Está en la página 1de 21

PRESENTACIÓN

En materia de Derecho Probatorio Penal, lo que se busca es el reconocimiento de


la verdad material o histórica (de los hechos humanos) y no simplemente la
planteada por las partes, por eso, es por lo que previamente al interior de nuestra
Constitución Política se contemplan los principios de igualdad ante la ley, debido
proceso y dignidad humana; buscando así la protección de los principios
generales de la prueba en su libre apreciación, legalidad y licitud, los cuales se
fundan con posterioridad en los elementos necesarios que tendrá el juez para
sustentar la condena o absolución.

La teoría del fruto del árbol envenado es una doctrina que hace referencia a las
pruebas de un delito obtenidas de manera ilícita, las cuales impedirán
posteriormente en el proceso judicial que puedan ser utilizadas en contra de
cualquier persona, en el sentido de que cualquier prueba que directa o
indirectamente y por cualquier nexo esté viciada, debe ser prueba nula.

Un ejemplo podría ser la obtención de una prueba sin respetar el control de


legalidad originando que se convierta en ilegítima, y por tanto, ello significaría su
radical nulidad, conllevando que todas aquellas otras pruebas directamente
relacionadas y derivadas en el procedimiento seguido sean también nulas de
pleno derecho.
INTRODUCCIÓN

La teoría de la prueba prohibida se originó en los Estados Unidos de Norte


América como una regla de exclusión (del proceso) del material probatorio
obtenido de manera ilegal.  Su fundamento fue disuadir a la policía para que no
procurase fuentes de prueba vulnerando derechos fundamentales por cuanto sería
excluida del proceso y no valorada por el Juez.

Posteriormente, la teoría de la prueba prohibida extendió su vigencia a otros


países.  En nuestro caso, a diferencia de lo ocurrido en los Estados Unidos de
Norte América, la prueba prohibida tiene como fundamento la defensa de los
derechos constitucionales prohibiendo que la fuente de prueba que hubiera sido
obtenida mediante la vulneración de los mismos pueda incorporarse al proceso.

Hoy en día se constata -desde una perspectiva comparada de la aplicación de la


prueba prohibida- la tendencia general de la jurisprudencia de distintos países de
crear reglas de excepción a la exclusión de la prueba prohibida permitiendo con
ello que, en determinados casos, ésta pueda ser admitida y valorada por el Juez.   
Es decir, no importa tanto que la prueba sea prohibida o no, en tanto se castigue
al verdadero culpable.   En ese contexto, los Tribunales han creado excepciones
como la del descubrimiento inevitable, o de la buena fe, o de la conexión de
antijuricidad porque consideran que los ciudadanos jamás entenderían que un
comprobado delincuente no fuera sancionado y dejado en libertad por un “mero
tecnicismo legal”.

La doctrina de la prueba prohibida ha sido aplicada tradicionalmente en el ámbito


del derecho penal; sin embargo, la problemática que ésta origina excede el
proceso penal y de hecho se presenta, también, en otros procesos como: el penal,
el civil, el laboral, el contencioso administrativo o el de familia.

El presente trabajo se centrará en el análisis de la prueba prohibida en el proceso


penal.
ÍNDICE

PRESENTACIÓN.......................................................................................I
AGRADECIMIENTO.................................................................................II
ÍNDICE.......................................................................................................III

TEMA
Teoría del Fruto del Árbol envenenado...............................................................4
1. Concepto de la Prueba Prohibida....................................................................4
2. La Prueba Prohibida en la Constitución..........................................................6
3. Nexo causal y el argumento de la fuente independiente..................................9
4. CONFLICTO: Prueba prohibida vs derecho a probar.....................................10
5. La prueba prohibida está referida a la fuente de prueba o al medio probatorio
o a ambos............................................................................................................12
6. Prueba prohibida y prueba irregular................................................................14
9. Excepciones a la prueba prohibida..................................................................18

CONCLUSIONES..............................................................................................21
BIBLIOGRAFÍA................................................................................................23
ANEXOS............................................................................................................24
TEORÍA DEL FRUTO DEL ÁRBOL PROHIBIDO

La teoría del fruto del árbol prohibido se aplica a las pruebas derivadas; es decir,
a aquellas otras que se originan u obtienen de una prueba prohibida y persigue
que las mismas –al igual que la prueba prohibida- sean excluidas del proceso y
no sean valoradas por el Juez.

