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_______________ Edgar Montiel: La diversidad cultural en la era de globalización . . .

La Diversidad cultural
En la era de la globalización**

Edgar Montiel*

Como se sabe, el concepto es una de sus propios límites territoriales o, a lo sumo,


manifestación teórica de la realidad. Globali- en tres bloques: Norteamérica, Asia y Europa,
zación y mundialización son conceptos en pro- el triángulo mayor del comercio internacional.
ceso de definir los ámbitos de la realidad que Aldo Ferrer recuerda que nueve de cada diez
buscan expresar, más allá de las percepciones productos nacionales se destinan al mercado
periodísticas y que están en uso desde hace local, y que América Latina ha descendido su
más de dos décadas en el ámbito público y participación en el comercio mundial de 9% en
académico. Estos conceptos representan, a la 1950, a 4,5% en 2001.
vez, un síntoma y una manifestación funda-
mental del cambio cultural , económico y tec- Asistimos, sin embargo, a un replanteo
nológico contemporáneos, y constituyen las civilizatorio que nos afecta a todos. Una de las
principales imágenes de transformación del características más visibles y trascendentes de
mundo de hoy. la mundialización la constituye el surgimiento de
una cultura global inédita, de un magma pluricul-
Diversos intelectuales que han abor- tural generado por las nuevas tecnologías de la
dado el tema , como Alain Touraine, lo advier- información y las comunicaciones, que da lugar
ten: la llamada globalización es un fenómeno a nuevas dinámicas, procesos y escenarios cul-
parcial que no se extiende a todos los ámbitos turales. En ese contexto, ¿cuáles serían los
de la actividad humana. principios básicos que deberían tenerse en
cuenta para la elaboración de una nueva ética
Se observa que si bien hay una rápida global, respetuosa de la diversidad cultural en
circulación financiera de capitales internacio- este siglo que recién ha comenzado?.
nales y un impetuoso movimiento de estanda-
rización simbólica - ambos debido a las nue- Después de la Segunda Guerra Mundial, la
vas tecnologías de la información -, la globali- humanidad ha sido testigo de transformaciones en el
zación de las economías no tiene el mismo im- dominio de la ciencia y la tecnología que han confi-
pulso, ya que la mayor parte de las economías gurado de nuevo el espectro económico, social y cul-
de los países se continúan realizando dentro tural de casi todas las comunidades del orbe. Entre
•• Tomado de Hacia una mundialización humanista Serie Cultura y Desarrollo. los numerosos y vertiginosos avances que ha dado
Publicaciones UNESCO. Parls. 2002.
'El autor agradece la valiosa colaboración de Gregario Recondo. sociólogo de a luz la ciencia moderna, quizás uno de los más no-
la cultura: Patricio Dobrée. investigador en comunicación: y Katerina Stenou. di-
rectora de la División de Politicas Culturales de la UNESCO, en la elaboración
torios e influyentes haya sido el de las nuevas tecno-
de este estudio. logías de la información y las comunicaciones.
Artículos - - - -- - -- -- - -- - -- - - - - - - - - - - -- - -- - - - - -

El gigantesco desarrollo de las industrias Como consecuencia de la planetiza-


de la información, de las telecomunicaciones y ción tecnológica de las comunicaciones, tene-
del audiovisual, potenciadas ahora por la revolu- mos la ilusión de ser herederos y legatarios de
ción digital. ha provocado transformaciones es- todas las culturas y dueños "virtuales" de todos
tructurales en las sociedades actuales, y dado lu- los paisajes, de todas las obras maestras de la
gar a nuevas formas de experiencia humana. pintura y de la música ...

