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PENSAMIENTO LATERAL

Autor: Peter Bath, Manager de Desarrollo Regional para West Midlands


Traducción: Juan A. Arenas
Fuente: www.rfu.com

A veces es interesante seguir una idea y ver a donde te lleva, incluso aunque tu
instinto y todo lo que has estado enseñando sobre el juego te digan que es un
error. Cuando Colón viajó a través del mundo, muchos rieron y dijeron que se
caería por el borde. Yo tengo una sensación similar respecto al pensamiento
anterior.
El punto de partida de este artículo surgió al observar jugadores muy jóvenes
sin tener inhibiciones respecto a las líneas de carrera. A partir de dichas
observaciones surgió una pregunta:
¿Qué ocurriría si animásemos activamente a los jugadores a correr
lateralmente a lo ancho del campo? Como la mayoría de los entrenadores he
repetido, sin preguntarme nunca el por qué, el “mantra” que me enseñaron en
la escuela: “Corre recto. No derives. Reserva el espacio al exterior”.
Naturalmente esto proporciona éxitos pero pronto las defensas se hacen
conscientes y desarrollan su propio sistema para arreglárselas con la estrategia
atacante.

COMPRENDIENDO EL PROBLEMA
A partir de melé, ruck y maul, la mayoría de los equipos trabajan variaciones de
la defensa en barrido, con los jugadores deslizándose a lo ancho del campo.
Obviamente, la defensa lo hace para reducir la amenaza que supone el ataque
por el exterior. Este sistema funciona porque cada defensor protege el hombro
interior del jugador atacante situado al exterior de él. Esto permite a los
delanteros ocupar los huecos al interior del medio de apertura y parar cualquier
amenaza de ataque a través de los canales cercanos.
El sistema funciona, y cuando se hace bien, la defensa puede dominar el juego.
La defensa deslizante domina. Por eso ha sido misión del entrenador encontrar
maneras más complejas de parar la defensa que se desliza a lo ancho del
campo. El gráfico siguiente muestra que si la defensa es estática es inefectiva y
es fácil desbordarla, pero que si la defensa se mueve, su efectividad se
incrementa con la velocidad.

