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Tiempo histórico y espacios subjetivos.

Nuestro mundo está “sufriendo” cambios de una profundidad extraordinaria en


sus contenidos, sus formas, sus ritmos, sus consistencias, sus tensiones, sus
conflictos.
Nuestro mundo, nosotros.
Es que estos estos cambios drásticos debidos, entre otras cosas y
fundamentalmente, a la Revolución Tecnológica, están produciendo
transformaciones profundas en el ser humano en sus conducta-ideas-sentimientos.
“…. tras Nietzsche, Heidegger, Wittgenstein y Foucault, defensores todos ellos del
relativismo, aunque cada uno a su manera, las cosas ya no podrán volver a ser
como antes y ya no cabe el tranquilizador orden de otros tiempos.”1

Pareciera que nos gana la incertidumbre y ya no estamos tan seguros de las cosas,
de casi nada, en casi nada, para casi nada.
Nos estamos formulando nuevas preguntas sobre las ciencias. Ciertas certezas han
comenzado a agrietarse y desde hace no tanto tiempo cuestiones indudables han
sido puestas, por lo menos, en dudas, si no es que se han desfondado, declinado o
estallado.
El sueño moderno del progreso interminable, constante camino hacia lo mejor y el
predominio de la razón científica y su apelación al método estaban bajo el
paraguas de la razón moderna. Y, estaban dadas las condiciones para que no se
nos ocurriera preguntarnos, dudar o refutar cuestiones que funcionaban como
axiomas.
¿Pueden las ciencias llegar a alcanzar la verdad?
¿Cuál es el papel de los científicos en la historia humana?
¿Cómo contribuyen las ciencias a la liberación o a la opresión de los seres
humanos?
Estas preguntas y otras, son imposibles de abordar sin recurrir a una reflexión
crítica en relación a los saberes “espontáneos”, a las formas de conocer en la vida
cotidiana, a la construcción de saberes científicos y se nos aparecen como signos de
una actualidad apremiante.
Cuestiones que nos ponen en la situación de apelar a nuevos, olvidados o
abandonados recursos.
Volver a la filosofía, a los ejercicios de pensar lo ya pensado.
La nueva situación se nos aparece demandando un trabajo que las piense.
Un nosotros que nos constituya en el dialogo.
1
Ovejero, A. y Ramos, J. (Coords.) Psicología Social Crítica. Editorial Biblioteca Nueva, S.L., Madrid. 2011.
Página 13
Allí donde dialogar encarna encontrarnos a través de la palabra. 2

¿Tendremos que ir eligiendo desnaturalizar? ¿genealogizar? ¿de-construir?


¿Habrá que apelar a la epistemología?
¿Pensar nuestras formas de conocer?
¿Pensar quiénes somos estos que pensamos lo estamos pensando nosotros?
¿Elucidar? Tomando la idea de Cornelius Castoriadis.3

Construir un espacio que de este tiempo tome las señales4

Sobre el suelo aportado por la historia de la Psicología Social Argentina 5 nosotros,


cientistas sociales estamos desafiados a trabajar para la construcción de un lugar en
este tiempo. Intentar el rescate sentipensante de una ubicación territorial desde
donde reinventar marcas, notas, señales, apuntes para pensar este tiempo histórico
tan interesante como lo es el nuestro.
Improvisar con la mayor rigurosidad de que seamos capaces como soporte.
Revalorizar la intuición spinoziana.
Sin otra estrategia que la de habitar el mundo que nos “toca”.
Vivir no es necesario, navegar es preciso6.

Aportar a la construcción de un espacio abierto que se ocupe de la cuestión, de las


preguntas acerca de la comprensión de lo inter-relacional humano que se
constituye allí donde convergen las cosas y la mirada, encuentro que va
inventando en su entre la vida como experiencia.
Conocernos, saber de nosotros requiere saber de los procesos de comprensión, de
los procesos de subjetivación ya que no del ser de los sujetos de sus esencias. Sino
de sus devenires. Cada vez comprendernos, comprender, y que nos comprendan
requiere imperiosamente pensar, pensarnos en nuestro devenir. Se nos nota más
que “nosotros los que conocemos somos desconocidos para nosotros”7 y esto se
manifiesta como desacople subjetivo nos pone en el riesgo de que estemos cada
vez más solos.

2
Bohm, D. Sobre el Diálogo, Editorial Kairós
3
Además de nuestros E. Pichón Riviére, A.P. de Quiroga y A. Moffatt ir también acompañados con Denise
Najmanovich, A. García Lineras, Ana M. Fernández, Esther Diaz. Y más.
4
Basado en la ponencia en el Congreso Internacional de Grupo Operativo CIGO – Santiago de Chile 2014
5
Obviamente nuestro Enrique Pichón Riviére. Ana Pampliega de Quiroga. Alfredo Moffatt.
6
Pessoa, F. Libro del desasociego. Emecé. Bs. As. "Navigare necesse; vivere non est necesse" - latin, frase de
Pompeyo, general romano, 106-48 A.C.
7
Friedrich Nietzsche, La Genealogía de la Moral, Alianza Editorial, Madrid, 1986, octava reimpresión,
Prólogo, 1. Páginas 17-18.
Solo puedo intentar ir por borradores del presente. Nosotros los nosotros del Sur
político, epistémico, económico, socio-cultural.8

Trataré de ensayar el recorrido por un campo de problemas psicosociales desde la


perspectiva de un sur que no es geográfico. Que es psicosocial si lo es la cuestión
de los vínculos “entre” todas las cosas del mundo. Entre nosotros, entre nosotros y
los animales, los vegetales, los minerales, las cosas.
Iré por ideas, ocurrencias, pensamientos, reflexiones para aportar a la creación de
mapas de lo psicosocial.
Si me acompañan iremos siendo en esta (siempre) inconclusa carta de navegación
sujetos que buscan aportar a la construcción de nuevos sentidos a partir de una
tarea que nos emplace a reconocernos en esta situación actual plagada de cambios,
mutaciones y conservas.
Hay mucho por hacer y este hacer es necesariamente colectivo.
Si, será colectivo o no será.

Capital simbólico y hegemonías

Sobre el lugar de los binarismos.


Verdad/mentira. Hijas de un binarismo que está en los orígenes de la cultura
occidental y que transita varios siglos casi sin contra-tiempos. Cobijado por la
modernidad.
La interioridad y la exterioridad quedan íntimamente ligadas a la subjetividad y a
la objetividad. En esta última anidan las llamadas verdades científicas desalojando
al sujeto con reglas metodológicas de exclusión. La modernidad y los criterios de
verdad.
Claro, el adentro y el afuera. Y, si pensamos en valoraciones co-respondientes, es
decir que responden solidariamente al dualismo originario, tendremos arriba lo
superior y abajo lo inferior. Siete pisos hacia la profundidad el infierno y solo
levantar la vista para ver, arriba, el cielo. Aunque, paradójicamente, profundos
pensamientos valdrán más que superficiales apreciaciones. Lo superior la verdad,
lo inmoral en la mentira.
Objetivo/subjetivo. Algunos sujetos harán objetos a otros que serán objetos de sus
objetividades. Objetividades construidas, asentadas, fijadas, desde las modalidades
y formas inevitablemente subjetivas. Subjetividades no cristalizadas, indefinidas -
en un comienzo – que luego irán a instaurarse, a instituirse como las producciones
objetivas de aquellos que pueden afirmar que es verdadero en el ejercicio de un
poder que tira la piedra y esconde la mano en la naturalización, el olvido o la
8
Ver, entre otros, Denise Najmanovich, Boaventura de Souza Santos, Enrique Dussell, Rita Segato, Silvia
Rivera Cucicanqui, José Pablo Feinman, Rodolfo Kusch, Carlos Cullen, Alvaro Garcia Linera.
negación de que lo subjetivo es condición necesaria para la construcción de
realidad.
Quiero decir en el ocultamiento de que eso, eso llamado realidad, es “puro
invento” a la medida de lo humano9.
El sujeto. Un método que hace desaparecer al sujeto del lugar o, dicho de otra
manera hace desaparecer el lugar del sujeto en las operaciones cognitivas. De paso
le otorga el privilegio de un status superior a lo objetivo. A lo que “viene” del
objeto. Decretando la muerte del sujeto.
En ese paradigma la subjetividad deberá ser evitada en el ara de una objetividad
que hace bailar al sujeto alrededor del objeto y rendirse ante sus caprichos.
Eliminado del camino del conocer con lo que desaparece el conocedor. Muerte,
asesinato del sujeto. Brillo del objeto. Objeto histérico que siempre demanda ser el
centro de toda atención10. Objetivar o sea pensar objetivamente sin resabios de
subjetividad alguna.
Desafío tremendo para unos sujetos que son los que danzan alrededor de los
objetos que les exigen desprenderse de toda subjetividad. Dejar de ser
abandonando todo lo que lo hace singular producto de una subjetividad colectiva.
El desmedro del sujeto es la ocasión de tanta referencia al objeto. Objetivamente,
claro.
La máquina de objetivar, llamada Método de investigación, paradójicamente es
producto de la subjetividad que entramada en el encuentro con la objetividad del
objeto crea a uno y a otro. Digo, al sujeto y al objeto. La cuántica describe esta
creación de realidad como el encuentro de una mirada y la cosa11.

