional. 

Este tipo de amparo presenta particularidades en varios aspectos:

Con respecto a la legitimidad activa: por razones obvias no será el


agraviado quien interponga la acción, por ello el art. 41 de la ley
especial de amparo establece que cualquier persona puede gestionar
la acción a favor del agraviado, de forma escrita, verbal o vía
telegráfica, e incluso sin necesidad de abogado que lo asista.  

Conforme al artículo 42, una vez admitida la solicitud el juez


competente decidirá en un máximo de 96 horas sobre la privación de
libertad, si encontrare que fue hecha de forma ilegal ordenara la
inmediata libertad del agraviado. Dice el mismo artículo que si el juez
lo considera necesario ordenara caución personal o prohibirá la salida
del país de la persona agraviada por un término no mayor de 30 días.

Competencia para conocer de un habeas corpus


Conforme a la jurisprudencia de la sala constitucional el juez
competente para conocer de una detención policial o administrativa de
libertad es el juez de control. Aunque vale la pena aclarar que en virtud
del art. 44.1 constitucional las detenciones solo pueden ser judiciales.
Ahora en el supuesto que la detención emane de órgano judicial
también es posible atacar este pronunciamiento cuando sea violatorio
de garantías y derechos constitucionales, pero ya no a través de la
modalidad del habeas corpus sino por el amparo contra sentencia
previsto en el art. 4 de la ley especial de amparo, y el juez competente
para conocer será el superior jerárquico de aquel que emitió el
pronunciamiento. (S.C sentencia nro. 165, 13 febrero 2001)

Amparo Sobrevenido

La Ley Orgánica de Amparo en el ordinal 5to del articulo 6, se refiere a


las causales de inadmisibilidad de la acción de amparo constitucional,
si embargo, de manera muy particular, además de señalar uno de los
principios básicos de esta institución (su carácter extraordinario),
establece la figura del amparo sobrevenido, destinada a proteger
algún derecho o garantía constitucionales, vulnerado con posterioridad
a la interposición de una vía ordinaria distinta a la del amparo.

En efecto señala la referida disposición: 

“Articulo 6. No se admitirá la acción de amparo: omissis…

5) Cuando el agraviado haya optado por recurrir a las vías judiciales


ordinarias o hecho uso de los medios judiciales preexistentes. En tal
caso, al alegarse la violación o amenaza de violación de un derecho o
garantía constitucionales, el Juez deberá acogerse al procedimiento y
a los lapsos, establecidos en los artículos 23, 24 y 26 de la presente
Ley, a fin de ordenar la suspensión provisional de los efectos del acto
cuestionado.”

Competencia para conocer de la acción de Amparo sobrevenido.

La Sala Constitucional, en sentencia de 20-01-2000, mencionada


anteriormente, establece claramente la competencia para conocer  de
este tipo de amparo señalando que esta dependerá del tipo de acto
denunciado como lesivo, si este es una decisión judicial, habrá que
aplicar el régimen de competencia previsto en el artículo 4 de la Ley
Orgánica de Amparo, en cambio si la lesión es causada por un tercero
distinto al Juez, la competencia le pertenecerá a ese mismo juez que
viene conociendo el asunto. 

Procedimiento para tramitar el amparo sobrevenido.

El procedimiento para tramitar el Amparo Sobrevenido, lo encontramos


en el artículo 6 ordinal 5to, el cual establece:

“En tal caso, al alegarse la violación o amenaza de un derecho o


garantía constitucionales, el juez deberá acogerse al procedimiento y
los lapsos establecidos en los artículos 23, 24 y 26 de la presente Ley,
a fin de ordenar la suspensión provisional de los efectos del acto
cuestionado”.
De modo que debe seguirse el trámite procesal ordinario del amparo, y
consecuencialmente tomar en cuenta para ello las disposiciones
emanadas de la jurisprudencia en esta materia.

Esta tramitación deberá desarrollarse en un cuaderno separado a la


vía judicial preexistente, a los efectos de no entorpecer, el medio
ordinario utilizado originalmente por el agraviado. Cabe también la
posibilidad, si la urgencia así lo requiere, de acordarse medidas
cautelares en estos procesos de amparo sobrevenido, en cuyo caso
estas cautelas, tendrán la misma naturaleza que las medidas
provisionalísimas.

Efectos del Amparo Sobrevenido.

El Juez que conoce del amparo sobrevenido, debe tener amplias


facultades para suspender la lesión constitucional de que se trate, si
ello puede hacerse mediante una simple suspensión d efectos, muy
bien, pero si se requiere de pronunciamientos distintos o adicionales,
el Juez podrá ordenar todo lo que considere prudente para evitar que
se le cause un daño durante el proceso a la parte que parece que va a
tener la razón. Lógicamente, el Juez debe respetar aquí, los principios
de toda cautela, principalmente los de proporcionalidad y
provisionalidad, de modo de evitar que la sentencia no pueda ser
ejecutada por cualquiera de las partes.

El Carácter Cautelar del Amparo Sobrevenido.


El carácter cautelar del Amparo fue confirmado, por la Sala de
Casación  Civil (en sentencia del 09-10-97, caso: Joao Avelio Gómez)
la cual, señalo:

“así, dicha figura posee carácter cautelar por cuanto está dirigida a
evitar la materialización o continuidad de los efectos lesivos de un
derecho o garantía constitucional en la situación concreta de la parte,
mientras se decide sobre el fondo del asunto que le dio lugar, a
diferencia de los efectos restitutorios plenos que ha de producir el
amparo autónomo. Es, además, provisional o temporal, pues como
pretensión  accesoria de la principal, es obvio que ella deja de existir
en el momento de la emisión del fallo que decida acerca de la
procedencia del medio procesal ordinario; y por último, la urgencia con
que dicha providencia debe ser dictada, ha de ser siempre el resultado
de un sumario proceso Cognición, bajo riesgo de no ser eficaz en la
práctica, la protección del derecho constitucional que se alega
vulnerado”.

