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La historia de Brasil comienza con la llegada de los primeros humanos a América del Sur hace

por lo menos 22 000 años AP.13 A finales del siglo XV, cuando se suscribió el Tratado de
Tordesillas, toda el área hoy conocida como Brasil estaba habitada por tribus seminómadas
que subsistían de la caza, pesca, recolección y agricultura. El 26 de enero de 1500, el
navegante y explorador al servicio de la Corona de Castilla Vicente Yáñez Pinzón llegó al cabo
de San Agustín, en Pernambuco,4 y, el 22 de abril del mismo año, Pedro Alvares Cabral, capitán
general de una expedición portuguesa en ruta hacia las Indias, llegó a Porto Seguro, en Bahia,
convirtiendo a la región en colonia del Reino de Portugal.2

Treinta años después, la Corona portuguesa puso en práctica una política de colonización de la
tierra recién descubierta que se organizó a través de la distribución de las capitanías
hereditárias a miembros de la nobleza, pero ese sistema fracasó, ya que solamente las
capitanías de Pernambuco y de São Vicente prosperaron. El país fue gradualmente poblado
por portugueses que buscaban escapar de la pobreza, y por nobles quienes se les concedieron
privilegios coloniales. En 1548 se creó el Estado de Brasil, con la consiguiente instalación de un
gobierno general, y al año siguiente se fundó la primera sede colonial, Salvador. La economía
de la colonia, iniciada con la explotación del palo brasil — un gran árbol (Caesalpinia echinata)
que dio su nombre a Brasil, cuyo tronco contiene una preciada tintura roja— y los trueques
entre los colonos y los indios, pasó gradualmente a estar dominada desde mediados del siglo
XVI por el cultivo de la caña de azúcar debido a la alta demanda de azúcar en Europa, crecida
en plantaciones llamadas "ingenios" a lo largo de la costa noreste —con el uso de mano de
obra esclava, inicialmente indígena y después africana—que tuvo en Pernambuco su principal
centro productor, región que llegó a alcanzar el puesto de mayor y más rica área de
producción de azúcar del mundo.5Durante los primeros dos siglos de periodo colonial otras
potencias europeas, atraídas por los vastos recursos naturales y las tierra inhabitadas,
intentaron establecer colonias en varias partes del hoy territorio brasileño, desafiando la bula
papal y el tratado de Tordesillas. Los colonos franceses trataron de establecerse en la actual
Río de Janeiro (de 1555 a 1567, en la llamada France Antarctique o Francia Antártica), y en la
actual São Luís (de 1612 a 1614, en la llamada France Équinoxiale o Francia Equinoccial). Poca
influencia étnica o cultural francesa o neerlandesa quedaron de esos intentos de colonización.
La finalmente frustrada intrusión neerlandesa en Brasil fue de más larga duración y más
problemática para Portugal. Los corsarios neerlandeses comenzaron por saquear la costa:
saquearon Bahía en 1604, e incluso capturaron temporalmente la capital, San Salvador. De
1630 a 1654, los neerlandeses se establecieron de forma permanente en el noreste y
controlaron una larga faja de la costa más accesible desde Europa, no obstante, sin adentrarse
en el interior. Pero los colonos de la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales en Brasil
estaban en constante estado de sitio, a pesar de la presencia en Recife del gran Juan Mauricio
de Nassau-Siegen como gobernador. Tras varios años de guerra abierta, los neerlandeses se
retiraron formalmente en 1661.

A finales del siglo XVII se descubrieron, a través de las bandeiras, importantes yacimientos de
oro en el interior de Brasil que fueron determinantes para su poblamiento y que puntuan el
inicio del llamado Ciclo do Ouro, período que marca el ascenso de la Capitanía de Minas
Gerais, desmembrada de la Capitanía de São Paulo y Minas de Oro, en la economía colonial. En
1763, la sede del Estado de Brasil fue transferida a Rio de Janeiro.6
Durante el siglo XVIII ocurrieron algunas rebeliones contra el poder colonial que fueron
duramente reprimidas, siendo la primera de ellas la Revuelta de Filipe dos Santos en 1720.
Siguieron a final del siglo la Inconfidência Mineira en 1789 —en la que destacó Tiradentes— y
la Conjura bahiana (1798), dos grandes movimientos marcados ya por la intención de
proclamar la independencia y con el segundo reivindicando la abolición de la esclavitud.

En 1808, con el traslado de la corte portuguesa a Brasil, huyendo del posible sometimiento a
Francia, consecuencia de la Guerra Peninsular entablada entre las tropas portuguesas y las de
Napoleón Bonaparte, el príncipe-regente Dom João de Bragança, hijo de la reina Dona Maria I,
abrió los puertos de la entonces colonia, permitió el funcionamiento de fábricas y fundó el
Banco do Brasil. En 1815, el entonces Estado de Brasil fue elevado a la condición de Reino de
Brasil, unido a los de Portugal y Algarve, con el nombre oficial del Reino Unido de Portugal,
Brasil y Algarve, acumulado doña María I de Portugal las tres coronas. El 7 de septiembre de
1822, Dom Pedro de Alcântara proclamó la independencia de Brasil en relación con el Reino
Unido de Portugal, Brasil y Algarve, y fundó el Imperio de Brasil, siendo coronado emperador
como Don Pedro I y teniendo como capital a Río de Janeiro. Reinó hasta 1831, cuando abdicó y
la Corona brasileña pasó a su hijo, Dom Pedro de Alcântara, que tenía apenas cinco años.7 A
los catorce años, en 1840, Pedro de Alcántara (hijo) tuvo su mayoría declarada, siendo
coronado emperador al año siguiente como don Dom Pedro II. En 1888, su hija, la princesa
Isabel, firmó el decreto que extinguió la esclavitud en Brasil, conocido como ley Áurea.8

El 15 de noviembre de 1889 ocurrió la proclamación de la República mediante un golpe militar


del mariscal Deodoro da Fonseca, dando inicio a la llamada República Velha, que solo llegó a
terminar en 1930 con la llegada de Getúlio Vargas al poder. (Desde entonces, Brasil ha sido
nominalmente una república democrática, salvo en tres períodos de dictadura expresa: 1930-
1934, 1937-1945 y 1964-1985).A partir de ese momento, destacan en la historia brasileña la
industrialización del país; su participación en la Segunda Guerra Mundial al lado de los Estados
Unidos; la transferencia de la capital federal desde Río de Janeiro a Brasilia; y el Golpe Militar
de 1964, cuando el general Castelo Branco asumió la Presidencia. La dictadura militar (1964-
1985), con el pretexto de combatir la subversión y la corrupción, suprimió derechos
constitucionales, persiguió y censuró a los medios de comunicación, extinguió a los partidos
políticos y creó el bipartidarismo. Después del fin del régimen militar, los diputados federales y
senadores se reunieron en el año 1988 en Asamblea Nacional Constituyente y promulgaron la
nueva Constitución, que amplió los derechos individuales. El país se redemocratizó, avanzó
económicamente y se incorporó cada vez más al escenario internacional.910

Brasil es desde los 1970 hasta la actualidad (2019), la mayor economía de Sudamérica, la sexta
del mundo y el quinto país más poblado. También forma parte de los llamados BRIC.

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