Las creaciones subjetivas son productos socio-históricos, es decir se producen en


sociedades singulares y en tiempos datables, que devienen en el ejercicio de
elucidación de un sujeto que no puede ser sino cognoscente donador de sentidos.

Cuando aparece el Sujeto, cuando ese cuerpo/alma percipiente, que se emociona,


siente y actúa, ocupa su lugar en la naturaleza de la existencia vemos que la
realidad pasa a ser irrepresentable como totalidad estructurada y que la pluralidad
de lo colectivo se construye como singularidad en el proceso histórico social de la
situación que lo constituye. O, parafraseando a Juan Carlos De Brassi, como
“invariante resto de las diferencias especificadas a través de un análisis

9
Ibáñez, T. Municiones para disidentes. Realidad-verdad-politica. Editorial Gedisa. 2001. Barcelona. Pág. 73 y ss.
10
Baudrillard, J. Es una idea, la del objeto seductor, alrededor del cual el sujeto moderno intenta desprenderse de toda
subjetividad para arribar objetivamente a su esencia. Instrumentando de esta manera la muerte del sujeto en aras del
objeto. Entre muchos otros, Jesùs Ibañez, llamaba a este juego donde el poder estaba (esta) en el objeto: la muerte del
sujeto. Se puede ver: El regreso del sujeto: La investigación social de segundo orden. Ibáñez, Jesús. Madrid : Siglo
Veintiuno, 1994
11
Aquí, vuelvo a la lectura, entre otros de Don Tomás Ibañez. Ver nota al pie de página nro. 8
clasificatorio y sistemático”12. Es que en la construcción de tanta fragmentación y
tanta “naturalización” veremos refulgir radiante los efectos de ciertas formas de
ejercicio de poder.

¿Cuáles son las maneras en que la vida habita en las interfaces ya que no en la
fragmentación?
¿Cuáles fueron las condiciones que posibilitaron la existencia de un tajo de lo que
no está separado?
¿Cómo pudo ser sino por la fuerza de una idea tan sofista que le gano al sofismo?
El Platonismo resulto ser más sofista que los sofistas y fundamentalmente tuvo
más poder con el que imponer su saber. Hemos caminado por siglos
explicándonos y siendo explicados por la idea de un Ser fragmentado en cuerpo y
alma, en una idea de que es posible la existencia de los objetos sin intervención de
los sujetos. Y que los sujetos somos no que vamos siendo. En aquella vieja
discusión gano el ser en desmedro del devenir. La estática esencia eliminó el
proceso de vivir. Criterios hegemónicos por siglos se están desmoronando.
Resurrección del sujeto que va siendo. Caída del infinitivo recuperación del
gerundio. El árbol deja de ser verde para verdear, amarillear, ir dorándose, grisear,
amarronar. Y florear en primavera.
El árbol va siendo, no es. Y, así todas las cosas del mundo.
Algo del orden del aquietamiento, de una realidad domada, predecible, verificable,
secuencial se construyó allá y entonces y parece tenernos capturados acá y ahora.
El orden, la medida, lo material rebajan el valor silenciando, no incluyendo lo
caótico, lo indeterminado, lo mutante.

Deberemos pensar. Y, en tiempos de mutación deberemos ir haciéndolo en la


experiencia de cambiar de paradigma. No ya teoría. Deberemos esforzarnos
radicalmente hasta el punto de surfear sobre el proceso infinito de un paradigma
que no será sino que ira siendo mientras nosotros iremos aquietando el pedacito de
universo que nos toca para morigerar la inquietud sino la angustia que el
reconocernos en infinito devenir nos genera.

YinYan

12
De Brassi, J.C. Subjetividad grupalidad identificaciones. Apuntes metagrupales. Busqueda-Grupocero. Ayllu S.R.L. 1990.
Buenos Aires.
Dice Moebius13 que el capitalismo puede que no esté solo ahí afuera. Que no hay
adentro, que no hay afuera.
Entonces ¿el “sistema” que vemos “afuera” estará “adentro”? Deberemos estar
atentos. Lo tenemos adentro.
Yin y yang14 es una construcción gramatical occidental. La “y” adiciona lo que no
está separado. Con ese enlace se suma lo que nunca se pudo sustraer. Adentro
afuera tienen una relación de interfaz. Si intentamos hacer desaparecer una
desaparece la otra. Como las dos caras de una moneda que si eliminamos una nos
quedamos sin el dinero.

*
Los Tiqqun15 se preguntan “de qué modo un bolso, un culo, una sonrisa, un
perfume, unas botas o unos bíceps pueden ser armas en una guerra librada entre
nosotros y en el interior de cada uno. Una guerra contra el azar y los encuentros sin
garantías […] Contra el amor verdadero”16.
Contra el amor verdadero dicen.
Una guerra librada entre nosotros y en el interior de cada uno, dicen.

*
En el interior de cada uno. Una guerra “contra el amor verdadero”.
Una guerra entre quienes trabajan para generar condiciones de posibilidad para
procesos que construyan subjetividades que representen al capitalismo tal como si
fuera una “promesa de paraíso en la tierra, como una idea de éxito y realización”.
Una guerra que ganan cuando nos hacen creer que este mundo es maná de eterna
juventud, seducción benevolente y goce sin intermitencias. Mientras ellos se

13
La banda o cinta de Möbius o Moebius (/ˈmøːbjʊs/) es una superficie con una sola cara y un solo borde. Tiene la
propiedad matemática de ser un objeto no orientable. También es una superficie reglada. Fue descubierta de forma
independiente por los matemáticos alemanes August Ferdinand Möbius y Johann Benedict Listing en 1858. Consultado
el 13/11/18 en: https://es.wikipedia.org/wiki/Banda_de_M%C3%B6bius
14
Según esta idea, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a
su vez existe dentro de él mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud,
sino en una continua transformación. Además, cualquier idea puede ser vista como su contraria si se la mira desde otro
punto de vista. En este sentido, la categorización sólo lo sería por conveniencia. Estas dos fuerzas, yin y yang, serían la
fase siguiente después del tao, principio generador de todas las cosas, del cual surgen. Consultado el 13 de noviembre
de 2018 en: https://es.wikipedia.org/wiki/Yin_y_yang
15
Tiqqun es también un concepto filosófico, emanado de los textos publicados en la revista del mismo nombre y el
nombre bajo el cual han sido publicados diversos libros con textos seleccionados de la publicación filosófica, para
designar, no tanto un autor colectivo, como "el lugar del espíritu del cual provienen estos escritos".» Origen y uso del
nombre. El nombre de la revista proviene de la gran importancia que los redactores otorgan al concepto filosófico de
Tiqqun. Esta es la transcripción afrancesada del término de origen hebreo Tikún Olam, un concepto de uso frecuente en
el judaísmo tradicional empleado en la tradición cabalística y mesiánica, que significa (todo al mismo tiempo)
reparación, restitución y redención, y que recuperan en gran parte, y entre otras, la concepción judía de la justicia social.
16
TIQQUN. Primeros materiales para una teoría de la jovencita. Seguido de Hombre máquina. Modo de empleo.
Editorial Hekht. Buenos Aires. Bajado el 13/11/18 de: https://es.wikipedia.org/wiki/Tiqqun
quedan con las ganancias. Lifting, histeria e invulnerabilidad como ilusiones
nuestras. El marketing es el mensaje. Ni una sola idea solo slogans. No nos quieren
pensando. Apelan a las emociones más ancestrales, y básicas de cada quien pero
no para construir pensamiento sino para dejarnos habitando su más bajo nivel.

Una guerra en la que cada sujeto, cada uno de nosotros, es su frente de batalla.
Nuestras cabezas, mejor nuestros cuerpos, el territorio de cada batalla.

Si así fuera, y creo que lo es, habrá que resistir con la pasión alegre de que todo
tiempo por venir será mejor.
Habrá que combatir en el territorio de lo imaginario esforzándonos para que
nuestras pasiones sean materia prima de nuestra elaboración racional al punto de
generar condiciones para que la idea advenga con la velocidad de un rayo. Como
el grito de “eureka” de Arquímedes, como el suspiro incontrolable de une amante.
Como la reacción de voltearse porque te sientes mirado.
Habrá que combatir en la geografía de lo simbólico. A sabiendas que la
construcción de los símbolos son batallas histórico – sociales.
Habrá que estar conscientes y con los ojos abiertos en los procesos de construcción
de subjetividad. Combatir esta mejor que resistir. Resistir resiste el aire al vuelo de
la paloma mientras lo hace posible.
Pensemos si no es pensar lo que impide, hace imposible, dificulta esa
manipulación que el pensamiento prêt-à-porter que nos ofrecen para que nos los
llevemos a “nuestras cabezas” con la sensación de que son nuestras ideas. Esas
ideas son las ideas “normales” de la batalla por el “sentido común”. Nos quieren
distraídos, manipulables y sonsos.

