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A veces es interesante seguir una idea y ver a donde te lleva, incluso aunque tu
instinto y todo lo que has estado enseñando sobre el juego te digan que es un
error. Cuando Colón viajó a través del mundo, muchos rieron y dijeron que se
caería por el borde. Yo tengo una sensación similar respecto al pensamiento
anterior.
El punto de partida de este artículo surgió al observar jugadores muy jóvenes
sin tener inhibiciones respecto a las líneas de carrera. A partir de dichas
observaciones surgió una pregunta:
¿Qué ocurriría si animásemos activamente a los jugadores a correr
lateralmente a lo ancho del campo? Como la mayoría de los entrenadores he
repetido, sin preguntarme nunca el por qué, el “mantra” que me enseñaron en
la escuela: “Corre recto. No derives. Reserva el espacio al exterior”.
Naturalmente esto proporciona éxitos pero pronto las defensas se hacen
conscientes y desarrollan su propio sistema para arreglárselas con la estrategia
atacante.
COMPRENDIENDO EL PROBLEMA
A partir de melé, ruck y maul, la mayoría de los equipos trabajan variaciones de
la defensa en barrido, con los jugadores deslizándose a lo ancho del campo.
Obviamente, la defensa lo hace para reducir la amenaza que supone el ataque
por el exterior. Este sistema funciona porque cada defensor protege el hombro
interior del jugador atacante situado al exterior de él. Esto permite a los
delanteros ocupar los huecos al interior del medio de apertura y parar cualquier
amenaza de ataque a través de los canales cercanos.
El sistema funciona, y cuando se hace bien, la defensa puede dominar el juego.
La defensa deslizante domina. Por eso ha sido misión del entrenador encontrar
maneras más complejas de parar la defensa que se desliza a lo ancho del
campo. El gráfico siguiente muestra que si la defensa es estática es inefectiva y
es fácil desbordarla, pero que si la defensa se mueve, su efectividad se
incrementa con la velocidad.
Para tomar la decisión correcta, el portador del balón necesita ser consciente
de cuál debería ser su señal visual. La señal más importante para su toma de
decisión será la acción del defensor más cercano a lo ancho (siguiente del
defensor directo, para A1 debería ser mirar a D2 y después a D3). La dirección
lateral de la carrera hará fácil para el portador del balón valorar las acciones de
esos defensores, así como, la cantidad de espacio al exterior de la defensa y
detrás de la misma. Si D3 hace un cambio de pie al interior para realizar un
placaje, entonces, A1 debería pasar (diagrama 6a)
Si D2 hace un cambio de pie para realizar un placaje, entonces, A1 puede
pasar o intentar evadir a D2 (diagrama 6b). Puedes esperar que esto suceda
contra una defensa poco organizada.
Para probar las opciones (i) y (iv) intenta el siguiente ejercicio de 1 contra 1
Pide a los jugadores que empiecen uno junto a otro separados
aproximadamente unos 7 m., reta al portador a correr a través del campo
experimentando diferentes fintas, usando la cabeza, los hombros, los pies y el
balón. Pronto se dará cuenta que podrían encontrarse está situación en un
partido y que hay muchas más oportunidades para anotar que en la situación
de un 1 contra 1 enfrentados en una canal de 5 m. de ancho. Un jugador rápido
contra uno lento tiene poca ventaja en un canal estrecho, pero adquiere gran
ventaja si ambos están esprintando a lo ancho del campo. El canal es todavía
estrecho, pero está cambiando. D2 tiene ahora un problema real, ya que en
esta situación un jugador con ritmo, con libertad para correr a lo ancho del
campo y buenas habilidades de evasión podría encontrar muchas
oportunidades para realizar una ruptura. Si preguntases al defensor que
confeccionara una lista, en orden de preferencia, sobre el placaje que preferiría
realizar, de frente, lateral o corriendo paralelamente, ¿cómo respondería?
Como entrenador probablemente responderías, “de frente”. Tus jugadores
pueden decir “lateralmente”, es más fácil. Con toda seguridad no van a elegir
corriendo paralelamente.
Esto sólo ayuda a la defensa a clarificar sus funciones, ya que el más abierto
de los dos defensores cambiará su responsabilidad, mucho más pronto, hacia
el portador del balón.
¿Y si el jugador atacante más abierto se mantiene también corriendo a lo
ancho (diagrama 12)
CONCLUSIÓN
Este es un análisis muy teórico sobre el espacio lateral y el tiempo. Todos
hemos visto a equipos corriendo a 45º de la línea de lateral, pasando el balón
de mano en mano, hasta llegar al ala que se queda clavado en la línea de
lateral. La estrategia que se analiza en este artículo es diferente, se refiere a
esprintar con un ángulo de 90º a lo ancho del campo. Esto funciona en las
prácticas de entrenamiento y proporciona a los jugadores comprensión
respecto a que lo que están intentando conseguir es efectivo.
Si la defensa no se desliza de ningún modo, será inefectiva y por lo tanto batida
por el exterior. Si es forzada a deslizarse muy rápidamente también se vuelve
inefectiva.