Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cita: RC D 1518/2020
Encabezado:
El autor hace un análisis crítico de los efectos de las medidas de aislamiento social,
preventivo y obligatorio dispuesto por el Poder Ejecutivo Nacional y del Decreto
320/2020, sobre los contratos de locación inmobiliaria, preguntándose cuál es la
solución que debería aplicarse en cada caso en concreto.
La doctrina era coincidente en este sentido. Así Spota[15] afirmaba que "... El
locador ha de reparar la cosa que se deterioró por un evento fortuito. Empero, ese
deber no se extiende al supuesto de destrucción total o parcial de la cosa, por ese
caso fortuito (v.g. Aubry et Rau, Cours, 3º ed, t. III, p. 342, tex. y n. 7). En verdad, la
destrucción total implica resolución contractual...". Borda[16], enseñaba que: "... Es
posible que durante el curso de la locación, la cosa sufra daños por caso fortuito o
fuerza mayor. El problema debe ser estudiado con relación a las hipótesis de
destrucción total, destrucción parcial y simple deterioro ... DESTRUCCION TOTAL: En
tal caso el contrato queda rescindido (art. 1521 del Código derogado), sin que
ninguna de las partes pueda reclamar indemnización alguna de la otra (es la
consecuencia natural de la fuerza mayor). Tampoco tiene derecho el locatario a
reclamar los daños y perjuicios sufridos en las mercaderías o muebles que son de su
propiedad, con motivo de la destrucción de la cosa locada por un caso fortuito o de
fuerza mayor ... La resolución del contrato se produce ipso iure en el instante de
acaecimiento del hecho..." Clavell Borrás[17], sostenía que "... Por aplicación de los
principios generales sobre imposibilidad de pago (arts. 888, 890 y 895 del Código
derogado), el contrato de locación urbana queda rescindido si el inmueble es
destruído totalmente (art. 1521 y art. 1604, inc. 3 del Código derogado), sin que ni
el locatario ni el locador puedan exigir a la otra parte la reconstrucción, aunque el
locador haya sido culpable de la destrucción o haya contractualmente extendido su
responsabilidad al caso de fuerza mayor. La reconstrucción sólo será exigible si el
locador se hubiere obligado a ella. El locatario tampoco podrá reclamar
indemnización alguna al locador por los perjuicios que haya sufrido en su persona o
en sus bienes a consecuencia del caso fortuito...". A su turno López de Zavalía[18]
refiere que: "... La lex supletoria ha regulado los supuestos de destrucción material
por caso fortuito, con reglas diferentes a las del deterioro. ... Si la destrucción es
total, "el contrato queda rescindido". ... denotando que es un efecto que se
produce con automatismo, independientemente de nuevas declaraciones de
voluntad, esto es, "de pleno derecho" según la terminología del art. 1722 francés. ...
Si la cosa (cierta o incierta, al contratar) entregada (quedando, por ende,
individualizada la incierta), se destruye, estamos ante la imposibilidad de hacer
gozar: Las vicisitudes de la cosa influyen sobre el facere. Es un facere que, a los
efectos aquí contemplados, puede ser conceptualizado como una continuada
dación de la misma cosa que fue inicialmente entregada ... La rescisión operada, al
provenir de caso fortuito, no da al locatario derecho a reclamar indemnización al
locador. Y como el contrato "queda rescindido" el locatario no podrá pretender que
se efectúen reconstrucciones, ni el locador obligarlo a que las espere. Dado que la
destrucción total de la cosa no supone la desaparición absoluta de ella, puede
ocurrir que el ex locatario continúe, de hecho, en la tenencia. Como ha dejado de
ser locatario, no deberá alquileres, y su situación será la de un tenedor ilegítimo".