La teoría del fruto del árbol prohibido se sustenta en que la prueba prohibida no
sólo debe ser excluida y no valorada en el proceso sino que, además, la misma no
debe ser utilizada en lo absoluto en el proceso. De esa manera todo elemento
probatorio (sean objetos tangibles, declaraciones o información) que se origine o
se obtenga como consecuencia de la prueba prohibida debe quedar excluida del
proceso y tampoco ser valorada por el Juez.

Para que un elemento probatorio sea considerado fruto del árbol prohibido es
necesario exista una conexión o relación de causalidad entre la prueba prohibida
y la derivada.  La prueba prohibida debe ser motor o causa de la derivada de
forma tal que, sin la prueba prohibida no se hubiera tenido acceso o conocimiento
de la prueba derivada.

1. CONCEPTO DE PRUEBA PROHIBIDA

La doctrina no es pacifica con relación a la definición de la prueba prohibida. 


Tradicionalmente se admiten dos conceptos uno amplio y otro restringido de ella.

En sentido amplio se entiende por prueba prohibida aquella que se obtiene o


produce vulnerando el ordenamiento jurídico en general, sea que la vulneración
sea de una norma de rango constitucional o legal.

En sentido restringido se entiende por prueba prohibida aquella que se obtiene


vulnerando uno o más derechos fundamentales.
En nuestra legislación -conforme ha sido indicado en el numeral anterior-, el
Tribunal Constitucional y la Corte Suprema han coincidido en considerar la
prueba prohibida en su acepción limitada o restringida.  Sin embargo, existe una
diferencia entre ellos, el Tribunal Constitucional la ha definido como aquella que
se “obtiene” vulnerando los derechos fundamentales, en tanto que la Corte
Suprema la definió como aquella que se “obtiene o actúa” vulnerando los
derechos fundamentales.

Es decir, a criterio de la Corte Suprema existirían dos momentos en los que la


prueba podría adquirir el carácter de prohibida.  En el momento que fue obtenida
(fase extra-procesal o previa al proceso) o al actuarse en el proceso.

Por prueba prohibida entenderemos, básicamente, aquella que ha sido obtenida


mediante la vulneración de algún derecho fundamental y no a la practicada
vulnerando algún derecho fundamental por cuanto, en el proceso penal, los
medios probatorios deben actuarse en Audiencia con presencia del Juez, en cuyo
supuesto, es muy poco probable que pueda actuarse una vulnerando algún
derecho fundamental.

Teniendo en consideración lo dispuesto por el artículo V del Título Preliminar


del Código Procesal Constitucional que dispone, que los jueces deben interpretar
y aplicar las leyes y normas reglamentarias de acuerdo con los principios
constitucionales y la interpretación de los mismos que efectúe el Tribunal
Constitucional tenemos que, en nuestra legislación, habría quedado zanjado el
debate que pudo haber existido entre el concepto amplio o el restringido de
prueba prohibida.  Según el Tribunal Constitucional es prueba prohibida
aquella que se obtenga mediante la violación directa o indirecta de algún derecho
fundamental, más no de uno de rango legal o infralegal.

2. LA PRUEBA PROHIBIDA EN LA CONSTITUCIÓN, CORTE


SUPREMA Y EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Nuestra Constitución Política regula de manera expresa la prueba prohibida
indicando cuál es y los efectos que ésta produce en el proceso.

