Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Acción procesal (del latín “agüere”, ‘obrar’). Poder jurídico que tiene todo sujeto de
derecho, consistente en la facultad de acudir ante los órganos de jurisdicción, exponiendo
sus pretensiones y formulando la petición que afirma como correspondiente a su derecho
vulnerado.
La acción es el medio que otorga el Derecho para poder llevar una pretensión jurídica a la
justicia a través de una demanda.
DEFINICIONES
Couture, E. J. “Es el poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho, consisten-te en la
facultad de acudir ante los órganos de la jurisdicción, exponiendo sus pretensiones y
formulando la petición que afirma como correspondiente a su derecho”
Floreano, E. “La acción es un derecho público subjetivo contra el Estado para que este
conceda tutela jurídica”.
Todos los habitantes de una sociedad organizada tienen esa potestad de acudir ante el
órgano jurisdiccional para que se concrete la seguridad jurídica frente a un derecho.
Consecuentemente la jurisdicción, la acción y el proceso forman el triángulo de la teoría del
derecho procesal.
La jurisdicción y la acción no pueden “caminar” por si solos, sino que tiene que haber otra
institución que permita el desenvolvimiento de ambos, nos referimos al proceso. Este es el
instrumento que permite concretar, en términos generales, la marcha de la jurisdicción y
de la acción. Esta es la importancia del proceso.
CARACTERES
Potestativo. “Desde el punto de vista concreto se dice que es un derecho autónomo, pero a
su vez potestativo, en contraposición a los que dice la teoría abstracta. Lo del derecho
potestativo en el sentido de que el ciudadano no está obligado a utilizar ese poder o como
en diversas circunstancias el ciudadano no puede usarlo, por ejemplo, porque no puede
pagar los servicios de un abogado”.
Genérico y Público. Porque la acción está regulada por normas sustantivas de carácter
público.
Concreto. Es un derecho concreto en el sentido de que le incumbe a una persona en
particular cuando ha sido reconocido uno de sus derechos subjetivos.
Son:
• La posibilidad jurídica.
• El interés procesal.
• La legitimación en la causa.
Estos tres requisitos están regulados por el código de procedimiento civil, generalmente
como cuestiones previas (o cuestiones privatorias) o excepciones.
Sin ese requisito no podemos ejercer la acción, menos la pretensión. Ejemplo “ Si yo dueño
con un título de un bien inmueble de un terreno y, a dicho terreno se ingresa otra persona
sin justo título la acción o pre-tensión para recuperar ese bien se encuentra protegido por el
derecho civil a través de una acción reivindicatoria, o propiamente podré deducir una
demanda que contenga una pretensión de mejor derecho de propiedad, pero nunca podré
plantear lo mismo sobre el oxígeno, aunque se considera un bien de la vida, no está
regulada en cuanto a su propiedad o su tenencia, porque el oxígeno es de todos.
Interés Procesal. Es el móvil interior subjetivo que tiene el demandante. El actor tiene que
tener un interés. Ejemplo “Si mi terreno está en Achumani, no voy a permitir que nadie se
entre porque el valor del mismo es alto, pero si tengo uno en la punta del cerro su valor es
bajo, además pagar al abogado en la defensa del terreno va costar más, entonces no
defiendo mi terreno. Es por eso que interés es subjetivo, puedo tener o no interés en
defender lo que es mío”. Por eso el interés procesal se la conoce como el interés de actuar,
en otras palabras, el de acudir ante un profesional, consultar, es decir hacer presentar
demanda.
Legítimo.
Cierto.
Actual. Se refiere a que el interés sea presente, no futuro ni incierto. P.ej., un
contrato de préstamo, donde el deudor paga sagradamente el acreedor no puede
iniciar una acción ejecutiva sino solo hasta después de que se haya cumplido el
plazo o este en mora.
Directo. Es decir, una obligación sólo se resuelve entre las partes contratantes.
Modernamente se habla de los intereses o derechos difusos.
Este es un sub requisito del interés procesal. Si bien el interés procesal debe ser directo, en
la actualidad se ha violentado los intereses populares con la masificación del consumo,
donde individualmente no se nota la vulneración de derechos, pero si se notan en la masa
poblacional.
