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Ejemplo de Estado de La Cuestión Version Alumnos
Ejemplo de Estado de La Cuestión Version Alumnos
Una característica común de las guerras es que, cuando finalizan, los vencedores suelen
realizar cambios radicales en las poblaciones que ocupan. Esto ocurrió en Tacna, entre
1883 y 1929. En ese sentido, el tema que se analizará en este trabajo es las
repercusiones sociales del proceso de chilenización ocurrido en Tacna entre los años
1883 y 1929. La investigación tiene como principal objetivo resaltar las posturas y
propuestas de cuatro diferentes autores quienes ofrecen interesantes propuestas acerca
de la pregunta de investigación que nos planteamos: ¿cuáles fueron las principales
repercusiones sociales del proceso de chilenización ocurrido en Tacna durante el
periodo antes mencionado?
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Como se puede apreciar, la chilenización fue un programa político y social chileno que
buscaba adherir a la población peruana residente en las provincias cautivas de Tacna y
Arica a Chile. Los métodos para lograr este objetivo fueron violentos. Se clausuraron
escuelas peruanas, iglesias, se deportaron a profesores y sacerdotes de las ciudades y
hubo represalias contra cualquier manifestación a favor del Perú.
Sin embargo, la chilenización no siempre fue violenta. Se pueden distinguir dos etapas:
una pacífica, llevada a cabo tras el término de la guerra, y otra violenta a partir de los
primeros años del siglo XX.
Según Palacios (1974), la primera fase dentro del proceso de chilenización, que va
desde la firma del Tratado de Ancón en 1883 hasta los primeros años del siglo XX se
caracteriza por las buenas relaciones que intentan mantener las autoridades chilenas con
la población peruana de Tacna y Arica. Se trata, entonces, de un intento pacífico de las
autoridades chilenas para ganarse la adhesión de los peruanos en el futuro plebiscito que
debía celebrarse (p. 25).
Siempre siguiendo a Palacios (1974), podemos decir que una de las primeras medidas
que se desarrolló, como parte del proceso de chilenización, fue la construcción de
infraestructura e inversión en obras públicas en Tacna. La intención era que el tacneño
vea las ventajas de permanecer bajo el control de la administración chilena y, en ese
sentido, vote a favor de Chile en el futuro plebiscito. Entre las mejoras de
infraestructura realizadas podemos mencionar las siguientes: pavimentación de las
calles principales y de las aceras, el hermoseamiento de jardines y plazas, la
canalización del río Caplina. Asimismo, se inició un proyecto que tenía como objetivo
dotar de agua de mejor calidad a los tacneños (pp. 91 – 93).
Ambas citas, permiten entender que al inicio del proceso hubo un intento de desarrollar
una buena relación entre peruanos y chilenos, todo esto en busca de generar simpatías
entre los peruanos en busca de su voto a favor en el futuro plebiscito. Sin embargo, todo
esto cambió cuando comenzó el nuevo siglo y empezó lo que se denominó como la
chilenización violenta:
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Con la expulsión de los curas peruanos en 1910, y con el saqueo de clubes,
imprentas y locales de Tacna, Arica y Tarapacá en 1911, la ocupación de las
provincias mencionadas comenzó a transformarse en una chilenización
compulsiva. La pax castrense profundizó su contenido de violencia física,
psicológica y estructural […] Había quedado atrás, definitivamente, tanto en lo
diplomático como en lo social y político, la chilenización conciliadora basada en
la hegemonía, para entrar definitivamente en la pax castrense, basada en la
acción de grupos violentos […] (González, 2008, p. 44).