Nos encontramos frente a un cambio Al hablar de derechos culturales, esta


cultural que significa un cambio de época (1 ). complejidad se evidencia con mayor fuerza. El
Asistimos al nacimiento de la sociedad de la in- artículo 27 de la Declaración Universal de los
formación, caracterizada por una inundación de Derechos Humanos establece el derecho al ac-
datos y una globalización de símbolos que circu- ceso a la propia cultura y al patrimonio cultural
lan libremente sin un referente territorial defini- de otros. La participación de cada individuo en
do. Es pertinente destacar que, entre las innova- la cultura significa tanto elegir libremente los
ciones causantes de la globalización - la robóti- elementos tradicionales de su cultura - el tea-
ca . la biotecnología, la temática-. la informática tro, el cine, la música, las danzas, los ritos -,
y las tecnologías de la comunicación son las como el derecho de hablar su propia lengua, a
que más se has socializado, tanto en el ámbito beneficiarse del progreso científico y tecnológi-
empresarial como popular, en tanto medios efi- co y, en líneas generales, a la educación. ¿En
caces para globalizar el mercado y el consumo. qué medida la globalización facilita el ejercicio
de tales derechos y en qué medida los obsta-
Como resultado de la facilidad con que
culiza? Esa es la pregunta imperativa que nos
se produce los intercambios, hoy en día el acceso
proponemos abordar.
a los bienes culturales electrónicos se ha modifi-
cado: las imágenes emitidas pierden muchas ve-
El Problema de la estandarización
ces los rasgos que antes servían para identificar-
los con una nación o una comunidad determina- simbólica
da. Las culturas de los diferentes países experi-
mentan procesos de hibridación; la cultura comu- Una de las características que más
nitaria y la cultura de masas se mezclan y gene- resaltan de los habitantes de cualqu ier ciudad
ran nuevas formas de creación y consumo. Un del mundo es su tendencia a parecerse cada
ejemplo ilustrativo de este fenómeno lo constituye vez más en lo que respecta a sus costumbres,
cualquiera puesto callejero de venta de revistas. gustos, ideas y hábitos de consumo. Las per-
Allí podemos encontrar todo tipo de referencias sonas tienden a identificarse con los mismos
culturales ; desde el último ejemplar de Nacional símbolos, tanto en Buenos Aires como en
Geographic o Vanidades hasta el Ulises de James Miami. El hombre contemporáneo podría ser
Joyce, la colección de discos compactos de Ricky definido como logófago, es decir, como un de-
Martín, un póster de Póckemon o un video de las vorador compulsivo de símbolos. Como resul-
obras de Goya expuestas en el Museo de Prado. tado , el imaginario colectivo de las socieda-
des se va articulando en función de lugares,
Pareciera que viniéramos en un mundo estéticas, programas de televisión, marcas de
desbordante de cultura, donde las realizaciones productos, lecturas, modos entre tantas otras
del espíritu humano están dispuestas en un formas simbólicas que responden a un deno-
gran escaparate para ser consumidas por cual- minador común.
quiera , en cualquier momento.
La masificación simbólica nace a partir
El flujo de símbolos circulantes estaría de la necesidad de las industrias culturales en
haciendo rea lidad recién hoy la "aldea global" plena expansión, de crear mercados globales
imaginada por el sociólogo canadiense Marshall donde colocar sus productos. Es necesario reco-
Mcluhan , sin frontera s y en permanente expan- nocer que este proceso de transculturación ge-
sión gracias a las tecnología. nerada por la globalización no se da sin inter-
( 1) Tomass,ni. Luc,ano 2000 "El giro cultural de nuestro tiempo·, en B Khksberg cambios mutuos entre las diferentes culturas.
y L Tomas,n,. eas , Cap,tal social y c u//11raI claves astralég1cas para al desarro-
llo BID / FCE / Fundación F Herrera / Universidad de Maryland, Buenos Aires.
Por un lado, las empresas transnacionales están
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obligadas a reconocer "algo" del carácter local des tiene un individuo o grupo humano de ejer-
de los paises donde insertan sus productos. Por cer su derecho a elegir su propia cultura? Uno
otro , la masa de inmigrantes en los países del de los requisitos básicos para elegir con libertad
primer mundo logra que se vayan incorporando consiste contar con variedad de opciones. Si la
un poco algunos de sus elementos culturales. cultura que se ofrece es una sola, esa elección
pierde su valor.
Sin embargo, no se pueden pasar por
alto los indicadores que muestran las asimetrías El desarrollo de una cultura de masas
existentes entre las sociedades del Norte y del estandarizadas, que adquiere gran poder
Sur. Entre 1975 y 1991, 68,5% de los bienes gracias al uso de las nuevas tecnologías de
culturales exportados correspondieron a los paí- la comunicación y la informática, trae apare-
ses desa rrollados, que sólo representan 23% de jado el riesgo de que queden al margen los
la población mundial. Por su parte, los países en gustos e intereses de las minorías culturales.
desarrollo sólo exportaron 31.8% de los bienes Por estas entendemos tanto a las culturas de
culturales, mientras que representan 77% de la los países menos desarrollados como las cul-
población mundial (2). Otros ejemplos de esta turas de los grupos no hegemónicos dentro
desigualdad tienen lugar en el campo audiovi- de cada sociedad. Ignorar las culturas mino-
sual e informático. La oferta de películas en los ritarias significaría sumirlas en el olvido , y pri-
videoclubes latinoamericanos está compuesta var a sus miembros de elaborar una propia
en un 70% a 30% es cine nortea mericano (3). construcción del mundo, su propia cosmovi-
Asi mismo el 70% de los sitios web que actual- sión. La vida humana está hecha de significa-
mente se encuentra n en internet son de origen dos, y ello implica libertad para decidir que
estadounidense (4 ). valores afirmar. Por eso la problemática cul-
tural no puede ser abordada desde una pers-
Para abarcar la mayor cantidad de con- pectiva puramente de mercado. Como anota
sumidores, y de este modo lograr altas tasas de Fernando Savater, " a la cultura no es algo
beneficio, las industrias culturales de los centros que consumir, sino que asumir. Y no se pue-
hegemónicos tienden a homologar lenguajes, de asumir la cultura, ni precavernos de quie-
haciendo accesibles sus produ ctos a una plura- nes quieren convertirla en pura mercancía si
lidad de públ icos. Los significantes, así, se va- se la desliga totalmente del trabajo creado
cían de contenido especifico; la necesidad de que la produce" (6 ) En caso contrario, el indi-
hacer accesible el mensaje a todos hace que no viduo ya no se relatará a si mismo en forma
se diga nada específico a nadie. autónoma , sino que será relatado por otros
con mayor poder.
El mercado tiene a su cargo el impulso
para regular las relaciones entre nacionales y
La identidad en su laberinto
culturas, impone los modelos de comunicación y
organiza las respectivas redes. Nuestro planeta
La cultura es uno de los elementos funda-
vive un proceso expansivo de fragmentación , di-
mentales para la constitución de la identidad de un
ce Marti n Barbero. El reconocimiento de su con-
pueblo. En nuestra América, el sentimiento de leal-
ciencia parece desembocar en la manera de re-
tad y pertenencia a una nacionalidad anida en el
lativizar toda certeza e inclusive "en la negación
inconsciente colectivo, muy difícil de desarraigar, y
de cualquier tipo de comunidad y aun de socia-
se ha mostrado irreductible a las influencias de la
bilidad" (5). Ante esta realidad, ¿qué posibilida-
publicidad comercial y la propaganda política.

