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28 Noviembre 2016
Todas las frutas sufren un proceso de maduración que es parte esencial de su desarrollo y que
conduce eventualmente al envejecimiento y muerte de los tejidos.
La velocidad y naturaleza del proceso de maduración difiere significativamente entre las especies
de frutas, cultivares de las mismas especies, diferentes grados de madurez del mismo cultivar y
también entre zonas de producción. Las frotas también difieren en sus respuestas a la maduración
a diversos ambientes de poscosecha, sin embargo, es posible identificar ciertos fenómenos
generales en relación al comportamiento de la maduración.
Dentro de las clasificaciones existentes de los frutos cultivados por el hombre, existe una que los
separa en frutos climátericos y frutos no climatéricos, lo cual tiene que ver con la pauta
respiratoria que presentan durante el proceso de maduración. Los primeros se caracterizan por la
capacidad de continuar madurando una vez han sido separados de la planta o cosechados, por el
contrario y a diferencia de estos, los segundos únicamente realizan su proceso de maduración en
la planta, por lo que una vez son separados de ella no presentan cambios significativos en cuanto
sabor, color u olor.
Frutas climatéricas
Se caracterizan porque maduran después de la cosecha y, como parte del proceso de maduración,
aumentan la producción de etileno. Eso significa que podemos comprar una manzana o un
aguacate verde y dejarlo madurar en casa.
Podemos acelerar la maduración de una fruta climatérica poniéndola cerca de otra climatérica que
esté madura, en una bolsa de papel con agujeros. El etileno de una estimulará la maduración de la
otra.
Respecto a las frutas climatéricas debemos tener en cuenta que la forma en la que debe madurar
una fruta para que tenga todos los nutrientes necesarios y un gusto óptimo es en la planta que le
aporta los nutrientes y bajo el sol. Muchas de las frutas que encontramos en la frutería se ven
maduras pero se arrancaron del árbol cuando aún estaban excesivamente verdes. Para evitar esto
elige siempre que puedas producciones locales, cuya distribución es más rápida y la fruta más
fresca. A la hora de seleccionar la pieza que deseas, piensa si la quieres para hoy, para mañana o
para dentro de unos días.
Una práctica que se realiza para madurar este tipo de frutos más rápido, por ejemplo, para
sacarlos cuando existe un buen precio de venta, consiste en la aplicación exógena de etileno, lo
que implica realizar aplicaciones del mismo para que se acelere la maduración.
Una gran ventaja de los frutos climatéricos es que pueden ser cosechados en un estado previo a la
maduración, de modo que se puedan transportar a grandes distancias sin tantos problemas por el
tiempo que tardarán en alcanzar su maduración comercial, tiempo en el cual ya habrán llegado a
los mercados de destino. Eso sí, se recomienda recolectarlos lo más pronto posible cuando se
tiene previsto almacenarlo por periodos prolongados de tiempo o trasladarlos a lugares lejanos
con el fin de evitar que lleguen excesivamente maduros al comprador final. Una recolección
temprana de los frutos climatéricos permitirá que estos se encuentren en perfectas condiciones
cuando vayan a ser consumidos.
Manzana
Pera
Nectarina
Plátano
Mango
Kiwi
Melocotón
Albaricoque
Melón
Sandía
Ciruela
Papaya
Aguacate
Chirimoya
Caqui
Higo
Jitomate
Guayaba
Guanábana
Frutas no climatéricas
Deben recolectarse cuando estén casi listas para el consumo, ya que si se recogen verdes ya no
maduran, sólo se ponen blandas. Su maduración es muy lenta y apenas observamos cambios
bruscos en su aspecto.
Naranja
Limón
Mandarina
Pomelo
Uva
Piña
Fresa
Frambuesa
Cereza
Aceituna
Pimiento
Pepino
Tamarindo
Cacao
El hecho de que la maduración de las frutas no climatéricas no se vea acelerada por el etileno no
quiere decir que estas plantas no usen el etileno como fitohormona (hormona vegetal), para
señalizar otros procesos. Los frutos no climatéricos solo producen etileno como respuesta a una
herida o daño fisiológico. Señalización que también hacen los frutos climatéricos.
Otro evento, esta vez relacionado con los frutos, en el que sí interviene el etileno en los frutos
climatéricos es el desverdecimiento. Muchas frutas inmaduras son verdes. Esto es debido a las
clorofilas presentes en la superficie del fruto que ayudan a la obtención de energía necesaria para
hacer crecer al fruto. Algunos frutos, sobre todo cítricos pueden estar maduros y presentar aún
así coloración verde. En ellos se puede aplicar etileno para eliminar las clorofilas y por lo tanto el
color verde. Esto no altera el estado de maduración del fruto, solo el color de la piel. Es una
cuestión puramente estética para el futuro comprador.
En general los frutos no climatéricos son de peor conservación puesto que en los climatéricos
puede retrasarse la maduración tras la cosecha. Aunque la conservación de los frutos climatéricos
debe realizarse por separado para evitar que se hagan madurar unos a otros.
Pertenecen al grupo de frutas no climatéricas todos los cítricos, limón, mandarina, naranja y lima…
el carácter climatérico no tiene por qué estar asociado a una familia de vegetales, por ejemplo los
tomates son climatéricos y los pimientos no (ambos vegetales son solanaceas). Los frutos
conocidos como frutos del bosque, fresas, frambuesas, zarzamoras son frutos no climatéricos. La
uva, la oliva, la granada y el níspero también son no climatéricos, por lo que a diferencia de los
frutos climatéricos pueden guardarse juntos sin temor a que se estropeen como ocurre con los
frutos climatéricos.
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