Durante buena parte del 2013 y los primeros meses del 2014, la atención del país se
centró en el proceso de delimitación marítima entre Perú y Chile llevado en el Tribunal
de la Haya. A partir de las noticias publicadas sobre el tema, nos interesamos en
conocer las distintas disputas limítrofes que el Perú ha tenido con Chile. De esta
manera, pudimos conocer que la guerra del Pacífico concluyó con la firma del Tratado
de Ancón. Allí, el Perú cedió a Chile la provincia de Tarapacá a perpetuidad y por diez
años los territorios de Tacna y Arica. Asimismo, se estableció que después de esos
años, se realizaría un plebiscito para que tacneños y ariqueños decidan si las
mencionadas provincias permanecían en poder de Chile o retornaban al Perú. Sin
embargo, este plebiscito nunca se ejecutó. Las autoridades chilenas se negaron a su
realización e iniciaron una campaña de hostigamiento contra los peruanos de Tacna y
Arica con el objetivo que abandonen estas ciudades. Este proceso ha sido conocido con
el nombre de chilenización. Conocer sobre este proceso y las repercusiones sociales
que generó nos parece muy interesante pues se relaciona directamente con la carrera de
Relaciones Internacionales que estamos cursando.
Desde el punto de vista académico, este tema capta nuestra atención pues permite
entender las relaciones tensas y conflictivas que el Perú y Chile han mantenido durante
los siglos XIX y XX. Historiadores peruanos y chilenos lo han abordado desde distintas
ópticas, lo que ha abierto el debate sobre las distintas repercusiones que este proceso
generó. En este estado de la cuestión nos centraremos específicamente en las
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consecuencias sociales. Nos interesamos en estas porque consideramos que permiten
entender la manera en que los tacneños han construido su identidad. Además, estas
permiten entender la manera en que los peruanos nos hemos relacionados con los
vecinos del sur.
Uno de los temas que se destaca en las fuentes es el impacto que tuvo en el ámbito
educativo la ocupación de Tacna por parte de los chilenos. Basadre y Jiménez Borja
destacan el control impuesto por las autoridades chilenas en cuanto a los aprendizajes
que debían ser impartidos en las aulas de clase. Asimismo, señalan que la libertad se fue
haciendo cada vez más restringida y los niños fueron los primeros en sentir esta presión.
Cantar el himno de Chile fue una de las primeras actividades que pasaron a ser
obligatorias en los centros de estudios. Así lo dice el testimonio de un estudiante
peruano en Tacna durante la chilenización:
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Se podría decir que se trataba de un patriotismo arraigado en cada una de las familias
peruanas, sin embargo, esto fue tomado como un desafío hacia Chile y al final estos
actos eran castigados por las autoridades.
Otro de los autores, Raúl Palacios, explica acerca de la peruanidad que se fomentó en
las escuelas como respuesta al ambiente antiperuano impuesto por las autoridades
chilenas. Si bien es cierto también se refiere a los efectos de la chilenización en el
ámbito escolar, como lo señalan Basadre y Jiménez Borja, la propuesta de este autor es
distinta, ya que no se dedica al estudio de lo que impuso el ejército chileno, si no que
explica acerca del reforzamiento de la identidad peruana en las escuelas a raíz de estas
circunstancias adversas.
Como se puede ver, a pesar de que los autores estudian un mismo tema, entre ellos se
interesan por explicar o investigar distintos puntos en relación a la temática central, es
decir, a las escuelas peruanas en Tacna durante la ocupación chilena.
Otro de los temas que los autores se han interesado en investigar ha sido el del rol de las
mujeres en la ciudad de Tacna durante ese periodo. Basadre y Jiménez Borja resaltan el
papel que tuvo la mujer en la sociedad tacneña de la época. Como amas del hogar, en
ellas cayó la responsabilidad de mantener el espíritu patriota por lo más alto. Incluso
llegaron a formar un círculo muy cerrado. Así lo afirman los autores:
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compostura, ni apoyar la espalda en el respaldo de los sillones, con dignidad de
nardo que se desmaya lentamente (Basadre y Jiménez Borja, 1989, p. 150).
El empeño y la seriedad con que las mujeres de Tacna buscaron mantener la identidad
nacional fue un gran ejemplo para toda la sociedad. La mujer tacneña fue la responsable
que el amor a la patria perdure entre los tacneños. Según Basadre y Jiménez Borja
(1989), eran las mujeres quienes enseñaban, en las escuelas clandestinas, las primeras
letras a los niños y se encargan de transmitir la peruanidad. En las casas, eran las
responsables de preparar las celebraciones por las fiestas patrias, que habían sido
prohibidas por las autoridades chilenas. Ellas inculcaban a los niños que el 7 de junio
era un día de tristeza porque se recordaba el heroísmo de Bolognesi y de otros peruanos
que, sabiéndose en inferioridad de condiciones, marcharon hacia el encuentro de la
muerte por la defensa de la patria (p. 147 – 152).
