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1
Diferencias Legales entre el Contrato de Arrendamiento de Local Comercial y
el Contrato de Concesión de Espacio Comercial
2
Índice
1. Introducción: Pág. 6.
4. Justificación: Pág. 9.
3
Capítulo II: El Contrato de Arrendamiento de Local Comercial
4
9.2.4 El Control del Concedente en el Contrato de Concesión de Espacios: Pág.
79.
5
1. Introducción
El presente trabajo tiene como tema las diferencias teórico practicas entre el
contrato de arrendamiento de local comercial y el de concesión de espacio y sus
implicaciones en el entorno comercial.
6
una prestación complementaria del contrato sino que su esencia esta determinada
por la posibilidad que se le esta concediendo al concesionario de explotar
económicamente un espacio dentro de un establecimiento de comercio acreditado,
con las ventajas que supone este hecho.
7
2. Problema de Investigación
3. Objetivos:
Objetivo General:
Objetivos específicos:
8
4. Justificación
9
Concesión de Espacio generando que en la práctica suela confundirse estas
figuras contractuales, como sucede con el contrato de Arrendamiento de Local
Comercial, confusión que puede darse por desconocimiento de estos contratos o
esa confusión puede ser voluntaria y de mala fe al intentar algunas partes
contractuales aprovechar algunos beneficios legales que supone el contrato de
Arrendamiento de Local Comercial2, y también puede presentarse esta confusión
en el caso contrario cuando uno de los contratantes pretenda no reconocer esos
beneficios que concede la Ley al otro contratante.
2
En el caso del arrendamiento de locales comerciales los artículos 518 a 524 del Código de
Comercio contienen unas protecciones a favor del arrendatario.
10
5. Marco Teórico
11
6. Metodología
12
Capítulo I
Sin embargo, hay que precisar que aunque en esta parte histórica se hará
referencia al uso como derecho real, el uso que hoy se concede tanto en el
contrato de arrendamiento como en el de concesión de espacio configuran
derechos personales mutuos del arrendador o concedente propietario del
inmueble o del espacio físico frente al arrendatario o concesionario y otros del
arrendatario o concesionario frente al arrendador o concedente. Es decir, al
celebrar alguno de estos dos contratos, dicho propietario no se desprende de
ninguno de los atributos del dominio y conserva su propiedad plena sobre el bien,
porque quien se encuentra utilizando el bien no ostenta ningún derecho real sobre
la cosa, ya que, solamente
3VALENCIA RESTREPO, Hernán. Derecho Privado Romano. Medellín: Señal Editora, 5ª edición,
2005, p. 553 – 554.
13
7.1. El Derecho Real de Uso en el Derecho Romano
Antes de tratar el Derecho de Uso como tal, es necesario precisar que este es un
derecho real constituido sobre cosa ajena, por tanto es un poder jurídico que una
persona puede ejercer sobre una cosa determinada, aunque como poder
desgajado del dominio se trata de un poder jurídico parcial o fraccionario.4
Antes de dar el concepto del derecho real de uso como tal, es pertinente, explicar
los tres atributos del dominio (Ius Utendi, Ius Fruendi y Ius Abutendi), ya que, el
derecho real de uso como se vera más adelante, implica para el propietario el
desprendimiento de uno de los atributos del dominio (Ius Utendi).
Primero, el Ius Utendi como indica el Dr. Becerra Toro 5 consiste en el poder
jurídico que tiene el propietario de servirse del bien, ya sea en beneficio propio o
puede hacerlo un tercero con el permiso del propietario, lo cual no implica que se
pierda la propiedad plena de la cosa, como cuando se entrega la cosa en
arrendamiento o concesión de espacio.
El Ius Fruendi consiste en el poder jurídico del propietario que le permite obtener
frutos naturales y civiles de la cosa. Así como en el Ius Utendi, el propietario
puede ejercer este poder en beneficio propio o permitírselo a un tercero sin
necesidad de perder este atributo.
El Ius Abutendi,
4
Ibídem, p. 420.
5 BECERRA TORO, Rodrigo. Curso Didáctico Sobre Bienes y Derechos Reales. Santiago de Cali:
Pontificia Universidad Javeriana Cali, 2006, p. 170.
6
Ídem.
14
Habiéndose explicado en que consisten los tres atributos del dominio, procederé a
dar el concepto del derecho real de uso, el cual consiste en la facultad de utilizar
una cosa sin poder obtener sus frutos. Por lo tanto, en este derecho real el
propietario se desprende del Ius Utendi y conserva los otros dos atributos de la
propiedad que son el Ius Fruendi y el Ius Abutendi.
Aunque en el concepto dado esta claro que no hay ninguna posibilidad de goce en
este derecho real, en la jurisprudencia romana se amplio este derecho: “Así, los
juristas extendieron al titular de un derecho de uso la posibilidad de hacerse dueño
de los frutos producidos por la cosa siempre que los mismos fueran dedicados al
consumo propio o familiar, sin que pudiesen por ello ser objeto de enajenación o
comercialización” 7 . Con lo anterior, queda claro que en el uso se terminó
permitiendo un goce restringido de la cosa.
Ahora miremos como nuestro actual Código Civil Colombiano define esta
institución, y en este sentido el artículo 870 reza de la siguiente forma:
Nuestro Código Civil trae una definición que incluye en el derecho de uso, una
facultad de goce pero restringido, tal como se permitió en la jurisprudencia
romana. Por tanto, el titular de este derecho (el usuario) gozara del Ius Utendi y
limitadamente del Ius Fruendi.
Se puede ver que el artículo 870 del Código Civil incluye también dentro del
concepto de derecho de uso, el referente al del derecho de habitación, del cual
hablaremos más adelante, ya que en el derecho romano, aunque este derecho no
difería totalmente del derecho de uso, sí tenía unos aspectos especiales y
diferentes al uso.
15
dejar a salvo su sustancia”8. El mismo autor nos trae a colación el texto original
latino de esta disposición: “Usus fructus est ius alienis rebus utendi et fruendi salva
rerum substancia”.9
El Código Civil Colombiano define en el artículo 823 del Código Civil al usufructo
como:
Por último, en ambas figuras (uso y usufructo) se pueden apreciar dos extremos
de la relación que crea el derecho real sobre la cosa:
1. El titular del derecho real. Podrá ser usuario o usufructuario según el caso.
2. El nudo propietario. Al constituirse estos derechos reales el propietario
pierde la propiedad plena sobre la cosa (reunir en la misma persona los tres
atributos del dominio) aunque posteriormente pueda consolidarla
nuevamente, pues estos dos derechos reales sobre cosa ajena no están
llamados a ser perpetuos, como se verá en sus formas de extinción. En el
caso del derecho de uso, conservará dos de los atributos del dominio, el Ius
Abutendi y el Ius Fruendi. En el caso del Usufructo conservará solamente el
Ius Abutendi.
8
Ibíd.,
p.
475
9 ídem, p. 475.
10
CASADIEGOS CÁCERES, Ferdinando. Curso de Derecho Romano. Bogotá D.C.: Ediciones
Jurídicas Gustavo Ibáñez, 2005, p. 289.
16
7.1.2 Constitución del Derecho de Uso
- In Iure Cessio
- La deductio en la Mancipatio y en la In Iure Cessio
- La Traditio
- Adiudicatio
- Legado
- Usucapio
- Longi temporis praescriptio
Varios de los modos de constitución del derecho de uso que se trataran aquí
aunque se definan como adquisitivos de la propiedad, en el derecho romano
fueron utilizados también para la adquisición de otros derechos como los de uso y
usufructo.
Aunque como indica el Dr. Valencia Restrepo13 que la mancipatio no era modo
constitutivo del usufructo, y por ende, tampoco del derecho de uso, se podía
11 VALENCIA RESTREPO, Hernán. Óp. cit., p. 430.
12
ARGÜELLO, Luis Rodolfo. Manual De Derecho Romano. Argentina: Editorial ASTREA, 3ª
edición, 2004, p. 238.
13 VALENCIA RESTREPO, Hernán. Op. cit., p. 429.
17
constituir el derecho real de uso y usufructo por medio de una deductio en la
mancipatio14.
Esta deductio trata de una reserva del derecho de usufructo o de uso que hace el
transmitente de la propiedad de un bien por medio de una mancipatio o in iure
cessio.
14
Ídem.
15 VENTURA SILVA, Sabino. Derecho Romano. México: Editorial Porrúa, 3ª edición, 1975, p. 157.
16
ARGÜELLO, Luis Rodolfo. Óp. cit., p. 222.
18
La deductio podía utilizarse también en la In Iure Cessio, que fue explicada en el
punto anterior.
