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Sumario
INTRODUCCIÓN ......-.....
i
t
I
t
liitroducción
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
la teoría de probabiüdades. Tanto es así que en 1975 el Instituto
Intemacional de Estadístáca creó una sociedad para el estudio de
la estadística matemática y la probabilidad Uamada, precisaxtien-
te, Jakob Bemoulii.
Desde sus orígenes a mediados del siglo xvi la probabilidad
estuvo siempre asociada al análisLs de los juegos de azar, especial-
mente si invoiucraban apuestas. De hecho, el que se considera que I 1654 EI27 de diciembre nace.Takob
1684 Acepta una cátedra en la Universidad de
Bemoalli en BasUea (Sulza), en el seno
fue el primer libro dedicado al estudio del cálculo de probabilida- j Basitea, donde se dedica a enseñar física
de una fainilia de comerciantes, h\jo de
des, Liber de ludo aleae, escrito hacia 1560 —pero publicado un y matemóticas. Se casa con Judith
Nicolaus Bernouili y Margaretha
Stupanus, con quien posteriormente
siglo después—, no era más que una serie de consejos para ganar Í Schónauer.
tendrá un h\jo y una lqja. Aunque
a ciertos juegos de naipes. Jakob Bemoulli fue el primero en ver niuchos miembros de la familia
1667 Nace Johann Bemoulli, hermano menor
que el cálculo de probabilidades podía trascender el mundo de los Bemoulii se dedican a las ciencias, no
de Jakob, ei 27 de julio, quien tainhién
juegos de dados y naipes. Notó que la probabilidad se podía aplicar se deüica a las matemáticas. Empiezan
es este el caso de ios hjjos de Jakob.
a cualquier hecho azaroso cuyas probabilidades de éxito podían 1 traltajando como colaboradores
1685 Descubre el número e. Su diario
ser calculadas, como el hecho de que un barco fletado para adqui- cercanos, hasta que más tarde se
científico también registra, en ese
rir especias en Oriente llegara, o no, a su destino. Jakob volcó estas convierten en rivales y casi enemigos.
mismo afio, el descufmmiento de ta ley
ideas en la que se considera su obra maestra, Ars conjectandi (El ' de los grandes números, pero esta no se
1669 Jakob ingresa en la Univereidad de
arte de la conjeturá). En este libro Bemoulli presentó el hallazgo publica hasta después de su muerte.
Basilea con la inteneión de est.udiar
de una fórmula del azar, la conocida ley de los grandes números, $ fiiosofia y teología, siguiendo el deseo 1691 Publica el primero de una serie de
así como la idea de esperanza matemática, conceptos que son la de su padre. Sin embargo, pronto se cuatro trabqjos sobre geometría,
siente atraído por la fisicay las
base de todas las aplicaciones modemas de la teoría de probabili- en dos de los cuales estudia ia espiral
matemáricas, ciencias a las que logaritmica, una curva cuyas
dades, entre otras, al cálculo de seguros, a la organización de con-
finalmente se dedica por complcto. características impresionan tanto
troles de calidad, al diseño de experimentos o a la distribución
a Jakob que la Ilama la «espiral
óptima de medicamentos, 1 1677 Comienza a escribir un diario científico, milagrosa» y pide que se grabe en su
A pesar de los tres siglos transcurridos, el trab^jo de Jakob que continuará a lo largo de toda su vida epUafio una imagen de esta
y que finalmente se publicará de manera
Bemoulli no ha perdido vigencia; al contrario, sigue vivo, guiando,
pósriuna bqjo el títuio de Meditacioues. 1696 Resuelve el problema de la
como él quería, nuestras decisiones, y afectartdo gran parte de los
braquistócrona y. a la vez, crea el
aspectos importantes de nuestra vida. 1678 Empieza su viqje por varios jjaíses de cálcuio de variaciones.
Europa (Francia, Países Bajos y tiran
Bretafia), que dtira cinco afios y en el 1705 H 16 de agosto Jakob Bemoulfi muere
que conoce a muchos científicos de en Basilea, a la edad de cincuenta afios.
renombre, con quienes mantiene tm
inleitso intercanibio postai dnrante 1713 Se publica póstumamente su obra más
muchos años. importante, Ars conjectandi (El aríe
de ta conjetura). Entre otros
1682 Publica su primer artículo sobre un descubrimientos, contíene apficaáones
tema de matentáücas. Se trata de un de la teoría de prohabilidades
texto en el que Intenta analizar la órbita y la definición de loe hoy Uamados
de los cometas. «númen» de Bemoullí>».
E1 problema de Basilea
EL pnoeCEMA 0€ BASILEA 1S
fecha indicada, en cada caso, por los almanaques. La reforma gre
goriana decretaba que aí 5 de octubre de 1582 debía seguirle no e
6, sino el 15 de octubre. Sin embargo, la reforma no fue adoptada
de forma simultánea en toda Europa, sino que inicialmente solo
fue aplicada por los países catóücos; otros tardaron, a veces mu-
chísimo tiempo, en adherirse al cambio. Ahora bien, el cantón de
BasiJea era protestante y no adoptó el nuevo calendario gregoria-
no hasta el 31 de diciembre de 1700, por lo que el día del nacimien-
to de Jakob Bemouili fue, para su ciudad, el 27 de diciembre de
1654, y así consta en los registros locales, mientras que para los
países catóücos la fecha era el 6 de enero de 1655; esta diferencia
es la que explica la discrepancia mencionada.
Casualmente, Jakob Bemoulü, que hacia 1700 era ya un reco-
nocido científico, fue uno de quienes más abogaron en favor de que
Basilea adoptara el caiendario gregoriano, así como uno de los res-
ponsables de analizar las consecuencias prácticas de ese cambio.
VIAJES DE JUVENTUD
FOTO SUPERIOR
La infancia del pequeño Jakob no se caracterizó precisamente por 'ZUulEHOA
Parte vieje de la
las privaciones o las penurias económicas. De hecho, su padre, Universidad de
Basilea, cuya
Nicolaus, era un acaudaiado comerciante que se dedicaba a la tundaclón en 1460
la convlerte en la
importación de especias del Lejano Oriente, un negocio que la mas antigua de
familia Bemoulü había desempeñado, con mucho éxito, durante Sulza.
FOTO SUPERIOR
varias generaciones. Por otra parte, y dado que no es extraño que DERECHA.
Retrato de Jakob
la influencia política acompañe al poder económico, Nicolaus era, Bemoulil obra de
su hermano
además, magistrado y consejero de la ciudad de Basilea, como Nlcolaus Bernoulll
también habían sido su padre y su abuelo matemo. (1662-1716), qulen
además de Dlntor
Ya desde temprana edad, Jakob dio muestras de una gran in- fue regitíor de la
cludad de Basllea.
teÜgencia, motivo por el cual su padre consideró que sería un des-
FOTO INFERIOR
perdicio de talento que se dedicara al arduo y monótono trab^jo Vista desde el r(o
Rin de la oarte
de la importación de especias. Le pareció mucho más adecuado, antlgua de
Basilea. en la que
en cambio, que su hijo recibiera una educación universitaria para pueden apreciarse
las torres de su
convertirse en teólogo, y llegar a ser, más tarde, ministro de la catedral, donde
yace el cuerpo de
Iglesia. Jakob Bernoulll.
EL PROBLEMA DE BASILEA
Es asi que Jakob, siguiendo los deseos de su padre, ingresó en eran lentas y difíciles, estas cartas sirvieron para mantenerlo in-
1669 en la Universidad de Basilea para estudiar filosofía, carrera de formado sobre los últimos avances de la ciencia.
la que se graduó en 1671, y luego teología, cuyos estudios finalizó
en 1676. Sin embargo, durante esos añas en la universidad, Jakob
fue seducido graduaJmente por las matemáticas, la física y la astro-
nomía, ciencias a las que consagiai*ía, de forma progresiva, cada vez ]
PRIMEROS ESCRITOS
más tiempo, en perjuicio de sus estudios filosóficos y teológicos.
Fue también durante sus visyes cuando Jakob Bemoulli escribió
«A txavés de su correspondencia con otros matemáticos su primer artículo científico. Este se publicó en Ámsterdam, en
1682, bajo los auspicios de Johannes Hudde, a quien Jakob men-
de la época, Jakob Bemoulli se encontraba al corriente de
ciona en la dedicatoria del escrito. Como todos los artfculos que
los problemas que se habían hecho famosos, muchos i
Jakob publicó, estaba escrito en iatín, que en aqueila época era el
de los cuales resolvió.» lenguaje de la cienciapor excelencia. E1 trabajo se Uamó «Conamen
Ca«L B. BoYRK, HISTORIADOB D8 LAS MATEMATICAS. novi systematis cometarum», que puede traducirse como «Pro-
puesta para un nuevo sistema de cometas», y consiste, como el
título sugiere, en un intento de predecir matemáticamente avista-
Para el momento en que dejó la universidad, Jakob estaba con-
mientos futuros de cometas.
vencido de que su vocación era la ciencia y no Ia Iglesia. Pero su
Con este artículo, Bemoulli se había adelantado a su época
padre no aceptó de buen grado esta decisión. Jakob, en consecuen-
En efecto, cualquier intento de solución al problema del movimien-
cia, se fue a vivir durante un año a Ginebra, donde trabajó como
to de los cometas habría requerido, para ser exitoso, de una for-
tutor enseñando matemáticas. No mucho tiempo después, sin em-
mulación precisa de las leyes del movimiento y de la ley de la
bargo, Nicolaus se reconcilió con los deseos de su hijo, y hasta ac- *
gravitación universal, las cuales serían publicadas por Isaac
cedió a costearle un vigje por Europa para que pudiera relacionarse
Newton (1642-1727) poco después, en 1687. Por ese motivo, este
con algunos de los más importantes científicos de la época.
primer artículo de Bemoulli, aunque fue muy bien recibido, resul-
De esta forma, en 1678 Jakob Bemoulli vi^jó a Francia, don-
tó ser inexacto. En realidad, la primera predicción certera de la
de estudió durante un tiempo con antiguos discípulos de René
aparición de un cometa fue realizada pocos años más tarde, en
Descartes (1596-1650). Tres años después pasó a los Países Bajos, \
1696. Su autor fue Edmond Halley (1656-1742), quien, gracias a las
donde conoció, entre otros, a Johannes Hudde (1628-1704), uno
leyes de Newton, calculó la órbita del cometa que hoy lleva su
de los precursores del cálculo diferencial, rama de las matemá-
nombre y predijo que volvería, como efectivamente sucedió, en
ticas que, como se verá más adelante, Bemoulli contribuyó deci-
diciembre de 1758. E1 cometa Haliey había sido avistado p>or última
sivamente a desarrollar. Poco después, en 1682, se dirigió a Gran
vez en 1682, año de la publicación del trabajo de Bemoulli.
Bretaña; allí se encontró, entre otros, con Robert Boyle (1627-
Pero el artículo sobre los cometas no fue el único que el joven
1691) y con Robert Hooke (1635-1703), dos célebres físicos y
Jakob escribió durante su viaje por Europa. De hecho, en ese mis-
matemáticos.
mo año de 1682 se publicó en París el segundo de sus artículos
En los años siguientes, Jakob mantuvo unaintensa correspon-
dencia cientffica con muchos de los hombres que conoció a lo \ cientfficos. En este, Bemoulli analizaba el diseño, presentado por
un tal AJphonse Borell, de «una máquina para respirar bajo el
largo de estos vúyes. En una época en la que las comunicaciones
agua», es decir, de una primitiva escafandra.
