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de siglo. Por eso el autor nos propone un reco- EL TAO DE LA LIBERACIÓN.


menzar la marcha, nuevamente sin miedo y sin UNA ECOLOGÍA DE
ira, para alcanzar una nueva Transición en ese
inacabado –por definición– camino a la demo-
LA TRANSFORMACIÓN
cracia. Lo que resulta asombroso, ese es el Mark Hathaway y Leonardo Boff
valor de la lectura radical: es que nada de todo Trotta, Madrid, 2014
esto es realmente nuevo. He ahí la eficacia de
una lectura que quiere llegar hasta el mismo
núcleo del texto constitucional, pues todo esto De manera casi simultánea, me he encontrado
ya quedó escrito en el mismo texto de 1978: la con tres libros que se caracterizan por su visión
Constitución se presenta así, parafraseando a compleja, a la par que minuciosa, de la historia
Celaya, como un arma cargada de futuro. y del devenir humano.
Cuando Sieyès se preguntaba, recogiendo El más reciente de ellos, De animales a dio-
el título de aquel formidable opúsculo, ¿Qué es ses. Breve historia de la humanidad (2015) de
el Tercer Estado?, rompía radicalmente con el Yuval Harari, es un libro que destaca por sus
uso de las palabras y conceptos a lo largo de matices irónicos, por su visión desencantada de
todo el Ancien Régime. Con ello, su obra tras- la especie sapiens que, de ser “un animal sin
cendió ese nivel, el de la ciencia, para adentrar- importancia”, ha llegado a dominar su entorno,
se en el mundo de la acción. Me atrevería a ha construido imperios, generado redes comer-
decir que es ahí, con esa publicación, cuando ciales globales, establecido y difuminado por el
las revueltas que incendiaban el faubourg de planeta religiones que han llevado a la cada vez
Saint Antoine en París se convirtieron definitiva- mayor homogeneidad del ser humano que pue-
mente en la Revolución Francesa. bla la tierra. Según Harari, si bien es cierto que
Finalmente, una nota sobre el autor de este la revolución científica ha conseguido que los
magnífico libro: Fernando Oliván, es profesor humanos actuales sean técnicamente más
universitario, investigador, escritor, así como poderosos que nunca, también lo es que los
sujeto activo de la vida institucional. Ha trabaja- innegables progresos que Sapiens ha consegui-
do en numerosos proyectos de cooperación jurí- do para sí no han contribuido a reducir el sufri-
dica tanto en el espacio mediterráneo como en miento de los sapiens individuales y tampoco
América Latina. Fue presidente del Foro han tendido al mayor bienestar de otros anima-
Hispano Marroquí de Juristas y trabajó en el les siendo, por el contrario, que la situación de
establecimiento de la Corte Internacional de éstos se deteriora de manera vertiginosa. En
Naciones Unidas, siendo por designación de la pocos milenios –dice Harari– Sapiens se ha
Secretaría General uno de los tres miembros de convertido en el amo del mundo y en el terror
la asistencia jurídica. Si no quiere perderle la del ecosistema a la vez que, bordeando la sin-
pista, en www.elcandelero.es encontrará sus gularidad tecnológica, apunta a convertirse en
reflexiones sobre la actualidad política y social. dios, capaz de la creación tanto como de la des-
trucción. Dioses sí, pero insatisfechos.
Arturo Luque González, Por su parte, tanto El Tao de la liberación
Doctor en ciencias jurídicas y sociales (2009) de Mark Hathaway y Leonardo Boff,
Universidad Tecnológica de Indoamérica como Cosmos y Psique (2006) de Richard
(Ecuador) Tarnas, los otros dos libros, parten de un diag-
nóstico común: el agotamiento del yo moderno y
la intuición de que nos encontramos en un par-
ticular y convulso momento de la Historia que
tiende a la transformación fundamental de los

