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Ricardo Andrés Flórez Jiménez

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Trabajo final

“Ciudadanía en armas”: un concepto en disputa

El periodo de mediados de siglo del XIX colombiano, además de ser uno de gran
conmoción y cambios importantes, se ha convertido en un momento histórico muy
transitado por la historiografía. Desde la historiografía liberal decimonónica, que creó e
impulsó el mito de las mal llamadas “revoluciones liberales” de mediados de siglo, hasta
los escritos producidos por la generación de historiadores de la Nueva Historia, se le ha
dado un papel relevante a la mitad de siglo del XIX. Debido, precisamente, a que lo
producido por la Nueva Historia no cuestionaba fundamentalmente los esquemas
interpretativos de la historiografía liberal, no fue sino hasta finales del XX que se
propusieron nuevas avenidas interpretativas historiográficas frente a este momento
histórico y se cuestionó el alcance de las reformas acometidas por los liberales. Esto
último, el alcance de las reformas, es uno de los ejes sobre los que se ha articulado cierta
producción reciente, al hacer hincapié en las permanencias del periodo frente a otros
anteriores.

Sin embargo, el presente trabajo se plantea mostrar cierto cambio o, más bien, coyuntura,
la cual se formó en el discurso liberal frente a la preferible organización militar del
Estado neogranadino. Tal coyuntura implicó visiones distintas entre los sectores liberales
sobre el significado de la “ciudadanía en armas”1. Tras la guerra civil de 1851 convocada
por los sectores conservadores y la exitosa defensa del “estatus quo liberal” por el apoyo
de las Guardias Nacionales Auxiliares2, se impuso temporalmente la visión radical sobre
la organización militar que debía tener el Estado. Nos proponemos rescatar las cegueras y
tropiezos por los cuales pasaron los liberales tanto al alimentar las GNA a través de las

1
Hilda Sábato, ‘El ciudadano en armas: violencia política en Buenos Aires (1852-1890)’, Entrepasados 12, N 23,
(2002): 149-169.
2
En adelante GNA.
Sociedades Democráticas, como al discutir sobre la organización o pertinencia de un
ejército nacional. Buscamos indagar por los discursos que se movilizaron alrededor de los
debates sobre el ejército nacional para así dar cuenta, primordialmente, de la organización
militar que los radicales anhelaban y la que pensaban posible dentro de su horizonte de
expectativa. Como se puede colegir de lo anteriormente dicho, el análisis se realizará
basándonos en el enfoque de historia conceptual propuesto Reinhart Kosselleck. Las
categorías analíticas por utilizar comprenden “espacio de experiencia”, “horizonte de
expectativa” y “ciudadanía en armas”, la cual mencionamos anteriormente. La validez de
las dos primeras ha sido demostrada por Kosselleck debido a su carácter evidentemente
metahistórico3.

“Espacio de experiencia” nos remite al pasado presente, cuyos eventos han sido
incorporados y pueden ser recordados. Se trata de una categoría que remite a un
ensamblaje con cierta totalidad, en el cual varias capas del pasado emergen
simultáneamente. “Horizonte de expectativa”, por el otro lado, se trata del futuro hecho
presente, se dirige a lo que aún no es y tiene, sobre todo, la característica de estar
proyectándose. El horizonte se trata de una línea tras la cual un nuevo espacio de
experiencia emergerá, pero la cual aún no se puede ver. Finalmente, la categoría
“ciudadanía en armas”, a pesar de no ser contemporánea a la época, implica una serie de
ideales que surgen tras la contienda independentista, los cuales son revisados y
cuestionados al darse una mayor consolidación de los Estados latinoamericanos. Debido a
la lucha independentista, uno de los primeros atributos que se le dio al término
“ciudadano” era el de ser “patriota”, esto es, combatir por el esfuerzo de independencia.

Ahora bien, como punto de partida para entender la génesis del ideario militar de los
liberales radicales tenemos que remitirnos claramente a las experiencias formativas que
conformaron el piso de su espacio de experiencia. La “orientación civilista”, como se la
ha tildado, de estos liberales, tiene que ver con el hecho de haber nacido después de los
esfuerzos independentistas y no participar en ellos. Claramente, amplios sectores de la
3
Reinhart Koselleck, Futures Past: On the Semantics of Historical Time (New York: Columbia University Press,
2004).
política estaban fuertemente influenciados por quienes otrora habían sido importantes
mandos militares, de tal manera que estos utilizaban su influencia en esta esfera para
intervenir en la esfera política, fuera directa o indirectamente. Esta situación le parecía
reprochable a amplios sectores de las juventudes liberales, ya que les hacía más
complicado entrar a hacer parte de la contienda política al tener que transar con estos
otros actores. De esta manera, una de las razones para el “virulento” civilismo que
amplios sectores radicales destilaban proviene de sus aspiraciones políticas y cómo veían
que eran truncadas por el poder militar. Como afirma Cipagauta sobre los radicales, “(…)
respecto de la institución militar, temían que gravitara en la vida política interna más allá
de lo que debiera ser su función de defensa nacional respecto de un muy hipotético
enemigo exterior”4. Otro factor que podría entrar a colación para entender su punto de
vista tiene que ver con el origen de los radicales liberales. Se trata de jóvenes que, como
afirma Safford5, son en su mayoría de las provincias y, también por esto, se les dificultaba
entrar a la contienda política.