Ej., una empresa vende productos en mal estado, si bien no todos lo compran, pero se ha
vulnerado el derecho a productos en buen estado de la sociedad. Entonces si ocurre esto
cualquiera, inclusive el que no ha comprado el producto, puede acudir a los tribunales y
accionar su pretensión a un pro-ducto en buen estado.
Elementos de la Acción
Cuando hablamos de los elementos de la acción en realidad nos estamos refiriendo a la
estructura de la pretensión. La mayoría de los tratadistas hablan de elementos subjetivos y
elementos objetivos. El elemento subjetivo. Se refiere básicamente a los sujetos de la
relación procesal:
El demandante que ejerce la pretensión a través de la demanda; el demandado que puede
reconocer esa pretensión, desconocer o reconvenir, y el juez frente al cual se actúa.
El elemento objetivo, son los elementos materiales que permite la transformación del
derecho vulnerado. O de acuerdo a la naturaleza de un proceso: la creación de un nuevo
derecho, el reconocimiento de un derecho, o la modificación de un estado el casado en
divorciado.
Los elementos en consecuencia son:
Los sujetos,
El Objeto,
La Causa.
Los sujetos.
Se debe diferenciar entre sujeto y parte procesal. Se llama parte procesal a aquella persona
que tiene interés directo legítimo y actual. En materia civil se habla de partes procesales
porque el interés adquiere relevancia privada, particular. Se llama sujeto procesal en
materia penal, por-que el interés no se convierte en particular sino más bien es público,
porque es el Estado quien impone la sanción.
El objeto.
Elemento objetivo y base material que en determinado momento ha sido vulnerado y que
pondrá en ejercicio la acción, la pretensión a través de la demanda.
La causa.
(O causa pretendí) Es la razón jurídica de la acción y de la pretensión. Es decir, se asimila a
la posibilidad jurídica porque la causa necesariamente tiene que estar amparada por el
derecho sustantivo.
Es decir, frente a la razón del hecho histórico, encontramos la razón jurídica.
Definición de seguro
Guillermo Cabanellas de Torres nos indica que seguro es: “Un contrato aleatorio, por el
cual una de las personas llamada asegurador se compromete a indemnizar los riesgos que
otra persona llamada asegurado sufra, o a pagarle determinada suma a éste mismo o a un
tercero llamado beneficiario en caso de ocurrir o no ocurrir el acontecimiento de que se
trate, a cambio del pago de una prima en todo caso.”
El negocio del seguro se encarga de cubrir un campo bastante extenso de la actividad del
hombre. De ello depende de que no exista solamente como protector del ser humano, sino
que también del patrimonio perteneciente al mismo y de la actividad de orden social que
lleva a cabo.
Jorge Garrido y Comas nos señala que: “Por el contrato de seguro el asegurador se obliga,
mediante la percepción de una cuota o prima, a realizar la prestación convenida, al
asegurado o a los beneficiarios por el designados, de producirse la eventualidad prevista en
el contrato relativa a la persona o bienes del asegurador.”
Bilateral Es bilateral desde el momento en que las dos partes se obligan recíprocamente.
Oneroso Es oneroso porque las partes se gravan recíprocamente y por su misma naturaleza
mercantil.
Aleatorio El artículo 1591 de nuestro Código Civil, en el segundo párrafo dice que un
contrato: “Es aleatorio, cuando la prestación debida depende de un acontecimiento incierto
que determina la ganancia o pérdida, desde el momento en que ese acontecimiento se
realice”. En la doctrina, Bulló dice: “El seguro es típicamente aleatorio, pues la promesa
que al contratar formula el asegurador, de pagar una indemnización o de cumplir una
prestación depende absolutamente de la ocurrencia de un suceso futuro e incierto, que
podría o no suceder, que tiene un rol aleatorio.