Uso y goce del inmueble: En el caso actual, la situación del locatario es diferente
según que se trate de una locación con destino habitacional a la de una comercial u
otro destino, aunque tienen en común que el caso fortuito temporario no afectó a
la cosa misma locada, o sea que ésta sigue existiendo, por lo que en principio no
sería aplicable la disposición del art. 1203, CCC. Tampoco se puede aplicar la
interpretación que propugnamos más arriba, por cuanto tratándose de destino
habitacional, el locatario lejos de haberse visto privado del uso de la cosa, en
general, hace un uso más intensivo o por lo menos por el aislamiento social debería
hacerlo.
Pago del precio: También hay que distinguir el caso de los locatarios que siguieron
percibiendo sus ingresos, por ej. Los empleados públicos o privados al que se le
siguió pagando sus abres en forma normal pese al aislamiento o por realizar tareas
"home office", de aquellos otros que partir del aislamiento sufrieron una merma
total o parcial de sus ingresos.
Casos combinando ambos supuestos: Locación habitacional y cobro del salario en
su totalidad, parecería que no habría motivos para que no abonen totalmente el
precio locativo, pues la ecuación financiera del contrato no se ha visto modificada.
En cambio, si sufrió una reducción de sus ingresos o fue despedido o suspendido sin
haberes (antes de la prohibición por DNU) o con haberes disminuidos, la situación
cambia, ya que el contrato se le tornará excesivamente oneroso, pues se habrá
quebrado la ecuación económica o sinalagma funcional.
¿Cuál es la solución entonces que se debería aplicar? Tengo para mí que en los
casos en que no se haya impactado el ingreso de los locatarios, el contrato debería
cumplirse tal como está pactado. Tema a analizar es la obligatoriedad de mantener
el precio vigente a marzo, tema sobre el cual lo analizaremos en otro trabajo.
[2] Este artículo define al casus como aquél "que no ha podido ser previsto o que,
habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito exime de
responsabilidad, excepto disposición en contrario".
[3] "El efecto esencial que produce el caso fortuito es liberar al deudor de la
responsabilidad por su incumplimiento. No sólo queda eximido de la
prestación prometida, sino también de pagar los daños y perjuicios. La
liberación de responsabilidad está dada por la medida de la imposibilidad de
cumplir." CC0002 MO 28891 RSD-297-92 S 19-11-92. Bori, Manuel c/
Asociación Civil Club ampos de Golf Las Praderas de Luján s/ Daños y
perjuicios.
[4] "Para que el caso fortuito o fuerza mayor tengan carácter liberatorio de la
responsabilidad del deudor por incumplimiento, debe tratarse de un hecho
que aunque la previsión humana pueda anticiparlo no se puedan evitar sus
consecuencias.", C. Com. Nac. Sala B., Díaz Cordero - Piaggi - Morandi Sucarrat,
Gustavo c/ Banco Galicia y Buenos Aires S.A. s/ Ord., 26/03/93. En igual
sentido se sostuvo que: "El suceso que constituya caso fortuito o fuerza mayor
debe ser además de inevitable -sea porque no pudo preverse, sea porque,
aunque previsto o previsible, no pudo ser evitado-, extraordinario, anormal y
ajeno al presunto responsable, es decir que no hubiera ocurrido por su culpa."
SCBA, Ac. 45606 S 11-8-92, Issler, Carlos Alberto c/ Pcia. de Buenos Aires s/
Daños y perjuicios.
[5] CC0002 MO 28891 RSD-297-92 S 19-11-92, Bori, Manuel c/ Asoc. Civ. Club
Campos de Golf Las Praderas de Luján s/ Daños y perjuicios.