-‐ Traditio:
19
-‐ La Adjudicatio:
-‐ Legado:
-‐ Usucapio:
Como vemos, este modo adquisitivo exigía el uso de la cosa por un determinado
tiempo dependiendo si era mueble o inmueble y solo le correspondía su ejercicio a
los ciudadanos romanos.
Como vimos en la Usucapio, este modo solo podía ser utilizado por los
ciudadanos romanos, por lo tanto, se establecio posteriormente la Praescriptio
19
VENTURA SILVA, Sabino. ÓP. Cit., p. 160.
20
SAAVEDRA LOZANO, Saul y BUENAVENTURA LALINDE, Eduardo. Derecho Romano, Tomo I.
Bogotá: Editorial Centro S.A., 1942, p. 293.
20
Longi Temporis, para solucionar esta situación a quienes no gozaban de la
ciudadanía romana. Se utilizaba para prescribir derechos sobre fundos
provinciales.
Ventura Silva nos explica de esta figura lo siguiente: “era un medio de defensa
ofrecido al poseedor bajo ciertas condiciones, especialmente que su posesión
haya durado bastante tiempo (longum tempus longa possessio), y le permitía
rechazar la acción in rem dirigida contra él”21.
Como vemos, su diferencia con la Usucapio, es que una figura era dirigida
exclusivamente a los ciudadanos romanos y la otra no, por tanto, por medio de
Usucapio no podía perseguirse la prescripción de fundos provinciales. Y otra
diferencia apreciable es que la Longi temporis praescriptio era mas exigente en
cuanto a los tiempos mínimos necesarios para prescribir, ya que exigía
posesiones de 10 años entre presentes y de 20 años entre ausentes.
Así como los modos de constitución del derecho de uso se le aplicaban los
mismos que los del derecho de usufructo, sucede lo mismo con sus formas de
extinción.
21
6. Por la reunión del usufructo con la nuda propiedad, mediante la
adquisición de esta por el usufructuario;
Una de las causales señala como forma de extinción del usufructo y/o uso es la
capitis deminutio, por eso, vamos a explicar esta figura.
Por último, refiriéndonos a estas causales de extinción del derecho de uso, cuando
se configuraban, el nudo propietario consolidaba nuevamente la propiedad plena
sobre la cosa y el usuario y/o usufructuario perdían el derecho real del que eran
titular.
22
Conforme a la cita anterior, se ve claramente como Justiniano le introdujo un
cambio esencial al derecho de habitación, ya que, al permitir arrendar la casa al
titular de este derecho, le permitió obtener frutos civiles de la cosa a su titular,
cuestión que no era posible en el derecho de uso, ya que los únicos frutos de los
que podía servirse eran los indispensables para el consumo propio o familiar del
usuario.
El mismo autor, nos enseña otra diferencia entre estos derechos: “A diferencia del
usufructo y del uso, el de habitación era un derecho vitalicio, que no se extinguía
por el no uso ni por capitis deminutio”.26
En nuestro Código Civil, trayendo a colación nuevamente el artículo 870, nos dice
lo siguiente del derecho de habitación:
Con lo definido en este artículo, se aprecia que la única diferencia entre uno y otro
derecho (uso y habitación) es que en el derecho de habitación el uso se concreta
en una casa. El Dr. Rodrigo Becerra Toro comparando las dos figuras determina lo
siguiente:
Ídem.
26
23
7.2. El Contrato de Arrendamiento en el Derecho Romano (Locatio
Conductio)
7.2.1 Concepto
“El arrendamiento es un contrato consensual, por medio del cual, una de las
partes se obliga a la otra un precio y ésta, a proporcionar a la primera el uso
y disfrute temporal de una cosa (locatio conductio rerum), o a prestarle
determinados servicios (locatio conductio operarum) o llevar a cabo una
obra (locatio conductio operis). En los dos primeros casos, el que promete
dar el precio recibe el nombre de conductor y el que proporciona la cosa o
presta los servicios locator, en cambio, en la locatio conductio operis, el que
paga el precio se denomina locator, y el que realiza la obra conductor”29.
28 ARGÜELLO, Luis Rodolfo. Óp. Cit., p. 323.
29 VENTURA SILVA, Sabino. Óp. Cit., p. 357.
24
7.2.2 Clases de arrendamiento en el derecho romano:
Como vemos, el propietario de un bien al ostentar los atributos del dominio Ius
Utendi (facultad de servirse de la cosa), el Ius Fruendi (facultad de obtener frutos
naturales y civiles de la cosa) y además el Ius Abutendi (poder de disposición del
bien), puede permitir el uso y goce temporal de su bien a otra persona mediante
un contrato como lo es el de arrendamiento, otorgándole al arrendatario solo un
derecho personal y no real. No obstante, como indica el Dr. Medellín 31 en el
derecho romano era admitido el arrendamiento de cosa ajena, ya que no estamos
hablando que el arrendamiento trate de un acto de disposición sino solo de
administración porque solo se le otorga la tenencia de la cosa al conductor
(arrendatario).
Obligaciones del Locator: Entre sus principales obligaciones estaban: (i) Debía
entregar la cosa para permitir su uso y goce por el conductor. (ii) Efectuar las
reparaciones que el bien necesitara para su conservación. En caso de que el
conductor corriera con los gastos de este tipo de reparaciones, el locator debía
reembolsárselas. (iii) En caso de destrucción de la cosa, debía soportar la perdida
si la destrucción no era por culpa del conductor.
30
D’ORS, Alvaro. Elementos de Derecho Privado Romano. España: Ediciones Universidad de
Navarra, 2ª edición, 1975, p. 253.
31 MEDELLÍN, Carlos. Óp. Cit., p. 304.
25
Obligaciones del Conductor: (i) La primera de todas, era pagar el precio pactado
(merces), este pago era en medida de que pudiera usar y disfrutar la cosa, porque
si por alguna razón no podía obtener disfrute de ella, no se encontraba el
conductor en obligación de pagar la merces, (ii) Debía darle un uso al bien
conforme a su naturaleza y lo pactado por las partes. Si el locator sufría perjuicios
por su culpa, debía el conductor responder por ellos., y (iii) Restituir la cosa
cuando se termine el contrato.
Relocatio Tacita
En el derecho romano tal como señala el Dr. Ventura 32 , era admitida una
renovación tacita cuando ya estando vencido el plazo que se haya fijado para la
duración del contrato de arrendamiento, las partes con su conducta siguieran
dándole ejecución al contrato. El contrato en esta situación se prorrogaba con las
mismas condiciones originales pactadas.
1. Cumplimiento del plazo fijado para la vigencia del contrato. (En esta causal
es importante anotar sobre la Relocatio Tacita de la que se trato previamente, ya
que no siempre el cumplimiento del plazo daba lugar a la terminación, sí las partes
seguían dando ejecución al contrato, de forma tacita se entendía renovado).
32 VENTURA SILVA, Sabino. Óp. Cit., p. 358.
33 MEDELLÍN, Carlos. Óp. Cit., p. 306.
34 VENTURA SILVA, Sabino. Óp. Cit., p. 359.
26
-‐ Cuando el locator requiriera la cosa para su propia habitación o para
realizar reparaciones indispensables.
Las partes en este contrato eran el locator quien debía prestar unos servicios
determinados y el conductor pagaba un precio por el servicio prestado.
35 PETIT, Eugene Henri Joseph; Fernandez Gonzáles, José (Traductor). Tratado Elemental de
Derecho Romano. Bogotá D.C.: Ediciones Esquilo Ltda., 2002, p. 404.
36 MEDELLÍN, Carlos. Óp. Cit., p. 307.
37
Ídem.
27
configurándose una compraventa en vez de un arrendamiento por la situación
anteriormente descrita, era en parte también al objeto de este contrato, ya que lo
constituía la obra en sí misma y no un servicio prestado por el conductor.
28
Capítulo II
Para efectos de este capítulo, primero estudiaremos las disposiciones civiles sobre
el contrato de arrendamiento, ya que el Código de Comercio (en adelante C. de
Co.) no hizo una regulación integra del contrato de arrendamiento de local
comercial y en virtud de lo dispuesto por el artículo 822 C de Co, que hace una
remisión al Código Civil (en adelante C.C.), podrán aplicarse disposiciones civiles
para llenar vacíos que puedan presentarse en materia de obligaciones y contratos
comerciales. En nuestro caso, las normas sobre contrato de arrendamiento del
Código Civil podrán aplicarse en el contrato de arrendamiento de local comercial,
mientras estás no sean contrarias a las normas comerciales. El artículo 822 C. de
Co. dispone lo siguiente:
29
protecciones contractuales al establecimiento de comercio del empresario que
funcione en un inmueble de propiedad de otra persona bajo la figura del contrato
de arrendamiento de local comercial. Por lo anterior, el contrato de arrendamiento
de local comercial en el Código de Comercio presenta muchos vacíos que tendrán
que ser regulados por las disposiciones del contrato de arrendamiento civiles en
cuanto estas no se opongan a las normas del Código de Comercio.