En cuanto al ámbito hogareño y laboral, Hurtado (2010) señala que las mujeres de
Tacna, ante la ausencia de hombres, tuvieron que asumir las riendas de los hogares, en
una época en que esto no era la común. En adelante, ellas ocuparon el espacio
doméstico enseñándoles las primeras letras a sus hijos y manteniendo vivo el amor a la
patria. Pero también tuvieron que ocupar el espacio público para conseguir dinero para
mantener los hogares. Las mujeres de Tacna comenzaron a desarrollar ciertas labores
que les permitieron ganar algo de dinero. No será raro encontrar mujeres dedicándose a
la costura, la preparación de alimentos o dando pensión e sus casas para ganar dinero (p.
147 – 150).
De este modo, como lo señala Hurtado, el rol que cumplió la mujer tacneña en el
periodo de cautiverio trascendió los límites del hogar. No solamente se dedicaron a las
labores propias en casa, sino que también buscaron el sustento fuera de él debido a la
ausencia de los varones.
Tacna era una ciudad sin hombres. Mi padre y mis tíos vivían lejos de vejaciones
y mal tratos. Mi tía al atardecer se vestía cuidadosamente, y recibía a sus amigas,
devolvía visitas, tocaba en el piano “Mi Patria y mi Bandera”. Yo veía a mi
padre, de tarde en tarde, eran visitas fugaces, casi secretas. Cuando partía mi
madre entristecía por largo tiempo (Basadre y Jiménez Borja, 1989, p. 148).
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De esta manera, se puede observar que efectivamente, los hombres eran personas de
paso por la ciudad, eran visitas «casi secretas» menciona el testimonio. Así, se puede
inferir que la presencia de los hombres en Tacna estaba muy regularizada por las
autoridades chilenas, todo esto como parte de la chilenización que se llevaba a cabo en
la ciudad heroica.
Sin duda, es muy importante conocer de qué manera afectó a la ciudadanía un proceso
tan impactante como la ocupación de Tacna. En ese sentido, se destaca la investigación
de los autores tanto sobre las acciones de las mujeres, de los niños como de los
hombres. Como se ha visto, el impacto a nivel social se puede estudiar desde puntos
diferentes y, debido a ello, se llega también a conocer de una forma más cercana el
comportamiento de una población en un periodo determinado.
Como ella señala, ante la situación de injusticia e impotencia, fueron los ciudadanos
peruanos de aquellas provincias los principales defensores de sus derechos y de sus
sentimientos fieles a la nación peruana. Son muchas las actitudes que tomaron los
peruanos en pos de defender su peruanidad ante la violencia de la chilenización:
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A partir de esta cita se puede concluir que la chilenización violenta no logró las metas
que se proponía, ya que los ciudadanos peruanos no perdieron el sentimiento de sentirse
peruanos. Ante el peligro de hacer público sus sentires, se optó muchas veces por la
clandestinidad para realizar actividades vinculadas al amor por el Perú.
Por otro lado, además del control de las escuelas en la ciudad y el constante
hostigamiento hacia gran parte de la población tacneña, otro componente de la
chilenización en Tacna que investigan los autores que han sido revisados para este
trabajo es el de la vigilancia a los miembros del clero. Este tema también es investigado
ampliamente por dos de los autores revisados en esta investigación: Jorge Basadre y
Paula Hurtado.
En ese sentido, el control de las actividades religiosas fue otro aspecto que a las
autoridades chilenas les interesó obtener. Hurtado (2010) explica que después de un
largo análisis, las autoridades determinaron que los nombramientos de los curas de
Tacna debían recibir un visado de la cancillería chilena. De esta manera, el gobierno
chileno se aseguró el control de los nombramientos de los religiosos. Uno a uno, los
curas peruanos vieron como sus nombramientos eran revocados y debían abandonar
Tacna causando la molestia y enojo de los peruanos. En su reemplazo se nombró a
carmelitas españoles (p. 147 – 150).