Por adhesión Es un contrato por adhesión, esto quiere decir que el contrato de seguro se
formaliza en un documento llamado póliza de seguro, cuyas cláusulas generales son
impuestas por el asegurador, previo registro en la Superintendencia de Bancos, artículo 36
de la Ley de la Actividad Aseguradora. Anteriormente a esta Ley, los textos de los
contratos de seguro eran autorizados y aprobados por la Superintendencia de Bancos, pero
ahora, y de conformidad con el Acuerdo No.33-2014 de fecha 20/11/2014 del
Superintendente de Bancos, esos textos serán únicamente registrados y autorizados, pero no
aprobados por ese ente fiscalizador (Artículo 2 del Anexo al Acuerdo 33-2014). La
intervención del Estado en la revisión de los planes de seguro y sus textos, tiene por objeto
evitar que se incluyan cláusulas abusivas que perjudiquen al asegurado.
De buena fe Nuestro Código civil incluye en varios de sus artículos relacionados con los
derechos y obligaciones en el contrato, la obligación de actuar de buena fe en la
contratación, pero en el contrato de seguro esta característica es más imperativa, para los
contratantes, especialmente para el asegurado.
El riesgo El riesgo lo define nuestro Código de comercio en el artículo 875, como: “...la
eventualidad de todo caso fortuito que pueda provocar la pérdida prevista de la póliza”. En
27el párrafo final del citado artículo, dice: “Los hechos ciertos, o los físicamente
imposibles, no constituyen riesgo y no pueden ser objeto del contrato de seguro, salvo la
muerte”. En la actividad aseguradora y el contrato de seguro, el único riesgo cierto, es la
muerte. La fecha o día de su acaecimiento, es lo incierto.
Sin embargo, el riesgo merece un análisis más profundo en su concepción jurídica y
económica.Villegas Lara, dice: “El riesgo para que sea objeto del seguro, debe reunir una
serie de requisitos establecidos por la doctrina y la legislación. Estos requisitos son los
siguientes:
Posible. Un riesgo asegurable debe ser posible. No puede admitirse como tal una
eventualidad que no estuviera dentro de un margen de posibilidad de suceder.
¿Podríamos asegurarnos contra los daños que causaría el riesgo de que el sol ya no
diera calor? No, porque sería un riesgo imposible de darse en un plazo
racionalmente inmediato.
La Póliza
La póliza es el elemento formal del contrato de seguro. Es aquel documento que fue
redactado con anterioridad que contiene en el mismo el contrato de seguro. La póliza
formaliza de manera definitiva el contrato de seguro. El perfeccionamiento del mismo
ocurre antes de que el documento sea extendido, debido a que es un negocio jurídico que
cuenta con carácter consensual que debe de probarse por otros distintos medios como la
confesión del asegurador de aceptar la contratación de un determinado seguro o bien
mediante otro distinto medio como que su proposición relacionada a la contratación ha sido
contratada.
También la citada norma, en su Artículo 888 nos señala lo siguiente: “A falta de póliza, el
contrato de seguro se probará por la confesión del asegurador, de haber aceptado la
proposición del asegurado, o por cualquier otro medio, si hubiere un principio de prueba
por escrito”.
Las funciones que realiza la póliza Distintas son las funciones que lleva a cabo la póliza,
siendo las mismas las que a continuación se dan a conocer:
Función determinante
Es aquella función en la cual el contenido tanto particular como general de cada
contrato de seguro es determinado mediante el contencioso que tiene la póliza,
según es determinado de manera general, tal y como lo indica el Código de
Comercio, Decreto número 2-70 del Congreso de la República de Guatemala y sus
reformas en su Artículo 887 al indicarnos lo siguiente: “El asegurador estará
obligado a entregar al asegurado una póliza que deberá contener:
El lugar y fecha en que se emita.
Los nombres y domicilio del asegurador y asegurado y la expresión, en su caso, de
que el seguro se contrata por cuenta de tercero.
La designación de la persona o de la cosa asegurada.
La naturaleza de los riesgos cubiertos.
El plazo de vigencia del contrato, con indicación del momento en que se inicia y de
aquel en que termina.
La suma asegurada.
La prima o cuota del seguro y su forma de pago.
Las condiciones generales y demás cláusulas estipuladas entre las partes.
La firma del asegurador, la cual podrá ser autógrafa o sustituirse por su impresión o
reproducción.