Al respecto el Artículo 2.10 de la Constitución referido al secreto y a la


inviolabilidad de las comunicaciones y documentos privados dispone lo
siguiente:

“Las comunicaciones, telecomunicaciones o sus instrumentos solo


pueden ser abiertos, incautados, interceptados o intervenidos por
mandamiento motivado del Juez, con las garantías previstas en la
ley. (…) Los documentos privados obtenidos con violación de éste
precepto no tienen efecto legal (…)” 

Adicionalmente, el Artículo 2.24.h de la Constitución referido a la libertad y


seguridad personal establece lo siguiente:

“Nadie debe ser víctima de la violencia moral, psíquica o física, ni


sometido a tortura o a tratos inhumanos o humillantes. (…) Carecen
de valor las declaraciones obtenidas por la violencia. Quien la
emplea incurre en responsabilidad” 

De los referidos dispositivos se desprende claramente que los documentos y/o


declaraciones que hubieran sido obtenidas vulnerando los derechos
constitucionales arriba indicados “no tendrán efecto legal” y “carecerán de
valor” (probatorio).

En Sede Judicial, el 11 de diciembre de 2004, el Pleno Jurisdiccional Superior


Nacional Penal realizado, en la ciudad de Trujillo, distinguió entre prueba ilícita
y prueba irregular acordando lo siguiente:

“Por unanimidad.  Establecer que existen diferencias entre prueba


ilícita y prueba irregular. Para comprender a plenitud las diferentes
teorías sobre ilicitud de la prueba, es necesario distinguir entre
obtención de la prueba (fuente) e incorporación de la prueba (medio
de prueba).  La primera se da cuando en la obtención de la fuente de
prueba se transgrede un derecho fundamental del imputado.  La
segunda se produce cuando se viola una norma de carácter procesal
al momento de la incorporación de la prueba al proceso (…)” 

Del referido Pleno Jurisdiccional se desprende que es prueba ilícita aquella que
se obtiene vulnerando algún derecho constitucional; en tanto que prueba irregular
aquella que se produce vulnerando una norma procesal al momento de su
incorporación al proceso.

Posteriormente, el 04 de mayo de 2009, la Primera Sala Penal Transitoria de la


Corte Suprema en el considerando 6.C de la ejecutoria dictada en el proceso
signado como Recurso de Nulidad No. 05-02-2008, señalo lo siguiente con
relación a la prueba prohibida:

“C).- De la prueba prohibida.  La “prueba prohibida o ilícita” es


aquella prueba, cuya obtención o actuaciones lesionan derechos
fundamentales o se violan normas constitucionales, de modo que la
misma deviene procesalmente en inefectiva e inutilizable por lo
tanto,… carecen de efecto legal las pruebas obtenidas directa o
indirectamente con violación del contenido esencial de los derechos
fundamentales (…)”.

Luego, el 27 de octubre de 2010, el Tribunal Constitucional emitió una sentencia


en el proceso signado con el No. 00655-2010-PHC/TC, definiendo qué es prueba
prohibida, su naturaleza jurídica y los efectos que ésta produce en el proceso.

En el considerando 15 de la referida sentencia el Tribunal Constitucional define


la prueba prohibida de la siguiente manera:

“De este modo, en nuestro ordenamiento jurídico una prueba será


considerada prohibida cuando se obtenga mediante la violación
directa o indirecta de algún derecho fundamental, más no de los
derechos de rango legal o infralegal” (Lo resaltado es nuestro).

En relación a la naturaleza jurídica de la prueba prohibida el Tribunal


Constitucional en la indicada sentencia ha establecido en el considerando 7 lo
siguiente:

“En resumen, en la dogmática y jurisprudencia constitucional


comparada resulta variable la naturaleza jurídica que se le pretende
atribuir a la prueba prohibida.  No obstante ello, enconsideración de
este Tribunal la prueba prohibida es un derecho fundamental que no
se encuentra expresamente contemplado en la Constitución, que
garantiza a todas las personas que el medio probatorio obtenido con
vulneración de algún derecho fundamental sea excluido en cualquier
clase de procedimiento o proceso para decidir la situación jurídica de
una persona, o que prohíbe que este tipo de prueba sea utilizada o
valorada para decidir la situación jurídica de una persona. En este
sentido, debe destacarse que la admisibilidad del medio probatorio
en cualquier clase de procedimiento o proceso no se encuentra
únicamente supeditada a su utilidad y pertinencia, sino también a su
licitud”.