Las disposiciones del artículo 518 a 522 del Código de Comercio serán estudiadas
más adelante, debido a que resulta más conveniente para efectos académicos
revisar primero la estructura general del contrato de arrendamiento dada por el
Código Civil.
Bilateral: El artículo 1496 C.C. determina que un contrato es bilateral cuando las
partes se obligan recíprocamente, lo cual sucede claramente en el contrato de
38
GÓMEZ ESTRADA, César. De Los Principales Contratos Civiles. Bogotá D.C.: TEMIS S.A., 4ª
edición, 2008, p. 196.
30
arrendamiento, donde una parte se obliga a conceder el uso y goce de una cosa y
la otra, a pagar un precio por dicho disfrute.
Oneroso: El contrato es oneroso (art. 1497 C.C.) cuando tiene por objeto la
utilidad de ambas partes, y en el contrato de arrendamiento, ambas partes se
benefician, ya que, el arrendatario obtiene el disfrute temporal de una cosa y el
arrendador recibe un precio.
31
Consensual: El solo consentimiento de las partes perfecciona el contrato de
arrendamiento (art. 1500 C.C.). En el caso de que las partes pactaran que el
contrato se celebre por escritura pública (art. 1979 C.C.), esta solemnidad
convencional no modifica la consensualidad característica de este contrato. Esta
obligación solo surge de la autonomía de la voluntad de las partes.
Los elementos esenciales propios del arrendamiento de cosas son dos: el goce de
una cosa y el precio.
Cosa:
El artículo 1974 del Código Civil determina los requisitos que debe cumplir la cosa
para ser susceptible de arrendamiento. Este artículo reza de la siguiente manera:
El Doctrinante José Alejandro Bonivento resume los requisitos del artículo 1974
C.C. así:
39
BONIVENTO FERNÁNDEZ, José Alejandro. Los principales contratos civiles y su paralelo con
los comerciales. Bogotá D.C.: Ediciones Librería Del Profesional, 15ª Edición, 2002, p. 381.
32
“A) Que la cosa sea corporal o incorporal, excluyendo las consumibles , en
cuanto se oponen a la naturaleza del contrato.
La cosa arrendada puede ser corporal o incorporal y el artículo 1974 C.C. excluye
de las cosas susceptibles de arrendamiento a las cosas consumibles. No obstante
lo anterior, el Dr. Bonivento Fernández41 opina que puede arrendarse una cosa
que por su naturaleza sea consumible pero que el uso que se pacte de ella
contractualmente no implique necesariamente su consumo. El ejemplo que se da
de está posibilidad mencionada es el del arrendamiento de una botella de vino,
que por su naturaleza es una cosa consumible, pero que por fines contractuales
se arrienda para ser exhibida de cualquier forma.
Aunque el artículo 1974 C.C. no menciona nada al respecto, por la naturaleza del
contrato de arrendamiento donde se debe permitir el uso y goce de una cosa, para
que este uso y goce sea posible, es menester que la cosa exista al momento de
perfeccionarse el contrato o se espere que exista, situación en la cual, el contrato
queda condicionado a la existencia de la cosa.
El artículo 1974 C.C. hace referencia especial a los derechos reales de uso y
habitación, que por su carácter personalísimo, no serán susceptibles de
arrendamiento.
40
Ibíd., p. 385 – 386.
Ibíd., p. 385.
41
33
cosa arrendada, no la enajena”42. Lo que se hace en el contrato de arrendamiento
por parte del arrendador, es conferirle al arrendatario solo la tenencia del bien.
No obstante que es posible arrendar cosas ajenas, como señala el Dr. Bonivento
Fernández43, si el arrendatario es turbado en el uso y goce de la cosa, le cabe la
acción de saneamiento, sí la cosa llegara a declararse evicta, caso en el cual, el
arrendatario quedará privado del uso y goce de la cosa objeto del arrendamiento,
y podrá dar por terminado el contrato. Además de esto, sí el arrendador conocía o
debía conocer las causas del derecho alegado por el tercero que genero la
evicción de la cosa, le deberá indemnización de perjuicios al arrendatario44.
El Precio
El artículo 1975 del Código Civil determina los requisitos que debe cumplir el
precio en el contrato de arrendamiento. Este artículo determina sobre el precio lo
siguiente:
El artículo 1976 también señala otro aspecto sobre la determinación del precio:
42 GÓMEZ ESTRADA, César. Óp. Cit., p. 201.
43 BONIVENTO FERNÁNDEZ, José Alejandro. Óp. Cit., p. 386.
44
Ibídem, p. 399.
34
Respecto al artículo 1976 C.C., esté nos remite a los modos de determinación del
precio en el contrato de compraventa para darles aplicación en el contrato de
arrendamiento. Los artículos 1864 y 1865 del Código Civil regulan lo relativo a la
determinación del precio en el contrato de arrendamiento:
Es importante traer a colación lo que dispone el artículo 2001 del Código Civil
sobre determinación del precio en el arrendamiento de cosas, ya que esta
relacionado con lo analizado previamente, por lo que constituye otro modo de
determinación del precio en caso de disputa entre las partes:
35
Para terminar el análisis de este elemento esencial, regresando a lo dispuesto por
el artículo 1975 del Código Civil, la denominación del precio cuando se pacte o
determine de forma periódica será de renta. Aunque actualmente, cuando el pago
es de forma periódica, se le conoce usualmente como canon, y como dice el Dr.
Bonivento Fernández45, no es errado darle el nombre de canon porque la misma
Ley hace mención de este término.
El artículo 1982 del Código Civil nos define cuales son las obligaciones del
arrendador:
La entrega del bien arrendado debe hacerse de la forma que lo han pactado las
partes, fruto de la autonomía de la voluntad contractual.
El artículo 754 del Código Civil hace referencia a las formas de tradición de las
cosas muebles, pero se debe tener en cuenta que “la entrega debe entenderse en
45 BONIVENTO FERNÁNDEZ, José Alejandro. Óp. Cit., p. 392.
36
sentido material, y no de tradición, porque lo que se confiere es el uso o goce de la
cosa”46. El mencionado artículo reza de la siguiente manera:
2o.) Mostrándosela.
3o.) Entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera
en que esté guardada la cosa.
Las anteriores son las formas de tradición de las cosas corporales muebles, que
podrán ser usadas para la entrega material de la cosa cuyo uso y goce sean el
objeto del contrato.
37
de Registro de instrumentos Públicos del lugar donde se encuentra el bien,
sino que, además, se requiere poner al arrendatario en la tenencia de la
cosa para que de esa manera pueda el arrendador cumplir con la primera
obligación o sea, la de entregar la cosa arrendada”47.
Por lo antes citado, es importante haber tratado de las características del contrato
de arrendamiento, ya que, dependiendo de ellas, las consecuencias de un
incumplimiento contractual, como en el presente caso donde el incumplimiento en
la entrega tratándose de un contrato bilateral, permite el desistimiento del contrato
por parte del arrendatario.
47
Ídem.
48
NARANJO OCHOA, Fabio. Contrato De Arrendamiento (Proceso de Restitución de Inmueble,
Proceso de Regulación de la Renta). Bogotá D.C.: Biblioteca Jurídica Diké, 14ª Edición, 2011, p.
31.
49
Ídem.
38
Pero será obligado el arrendador aún a las reparaciones locativas, si los
deterioros que las han hecho necesarias provinieron de fuerza mayor o
caso fortuito, o de la mala calidad de la cosa arrendada.
Conforme al numeral 2 del artículo 1982 y lo que dispone el artículo 1985 del
Código Civil, el arrendador es obligado a realizar las reparaciones necesarias, es
decir, “aquellas sin las cuales la cosa desaparece o se destruye, o no sirve para el
uso a que se destina”50.
Entendiéndose en que consisten las mejores útiles, el artículo 1994 C.C. dispone
lo siguiente en las obligaciones del arrendador frente a las mejores útiles:
50 BONIVENTO FERNÁNDEZ, José Alejandro. Óp. Cit., p. 396.
51 GÓMEZ ESTRADA, César. Óp. Cit., p. 214.
39
“ARTICULO 1994. El arrendador no es obligado a reembolsar el costo de
las mejoras útiles, en que no ha consentido con la expresa condición de
abonarlas; pero el arrendatario podrá separar y llevarse los materiales sin
detrimento de la cosa arrendada; a menos que el arrendador esté dispuesto
a abonarle lo que valdrían los materiales, considerándolos separados”.