Por el otro lado, el sector moderado y de corte más pragmático del partido liberal estaba
conformado, en cierta medida, por veteranos militares, quienes veían con cierto recelo los
anhelos y propuestas de los sectores radicales. Claramente se trata de una simplificación
dejar esta caracterización solo en esos términos, ya que liberales como Ezequiel Rojas
también podrían fungir dentro del grupo moderado. En todo caso, para lo que nos
compete y el periodo que estudiamos (finales de los 40 hasta 1851), se puede afirmar que
uno de los puntos de debate entre estas alas de los liberales sí tiene que ver con la
organización y pertinencia del órgano militar, ya que otros aspectos como el
librecambismo y reformas económicas no se volverían un problema fundamental sino
hasta 1854. Volviendo brevemente a los radicales, en todo caso, la caricaturización como

4
Rubén Sierra Mejía, Carolina Alzate, and Universidad Nacional de Colombia, eds., El Radicalismo Colombiano Del
Siglo XIX, 1. ed, Sapere Aude! (Bogotá: Departamento de Filosofía, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad
Nacional de Colombia, 2006).
5
Frank Safford 1935-, Aspectos Del Siglo XIX En Colombia / Frank Safford, Serie Historia (Medellin) ; 2., Accessed
from https://nla.gov.au/nla.cat-vn947335 ([Medellin]: Ediciones Hombre Nuevo, 1977).
civilistas también falla en dar cuenta de actores como Mosquera. Como se trata de una
breve introducción, sin embargo, no podemos adentrarnos en los matices.

El escenario en que ambas corrientes liberales se veían inmersas también es fundamental


para entender la formación de sus discursos. Más allá del convulsionado escenario
político neogranadino, dos aspectos resaltan a nivel militar. El primero tiene que ver con
los acontecimientos ocurridos en la Guerra de los Supremos, el más cruento conflicto
“interno” por el que los neogranadinos habían pasado, y las imágenes y afecciones que su
evocación traía en la sociedad.

en la memoria estaba fresco aún el papel perturbador de los militares como casta en la «guerra
de los supremos», y el juicio a José María Obando y a José María Melo además había sacado
a la luz las pretensiones pretorianas de uno y otro6.

El segundo aspecto es de un talante más complejo, ya que tiene que ver con el esfuerzo
legislativo y las prácticas de reclutamiento por las que pasó el Estado neogranadino en su
búsqueda de conformación de un ejército regular, desde 1832 hasta mediados de siglo. En
un principio, para la década de los 30, se había buscado el establecimiento del sistema de
Quintas, el cual se encontraba reglamentado desde las ordenanzas coloniales. Sin
embargo, esto no se pudo realizar por la escasa capacidad administrativa del incipiente
Estado. Además, el sistema de voluntarios tampoco alcanzó jamás el número necesario de
efectivos para la conformación de un ejército regular. Por lo tanto, las autoridades
neogranadinas se vieron compelidas a utilizar el mecanismo de reclutamiento forzoso en
un intento por imponer un sistema coercitivo mediado por sus funcionarios.

El caso de las provincias del Cauca nos provee un panorama detallado de la manera por la
cual el Estado institucionalizó sus redes de influencia a través de notables locales,
quienes adquirían el estatus de oficiales de milicias al reclutar cierta cantidad de hombres.
“El Estado en este caso, hizo presencia por medio de la mediación, lo que implicó aceptar
las formas de autoridad, negociación y recompensas que entre el comandante y los

6
El Radicalismo Colombiano Del Siglo XIX.
miembros de las milicias se hacían (…)” 7. El relativo éxito del Estado se debió a que se
adaptó a las reglas de juego locales, cediendo frente a lo establecido en la norma, pero
generando compañías de GNA, las cuales funcionaron guiadas por las élites notables de
cada parroquia.

Además de las formas de negociación con los notables parroquiales, la otra forma de
mediación para la constitución de cuerpos armados instituidos en la GNA es la que
inmediatamente nos compete para los liberales radicales: la que se hizo a partir de la
instrumentalización de las Sociedades Democráticas. Los liberales lograron negociar y
pactar con los sectores plebeyos de la sociedad para contar con un brazo armado por
medio del cual derrotar a sus opositores. Y, efectivamente, así sucedió para la guerra civil
de 1851.

