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Manchas en los trapos de limpieza

de pinceles que inspiran al pintor


a encontrar sus propias formas
fantasmagóricas, 1960
GERARDOCHÁVEZ
Luis Enrique Tord

© Editorial Mirarte, 2011


Miguel de Cervantes 110, San Isidro. Lima - Perú
1era Edición Lima, Octubre de 2011
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2011-14917

GERARDOCHÁVEZ
ISBN: 978-612-46123-0-5

Textos
Luis Enrique Tord

Diseño o el asombro perpetuo


Carlos González R.

Diagramación
Carola González
Mariella Mujica

Fotografías
Pierre Travinski
Daniel Giannoni
Jaime Chávez
Carlos Pichón
Alicia Benavides
Ana María Echeverría
Gerardo Chávez Maza
María Laura Rey
Valdo Pestana
Morhor

Pre-prensa e impresión
Gráfica Biblos S.A.
Jr. Morococha 152, Surquillo

Prohibida la reproducción total o parcial de la presente edición sin autorización


expresa del editor.
“Y ahí tenemos, una vez más, a la intensa
población de aquellos seres que ahora
desbordan los límites de la tela intentando
saltar a las paredes para apoderarse de
un espacio que está más allá del circuns-
crito del cuadro. Es así entonces que en
este momento aquellos personajes están
tomando por asalto el mundo, subleván-
dose contra los límites del marco e, inclu-
sive, contra el espacio de la galería. Es, no
hay duda, la consecuencia natural de la
alegríaexultantedeunallamaespléndiday
vital que sustenta aquella danza en donde
Los de afuera / 2010
él es uno de sus personajes o, más bien,
la suma de todos ellos.”
Tierras de color sobre tela de yute y madera / 1.50 x 0.80 m
Gerardo Chávez o el asombro perpetuo 25
El arte de la transfiguración 83
1

Índice
Germinación de seres extraños
en busca del nuevo hombre. París, 1961-1965 117
2
El nacimiento del vuelo y la ventana
de los espacios compartidos. 1970 137
Metamorfosis del agua
3
151
Pasteles grasos. Década del setenta
4
163
Seres que brillaban cada cual con su luz propia
5
213
6
Mitología del futuro 247
La melancolía es un sol que se esconde para ver crecer el amor
7
273
8
Los años 90 299
9
Caballitos del alma 321
10
Del arte primitivo al arte moderno 353
11
Nacimiento del barro
María de los Andes 383
Bibliografía 443
Índice de obras 447
20 21

“La imaginación y la memoria son una y


la misma cosa que por diversas consideraciones
tienen nombres distintos”.
Detalle
Thomas Hobbes La Justicia en su laberinto
22 23

“C’est une perception grossiére et


fausse qui place tout dans l´objet alors
que tout est dans l’esprit.”
“Es una percepción grosera y falsa la que sitúa
todo en el objeto cuando todo está en el espíritu.”

Marcel Proust

Carrera de caballos / 1960


Óleo sobre tela / 0.81 x 1.00 m
Obra inspirada en manchas de paredes romanas
24 25
Gerardo Chávez o el asombro perpetuo
GERARDO CHÁVEZ LÓPEZ nació en una de Panamá y, finalmente, a América del
región privilegiada por la historia y el arte. Sur.

En efecto. La ciudad de Trujillo ha sido el Aquel cuerpo del hombre de Paiján  guarda
eje de una intensa actividad tanto en el pues memorias detenidas de ese linaje
antiguo Perú como en el virreinal y el repu- cuyos ascendientes debieron vencer los
blicano.   Capital del departamento de La fríos rigurosos de la cuarta glaciación, resis-
Libertad, en su entorno territorial tuvo su tir climas cambiantes y hostiles, atravesar
asiento el ser humano más antiguo hallado bosques poblados de alimañas e insectos
hasta el presente en nuestra patria: el hom- peligrosos, enfrentar ríos turbulentos, pan-
bre de Paiján. Hace doce mil años erraba tanos insalubres y epidémicos, el espeso
ahí aquel nómade cazador, pescador y calor húmedo de las regiones tropicales y
recolector del paleolítico transcurriendo combatir a enormes fieras hoy extinguidas
por el borde del litoral del Pacífico, ali- como fueron los mamuts, los mastodontes,
mentándose de los productos naturales los megaterios y los esmilodones o tigres
de los valles y venciendo los rigores del colmillos de sable. Fueron hombres que
calor y la sequedad de pampas eriazas y pasaban fugazmente por la existencia pues
desoladas.   Sus restos, preservados por en aquella prehistoria del arma de piedra,
la arena caliente del desierto, testimonian el duro combate por la supervivencia y el
una primera y remota imagen del agotado estrago de las enfermedades la expecta-
aliento de una vida que alguna vez animó tiva de vida difícilmente superaba los treinta
ese cuerpo de piel curtida y amarillenta años de edad.
que yace hoy inerte como una melancó-
lica sombra de la eternidad.   Sus huesos, Es importante detenerse en esa aurora
su cráneo, sus cuencas   vacías albergaron de Paiján pues es como el inicio dramá-
una voluntad  y una emocionante lucha por tico   del hombre de esta parte del conti-
la supervivencia que impulsaron los prime- nente americano en una imagen sugestiva,
ros pasos de nuestro hombre nativo cuyos y hasta   fantástica, elementos estos muy
remotos ancestros habían   nacido en las caros a los surrealistas.   Tan caros que me
llanuras de la actual Mongolia, en las pro- permitiría invitar a Chávez a entusiasmarse
fundidades   del Asia Central, peregrinado por desarrollar un programa de oleos, pas-
por hostiles estepas y cadenas montaño- tel graso o dibujos bajo este tema: Hombre
sas hasta la península de Chukchi, y atra- de Paiján. O más estridentemente: Imá-
vesado hace más de cuarenta mil años genes apocalípticas de una aurora.   A ello
el estrecho de Bering, puesto el pie en la hay que agregar el hecho de que nuestro
península de Seward, en Alaska, y empren- pintor  vivió algún tiempo durante su niñez
dido una larga migración de siglos desde en Paiján, del cual guarda recuerdos entra-
El primer animal / 1967 América del Norte a Mesoamérica, el Istmo ñables. Con el descubrimiento de aquel
Litografía / 0.35 x 0.41 m / MOMA, Nueva York
26

Gerardo Chávez López


de 11 años vistiendo el uniforme del colegio Centro Viejo 241,
Trujillo

Doña Estela Rosa López López


Madre del artista
29
hombre prehistórico aparece entonces conocida, describió de manera admirable
la infancia del maestro como un amane- en la cerámica todas las manifestaciones
cer a la vida jugando, corriendo, matape- de su vida.   En los recipientes de carác-
rreando sobre la tierra misma que ocultaba ter escultórico como en los pictóricos fijó
hasta hace unos pocos años un vestigio meticulosamente sus actividades cotidia-
tan excepcional. nas y religiosas tal como lo apreciamos
en sus magníficos “huacos” retratos que
Fue así que en el territorio antiguo de Tru- se constituyen en notables esculturas en
jillo–La Libertad florecieron y se marchita- arcilla en las cuales podemos apreciar, mil
ron pueblos del paleolítico y del neolítico, quinientos años después, no sólo los ras-
de la decisiva era de la revolución agrícola gos faciales y los tocados de los persona-
así como del formativo cultural peruano jes ahí representados sino la vibración de
en que aparecieron etnias que levantaron sus emociones y sentimientos así como
los primeros monumentos de envergadura el carácter y personalidad de cada cual.
como se admiran en Huaca de los Reyes Son magníficos también los que descri-
o Caballo Muerto, Pacopampa, Puncurí, ben guerreros con sus armas, vestimen-
Kunturhuasi y Mojeque.   En el amplio tas y ornamentos entre los que destacan
espacio norteño se dieron asimismo los las piezas que exornan sus cascos, las
primeros latidos de la civilización como lo narigueras, los grandes aretes, los pecto-
evidencian los centros culturales de Caral, rales, los prendedores y las pulseras. Es
El Aspero, Las Haldas, Chankillo, Sechín por cierto muy variada la forma en que los
Alto, Sechín de Casma, antecedentes de mochicas describieron sus prácticas   eró-
Don Pedro Celestino Chávez Padilla Chavín cuyo centro ceremonial, Chavín ticas expresadas en diversas formas de
Padre del artista
de Huantar, en la provincia de Wari, en relaciones sexuales en que se entremez-
Ancash, sobre la margen izquierda del clan consideraciones religiosas y la magia
río Mosna, estimuló con su enorme ener- y el misterio de la generación humana.  Es
gía religiosa el inicio de la alta cultura en asimismo extenso el número de los que
el Perú.   Siglos más tarde, en los propios recogen las múltiples manifestaciones
valles de Moche y de Chicama, surgieron del mundo animal como felinos, lechu-
dos grandes sociedades prehispánicas: la zas, tarucas, zorros, halcones, culebras,
Mochica y la Chimú.  Esta última forjó uno insectos, gatos, cangrejos, loros, arañas,
de los primeros imperios regionales y sus miriápodos, leones marinos, escorpiones,
logros en orfebrería – junto a la de la cul- perros, sapos y peces.
tura Lambayeque – están entre las realiza-
ciones superiores del arte antiguo. En el aspecto religioso son numerosos   los
que muestran edificaciones templarias
Pero es en los mochicas que importa dete- de muros decorados con diseños   ondu-
nerse.   Este pueblo, a falta de escritura lados que representan olas marinas así
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Teresa Prunella Chávez López


Hermana mayor del artista, quien lo apoyara
incondicionalmente

Gerardo Chávez en la puerta de la Galería Camino Brent 1975 / Lima


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Autoretrato / 2003
Óleo sobre tela / 1.00 x 0.81 m / Museo Uffizi
Florencia, Italia

Katia d’La Nuit / 1966


Óleo sobre tela / 0.46 x 0.38 m
Katia Foucault, madre de su segundo hijo, Iván
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como caracoles, pulpos, peces y aves del culturas en que las artes vinculaban a los bina.   A ella se refiere también el impor- en su experiencia, como algo habitual,
litoral.   En este conjunto hay que incluir hombres con los dioses en contraste con tante documento del doctrinero Francisco todas aquellas presencias   que lo rodea-
las figuras tanto escultóricas como pinta- las modernas sociedades desacralizadas de Ávila, Ritos y tradiciones de Huarochirí, ban y se introducían en él por la vista que,
das de las divinidades que constituyen un en que las artes musicales se han reducido en cuyo capítulo IV se lee: “Se dice que, de acuerdo con los griegos, es el sentido
amplio universo de seres sujetos a diversas a ser espectáculos para la diversión y el en los tiempos antiguos, murió el sol.   La principal del conocimiento.   Las historias
transformaciones como Sí –la diosa Luna–, entretenimiento. oscuridad   duró cinco días.   Entonces, las populares que narran las actividades de
el amenazante dios degollador o el gran piedras se golpearon unas contra otras y los “huaqueros” son por cierto elemen-
Ai-Apaec de boca atigrada y cinturón que Actividades rituales: he aquí una imagen los morteros, así como los batanes, empe- tos imprescindibles de las tradiciones de
concluye  en cabeza de serpiente. Son muy que resucita desde el fondo del tiempo zaron a comerse a la gente…” En aquellas aquellas comarcas que han entregado
notables las imágenes de animales quimé- e impacta de manera ambigua y hasta figuras   del mural los escudos y las armas mucho de lo más valioso que conser-
ricos como dragones escamados de gran- confusa con los sentimientos del hombre aparecían vivos y poseían brazos y piernas van los museos y atesoran las coleccio-
des fauces y filudos   colmillos, y escenas actual. Los mochica han sido grandes de forma tal que combatían resueltamente nes particulares.   El hombre liberteño ha
en que intervienen figuras antropomorfas maestros en plasmar esos poderosos tes- y capturaban a los humanos.  Era pues una escuchado desde niño hablar despacio-
y seres humanos en historias cuyo signifi- timonios visuales que nos llegan desde las formidable representación que estaba en el samente, como en susurros, de esos vio-
cado desconocemos debido a que carece- profundidades del alma humana hasta la linaje de las impresionantes obras fantásti- ladores de tumbas de los “gentiles” que,
mos de testimonios escritos.   Pero de toda mirada sorprendida, desorientada, y por cas de otras latitudes como los seres sobre- hundiendo una varilla bajo el suelo, ubican
esta extraordinaria imaginería mochica ello profundamente inestable, de los huma- naturales de grabados y pinturas rupestres los entierros, y cómo excavan a la luz de la
importa para nuestras consideraciones el nos de este tercer milenio.   Una herencia africanos, ilustraciones de manuscritos de luna; y cómo entran cuidadosamente   en
excepcional universo de la cerámica pin- que revela la voluntad del hombre antiguo apocalipsis medievales, emblemas alqui- esos recintos escondidos; y cómo remue-
tada donde se describen combates entre por comunicarse con otras realidades ina- mistas, escenas de Mathias Grünewald, los ven los restos sepultados que están pro-
seres diversos que, en casos, represen- sibles por los sentidos.   De ese vasto con- paisajes cósmicos de Albrecht Altdorfer o tegidos por peligrosos encantamientos y
tan una nítida figura antropomorfa aun- junto de formas mágicas quiero rescatar las obras extraordinarias de un Jeronymus custodiados por guardianes invisibles.   El
que están enmascarados, poseen rostro aquí una en particular por las considera- Bosch o de un Pieter Brueghel el Viejo, por otro mundo está pues muy próximo de
humano y cuerpo animal.   Por el trazo del ciones en que me detendré más adelante: señalar algunas pocas de las más signifi- éste.   Y los seculares saqueos, la venta
pincel y las epopeyas que narran recuerdan el mural, lamentablemente desaparecido, cativas. clandestina de joyas, ceramios y telas, y
a la cerámica griega la cual tiene la ventaja que narraba la rebelión de los artefactos las momias violadas en sus sepulcros, así
de entregarnos las claves de sus historias contra los hombres que los crearon.   Este Como todo niño norteño Gerardo Chávez lo evidencian.
gracias a la escritura. Por el contrario, en fresco fue descubierto en 1925 – 1926 en se había educado profundamente imbuido
los mochica esas remotas historias mitoló- la Huaca de la Luna del valle de Moche de la atmósfera de esas herencias que En esas profundidades encuentro los orí-
gicas y humanas transcurren ante nuestra y describía escenas en que los objetos siembran en las honduras del alma y en genes de dos elementos permanentes
mirada como un mundo silencioso indes- se lanzaban contra los humanos con el la propia   conciencia una natural y fluida y vitales de la obra de Chávez: Eros y el
cifrado.   Pero un mundo en que hallamos fin de destruirlos.   Algunos pocos y nota- convivencia con un mundo sobrenatural Juego.
elementos decorativos característicos de bles ceramios recogen también esa histo- que está allí, descrito en los murales y alto-
los pueblos tradicionales: ricas coreogra- ria.   Desde los primeros estudios realiza- rrelieves de las “huacas”, en el diseño de En efecto. Eros es la pródiga energía que
fías de seres danzantes, enmascarados, dos por G. Krickeberg y J. Imbelloni quedó los tejidos, en las esculturas y dibujos de une firmemente   las figuras, objetos y ten-
vistiendo ropajes ceremoniales y efec- esclarecido de que se trata de la represen- los ceramios, en las formas fantásticas de siones que animan sus formas. Eros, aque-
tuando movimientos rituales al compás de tación de una notable leyenda diseminada la orfebrería.   Es decir que Chávez, como lla fina herencia recibida por un Chávez
la música.   Actividades estas habituales en por el Perú y la Mesoamérica precolom- todo auténtico norteño, ha incorporado que mantiene un culto íntimo y secreto a
36 37

Gerardo Chávez en su taller de Lima Bibiana Maza y Gerardo Chávez


con su hijo Gerardo / 2001 en su taller de París / 1986
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Gerardo Chávez acariciando un caballo de madera


del carrusel antiguo de Chosica / 1993
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El artista en el balcón de su taller