Dispone el primer inciso del artículo 1986 C.C., que el arrendador no podrá mudar
la forma de la cosa arrendada , ni realizar obras o trabajos que puedan turbar el
goce del arrendatario sin su consentimiento. Aunque, el segundo inciso del artículo
1986 C.C., permite al arrendador realizar sin consentimiento del arrendatario, las
reparaciones que no puedan diferirse por mucho tiempo, pero el arrendatario
tendrá derecho a que se le rebaje el precio proporcionalmente a la parte de la
cosa de la que fuere privado, en virtud de las reparaciones que deban realizarse.
En los demás casos donde el arrendador o quien el pueda vedar perturbe el goce
del arrendatario, le deberá indemnización de perjuicios (Art. 1987 C.C.).
52
Ídem.
40
B) Por actos de terceros:
Conforme al primer inciso del artículo 1988 C.C., en los casos de turbación en el
goce del arrendatario por vías de hecho proveniente de terceros, esté mismo debe
perseguir la reparación de perjuicios a título personal.
Además de lo anterior, sí la causa del derecho alegado por un tercero que turba el
goce del arrendatario, fue o debió ser conocida por el arrendador al momento de
celebrarse el contrato, deberá este al arrendatario indemnización de perjuicios (4º
inciso, art. 1988 C.C.).
A partir del artículo 1996 C.C., se encuentran las obligaciones del arrendatario y
que la doctrina las organiza de la siguiente forma:
41
4. Restituir o entregar la cosa a la terminación del contrato”53.
El artículo 2004 del Código Civil prohíbe estas dos situaciones para el arrendatario
en el contrato de arrendamiento:
53 BONIVENTO FERNÁNDEZ, José Alejandro. Óp. Cit., p. 401.
42
El artículo es claro en prohibir al arrendatario la facultad de ceder el contrato o de
subarrendar, excepto que la cesión o el subarriendo se celebre con el
consentimiento del arrendador.
Como vemos, el arrendatario debe cuidar la cosa como si fuera propia, so pena de
responder por los perjuicios que cause al arrendador, y si la cosa sufriera un grave
y culpable deterioro atribuible al arrendatario, facultara al arrendador para dar por
terminado el contrato de arrendamiento, además de responder por perjuicios
causados.
Respecto esta obligación, el artículo 2000 del Código Civil reza lo siguiente:
43
Podrá el arrendador, para seguridad de este pago y de las indemnizaciones
a que tenga derecho, retener todos los frutos existentes de la cosa
arrendada, y todos los objetos con que el arrendatario la haya amueblado,
guarnecido o provisto, y que le pertenecieren; y se entenderá que le
pertenecen, a menos de prueba contraria”.
44
Primero que todo, para determinar el periodo del pago del precio o renta, se debe
tener en cuenta lo estipulado contractualmente, ante la falta de estipulación de las
partes, deberá consultarse la costumbre del país, si no existe costumbre que
resuelva este aspecto entonces se seguirán las reglas determinadas por la norma,
que tratándose de rentas en predios urbanos será por meses y en el caso de los
predios rústicos será por años.
Si se estipula por las partes que el pago se hace en una sola suma, entonces está
se deberá al momento de finalizar la vigencia del contrato de arrendamiento.
Para terminar con esta obligación, el artículo 2003 C.C. dispone que:
“Es oportuno observar, por otra parte, que el arrendatario no puede ser
obligado al pago del precio estipulado en el contrato, sino en tanto el
contrato subsista. Es decir que, salvo la hipótesis especial del artículo 2003,
con la terminación del contrato desaparece naturalmente el título o causa
de la obligación de pagar dicho precio, el cual por lo mismo no puede serle
exigido ni aun en el caso de que, violando sus propias obligaciones, el
arrendatario rehúse restituir la cosa al arrendador y la mantenga en su
poder, beneficiándose de ella como si el arriendo subsistiera”55.
Según lo citado anteriormente, el fundamento del pago del precio o renta es que
se mantenga vigente la facultad de uso y goce de la cosa por parte del
arrendatario, porque no siendo vigente el contrato, no habrá título para exigir el
pago del precio.
Por lo anterior, es que la situación descrita por el artículo 2003 C.C. constituye una
excepción a la regla general de que el precio se debe mientras el contrato
subsista, por tanto, ante la terminación del contrato por culpa atribuible al
arrendatario esté no solo quedara obligado al pago de la indemnización de
55
GÓMEZ ESTRADA, César. Óp. Cit., p. 223 – 224.
45
perjuicios, sino también, al pago de la renta hasta la fecha en que se hubiera
podido dar por terminado el contrato en condiciones normales de su vigencia y no
por incumplimiento atribuible al arrendatario.
46
presumirá que la cosa se recibió en buen estado de servicio, si no hay constancia
del estado en que fue recibida la cosa.
El artículo 2006 C.C. dispone la forma en que debe ser restituidos los bienes
inmuebles, y para el efecto determina que la cosa raíz se debe restituir
desocupándola completamente para ponerla a disposición del arrendador y si la
cosa tuviera llaves, deberá entregarlas también.
47
8.6 Aspectos especiales del Contrato de Arrendamiento de Local Comercial
48
en la acreditación del establecimiento y en la conquista de una específica
clientela, fruto valioso que no deviene, como emerge obvio, de la conducta
del propietario del inmueble, sino de la labor, la paciente espera, el impulso
y la fructífera gestión del empresario; esta razón, por tanto, impone su
resguardo frente a cualquier abuso en el que pudiera incurrir el arrendador,
tendiente a evitar que se enriquezca sin causa alguna con
aprovechamiento, evidentemente injusto, del derecho que ha sido creado
por el esfuerzo del comerciante”58.
58
Ídem.
59
PEÑA NOSSA, Lisandro. De los Contratos Mercantiles Nacionales e Internacionales. Bogotá
D.C.: Universidad Católica de Colombia, 2ª edición, 2006, p. 244 – 245.
49
Por tanto, el empresario puede verse en dos situaciones: se le dificulta la
adquisición del dominio de la cosa arrendada o puede que solo le parezca rentable
su uso y goce temporal, más no la adquisición del dominio plenamente. En ambas
circunstancias, el contrato de arrendamiento de local comercial es un instrumento
que le servirá al empresario para satisfacer sus necesidades comerciales.
“Es un contrato por el cual una parte concede a otra el goce y disfrute de un
inmueble con destinación comercial y está, a su vez, se obliga a cancelar,
como contraprestación, un precio o renta”60.
50
lugar que debe ser permanente. En otras palabras: que el concepto de
establecimiento de comercio le es inherente el de local de negocio. Un
establecimiento tiene que funcionar en un local”61.
61
MEDINA VERGARA, Jairo. Derecho Comercial, Parte General. Bogotá D.C.: Editorial TEMIS
S.A., 2013, 5ª edición, p. 156.
51
“ARTÍCULO 516. Salvo estipulación en contrario, se entiende que forman
parte de un establecimiento de comercio:
52
Tal libertad contractual le permite el Código de Comercio al empresario en relación
con su establecimiento, que puede darlo hasta en prenda a sus acreedores (Art.
532 C. de Co.).
62
LÓPEZ GUZMÁN, Fabián. Preguntas y Respuestas del Derecho Comercial General. Bogotá
D.C.: Ediciones Doctrina y Ley Ltda., 2004, p. 420.
53
Ya habiendo visto los conceptos de comerciante y de empresa, es conveniente
distinguirlos, ya que como apunta el Dr. Jairo Medina 63 , todo empresario es
comerciante, mas no todo comerciante es empresario. Esto se debe a que:
El artículo 2008 del Código Civil determina las causas generales de expiración del
arrendamiento de cosas, que se tratarán separadamente:
63
MEDINA VERGARA, Jairo. Op. cit., p. 158.
Ibíd., p. 157 – 158.
64
54
“ARTICULO 2008. El arrendamiento de cosas expira de los mismos modos
que los otros contratos, y especialmente:
3. Por la extinción del derecho del arrendador, según las reglas que más
adelante se expresarán.