EL PROBLEMA DE BASILEA
EL PROBLEMA DE BASILEA
Mmra bien, aunque se pubUcaron después de su regreso, Ber-
,V7 conieníó a elaborar durante ese viíye algunos de
00 U-^rosescritossobre «matemáticaspuras». Hablamos, con-
suspnmer artíeulos sobre sumas mflnitas, textos que JOHANNESHUDDE
SÍTpübllcados en BasUea entfe 1684 y 1704, y que, entre otros Johannes van Waveren Hudde (1628-
muchos resultados, contienen una soluctón parctal para el que, 1704) nació en Ámsterdam el 23 de abríl
de 1628. Igual que Jakob Bernoulli, Hudde
Tos más tarde, sería Uan.ado «problema de Basilea». era híjo de un rico mercader que comer-
ciaba con productos importados del Le-
jano Oriente y que también habia llegado
a ocupar altos cargos políticos en su ciu-
dad. A la edad de veinte años ingresó en
SOBRE SUMAS INFINITAS la Universidad de Leiden con la intención
de estudiar leyes, pero all/ se vio atraido
por las matemátlcas, a las que se dedicó
Una suma iníínita o, como suele decirse en matemáticas, una serie, a tiempo completo. al menos hasta 1663.
es una suma formada por infinitos ténninos. Un primer ejemplo año en que dejaría su trabajo cientffico
para hacer carrera en la política. Durante
de serie es el siguiente: sus escasos nueve años como matemáti-
co, entre 1654 y 1663, Hudde hizo impor-
1 + 1 + 1+1 + 1 + 1+... tantes aportes a la geometria. la teoria de
la resolución de ecuaciones y al cálculo
de máximos y minimos de curvas. trabalos
En la expresión anterior debe entenderse que los puntos sus- que lo convierten en uno de los precurso-
pensivos indican Que los sumandos nunca se termman, como en res del cálculo diferencial, rama de la matemática que seria iniciada en la déca-
da de 1680 por Gottfried Wilhelm Leibniz e Isaac Newton. En 1682 Hudde faci-
esta serie: litó la publicación. en Ámsterdam, del primer trabajo cíentífico de Jakob
Bernoulli, quien menciona elogiosamente al primero en la dedicatoria del texto.
1+2 + 3+4+5 + 6+... Hudde fallecíó en Ámsterdam el 15 de abnl de 1704.
EL PROBLEMA DE BASILEA
20 EL PROBIEMA DE BASILEA
1 1
— -f — • 1 i i í i j. i
2 4
2 4 8 16 32 64
Pintamos después, una vez más, la mitad de la parte que ha Cuando una serie como esta tiene una suma fimta, los matemá-
quedado enblanco; el área pintada ahora es: ticos afirman que laserie es convergente; por contra, cuando lasuma
es infinita se dice que la serie es divergente. Tenemos así que
1 J 1
2+ 4 I’
1 1 1 1 A 1 A 1 x
2 4 8 16 32 64
v ast sucesivamente hasta repetír la operación infinitas veces. La
fleura 1 derecha muestra la situación despues de siete pasos. A1 es convergente, mientras que 1 +1 +1 +1 +1 + — y 1+2+3+4+6 + ...
cL de infinitos pasos, la parte coloreada tendrá un área igual x son divergentes.
I+i 4+-1+ÍJU-
2 4 8 16 32 64
Areas y series
Aquí, como antes, los puntos suspensivos indican que los tér-
Otra serie que puede interpretarse en térmrnos de áreas es la siguiente. en la
minos contmúan infinitamente. Por otra parte, a medida que vamos
que se parte de un triángulo equilétero de área igual a 1 (parte Izquierda de
wntamos prinwo pjntando el cuadrado, la sección que está en blanco se va redu- la figura). A continuación, pintamos de color el triángulo central que, como
Sdí dendo cada vez más y al cabo de infinitos pasos habrá desapare- puede verse. tíene un área igual a 1/4 (la cuarta parte del triángulo inicial).
ReaJizamos después el mismo procedimiento en cada uno de los tres triángu-
ÜSKS cido por completo. En otras palabras, después de infinitos pasos
los blancos que quedaron formados; de este modo. habremos pintado otros
'píntar.yas/ «todo» el cuadrado habrá quedado pintado, y el área coloreada 3 triángulos de órea 1/42 cada uno. Después, repetimos el mismo procedimien-
hest* ei mnnito. será, entonces, igual a I. En consecuencia: to en los 9 triángulos en blanco, por lo que agregamos al área pintada
9 triángulos de área 1/4J cada uno. Si seguimos asi hasta el infinito habremos
pintado por completo el triángulo inlcial. Se deduce así lo siguiente;
1 3 3a 33
»-
EL PROBLEMA 06 BASILEA
BERNOULLI COMIENZA SU ESTUDIO DE LAS SERIES
la mitad de la altura del cuadrado. E1 área de este rectángulo es,
entonces, 1/2. Colocamos después un rectángulo con la mísma
E1 primer trabajo que Jakob Bemoulli hizo sobre sumas infinitas
base que el cuadrado, pero eon un tercio de su altura (su área es,
fue publicado en 1684 con el título «Positiones arithmeticae de
entonces, igual a 1/3). Y así sucesivamente, tal como se muestra
seriebus infinitis», y en él el autor analizó la siguiente serie:
en la figura 2. La suma de la serie es, entonces, igual a la suma de
las áreas de todos estos infinitos cuadriláteros.
La pregunta es si la suma de esas áreas es finita o infinita. Para
responderla, agrupamos los cuadriláteros de la manera en que apa-
rece en la figura 3. En este reordenamiento, el cuadrado inicial y
¿Se trata de una serie convergente o divergente? Para respon- ei rectángulo que le sigue quedan solos. Colocamos después, uno
der a esta pregunta, puede partirse de una visión más concreta del sobre el otro, los dos rectángulos siguientes. A su lado situamos,
significado de la serie que estudió Bemoulli interpretándola en uno sobre el otro, los cuatro rectángulos siguientes. Después los
términos de áreas. Imaginemos, para ello, un cuadrado de área 1; ocho rectángulos siguientes, y así sucesivamente.
a su lado coloquemos un rectángulo que tenga la misma base, pero Obviamente, el cuadrado inicial representado tiene un área
que es mayor que 1/2, y que el área del rectángulo siguiente, que
es igual a 1/2. Observemos aliora, en la figura 3, que los dos rec-
z tánguios que siguen suman, coqjuntamente, un área que es mayor
que 1/2. E1 agrupamíento que puede verse a continuación también
suma más que 1/2, y lo mismo sucede con cada uno de los infini-
tos agrupamientos siguientes: todos ellos tienen un área que es
mayor que 1/2.
1 Por tanto, el área total no puede ser menor que
l~l 1 7 1111
f 4 —+—+—+—+•••
2 2 2 2
Pero suroar infinitas veces un mismo número positivo, por más
3 pequeño que sea, siempre da como resultado «infinito». Es decir,
1111
—+ —+ — +— + •• = 00.
2 2 2 2
i 1 1 1
1+—+—+—+—+—+— • = 00.
2 3 4 5 6 7
EL PROBLEMA DE BASILEA
EL PRO0LEMA DE BASILEA
i
l
11111 . ,
— + — + — 4- —- + —— + '" * li 1 I.I,
2 4 8 16 32
4 + 4 = 2'
puede concluirse:
EL PflOBLEMA DE BASILEA 27
26 BL PROBLEMA DE BASILEA
1
11111 111 1 LA ARMONÍA DE LAS SERIES
5 + 6+7 + 8:£8 8 8 8 2'
La serie anterior tiene nombre propio, ya que e9 conocída como la
«serie armónica», cuyo nombre proviene de Ia música: hace refe-
La misma operación puede reali2arse en el tercer paréntesis: rencia a una sucesión de los sonidos cuyas frecuencias son múlti-
i plos de Ia de una nota base (fundamental). En efecto, si hacemos
11111111 j vibrar una cuerda que está sostenida por sus dos extremos, como
— +-+-+-+-+ -—+-+ ■—2 1
9 10 11 12 13 14 15 16 t una de las cuerdas de una guitarra, esta emite un sonido cuyo tono
111111111 exacto depende, entre otros factores, de la longitud de la cuerda.
2-+-K-1--+-+-+-+-- —. t
Ahora bien, supongamos que, rrúentras la cuerda vibra, opri-
16 16 16 16 16 16 16 16 2 I
numos con un dedo en su centro exacto. E1 sonido que se obtiene
es conocido como el segundo armónico del sonido inicial (el pri-
Y lo mismo sucede en todos los demás. Como cada paréntesis mer armónico, o armónico fundamental, es el sonido iniciai en sí
representa el área de uno de ios agrupamientos de rectángulos de mismo). De manera similar, como se ve en la figura 4, el tercer
la figura 3, se confirma así de forma aritmética el razonamiento armónico se obtiene fijando dos puntos de la cuerda; el cuarto
geométríco mostrado anteriormente. La tabla siguiente resume armónico, fijando tres puntos, y así sucesivamente.
estos cálculos y muestra que la suma de la serie analizada por La importancia de estas definiciones radica en que, como ya
Bemoulli no puede ser menor que el resultado de sumar infinitas habían observado los pitagóricos, cuando el sonido de la cuerda
veces 1/2, y que, en consecuencia, esa suma es infinita. completa suena a la vez que cualquiera de sus armónicos (es decir,
Primer
1
es mayor 2 (
término o igual que 2
Segundo 1 es mayor 1
término 2 o igual que 2
Prrmer i 1 es mayor 1
—+—
paréntesis 3 4 o ígual que 2
Una cuarda
Segundo 1111 es mayor 1 vlbrant* y «a
paréntesis 5+6+7+8 o igual que 2 armónlcos.
que st obtlanan
oprlmiendo
Tercer 11111111 es mayor 1 t dlversos puntoi.
—+ — + —+ — + — + — + —+ — El componante
paróntesis 9 10 11 12 13 14 15 16 o igual que 2
báslco del sonldo
« ia fundamental.
que es el
-
Y así sucesivamente ... ... elamento qua más
fuerte se oy«, y
7® armónico que se IdentlficB
Suma i 1 /1 TWl . 1 1 A es mayor 1 1 1 con la tonalldad
da la nota.
total 2 \3 4} [5 6 7 8j o igual que 2+2+2
I
EL PROBLEMA DE BASILEA 29
EL PROBLEMA DE 8ASILEA
\I
cuando los dos sonidos se suman) se obtiene siempre una combi- en su artículo de 1684 Jakob Bemoulli demostró que la serie ar
nación que resulta agradable al oído. mónica es divergente. Sin embargo, no fue el primero en hac erlo.
En iaserie aunque Bemoulli no lo sabía, ya había llegado a esa conclusión
tres siglos antes el matemático y físíco francés Nicolás de Oresme.