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supuestos de nuestra cosmovisión. Estos dos cuales dan inicio y van marcando las pautas de
textos apuestan por vislumbrar un futuro distin- reflexión para cada uno de los capítulos que
to, por constituir nuevas cosmologías; eso sí, componen su libro.
apoyados en cimientos distintos. Los autores entienden el Tao como estructu-
Hathaway y Boff sientan su «cosmología libe- ra, modo y sabiduría. El Tao sería tanto «el
radora» en una diversidad de conocimientos pro- modo en que funciona el universo como la
venientes de la biología, la física cuántica, la teo- estructura cósmica que fluye y que no puede
ría general de sistemas, la psicología, la econo- describirse, sino únicamente experimentarse. El
mía… Y apelan a la lectura transversal, mejor sea Tao es la sabiduría que se encuentra en el cora-
decir, paralela, de varias vertientes filosóficas y zón mismo del universo y que reúne la esencia
religiosas, en particular, el taoísmo, el budismo y de su finalidad y su dirección». (p. 21) El cono-
la tradición judeocristiana. A su vez, Tarnas resul- cimiento del Tao tiene inmediatas consecuen-
ta mucho más arcano si se le valora desde la cias prácticas. El mismo libro escrito por
moderna razón occidental. En una exótica combi- Hathaway y Boff sería una concreción de esa
nación de psicología transpersonal, conocimien- búsqueda de sabiduría.
tos históricos, filosóficos, científicos y astrológi- Ahora bien, si el Tao es el camino, la prácti-
cos –sí, ¡astrológicos!– esboza los supuestos y el ca de la sabiduría que lleva a la «liberación»,
método de acceso a una alternativa visión del ésta es entendida en un amplio sentido ecológi-
cosmos y de la historia del ser humano, basada co y cosmológico como «el proceso de dirigirse
en arquetipos y en el movimiento e influencia de hacia un mundo en el que todos los seres huma-
los cuerpos celestes. Hathaway, Boff y Tarnas, nos puedan vivir con dignidad y en armonía con
entiendo a diferencia de Harari, se enmarcan la gran comunidad de los seres que forman
dentro de una visión “reencantada” del mundo: Gaia, la tierra viviente (…) el proceso a través
persiguen la configuración de cosmologías para del cual el universo trata de realizar su propio
el hombre contemporáneo, o, si se quiere, cos- potencial al dirigirse hacia una diferenciación,
movisiones que puedan arrojar nuevos horizon- interioridad (o auto-organización) y comunión
tes de sentido. Estos dos libros, escritos en torno mayores» (p. 23). Diversidad y complejidad;
a la primera década del siglo XXI, se nos antojan conciencia e interiorización; comunidad e inter-
parte de una tendencia que apunta precisamente dependencia harían parte esencial de este pro-
a esto, a la configuración de nuevos relatos cos- ceso hacia la liberación. Tal proceso estaría
movisionales. teniendo lugar, pero aún falta conseguir el Gran
La propuesta del Tao de la liberación resulta Giro –del que hablaran Joanna Macy y Moly
llamativa para aquellos que tenemos interés por Brown–: esto es, el cambio de una sociedad del
el influjo de las creencias religiosas en los com- crecimiento industrial a otra civilización sostene-
portamientos cotidianos y por la traducción dora de la vida.
social de las cuestiones ecológicas. Así pues, Con tal fin, Hathaway y Boff graduan su aná-
en la búsqueda de una sabiduría que lleve a lisis: parten de un diagnóstico propio de la situa-
revertir los procesos de desorden y deterioro del ción actual; seguidamente apuntan a los cons-
mundo actual y que contribuya a desenmasca- tructos teóricos que ayudarían al cambio y, final-
rar el sistema patológico global que genera mente, vislumbran una nueva cosmología apo-
pobreza y desigualdad, agotamiento de la tierra yada en los resultados arrojados por la ciencia
y envenenamiento de la vida, Hathaway y Boff en este último siglo. Veámoslo.
perfilan su «cosmología de la liberación» que, Una vez descritas las nefastas consecuen-
en términos prácticos, conduciría a una «ecolo- cias producidas por el sistema, analizan los
gía de la transformación». Con tal propósito supuestos que lo mantienen y que pueden sin-
hacen uso de ciertos textos del Tao Te Ching, los tetizarse de la manera siguiente: a) el irresistible