Los anexos y endosos deben iniciar la identidad precisa de la póliza a la cual
correspondan y las renovaciones, además, el período de ampliación de la vigencia del
contrato original”.
Función normativa
Es aquella en la cual por ser el documento en el cual se encuentra el contrato de seguro,
entonces la póliza se encarga de reglamentar tanto los derechos como las obligaciones de
las partes, acorde a las diversas disposiciones de nuestra legislación mercantil vigente. La
póliza nunca podrá contradecir las disposiciones imperativas relacionadas a la ley en
Guatemala.
Función probatoria
Es aquella función en la cual la póliza se encarga de probar que efectivamente existe un
determinado contrato de seguro, con la salvedad de que el mismo no es el único medio para
una efectiva convicción.
Función traslativa
La función traslativa es aquella que es de utilidad para el traslado de las diversas
legitimaciones que ocurren en los sujetos de la relación jurídica, además sirve para
otorgarle la calidad de asegurador o de asegurado.
Función de título ejecutivo
Para que una acción pueda hacer efectiva la reclamación de un derecho indemnizatorio es
necesaria la presencia de un seguro de daños, el cual se deberá obligatoriamente plantear en
un juicio sumario, a excepción de que la cantidad por reclamarse se hubiera establecido
previamente.
La reposición de la póliza
Por el carácter documental, con el cual cuenta la póliza, la misma puede destruirse o bien
extraviarse. Al respecto el Código de Comercio, Decreto número 2-70 del Congreso de la
República de Guatemala, en su Artículo 890 nos indica lo siguiente: “En caso de que se
extraviare o destruyere una póliza a la orden o al portador, quien se considere con derecho
al seguro podrá pedir, que, a su costa, el asegurador o el juez del domicilio, si aquél se
negase, publique un aviso en el Diario Oficial y en otro de los de mayor circulación en el
país, mediante el cual se haga saber que la póliza cuyas características se describirán de
modo de individualizarla debidamente, quedará sin valor alguno treinta días después de la
publicación, si nadie se opusiere a ello.
Las partes del contrato de seguro las constituye el asegurador, el tomador del contrato, el
asegurado y el beneficiario. Estas partes del contrato de seguro, las encontramos en las
definiciones del Código de comercio (Art. 875), con la salvedad de que en dichas
definiciones aparece el término solicitante (2º.), que se identifica con las características y
funciones del tomador del contrato de seguro, es decir, del asegurado.
El asegurador
En Guatemala el asegurador, debe ser una empresa mercantil autorizada conforme a la Ley
de la Actividad Aseguradora. Para ser asegurador se debe cumplir lo que establece el
artículo 6 de esta ley, que dice: “Constitución. Las aseguradoras o reaseguradoras privadas
nacionales deberán cumplir los requisitos siguientes:
El Tomador
Al tomador se le conoce también como contratante del seguro, y aparece cuando el seguro
se contrata por cuenta de un tercero. A este sujeto el Código de comercio en el artículo 875,
lo identifica como solicitante y dice que es: “la persona que contrata el seguro, por cuenta
propia o por la de un tercero determinado o determinable que traslada los riesgos al
asegurador” ; y se obliga al pago de la prima del contrato. Generalmente el contrato de
seguro es nominativo en cuanto al beneficiario, que puede ser el propio asegurado, excepto
el caso del seguro de responsabilidad civil, que asegura uno o varios riesgos por daños a
terceros, en las personas o sus bienes.
En el seguro de personas se puede contratar un seguro sobre la vida de un tercero, para
garantizar, por ejemplo, el pago de una deuda que haya contraído el asegurado con el
tomador o acreedor, pago que se hará efectivo con la indemnización en caso de
fallecimiento del asegurado. El pago de la prima la puede hacer el tomador o el asegurado a
voluntad de las partes. En el seguro de daños también se puede contratar un seguro sobre el
bien de un tercero, especialmente si la compra de ese bien fue financiada. En este caso, el
tomador del seguro será el acreedor, para que, en caso de siniestro, el producto de la
indemnización pague la deuda que haya contraído el asegurado.
El asegurado
En el Código de comercio en el artículo 875, se define al asegurado como: “la persona
interesada en la traslación de los riesgos”. Ser titular del interés asegurable significa, el
tener incorporado al patrimonio una relación económica lícita con una cosa o con un hecho.