Recientemente, he montado un ejercicio con jugadores de calidad para


comprobar su habilidad para desbordar a una defensa bien organizada. El reto
fue diseñado de la siguiente forma:
Podría ser descrito como un 4 contra 2 o un 4 contra 4 dependiendo de tu
punto de vista.
Al indicar “uno” los atacantes pueden jugar y al “dos” la defensa sale. Los
jugadores parten con diversas estrategias las cuales serán analizadas en
función de:
Estrategia 1. (Objetivo de los atacantes: preservar el espacio exterior y
conseguir un portador del balón dentro del mismo antes de que un defensor
pueda llegar allí)
Cada jugador corre recto o en ángulo hacia los hombros interiores de los
jugadores defensores e intentan programar sus pases (algunas veces pases en
falso) para parar a la defensa que está barriendo y desbordar al rival.
La ratio de éxito fue de 0/8 y la mayoría de nosotros, si somos honestos,
probablemente confirmaríamos que rara vez dichas situaciones se convierten
en ensayos. Cuando el ala consigue el balón, ¿cuánto espacio queda a su
izquierda? Debería ser fácil ensayar, el problema es que un buen defensor
confiará en los compañeros del interior y continuará barriendo, incluso
haciéndolo hasta posiciones más allá del balón, no importa que ángulos y
señuelos emplee el equipo atacante. Ellos saben que los defensores interiores
estarán de acuerdo con la idea. La defensa fue efectiva porque iba
deslizándose a la velocidad adecuada. Ahora supongamos que estamos
jugando contra esta defensa, ¿cómo podremos batirla?
Anotar en la esquina puede convertirse en un problema, ¿puedes llevar al
balón y a un atacante a la esquina antes de que el defensor más abierto pueda
llegar allí? Por supuesto, recientemente hemos visto a muchos equipos
desarrollar sus estrategias de patadas para hacer llegar el balón rápidamente a
un jugador situado en el canal de 5 m. de lateral. ¿Puede conseguirse lo mismo
sin patadas?
Estrategia 2. (Objetivo de los atacantes: preservar el espacio exterior y llegar
al atacante al interior del mismo antes de que el defensor pueda llegar a esa
zona)
Otro método podría ser colocarse muy plano y dar rápidos y largos pases. Para
poder lograr llegar al espacio exterior la velocidad del balón es esencial, pero
¿es importante la velocidad de los jugadores de enlace? ¿Llegaría a suceder si
los jugadores de enlace permanecieran estáticos? ¿Saben ellos que el balón
va más rápido que el hombre?
Este es un segundo método ensayado y los jugadores disfrutaron de un éxito
algo mayor. Sin embargo, no se incremento demasiado la ratio, 1/8. La
dificultad estriba en que aunque el balón debería vencer al hombre, no es
posible el error. La más ligera imprecisión permite a la defensa llegar primero a
la esquina. Así pues, ¿otra solución?
Estrategia 3. (Objetivo de los atacantes: conseguir espacio al exterior y llevar
al portador del balón al interior del mismo antes de que lo pueda conseguir el
defensor).
Se hace evidente de forma muy rápida que los defensores son capaces de
cubrir el campo con relativa facilidad, así como, cubrirse uno a otro si el
portador del balón intenta hacer un cambio de pie al interior de su rival directo.
Se sugirió entonces que la máxima debilidad de la defensa no estaba en el
espacio exterior, el cuál estaban intentando cubrir, sino en los huecos entre los
defensores, los cuáles pueden estar más expuestos si somos capaces de
incrementar la velocidad a la que estamos corriendo. Esto haría más duro para
el defensor el placar a un jugador que intente hacer un cambio de pie al interior
de su oponente. Los jugadores acordaron probar esta idea y yo animé a la
defensa a deslizarse corriendo tan rápido como pudieran a lo ancho del campo.
Usando esta estrategia los jugadores encontraron varias formas para anotar y
el porcentaje de éxito se disparó hasta 8/8. ¿Por qué sale bien?

JUGANDO CONTRA UNA DEFENSA DESLIZANTE


La defensa que se desliza confía en el hecho de que los jugadores ataquen en
sus canales y pasen el balón de uno a otro canal. El diagrama siguiente
muestra que mientras los jugadores atacantes corren en diferentes ángulos aún
siguen trabajando en un único canal.
A primera vista parece un 1 contra 1 en cada canal. Sin embargo, contra una
defensa organizada A1 es defendido no sólo por D2 sino también por D1 que
está cubriendo el hombro interior de su compañero de equipo. Un 1 contra 1 no
es una buena apuesta para el portador.
Para explicarlo más ampliamente se considerará de nuevo la situación de 3
contra 3. Nosotros ya hemos visto el resultado, si A1 y A2 corren dentro de sus
propios canales (diagrama 4) y lo efectúan a la perfección debería de
provocarse una situación de 1 contra 1 en el ala.

En el diagrama 5 la situación es más interesante. Los jugadores atacantes


inician una carrera lateral a lo ancho del campo y, si el movimiento fuera lo
suficientemente rápido, los defensores encontrarían esta situación difícil, ya
que tendrían que desacelerar y placar al portador del balón si este cortase al
interior de su oponente ¿Cuáles son las implicaciones?
PARA LOS DEFENSORES
D1 debe intentar placar a A1 pero no le será fácil si A1 está esprintando.
D2 debe decidir si placar a A1 ó A2. Esto dependerá mucho de la confianza en
su propio ritmo y en el de D1 ( a causa de que en el movimiento a través del
campo D1 tendrá que cubrir el doble de terreno que si A1 corriera recto, pero a
la vez no dispone del doble de tiempo para realizarlo).
D3 debe decidir si placar a A3 o a A2. Esto dependerá, con mucho, de la
confianza en su propio ritmo y en el de D2.
Cuando los defensores son forzados a adoptar este tipo de decisión conforme
se meuven, los huecos deberían aparecer, especialmente si no están bien
organizados.
Si la defensa está bien organizada probablemente intentarán trabajar juntos y
pretenderán realizar la defensa deslizante como una unidad. Sin embargo,
todavía podrían tener un problema adicional si son forzados a ir más rápidos de
lo que quieren ir. ¿Qué ocurriría si se estableciese una diferencia en la
velocidad entre dos defensores adyacente? Si ambos están forzados a
esprintar a lo ancho del campo ¿no se abriría un hueco entre los dos?
En esas situaciones cuanto más rápido sea la defensa que se desliza menos
efectiva se vuelve.