en París, Boulevar Brune / 1973
42 43
la primera mujer que depositó en él aquel trabajada en varias décadas demostrando sublevación aprista y del asalto al cuartel primero, y en su fundamental experiencia
milagro: su madre.   Una madre que per- una fidelidad formidable a su estilo, a su O´Donovan en 1932, que concluyó con la francesa después, aprenderá la mejor de
dió cuando él no había cumplido los cinco particular manera, a su más profundo sen- muerte de varias decenas de militares en él manera de conjurarlas sobre el lienzo, el
años de edad pero que le transmitió el más tir fuertemente asido a sus raíces. y una implacable represión emprendida por papel, el yute.  En ello lo ha alumbrado una
precioso tesoro femenino: su poderoso el gobierno contra los revolucionarios.   La benéfica estrella pues hay que contar con
amor. Más tarde fue redescubriendo una y Pero si bien el Trujillo prehispánico ha persecución de los sublevados y el fusila- la fortuna para que las dotes personales se
otra vez lo femenino en las mil formas  que jugado un papel decisivo en su obra no lo miento de centenares de militantes en las manifiesten en toda su extensión.   Un pri-
adopta en la vida multiplicando así aquel fue menor su desarrollo futuro en esa tie- ruinas de Chan Chan y Mansiche marca- mer paso en esa dirección fue su hermano
tesoro que le ha permitido dominar mayo- rra atravesada modernamente tanto por ron profundamente a la población pues no Ángel, excelente pintor, varios años mayor
res sutilezas, celebrar flamígeramente la alegrías como por grandes dramas.   En hubo familia de la ciudad y su región que que él, quien le abrió el camino hacia el arte
existencia, convertir su obra en una perpe- efecto. En el primer tercio del siglo XX Truji- no fuese afectada por ese acontecimiento pues ya estudiaba en la Escuela cuando
tua exaltación. llo y su región no fue para nada ajeno a los cuyas características provocaron un daño Gerardo llegó a Lima. Y luego, el hecho
grandes acontecimientos mundiales. Por profundo pues una guerra civil desen- de que la Escuela atravesaba uno de sus
Y el Juego.  Esa intuición de un orden natu- el contrario, en su seno se gestó un movi- cadena las más virulentas pasiones al momentos cenitales gracias a la acertada
ral y sobrenatural que despliega una mara- miento transformador de grandes propor- enfrentar a familiares, amigos y compatrio- dirección de Germán Suárez Vertiz, pri-
villosa coreografía que se emparienta con ciones, la Alianza Popular Revolucionaria tas.   Chávez nacería solo cinco años des- mero, y, posteriormente, de Juan Manuel
los viejos rituales que vienen desde las pin- Americana (APRA), que marcaría a fuego pués de esta conmoción   de forma tal que Ugarte Eléspuru, secundados por un des-
turas rupestres hasta la imágenes que hoy el destino de la política nacional y tendría su infancia y adolescencia transcurrió en un tacado equipo de profesores como fue-
mismo está trabajando Chávez con tintes destacable influencia en otras latitudes del ambiente en que se hablaba en voz baja, ron Ricardo Grau, Carlos Quispez Asín,
fabricados con sus propias manos y fijados continente.  Su fundador, el trujillano Víctor como en sordina, de aquella tragedia.   Los Sabino Springuett, Carlos Aitor Castillo,
en tela de yute para acercar la obra cuanto Raúl Haya de la Torre, ejercería una funda- seres tensos y desgarrados de sus cuadros José Gutiérrez Infantas y Bruno Roselli,
se pueda a la mágica actividad lúdica, y por mental gravitación en aquella centuria que iniciales, trabajados con colores oscuros y entre otros.   En aquella segunda mitad de
tanto artística, realizada por los remotos había visto nacer la revolución agrarista sombríos, debieron ser la afloración de ese la década del cincuenta Chávez se enteró a
ancestros. mexicana de 1910, la revolución soviética mundo de sacrificados que sufren un dolor través de la Escuela, de manera más dete-
de 1917, la progresiva descolonización de profundo que se eleva como voces   sordas nida, de las grandes corrientes pictóricas
Es así que gracias a Eros y el Juego halla- los territorios ultramarinos de las grandes desde el fondo de la historia fijándose en el que habían recorrido la primera mitad del
mos en la obra del maestro trujillano que potencias declinantes, la aparición de los espacio circunscrito y agobiante de aque- siglo. El cubismo, el abstraccionismo, el
sus imágenes conforman una danza per- partidos de masas, el nacional socialismo llos iniciales lienzos juveniles. De alguna surrealismo; los nombres de Picaso, Dalí,
manente, una coreografía de líneas y colo- alemán, el fascismo italiano, dos grandes manera el artista se erige así en testigo y su Ernst, Chagall, De Chirico, Duchamp, Klee,
res, de seres en permanente transforma- guerras mundiales, la consolidación del obra en una obsesionante presencia de las Magritte, Miró, Matta, Picabia, Tanguy,
ción en donde se está por escuchar hasta poder económico y tecnológico mundial sofocadas corrientes subterráneas de su Tápies y muchos otros ocupaban la aten-
a la propia música. Ha sabido pues crear un norteamericano y el enfrentamiento entre pueblo bullendo en las profundidades del ción de los pintores en ciernes en tanto
mundo artístico pleno de una intensa origi- los planteamientos capitalistas liberales y subconsciente. las reproducciones de sus obras eran ávi-
nalidad en el que lo trascendente está por los de estado que conmoverían al mundo damente estudiadas y contempladas.  Al
revelarse y en donde las grandes leccio- hasta las postrimerías de aquel siglo. Estas extrañas presencias están pues en la propio tiempo que avanza en sus estu-
nes de su aprendizaje y vasta experiencia raíz de la obra del maestro trujillano.  Y es dios Chávez efectúa motivadores viajes
internacional han jugado un papel de esti- En este marco Trujillo sufrió una profunda con aquellas sombras dentro de sí que en la por el interior del Perú – Chavín, Nazca,
muladores y afianzadores de una madurez conmoción como consecuencia de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, Paracas, Cuzco, el valle del Urubamba,
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Gerardo Chávez con amigos


del Colegio Centro Viejo 241, Trujillo

Chávez en su primer taller en París / 1967


Palomo / 1988
Óleo sobre tela / 1.50 x 1.50 m
Única obra pintada por los dos hermanos Ángel y Gerardo Los hermanos Ángel y Gerardo jugueteando en un restaurante limeño / 1976
50 51

Gerardo Chávez con sus hijos Daniel e Iván / 1987


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Cariñoso recuerdo de Desirée Lieven, “La Vieja”, princesa rusa en


París en 1968. A pesar de su modesta situación, acogía amicalmente
a todos los latinoamericanos. Tenía un gran amor por el Perú y por los
combatientes de izquierda. Cultivó una especial amistad con nuestro Gerardo Chávez con su amigo y maestro el pintor chileno
gran poeta César Vallejo, la bailarina Elva Wara y los hermanos Gonzalo Roberto Matta, en ocasión de la exposición de Chávez en la
y Federico More. Galería El Dragón de París, 1987.
1 2 3 4

1. Carmen Waugh, Carlos Revilla, Gerardo Chávez y el escultor Joaquín Roca Rey, Madrid / 1970 3. Gerardo Chávez y su amigo el pintor Joaquín Ferrer, París / 1987
2. Gerardo Chávez, Carmen Waugh y el escultor español Pablo Serrano, Madrid / 1970 4. Enrique Galdos Rivas, Milner Cajahuaringa, Tilsa Tsuchiya y Gerardo Chávez, Lima / 1968
1 2 3 4

1. Mario Vargas Llosa y Gerardo Chávez 3. Jujba, Gerardo Chávez y Vladimir Velickovic
2. Alfredo Bryce Echenique y Gerardo Chávez 4. Gerardo Chávez y Eduardo Rabines Llontop
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Machu Picchu, el lago Titicaca, Arequipa. aquella corriente artística, del que habría
Y hay que recordar una experiencia princi- que recordar una de sus aseveraciones
pal de esos años: trabaja para el médico y sobre la pintura: “Un cuadro sólo lo puedo
arqueólogo Arturo Jiménez Borja en deco- contemplar como si fuera una ventana, ya
rar los museos arqueológicos que estaban que mi primera preocupación es saber a
bajo su responsabilidad. dónde da”.

Aquella estadía de su adolescencia y juven- El maestro   trujillano penetró así en los


tud en la capital del país y en la Escuela conceptos básicos del surrealismo como
fue decisiva pues habiendo recibido una el arte del azar y del soñar, la fusión de lo
sólida formación teórica y plástica pudo imaginario y lo real, el mito de los Gran-
emprender a la conclusión de sus estu- des Transparentes, el erotismo del hombre
dios el imprescindible viaje a Europa. No liberado, la peregrinación interior desde
hay duda de que junto con el talento, el conocimiento al éxtasis, el redescubri-
la fortuna tiene un rol decisivo en la vida miento del arte “primitivo”, el humor negro
de todo hombre pues su encuentro con y la información recabada acerca de la
Roberto Matta en Roma, primero, y luego Exposición Internacional del Surrealismo,
en su establecimiento en París, y su amis- conocida como la exposición EROS, que
tad con Wifredo Lam, fueron gravitantes a la llegada de Chávez a París acababa de
en su evolución.   Una evolución que tuvo efectuarse en 1959-1960.   Sin embargo su
que ver con su admiración por las obras de obra no va a sustentarse del todo sobre
esos dos artistas y las del mexicano Rufino uno de los postulados básicos del surrea-
Tamayo. Hay que sumar a ello su encuen- lismo como es el automatismo “por el cual
tro en los museos europeos con las obras se pretende expresar, ya sea de palabra,
originales de Jeronymus   Bosch, Pieter por escrito o de cualquier otra manera, el
Brueguel el Viejo, Botticelli, Miguel Ángel, auténtico funcionamiento de la mente.   El
Arcimboldo, Rembrandt, Goya, Cranach, automatismo como el dictado de todo pen-
Gainsborough, Ingres, Delacroix, y las lec- samiento libre de todo control ejercido por
turas de Lautreamont, Nerval, Rimbaud, la razón y ajeno a cualesquiera preocupa-
Baudelaire, Eluard y Gastón Bachelard. ciones estéticas o morales”, tal como reza
Rico universo estimulante que empuja- el Primer Manifiesto Surrealista de 1924.  Y
ría a Chávez en su importante etapa de no lo es porque en la obra de Chávez hay
los sesenta en que estuvo imbuido por un inteligente dominio de la escenografía
el surrealismo, movimiento en que lo oní- donde se mueven personajes que pare-
rico y lo sexual son decisivos. Por cierto cieran de fino material elástico o de cristal
estas esferas donde   habitan profundas que retornan obsesivamente a sus lienzos
energías   eran ampliamente cultivadas a través de las varias épocas en que se ha
por André Breton, ideólogo principal de querido dividir su trabajo plástico de medio Ángel y Gerardo Chávez en Roma / 1973
Gerardo Chávez en el Palatino de Roma / 1960
60 61

Telmo Rojas y Gerardo Chávez / 1994

Gerardo Chávez en su taller de París con Katya,


sus hijos Iván y Daniel y un amigo, F. Pozas / 1973 Gerardo Chávez en su taller de París / 1976
62
siglo.   Por el contrario, en pocos pintores conocer al Max Ernst de Le dejeuner sur
se da esa espléndida continuidad en que l’herbe (1935-1936), Sans titre (1935) y
los personajes que aparecen desde su Frotagge pour VVV (1949); al Yves Tan-
juventud vuelven transfigurados, envueltos guy de Le Matin (1951); al Humphry Jen-
en cambiantes exornaciones, danzando en nings de Mujer (1934); al Kurt Selgmann de
renovados rituales. Los hermanos desiguales (1936) y la obra
mucho más tardía del Popovic Ljuba de El
La estadía europea tiene que ver también lote y el loto (1973), por señalar algunos
intensamente con el mejor conocimiento artistas gravitantes.   En aquella década el
que adquiere de surrealistas notables movimiento surrealista había alcanzado su
como los ya mencionados Matta y Lam, esplendor, ya   tenía una historia de cuatro
que habían abierto las puertas a una inda- décadas intensas de obras   y debates,
gación propiamente latinoamericana en el había  revolucionado principalmente la poe-
seno de aquel movimiento.   Este impulso sía y las artes plásticas, alcanzado notables
estaba en el meollo mismo de la búsqueda logros en la cinematografía, contaba con
de Chávez, gran explorador envuelto en la estudios y enciclopedias especializadas,
atmósfera crucial de la década del sesenta las pinturas de sus grandes creadores ocu-
que es la del retorno a las raíces tanto de las paban un lugar preponderante en los gran-
viejas como de las renovadas culturas del des museos y hasta el 28 de septiembre de
continente en la obra literaria de Alejo Car- 1966, fecha en que falleció, André Breton
pentier, Gabriel García Márquez, Octavio ejercía una incontestable autoridad sobre
Paz, José María Arguedas, Jorge Amado, aquel movimiento que se identificaba   tan
los grandes acontecimientos sociales resueltamente con su propia persona.
como la Revolución Cubana, la guerra de
Argelia, el estallido de Mayo de 1968 en Dentro de esa atmósfera surrealista es
París, la eclosión musical norteamericana y importante subrayar el apasionado inte-
británica, los beatniks y tantos hechos que rés de Chávez por el arte primitivo, interés
marcaron a fuego aquella “década prodi- que lo llevó en 1970 a visitar las cuevas
giosa”. En esos días, Chávez se adentró en de Altamira, situadas en la provincia espa-
la poesía de dos grandes escritores perua- ñola de Santander, estación arqueológica
nos: en los versos dramáticos y profundos próxima a Santillana del Mar. Allí aparecie-
de César Vallejo y en los deslumbrantes ron las excepcionales pinturas del hombre
poemas surrealistas de César Moro. La del paleolítico franco-cantábrico realizadas
prosa inteligente de Jorge Luis Borges y a base de líneas oscuras que perfilan dies-
los gráciles poemas caribeños de Nicolás tramente los cuerpos de los animales con
Guillén acompañaron también sus peregri- aplicaciones en ocre rojo y negro, y con
naciones intelectuales. Pero en el ámbito espacios sombreados, que representan
Gerardo Chávez y su hijo Iván
de la plástica fue importante para Chávez bisontes, caballos, jabalíes y ciervos de en su taller de París / 1987
1 2

1. Jorge Piqueras, Gerardo Chávez, Alberto Guzmán y Jorge Eduardo Eielson


en la Bienal de Venecia / 1966
2. Alejandro Romualdo, Gerardo Chávez y Luis Enrique Tord frente al 3. Gerardo Chávez y Luis Enrique Tord en casa del poeta César Vallejo.
Museo del Juguete, Trujillo / 2006 Santiago de Chuco, La Libertad / 2011
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perfil de tamaño natural, y aún de mayo- rillo, azul y verde hablan desde el fondo del evidencia es contundente: se puede encon- De la década del setenta hasta la fecha
res dimensiones, los cuales   debieron ser tiempo en un lenguaje vital, directo, ele- trar en la prehistoria una imagen artística Chávez ha ido recorriendo vital e imper-
objeto de cultos gracias a los cuales se gante, suscitando admiración en el hombre tan genial como en las culturas americanas turbablemente el maravilloso universo de
pretendía conseguir que las potencias de actual por la precisión y habilidad de sus precolombinas, en el Renacimiento o en la sus seres vitales, de Eros convertido en el
la naturaleza favorecieran la cacería.   Este trazos. En un siglo recargado de tecnolo- época contemporánea.   Y no dependen centro de su acción, del Juego plasmando
interés delata la atención que había puesto gía y atrapado en mil y una especulaciones unas de otras para que un talento le haya esas coreografías dionisiacas en que una
el artista en las consideraciones de los racionalistas y positivistas, aquella revela- dado vida a cada cual.   El arte es entonces varonil alegría es resultado de una larga
surrealistas, en especial de Breton, en ción de un mundo mágico, que ofrecía con lo más cercano al presente continuo que herencia griega de ritos en que la danza,
aquellos textos en que incita a plásticos y tanta sobriedad y limpieza una comunica- es, en verdad, la existencia.   Es pues un la música y la guerra lúdica eran el cora-
poetas a observar el arte   primitivo como ción con otras realidades a través del arte, acontecimiento que no vive aferrado a las zón de aquella cultura.   De similar forma
una manifestación natural, carente de debió remover en él los recuerdos de la rica engañosas fragmentaciones que se deno- en que esos elementos se dieron también,
sofisticaciones, en tanto que es conse- iconografía de las viejas culturas peruanas minan pasado y futuro. ampliamente, entre los mochicas.   Pueblos
cuencia de los afloramientos del subcons- que yacían latentes en su memoria. Al fin marítimos los dos, enérgicos, espléndida-
ciente.   De alguna manera los surrealistas y al cabo muchas de las motivaciones de En el transcurso de estos viajes Chávez fue mente masculinos, unieron pensamiento
consideraban que la operación efectuada Altamira y Tasili n’Adyer eran similares a las consolidando su propio y original lenguaje e y arte, inteligencia y armonía en una  firme
por el artista rupestre estaba próxima del que habían impulsado los rituales de sacer- intuyendo con mayor perspicacia las gran- trabazón en que la fuerza sobrenatural de
automatismo entendido como una técnica dotes y chamanes de los antiguos pueblos des herencias recibidas de su tierra natal.  El los dioses animaba la aventura humana
creativa esencial a las   aspiraciones de de su lejana patria. maestro trujillano, a pesar de sus conviccio- hacia la epopeya y la trascendencia.   Eran
aquel movimiento. nes políticas de hombre de avanzada, no se todavía pueblos en que el aliento sagrado
Y aún viajó Chávez a la Isla Pascua en dos dejó tentar por los cantos de sirena de las animaba hombres y cosas y en que la
Dos años más tarde, en 1973, continuando oportunidades –en 1975 y 1977– para ideologías que, a falta de religión, pretenden alegría era un milagro alcanzable.   En las
con su búsqueda de los primitivos Chávez observar las grandes cabezas de piedra sustituirse a las más arraigadas y profundas sociedades desacralizadas, como la nues-
viajó a Tasili  n’Adyer, en el Sahara meridio- volcánica cuyos ojos miran detenidamente creencias humanas.  En ello contó el fino hilo tra, esa alegría quiere ser confundida con
nal de Argelia, en cuyas desoladas mesetas a las constelaciones del hemisferio aus- conductor que lo anclaba a las viejas raíces la bastarda diversión, y aún el entreteni-
rocosas se hallan numerosos petroglifos tral.   En este promontorio en medio del de su pueblo, al firme legado de sus ances- miento epidérmico y estupefaciente, que
y pinturas que llegan a alcanzar en anti- Pacífico, situado a tres mil setecientos kiló- tros. Se aferró así solidamente a su arte evi- es precisamente de lo que no hablamos
güedad hasta los siete mil años antes de metros de la costa de Chile, pudo remon- tando el sendero de la propaganda y la dis- en estas líneas.   Entretenimiento mercantil
Cristo.   Allí pudo admirar figuras variadas tarse a cientos de años atrás     cuando persión en que se empantanaron otros. El que ha penetrado al arte reduciéndolo –o
que representan símbolos cosmogónicos, fueron tallados e hincados esos monolitos vendaval se llevó con el siglo pasado aque- sometiéndolo– a ser un decorativo objeto
seres humanos de pie y sentados en cír- sobre plataformas con inscripciones que no llos fantasmagóricos edificios que la razón de mercado.
culos, danzantes, gigantes enmascarados se han podido descifrar. A más de la fasci- desorientada y ensoberbecida pretendió
o seres sobrenaturales, personajes atavia- nación por lo remoto y exótico, en aquellas levantar sobre las arenas movedizas de la En estas tres décadas el maestro
dos con tocados complejos y vistosas ves- manifestaciones ibéricas, africanas y pas- cambiante realidad –infatigable construc- Chávez   ha permanecido fiel a su oficio de
timentas, cazadores de antílopes, carros cuenses debió llamarle la atención la inten- tora de apariencias– haciendo resonar con gran director del Juego descubriéndonos
arrastrados por caballos y motivos en espi- sidad de las expresiones logradas con una mayor fuerza que nunca la advertencia que otros espacios no menos maravillosos.   Es
ral relacionados con los que se hallan en notable economía de trazo.   Y revelársele Francisco de Goya incluyó en la plancha 43 el caso de las procesiones en homenaje
Nubia y Egipto. Aquellas notables efigies que en el arte no hay propiamente movi- de sus grabados Caprichos: “el sueño de la a elementos precolombinos de intenso
pintadas de rojo, ocre, blanco, negro, ama- miento progresivo como en la ciencia.   La razón genera los monstruos”. simbolismo: el cuchimilco Chancay que
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se aprecia en El último ídolo (1979-1980), lealmente los dictados de su más profunda centista flamenco recorrieron la senda de de un espacio que está más allá   del cir-
el personaje de El otro Ekeko (1991) y La intuición plasmando mediante la línea y el un arte fantástico que marcó indeleble- cunscrito del cuadro.   Es así entonces que
procesión de la papa (1995).   Ellos están color asuntos esencialmente arraigados en mente  la fogosa juventud del maestro. en este momento aquellos personajes están
plenos de aquella herencia simbólica que el alma del hombre.   No lo hace por cierto tomando por asalto el mundo, subleván-
el maestro ha sabido rescatar para el arte –ni le corresponde hacerlo   a un artista– Quienes hemos tenido la suerte de verlo dose contra los límites del marco e, inclu-
contemporáneo, no como elemento folkló- con los instrumentos del historiador ni trabajar   sus más recientes lienzos en Tru- sive, contra el espacio de la galería.   Es, no
rico   o de remembranza exótica y exor- del etnólogo ni del mitólogo   sino con los jillo y en Lima –algunos de ellos de muy hay   duda, la consecuencia natural de la
nativa, sino con una potencia que revive suyos propios del arte pictórico, arte que grandes dimensiones– somos testigos de alegría exultante de una llama espléndida y
trascendentales herencias incorporadas al al transmitir imágenes instantáneamente a su resuelta decisión de acercarse a los vital que sustenta aquella danza en donde
mundo moderno con esa decisión, convic- través de la vista posee, frecuentemente, ancestros hasta en el uso de los elementos él es uno de sus personajes o, más bien,
ción y genio que sólo una poderosa ima- una mayor capacidad reveladora y trans- tecnológicos: la tela de yute como soporte la suma de todos ellos.   Gerardo Chávez,
ginación puede crear.   Todos los temas formadora que la escritura. y las pinturas elaboradas con sus propias maestro tan peruano y tan universal, es
tratados en los lienzos mencionados tie- fórmulas.   Fórmulas que incluyen quími- uno de aquellos notables valores que
nen el carácter de   ritos celebratorios, muy Por otro lado, en su aventura de la década cos, tierra y hierbas a ser aplicados en una han comunicado contemporáneamente a
dentro de la tradición pictórica de Chávez del noventa nos entregó Chávez su magní- enorme superficie cuyas figuras y color nuestro continente con el mundo.   Y sus
en donde la exaltación de aquello que uni- fica serie Los caballitos de Amador   (1992), de fondo de un ocre rojizo recuerdan las entrañables seres exaltados y exuberantes,
fica a un pueblo ha sido una constante de donde el elemento lúdico alcanzó su más cuevas de la prehistoria.  Chávez ha enfren- que en verdad son sus múltiples rostros de
su obra.   Es en La procesión de la papa elevada expresión. ¿ Y como no iba a ser así tado esta vez el reencuentro con su propio artista, lo están celebrando.
donde todos aquellos elementos estallan cuando emergen del lienzo vibrantes, colo- pasado al que le ha agregado la original
de una manera espléndida a través de los ridos, rebosantes de vitalidad los carruse- creatividad de su genio sobre varios metros
resueltos movimientos de los protagonistas les, los triciclos, los globos, las máscaras, cuadrados de extensión como queriendo
del cortejo, de los cargadores –humanos, los juguetes  de su infancia? Otra vez vuelvo abarcar un universo, como ansiando com-
animales, seres fantásticos– y de aquellos al inicio de este texto: Eros, el Amor (¿por pendiar de una vez por todas la presencia
músicos que están poniendo la nota sonora eso en la serie incorporó Chávez el nombre de aquellos demonios que lo asedian, que
y bulliciosa que admiramos en las figuras Amador?) y el Juego.   Los dos fundamen- lo llaman, pero que también se le some-
de nuestra vieja historia en donde desde el tos de su arte.   Es en esta serie donde se ten. Y se le rebelan, pues esos demonios
principio de la alta cultura aparece la cara- entreven en sus fondos oscuros aquellas aspiran a poseer su propia individualidad,
cola marina –instrumento musical emble- cabezas de pájaros y embudos metálicos su única y particular historia.   Pero saben
mático– en las representaciones de Cha- que recuerdan a los que hace medio mile- bien que para explicitarse, para sumarse
vín. A ellos hay que agregar sus notables nio pintó aquel enorme flamenco que fue a este mundo, dependen del artista inter-
Mitologías del futuro que nos devuelven a Bosch.  Y en la serie Aenigma (2000), dibu- mediador, de ese chamán que los hace ser
las consideraciones iniciales que hemos jos pintados sobre papel hecho a mano, ante el sentido de la vista, camino a través
trazado en estas páginas.   Es decir, que con colores marrones, cremas y grises, del cual pueden acceder al alma del espec-
el artista, a pesar de las turbulencias del reaparecen figuras que nos   devuelven a tador.   Y gracias al espectador pueden, al
mundo actual que han empujado al hom- las que Chávez admiró hace treinta años fin, existir.   Y ahí tenemos, una vez más, a
bre al estéril páramo del absurdo, la angus- en Tasili n’ Adyer.   Considero pues que la intensa población de aquellos seres que
tia, el sensualismo aturdidor y la anestesia esas dos series son homenajes a quie- ahora desbordan los límites de la tela inten-
de los entretenimientos banales ha seguido nes en el pasado prehistórico y en el rena- tando saltar a las paredes para apoderarse
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Gerardo Chávez realizando la obra “El otro Ekeko”