Habiendo esclarecido el escenario y los actores que fungieron en las disputas por la
organización militar, es importante definir la posición moderada en esta contienda. Esta
pasaba por dos características, las cuales compartían en cierta manera con los
conservadores. En primera instancia, se defendía un ordenamiento que pasara por las
formas instituidas de reclutamiento en las GNA a través de los notables locales de cada
parroquia. En segunda instancia, se advertía ante los peligros de darle funciones militares
a los civiles y la pretensión de mezcla social entre la plebe y las clases altas que se daba
en las GNA formadas a través de las Sociedades Democráticas. Se tenía cierto miedo ante
el posible desenfreno de las clases bajas, en contraposición a los ciudadanos educados en
moral y militarmente. Un conservador, José Manuel Restrepo, hace eco de estas
inquietudes al decir: “La diferencia de castas que hay entre nosotros es el grave obstáculo
para generalizar el establecimiento de la Guardia Nacional”8.

En contraposición a esto, liberales radicales como José María Samper y Florentino


González abogaban por una concepción de la “nación acuartelada”, la cual implicaba una
suerte de democracia que emanaba del individuo soberano, privando al Estado del
7
Luis Prado, ‘Reclutamiento y Sociedad En Las Provincias Del Cauca (1830-1855): Dialéctica Entre La Norma y La
Práctica’, Historia Caribe 11, no. 29 (1 July 2016): 215–45, https://doi.org/10.15648/hc.29.2016.9.
8
José Manuel Restrepo, Historia de la Nueva Granada, Tomo II, (Bogotá: Editorial El Catolicismo, 1963).
monopolio legítimo de la fuerza. Su discurso implicaba una suerte de unión entre
instituciones civiles y militares, de tal suerte que las Sociedades Democráticas se
constituían en un perfecto caldo de cultivo para el experimento liberal radical. Ahora
bien, la instrumentalización de estas Sociedades pudo ser efectiva por la rápida expansión
prácticamente a lo largo del territorio de estas. En el periodo de 1849 a 1851 se fundaron
más de 103 de estas sociedades y la cantidad de miembros pertenecientes a estas
ascendían a más de 10.0009. Fueron un importante órgano de presión para la elección de
José Hilario López en 1849, la cual fue tildada de violenta por las amenazas de la tribuna
reunida en el Congreso a favor de este candidato.

Tempranamente desde la elección de López ya se había empezado a prefigurar la


amalgama que se iba a establecer entre las GNA y las Sociedades Democráticas.

Quiere el Sr. Gobernador que los jefes i oficiales de la guardia nacional sean individuos
identificados con los principios triunfantes el 7 de Marzo (…) La guardia nacional, es cierto,
es la que está llamada a sostener la constitución i dar seguridad a las propiedades; i este
encargo, creemos, puede desempeñarlo todo buen patriota (…) i es por esto que juzgamos que
al hacerse mencion especial de los individuos pertenecientes al partido del 7 de Marzo, se
hace al resto de la comunidad la mas patente injusticia10.

Este proceso, que al final devino en una especie de simbiosis, se dio por dos vías. En una
primera instancia, las Sociedades Democráticas se convirtieron en una especie de
depositarios de la soberanía, además de custodios del orden nacional. Se les concibió,
desde los sectores radicales, como una representación del “pueblo”, el cual había sido
mantenido bajo el yugo de las oligarquías, pero que auguraba un distinto orden social a
través de su participación en la política. En una segunda instancia, las Sociedades
Democráticas y las GNA se caracterizaron por estar constituidas por elementos mixtos
entre lo militar y lo cívico, de tal manera que no había una diferenciación entre ambas
esferas. Más allá de esto, sin embargo, ya que la diferenciación entre lo militar y lo

9
David Sowell, ‘Artesanos y política en Bogotá’, (Bogotá: Ediciones Pensamiento Crítico, Círculo de Lectura
Alternativa, 2006).
10
El Porvenir, Bogotá, 15 de septiembre de 1849.
político es, más bien, una característica contemporánea, se trata de que “las Democráticas
fueron un considerable poder de presión sobre el Estado y se confundieron con el Estado,
debido a la participación formal e informal en ellas por parte de altos funcionarios,
miembros de las Guardias Nacionales y empleados”11.

