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Epidemia

Epidemia (del griego epi, por sobre y demos, pueblo) es


una descripción en la salud comunitaria que ocurre
cuando una enfermedad afecta a un número de
individuos superior al esperado en una población
durante un tiempo determinado. Para evitar el
sensacionalismo que conlleva esta palabra, en ocasiones
se utiliza el sinónimo de brote epidémico o brote.1

En la actualidad el concepto es una relación entre una


línea de base de una enfermedad, que puede ser la
prevalencia o incidencia normales, y el número de casos
que se detectan en un momento dado. En este sentido, si
una comunidad se encuentra libre de una determinada
enfermedad, un solo caso constituye una epidemia. En
otras palabras, es un incremento significativamente
elevado en el número de casos de una enfermedad con
respecto al número de casos esperados. La epidemia de cólera en Londres en 1854 fue
estudiada por John Snow que realizó este mapa y
En el caso de que la epidemia se difundiera por varias que supuso el primer estudio epidemiológico. Los
regiones geográficas extensas de varios continentes o puntos muestran los casos de muerte. Las cruces
incluso de todo el mundo, se trataría de pandemia. En representan los pozos de agua de los que
caso de enfermedades que afectan en una zona bebieron los enfermos.
mantenida en el tiempo, se trataría de endemia.

El ritmo reproductivo básico en el modelo SIR simple es

donde es la tasa de infección (en tanto por uno) y coincide con la extensión del período infeccioso),
y la condición para el desencadenamiento de una epidemia es:

Índice
Etimología y significado
Fases de la epidemia
Endemia, epidemia, pandemia
Ciclos y olas
Desarrollo
Difusión
Seguimiento
Umbral epidemiológico
Modelado
Tratamiento y prevención
Impacto histórico de las epidemias
Véase también
Referencias
Enlaces externos

Etimología y significado
Aunque por su etimología griega (demos significa pueblo) la palabra se aplica originalmente a las
enfermedades que afectan a los humanos, también suele emplearse en el lenguaje cotidiano para hablar de
las enfermedades que afectan a grupos de animales (zoonosis).

De hecho, el término adecuado, epizootia, es menos conocido, y es común que para fenómenos médicos
idénticos entre animales y humanos sean designados por las mismas palabras en el lenguaje cotidiano.

El uso del término en el lenguaje cotidiano tiende asimismo a ignorar o confundir a la incidencia y la
prevalencia de la enfermedad. Así, por ejemplo, el calificativo de epidemia es a menudo erróneamente
limitado exclusivamente a los casos en que la prevalencia es importante, cuando hay numerosos individuos
enfermos sin tener en cuenta su número inicial, haciendo caso omiso de la incidencia normal. El término
también es utilizado de la misma manera por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para otros
fenómenos diferentes a las enfermedades infecciosas, tales como el rápido aumento de la obesidad en el
planeta.

Fases de la epidemia

Endemia, epidemia, pandemia

Una endemia es la presencia habitual de una enfermedad en una zona geográfica (la prevalencia positiva
incidencia (estable) puede convertirse en una epidemia si las condiciones ambientales lo permiten).

Posteriormente:

Puede que la epidemia se extienda y se convierte en una pandemia (caso del VIH)
Puede que la epidemia disminuya, la incidencia se convierte en muy baja, cero o negativa. Si
se mantiene localizada en el espacio, se convierte en una endemia limitada a ciertas regiones
(caso actual de la poliomielitis). También puede llegar a desaparecer al final.

Ciclos y olas

Las epidemias frecuentemente ocurren en ciclos u oleadas con una fase de auge rápido y una abrupta caída,
un cierto período de actividad baja y de nuevo un auge y caída. La gripe es un ejemplo perfecto de una
epidemia cíclica, con un ciclo anual o estacional. Las epidemias pueden desarrollarse en una o más olas,
como fue el caso de la gripe española en 1918-1919. Los modelos epidemiológicos han demostrado que,
bajo ciertas condiciones razonables, existen soluciones oscilantes, lo que explica que las epidemisas ocurran
en ciclos. Por ejemplo, el virus de la gripe común presenta tasas de infección diferentes en invierno y en
verano. Esa variabilidad estacional de la tasa de infección da lugar a un comportamiento cíclico (si la tasa de
infección fuera constante, los modelos más simples llevan a la conclusión de que el número de infectados
sería una tasa constante).