Sin embargo, luego de haberse mantenido la tesis del carácter


cautelar del amparo sobrevenido por largo tiempo, la Sala
constitucional  ( en sentencia de 28-7-2000, caso: Luís Alberto Baca)
acoge una extraña concepción del amparo sobrevenido, sugiriendo
que contra una sentencia cuya apelación deba ser oída en un solo
efecto, el perjudicado tiene la opción de intentar la apelación
correspondiente o el amparo constitucional, en caso de violación de
derechos fundamentales, e incluso, pudiera ejercer ambos recursos
paralelamente. Pero en ambos supuestos pareciera que ya no
estaríamos hablando de una medida cautelar, sino de una acción
distinta y ante un tribunal diferente.
Por ello, la sala en la mencionada sentencia hace unas precisiones, en
cuanto a quien puede perjudicar esa actividad procesal (las partes o
los terceros), distinguiendo los siguientes casos:

En cuanto a las partes, los fallos cuya apelación se oye en ambos


efectos, no generan (en principio) acción de amparo alguno, si ellos
contienen transgresiones constitucionales que hagan necesario acudir
a dicha acción, ya que al oírse la apelación en ambos efectos, dichas
sentencias no se ejecutan y los efectos de la lesión no se concretan;
no pudiéndose considerar ni siquiera que hay amenaza de infracción,
ya que el Juez de Alzada o de Casación, si la infracción Constitucional
la contiene el fallo de la ultima instancia recurrible en casación, puede
impedir la concreción de los efectos lesivos a la situación jurídica.

Cuando se trata de fallos cuya apelación se oye en un solo defecto o a


los que se negó la apelación o el recurso de hecho,  si lo acordado en
dichas sentencias si se ejecuta; pero solo cuando esa ejecución va a
causar agravio constitucional a la situación jurídica de una parte, es
que ella podrá acudir a la vía del amparo para proteger su situación
jurídica, ya que concretado el agravio, las cosas no podrán volver a la
situación anterior, ni a una semejante, o la parte lesionada puede optar
por la vía de apelación. por una parte si el agraviado hace uso de la
apelación, es porque considera que este recurso es el optimo para
lograr el restablecimiento de la situación jurídica infringida, ante tal
escogencia, el amparo que se incoare seria inadmisible a tenor de lo
dispuesto en el numeral 5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de
Amparo.

Sin embargo, señala, además la sala que si la apelación no fuera


resuelta en el tiempo pautado por la ley, el apelante podrá incorporar
amparo autónomo, para que el Juez competente conozca de la
infracción que genero la dilación indebida, y además, resuelva la
apelaron no decidida. Por lo tanto considera la sala que la apelación y
el amparo pueden coexistir, cuando el recurso de apelación tiene por
objeto, la decisión de infracciones distintas a las constitucionales, por
lo tanto el objeto de cada proceso es diferente.
Con relación a las sentencias de última instancia, dictadas por
juzgados superiores, que no admiten legalmente ningún otro recurso y
que infrinjan derechos y garantías constitucionales de las partes, estas
podrán acudir ante la sala constitucional, cuando dicha sala fuera
competente, dentro de las condiciones establecidas en el numeral 4
del artículo 6, dentro de los seis meses de conocimiento de la parte
lesionada .Si así no lo hicieren, habrán convenido expresamente en
las infracciones constitucionales, si como lo habrían hecho tácitamente
si existieren signos inequívocos de la aceptación del dispositivo.

Cuando los fallos contentivos de las transgresiones constitucionales


son los emanados de las Salas del Tribunal Supremo de Justicia,
distintos a la Sala Constitucional, esta sala puede corregir las
infracciones, por la vía de la revisión prescrita en el numeral 10 del
articulo336 de la vigente Constitución.

En materia de amparo constitucional las sentencias que dicten en


primera instancia los tribunales distintos a la sala constitucional, solo
podrán ser objeto de amparo si ellas contienen infracciones a
derechos y garantías constitucionales de las partes, que versen sobre
un agravio no juzgado en dichas causas.

Con relación a los autos de mera sustanciación, la sala considera que


no pueden ser motivo de amparo, porque ellos no causan gravamen y
si los causaran, ya no tratan de meros autos de sustanciación y por
ello el régimen aplicable seria el dispuesto en el artículo 2. 

Los actos procesales como tales, lesivos de bienes jurídicos


constitucionales, son objeto de peticiones de nulidad por las partes
afectadas por ellos, y el amparo realmente procederá contra la
sentencia que resuelva la nulidad, o contra la omisión del Juez o del
funcionario judicial de dictarla en el lapso legal. Pero a pesar de ello,
los actos judiciales que violen derechos o garantías constitucionales
de las partes, que de no corregirse de inmediato sus efectos se harían
irreparables, serán objeto de amparo.
Las omisiones judiciales lesivas de derechos y garantías
constitucionales que vienen a actuar como una vía de hecho y que
vienen a actuar dentro del artículo 4 de la Ley orgánica de Amparo,
son objeto inmediato de acción de amparo, ya que la situación jurídica
se convierte en sujeto de una lesión indefinida, mientras no se cumple
la actuación. 

Las partes en caso de que las violaciones infrinjan el orden público,


siempre tendrán expedita la vía del amparo, sin las limitaciones del
numeral 4 del artículo 6 de la Ley especial.

En cuanto a los terceros, el proceso puede afectarlos directa o


indirectamente. Dentro del derecho común, los terceros tienen en las
tercerías para oponerse a los terceros la posibilidad para oponerse a
los efectos lesivos  a su situación jurídica que le causen los fallos,
actos u omisiones procesales, que contengan infracciones a sus
derechos y garantías constitucionales. En este sentido cuando sobre
el mismo tema del amparo exista un juicio en curso diverso al del
amparo, ya que ello significa que el accionante no consideraba de
carácter inmediato la lesión de su situación jurídica o que haya usado
otros medios judiciales para reparar su situación, como pedir al juez de
la causa la aplicación del control difuso  de la constitucionalidad.
Cuando esto ocurra el lesionado, no tiene derecho al amparo ya que el
ha considerado que la vía utilizada es de igual entidad que la del
amparo para obtener la reparación de su situación jurídica.