55
Desahucio
El artículo 2009 del Código Civil indica que es el desahucio y cuando es pertinente
su utilización:
56
1) Cuando el arrendatario haya incumplido el contrato;
“Mas, ese peculiar privilegio de poder renovar el contrato una vez cumplidos
los requisitos legales, aún en contra de la voluntad del arrendador, no
supone de modo ineludible la prolongación de las condiciones pactadas
inicialmente, puesto que de la esencia de la indicada facultad no emerge
semejante conclusión, sino, de modo exclusivo, la opción de continuar con
el uso del inmueble, aunque sea menester el cambio del contrato anterior o,
por lo menos, la alteración de algunas de las cláusulas antes aceptadas por
las partes, tales como las relativas al precio o a las circunstancias de
utilización del bien materia de arrendamiento. Se trata, en suma, de la
potestad de seguir sirviéndose del establecimiento en el mismo local,
65
ARRUBLA PAUCAR, Jaime Alberto. Contratos Mercantiles, Contratos Típicos. Bogotá D.C.:
LEGIS, 13ª edición, 2012, p. 420.
57
aunque, eventualmente, bajo regulaciones convencionalmente diferentes. A
eso se circunscribe el derecho de renovación que asiste al locatario”66.
Conforme al artículo 518 C. de Co., ya visto, estas son las causales que
exceptúan el nacimiento del derecho a la renovación del contrato:
58
“La ley no definió lo que debemos entender por una empresa distinta a la
que tuviere el arrendatario. La interpretación no debe ser restrictiva y deben
entenderse, además de la empresa concreta que explota el inquilino, otras
afines que habrían de beneficiarse con el buen nombre y la clientela
adquirida por el empresario”67.
“ARTÍCULO 520. En los casos previstos en los ordinales 2o. y 3o. del
artículo 518, el propietario desahuciará al arrendatario con no menos de
seis meses de anticipación a la fecha de terminación del contrato, so pena
de que éste se considere renovado o prorrogado en las mismas
condiciones y por el mismo término del contrato inicial. Se exceptúan de lo
dispuesto en este artículo los casos en que el inmueble sea ocupado o
demolido por orden de autoridad competente”.
67
ARRUBLA PAUCAR, Jaime Alberto. Contratos Mercantiles, Contratos Típicos. Óp. Cit., p. 427.
59
Esta norma consagra otro caso donde debe utilizarse el desahucio, además de los
casos de terminación del contrato de arrendamiento que según el artículo 2009 del
Código Civil requieren desahucio. Este desahucio deberá efectuarse por el
propietario con una anticipación mínima de seis meses a la fecha de terminación
del contrato. De no tenerse en cuenta esta anticipación, el contrato se entenderá
renovado o prorrogado a favor del arrendatario.
“Desde luego que este derecho, como ocurre con la generalidad de los
derechos subjetivos, no tiene carácter absoluto, pues su ámbito de eficacia
está sujeto a las condiciones establecidas por la citada norma, vale decir,
que a título de arrendamiento se haya ocupado un inmueble para la
explotación de un establecimiento de comercio; que la tenencia derivada
68
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE COLOMBIA, Sala de Casación Civil. Sentencia de 14 de
Abril de 2008 (Ref.: C-2300131030022001-00082-01). M.P. Jaime Alberto Arrubla Paucar.
60
del vínculo arrendaticio se haya dado por no menos de dos años
consecutivos; que durante ese lapso siempre haya sido explotado un
mismo establecimiento; que haya vencido el contrato de arrendamiento, y
que no se presente alguna de las salvedades que señalan los tres
numerales del artículo, esto es, que el arrendatario haya incumplido el
contrato; que el propietario necesite el inmueble para su propia habitación o
para un establecimiento suyo destinado a una empresa sustancialmente
distinta, o cuando el inmueble debe ser reconstruido o reparado con obras
necesarias que no pueden ejecutarse sin la entrega o desocupación, o
demolido por su estado de ruina o para la construcción de una obra
nueva”69.
Además de señalarnos todas las condiciones que deben reunirse para que opere
el derecho a la renovación del contrato, lo más importante de lo señalado por la H.
Corte Suprema de Justicia es que el derecho a la renovación del contrato de
arrendamiento no es un derecho absoluto, y que como la mayoría de derechos
subjetivos, tienen ciertas restricciones para su ejercicio, que hemos explicado
detalladamente en este capítulo.
De los casos señalados en los numerales 2 y 3 del artículo 518 C. de Co. surgen
otras situaciones que son reguladas por el Código de Comercio. Una de ellas se
refiere al derecho de preferencia.
Derecho de preferencia
El artículo 521 del Código de Comercio hace alusión a este derecho especial del
arrendatario:
69
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE COLOMBIA, Sala de Casación Civil. Sentencia de 24 de
Septiembre de 2001 (Ref. Exp.: No. 5876). M.P. José Fernando Ramírez Gómez.
61
Si los locales reconstruidos o de la nueva edificación son en número menor
que los anteriores, los arrendatarios más antiguos que ejerciten el derecho
de preferencia excluirán a los demás en orden de antigüedad”.
Tal como indica el Dr. Arrubla70, para el pago de esta indemnización, el inmueble
entregado por el arrendatario quedará afecto a ella, y la demanda deberá ser
inscrita en el folio de matricula inmobiliaria.
70
ARRUBLA PAUCAR, Jaime Alberto. Contratos Mercantiles, Contratos Típicos. Óp. Cit., p. 430.
62
3ª Causal de terminación del contrato de arrendamiento: Por la extinción del
derecho del arrendador
El artículo 2016 C.C. hace referencia a la extinción del derecho del arrendador por
causa involuntaria, que generalmente no generara al arrendador la obligación de
indemnizar perjuicios, a pesar de que expire el contrato de arrendamiento antes de
tiempo. No obstante, si el arrendador arrienda a sabiendas de que su derecho
sobre la cosa es eventual, y arrienda omitiendo informar sobre esta calidad al
arrendatario, arrendando como si fuera propietario absoluto de la cosa, deberá
indemnización de perjuicios al arrendatario, a menos que el arrendatario
contratará a sabiendas de dicha situación, es decir, que el arrendador no fuera
propietario absoluto de la cosa.
El artículo 2019 C.C. expone la situación contraria a la del artículo 2016 C.C., es
decir, la extinción del derecho del arrendador por causa voluntaria, y esta norma
reza lo siguiente:
63
En este caso, al intervenir la voluntad del arrendador para extinguir su derecho
sobre la cosa que su goce constituye el objeto del contrato, es claro que deberá
indemnización de perjuicios al arrendatario, eso sí, deberá esta indemnización
solo en los casos en que la persona que lo suceda en el derecho extinguido, no
tenga la obligación de respetar conforme lo que dispone el artículo 2020 C.C.:
En el primer caso del artículo 2020 C.C., por título lucrativo se puede entender
figuras como la donación o una herencia. El Dr. Antonio Bohórquez Orduz explica
esta situación de la siguiente forma:
“De acuerdo con el artículo 2020, ordinal 1º, del Código Civil, aunque se
extinga el derecho del arrendador, el arrendamiento subsiste si el nuevo
titular del derecho lo ha recibido a título lucrativo, como una donación o una
herencia. En el primer caso, por imposición legal; en el segundo, porque los
herederos, como continuadores de la personalidad del causante, ocupan su
lugar en las relaciones obligacionales que aquel tenía”72.
Por lo expuesto, ante un título lucrativo para recibir el derecho sobre la cosa
arrendada, se tendrá que respetar el arriendo ya existente.
72
Ibídem, p.196.
64
acreedores hipotecarios, cuando la escritura pública del arrendamiento ha sido
inscrita previamente a la inscripción de la hipoteca.
Esta causal se presentaría cuando, por ejemplo, ante un incumplimiento grave del
contrato de arrendamiento, el Juez mediante sentencia condena a la parte
incumplida a la terminación del contrato de arrendamiento. En el contexto del
arrendamiento de local comercial, podría presentarse un incumplimiento grave,
cuando el arrendatario le de al bien inmueble una destinación comercial
sustancialmente distinta a la prevista en el contrato.
El Dr. Bonivento Fernández explica estas dos figuras de la siguiente forma. Sobre
el subarriendo señala:
65
con el arrendador. De tal suerte, que se origina un segundo contrato de
arrendamiento entre el arrendatario y la tercera persona”73.
Como vemos, en la cesión desaparece una de las partes del contrato, en el caso
que nos interesa, el primer arrendatario, siendo reemplazado por una tercera
persona en la relación contractual.
73 BONIVENTO FERNÁNDEZ, José Alejandro. Óp. Cit., p. 403.
74
Ibídem, p. 403 - 404.
66
“ARTÍCULO 524. Contra las normas previstas en los artículos 518 a 523,
inclusive, de este Capítulo, no producirá efectos ninguna estipulación de las
partes”.