en los espacios de la Galería Camino Brent / 1990
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Gerardo Chávez con su hijo Gerardo Amador. Lima / 1991

Gerardo Amador Chávez delante de la obra “El otro Ekeko”


el 2 de mayo, día de su primer cumpleaños. Lima / 1991
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Gerardo Chávez en su taller de Lima / 2009


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Gerardo Chávez realizando la obra “La Justicia


en su laberinto” en su taller de Trujillo / 2008

p. 78-79. Gerardo Chávez en su taller de Lima / 2008


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“Un cuadro sólo lo puedo contemplar


como si fuera una ventana, ya que mi primera
preocupación es saber a dónde da”.
André Breton

Prisioneros de Cao / 2011


Acrílico sobre tela / 1.30 x 0.97 m
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El arte de la transfiguración
Existe un portón de casona en el pueblo extraordinaria saga artística forjada por
de Paiján –en la costa norte del Perú- cuya este gran trabajador en las décadas que
superficie recorre con sus manos, como median desde las gastadas pinturas de
un ritual, el maestro Gerardo Chávez cada aquel viejo portón paijanense hasta la
vez que retorna a aquellos lugares de su grandeza de una obra actual cuya origina-
infancia. Esas vetustas maderas de caoba lidad, fuerza y magnitud la sitúa entre los
aún están pintadas con el color gris plomo aportes más notables de América Latina
que les aplicó hace sesenta y cinco años de la segunda mitad del siglo XX y los pri-
cuando decoraba lápidas en las tumbas del meros lustros del XXI.
cementerio aldeano, pintaba cruces en los
ataúdes que fabricaba un carpintero amigo, Obra que como toda realización fraguada
refrescaba los colores de las paredes para en un tiempo extenso se ha ido desen-
las celebraciones de Fiestas Patrias, trazaba volviendo desde los tanteos iniciales de la
leyendas para carteles de modestos nego- juventud hasta alcanzar el pleno dominio de
cios y fabricaba y coloreaba juguetes arte- su propio estilo y lenguaje en el transcurso
sanales en las proximidades de la Navidad. de una espléndida madurez. Porque lo pri-
“Tenía ocho años de edad –me dice- y debía mero que habría que decir al contemplar la
ganarme la vida con esos encargos”. vida y obra de Chávez es que ha primado
desde el principio su convicción precoz
Ha transcurrido más de medio siglo y el de que quería ser artista. Con esa su ama-
recorrido de este artista no puede ser más ble calidez de narrador recuerda el maes-
singular: desde la pobreza de sus inicios tro cómo creía de niño que ser artista era
hasta la prosperidad actual que comparte actuar en los circos que pasaban periódica-
jubilosamente con su familia y amigos, mente por el pueblo. Cómo estuvo tentado
desde las callecitas del barrio popular de de escaparse de su casa -en la que ya fal-
su Trujillo natal –situadas entre el camal taba la gran influencia de su vida, su madre
y el cementerio– y las polvorientas de doña Rosa Estela López, fallecida en 1942,
Paiján, hasta los modernos distritos resi- cuando él era un niño- e irse con los paya-
denciales de Lima, los espléndidos espa- sos y animales que animaban por unos días
cios urbanos de París y su cómodo taller la cotidiana monotonía de aquellas pobla-
del Nº 67 del Boulevard Brune, su fértil y ciones oscuras y silenciosas de los años
amplia propiedad semirural del valle de treinta y cuarenta del siglo pasado. Feliz-
Moche, camino de Laredo, donde se yer- mente no ocurrió esa fuga que quizás se
Paisaje de Los Cóndores, gue su bucólica casa trujillana decorada hubiese concretado si hubiese pasado por
Chaclacayo / 1955 con obras de arte de todo el mundo y se Paiján un gitano como el Arquímedes de
Primera obra de Gerardo Chávez erige su Museo de Arte Moderno –y en el Cien años de soledad que fascinó con sus
Óleo sobre tela / 0.33 x 0.41 m
centro de la ciudad el Museo del Juguete inventos portentosos al coronel Aureliano
Marina de Huanchaco / 1959 Antiguo– , y lo más notable de todo: la Buendía y a los habitantes del Macondo
Óleo sobre tela / 0.40 x 0.50 m
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de Gabriel García Márquez. Sin embargo, situar en el seno de su propia familia a quie- sionistas, los nabis, los cubistas, los expre- organización de la inolvidable primera indi-
en el tierno espíritu infantil del maestro se nes lo alentaron y encauzaron en su voca- sionistas, los surrealistas, los iniciadores vidual, los viajes por los Andes del sur del
iba incubando otra fuga, esta sí de carác- ción? Seres que por el hecho de existir, de del abstraccionismo. Los grandes apellidos país, el gran salto a Europa, las revelaciones
ter trascendente: aquella que lo llevaría a la estar a su lado, estimularon, cada cual a su del arte –Picasso, Braque, Chagall, Dalí, de Roma, Florencia, París, Bruselas, Milán,
esfera mágica del arte. manera, un talento que tan precozmente Ernst, Giacomettti, Kandinsky, Klee, Miró, Ámsterdam, Madrid, Viena, El Cairo, las
pugnaba por hallar su sendero. En la vida Mondrian y tantos otros- irradian en aquel bíblicas ciudades de Irak, las sacudidas del
“¡Tú serás escultor!” –le dijo un buen día hay preguntas de difícil respuesta que la periodo sus novedosas creaciones que se hambre, del frío, la enfermedad, y en medio
doña Teresa Cáceres, la señorona del pue- razón, que pretende soberbiamente dirigir reflejan, por encima de las enormes distan- de todo aquello la escucha de la voz sutil
blo, asentando firmemente su mano sobre los asuntos humanos, titubearía en aclarar. cias, en las obras de los alumnos de Lima que desde muy adentro de sí, persistente-
el hombro del niño sorprendido. ¡Y había O no aclararía del todo. Es así que en cier- que pergeñan sus primeras telas, dibujos, mente, lo anima repitiéndole que no todo
que creer a una dama de tanto prestigio! tas cuestiones esenciales sólo contamos acuarelas, grabados, yesos… Y se oyen las está dicho, que a pesar de la herencia de
Pero sobre todo porque algunas señoras de con los hechos, es decir, con lo que ocurrió discusiones entre figurativistas y abstraccio- los grandes maestros, de las dudas, de la
edad se tornan en sibilinas pues son agudas de determinada forma y no de otra. nistas, polémica que desborda el recinto de enorme gravitación del espléndido pasado
avizoras del futuro. la Escuela y continúa en otros espacios de del arte preservado en libros, museos y
Es así que el soñado viaje adolescente a la vieja Lima como el restaurante japonés colecciones, él, modesto emigrante, novel
“¿Escultor?” –se preguntó el niño. Y no se la capital lo efectúa a los catorce años de de la plazoleta de la Buena Muerte, el Café aventurero, indomable soñador, puede pul-
detuvo hasta que alguien le prestó un dic- edad para reunirse con Ángel y, tres años Viena, el Palermo, el Tívoli, el Versailles, el sar su cuerda propia, posee un secreto orbe
cionario. Y ¿cómo?, ¡no sólo los payasos más tarde, en 1954, ingresar a la Escuela Dominó, al propio tiempo que dan cuenta particular, algo único, novedoso, que decir.
eran artistas! ¡También existían los escul- Nacional de Bellas Artes que dirigía Ger- de ello revistas culturales y diarios de circu-
tores, los pintores, los grabadores…! Es mán Suárez Vértiz. Transitará entonces lación nacional. Y en ese recorrido vacilante hacia la ilusión
decir, le ocurrió una revelación. El modesto hasta 1959 por los talleres de destacados van quedando atrás la Escuela, los hados
oficio del niño pintor artesanal encerraba maestros, incluido Juan Manuel Ugarte Es, no cabe duda, una experiencia cautiva- protectores de la familia, los amigos, los
una promesa, una lejana promesa: ¡podía Eléspuru, que asumiría la dirección de la dora recorrer en este escenario desde sus profesores, los condiscípulos, el barrio, la
pintar de otra manera y llegar a ser artista! Escuela desde 1956 hasta 1973, escu- más remotos inicios hasta su espléndida patria, para vivir la hora de la verdad del
chará las clases teóricas del profesor flo- madurez actual la obra de un artista que ha artista plástico: la radical soledad enfren-
Y es aquí que en su vida, luego de su rentino Bruno Roselli, leerá ávidamente las cumplido más de medio siglo de intensa acti- tada al lienzo en blanco.
madre, se irguió otra figura cenital: su her- publicaciones ilustradas y las explicaciones vidad plástica. Entre otras razones, porque
mano Ángel. Un hermano que bien pudiera de las historias del arte que le revelarán las ese recorrido es un viaje en muchas direc- Y es así que de pronto, inesperadamente,
haberse llamado Destino. creaciones plásticas de la antigüedad clá- ciones –y sentidos– en el cual se puede ir desbordada la energía, suspendida la
sica, las de las culturas tradicionales, del siguiendo el desenvolvimiento de un espíritu razón, inflamados el espíritu y el cuerpo, se
Ángel, nueve años mayor que Gerardo, cristianismo medieval, las grandes transfor- que, a poco de extinguirse la adolescencia, lanza el creador a fijar un trazo, una línea,
viajaría a Lima para estudiar en la Escuela maciones del Renacimiento, el Barroco y el ingresa resueltamente al complejo universo un volumen, a emprender la ardiente cace-
Nacional Superior de Bellas Artes. Con el Neoclásico y las del arte moderno. del aprendizaje, al de la tenaz conquista de ría de la luz y de la sombra, el extraño juego
tiempo llegaría aquel hermano a ser un sus desconocidos espacios interiores, al del dominio de una geometría vibrante de
pintor de excepcional calidad. Nosotros En aquella época dorada de la Escuela ten- desencadenamiento de las pasiones, al reto la que emana un mundo en que están lar-
entonces podríamos preguntarnos a la drá por condiscípulos a quienes ocuparían de los exámenes en la Escuela Nacional vados en cada movimiento del pincel, por
manera de los clásicos: ¿qué hados bené- un lugar prominente en la plástica peruana. Superior de Bellas Artes de Lima, al com- más insignificante que parezca, las ricas y
volos protegieron al maestro Chávez para Y deslumbrarán su imaginación los impre- petitivo de las exposiciones colectivas, a la firmes formas del futuro.
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Es lo que vemos entre las brumas iniciales con él empecé a trabajar mis primeros Chávez (1929-1995), excelente retratista y Y estaba preparado para ello pues había
de los primeros cuadros del maestro de modelos vivos. autor de escenas populares regionales. concluido el año anterior sus estudios en
los que surgen de la oscuridad planos con la Escuela de Bellas Artes, mereciendo una
predominancia de los colores grises que se “Che” Castillo (Carlos Aitor Castillo), alto, En esta atmósfera hay que destacar la calificación sobresaliente con la nota die-
superponen y entrecruzan delatando las robusto, de caminar decisivo, muchas atención que prestaba el joven pintor a cinueve y habiendo sido distinguido con la
lecciones del abstraccionismo y el cubismo veces nos cruzamos en los patios, muchas toda manifestación artística que apare- medalla de plata, de forma tal que dejaba
que vagaban por los talleres de la Escuela veces me paré a escuchar sus consejos. cía reproducida en las publicaciones de la atrás las dificultades que había tenido con
Nacional de Bellas Artes de finales de los época y que para él constituían continuos las autoridades de la Escuela por razón de
cincuentas, como es el caso de Naturaleza Sabino Springett, el “Chino”, lo recuerdo descubrimientos y, por cierto, un estímulo discrepancias pues el ambiente se hallaba
muerta (óleo, 1958), Ídolo ( óleo, 1958), llegando con saco gris y chalina de alegres para ir a los países y museos donde se impregnado de simpatía por la revolución
Composición ocres (óleo, 1958) y Compo- colores, casi siempre con una boina, su pre- hallaban las obras originales. Él mismo nos cubana que había derrocado al dictador
sición (óleo, 1960), que nacen al lado de sencia infundía mucho respeto, sumamente lo testimonia cuando narra sus indagacio- Fulgencio Batista. Por esos días, para
otras formas más resueltamente figurativas exigente en el trabajo con sus alumnos. nes de aquellos años: agenciarse recursos económicos, debió
que derivan de las lecciones de los viejos vender libros, pintar retratos, organizar
maestros peruanos y mexicanos de la pri- Los cambios en la dirección de la Escuela “…recuerdo haber mirado mucho a Brueg- una primera exposición de sus cuadros
mera mitad del siglo XX, tal como se apre- Nacional de Bellas Artes aportaron como hel que una vez mostró -en la revista en la Universidad Nacional de Trujillo y una
cia en el retrato de Corina (óleo, 1957), el nuevo director a Juan Manuel Ugarte Life- unos personajillos que me alocaron, segunda muestra individual en la Galería
bodegón Naturaleza muerta (óleo, 1958), Eléspuru, personaje de carácter firme, y comencé a verlos, y copié uno o dos de Arte Contemporáneo (IAC) de Lima.
Autorretrato (óleo, 1959), y la neta influencia reorganizando eficientemente la escuela. de ellos, que también regalé. Después Finalmente se embarcó hacia Europa
de su hermano Ángel en La tamalera (óleo, Con él aprendí las primeras nociones de comienzo yo a querer figurar un poquito en 1960 con escasas pertenencias y el
1959), El afilador (óleo, 1959), Amantes grabado” (Chávez. 25 años de pintura, más en la pintura, que es lo que te lleva apoyo económico que le otorgó el Munici-
(óleo, 1959) y La bohemia (óleo, 1959). De 1981, p. 5). a darte un status. Entonces comienzo a pio Provincial de Trujillo, apoyo gestionado
aquella época de aprendizaje de la Escuela hacer una pintura un poco latinoamericana por el teniente alcalde don Alfredo Merino
leemos los testimonios del propio artista allí Ha destacado Ugarte Eléspuru en Pintura y como la de Pettoruti o la de Tamayo (este Adrianzén. Viajó entonces al Viejo Mundo
donde dice: escultura en el Perú contemporáneo (1970, mexicano del que en esos momentos se en el buque “Américo Vespucci” en com-
pp. 75-90), la tensión suscitada en esa hablaba). La pintura latinoamericana, la pañía de sus colegas de Escuela los pin-
“Talleres abiertos me esperaban, me época entre las posiciones plásticas de la americana o la europea. En fin, había que tores Tilsa Tsuchiya y Alfredo González
encuentro con don Carlos Quispez Asín, generación de los cuarentas y la inmedia- elegir un poco ¿no?” (Entrevista con Fede- Basurco, y el escultor Rodolfo Vega.
su semblanza de personaje de hombre tamente posterior que ya experimentaba rico Cooper en Arkinka, Nº 31: 90).
pequeño bien dibujado, de cabello corto, con la abstracción. El mismo autor precisa Sus estadías iniciales en Florencia y Roma,
vestido gris elegante; ahí nace un cierto que en el segundo lustro de los cincuentas Como en el caso de otros pintores, la vida entre los años 1960 y 1962, fueron deci-
respeto a la disciplina de mis trabajos: las se consolida definitivamente el abstraccio- de Chávez tomó un giro decisivo cuando sivas tanto en su vida personal como artís-
figuras geométricas y los calcos griegos. nismo hasta el punto de asumir esta tenden- decidió en 1960, a los veinticinco años tica pues en Florencia tuvo con Minouche
cia pintores que antes habían practicado el de edad, emprender viaje a Europa. Una a su primer hijo, Daniel, y en 1961 realizó
Ricardo Grau, muy querido por los estu- figurativismo. Las obras iniciales de Chávez influencia determinante en esta decisión su primera exposición individual en la gale-
diantes de Bellas Artes por su trayectoria revelan esas fluctuaciones y la influencia fue la lectura del libro del pintor y ensayista ría “Lo Sprone”, y en Roma en la galería
artística y por su desempeño cuando era del mexicano Rufino Tamayo (1899-1991), piurano Felipe Cossío del Pomar (1888- “Sistina”. En esta última ciudad, en 1962,
director; vital conversador, espontáneo; que le viene a través de su hermano Ángel 1981) Arte y vida de Paul Gauguin (1930). conoció en la galería “L´Obelisco” al pintor,
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grabador y escultor chileno Roberto Matta metal, seres humanoides, objetos indes- Pensamos que a pesar de que predomina Dentro de la tendencia surrealista fue asi-
(1911-2002), quien lo indujo a dirigirse a cifrables, tubos que arrojan humo-, defi- en la obra de Chávez una inclinación hacia mismo importante la relación de Chávez
París donde residiría a partir de 1962. niéndose desde temprano la atmósfera y lo insólito, lo enigmático, lo maravilloso y lo con el maestro cubano Wifredo Lam
temática tan características en su obra. desconcertante sin embargo no evidencia (1902-1982) que vivía desde 1938 en París
En sus primeras obras europeas persisten la plasmación de un “automatismo psíquico y frecuentaba a sus amigos Pablo Picasso
todavía las lecciones aprendidas en Lima En cuadros posteriores –Cabeza de dia- puro”. Se constata más bien la predomi- y André Breton. Hay que mencionar, por
como se aprecia en Ponte Vecchio (óleo, blo (óleo, 1961), La otra cara de la noche nancia de la lucidez, de una extremada otro lado, la influencia que ejerciera en el
1960), aunque muy poco después apare- (óleo, 1963), La fête du soleil (óleo, 1965)–, lucidez, que controla hasta el límite mismo maestro Katia Foucault, su esposa por die-
cieron las primeras pinceladas propias en vibra la experiencia surrealista y la atención la amenaza de desborde de sus persona- ciséis años, desde 1966, y en quien tuvo a
Caballos del atardecer (óleo, 1961), donde prestada por Chávez a esta corriente artís- jes. Al fin y al cabo sabemos que el auto- su segundo hijo Iván. De ella hizo Chávez
se revelan sus iniciales oníricos seres orgá- tica que reconoció como una de sus fuen- matismo que predicaba el Manifiesto se dio un retrato, Katia d’La nuit (óleo, 1966), que
nicos que irán ocupando más tarde, lenta tes primigenias las obras del maestro fla- muy circunscrito en la pintura -por ejemplo es un homenaje a esa bella mujer franco-
pero inexorablemente, sus telas. Seres y menco Jeronymus Bosch (c. 1450-1516), en obras de Chirico y Ernst- habiendo sido polaca que era una intelectual cultivada
atmósferas inspirados en las manchas tal como se aprecia especialmente en La más frecuente en la literatura, y particular- que leía con profusión ensayos filosóficos
de las pinturas desgastadas de los vie- creation du nouvel homme (óleo, 1964) y mente en la poesía. y literatura esotérica. Y que, inclusive, dejó
jos muros romanos que había observado Cabeza de diablo que remite a las más- unas interesantes anotaciones biográficas
con fascinada atención. Este lienzo tiene caras usadas por los danzantes de la dia- Importa asimismo subrayar la importante en las que vuelca sus propias considera-
importancia en el tramo inicial de la carrera blada de Puno durante la celebración del experiencia tenida de sus lecturas de los ciones acerca de la evolución artística del
del artista pues revela su temprano domi- carnaval a orillas del lago Titicaca. En el más notables autores latinoamericanos Chávez en aquel periodo.
nio de la pincelada resuelta, impresionista ambiente parisino de la época, e influen- y la presencia siempre gravitante en su
y acertada en el juego penumbroso de los ciado por Matta, empieza a conocer a generación de su paisano el gran poeta En ese esquemático esbozo biográfico,
corceles galopando, en la mancha amarilla fondo la experiencia de las varias corrientes César Vallejo y del espléndido surrealista Katia Foucault fija anotaciones muy signi-
en el firmamento violeta que sugiere un sol plásticas en boga asistiendo a las exposi- César Moro, seudónimo de César Quis- ficativas de Chávez de esos años como la
o un cometa, y en la parte inferior del lado ciones de las galerías y a los salones pictó- pez Asín, hermano de su antiguo profe- referente a 1967, en que en la galería de
derecho el reflejo celeste de aquel astro ricos. Es por ello que conviene recordar en sor de la Escuela de Bellas Artes, Carlos Jacques Desbriéres expusiera L´etoile du
incierto. estas líneas una afirmación del Manifiesto Quispez Asín. A ello se suma desde la matin (óleo, 1966), tela que había pintado
del Surrealismo, publicado por el poeta esfera de la plástica, tal como lo hemos el maestro en homenaje a los guerrilleros
En este espacio apaisado se halla el espec- André Breton en 1924, según la cual esta subrayado en el texto anterior, “Gerardo peruanos que habían caído en el nororiente
tador con la juvenil maestría de quien ha tendencia es definida como un “automa- Chávez o el asombro perpetuo”, el cono- del país. Sorprendentemente se enteró, al
asimilado hábilmente las lecciones de sus tismo psíquico puro mediante el cual se cimiento del Max Ernst de Le dejeuner sur día siguiente del vernissage, de la muerte
maestros pero también emprendido un propone expresar, sea verbalmente, sea l´herbe (1935-1936), Sans titre (1935) y de Ernesto “Che” Guevara en Bolivia. La
recorrido singular, enamorado de la línea y por escrito, sea de cualquier otra forma, el Frotagge pour VVV (1949); al Ives Tanguy autora agrega que en esos momentos
del color –fuente y meollo de toda pintura- funcionamiento real del pensamiento. Dic- de Le Matin (1951); al Humphry Jennings sombríos el artista rememoró un texto de
y por los cuerpos en acción. De esos cuer- tado de pensamiento en ausencia de todo de Mujer (1934); al Kurt Selgmann de Los los Cantos de Maldoror, del Conde de
pos fantasmagóricos que irán a hacer más control ejercido por la razón, fuera de toda hermanos desiguales (1936) y la obra muy Lautréamont, que él consideraba su cate-
tarde su aparición en sucesivas modalida- preocupación científica o moral”. posterior de Popovic Ljuba de El lote y el cismo: *Yo reemplazo la melancolía por el
des -rostros faunescos, oscuros y espec- loto (1973), entre otros. coraje, la duda por la certidumbre, la des-
trales, cuerpos antropomorfos, peces de esperación por la esperanza, la maldad por
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el bien, los lamentos por el deber, el escep- mayo de 1968, un viaje a su patria en que templos derruidos, de las piezas de metal De otro carácter son obras posteriores
ticismo por la fe, los sofismas por la frialdad presentó en el Instituto de Arte Contempo- precioso, de los textiles carcomidos por como Premiere Aube Clarté Mechante, ya
de la calma y el orgullo por la modestia”. ráneo (IAC) de Lima una muestra de sus el tiempo se constituyen en una presen- mencionada, donde la impronta de Bosch
obras recientes a la que tituló “Il ferme les cia raigal que pugna por manifestarse y es más explícita al asumir el maestro la
Es así que en esa segunda mitad de los yeux, il voit…” (“El cierra los ojos, el ve..”), convive persistentemente en la imagina- pintura de esos animales fantásticos que
sesentas fluctúa su pintura entre una temá- fue a la ciudad de Iquitos, en la selva ama- ción de quien ha nacido imbuido en esa se arrastran sobre una árida superficie que
tica de carácter político como lo eviden- zónica, en cuya Escuela de Bellas Artes era atmósfera y ha hecho suyas esas heren- cubre dos tercios del cuadro en un primer
cian los mencionados L´étoile du matin y director su hermano Ángel, y en Lima visitó cias como sólo un artista lo puede hacer. plano y que pareciera continuar en el tercio
La creation du nouvel homme de la misma en la prisión a los guerrilleros Héctor Béjar superior en un horizonte de dorados are-
forma que Cubasí (óleo, 1964), Los seres y Ricardo Gadea. Y no se diga nada del mundo contemporá- nales. Veo en este lienzo, como larvada,
que vivían uno por uno (óleo, 1966) y, par- neo en el cual, en la conciencia colectiva, su futura Procesión de la papa (técnica
ticularmente, El guerrillero (óleo, 1967). Es así que desde temprano aparecen tam- han pesado sucesos de la envergadura mixta sobre yute, 1995), lo cual evidencia
Estas obras las pintó al propio tiempo que bién los personajes insólitos cuyas formas, de la sublevación aprista de Trujillo de julio la secreta unidad de la obra del artista en
realizaba otras de asuntos muy diferentes expresiones y movimientos irradian una de 1932 que significó, a raíz del asalto al el transcurso del tiempo pues entre estos
que incluyen contenidos que se podrían poderosa voluntad de juego y erotismo, cuartel del ejército “Ricardo O´Donovan”, dos cuadros median veintiocho años.
hallar en los textos que frecuentaba Katia dos motivaciones permanentes en la obra la muerte de decenas de militares, la pos-
Foucault referentes a creencias y mitos de de Chávez. Estas expresiones las vemos terior represión gubernamental ejercida Los seres se tornan más extraños todavía
la historia de las religiones y planteamien- intensamente manifestadas en el ya men- sobre la ciudad, el fusilamiento de cente- en El primer acto (óleo, 1968) pues adop-
tos de doctrinas herméticas tal como lo cionado La fête du soleil y en Cementerio nares de militantes del partido y el bom- tan formas en que hay una entremezcla de
delatan Premiere Aube Clarté Mechante de cristal (óleo, 1965) donde las figuras y bardeo de la urbe por aviones de guerra. lo humano y lo bestial, como en un uni-
(óleo, 1967), Ceremonial de la nuit (óleo, las superficies de colores cálidos crean Como ya quedó dicho, Chávez, nacido verso en formación, en que no se sabe
1968), Fenêtre (óleo, 1967), Desierto una atmósfera lúdica. Esta tendencia se cinco años después de esa hecatombe, bien si esas apariciones han adoptado
(óleo, 1968), Pegaso (óleo, 1968), El pri- va desarrollando de manera permanente escuchó desde su niñez los relatos a una forma definitiva o se han quedado a
mer acto (óleo, 1968), Les bêtes gai de la en sus lienzos de esta época tal como lo media voz de esos acontecimientos que medio camino en un mundo que sólo es
nuit (óleo, 1970), La mosca (óleo, 1970), apreciamos en Fuegos fatuos (óleo, 1965), enlutaron a los hogares liberteños de toda capaz de visionar el artista. Un mundo
L´oiseau rebelle (óleo, 1970) y Touche la donde aparecen en tonalidades grises y condición social. especial, sí, que no constituye propia-
vie (óleo, 1966). En este último aspecto marrones, situadas en diversos planos, mente una pesadilla, aunque algo de ello
Chávez sigue las huellas trazadas por los esos exóticos paisajes de otros mundos El espectador avisado pareciera reen- tiene, sino un conjunto de organismos en
surrealistas originales que rescataron para que se superponen en diversas perspecti- contrar en esas figuras extrañas, en esos movimiento en que el ser del primer plano
su tendencia lecturas de textos alquími- vas y profundidades. rostros sorprendidos, como un tejido fan- pareciera expresar una potencia central
cos, cabalísticos, simbólicos y los adivina- tasmagórico en que están como borda- en ese acentuado conjunto de planos en
torios del juego de naipes del tarot. En la aproximación biográfica que hemos das las imágenes de venerables momias cuyo fondo se mueven como larvas de
escrito en esta misma obra, a las hondu- disecadas por siglos en los arenales y las colores sabiamente distribuidos.
Como puede apreciarse, aquella segunda ras de la memoria que preserva aconte- experiencias trágicas de quienes pagaron
mitad de los sesentas fue decisiva en su cimientos de vieja prosapia histórica pre- con su vida lo remezones que sacudieron Ceremonial de la nuit (óleo, 1968) confirma
evolución en relación con los aconteci- hispánica como el mundo de las huacas, la vida política del Perú de la primera mitad la extraña naturaleza de las apariciones
mientos de su época entre los cuales des- de los muertos, de los restos diseminados del siglo pasado. fantasmagóricas de sus cuadros aunque
tacó la insurrección estudiantil de París de en los desiertos, de la desolación de los la figura vertical, casi en la parte central,
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parece remitir a ídolos antiguos que rozan debido superar mi repulsión, sumergirme de las cuevas de Altamira, las de Tasili cación de este ciclo como de las “aguas
el recuerdo de las esculturas de metal, y atravesar esta capa fétida. Remontando n´Adyer y los monolitos de la Isla de Pas- turbias”.
madera y cuero africanas que tanto fasci- al origen del mundo, yo me convertía en cua. Hay que detenerse en este periodo
nan al maestro y de las que ha reunido una veneno” (Chávez, 1976: 84). No cabe pues en el primer lustro de esa década Por otro lado, las impresiones sentidas en
selecta y respetable colección. Hay asi- duda que hay que asociar esta visión oní- produjo la primera serie, Les proies de este notable periodo le suscitaron inclu-
mismo algo de la fascinación ejercida en el rica la evidente tendencia de Chávez a l´eau, entre 1970 y 1971, y la segunda sive consideraciones literarias como el
Chávez de la juventud por el arte rupestre emprender un rumbo independiente de bajo la denominación La metamorfosis de poema que escribió y fue recogido por
-recordemos sus viajes a Tasili n´Adyer, a forma tal que si bien propende a seguir vin- l´eau, que transcurre entre 1973 y 1974. Katia Foucault (“Biographie”, en: Chávez,
Altamira, a la Isla de Pascua y su ya men- culado con el pintor chileno debe también 1976: 84 y 86.):
cionada selección de máscaras africanas. tomar distancia de su obra para seguir un La metamorfosis de l´eau se compone
Mascaras de carácter mágico, como las camino propio. La misma autora precisa de cinco lienzos de gran formato (200 x
de los antiguos pueblos andinos, que él que esta visión onírica le abrió el acceso a 250 cm) de los cuales uno de ellos le da
ya había conocido en los museos del Perú lo que ella ha denominado la serie de las nombre a toda la serie. Integran este con-
donde la necropompa prehispánica fue un “aguas turbias”. junto Zeus (óleo, 1973), Ils montant des
ritual cuidadosamente organizado. eaux pour preléver le tribut (óleo, 1973),
De esta forma surgió Les proies de l´eau La medusa (óleo, 1973), Ils ne rampent
A partir de estos lienzos el artista produjo (1970-71) en la que se aprecian pinturas que dans les tenébres (óleo, 1973). Es
una serie de obras formadas por fantásti- de nombres muy significativos de esa pertinente destacar en ellos la resuelta
cos personajes danzantes en los que no nueva fase relacionados algunos con las aparición de los seres humanoides, tan
faltan referencias al mundo prehispánico aguas como son Neptuno (óleo, 1970), característicos en la obra de Chávez, y el
como El guerrero mochica (óleo, 1980), La nuit des mortes-vivantes (óleo, 1970), intenso movimiento de esos extraños per-
alusiones clásicas como Naissance de La naissance du Minotauro (óleo, 1971), sonajes así como la eclosión de energía
Pegase (óleo, 1981) y obras que adelan- Le dernier homme (óleo, 1970), L´oisseau que expresa ese gran lienzo épico que es
tan su futura Procesión de la papa como rebelle (óleo, 1970). Es pues el inicio de Zeus. Una vez más, la mitología clásica
se aprecia en Le dernier idole (óleo, 1980). la década de los setentas un momento alza su voz desde las profundidades del
de intensa evolución en su pintura habida tiempo para recordarnos las enormes,
Los inicios de la década de los setentas cuenta que ingresa en un territorio en que las inconcebibles fuerzas que mueven el
fueron decisivos en la maduración de la se va definiendo aquella su particular ten- cosmos de las cuales el artista da cum-
obra del maestro. Como extraído de un dencia en que se entremezclan los sueños plido, aterrador y explosivo testimonio. Y,
relato surrealista, recuerda el pintor haber y la mitología. Esto último hay que tenerlo por cierto, lo sexual ocupa en él un lugar
tenido un sueño que él mismo ha relatado muy presente al acercarse a la obra del central de forma tal que gran parte de la
y que fue recogido en las anotaciones de maestro pues el gran impulso de los oríge- obra de Chávez está firmemente signada
Katia: “Una noche entreveo el atelier de nes – de la vida y la obra de arte- se entre- por ello como se aprecia efusivamente en
Matta disimulado al fondo de una piscina, lazan en la fascinación que ejercen en él el este conjunto. Y hay que agregar que la
cuya agua está recubierta de una espesa agua -como elemento de vida primordial-, presencia de las aguas en estos lienzos
capa de excrementos verdosos. O qui- y el fuego -como el gran transformador, es una constante recordándonos el sueño
zás era un estanque de aguas muertas y y su avidez por conocer obras plásticas alegórico del maestro y la atinada califi-
negras… Para reunirme con Matta hubiera aurorales como son las pinturas rupestres
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Eau morte où le temps se repose, où * Agua muerta en la que el tiempo reposa, en la que
l´enfer ouvre ses portes victorieuses de chairs el infierno abre sus puertas victoriosas de carnes
insatiables, de plaisirs qui font de toi insaciables, de placeres que hacen de ti
l´amour, la peur, les chantes des noces ultimes el amor, el miedo, el canto de las últimas nupcias
qui surgissent en barrières de bras, que surgen en barreras de brazos,
tombants, te limitant á toucher ces formes, caídos, limitándote a tocar esas formas,
cuisses de miel. piernas de miel.

Rappelons-nous du grand sommeil. Nul Recordémonos del gran sueño. Nada


ne pourra te séparer de ces fantômes dans podrá separarte de esos fantasmas en
ton propre miroir, spectateur des autres, tu propio espejo, espectador de los otros,
refusent ta douleur. rechazando tu dolor.