(2) UNESCO. 1997 Nuestra diversidad creativa Informe de ta Com1s1ón Mundial


de Cultura y Desarrollo Ediciones UNESCO. Madr,d 15) Barbero, Jesús Martln 1999 "Heterogeneidad. democracia y comunicación".
(3) Garc,a Canchni.Néstor 1995 Consumidores y ciudadanos Confl,ctos mu//,. en Saúl Sosnowsky y Rosana Pati~o. eds.. Una cu//ura para la democracia en
cullurales en la era de la glot,at,zac,ón. Gr,¡albo, México, OF América Latina. FCE. México. OF .
(4)UNESCO 2000 Rev,sta Fuentes, n 119. París, Enero (6) Savater. Fernando 1997 Et valor de educar, Ariel. Buenos Aires.
Artículos

La creciente estandarización de símbo- ¿El criollo de la colonia? ¿El autóctono preco-


los podría conducir a una disolución de las iden- lombino? ¿El hombre ancestral que ingresó al
tidades. Frente a este fenómeno, numerosos continente americano por el estrecho de Be-
grupos humanos no han permanecido indiferen- ring? Toda identidad es acumulativa, se sedi-
tes. El acecho de manifestaciones culturales menta, cambia y se renueva. Para la conciencia
ajenas a las propias ha generado reacciones colectiva importan las tradiciones que permane-
alérgicas en grupos que tienden a encerrarse en cen y las innovaciones que cuentan con arraigo.
si mismos. En algunas naciones del Medio Las identidades son relatos construidos a lo lar-
Oriente se ha prohibido la difusión de progra- go de la historia; formas en constante devenir de
mas de televisión occidentales. No son mera imaginarnos y reinventamos. Se puede conside-
coincidencia los rebrotes de xenofobia y racis- rar que "la identidad ( ... ) no será sólo una narra-
mo que se ven en las calles o en las canchas de ción ritualizada, la repetición monótona preten-
fútbol de muchos países. Como contrapartida al dida por lo fundamentalismos. Al ser un relato
rígido discu rso nacionalista - xenófobo, los pue- que reconstruimos incesantemente, que recons-
blos del Sur padecen el trepidar, incesante de truimos con los otros, la identidad es también
mensajes emitidos por los medios, incitándoles una coproducción ( ... ) La identidad es teatro y
a la "libre elección" de productos que deben es política, es actuación y acción".
consumirse de manera compulsiva.
Salvo eventuales derivas esencialistas,
Observamos con temor el surgir de lo la identidad cultural manifiesta un ethos afirmati-
que Kart Popper definió como "sociedades ce- vo, de continuidad, no obstante las mutaciones.
rradas", caracterizadas por ser acríticas, totalita- Y frente a los embates globalizadotes, reacciona
rias y expuestas a arbitrariedades. En este tipo reclamando derechos vulnerados. Observa Ed-
de sociedades, la fijación de una identidad de gar Morín que al desafío de la planetización ho-
grupos estática conduce a la exclusión de los mogénea (challenger) se pone la defensa de las
grupos minorita rios que no se ajustan a ella y a identidades (reponse). Se trata de una propues-
la negación de la posibilidad de un diálogo enri- ta de vida, que se muda en el tiempo y produce
quecedor con otras culturas . sucesivas identificaciones. Está claro que no hay
lealtades únicas, sino pertenencias múltiples. La
Como se sabe, pretender fijar una iden- identidad es un plebiscito que se construye dia-
tidad monol ítica, invariable al paso del tiempo, riamente. En la dialéctica entre tradición y mo-
definida por una esencia de una vez y para dernidad se expresaría una síntesis consistente
siempre , es una ilusión . Las culturas adquieren en conservar lo vivo y transformar lo que declina.
vitalidad a tra vés de préstamos mutuos, de pro-
cesos interculturales en los que convergen fuer- Tomando la idea del individuo como ac-
zas desde distintos centros. No es la primera tor, como responsable de su ser, volvemos al te-
vez que la humanidad ha experimentado una ma de los derechos culturales. Si la identidad
globalización. Ha ocurrido durante distintos pe- es construcción, la interrogante es cómo lleva-
riodos históricos. Recordemos los casos del he- mos a cabo esta tarea. Podríamos hacerlo, por
lenismo, el Imperio romano o el descubrimiento un lado, bajo la tutela de un grupo dominante
de América, por sólo mencionar algunos. que nos impone un modo único y cerrado de ser
según lo que este cree que define la esencia de
Hombres provenientes de diferentes la cultura propia, configurada por rasgos nacio-
tradiciones culturales han intercambiado sabe- nales, étnicos o religiosos.
res , bienes y costumbres, condicionándose y
enriqueciéndose mutuamente. Por eso, la pre- Podríamos adoptar, por otro, una acti-
tensión de algunos de aferrarse a lo originario, a tud receptora pasiva, permeable a la avalancha
lo que define la esencia primordial de su grupo, de símbolos y mensajes globalizados produci-
constituye en cierta medida un proyecto fútil vis- dos por las industrias culturales hegemónicas
to en el largo plazo. ¿Qué es lo originario para que buscan ganar mercado. Y también podría-
nuestros paises? ¿El "ser nacional" propuesto mos avanzar de otra manera, patrocinada por la
por las protoburguesías a comienzos del siglo? filosofía posmoderna, que consiste en negar el
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concepto o la importancia de la identidad. Si el