Con la interposición anteriormente expuesta, pareciera que el amparo


sobrevenido ha perdido su carácter cautelar, pues ya no estaríamos
hablando de un amparo dependiente de un recurso principal, sino más
bien de una acción autónoma y aislada de la vía judicial preexistente.
El particular afectado en sus derechos fundamentales por un fallo
interlocutorio tendría entonces  la opción de ejercer  la vía ordinaria
(apelación), la extraordinaria (el amparo), o incluso ambas; para
cuestionar las lesiones constitucionales (el amparo), la otra para atacar
el resto el resto de los vicios del fallo (apelación).
Requisitos del amparo sobrevenido.

Que se trate de violaciones o amenazas de violaciones de derechos y


garantías constitucionales, producidas durante la tramitación de un
proceso.

Que no exista una vía ordinaria para atacar eficazmente en el


transcurso de un mismo proceso, el nuevo acto, hecho u omisión de
los derechos fundamentales.

Que el presunto agraviante sea el juez, las partes, terceros o algún


órgano auxiliar de justicia.

Supuestos en los cuales será admisible una acción de amparo


sobrevenido.

La Sala Constitucional en sentencia del 12-03-2003, nro. 515, preciso


que “El amparo sobrevenido no procederá en todo supuesto de
irregularidades o alteraciones del orden procesal que impliquen
lesiones o menoscabo de los derechos constitucionales de las partes
en el proceso, sino solamente en aquellos casos en los que concurran
los siguientes supuestos:

Que dichas situaciones ex novo, esto es, en forma sobrevenida, con


posterioridad a la interposición del recurso ordinario, por ejemplo, a la
apelación ante el juzgado superior a quien compete conocer en
primera instancia.

Que tales situaciones (actos u omisiones), una vez constatada su


fragancia, justifiquen la adopción inmediata de una tutela
constitucional cautelar que impida la irreparabilidad de la situación
infringida.
Que la vía ordinaria activada por la parte presuntamente agraviada
(verbigracia, la apelación) no sea idónea para restablecer
oportunamente la injuria constitucional invocada.”

Aspectos procesales de la acción de amparo 

Legitimación activa

En cuanto a la cualidad activa para intentar un amparo la sala


constitucional señalo: 

“la legitimación activa en una acción de amparo la tienen, en principio,


quienes hayan sido directamente afectados en sus derechos
constitucionales, y no los que tengan un simple interés en que la
misma sea procedente, salvo, cuando se trate de un hábeas corpus,
en donde la legitimación activa deja de ser determinada por la
afectación directa para ser extendida a cualquier persona, que actúe
en nombre del afectado, o cuando se trate de personas colectivas e
intereses difusos conforme lo dispone el artículo 27 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, y el artículo 41 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales”
(sentencia numero 2177 S.C, de 12 de septiembre de 2002)

Legitimación pasiva

La legitimación para comparecer en el proceso de amparo


constitucional como parte demandada corresponde a la persona u
órgano del estado que se señale como presunto agraviante, el cual
debe estar perfectamente identificado en el escrito de solicitud de
tutela. La jurisprudencia ha considerado que el sujeto pasivo es la
autoridad que se denuncia como trasgresora de derechos
fundamentales y por tanto la acción va dirigida directamente contra
ella.

Requisitos de admisibilidad

a)  Hecho ilícito.

Debemos  empezar refiriéndonos  a su universalidad, y esta lleva


consigo:

Aparte de proteger  derechos y garantías constitucionales.

Permite el control de cualquier  acto, hecho u omisión que emane de


cualquier órgano del Poder Público y que incluso aquellos que
parezcan estar excluidos de control judicial no lo serán, esto según
decisión de la Sala Político Administrativa del 3 de Enero de 1991,
caso: Anselmo Natale.

Aclarando en lo que consiste la Universalidad del Amparo debemos


decir que existen características que dicho control debe poseer para
que su admisibilidad proceda, dejando claro que no por ello dejan de
existir causales que impiden dicha admisión. (Artículo 6 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías).

Pues bien, dichos requisitos de admisibilidad son:

1- Actualidad de la lesión Constitucional.


Este requisito consiste en lo real de la lesión y el tiempo en el que
debe presentarse, es decir, esta debe ser actual, presente o que si
bien ya  aconteció el mismo debe aun repercutir en la actualidad.

2- Debe ser reparable.

Quiere decir este requisito que las violaciones que se presenten


puedan restablecerse a través de la decisión del Juez competente,
bien sea evitando que se consuma, si no se ha iniciado; suspenderla,
si ya comenzó; o  suspenderla si ya se ha cumplido.

3- Que la lesión Constitucional no haya sido consentida.

Este consentimiento lo tenemos en dos sentidos:

Cuando el actor ha estado de acuerdo con la lesión constitucional; o 

Si no estando de acuerdo ha dejado transcurrir más de 6 meses desde


la violación.

Esta ultima en el sentido de la perdida de la urgencia y de la no


necesidad del restablecimiento del derecho o garantía vulnerada.

Ahora bien, esta causal no es aplicable cuando se trate de situaciones


que infringen el Orden Publico o las Buenas Costumbres, es decir, que
existen casos en que es necesario la intervención del Juez
Constitucional por tratarse de prerrogativas del Poder Público en la
cual no correrá el lapso de caducidad contemplado en el ordinal 4
articulo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales.
4) La amenaza como hecho lesivo.

Anteriormente había quedado claro que debían tratarse de hechos


presentes o pasados pero que estos repercutieran en la actualidad.
Pues bien el ordinal 2 del artículo 6 de la ley bajo estudio se refiere al
hecho lesivo que interesa al futuro, quiere decir que este control se
ocupara de hechos que no sean remotos, o sea, inciertos o
eventuales, sino que va a prevenir toda clase de lesión que resulte de
indudable cometido, cuyo requisito es pues más que una mera
probabilidad, una verdadera certeza fundada en un agravio, es decir,
que la amenaza sea inmediata, posible y realizable por el imputado.

b)  La lesión de un derecho o garantía Constitucionales.

