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RESEÑA BIBLIOGRÁFICA

“Introducción a la pragmática”

Asignatura: Estrategias Comunicativas de la Lengua de


Señas I
Profesor titular: Lic. Andrea Suraci
Ayudante de primera: Beatriz Pellegrini
Régimen: Cuatrimestral
Horas semanales: Cuatro
Carrera: Tecnicatura en interpretación de lengua de señas
Año académico: 2016
Unidad del tema: Unidad I y II

Nombre y apellido: Lucía Naimí Simón


Documento: 37.517.818
Categoría de adscripto: Alumno
Teléfono: 2616438415
Correo electrónico: naimisimon@gmail.com
Domicilio: Los Fresnos 3454, Luján de Cuyo
INTRODUCCIÓN A LA PRAGMÁTICA

El libro, “Introducción a la pragmática” de la editorial Ariel S. A.


(1996), está escrito por M. Victoria Escandell Vidal. La autora, al
reunir diferentes teorías y enfoques cuyos objetivos coinciden,
demuestra que la pragmática tiene carácter de ciencia autónoma,
que se complementa con otras disciplinas y que sirve, desde un punto
de vista diferente, para completar la información obtenida en la
comunicación humana, evidenciando los principios que la regulan. La
premisa que se repite y comprueba a lo largo de todo el libro es que
tanto en la interacción y en el uso del lenguaje como para la
interpretación completa y correcta de los mensajes se necesita
considerar el significado gramatical e incluso sintáctico del
enunciado, y de sus elementos, como también de los factores
extralingüísticos que determinan un significado concreto, en una
situación y contexto dados ubicado en un tiempo y lugar
determinado.
Por ello, se considera que este libro es un material interesante
para conocer el campo de la pragmática y su relación con otras
disciplinas, las cuales no desestima. La lectura de esta obra colabora
en la aprehensión de una visión general de este campo, de su
estructura, utilidades y posibilidades, lo que resulta básico si se
pretende profundizar posteriormente en otros temas de interés.
Escandell Vidal expone teorías y puntos importantes en los que
la pragmática se hace presente para luego hilarlos y así formar el
esqueleto de esta disciplina y tangibilizarla. Estructura su libro en
cuatro partes en las que acota el objeto de la pragmática, lo
defiende, compara y confirma su carácter científico y unívoco.
La primera parte es un acercamiento a la definición de qué es la
pragmática mediante “una caracterización intuitiva e informal, que
luego se irá elaborando y precisando teóricamente” (Escandell, 1996,
p.13). Para comenzar, la autora hace una rápida diferencia entre la
gramática y la sintaxis, presenta los problemas principales para la
comprensión y/o emisión correcta de un enunciado y arguye que la
pragmática interviene para dar soluciones, aportando información
relevante, tales como la referencia y la deixis y los recursos y
componentes materiales y relacionales que configuran la situación
comunicativa.
La segunda parte consta de un hilado conceptual y cronológico
de la evolución de la pragmática con el objeto de ordenarla,
compararla, explicarla y así visualizar los problemas o puntos de
partida que constituyen el centro de interés de esta disciplina. Se
presenta postulados de diferentes autores, sus posturas, las críticas
que suscitan y las teorías e ideas nuevas que surgen, con la intención
de ser superadoras a las anteriores.
Esta parte comienza referenciando a J. L. Austin quien se aparta
de quiénes evalúan enunciados como verdaderos o falsos y apuesta a
la importancia de aquellos que son no descriptivos, el propósito con
que se describe una realidad en un enunciado y la distinción entre