*
Ellos quieren por todos los medios manipular las condiciones de posibilidad de
que los procesos de subjetivación se basen en lo preindividual, en las emociones
más básicas sin conexión con las ideas, sin relación con lo transindividual.
Habrá que andar dispuestos a cuidarse de semejantes espejismos.
De esos espejismos que se alimentan de la pura banalidad.
Tendremos que estar disponibles a desandar la naturalización de semejantes no-
ideas. Negarnos a conceder belleza a la esclavitud.
Deconstruir sus ensambles, separar sus condiciones de efectividad, intentar
genealogías que hagan visibles las circunstancias que generan esos efectos de
captura. Estamos hablando de desafíos para las ciencias sociales. Para la psicología
social17.
17
Impedir que con esas estrategias simbólicas conquisten espacios en la geografía de la subjetividad singular/colectiva.
Porque los episodios de nuestras vidas cotidianas, los acontecimientos “personales”, las pasiones biográficas, producen
Estas formaciones subjetivas, retornan, vuelven sobre cada uno de nosotros como
“contextos” de nuestras vivencias, constituyendo nuestra experiencia, aportando
a las maneras de cada quien de construir sus singularidades.
Deberemos mirar con los ojos bien abiertos y construir la herramientas que nos
permitan comprender las estrategias vinculares, erógenas y simbólicas con que
relacionar recuerdos y olvidos; constancias, cambios y mutaciones; cristalizaciones
y desnaturalizaciones; amores y odios; alegrías y tristezas.

Habrá que trabajar con ahínco teniendo presente que los objetivos de quienes
manejan esos dispositivos, fundamentalmente corporaciones mass-mediáticas, son
que esas capturas resulten subjetividad entregada, olvidos negados y
reemplazados por recuerdos banales. NO ser receptores inermes porque así nos
quieren.
Habrá que lidiar para que nuestras pasiones, nuestros pensamientos, nuestras
acciones no atribuyan sentidos que no se correspondan con nuestras experiencias.
Esta parece ser una de las técnicas con que tensionan permanentemente en el hiato
platónico/cartesiano: cuerpo y alma. Pretenden que nuestra subjetividad devenga
técnica fetichizante de forma que, siendo representación ajena, lo vivamos y lo
repitamos como propio. Atribuirle a las cosas sentidos que no son producidos por
nuestra percepción, nuestra vivencia, nuestro cuerpo. Nuestra experiencia. Más
aún entre sus objetivos, esta atribuirle propiedades mágicas, naturalizaciones de
las construcciones humanas.

En la recepción de lo que comunican no quieren subjetividades activas, sujetos


laboriosos. Nos prefieren ociosos. No quieren que pensemos. Nos quieren inermes.
Y comunican para eso en el nivel básico de las afectaciones imaginarias y ponen
ellos las ideas. Intentan que nuestras emociones cobijen sus ideas. Y, suelen
lograrlo más de lo que quisiéramos.
Sus slogans hacen pie sobre un “sentido común” empobrecido al que adormecen
en la comodidad que olvida y que cuando recuerda no deconstruye. Ni
desnaturaliza. No genealogiza. No pregunta. No duda
Se apoyan sobre representaciones que escinden la vivencia de las ideas y las
pasiones que de ella provienen, induciéndonos a descartar la experiencia (siempre
inevitablemente propia) recubriéndola con representaciones siempre ajenas.
Las afectaciones que nos mueven a pensar son desechadas porque enturbiarían “la
claridad” de la razón corporativa si tramitaran un razonamiento propio.
si no se enlazan con ideas del sistema lógico, precarias individuaciones que cristalizan como magma colectivo tomando
el perfil, la forma/contenido de instituciones reales (organizaciones) y las de las instituciones imaginarias de la sociedad.
Y, tanto las organizaciones, como las instituciones nos necesitan lucidos, despiertos, pensantes, íntegros. De otra
manera se aseguran nuestra captura, inermes y tinelizados sujetos sujetados a las corporaciones mass mediáticas.
Nos ofrecen la vida como espectáculo. Nos quieren espectadores.
Banalizan todo. La política, los afectos, la economía.
El discurso político devenido marketing. Slogans vacíos de ciudadanía y llenos de
frases para consumo.

Mcdonalizan el mundo. Es lo mismo una casa de comidas en cualquier lugar del


planeta. Los mismos procedimientos vaciados de sujetos. Codifican rutinas
postfordistas ciegas a singularidad alguna.

Nuevas tecnologías y subjetividad.

“Creía yo que el capitalismo era


una estructura económica y social.
Y hoy pienso que es, sobre todo,
un modo específico de subjetividad.
Lo tenemos adentro.
De lo que deduzco que no se trata
tanto de tomar el poder,
sino de expulsarlo de nosotros.

Román Mazzilli

Algunas cuestiones relacionadas a las nuevas tecnologías y sus efectos en los


procesos de subjetivación. Cuestiones que serían condición de posibilidad de
nuevos procesos de subjetivación.

I. Las mutaciones acarreadas por la aparición de las llamadas Nuevas Tecnologías,


la Nueva Física, la globalización, etc. se nos hacen vívidas (“reales”) en la vida
cotidiana. Las vivimos cada día, rutinariamente, como experiencias de saturación
informativa, de enrarecidos cambios en la velocidad del tiempo, de modificación
diacrónica de los encuentros, como pasaje inadvertido a una cada vez mayor
preponderancia de lo virtual, como naturalización negadora de la sorprendente
simultaneidad en la emisión y recepción de los mensajes, como corrimiento y
demolición de los lugares en los que la memoria suele anclar sus re-cuerdos y su
relación consiguiente con el olvido. La memoria ahora es RAM y el olvido nos
ayuda a pasar por tanta saturación informativa.
Deberemos elaborar de qué nos ocupamos, que mantenemos fuera del olvido y esa
lucha nos seguirá enfrentando a la manipulación por saturación, por banalización
y silenciamiento.
2. La vivencia de mutación nos ha dejado desconcertados, perplejos. Y parece
desafiarnos a inventar nuevas preguntas con las que crear nuevas aproximaciones
a los novedosos problemas. Nuevas maneras de estar, de intervenir y de ir siendo
en nuestros campos de trabajo.
Esta y otras inferencias nos desafían a/para pensar donde está, para qué y cómo se
constituye un campo de problemas. De las ciencias sociales. De la Psicología Social.
El material simbólico con que manifestamos nuestras formas de estar en el mundo,
nuestras maneras de constituir lo psicosocial del planeta, los vínculos con los
humanos, con las cosas, con la vegetación, con los minerales, con los animales,
quizás se pueden ir pensando, si estamos al tanto, si nos ocupamos de pensar el
devenir de lo que llamamos: sentido común, representaciones sociales, imaginario
social, subjetividad colectiva. Conceptos, estos, cuestiones, de unas Psicologías
Sociales ocupadas en construir mejores experiencias grupales, institucionales.
Comunitarias. Vidas.
Los que trabajamos con esas cuestiones, deberemos decidir acerca del lugar que en
nuestras preocupaciones ocuparan los debates, las ideas, las aporías, las tensiones
que se constituyen hoy y que atraviesan la vida cotidiana.

3. De dónde venimos.
Claro que quedan todo tipo de restos
de sociedades disciplinarias
y para rato, mucho rato.
Guilles Deleuze

El proceso de transformación de la Psicología Social Argentina podría describirse,


para mí, como si entrara en un esquema como el que siguiente.
a.- La subjetividad tanguera o depresiva. La inmigración les rompe el alma a nuestros
abuelos europeos. Citadinos extranjeros con un pie del espíritu en cada lado del
océano. La tristeza como espacio de construcción de un silencioso dolor del alma.
Enrique Pichón Rivière sensible vocero de su historia personal, novela familiar y
de la subjetividad colectiva. Hombre de su tiempo, portavoz de lo que está en la
subjetividad colectiva, construye una teoría que posibilita la elaboración de la
tristeza nacida de la pérdida del suelo de origen, por la separación de la familia y
el desgarrador dolor de una memoria que debe resignarse al trabajo de zapa del
olvido.
Trabajo psíquico de integración en la fase depresiva destinada a evitar la
estereotipia como recurso que retorna cada vez a la fase esquizoparanoide. Allí
donde el sujeto psíquico mantiene fragmentado el objeto por no poder soportar
las ansiedades de integración.
En la elaboración de las ansiedades básicas proponen Pichón18 y Ana P. de
Quiroga19 que radica la posibilidad de tramitar la depresión por la pérdida del
objeto, la culpa por el daño infligido, el peligro de retaliación.
Fragmentación del alma de esa época de la inmigración. Amor de un suelo
abandonado y culpa. Amor a la patria de los hijos. Difícil vivencia de una aporía
experiencial propia de la extranjería y el exilio. Nostalgia, tristeza, depresión como
un rasgo de la subjetividad colectiva. Teoría que se ocupa de las necesidades
propias de su época.