Née comme un rêve de batailles infatigables, Nacida como un sueño de batallas infatigables,
résurgence des tréfonds, la forme resurgencia de subsuelo, la forma
s´épanouit *. se expande.
Gerardo Chávez Gerardo Chávez

(Traducción de L.E.T.)
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Sin embargo, al propio tiempo que reali- tos, felaciones y las ruedas que van a ser
zaba la serie mencionada resuelve cambiar tan recurrentes en sus obras posteriores.
de dirección temática, y aún de técnica pic- Ruedas que son un decisivo elemento de
tórica. Y es así que en el mismo año de animación, de movimiento, de energía a lo
1973 se aplica a trabajar nuevas obras en largo de su obra. Respecto de la energía
pastel graso, modalidad que desde 1973 que introducen las ruedas en sus lienzos
hasta 1980 le facilitará extraordinariamente es pertinente mencionar aquí al menos
fijar sus nuevas visiones en que primará tres lienzos notables: Despuis longtemps
un erotismo que activará los misteriosos (pastel graso sobre tela, 1974), La roue
mecanismos anímicos de lo lúdico que lo (pastel graso sobre tela, 1975) e Il pleu-
llevan a alejarse del dramatismo y la ten- rait la douleur de ne pas étre l´autre (pastel
dencia sombría, y hasta angustiante, de graso sobre tela, 1976). Éste último tiene
sus obras anteriores para plasmar atmós- una especial connotación dramática pues
feras mas bien exultantes, vitales, danzan- evidencia la impotencia del pintor de no
tes e, inclusive, alegres. poder penetrar en el interior de un ser que-
rido para rescatarlo de las angustias que lo
Este ciclo pictórico vino acompañado de están llevando a la aniquilación. Acerca de
importantes distinciones como el presti- este ciclo de su obra en pastel graso ha afir-
gioso Premio de la Crítica de Bélgica, que mado Daniel Lefort (“Les sens des irréalités
se concede a la mejor exposición del año, de Gerardo Chávez”, en Pleine Marge, Nº
y que recibió en dos ocasiones: en 1974 48, diciembre 2008: 177) que “un erotismo
y 1976, y la adquisición por el Museo de a lo Bellmer* habita esas formas donde el
Bellas Artes de Bruselas de su lienzo Le personaje humano o animal tiende a mul-
transparent habité, y por el Museo de Ixe- tiplicarse, a expandirse en acumulaciones
lles de Pendant le vaudou, il secauait le y acoplamientos que mezclan los sagrado
téte (óleo, 1973). Asimismo en París, en y lo bestial como en las representaciones
1976, recibió el primer Premio Nichido al extáticas o sacrificiales del arte precolom-
propio tiempo que sus pasteles grasos se bino o del arte tántrico”.
difundían exitosamente. Es incluido, por
otro lado, en el Dictionnaire Enciclopédique A estas alturas de nuestra aproximación a
Larousse y la televisión francesa lo invitó la obra del maestro es pertinente atender al
a una emisión del programa “Pintores de análisis que efectúa de ella Alain Bosquet
nuestro tiempo”. (Chávez, 1976: 36 y 38) cuando asevera:

Es entonces que aparece en estas obras “Chávez es un pintor de lo imaginario, o si


