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La Diversidad cultural
En la era de la globalización**
Edgar Montiel*
obligadas a reconocer "algo" del carácter local des tiene un individuo o grupo humano de ejer-
de los paises donde insertan sus productos. Por cer su derecho a elegir su propia cultura? Uno
otro , la masa de inmigrantes en los países del de los requisitos básicos para elegir con libertad
primer mundo logra que se vayan incorporando consiste contar con variedad de opciones. Si la
un poco algunos de sus elementos culturales. cultura que se ofrece es una sola, esa elección
pierde su valor.
Sin embargo, no se pueden pasar por
alto los indicadores que muestran las asimetrías El desarrollo de una cultura de masas
existentes entre las sociedades del Norte y del estandarizadas, que adquiere gran poder
Sur. Entre 1975 y 1991, 68,5% de los bienes gracias al uso de las nuevas tecnologías de
culturales exportados correspondieron a los paí- la comunicación y la informática, trae apare-
ses desa rrollados, que sólo representan 23% de jado el riesgo de que queden al margen los
la población mundial. Por su parte, los países en gustos e intereses de las minorías culturales.
desarrollo sólo exportaron 31.8% de los bienes Por estas entendemos tanto a las culturas de
culturales, mientras que representan 77% de la los países menos desarrollados como las cul-
población mundial (2). Otros ejemplos de esta turas de los grupos no hegemónicos dentro
desigualdad tienen lugar en el campo audiovi- de cada sociedad. Ignorar las culturas mino-
sual e informático. La oferta de películas en los ritarias significaría sumirlas en el olvido , y pri-
videoclubes latinoamericanos está compuesta var a sus miembros de elaborar una propia
en un 70% a 30% es cine nortea mericano (3). construcción del mundo, su propia cosmovi-
Asi mismo el 70% de los sitios web que actual- sión. La vida humana está hecha de significa-
mente se encuentra n en internet son de origen dos, y ello implica libertad para decidir que
estadounidense (4 ). valores afirmar. Por eso la problemática cul-
tural no puede ser abordada desde una pers-
Para abarcar la mayor cantidad de con- pectiva puramente de mercado. Como anota
sumidores, y de este modo lograr altas tasas de Fernando Savater, " a la cultura no es algo
beneficio, las industrias culturales de los centros que consumir, sino que asumir. Y no se pue-
hegemónicos tienden a homologar lenguajes, de asumir la cultura, ni precavernos de quie-
haciendo accesibles sus produ ctos a una plura- nes quieren convertirla en pura mercancía si
lidad de públ icos. Los significantes, así, se va- se la desliga totalmente del trabajo creado
cían de contenido especifico; la necesidad de que la produce" (6 ) En caso contrario, el indi-
hacer accesible el mensaje a todos hace que no viduo ya no se relatará a si mismo en forma
se diga nada específico a nadie. autónoma , sino que será relatado por otros
con mayor poder.
El mercado tiene a su cargo el impulso
para regular las relaciones entre nacionales y
La identidad en su laberinto
culturas, impone los modelos de comunicación y
organiza las respectivas redes. Nuestro planeta
La cultura es uno de los elementos funda-
vive un proceso expansivo de fragmentación , di-
mentales para la constitución de la identidad de un
ce Marti n Barbero. El reconocimiento de su con-
pueblo. En nuestra América, el sentimiento de leal-
ciencia parece desembocar en la manera de re-
tad y pertenencia a una nacionalidad anida en el
lativizar toda certeza e inclusive "en la negación
inconsciente colectivo, muy difícil de desarraigar, y
de cualquier tipo de comunidad y aun de socia-
se ha mostrado irreductible a las influencias de la
bilidad" (5). Ante esta realidad, ¿qué posibilida-
publicidad comercial y la propaganda política.
lismo cultural o de uso unilateral de la fuerza, demás, de la cual podemos aprender e intercam-
por una parte, y asedios uniformizantes contra biar conocimientos valiosos. Sin la diferencia, el
la diversidad cultural, por otra. crecimiento humano sería prácticamente imposi-
ble. Cuando el diálogo intercultural nos ayuda a en-
El derecho de cada grupo humano a tender al otro, y de este modo asimilar su manera
elegir y asumir su propia cultura es un compro- singular de interpretar el mundo, la humanidad rea-
miso que debe ser respetado a escala planeta- liza sus más grandes progresos.