"metamensaje" consiste en atentar contra cual- Cuando una lengua muere, muchos
quier cosa que defienda las particularidades na- objetos, ideas o valores quedan sin nombre y
cionales, se facilita la acción del mercado, que mueren con ella. De este modo, la humanidad
ya no tendrá obstáculos para aplicar su filosofía empobrece el horizonte de su patrimonio. El
fundamentalista. hecho de abandonar una lengua y adoptar otra
diferente implica, de algún modo, una desvalo-
Pero ninguna de estas tres formas de rización de la propia forma de ser del individuo
concebir la creación de identidad respeta la no- y de la comunidad donde está inserto. Cuando
ción de derechos culturales. La constitución de la lengua deja de ser un medio para reconocer-
la identidad debe ser un acto de elaboración se, entonces se comienza a pensar que la rea-
propia. Cada comunidad tiene el derecho de lidad está en otra parte, y este efecto no hace
construir su identidad de un modo autónomo, más que subordinar una cultura a otra poten-
libre y creativo , en función de sus propios inte- cialmente más fuerte.
reses y en relación con su propia historia, con
su propio proyecto de vida en común. Esta Cada individuo o grupo tiene derecho a
construcción , amén de suponer la defensa y comunicarse en su propia lengua. Nadie puede
apuntalamiento de lo propio, tiene que ser privarlos de la libertad de relatar su experiencia
abierta , tolerante, beneficiarse con los aportes humana haciendo uso de sus propios códigos
de otras cultu ras y hacer respetar su derecho a para definir sus creencias, hábitos e ideas recto-
la diferencia. ras. El filósofo venezolano Ernesto Mays Balle-
nilla defiende este derecho diciendo:
Geopolítica de las lenguas
Limitar, cortar o prohibirle a una perso-
Actualmente se hablan en el mundo na el derecho de aprender escolarmente la pro-
cerca de seis mil lenguas y cada mes "muere" pia lengua dentro de cuyo ámbito ha nacido - tal
una de ellas (7). Según los estudios lingüísti- como lo estamos presenciando, no sin asombro
cos , alrededor de 90 % de las lenguas hoy ha- ni perplejidad, en algunas regiones del mundo
bladas dejarán de existir en este siglo. Esta civilizado - es cercenar y no respetar la dignidad
pérdida encuentra sus causas fundamentales de esa persona como tal y, en el fondo, un ma-
en la falta de hablantes jóvenes y en los bene- nifiesto interno de poner en práctica un indefini-
ficios que hallan los hablantes al adoptar las ble y anacrónico genocidio lingüístico. A través
lenguas de los centros económicos más pode- de la lengua y sus meandros etnológicos se ad-
rosos. Los grandes productores de bienes cul- quieren la educación y la cultura, bases primor-
turales , como yacimos, estimulan esta tenden- diales de la propia idea del hombre y el mundo
cia porque la homogeneización de códigos re- que cada cual se forje (8).
sulta más provechosa para alcanzar audien-
cias más amplias de consumidores. La valoración de las lenguas naturales
lleva, precisamente, a apreciar y a aprender las
Del mismo modo en que los humanos otras lenguas, que es una forma de entrar a
hemos tomado conciencia de la necesidad de otros mundos culturales, lo cual fortalece pro-
conservar la biodiversidad en nuestro planeta, fundamente la convivencia fraterna y útil.
ahora debemos actuar para evitar que se extin-
gan las lenguas. La lengua escrita y halada de El escritor Uslar Pietri decía que nues-
un pueblo es tal vez su atributo cultural más tros países hispanoamericanos son las repúbli-
importante, teniendo en cuenta que representa cas de Cervantes, ya que los "hispanos" nos
un modo de comprender el mundo, una mane- identificamos y reconocimos a nosotros mismos
ra de estar en el tiempo, una forma de resolver por el idioma que hablamos. La lengua es el ins-
trumento vincular más poderoso en la construc-
sus problemas. Mediante el lenguaje nombra-
mos las cosas que encontramos en el mundo, ción de nuestra comunidad cultural.
y así le otorgamos un valor. (8) Mayor, Federico 1998 comp., Los derechos humanos en el siglo XXI. Edicio-
nes UNESCO, Barcelona.
(7 ) UNESCO. 2000 Revista Fuentes. n. 122. París, abril.
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El falso dilema entre cultura y conciliación, esta complementariedad , entre la