De la cita anteriormente transcrita se desprende el efecto que la prueba prohibida


debería producir en el proceso.  A criterio del Tribunal, la licitud de la prueba es
un presupuesto para su admisión al proceso (como también lo son el principio de
utilidad, de pertinencia, de idoneidad, etc.); en tal sentido, la prueba prohibida no
debería ser admitida al proceso por el Juez y, si lo fue, debería ser excluida
estando el Juez prohibido de extraer argumentos y consideraciones de prueba de
la misma.
En conclusión, según el Tribunal Constitucional la prueba prohibida es un
derecho fundamental y, además, una regla de exclusión de la fuente de prueba del
proceso.

Por último, el Código Procesal Civil regula de manera totalmente deficiente la


prueba prohibida.  Al respecto, el Artículo 199 referido a la ineficacia de la
prueba dispone lo siguiente:   “Carece de eficacia probatoria la prueba obtenida
por simulación, dolo, intimidación violencia o soborno”.

3. NEXO CAUSAL Y EL ARGUMENTO DE LA FUENTE


INDEPENDIENTE

Para que la fuente de prueba pueda ser excluida del proceso es necesario que
exista una relación de causalidad entre el derecho fundamental conculcado
(causa) y la prueba prohibida (efecto).  Es decir, no basta la lesión del derecho
fundamental sino que ésta debe ser producida para obtener una fuente de prueba
que, de otra manera, no se hubiera obtenido.

Si la obtención de la fuente de prueba se produjo independientemente o de forma


ajena a la vulneración del derecho no hay motivo para su rechazo.  Si nos
encontramos frente a una prueba obtenida de forma independiente, autónoma,
que no guarda relación causal con la violación del derecho constitucional, la
misma debe ser admitida, actuada y valorada en el proceso.

Íntimamente vinculado a este tema está el argumento de la Fuente Independiente


originado, en E.E.U.U., en el caso Bynum vs USA, en 1960, en virtud del cual
luego que el Tribunal excluyera del proceso las huellas dactilares obtenidas como
consecuencia de una detención ilegal, posteriormente, mientras se procesaba al
acusado, el Juez admitió e incorporó al proceso otra muestra de huellas dactilares
encontradas en los archivos de la policía.
En el momento que se produjo la detención se tomaron huellas dactilares al
detenido y luego, como consecuencia de una pericia practicada se determinó que
las mismas coincidían con las existentes en el lugar del robo.  Dicha prueba
pericial fue considerada ilícita por cuanto las huellas dactilares del detenido se
originaron en una detención ilegal.

Posteriormente, la policía presentó una nueva prueba pericial practicada en base a


huellas dactilares antiguas existentes en los archivos del FBI, que no tenían
conexión con las tomadas tras la detención ilegal.  Dichas huellas coincidían con
las encontradas en el lugar del robo.  La Corte Suprema aceptó esta nueva prueba
pericial al considerarla independiente y no relacionada con el arresto ilegal.

Al argumento de la Fuente Independiente es considerado erróneamente por un


sector de la doctrina como una excepción a la prueba prohibida cuando, en
realidad, no es una excepción sino un argumento para la inaplicación de la misma
por ausencia de una relación de causal entre la violación del derecho fundamental
y la fuente de prueba incriminatoria.

4. CONFLICTO: PRUEBA PROHIBIDA VS DERECHO A PROBAR

El Tribunal Constitucional en la sentencia comentada del 27 de octubre de 2010


(Expediente No. 00655-2010-PHC/TC) ha señalado, que la prueba prohibida es
un derecho fundamental que garantiza que el medio probatorio obtenido con
vulneración de algún derecho fundamental sea excluido en cualquier clase de
procedimiento o proceso para decidir la situación jurídica de una persona.