Consiste básicamente en aquellos derechos y garantías consagradas


en la Carta Magna inherentes a la persona humana y cuya infracción
debe ser grave.

c)  El carácter extraordinario del Amparo Constitucional.

Versa en la inexistencia de otro medio procesal ordinario y adecuado


que pueda resolver la situación infringida o por infringir, sino que el
control bajo estudio debe ser utilizado en situaciones extremas. Es
precisamente a esto a que se refiere el carácter subsidiario o
extraordinario de la Acción de Amparo Constitucional, incluso  vías
que no sean las de Amparo, constituye una causal de inadmisibilidad
para esta acción (ordinal 5 del artículo 6 de la ya mencionada ley) pero
esto hoy día ha sido superado, diciendo pues que el carácter
extraordinario de esta acción suele hacerse con el resto de las
causales de inadmisibilidad, es decir, que el Juez puede desechar in
limine litis dicha acción cuando considere que no hay dudas de que se
cuenta con otros medios para resolver la situación que ha sido o que
puede ser infringida.

d) No debe tratarse de decisiones emanadas del Tribunal Supremo de


Justicia.

Esto en virtud de que el Tribunal Supremo de Justicia es la máxima


instancia de la jurisdicción venezolana.

La sala Constitucional en decisión No. 694 de fecha 7 abril de 2003


acento 

“Al respecto, esta Sala observa que, el numeral 6 del artículo 6 de la


Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales
establece lo siguiente: Artículo 6.-´No se admitirá la acción de amparo:
...omissis... 6) Cuando se trate de decisiones emanadas de la Corte
Suprema de Justicia.´ De conformidad con la norma antes transcrita y
de la jurisprudencia aceptada pacíficamente por la extinta Corte
Suprema de Justicia y por este Tribunal Supremo de Justicia (caso:
Isabel Valdivia Rivera, del 23 de marzo de 2001), no es posible el
ejercicio de la acción de amparo constitucional en contra de las
decisiones u omisiones de la extinta Corte Suprema de Justicia, hoy
Tribunal Supremo de Justicia. Como se observa, existe una
prohibición expresa de la ley que rige la materia del amparo
constitucional, del ejercicio de tal acción en contra de las sentencias,
actuaciones u omisiones de alguna de las Salas de este máximo
organismo jurisdiccional, la cual la hace inadmisible, y así se declara”
d) Ejercicio de la acción de amparo en estado de excepción. El
numeral 7 del art. 6 establece: 

Artículo 6.- No se admitirá la acción de amparo:

7) En caso de suspensión de derechos y garantías constitucionales


conforme al artículo 241 de la Constitución, salvo que el acto que se
impugne no tenga relación con la especificación del decreto de
suspensión de los mismos; 

Con respecto al numeral 7 del art. 6 de la ley especial de amparo,


cuando exista un estado de excepción no puede interponerse una
acción de amparo. Este numeral es abiertamente antagónico al último
aparte del art. 27 de la actual constitución nacional, el cual reza:

“El ejercicio de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno,


por la declaración del estado de excepción o de la restricción de
garantías constitucionales”

Asimismo la ley de estados de excepción en su artículo 7, numeral 12


establece que no se puede restringir el amparo constitucional.

Por tanto a nuestro criterio este numeral no debería ser considerado


una causal de inadmisión del amparo.

Competencia de acuerdo a la ley y la jurisprudencia para conocer de


un amparo

El título III de la ley especial de amparo establece la competencia en


los artículos 7 y 8. El artículo 7 establece:
Artículo 7.- Son competentes para conocer de la acción de amparo, los
Tribunales de Primera Instancia que lo sean en la materia afín con la
naturaleza del derecho o de la garantía constitucionales violados o
amenazados de violación, en la jurisdicción correspondiente al lugar
donde ocurrieren el hecho, acto u omisión que motivaren la solicitud
de amparo.

En caso de duda, se observarán, en lo pertinente, las normas sobre


competencia en razón de la materia. 

Si un Juez se considerare incompetente, remitirá las actuaciones


inmediatamente al que tenga competencia. 

Del amparo de la libertad y seguridad personales conocerán los


Tribunales de Primera Instancia en lo Penal, conforme al
procedimiento establecido en esta ley.

El legislador en este artículo hace referencia a 3 aspectos para


determinar la competencia del tribunal que conocerá del amparo. En
primer lugar al grado de competencia cuando establece que
conocerán las acciones de amparo los tribunales de primera instancia.
La sala constitucional en sentencia nro. 26 del 25 de enero de 2001
estableció: 

“En lo que concierne a la competencia por razón del grado, las


disposiciones previstas en los artículos 7 y 35 de la citada Ley
Orgánica establecen que, en primera instancia, el órgano competente
es el Tribunal de Primera Instancia, y, en segunda instancia, lo es el
Tribunal Superior respectivo. Ahora bien, los tribunales pueden
conocer, según el caso, en primera instancia, en segunda instancia o
en instancia única. En el caso de los Tribunales Superiores en lo Civil
y Contencioso Administrativo, los mismos conocen, en segunda
instancia, en la materia civil, de las decisiones que pronuncian los
Tribunales de Primera Instancia en lo Civil; en cambio, conocen en
primera instancia, en materia administrativa, de las causas que tienen
atribuidas por ley, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 181
de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia”

En segundo lugar encontramos lo que la doctrina ha llamado el criterio


de afinidad, consiste en atribuir competencia de las acciones de
amparo a los tribunales que se encuentren mas familiarizados por su
competencia ordinaria con los derechos y garantías constitucionales
denunciados. Este criterio lo ubicamos en el artículo cuando dice “…
que lo sean en la materia afín con la naturaleza del derecho o de la
garantía constitucionales violados o amenazados de violación…” De
esta manera en criterio del autor patrio Rafael Chavero la intención de
la ley fue atribuir la competencia en materia de amparo a aquel juez
que tuviera mejor conocimiento del derecho o garantía constitucional
que se iba a debatir durante el proceso de amparo.