b.- La subjetividad roquera o esquizoide. Luego, en la historia de la subjetividad


psicosocial argentina, se hizo necesaria la tramitación psicológica de una identidad
colectiva que es atacada, negada, reprimida. Ejercicio esquizoide de silenciamiento
y negación de la identidad política mayoritaria. Después de 1955 y como efecto de
la cultura represora se agregan el avance de la cultura de la competencia, la
meritocracia, el individualismo.
Estos resultan los ingredientes generados y generadores de la fragmentación
esquizoide en la memoria colectiva e individual. Porque es en la omisión, el
silenciamiento y el intento de destrucción de un sector poblacional organizado
colectiva e imaginariamente alrededor de una identidad que no se podía nombrar
forzando al devenir individual a funcionar agrietando, separando, desvirtuando la
interfaz que permite construir comunidad en la heterogeneidad. 20
Los dispositivos de construcción de las conductas esquizoides fueron muchos,
planetarios y productores de subjetividades globales y en nuestro caso, como en
todos, estuvieron signados por las condiciones de época. Construcción situacional,
socio-histórica. El olvido forzado y el escamoteo de escenas de la vida cotidiana
colectiva e individual. La imposibilidad legal de nombrar. La circulación
amenazada. Los referentes de una mayoría denostados.
Es esta la configuración histórica vivida como problema psicosocial que ocupó en
la Teoría Temporal del Psiquismo a Alfredo Carlos Moffatt21. La recuperación en la

18
Pichón Rivière, E. La psiquiatría, una nueva problemática. II : del psicoanálisis a la psicología social. Buenos Aires.
Nueva Visión, c 1983. 398 p.
La psiquiatría, una nueva problemática, segundo tomo de la obra Del psicoanálisis a la psicología social, reúne la mayor
parte de los trabajos en los que Enrique Pichón Rivière conceptualiza los distintos momentos de sus cuarenta y ocho
años de práctica en el campo de la psiquiatría clínica y el psicoanálisis
19
Hay quienes afirman que era la Lic. Ana P. de Quiroga quien ordenaba los textos de Enrique Pichón Riviere. Si non
vero… e ben trovato.
20
Estoy pensando que esa fragmentación ha construido la posibilidad, en su actualización exacerbada, de la hoy llamada
“grieta”.
21
Moffatt, A. Terapia de crisis. Teoría Temporal del Psiquismo. Buenos Aires. Búsqueda, c 1982. 170 p.
Este libro propone una teoría y una técnica de psicoterapia intensiva en el ámbito de las terapias breves. El modelo de
psiquismo está planteado a partir de los mecanismos que aseguran la identidad, o sea la continuidad del yo en el
tiempo. En él se considera como enfermedad básica a la desorganización de la prospectiva desde la cual el yo configura
la realidad
secuencia temporal de escenas negadas, denigradas, excluidas como reparación de
la identidad afectada por la proscripción, el silenciamiento y la circulación
entorpecida de símbolos, representaciones, mitos, vivencias. Él ya había mostrado
su trabajo en relación a la construcción de las identidades en las condiciones de la
vida cotidiana de Buenos Aires.22

d.- Las nuevas tecnologías y los procesos de subjetivación en el siglo XXI.


Hasta la situación actual donde es cada vez más evidente la pretensión de algunos
amos por conquistar el campo de la subjetividad colectiva y de manipular los
procesos de singularización de los individuos. La sumisión del individuo. La
pérdida, quizás mejor, el empobrecimiento o el corte y pegue de las ideas, digo la
“tinelización” de la subjetividad. Parece surrealista la sola presunción de esta idea,
Ray Bradbury o Aldous Huxley, Matrix o 1984.
Los procesos de subjetivación han pasado de estar a cargo de intermediarios
humanos de la cultura (mamá, papá, grupo familiar) a aparatos tecnológicos.
Morfeo le pregunta a Neo23, “¿crees que es aire lo que respiras?”
Jesús Ibañez nos hacia la pregunta: ¿Creemos que es jugo de naranja lo que
tomamos?
Podemos preguntarnos: ¿Qué es yogurt la golosina dulce que ingerimos?
¿Qué la stevia es blanca?
La subjetividad respira información engañosa, recursos individualistas,
apelaciones al consumo, banalización de lo que importa. También, poesía, música,
juegos, amores, solidaridad. En la naturalización de ese magma que nos alimenta
y, también, nos envenena esta la trampa y el potencial riesgo de indeseadas
derivas.
Allí donde la vida se muestra cómo va siendo, allí donde la representación de la
realidad la construimos con muchos elementos puestos a circular por quienes
buscan constituir subjetividades sojuzgadas.

Ya vimos en la tercera herida narcisista infligida a la humanidad por la idea


freudiana de inconsciente. Y, por el lugar tan preponderante de lo irracional en
relación a la razón que imaginábamos era fundamento de nuestros
comportamientos.
Deberemos constituirnos como sujetos sujetados a nuestras afectaciones, como
corporalidad que siente, construye ideas en una actividad que no es solo racional.
Donde el sentir, el “lenguajear” del cuerpo afectivo sea sustento entramado para
construir nuestras intuiciones, nuestros pensares.

22
Moffatt, A. Estrategias para sobrevivir en Buenos Aires. 1967. Editorial Jorge Álvarez
23
Matrix. Título Original: The Matrix Año: 1999. Duración: 136 mins. Géneros: Ciencia Ficción, Acción
Un cuerpo que nos pide que lo escuchemos porque lo que nos afecta deviene
afectos y de allí pensamiento que integra acción, emoción, sentimiento, razón, en el
conversar, en las palabras con que construimos, interpretamos, inventamos la
realidad.

4.- Hacia dónde vamos.


Los procesos de construcción de subjetividad vienen a instalarse fuertemente como
problemática psicosocial de nuestro tiempo. Como campo que tiene sus propias
especificidades, efectos, afectos y cuestiones en lo vincular.
En la vida cotidiana se nos hace evidente que las condiciones para que el
pensamiento advenga están dificultadas por los mecanismos corporativos de
generación de subjetividad.
Los cientistas sociales deberemos deconstruir esas mañas con que las ideas son
ofrecidas como mercancía construida por “expertos”. Para nosotros queda la
posibilidad de repetir impensadamente esos slogans o elaborar nuestras propias
ideas en un trabajo que necesita de un cuerpo integrado. De un cuerpo que es
afectado deviniendo cuerpo afectuoso, emotivo, pensante. Si no nos quedamos sin
experiencia.
Y, en lo que hay mucho por conocer, saber, pensar, hacer es en este mundo de
aparatos, de extensiones corporales. De artificios tecnológicos que están siendo
prótesis de uso cotidiano.
Trabajar en este nuevo contexto, en estas nuevas situaciones requiere una
comprensión de sus características, sus mecanismos, sus aportes enriquecedores,
sus riesgosas propuestas. La tarea es inmensa. Afortunadamente ya comenzó y son
muchos los que están pensando lo nuevo. Una tarea que obviamente excede las
posibilidades de cualquier singular. Esta tarea es colectiva o no es. O, no será.
Será porque somos muchos.
Sostengo que a los psicólogos sociales la realidad nos está desafiando. El hombre
en situación, en otra situación, puede sospecharse es otro hombre.

Estoy prefiriendo lo controvertido, lo arriesgado de un pensamiento en proceso a


la batalla perdida de un pensamiento que pretende ser terminado. Y, por ello corre
el riego de no ver los cambios, las mutaciones, de las condiciones de posibilidad
del ser.
La psicología social tiene aquí un campo de problemas actual, interesante,
inquietante para constituirnos como co-pensantes implicados en lo que hace dolor,
desconcierto, estupefacción, exclusión como vectores transversales de las
grupalidades. También en lo que hace a lo creativo, reparador y alegre de las
nuevas condiciones. Creo que la tarea tiene que ver con elucidar lo que potencia
de los nuevos tiempos para diferenciarlo de lo que entristece.
5.- ¿hacia un nuevo paradigma?
Comprendo con Don Tomás Ibáñez24 que la tensión esencial de la psicología social
es la tensión esencial de las ciencias sociales y del conocimiento.
Que mutaciones, que declinaciones, que desfondamientos del paradigma que
heredamos de la modernidad se nos hacen evidentes en esta modernidad tardía,
actual.
La tensión existente entre “un viejo” y un “nuevo” paradigma. La tensión entre un
paradigma en crisis y uno que viene pero aun no llego.
Deberemos intentarlo con la condición de no diluir esa tensión, de no integrarla, de
no superarla sino de transitarla, conocerla, pensarla y pensarnos a nosotros
mismos como productores/producidos por ella.
Propongo la idea de que en la tensión el otro es un acompañante necesario. Si
tensiono solo me caigo. No hay tensión posible sin otros que fuercen en múltiples
direcciones.
Poner en tensión el paradigma hegemónico, el que tantos cientistas sociales
sostienen está en crisis, desfondado, licuado, en declinación o estallado. Pensar
colectivamente un paradigma en permanente construcción. Que vaya siendo sin
pretensiones de solidificarse en un ser. Un paradigma que va siendo. Un
paradigma donde el gerundio sea introductor de la acción. De hacer. Cuestiones
entre el infinitivo y el gerundio. Ser o ir siendo.