.111111
1 + -+-+T+-+- + -+■•■
2 3 4 5 6 7
Sin embargo, como puede verse en la figura 5, resultante de esta De donde deducimos que:
inteipretación geométrica, de esta manera no resulta fácil responder
a la pregunta sobre la convergencia de la serie. Expondremos, en i 1 l 1 l 1 l J l l 1 1 A
conclusión, y tal como hizo Bemoulli, un razonamiento aritmético. 4 9 16 25 36 49 U +1 2+4 3+9 4 + 16 )
Observemosquelos números 1,4,9,16,25,... pueden escribir-
se en forma genérica como donde n se reemplaza sucesivamen- Es decir, la suma de la serie que estamos analizando no puede
te por los números 1, 2, 3, 4,... Por otra parte, está claro que —no ser mayor que dos veces la suma de la serie entre paréntesis. Pero
importa cuál sea el valor de n, mientras sea un número entero— ¿cuál es el resultado de la suma de esta última serie? Para respon-
siempre se cumple que: r¿sn.2. Por ejemplo, 1 s l2 y 2«22. Y si ahora der a esta otra pregunta, notemos que
sumamos n2 a los dos miembros de la expresión anterior se obtiene:
^ Lado = 1/3
1 1
+•
Interpratación 1+1 2+4 3+9 4+16
geométrlca de la 1 ,11111
segunda serle Lado = 1 Lado = 1/2 Lado = 1/4 1” — + — — — +-+'
estudiada por ""2/+\2~3/ + \3-4 2 2 3 3 4
Jakob Bernoulll. j
EL PROBLEMA DE BASILEA 33
EL PROBLEMA DE BASILEA
32
Ahora bien, Bemoulli observó que la últíma suma de la dere- desconoce el valor exacto de su suma; de hecho, se demostró que
cha puede calcularse deí siguiente modo: era un número irracional, por lo que no se conocen todas sus cifras
(los números irraeionales, como 72 o n, son aquellos que tienen
1 1\ /1 1\ /1_1\ .. una expresión decimai infinita y no periódica; la expresión dedmal
144-i.1 1
2 2 3 3 4 ' \22 2/ V.3 3/ U 4/ de los números racionales, en cambio, es finita, como en el caso
-l-O-O-O-1 de 0,34, o infinita periódica, como 0,4561616161...).
Volviendo a Ia serie cuya convergencia había demostrado
En consecuencia: Jakob Bernoulli, este no pudo determinar el valor exacto de la
suma, pero, en sus intentos por conseguirlo, logró alcanzar re-
1 1 1 1
-—+-+-+-+■•••» 1. sultados parciales interesantes. Porejemplo, calculóque lasuma
1+1 2+4 3+9 4+16 de la serie es Iigeramente menor a 1,645. Y, por otra parte, tam-
y resumiendo: bién probó que la suma de los sumandos que ocupan los lugares
impares
,111111
1 + —+ —+-+-+-+-+ ---£
4 9 16 25 36 49
;2(—+—♦—+—?—+•••) = 2-1-2,
/§
U+1 2 + 4 3 + 9 4 + 16
es el triple de la suma de los sumandos que ocupan los lugares pares
es decir, la suma de la serie
,111111
(l+±+J_+..l
1 + 1 1-+ H + -“ + "• U 16 36 )
4 9 16 25 36 49
es menor o igual que 2; y si es menor o igual que 2, obviamente no Para demostrar esta afirmación, Bemoulli utilizó un método
puede ser infinita. En otras palabras, hemos demostrado, tal como que aplicaría de forma similar al estudiar posteriormente otras se-
lo hizo Jakob Bemoulli, que la serie es convergente. ries. Partió de lo siguiente:
Ahora bien, cuando un matemático logra demostrar que una
1 1 1
serie es convergente, inmediatamente se plantea el problema de —1+—+—+—+ 11 1 \ 1 1 1 I
— + — + — + ••• « —+— +—+—+...
determinar el valor exacto de la suma de esa serie. Como puede 4l 4 9 16 25
!5 36 49 /4 16 36 64
deducirse, calcular la suma de una serie es, en general, mucho más
difícil que demostrar que es convergente; por ejemplo, ya desde A la derecha, como se ve, aparece la suma de los términos
los tiempos de Bemoulli se sabe que la serie «pares». Si multiplicamos ambos miembros por 4 se obtiene:
1 + Í + —+ — + — + —+ ‘*‘, , 1 1 1 1 1 1 ./1111 \
1+-+-+-— —— + ——+—— +... s 4 — + — -t— + —1— I.
8 27 64 125 216 4 9 16 25 36 49 U 16 36 64 )
en la que cada término es el cubo del correspondiente de la serie A la izquierda, a su vez, separamos los tértrünos «pares» y los
armónica, es convergente. Sin embargo, hasta el día de hoy se «impares»:
EL PROBLEMA DE BASILEA 35
EL PROBLEMA DE BASILEA
34
(1+r¿+¿+■)+(í+¿+¿+"‘)'4(í+i6 + 36 + 64+"'Í'
LEONHARD EULER
De esto se deduce lo que puede verse a continuación y que es
lo que se quería demostran
uno de los més grandes matemáticos —y
científicos— de todos los tiempos, está I
EL PROBLEMA DE BASILEA
EL PROBLEMA DE BASILEA
I0S numeradores (los nümeros por enctau de Cada
Bn esta. los j* 2\ 32, 4\- respectivamente; ndentZ 3 111
— como —+—+—.
línea de ^Z^¿oies (los números debajo de cada Unea) tiener( 8 8 8 8
que Ios denomn^ 23,2‘-.-
l0SVE„ e^e mism° trab£Ü° eStU<1ÍÓ tamblén 'a Serie mostrada a y así sucesivamente. Las flechas verticales, a su vez, indican la
connnuación: suma de los sumandos agrupados en cada rectángulo. En resumen,
la imagen nos muestra cómo obtener, a partir de esta serie, otras
1 8 27 64 126 216 .
dos series tales que cada una de ellas suma 1. La suma total de los
2 + í+T+16 32 64
ténninos de Ia serie es, entonces, 1 + 1 = 2.
n»denominadoressonlosmismosdeantes,mientIas
£nuineradores valen l3,2°, 32,42,... respecüvamente. En este
«Bemoulli fue uno de los más importantes promotores
Thlio Bemoulü demuestra que ambas senes son convergentes, de los métodos formales en el cálculo superior.»
yquesus sumasson6y 26. En otras palabras, Bemouta concluye Josepii Ehbenfribd Hofmann, hirtokiador de las matemAticas.
losiguiente:
La descomposición de la figura 6 nos permite analizar la situa-
ción geométricamente. En efecto, en la figura 7 tomamos como
>6 base un cuadrado de área 1 similar al que habíamos visto en la fi-
2 4 8 16 32 64 gura 1. A partir de ese cuadrado, construimos un rectángulo de
1 8 27 64 125 216 área 1/2, dos cuadrados de área 1/4, tres rectángulos de área 1/8,
— +—+-+-+••• = Zb.
2 4 8 16 32 64 y así sueesivamente (véase la línea superior de la figura). La suma
de todos estos infinitos cuadriláteros es igual a la suma de la serie: Los térmlnos d« la
serie de lo llnea
Para mostrar cómo pueden estudiarse series de este tipo, cal- 1 2 3 4 6 6
superlor sa
1 1
1 2 3 4 5 6 2 4
T3 ITTT T'TTITTT
—H 1 —I-1-^ ——• 16 .16 i 32J2¿2¿2l[¿ZMMl
2 4 8 16 32 64
2 11
r i--
- se escribe como _ + _
4 4 4’
2S-l+2+£+í+jL+6
2 4 8 16 32
Esto también puede escribirse a.<=n-
9«? = 1+
uí1 2 +—+—+
3 4 —5
-+ — .)+(l+I+I+±+±+...)
\2 4 8 16 32 I \2 4 8 16 32 j'
EL PROBLEMA DE BASILEA 41
40 elproblema de basilea
En el cuarto trabíyo de Benioulli sobre series, publicado en
1704 (también con el mismo título que los antenores), el matemá-
tjco suizo demostró que la serie ™—en pleno
ta, podria definiree el cálculo^cUfe^311?^ ^nciaimente correc-
1 i 1 1 1 mática que se ocupa “713 la mate-
1+72+33 + VT75+76+'" pequeño y lo infinitamente grande oomoTJ! ^™ u°
embargo, en esa época tas series todavfn T? de las senes. Sm
es divergente; para eUo hay que observar que cada uno de sus al cálculo diferencial, ni tampoco se ententíaT’13" taco,porado
términos es mayor o igual que el correspondiente de la serie armó-
nica. En efecto, dado que
líl paradojas, y, en
1 1
2*75
1 i ===—
ejemplo, la sigiuente serie, que estudió Jakob Bemouiti en su quin-
3S73
o y uituno trabajo sobre series, publicado, como el cualTn
7(H, y asmusmo bajo el título de «Positiones ariüunetícae » Se
trata de una sene que también fue estudiada por Leibniz, y años
mas tarde por Euler: J
y así sucesivamente, puede deducirse entonces que:
S= 1-(1-1 + 1-1 +1-1 +1-1 + 1--") Esta serie es convergente exactamente en los casos en que r está estricta-
mente comprendido entre -1 y 1 Cuando r. c, , estricta
s=i-s. serie es la siguiente: 6St° SUCede' ademas‘la suma de ,a
t)e aquí se concluye que S debe ser 1/2, valor que, como se r
r+r+r + r
señaló antes, fue adoptado por GottMed Wilhekn Leibniz y por l-r'
Jakob Bernoulli como correcto, y también más tarde por Euler.
Pero ¿por qué no es correcto el resultado de 0 o de 1? Esta mul- Por ejemplo, cuando r = l obtenemos:
i-0,5
111111 2
— + —+—+—+—+-—+••• * 1.
2 4 8 16 32 64 1 1
—+— 0,75
2 4
Como puede verse, las sumas oscilan entre 0 y 1, sin acercar- Observemos que a la izquierda se obtiene otra vez la serie
se a ningún valor. La conclusión es que la suma de la serie «no inicial. Tenemos entonces que:
existe». E1 símbolo 5que hemos utilizado en nuestro razonamien-
to no designa a ningún objeto matemático existente, por lo que el , 1 1 1 1
razonamiento en sí es incorrecto. 1-2 + 3_4 + 5 2'0,693-
Otro ejemplo paradójico viene dado por la siguiente serie, que
fiie analizada, de manera independiente, por Leibniz y Mengoli: De esto resulta que: 0,693...=2 • 0,693... Si se dividen ambos
miembros por 0,693... se deduce que 1 =2, una conclusión que es
,1111 obviamente falsa Según descubrieron los matemátícos del siglo xix,
1--+—-+-—
2 3 4 5 el error radica en el hecho de que para las sumas infinitas no se
cumplen las mismas propiedades que para las sumas finitas. En
Ambos matemáticos demostraron que esta serie es conver- particular, no siempre es válido agrupar o reordenar los términos
gente y que su suma es el logaritmo natural de 2, un número de lasuma.
irracional cuya expresión decimal comienza con 0,693... Para
exponer el ejemplo que nos interesa, puede comenzarse con la
«Así como lo finito está abarcado por una serie infinita,
igualdad:
así el aima de la inmensidad habita en las minucias.»