No requiere, exclusivamente, del derecho de propiedad o una relación de dominio, pues
bastará una vinculación de la cual se obtiene un provecho, una utilidad o una ganancia.
El beneficiario
Por último, otro sujeto del contrato de seguro, también se encuentra en las definiciones
citadas del artículo 875 del Código de comercio, así: “Beneficiario: la persona que ha de
percibir, en caso de siniestro, el producto del seguro” (4º.). Como norma jurídica, es
lacónica pero expresiva, porque en definitiva el beneficiario es la persona a quien le
corresponde contractualmente, por derecho propio, la calidad de acreedor de la obligación
del asegurador.
Seguro de Daños
Diversos tipos de daños existen y que pueden ocurrirle a los bienes correspondientes de una
determinada persona. El propio desarrollo de la civilización es determinante para la
producción de distintos objetos sobre los cuales los seres humanos tienen un determinado
interés para que no les ocurra un siniestro; lo cual es condicionante para la expectativa
existente de la concurrencia de riesgos de distinta naturaleza.
El seguro de daños en general es aquel cuya existencia es de utilidad para prever cualquier
daño de los que no se encuentran asignados a otros en especial, como lo son los seguros de
incendio, de responsabilidad civil, de transporte, de automóvil, agrícola y ganadero.
El seguro en mención, es tanto de manera específica como general, un seguro de mera
indemnización, debido a que la finalidad del mismo es brindar una reparación de orden
económico que sea equivalente a la pérdida ocurrida por el siniestro ocurrido.
El seguro múltiple
El mismo bien puede ser asegurado por dos o más aseguradoras, por igual interés o riesgo,
lo cual conforma el seguro doble. Si en el momento de que ocurre un siniestro determinado,
ocurrieran los reclamos por parte del asegurado, entonces podría ocurrir el caso de que la
cantidad de las indemnizaciones fuera mayoritaria al verdadero valor objetivo del daño
ocasionado, lo cual generaría como respuesta un enriquecimiento y no una indemnización.
La indemnización
La indemnización a la cual se encuentra obligado el asegurador es aquel valor del interés
asegurado o el valor correspondiente del seguro, siempre dentro de los límites de la suma
asegurada y continuando con los lineamientos de la póliza correspondiente. Dicha
indemnización abarca, el daño que viene a ser aquel interés asegurado o el valor del seguro,
el cual es valorado al momento de que ocurra el siniestro. También, pueden ser asegurados
los rendimientos probables y los provechos esperados, en los cuales la forma de
determinación de la cuantía del daño, así como la posibilidad de la existencia de la
indemnización, no se encuentran en sujeción a un análisis con carácter objetivo.
Es aquel cuyo objetivo es la indemnización del daño sufrido por un bien, derivado de la
acción del fuego. En nuestro país ocurren incendios en establecimientos comerciales que
ocasionan serias pérdidas en la actividad económica del país o en intereses de orden
particular.
“En el seguro contra incendio, el asegurador responderá no solo de los daños materiales
ocasionados por un incendio a principio de incendio, de los objetos comprendidos en el
seguro, sino por las medidas de salvamento y por la desaparición de los objetos asegurados
que sobrevenga durante el incendio, a no ser que demuestre que se deriva de hurto o de
robo”.
El asegurador no responderá de las pérdidas o daños causados por la sola acción del calor o
por el contacto directo o inmediato del fuego, o de una sustancia incandescente, si no
hubiera incendio o principio de incendio, es decir llamas o combustión”.
La norma anteriormente mencionada, indica en su Artículo 949 que: “En el seguro contra
incendio se entenderá como valor indemnizable:
Para las mercaderías, productos naturales y semovientes, el precio de mercado del día del
siniestro.
Para los edificios, el valor de reconstrucción del que se deducirá el demérito que hubieren
sufrido antes de ocurrir el siniestro.