Deberemos pensar, ya no una tensión entre teorías, sino una tensión “entre”
paradigmas. Tendremos que pensar, discutir, conversar acerca de la cuestión desde
que paradigma será construida nuestra perspectiva.
Tomás Ibañez Gracia lo dice así: “plagiando descaradamente un título afortunado
de Thomas Kuhn, me gustaría recalcar que, en última instancia, la tensión esencial
de la Psicología social contemporánea no es otra que la que se establece entre:
-Permanecer afincados en los esquemas del “ideal de inteligibilidad” que han
guiado a la ciencia durante los tres últimos siglos, y que ha imprimido fuertemente
su marca en la Psicología social estándar,
-o, por el contrario, proceder, simultáneamente, a una incesante deconstrucción
crítica de los supuestos básicos que conforman dicho “ideal de inteligibilidad”, y a
la construcción de un nuevo concepto de la ciencia, radicalmente post-empirista, o,
más generalmente, radicalmente post-moderno.
Ese es, a mi entender, el debate crucial que convendría potenciar y desarrollar con
rigor para esclarecer la problemática de fondo con la que se enfrenta actualmente
la Psicología social. Las demás cuestiones no pasan, en este contexto, de constituir

24
http://www.bahiapsicosocial.com.ar/newsletter-ver.php?id=6 . bajado el 03/01/2019
problemas relativamente accesorios, aunque merecedores, por supuesto, de
atención crítica.”25

6. De los dispositivos de construcción de subjetividad.


En la macro política, es evidente el lugar que ocupa esta cuestión de la relación
compleja entre comunicación masiva y constitución de subjetividad en el planeta.
En Italia, Brasil, EE.UU., Ecuador, Argentina, Bolivia, Venezuela. En el mundo. Las
corporaciones multimediáticas se han transformado en manipuladores de los
procesos de subjetivación.
Los vectores de construcción de subjetividad colectiva adquieren cada vez mayor
importancia en la alteración de las posibilidades de multiplicidad ideatoria, que
viene haciendo evidente que entre otras cosas es factor determinante en la
democracia. En lo macro, entonces, el poder se arroga el saber a expensas de un
mensaje monocorde que aspira devenir “sentido común”, “verdad” comunitaria,
representación social, imaginario social, subjetividad colectiva. Deberemos los
psicólogos sociales, los cientistas sociales, pensar los sentidos que transportan,
contienen, instauran estos conceptos. Pensarlos en sus diferencias, sus afinidades,
sus aporías, sus aportes.
Deberemos tomar estas cuestiones o quedaremos en una deuda histórica con
nuestros predecesores, con nuestros contemporáneos, con nuestros hijos, nuestros
nietos. Con/en la historia.

En la micro-política lo que va en el “entre” de los vínculos se produce de manera


novedosa y es cada vez más evidente, el reemplazo naturalizado de que repetir lo
que otros piensan sin pensarlo es una estrategia de pensamiento.
Tendremos que repensar el pensar.
Recuperar la idea de que pensar es una acción que nos da “razones” conscientes e
inconscientes, afectivas y lógicas para nuestros comportamientos.
Que quien piensa es nuestro “cuerpo entramado”, que en lo que él hace está la
manifestación de lo que pensamos.
Por eso, la importancia que se abre en la propuesta de elucidar que construyó
Cornelius Castoriadis: “Elucidar es pensar lo que se hace y saber lo que se
piensa”26. Le agrega un bucle a la idea de praxis al pedirle al sujeto que se piense
como productor y producido por lo que piensa. Recupera un lugar para la
subjetividad siempre mediadora entre lo real y la realidad. Una subjetividad que
inventa y se inventa.27

25
http://www.bahiapsicosocial.com.ar/newsletter-ver.php?id=6
26
Castoriadis, C. La institución imaginaria de la sociedad I. Tusquets Editores. Barcelona. 1975. Pág. 10/11
27
Percia, Marcelo. Una subjetividad que se inventa. Diálogo, demora, recepción. Lugar Editorial. Buenos Aires, 1994
Las subjetivades singulares28 han modificado el rol de iniciadores e introductores a
la cultura de los padres, del entorno familiar y la escuela.
Los infantes, los niños conocen el mundo, cada vez más, con la mediación de las
máquinas29. Franco Bifo Berardi30, problematiza esta cuestión en lo que llama
Generación PostAlfa. Piensa la generación que viene llegando como una
generación de sujetos que han ingresado al mundo, a sus sociedades, a su cultura
con más ayuda de los aparatos cibernéticos que de los humanos.

Tendremos que incluir en este paneo por las instituciones disciplinarias de la


modernidad la cuestión, no menor, de la mutación de la estructura familiar.

Luego. La escuela, la institución que más niños y jóvenes reúne y contiene, no ha


modificado su estructura, sus estrategias, sus técnicas. Sus métodos. Los adultos
las habitamos desconcertados, perplejos. Muchas veces sufrientes. Los estudiantes
muchas veces aburridos. Generalmente desinteresados. Todos padecemos los
efectos de unos desacoples subjetivos que son producidos y a su vez son, también,
la expresión sintomática de unas diferencias subjetivas que suelen generar
tensiones vinculares. Desencuentros. No nos comprendemos los protagonistas de
las aulas (docentes y alumnos). Los integrantes de la comunidad educativa no
podemos pensar los problemas de la educación como problemas de un colectivo al
que pertenecemos. Rumiamos que la culpa es del otro. No de un nosotros que nos
incluye y que incluye a los otros con el atravesamiento de cuestiones de poder que
deberemos tener en cuenta dándole importancia porque no es lo mismo el poder
que tenemos unos y otros. Pensar esto quizás nos ponga en el camino de saber que
podemos hacer y que podemos hacer hacer a quienes manejan el presupuesto, las
decisiones políticas, los modos pedagógicos y el lugar mismo y la importancia del
dispositivo escolar.
La escuela, debería ser el ámbito que posibilite condiciones que propicien el
ejercicio de pensar. Los contenidos están en la biblioteca inmensa de la red.
Aprender a buscar lo que necesitamos diferenciando linajes teóricos, perspectivas
y como buscarlos, pensar como pensarlos he aquí la cuestión. Evaluar lo que
leemos más por lo que posibilitan o habilitan pensar. Más por lo disruptivo, lo
movilizante, lo disonante. Por lo que alimentan nuestra curiosidad, nuestro afán de
generar preguntas que respondan a las preguntas. Por lo que posibiliten

28
Si llamamos subjetividad plural a la subjetividad colectiva (el magma de la producción imaginaria de la sociedad)
podemos llamar singular a la subjetividad producida en los procesos de individuación. Cf. Simondon, G. La individuación.
Editorial Cactus – La cebra Ediciones. 2012. Buenos Aires.
29
Los adultos también. Es más, la vivencia suele ser que si no apareció en la televisión no existe.
30
Berardi, F. Bifo. Generación post-alfa. Patologías e imaginarios en el semiocapitalismo. Buenos Aires, Tinta Limón, 2010
(1ª reimpresión).
comprender nuestros comportamientos interrelacionales y nuestro pensamiento
crítico.

Con estas y tantas otras cuestiones, apenas si mencionadas, va constituyéndose un


desafío para pensar el campo psicosocial. Quiero decir estamos desafiados a
propiciar, generar, coordinar condiciones de posibilidad para que el ejercicio de
pensar nuestra nueva vida cotidiana ocurra. Los dispositivos grupales, por
grupales, por institucionales, siempre por comunitarios nos procuran su potencia
para recorrer estos caminos procesuales y también sus dificultades. Esta es la
apuesta. Apuesta que requerirá genealogizar, deconstruir, desnaturalizar. Nada es
obvio.
Pensar, elucidar. Conocimiento, saber. Lenguaje. Afectaciones, afectos, ideas,
razón, palabra, reflexión.
Y, apuesto que es en las grietas que fisuran lo establecido donde están nuestros
estimulantes de las buenas pasiones y los componentes de un mapa de navegación.

Llegando a estos puntos se me va haciendo evidente la necesariedad de repensar


las diferencias, las potencias, las entramadas relaciones, las tensiones, las aporías
que la relación psiquis – sociedad nos impone como punto de partida para la
construcción de una psicología social, de unas ciencias sociales que no debieran
omitir ocuparse, entre otras, de cuestiones que están en el aire de la época que
respiramos.