[6] "El caso fortuito, como factor eximente de responsabilidad, no sólo debe tener
las condiciones genéricas de imprevisibilidad o inevitabilidad contempladas
por el art. 514, CC, sino, y particularmente en materia de accidentes en los que
intervienen maquinas, motores, edificios, instalaciones eléctricas, revestir así
mismo, la nota de "extraneidad" con la cosa -esto es, no tener con la misma
vinculación alguna-, de modo tal que escape a toda previsión, cuidado,
mantenimiento o vigilancia.", CC0101 MP 97428, RSI-253-96 S 25-9-96, Sosa,
Juan A. t otros c/ Consorcio propietarios Stella Maris Primero s/ Indemniz.
daños y perjuicios, DJBA 152, 71 JA 1997 III, 252 - LLBA 1997, 868.
[11] Moeremans, Daniel, Código Civil y Comercial Comentado, Dir. Ricardo Luis
Lorenzetti, T. VI, Editorial Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2015.
[12] CC0001 NQ CA 328 RSD-280-99 Y 15-6-99, Juez García (SD) Grimau, Carlos A. s/
Incidente de Revisión en autos Parque Cavihue S.A. s/ Concurso preventivo y
quiebra. Allí, si bien se trataba de un caso de tiempo compartido, se aplicaron
analógicamente las disposiciones sobre el contrato de locación afirmando:
"Los efectos de la destrucción de la cosa o de la imposibilidad de su uso
conforme lo convenido..., deben ser inferidos de las normas atinentes a los
principios de instituciones análogas (art. 16, CC) y en este cometido la figura
contractual que guarda mayor analogía con la modalidad del tiempo
compartido es, indudablemente, la locación de cosas... En el marco de tal
analogía, estimo que resultan plenamente aplicables al caso las previsiones de
los incisos 3, 4 y 6 del art. 1604 del Código Civil, en cuanto tienen por concluida
la misma en las hipótesis de pérdida de la cosa objeto del contrato,
imposibilidad del destino especial a que estuviese afectada y por caso fortuito
que hubiera imposibilitado principiar o continuar los efectos del contrato. Si
ello es así, ya se trate de la pérdida de la cosa o de la inadecuación para el
destino tenido en miras al contratar, ambos supuestos tienen virtualidad
extintiva del contrato, con la consiguiente obligación recíproca de restitución
de lo que se hubiese percibido y que, por efecto de la extinción, deviene como
pago sin causa (art. 793 del Cód. Civ.) quedando el cumplidor autorizado a
repetirlo."
[13] Salvat, Raymundo, Tratado..., cit. pág. 379, quien igualmente enseña que el
vocablo "destrucción" (tanto total o parcial) debe interpretarse en sentido
amplio, abarcando no sólo los casos de destrucción propiamente dicha, sino
también los de pérdida o desaparición.
[14] Lex Doctor, CC001 NQ CA 328 RSD-280-99 y 15/6/1999, Juez García (SD)
Grimau, Carlos A, s/ Incidente de revisión en autos Parque Cavihue S.A. s/
Concurso preventivo y quierba".
[15] Spota, Alberto G., Instituciones del Derecho Civil - Contratos, vol. V, Ed.
Depalma, 1980, pág. 39.
[18] López de Zavalía, F.J., Teoría de los Contratos, Tomo 3, parte especial (2), pto.
IV, pág. 160.
[19] V.g. Vázquez Ferreyra, Roberto, opinión vertida en la red social Facebook.
Cita: RC D 1516/2020
Encabezado:
Afirma el autor que esta pandemia ha generado un estado de emergencia sin
precedentes que le permite a los Poderes del Estado -siempre dentro marco de la
Constitución- crear normas jurídicas excepcionales, que den respuesta a situaciones
excepcionales y que brinden soluciones extraordinarias. En ese marco, el DNU
320/2020 ha modificado ciertas consecuencias de las relaciones jurídicas locativas
vigentes en materia inmobiliaria, que son objeto de análisis en este trabajo.
Sumario:
I. Punto de partida. 2. Dialogo entre el CCyC y el Decreto 320/2020. 2.a. Concepto
de locación. 2.b. Elementos del contrato. 2.c. El tiempo - Plazos mínimos y máximos.