ria . Hoy, más que nunca , vivimos en un mundo
"conectado" entre sí donde cada acción reper- Es pertinente, de igual manera, tener en
cute en varios planos. Es necesario, por lo tan- cuenta que "la diversidad cultural es diferente y
to, que todas las instancias de las diferentes so- desigual porque las distintas instancias e institu-
ciedades sepan respetar y defender determina- ciones que la construyen tienen distintas posi-
dos principios básicos que garanticen este de- ciones de poder y legitimidad". Hay fuertes y dé-
recho. Concordante con la realidad mundial, biles; consorcios transnacionales y gobiernos
una nueva ética global que actúe como marco nacionales, etc. El proceso de globalización po-
pa ra el ejercicio de los derechos culturales de- tencia las diferencias culturales, por lo que mu-
berá estar definida por los siguientes objetivos. chas veces aviva las manifestaciones de identi-
dad, empujándolas hacia manifestaciones de
Defensa del pluralismo esencia. El investigador Ricardo Ortiz nos alerta
para superar la confusión de que "nuestro mun-
La diversidad y pluralidad de culturas de- do es múltiple y plural"(12).
ben ser permanentemente afirmadas y estimuladas
en todo el mundo. Cada cultura representa un valio- Según esta idea, diferenciación es igual
so tesoro para la humanidad. La pérdida de cual- a pluralismo (y ambos, sinónimos de democra-
quiera de ellas significa un empobrecimiento del ho- cia). Se trata de una falsedad histórica. La dife-
rizonte humano. El valor de la diversidad reside en renciación - nos dice - es intrínseca a la moder-
la capacidad que tiene cada cultura de abrir nuevas nidad y la diversidad existe desde siempre. Las
perspectivas y aportar nuevos elementos que enri- "diferencias" también esconden relaciones de
quecen la experiencia y la sabiduría humanas. poder; el discurso sobre la diversidad oculta, a
veces, cuestiones como la desigualdad. "No, di-
Como ejemplo de esta extraordinaria ferencia no es igual a pluralismo" (13).
capacidad, hacemos referencia a un caso que
cita Ernest Cassier en su Antropología filosófica: Tolerancia y respeto
( 11) el gran desarrollo del álgebra en Babilonia
se debió al encuentro y el esfuerzo por com- Las culturas no son mensurables en tér-
prenderse de dos culturas diferentes. Los sume- minos de una jerarquía, donde algunas apare-
rios y acadios fueron razas de origen diverso, cen más valiosas o importantes que otras. To-
que hablaban lenguajes sin ninguna relación en- das las culturas tienen dignidad. Cada cultura es
tre sí. Cuando estos dos pueblos se juntaron y un fin en sí mismo que otorga sentido a la vida
tuvieron que participar de una vida política, so- de las personas participando de ella. Muchos de
cial y cultural común , debieron resolver proble- los conflictos que han acabado con millones de
mas nuevos, y para su solución tuvieron la ne- vidas humanas durante el siglo pasado, se han
cesidad de desarrollo nuevos recursos intelec- originado en el sentimiento de superioridad que
tuales. Gracias a este esfuerzo de comprensión algunos grupos han sentido respecto a otros.
mutua, los babilonios fueron los primeros en de-
sarrollar el simbolismo abstracto. El holocausto de la Segunda Guerra Mun-
dial, los combates constantes en el Medio Oriente,
Ejemplos como este abundan a lo largo de las sangrientas matanzas en Ruanda, la devasta-
toda la historia de la humanidad. La diferencia no ción de pueblos enteros en la antigua Yugoslavia,
puede ser interpretada como algo extraño o inacep- (12) Ortiz. Ricardo 2002 "Diversidad cultural y universalidad". en Cultura y glo-
table, sino como una forma de coexistencia con los balización. Paldós, Buenos Aires,
( 13) lbldem. Véase también, del mismo autor, Mundia/ización y cultura. Alianza
( 11 )Cass,er. Ernesl 1979 A ntropologla filosófica. Fondo de Cultura Económica,
Mexico, OF. Editorial. Buenos Aires.
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