De lo anterior dicho, se puede entender que el control sobre las actividades religiosas en
la ciudad debió de ser muy urgente para las autoridades chilenas, ya que los sacerdotes
peruanos tenían gran influencia en la población, al igual que los profesores en los
alumnos. Poco a poco los sacerdotes peruanos fueron obligados a abandonar Tacna.
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Según la cita, los sacerdotes del distrito de Pachía hicieron todo lo posible para evitar
que las autoridades chilenas se hicieran con los objetos de valor de la iglesia. Sin
embargo, lo más rescatable de su labor fue que se llevaron los libros de registros
parroquiales, ya que de esa manera Chile no contaría con esa valiosa información para
utilizarla - y tal vez adulterarla - en el futuro plebiscito.
Basadre y Jiménez Borja (1989) mencionan esta actitud heroica por parte de los curas
de este distrito y menciona que los curas de Pachía fueron los últimos en ser expulsados
de Tacna. Su expulsión significó que perdieron el control de los libros de la iglesia. De
esta manera, parejas venidas de distintos lugares de Chile procedieron a casarse en
Pachía y sus matrimonios fueron inscritos en los libros de matrimonio. Así, el país del
sur se asegura un voto en el esperado plebiscito. La misma suerte corrieron los libros de
bautismo. En adelante, ningún niño peruano pudo ser inscrito como nacido en Tacna,
con lo cual se convertían en niños irredentos (p. 90 – 91).
La idea del gobierno de Chile era que parejas de chilenos fueran a Tacna a casarse para
que de esta manera pudieran participar en el venidero plebiscito y así sumar más
adeptos a la causa chilena. Entonces, el robo de los libros parroquiales por parte de los
sacerdotes peruanos fue una gran ayuda para poder contrarrestar esta movida política
chilena.
Un segundo punto tratado está vinculado con el rol que tuvieron los hombres y las
mujeres durante el periodo en cuestión. En el caso de los hombres, se constata que estos
tenían una presencia infrecuente en la vida citadina. En oposición, las mujeres jugaron
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un gran rol en la propagación del sentimiento patriótico en la medida que educaban a los
niños bajo una cultura de añoranza al Perú.
Para complementar los puntos anteriores, una siguiente parte del trabajo trata de los
esfuerzos de las autoridades chilenas por restringir las festividades peruanas. Esto
implicó un conflicto entre las cancillerías peruanas y chilenas. Desde el Perú se emitían
notas de protestas, mientras que desde Chile se justificaba la actuación de su gobierno.
Conviene notar en esta sección se pone de relieve que el conflicto alcanzó un nivel
diplomático.
Un último punto tratado en el trabajo expone el papel del clero. Los curas fueron
afectados por la ocupación chilena, quienes veían en ellos potenciales enemigos en el
proceso de chilenización. Por ello, se promovió un conjunto de medidas para
desplazarlos de sus actividades e instaurar nuevo personal eclesiástico. En este proceso,
el rol de los curas fue importante en tanto permitieron la preservación del patrimonio
peruano.
Dos cuestionamientos podrían enriquecer aún más el trabajo realizado: ¿Cómo los
espacios públicos pudieron servir para promover el patriotismo entre los distintos
sectores sociales tratados en este trabajo?, y ¿En qué medida la actuación política
tacneña pudo desarrollarse en medio del clima de hostilidad instaurado por la
ocupación? Una profundización en el estudio del tema podrá resolver estas dudas y
aclarar aún más el panorama social tacneño durante el periodo de ocupación.
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Bibliografía
Basadre, J., y Jiménez Borja, J. (1989). El alma de Tacna: ensayo de interpretación
histórica (2 ed.) Lima: Cofide.
González, S. (2008). La lleva y el candado: el conflicto entre Perú y Chile por las
provincias de Tacna y Arica (1883 – 1929). Santiago: LOM.
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