2.d. Obligaciones del locatario o inquilino. 2.e. Conclusión de la locación de cosas.
2.e.a) Modos especiales de extinción. 2.e.b) Extinción por resolución imputable al
locatario. 2.f. Efectos de la extinción. 2.f.a) Desalojo. 2.f.b) Caducidad de la fianza.
2.g. Exclusión. 2.h. Mediación obligatoria.
I. Punto de partida
Por otro lado, y como expresa el considerando del Decreto 320/2020, "(...) en virtud
de la situación epidemiológica y con el fin de proteger la salud pública, obligación
indelegable del Estado, se estableció por el Decreto de Necesidad y Urgencia N°
297/20, para todas las personas que habitan en el país o se encuentren en él, la
obligación de permanecer en "aislamiento social, preventivo y obligatorio", desde el
día 20 de marzo hasta el día 31 de marzo del año en curso inclusive, pudiéndose
prorrogar ese plazo por el tiempo que se considere necesario en atención a la
evolución de la epidemia. Que también se estableció la prohibición de desplazarse
por rutas, vías y espacios públicos, con el fin de prevenir la circulación y el contagio
del COVID-19 y, esta situación, en el marco del aislamiento social, preventivo y
obligatorio dispuesto, sin dudas significará una merma en la situación económica
general y también en las economías familiares (...)".
Ello explica, otros de los párrafos del DNU en cuestión, que reza: "(...) Que las
disposiciones del presente decreto tienen como finalidad proteger el interés público,
y los medios empleados son justos y razonables como reglamentación de los
derechos constitucionales (CSJN, "Avico c. De la Pesa", Fallos 172:21). Que,
asimismo, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN ha reconocido la
constitucionalidad de las leyes que suspenden temporaria y razonablemente los
efectos de los contratos como los de las sentencias firmes, siempre que no se altere
la sustancia de unos y otras (CSJN Fallos 243:467), con el fin de proteger el interés
público en presencia de desastres o graves perturbaciones de carácter físico,
económico o de otra índole (CSJN Fallos 238:76). En estos casos, el gobierno está
facultado para sancionar las leyes que considere conveniente, con el límite que tal
legislación sea razonable, y no desconozca las garantías o las restricciones que
impone la Constitución. No debe darse a las limitaciones constitucionales una
extensión que trabe el ejercicio eficaz de los poderes del Estado (CSJN Fallos 171:79)
toda vez que acontecimientos extraordinarios justifican remedios extraordinarios
(CSJN Fallos 238:76). Que las medidas adoptadas por el presente decreto son
razonables, proporcionadas con relación a la amenaza existente, y destinadas a
paliar una situación social afectada por la epidemia, para evitar que se agrave y
provoque un mayor deterioro en la salud de la población y en la situación social
(...)".
A tal efecto, iremos intercalando algunas de las normas del CCyC que regulan el
contrato de locación de inmuebles en "situación de normalidad", con las normas del
DNU 320/2020 que modifican circunstancialmente a aquellas, mientras dure la
emergencia sanitaria.
2. Dialogo entre el CCyC y el Decreto 320/2020
Según el art. 1187, CCyC: "Hay contrato de locación si una parte se obliga a otorgar
a otra el uso y goce temporario de una cosa, a cambio del pago de un precio en
dinero. Al contrato de locación se aplica en subsidio lo dispuesto con respecto al
consentimiento, precio y objeto del contrato de compraventa".
a) Otorgamiento del uso y goce de la cosa a cargo del locador. El uso supone la
utilización de la cosa; el goce importa la percepción y apropiación de los frutos o
productos ordinarios que esta produce (por ejemplo, si se trata de un inmueble
rural, puede percibir los frutos que las plantas generan).