desarrollo racionalidad - que es participar en la economía
y la tecnología -, y la cultura, que no es sola-
mente herencia, síno también imaginación"(9).
Algunos consideran que la multiplici-
dad de culturas representa uno de los grandes
Como hemos señalado, la cultura está
desafí os para la políticas de desarrollo y mo-
en permanente construcción, es creatividad para
dernización: Cuando se reflexiona acerca de
producir nuevas formas; los miembros del cuerpo
las causas que impiden a los países menos fa-
social participan de esta creación colectiva. Re-
vorecidos salir de la pobreza e iniciar una eta-
sulta imperioso, por lo tanto, armonizar la racio-
pa de crecimiento, se suelen mencionar las
nalidad de un desarrollo durable con las formas
"tra bas culturales" que los mantienen en el
de la cultura de un pueblo Ambas no se excluyen.
atraso. Estiman que la idiosincrasia de un pue-
blo constituye una especie de barrera intangi-
Desde la perspectiva de los derechos
ble que reduce las posibilidades de desarrollo
humanos, también observamos esta necesidad
económico . Se impone entonces una polariza-
de complementariedad. Como se sabe, los dere-
ción rad ical entre los conceptos de "tradición" y
chos culturales se encuentran agrupados en la
··modernidad", que leva a un enfrentamiento
Declaración Universal de los Derechos Huma-
estéril . Esta percepción no se comprueba his-
nos, junto con los derechos sociales y económi-
tóricamente. Se pueden ver países que han
cos. Los derechos humanos no pueden ser ex-
encontrado sus propias vías de modernización
cluyentes, sino inclusivos; es decir, la afirmación
y desarrollo: desde la diversidad, países como
de un derecho no puede redundar en la negación
Estados Unidos y Suiza; y desde tradiciones
de otro. Es consecuencia, el valor implícito de los
arraigadas , Japón y Francia.
derechos culturales no pueden contradecir el de-
recho de las personas y de los grupos a tener un
Para distinguir mejor algunos aspec-
trabajo, un nivel de vida adecuado, los beneficios
tos , la globa lización conlleva, a veces , la difu-
de la seguridad social o la educación. "Cultura" y
sión de modelos de crecimiento incompatibles
"condiciones de vida dignas" deben ser términos
con ciertas pa utas culturales. Esta situación
complementarios en toda sociedad.
genera desencuentros con las mentalidades,
las costumbres , los hábitos de trabajo y de
consumo, los modos de relacionarse con la tie- Elementos fundamentales para una
rra; es decir, con la cultura de determinados nueva ética global en el siglo XXI
grupos sociales .
En el plexo de la cultura está la ética ,
Es necesario comprender que los mo- que aporta visiones valorizadas y le da sentido
delos de desarrollo no pueden ser mecánica- al mundo simbólico que instruye en el modo de
mente aplicables a cualquier medio, sino que ser y la conducta de personas, grupos y socie-
deben ser adaptables a cualquier medio, sino dades. En 1993, Alpha Oumar Konaré, presi-
que deben ser adaptables a sus bases cultura- dente de la República de Mali, expresó una
les en un proceso gradual. El desarrollo no es idea que resume la esencia de una nueva éti-
un concepto pret-a-porter. ca global en materia de cultura para este siglo:
"Mientras una civilización ejerza sobre otras
Encerrarse en determinadas tradicio- una presión política, intelectual y moral, basa-
nes ríg idas tampoco es benefi cioso para ningu- da en aquello que la naturaleza y la historia le
na sociedad. No se puede condenar a un gru- han concedido, no podrá haber esperanzas de
po humano, por una suerte de determinismo, a paz para la humanidad: la negación de las ca-
permanecer en niveles de escaso desarrollo, racterísticas específicas culturales de un pue-
sin acceso a los avances que ha producido la blo equivale a la negación de su dignidad" (1 O).
humanidad en los últimos tiempos. Como ha Está muy claro. No habrá nunca paz social du-
recordado Ala in Touraine, "el individuo es el ac- radera mientras subsistan resabios de colonia-
(9 )Toura,ne. Alain 2000 "Texto inédito de la reunión con miembros de la clase
tor. Y precisamente en el individuo (que tam- polltica del Paraguay·, UNESCO. Asunción. abril.
bién puede ser colectivo) se debe realizar esta ( 10)UNESCO. Nuestra diversidad creativa. ob. c,t.
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lismo cultural o de uso unilateral de la fuerza, demás, de la cual podemos aprender e intercam-