,11111.11.1
1 — — 4-h-■<-+ — — ■ 0,693...
— Jakob Bbknoulu.
23456789
Esos mismos matemáficos determinaron bajo qué condiciones
A continuación, se muitiplican ambos miembros por 2: es lícito agrupar o reordenar los términos de las sumas infinitas. Si
la serie es convergente y todos sus términos son positivos, entonces
Jt 1 1 1 1 11 11 I+I_ J_ 2-0,693... es posible reordenar o agrupar términos; por consiguiente, si los
{ 2 3 4 5 6 7 8+9 10 témiinos se reordenan o agrupan el valor de la suma no cambia
Si ia serie es convergente y tiene sumas y restas, entonces la
Por tanto: condición que dice que es válido reordenar y agrupar términos es
la siguiente: al transformar las restas en sumas debe obtenerse
.22222222 2 a
-2- 0,693... asimismo una serie convergente. Por ejemplo, Ia serie
23456789 10
., 2 1 2 1 1 1 2 1 -2-0,693... 1-
1111
— 4* — — — + — — "
32537495 2 3 4 5
EL PROBIEMA DE BASILEA 47
EL PROBLEMA DE BASILEA
es convergente, pero si transformamos las restas en sumas obte- Pero, aun adoptando los estándares que se usan desde el si-
nemos la serie armórúca, glo xix, la conclusión de que
,1111 1
1+—*-—
2 3 4 5 1+1 2+4 3+9 4+16
que es divergente. Por tanto, a1 reordenar o agrupar los térmmos es de todos modos correcta, solo que el razonamiento que se usa
de la primera serie no tenemos ninguna garantía de que la suma actualmente para justificarlo es diferente. La forma modema de
no se alterará. razonar consiste en ir sumando los témiinos de la serie, a razón
AJiora bien, en los razonamientos presentados con anterio- de uno por vez, de esta fomia:
ridad se ha optado por la reordenación y agrupación de los su-
mandos de series infinitas. A la luz de lo que acaba de decirse, J—í-i
surge naturalmente la pregunta de si esos razonamientos son 1+ 1 2
válidos. La respuesta es afirmativa, ya que, con una sola excep-
-L+J—i-Li-i-i-l
ción, solo se ha recurrido a series formadas por términos positi- 1+1 2+4 2 2 3 3
vos. La única excepción apareció cuando se ha analizado la serie
siguiente:
-L+J-+-L-i-LLi+i.i.!.!
1+1 2+4 3+9 22334 4
gL problema de basilea
50
1
Aunqut' la historia (U* la** matemáricaft itocki m<ii>*oluhU*mpníe el
apvllitlo Burnoulli ron la riudail tk» IIumiI*»». |<m ancpstmn «i** .kkkob
no fupron sui/.os, sino qup viv i**ron, hasta m*‘*iia*toH dH s»Kk> ivi,
en Itxs PaisPM Bnjos; ma.s aiin. la |>artHla «le la t'anulia B**rn*HilIi tie
aquel |»ais no fue voluniaria. mno qun». jhh- **l mni rano. se iraio de
una huitla forzatla, prodiK'itla **n el runtexto tk* la l VHiirarrefoniuL
Ksla reacción dt» la Iglt*sia ralóltt'a frente a la Kt*f«»mia pnaestanie
dt* Martin Lutero st» ink'ió hat ia 1550 y tlun> aproxuuadamente un
siglo. Impliró, en nmchos casoK. acx'iones muy vKilentas F*>r qem-
plo. en la noche flel 2.‘i al 24 tle agoftio de 1572, centenares de per-
sonas fuemn ascsinatlas en Parts en Ui llamada «ntatanxa tk» San
Burtolomé» íy, en lo» días suc**sivo«, muchas mas. hasta un toud
dc al merios 51)1)0, en el restu tk* PratH-ta) por el roero htvho de ser
proteslanies.
I lacia 1500 los Ptust*s Bíqtis *»stal>an hty»> el confrol del rey de
Knpaña F'eli|H» II, quien en 1507 envio alli al dtsjue de AJba ct>n la
ord«*n de iniponer la religiou catt>liea. Los B«*riiouUi. que eran
prolestanles, oplaron jmu escH|»ar del jmis. Fatta ttecusion resultó
ser muy salua, ya que en Uw mews siguienies S00Ü personas fuf»-
ron pa.sadas jmr las arntas |H>r Itw calolictwt. Ese inisiuo aAo de
156?, el taiairthu«‘l«> tk* Jak«>h se mutk> a FYaiK-fort, y decadas niós
tarde, tsH-apantlo en este « aso tle la violeneia de la iiuerra de los
Treinla Art*>s (IhlH-1048), la íamitiase in.sialo dehiulivamenle en
Capitalización semestral
Capitalizaclón trimestral
Grabado flrmado
Perlodo Deuda acumulada por el artlsta
Plerrc Oupln el
Vlejo (ca. 1690-
Primer trimestre 100+(2.5% de 100) 102,5 1752) en el q\*e
se representa a un
Segundo trimestre 102,5+(2,5% de 102,5) 105,06 Jakob Bemoutll
en su madurez,
Tercer trimestre 105,06+ (2,5% de 105,06) 107,69 cuando ya era
un reputado
Cuarto trimestre 107,69 +(2,5% de 107.69) 110.38 dentiflco.
EN BUSCA DE UNA REGULARIDAD Los números 2 que aparecen en este cálculo, tanto el que se
ve en el exponente como el que divide al 0,1, provienen del hecho
Calcular el 10% de una cierta cantidad equivale a multiplicarla por de que hay dos períodos de capitalización (cada uno de ellos equi-
0,1; por ejemplo, el 10% de 100 es 100-0,1 = 10. En consecuencia, valente a la mitad de un año). Si el período de capitalización fuese
sumarle a un capital de 100 florines su 10% equivale a calcular cuatrimestral, es decir, si hubiera tres períodos de capitalización,
entonces Bruno debería devolverle a Abel
100+100 0,1 = 100 (1 + 0,1).
100-^l+^-j m 110,34 florines.
Por tanto, para sumarle a una cierta cantidad su 10% puede,
simplemente, multiplicarse por (1+0,1). De manera similar, si se
quisiera sumar a un cierto capital su 5%, bastaría multiplicarlo por
(1+0,05); si fuese el 8%, se multiplicaría por (1 + 0,08); y así con Si hubiera cuatro períodos de capitalización (es decir, si la
cualquier otra cantidad. Recordemos que, en el ejemplo de la ca- capitalización fuese trimestral) entonces Bruno debería devolver
pitalización semestral, al terminar el primer semestre se le han
sumado alos 100 florines iniciaJes la mitad de su 10% (la mitad del 100-|l + Mj H 110,38 florines.
interés anual, ya que ha pasado medio año). Puede, entonces, ex-
presarse este cálculo de la siguiente manera:
Por tanto, si la capitalización fuese mensual, los 100 florines
iniciales deberían multiplicarse por
Sumarle a 100 la mitad de su 10%= 100 •
(l+M)\U047l
A1 terminar el segundo semestre, al resultado anterior debe-
mos sumarle otra vez la mitad de su 10%. Por tanto, se multiplica
(el 12 que aparece en el cálculo proviene del hecho de que hay 12
otra vez por
' meses en el año); y si fuese diaria, el capital inicial debería multipli-
carse por
t
j
(-i)' 1,10516. f
I
tiene su respuesta en la tabla, nue
ximadamente 1,1052; el número exacto W ^ VaIor es apro_
Ahora bien, la pregunta que verdaderamente se planteó Ber- irracional cuya escritura comienza con ÚobÍt^’ “p "TT
para el caso de la capitalización contmna í • 18 ' P°r tanto»
noulli era qué sucedería si el préstanio tuviese una capitalizaeión
debe devolver Bnrno a Abel es 100- l.lOSlTms' ^
continua, es decir, si esta se produjera en cada instante puntual de ximadamente 110,52 florines. • • ■ Es decir, apro-
duración cero o, dicho de otro modo, si hubiera una cantidad infi.
r
nita de períodos de capitaJización.
Como ya se ha visto, cuando hay n períodos de capitafización
(cada uno de los cuales equivale a la n-ésima parte de un año),
EL NÚMERO QUE IBA A SER CONOCIDO COMO e
para calculax cuánto dinero debe devolverle Bruno a Abel, los 100
florines iniciales se multipfican por
El descubrimiento que expuso Jakob Bemoulli en su artículo de
1685, «Questiones nonnuUae de usuris», consiste en demostraí
que, a medida que n va creciendo, el resuitado de
Por trimestre 4
Kí 1,103812891... devolverse al cabo de un año puede expresarse como 100 • e0,1.
Si la tasa de interés fuese, por ejemplo, del 12% anual, entonces
el dinero que hay que reembolsar sería de 100 • e0,12 florines; si la
Por mes 12
wsr 1,104713067...
tasa fuese del 5%, se deberían reintegrar 100*e0,05florines; y así
sucesivamente.
De este ttiodo, Jakob Bemoulli logró resolver el problema
Por día 365
[^r 1,105155782...
planteado con anterioridad: hallar la fórmula que permite calcu-
lar en cuánto aumenta el capital adeudado cuando se tiene un
1,105170287...
Por hora 8760
( 8760/
ínterés compuesto con capitalización continua. En el proceso de
esta resolución, Bemoulfi descubrió el número e, que es el vaior
1.105170908.- al que, cuando n se hace cada vez mayor, se va acercando el re-
Por minuto 525600 Íu-VL.'T
{ 525600/ sultado de
I
ley Es decir, en 1685 estaba convencido de que la ley de ,
grandes nmneros era verdadera, pero todavía no había logra/
caso, ganamos un florín (es decir, nos devuelven los 10 y nos pagan
desarrollar un razonamiento matemático que demostrara esa ve
ujio adicional).
dad más allá de toda duda; en consecuencia, decidió posterJr La pregunta es si merece la pena participar en el juego o no.
su publicación. En realidad, pasaron muchos años antes de qUe Cuando se tira un dado, hay seis resultados posibles, ya que puede
BemouUi pudiera, finalmente, elaborar una demostraeión de la salir cugilquier número entre 1 y 6. Ahora bien, en este juego hay
ley de los grandes números; tanto es así, que esta se publicaría cinco resultados que nos favorecen y uno solo que no nos convie-
en su libro Ars conjecíandi (El arte de la conjetura), editado ne, porque si sale un 1 perdemos, pero si sale cualquier otro nú-
póstumamente en 1713. mero, ganamos. Intuitivamente, esto significa que tenemos cinco
Para exponer en qué consiste la ley de los grandes números veces más posibilidades de ganar que de perder, por lo que la con-
es necesario saber de qué trata la teoría de probabilidades, y para clusión parece ser que sí que conviene jugar.
ello, se comenzará planteando un hipotético juego de apuestas
Imaginemos un juego en el que, para participar, se deben apostar «Cualquiera se da cuenta de que cuantas más observaciones se
10 florines, y a continuación se tira un dado normal, de seis caras hagan, menos erraremos el blanco; pero una demostración
Si saie un 1, perdemos los 10 florines apostados; en cualquier otro
rigurosa de esta cor\jetura no es para nada trivial.»