un barroco universo de órganos sexuales, se tiene predilección por otra fórmula, es
figuras humanoides y animaloides, piernas, un pintor de lo posible y de lo plausible,
Sandía, piña y pacay / 2009 muslos, brazos, cabelleras, apareamien- al nivel del espíritu y de los sentidos: por
Acrílico sobre madera / 0.90 x 0.90 m
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consiguiente de lo imposible y de lo irrea- “El dibujo es la base primordial de mi pin- El elemento rueda determina en lo está- haciendo más rico el colorido de mis imá-
lizable al nivel de la verificación científica. tura, es imprescindible para mi realizar tico de mis cuadros una dinámica, actua- genes a pesar de que éstas actualmente
Es decir, que él nos ofrece seres y situa- una serie de croquis antes de componer lizando casi con movimiento mis persona- se dramatizan con una paleta monocroma,
ciones que nos obligan a considerarlos el ambiente general de un cuadro. Una jes” (Gerardo Chávez, 1982: 18 y 20). creando contrastes y haciendo más clara
como monstruosos en nuestra existencia vez iniciada esta primera etapa yo me doy la lectura del mundo recargado de mi obra”
cotidiana; nos sería suficiente sin embargo con seguridad, a ver claro los personajes Pero un nuevo giro estaba en ciernes sig- (Chávez, 1992: 22).
situarnos en el absoluto y considerar mutantes que me exijo en esos momentos. nado por su retorno al Perú en 1978 donde
nuestro mundo aprehensible como un don organizó en Lima una importante muestra Su compromiso de regresar a la patria no
entre miríadas de otros dones que se nos Aparecen pues una serie de formas retor- en la Galería Enrique Camino Brent. El país solo fue la voluntad de un volver a las raíces
escapan, para que nosotros admitamos la cidas o extrañas que son hechas con el fin vivía la llamada segunda fase de la Revolu- sino la decisión de involucrarse en activida-
visión de Chávez. No es una visión que se de escapar de cierta realidad ya estable- ción de las Fuerzas Armadas, y se enrum- des que lo comunicaran directamente con
encarga de combatir lo real, ni de mostrar cida. El color hace parte de ello a medida baba a la convocatoria a la elección de una su sociedad lo que explica la organización
su absurdo; se diría más bien que ella se que las figuras van buscando su ambiente; Asamblea Constituyente que elaboraría de una muestra retrospectiva de su obra
impone paralelamente a lo real, sin llevar yo creo que el color viene ligado a cada una nueva Carta Magna que prepararía el en 1981, en el Museo de Arte Italiano, que
consigo algo fatalmente dañino, y menos forma como una complicidad de gusto. retorno a la democracia, acontecimiento llevó por título “Chávez. 25 años de pintura”.
aún emitir un juicio de valor. Dos universos que ocurriría dos años después. En esa Posteriormente, en 1983, fundó y organizó
existen, si nosotros nos dejamos hipnoti- Contrariamente a lo que anteriormente me perspectiva, Chávez consideró conve- la Primera Bienal de Arte Contemporáneo
zar por el espíritu frente a los pasteles de sucedía, hoy puedo apreciar que las for- niente retornar con mayor frecuencia a su de Trujillo, seguida de una Segunda Bienal
Chávez. El nuestro no nos hace particular- mas vienen sugiriendo su propio colorido. patria al propio tiempo que en París con- en 1985. Por último, en 1987, llevó a la 19ª
mente mal, y el suyo no es una terapéu- Otras veces yo no podía prescindir de ellas cluía su matrimonio con Katia y se iniciaba Bienal Internacional de Sao Paulo su serie
tica, ni un desmentido, ni una demostra- y de hacer manchas de color para descu- una nueva relación con la psicoanalista Mitologías del futuro.
ción rígida. Es más bien una invitación a brir mis formas. peruana Bibiana Maza en la que tuvo en
duplicar nuestros habitáculos interiores y 1990 a su tercer hijo, Gerardo Amador, y Esta última serie, pintada entre 1986 y
exteriores. Este desdoblamiento nos per- Hoy yo me decido a recrear una serie de acogía como hijo propio a Telmo, vástago 1987, requiere una especial atención. Está
mite, sin revisión desgarrante de nuestros objetos entrelazados o formas anatómicas de una anterior relación de Bibiana. compuesta por ocho oleos de gran for-
hábitos sensoriales y físicos, sabernos que van sin duda a darme un personaje mato cuyas dimensiones son de aproxi-
otros.” extraño o inquietante. Resultando así ele- Una vez más coincidían en su vida una madamente 250 x 200 cm cada uno. En
mentos más inquietantes de mi pintura o sucesión de circunstancias que impacta- la primera tela, Ternura, se aprecian jue-
No siempre los artistas han reflexionado, sea lo inquietante. ron en su obra de forma tal que decidió gos amorosos entre parejas y grupos de
y menos escrito, acerca de sus propias dejar atrás el trabajo en la técnica de pastel personas. Equinoccio sugiere combates
obras. En el caso de Chávez sí encontra- La rueda aparece en muchos de mis graso y retornar al óleo. Como él mismo lo entre bizarros personajes humanoides
mos testimonios verdaderamente excep- cuadros como también una serie de asevera: semiasexuados. En Superstición hay lan-
cionales de su experiencia por lo que no exaltados pechos y muslos provocan- zas y animales. Saudade es quizás el más
sólo es necesario, sino imprescindible, tes entrelazados de animales diabólicos “Ocho años después cierta nostalgia me característicamente erótico de la serie con
transcribir algunas reflexiones del maes- maliciosamente agresivos o gentiles; en lleva a trabajar nuevamente el óleo, su olor aquella figura femenina de pechos enor-
tro acerca de esta etapa de su vida como muchos de los casos identificándose al me faltaba como también ensuciarme las mes y brazos abiertos, escena de sexo y
aquella en que asevera: sexo o al hombre. manos de pintura. Es sin duda un material conjunto de cuerpos. En Laberinto retorna
maravilloso que da posibilidad de ir más allá, la escena de combates sugeridos por las
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lanzas y varas que se entreveran con los retrato del artista descolonizado”, en a un gran cuchimilco (cerámica de forma mente asociado en el imaginario del artista
personajes. En Quimera luchan hombres y Chávez. Premio Teknoquímica: 2000: 18) humana de la cultura precolombina norteña con la lucha social y política del fundador
animales. La otra orilla se distancia del con- cuando afirma: Chancay) al cual cargan sobre sus hom- del aprismo cuya vida abarcó casi la tota-
junto al retratar una gran figura femenina, bros unos seres humanoides que marchan lidad del siglo XX. Treinta y un años des-
un minotauro en reposo y otras imágenes “Hacia 1970 comenzó a gestarse en Europa en procesión. El personaje central es una pués este cuadro ocupó un lugar principal
en acción. A pesar de la ilusión de lucha el posmodernismo que pretendía despla- imagen compleja en la que se entremezclan de la sala de exposiciones en que se pre-
persiste la tendencia de una relación sen- zar el modernismo, del cual el surrealismo herencias remotamente cristianas expresa- sentó una selección de la obra pictórica de
sual explícita en Ternura y en Saudade. había constituido una de sus principales das en su actitud de brazos en cruz, expre- Chávez el día 12 de julio de 2010 en que
manifestaciones. El día de hoy sabemos siones del antiguo Perú prehispánico en se inauguró en Trujillo el Centro Cultural
Pero también, pocos años antes se habían que el posmodernismo no ha inaugurado la figura del cuchimilco que está inspirado que lleva el nombre del líder liberteño, cen-
manifestado, a partir de 1980, temas tur- una época totalmente nueva reemplazando en las piezas de cerámica antropomorfas tro instalado en su casa natal. Este lienzo
bios, amenazadores y violentos que cons- al modernismo, sino que es sólo un último halladas en los viejos cementerios de los figuró allí con una cartela escrita por el pro-
tituyen el largo ciclo de obras a las que periodo dentro de él; y que la razón para desiertos costeños, y en las consideracio- pio artista en que explica la relación de este
Chávez ha denominado “pinturas negras” que surgiera era que había cambiado la nes modernas acerca de valores como el óleo con el acontecimiento del fallecimiento
en alusión al ciclo del mismo nombre que constelación de circunstancias que die- de la libertad. Una libertad representada de su ilustre paisano que tanta gravitación
diera la posteridad a las que realizó Fran- ron lugar al modernismo. Por otra parte, con caracteres dramáticos a juzgar por el ejerció en la vida nacional y latinoameri-
cisco de Goya y Lucientes (1746-1828) en ya no había una burguesía, contra la que personaje atravesado por una lanza y suje- cana y, particularmente, en quienes como
su quinta madrileña “del Sordo”, en alusión oponerse; se había enfriado el entusiasmo tado con tensas cuerdas que le rodean Gerardo Chávez habían nacido en Trujillo.
al maestro de Fuendetodos. En ellas apa- por la técnica y, finalmente, a fines de la el pecho. La posición de los porteadores
recen elementos precolombinos y seres década de 1980 –cuando triunfó el posmo- encorvados y dolientes, y el contraste de Lienzo emparentado con el anterior es asi-
terribles que recuerdan escenas de bru- dernismo- se advirtió que tampoco seguía color blanco titanio de sus cuerpos que mismo La Máma (óleo, 1980, 180 x 150
jería y bestias al acecho como es el caso existiendo una expectativa revolucionaria avanzan teniendo como fondo un horizonte cm). Una vez más apreciamos en él un
de El último ídolo (óleo, 1980) y La Máma (P. Anderson). ¿Qué debía hacer un artista de color profundamente oscuro, recuerda cuchimilco Chancay de formas femeninas
(óleo, 1980) y, especialmente, su cuadro modernista en estas circunstancias? Una las procesiones populares que el barroco –aunque mucho más estilizado- de cuyo
de gran formato Animal de medianoche opción era enconcharse y seguir pintando hispanoamericano se encargó de drama- abdomen cuelgan varios pechos y una vulva
(óleo, 1983), 200 x 250 cm). Es interesante como si nada hubiera pasado; otra, ren- tizar organizando escenografías de cristos extraordinariamente pronunciada. Está dis-
el caso de los elementos precolombinos dirse ante el cambio y convertirse al pos- en agonía acompañados de una paraferna- puesta la gran figura de forma frontal, sus
pues ha sido un elemento recurrente en modernismo y al mercado; y una tercera lia de flagelantes y solemne música proce- miembros sólo son sugeridos, una serie de
la pintura peruana desde mediados del es seguir una evolución hacia las propias sional. Inclusive el cuchimilco de Chávez se personajes tratan de aferrarse a ella mien-
siglo XIX hasta la época actual habiéndose fuentes. Esto es lo que ha hecho Chávez duplica en una sombra que pareciera diri- tras a sus pies se revuelven unos perros
manifestado de una forma intensa cuando desde su última etapa hasta ahora”. girse hacia la noche como vago recuerdo furiosos. Toda la escena está impregnada
el predominio del movimiento indigenista del ascenso a los cielos. Nos cuenta el pro- de la idea de una maternidad desgarrada
liderado en el segundo tercio la siglo XX por Como lo hemos señalado, especiales con- pio maestro la impresión que lo sobrecogió y dramática subrayada por las pequeñas
José Sabogal (1889-1956). sideraciones requieren dos lienzos de gran el hecho de que al momento de concluir de escenas laterales en que se aprecia otras
formato que identifican grandemente la pintarlo en París recibió la noticia del falle- figuras menores amamantando a sus crías
Consideramos muy atinadas las observa- obra del artista en este periodo como son cimiento de Víctor Raúl Haya de la Torre, o en posiciones complejamente eróticas.
ciones de David Sobrevilla acerca de este El último ídolo y La Máma. El primero es ocurrida el 2 de agosto de 1979, razón por El blanco titanio de la imagen central con-
periodo del maestro (“Gerardo Chávez: un óleo de 200 x 250 cm que representa la cual el tema de este lienzo quedó firme- trasta con los oscuros colores de las figu-
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ras laterales y el negro del fondo todo lo memorables realizaciones que son parte de caballos y otros animales, y en la totali- gall, paseantes, ciclistas, figuras humanoi-
cual acentúa el dramatismo de la escena, esencial de nuestra imagen colectiva. dad de la tela aparecen ojos que observan des, blancos perros fantasmales, animales,
dramatismo subrayado por el claroscuro de frente y de costado. Se reitera en este árboles, máscaras, una luna en creciente,
sabiamente trabajado. Este óleo es algo Este lienzo representa una potencia de ori- espacio su fascinación por el arte rupes- una casa invertida. Es un canto feliz al movi-
así como complementario del anterior –El gen aymara portadora de la prosperidad tre así como la atracción que en él ejerce miento, a la vida, al transcurso de una exis-
último ídolo– en lo que tiene cada cual de lo y la buena fortuna. La originaria pequeña el arte popular contemporáneo que recrea tencia activa plena de exuberancia y color.
masculino y lo femenino en sus respectivas imagen indígena de carácter antropo- de manera fantástica seres y animales de
actitudes vitales. morfa, que lleva sobre sí todo tipo de bie- la naturaleza de similar manera en que lo Respecto de los carruseles, una vez más
nes, se transforma en la monumental obra hicieron en cerámica y metal los Vicús, los es el propio pintor quien nos explica la
Este periodo alcanza uno de sus más ele- de Chávez en una especie de cíclope de Mochica, los Nazca y otras culturas preco- forja de este ciclo al aseverar: “Es así que
vados hitos con El otro Ekeko (carbón vege- un sólo ojo, asentado sobre dos sólidas lombinas. ordeno mis propias ideas para interpretar
tal sobre yute, 1991), pintado sobre una piernas y, a diferencia del ekeko popular el primer cuadro del carrusel. Entonces
gran tela cuyas dimensiones son espec- que se le representa vestido, el suyo está En la década de los noventas, y más preci- me di cuenta que había inventado mi pro-
taculares: 460 x 460 cm. En otras épocas desnudo y muestra un falo prominente. samente en 1992, se inició otro ciclo muy pio sueño y esto es fascinante dentro de
se hubiese dicho que esas medidas son A ello hay que agregar que el cuerpo del diferente en la obra de Chávez compuesto este tema, ya que me parecía reencontrar
“heroicas”, y no es para menos, pues con personaje de Chávez está compuesto por por Los caballitos de Amador. Este ciclo mi infancia”. En efecto, el primer cuadro
acertada intuición, éste u otros temas exi- numerosos seres de apariencia humana así inaugura una faceta notable y sorprenden- de esta serie que hemos mencionado, Los
gían ese tamaño por la fuerza que había como de animales que tocan instrumentos temente diversa y original cuyas caracterís- caballitos de Amador, es un lienzo de 180
que dar a su representación. En este sen- musicales como si estuvieran interpretando ticas están signadas por una explosión vital x 150 cm en que aparecen los elementos
tido, la obra de Chávez tiene la proporción sonoras músicas de fiesta andina. Es, no del reino feérico de la infancia manifestado fundamentales que van a ser recurrentes
épica de un forjador de imágenes que se hay duda, una poderosa y dramática com- en forma de carruseles, calesas y caballos en esta etapa de su obra: elegantes y
convierten ellas mismas en parte del imagi- posición en que se exalta la fuerza de la de juguete de gran colorido y dinamismo. ágiles caballos policromados, jinetes que
nario nacional. En efecto. Este gran cuadro existencia que late con una energía y una Visto el conjunto de su obra en este periodo pueden ser niños, humanoides, autóma-
ha sido realizado usando tierras de color y fertilidad exuberante e irracional. asistimos a un verdadero renacimiento de tas, personajes fantásticos, perros, astros,
carbón vegetal que el propio maestro se lo lúdico expresado como una intensa y ruedas, varas y una intensa agitación de
encargó de elaborar. Esto significa la solu- Poco tiempo después realizó otro lienzo permanente ensoñación vinculada a los seres que provocan un colorido movi-
ción a una antigua insatisfacción del artista: enorme, Los primitivos (tierra y carbón acontecimientos de su existencia que se miento en que se respira mágicamente
la convicción de que los temas de profunda vegetal sobre yute, 1992), que mide 450 desarrolla en un sólido hogar donde prima una desbordante imaginación.
raigambre cultural deben ser no sólo trata- x 700 cm. En él aparece nuevamente la estabilidad emocional y la alegría de un
dos, sino pintados, con elementos que no un personaje colosal en el centro, domi- nuevo hijo llegado en plena madurez del Pero el destino también acudió a facilitar
sean productos industriales modernos sino nando la escena, en este caso una poten- artista. Sin embargo de la aparición de esta las cosas. Este primer lienzo fue vendido
materias naturales extraídas del terruño cia femenina de grandes pechos. En el festiva temática, el renovado espíritu del por Chávez a un coleccionista salvado-
y elaboradas con las propias manos de extremo superior izquierdo se yergue una artista fue anunciado un año antes por un reño que habitaba en los Estados Unidos.
manera artesanal, tal como lo hicieron los divinidad masculina y en la parte inferior cuadro de gran formato: El Olivar de San Isi- Narra el maestro que al intentar proseguir
artistas precolombinos durante miles de otra figura que posee rasgos más bien afri- dro (óleo sobre tela, 1991, 250 x 200 cm). con el desarrollo de este tema en otras
años. El resultado no podía ser más admi- canos, similares a alguna de las máscaras Este gran lienzo es un verdadero estallido telas no logró acertar ni con las formas ni
rable pues este y otros lienzos tratados de de la colección del artista. Al lado derecho de gozo en que se entremezclan en diver- con el color hasta que, visitando en 1993
la misma manera se constituyen hoy en se desenvuelve un dinámico movimiento sas posiciones, a la manera de Marc Cha- con su hijo Amador un parque de Cho-
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sica en que había juegos infantiles, se halló movimiento- exulta júbilo y alegría. Una ale- Sin duda alguna, el hecho de haber subido escritas y orales, la danzas, las fiestas reli-
de pronto con un carrusel que le recordó gría verdaderamente jubilosa que pareciera al carrusel de San Francisco fue determi- giosas y profanas, el arte popular y las ferias
de inmediato a los de su niñez en Paiján. contagiar a la misma materia: las formas nante, pude concretar mi anhelo de niño y pueblerinas.
Y nos dice el artista: “este es el carrusel escultóricas de los caballos, las calesitas así establecer una ruptura con ese mundo
que buscaba, voy a hacer toda una serie. fantásticas, las barras con sus espirales de que había trabajado tanto esos años y que No deja de sorprender sin embargo que,
Después de haber observado su forma, el colores. Y a ello ayuda los matices de color me permitieron cerrar el siglo XX. habiendo dejado algún tiempo atrás los
parecido y el ambiente donde se encon- de vivas tonalidades de azules, amarillos, grandes lienzos épicos para aplicarse a
traban estos caballos de madera pintados rojos, anaranjados, y las ruedas y barras Ahora, me es cada más difícil entrar en el los coloridos, tiernos y alegres carruseles,
y repintados, mejor dicho, vividos con un rojiblancas, blancas y amarillas. caballito del carrusel. He logrado en alguna surja de pronto una obra muy diferente que
cierto drama por el tiempo que, tal vez, oportunidad retomarlo porque algunos se convertirá en una de las emblemáticas
se había adueñado de ellos. Monologué Pero el mismo hechizo que lo había lan- amigos se quedaron sin ellos. Pero decidi- del maestro: La procesión de la papa (téc-
intensamente con todo ese pasado y me zado con tanto ímpetu a realizar esta her- damente he vuelto a mi mundo donde me nica mixta, 1995). Pintada sobre yute con
preguntaba quién sabe cuantos niños que mosa serie se convirtió en un peligro en siento más libre y donde, supuestamente, tierras de color y carbón, está compuesta
hoy son ancianos, habían gozado de este el sentido de que, como en otras ocasio- espero una respuesta que me llene más por seis paneles de grandes proporciones:
juguete gigante. Mirando el motor que lo nes, empezó a desconfiar del preciosismo y que me permita ir más lejos. Para así 250 cm x 200 cm cada uno que hacen un
acompañaba a girar, volvía a mi memoria que había alcanzado en la pintura de esos seguir desarrollando esa fuente inagotable total para el conjunto de la obra de 12 m
la nostalgia de no haber podido subir en mi carruseles y la proximidad de lo “bonito” del mundo interior que cada vez más me de largo. Actualmente se exhibe en toda
niñez a estos caballitos, especialmente al de lo que siempre había huido con ins- enseña y me sorprende” (“Carrusel de mi su grandeza en un amplio muro de la sala
caballo blanco. Después lo intenté muchas tinto seguro pero también angustiante. Él niñez”, 15 de agosto de 2003: 2). mayor del Museo de Arte Moderno de la
veces en los más coloridos, alegóricos y mismo nos ha dejado su testimonio de lo Fundación Gerardo Chávez de Trujillo. En