por una parte, y asedios uniformizantes contra biar conocimientos valiosos. Sin la diferencia, el
la diversidad cultural, por otra. crecimiento humano sería prácticamente imposi-
ble. Cuando el diálogo intercultural nos ayuda a en-
El derecho de cada grupo humano a tender al otro, y de este modo asimilar su manera
elegir y asumir su propia cultura es un compro- singular de interpretar el mundo, la humanidad rea-
miso que debe ser respetado a escala planeta- liza sus más grandes progresos.
ria . Hoy, más que nunca , vivimos en un mundo
"conectado" entre sí donde cada acción reper- Es pertinente, de igual manera, tener en
cute en varios planos. Es necesario, por lo tan- cuenta que "la diversidad cultural es diferente y
to, que todas las instancias de las diferentes so- desigual porque las distintas instancias e institu-
ciedades sepan respetar y defender determina- ciones que la construyen tienen distintas posi-
dos principios básicos que garanticen este de- ciones de poder y legitimidad". Hay fuertes y dé-
recho. Concordante con la realidad mundial, biles; consorcios transnacionales y gobiernos
una nueva ética global que actúe como marco nacionales, etc. El proceso de globalización po-
pa ra el ejercicio de los derechos culturales de- tencia las diferencias culturales, por lo que mu-
berá estar definida por los siguientes objetivos. chas veces aviva las manifestaciones de identi-
dad, empujándolas hacia manifestaciones de
Defensa del pluralismo esencia. El investigador Ricardo Ortiz nos alerta
para superar la confusión de que "nuestro mun-
La diversidad y pluralidad de culturas de- do es múltiple y plural"(12).
ben ser permanentemente afirmadas y estimuladas
en todo el mundo. Cada cultura representa un valio- Según esta idea, diferenciación es igual
so tesoro para la humanidad. La pérdida de cual- a pluralismo (y ambos, sinónimos de democra-
quiera de ellas significa un empobrecimiento del ho- cia). Se trata de una falsedad histórica. La dife-
rizonte humano. El valor de la diversidad reside en renciación - nos dice - es intrínseca a la moder-
la capacidad que tiene cada cultura de abrir nuevas nidad y la diversidad existe desde siempre. Las
perspectivas y aportar nuevos elementos que enri- "diferencias" también esconden relaciones de
quecen la experiencia y la sabiduría humanas. poder; el discurso sobre la diversidad oculta, a
veces, cuestiones como la desigualdad. "No, di-
Como ejemplo de esta extraordinaria ferencia no es igual a pluralismo" (13).
capacidad, hacemos referencia a un caso que
cita Ernest Cassier en su Antropología filosófica: Tolerancia y respeto
( 11) el gran desarrollo del álgebra en Babilonia
se debió al encuentro y el esfuerzo por com- Las culturas no son mensurables en tér-
prenderse de dos culturas diferentes. Los sume- minos de una jerarquía, donde algunas apare-
rios y acadios fueron razas de origen diverso, cen más valiosas o importantes que otras. To-
que hablaban lenguajes sin ninguna relación en- das las culturas tienen dignidad. Cada cultura es
tre sí. Cuando estos dos pueblos se juntaron y un fin en sí mismo que otorga sentido a la vida
tuvieron que participar de una vida política, so- de las personas participando de ella. Muchos de
cial y cultural común , debieron resolver proble- los conflictos que han acabado con millones de
mas nuevos, y para su solución tuvieron la ne- vidas humanas durante el siglo pasado, se han
cesidad de desarrollo nuevos recursos intelec- originado en el sentimiento de superioridad que
tuales. Gracias a este esfuerzo de comprensión algunos grupos han sentido respecto a otros.
mutua, los babilonios fueron los primeros en de-
sarrollar el simbolismo abstracto. El holocausto de la Segunda Guerra Mun-
dial, los combates constantes en el Medio Oriente,
Ejemplos como este abundan a lo largo de las sangrientas matanzas en Ruanda, la devasta-
toda la historia de la humanidad. La diferencia no ción de pueblos enteros en la antigua Yugoslavia,
puede ser interpretada como algo extraño o inacep- (12) Ortiz. Ricardo 2002 "Diversidad cultural y universalidad". en Cultura y glo-
table, sino como una forma de coexistencia con los balización. Paldós, Buenos Aires,
( 13) lbldem. Véase también, del mismo autor, Mundia/ización y cultura. Alianza
( 11 )Cass,er. Ernesl 1979 A ntropologla filosófica. Fondo de Cultura Económica,
Mexico, OF. Editorial. Buenos Aires.
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tuvieron lugar debido a la incomprensión mutua de Muchas veces un sector predominante