El art. 1197 del CCyC recoge las críticas a las que había dado lugar el régimen
anterior y, ampliando los plazos máximos, dispone: "El tiempo de la locación,
cualquiera sea su objeto, no puede exceder de veinte años para el destino
habitacional y cincuenta años para los otros destinos. El contrato es renovable
expresamente por un lapso que no exceda de los máximos previstos contados desde
su inicio".
Por su parte, respecto a los plazos mínimos, el art. 1198, CCyC ordena: "El contrato
de locación de inmueble, cualquiera sea su destino, si carece de plazo expreso y
determinado mayor, se considera celebrado por el plazo mínimo legal de dos años,
excepto los casos del artículo 1199. El locatario puede renunciar a este plazo si está
en la tenencia de la cosa".
La norma integra el denominado "orden público de protección de la parte débil",
razón por la cual el mínimo obliga al locador; el locatario, en cambio, puede
renunciar "si está en la tenencia de la cosa".
El art. 1199 establece las siguientes excepciones al plazo mínimo de dos años: a) Si
el inmueble se destina a sede de embajada, consulado u organismo internacional o
a habitación de su personal extranjero diplomático o consular. b) Habitación con
muebles que se arrienden con fines de turismo (en zonas aptas para ese destino),
descanso o similares; si el plazo supera los tres meses se presume que no tiene este
destino. c) Guarda de cosas. d) Exposición u oferta de cosas o servicios en predio
ferial. e) Contrato con finalidad determinada expresada en el contrato, que
normalmente se cumple en un plazo menor al legal.
2.d. Obligaciones del locatario o inquilino
Sobre este aspecto, el DNU 320/2020 (art. 4) modifica lo pactado por las partes en
cuanto al canon convenido (por ej., pensemos en aquellos casos en los cuales se ha
pactado un alquiler "escalonado") y dispone un congelamiento del precio de los
alquileres, estableciendo que: "hasta el 30 de septiembre del año en curso, se
dispone el congelamiento del precio de las locaciones de los contratos de locación
de inmuebles contemplados en el artículo 9. Durante la vigencia de esta medida se
deberá abonar el precio de la locación correspondiente al mes de marzo del
corriente año. La misma norma regirá para la cuota mensual que deba abonar la
parte locataria cuando las partes hayan acordado un precio total del contrato. Las
demás prestaciones de pago periódico asumidas convencionalmente por la parte
locataria se regirán conforme lo acordado por las partes".
El art. 9 del DNU 320/2020, aclara luego cuales son los contratos de locación
alcanzados por las medidas dispuestas en el decreto: 1. De inmuebles destinados a
vivienda única urbana o rural. 2. De habitaciones destinadas a vivienda familiar o
personal en pensiones, hoteles u otros alojamientos similares. 3. De inmuebles
destinados a actividades culturales o comunitarias. 4. De inmuebles rurales
destinados a pequeñas producciones familiares y pequeñas producciones
agropecuarias. 5. De inmuebles alquilados por personas adheridas al régimen de
Monotributo, destinados a la prestación de servicios, al comercio o a la industria. 6.
De inmuebles alquilados por profesionales autónomos para el ejercicio de su
profesión. 7. De inmuebles alquilados por Micro, Pequeñas y Medianas Empresas
(MiPyMES) conforme lo dispuesto en la Ley 24467 y modificatorias, destinados a la
prestación de servicios, al comercio o a la industria. 8. De inmuebles alquilados por
cooperativas de trabajo o empresas recuperadas inscriptas en el INSTITUTO
NACIONAL DE ASOCIATIVISMO Y ECONOMÍA SOCIAL (INAES).
1) Si bien difiere la exigibilidad de la obligación del pago del canon, autoriza a cobrar
intereses compensatorios. No punitorios ni clausulas penales, ya que el
incumplimiento, se supone, no es imputable al deudor.
3) La libertad contractual permite negociar si las cuotas serán tres, cuatro, cinco o
seis, o sea, la modalidad de pago "en cuotas" no es -en principio- derogable por las
partes. Sin embargo, el propio DNU pareciera autorizar otra forma de pago
"distinta" siempre y cuando así se "pacte" y no sea más gravosa para el locatario
(por ej., ¿Solo dos cuotas con una importante quita, sin intereses
compensatorios?).
