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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS

CARRERA DE LITERATURA
Nombre: Hedim Huaygua Mamani Asignatura: Literatura española
Fecha: 03/05/2019 Práctica: Bibliografía comentada sobre la 2ª parte del
Quijote

En “Vestir en la Segunda parte del Quijote”, Aurelio González asegura que la


indumentaria que lucen los personajes del Quijote representan a los estratos sociales de
la España del s. XVII. Sin embargo, al convertirse en disfraz su significado oscilará
entre realidad y apariencia. Para demostrar el valor social o simbólico de la vestimenta,
González usa muchos ejemplos. Entre los más importantes tenemos: el diálogo entre
Teresa Panza y Sancho (Quijote, II, 5), Teresa recuerda a su esposo que por más de que
cambie su atuendo por la de la esposa de un gobernador, no dejará de ser aldeana. Otro
ejemplo es el del Caballero del verde gabán (don Diego de Miranda), según Gerald
Gringras su vestuario corresponde a la clase social de los hidalgos ricos de la época que
contrasta con el del Quijote quien viste sin lujos (Quijote, II, 18). Finalmente, el autor se
refiere a dos situaciones: la escena de los estudiantes con quienes se encuentra don
Quijote (Quijote, II, 19) ambos no llevan ropas lujosas, pero sus materiales son finos
como el paño fino “grana” y a los consejos del buen vestir que don Quijote da a Sancho
para cuando sea gobernador (Quijote, II, 43 - 44). En cuanto al disfraz, señala el caso de
la hija de don Diego de la Llana quien vestida como hombre pretende recorrer el pueblo
(Quijote, II, 49). De igual manera, destaca el disfraz de la condesa Trifaldi y su séquito
(Quijote, II, 38) en ambos casos los personajes toman la vestimenta de sus opuestos,
pero los materiales de la que está hecha muestra su clase social al que pertenecen. En
conclusión, el vestido tendría un significado importante al representar el nivel social y
respalda el antagonismo entre realidad/ apariencia y pertenencia y exclusión.
Bibliografía
González Aurelio, “Vestir en la segunda parte del Quijote” en Recordar el Quijote
Segunda Parte, el Colegio de México, 2018, 1ª edición, Ciudad de México, pp. 101 –
119.

En “El vestido en don Quijote: espejo o espejismo de una sociedad”, Verónica Azcue
dice que convencionalmente se considera al vestido como transmisor de información del
nivel social u oficio de quien lo posee, pero en el texto cervantino esta función es
cuestionada. Debido a la inserción de personajes que consiguen nuevas identidades al
arroparse de nuevas prendas o esconderlas por disfraces. Más adelante, Azcue sentencia
que la correspondencia de los personajes con una determinada clase social no será
realista al uso de la época, sino que tendrá un carácter simbólico. Así, Azcue recurre a la
escena donde se describe la rústica indumentaria de don Quijote y lo sitúa en el rango
menor a la caballería. También subraya la actividad de caza que realiza la duquesa
mediante la metonimia que el narrador hace con base a los accesorios que lucen sus
ropas. Por otro lado, la descripción de las clases marginales aparecería idealizada por
ejemplo, en la primera parte del Quijote, la escena de los cabreros coronados con
guirnaldas no se acercaría al aspecto verdadero de la clase de los pastores. No obstante,
Azcue dice que la construcción de la apariencia está condicionada a la ridiculización y
la parodia por ejemplo: los aldeanos representados por Sancho y Teresa, son
estereotipados y cómicos. Posteriormente, los vestidos representarían una neva realidad

Azcue, Verónica, “El vestido en don Quijote: espejo o espejismo de una sociedad”,
Cervantes: Bulletin of the Cervantes Society of America (2004) pp 23- 38

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