— Jakob Bernoulli.
LA LEY DE
LOS grandesnúmeros LA LEY DE LOS GRANDES NÚMEROS
tiros ganadores
tiros totales
nos que el dado esté trucado— que siempre salga un 1; más aún,
será casi exactamente de 5/6, ya que hay cinco resultados j?an hay una probabilidad del 99,99% de que la cantidad de unos obte-
res sobre seis posibles, y que la de * ^ nida esté alrededor de 100.
La teoría de probabilidades, pues, no puede predecir resul-
tiros perdedores tados individuales, pero sí puede anticipar cuál será el compor-
tamiento global de una gran cantidad de resultados. Esta última
tiros totales
característica de la teoría de probabilidades ya era conocida,
aunque de un modo intiuitivo, desde mucho tiempo antes de la
será casi exactamente igual a 1/6. Ahora bien, esto significa época de Bemoulli. Casi medio siglo antes del nacimiento del
por cada seis tiros perderemos 10 florines y ganaremos solo 5 ^ matemático, por ejemplo, el duque de Toscana le planteó un pro-
por cada tiro ganador). Por tanto, si jugamos muchas veces, vam'° blema al gran Galileo Galilei (1564-1642) claramente relacionado
a perder aproximadamente 5 florines por cada seis tiros- de °S con esta teoría.
modo, si jugáramos 600 veces perderíamos aproximadamente 3M0 Según el juego anterior, la proporción de tiros ganadores
florines. En resumen, si apostamos solo una vez, podemos ganar cada vez que se lanzan los dados es de 5/6, es decir, de 0,8333...
o perder, aunque las probabiüdades de ganar sean mayores- en Por tanto, en cada tirada habrá, aproxknadamente, un 83,33% de
cambio, si jugamos muchas veces, con toda certeza perderemos tiros ganadores y un 16,67% de perdedores. La probabilidad, pues,
nuestro dinero. de obtener un tiro ganador es del 83,33%, mientras que la de ob-
tener un tiro perdedor es del 16,67%.
Por supuesto, si hubiera la misma cantidad de tiros ganado-
res que de perdedores, entonces habría im 50% de probabilida-
des, tanto de ganar como de perder, y a la larga la misma canti-
LA TEORÍA DE PROBABILIDADES
dad de tiros de ganadores y perdedores sería más o menos la
misma.
E1 análisis del juego de apuestas se encuadra dentro de la teoríí
E1 duque de Toscana, que era muy aficionado a los juegos de
de probabilidades, que es la rama de las matemáticas que estudh
dados, había calculado que cuando se lanzan tres dados al azar,
las leyes, o las regularidades, de los fenómenos que suceden al azar existen, aparentemente, seis formas diferentes de obtener una
Aunque la palabra «azar», por definición, se aplica a fenómenos suma igual a 9:
que son impredecibles, el mismo ejemplo del juego muestra que
en realidad, hasta este azar puede tener reguiaridades. Cada tirada l+2+6=9
in vi ual del dado es, en efecto, impredecible: cuando lanzamos l+3+5=9
un ado ul azar no podemos saber a priori qué número saldrá. Sin l+4+4=9
em argo, si tiramos el dado un número muy grande de veces, los 2+2+5=9
os nosinostrarán un «dibqjo» en el que cada número entre 2+3+4=9
aparecerá, a la larga, en la misma cantidad de ocasiones. 3+3+3=9
f . ° palabras, si lanzamos el dado cuatro veces, es per-
lecmmente posible que en todas ellas salga el número 1; en cambio, Y, asimismo, había calculado que también existen seis for-
amos seiscientas veces, es vtrtualmente imposible —a me- mas diferentes de obtener un 10:
1+2+6=9
Suma
Cantldad
de resultados
6
Resultados con suma Igual a 70
1+3+6=10
Suma Cantidad
de resultados
6
de ningún color. Esto significa que si apostamos a un cotor (ya sea al rojo o l+3+5=9 6 1+4+5=10 6
al negro), de 37 resultados posibles hay 18 que nos hacen ganar y 19 que nos
hacen perder (el 0 siempre juega en nuestra contra). Por tanto, s¡ apostamos l+4+4=9 3 2+2+6=10 3
a color, nuestra probabilidad de ganar es del 48,65%. mientras que la de
2+2+5=9 3 2+3+5 = 10 6
perder es del 51,35%. £s imposible saber quién ganará, o quién perderá. en
una tirada individual de la ruleta; pero la teoria de probabilidades permite 2+ 3 + 4 = 9 6 2+4 + 4=10 3
predecir con certeza que. cada día, de todos los apostadores que concurren
a un casino y apuestan a color, aproximadamente el 48.65% ganará y el 3+3+3=9 1 3+3+4=10 3
51,35% perderá. Al terminar el día. esta diferencia sistemática entre aposta-
dores ganadores y perdedores significa, por supuesto, dinero en los bolsillos Total 25 Total 27
del casino.
birá hasta alcanzar una cierta altura máxima, para luego vol
caer, otra vez, ai suelo. er a
Una fimción es una igualdad que expresa la dependencia entre
La descripción matemática de este movimiento puede 1]
dos variables, en este caso entre la altura de la piedra, h(t), y el
se a cabo mediante una curva como la representada en el grés*' tiempo transcurrido, t. Si se reemplaza t por los segundos trans-
de la figura 2, en el que se muestran Jas diferentes alturas qu C° curridos, el resultado será la altura de la píedra en el momento
alcanzando la piedra a medida que pasa el tiempo, trazando6 ^ indicado. Por ejemplo, antes de iriiciar el movimiento, es decir,
una curva de izquierda a derecha. Es decir, inicialmente, mientT1 í=0, se obtiene:
la piedra va ascendiendo, Ja curva va subiendo hasta que amb^
llegan a su máximo, para empezar un descenso que culmina en^ /zCO) =-5 • 02 30 • 0 = 0.
punto de origen.
Un gráfico, sin embargo, no es la única forma de describir Esto signifíca que en el instante inicial, en el que la piedra está
matemáticamente el movimiento de una curva, sino que también a punto de ser lanzada, su altura es 0 metros, es decir, se halla en
se puede utüizar una función, como, por ejemplo, la siguiente: el suelo. En cambio, la expresión correspondiente a la altura de la
piedra un segundo después del irúcio del movimiento, t = 1 s, es:
h(t)=-M2+30t.
fe(I)=-5-l2 + 30 1 =-6+30=25 m.
v(í)=0
-10í+30=0.
2t+dt=2t
v(t)=2t.
Ahora bien, esta explicación conlleva algunos problemas gra-
En otras palabras, la derivada de h(t)=t¿ es v(t)=21. Este ra- ves de coherencia lógica. En primer lugar, con el fin de caicular el
zonamiento justifica que, anteriormente, al calcular la velocidad resultado de v(t) se ha escrito la expresión que puede verse a
a piedra, la expresión t2 fuera reemplazada por 21. continuación:
EN BUSCA DE LA UNIDAD DE LOS SÍMBOLOS Iiasta la segunda mitad del síglo xvn, cuando comenzó a usar-
se una simbología matemática uniforme y estandarizada, en par-
Jakob Bemoulli, a pesar de tener varios familiares que se dedica- te gracias a las aportaciones de Jakob y Johann Bemoulli, cada
ron al estudio de las matemáticas, trabajó especialmente unido a matemático usaba los símbolos que le parecían más adecuados
su hermano Joharrn, con el que creó nuevas fomias de entender el a sus necesidades, y que en muchos casos eran de su propia in-
cálculo. Johann nació en Basilea el 27 de julio de 1667 y su padre, vención. En el caso de la multiplicación, por ejemplo, había bas-
Nicolaus, decidió que sería él quien se hiciera cargo del negocio tantes discrepancias en la escritura.
familiar de importación de especias, así que en 1682 Johann se t Para indicar esa operación, el matemático alemán Michael
incorporó a esa tarea con el ftn de aprender el oficio. Pero, al cabo Stiffel (1487-1567) usaba simplemente la letra M. E1 mismo símbo-
de pocos meses, Nicolaus tuvo que admitir, a regañadientes, que io era utilizado por el gran matemático e ingeniero belga Simon
su hijo era demasiado brillante para esa profesión, esencialmente > Stevin (1548-1620) y por René Descartes (1596-1650). Por otra par-
rutinaria En 1683, el mismo año en que Jakob regresaba de su te, el matemático francés Framjois Viéte (1540-1603) expresaba el
viqje por Europa, Johann ingresó en la Universidad de Basilea con producto de A por B como «A in fl».
la intención de estudiar medicma, Fue en 1631 cuando el matemático inglés William Oughtred
Sin embargo, Johann tampoco encontró su vocación en la me- (1574-1660) propuso que se usara el slmbolo «x», inspirado, aparen-
dicina, sino que, como le había sucedido antes a 9u hemiano, se temente, en la cruz de San Andrés, que se empleaba en algunos al-
vio atraido por la física y las matemáticas, ciencias que comenzó goritmos para multiplicar. Leibniz, por su parte, no estaba de acuer-
a estudiar, sin ayuda alguna, a través de textos, tanto clásicos do con el uso de este símbolo; en efecto, en 1698 le expresó esta
como modemos. Hacia 1685 comenzó a asistir a las clases y con- idea en una de sus múltiples cartas a Johann Bemoulli: «No me
ferencias que impartía Jakob en ia universidad; y ya ese mismo gusta [la x] como símboio para la multipücación, pues se confunde
demasiado fácilmente con la [letra] x; [...] a menudo relaciono dos
ano comenzaron a colaborar en pie de iguaidad en el estudio de
LA NATURALEZA OE LOS DIFERENCIALES Quien propuso escribir los paréntesis de la manera actual fue. en el año 1629,
el matemático francés Albert Girard (1595-1632).
La explicación de Leibniz del uso de la cantidad infinitamente pe-
queña, dt, implicaba una contradicción importante, ya que a veces
era tratada como distinta de cero, y otras como igual a cero. Sin
embargo, esta no era la única paradoja que implicaba esta defini-
ción; según Leibniz, dí se entiende como un número positivo que
dt<—,
es menor que cualquier otro número positivo. Ahora bien, si dí es 2
positivo, entonces
de donde se concluye que 1 < -,
dt_ 2
2
lo cual es matemáticamente imposible. Por tanto, la misma defini-
también es positivo; y como dí es «menor que cualquier otro nú- ción de infinitésimo es autocontradictoria, ya que conduce a una
mero positivo» entonces falsedad.
702
EL CÁLCULO DIFERENCIAL E INTEGRAL EL CÁLCULO DIFERENCIAL E INTEGRAL
CAPÍTULO 4
El distanciamiento se fue agudizando cada vez más a causa
de diversas discusiones, cada vez más duras y frecuentes, acer-
ca de la prioridad de ciertos descubnnuentos publicados en con-
iunto Con ei correr de los años, los hermanos Bemoulli dejaron
de ser colaboradores para transformarse en rivales, e incluso en
enemigos. Durante este período, y en aguemda competencia con
su hermano, Jakob logró resolvér el problema de la isócrona y
La braquistócrona y otros
otros simliares a este.