modernos carruseles de París. que le ocurrió en el 2000, ocho años des- Sin embargo de esas consideraciones del él, una vez más aparece desde el fondo del
pués de haber iniciado la serie: maestro, iban apareciendo otras imágenes tiempo el pueblo organizado en procesión
Caballitos que estaban en su giratorio muy diferentes a las tratadas en los carru- cargando sobre sus hombros una enorme
eterno de su caminar inmóvil, fijados en “Ese año viajo a USA (San Francisco) donde seles y que, inclusive, ofrecen un contraste papa. La idea, no cabe duda, es genial en
un relinchar para siempre, de miradas tier- descubro un carrusel antiguo muy bien grandemente acentuado respecto de ellos. su sencillez. La papa, aquel tubérculo que
nas, y esquivas con un bozal dibujado en conservado y bello y me entrego a subir a Se trata del retorno a esa magnífica temá- ha legado el Perú al mundo, producto de
el hocico, agresivos como si el dolor mor- él, en compañía de unos amigos. Me dije: tica que lo comunica con el riquísimo uni- sabias experimentaciones y domestica-
diese sus almas” (“El carrusel de mi niñez”, “finalmente estoy en un carrusel, en un verso de lo prehispánico, lo popular, lo mito- ciones vegetales realizadas en el remoto
15 de agosto de 2003: 1). caballo blanco (yo tenía entonces 63 años), lógico y aún lo mágico. Ya desde el principio pasado por los andinos, es un milagro para
haciendo alegoría a mi infancia, dueño hemos remarcado suficientemente las pro- la nutrición de la humanidad desde hace
Fue así que se abocó a pintar en Lima y de mi niñez”. Curiosamente esta vivencia fundas vivencias de un artista oriundo del medio milenio. ¡Cuántas personas le han
París la serie inicial de doce óleos de los determina un momento propicio para esca- norte del Perú que ha ido recogiendo desde debido su supervivencia a este maravilloso
cuales once se expusieron en la galería parme de este tema que me había endul- su infancia las herencias del pasado y que, fruto de los Andes! ¡Y cuántos tipos de ali-
Enrique Camino Brent, en diciembre de zado la vida y que también comenzaba a más tarde, en sus viajes juveniles por la mentos, desde los más modestos hasta
1994. Son telas de grande y mediano for- agobiarme. Reflexioné intensamente regre- sierra del sur del país, apreció apasionada- los refinados, se preparan con ella! Sin
mato pues las de mayores dimensiones sando nuevamente a ese mundo morfoló- mente el gran patrimonio nacional contenido contar las numerosas variedades logradas
miden 180 x 150 cm y las menores 100 gico que tenía y de que me había separado en los formidables restos arqueológicos, los después de siglos por nuestros agriculto-
x 81 cm. Todo en ellos –colores, figuras, temporalmente… museos, las colecciones, las tradiciones res que las emplean para elaborar platos
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totalmente diferentes unos de otros. la muchedumbre procesionaria, torrencial sobre tela de yute con barro, tierras y car- pechos prominentes que remite a La máma
y abigarrada. Esta pintura no es solamente bón vegetal (200 x 250 cm), comparten el de una década atrás. En este cuadro la ver-
Acerca de esta pintura imponente tiene una brillante realización -siempre provisoria- espíritu que animó tiempo atrás a La pro- ticalidad atenúa el efecto del movimiento
interesantes consideraciones Daniel Lefort de una empresa artística cuyos principios se cesión de la papa. Y aquí conviene recordar que apreciamos en otros cuadros suyos
(“Le sens des irréalités de Gerardo Chávez”, remontan a los inicios de Gerardo Chávez en las lecciones aprendidas por Chávez en sus en que las diversas posiciones de los per-
en Pleine Marge. Nº 48, diciembre de 2008: los años sesentas, es también y sobre todo viajes a Altamira y a Tasili n´Adyer en donde sonajes imprimen una superior dinámica
174-175) allí donde dice acerca de La pro- una obra-suma que celebra el renacimiento las pinturas rupestres sobre el fondo rocoso a la escena. Este lienzo pertenece por su
cesión de la papa: de la inspiración por un retorno espectacu- fascinaron a este insaciable buscador. Ese contenido, forma, técnica, dimensiones y
lar sobre el conjunto de las preocupaciones fondo marrón de la piedra, emparentado materiales empleados al largo ciclo de Los
“Este cuadro ocupa un lugar central en la del artista”. con el color del barro y el yute, se constituye primitivos, El último ídolo y La máma, y aún
obra de Chávez por su tema, su técnica y en presencia notable en la pintura chavezca persistirá en la serie Aenigma.
su formato. Su concepción está vinculada Y en efecto, la algarabía popular de los que de finales del siglo XX, más de tres déca-
a una circunstancia particular: la muerte de componen la procesión -seres humanoi- das después de haber conocido las expe- Aenigma (dibujos sobre papel hecho a
Ángel Chávez, hermano de Gerardo y su des, toros sobre ruedas, fuegos artificia- riencias mencionadas. Y tanto así que los mano, 2000) está compuesta por cuatro
maestro en pintura, en febrero de 1995… les, angelillos- está fuertemente destacada personajes aparecen en ellos distribuidos a piezas clasificadas con números romanos
Durante ocho meses la pintura lo abandona con la presencia de los músicos que tocan lo largo y ancho de las telas sin atender a cuyas dimensiones son 40 x 28 cm. Su tra-
hasta que experimenta en octubre el espec- bombos, platillos y flautas diversas, no fal- volúmenes y proporciones, tal como apare- tamiento los emparienta con los cuadros
táculo de la procesión del Señor de los Mila- tando un payaso que hace chocar estri- cen en las pinturas prehistóricas. Inclusive el anteriormente mencionados aunque se
gros y los reflejos malvas del Cristo morado, dentes platillos. artista ha llegado a una extrema simplifica- diferencian por el soporte y, sobre todo, las
y la necesidad de una gran empresa pictó- ción de las formas que están definidas por dimensiones. Sin embargo, la persistencia
rica, no sin antes reencontrarse con las imá- No deja de ser interesante, como lo suce- dibujos y una discreta aplicación de matices del color marrón, el recuerdo que suscita
genes de la cultura popular peruana y de las dido con el cuadro El último ídolo y el falle- y tonalidades predominantemente marrones de las pinturas rupestres así como la pre-
civilizaciones precolombinas de los Andes, cimiento de Haya de la Torre, el hecho de con ligeros toques blancos y oscuros. dominancia del dibujo y las figuras planas
y el hilo de una reflexión personal sobre la que cuando concluía la pintura La pro- sobre el volumen sitúan a esta serie en la
nutrición del mundo y el retorno a la tierra ori- cesión de la papa, le llegó a Chávez en En el mismo año 2000 el maestro enfrentó misma atmósfera.
ginaria. En efecto, la tierra nutricia –la Pacha- mayo de 1995 un dibujo de Roberto Matta nuevamente una tela de proporciones titá-
mama de la tradición andina- había ya ins- acompañado de un texto suyo que decía: nicas: Orígenes (técnica mixta, arcillas y En el primer lustro del siglo XXI Chávez se
pirado una tela de gran formato, La máma, “Querido Chávez: Esta es una carta donde tierras de color sobre tela de yute, 400 x abocó a desarrollar nuevamente la temá-
así como las esculturas Chancay en tierra te cuento un cuento del verbo América 700 cm). En este gran espacio predominan tica de los seres fantásticos humanoides
cocida, tan alejadas de los cánones geomé- que tú también cuentas y yo cuento con los personajes fantásticos en posición pre- como se aprecia en la serie Las cinco
tricos de la cerámica andina más conocidas que tú cuentes como María de los Andes” dominantemente vertical en una atmósfera estaciones (2001), cuyos cinco óleos tie-
de las culturas Chimú y Paracas, con sus (Chávez. Catálogo de la exposición “Oríge- barroca suscitada por la precipitación de nen las mismas dimensiones: 180 x 150
figuras humanas planas, deformadas por un nes”, 2000: 13.) las formas en que se entreveran seres flau- cm. En ellos notamos repercusiones de La
poderoso deseo de interpretación. La tierra, titas, cabecitas triangulares, piernas sobre máma como lo evidencia Estación I en el
en fin, es también la materia que impregna Y fue así que el maestro pintó otra serie a ruedas, danzantes, caballos y largas varas cual se yergue una figura de numerosos
la tela de yute sirviendo de soporte al cua- la que le dio el nombre leído en el mensaje que acentúan la verticalidad de la composi- pechos rodeada de seres que pululan a
dro, donde el trazo del carbón realzado de de Matta: María de los Andes. Compuesta ción. Y al centro la figura colosal de un ser su alrededor. Dominan en estos lienzos
colores va a dar relieve a los personajes de en el año 2000 por tres cuadros ejecutados femenino de grandes ojos vidriosos y de los tonos grises, amarillos, azul oscuro,
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blanco e, inclusive, un fuerte color rojo aunque también se ha aplicado a cuadros El artista como chamán. Sí. Alguien que es n´Adyer en Argelia, los monolitos de la Isla
cálido. de sabio colorido como Caminantes en el capaz de invocar a las fuerzas profundas de Pascua, las pinturas de las cuevas de
desierto A (acrílico sobre lienzo, 2007) y que hacen marchar el mundo. Alguien que Altamira, los textiles y ceramios prehispá-
Aparte de su notable actividad como artista Caminantes en el desierto B (acrílico sobre es entusiasmado por un maravilloso sen- nicos mochicas, las máscaras africanas.
creador y de sus frecuentes viajes entre lienzo, 2007). Se caracterizan asimismo tido lúdico en que reina Eros venciendo a Es decir, todo un viaje a los fundamentos
Lima, Trujillo y París, en la primera década sus obras últimas por incluir en ellas figuras Tánatos. Entusiasmado, sí, en la formida- de la humanidad, a los primeros trazos de
de nuestro siglo XXI Gerardo Chávez se recortadas sobre madera y otras pintadas ble acepción griega de este concepto: el su genio, a sus iniciales manifestaciones
aplicó con una energía y generosidad des- sobre yute o telas que parecen pergaminos, que es animado por los dioses. De similar lúdicas. Un dejar descansar la fatigada, la
bordantes a crear dos notables institucio- tal como las que llevó a Huston –Texas- en manera que en la poesía, en que abundan limitada, la impotente Razón, para seguir
nes en su ciudad natal: el Espacio Cultural abril del 2010. De estas últimas obras ha los versificadores pero son escasos los el camino de los héroes: internarse en el
Ángelmira –inaugurado el 19 de mayo del realizado exposiciones importantes en Esta- poetas –entendidos como profetas, reve- laberinto para enfrentar al Minotauro cara a
2001- que incluye el Museo del Juguete dos Unidos, Perú, Francia y Chile. En su ladores, inspiradores- , en la plástica hay cara. Sin subterfugios. Como sólo lo puede
Antiguo, un amplio comedor y un hermoso patria su muestra más reciente fue “La Jus- una inflación de pintores y una preocu- hacer un artista: sin fragmentar la realidad
café bar de ambiente francés, y el 30 de ticia en su laberinto”, inaugurada en el 2009 pante carencia de maestros de la pintura. en la azarosa busca de mil y una explica-
noviembre de 2006 un excepcional monu- en el Museo Pedro de Osma de Barranco Y afloran muy de vez en cuando el Amor y ciones que tienden a concluir en un pan-
mento como es el Museo de Arte Moderno (Lima), en cuyo catálogo escribí: el Juego, esas dos poderosas fuerzas míti- tano de raciocinios del cual se hace difícil
de Trujillo, amplio y luminoso edificio que cas irresistibles que en la época contempo- liberarse para volver a intentar la compren-
se levanta en su casa-huerta de Laredo, “En cada oportunidad en que Gerardo ránea se expresan a través de un talento, sión de la unidad. Ir en busca de ella, de la
en una apacible área semirural próxima a Chávez nos invita a una exhibición de sus como el del maestro trujillano, que escapa unidad, mediante la intuición, la iluminación
la ciudad, en cuyas salas se exhiben obras obras, el ambiente se impregna de una al espacio ocupado por el decorativismo, si se quiere, mediante aquella llama que
de artistas europeos, latinoamericanos y atmósfera pagana. O, dicho de otra forma, el espectáculo pasajero y el banal entrete- alumbra como un fogonazo aquello que la
peruanos así como las del propio artista. el espacio en que se realiza la muestra se nimiento a que se ha reducido mucho de la rutina impide ver, es lo que logra la pene-
Constituyó por cierto un acontecimiento transforma en un festival mágico en que este actividad pictórica actual, peligrosamente trante mirada del artista, capaz de percibir
cultural memorable aquella inauguración chamán convoca a seres de otros mundos entremezclada con el disolvente mercantil. la maravillosa multiplicidad del mundo tras
que contó con la presencia del Presidente que ¡al fin! vienen a trastocar son sus dan- el velo de las apariencias.
de la República quien, luego de un justo zas, sus movimientos eróticos, sus sonri- Mercantil, sí. Aquel ajetreo de dinero e
elogio a la obra artística y filántropica a sas, su música, la densa solemnidad post intereses que amenaza con asesinar algo En esta aventura se agita desde hace cin-
favor de su pueblo, le impuso al maestro la burguesa de nuestra época. Y a burlarse y esencial del genio: la gratuidad. Esa gene- cuenta años este maestro nacido en La
Orden El Sol del Perú. remover a la peor de las solemnidades: la rosidad esencial que es sello indeleble que Libertad, en aquel norte que hoy revive más
de las revoluciones disecadas que repiten todo gran creador deja grabado a fuego en vital que nunca en la vastedad de su playas
En los años recientes ha sido intensa su gestos sin alma, rebeliones de salón, con- su obra. Aquello que palpita en la profun- calientes, en el poderoso movimiento de su
actividad creadora en obras en las cuales versaciones de té de tías, la de esa palabre- didad de su ser y que es más grande que mar, en sus alimentos sabiamente condi-
sus personajes desbordan sus cuadros y ría abstrusa de los comentadores que ven él pues lo empuja, a pesar suyo, a hacer lo mentados, en el continuo descubrimiento
saltan más allá del marco como sucede en en cada pincelada una renovación que ya que hace. de sus refinadas e inteligentes culturas
La aurora (barro sobre tela de yute, 2004). parece imposible luego de que alguien exhi- constructoras de acueductos, de cerámi-
En éste y en Los invisibles (barro sobre tela biera un lienzo de lo que en parte es el arte Aquello de “pagano” le viene a Chávez cas que narran los avatares de su existen-
de yute, 2006), hay una tendencia predomi- actual: una tela en blanco. desde antiguo. Ahí esta su juvenil fasci- cia, de exquisita orfebrería, en los edificado-
nante del dibujo y las tonalidades terrosas, nación por las figuras rupestres de Tasili res de la serena arquitectura virreinal, en los
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forjadores de la emancipación americana, siones logradas con trazos ágiles y sencillos los más brillantes pintores de nuestro con- máscara de la tradición literaria, escrita u
en sus trágicas revoluciones republicanas y insinúan como una intimidad oculta y sor- tinente, como se aprecia en Los de afuera, oral, de las artes plásticas, las danzas, los
en la generosidad de sus filántropos, como prendida encerrada en esos ojillos minús- en que los hijos de su imaginación saltan cantos sagrados y los mensajes y rituales
es el propio Chávez, fundador del Museo culos que observan con desconfianza al eufóricos fuera de los extremos del lienzo. de las religiones.
del Juguete Antiguo y del admirable Museo espectador. Y las inquietantes efigies de
de Arte Moderno de Trujillo. La señora de Cao, que son como aparicio- Esa fiesta original, lúdica, pagana, invade En la plenitud de su existencia actual, lle-
nes de otro mundo. O aquellas vibrantes así, una vez más, el alma de los contem- gado a una edad cenital, el maestro reme-
En esta ocasión, como un adelantado de y complejas del lienzo Los invisibles. O el pladores a los que el maestro permite par- mora con asombro y emoción a la sibilina
otros tiempos, el maestro cuelga su obra que nos remite a su célebre Procesión de ticipar en el breve pero intenso momento señora de Paiján que hace setenta años le
reciente bajo un nombre de resonancias la papa, de 1995, aunque en La comparsa de una notable exposición” (“Gerardo puso una mano sobre el hombro y le dijo:
tormentosas: La Justicia en su laberinto. es más bien una figura humana la que es Chávez o el triunfo de Eros”, en La Justicia “¡Tú serás escultor!”. Al propio tiempo de
Y allí están sus intensos personajes fan- llevada a hombros del cortejo. en su laberinto. 2009). hacer esta rememoración observa entu-
tásticos que se entreveran en el quehacer siasmado y atónito cómo aparecen las
humano, naciendo de la tela de yute color Estos personajes lo persiguen a Chávez Pero aún nos aguardan las sorpresas formas de sus nuevas obras que, sorpren-
barro y pintados con pastas policromadas desde sus inicios, hace ya medio siglo, creadoras del futuro. Con una notable dentemente, están adoptando volúmenes
fabricadas por el propio artista. Personajes cuando en sus obras primerizas los fijaba vitalidad Gerardo Chávez se está entre- escultóricos.
que se apoderan del espacio y que vibran como seres tensos y desgarrados. Más gando actualmente a componer unas
como aquellos espléndidos dibujos de los tarde, la larga estadía en Francia, los formas escultóricas sobre madera y yute Chávez es pues un extraordinario artista
cerámicos mochicas que narran histo- encuentros decisivos con Roberto Matta de sus tradicionales personajes que, no consagrado que vive impactado por fre-
rias de éste y otros mundos. Personajes y Wifredo Lam, la atmósfera surrealista, satisfechos con saltar fuera del marco de cuentes emociones como la carta manus-
que constituyen la mitología particular del la observación de las obras originales los cuadros, se reúnen ahora en espacios crita que le ha enviado doña Nereida López
maestro y que transcurren en una danza de los grandes maestros, la lectura de piramidales, verticales y circulares, como viuda de Luna Victoria quien lo ha recla-
de cuerpos antropomorfos y zoomorfos en Lautréamont, Nerval, Rimbaud, Baude- aquellos ídolos totémicos de los pueblos mado desde sus noventa años de edad
que no falta la nota musical, los remotos laire, Eluard, Bachelard, gravitarían en la antiguos que preservan un sentido tras- para decirle con qué cariño lo recuerda
sueños infantiles, la alegría del juego y de evolución de una obra en que ha forjado cendente y sacralizado de la existencia. Un de cuando era un niño soñador, activo y
lo erótico o la alegoría de la ciega justicia series memorables -El último ídolo, El otro sentido lúdico que ha ido perdiendo verti- servicial. Carta que le ha llegado desde
blandiendo una aguda espada en el aire en Ekeko, La procesión de la papa, Mitolo- ginosamente el hombre moderno arrojado las profundidades de un tiempo redivivo
ese lienzo imponente, que da nombre a la gías del futuro, Los caballitos de Amador, al remolino del mercado y atrapado den- para manifestarle con letra débil pero
exposición, que es La Justicia en su labe- Aenigma- hasta las magníficas realizacio- tro de un sentido banal de la existencia bien trazada: “Gerardo, a mi edad toda-
rinto. Una reconquista, sí: la de los seres nes actuales en que los seres que lo habi- en que el juego se ha convertido en trivial vía dibujo mis letras aunque un poco mal
que pueblan sus sueños ancestrales –y tan son personajes coloridos, exultantes, entretenimiento. En contra de ello, este hechas, pero más puede la alegría y feli-
sus pesadillas-trabajados en el barro, las vitales, que exhalan una sensualidad entre chamán aún es depositario de las heren- cidad que siento después de muchísimos
anilinas y los vegetales de la propia natu- carnal y onírica, regocijados siempre en cias de ancestros remotos que seleccio- años: saber que Dios te tiene con vida; y
raleza. la existencia misma. Una existencia que nan a algunos artistas para que sean los lo mejor, que eres una persona notable y
es una perpetua celebración. Una cele- portadores de las fórmulas que permiten muy importante en el mundo; enterada por
En algunas telas -Los de acá y los de allá- bración de la que están concientes esos que los hombres retornen a integrarse al los periódicos, televisión y últimamente ha
otros personajes parecen decomponerse personajes que exaltan la plenitud que ha ritmo del cosmos y recuperen la energía llegado a mis manos un folleto que circuló
en una sucesión de cabezas cuyas expre- alcanzado la obra de su creador, uno de que nace de los mitos preservados tras la el mes pasado (agosto); y no sabes cómo
112 113
me llena de orgullo y vienen a mis recuer- tu vida, tus sufrimientos, tus experiencias,
dos, cuando tú de niño me considerabas y ahora a donde has llegado, con mucha
como tu mamá y tú para mí como mi hijito; entrega, ahínco y tesón donde eres orgullo
por eso mis más grandes deseos es que de nuestro Paiján, del Perú y reconocido
sigas adelante para orgullo de todos los mundialmente.” (Carta escrita en Trujillo el
que te queremos, que sabemos cómo fue 3 de septiembre de 2010).