67
Capítulo III
La tipicidad legal tiene una doble función según la H. Corte Suprema de Justicia77,
que son la de individualizar comportamientos humanos y de dotarlos de
especificación y regulación jurídica. Sabiendo en que consiste esta tipicidad legal,
75
LÓPEZ GUZMÁN, Fabián. Óp. Cit., p. 387
76
CENTRO DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE DE LA CAMARA DE COMERCIO DE BOGOTÁ.
Herpaty Ltda. Vs. Sociedad de Concesionarios S.A.. Edgar Garzón Saboya (Arbitro Único). Laudo
Arbitral de Diciembre 16 de 2005. Consultado en Multilegis Base Data:
http://legal.legis.com.co/document/laudosccb/laudosccb_759ff23c04b770fee0430a01015170fe/laud
o-en-derecho-herpaty-limitada-vs-sociedad-de-concesionarios-s-a-diciembre-16-de-
2005?text=herpaty%20concesa&type=q&hit=1 (consultado en Febrero 2 de 2016)
77 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE COLOMBIA, Sala de Casación Civil y Agraria. Sentencia
de Octubre 22 de 2001 (Exp. 5817). M.P. Jorge Antonio Castillo Rugeles.
68
la H. Corte Suprema de Justicia ha manifestado lo siguiente de la tipicidad
contractual:
Según lo anterior, contrato atípico es todo aquel que no ha sido individualizado por
el ordenamiento en un tipo legal y por tanto, no contará con descripción ni
78
Ídem.
79
Ídem.
69
regulación legal. No obstante de la atipicidad de ciertos contratos, cuando son
reiteradamente usados en el comercio, ampliamente conocidos, al punto que la
jurisprudencia y la doctrina reconocen su existencia y su individualidad frente a los
contratos típicos dados por el ordenamiento jurídico, se dice que son contratos
que tienen tipicidad social.
Ahora teniendo en cuenta esta clasificación, veremos las teorías doctrinales sobre
interpretación de los contratos atípicos, que los Doctrinantes Walter Gutiérrez
Camacho y Jaime Alberto Arrubla Paucar explican de la siguiente forma:
80
Ídem.
70
- Teoría de la combinación; plantea la aplicación combinada de las
normas que regulan las prestaciones de los contratos involucrados.
Además de estas tres teorías principales, que han sido resumidas brevemente por
el Dr. Gutiérrez Camacho, hay una teoría importante adicional resumida de la
siguiente forma por el Dr. Arrubla Paucar:
Las primeras tres teorías han sido criticadas por la misma doctrina, por tratar de
asimilar la regulación del contrato atípico con las reglas legales de contratos
típicos que tengan cierta afinidad en sus prestaciones con el primero. La crítica
radica en que la función económica que las partes pretenden satisfacer con el
contrato atípico, es diferente a la función económica del contrato típico con el que
se pretende asimilar para su interpretación y aplicación de normas concretas para
resolver la controversia contractual que se este suscitando. Por tratarse de
funciones económicas distintas, es que el contrato atípico respectivo no
corresponde al tipo contractual al que quiera asimilarse, porque el objeto
pretendido por las partes va a ser sustancialmente distinto, y se estaría
desvirtuando la declaración de voluntad de los contratantes. No obstante las
críticas que han recibido estas tres primeras teorías, pueden servir de pautas en la
interpretación de los contratos atípicos.
“De este modo, el contrato atípico exige, como cualquier otro acto jurídico,
el requisito esencial de causa, siendo preciso para su unitaria regulación
81
GÚTIERREZ CAMACHO, Walter. Los Contratos Atípicos. En: ALTERINI, Atilio Aníbal et al.
(Comps.). Contratación Contemporánea. Bogotá D.C.: TEMIS S.A. y PALESTRA Editores (Perú),
2001, p. 310.
82
ARRUBLA PAUCAR, Jaime Alberto.
Contratos Mercantiles, Contratos Atípicos. Bogotá D.C.:
LEGIS Editores S.A., 7ª edición, 2012, p. 17.
71
que las diversas prestaciones pactadas cooperen con la misma intensidad
al resultado querido y este resultado querido por las partes es el fin unitario
que caracteriza el contrato”83.
Respecto la última teoría, del interés o fin dominante, el Dr. Arrubla Paucar
manifiesta que la Doctrina la crítica “por ser una confesión de impotencia para
encontrar un criterio general”84.
Estas reglas de interpretación del contrato atípico dadas por la H. Corte Suprema
de Justicia, prevalecen lo más importante en esta categoría de contratos, que es la
autonomía de la voluntad, al tomar como primer criterio de interpretación las
clausulas contractuales, y para intentar no desvirtuar la función económica del
contrato respectivo, toman como segundo criterio, la práctica social habitual, que
cuando se trata de un contrato atípico con tipicidad social, está puede darle
descripción y especificación al contrato. Como tercer criterio, se encuentran las
normas generales de la teoría de las obligaciones y los contratos, para regular
vacíos que aun puedan encontrarse al aplicar los dos primeros criterios, y en caso
de persistir el vacío, se aplicará en última instancia, las normas que regulan los
contratos típicos cuyas prestaciones puedan tener afinidad con el negocio
respectivo celebrado por las partes.
83
GÚTIERREZ CAMACHO. Óp. Cit., p. 317.
84
ARRUBLA PAUCAR, Jaime Alberto.
Contratos Mercantiles, Contratos Atípicos. Óp. Cit., p.17.
85 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE COLOMBIA, Sala de Casación Civil y Agraria. Sentencia
de Octubre 22 de 2001 (Exp. 5817). M.P. Jorge Antonio Castillo Rugeles.
72
Por último, vale agregar, que la fundamentación de la validez y admisión de los
contratos atípicos se encuentra en el principio de libertad de contratación basado
en la autonomía de la voluntad de los partes. La H. Corte Suprema de Justicia ha
delimitado las prerrogativas que comprende la libertad contractual:
73
El concedente podrá ser propietario de uno o más establecimientos de comercio,
que generalmente cuentan con gran reputación en el mercado, y por medio de
este contrato, el concedente minimiza inversión al entregar sus espacios físicos en
concesión a comerciantes independientes para que los exploten comercialmente
bajo las condiciones pactadas contractualmente y bajo las directrices que se
vayan impartiendo por el concedente, con lo cual va a atraer más clientela a su
establecimiento y el concesionario gozará de la clientela que ya frecuenta el
establecimiento comercial, lo cual minimiza sus riesgos de no obtener éxito
comercial en el desarrollo de su actividad mercantil.
87
GIRALDO BUSTAMANTE, Carlos Julio. Algunas reflexiones sobre los contratos de distribución,
en especial sobre los contratos de concesión y agencia mercantil. En: CASTRO DE CIFUENTES,
Marcela (Coord.). Modernización de las Obligaciones y los Contratos. Bogotá D.C.: Universidad de
los Andes, 2015, p. 89.
88
CENTRO DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE DE LA CAMARA DE COMERCIO DE CALI.
Aerocali S.A Vs. Librería Atenas S.A.. Jaime Olano Martínez (Arbitro Único). Laudo Arbitral de
Agosto 20 de 2009. Consultado en Multilegis Base Data:
http://legal.legis.com.co/document/laudosccb/laudosccb_9a9757afec1d004ee0430a010151004e/la
udo-en-derecho-aerocali-s-a-vs-libreria-atenas-s-a-agosto-20-de-
2009?text=aerocali%20libreria%20atenas&type=q&hit=1 (consultado en Febrero 18 de 2016)
74
Esta claro en este contrato el beneficio mutuo que obtienen tanto concedente
como concesionario, ya que, el concedente al ceder sus espacios físicos le esta
permitiendo a los concesionarios aprovechar la clientela que ya frecuenta el
establecimiento comercial acreditado y el concesionario ayuda al concedente
ampliando la oferta de bienes y servicios en su establecimiento, por tanto,
aumentará la clientela del establecimiento.
Fiduciaria Corficolombiana S.A. como vocera legal del Fideicomiso Centro Comercial Jardín Plaza
Vs. Diseños y Texturas de Colombia Ltda. Hugo Jaramillo Gutiérrez (Arbitro Único). Laudo Arbitral
de Agosto 31 de 2009. Consultado en Multilegis Base Data:
http://legal.legis.com.co/document/laudosccb/laudosccb_956c8d346d09f06ce0430a010151f06c/lau
do-arbitral-fiduciaria-corficolombiana-s-a-como-vocera-legal-del-fideicomiso-centro-
comercial?text=jardin%20plaza%20dise%C3%B1os%20texturas&type=q&hit=1 (consultado en
Junio 23 de 2016)
75
solo hecho de tener el establecimiento abierto al público se presumirá el ejercicio
del comercio (Art. 13 C. de Co.) y en el caso del concesionario, pretende la
concesión de un espacio dentro de dicho establecimiento para el desarrollo de una
actividad mercantil.
