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Actuación

Bitácora 8, 26 de Abril de 2018

El comienzo de la clase fue igual que las anteriores, es decir con entrada en calor del cuerpo,
individualmente, ocupando diferentes espacios del aula, para así tener disponible nuestros cuerpos
a la hora del trabajo, sin hacer movimientos por que sí, sino teniendo conciencia de que es lo que
cada cuerpo necesitaba, liberando tensiones.

(Luego de un día muy largo, necesitaba relajar mi cabeza, olvidar mis problemas para estar presente
en la clase y descontracturar mi cuello).

Poco a poco, en el momento de que cada compañero terminaba de hacer sus movimientos
comenzamos a hacer un recorrido por el espacio, rompiendo el típico circulo que habitualmente se
forma, al principio fue una caminata rutinaria, pero luego se fue sumando las intensidades, las
miradas hacia el espacio vacío que hay que ocupar y así mismo hacia nuestros compañeros sacando
la vista del suelo.

La indicación de la profesora nos dice que debemos continuar con el recorrido por el espacio, tal cual
lo estábamos haciendo, pero esta vez pasar por el centro del aula, sin chocar a nuestros compañeros
ya que íbamos en diferentes velocidades, soltando nuestro cuerpo, ya que en mi caso note que a la
hora de correr tensionaba los brazos.

Mientras estábamos en este recorrido se escucha PAUSA, mantuvimos la posición en la que


quedamos, pero si había alguna molestia la modificamos, y así, en esa pausa nos hacen observar
nuestros cuerpos, la distancia entre un cuerpo y otro, como también el espacio. Hicimos un par de
veces estas pausas, pero a la tercera; visualizamos un compañero y pensar como accionar sobre él a
la cuenta de 3 según la indicación de la profesora, sin embargo, entre los primeros recorridos no se
logró a llegar a concretar la acción, porque nos acercamos a tal punto que con esa carga de accionar
nos dijo sigan recorriendo el espacio.

Llegue a un punto en el que al principio siempre me topaba con la misma compañera, y


desilusionarme luego por no poder hacer la acción, pero al ver que las primeras veces siempre era
ella iba cargándome internamente de energía alocada por accionar sobre ella.

Al fin se dio, el primer accionar hacia nuestro compañero, en 3 pasos, ¿todos llegamos a lograr esas
acciones? ¿O estábamos un poco alejados, o el cuerpo de mi compañero me modifico en algo? Por
suerte yo si pude, y de nuevo con una intensión picara, la de llevarle la remera de mi compañero
hacia la cabeza.

Hicimos varias veces este ejercicio, pero de a poco si iba modificando, primer paso me acerco
segundo paso me acerco más, el tercero acciono, el cuarto me alejo, el quinto paso me alejo un poco
más, el sexto paso roto a 180° de mi compañero.

En una de esas rotaciones de 180°, al tener que volver hacia nuestro compañero y no romper con
eso, la mire con otra intención, y ganas de accionar diferente, pero su cuerpo me modifico y me hizo
alterar como ponerme nerviosa.

En el recorrido y encontrarnos con cada compañera que accionamos, reaccionábamos de diferentes


maneras según como había sido ese encuentro anteriormente.

Yo de una compañera prácticamente me quería escapar, porque la cruzaba siempre y nuestro


accionar fue muy loco.
Al finalizar la clase, en el último encuentro de un compañero, el accionar podía ser igual o de una
forma más sutil, y ser permeable a aquello que sucediera hasta que se armó una improvisación.

Mire mi compañera y me sumergí en sus ojos, fue una sensación rara pero tampoco podría explicar,
sencillamente a la hora de accionar no llegue a correrle el cabello detrás de su oreja, se escapó y se
fue con un compañero, esa sensación de vacío, y al ver que se fue con él quise impedirlo, al principio
me costó, luego pude y se quedó unos segundos conmigo, pero luego se fue, y parecía que todo de
nuevo se había perdido, pero esta vez lo impedí para que no volviera a pasar, nos unimos los tres,
como poder armar una conexión entre nosotros tres, pero ella lo rechazo, y se fue, entonces
quedamos solos, él y yo.

Erika. K

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