En la construcción de nuestras de herramientas de trabajo estamos desafiados a ver


de incorporar modalidades, ideas, intuiciones, técnicas, estrategias que tiendan a
favorecer la posibilidad psicosocial, grupal e institucional de pensar/nos en los
grupos, las organizaciones, en los territorios, en las instituciones imaginarias.
Pensar modos de ir siendo seres de este tiempo. Elucidar en el sentido propuesto
por Cornelius Castoriadis31. Una opción, y es la que intento tomar, será entonces
constituirnos entre otras, en genealogizadores, deconstructores y
desnaturalizadores de lo que cada vez más se pone en evidencia en la vida
cotidiana de nuestro sur.
Un sur político que no deberemos entender como geográfico 32. Un sur Global no-
imperial, un Sur como la metáfora del sufrimiento humano sistémico e injusto
causado por el capitalismo global y el colonialismo. Entonces un sur no geográfico
sino planetario. Sur seria allí donde los cuerpos de los excluidos, maltratados,
pobres del mundo se encuentren. En África, en Latinoamérica, en Asía, Europa,

31
Castoriadis Cornelius . La Institucion Imaginaria De La Sociedad. TUSQUETS. Pág.11
32
Boaventura de Sousa Santos Con María Paula (Eds.) Una epistemología del SUR. 2009. México: Siglo XXI Editores
Estados Unidos, o Centro américa. En cada rincón del mundo donde la perversión,
lo siniestro, lo peor de capitalismo neo liberal se manifieste. 33

Pensar la Neutralidad como decisión ético-política que elige una perspectiva que
queda en deuda con la vida. Decidirnos a propiciar la generación de espacios que
favorezcan la posibilidad de que el pensamiento advenga.
La acción, la acción de pensar, NO lo que esa “técnica” produzca. El pensar como
una experiencia, como a cada quien sus inferencias como pensamientos de sujetos
entramados, solidarios y singulares. Como sujetos sujetados a una cultura que
favorece ir imaginando y decidir buscar las maneras de construir trabajosamente
un pensamiento adecuado.
Deberemos elucidar acerca del uso (ab-uso) de dispositivos, técnicas y estrategias
para la construcción de subjetividad. Mirar cuales son las condiciones que
potencian las perspectivas deseadas por los “dueños” de los mensajes.
Deconstruirlos en la recepción.
Eso, ocuparnos de nosotros, de nuestros “coordinados”, de los colectivos, como
receptores de tanta información.
Así como también el camino, las maneras, los vericuetos con que llegan a cada uno
los mensajes persistentes, mayoritarios, masivos con que el saber de quienes
poseen las máquinas de producción masiva de subjetividad34 se transforma en
“sentido común”, representación social, imaginario colectivo, inconsciente
colectivo, subjetividad colectiva.
Habrá que coordinar favoreciendo la autonomía solidaria de unas subjetividades
singulares entramadas en lo colectivo.
Sabemos que la subjetividad colectivamente construida es la fuente inevitable de
posibilidad de construcción de los procesos de individuación por lo tanto de unas
subjetividades singulares. Una cosa que no es inevitable si no que requiere de un
esfuerzo, de una voluntad consciente es la elucidación que nos transforma en
prot(o)agonistas (entonces: sujetos) o en pasivos receptores (entonces: objetos) y
repetidores de lo pensado por otros.
Navegar en el laberinto de objetos, en el magma de ideas, de producciones
imaginarias, para recuperarnos como sujetos en procesos infinitos de subjetivación.
Tener con nosotros esas ideas de grupo sujeto/grupo objeto de Felix Gattari.
Coordinar No para que pensemos tal o cual cosa. Sino para que PENSEMOS.

33
Tendremos que pensar una PSICOLOGIA SOCIAL DEL SUR. Una PSICOLOGIA SOCIAL pensada desde el sur.
34
Muchas veces intentamos no ser contaminados por los medios tecnológicos, dejamos de ver televisión, escuchar
radio, leer los diarios y suele pasársenos inadvertidos los mediadores con que esas construcciones nos constituyen como
subjetividad sojuzgada. Claro también deberemos tener en cuenta las pasiones tristes que esas lecturas construyen.
Resistir a la construcción de repetidores que solemos ser capturados por las ideas,
el pensamiento, la lógica ajena. Muchas veces por la falacia, la suposición no
probada, la afirmación que no duda ante lo dudoso.
Tendremos que pensar y propiciar el pensamiento como urgencia necesitada por
un sur que no las tiene todas consigo, aunque tiene muchas luchas y muchas
experiencias ganadoras de libertad, de autonomía solidaria y entramada
creatividad.
Deberemos, con urgencia, trabajar, formarse para generar las condiciones de que el
pensamiento advenga en los grupos, las organizaciones, las instituciones
imaginarias, en la comunidad. Desnaturalizar el pensar intentando generar
condiciones para que en nuestros grupos se pueda pensar el pensar. Un co-pensor
que predisponga y se predisponga a estimular la creatividad propia de un sujeto
pensante.
Ardua tarea, sobre sí mismo, con los otros.
Hacer del elucidar Castoridiano una cuestión que atraviese permanentemente
nuestra tarea, nuestro quehacer, para que la producción grupal trabaje sobre un
contexto tinelizador, banalizador, light.

Las nuevas tecnologías también contienen, allí donde hay aspiraciones de


dominación, la posibilidad de crear y ejercer formas de pensar como acto colectivo.
El o los riesgos a los que estamos sometidos nos desafían a inventar formas de
desarmar estrategias de dominación. Habrá que desnaturalizar sus mecanismos,
sus entresijos, sus vericuetos. Intentar hacer visibles las bifurcaciones de los
caminos y elegir cada vez que podamos.
La Psicología Social, mejor los Psicólogos Sociales, deberemos pelear contra
nuestra inercia mental y nuestros intereses personales que siempre han sido, a lo
largo de la historia de la ciencia, los dos grandes obstáculos que han frenado el
cambio, la innovación y el progreso. (Zemelman; 2000)

Constituirnos en sujetos pensantes a partir de contactar con nuestras formas de


vibrar, emocionarnos, resonar. Rescatar del ninguneo nuestros afectos y desde allí
nuestras ideas para estar en condiciones de acompañar y ser acompañados en estos
procesos que requieren no una cercanía, menos una distancia sino una implicación
extranjera35. La extranjería implicada en la situación, en la singularidad de cada
aquí y ahora contigo. Una vivencia propiamente humana. No tan centrada en la
experticia como en la convivencia que pregunta ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Quiénes? El
encuentro como una experiencia de afectos situacionales para generar
pensamientos grupales.
35
Georg Simmel, Alfred Schütz, Norbert Elias y Massimo Cacciari. El extranjero. Sociología del extraño
Introducción de Olga Sabido Ramos. Sequitur, 2012
7.- Que el pensamiento advenga.
Operación es la acción planificada, creada, con un objetivo definido. Sabemos, el
sueño de toda operación es determinar a priori los resultados, las metas deseadas.
La operación es por definición un recorrido que anuncia el lugar de llegada. Es
teleológica. Cree saber adónde va y muchas veces lo produce. Como auto
productora de su lugar de llegada. En estos tiempos de incertidumbre la meta no
se puede predecir salvo manipulación calculada, marketing, mentiras y
vulgaridades. Fundamentalmente manipulación psicópata. Nuestra esperanza
radica en lo que rompe la recepción. Y, una recepción pasiva, indolente, repite sin
pensar. En la banalización, el ocio que evita pensar está el riesgo de ser capturados
por la esclavitud.
Es que no se trata de que a tales causas, tales efectos. Está en las posibilidades del
receptor la recreación crítica del mensaje.
Contra las operaciones subjetivas: Deberemos crear en la recepción. Inventar,
construir subjetividad en el diálogo, a través de la palabra, en la conversación, en el
intercambio.
Ser sujetos allí donde nos quieren objeto. Esto demanda que la situación nos halle
disponibles, sensibles, arriesgados, reflexivos.
El mensaje se constituirá entonces como invención en la recepción. Una recepción
que escucha, aloja, demora lo que viene en el dialogo.36

Los Cientistas Sociales como trabajadores, labradores, artesanos en la construcción


de condiciones de posibilidad de que el pensamiento advenga en los campos de
actividad.
Trabajadores del lenguaje. Verbal, gestual, corporal porque la opacidad, la
ambigüedad de las palabras, de los gestos, de las posturas pueden ser elementos
constructivos de esa posibilidad. Allí donde la influencia produce no sólo por lo
que viene sino por lo que hay en la recepción, la batalla es una escaramuza con los
ojos abiertos y la cabeza pensante. Nuestra esperanza es que lo que hay no esté
raído o somnoliento o aburrido o saturado. Entonces deberemos renovarnos o
despertarnos o entusiasmarnos o aligerarnos de tanto apremio. Escuchar con un
cierto temblor apasionado.

Deberemos emplear una cierta demora, una hospitalidad reconstructiva, una


curiosidad entusiasmada.
¿Se trata del trabajo de la imaginación en la recepción?
¿Nos requiere una demanda de sujetos imaginantes?