En tercer lugar el legislador establece el criterio territorial en el art. 7


cuando dispone: “en la jurisdicción correspondiente al lugar donde
ocurrieren el hecho, acto u omisión que motivaren la solicitud de
amparo. Es decir que además de advertir los criterios legales en razón
de la materia para identificar el tribunal que conocerá del amparo, es
necesario aplicar el criterio del territorio, entonces será competente el
tribunal de la jurisdicción donde ocurrió el hecho lesivo.

Criterio orgánico para determinar la competencia en el art. 8


Recordemos que la ley orgánica de amparo fue promulgada en el año
1988, es decir que es anterior a la constitución actual del año 99,
razón por la cual muchos aspectos de la ley vigente de amparo no se
corresponden con la actual constitución, así el art. 8 establece:

Artículo 8.- La Corte Suprema de Justicia conocerá, en única instancia


y mediante aplicación de los lapsos y formalidades previstos en la ley,
en la sala de competencia afín con el derecho o garantía
constitucionales violados o amenazados de violación, de las acciones
de amparo contra los hechos, actos y omisiones emanados del
Presidente de la República, de los Ministros, del Consejo Supremo
Electoral y demás organismos electorales del país, del Fiscal General
de la República, del Procurador General de la República o del
Contralor General de la República

Este artículo recoge lo que la doctrina ha denominado el criterio


orgánico o privilegiado para conocer de las acciones de amparo que
se intenten contra los actos emanados por  los funcionarios allí
mencionados. La disposición in comento a raíz de las
transformaciones sufridas como consecuencia de la nueva
constitución de 1999 y sobre todo con la creación de la sala
constitucional se altero notablemente, toda vez que esta sala paso
asumir en forma monopólica, la competencia asignada por el art. 8 de
la ley orgánica de amparo. Así lo asentó la sala constitucional en
sentencia nro. 1 del 20 de enero de 2000 en ponencia del magistrado
Jesús Cabrera:

“Por ser función de esta Sala, según el artículo 335 de la Constitución,


la interpretación de dicha Carta Magna, es claro que la materia de su
conocimiento abarca las infracciones constitucionales, como lo
demuestran las atribuciones que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela otorga a la Sala Constitucional en su artículo
336. Esta circunstancia la convierte en la Sala que por la materia tiene
la competencia para conocer, según el caso, de las acciones de
amparo constitucional propuestas conforme a la Ley Orgánica de
Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales. Por otra parte,
debido a su condición de juez natural en la jurisdicción constitucional,
la competencia que contempla el artículo 8 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales ha
desaparecido, ya que la materia constitucional corresponde a esta
Sala (téngase presente que la creación de una Sala con competencia
constitucional, origina un criterio orgánico para delimitar la
competencia en el cual se encuentran comprendidos, necesariamente,
todos los asuntos relacionados con la Constitución). 

Por las razones expuestas, esta Sala declara que, la competencia


expresada en los artículos 7 y  8 de la ley antes citada, se distribuirá
así: 

Corresponde a la Sala Constitucional, por su esencia, al ser la máxima


protectora de la Constitución y además ser el garante de la
supremacía y efectividad de las normas y principios constitucionales,
de acuerdo con el artículo 335 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, el conocimiento directo, en única instancia,
de las acciones de amparo a que se refiere el artículo 8 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales,
incoadas contra los altos funcionarios a que se refiere dicho artículo,
así como contra los funcionarios que actúen por delegación de las
atribuciones de los anteriores. Igualmente, corresponde a esta Sala
Constitucional, por los motivos antes expuestos, la competencia para
conocer de las acciones de amparo que se intenten contra las
decisiones de última instancia emanadas de los Tribunales o Juzgados
Superiores de la República, la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo y las Cortes de Apelaciones en lo Penal que infrinjan
directa e inmediatamente normas constitucionales.

Asimismo, corresponde a esta Sala conocer  las apelaciones y


consultas sobre las sentencias de los Juzgados o Tribunales
Superiores aquí señalados, de la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo y las Cortes de Apelaciones en lo Penal, cuando ellos
conozcan la acción de amparo en Primera Instancia. 

Corresponde a los Tribunales de Primera Instancia de la materia


relacionada o afín con el amparo, el conocimiento de los amparos que
se interpongan, distintos a los expresados en los números anteriores,
siendo los Superiores de dichos Tribunales quienes conocerán las
apelaciones y consultas que emanen de los mismos, de cuyas
decisiones no habrá apelación ni consulta.

En materia penal, cuando la acción de amparo tenga por objeto la


libertad y seguridad personales, será conocida por el Juez de Control,
a tenor del artículo 60 del Código Orgánico Procesal Penal, mientras
que los Tribunales de Juicio Unipersonal serán los competentes para
conocer los otros amparos de acuerdo a la naturaleza del derecho o
garantía constitucional violado o amenazado de violación que sea afín
con su competencia natural.  Las Cortes de Apelaciones conocerán de
las apelaciones y consultas de las decisiones que se dicten en esos
amparos”

Es apreciable la diferencia entre el artículo 8 de la ley, y el mandato


nro. 1 que estableció la sala constitucional, mientras la ley daba
competencia a las salas de la extinta Corte Suprema de Justicia en
razón de la materia a fin con el derecho violado para conocer del
amparo contra los altos funcionarios del gobierno, la jurisprudencia
transcrita establece que la jurisdicción para conocer de estos amparos
corresponde exclusivamente y en única instancia a la sala
constitucional. La jurisprudencia también establece que la sala
constitucional conocerá no solo de los amparos contra los funcionarios
del art. 8, sino contra los funcionarios que actúen por delegación de
estos. 
La misma sentencia configura otros aspectos como el establecido en
el numeral 4to, que cambia el ultimo aparte del art. 7, al especificar
mas claramente los tribunales competentes en materia de habeas
corpus, el amparo que tengan por objeto la seguridad y libertad
personal será el  Juez de control, y los demás amparos relativos a
materia penal pero que se refieran a otros derechos corresponden a
los tribunales de juicio. Las cortes de apelaciones conocerán en
apelación de las causas que se lleven en los tribunales mencionados
anteriormente (de control y juicio)