Finalmente, en 1697 cortaron toda relación; ese mismo año, problemas
Johann, con su esposa y su hyo primogémto recién nacido, aban-
donó Basilea y se instaló en Groninga (Países Bajos), donde acep-
tó ima cátedra universitaria de matemáticas.
Nunca más volvió a haber ningún tipo de contacto directo
entre los hermanos, jamás intercambiaron correspondencia de
Después del primer artículo sobre el cálculo
manera directa, y ni mucho menos volvieron a verse. Sin embargo,
cada uno de ellos siguió atacando al otro, endilgándole diversos diferencial, Leibniz siguió desarrollando esta nueva
plagios, pero siempre a través de artículos publicados, o en cartas rama de las matemáticas para resolver el problema
enviadas a terceros, como, por ejemplo, a Leibniz. No fue hasta del área, e introdujo el cálculo integral. Muchos
años después de la muerte de su hermano mayor que Johann vol-
matemáticos de la época también empezaron a utilizarlo
vió a su ciudad natal.
para resolver antiguas y nuevas cuestiones, como las
ecuaciones diferenciales, una herramienta matemática
que Jakob Bemoulli empleó para solucionar el problema
de la «braquistócrona» y crear, al mismo tiempo,
el cálculo de variaciones.
■ En la flgura 1
I , puede verse
la cunra del
LA CURVA DE KOCH movlmiento de la
pledra y, en la 2,
urja aproxfmación
El cálculo diferencial abunda en ejemplos de curvas o superficies cuyas pro- del área de la
piedades son totalmente ajenas a la intuición. Uno de los casos más curiosos curva obtenlda
es el proporcionado por la curva de Koch. también conocida como «curva a partlr de
rectángulos de
copo de nieve», que tiene la extraña propiedad de que, a pesar de encerrar
área conoclda.
un área finita, la longitud de su perímetro es infinita. Para construir esta curva
se comienza trazando un triángulo equilátero cualquiera (figura a), y en el
! tercio central de cada uno de sus lados se construye otro triángulo equilátero
más pequeño (figura b). Después se vuelve a trazar otro sobre el tercio central
de cada segmento (fígura c). y este proceso debe repetirse de forma sucesi-
va sobre los nuevos segmentos que van aparedendo. La curva de Koch es el
borde de la figura que se obtiene al cabo de infinitas iteraciones.
108
LA BAAQUISTÓCRONA Y OTROS PROBLEMAS
LA BRAOUISTOCRONA Y OTROS proslemas
m
Cuanto más estrechos sean los rectángulos, menor será la su
perficie Qiie Quede sin cubrir, pero, dado Que tieneii un borde superior / k(t)át.
a
rectüíneo, nunca podrán ser suficientemente delgados para que ife.
guen a Uenar toda el área. Podrían, por tanto, Uegar a conseguirse Esta expresión se lee como «integral entre a y b de h(t) diferen-
aproximaciones muy buenas, pero nunca el valor exacto.
cialí»El símbolo de la mtegral, a la izquierda de la fórmula anterior
En apariencia, la única forma de cubrir la zona completamente es una versión estilizada de la letra «S» —inicial de summa, que
sería reducir el grosor de los rectángulos hasta transformarlos en sigmfica «suma» en latín—. Las letras a y b se Uaman límites de in-
segmentos cuya anchura sea igual a cero. Pero esta solución impli- tegración y representan los numeros en el eje horizontal que delimi-
ca otro grave problema si la anchura de un segmento es cero, tam- tan la región cuya área se quiere calcular. En el ejemplo de la piedra,
bién lo es su área Por tanto, la región a calcular queda cubierta con esta tarda exactamente seis segundos en subir y volver a bajar, por
objetos de área cero, y la suma total esO + 0 + 0 + 0 + 0 + ... = o. lo que la curva del movimiento va de í=0s a í=6s y, en consecuen-
Es decir, se Uega a la falsa conclusión de que el área de la región cia, los límites de integración son a=0y b=6. Eláreaesla integral
entre la curva y el eje horizontal es 0. entre 0 y 6 de h(t) diferencial de fc
Esta situación se convierte en un embrollo, ya que si se usan
rectángulos con una base distinta de cero se dejan intersticios sin
Área de la región - / /i(í)dí.
cubrir, pero si se reduce la base de los rectángulos hasta conver- 0
tirlos en segmentos, aunque el área queda cubierta por completo,
su valor es 0. Leibniz usó el cálculo diferencial e integral para Aunque hoy todavía se utiliza la notación de Leibniz para el
encontrar una solución, también, a este problema cálculo diferencial e integral, no sucede lo mismo con la nomencla-
tura. En 1686, debido al carácter sumatorio de la operación, Leibniz
lo bautizó como calculus summatorius («cálculo sumatorio»). Sin
embargo, unos años más tarde, fue Jakob Bemoulli quien le propu-
UNA SOLUCIÓN INTEGRAL so a Leibniz, en una carta, que cambiara ese nombre por catculus
integraiis («cálculo integral»). Según Bemoulli, lapalabra «inte-
Para calcular el área de una curva es necesario que esta quede gral», que significa «completo» o «que lo abarca todo», representa-
cubierta con rectángulos cuya anchura sea —casi, pero no exac- ba mejor el hecho de que los rectángulos de base infinitesimal abar-
tamente— cero. La solución a este dilema consiste en utilizar rec- can por eompleto la región cuya área se quiere calcular. Leibniz
tángulos cuya base sea un infinitésimo, es decir, una base infinita- aceptó la idea y ese nombre se ha conservado hasta la actualidad.
mente pequefia, de modo que permita llenar los intersticios y que Jakob Bemoulli usó públicamente esta palabra por primera vez
al mismo tiempo su área no sea nula. en 1696, en el artículo en el que resolvió el llamado «problema de la
La anchura de la base de cada uno de estos rectángulos mide braquistócrona». Tiempo después, cuando la relación con su her-
d¿, mientras que su altura está dada por fe(¿). Por tanto, el área de mano Johann se había deteriorado por completo, este lo acusó de
cada rectángulo se calcula como h,(t) • d¿. En consecuencia, el área haberle robado la idea de usar la palabra «integral» para referirse a
de la región bajo la curva es la suma de todos los rectángulos de esta parte del cálculo. Lo reivindicó, por ejemplo, en una carta que
área h(t) • dí. Esta operación se conoce hoy como una integral y, le escribió a Leibniz en 1706. Sin embargo, los documentos conser-
conservando la notación que inventó Leibniz, se expresa de la si- vados no parecen darle la razón a Johann, y los historiadores coin-
guiente manera: ciden en atribuir a Jakob la creación del nombre «cálculo integral».
TIO m
LA BRAQUISTÓCRONA Y OTROS PROBLEHAS LA BRAQUISTÓCRONA Y OTROS PROBLEMAS
EL MÉTODO PRÁCTICO
Para ser más precisos matemáticamente, se debería considerar
| ’
Donde H(t) es Ia antiderivada de h(t\ es decir, la fórmula que
verifica que
|Í
$
«m-m.
át
'
La relación entre el problema del área y el problema de la
velocidad —que los procedimientos para resolverlos son inversos
el uno deJ otro— es uno de Jos descubrimientos esenciaies del
cálcuJo; tanto es así que en los textos modemos se le ha nombrado
como eJ teorema fundamental del cálculo.
De la misma manera que se usar> las fntegrales para calcular el área bajo una
curva, se pueden usar para obtener el volumen de un sólido de revolución,
Como que es cuafquíer cuerpo que se obtenga al hacer girar una superficie alrededor
de un cierto eje recto. Un ejemplo es la esfera. que es el resultado de hacer
J7(í)--|í*+15í2, girar un semicirculo alrededor de su diámetro; otro es el cono, que se consigue
u
al hacer girar un trióngulo alrede-
dor de.uno de sus lados. Si un sóli- ./'71
entonces do de revolución está definido por j \ / \\
la superficie comprendida entre \ /I
/7(6) - 63+1562 -180 una curva /)(t) y el eje horizontal, \ h(t) A ,
3 como se muestra en la figura, el \ /t\
volumen de este cuerpo se calcula \ /
y H(0) - 0, por lo que el área de la región es 180. Eso significa como: í
que si la curva del movimiento de la piedra (figura 1) estuviera
representada en una gráflca en la que cada unidad de los ejes Volumen-jrJ,f>a(f)df. —|J--j-
correspondiera a un centímetro (es decir, cada segundo fuera un
centímetro, y cada metro, también), el área de la región compren- Aplicando esta manera de calcu-
lar volúmenes se pueden deducir
dida entre la curva y el eje horizontal sería de 180 cm2. Si en la
las expresiones para determinar el
misma gráfica se representara la curva H(t) su longitud sería de volumen de varias figuras geomé-
180 cm. tricas, como el de una esfera o un
cono.
Esta deducción puede extrapolarse a un caso general de una
curva generada por una función cualquiera h(t), cuya área entre
Z = ayí = bse calcula de esta manera:
I
Bemoulii fue el primero en la historia en habiar del cáJcui
variaciones, adeinás de ser en el que se usa por primt,ra"'" *
palabra «integrai». ("i la
La manera eomo Jakob Bernoulli justificaba su método
resolver el problema se basaba en la aplicación de las ecuacio^
diferenciales, tema en el que también fue pionero y experto <u*8
ecuación diferencial es una igualdad matemática cuya incóRnita
no representa un número, sino una función, y en la cual se rel
cionaestaconsu derivada. Por ejemplo, si h(t) representa Un*
función desconocida, la ecuación diferenciaJ que la define podrí^
ser la siguiente:
m.».
dí Poco tiempo después de la edición del artículo de Bemoulli, A 1« Izquiarda,
la detcrlpclón
Newton publieó un razonamiento diferente que también permitía gráflca de un arco
Durante la resolución del probiema del área, ante la necesidad de clcloide; a la
resolver el problema de la braquistócrona; pero, debido a su larga darecha. una
de haliar una función H(t), ya se ha planteado una ecuación dife-
polémica con los matemáticos del continente europeo por laprio- rampa con forma
renciai tai que da arcode
ridad del descubrimiento del cálculo, prefirió firmar su trabqjo bqjo clclolda.
Johann III JalmK.. «Como veo que tu sobrino [Nicolaus 1] es un joven inteligente y
0744-1807) 0759-1789)
fértil, te envío otro apunte extraído de Newton, a fin de que, si os
parece, pueda ejercitar provechosamente su ingenio.»
— Cabta de Lejbniz a Johann Bbknoulli (junio db 1708).