36
día: a través de. Logo: palabra. Dialogo: a través de la palabra.
¿Apostar a la “catástrofe de cualquier representación imaginativa que se pretenda
estable?”37
¿Imaginación creativa?
¿La imaginación en reemplazo de la pulsión a la repetición?
¿Oscilación entre espontaneidad y receptividad alerta?
¿Crear lo nuevo – representar lo nuevo y re-presentar lo ya experimentado? 38
¿Desfachatez, espontaneidad, coraje, empoderamiento?
Quizás deberemos pensar, los cientistas sociales, que nuestra tarea consistirá, entre
otras cosas, en proponernos ser co-autores de condiciones grupales,
organizacionales, comunitarias para la creatividad.

Para el pensamiento. Para que la innovación trabaje en los desacoples subjetivos


apostando al encuentro.

Torcer el destino que el mensajero comunicacional avieso desea para su mensaje.


Pensar que es preferible intentar un camino autónomo, propio, nuestro, aun
cuando corramos el riesgo de que a lo mejor en principio sea tan incorrecto, o más
que el otro. Pero, por lo menos, nuestro39.
Ardua tarea. Con alto contenido ético por lo tanto político. Que nos permitirá
trabajar las nociones de neutralidad, distancia, gesto espejante. Pero que seguirá
respetando la idea de que la dirección es la dirección que ellas toman. Es que no
habrá liderazgo sino coordinación que está dispuesta a sostener la composición de
las singularidades coordinadas.

8. De terremotos y tsunamis.
En las ciencias llamadas duras, en las matemáticas, la geometría, la física, la
microfísica, la astronomía, la cosmología. En lo que estudia lo macro y en lo que se
ocupa de lo micro han ocurrido tremendos terremotos, si no tsunamis.
En las ciencias sociales han ocurrido, ocurren, por ejemplo, Spinoza, Nietzsche,
Heidegger, Marx, Freud, Wittgenstein, Foucault, Anastasio Ovejero Bernal, Tomás
Ibáñez, Cornelius Castoriadis, Michel Serres, Denise Najmanovich, David Tohm,
Edgar Morin, Deleuze, Gattari, Pablo Fernandez Cristlieb, Cristina Corea, Ignacio
Lewkowicz, Marcelo Percia, tantos, tantos otros. Los obvios. Los que olvido.
En los más diversos campos de problemas, los abordajes han modificado los
sentidos, las interpretaciones, las descripciones de aquello de lo que se ocupan.

37
Tiqqun. Primeros materiales para una TEORÍA DE LA JOVENCITA. Acuarela & Machado.
38
2 Virno, P. Y así sucesivamente, al infinito. Lógica y antropología. FCE. Bs. As. 2013. Página 32.
39
Fernandez Christlief, P. Lo psicosocial. En: Ovejero, A. y Ramos, J. (Coords.) Psicología Social
Crítica. Biblioteca Nueva. Univ. Autónoma de Querétaro. Univesidad Michoacana San Nicolás
Hidalgo. 2011. Madrid. Págs.. 48 a 57
El paradigma hegemónico se ha licuado, ha declinado, se ha caído, ha estallado, se
ha desfondado.
El agotamiento aparece como promotor y emergente de ésta, la más profunda crisis
de las ciencias contemporáneas.
Está dicho: “Hasta lo sólido se desvanece en el aire”.

Pero, como la luz de las estrellas estalladas, sigue visible en la luminosidad que
está todavía viajando por el cosmos. O, como el Cid Campeador en su última
batalla, los epígonos de esa modernidad “temprana” la han sujetado a su
cabalgadura y, muerta, sigue aquí librando su batalla.
Modernidad “tardía”.
Pero las nuevas alternativas interpretativas donan sentidos novedosos a lo que
interpretan.
Transforman aquello de lo que se ocupan. Por ejemplo, las relaciones familiares no
son lo mismo que eran antes (en siglo XIX y mitad del S.XX) cuando las
pensábamos con el complejo de Edipo. Al instalarse en la cultura, al devenir
sentido común, este drama de la literatura griega intercepta la mirada, la tiñe,
transformando lo que vemos, construimos y pensamos cuando nos referimos a
mamá, papá y su progenie. Así, nuestra mirada está siendo modificada por
construcciones teóricas que evidencian claramente, si no insatisfacción, sí claras
señales del agotamiento del paradigma de la modernidad.
Y, el agotamiento aparece como promotor y emergente de ésta, la más profunda
crisis de las ciencias contemporáneas. Crisis que parece haber llegado para
quedarse y que, por ello, habría perdido su carácter de cuestión momentánea.
Este declinar se ha ido configurando a lo largo de las últimas tres cuartas partes del
siglo XX.
Con los tres maestros de la sospecha: Niestzche, Freud y Marx se ha levantado la
ola que está borrando la idea de humano de las arenas de la modernidad, diría
Michel Foucault.
A fines del siglo XIX, comienza la instalación de una bomba de profundidad,
Tomás Ibañez dixit.
Con la construcción del psicoanálisis, Sigmund Freud comienza a minar el lugar
entronado de la razón infligiendo a la humanidad una herida narcisista
formidable, postulando que no era la razón la determinante principal de nuestra
conducta.
Carlos Marx hubo, con la idea del fetichismo, mostrado lo laberíntico del
conocimiento.
Y la cuestión del poder, que nos permite ir pensando que la hegemonía no es
producto sólo de la coerción física, sino que necesita construir imaginarios que
justifiquen y den estatus, que encubran injustificadas dominaciones, que oculten
débiles supuestos. Epistemes y paradigmas que hacen visibles campos de batalla
por la apropiación del capital simbólico.

El territorio como objetivo de captura de los imperialismos ha dejado de ser


solamente la tierra donde apoyamos nuestros pies. Interesan otras geografías.
Otros campos.
El biopoder. La biopolítica. El disciplinamiento de los cuerpos. La psicopolítica.
Las neurociencias.
La subjetividad como territorio de combate.
Los dispositivos de construcción de subjetividad buscan cumplir los sueños de
hegemonía de sus propietarios, entre otras cuestiones que construyan consensos,
con la apropiación de capital simbólico para desde allí imponer las certezas
convenientes.

Hace mucho que sabemos que se pueden hacer cosas con las palabras.
Afectar. Conmover. Convencer. Conversar.
Construir realidades.
El capital simbólico también es pretendido como propiedad privada pasible de ser
manipulada. Pasa en el campo “psi” con la apropiación de conceptos del campo
simbólico tales como: terapia, consultorio, clínica, salud, etc. Los Psicólogos
Sociales sabemos de eso. Y el campo psi sabe de pretensiones hegemónicas. Así
como el campo de la salud lo sabe ¿cuál no?

9.- Ser otros.


Aparecen las nuevas tecnologías como en la historia de la humanidad apareció una
vez el libro. Y así como el libro tuvo que ver con la construcción de la subjetividad
colectiva, incluidos los analfabetos del mundo, las nuevas tecnologías son
condición de posibilidad de nuevas subjetividades aun en quienes no tienen acceso
a internet.
Dice Rogers Cartier en Historia de la lectura en el mundo occidental [1995]:
“Asistimos a una revolución mucho más profunda que la imprenta de Gutenberg o
el surgimiento de la televisión. Con el texto electrónico cambia la técnica, el soporte
y la secuencialidad, (pero) se transforma la lectura misma. Es una auténtica
revolución que está siendo más analizada desde un punto de vista técnico o
sociológico que desde un planteamiento histórico. Nos falta distancia todavía.”40
Con el libro supimos la incidencia en los procesos colectivos de producción de
subjetividad y como estos modifican a través de los entramados caminos de la
40
VILLENA, Miguel Ángel “Un ensayo repasa la historia de la lectura hasta la revolución del texto electrónico”, en El País,
14 de mayo de 1998. En: https://introduccionalahistoriajvg.wordpress.com/ 2012/07/16/ %e2%9c%8d-historia-de-la-
lectura-en-el-mundo-occidental-1995/ Bajado 07/01/2019
creación de cultura aún a sujetos que no leyeran. Porque “estudiar un texto ya no
podía limitarse a hallar rastros de  la conciencia de quien lo producía (autor/a),
sino mejor las estrategias plurales que articulaban series discursivas (Foucault:
1969a y 1969b).” Entonces el texto tendría tantos autores como lectores y, en el
lugar de la escritura, el autor sería un portavoz de la subjetividad plural. Mientras
que el lugar de la recepción el texto como obra abierta deviene creación del lector.

Esta historia de la cultura que los impresos hacen posible articular es, también, una
historia social y una investigación sobre las modalidades subjetivas de creación y
transmisión de significados.

La lectura como práctica social de interpretación constituye experiencia y por


consiguiente produce realidad. Y, nos puede permitir construir y comprender los
modos de construcción de la cultura (Chartier, 1996b) y los procesos
contemporáneos de subjetivación. Nuestra relación con las nuevas tecnologías es
una revolución de las estrategias de lectura.
Los hechos y las cosas tienen como destino la interpretación. Esas interpretaciones
son nuestra realidad.