Competencia de los tribunales de municipio

Para garantizar el acceso a la justicia y la interposición del amparo, la


ley especial trae un mecanismo para tramitar un amparo en aquellos
lugares donde no haya tribunales de primera instancia, así el artículo 9
establece cuando los hechos, actos, u omisiones constitutivos de la
violación del derecho o de la garantía constitucional se produzcan en
lugar donde no funcionen tribunales de primera instancia, se
interpondrá la acción de amparo ante cualquier juez de la localidad (o
municipio) quien lo decidirá

Competencia de acuerdo a la jurisprudencia de la sala electoral para


conocer de amparos

”La Sala Electoral conocerá de los amparos autónomos contra actos


sustantivamente electorales de los titulares de los órganos
administrativos distintos a las máximas autoridades de la República
mencionadas en el artículo 8 de la Ley Orgánica de Amparo, e
igualmente de los entes mencionados en el artículo 293, numeral 6,
constitucional”(Sentencia nro. 90 sala electoral 26 julio de 2000)

Procedimiento para tramitar un amparo

El título IV de la ley orgánica de amparo se denomina “del


procedimiento“ Establece algunos aspectos importantes relativos por
ejemplo al carácter de orden público que tiene el procedimiento de
amparo, razón por la cual siempre que haya un procedimiento de
amparo se notifica el ministerio público, aunque la no intervención de
este al procedimiento no es causal de reposición. Así lo establece el
art. 14

Artículo 14.- La acción de amparo, tanto en lo principal como en lo


incidental y en todo lo que de ella derive, hasta la ejecución de la
providencia respectiva, es de eminente orden público. 

Las atribuciones inherentes al Ministerio Público no menoscaban los


derechos y acciones de los particulares. La no intervención del
Ministerio Público en la acción de amparo no es causal de reposición
ni de acción de nulidad. 

Con ponencia del magistrado Jesús Eduardo Cabrera la sentencia del


1 de febrero del año 2000, la sala constitucional estableció el
procedimiento de amparo, e hizo una distinción entre el procedimiento
general de amparo y el procedimiento de amparo contra sentencia. 

Procedimiento general de amparo


En un análisis referente a la jurisprudencia citada, el procedimiento de
amparo lo podemos resumir en las siguientes fases:

a) Fase de admisión 

El procedimiento se inicia a través de una solicitud que conforme al


artículo 16 de la ley puede ser  oral o escrita

Artículo 16.- La acción de amparo es gratuita por excelencia. Para su


tramitación no se empleará papel sellado ni estampillas y en caso de
urgencia podrá interponerse por vía telegráfica. De ser así, deberá ser
ratificada personalmente o mediante apoderado dentro de los tres (3)
días siguientes. También procede su ejercicio en forma verbal y, en tal
caso, el Juez deberá recogerla en un acta.

Interposición de amparo vía correo electrónico

La tramitación de amparo no está sujeta a formalidad razón por la cual


puede interponerse como dice el art. por vía telegráfica, hoy día no
hablamos de telégrafos pero si de Internet, La sala constitucional en
sentencia del 9 de abril del 2001, en decisión nro. 523 estableció la
idoneidad del correo electrónico para la interposición de acciones de
amparo. Pero como reza en el art. 16 de la ley orgánica de amparo
esta solicitud electrónica deberá ser ratificada personalmente o por
medio de apoderado dentro de los 3 días siguientes. En virtud de lo
anterior en el portal electrónico del Tribunal Supremo de Justicia
www.tsj.gov.ve existe una herramienta para interponer amparos a
través de un formulario electrónico.
De acuerdo al art. 18 la solicitud de amparo deberá contener:

Los datos concernientes a la identificación de la persona agraviada y


de la persona que actúe en su nombre, y en este caso con la
suficiente identificación del poder conferido; 

Residencia, lugar y domicilio, tanto del agraviado como del


agraviante; 

Suficiente señalamiento e identificación del agraviante, si fuere


posible, e indicación de la circunstancia de localización; 

Señalamiento del derecho o de la garantía constitucional violado o


amenazado de violación; 

Descripción narrativa del hecho, acto, omisión y demás circunstancias


que motiven la solicitud de amparo; 

Y, cualquiera explicación complementaria relacionada con la situación


jurídica infringida, a fin de ilustrar el criterio jurisdiccional. 

Dice el mismo artículo que en caso de que la solicitud se hiciere en


forma oral se exigirán en lo posible los mismos requisitos.

A este artículo la jurisprudencia de la sala constitucional del 1 de


febrero del año 2000:

“…pero el accionante además de los elementos prescritos en el citado


artículo 18 deberá también señalar en su solicitud, oral o escrita, las
pruebas que desea promover, siendo esta una carga cuya omisión
produce la preclusión de la oportunidad, no solo la de la oferta de las
pruebas omitidas, sino la de la producción de todos los instrumentos
escritos, audiovisuales o gráficos, con que cuenta para el momento de
incoar la acción y que no promoviere y presentare con su escrito o
interposición oral; prefiriéndose entre los instrumentos a producir los
auténticos. El principio de libertad de medios regirá estos
procedimientos, valorándose las pruebas por la sana crítica, excepto la
prueba instrumental que tendrá los valores establecidos en los
artículos 1359 y 1360 del Código Civil para los documentos públicos y
en el artículo 1363 del mismo Código para los documentos privados
auténticos y otros que merezcan autenticidad, entre ellos los
documentos públicos administrativos”

En el caso que la solicitud de amparo no cumpla con los extremos del


art. 18, el tribunal notificara al solicitante para que corrija los defectos u
omisiones dentro del lapso de 48 horas siguientes a la notificación. 

Artículo 19.- Si la solicitud fuere oscura o no llenare los requisitos


exigidos anteriormente especificados, se notificará al solicitante del
amparo para que corrija el defecto u omisión dentro del lapso de
cuarenta y ocho horas siguientes a la correspondiente notificación. Si
no lo hiciere, la acción de amparo será declarada inadmisible. 