Seguro de Transporte
En nuestra sociedad guatemalteca, dicho seguro cuenta con una cobertura elevada, debido a
que en nuestro Código de Comercio, Decreto número 2-70 del Congreso de la República de
Guatemala y sus reformas, se determinó un seguro genérico aplicable a toda vía de
navegación. La función primordial del mismo es la de cubrir todos aquellos medios de
transporte, frente a los riesgos a los cuales se sujetan los mismos, debido a la
transportación.
La indemnización
El monto de la indemnización es determinado objetivamente, y el mismo no pasara de la
suma asegurada; si es en relación al medio de transporte, se llevan a cabo expertajes para
determinar la diferencia de valor que se tendría como nuevo y como usado, para así fijar la
cantidad a pagar. El siniestro puede llegar a ocasionar una pérdida total del objeto que se
encuentra asegurado o bien ocasionar daños que lo hagan inservible. En dichos casos se
debe reclamar el pago total del seguro, abandonando el objeto, lo cual quiere decir el
traslado del dominio a favor del asegurador.
Seguro de Automóviles
El seguro de automóviles es una clase de seguro de daños, el cual se contrata común mente
dentro del mercado de previsión de riesgos, la existencia de un gran número de vehículos,
así como los riesgos que se corren como conductor o propietario, genera que dicho seguro
cuente con una variedad de consignaciones relativas a su cobertura.
Dicho seguro no cuenta con una función determinada que garantice el pago a terceros, su
característica fundamental es de cubrir el vehículo como objeto de propiedad, y según el
contenido en la póliza los siniestros que influyen en la integridad física de las personas. Al
respecto el Código de Comercio, Decreto número 2-70 del Congreso de la República de
Guatemala y sus reformas en su Artículo 990 nos indica que:
Seguro de Personas
Los diversos planes de seguro de personas son presentados de forma tan variada, siendo los
mismos los que a continuación se indican:
El seguro de accidentes
Es aquel seguro que la legislación guatemalteca considera como un seguro de personas y
cuenta con la finalidad de la reparación del daño que es sufrido por un determinado hecho
que lesiona la integridad física de las personas, de acuerdo a los valores determinados en la
póliza correspondiente.
El seguro de enfermedad
Es aquel seguro de menos comercialización en comparación al seguro de vida. Dicho
seguro se encarga de cubrir los daños ocasionados por una dolencia física provocada por
enfermedades que se han previsto en la póliza. En dichos casos la persona pierde su
capacidad de trabajar, y por ello el seguro le pretende asegurar un sustituto de orden
económico. Nuestra sociedad guatemalteca, la mayoría de dichos riesgos son cubiertos por
la seguridad social, pero solamente para aquellas personas que son beneficiarias de
conformidad con la ley; y como seguro privado existe variados aseguradores que ofrecen
diversas coberturas sobre enfermedades.
El Reaseguro
Una clasificación general, de los principios doctrinarios del contrato de reaseguro, es la que
tomaremos de la tesis propuesta por Girón Migoya, siendo la siguiente:
"Autonomía; entre el seguro directo y el reaseguro existe una relación que no les priva de
su autonomía. Ambos contratos son diferentes y los contratos de uno y otro son distintos
asf como las condiciones de los mismos, la cuantía de ios riesgos amparados y su forma.
Dependencia del reaseguro; el contrato de reaseguro depende del de seguro, ya que debe
su existencia a este último. En consecuencia, cualquier alteración, del contrato de seguro
directo que afecte al riesgo asegurado, repercutirá en el de reaseguro en forma directa.
La gestión del riesgo corresponde al asegurador directo; tanto la gestión del riesgo
como el ajuste del siniestro. Dado el caso, corresponden al asegurador directo; salvo en
reaseguros especiales en los que los reaseguradores cubren la mayor parte del riesgo, en
cuyo caso puede existir cláusula que fija el derecho del reasegurador a intervenir en et
ajuste de la perdida estimada en más de cierta cantidad.
E-grafía
http://ermoquisbert.tripod.com/pdfs/accpro.pdf
http://biblioteca.oj.gob.gt/digitales/41598.pdf
https://www.monografias.com/trabajos93/los-principios-procesales/los-principios-
procesales.shtml
http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/04/04_7780.pdf
http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/04/04_14215.pdf
http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/04/04_10846.pdf