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Notas de Clase de Filosofia
Notas de Clase de Filosofia
FERNANDO SAVATER
V~N~NOS*
* Texto tomado de: Fernando Savater, Diccionario Filosófico. Ed. Planeta, Barcelona, 1995.
son drogas peligrosas que envenenan el cuerpo social. pero algunas de esas drogas prohibidas pueden tomarse
De aquí la definición del medio literario como "pobla- en determinados casos, pidiendo la oportuna receta
ción de riesgo" que conviene vigilar, llenándolo de so- médica o sea el equivalente a la dispensa del Santo
plones y provocadores. Se espía a los impresores; se Oficio para leer libros que estaban en el Indice de
controlan minuciosamente las llegadas de papel y el flujo las Obras Prohibidas. En cuanto a la adulteración de
de mercancías; se limitan los lugares de fabricación y los los productos, el avivamiento general del interés por
lugares de venta del libro -en París, el barrio de la Uni- ellos al estar prohibidos, la creación de un ambiente
versidad, el recinto del Palacio y los muelles próximos al delictivo en torno a su fabricación y distribución, la
Pont-Neuf-, se multiplican las inspecciones y las requisas; proliferación de mangantes especializados en luchar
se logra a menudo desmantelar las redes de producción contra el veneno, etc., los resultados son más o menos
y la difusión de las obras prohibidas; se detiene también idénticos: las mismas causas dan lugar a los mismos
a los pequeños revendedores cuyo comercio empero se efectos, agigantados en nuestra época por la masificación
deja prosperar a cambio de la esperanza de informacio- urbana y otros problemas socio estructurales. Cual-
nes sobre delincuentes más importantes. Se encarcela, quiera puede históricamente constatar que las drogas
se castiga con la prohibición de ejercer la profesión, se no fueron prohibidas a causa del gangsterismo, perversa
carga de multas a impresores y vendedores, obreros y influencia social y muertes por abuso que provocaban,
autores. Esta represión encarnizada tiene como contra- sino que empezaron a provocar gangsterismo, perversa
partida dos efectos contradictorios. Por una parte una influencia social y muertes a partir de su prohibición.
cierta podredumbre moral del medio editorial, rondado Las medidas represivas no detuvieron a la im-
por personajes turbios, delatores, verdaderos delin- prenta, ni impidieron que cada vez hubiese mayor oferta
cuentes: asimiladas por la policía al mundo peligroso de de libros prohibidos, ni mucho menos evitaron que
los bajos fondos, las gentes del libro tienen tendencia a los lectores de aquellas obras festejaran el fin de siglo
acercarse a éste, arrastradas por una solidaridad en la con una gran revolución. La eficacia de la persecución
exclusión. Pero, por otra parte, la policía del libro tiene de las drogas no ha sido mayor y ha resultado, en
también por efecto establecer solidaridades y complici- muchos aspectos, aún más desastrosa. La imprenta y
dades entre los profesionales que, a pesar de eso, se la química son instrumentos poderosos para potenciar
entregan a menudo a una competencia salvaje. Incluso la creatividad humana y responder a sus deseos: a los
entre los opulentos y puntillosos impresores y libreros mejores y a los peores. La persecución no sirve mas
parisinos bien instalados, bien organizados en su defensa que para potenciar y agigantar lo que pretende erra-
corporativa, hay quien no se resiste al placer y al prove- dicarse coactivamente. No cabe duda de que algunos
cho de burlarse de la policía, de participar en redes ile- libros pueden perturbar negativamente a ciertas per-
gales, de dar el pego a reglamentos asfixiantes y de ofre- sonas, influyendo para que se dañen a sí mismas o
cer a un público cada vez más numeroso y ávido los libros a otras. Las palabras y las ideas son en potencia mucho
perseguidos" (Robert Lepape, Voltaire le Conquérant, más peligrosas que cualquier compuesto químico, por-
ed. Seuil, pp. 76-77). Por añadidura aún falta por men- que calan de modo más hondo, activo y perdurable
cionar el tráfico de material clandestino impreso en la en los colectivos humanos. Sin embargo hoy la mayoría
permisiva Holanda, los negocios que hacía la policía com- estamos convencidos de que tales daños potenciales
pinchándose con los libreros, los censores que por libe- se acompañan de importantes efectos positivos que
ralismo o codicia escondían obras prohibidas en su casa, no pueden ser tajantemente separados de ellos y, en
los clérigos y plumíferos conservadores que fabricaban cualquier caso, que no pueden ser evitados más que
con remunerada aplicación innumerables "preservati- por vía educativa y aplicando juiciosamente las leyes
vos" literarios contra los escritores peligrosos, tratados generales que regulan las sociedades civilizadas. Sólo
terapéuticos para contrarrestar sus errores, etc., etc. cuando algo, sea la imprenta o la química, funciona
Supongo que este cuadro persecutorio les resulta en régimen de libertad podemos instruirnos para su
a ustedes altamente familiar: en efecto, hoy sigue dán- uso y prevenirnos contra su abuso (véase el artículo
dose en Europa pero no ya para controlar los peligros templanza).
de la letra impresa sino los peligros de la química. Las Desgraciadamente en cuestión de drogas, es la
autoridades se preocupan menos de las ideas que te- mentalidad inquisitorial la que sigue prevaleciendo.
nemos en la cabeza que de las sustancias que corren Cuando se propone que sería bueno discutir el tema
por nuestro torrente sanguíneo. También ahora hay de la despenalización de algunas o de todas las sustancias
drogas legales, con permiso de circulación, y otras que prohibidas, los supersticiosos cocean con estrépito en-
no lo tienen a causa de motivos establecidos por las sordecedor, otros, un poco más finos, dicen que no
autoridades según diversos argumentos ideológicos; se puede hablar del asunto, porque debería ser una
REVISTA
COLOMBIANA
DE PSICOLOGIA 181
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