Como se desprende del art. 19 citado el solicitante deberá corregir el


defecto dentro del lapso de 48 horas siguientes a la notificación que se
le haga de estas, y si no lo hace se le declarara inadmisible la
solicitud. Por el contrario si subsana las omisiones o defectos el
tribunal admitirá el amparo.

b) Fase de Notificación 

Luego de admitida la acción se ordenara la citación del presunto


agraviante y se notificara al ministerio publico a los fines de que se
presenten al tribunal para conocer el día en que tendrá lugar la
audiencia oral, cuya fijación y celebración deberá realizarse dentro de
las 96 horas luego de la ultima notificación. 

Esta notificación según la misma sentencia de la Sala Constitucional


del 1/02/2000, podrá ser practicada mediante boleta, o comunicación
telefónica, fax, telegrama, correo electrónico, o cualquier medio de
comunicación interpersonal, bien por el órgano jurisdiccional o bien por
el Alguacil del mismo, indicándose en la notificación la fecha de
comparecencia del presunto agraviante y dejando el Secretario del
órgano jurisdiccional, en autos, constancia detallada de haberse
efectuado la citación o notificación y de sus consecuencias.

c) Fase oral 

En la fecha de comparecencia se celebrara la audiencia oral y pública


las partes, oralmente, propondrán sus alegatos y defensas ante la
Sala Constitucional o el tribunal que conozca de la causa en primera
instancia, y ésta o éste decidirá si hay lugar a pruebas, caso en que el
presunto agraviante podrá ofrecer las que considere legales y
pertinentes, ya que este es el criterio que rige la admisibilidad de las
pruebas. Los hechos esenciales para la defensa del agraviante, así
como los medios ofrecidos por él se recogerán en un acta, al igual que
las circunstancias del proceso.

Además, en la audiencia ante el Tribunal que conozca en primera


instancia en que se evacuen estas pruebas de lo actuado, se levantará
un acta que firmarán los intervinientes

Incomparecencia del agraviante a la audiencia oral: 


La falta de comparecencia del presunto agraviante a la audiencia oral
aquí señalada producirá los efectos previstos en el artículo 23 de la
Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías
Constitucionales.

Artículo 23.- Si el Juez no optare por restablecer inmediatamente la


situación jurídica infringida, conforme al artículo anterior, ordenará a la
autoridad, entidad, organización social o a los particulares imputados
de violar o amenazar el derecho o la garantía constitucionales, que en
el término de cuarenta y ocho (48) horas, contadas a partir de la
respectiva notificación, informe sobre la pretendida violación o
amenaza que hubiere motivado la solicitud de amparo.

Incomparecencia del agraviado a la audiencia oral:

La falta de comparecencia del presunto agraviado dará por terminado


el procedimiento.

En caso de litis consorcios necesarios activos o pasivos, cualquiera de


los litis consortes que concurran a los actos, representará al
consorcio. 

d) fase de decisión 

El órgano jurisdiccional, en la misma audiencia, decretará cuáles son


las pruebas admisibles y necesarias, y ordenará, de ser admisibles,
también en la misma audiencia, su evacuación, que se realizará en
ese mismo día, con inmediación del órgano en cumplimiento del
requisito de la oralidad o podrá diferir para el día inmediato posterior la
evacuación de las pruebas.
Si decide inmediatamente, deberá exponer en forma oral el dispositivo
del fallo. El fallo lo comunicara el juez o el presidente del tribunal
colegiado si es el caso, pero la sentencia escrita deberá ser redactada
por el ponente o quien decida el presidente del tribunal.

Si el juez decide diferir la audiencia, podrá hacerlo, pero por un lapso


no mayor a 48 horas por estimar que es necesaria la presentación o
evacuación de alguna prueba que sea fundamental para decidir el
caso, o a petición de alguna de las partes o del Ministerio Público.

Procedimiento de amparo contra sentencia

En esta modalidad de amparo el legitimado pasivo es el tribunal que


dicto la sentencia lesiva de derechos constitucionales. La misma
decisión de carácter vinculante de la sala constitucional (fecha: 1 de
febrero de 2000) que venimos analizando estableció el procedimiento
a seguir cuando se intentan acciones de amparo constitucional contra
decisiones judiciales y al efecto determina que las formalidades se
simplificaran aun mas, debiendo notificarse al presunto agraviante (al
juez que dicto la sentencia) así como a las partes que intervinieron en
ese proceso la oportunidad en que se realizara la audiencia oral para
que estas presenten sus alegatos y argumentos respecto a la acción.
Si el presunto agraviante, el juez no comparece a la audiencia no se le
tendrá por confeso. 

Estos amparos se intentaran con la copia certificada del fallo que se


pretende impugnar a menos que por la urgencia no pueda obtenerse a
tiempo la copia certificada, caso en el cual se admitirán las copias
previstas en el artículo 429 del Código Procedimiento Civil, no
obstante en la audiencia oral deberá presentarse copia auténtica de la
sentencia. 

Unas vez notificadas,  la oportunidad de la  audiencia será igual que


en el procedimiento anterior es decir dentro de las 96 horas siguientes
la ultima notificación. 

La incomparecencia del presunto agraviante (juez) no significará


aceptación de los hechos, y el órgano que conoce del amparo,
examinará la decisión impugnada.

Y también deberá decidirse la acción el mismo día de la audiencia


oral.

Procedimiento de amparo cautelar

Como se dijo anteriormente la naturaleza de esta especial acción es


accesoria, toda vez que sigue el destino de la acción principal. En este
sentido como el amparo cautelar se ejerce conjuntamente con un
recurso contencioso administrativo de nulidad, quienes son
competentes para conocer de los amparos cautelares en
consecuencia son los juzgados contenciosos de la república. Dejando
claro quiénes son competentes para conocer de esta modalidad de
amparo procedemos a explanar el tratamiento que conforme a la sala
político administrativa se da al amparo conjunto.

