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En una de las clases, había alumnos de América nava, de los elementos expresionistas del arte de
Latina, Norteamérica, Asia y Oriente Medio y, esa región, y lo contrastaba con rasgos del arte eu-
lógicamente, de varias partes de Europa. Todos ropeo continental, asiático, africano e incluso mee
ellos jóvenes bien educados con conocimientos soamericano. Un profesor más, tocó el tema de las
sólidos del mundo y una conciencia muy clara diferencias de identidad en el mundo, las razones
de la posición de sus respectivos países. Recuer- por las cuales las personas tenemos valores distin-
do que las discusiones y debates en los semina- tos y semejantes, los porqués de la consolidación
rios eran muy contrastantes, y cuando se hacía de algunas naciones en oposición a otras. Lo que
referencia a los intereses de las potencias en re- sucedía, de manera casi mágica, era que paulati-
lación con temas cruciales del poder, los grupos namente los alumnos entrábamos en un proceso
se dividi'an, al punto de que en ciertos temas, de entendimiento, más que de juicio y defensa de
como la globalización económica o el Oriente nuestras posiciones; en una lógica en la que la
Medio, la división era francamente radical. Así cultura era portadora de un mensaje cosmopoli-
llevamos el curso, con debates, preguntas y res- ta y de apertura. Curiosamente, estas clases nos
puestas de alguna manera predecibles de los ám- llevaron a hablar de música, deportes, televisión.
bitos económicos y politicos. cine, religión, cocina, y los grupos se esparcieron.
Ahora bien, cuando entramos al segmen- De aqui siguieron algunas reuniones, veladas y
to de la cultura en el campo internacional, sor- fiestas juntas. donde los temas de la cultura fue-
prendentemente, habia muchas más afinidades ron siempre puntos de unión y de convergencia.
que diferencias. Recuerdo una charla muy bien Recuerdo incluso cómo algunos compañeros con
moderada por una profesora que hablaba con mu- posiciones tradicionalmente contrarias por sus ori‘
cha elocuencia de las religiones en el mundo, sus genes nacionales. aprendían samba o cumbia en
diferencias pero también sus puntos en común y un salón de baile o cómo muchos fuimos con muy
muy importante, sus aportaciones civilizatorias. buen talante cultural a visitar museos o en a’nimo
Otro profesor habló de la escena artistica escandi- de diversión, a ver por televisión la final de futbol
Este capitulo tiene como objetivo establecer los vinculos, no siempre obvios, entre cultu-
ra y Ri. La idea es entender los procesos por los cuales las RI establecen vasos comunican-
tes con diversas nociones de cultura dentro de la disciplina. Para ello, propongo entender
la cultura como una herramienta de entendimiento v de creación de significados, con el
tin de establecer vínculos, comunicación y cooperación entre los pueblos y sus naciones.
Más adelante profundizare en esta propuesta inicial. Dado que hasta hace relativamente
poco tiempo la dimensión cultural no había sido tomada en serio por las RI, en general
se asume que esta interacción disciplinar es irrelevante o que no es problemática. En un
ensayo publicado en 1990, R. B. J. Waker hace explicito lo que denomina el descuido
dela cultura en las teorias de las RI, en el que habla de una tendencia de la disciplina
a ignorar los temas culturales, siendo que siempre han tenido mucho que aportar al
entendimiento del mundo.1 La razón principal por la cual los estudios de cultura se tor-
naron más necesarios en las RI es pragmática: no habia en la disciplina modelos teóricos
suficientemente robustos para entender la complejidad del mundo globalizado, por lo
Que se carecía de un aparato conceptual para dar sentido a la problemática de finales del
milenio. Las Rl se volvieron cada vez más flexibles e hicieron préstamos o apropiaciones
Así, los resultados de la exposición fueron muy positivos para México. Se logró
enviar el mensaje de la grandeza de la cultura mexicana a la sociedad norteamericana
para modificar parcialmente los estereotipos sobre la identidad, por lo menos en las
élites. De esta manera, la exposición, pensada desde una perspectiva externa, contaba
hacia el exterior un relato de un México milenario y hacia el interior dotaba de fuerza
las manifestaciones artísticas que son parte del orgullo nacional de ese país.
Creyendo, con Max Weber, que el hombre es un animal inserto en tramas de significa-
ción que e’l mismo ha tejido, considero que la cultura es esa urdimbre y que el análisis
de la misma ha de ser, por tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino
una ciencia interpretativa en busca de significaciones. Lo que busco es la explicación,
interpretando expresiones sociales que son enigma'ticas en su superficie.9
Asi dicho, la cultura es una herramienta heurística que permite, desde lo sim-
bólico, conferir sentido a la realidad internacional. Con esto, Geertz abre posibili-
10 Tomlinson 2000.
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Para terminar, presentaré una explicación de por qué la cultura puede ser una fuente de
conflictos o convergencia en el plano de los sistemas en las relaciones internacionales. Hay
dos debates clave. El primero refiere a la noción de civilización. En el siglo XIX, Oswald
Spengler argumentó que las culturas de la lu'storia de la humanidad tienen un desarrollo
orgánico y evolutivo, del que la parte final es la civilización, entendida en un sentido ne-
gativo, propiamente decadente.“ Ya en el siglo XX Arnold Toynbee utilizó la idea de civili-
14 i Huntington 1996.
15 I Buzan 2010, 22.
Conclusiones