Ahora bien, la emergencia sanitaria no solo mira al locatario. El DNU 320/20
consagra una excepción a favor del locador, en virtud de la cual, cobra vigencia la
norma jurídica del CCyC, que hemos analizado para situaciones de "normalidad".
Según el art. 6, DNU 320/2020: "La diferencia que resultare entre el monto pactado
contractualmente y el que corresponda pagar por la aplicación del artículo 4,
deberá será abonada por la parte locataria en, al menos TRES (3) cuotas y como
máximo SEIS (6), mensuales, iguales y consecutivas, con vencimiento la primera de
ellas, en la misma fecha del vencimiento del canon locativo que contractualmente
corresponda al mes de octubre del corriente año, y junto con este. Las restantes
cuotas vencerán en el mismo día de los meses consecutivos. Este procedimiento
para el pago en cuotas de las diferencias resultantes será de aplicación aun cuando
hubiere operado el vencimiento del contrato".
d) Pagar cargas y contribuciones por la actividad.
El locatario tiene a su cargo el pago de las cargas y contribuciones que se originen
en el destino que dé a la cosa locada (por ejemplo, si es un restaurant debe pagar la
tasa municipal correspondiente a esa actividad comercial). No tiene a su cargo el
pago de las que graven la cosa (por ejemplo, impuesto inmobiliario, etcétera),
excepto pacto en contrario en el contrato de alquiler (art. 1209, CCyC).
En los tres casos, el locatario incumple con las obligaciones a su cargo consagradas
en el CCyC, esto es:
- Usar y gozar de la cosa conforme a lo pactado, o en su defecto conforme a la
naturaleza y destino de la cosa (art. 1205, CCyC).
- Conservar la cosa en buen estado (arts. 1206 y 1207, CCyC).
- Pagar el alquiler (art. 1208, CCyC); en este caso, se requiere que la falta de pago
sea de dos períodos o más, para evitar un posible abuso en el ejercicio de la
facultad resolutoria del locador.
En los dos primeros casos, se aplican las normas generales relativas a la resolución
contractual, esto es, lo dispuesto para la cláusula resolutoria implícita o expresa
(arts. 1086 a 1088, CCyC). En cambio, para la tercera causal (falta de pago) no rige el
procedimiento general. El art. 1223 dispone: "El procedimiento previsto en este
Código para la cláusula resolutoria implícita no se aplica a la demanda de desalojo
por las causas de los artículos 1217 y 1219, inciso c). Si el destino es habitacional, se
siguen los pasos fijados en el art. 1222".
Sin embargo, como ya vimos, la falta de pago del alquiler como supuesto que puede
dar lugar a la extinción contractual, ha sido modificado en los términos explicados
por los arts. 4, 6 y 7 del DNU 320/2020.
2.f. Efectos de la extinción
2.f.a) Desalojo
La extinción del contrato, cualquiera sea la causa, hace exigible la obligación del
locatario de restituir la cosa arrendada (art. 1230, CCyC). Si esto no ocurre, el
locador tiene derecho a promover un juicio de desalojo -regulado en todos los
códigos procesales- que tiene por finalidad que el juez ordene la desocupación del
inmueble y su entrega al locador.
El CCyC establece mecanismos mínimos, según sea la causa de extinción del
contrato. Véase:
Dispone su art. 2 que: "se suspenden, en todo el territorio nacional, hasta el día 30
de septiembre del año en curso, la ejecución de las sentencias judiciales cuyo objeto
sea el desalojo de inmuebles de los individualizados en el artículo 9° del presente
decreto, siempre que el litigio se haya promovido por el incumplimiento de la
obligación de pago en un contrato de locación y la tenencia del inmueble se
encuentre en poder de la parte locataria, sus continuadores o continuadoras -en los
términos del artículo 1190 del Código Civil y Comercial de la Nación-, sus sucesores o
sucesoras por causa de muerte, o de un sublocatario o una sublocataria, si hubiere.