El afilador / 1959
Óleo sobre nórdex / 1.00 x 1.00 m
114

Il ponte Vecchio. Florencia, Italia / 1960


Óleo sobre tela / 0.81 x 1.00 m
1
Germinación de seres extraños
en busca del nuevo hombre.
París, 1962-1965
118 119

Composición en gris / 1963 Cabeza de diablo / 1961


Óleo sobre tela / 1.14 x 1.46 m Óleo sobre tela / 1.06 x 1.36 m
120

La creación del nuevo hombre / 1964


Óleo sobre tela / 1.80 x 2.50 m
122 123

Fuerza de la Naturaleza / 1965


Óleo sobre tela / 1.46 x 1.14 m

La otra cara de la noche / 1964


Óleo sobre tela / 1.95 x 1.30 m / Museo de Arte de Lima, Perú
124 125

Fuegos fatuos / 1965 Cementerio de cristal / París, 1965


Óleo sobre tela / 1.30 x 0.97 m Óleo sobre tela / 1.30 x 0.90 m
126

Estrella del amanecer / 1966


Óleo sobre tela / 2.80 x 3.50 m
128

El primer acto / 1968


Óleo sobre tela / 1.62 x 1.30 m
130

Seres que vivían uno por uno / 1966


Óleo sobre tela / 2.20 x 1.80 m
132 133

Premiére aube clarté mechante / 1967


Óleo sobre tela / 1.46 x 1.14 m

Ceremonial de la nuit / 1968


Óleo sobre tela / 1.46 x 1.14 m
134

El guerrillero / 1967
Óleo sobre tela / 2.20 x 1.80 m
2
El nacimiento del vuelo
y la ventana de los espacios
compartidos. 1970
138

Nacimiento del vuelo / 1971


Óleo sobre tela / 2.00 x 2.50 m
140 141

El canapé / 1970
Óleo sobre tela / 0.97 x 1.30 m

Fenêtre / 1970
Óleo sobre tela / 1.00 x 0.81 m
142 143

Bestias alegres de la muerte / 1970 Les proies de l´eau / 1970


Óleo sobre tela / 1.14 x 1.46 m Óleo sobre tela / 1.14 x 1.46 m
144

Pájaro rebelde / 1970


Óleo sobre tela / 1.90 x 2.50 m
146 147

Cerca del volcán / 1971 Le solei noir d’ Icare / 1970


Óleo sobre tela / 0.97 x 1.30 m Óleo sobre tela / 2.00 x 2.10 m
148

Nacimiento del Minotauro / 1971


Óleo sobre tela / 1.30 x 1.65 m
3
Metamorfosis del agua
152

Zeus - Serie Metamorfosis del agua / 1973


Óleo sobre tela / 1.97 x 2.50 m
154

Ils montent dese aux pour prélever le tribu


- Serie Metamorfosis del agua / 1973
Óleo sobre tela / 2.50 x 1.95 m
156

La Medusa
- Serie Metamorfosis del agua / 1973
Óleo sobre tela / 2.75 x 2.00 m
158

Metamorfosis del agua / 1973


Óleo sobre tela / 2.00 x 2.50 m
160

Ils ne rampent que dans les ténebrès


- Serie Metamorfosis del agua / 1973
Óleo sobre tela / 2.75 x 2.00 m
4
Pasteles grasos
Década del setenta
164

Cabeza / 1975
Pastel graso sobre tela / 2.30 x 2.00 m
166

El otro lado / 1973


Pastel graso sobre tela / 2.50 x 2.00 m
168

Los emigrantes en casa de Carlos Revilla, Bruxelles / 1973


Pastel graso sobre tela / 2.00 x 2.50 m
170

La montagne des agités / 1974


Pastel graso sobre tela / 2.00 x 2.50 m
172

Depuis longtemps / 1974


Pastel graso sobre tela / 2.00 x 2.50 m
174 175

La roue / 1975 Face a l’amour / 1975


Pastel graso sobre tela / 1.30 x 0.97 m Pastel graso sobre tela / 1.30 x 0.97 m
176

Pendant le vaudou il secouait la tête / 1973


Pastel graso sobre tela / 1.50 x 1.30 m / Museo Ixelles Bélgica

Le transparent habité / 1976


Pastel graso sobre tela / 2.30 x 2.00 m / Museo Royal de Bellas Artes de Bélgica
178

El equilibrista / 1975
Pastel graso sobre tela / 1.20 x 1.00 m

L’enragée / 1977
Pastel graso sobre tela / 1.46 x 1.14 m
180

Moité homme, moité ombre / 1976


Pastel graso sobre tela / 1.30 x 1.95 m
182

Los monstruos satisfechos / 1976


Pastel graso sobre tela / 1.14 x 1.46 m
184

La sombra de Icaro / 1976


Pastel graso sobre tela / 1.46 x 1.14 m. Museo Allende, Santiago de Chile

Delirante amor / 1980


Pastel graso sobre tela / 1.46 x 1.14 m
186

Delirio / 1976
Pastel graso sobre tela / 1.46 x 1.14 m

El carrito / 1976
Pastel graso sobre tela / 1.30 x 0.97 m
188

Animal de mediodía / 1978


Pastel graso sobre tela / 1.14 x 1.46 m
190

Hombre de papel / 1980


Pastel graso sobre tela / 1.30 x 0.97 m

Jugando a la ronda / 1977


Pastel graso sobre tela / 1.46 x 1.14 m
192

Árbol de los pájaros / 1983


Pastel graso sobre tela / 1.30 x 0.97 m

Rapto I / 1981
Pastel graso sobre tela / 1.30 x 0.97 m
194

Jugando al turbillón de sable / 1985


Pastel graso sobre tela / 0.73 x 0.92 m

Il pleurait la douleur de ne pas être l’autre / 1976


Pastel graso sobre tela / 1.30 x 0.97 m
196

Mujer Luna / 1981


Pastel graso sobre tela / 1.30 x 0.97 m

Disléxico / 1976
Pastel graso sobre tela / 1.30 x 0.97 m
198

Jugando a la constelación / 1978


Pastel graso sobre tela / 1.14 x 1.46 m
200

Perros callejeros / 1981


Pastel graso sobre tela / 0.65 x 0.64 m

A veces sí, a veces no / 1981


Pastel graso sobre tela / 1.30 x 0.97 m
202 203

Los vendados / 1983 Sirena envuelta en su cabellera / 1981


Pastel graso sobre tela / 0.50 x 0.61 m Pastel graso sobre tela / 0.73 x 0.60 m
204

Los emigrantes / 1974


Pastel graso sobre tela / 1.40 x 1.50 m

El Enigmático / 1975
Pastel graso sobre tela / 1.30 x 0.97 m
206

El grito / 1979
Óleo sobre tela / 0.65 x 0.64 m

A flor de piel / 1979


Óleo sobre tela / 1.46 x 1.14 m
208 209

Hours de soi / 1977 Mama vieja / 1976


Óleo sobre tela / 1.14 x 1.46 m Óleo sobre tela / 1.40 x 1.46 m
210

De tiempo en tiempo / 1988


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m

De tiempo en tiempo / 1988


Pastel graso sobre tela / 1.62 x 1.30 m
5
Seres que brillaban cada cual
con su luz propia
214

Buscaban la luz / 1979-80


Óleo sobre tela / 0.89 x 1.16 m
216

El último ídolo / 1979-80


Óleo sobre tela / 2.00 x 2.50 m
220

p. 218. Nocturno / 1980


Óleo sobre tela / 1.30 x 0.97 m

p. 219. Caminante en la oscuridad / 1980


Óleo sobre tela / 1.30 x 0.97 m

Cabra danzante / 1980


Óleo sobre tela / 0.89 x 1.16 m
222

Mama / 1980
Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
224

Guerrero mochica / 1983


Óleo sobre tela / 1.50 x 1.80 m
226

El hombre de maíz / 1982


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
228

Animal de medianoche / 1981


Óleo sobre tela / 2.00 x 2.50 m
230 231

Al borde del silencio / 1984 Chasseur d`ombres lumineuses / 1984


Óleo sobre tela / 0.81 x 1.00 m ÓIeo sobre tela / 0.81 x 1.00 m
232

Derrière toi / 1984


Óleo sobre tela / 1.16 x 0.89 m
234

Les musiciens du silence / 1983


Óleo sobre tela / 1.50 x 1.80 m

Rapto helénico / 1984


Óleo sobre tela / 0.73 x 0.92 m
236

Les chercheurs de la lune / 1982


Óleo sobre tela / 1.46 x 1.14 m

Le poète / 1985
Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
238

Constellation A / 1985
Óleo sobre tela / 1.30 x 1.50 m
240

Auteur de la lumière / 1985


Óleo sobre tela / 1.14 x 1.46 m
242

Mangeur d’ illusions / 1985


Óleo sobre tela / 2.00 x 2.10 m
244

Ternura / 1985
Óleo sobre tela / 0.68 x 0.58 m

Noche / 1986
Óleo sobre tela / 1.30 x 0.97 m / Museo Ralli, Santiago de Chile
6
Mitología del futuro
248

Solitude - Serie mitología del futuro / 1986


Óleo sobre tela / 2.50 x 2.00 m / Museo Ralli. Punta del Este, Uruguay
250

Quimera - Serie mitología del futuro / 1985


Óleo sobre tela / 2.50 x 2.00 m
252

La hora de la ternura / 1986


Óleo sobre tela / 2.50 x 2.00 m
254

Superstición - Serie mitología del futuro / 1986


Óleo sobre tela / 2.50 x 2.00 m
256

L’ heure du soir / 1985


Óleo sobre tela / 0.92 x 0.73 m

Laberinto / 1987
Óleo sobre tela / 2.50 x 2.00 m
258

Océano - Serie mitología del futuro / 1987


Óleo sobre tela / 2.50 x 2.00 m
260

Le magicien du cirque / 1992


Óleo sobre tela / 0.65 x 0.81 m

Saudade - Serie mitología del futuro / 1987


Óleo sobre tela / 2.50 x 2.00 m
262

Equinoxe - Serie mitología del futuro / 1987


Óleo sobre tela / 2.50 x 2.00 m
264

L’autre côté - Serie mitología del futuro / 1987


Óleo sobre tela / 1.46 x 1.14 m
266

El cazador de fantasmas / 1986


Óleo sobre tela / 0.72 x 0.75 m

L’ égyptien / 1988
Óleo sobre tela / 1.16 x 0.89 m
268

Veilleur de nuit / 1986


Óleo sobre tela / 0.81 x 1.00 m
270 271

Diana / 1985 Guetteur des reflets / 1984


Óleo sobre tela / 0.81 x 1.00 m Óleo sobre tela / 0.72 x 0.76 m
7
La melancolía es un sol
que se esconde para ver
crecer el amor
274