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este y la oración. En base a esto propone una diferencia entre los
enunciados realizativos y los constatativos, para luego disolver esta
diferencia y aseverar que la distinción está en la tricotomía de los
actos, sus propiedades y las violaciones a las condiciones de emisión
de un enunciado. Dichos actos son: el acto locutivo, el ilocutivo y el
perlocutivo.
A continuación, cita a J. Searle, quien desarrolla…las ideas
anteriores y propone la teoría de los actos de habla como unidad
mínima de la comunicación lingüística a comprender. Él establece que
cada acto de habla tiene una fuerza lingüística (contenido
proposicional) y otra ilocutiva (que diferencia cinco actos
dependiendo del valor que tome esta fuerza) y que hay diferentes
condiciones que establecen la adecuación de los enunciados. En
consecuencia, para este autor ambas fuerzas “están íntimamente
unidas por una relación regular y constante” (Escandell, 1996, p. 63).
Sin embargo, su punto débil corresponde a los actos de habla
indirectos donde esta relación, regular y constante, se rompe debido
al contexto.
La escritora desarrolla las afirmaciones de H. P. Grice, siendo
este un punto de referencia ya que se centra en los principios que
permiten la interpretación de los enunciados, la intervención de otros
factores de tipo conversacional y todas aquellas variables que son las
responsables del significado añadido. Propone el principio de
cooperación como un acuerdo tácito que regula y contribuye a la
interacción. Este está compuesto por normas a las cuáles las llama
máximas y cuyo incumplimiento produce efectos de sentido. Además,
distingue lo que se dice de lo que se comunica para aportar el
concepto de implicatura, y sus variaciones para cubrir esta distancia.
Esta, la cual depende del contexto y suele compensar una aparente
violación a una máxima para mantener vigente la cooperación.
En esta segunda parte, también se aborda la teoría de J. C.
Anscombre y O. Ducrot, esta integra la pragmática con la semántica y
“tiene más que ver con los principios que determinan la adecuación
de los enunciados con respecto al contexto lingüístico en que
aparecen” (Escandell, 1996, p. 92); por ello es que se centran en lo
discursivo, tanto en la dirección ilocutiva concreta de dicho discurso
con sus diferentes marcadores como en los medios que tiene el
destinatario para construir su interpretación (Escandell, 1996).
A continuación, la autora cita a D. Sperber y D. Wilson con su
teoría de la relevancia que presenta una “diferencia fundamental (…)
que radica en ofrecer un mecanismo deductivo explícito para dar
cuenta de los procesos y estrategias que conducen desde el
significado literal a la interpretación pragmática” (Escandell, 1996, p.
109) Dichos autores establecen que la comunicación humana consta
de dos mecanismos, codificación/descodificación y
ostención/inferencia, los cuales son independientes pero se combinan
para favorecer la eficacia de la comunicación. La inferencia, clave en
esta teoría, combina y relaciona información nueva con supuestos
previos. De ella derivan los conceptos de explicatura (contenidos
codificados combinados con contenidos inferidos contextuales) e
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implicatura contextual (premisas y conjunto de información para la
interpretación de un enunciado). De la combinación de la explicatura
y la implicatura surgen efectos contextuales que se suman al coste
del esfuerzo necesario para interpretar el enunciado otorgando así el
grado de relevancia que tiene el mismo.
Por último, la autora concluye que al ser los modelos anteriores
individualistas es que surgieron las vertientes sociales que establecen
que el lenguaje favorece tanto los intereses personales como los de
los demás. La colaboración del otro para la comunicación es
imprescindible, por eso se recurre a una forma para actuar sobre él y
sobre la relación social entre ambos: la cortesía, la cual “puede
entenderse (…) como un conjunto de estrategias conversacionales
destinadas a evitar o mitigar conflictos.” (Escandell, 1996, p.138-139)
Por ello se distinguen el intercambio interaccional del transaccional,
la cortesía absoluta de la relativa según el principio de cortesía Leech,
sus máximas y la racionalidad de la imagen pública (positiva o
negativa). Este último concepto es la noción central de Brown y
Levinson ya que, por proteger esta imagen pública, prestigio que
cada persona tiene ante un otro, es que existen las estrategias de
cortesía.
La tercera parte consta de la explicación del por qué resulta
deficiente el enfoque semántico para explicar fenómenos conocidos
tales como: el conector &, la conjunción copulativa y, los enunciados
interrogativos y las metáforas. Estos puntos de vista generan
problemas por ser acotados, es por esto que al aplicar la perspectiva
pragmática se presentan soluciones complementarias y un mayor
esclarecimiento en la explicación de estos mismos fenómenos, dado
que se incorpora el conocimiento del mundo que se posee, el
contexto y la situación comunicativa en la cual está inmerso un acto
comunicativo determinado.
Para finalizar, la última parte del libro registra los elementos de
la pragmática, conocimientos sobre el lenguaje o ventajas que
presenta como un aval de que esta pertenece a las teorías
lingüísticas. En el capítulo 12 se desarrolla cómo la pragmática puede
delimitar, caracterizar e individualizar a la literatura como expresión
verbal. El capítulo 13 despliega el conjunto estructurado de sistemas
psíquicos y las capacidades que, según Dik (1989), se ponen en
funcionamiento en la comunicación humana para situar y tangibilizar
esta disciplina a nivel orgánico, con sus funcionamientos y
aplicaciones en principios y estrategias. El último capítulo del libro
defiende su calidad científica por el nivel de abstracción: la
pragmática “tiene por objeto el análisis de todos los principios,
conocimientos, y estrategias que constituyen el saber comunicativo y
que determinan el uso efectivo del lenguaje.” (Escandell, 1996, p.
227) El análisis se hace con respecto a factores estables del acto
enunciativo que, si bien variarán sus valores, siempre responderán a
una misma estructura. Por último, se declara que la especificidad de
la pragmática se da porque “se ocupa de caracterizar un conjunto
delimitado de objetos (los enunciados) por medio de un conjunto de

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conceptos específicos y de unos principios generales de interacción
entre estos” (Escandel, 1996, p.232)
Como conclusión puede decirse que la autora logró su
propósito, ya que presentó el tema y lo pudo explicar
introductoriamente consiguiendo que sus capítulos no estuvieran
aislados, si no que se relacionaran y retomaran conocimientos o
teorías anteriormente expuestas para fomentar y acrecentar el
entendimiento visualizadas en el juego de teorías que se da cuando
una trata de superar o completar a la anterior. El objetivo primordial
del formato del libro era recoger todas estas teorías y autores que
arguyen por separado, con una perspectiva común, para poder darle
cuerpo a lo que parecía que eran solo teorías aisladas sin sustento ni
elementos comunes y directivos.
Consecuentemente, se considera que este libro es muy
interesante para introducir la noción pragmática, ya que al haber
tantos enfoques, y al relacionarse simbióticamente con otras
disciplinas como la gramática y la sintaxis, a veces parece confuso
que todo pertenezca a la pragmática como disciplina única y con
límites definidos. Sin embargo, al desarrollar las teorías más
relevantes o precursoras de nuevos enfoques, sus encrucijadas y
problemas cuyas respuestas las proporciona esta disciplina, esclarece
el hecho de que cada una tiene la intención de presentar principios,
estrategias o elementos que tiendan a completar el mapa de la
comunicación humana tanto por el lado del que construye y emite un
mensaje como de quien lo interpreta. Por ende, se logra entender a la
pragmática desde un punto de vista sólido y único con el cual es
posible realizar el análisis de una situación comunicativa y así obtener
información consistente y clara.

BIBLIOGRAFÍA

· Escandell Vidal, Victoria (1996) Introducción a la pragmática.


Editorial Ariel S.A., Barcelona, España.

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