Esta medida alcanzará también a los lanzamientos ya ordenados que no se hubieran
realizado a la fecha de entrada en vigencia del presente decreto. Hasta el día 30 de
septiembre de este año quedan suspendidos los plazos de prescripción en los
procesos de ejecución de sentencia respectivos".
Debe quedar en claro, entonces, que la suspensión del desalojo tiene lugar -en
principio- solo cuando el contrato de locación se extinguió por causa de falta de
pago del canon por la "emergencia sanitaria". O sea que, por ejemplo, si el locatario
no conservo la cosa en buen estado (arts. 1206 y 1207, CCyC), y el locador resolvió
el contrato y aquel no restituye el inmueble, el desalojo procede.
No obstante, por aplicación del art. 3, DNU 320/2020 pareciera inferirse que
tampoco podrá prosperar el desalojo cuando la relación locativa "continuo" -pese al
vencimiento del plazo- en los términos del art. 1218, CCyC y, el locatario, se acogió a
la prórroga de dicha relación jurídica hasta el 30/09/20.
2.f.b) Caducidad de la fianza
Según el art. 1225, CCyC: "Las obligaciones del fiador cesan automáticamente al
vencimiento del plazo de la locación, excepto la que derive de la no restitución en
tiempo del inmueble locado. Se exige el consentimiento expreso del fiador para
obligarse en la renovación o prórroga expresa o tácita, una vez vencido el plazo del
contrato de locación. Es nula toda disposición anticipada que extienda la fianza, sea
simple, solidaria como codeudor o principal pagador, del contrato de locación
original".
Así las cosas, la garantías personales tales como la fianza o la figura del principal
pagador mantendrán plena vigencia -a causa de la emergencia sanitaria- hasta el 30
de septiembre del año en curso o hasta que venza la prórroga opcional prevista en
el artículo 3, tercer párrafo del propio DNU, incluso, pueden extenderse más allá de
aquel plazo en aquellos casos en los que el locatario comience a pagar a partir de
octubre de 2020 las tres, cuatro, cinco y seis cuotas -según se haya convenido- en
concepto de alquileres impagos, o pagados parcialmente, o por la diferencia
existente entre el alquiler pactado y el alquiler congelado; estos tres últimos hechos
jurídicos ocurridos entre el 20/03/20 y el 30/09/20.
2.g. Exclusión
Según el art. 11 del DNU 320/2020: "Quedan excluidos del presente decreto los
contratos de arrendamiento y aparcería rural contemplados en la Ley Nº 13246 con
las excepciones previstas en el artículo 9 inciso 4, y los contratos de locación
temporarios previstos en el artículo 1199 del Código Civil y Comercial de la Nación".
Así las cosas, estas relaciones jurídicas locativas no son alcanzadas por la normativa
de emergencia.
2.h. Mediación obligatoria
Finalmente, el art. 12, DNU 320/2020, prevé un procedimiento de mediación
obligatoria al suspender por un año, a partir de la entrada en vigencia del presente
decreto, la aplicación del artículo 6 de la Ley 26589, para los procesos de ejecución
y desalojos regulados en este decreto (precisamente, esta Ley 26589, excluye la
mediación en este tipo de procesos).
Sin embargo, esta norma solo tiene aplicación en el ámbito de la justicia federal, ya
que en la materia procesal, las provincias no delegaron en la nación su potestad
regulatoria. Por ello, el propio DNU invita a las provincias y a la CIUDAD
AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES a establecer la mediación previa y obligatoria, en
forma gratuita o a muy bajo costo, para controversias vinculadas con la aplicación
del presente decreto.