De entre todos Ios familiares se puede considerar a Nicolaus I Ber
noulli (1687-1759) como el heredero de Jakob, ya que fue él quien
editó y publicó los escritos póstumos de su tío, y quien preparó la
edición definitiva de sus obras completas. Se pueden encontrar cier- Nicolaus I y Jakob no fueron los únicos de la familia Bemoulli
tos paralelismos entre la vida de ambos y entre sus carreras profe- que se dedicaron a investigar la probabilidad a la resolución de
sionales. Nicolaus I era el único que no era descendiente directo de problemas legales, también lo hizo Nicolaus II Bemouili (1695-
JohaniL Su padre, que también se Uamaba Nicolaus y era hermano 1726), quien fue el mayor de los hijos varones de Johann y, según
de Jakob y .Johann, no tenía relación con las ciencias, sino que se se dice, también su favorito. Nicolaus II nació en Basüea el 6 de
dedicaba a Ia política y era pintor aficionado. febrero de 1695. A la edad de trece años ya ingresó a la Universidad
En 1704 Nicoiaus I ingresó en la Universidad de Basileapara de Basilea para estudiar matemáticas y leyes y, en 1713, después
estudiar f&ica y matemáticas, donde tuvo a su tío Jakob entre sus de graduarse, comenzó a trabajar con su padre. Juntos se dedicaron
profesores. Se graduó en 1709 tras escribir una tesis sobre aplica- a la resolución de problemas relacionados con la geometría y con
ciones de la probabilidad a algunos problemas legales. las aplicaciones del cálculo, e intervinieron en la polémica entre
Tres años después, en 1712, viajó por los Países Bajos, Inglate- Newton y Leibniz, planteando argumentos a favor del alemán.
rray Francia, donde conoció a muchos físicos y matemáticos; entre Debido a que Nicolaus II era considerado una joven promesa
ellos, a Pierre Rémond de Montmort (1678-1719), un muy recono- con un futuro muy brillante, pronto se le ofireció hacerse cargo de
cido especialista en la teoría de probabilidades, con quien Nicolaus un puesto muy importante en la Academia de Ciencias de San Pe-
colaboró durante muchos años. Coincidiendo con los intereses de tersburgo. Así que, a finales del año 1725, se trasladó a Ia ciudad
su tío y profesor, también mantuvo una intensa correspondencia rusa; pero, lamentablemente, falleció apenas ocho meses óespués
de su llegada, el 31 de julio de 1726, con treintay un años de edad.
con varios de los científicos más destacados del momento acerca
E1 segundo, y tal vez el más famoso de los h\jos de Johann, fue
de las apficaciones del cálculo. Además, encontró argumentos muy
Darúel Bemoulli (1700-1782), quien nació en Groninga (Países Ba-
convmcentes a favor de Leibniz en su polémica con Newton, basa-
jos) el 8 de febrero de 1700, adonde se habían mudado Johann y
s en e hallazgo de ciertos errores que aparecían en los escritos
su familia debido a las peleas con su hermano.
e ewton, pero que Leibniz no había cometido.
en Basilea, y de la que se graduó en 1720. Sin embargo, durante diseño de las alas de los aviones.
todos esos años en la urüversidad, ya fuera leyendo libros o escu- En 1734» Daniel finalmente regresó a Basilea. Ese mismo año
chando las conversaciones entre su padre y su hermano mayor partieipó en el Gran Premio de la Academia de Ciencias de París,
Daniel incumplió el pacto con su padre y se dedicó a estudiar
matemáücas por su cuenta, hasta alcanzar una gran maestría. Por
fin, Johann hubo de aceptar la nueva vocación de su segundo hqo.
Tras contar con el permiso de su padre, Daniel se postuló HERMANOS Y MATEMÁTICOS
varias veces para una cátedra de matemáticas en la Universidad
Aparte de la familia Bernoulli, hay muy
de Basilea, pero, debido a su falta de antecedentes formales en esa
pocos casos de hermanos que hayan sido,
ciencia, no tuvo éxito en su intento. En 1723, finalmente, aceptó al mismo tiempo, matemáticos de primer
una cátedra de medicina en la Universidad de Venecia. AUí escribió nivel. Entre los ejemplos más notables se
encuentran los hermanos Banu Musa, «hi-
cuatro artículos sobre matemátícas y física, que se publicaron en
jos de Moisés»: Jafar Muhammad ibn
1724. Durante esos meses, también inventó un reloj de precisión Musa ibn Shakir, Ahmad ibn Musa ibn Sha-
para ser usado en las naves de ultramar, las cuales necesitan reio- kir y Al-Hasan ibn Musa ibn Shakir. quie-
jes exactos para calcular su posición en el océano. Por este diseño nes vivieron en Bagdad entre los años
800 y 870. Normalmente escribían sus
en 1725 Daniel recibió un premio especial de la Academia de Cien- trabajos de forma conjunta, por lo que es
cias de París. difícil distinguir cuál fue el aporte indivi- El llamado Ubro de P**nttn**lx
ingeniosos fut publicado enel 850
Debido a estos trab^jos, Daniel fue ganándose la fama de gran dual de cada uno de ellos. Se sabe. sin por lo» tres hwmanos Banu Musa.
embargo, que Jafar Muhammad se dedi-
matemático y físico, por lo que, a la vez que a su hermano mayor
có sobre todo a la astronomia y. como su Ahmad se especiali-
Nicolaus D, a finales de 1725 se le ofreció una importante plaza en hermano Al-Hasan, también a la geometr a, contaron entre los pri-
la Academia de Ciencias de San Petersburgo. Sin embargo, Damel zó en física matemática. Los hermanos Ban a estudíar los textos de
meros matemáticos de su tiempo que no se -eron nUevos problemas
quedó muy afectado por la muerte de su hermano mayor y cayó
la Antigüedad clásica. sino que fueron mas al a y P ^ manera dec¡siva a iniciar
en una profunda tristeza; tanto es así que le escribió a su padre y métodos de resolución. De hecho, con rii y» tre los s¡gjos ix y xii.
manifestándole su deseo de regresar a Basilea. el notable desarrollo que vivió Ja matema i
Johann, quien se supone que también estaría muy conmovido
por la pérdida de su hijo mayor, lo alentó a no abandonar el pues-
0TR0S PROBI-EMAS
labraqu/stócrona
LA BRAQUISTÓCRONA Y OTROS PROBLEMAS
«No exlste una íilosofía que no se funde en el conocimiento
de los fenómenos, pero para obtener algún beneficio de este
conocimiento es absolutamente necesario ser un matemático »
— Danikl Beknoulli.
FOTO SUPERlOR
matemáticas, bgjo la enseñanza de su padre. Sus principales estu- OERECHA
Retrato d«
dios se basaron en investigar la descripción matemática de la pro- Klcoiaus II
pagación de la luz y del calor. B*rnoulll. «I majror
de tos WJos d*
Dos de los Iqjos varones de Johann II, Johann IH Bemoulli johann.
OTROS PROBIEMAS
braquistócrona
126 BPAQl«STÓCRONA Y OTROS PPOBLEMAS
Academia de Ciencias de Berlín. En sus estudios científicos se volcó
en las matemáticas, más específicamente en la astronomía matemá capítulo s
tica y la teoría de probabilidades.
Además, heredó todas las cartas que Johann, Jakob y
todos
los demás científicos de la familia habían guardado a lo largo
delos
años. Se trataba de más de 2 800 cartas que los Bemoulli t
tabían
recibido de Leibniz, Huygens, Euler y muchísimos otros matemá-
ticos y físicos notables de la época. Johann IH donó esta colecdón La conjetura y la espiral
a la Academia de Ciencias de Estocolmo, de la que era miembro
Finalmente, el tercero de los Johann falleció en Berlín el 13 óe
julio de 1807.
milagrosa
Jakob fl, por su parte, se dedicó especialmente a la teoría de
la elasticidad, la hidrostática y la balística. Como antes a sus tíos
Daniel y Nicolaus II, se le ofreció una plaza en la Academia de
Ciencias de San Petersburgo, ciudad donde se casó con una nieta
de Euler. Sin embargo, su futuro quedó truncado porque murió Jakob Bernoulli tardó muchos ahos en madurar
trágicamente, ahogado mientras nadaba en el río Neva, a los vein- la que sería su obra máxima, Ars conjectandi
tánueve años de edad.
(El arte de ía conjetura), trabgjo que se publicó
póstumamente, en 1713. El libro contiene muchas ideas
» originales e innovadoras para la época, como, por ejemplo,
*
«Mi hermano prepara desde hace muchos años una obra, que Para que la fórmula de 1a distribución de Bernoulli pueda aplicarse, los resul-
titulará El arte de la conjetura, donde trata matemáücamente no tados de las sucesivas repetlciones del experimento aleatorio deben ser inde-
pendientes entre si. Si esta hipótesis no se cumple. utilizar esta dístribución
solo toda clase de juegos, sino que también reducirá al cálculo puede conducir a deducciones erróneas. Por ejemplo. se considera la situación
en que dos amigos. Alicia y Bruno. están conversando en un café, y Bruno
otras probabilidades de toda clase de situaciones de la vida.» afírma que es prácticamente imposible que al salir a la calle las primeras
- Johann Beknouui, caíta a Leibniz (26 DE PEBKRBO de 1697).
I 50 personas que vean sean todas hombres, es decir. que no se crucen con
ninguna mujer. E) razonamiento de Bruno es un experimento aleatorio, en el
que se llama «<éxito» al hecho de que al ver a una persona al azar en la calle
sea un hombre. En principío, la probabilídad de que esto ocurra es un medio,
La pregunta que Jakob Bemoulli plantea y resuelve en el Ars | p=1/2. Entonces, según la fórmula de Bernoulli, la probabilidad de 50 éxitos
I' consecutivos es igual a
conjectandi es Ia siguiente: ¿cuál es la probabilidad de que al
realizar n veces un experimento aleatorio e independiente no
suceda rdngún éxito? ¿Y de que suceda solo uno? ¿Y cualquier
I
otra cantidad? En la primera parte de Ars conjectandi Bemoulü es decir. una probabilidad menor a mil billonésimos y que en la práctica pue-
demuestra que laprobabilidad de que no suceda ningún éxito es de considerarse igual a cero. Para poner a prueba su deducción de que es
virtualmente imposible cruzarse sucesivamente con 50 hombres. Bruno sale
iguala a la calle iy se encuentra con un desfíle militar donde ve, consecutivamente,
a unos 200 hombresl El razonamiento de Bruno falla porque las personas que
transitan por la calle no lo hacen en forma independiente. sino que tienden a
(1 -pT, agruparse en familias, en conjuntos de niños que van a la misma escuela. en
grupos de amigos. etcétera. El desfile militar constituye un caso extremo,
donde n es la cantidad de realizaciones del experimento y p es la aunque posible, de fallo de la hipótesis de independencia.
Cantldad de unos en 8 intentos ProbabiUdad aproximadá de que suceda Cantidad de unos Tiradas de 8 dados con ese número de unos
0 23,26% 0 390625
1 37.21% 1 625000
2 26.05% 2 437500
3 10.42% 3 175000
4 2.6% 4 43750
5 0,42% 5 7000
6 0.04% 6 700
7 0,002% 7 40
8 1
8 0.00006%
Total: 1679616
Cantldad Probabllidad —
Cantidad Probabllldad
de ventas de que suceda de ventas de que suceda
TOMAR DECISIONES GRACIAS A LA PROBABILIDAD
0 relojes 4.6%
Según Jakob Bernoulli, el hecho de conocer la probabilidad de 1 reloj 14.55% 1 reloj o menos 19,16%
un evento es útil para tomar decisiones racionales. Aunque la 2 relojes 22,59% 2 relojes o menos 41,74%
mayoría de la gente no hace estudios de probabilidad para tomar
3 relojes 22,98% 3 relojes o menos 64.73%
las decisiones de su día a día, sí se hacen estudios en el mundo
empresarial. 4 relojes 17,24% 4 relojes o menos 81,97%
Un ejemplo para explicar la utilidad de un estudio de las 5 relojes 10.16% 5 relojes o menos 92,13%
probabilidades en el comercio es el caso del dueño de una tienda
6 relojes 4.9% 6 relojes o menos 97,03%
en la que se venden, entre otras cosas, relojes de precio elevado.