Desarrollo

Una epidemia también puede surgir sin una endemia previa, por ejemplo, a raíz de un accidente que provoca
la liberación de un vector patógeno en un entorno donde anteriormente era inexistente (prevalencia e
incidencia inicialmente cero). En tales circunstancias, solo algunos casos son suficientes para causar un
aumento muy significativo en la incidencia de la enfermedad y darle el carácter de una epidemia.

Difusión

Mark Bartholomew, investigador de la CEA, y un equipo mixto CEA-CNRS-Universidad de Indiana que ha


modelado la propagación de las epidemias a partir de bases de datos de la IATA, concluyó en 2008 que «el
avión es el factor clave de la propagación (de las epidemias) en todo el mundo (..) Las líneas en las que hay
grandes flujos de pasajeros, crean caminos preferentes para la enfermedad. El SARS llegó a Francia y
Canadá con vuelos procedentes de Hong Kong.» Por lo tanto, él cree que «incluso si se redujera en un 90 %
el tráfico aéreo - que parece difícil de alcanzarse -, esto limitaría muy poco el número de infecciones».2

En los animales, las epidemias se propagan principalmente por los animales migratorios (véase el ejemplo
de la gripe aviar).

Seguimiento

En el siglo XXI, las redes de médicos generales o médicos de los hospitales, los farmacéuticos y/o ciudades
llamadas centinelas realizan un seguimiento epidemiológico sobre la base de protocolos estandarizados, a
nivel local, regional, nacional y continental o incluso mundial en caso de enfermedades como la gripe.

Los expertos creen que las enfermedades emergentes, sobre todo las de origen animal, serán cada vez más
importantes con el crecimiento de la población, el hacinamiento urbano, los cambios climáticos, el aumento
del transporte de mercancías y de personas, el incremento de los factores mutagénicos y el contacto con
nuevos gérmenes.

Umbral epidemiológico

Un umbral epidemiológico, que corresponde a un número mínimo de enfermos en el momento T, se


establece para las principales enfermedades, a fin de comparar las tendencias epidemiológicas entre
ciudades, regiones, países o continentes en diferentes momentos.

Debajo de este umbral, no se habla de una epidemia. Por encima, las autoridades sanitarias pueden adoptar o
solicitar medidas de prevención y de precaución. El número de pacientes en ese tiempo describe, por lo
general, una curva con forma de campana.

La epidemia corresponde al crecimiento de una enfermedad endémica o la aparición de un gran número de


pacientes donde la enfermedad estaba ausente. Puede también reflejar la identificación de la mutación de un
patógeno que hace visible la gravedad de los síntomas de una enfermedad que antes era asintomática.
Modelado

Los investigadores están tratando de anticipar las epidemias para conseguir una mejor lucha contra ellas.
Para ello están procurando desarrollar y validar modelos matemáticos.

Parece que las conurbaciones y la promiscuidad alteran la ecología de los patógenos, lo que les permite estar
activos todo el año, aunque de manera discreta (se habla entonces de «ruido de fondo»).

Tratamiento y prevención

Entre los medios de lucha contra las epidemias figuran:

Prevención del contagio, que pasa históricamente por el aislamiento de los pacientes (p.ej.
cuarentena), que pueden ser objeto de medidas más específicas, según el modo de
contaminación. Por ejemplo, la separación de hombres y animales en el caso de las
enfermedades transmitidas por animales (gripe, gripe aviar), la máscara de respiración y
guantes desechables contra las enfermedades que se transmiten por el aire, como el SARS,
el preservativo para el sida, la descontaminación (p. ej., la desinfección del calzado en los
aeropuertos, en contra de la propagación de la enfermedad de las vacas locas), etc.
La vacunación de sujetos sanos
La búsqueda de tratamiento de fondo
El almacenamiento preventivo de vacunas y de tratamientos por los Estados.

Impacto histórico de las epidemias


Las menciones históricas de plagas y epidemias han
sido frecuentes en toda la historia. El libro del Éxodo
describe las plagas que Moisés hizo caer sobre Egipto, y
muchas otras menciones bíblicas hablan de brotes
epidémicos. Por ejemplo, la Biblia menciona la decisión
de Senaquerib, rey de Asiria, de abandonar su intento de
conquistar Jerusalén en 700 a. C. debido a que sus
soldados estaban enfermos (Isaías 37, 36-38).

Los cronistas antiguos y medievales usan el término


plaga para hablar de dichos episodios, debido a la
creencia antigua de que las epidemias se debían a un
El triunfo de la muerte, óleo de Pieter Brueghel el
castigo divino por una conducta pecaminosa. Con la
Viejo que describe alegóricamente una epidemia
aparición del sida, diversos grupos llegaron a difundir la
de peste.
idea de que dicha enfermedad era un castigo por una
conducta inmoral. Esas visiones han supuesto
históricamente un obstáculo para la prevención y el
control de las epidemias.