La sala político administrativa ha dicho:


“…que el carácter accesorio e instrumental del amparo cautelar hace
posible asumirlo en los mismo términos que una medida cautelar, con
la diferencia de que el primero alude exclusivamente a la violación de
derechos y garantías de rango constitucional, circunstancia ésta que
por su trascendencia, hace aún más apremiante el pronunciamiento
sobre la procedencia de la medida solicitada” (sentencia nro. 3303
SPA, 24 octubre 2006)

Establece la sala además en la misma sentencia: 

“…en tanto se sancione la nueva ley que regule lo relacionado con la


interposición y tramitación de esta especial acción, es necesaria la
inaplicación del trámite previsto en los artículos 23, 24 y 26 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales,
por considerarlo contrario a los principios que informan la institución
del amparo, lo cual no es óbice para que continúen aplicándose las
reglas de procedimiento contenidas en dicha Ley, en todo aquello que
no resulte incongruente a la inmediatez y celeridad requerida en todo
decreto de amparo

En su lugar, acordó una tramitación similar a la seguida en los casos


de otras medidas cautelares, por lo que, una vez admitida la causa
principal por la Sala, debe emitirse al mismo tiempo un
pronunciamiento sobre la providencia cautelar de amparo solicitada,
con prescindencia de cualquier otro aspecto, cumpliéndose así con el
propósito previsto en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela”

Afirmó la Sala en dicho fallo y así lo ratifica en esta oportunidad, que la


tramitación así seguida no reviste en modo alguno, violación del
derecho a la defensa de la parte contra quien obra la medida, pues
ésta podrá hacer la correspondiente oposición, una vez ejecutada la
misma, siguiendo a tal efecto el procedimiento pautado en los artículos
602 y siguientes del Código de Procedimiento Civil; ello ante la
ausencia de un iter indicado expresamente por la Ley, conforme a la
previsión contenida en el artículo 102 de la entonces vigente Ley
Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, ahora previsto en el artículo
19 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la
República Bolivariana de Venezuela…”

Conforme a la jurisprudencia de la Sala Político Administrativa el


procedimiento de amparo cautelar se puede resumir en los siguientes
términos:

Se decide primero sobre la admisibilidad de la acción principal.

En caso que se declare inadmisible la acción principal, se dará por


concluido el juicio y se ordenara el archivo del expediente.

Para el supuesto que la acción principal sea declarada admisible. Se


procederá inmediatamente a decidir de la procedencia o no del
amparo cautelar. Para ello el accionante debe probar la existencia de
dos requisitos concurrentes: El fumus boni iuris, esto es la probabilidad
de que el resultado del proceso sea favorable al actor. El periculum in
mora, o riesgo de que durante el tiempo que transcurra hasta la
decisión definitiva se puede frustrar la efectividad del fallo.

En caso de cumplir el accionante con los requisitos anteriores, el


tribunal declarara procedente la acción de amparo cautelar y en
consecuencia suspenderá los efectos de la providencia o resolución
que se pretende anular a través de la acción principal.

Publicada la sentencia que suspende provisionalmente los efectos de


la resolución, se notificara al presunto agraviante, para que si lo estima
conveniente formule oposición conforme al 601, y 602 del código de
procedimiento civil.
Apelación de la decisión de amparo

En el mismo fallo de la sala constitucional que establece el


procedimiento de amparo, se establece la apelación:

“… Contra la decisión dictada en primera instancia, podrá apelarse


dentro de los tres (3) días siguientes a la publicación del fallo, la cual
se oirá en un sólo efecto a menos que se trate del fallo dictado en un
proceso que, por excepción, tenga una sola instancia” (Como el caso
del amparo contra altos funcionarios del gobierno art. 8) 

De no apelarse, pero ser el fallo susceptible de consulta, deberá


seguirse el procedimiento seguido en el artículo 35 de la Ley Orgánica
de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, esto es, que
la sentencia será consultada con el Tribunal Superior respectivo, al
cual se le remitirá inmediatamente el expediente, dejando copia de la
decisión para la ejecución inmediata. 

Derogatoria del art. 35 de la ley orgánica de amparo sobre derechos y


garantías constitucionales. 

Es importante destacar que por sentencia de la sala constitucional de


22 de junio de 2005, expediente numero 03 – 3267 el art. 35 de la ley
orgánica de amparo sobre derechos y garantías constitucionales que
preveía la consulta en materia de amparo quedo derogado por la única
disposición derogatoria de la constitución vigente. 
“La Sala considera, después de un cuidadoso análisis del asunto y de
la observación, a través del tiempo, de las circunstancias que fueron
expuestas, que la consulta a que se refiere el artículo 35 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, tal
como se razonó, antagoniza con lo que disponen los artículos 26, 27 y
257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por
lo que se declara que ella, la consulta, fue derogada por la disposición
Derogatoria Única de la Constitución vigente. Así se declara. Cabe
destacar que nuestro legislador ha ido suprimiendo la consulta en
materias sensibles, incluso de orden público, por cuanto ha estimado
que la garantía del recurso, sin necesidad de que se supla la voluntad
del justiciable, es suficiente para la protección de los altos intereses
cuya tutela le ha sido confiada. Así, fue eliminada la consulta en
materia de divorcio y separación de cuerpos que existía en el Código
de Procedimiento Civil derogado (artículo 557) y lo fue también en
materia penal general y de Salvaguarda del Patrimonio Público, en la
transición del Código de Enjuiciamiento Criminal y la Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público (en materia de procedimiento) al
Código Orgánico Procesal Penal”

En conclusión el procedimiento de consulta ha sido derogado, razón


por la cual no se aplica en la actualidad

BIBLIOGRAFÍA

REQUENA, José Leonardo y otros. Ley Orgánica de Amparo sobre


Derechos y Garantías Constitucionales. Exégesis jurisprudencial.
Colección Doctrinal Nro. 5. Caracas. Venezuela. 2003.

CASTILLO, José Luis y otros. El Amparo Constitucional y la Tutela


Cautelar de la Justicia Administrativa.

CHAVERO, Rafael. El nuevo régimen del amparo constitucional de


Venezuela. Editorial Sherwood. Caracas. Venezuela.
MONTOYA, Cesar. El amparo constitucional. Editorial LIVROSCA.
Caracas. Venezuela.

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