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atractivo del crecimiento económico como única ción de comunidad y solidaridad. Es decir, tran-
herramienta para valorar la salud económica, sitar desde el “poder-sobre” hacia el “poder-de-
esto es, la fijación por la ganancia y el beneficio dentro” y el “poder-con”.
rápido a toda costa; b) la aceptación generaliza- Además, para socavar el antropocentrismo
da de los pretendidos beneficios de un desarro- –y sus derivados del patriarcado y el capitalis-
llo deforme que endeuda a un gran porcentaje mo– proponen las herramientas teóricas de la
de la población mundial en desmedro de su ali- Ecología Profunda y el Ecofeminismo. Sin
mentación, salud y educación; c) la sumisión a embargo, aunque éstas se consideran importan-
los intereses del corporativismo transnacional; tes para hacer frente a la “ideología de la domi-
d) la colonización de la vida por el dinero y, más nación”, no son suficientes, razón por la que
aún, por un sistema de especulación financiera, Hathaway y Boff apelan a una necesaria «nueva
un sistema de finanzas parasitarias que perpe- cosmología». Se detienen en la cosmología
túa la acumulación de valor, sin referencia a la imperante para evidenciar que al estado actual
riqueza real; e) la globalización de una cultura de las cosas se ha llegado tras un largo proceso
homogeneizadora que va en perjuicio del cono- que, finalmente, ha arrojado esta particular
cimiento local y de las sabidurías tradicionales, visión del mundo, en la que es posible y hasta
esto es en palabras de los autores, el «monocul- legítimo explotar la tierra y saquear el planeta.
tivo de la mente», y, finalmente, f) la sustitución Pero, según ellos, se trata de ir a los orígenes
de la sabiduría por el poder como dominación, mismos del sistema, a la cosmovisión que ha
en sus vertientes más inmediatas de poder eco- permitido la constitución y perpetuación del
nómico, teconológico y militar. mismo y otear, a la vez, una alternativa.
Ahondando en la patología del sistema, con- Así, frente a la «cosmología [o pseudocosmo-
cluyen que ésta ha arraigado también en la psi- logía] de la dominación», caracterizada por la pre-
que humana, por lo que dedican uno de sus eminencia del materialismo científico, el mecani-
capítulos a detallar los obstáculos que ocasio- cismo y reduccionismo, ellos se preguntan:
nan la parálisis e impiden el cambio. Desvelan
los mecanismos de la “impotencia adicional o «¿y si la naturaleza de la realidad fuese radical-
interiorizada” y exploran los refuerzos sistémi- mente diferente de lo que nos han enseñado a
cos tales como la represión, la educación o los creer? ¿y si no viviéramos en un universo infinito
medios de comunicación de masas que contri- y eterno, regido por leyes matemáticas y un ciego
azar, sino en un cosmos que evoluciona de
buyen a fabricar nuestro consentimiento al siste-
manera creativa, imbuido de un sentido de finali-
ma. Estos favorecerían el bloqueo de la percep- dad profundo y perdurable? ¿y si la evolución no
ción, la perpetuación de la negación, el agota- fuera impulsada primordialmente por la implaca-
miento de la imaginación, etc. Frente a la “eco- ble competición, sino más bien por la coopera-
psicosis” que desconecta y aísla de la comuni- ción y por un impulso hacia la complejidad, y tal
dad biótica, el Tao de la liberación postula la vez hacia la mente y la conciencia? ¿y si no exis-
ecopsicología como forma de sanar al ser tiera una división rígida entre materia, mente y
humano entendiéndolo desde la óptica del yo espíritu, sino un íntimo entrelazamiento y entre-
relacional y rescatando el inconsciente ecológi- mezcla de ellos? ¿y si la relación entre causa y
efecto fuese mucho más misteriosa y creativa de
co o, lo que es igual, el registro viviente de todo
lo que jamás hayamos imaginado? ¿cómo podría
el proceso de evolución cósmica (p. 157) que, al un cambio en nuestras percepciones y creencias
parecer, se conserva en nuestro inconsciente crear nuevas posibilidades que nunca antes
colectivo. El proceso de reconexión pasaría por hemos sido capaces de concebir?» (p. 184)
recuperar la belleza, el asombro, la compasión,
y por transformar las relaciones de poder, lo que Apoyándose en estas preguntas y bajo el
implicaría el cultivo de la voluntad, la construc- supuesto –tomado en préstamo a Lewis