Mélancolie / 1989
Óleo sobre tela / 2.00 x 2.50 m
276

Caballito dorado / 1999


Acrílico sobre tela / 1.14 x 1.46 m

El organillero / 1987
Óleo sobre tela / 1.00 x 0.81 m
278 279

Le gardien des feuilles sauvages / 1992 Entre les feuillages / 1992


Óleo sobre tela / 0.65 x 0.54 m Óleo sobre tela / 0.65 x 0.54 m
280 281

Sous l’orage / 1990 Enfant magicien / 1991


Óleo sobre tela / 0.65 x 0.81 m Óleo sobre tela / 0.80 x 0.64 m
282 283

Plante de l’ inconscient / 1990 L’ oeil végétal / 1990


Óleo sobre tela / 0.65 x 0.54 m Óleo sobre tela / 0.81 x 0.65 m
284

Trapecista / 1990
Óleo sobre tela / 0.46 x 0.38 m

Le toboggan / 1990
Óleo sobre tela / 0.46 x 0.38 m
286 287

Rêve éveillé / 1990 Dimensions silencieuses / 1990


Óleo sobre tela / 0.89 x 1.16 m Óleo sobre tela / 0.89 x 1.16 m
288

Mélodie / 1991
Óleo sobre tela / 0.56 x 0.69 m
290

L’ homme pressé / 1991


Óleo sobre tela / 0.81 x 0.65 m

La joie du chien / 1991


Óleo sobre tela / 1.30 x 0.97 m
292

Genealogía de los fantasmas / 1987


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
294

La joie de vivre / 1992


Óleo sobre tela / 1.20 x 1.10 m

Centauro / 1992
Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
296 297

El ocaso / 1992
Oleo sobre tela / 1.20 x 1.20 m

L’ oeil de le terre / 1990


Oleo sobre tela / 1.20 x 1.20 m
8
Los años 90
300

Boulevard / 1990
Óleo sobre tela / 2.50 x 2.00 m
302

Le bateau fou / 1992


Óleo sobre tela / 0.38 x 0.52 m

Présence du passé / 1993


Óleo sobre tela / 1.00 x 0.70 m / Museo Chäteau de Gruyeres, Suiza
304

Lune d’ argent / 1999


Óleo sobre tela / 0.81 x 1.00 m

Oiseaux de papier / 1991


Óleo sobre tela / 1.30 x 0.97 m
306 307

L’ oeil du chaman / 1992 Cheval Illusion / 1990


Óleo sobre tela / 1.14 x 1.46 m Óleo sobre tela / 1.14 x 1.46 m
308

Le vieux sorcier / 1990


Óleo sobre tela / 1.14 x 1.46 m
310

Au tour de l’arbre / 1988


Óleo sobre tela / 1.30 x 0.97 m

Árbol del carnaval / 1987


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
312

El trapecio / 1990
Óleo sobre tela / 0.44 x 0.34 m

Venus / 1990
Óleo sobre tela / 0.44 x 0.34 m
314

El gordito de El otro Ekeko / 1991


Acrílico sobre tela / 0.71 x 0.58 m

Carrusel de Longbeach / 1998


Acrílico sobre tela / 1.30 x 0.97 m
Museo de Arte Latinoamericano, Los Ángeles
316

Jeux d’ enfants / 1990


Óleo sobre tela / 0.81 x 1.00 m
Museo de Arte Latinoamericano, Los Ángeles
318

Parque El Olivar / 1994


Óleo sobre tela / 2.50 x 2.00 m
9
Caballitos del alma
322

Carrusel nocturno / 1995


Óleo sobre tela / 0.81 x 1.00 m

Sueño de un carrusel / 1993


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
324

Danza de caballitos / 2002


Acrílico sobre tela / 0.71 x 0.72 m

Acróbatas del circo / 1993


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
326

En el parque de Chosica / 1994


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m

En el circo / 1992
Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
328

Nostalgias de Huachipa / 1993


Óleo sobre tela / 1.14 x 1.46 m
330

Amador en París / 1994


Óleo sobre tela / 1.14 x 1.46 m

Caballito de otoño / 1994


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
332 333

Caballito del indio / 1993 Caballo amor / 2003


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m Óleo sobre tela / 1.50 x 1.50 m
334 335

Jeanne D’Arc / 2003 Carrousel de mon fils / 1997


Acrílico sobre tela / 1.30 x 1.30 m Óleo sobre tela / 1.30 x 1.30 m
336

Autómatas de carrusel / 1995


Óleo sobre tela / 2.00 x 2.50 m
338

Carrusel en París / 1995


Acrílico sobre tela / 1.14 x 1.46 m
340

Entre la lune et le soleil / 1998


Acrílico sobre tela / 1.30 x 0.97 m

Mascaritas / 1997
Acrílico sobre tela / 1.30 x 0.97 m
342

Idilio en el carrusel / 2009


Acrílico sobre tela / 1.30 x 1.62 m
344 345

Caballos del circo / 2010


Tríptico. Acrílico sobre tela / 1.00 x 2.40 m
346

En el Parque Arosemena / 2000


Acrílico sobre tela / 0.97 x 1.30 m
348 349

Caballero de los pájaros / 2010 Galopando en París / 2010


Acrílico sobre tela / 1.30 x 0.97 m Acrílico sobre tela / 1.30 x 0.97 m
350

Caballito Fantasía / 2000


Acrílico sobre tela / 0.81 x 1.00 m
10
Del arte primitivo al arte moderno
354

África / 1999
Óleo sobre tela / 1.30 x 0.97 m

África África / 2002


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
356 357

Pájaro de dos picos en la oscuridad / 1992 Pájaro de dos picos / 1991


Óleo sobre tela / 1.13 x 1.25 m Óleo sobre tela / 0.81 x 1.00 m
358 359

La bohemia / 1993
Óleo sobre tela / 0.89 x 1.43 m
360 361

Habitantes del sol negro / 1997


Tríptico. Óleo sobre tela / 1.60 x 4.80 m
362

Pajarito rojo / 2002


Acrílico sobre tela / 1.14 x 1.46 m
364

La quinta estación / 2000


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m

Primavera / 2000
Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
366

Estación de verano / 2000


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m

L’ oeil psicoanalitique / 2000


Óleo sobre tela / 1.80 x 1.50 m
368

Je t’aime / 2002
Óleo sobre tela / 1.30 x 0.97 m

Mirando al sur / 2002


Óleo sobre tela / 1.30 x 0.97 m
370

Pajarito Corazón / 2000


Acrílico sobre tela / 1.14 x 1.46 m
372 373

Soleil caché / 2003 Ilusos / 2003


Acrílico sobre tela / 1.30 x 0.97 m Acrílico sobre tela / 1.30 x 0.97 m
374

Entre aves / 2004


Acrílico sobre tela / 1.14 x 1.46 m
Museo de Arte Contemporáneo de Arequipa, Perú

Aves / 2003
Acrílico sobre tela / 1.30 x 0.97 m
376 377

Lo vi hacer / 2010
Tríptico. Acrílico sobre tela / 0.73 x 1.95 m
378 379

Paisaje del inconciente I / 2011 Paisaje del inconciente II / 2011


Acrílico sobre tela / 0.90 x 1.30 m Acrílico sobre tela / 0.97 x 1.30 m
380

Los ronderos / 2005


Acrílico sobre tela / 1.14 x 1.46 m
11
Nacimiento del barro
María de los Andes
384

El otro Ekeko / 1991


Tierra natural sobre tela de yute / 4.50 x 4.40 m
386

La Procesión de la Papa / 1995


Seis paneles en tierra natural sobre tela de yute / 2.50 x 12.00 m
Museo de Arte Moderno de Trujillo
388

María de los Andes / 2000


Tierra natural sobre tela de yute / 2.00 x 2.50 m
390

Los olvidados / 1999


Tierra natural sobre tela de yute / 2.00 x 2.50 m
392
394

p.392, 393. Orígenes / 2000


Tierra natural sobre tela de yute / 4.50 x 7.00 m

Mono blanco / 2001


Tierra natural sobre tela de yute / 1.14 x 1.46 m
396

Elogio a María de los Andes / 2001


Tierra natural sobre tela de yute / 1.14 x 1.46 m
398 399

El ausente / 2000 Ellos / 2000


Tierra natural sobre tela de yute / 0.73 x 0.92 m Tierra natural sobre tela de yute / 0.73 x 0.92 m
400

Chimbote / 2003
Tierra natural sobre tela de yute / 2.00 x 2.50 m
402

Hombres de Chan Chan 1 / 2005


Tierra natural sobre tela de yute / 2.00 x 2.50 m
404

Hombres de Chan Chan 2 / 2006


Tierra natural sobre tela de yute / 2.00 x 2.50 m
406

Hombres de Chan Chan 3 / 2007


Tierra natural sobre tela de yute / 2.00 x 2.50 m
408

La Señora de Cao / 2006


Tierra natural sobre tela de yute / 2.00 x 2.50 m
410

Escalera en el horizonte / 2003


Tierra natural sobre tela de yute / 1.50 x 1.80 m
412

Los invisibles / 2006


Tierra natural sobre tela de yute / 2.00 x 2.50 m
414

La comparsa / 2008
Tierra natural sobre tela de yute / 2.00 x 2.50 m
416

Los cazadores del animal azul / 2010


Tierra natural sobre tela de yute / 1.50 x 1.80 m
420

p. 418, 419. Tambor de barro / 2010


Tierra natural sobre tela de yute / 0.97 x 1.30 m

Caminantes en Chan Chan / 2007


Tierra natural sobre tela de yute / 0.97 x 1.30 m
422

Estudio de La Justicia en su laberinto / 2009


Tierra natural sobre tela de yute / 1.90 x 2.30 m
424

Tríptico. La Justicia en su laberinto / 2009


Tierra natural sobre tela de yute / 5.00 x 6.00 m
426

Criador de cuervos / 2011


Tierra natural sobre tela de yute / 5.00 x 6.00 m
428

Instigadores de la duda / 2011


Tríptico en tierra natural sobre tela de yute /
2.00 x 2.50 m cada panel
430 431

Los de allá / 2009 Los de acá / 2009


Tierra natural sobre tela de yute / 1.00 x 3.00 m Tierra natural sobre tela de yute / 1.00 x 3.00 m
432 433

Los de afuera I / 2009


Tierra natural sobre tela de yute / 1.14 x 1.46 m
434 435

Los de afuera II / 2010


Tierra natural sobre tela de yute / 5.00 x 6.00 m
436 437

Los de afuera III / 2010


Tierra natural sobre tela de yute / 1.60 x 2.30 m
440

p.438,439. El árbol genealógico de un desconocido / 2006


Tierra natural sobre tela de yute y madera / 3.00 x 5.00 m aprox.
Elogio del mito / 2011
Escultura en tierra natural sobre tela de yute y madera / 3.00 x 1.00 m
Bibliografía
444 445
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_____“La heterogeneidad de la pintura peruana: los casos de Fernando de Szyszlo, Jorge
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GLISSANT, Edouard. “Mitologías del futuro”. En catálogo 19ª Bienal Internacional de Sao Paulo- WALDBERG, Patrik. Les demeures de´hypnos. La diference. París, 1976.
Índice de obras
449

14 82 122

Los de afuera Marina de Huanchaco Fuerza de la Naturaleza


2010 1959 1965

22 96 123

Carrera de caballos Sandía, piña y pacay La otra cara de la noche


1960 2009 1964

24 113 124

El primer animal El afilador Fuegos fatuos


1967 1959 1965

32 114/115 125

Autoretrato Il ponte Vecchio Cementerio de cristal


2003 1960 1965

1
33 Germinación de seres 126/127
extraños en busca del nuevo
Katia d’La Nuit
hombre. París, 1962-1965 Estrella del amanecer
1966 1966

48 118 129

Palomo Composición en gris El primer acto


1988 1963 1968

80 119 131

Seres que vivían


Prisioneros de Cao Cabeza de diablo uno por uno
2011 1961 1966

82 120/121 132

Paisaje de Los Cóndores, La creación del nuevo Premiére aube clarté


Chaclacayo hombre mechante
1955 1964 1967
450 451

133 144/145 158/159 174 184 193

Ceremonial de la nuit Pájaro rebelde Metamorfosis del agua La roue La sombra de Icaro Rapto I
1968 1970 1973 1975 1976 1981

135 146 160/161 175 185 194


Ils ne rampent que dans
les ténebrès - Serie Jugando al turbillón
El guerrillero Cerca del volcán Metamorfosis del agua Face a l’amour Delirante amor de sable
1967 1971 1973 1975 1980 1985

2
El nacimiento del vuelo 147 4 176 186 195
y la ventana de los espacios Pasteles grasos
compartidos. 1970 Le solei noir d’ Icare
Década del setenta Pendant le vaudou il
secouait la tête Delirio
Il pleurait la douleur
de ne pas être l’autre
1970 1973 1976 1976

138/139 148/149 165 177 187 196

Nacimiento del vuelo Nacimiento del Minotauro Cabeza Le transparent habité El carrito Mujer Luna
1971 1971 1975 1976 1976 1981

140 3 167 178 188/189 197


Metamorfosis
El canapé
del agua El otro lado El equilibrista Animal de mediodía Disléxico
1970 1973 1975 1978 1976

141 152/153 168/169 179 190 198/199


Los emigrantes
Zeus - Serie en casa de Carlos Revilla,
Fenêtre Metamorfosis del agua Bruxelles L’enragée Hombre de papel Jugando a la constelación
1970 1973 1973 1977 1980 1978

142 155 170/171 180/181 191 200


Ils montent des eaux pour
Bestias alegres prélever le tribu - Serie Moitié homme,
de la muerte Metamorfosis del agua La montagne des agités moitié ombre Jugando a la ronda Perros callejeros
1970 1973 1974 1976 1977 1981

143 156 172/173 182/183 192 201


La Medusa
- Serie Metamorfosis Los monstruos
Les proies de l´eau del agua Depuis longtemps satisfechos Árbol de los pájaros A veces sí, a veces no
1970 1973 1974 1976 1983 1981
452 453

202 210 223 235 260


6
Los vendados De tiempo en tiempo Mama Rapto helénico
Mitología del futuro Le magicien du cirque
1983 1988 1980 1984 1992

203 211 224/225 236 249 261

Sirena envuelta Solitude - Serie mitología Saudade - Serie mitología


en su cabellera De tiempo en tiempo Guerrero mochica Les chercheurs de la lune del futuro del futuro
1981 1988 1983 1982 1986 1987

204 5 227 237 251 263


Seres que brillaban
Los emigrantes
cada cual con su luz propia El hombre de maíz Le poete
Quimera - Serie mitología
del futuro
Equinoxe - Serie mitología
del futuro
1974 1982 1985 1985 1987

205 214/215 228/229 238/239 253 265

L’autre côté - Serie


El enigmático Buscaban la luz Animal de medianoche Constellation A La hora de la ternura mitología del futuro
1975 1979-80 1981 1985 1986 1987

206 216/217 230 240/241 255 266

Superstición - Serie
El grito El último ídolo Al borde del silencio Auteur de la lumière mitología del futuro El cazador de fantasmas
1979 1979-80 1984 1985 1986 1986

207 218 231 242/243 256 267

Chasseur d`ombres
A flor de piel Nocturno lumineuses Mangeur d’ illusions L’ heure du soir L’ égyptien
1979 1980 1984 1985 1985 1988

208 219 233 244 257 268/269

Caminante
Hours de soi en la oscuridad Derrière toi Ternura Laberinto Veilleur de nuit
1977 1980 1984 1985 1987 1986

209 220/221 234 245 259 270

Océano - Serie mitología


Mama vieja Cabra danzante Les musiciens du silence Noche del futuro Diana
1976 1980 1983 1986 1987 1985
454 455

271 281 290 308/309 319


8
Guetteur des reflets Enfant magicien L’ homme pressé
Los años 90 Le vieux sorcier Parque El Olivar
1984 1991 1991 1990 1994

7
La melancolía es un sol 282 291 301 310
que se esconde para ver 9
crecer el amor Plante de l’ inconscient La joie du chien Boulevard Autour de l’arbre
Caballitos del alma
1990 1991 1990 1988

274/275 283 293 302 311 322

Genealogía
Mélancolie L’ oeil végétal de los fantasmas Le bàteau fou Árbol del carnaval Carrusel nocturno
1989 1990 1987 1992 1987 1995

276 284 294 303 312 323

Caballito dorado Trapecista La joie de vivre Présence du passé El trapecio Sueño de un carrusel
1999 1990 1992 1993 1990 1993

277 285 295 304 313 324

El organillero Le toboggan Centauro Lune d’ argent Venus Danza de caballitos


1987 1990 1992 1999 1990 2002

278 286 296 305 314 325

Le gardien des feuilles El gordito


sauvages Rêve éveillé El ocaso Oiseaux de papier de El otro Ekeko Acróbatas del circo
1992 1990 1992 1991 1991 1993

279 287 297 306 315 326

Entre les feuillages Dimensions silencieuses L’ oeil du la terre L’ oeil du chaman Carrusel de Longbeach En el parque de Chosica
1992 1990 1990 1992 1998 1994

280 288/289 307 316/317 327

Sous l’orage Mélodie Cheval Illusion Jeux d’ enfants En el circo


1990 1991 1990 1990 1992
456 457

328/329 338/339 350/351 362/363 372 11


Nacimiento del barro
Nostalgias de Huachipa Carrusel en París Caballito Fantasía Pajarito rojo Soleil caché
María de los Andes
1993 1995 2000 2002 2003

330 340 10 364 373 385


Del arte primitivo
Amador en París Entre la lune et le soleil
al arte moderno La quinta estación Ilusos El otro Ekeko
1994 1998 2000 2003 1991

331 341 354 365 374 386/387

Caballito de otoño Mascaritas África Primavera Entre aves La procesión de la papa


1994 1997 1999 2000 2004 1995

332 342/343 355 366 375 388/389

Caballito del indio Idilio en el carrusel África África Estación de verano Aves María de los Andes
1993 2009 2002 2000 2003 2000

333 344/345 356 367 376/377 390/391

Pájaro de dos picos


Caballo amor Caballos del circo en la oscuridad L’ oeil psychanalytique Lo vi hacer Los olvidados
2003 2010 1992 2000 2010 1999

334 346/347 357 368 378 392/393

Jeanne D’Arc En el Parque Arosemena Pájaro de dos picos Je t’aime Paisaje del inconsciente I Orígenes
2003 2000 1991 2002 2011 2000

335 348 358/359 369 379 394/395

Carrousel de mon fils Caballero de los pájaros La bohemia Mirando al sur Paisaje del inconsciente II Mono blanco
1997 2010 1993 2002 2011 2001

336/337 349 360/361 370/371 380/381 396/397

Elogio a María
Autómatas de carrusel Galopando en París Habitantes del sol negro Pajarito corazón Los ronderos de los Andes
1995 2010 1997 2000 2005 2001
458

398 412/413 428/429

El ausente Los invisibles Instigadores de la duda


2000 2006 2011

399 414/415 430

Ellos La comparsa Los de allá


2000 2008 2009

400/401 416/417 431

Los cazadores
Chimbote del animal azul Los de acá
2003 2010 2009

402/403 418/419 432/433

Hombres
de Chan Chan 1 Tambor de barro Los de afuera I
2005 2010 2009

404/405 420/421 434/435

Hombres Caminantes
de Chan Chan 2 en Chan Chan Los de afuera II
2006 2007 2010

406/407 422/423 436/437

Hombres Estudio de
de Chan Chan 3 La Justicia en su laberinto Los de afuera III
2007 2009 2010

408/409 424/425 438/439

Tríptico El árbol genealógico


La Señora de Cao La Justicia en su laberinto de un desconocido
2006 2009 2006

410/411 426/427 441

Escalera en el horizonte Criador de cuervos Elogio del mito


2003 2011 2011
Este libro se terminó de imprimir
el día 16 de noviembre de 2011 en los talleres
de Gráfica Biblos S.A.

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