Si la aparición del libro modificó las subjetividades. Aun la de quienes no leían.


El devenir hipertexto de lo textual está creando y demandando nuevas estrategias
de lectura. Las nuevas tecnologías han modificado el formato, la cantidad, la
velocidad de los estímulos que recibimos. Han ido generando la posibilidad de
saturación, de afectaciones suplantables en lugar de marcas.
Digo, insisto, estamos viviendo escenarios novedosos. Lo que se puede decir se
asemeja a avanzar a tientas. Respiramos cambios, modificaciones radicales,
mutaciones. Vivimos en medio de una auténtica revuelta que estamos analizando
desde una perspectiva técnica o sociológica más que desde un planteo socio-
histórico ¿Nos falta distancia? ¿Estamos naturalizando lo excepcional?

Si pensamos en el hombre y sus circunstancias, si éstas han cambiado y/o han


mutado, podemos sospechar que estas otras circunstancias constituyen, hoy, otras
subjetividades. No somos los mismos en estas circunstancias. Estos cambios nos
reclaman con los ojos abiertos.

Si fuera así, los sujetos, los grupos, las organizaciones, las instituciones
imaginarias, la comunidad ya no son los mismos que eran, éramos, antes de esta
tormenta que no cesa. ¿Hemos mutado? ¿Cambiamos? ¿Nos somos los que
éramos? Los Grupos a los que pertenecemos, las Instituciones, nuestras
comunidades ¿han cambiado? ¿Hemos cambiado? ¿Somos otros?
10.- Psicología Social y Filosofía y contemporaneidad.

Para Anastasio Ovejero Bernal, “La psicología social es una empresa colectiva
que se ha ido constituyendo a lo largo de los últimos siglos, siempre al hilo del
pensamiento filosófico occidental, primero, y en relación con las demás ciencias
sociales, después. Sin embargo, en cuanto se “independizó” como ciencia
particular intentó desasirse totalmente de la filosofía, lo que por fuerza le ocasionó
serios problemas de constitución, problemas que se agravan “, dice, “al ir
aislándose paulatinamente nuestra disciplinas de las demás ciencias sociales. Pues,
a mi juicio, todo intento de reconstrucción de la psicología social debería pasar, por
una parte, por incrustarla adecuadamente dentro del pensamiento occidental del
que surgió y del que nunca debió aislarse. Y debería también, por otra parte, estar
siempre atenta a los avatares sociales de la sociedad de la que forma parte”. 41

Podemos pensar, con Ovejero, que algunas de las dificultades de la psicología


social, su crisis, la falta de innovaciones, la tendencia a generar islas en disputa,
competencias comerciales, etc. tienen relación, entre muchas otras cosas, con el
abandono del recurso a la filosofía, a la antropología, a la sociología, a la psicología
social del sur y al trabajo lector. Siguiendo el ejemplo del esfuerzo lector de
Pichón.
Nuestra disciplina se ha instalado muchas veces en el territorio de los binarismos
tratando de resolver la relación que vincula psicología y sociología, individual y
masivo, singular y colectivo.
Esas íes son una de las formas de plantear el problema. Así como en las preguntas
están implícitas ciertas condiciones para las respuestas. La “y” señala y delimita el
lugar desde el cual se responderá. Fija las condiciones para responder. Cuando la
pregunta separa relacionando con una “y” está condicionando una respuesta en el
territorio de la fragmentación. La da por supuesta y al silenciarla impide que sea
puesta en cuestión. Esta ubicando el problema en el territorio de los dualismos allí
donde se pierde la posibilidad de ocuparnos de las relaciones consutiles, de los que
pueden ser atributos de lo uno. De las relaciones de interfaz.

Esta apelación a los binarismos como técnica para pensar nace junto con la cultura
Occidental en la Grecia de Platón. Es, entonces, la invención de la fragmentación
binaria la que se pone en tensión. Tensión que nos atrae como si quisiéramos
reparar el mundo dañado, la realidad oriental fragmentada. Este movimiento que

41
Ovejero Bernal, A. La nueva Psicología social y la actual postmodernidad. Raíces, constitución y desarrollo histórico.
Universidad de Oviedo. Servicio de Publicaciones. Pág. 11
funda una cultura inventa también un sujeto fragmentado: en cuerpo/alma;
interioridad/exterioridad, individuo/colectivo, sujeto/objeto.
Entonces, la preocupación que construye el suelo de lo que señalamos como
psicología social cada vez que intentamos genealogizarla, consiste en retomar una
pregunta que desnaturaliza tanta dicotomía, binarismo, dualismo.

La psicología social nace como un conjunto de notas y comentarios en los


márgenes de los diálogos platónicos y es en la deriva de un encuentro con Baruch
Spinoza donde quizás podamos torcerle la mano al binarismo que parte en dos lo
que va siendo múltiple a partir de uno. Allí en el mundo de los atributos de la
naturaleza toda es que encontramos en la filosofía de Spinoza la posibilidad de
evitar la simplificación empobrecedora que supone a la psicología social como el
punto de intercepción de la sociología y la psicología. Entonces “cualquiera que
pueda juntar la palabra psicología con la palabra social tiene ya una ocurrencia de
lo que es la psicología social, con lo cual se queda contento.” 42

La citada fragmentación se impuso durante siglos a la propuesta que ve que todo


es naturaleza y que la multiplicidad es la manifestación de infinitos atributos.
Esta concepción de todo es naturaleza, ubica a los atributos relacionados como
interfaces. Donde uno no es posible sin el otro. Como el citado caso de la moneda
que si uno lima hasta desaparecer una faz se queda sin dinero.

Es Baruch Spinoza quien puede aportarnos desde la filosofía la posibilidad de


pensar como interfaces lo que el platonismo nos invita a ver como dos polos.
Cuerpo alma, singular colectivo, arriba abajo, adentro afuera requiriéndose
mutuamente para existir.
La grafica tópica de la cinta de Moebius resulta realmente útil para pensar esta
cuestión. Las cosas cobran existencia en lo que generan en el encuentro. No habría
entonces realidad objetiva sin un sujeto que la construya desde su subjetividad. Y
esa subjetividad es el producto singular de una subjetividad colectiva. Es singular
porque produce y es producida por un plural.

11.- Estas son ideas para construir problemas.


No pretenden ser respuestas aun cuando gramaticalmente aparecen a tu lectura
como afirmaciones son preguntas, dudas, titubeos para ubicar estas cuestiones en
un lugar más inquietante. Es decir en un lugar que no nos deje quietos. Intentan
pensar lo que vive en sus múltiples atributos.

42
Fernández Christlieb, P. Lo psicosocial. En: Ovejero, A. y Ramos, J. Psicología Social Crítica. Biblioteca Nueva-
Universidad Autónoma de Querétaro. Universidad Michoacana San Nicolás Hidalgo. Madrid. 2011. Pág. 48
12.- Construir el porvenir
El tiempo que fue aún no pasó y el porvenir no es sino sólo anuncio y desafío.
Cuenta Marcelo Percia que su amigo dice: “Vivo un tiempo desesperante. El
pensamiento que me abriga no me abriga. Y el pensamiento por venir aún no se
anuncia.”43

Desfondamiento, declinación, caída, estallido, entre otras, se postulan como


metáforas para evidenciar lo que parece ser la más profunda crisis de los supuestos
de nuestra vida cotidiana.
De las lógicas, las estrategias y las erogeneídades.
De la estética.
De la ética.

13.- Lo Psicosocial
Obviamente, si ésta crisis también se evidencia en la ciencia contemporánea.
¿Por qué no deberíamos sospechar que atraviese a nuestra Psicología Social?
¿La Psicología Social no es producción histórico-social?
¿El hombre va siendo en su situación?
¿La situación que nos constituye es otra?
¿Somos otros?
¿Somos testigos con los ojos abiertos?
¿La perplejidad nos paraliza?
¿Las transformaciones nos anonadan?
¿Hacer visibles las novedades demanda que nos pongamos a trabajar?
¿Habrá que volver a construir?
Entonces, habrá que pensar.
Pensar cada vez. Pensar cada cosa.
Pensar es cambiar.
Hay mucho para hacer.
¿Podemos seguir colocándonos de espaldas a la nueva sociedad?
¿Las nuevas situaciones, los nuevos problemas que están ocasionando dolor en
todo el mundo? ¿Son de nuestra incumbencia? ¿Deben éticamente serlo?
Las exigencias que la nueva sociedad y las nuevas circunstancias nos están
planteando a todos, y tal vez a los psicólogos sociales más que a nadie nos pone en
la tesitura de renovarnos en profundidad o morir con ella”.

43
Percia, M. Una subjetividad que se inventa. Diálogo demora recepción. Lugar Editorial. Bs. As. 2002. Página 7.

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