PARA LOS ATACANTES


El portador del balón siempre dispondrá de una ventaja, porque él marca el
ritmo, y habrá, inevitablemente, un retraso en el tiempo de reacción de los
defensores para realizar cualquier cambio en el ritmo o en la dirección (el
tiempo de reacción humana es de 2 segundos).
Siempre que el portador del balón no sea significativamente más lento que el
defensor tiene cuatro opciones:
(i) Hacer un cambio de pie a su interior. Ambos jugadores se estarán
moviendo rápidamente de tal forma que no será fácil para el defensor
pararse y realizar el placaje. Es posible que el defensor más próximo
a su interior cierre el espacio para hacer el placaje, pero ésta es
probablemente la peor situación para el ataque aunque habría
oportunidades para realizar un pase tras el placaje. (Los jugadores
encuentran mucho más efectivo realizar un cambio de pie hacia el
interior de un oponente y hacer una ruptura, cuando ambos están
corriendo a lo ancho del campo. Esto se hace más complicado
cuando el ángulo de salida del jugador atacante es relativamente
recto)
(ii) Pasar al apoyo interior, lo cual puede ser más efectivo que (i) porque
se mantendría el “momentum” del ataque (el escenario sería muy
interesante atacando a partir de una melé. Si el defensor número 10
sigue al portador del balón con ritmo rápido, marcado por el jugador
atacante, ¿sería capaz el defensor número 7 de cerrar el hueco?
(iii) Pasar al apoyo exterior que podría amagar cuando vaya hacia fuera
su oponente inmediato o, de nuevo, hacer un cambio de pie a su
interior.
(iv) Amagar un cambio de pie y correr alrededor de él.

Para tomar la decisión correcta, el portador del balón necesita ser consciente
de cuál debería ser su señal visual. La señal más importante para su toma de
decisión será la acción del defensor más cercano a lo ancho (siguiente del
defensor directo, para A1 debería ser mirar a D2 y después a D3). La dirección
lateral de la carrera hará fácil para el portador del balón valorar las acciones de
esos defensores, así como, la cantidad de espacio al exterior de la defensa y
detrás de la misma. Si D3 hace un cambio de pie al interior para realizar un
placaje, entonces, A1 debería pasar (diagrama 6a)
Si D2 hace un cambio de pie para realizar un placaje, entonces, A1 puede
pasar o intentar evadir a D2 (diagrama 6b). Puedes esperar que esto suceda
contra una defensa poco organizada.

Contra una defensa bien organizada es más probable que ni D2 ni D3 cambien


de pie hacia el interior, así A1 tendrá un 1 contra 1 frente a D1 (diagrama 7)

Para probar las opciones (i) y (iv) intenta el siguiente ejercicio de 1 contra 1
Pide a los jugadores que empiecen uno junto a otro separados
aproximadamente unos 7 m., reta al portador a correr a través del campo
experimentando diferentes fintas, usando la cabeza, los hombros, los pies y el
balón. Pronto se dará cuenta que podrían encontrarse está situación en un
partido y que hay muchas más oportunidades para anotar que en la situación
de un 1 contra 1 enfrentados en una canal de 5 m. de ancho. Un jugador rápido
contra uno lento tiene poca ventaja en un canal estrecho, pero adquiere gran
ventaja si ambos están esprintando a lo ancho del campo. El canal es todavía
estrecho, pero está cambiando. D2 tiene ahora un problema real, ya que en
esta situación un jugador con ritmo, con libertad para correr a lo ancho del
campo y buenas habilidades de evasión podría encontrar muchas
oportunidades para realizar una ruptura. Si preguntases al defensor que
confeccionara una lista, en orden de preferencia, sobre el placaje que preferiría
realizar, de frente, lateral o corriendo paralelamente, ¿cómo respondería?
Como entrenador probablemente responderías, “de frente”. Tus jugadores
pueden decir “lateralmente”, es más fácil. Con toda seguridad no van a elegir
corriendo paralelamente.