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Mumford– de que toda transformación social como una actitud fundamental ante la vida,
tiene origen en una nueva metafísica o ideolo- como el mundo del espíritu en el que la materia
gía, elaboran su propuesta. Ante el cosmos eter- y energía primigenias se relacionan y crean sis-
no e inmutable y carente de finalidad de la otra temas abiertos que forman una trama creciente-
cosmología, Hathaway y Boff presentan un uni- mente compleja que lo sostiene todo. La aproxi-
verso muy distinto. Apoyados en recientes mación mística a la realidad sería, de alguna
hallazgos de la física cuántica, proponen un manera, convergente con el tan discutido
mundo en el que, al menos en sentido subató- Principio antrópico de Brandon Carter.
mico, las cosas no existen como tales («acosici- De esta manera, siguiendo de cerca la pro-
dad») sino como patrones de probabilidad. Esto, puesta de Thomas Berry y Brian Swimme, se
sumado a la idea de complejidad, a las teorías llega a una espiritualidad para la “era ecozoica”
del caos y de sistemas, a la resonancia mórfica y se concreta la «ecología de la transforma-
y la emergencia, arrojaría como resultado un ción». Efectivamente, sentada tal cosmología, el
cosmos caracterizado por la aleatoriedad, la texto se cierra con la aproximación a una socie-
indeterminación y el entrelazamiento. Un cos- dad alternativa en la que es adoptado el modelo
mos en el que, siguiendo el «principio cosmogé- biorregional y en la que la espiritualidad se
nico» propuesto por Berry y Swimme, su dinámi- materializa a través de cuatro vías (positiva,
ca particular tiende a la diferenciación, la auto- negativa, creativa y transformadora) y diversas
poiesis y la comunión. sendas complementarias hacia la liberación,
En este universo, la dinámica intrínseca- tales como la invocación, el vaciamiento y la
mente creativa se hace más palpable en nuestro potenciación creativa.
propio planeta, donde la teoría evolutiva darwi- Hathaway y Boff abundan en detalles, espe-
nista tendría que completarse con la idea de una cialmente en lo que se refiere a la constitución,
evolución puntuada, según la cual a largos perí- a través de una multiplicidad de disciplinas cien-
odos de estabilidad relativa siguen períodos tíficas, de su nueva cosmología. Este es sin
breves de creatividad explosiva (p. 317), y con duda uno de los apartados más atractivos de su
las ideas de cooperación y simbiosis. Haciendo libro. Aunque hacen uso de tesis discutidas e
suyas las palabras del biólogo marino Víctor incluso no aceptadas dentro del estamento cien-
Scheffer concluyen que la evolución es en reali- tífico, así la de los campos mórficos, la teoría
dad coevolución y que la biosfera es una confe- Gaia, o los denominados Principio antrópico y
deración de dependencias. Es más, siguiendo a cosmogénico, su particular síntesis de ciertas
James Lovelock, proponen una tierra viviente en áreas científicas resulta provocadora. Su intento
la que la vida ha tenido una influencia muy mar- es arriesgado. No resulta nada fácil hacer el
cada sobre aspectos no bióticos de la tierra transvase de ciertos postulados admitidos cien-
como, por ejemplo, la atmósfera («Teoría Gaia tíficamente al ámbito social. He aquí la comple-
débil»). Admiten entonces como válida la idea jidad y el peligro de la ciencia y la ecología con-
de un sistema tierra capaz de autorregularse. vertidas en ecologismo. Además, Boff y
La nueva cosmología comprende el univer- Hathaway construyen su cosmología buscando
so como organismo, ya no como máquina; lo ve un resurgimiento espiritual, para el que, sin
regido por un principio creativo, ni determinista duda, parten de una particular opción ideológica
ni aletaorio; y lo entiende evolutivo, no eterno; y creyente.
en el que el observador hace parte de lo obser- En suma, en el texto, destacan los aparta-
vado y en el que habría un sentido: la diferencia- dos que tienen que ver con el diagnóstico del
ción, la automanifestación o autoorganización y sistema, sus supuestos y consecuencias, así
la comunión. Esto es, un cosmos que se (nos) como aquel en el que caracterizan la cosmolo-
revela y que invita a la espiritualidad, entendida gía imperante. No son nada desdeñables los

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esfuerzos de hacer converger los supuestos


místicos del budismo y la tradición judeo-cristia-
na; la cuidada selección de los textos del Tao Te
Ching y las reflexiones hechas a partir de los
mismos. La presentación de la Ecología profun-
da, el Ecofeminismo y el Biorregionalismo resul-
tan, igualmente sugerentes. Queda por verse si
la intencionada convergencia entre ciertos datos
de la ciencia y el misticismo que rezuma todo el
texto de Boff y Hathaway, consigue vencer el
necesario escepticismo, al que se refiere Tarnas
–haciéndose eco de Jorge Santayana– como la
castidad del intelecto.

Margarita Suárez
Madrid

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