pueblos diferentes, incapaces de dialogar entre sí. tiende a imponerse sobre los demás, cercenando
Lamentablemente, los ejemplos continúan repitién- la libertad de elegir y manifestarse de los más dé-
dose y observamos con preocupación que la fuer- biles. En el contexto de una nueva ética mundial,
za es ejercida unilateralmente y sin consenso inter- esta clase de imposiciones debe ser rechazada.
nacional por las potencias hegemónicas. Esto se Cada persona y cada grupo poseen el derecho a
suma a la saturación del universo simbólico con disfrutar de su propia cultura, profesar la propia
una cultura de la violencia, machismo, muerte, fra- religión, utilizar la propia lengua, formar sus pro-
tricidio, xenofobia y arbitrariedad como espectácu- pias asociaciones y definir su propio estilo de vi-
lo que promueve, en lo esencial , el cine, la TV y los da. El marco para el ejercicio de estas libertades
juegos electrónicos infantiles. La violencia vende, y tiene que ser el de la convivencia democrática
esta es la ley del mercado. entre actores diferentes, pero con las mismas
oportunidades.
Uno de los principales desafíos a en-
frentar, en estas circunstancias, es la instaura- Ejercicio de la creatividad
ción de los valores de tolerancia y respeto. El
permanente flujo de personas y símbolos exis- Una cultura estática e inmutable que no
tentes en la actualidad hace que cada día tenga- se renueva a sí misma puede convertirse en una
mos mayor contacto con culturas diferentes que de las mayores fuentes de opresión para el ser
nos interrogan con su modo particular de ser. La humano. El hombre es un eterno insatisfecho
respuesta a estos estímulos no puede ser la del que tiene la necesidad permanente de reinven-
rechazo y la violencia , sino que debemos cele- tarse. Un medio que no le brinde el espacio para
brar esta diferencia que permite mirarnos en el desarrollar nuevas ideas, para proponer nuevos
espejo. La tolerancia y el respeto mutuo son las horizontes de realización, termina asfixiándolo.
vías que nos conducirán a un ejercicio efectivo Por eso la identidad cultural no debe convertirse
de los derechos culturales. en un concepto cerrado a nuevas formas de ex-
presión. Muchas sociedades resistentes al cam-
Democratización de la cultura bio han terminado destruyéndose por la ausen-
cia de soluciones creativas a sus problemas.
La participación de las personas en los
sistemas culturales del siglo recién comenzado La creatividad es un bien intangible al
es un derecho que también tiene que ser reivin- que tiene derecho todo individuo o grupo huma-
dicado a través del paradigma de la democracia no, sin distinción de clase, nivel de educación,
cultural. Como hemos visto, el dominio de las posición económica o religión. La posibilidad de
tecnologías de la información y las comunicacio- innovar, tanto individual como colectivamente,
nes por parte de grupos hegemónicos tiende a es un modo de superar el determinismo, de ser
desplazar de la escena a minorías culturales capaces de encontrar nuevas formas de vivir en
que no tienen posibilidades de manifestarse. comunidad y nuevos sentidos de futuro. Cuando
Sus voces quedan apagadas y se transforman una sociedad se propone salir del atraso, tiene
en receptores pasivos de mensajes ajenos. que hacer uso de todo su potencial creativo e
imaginativo para proponer alternativas origina-
La democracia cultural significa dar partici- les de desarrollo. Por que la creatividad no sólo
pación y representación a la gran variedad de per- se aplica en el arte, sino también en el trabajo,
sonas y grupos culturales existentes, así como po- el uso de las tecnologías, la política, la adminis-
testad para intervenir en la toma de decisiones en tración pública, la solución de los conflictos so-
cuanto les atañe. Este principio debe regir tanto a ciales. En resumen, es preciso abandonar la ca-
escala mundial como dentro de cada sociedad en tegorización binaria que opone "tradición" a "in-
particular. Cada comunidad cuenta con una gran novación". Ambos conceptos necesitan comple-
variedad de grupos culturales en plena actividad, mentarse en un flujo que los enriquezca y per-
sean niños, jóvenes, mujeres, miembros de la dis- mita combinaciones creativas acordes con la si-
tintas clases sociales, inmigrantes, indígenas, per- tuación particular de cada grupo.
sonas con diferentes opciones sexuales, etcétera.
_ _ _ _ __ _ _ _ __ Edgar Montiel: La diversidad cultural en la era de globalización . . - - -

