¿QUÉ QUEDA DESPUES DEL PARO?

JOSÉ SANTIAGO CUBILLOS VILLAMIL

MARZO 2020

UNIVERSIDAD DISTRIAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS

INGENIERÍA ELECTRICA
CATEDRA FRANCISCO JOSE DE CALDAS
¿QUÉ QUEDA DESPUES DEL PARO?
La Universidad Distrital Francisco José de Caldas vivió durante el transcurso de su
más reciente semestre académico (2019-3) un nuevo paro estudiantil a raíz del
escandaloso caso de corrupción donde se evidencio no solo un desfalco por un
gran valor monetario, también se dejó en evidencia como el movimiento estudiantil
recorre a los típicos métodos de presión, los cuales no son siempre del todo
efectivos y dejan una gran serie de repercusiones para el cuerpo estudiantil.

Por años, un paro estudiantil ha sido el principal método de “defensa” que han
utilizado las diferentes universidades públicas del país para mostrar su
inconformismo y rechazo hacia el actuar de un gobierno que “ocasionalmente” no
obra de la manera más justa. Pero, parece que al tomar este método de presión
no se toma en cuenta cómo va a afectar directamente al regreso y continuidad de
las clases.
Una de las principales consecuencias que deja un paro es la finalización del
semestre académico. A pesar de hacer una conciliación con los directivos de la
universidad donde se busca lo mejor para ambas partes, tanto como para los
estudiantes como para la universidad en sí, evidentemente se ve que el único
interés por parte del ente educativo es terminar el semestre sea como sea y no
buscar una solución que satisfaga el interés del estudiantado; sin saber si en
verdad se van a cumplir lo dicho en la conciliación. Este interés de acabar el
semestre, que se puede traducir en un afán, comienza a afectar un proceso de
aprendizaje que ya viene afectado por un parón de más de 1 mes, y que ahora su
progreso regular se ve alterado debido a la falta de tiempo para cumplir con las
metas propuestas.

Materias que no cumplen con todo lo establecido en el programa curricular,

estudiantes que aprueban una materia prerrequisito a medias y al llegar a la
siguiente la pierden por falta de bases, profesores que ven alterada su vocación
pedagógica y se ven obligados a entregar resultados de un proceso de
aprendizaje incompleto. Es irónico que los resultados directos de la lucha por una
educación no beneficien del todo el proceso educativo, y a corto plazo deje más
perdida que ganancia.
Un factor que no se toma en cuenta y es de suma importancia es el hecho de que
gran parte de los estudiantes de la universidad son de sectores populares. Son
personas que en muchos casos dependen de ellos mismo para su sostenibilidad
durante el semestre, y que cuentan con la cantidad de dinero exacta para vivir
durante 4 meses. En muchos casos, en la vuelta de un paro, estos jóvenes
deciden no continuar con su semestre ya que el tiempo que tenían estipulado para
culminar con esta ya se cumplió y prefieren trabajar para así poder conseguir el
dinero que se supone está destinado al siguiente semestre. Ahí es donde se
evidencia una causa de deserción estudiantil.

Es momento de que el estudiantado se replantee la manera en la que van a llevar

a cabo un paro teniendo en cuenta no solo los resultados a largo plazo, teniendo
en cuenta los pros y los contra para así crear una manera correcta y eficiente
donde la principal afectada no sea la educación de miles de estudiantes. En estos
casos se debe velar principalmente por mantener la calidad que tanto representa a
la universidad y no optar por medidas conformistas que buscan la salida más fácil
y no la más óptima.