90
CENTRO DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE DE LA CAMARA DE COMERCIO DE CALI.
Aerocali S.A Vs. Librería Atenas S.A.. Jaime Olano Martínez (Arbitro Único). Laudo Arbitral de
Agosto 20 de 2009. Consultado en Multilegis Base Data:
http://legal.legis.com.co/document/laudosccb/laudosccb_9a9757afec1d004ee0430a010151004e/la
udo-en-derecho-aerocali-s-a-vs-libreria-atenas-s-a-agosto-20-de-
2009?text=aerocali%20libreria%20atenas&type=q&hit=1 (consultado en Febrero 5 de 2016)
76
V) Oneroso: La concesión de espacio comercial es un contrato oneroso, ya que
tiene por objeto la utilidad de ambas partes (art. 1497 C.C.). El concedente obtiene
su utilidad del precio pactado en el contrato a cargo del concesionario y el
concesionario obtendrá su utilidad de las ganancias que tenga sobre las ventas
con sus clientes o la prestación de servicios.
“Todo riesgo que aparezca en la ejecución del convenio, en que las partes
intervinientes desconozcan los beneficios a obtener, es equivalente a lo que
se presenta en el contrato de sociedad, sin que ello implique que este
contrato sea aleatorio. Esta aclaración es preciso hacerla, pues algunos
autores han tratado de insinuar que en la concesión como no se pueden
precisar los beneficios a recibir, y por tanto resulta un contrato aleatorio”.91
91
SANGUINO SÁNCHEZ, Jesús María. Contrato de Concesión Mercantil. En: COLEGIO DE
ABOGADOS DE MEDELLÍN Y CAMARA DE COMERCIO DE MEDELLÍN. Derecho Comercial
Contemporáneo. Medellín: Biblioteca Jurídica Diké, 1989, p. 176.
77
Por tanto, pueden aparecer riesgos en la ejecución del contrato que afecten las
ganancias de una u otra parte o de ambas, pero esto en nada cambia que el
contrato de concesión comercial sea conmutativo y no aleatorio.
78
9.2.4 El Control del Concedente en el Contrato de Concesión de Espacios
Y la Doctrina ha dicho sobre los aspectos en los que recae el control del
concedente:
79
retribución estipulada, la que incluye toda la infraestructura y servicios
generales del local de mayor extensión tales como parqueaderos, baños,
seguridad, aseo, etc.”94.
94
CENTRO DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE DE LA CAMARA DE COMERCIO DE CALI.
Aerocali S.A Vs. Librería Atenas S.A.. Jaime Olano Martínez (Arbitro Único). Laudo Arbitral de
Agosto 20 de 2009. Consultado en Multilegis Base Data:
http://legal.legis.com.co/document/laudosccb/laudosccb_9a9757afec1d004ee0430a010151004e/la
udo-en-derecho-aerocali-s-a-vs-libreria-atenas-s-a-agosto-20-de-
2009?text=aerocali%20libreria%20atenas&type=q&hit=1 (consultado en Febrero 22 de 2016)
95
ARRUBLA PAUCAR, Jaime Alberto. Contratos Mercantiles, Contratos Atípicos. Op. cit., p. 372.
96
CENTRO DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE DE LA CAMARA DE COMERCIO DE CALI.
Aerocali S.A Vs. Librería Atenas S.A.. Jaime Olano Martínez (Arbitro Único). Laudo Arbitral de
Agosto 20 de 2009. Consultado en Multilegis Base Data:
http://legal.legis.com.co/document/laudosccb/laudosccb_9a9757afec1d004ee0430a010151004e/la
udo-en-derecho-aerocali-s-a-vs-libreria-atenas-s-a-agosto-20-de-
2009?text=aerocali%20libreria%20atenas&type=q&hit=1 (consultado en Febrero 22 de 2016)
80
9.2.7. Obligaciones especiales en el contrato de concesión de espacio:
Vigilancia de la concesión
81
modificación en cualquier momento y a su exclusivo juicio. Esta atribución
facultativa es expresión del llamado dirigismo contractual, que no sólo ha
tenido aplicación en el ámbito socioeconómico de las relaciones privadas
influidas por la intervención del Estado, y que responden a razones de
interés público (como en el caso del seguro), sino que también tiene lugar
en los negocios jurídicos estrictamente privados, en los que la capacidad de
decisión de una de las partes está totalmente debilitada frente a la
prevalencia económica de la otra”98.
82
“Las directivas del concedente. –– Cada parte debe encontrar su fuerza en
la unión, cuyo fin es asegurar las condiciones óptimas de rendimiento de las
firmas participantes. El resultado no puede ser obtenido si ellos no se
alinean bajo las directivas del concedente, expresadas por circulares o por
misivas, directivas cuya ejecución sobre el conjunto del circuito permite una
armonización de las actividades. La eficacia de la red depende de una
escrupulosa ejecución de las directivas del concedente para cada
concesionario, porque toda defección de uno perjudica no solamente al
crédito de su firma, sino también al de las otras empresas y, aun más allá, a
la firma de producción. La clientela que no está satisfecha del servicio de un
concesionario, imputa la falta a la organización de la red y se aparta de un
producto para el cual los servicios anunciados por el concedente no son
cumplidos en uno de los puntos de la venta. Tiene una tendencia a
generalizar”101.
9.3.1 La Resciliación
El primer inciso del artículo 1625 del Código Civil consagra esta forma de extinción
de las obligaciones:
101
Ibíd., p. 137 – 138.
102
ARRUBLA PAUCAR, Jaime Alberto.
Contratos Mercantiles, Contratos Atípicos. Óp. Cit., p. 387
– 391.
83
“ARTICULO 1625. Toda obligación puede extinguirse por una convención
en que las partes interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo
suyo, consientan en darla por nula.”
Así como para la celebración de los contratos, debe mediar la voluntad de las
partes, el principio de autonomía de voluntad de las partes también es aplicable
para la terminación de los mismos, así que, mediando la voluntad de estás podrán
dar por terminado el contrato. Eso sí, no se podrá hablar en el contrato de
concesión comercial, de devolver a las partes al estado anterior en el cual
contrataron, si ya el contrato se ha venido ejecutando, porque como ya vimos
tratando de los contratos de ejecución sucesiva, esto situación no es posible en
esta categoría de contratos.
“Salta a la vista que una concesión, cuando implica disponer de toda una
empresa, locales comerciales, fuerza de ventas, publicidad, etc., no puede
cumplirse en seis meses, por ejemplo. Son típicas cláusulas abusivas, que
deben descartarse por violar la obligación de buena fe que incumbe a todo
contratante al momento de la celebración del contrato y debe entenderse
para todos los efectos legales, que un contrato con una cláusula
impracticable. Su duración debería inclinarse más por ser indeterminada o
indefinida”103.
103
ARRUBLA PAUCAR, Jaime Alberto. Contratos Mercantiles, Contratos Atípicos. Óp. Cit., p. 388.
84
para que el contrato produzca los efectos económicos que las partes,
obrando con cuidado y previsión, tuvieron en vista al contratar”104.
Se concibe el desahucio unilateral como señala el Dr. Arrubla106 para los contratos
de concesión de espacio donde no se haya hecho estipulación contractual sobre
plazo de duración del contrato o condición para su terminación.
“La parte que desee poner fin a la concesión mercantil deberá notificarlo en
un término prudencial, con antelación suficiente para que la otra pueda
concluir sus negocios pendientes, procurarse un reemplazo u otra actividad,
etc. La clase de concesión mercantil, el volumen de los negocios, la
complejidad de la misma, darán contenido a la expresión “término
prudencial””107.
104
LLOBERA, Hugo O.H.. Óp. Cit., p. 274.
105
ARRUBLA
PAUCAR, Jaime Alberto. Contratos Mercantiles, Contratos Atípicos. Óp. Cit., p. 390.
106
Ídem.
107
Ídem.
85
“La duración indefinida, no es perpetuidad ni eternidad. Ninguna relación
jurídica es eterna. La dicotomía entre una relación durable y una relación
perpetua permite a las partes terminarla, salvo expresa disposición legal en
contrario. El de duración indefinida, es contrato durable, carece de término
concreto, determinado o definido, se prolonga en el tiempo y termina acorde
a la ley o a la convención. No es ad perpetuam, ni deviene, convierte o
equivale a éste. La distinción es simple”108.
Podemos ver que las relaciones contractuales no están llamadas a ser perpetuas,
así el contrato no prevea expresamente un plazo para su duración.