De otro lado tenemos que el artículo 139. 3 de la Constitución consagra el


derecho al debido proceso.  Dicho derecho exige que todo proceso deba cumplir
y respetar un mínimo de derechos y de garantías que lo hagan debido.
El Tribunal Constitucional y la Corte Suprema, en reiteradas oportunidades, han
establecido que el derecho al debido proceso es uno de naturaleza compleja pues
está compuesto por otros derechos, entre ellos, el derecho a probar.

En la medida que el derecho a probar integra el derecho al debido proceso, éste


adquiere el rango o naturaleza también de derecho constitucional.

Al respecto el Tribunal Constitucional ha señalado lo siguiente: “Existe un


derecho constitucional a probar, aunque no autónomo, que se encuentra orientado
por los fines propios de la observancia o tutela del derecho al debido proceso. 
Constituye un derecho básico de los justiciables de producir la prueba
relacionada con los hechos que configuran su pretensión o su defensa. Según este
derecho, las partes o un tercero legitimado en un proceso o procedimiento, tienen
derecho a producir la prueba necesaria con la finalidad de acreditar los hechos
que configuran su pretensión o defensa (Sentencia del 17 de octubre de 2005,
emitida en el Expediente No. 6712-2005-HC, fundamento jurídico 15).

En consecuencia tenemos dos derechos constitucionales, íntimamente


vinculados, que en no pocas veces entraran en conflicto.  Para tal efecto, dado
que los criterios de jerarquía de normas, cronología y especialidad de las mismas
no son útiles para dirimir el conflicto entre ellas y determinar cuál prevalece se
debe recurrir a un juicio de ponderación, que consiste en comparar y sopesar
mediante un juicio de valor cuál de ellos debe prevalecer.  El resultado de la
ponderación no será el equilibrio sino el triunfo de alguno de los derechos,
determinando un orden de preferencia entre ellos, relativo, para el caso concreto,
que no excluye una solución o resultado diferente en otro caso de conflicto.

Para determinar si debe admitirse o no una fuente de prueba en un determinado


proceso debe efectuarse, previamente, un juicio de ponderación entre el derecho
a probar y el derecho fundamental conculcado por la obtención de la referida
fuente de prueba.  Si como consecuencia de dicho juicio prevaleciese el derecho
a probar la fuente no será una prueba prohibida y deberá admitirse, actuarse y
valorarse en el proceso, con prescindencia de la responsabilidad penal,
administrativa y/o laboral en la que se hubiera incurrido y por la que deberá
responder.

En consecuencia, dado el rango y naturaleza de Derecho Constitucional del


derecho a probar deberá entenderse por prueba prohibida sólo aquella que fuera
obtenida con vulneración de un derecho fundamental de rango igual o superior al
derecho a probar por cuanto, si la fuente de prueba fue obtenida mediante
violación de un derecho fundamental de rango inferior al derecho a probar, la
fuente debe ser admitida, actuada y valorada en el proceso.  De ahí que no será
prueba prohibida aquella que se obtenga con vulneración de un derecho
fundamental de rango inferior al derecho a probar.

Por último, es importante destacar que al haber adoptado el Tribunal


Constitucional un concepto restringido de la prueba prohibida con ello, en la
práctica, limitó de forma importante su alcance a sólo aquellas que hubieran sido
obtenidas con vulneración de un derecho constitucional de rango igual o superior
al derecho a probar.  De esa forma le otorgó también mayor eficacia y virtualidad
al derecho a probar al permitirle a los sujetos del proceso utilizar fuentes prueba
para acreditar una pretensión y/o defensa, aun cuando éstas hubieran sido
obtenidas mediante vulneración de un derecho fundamental de rango inferior, de
una norma legal o una infralegal.

5. LA PRUEBA PROHIBIDA ESTÁ REFERIDA A LA FUENTE DE


PRUEBA O AL MEDIO PROBATORIO O A AMBOS

De acuerdo con la definición dada por el Tribunal Constitucional la prueba


prohibida está referida a la fuente de prueba; sin embargo, el artículo 159 del
Código Procesal Penal señala que la prueba prohibida puede referirse a la fuente
o al medio de prueba obtenidos con vulneración del contenido esencial de los
derechos fundamentales de la persona.
En nuestra opinión, la prueba prohibida está referida a la fuente de prueba y no al
medio probatorio.