Otras referencias históricas dejan claro el impacto histórico de brotes epidémicos y su efecto en el curso
histórico de los acontecimientos. La caída de imperios ha sido atribuida directa o indirectamente a
enfermedades epidémicas. En el siglo II d. C. las llamadas "plagas del reinado de Antonino" (posiblemente
sarampión y viruela) se expandieron por el Imperio romano, causando estragos y una importante reducción
de la población, así como dificultades económicas. Esa situación habría facilitado la intensificación de
ataques de los bárbaros y finalmente el debilitamiento del imperio. El Imperio Han en China colapsó en el
siglo III después de una serie de eventos similares a los registrados en el Imperio romano. La derrota a
manos de Hernán Cortés de una población numéricamente muy superior del Imperio azteca, por parte de
unos pocos europeos apoyados por sus aliados indígenas, estuvo influida por los efectos desastrosos que los
gérmenes de origen europeo tuvieron sobre las poblaciones americanas. La viruela no sólo se expandió por
Mesoamérica, sino que al parecer se propagó más al sur, y pudo ser un factor importante el debilitamiento
del Imperio incaico subyugado por Francisco Pizarro unos años más tarde. En México se estima que la
población entre 1519 y 1530 se redujo de unos 20-30 millones a 2-3 millones.

En Europa, la peste negra procedente de Asia mató a millones de personas desde su aparición en 1346 hasta
su erradiciación definitiva. Entre 1346 y 1350 murió entre un cuarto y un tercio de la población europea por
culpa de la peste negra. Tras ese brote inicial, hubo brotes recurrentes durante más de 300 años. Uno de los
brotes más notables fue la gran peste de Londres (1665-66) o la plaga italiana (1629-1631). Como la plaga
golpeó unas regiones pero no otras, los diversos brotes de peste tuvieron un efecto notorio en el desarrollo
político y económico de Europa desde la Edad Media. En la última plaga de peste bubónica en Francia
(1720-22), falleció la mitad de la población de Marsella, un 60 % de la de Toulon, el 44 % de la de Arlés y
un 30 % de la de Aix-en-Provence y Aviñón, aunque el brote no se había expandido fuera de la Provenza.

El historiador W. H. McNeill argumenta, en su Plagues and Peoples, que la propagación de enfermedades


infecciosas ha sido un factor importante en el desarrollo histórico. Por ejemplo, hubo un marcado
incremento de la población durante el siglo XVIII, la población de China pasó de 150 millones en 1716 a
313 millones en 1794 y la población de Europa creció de 118 millones en 1700 a 187 millones en 1800. Si
bien hubo muchos factores implicados en dicho incremento, incluyendo cambios en la edad de matrimonio y
mejoras tecnológicas que llevaron a un aumento de los suministros, esos factores no serían importantes para
explicar por sí mismos tales incrementos. Los estudios demográficos indican que una explicación
satisfactoria requiere el reconocimiento de una disminución de la mortalidad debida a episodios epidémicos.

Véase también
Anexo:Cronología de las pandemias
Epidemiología
Endemia
Pandemia
Gripe aviar
Gripe A (H1N1)
Peste
Pandemia de enfermedad por coronavirus de 2019-2020

Referencias
1. Consuel0 Ibáñez Martí. Salud Pública y algo más. 28 de febrero de 2007. (http://weblogs.madri
masd.org/salud_publica/archive/2007/02/28/60163.aspx)
2. La Tribune, 3 de septiembre de 2008, p. 33

Enlaces externos
European Centre for Disease Prevention and Control (http://www.ecdc.europa.eu)
International Epidemiological Association (https://web.archive.org/web/20101127143509/http://
www.dundee.ac.uk/iea/) (IEA)
A Dictionary of Epidemiology (https://web.archive.org/web/20121019021432/http://www.oup.co
m/us/catalog/general/subject/Medicine/EpidemiologyBiostatistics/~~/dmlldz11c2EmY2k9OTc4
MDE5NTMxNDUwMg%3D%3D) (IEA)
People's Epidemiology Library (https://web.archive.org/web/20120323082628/http://www.epide
miology.ch/history/betaversion.htm)
DGS-urgent (https://web.archive.org/web/20090725071713/https://dgs-urgent.sante.gouv.fr/),
liste de diffusion de la Direction générale de la santé (Ministerio de Sanidad de Francia)

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Esta página se editó por última vez el 27 abr 2020 a las 01:25.

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