JUGANDO CONTRA UNA DEFENSA EN CANAL


Si la defensa está utilizando un sistema en el cuál cada defensor defiende un
canal, o únicamente barren como una unidad, se establecen interesantes
debilidades defensivas, así como, oportunidades para aprovecharlas. Si el
portador del balón comienza corriendo rápidamente a lo ancho del campo
contra su defensa, obviamente, llegará a un punto donde deje al defensor de su
canal y entre en otro. ¿Pero dónde está exactamente la línea delimitadora del
canal en el campo? y, ¿los defensores se pondrán de acuerdo en el sitio y en el
momento exacto en el que tienen que transferirse las responsabilidades para
placar al portador?

Muy frecuentemente, en la rugby unión, hacemos está situación fácil para el


defensor, pidiéndole al jugador atacante al exterior del portador que corra en
ángulo para realizar un cruce (diagrama 11)

Esto sólo ayuda a la defensa a clarificar sus funciones, ya que el más abierto
de los dos defensores cambiará su responsabilidad, mucho más pronto, hacia
el portador del balón.
¿Y si el jugador atacante más abierto se mantiene también corriendo a lo
ancho (diagrama 12)

Ahora D2 tiene dos pensamientos, ¿debería deslizarse con su rival directo o


coger al portador del balón? Razonadamente, el hueco que se produce en el
momento en el que D1 cede su responsabilidad sobre el portador del balón, y
D2 acepta dicha responsabilidad es inevitable, dejando una ventana para que
el portador del balón haga una ruptura entre los dos defensores. Esto muestra
que correr lateralmente no sólo es efectivo contra una defensa deslizante, sino
también frente a una defensa en canal, por que un canal defensivo no se ha
barrido en modo alguno.

CONCLUSIÓN
Este es un análisis muy teórico sobre el espacio lateral y el tiempo. Todos
hemos visto a equipos corriendo a 45º de la línea de lateral, pasando el balón
de mano en mano, hasta llegar al ala que se queda clavado en la línea de
lateral. La estrategia que se analiza en este artículo es diferente, se refiere a
esprintar con un ángulo de 90º a lo ancho del campo. Esto funciona en las
prácticas de entrenamiento y proporciona a los jugadores comprensión
respecto a que lo que están intentando conseguir es efectivo.
Si la defensa no se desliza de ningún modo, será inefectiva y por lo tanto batida
por el exterior. Si es forzada a deslizarse muy rápidamente también se vuelve
inefectiva.

¿En qué parte de la curva trabaja tu equipo en ataque y en defensa?


Una estrategia para forzar a la defensa a deslizarse rápidamente es correr
lateralmente a lo ancho del campo. Siempre que la defensa perciba una
amenaza en el ala, tendrán poca elección pero seguirán. ¿Cuáles son las
implicaciones? Se pueden buscar estrategias atacantes para crear situaciones
de 3 contra 3 o de 3 contra 2 corriendo a lo ancho del campo, mejor que las
situaciones de enfrentamiento 1 contra 1.
Podemos ver equipos con sus jugadores más rápidos y ágiles jugando en los
puestos de 10 y 12 que serán nuestros hombres corredores de ruptura. Nuestro
“mantra” podría llegar a ser “Coge el espacio. Haz que ellos barran” en lugar de
“Corre recto. Para el barrido. Preserva el espacio exterior”. Así pues, la próxima
vez que veas a alguien moviéndose a lo ancho del campo, en lugar de seguir el
camino marcado por alguien anterior a él, recuerda a Cristóbal Colón.
Los gráficos no tienen una base estadística precisa. Son resultado de la
experiencia personal y de las observaciones en la materia. Si tienes algunas
sugerencias sobre éste artículo, me gustaría escucharlas.

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