Por fuente de prueba entenderemos los hechos en sentido amplio, entendidos


éstos como: objetos, acontecimientos y conductas incorporadas al proceso o
procedimiento a través de los diversos medios de pruebas; y por éstos últimos
entenderemos los elementos o instrumentos utilizados por los sujetos procesales
para incorporar al proceso o procedimiento fuentes de prueba.

Lo que se persigue a través de la prueba prohibida es que el Juez no valore


(porque no fueron admitidas o en su defecto fueron excluidas) las fuentes de
prueba que hubieran sido obtenidas mediante vulneración de algún derecho
fundamental.  De esa manera se evita que éstas incidan en el resultado final y,
además, se desincentiva la prueba mediante la vulneración de los derechos
fundamentales.  En tal sentido, la prueba prohibida estará referida a la fuente de
prueba pues será ella, y no los instrumentos para incorporarla al proceso -medios
probatorios-, la única que puede influir e incidir en la decisión de mérito del Juez.

Por cierto, cuando se excluye del proceso una fuente de prueba se excluirá,
también, el medio probatorio que la incorporó, pero ello no nos puede llevar a
concluir que es prueba prohibida también el medio probatorio.

Los medios probatorios típicos que existen en materia civil y penal son cinco:
declaración de parte, declaración testimonial, documentos, pericia e inspección.
La prueba prohibida no está referida a ellos pues todos son lícitos y sólo sirven
de instrumentos para incorporar la fuente de prueba al proceso.

No existe en nuestra legislación ninguna prohibición general dirigida a un medio


de prueba en concreto. Lo que existe es la prohibición para que algunos medios
probatorios no sean propuestos en determinada vía procedimental; sin embargo,
si alguno de ellos lo fuera -en dicha vía procedimental- esa no será una prueba
prohibida por cuanto no vulnera ningún derecho constitucional.
6. PRUEBA PROHIBIDA Y PRUEBA IRREGULAR

La distinción entre prueba prohibida y prueba irregular es útil y relevante en


aquellos sistemas que adoptaron el concepto restringido de la prueba prohibida.
Si el sistema adoptó el concepto amplio deviene en inconducente diferenciar
dichos conceptos porque el de prueba prohibida siempre incluirá al de prueba
irregular.

Nuestro Tribunal Constitucional al definir la prueba prohibida como aquella


obtenida mediante la violación directa o indirecta de algún derecho
fundamental, más no de uno de rango legal o infralegal, permite distinguir o
diferenciar entre la prueba obtenida con violación de un derecho fundamental de
aquella que lo fue mediante vulneración de una norma de rango legal o infralegal
(generalmente referida a la vulneración de la legislación ordinaria que regula la
actividad probatoria en el proceso).  A ésta última se le denomina prueba
irregular.

Según el Dr. Rafael H. Chanjan, nuestra Corte Suprema también ha distinguido


entre prueba prohibida y prueba irregular.  Al respecto, el referido autor cita la
sentencia del 17 de setiembre de 2004, emitida en el Expediente No. 342-2001-
Lima, indicando lo siguiente:

“(…) quedando desde esta perspectiva la inadmisibilidad e ineficacia de la


prueba ilícita limitada a aquella obtenida con violación de derechos
fundamentales; resultando de ello que si la prueba se obtuviera de forma ilícita,
pero sin afectar tales derechos fundamentales, sería admisible y desplegaría todos
sus efectos, por tanto se admite la validez y eficacia de la prueba incorporada al
proceso de forma irregular o ilegal sin vulneración de derechos
fundamentales (…)”.(Lo resaltado es nuestro)

La diferencia entre la prueba prohibida y la prueba irregular no sólo es de orden


teórico, también, lo es de orden práctico.
La importancia de la distinción radica en que la prueba prohibida y la prueba
derivada de ella (Teoría del Fruto del Árbol Podrido) no deben ser admitidas al
proceso por el Juez o, en todo caso –si lo fueron-, deben ser excluidas y no
valoradas por el Juez en la sentencia.  En cambio, la prueba irregular queda
sometida el régimen jurídico de la nulidad de los actos procesales que pueden ser
susceptibles de integración, subsanación o convalidación y, por ende, puede ser
admitida, actuada y valorada con prescindencia de la responsabilidad que se
hubiera incurrido por vulnerar la ley o norma infralegal.