Un día, uno de sus proveedores habituales le ofrece un nuevo 7 relojes 1,99% 7 relojes o menos 99,02%
modelo de reloj, de una marca concreta, para poner a la venta en 8 relojes 0,69% 8 relojes o menos 99,71%
su negocio. E1 dueño de la tienda observa el nuevo reloj y, aunque
9 relojes 0.21% 9 relojes o menos 99,93%
es bastante caro, le parece que podría interesarle a algunos de
sus clientes.
Ahora bien, como el reloj tiene un precio alto, le gustaría no Teniendo en cuenta estos resultados, podría decirse que no
comprar demasiados. En otras palabras, querría tener una razo- vale la pena que el comerciante compre 10 relojes. La decisión
nable certeza de que en un período de tiempo específico habrá final dependerá del precio del reloj, del margen de ganancia que
vendido todos, o casi todos, los relojes que compre. Sin embargo, le represente y del riesgo que desee correr al comprar algún reloj
tampoco le gustaría comprar de menos, es decir, no querría ver- de más.
se en la situación de perder alguna venta por no tener suficientes Esta es una descripción muy simplificada de la situaeión, en
existencias del producto. Debe plantearse, entonces, cuál es la la que, además, se basan los cálculos en estimaciones intuitivas.
cantidad de relojes que debe comprar para que la probabilidad Sin embargo, actualmente Ias empresas sí que toman sus decisio-
e venderlos todos y a la vez no perder ninguna venta sea la más nes basándose en análisis similares, aunque mucho más detallados.
a ta posible. Para resolver esta cuestión, el comerciante utiliza A menudo, antes de sacar al mercado un nuevo producto, se ana-
una distribución de Bernoulli. fiza el número de compradores potenciales que existen y cuánto
138
CONJETURA Y LA ESPIRAL MILAGROSA
LA CONJETURA Y LA ESPIRAL MILAGROSA 139
estarían dispuestos a pagar por el producto. Sin embargo, en estos las íeyes de la combinatoria, el resultado viene dado por la si-
casos no se basan en datos intuitivos, sino que son obtenidos a guiente expresión:
partir de encuestas de opuuón, estudios de mercado y otros aná-
lisis similares.
Cantidad de extracciones de tres espadas
Cantidad total de extracciones de tres cartas
«Quien estudió todo esto [la teoría de probabilidades] con mayor
precisión y claridad fue nti hermano, arnpliando su tratamiento
a cuestiones morales y naturales, y al calculo de probabilidades Ahora bien, si la baraja tiene 40 cartas, la primera carta puede
ser cualquiera de las 40, la segunda es una de las 39 restantes, y la
de vidas y muertes.»
tercera, una de las 38 que quedan, por lo que la cantidad total de
_ Jobann Bernoulli, carta a Leibniz (1 de septiembrk de 1708).
temas que pueden obtenerse es de 40 • 39 • 38 = 59 280. Siguiendo el
mismo razonamiento, la cantidad total de temas formadas solo
por espadas es de 10 • 9 • 8 = 720. La primera carta es una cualquiera
de las 10 espadas, la segunda es una de las 9 restantes, y la tercera,
LA UTILIDAD DE LA COMBINATORIA una de las 8 que quedan. Por tanto, la probabilidad de obtener tres
espadas es aproximadamente del 12,15%:
La segunda parte de Ars conjectandi, que está dedicada a ia eom-
binatoria, se considera un auxiliar indispensable para el cálculo
de probabilidades. Se entiende por combinatoria la rama de las 720
0,1215.
matemáticas que estudia las diferentes formas de agrupar u orde- 59 280
nar los elementos de un conjunto, y sirve para responder pregun-
tas como de cuántas formas diferentes pueden sentarse 10 perso- Sin embargo, a pesar de estar dedicada principalmente a la
nas alrededor de una mesa circular, cuántos números de cuatro combinatoria, la segunda parte de la obra Ars conjectandi es
cifras pueden formarse mezclando las cifras del número 1124, o más famosa por desarrollar un problema que no se enmarca en
también en cuántas tiradas de 8 dados sucede que sale exactamen- esa rama de las matemáticas, sino que cae en el terreno del ál-
te un uno. gebra y es conoeido por ser el origen de los llamados «números
Supongamos, por ejemplo, que se desea conocer la probabili- de Bernoulli».
dad de que, al extraer tres cartas diferentes de una baraja, todas
sean de espadas. Imponer la condición de que las cartas sean dis-
tintas implica que estas no se devuelven a la baraja, por lo que no
se cumple la hipótesis de independencia y, consecuentemente, no LA GRAN IDEA DE LOS NÚMEROS DE BERNOULLI
se corresponde con una distribución de Bemoulli.
Para poder calcular la probabilidad de obtener tres cartas de E1 problema algebraico que plantea Jakob Bernoulli en la segunda
espadas, se debe tener en cuenta, por un lado, la cantidad de parte de su obra es cómo calcular la suma de los primeros n nú-
ternas diferentes de cartas que pueden obtenerse, y, por otro, en ^eros cuadrados (P + 22+32+... + n¿), la de los primeros n cubos,
cuántas de ellas sucede que las tres cart.as son espadas. Según de las primeras n cuartas potencias, y así sucesivamente. Median-
Sin embargo, el suizo fue más allá y buscó una regularidad que Ahora bien, como suele suceder con las grandes ideas matemá-
conectase todas estas fómiulas, es decir, im modo general de caJ- ticas, los números de Bemoulli trascendieron su finalidad original y
cular la suma de 1* + 2k+3* +... + nk, donde k es un entero positivo resultaron fimctíferos en otras aplicacionesy propiedades. En efec-
cualquiera, y Uegó a la conclusión de que la expresión buscada era: to, con el correr de los años diferentes matemáticos fueron haUando
que estos números aparecen en muchas fórmulas que permiten re-
solver diversos problemas del áigebra, el cálculo y la aritmética
r + 2*+...+n* = .R1
Leonhard Euier, por ejemplo, encontró que los números de
*(«.+!)*_ k(k-\){n+l)k-x _ A(A-l)(fe-2)(n+l)* Bemoulli están involucrados en el cálcuio de la cantidad de núme-
1.2 k-1 1.2.3 k- 2 ros primos que hay entre 1 y n —se denominan números primos
Une Igutldad
aquellos que son divisibles solo entre 1 y elios mismos—. También sorprendentc en
I» que intervlonen
aparecen al calcular la suma de detemiinadas series, y en otras loi niímerot de
Aquí, B0,5,, B.r. son los números de Bemoulli, los cuales
igualdades matemáticas, como, por ejemplo, en la que muestra la Bernoulll y Stt
relacionen con
se definen de la siguiente manera:
figura 1, donde se relacionan con el número e. el número #.
5 florines de pérdida
3 -0,83 florines por juego en promedio.
6juegos
BASlLEfi,
Jmpenfii THURNISIQRUM, Ffatnnn.
Este valor de -0,83 (negativo porque indica una pérdida) es la ch bcc miu
esperanza, o valor esperado, del juego. Este concepto es el que
introduce Jakob Bemoulli en la tercera parte de Ars c&njectandi FOȟ SUPEWOR
ÜOU€<»f>A
y que representa la ganancia o pérdida promedio que se obtiene si Epltatlo d* Jakob
se participa muchas veces en un juego de azar con apuestas. E1 Bamoulll, »n
«I quo puede
análisis del basiliense consiste en tomar diversos juegos de cartas w»rse la «splral
d» ArQulm«det «n
que se practicaban a fínales del siglo xvii y calcular el valor espe- lugar de I» a*plral
rado de cada uno de ellos. mllagrOM.
POIO SUPERIOR
Ahora bien, el valor esperado tiene muchísimas otras aplicacio- OÉRECHA
Portada da Ars
nes más allá de los juegos de azar, gran parte de ellas asociadas a
con/ectand/. la
situaciones concretas y cotidianas. Una utilidad práctica es, por gran obra de
BernoulH. en la
ejemplo, el caso de una persona que desea contratar un seguro para que recopilaba
la mayoría de
estar cubierto en el caso de que le roben el coche. En cierto modo,
sus ertudlos y
la situación puede tralarse como un juego de azar. cada mes que el descubnmlentos.
En la «tplral
logarftmica
«I ángulo «ntr«
la r«cta tangent*
y «I radlo vector
•s slempr« «l
mlsmo.
I Lecturas recomendadas
r
155
f
aceleración 93 números de 11,129,141,142,143
Acta Enutitorum 51, 54, 56, 81, principio de 125
119 braquistócrona 11,106,111,118,
amiónicos de un sonido 29, 30 119,120,121
Aniuímedes, espiral de 153 Bürgi, Jobst 63, 65, 66, 67
Ars conjectandi 10,11,68,129,
131, 134, 140, 141,144, 146, 147 cálculo
autosuuilitud 161, 152,164 de variaciones 11,105,116,
117.118, 120,121
Banu Musa, hermanos 126, diferencial 8,9,18, 21,42,43,
Bemoulli 50, 79, 92,107,108, 110,111,
Daniel 7,37, 122,123, 124,125, 116.118, 121, 148
126, 128 integral 105,111
dislribución de 133,135,138, Cardano, Girolamo 68
140 cicloide 120, 121
ensayos de 76,77,133,139 combinatoiia 140, 141
espiral de 149,151 controversia Leibniz-Newton
Jakob II 7,122,126, 128 9,82,83
Johann 7, 8,9,11, 37, 54, 79,
81,83, 96, 97, 100,103, 104,111, derivaclón, reglas de 86,87,89,90,
116,119, 121,122,123,124,126, 112
128
derivada 86,90, 93, 94,95,100,112,
Johann II 7,122,126 113,120
Johann ffl 7, 122, 126,128 Descartes, René 18, 54, 97,148,150
Nlcolaus I 7,122,123,146 diferencial (dí) 92,98,100,102,
Nlcolaus II 7,122,123,124,128 105,111
157
ecuación diferencial 120 lemniscata 147,148 í
ley de los grandes números 10,11 Torricelli, Evangelista 148,150 Weierstrass, Karl Theodor Wilhelm
espiral
de crecimiento 151 51, 67, 68, 76, 77, 78, 89,146 96,102,103
valor esperado 144,146 Wiles, Andrew 131,132
logarítmica 11,129,148,149, logaritmo 46, 63, 64, 66, 149, 150
velocidad media 91,92
150,151,162,153
Viéte, Fran«;oLs 97, 99 Zenón de Elea 26
milagrosa 11,129,147,148,151, Mandelbrot, Benoít 151,152,153
152
Euler, Leonhard 36,37,43,44, 50, Napier.John 63,65,66,67
62,125,128,143 Newton, Isaac 8,9,19,21,54,82,83,
89,92,102,116,121,122,123 y
Fermat número e 11,51, 55,61,62,66, 67,
Pierrede 132 143
último teorema de 131,132
ficciones útiles 100 Oresme, Nicolás de 30,31
firactal 152,153 Oughtred, William 97