108
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE COLOMBIA, Sala de Casación Civil. Sentencia de Agosto
30 de 2011 (Ref.: 11001-3103-012-1999-01957-01). M.P. William Namén Vargas.
109
ARRUBLA PAUCAR, Jaime Alberto.
Contratos Mercantiles, Contratos Atípicos. Óp. Cit., p. 391.
86
más sí el contrato es de duración indefinida, aunque esto no excluye que pueda
ser pactada en los contratos que prevean un plazo expreso de duración.
Por tanto, el preaviso es vital para la terminación unilateral de los contratos, tanto
cuando la Ley expresamente lo permite o cuando se ha previsto contractualmente
o cuando no esta contemplado expresamente en ninguno de los dos casos
anteriores (Ley y el contrato), porque permite a la otra parte tomar las medidas
necesarias para concluir con las obligaciones que le corresponden del contrato y
que pueda tener con terceros en virtud de la ejecución contractual, como es el
caso de la concesión comercial, que la relación contractual de la concesión se
110
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE COLOMBIA, Sala de Casación Civil. Sentencia de Agosto
30 de 2011 (Ref.: 11001-3103-012-1999-01957-01). M.P. William Namén Vargas.
111
Ídem.
87
predica entre concedente y concesionario pero no obstante como lo que se busca
es la distribución de productos y servicios, de esta distribución se van a derivar
muchas relaciones contractuales con terceros, como lo son por ejemplo, contratos
de compraventa.
112
Ídem.
113
CENTRO DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE DE LA CAMARA DE COMERCIO DE BOGOTÁ.
Herpaty Ltda. Vs. Sociedad de Concesionarios S.A.. Edgar Garzón Saboya (Arbitro Único). Laudo
Arbitral de Diciembre 16 de 2005. Consultado en Multilegis Base Data:
http://legal.legis.com.co/document/laudosccb/laudosccb_759ff23c04b770fee0430a01015170fe/laud
o-en-derecho-herpaty-limitada-vs-sociedad-de-concesionarios-s-a-diciembre-16-de-
2005?text=herpaty%20concesa&type=q&hit=1 (consultado en Marzo 2 de 2016).
88
“Se trata de una actitud abusiva e inadecuada de Concesa S.A. que resulta
objetable para el tribunal, dado que constituye una verdadera usurpación de
los derechos y prerrogativas de Herpaty Ltda., pues con su retiro de los
puntos de venta lo que hizo Concesa S.A. fue apoderarse de los espacios
otorgados, obtener las líneas y marcas de distribución con que contaba
Herpaty Ltda. y asegurarse la clientela que ya frecuentaba y adquiría los
productos que Herpaty comercializaba, razón por la que el tribunal
condenará a la convocada al pago de los perjuicios correspondientes”114.
Ídem (consultado en Marzo 2 de 2016)
114
89
Capítulo IV
10.1 Motivos
90
goce conforme se pacto en el contrato, y si no se hizo estipulación al respecto,
deberá darle un uso comercial conforme a la naturaleza del bien. En la concesión
de espacio, como al concesionario se le permite la explotación económica de un
espacio dentro de un establecimiento comercial, debe permitir un control por parte
del concedente que será periódico con el fin de que el concedente pueda
cerciorarse de que el espacio se este explotando en la forma convenida, que
puede incluir aspectos relativos a publicidad, cumplimiento con horarios de
atención, sistema de ventas, etc.
Viendo estas diferencias fundamentales entre estos dos contratos, que nos
permite darle autonomía propia a cada uno, de todas maneras ambas figuras
contractuales comparten algunas características en común, que vale la pena
analizar, pero estos aspectos en común no son suficientes para llegar al punto de
asimilar el contrato de arrendamiento de local comercial y el de concesión de
espacio.
91
concesionario es muy distinto; el arrendatario tiene tanto el uso como el
goce; el concesionario tiene solamente el uso y no puede extender su
derecho al goce. En la concesión no están comprendidos, en la entrega del
área física, los frutos ni naturales ni civiles; el concesionario no puede
subarrendar, facultad que no es ajena al contrato de arrendamiento, a
menos que esté expresamente prohibida”115.
En relación con esta diferencia (la causa del contrato), el Doctor Carlos Julio
Giraldo agrega:
92
(arrendamiento) solo se pretende el uso y goce de un bien inmueble con
destinación comercial, mientras que en el otro (concesión), se pretende la
explotación económica de un espacio dentro de un establecimiento con
acreditación comercial.
En otro laudo arbitral relativo al caso de Aerocali S.A. Vs. Librería Atenas S.A., se
hace mención también de esta diferencia:
93
alguna, la comisión que se paga es global, por todos los servicios de que se
lucra el concesionario”120 .
94
mercado. En la Concesión el concedente pone la clientela que le es propia
dada su actividad principal. El concesionario no debe preocuparse por
hacerla. Son los pasajeros y sus acompañantes quienes son el mercado
objetivo en el establecimiento de Comercio Aeropuerto”122 .
95
celebrado entre comerciantes, (iii) pertenece al grupo de los llamados
innominados toda vez que no está regulado expresamente por la ley, (iv) es
bilateral, (v) oneroso, y (vi) es celebrado intuitu personae. Esta última
característica, en nuestro sentir, es una de las que mas lo aparta del
arrendamiento en razón que la tenencia de la Unidad Comercial no se le va
entregando a cualquier comerciante que simplemente esté en condiciones
de garantizar el pago de una renta o canon, sino que debe ser seleccionado
dentro de varios aspirantes previendo que su comercio sea de los que se
requieren para complementar la variedad de la oferta que debe mantener el
Centro Comercial para que cumpla su fin; debe el comerciante tener la
tradición, capacidad económica, conocimiento y permanencia suficientes
que garanticen el éxito del Centro para que atraiga al público en la
convicción de que allí encontrarán no solo lo que buscan sino que puedan
tener para ello varias alternativas. En otras palabras, que el Centro
Comercial, a través de los comerciantes a él vinculados como
Concesionarios, le ofrezca a los clientes que a él asisten como
compradores la satisfacción plena de sus necesidades, y en tal sentido se
fijaron las bases de la Oferta o propuesta aquí analizada”124.
96
dos contratos independientes y la falta de regulación legal (atipicidad) del contrato
de concesión de espacio, hemos visto en este Trabajo no le quitara su
individualidad como figura contractual en el ordenamiento jurídico que no permitirá
su asimilación con tipos contractuales como el contrato de arrendamiento.
Como hemos visto puede llegar a presentarse una confusión entre la distinción del
contrato de arrendamiento de local comercial y el contrato de concesión de
espacio, situación que probablemente se terminará resolviendo en la vía arbitral o
judicial, ya que sin importar la calificación que se le de al contrato, la labor del
Juez o del Arbitro es analizar la esencia de las obligaciones de las partes, para ver
si el acuerdo de voluntades de las partes corresponde a una concesión de espacio
o a un arrendamiento de local comercial.
97
Como vemos según consideración del Tribunal, estas disposiciones mercantiles
(arts. 518 a 524 C. de Co.) son de orden público y en ningún caso podrán hacerse
extensivas a un contrato diferente como es el caso del contrato de concesión de
espacio.
Arbitral de Diciembre 16 de 2005. Consultado en Multilegis Base Data:
http://legal.legis.com.co/document/laudosccb/laudosccb_759ff23c04b770fee0430a01015170fe/laud
o-en-derecho-herpaty-limitada-vs-sociedad-de-concesionarios-s-a-diciembre-16-de-
2005?text=herpaty%20concesa&type=q&hit=1 (consultado en abril 6 de 2016).
98
11. Conclusiones
No obstante lo anterior, la labor del juez o del arbitro sin importar la calificación
que las partes le den superficialmente al contrato, es analizar los derechos y
obligaciones que han contraído las partes realmente para de esa forma determinar
que contrato es el que verdaderamente han celebrado las partes y no el que se
ajuste más a sus eventuales intereses.
99
En el caso de propietarios de grandes establecimientos de comercio acreditados,
aunque puede celebrar contratos de arrendamiento de locales comerciales dentro
de su establecimiento, será más beneficioso para esta persona otorgar espacios
en contrato de concesión ya que le permitirá tener control sobre aspectos de
publicidad, horarios de atención, etc. del establecimiento del concesionario y de
esa forma buscar aumentar la oferta de bienes y servicios en su establecimiento
logrando aumentar su prestigio comercial.
100
12. Bibliografía
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4c0c99340a66fe2a82e0/laudo-en-derecho-carlos-rincon-duque-e-hijos-
ltda-vs-empresa-colombiana-de-productos-
veterinarios?text=carlos%20rincon%20empresa%20colombiana&type=q
&hit=1
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