9. EXCEPCIONES A LA PRUEBA PROHIBIDA

Conforme hemos indicado anteriormente, hoy en día, la tendencia de la


jurisprudencia comparada es la de restringir o limitar la aplicación de la teoría de
la prueba prohibida y de la teoría del fruto del árbol podrido creando para ello
excepciones que permiten admitir, actuar u valorar una prueba obtenida mediante
la vulneración de derechos constitucionales.

Se ha pasado en muchos casos de rechazar, sin ambages, la prueba prohibida a


una posición marcadamente utilitarista o sensible frente a la opinión pública de
castigar, como sea, a quien manifiestamente es culpable de la comisión de un
delito.

Existen varias excepciones a la regla de exclusión creadas por la jurisprudencia. 


A continuación vamos a referirnos a dos de ellas: i) excepción del
descubrimiento inevitable; ii) excepción de la conexión de antijuridicidad;

 EXCEPCIÓN DEL DESCUBRIMIENTO INEVITABLE

Según dicha excepción, una prueba derivada de otra prohibida no debe


ser excluida del proceso si, como consecuencia inevitable del curso de
la investigación, pudo arribarse al mismo resultado probatorio.  Dicho
de otra manera, si las investigaciones ordinarias que se estaban
haciendo hubieran conducido, inevitablemente, al conocimiento y
probanza del hecho ilegal o delictivo.
Esta regla de excepción tuvo su origen en el caso Nix vs. Williams
(1984) en el que, durante el interrogatorio ilegal el acusado se declaró
culpable de un homicidio y condujo a la policía al lugar donde había
enterrado el cadáver. El Tribunal Supremo Norteamericano excluyó del
proceso la confesión ilegal del acusado pero no el cuerpo de la víctima
por cuanto consideró que, éste habría sido encontrado inevitablemente
por la policía horas después dado que la policía estuvo buscando el
cadáver en la misma zona que fuera encontrado.

 EXCEPCIÓN DE LA CONEXIÓN DE ANTIJURIDICIDAD

Es una excepción aplicable a la Teoría del Fruto del Árbol Podrido o en


otras palabras, a la prueba derivada de una prohibida.
En España, para determinar si existe o no una relación causal entre la
prueba prohibida y la prueba derivada de ésta el Tribunal
Constitucional elaboró la doctrina de la conexión de antijuridicidad a
partir de la cual el Tribunal ha ido introduciendo excepciones a la teoría
de los frutos del árbol podrido y, por ende, en determinados casos,
otorgando eficacia probatoria a una prueba derivada de otra prohibida.
La conexión de antijuridicidad se funda en que para que una prueba
derivada de otra prohibida deba ser excluida del proceso y no valorada
por el Juez se requiere: i) que exista una relación causal entre la prueba
prohibida y la derivada; ii) que exista una relación de
antijuridicidad entre las dos pruebas.  Esta última –a diferencia de la
primera- es una relación jurídica y no causal.  La conexión de
antijuridicidad dependerá de la índole y características de la
vulneración originaria del derecho fundamental pues se considera que,
si ésta no es grave, o se pudo conocer y probar el hecho por otras
pruebas licitas o sino existió intencionalidad o negligencia grave en la
vulneración del derecho fundamental, no existiría tal conexión jurídica
y la prueba derivada debería ser admitida, actuada y valorada en el
proceso.
CONCLUSIONES

 En nuestra legislación la prueba prohibida tiene fundamento constitucional


y procura la tutela de los derechos constitucionales desincentivando la
obtención de fuentes de prueba mediante la vulneración de derechos
constitucionales.