El primer proceso, de constitución de las Sociedades Democráticas en una suerte de


depositarios de la soberanía, se dio por el papel que cumplieron los liberales en la
movilización de estas, aunado a la movilización política que dentro de los mismos
sectores plebeyos se realizó en defensa de su agencia política. En todo caso, el accionar
de los liberales radicales, junto con lo mencionado anteriormente, la participación de
funcionarios del gobierno y miembros de las GNA, convirtieron a las Sociedades
Democráticas en una suerte de brazo armado del gobierno. Esta situación era mucho más
clara en regiones como Bogotá y el Cauca, donde oficiales de la GNA fungían también
como dirigentes de las asociaciones liberales, dándole un carácter proselitista a estos
organismos, a diferencia del ejército regular. De esta manera, como explica Juan Carlos
Jurado, las Democráticas se convirtieron en una suerte de “partido armado”.

Además de esto, se construyó toda una retórica en defensa de la cupla ciudadano-soldado,


al resaltar su patriotismo y heroísmo, de tal suerte que la participación de los ciudadanos
en la contienda armada era entendida como una defensa del orden, a través de argumentos
de índole moral.

Todo el mundo sabe ya que los verdaderos patriotas defensores del Gobierno, nos hallábamos
en Bogotá sobre un volcan que debía hacer su esplocion el 20 de julio de este año, i que la
Providencia Divina frustró los planes de los malvados (…) ¿I se sabe a quién se debe en gran
parte la salvación de la capital? Al pueblo, se contestará, i así debiera ser (…)12.

De esta manera, “la no diferenciación entre instituciones partidistas de carácter civil con
organismos militares, como la Guardia Nacional Auxiliar, facilitó que esta institución

11
Juan Carlos Jurado Jurado, ‘La Participación Del Pueblo Liberal En La Guerra Civil de 1851: La Ciudadanía En
Armas’, Análisis Político; Vol. 24, Núm. 71 (2011), 2011,
https://revistas.unal.edu.co/index.php/anpol/article/view/44229/45528.
12
El Neogranadino, 15 de agosto de 1851, Nº 169, Año IV.
fungiera como el símbolo de la nación en armas contra los insurgentes” 13. Tras la derrota
del bando conservador en la guerra civil de 1851, se configuró a corto plazo un horizonte
de expectativa en el cual triunfó la noción de la “nación acuartelada” que radicales como
Samper defendían. La simbiosis que se generó entre las instituciones civiles y militares
representadas por las Sociedades Democráticas y las GNA hizo posible ver como
infructuosa la necesidad de un cuerpo armado de carácter centralizado como un ejército
regular. De esta manera, se configuró a futuro lo que vendría a ser una mayor pérdida del
monopolio legítimo de la violencia por parte del Estado, en aras del significado de la
“ciudadanía en armas” que los radicales defendían. Incluso liberales moderados como
Herrera terminaron acogiéndose a la idea de la “nación acuartelada” al ver los éxitos
militares fruto del apoyo de la GNA en Rionegro en su derrota a Borrero.

Si bien esta noción radical logró un papel preponderante tras la guerra civil de 1851, los
acontecimientos del golpe de Estado del general Melo en 1854 introdujeron dudas
fundamentales sobre la idoneidad de una ciudadanía plebeya en armas, ya que este sería
el apoyo que Melo tendría para su accionar. De esta manera, podemos ver que el
horizonte de expectativa que se configuró tras 1851 pudo cambiar rápidamente por un
evento significativo como este.

Bibliografía.

- Jurado Jurado, Juan Carlos. ‘La Participación Del Pueblo Liberal En La Guerra
Civil de 1851: La Ciudadanía En Armas’. Análisis Político; Vol. 24, Núm. 71
(2011), 2011.
https://revistas.unal.edu.co/index.php/anpol/article/view/44229/45528.
- Koselleck, Reinhart. Futures Past: On the Semantics of Historical Time. New
York: Columbia University Press, 2004.
- Prado, Luis. ‘Reclutamiento y Sociedad En Las Provincias Del Cauca (1830-
1855): Dialéctica Entre La Norma y La Práctica’. Historia Caribe 11, no. 29 (1
July 2016): 215–45. https://doi.org/10.15648/hc.29.2016.9.
- Safford, Frank, 1935-. Aspectos Del Siglo XIX En Colombia / Frank Safford. Serie
Historia (Medellin) ; 2., Accessed from https://nla.gov.au/nla.cat-vn947335.
[Medellin]: Ediciones Hombre Nuevo, 1977.
13
Juan Carlos Jurado Jurado, ‘La Participación Del Pueblo Liberal En La Guerra Civil de 1851: La Ciudadanía En
Armas’.
- Sierra Mejía, Rubén, Carolina Alzate, and Universidad Nacional de Colombia,
eds. El Radicalismo Colombiano Del Siglo XIX. 1. ed. Sapere Aude! Bogotá:
Departamento de Filosofía, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional
de Colombia, 2006.
- Hilda Sábato, ‘El ciudadano en armas: violencia política en Buenos Aires (1852-
1890)’, Entrepasados 12, N 23, (2002): 149-169.

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