La realización de los derechos turales y de las identidades culturales na-


culturales en la diversidad cionales e indígenas, garantizando su in-
dependencia de opinión.
A modo de conclusión , nos preguntamos
cuál es el horizonte de realización de los dere- Sumando estas acciones concretas a
chos culturales en el actual contexto. Así como la las que ya se vienen realizando en otros cam-
globalización implica un conjunto de riesgos que pos, tendremos la oportunidad de construir un
hemos intentado describir, también brinda oportu- mundo para todos, donde los derechos huma-
nidades que el género humano deberá saber nos nos hagan a todos iguales y, al mismo tiem-
aprovechar con inteligencia. El ejercicio pleno de po, nos permitan a todos ser diferentes.
los derechos culturales, por lo tanto, se funda-
mentará en hacer cumplir ciertas pautas de ac- Hay un poderoso mensaje en el libro La
ción , aprobadas por la comunidad internacional resistencia, de Ernesto Sábato:
en la Conferencia lntergubernamental sobre Polí-
ticas Culturales para el Desarrollo, llevada a cabo A cada hora el poder del mundo se concen-
en Estocolmo en 1998 (14). tra y se globaliza. Veinte o treinta empre-
sas, como un salvaje animal totalitario, lo
- Reconocer la necesidad de prestar especial tienen en sus garras. Continentes en la mi-
atención a la aplicación de instrumentos in- seria junto a altos niveles tecnológicos. Po-
ternacionales existentes sobre los derechos sibilidades de vidas asombrosas a la par de
humanos, tales como la Declaración Uni- millones de hombres desocupados, sin ho-
versal de Derechos Humanos, el Pacto In- gar, sin asistencia médica, sin educación.
ternacional de Derechos Económicos, So- La masificación ha hecho estragos, ya es
ciales y Culturales y la Declaración y Acción difícil encontrar originalidad en las personas
de Viena , haciendo un inventario que per- y un idéntico proceso se cumple en los pue-
mita identificar y valorar cada uno de los de- blos. Es la llamada globalización (15).
rechos culturales.
Si se trata de globalización o mundializa-
- Asegurar la participación plena de todos los ción, nuestra América tiene más experiencia que
ciudadanos y grupos en la vida cultural de otras regiones del mundo. Cuando América tiene
las sociedades (paradigma de la democracia más experiencias que otras regiones del mundo.
cultural), sin que sean discriminados por Cuando América surge en el mapamundi en el si-
pertenecer a minorías o tener intereses y vi- glo XVI, se crea el concepto de economía-mun-
siones diferentes a los de las clases predo- do. Sin América, el mundo estaba incompleto.
minantes, brindándoles las mismas oportu-
nidades para realizarse plenamente. En procesos de globalización, nuestra
América tiene una experiencia histórica acumula-
- Diseñar y poner en práctica una política da que puede beneficiar al resto del mundo. Aquí
cultural nacional con una visión amplia, de se aprendieron idiomas nuevos. Aprendimos reli-
giones nuevas. Adoramos dioses nuevos. Adap-
acuerdo con las condiciones actuales del
tamos y también exportamos cosas. Cuando ha-
país, animando la participación de todos
los individuos, grupos y sectores sociales blamos de globalización, la experiencia civiliza-
dora de América constituye un proceso excepcio-
que conforman la sociedad civil.
nal. Ahora se trata de que esta experiencia sirva
para hacer frente al complejo mundo de hoy.
- Alentar el compromiso de los medios ma-
sivos de comunicación con la promoción
Edgar Montiel
de las culturas y lenguas locales, regiona-
Jefe de la Sección Cultural y Desarrollo,
les y nacionales (comprendidas las len- UNESC, París
guas en peligro), la explotación y la promo-
ción de la diversidad de las tradiciones cul-
(1 4 ) UNESCO. 1998 Informe F,nal de la Conferencia lntergubernamental de Po-
rir,cas Culturales para el Desarrollo. Estocolmo.
( 15) SÁBATO. Ernesto. 2000. La resistencia. Seix Barral. Barcelona.

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