 El Tribunal Constitucional peruano optó por un concepto restringido de la


prueba prohibida definiéndola de la siguiente manera: “en nuestro
ordenamiento jurídico una prueba será considerada prohibida cuando se
obtenga mediante la violación directa o indirecta de algún derecho
fundamental, más no de los derechos de rango legal o infralegal”.  A ello
debe agregarse que será prueba prohibida aquella que, fue obtenida con
vulneración de un derecho fundamental de rango igual o superior al
derecho a probar.

 Existe una tendencia en la jurisprudencia de distintos países de crear


reglas de excepción que originen la inaplicación de las teorías de la prueba
prohibida y del fruto del árbol podrido debido a que, muchas veces, a la
opinión pública, le interesa más que se sancione al verdadero culpable sin
importar si la prueba es o no  prohibida.

 La prueba irregular es aquella que ha sido obtenida, propuesta o actuada


mediante la vulneración de una norma legal o infralegal.

 La importancia de distinguir entre prueba prohibida y prueba irregular


radica en que la primera y la prueba derivada de ella (Teoría del Fruto del
Árbol Podrido) no deben ser admitidas al proceso por el Juez o, en todo
caso –si lo fueron-, deben ser excluidas y no valoradas en la sentencia.  En
cambio, la prueba irregular queda sometida el régimen jurídico de la
nulidad de los actos procesales que pueden ser susceptibles de integración,
subsanación o convalidación y, por ende, puede ser admitida, actuada y
valorada con prescindencia de la responsabilidad que se hubiera incurrido
por vulnerar la ley o norma infralegal.

 Sería recomendable que la admisión o rechazo de una fuente de prueba


cuestionada como prohibida fuese decidida en el proceso penal antes que
se realice la Audiencia de Pruebas de esa forma se evita que la actuación
de la misma, muchas veces decisiva o determinante, pueda afectar la
imparcialidad del Juez.

 La excepción del descubrimiento inevitable establece que, si como


consecuencia inevitable del curso de la investigación pudo arribarse al
mismo resultado probatorio que el obtenido a través de la prueba
prohibida, ésta puede ser admitida, actuada y valorada en el proceso.

 La excepción de la conexión de antijuridicidad es una que busca hacer


inaplicable la teoría del fruto del árbol podrido en aquellos casos en los
que, existiendo una relación causal entre la prueba prohibida y la prueba
derivada, no exista una relación jurídica entre ambas.
BIBLIOGRAFÍA

 BUSTAMANTE ALARCON, Reynaldo.  Derechos Fundamentales y


Proceso Justo. Lima: ARA Editores, 2001.
 CHANJAN DOCUMET, Rafael.  La Prueba Prohibida en la
Jurisprudencia de la Corte Suprema. http://www.lozavalos.com.pe
Visitada el 02 de Abril de 2013.
 GOMEZ COLOMER, Juan Luis. Prueba Prohibida e Interpretación de la
Jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo
Españoles. http://vlex.com.pe/vid/prohibida-jurisprudencia-constitucional-
380351182. Visitada el 02 de Abril de 2013.
 PARRA QUIJANO, Jairo.  Ideología y Nuevas Perspectivas de las
Pruebas Ilícitas. En: Revista de Derecho Procesal No. 14.
 PRIETO SANCHIS, Luis. Derechos Fundamentales
Neoconstitucionalismo y Ponderación Judicial, Palestra Editores, Lima
2002.
 REYNA ALFARO, Luis. El Derecho a la Defensa, El Derecho a Probar y
la Prueba Ilícita: Precisiones Iniciales.  En: Gaceta Jurídica Número 83.
 SAN MARTIN CASTRO, César. Breves apuntes en torno a la garantía
constitucional de la inadmisión de la prueba prohibida en el proceso penal.
En: Proceso & Justicia Número 04.
 SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Estudios de Derecho Probatorio.
Communitas, Lima 2009.
ANEXOS

También podría gustarte