Está en la página 1de 3

Causas y consecuencias de la muerte de Jesús

-Sobre las causas de la muerte de Jesús se ha escrito mucho y bien, especialmente


desde la teología latinoamericana de la liberación (Ignacio Ellacuría, Jon Sobrino,
Juan Luis Segundo, Leonardo Boff). También teólogos europeos como Moltmann,
Duquoc, González Faus, J. Mª Castillo, Julio Lois, J. Antonio Pagola y otros han
publicado sobre el tema. Sin olvidar a su vez a los teólogos africanos,
especialmente a Albert Nolan1. Desde el ámbito de la exégesis, creo que el estudio
más serio que se conoce es el de Raymond E. Brown2. Pero, si tuviera que hablar
desde mi propia experiencia, ¿qué puedo decir sobre esta cuestión tan central en la
vida de Jesús? Soy consciente que sobre este tema tengo que expresarme más
desde lo que he leído, no así desde lo que he vivido. Todavía no he experimentado
en mi piel lo que es la persecución a causa del compromiso por la justicia, que
hunde sus raíces en una verdadera experiencia en el Dios de Jesucristo. A quien
sigue a Jesús con todas sus consecuencias, eso le va a acarrear persecuciones e
incluso la muerte. Todos sabemos que Jesús acabó en la cruz por la forma y el
estilo de vida que vivió. Para aquellos que dejan a Dios ser Dios y viven para Él, el
destino será como el de Jesús

Los patriarcas y sus misiones

En la época En que vivía Abraham, las Familias en sí agrupaban en tribus o clanes.


Cada tribu tenía su Patriarca, era un personaje del que se esperaba la palabra, su
capacidad, para solucionar los Conflictos y para dar consejos sabios.

LOS PATRIARCAS EN LA BIBLIA

- Los patriarcas que aparecen en la Biblia no sólo eran importantes desde el punto
de vista de la vida y la organización de la tribu. Eran líderes espirituales. Tenían una
especial relación Con Dios y eran intermediarios entre el pueblo y Dios.
- Abrahán, Isaac y Jacob y José, eran los patriarcas principales de los que habla la
Biblia. De su descendencia nació el Hijo de Dios. A través de ellos, los Israelitas
conocieron a Dios.

Los mártires del cristianismo


-Los mártires son los cristianos que dan testimonio de la verdad en las enseñanzas
de Cristo, prefiriendo la muerte y el sufrimiento a la renuncia de la fe.

A menudo, cuando se está en medio de una tarea desagradable, la gente suele


decir: “Esto es un martirio”. Pareciera que las imágenes de los primeros
cristianos que son decapitados o colgados por prevalecer en su fe muestran el
martirio como sólo sufrimiento. Sin embargo, martirio no sólo implica
sufrimiento, sino virtud y alegría, pues es un testimonio de fidelidad en la
vida y acciones de Cristo.

Los mártires pretenden mostrar que las enseñanzas de Cristo son verdaderas
y valiosas, para lo cual testifican con su vida. También pretenden unirse, en
caridad, a la verdad de Cristo.

San esteban diacono

Esteban fue un diácono de la Iglesia primigenia de Jerusalén y protomártir (de los


primeros mártires) del cristianismo. Se granjeó la enemistad de varias sinagogas por
sus enseñanzas. Fue acusado de blasfemia. En su juicio, Esteban dio un largo discurso
criticando a las autoridades  judías que le juzgaban. Fue condenado a la lapidación. Su
martirio fue contemplado por Saulo de Tarso, un fariseo que, posteriormente, se hizo
seguidor de Jesús.

La única fuente de información sobre Esteban es el libro Hechos de los apóstoles del


Nuevo Testamento de la Biblia. Era un judío de lengua griega. Los judíos helénicos le
escogieron para que organizara una distribución más justa de los recursos entre las
viudas de esa comunidad.

Saulo de tarso

Pablo de Tarso, de nombre judío Saulo de Tarso o Saulo Pablo, y más conocido


como san Pablo es llamado el Apóstol de los gentiles, el Apóstol de las naciones, o
simplemente el Apóstol. Fundador de comunidades cristianas, evangelizador en varios
de los más importantes centros urbanos del Imperio romano tales
como Antioquía, Corinto, Éfeso y Roma, y redactor de algunos de los primeros escritos
canónicos cristianos incluyendo el más antiguo conocido, la Primera epístola a los
tesalonicenses, Pablo constituye una personalidad de primer orden del cristianismo
primitivo, y una de las figuras más influyentes en toda la historia del cristianismo.

El edicto de Milán y Constantino de 1


El Edicto de Milán (en latín, Edictum Mediolanense), conocido también como La
tolerancia del cristianismo, fue promulgado en Milán en el año 313 y en él se establecía
la libertad de religión en el Imperio romano, dando fin a las persecuciones dirigidas por
las autoridades contra ciertos grupos religiosos, particularmente los cristianos. El edicto
fue firmado por Constantino I el Grande y Licinio, dirigentes de los imperios romanos de
Occidente y Oriente, respectivamente.

Simón pedro
Simón Pedro (Betsaida, finales del siglo I a. C.-Roma, c. 67), conocido también
como San Pedro, Cefas o simplemente Pedro fue, de acuerdo con múltiples
pasajes neotestamentarios, uno de los discípulos más destacados de Jesús de Nazaret.
Su nombre de nacimiento era Simón bar-Jona y era pescador de oficio en el mar de
Galilea. Por su seguimiento de Jesús de Nazaret, se constituyó en el apóstol más
conocido y citado del Nuevo Testamento en general y de los cuatro evangelios
canónicos y los Hechos de los Apóstoles en particular, que lo presentan bajo muy
variados aspectos. También es citado por Pablo de Tarso en sus epístolas, incluyendo
la Epístola a los gálatas donde lo refiere como una de las tres columnas de la Iglesia de
Jerusalén. Figura de primer orden y de firme valor teológico en razón del ministerio que
le confió el propio Jesucristo, es también conocido como el príncipe de los apóstoles.
Dado el prestigio del que gozó en la Iglesia primitiva, proliferaron también los escritos
apócrifos centrados en su figura, como el Evangelio de Pedro, el Apocalipsis de Pedro,
los Hechos de Pedro, los Hechos de Pedro y Pablo, entre otros.

Las persecuciones cristianas


Numerosos cristianos han sufrido persecuciones por parte de no cristianos e incluso de
otros cristianos de creencias diversas o más o menos estrictas durante la historia
del cristianismo.
Tales persecuciones tienen o tuvieron varios grados de intensidad, desde el arresto sin
garantías, la mengua de derechos públicos, el encarcelamiento, el azotamiento y
la tortura, hasta la ejecución, llamada martirio, pasando por el pago de un impuesto
suplementario como el caso de los mozárabes, la confiscación de sus bienes o incluso
la destrucción de sus propiedades, su arte, sus libros y sus símbolos o la incitación a
abjurar de sus principios y delatar a otros cristianos.

También podría gustarte